El efecto terapéutico de la interpretación inexacta

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El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
,Una contribución a la teoría de la sugestión *
Edward Glover **
~,-::.,':,·~omo es natural, el)nterés'del"psicoánálisis
por las 'teorías, sobre
la: curación está, básicamente .,centrado.' en .los. 'procesos curatlvosoue
tienen- 'I.t.tgar durante el' tratamiento, analítico :>.:.131
etectoterapéutico
de
otros métodoseonstltuyepor
~I<? menos en la. actúalldad
un ,tema de in"
terés -psicológico":más,:general::Oesde.luego,'"en ",las primeras' épocas era
necesario 'prestar, particular" atención a.Ia.siqnlflcaclón 'teórica de la psicoterapla no analítica, A menudo sé arqumentaba que el 'psicoanálisis no
era, otra. cosa-que' sugestión dlslrnuladai.: además,el ñecho de que ,el
rnétodo-analltico .estuviera basado ven=experléncias derivadas de situaciones' de ~rapport entre médico ,y paciente, al: igü.al~que, por ejemplo, la
hipnosis, hacía conveniente establecer "ciertar'diferericiación teórica, Gran
parte de-las :obser:vaCionesrEHacionadas·;con Ic:f'-"~¡;~soluciónde latransferencia"puedeh
entenderse como contribuciones' a este': problema, que
proporcionan un :distingo general;',:peYó,útil,'entre~ el psicoanálisis y otros
métodos Jerapéuticos. y, los .estudlos' especialesde Freüd)' sobre psicología,delas,mas.as, de .Ferenczlssobre.la transferencia; de Ernest 'Jones 3
sobre la'sligestióri'y'la"aulósügestlón;cde
Abraham <.sobre el couéismo y
un-estudio incompleto 'de Rado 5 'sobreros 'procesos de .la curación, han
proporcionado .una .base teórica-más amplia para tál, dlférenclaclón.
"
" ..,,¡ Con todo, cada tanto rrossentímos
.llevados a' reconsiderar .las "relaciones entre' 'Ias distintas formás .de -pslcoterapta.Jen particular cuando
se hace algún· progreso en el .conocimiente.arialltlco. Cuando se producen
esos avancesvtencernos a·pleguntarrios:u;¿;qué'ocurría
con, nuestros casos cuando. no- estábamos -en ccndicicnescde utilizar ese nuevo conocimlento. en, forma provechosa?" Evidentemente, no 'nos sentiríamos así
obligados' si. no hubiéramos usado .antea.térmlnos tales como' "curaclón",
"anállsiaa fo'ndo"; .etcétera, Pero durantemuchos años hemos hablado
en esos términos y, por ende, no podemos evitar este 'periódico examen
introspectivo:
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Una respuesta. posible 'sería que 'la, información .adlcional no afecta
en modo: algu'no el.ptocedtmlento tetapéutíco..testo. 'es".qúe como Mon~ \~.,
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• .Publtcado
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en el, h,ternational
Journal 01 Psycho·Analysís.
18' Winipole stree-t; Londres, -W: 1, - ihgíatorra,-'
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'1931" 'XII,: ,4,
r.,
"
827
Edward
828,
Glover
sleur Jourdain, hemos estado hablando 'en' "prosa" tódo 'et tiempo. Esto
se aplica sin duda a gran 'parte de la labor reciente' sobre análisis del
Superyó,' ansiedad y cutpa: Es innegable, que hemos podido-subdlvldlr
las resistencias en 'resistencias del Superyó, del Voy 'del: Ello, pero síempre tratarnos de reducir esas resistencias: aun cuándo "rio . contábamos
con rótulos .espeolales 'para cada un'árde' ellas. Por otro 'lado.icuando
consideramos el contenido concreto de la represión, resurta evidente que
el descubrimiento de nuevos sistemas' de fantasías plantea un problema
paraIateorla de la curación, que podría formularse de la siguiente manera:' ¿cuál'es el' efecto de la' interpretación rlnexacta ien comparaclón
'con" el de'la aparentemente exacta? Si aceptamoaque la exactitud de
la interpretación contribuye, entre otros 'factores, a 'la 'curacíón; 'y slaceptamos que-cada tanto se descubren nuevos sistemas detahtasías, '¿'cómo
hemos' de' entender las curaciones logradas antes dé' quese descubrieran
esos sistemas? Una dificultad obvia 'en' él manejó de este problema radlcaen 'que' no contamos condeñnlcíones :adecuadas-y constantes' de
los.térmlnos: Consideremos "el ejemplo del término "curaclón": quizás
los' estándares 'hayan variado, 'esto es; en épocas' previas el criterio
puede haber sido' más exclusivamente 'sintomático, o bien puede haber
sucedido que, a medida que aumentaba nuestro 'conocimiento, nuestros
estándares de curación se volvieron' más altos, más amplios o más exígentes; Por ejemplo, la aplicación del análisis a procesos cáracterológicos sin duda han incrementado la severidad de los .estándares terapéuticos, y queda por establecer si ello ha dado orlqen o no a criterios
absurdos. De cualquier manera, en geMi"al sé acepta que es imposible
establecer 'un distingo entre los procesos terapéuticos' analíticos y no
analíticos de manera única o inmediata mediante una referencia á 'los
cambios sintomáticos.
