A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 20 de junio de 2007,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de
votación:
Pettigiani,
Suprema
doctores
Kogan,
Corte
de
se
de
Lázzari,
reúnen
Justicia
los
en
Negri,
señores
acuerdo
Hitters,
jueces
de
ordinario
la
para
pronunciar sentencia definitiva en la causa A. 68.808, "M.
, A. y otro contra Ministerio de Salud. Amparo".
A N T E C E D E N T E S
I. La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo con asiento en La Plata, por mayoría, revocó
la
sentencia
dictada
por
la
titular
del
Juzgado
en
lo
Contencioso Administrativo Nº 2 de la misma ciudad (obrante
a fs. 124/129) en cuanto fue motivo de agravios por la
parte actora y rechazó el recurso de apelación interpuesto
por la demandada (v. fs 162/168).
II.
Fiscalía
de
Disconforme
Estado
con
interpuso
ese
pronunciamiento,
recurso
extraordinario
la
de
inaplicabilidad de ley (fs. 172/183), el que fue concedido
por la Cámara actuante mediante el decisorio obrante a fs.
185.
III. Una vez notificado el Ministerio Público de
la concesión del recurso (art. 283, C.P.C.C.), dictada la
providencia de autos (v. fs. 194) y encontrándose la causa
en estado de dictar sentencia, la Suprema Corte resolvió
plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I O N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor de
Lázzari dijo:
I. Los padres de los menores de edad A. M. y L.
J. P. , promovieron acción de amparo con la finalidad de
hacer cesar la omisión en que -según adujeron- incurría el
Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires al no
suministrar
a
sus
hijos
el
medicamento
hormona
de
crecimiento, según la prescripción médica a saber: a) para
A. , somatotropina 5, 33 mg., marca "genotropin" 5, 33 mg.
más cartuchos; para L. , somatotropina recombinante marca
"S.
",
8
mg.
(24
ui)
más
cartucho
diluyente y
kit
de
aplicación. Solicitaron, además, el dictado de una medida
cautelar en vista del daño irreparable que la falta de
provisión de los medicamentos mencionados estaba causando a
los menores (fs. 46/51).
II.
El
fallo
de
primera
instancia
hizo
lugar
parcialmente a la acción de amparo, ordenando al Ministerio
de Salud a suministrar a los menores los medicamentos que
solicitaron
sin
tener
en
cuenta
las
marcas
comerciales
reclamadas. Para así decidir, consideró que de los informes
y dictámenes obrantes en autos no surgía la obligación de
la
demandada
medicamentos
de
de
cubrir
las
la
prestación
referidas
marcas
médica
comerciales.
con
Por
último, impuso las costas en el orden causado.
Contra
esa
decisión
interpusieron
recurso
de
apelación, la actora a fs. 138/139 y la demandada a fs.
144/150.
III. La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo con asiento en La Plata, por mayoría, revocó
la sentencia dictada por la jueza de grado, en cuanto fue
motivo de agravios por la parte actora; rechazó el recurso
de
apelación
interpuesto
por
la
demandada
e
impuso
las
costas a la vencida en ambas instancias (v. fs. 162/168).
Para
decidir
de
ese
modo,
resaltó
la
circunstancia de que los menores se vieron en la necesidad
plausible
de
demandar
judicialmente
el
tratamiento
terapéutico y que éste fue otorgado, a instancia judicial,
con expresión concreta de su prescripción farmacológica y
su
denominación
encontrándose
hasta
el
los
comercial
menores
presente
y
("genotropin"
medicados
bajo
las
con
y
"saizen"),
dichas
fórmulas
denominaciones
que
peticionaron los accionantes.
Ponderó los informes médicos agregados a la causa
(ver fs. 101 y 111/112), que desaconsejaron el cambio de
tipo
o
denominación
de
las
drogas,
destacando
que
resultaría aleatoria la suerte de la salud de los menores,
en
el
supuesto
de
proporcionarles
-sólo
por
motivos
económicos- otras marcas farmacológicas.
Por esas razones, juzgó que las argumentaciones
expuestas por los accionantes en el escrito de inicio (fs.