Entonces,en cuanto a la significación de los sistemas "de fantasías, cabría sugerir que el contenido de la' presentación no es en s.í
mismo primariamente patógeno, esto es, que la historia' del afecto sólo
es importante en la enfermedad y, por ende, que el valor de los nuevos
descubrimientos en cuanto al contenido de la fantasía radica excluslva-
El efecto terapéutico
de. la interpretación
inexacta
mente en que proporcionan un acceso más cómodo o rápido a las reacciones afectivas. A esto se podría objetar -que deja la puerta abierta a una
distorsión interpretativa total. o' a un descuido del contenido reprimido;
además, nos privaría de un valioso distingo' entre la interpretación psicoanalítica y la sugestión seudoanalítica.
De paso, un criterio algo cínico insinuaría que los nuevos des:'
cubrimientos no son necesarla- o invariablemente exactos, e incluso- ni
siquiera nuevos. Recordemos la .rapidez con que algunos analistas -pudieron descubrir "traumas de nacimlento" en todos sus pacientes. después de que Rank publicara -su libro El trauma del nacimiento y antes
de que fuera objeto de la crítica· oficiaL Un criterio menos cínico es el
de que muchos nuevos sistemas de fantasía o elabcraclonesoe sistemas conocidos son en esencia- repetitivos, esto es, repiten algún interés
central; en otros términos, que están determinados par las etapas- del
desarrollo libidinal y de reacción -yoica.Según este punto de vista, las
repeticiones contribuyen al desplazamiento y, por -ende, cumplen una
misión protectora: cuanto más grande es el número de sistemas que
descubrimos, mayor es la eñcacla- con que .podemos impedir el desplazarnlento defensivo.. Podríamos decir entonces que en .las primeras épocas ·Ias perturbaciones afectivas se elaboraban con una circunstancia
desventajosa, a saber, falta de conocimiento acerca de las variaciones
de la fantasía, pero que; a. pesar de ·ello, se elaboraban efectivamente.
El siguiente criterio se.asemeja, en parte, al· último; pero nos acerca a un callejón sin salida: .los trastornos patógenos están ligados por
la fijación y la represión a ciertos sistemas específicos, pero pueden
verse aligerados por la regresión (desplazamiento retrospectivo) a sistemas no específicos previos (Rückphantasieren), o también por la distribución, esto es, un' desplazamiento prospectivo a sistemas posteriores
y más complicados de fantasla, Incluso así podríamos decir que en épocas
anteriores se lograban curaciones legítimas aunque bajo circunstancias
desventajosas. Pero si alguien pretendiera afirmar que ciertas neurosis !particulares constituían defensas contra un conjunto específico de
·fantasías inconscientes, relacionadas con una etapa específica -de fi-
'8'29
Edward
830
Glover·
[ación Y. que, a.rnenos que .se ,I¡:¡.s.liberara directamente ~e la represión,
no se podía esperar, una -curación completa, IJOS veríamos obligados' a
considerar de manera. muy cuidadosa de qué, manera scbrevenía la curación antes de que se descubrieran ssas fantasías.
.
Evidentemente, si tal afirmación se hiciera, el primer paso en la
investigación conslstlrla en estimar -el I?apel desempeñado, por, la represión en las 'curaciones, anteriores. Esta ha. sido siempre la cantidad
desconocida en los análisi!?;'.No se requiere :,une,xamencuidadoso para
comprobar que 11:!-'rápida', de~saparició'n.de 19S síntomas que .se 'observa a
veces duranteIa fase, inicial .de unanálísls (por ejemplo, en los primeros dos o tres meses) l3e debe; en parte,' .atactcres transterenciales pero,
en lo fundamentaf, a .un aumento, de la eficacia represiva. Dicha eficacia alcanza su punto máximo en .una de, dos..ocasiones: primero, cuando
la cantidaddeanstedad
o culpa ·Iibre se ha. reducido y, segundo, cuando
la neurosis transterenclal amenaza conponer, de manifiesto ansiedad o
culpa más profunda junto con .su-capa, encubridora de 'odio reprimido.
Con todo, se tlende .e olvidar que esos mismos factores pueden actuar
de manera menos evidente y ejercer su efecto en un período muy, posterior del análisis>En tal caso, .laperturbaclónqradual
de la culpa profunda
constituye, sin, duda, ja causa que provoca. el 'aumento de la represión.
Según este criterio, las .curaclones logradas sin el conocimiento de .sistemas especíñcos dejantasía se _deberlana una reorganización general
del equilibrio d~1 conflicto.pqr .medlos- analíticos genuinos, que traen
como secuela una mayor: eñcacla 'de .la.represión, :
. Si aceptamos este criterio, podernos dejar de .Jado ta significación
práctica de las lnterpretaclones. Inexactas.cüesdetueco.cse comprenderá
que., en el. caso hipotético; .que conslderamos, muchas de las interpretaclones serían:ine.l5acta..s:en tanto- nopondrlan de manttlesto el sistema
específico de fa,ntasía,.au,nque' podrlanhaber develado sistemas de algún
tipo afín COI} un contenído l?iÍ'Dl;>ólicQ
-común a, ambos. Sin embargo, no
se' justifica desculdat la·,sign,ifipactón teórica de las. lnterpretaciones
inexactas. Al fil1de:'9uentas,s!"r,ecorcdaJTIos que las neurosis constituyen
intentos ~~pqnJ~ne~s¡~de::':lutqc_ulagión,,Pé!rec.e prpl;>ab,le.C;H-!~~el ' aparato
. El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
mental saque' partido de por :'IO~meños:a·lgul1ás.:interpretaciones inexactas, en el sentido de-hacer' de ellas'=-próductos'.de·sustitución. .Siestudiamos el elemento de desplazamlentov que se ;poné:'de;~manifiesto en las
·fobias y obseslones.vse justifica· describir .la .sltuactón. diciendo que el
paciente formula lnconsclentemente-y-vive
.conscienternente una interpretación inexacta de la fuente de la ansledad.cPor ende; parece ..plausible que intervenga. otro factor en-la curación: de 'casos en! que los sistemas específicos defantasla son'desconocldos.caeebercque
el paciente
tome la interpretación inexacta y~la.convierta~en.uh .sustltuto.de desplazamíento.vülcho sustituto: no .és-de.:ninguna
manera .tan.rabrumadora-menteInadecuado -como -el· que .ha elegido. durante .la, formación .de .síntomas, pero sí está suñclenternente .alejado ide , la. fuente. real .de.Iaransiedad como para -contribulr. a·fijancargas .que, . de' cualquier. manera,
se ·han visto conslderablernentet-reducidas. por 'otra labon-anaütlca más
exacta. Solía decirse que -Ias: interpretaciones .lnexactas. -no importaban
mucho, que, si no hacen bien, por-Jo .menos.uarnpoco ..causan mayor
daño, y que desaparecen sin haber ·ocasionado:.daño. alguno de la mente
del paclentá-En un sentido sintornáticooestrechc.itaf
añrrnación.enclerra
considerable verdad, pero, en un sentldo. analülco: más. amplio,' no. parece
constituir: un supuesto: justificable. : ESJ.probable ..que ..exista', un.uipo.. de
interpretación .inexacta' que.. según uncqradoóptlrno de .distancla psíquica
con respecto a la verdadera fuente. de..laansiedad, .pueda.provocar. una
'mejoría en el sentido sintomátlcoíral, precio. de' una .actltud.más refrac·taria ..frente a un análisis más protundo.vunae ..ir;1terpretac.ión·.decldlda'mente inexacta probablemente .no .ejerce .etecto.alauno. a menos .que esté
respaldada por una fuerte autorldad, transterenclal.r.pero una interpretación levemente inexacta puede incrementar nuestras dificultades. Esto se
'confirma', en parte, al..estudiar,·las·.,interpretacionesl:espontáneastque nos
ofrecen nuestrospactentesr Soh.sumarnénte.exactas.en.lo. relativo ,a algún
-aspecto de su activtdadfantaslosa; en· partlcular.cuandcita.interpretaclón
·esrealmente .intuitiva, esto ~.es,·no:.está-estimulada·~por .. lar; comprensión
..intelectual o por, una experiencia análítlca.prevlao Pero se .advierte {que,
.salvo! erltoscasos
psicóticos; ..la: interpretaclónxotrectda no . constituye
i,
.»
8.~1
Edward
Glover
en ese momento la verdadera interpretación, (ocuat puede comprobarse
fingiendo estar de acuerdo con la opinión 'del. paciente' y; en nueve de
cada diez casos de neurosis, éste asumirá la actitud de indiferencia na-clda del alivio de la ansiedad inmediata., Desde luego" la moraleja es
que, a menos que se 'esté seguro del terreno que se pisa, conviene
mantenerse en silencio.
,,
El tema podría ampliarse indefini<;lamente,. pero, quiero concluir
ahora con su aspecto puramente analítico ofreciendo una breve ilustración. Si recordamos las conocldasfantaslas
intrauterinas que hemos interpretado de diversas maneras, desde indicaciones de traumas de, naciniientohasta
representaciones de deseos lncestuosos genitales en la
prelatencia; o las fantasías de atacar al padreo a .su pene en el vientre
o en la vagina deja madre, como hizo en particular .Abraham; o las fantasías más "abdominales" a las que Melanle.Klem atribuyó especial significado e importancia; 'se verá que contamos pon abundante material
para ilustrar este problema. Sólo quisiera agregar un comentarte a título
de evaluación: en ausencia de pruebas definldas que indiquen una fi~
jación específica en alguna etapa.icuanto más: unlversalmente se encuentran esas fantasías, mayor dificultad, tenemos .para , establecer su
verdadero valor en cualquier caso particular. En otras, palabras, mayores
dificultades tenemos para establecerla
opción neurótica, En términos
de un estudio reciente 6 sobre, los factores que precipitan la neurosis,
no podemos hablar de un tactorcualitatlvc
específico, en una serie de
hechos precipitantes hasta que, al poner de manifiesto la represión, hayamos demostrado no sólo que el mismo factor 'existía, en I~ serie predisponente, sino también que era patógeno.
, '.'
832
Antes de concluir con este aspecto del tema, y con el fin del evitar todo malentendido, convendría establecen. algún ,di§,tingo entre una
interpretación "inexacta" y otra "incompleta". Es obvio 'que, hasta que
se pone de manifiesto una capa :profunda.de -fantaslareprimida, se hacen
numerosas interpretaciones, prelímlnarea.ique -enmuchoe. pasos no pueden evitarse. Tomemos un ejemplo, simple: ;;es,"lJpa :€lxp,eriElncia_común
El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
que, en el análisis de las tantaslashomosexuales inconscientes basadas
en una organización anal, .se necesita llevar .a cabo considerable, labor
preliminar en un nlvet genital de la.Jª-nt(!sía.I[lcll,.lso, cuando, se alivian
las ansiedades genitales y se .avanza un trecho hacia, la organización
más primitiva, se puede .observar _que en los pacientes s~ reactivan periódicamente las ansledadesqenitales.-El. sistema anal ha quedado momentáneamente demasiado, cargado. En, tal caso, las lnterpretaclones
preliminares de la fantasía genital serían perfectamente exactas y le,gítimas pero, en ,el sentido patógeno, incompletas e inclrectas. Sin em-.
bargo, si no se hiciera intento alguno por. develar las fantasías anales
y si sólo se interpretaran las fantasías ,genitales,la interpretación sería
inexacta. Si, en el curso posterior del análisis de Ias fantasías anales, se
vuelven a cargar sistemas ~genÚal~~, y
ofrece únicamente una interpretación genital, ésta serta no sólo Incompleta, sino también inexacta.