46/51), los informes médicos referidos que aconsejan el
tratamiento con la hormona requerida y la medida cautelar
otorgada a fs. 52/54, por la naturaleza de la prestación
reconocida,
impiden
abordar
con
pleno
y
acabado
conocimiento científico un cambio en el statu quo de los
dolientes.
IV.
Contra
el
mentado
pronunciamiento
de
la
Cámara de Apelaciones interviniente, la demandada interpone
recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, en cuyo
marco denuncia la violación de los arts. 266 in fine y 272
y la doctrina legal acerca del principio de congruencia en
la
alzada;
la
violación
del
art.
1º
de
la
ley
7166
-presupuestos de procedencia de la pretensión de amparo- y
de la doctrina legal de la Suprema Corte al respecto (v.
fs. 172/183).
V. Adelanto que el recurso no puede prosperar.
1.
En
primer
lugar
la
impugnante
denuncia
la
infracción a lo normado en los arts. 266 in fine y 272 del
Código Procesal Civil y Comercial y la doctrina legal de
este Tribunal, acerca del principio de congruencia en la
alzada.
a.
Sostiene
que
la
parte
actora
introduce
la
cuestión de la llamada "fármaco vigilancia" recién en el
memorial en el que expresa agravios y que ese concepto
reviste
gran
trascendencia
porque
determina
un
esencial
cambio en la causa de la pretensión y será -a la postre- la
base de la sentencia de Cámara.
Agrega
que,
al
apelar,
los
actores
traen
al
proceso la opinión de un grupo de profesionales integrantes
de la "Comisión Nacional Asesora para el Tratamiento con
Hormona de Crecimiento", vertida en un informe del cual se
acompaña copia simple (ver fs. 130/135).
Cuestiona la referida prueba argumentando que su
incorporación fue hecha en franca violación de los arts.
246 y 270 del Código Procesal Civil y Comercial que vedan
-en
los
casos
como
el
sub
lite
donde
la
apelación
es
concedida en relación- la incorporación de nueva prueba o
alegación de hechos nuevos. Destaca, además, que por la
fecha de esos documentos (años 1996 y 2001), éstos existían
a la época del planteo de la demanda.
Se agravia sosteniendo que el tribunal a quo no
sólo admitió dichas probanzas sino que abordó expresamente
el argumento de la "fármaco vigilancia" que define como "el
mantenimiento
de
la
marca
comercial
de
la
droga
suministrada" y lo utilizó -según aduce- como pilar de su
decisión de hacer lugar al recurso de los amparistas y
revocar la sentencia de primera instancia condenando a la
entrega de los medicamentos "saizen" y "genotropin".
Sostiene
que
los
actores
transformaron
su
pretensión ante la Cámara. Explica que en primera instancia
reclamaban una determinada medicación con fundamento en la
existencia de determinada enfermedad de los menores, aunque
frente a la oposición -sólo en lo que hace a una marca
comercial específica- formulada por la demandada.
Afirma que, de ese modo, la parte actora lleva
ante la Cámara una pretensión diferente "ahora el reclamo
es
de
determinada
marca
de
medicación
en
base
a
los
problemas derivados de la fármaco vigilancia".
Aduce
causa
de
integró
la
el
que
el
pretensión
pedido
referido
(el
por
contenido
elemento
qué
en
del
la
que
hace
a
la
pedimento)
no
demanda
y
al
introducírselo recién en la apelación, se privó a esa parte
de ejercer su derecho de defensa (art. 18, Const. Nac.),
impidiéndole realizar una adecuada oposición, alegando y
probando lo que por derecho le correspondía esgrimir en
relación con esa específica circunstancia.
Asimismo, destaca que la cuestión de la "fármaco
vigilancia" no integró el cúmulo de elementos puestos a
consideración de la jueza de primera instancia y por ello
-sostiene la quejosa- no se hace ninguna mención en la
sentencia de primera instancia.
Concluye
argumentando
que
la
Cámara
al
haber
resuelto el caso en base al mentado concepto que modificó
la
causa
original
de
la
pretensión,
incurrió
en
franca
violación de los artículos del Código procesal que plasman
el principio de congruencia en la alzada.
También denuncia la conculcación de la doctrina
legal de esta Corte, emergente de las causas Ac. 67.142,
sent. de 5-VII-2000 y Ac. 83.006, sent. de 24-III-2004.
b.