Una situación elmilar se plantea con, respecto a los componentes
sádicos de un sistema anal sádico. La interpretación preliminar del componente anal sería incompleta, pero no inexacta, a menos que se descuidara constantemente el elemento sádico. ~s!e ejemplo merece una
cuidadosa consideración, pues pone de manifiesto otro aspecto en la
comparación entre los resultados analíticos obtenidos en los últimos
tiempos y los que se loqraban en las primeras épocas. En el análisis de
.las neurosis obsesivas se puede observar' que, cuando los componentes
sádicos provocan resistencia,' ésta'
menudo asume la: forma de una
exageración de fantasías y ceremoniales aparentemente eróticos. Y el
paciente en realidad se aleqrade aceptar una interpretación en términos
de fantasía libidinal. Lo mismo se aplica a la defensa de los componentes
eróticos mediante una capa de fantasía sádica. Ahora bien, la terapia
psicoanalítica moderna tléndea. interpretar los sistemas sádicos y las
reacciones de culpa. Por lo tanto, estamos obligados a considerar si
algunos de los éxitos sintomáticos previos no se debieron quizás al
hecho de que, al poner, el énfasis en los factores libidinales y prestar
poca atención a los sádicos, 'el paciente no.iquedaba libre de .ansiedad
pero con los sistemas sádicos (reprimidos) sin resolver. Sería intere-
~e'
a
I
833
EdwardGlover
sante comparar los resultados previos del análisis de la neurosis transterenclal y la narcisista, respectivamente, con los obtenidos en los últimos tiempos. 'Si el criterio es válido, deberíamos comprobar que, en
las' primeras épocas, los resultados con las neurosis narcisistas eran comparativamente pobres y los resultados sintomáticos en. la neurosis transferencial, más rápidos y dramáticos. Del mismo modo, deberíamos encontrar mejores resultados con el tratamiento moderno de las neurosis
narcisistas y resultados menos rápidos aunque, en última instancia, más
radicales, con las neurosis transterenclales. El examen 'profundo de las
capas de culpa podría quizás postergar el alivio en casos donde la inadaptación radicaba más claramente en la organización libidinal *.
Un Último comentario sobre la interpretación "incompleta". Además del grado en que realmente se logra develar la fantasía, una inter~
pretación nunca está completa mientras no se han investigado las reacciones defensivas inmediatas que siguen a la interpretación. Lo mismo
se aplica a una interpretación en términos de "culpa" o "ansiedad": es
incompleta hasta que' se rastrea el sistema de fantasía vinculado con el
afecto particular. El proceso de rastreo puede llevar a' través de la repetición transferencial hasta el núcleo infantil o, a través del. núcleo infantil, hasta una repetición transferencial 7.
Pasando ahora al aspecto. no analítico del problema, hay uno o
dos puntos dignos de consideración. El psicoanalista nunca ha puesto
en duda el alivio sintomático que puede obtenerse con los métodos sugestivos, sean del tipo transferencial simple o' del tipo seudoanalítico, es
834
Si se escribiera un trabajo similar "sobre ei' efecto exacerbante de la interpretación inexacta", en
él sin duda se examinarla sobre 'todo el resultado de la interpretación
parcial de la fantasía sádica.
Un resultado común de la perturbación de los sistemas de culpa sin una interpretación
adecuada
conslsteven que el paciente inicia una transferencia negativa. Aunque sus slntomas de ansiedad
hayan desaparecida, puede interrumpir el tratamiento con un mayor sentimiento de inferioridad, signo
seguro de culpa activada. De no darse esta terminación dramática, existen muchas otras indicaciones
de. resistencia activa posteriores a una. interpretación
inexacta.
Durante los comentarios sobre este
trabajo, la señorita Searl llamó la atención sobré 'una fuente común de resistencia o estancamlentc
durante.' el análisis. Se trata de la lnterpretación de un sistema del Ello en términos de un sistema
superyolco, o viceversa. Esta observación ·es, sin duda, acertada. ·Es fácil demostrarla experimentalmente durante el análisis, de los casos obsesivos. En las etapas tempranas de formación del ceremonial, el sistema' protector o cancelador
("anulación")
está dictado por el Supery6. Tarde o
temprano, lo infiltran elementos .sádicos y libldinales
reprtmtdos del Ello. La interpretación
"suneryOica", si se mantiene, resulta entonces "inexacta"
y lleva a un estancamiento en el ·análisis.
- .
El efecto terapéutico de la interpretaéión inexacta
decir, sugestiones basadas en cierto 'grado de' apreciación interpretativa. Desde luego, se ha preguntado acerca .de la permanencia de los
resultados y también ha especulado en.cuanto al precio que se paga por
ellos en lo que- se refiere a felicidad general, adaptabilidad o libertad
emocional. Pero de ninguna manera podía poner en duda que tales alivios se producían. En su. propia práctica, el analista tiene numerosas
ocasiones de observar el beneficio terapéutico obtenido con sólo una o
más entrevistas. Incluso en ese breve ..lapso, puede observar que actúan
los factores descriptos. Los pacientes mejoran después de la consulta
sea porque se han aliviado de cargas que producen ansiedad y culpa,
porqu~ los atemoriza inconscientemente la posibilidad de analizarse o
porque, en- el curso de la consulta, el médico le ha dado algunas explicaciones . bastante exactas que, sin embargo, son suficientemente
inexactas como para satisfacer las necesidades del paciente ..
En términos estrictos, esta observación no es analítlca pero, tomada junto con las observaciones previas sobre el efecto de la interpretación inexacta en el análisis, parece justificar una reconsideración
de la teoría actual de la sugestión. Uno se siente tentado de abreviar el
proceso manifestando desde el comienzo que todo proceso psicoterapéutico que no sea puramente analítico debe tener, a la larqa, algo en
común con los procesos de formación de síntomas. Si no analizamos el
contenido de la mente y ponemos de manifiesto los mecanismos mentales que manejan ese contenido junto" eón su afecto apropiado," automáticamente nos colocamos del lado de la defensainental. Por lo tanto,
cuando los mecanismos defensivos mentales de un individuo se han debilitado y éste recurre a un psicoterapeuta no analítico para que éste
trate sus síntomas (esto es, las defensas subsidiarias), el médico 'debe
seguir necesariamente algún procedimiento destinado a complementar
el sistema defensivo secundario (o sintomático).' Debe utilizar un' sistema defensivo terciario.
..
Dejando de lado las consideraciones' teóricas, parecería razonable
comenzar por un examen 'de la técnica que' se utiliza' en "la 'sugesti6n.
La manera más conveniente de hacerlo' consiste en utilizar' un estánda"r
835
Edward
Glover
común de evaluación, a saber, ~I grado de verdad psicolóqíca revelada
al paciente. 0, invirtiendo el estándar, el procedimiento sugestivo puede
clasificarse de acuerdo con el monto de desviación con respecto a la
verdad pslcclóqlca o por los medios adoptados para desviar la atención.
Utilizando estos estándares sin duda se podría lograr una compleja subdivisión de métodos, pero ello no redundaría en beneficio alguno. Para nuestros fines, bastará comparar unos pocos tipos de procedimientos sugestivos, usando como medida común la objetividad analítica. La forma más. extrema de' desviación con respecto a la objetividad
no suele considerarse siquiera como un método sugestivo. Con todo,
no cabe duda de que pertenece al procedimiento sugestivo y produce
resultados muy definidos. Es el método del "descuido" combinado con
la "contraestimulación",
utillzado por 'el clínico general o el médico de
consulta 8. Ni siquiera se hace a un lado la verdad -psicológica; 'simplemense se la ignora~ :Con todo, estimulado sin duda por la comprensión
intuitiva de las contrairritaciones y' las atracciones, el clínico le recomienda al paciente que se dedique a actividades distintas de su rutina
habitual.' Aconseja- un 'cambio "de' ambiente (vacaciones) -o de hábitos
corporales (recreación, deportes, etcétera), o 'de actividad mental (lecturas ligergs,' comedias musicales, etcétera). Aquí las tendencias son muy
claras. Sin saberlo, el médico trata de reforzar el-mecanismo de represión (descuido) y decididamente recurre a un' sistema de contracarga o
anticatexia. Por lo tanto, su consejo de que el paciente tome unas vacaciones o juege al golf o asista a conciertos, constituye una incitación
a la formación sustitutiva (de síntomas). Y, en líneas generales, se trata
de un síntoma de tipo obsesivo. El paciente debe hacer o pensar algo
nuevo (ceremonial o pensamiento obsesivo) o iniciar alguna contraatracción (anticatexia, cancelación, anulación, expiación). Este sistema de contracarga contribuye sin duda al éxito de la maniobra general, pero eI
elemento represivo es importante .. Elmédico alienta al paciente. demostrándole su propia 'capacidad para la 'represlón. En efecto, le dice: "Vea
usted, yo soy ciego; ~o sé qué le pasa: vaya y haga lo mismo".
I
836
El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
El grupo siguiente, si bien cuenta con reconocimiento oficial, no
difiere demasiado del' tipo no oficial. Incluye los métodos formales de
sugestión o sugestión hipnótica. También aquí existe una tendencia completamente opuesta a la verdad analítica, pero el aspecto represivo no
es tan intenso. El sugestionador admite que sabe algo sobre el estado
de su paciente, pero le ordena o le ruega a éste que lo descuide (auxiliar de la represión). El paciente puede mejorar y así lo hará y, de hecho,
está mejor, etcétera, etcétera. Para compensar la debilidad esencial del
sistema auxiliar, el sugestionador pasa por diversos procedimientos (sugestiones o recomendaciones) que también son de tipo obsesivo. El interés debe transferirse a "alguna otra cosa" de naturaleza más o menos
antitética con respecto al interés patógeno; y, desde luego, en el procedimiento hipnótico siempre hay restos de _sistemas mágicos (gestos y
frases).
,_
Un tercer grupo se distingue por el hecho de que se utiliza hasta
cierto punto la verdad pslcolóqica o' la comprensión analítica. Se le presentan o exponen al paciente explicaciones que varían en-cuanto al grado
de detalle y precisión, a lo cual sigue la sugestión directa' o indirecta.
Mediante la exhortación, la persuasión o la implicación se--lleva al paciente a creer que ha obtenido o debería obtener un alivio de sus síntomas. Se- pueden agregar sugestiones auxiliares de tipo antitético. Aun'qué varían en cuanto al detalle, todos, estos procedimientos pueden' incluirse bajo un encabezamiento: sugestión seudóanalítlca. Yen realidad, aunque esta opinión ha despertado mucho' résentlrnlento, los analistas han tenido la audacia de describir todo el análisis seudofreudiano
como una -sugestión esencialmente seudoanalítica. La única 'diferencia
que ven radica en que en la segunda o tercera etapa-del procedimiento
no se hacen, recomendaciones sugestivas abiertas. Sin, embargo, como
la' transferencia negativa no se analiza en absolúto, y la positiva, en muy
pequeña medida, existe un estado de' rapport que evita -la' necesidad de
una recomendación abierta; A pesar de esto; y probablemente para mayor seguridad, se ejerce un grado considerable de Influencia indirecta
racionalista, moral o' ética.
837
Edward
Glover
-
Estos métodos tienen un rasgo en común: todos están respaldados por una fuerte autoridad transferencial, lo cual significa que, al compartir la culpa con ~I sugestionador y al utilizar la fuerza de su Superyó,
el Yo del paciente acepta un nuevo producto de sustitución. Por el momento, la nueva "construcción terapéutica de síntomas". se ha vuelto egosintónica =.
A esta altura, el crítico que por razones propias anhela demostrar que el psicoanálisis en sí mismo no es más que otra forma de sugestión, puede arqumentar lo siguiente: si, en las primeras épocas, los
analistas no ponían completamente de manifiesto el contenido inconsciente, entonces sin duda' los éxitos analíticos de esa época deben de
haberse debido, en parte, a -un elemento de sugestión en el sentido afectivo, en contraste con, el..sentido verbal. Puede recordarse que la vieja
acusación contra el psicoanálisis sostenía que las interpretaciones analíticas eran sugestiones disfrazadas del tipo "verbal" o ideoplástico. A
riesgo de parecer tedioso, es necesario aclarar lo siguiente. El análisis
siempre ha tratado de resolver de la manera más completa posible el
vínculo analítico afectivo, tanto positivo como negativo. Siempre ha llevado sus interpretaciones hasta el límite existente de comprensión objetiva. Sin' duda, es posible que el factor de la represión (siempre una
cantidad' desconocida) haya manejado las construcciones psíquicas incompletamente interpretadas; pero el análisis' siempre ha hecho lo indecible por 'aflojarlas cadenas 'de la represión. También es posible que,
cuando -la 'interpretación es.,i~completa, 'algunos' sistemas de desplazamiento sigan, funcionando como' sustitutos oanticatexias; sin embargo,
el análisis ha' tratado siempre de terminar con todos los desplazamientos
protectores conocidos. En síntesis, nunca ha buscado mantener una
transferencia-corno aqenteterapéutlcoftnal;
jamás ofreció menos que la
verdad palcolóqica vconoclda: nunca se puso del lado de los mecanismos de la represión, .el· desplazamiento o la racionalización. Habiendo
aclarado -E;lste.punto,··el-psi'co~nális'isno -ofrece otro contraataque a esa
838
•
.',
.
..
'.
.
He omitido aquí toda descripción detallada de los cambios dinámicos y topográficos ,en los procesos de sugestión. Ernest Jones los ha descrito de manera exhaustiva en los trabajos ya citados.
El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
.crttlca, pero sí una teoría de la sugestión. Está dispuesto a aceptar que
la crítica puede ser válida en lo que respecta a un mal análisis, a un
análisis deficiente o a un seudoanálisis. Pero agrega que un mal análisis puede ser una buena sugestión, aunque, en ciertos casos, incluso
en este sentido habría ciertas dudas. Por ejemplo, siempre se ha considerado que un análisis es deficiente cuando despierta el contenido sádico reprlrnldo y luego, sin analizar plenamente las reacciones de culpa,
elimina las muletas del desplazamiento. Y probablemente siempre ha
sido una buena sugestión ofrecer sustitutos de desplazamiento nuevos o
reforzados y fortalecer las tendencias a retirar cargas que son capaces
de recibir apoyo consciente. Cabe concebir que una mala sugestión o,
.rnás precisamente, una mala sugestión seudopsicoanalítica pueda perturbar capas profundas de culpa. Es probable que buena parte del éxito
de la i sugestión ética y las maniobras desviacionistas se deba no sólo al
hecho de que las reacciones sádicas del paciente reciben una capa
extra de racionalización, sino también al hecho de que las maniobras
desviacionistas recomendaban actuar como "cancelamientos" obsesivos
de las formaciones sádicas inconscientes"'.
Además de estos dos factores, represión y sustitución, es necesario considerar un tercer y fundamental elemento. Se ha reunido considerable información a partir de diversas fuentes analíticas como para
demostrar .que, en el fondo, la función mental es y sigue siendo evaluada
en términos de la experiencia concreta. Desde luego, siempre exlstló
cierto interés académico por la relación entre el sistema perceptual y
el conceptual, pero las contribuciones del psicoanálisis a este tema han
'sido tan detalladas y originales que, para todo fin práctico, constituye
un dominio psicoanalítico. Para el inconsciente, el pensamiento esuná
sustancia, una palabra es una acción, una acción es un pensamiento.
Las complicadas variaciones que el psicoanálisis descubrió dentro de
'este sistema general dependen del hecho de'que, en las capas superiores del inconsciente (si 'podemos utilizar esta vaga expresión, topoqrá•
En una comunicación personal, la señora Riviere destacó
una evaluación del método analltico o el sugestivo,
la importancia
de los factores
sá?ic·o~..para
6:39
Edward Glover
fica), se atribuye 'a' h:i"süstancia"distirito 'orlqen, propiedades y cualidades. Eritérmlnos slstemáttcos,' la naturaleza de la sustancia depende del
'sistema de interés' libidinal y agresivo predominante durante la formaclón de esa capa particular de' la organización psíquica.
Durante la primacía' del interés y la agresión orales, todo el mundo es un pecho y todo ,lo que 'ha}'.'en él es leche buena o mala. Durante
el predominio del interés excretorio Y la organización mental anal, todo el
mundo es un vientre. Durante las fases genitales infantiles, el mundo ~s
una cloaca genital en un momento y, eñ otros, un faio. Las superposiciones y la lnterdependencla de estos sistemas principales dan origen
a la multiplicidad y variedad de las formaciones de la fantasía. Con todo,
'hay, un elemento común a 'todas las':fases que', por. ende, está represensentado en todas las varláclcnes ' de la. fantasía. Se, trata del elemento
dé agresión dlrecta o Invertida," Así, todas las' sustancias del mundo son
benignas o rnaliqnas,. 'creativas'
o destructivas,
'buenas
<>' malas..
....
~.' _.;
.
~
..
.
..
840'
.
Los -psicoanalistas han demostrado una y otra vez que, dada la
más mínima falla 'de; iá vigilancia' rDe¡;t~I" se habla abiertamente de la
mente c0l1!0 de un órqanocorpcral, ~,a,méntees ta boca; la. conversación
es orina o, flatos; una ídeaes Jértily ,ge.~eratJya.Nuestros pacientes están
'''hinchados de, pensarnlentos", ,y así 'nos lo hacen saber cuando bajan
.la guardia. Ello se ha demostrado cori .conslderable detalle en el análisis de las fantasías transterencíates.' Una interpretación .es bien o mal
recibida, (temida) .como un'Jalo .. S,e reprocha a IÓs,analistas por hablar
y también por mantenerse..en
silencio: .sus. comentarios son recibidos
como ataques sádicos y, su silencio, como períodos de implacable privación .. En pocas _palabras.. se cO'1sid.era inconscientemente al análisis
como la antigua situación del niño .en .el mundo o versus el mundo. Una
interpretación es unasustancla.i.es.Jeche, buena o mal,a,' heces u orina
.buenas o malas (o un, bebé, o el,'falo), Es la sustancia suprema del pro,genitor, propicia u hostil; oes la: sustancia del 'niño; que vuelve bajo una
forma benévola o maligna, luego de una estada propicia u hostil en el
mundo.
,
"
•• :
1-
El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
Como ya he: señalado 'en otta oportunidad 9, esta tendencia innata
dé la mente constituye un constante obstáculo para la objetividad, no
sólo por parte del 'paciente, 'slnotambléndet analista. Es necesario medirla y tenerla en cuenta 'en todas' las etapas del 'análisls.r'Fal medición
y vigilancia constituyen' la esencia de la lnterpretaclón transferenclal,
Tanto en la transferencia como' en la proyección desempeña un papel
importante en lo que 'se refiere al temor 'al análisis que se observa universalmente. Hace pocos días un paciente con comprensión intuitiva
del simbolismo, pero sin ninguna orientación directa o indirecta en cuanto al procedimiento analítico, expresó las slquientes ioplnlones ' durante
la primera etapa del análisis: las palabras son en ,realidad orina, y el
flujo de la orina constituye un instrumento: de ataque; las asociaciones
pueden' ser orina propicia u' hostil; la' interpretación es, en general; orina
propicia, salvo los días en que las fantasías ,'eróticas o sádicas son importantes; cuando las asociaciones son malas.: la orina es mala; cuando
la interpretación es mala, el analista coloca orina' mala en el paciente;
éste debe librarse de ella o bien 'el, analista debe': sacársela. En térrnlnos
pronósticos, la situación no era 'muy buena en 'éste' caso,' pero el, material
fue totalmente espontáneo.
"":
"., .~ . '
: ' ,~~,,' ,
Como ya se 'señaló, esta 'tendencia innata....de la mente constituye
un obstáculo permanente para el análisis. Pero lo que es un obstáculo
para el análisis puede constituir unaclave parala suqesflón, por 'lo menos parte de una estructura clave. Desde las más tempranas épocas, 'e'n
las teorías de la sugestión se' ha infiltrado una cierta' comprensión de
la importancia de la "sustancia"; puede observársela en la antigua creencia en un "fluido magnético" yen las modernas -teorías de la: "implantación", de Bernheim y otros (ideóplastia):-' Parece :plausible que estas
explicaciones, que' en su momento fueron aparéntemente-cientfflcas,' cons,tituyan derivados' remotos de una ideología" "concréta'vmás
primitiva,
tal como la que puede estudiarse en los ststernaeanimistas
de los, primitivos, los sistemas delirantes de los paranoicos' y, 'con investiqacióñ analítica, los sistemas transferenciales de los neuróticos. Como se recordara;
Janet consideraba que el anhelo o la "pasión sonambúllca" era compa-
841
Edward
Glover
.rabie al anhelo de los drogadictos; y Ernest Jones 3 señaló la relación
entre esto y las teorías pslcoanalltlcas sobre la significación del alcohol
(Abraham). Así, teorías desacreditadas o .inadecuadas de la sugestión
recuperan su valor de una manera inesperada. Nos proporcionan otro
indicio acerca de la naturaleza del rapport hipnótico y sugestivo y acerca
de los límites terapéuticos de la sugestión seudoanalítica. La sustancia
esencial, simbolizada por palabras u otro medio de comunicación, debe
ser una sustancia curativa propicia. Debe estar en condiciones de llenar
un espacio peligroso en el cuerpo-mente del paciente 'Y deexpulsar sin
violencia las sustancias peligrosas en el cuerpo-mente' del paciente o,
por, lo menos, de neutralizarlas. En el proceso de neutralizar la culpa,
no debe despertar ansiedad. Por ejemplo, el histérico no debe quedar
psíquicamente embarazado en el 'curso de la laparotornia psíquica. Así,
el 'sugestionador seudoanalítico hace bien en aliviar las ansiedades antes
de administrar su opio sugestivo para la culpa. Y debe tratar de no analizar el sadismo. El clínico general le' da un buen ejemplo con su sistema de sugestión oficioso e inadvertido 8: Como vimos, no sólo se pone
del lado de la represión Y predica políticas de antlcatexla obsesiva, sino
que abastece al núcleo fundamental de la paranoia en el pacienfe. No
sabe qué pasa con la mente de su paciente, pero sí sabe o cree saber
qué 'pasa con su sistema intestinal. Y utiliza drogas catárticas o laxantes
suaves para eliminar el veneno, Y las complementa con tónicos propicios
Y hematínicos vigorizantes.· De tal manera; maneja los sistemas omnipotentes peligrosos Y paranoides de su paciente sin que la mente intervenga en todo esto para nada. El' sugestionador que trata abiertamente de
manejar la' mente por medio de la mente 'debería recordar que, en última
instancia, debe basar sus intervenciones sugestivas en un sistema de
"paranoia amistosa". También aquí se vuelve' obvia la diferencia entre
sugestión Y verdadero análisis Este debe develar en todo momento ese
sístema mental muy profundo'; el sugestionador, con la mirada puesta
en las 'reacciones de ansiedad de su paciente, debe invariablemente utilizar ese sistema.
»Ó,
842
El efecto terapéutico de la interpretación inexacta
Conclusión
Muchos otros factores intervienen en la suqestlón, con respecto a
los cuales el análisis tiene o tendrá mucho que decir, pero, por el rnomento, resulta innecesario entrar en mayores detalles, El examen del
efecto que ejerce la interpretación inexacta en. análisis centra nuestra
atención en la posibilidad de que lo que para nosotros constituye una
interpretación incompleta puede ser un desplazamiento conveniente para
el paciente. En virtud del hecho de que el analista ha dado la interpretación, ésta puede actuar como un sistema de desplazamiento egosintónico (producto de sustitución, síntoma). Si aplicamos esto al estudio
de los métodos de sugestión, comprobamos ,que la técnica sugestiva
varía de acuerdo con el énfasis que se pone en los diversos mecanismos
defensivos. Todos los métodos dependen del mecanismo de represión
pero, en lo que se refiere a .los auxiliares de la represión, hay variaciones muy definidas en el método. En general, los tipos no analíticos de
sugestión, en virtud de su total oposlclón a la verdad psicológica y al
acento que ponen en las modificaciones de la conducta y el pensamiento,
pueden entenderse como "sistemas obsesivos de sugestión". Los tipos
seudoanalíticos, si bien más cerca de la verdad, están con todo suficientemente alejados de ella como para actuar haciendo que la energía
se concentre en el desplazamiento y, en tal sentido, podría denominárselos "sugestiones histéricas de tipo fóbico". Pero el técnico más original y, en cierto sentido, audaz, al que rara vez se le hace justicia como
experto en sugestión, es el clínico general. Intenta intuitivamente manejar, a un mismo tiempo, las capas superficiales de ansiedad y las
capas más profundas. Sin saberlo, es un "sugestionador histérico" puro,
en el sentido de que se une a la represión {tácitamente ofrece sus propias represiones (ignorancia) como modelo; mediante su empleo de drogas demuestra una apreciación intuitiva de los núcleos más profundos
de culpa que,' bajo otras circunstaD9ias,~.dan origen a la paranoia. Y
843
Edward Glover
desempeña el papel de un "perseguidor amistoso". En tal sentido, es
descendiente directo de los primeros farmacólogos mágicos. ..
Estas conclusiones no pretenden ser originales. Se sabe desde
hace mucho que las manifestaciones hipnóticas representan una histeria
inducida, y Rado 5 ha hecho observaciones similares en lo relativo a los
fenómenos abreactivos de la catarsis. Abraham 4 señaló qué los estados
de autosugestión eran sistemas obsesivos inducidos y, desde luego, que
la inducción o desarrollo de una "neurosis" de transferencia durante el
análisis constituye una parte integral del proceso. Los .tlpos actuales de
sugestión seudoanalítica no han sido objeto de atención similar y, puesto
que se los ütlllza con frecuencia cada vez mayor en los círculos psicoterapéuticos,' ha .llegado la hora de darles un status más definido. En el
sentido 'del desplazamlento, el sistema que tratan. de utilizar es un sistemafóbicd. Para que el tratamiento sea. eficaz, el paciente debe desarrollar una fobia egosintónica. Se podría entender esta forma de sugestión como' una' suerte de homeopatía: el sugestionador juega con el paciente su mismo juego' de formación de síntomas.
Bibliografía
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.
9. --' "Introduction 'to the Study of psycho-analyticaITheory",
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i
' ..
International Journal 01
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