Preliminarmente
es
necesario
que
puntualice
que es cierto, como lo afirma la recurrente a fs. 177 vta.,
que en los supuestos en los cuales el recurso de apelación
ha sido concedido en relación -como en la especie, ver fs.
151-, se halla vedada la producción de prueba y alegación
de hechos nuevos en la alzada (cf. art. 270, 3er. párrafo,
C.P.C.C.) y que la Cámara debe resolver teniendo en cuenta
únicamente las actuaciones producidas en primera instancia.
En esas condiciones, siendo improcedente la pretensión de
agregar prueba documental en la segunda instancia, debió
desglosarse la acompañada por la parte actora a fs. 130/137
-lo que el juez de grado no hizo-.
Empero, dicha circunstancia no ha causado agravio
alguno a la recurrente, en tanto el tribunal de apelación
no obstante la aludida omisión de desglosar, no tuvo en
cuenta la cuestionada prueba al dictar el fallo recurrido
ni tampoco las alegaciones que respecto a ésta sostuvo la
parte actora en su escrito recursivo.
Es que, la Cámara cuando ponderó al argumento de
la "fármaco vigilancia" (entendida como el mantenimiento de
la marca comercial de la droga suministrada) no lo hizo con
referencia al contenido de esa probanza. Por el contrario,
se refirió expresamente a la pericia del médico forense
obrante
a
fs.
111/112,
producida
con
anterioridad
al
dictado del fallo de primera instancia.
Sentado
accionantes
medicación
ello,
es
en
su
escrito
con
las
marcas
menester
de
resaltar
inicio
que
los
peticionaron
comerciales
específicas
la
(ver
exordio a fs. 46 y punto XI del petitorio, a fs. 50 vta.) y
ofrecieron prueba pericial médica a fin de que se dictamine
sobre
el
diagnóstico,
tratamiento
y
medicación
de
sus
hijos, en el supuesto de que fuera desconocida (ver punto
IX 3, a fs. 50). Es así como se produjo la pericia médica
obrante
respecto
a
fs.
al
mantenerse
111/112
medicamento
durante
todo
que
concluyó
dictaminando,
con
a
administrar,
que
éste
el
tratamiento,
por
razones
"debe
de
Fármaco Vigilancia...".
El aludido peritaje junto con el informe de la
médica tratante del menor A. M. (agregado a fs. 101) que
aconsejó "... respetar la indicación original...", fueron
tenidas en cuenta por la alzada cuando resolvió "si asiste
derecho a los actores a continuar con el tratamiento médico
bajo las drogas que en la actualidad han de recibir, bajo
su denominación comercial..." (ver considerando III, punto
"c" del voto del doctor Spacarotel, al cual se adhirió la
doctora Milanta).
Por otra parte, la recurrente no puede afirmar,
como lo hace a fs. 178, que la cuestión de la "fármaco
vigilancia" no integró el cúmulo de elementos puestos a
consideración de la jueza de primera instancia, razón por
la cual no se hace ninguna mención en el fallo dictado por
ésta.
Ello
interpuso
pues,
contra
la
en
el
recurso
referida
de
sentencia
apelación
expresamente
que
se
agravió de que "... no ha considerado la sra jueza ninguna
de
las
consideraciones
vertidas
al
tiempo
del
informe
respecto a las peculiaridades de prescripción de la médica
tratante, ni que no existe ningún sustento médico para que
se otorgue una marca determinada ... tampoco ha considerado
que
existen
variaciones
entre
lo
peticionado
ante
el
Ministerio y lo requerido en el amparo..." (ver fs. 145
vta./146) "... centraliza la cuestión reduciendo el debate
a otorgar las hormonas de crecimiento que surgen de las
prescripciones
médicas,
omitiendo
lisa
y
llanamente
considerar los fundamentos vertidos por esta representación
para
el
hormona
otorgamiento
no
difiere
peticionadas..."
debate,
en
consistía
un
en
reclamantes
de
en
(fs
eje
la
cuanto
146
a
vta.)
obtener
si
una
"SIDUS"
su
"...
equivocado.
determinar
a
hormona
La
le
y
que
efectividad
centra
el
cuestión
a
asistía
medicación
ésta
a
las
tema
en
resolver
derecho
diferente
a
los
a
la
provista por el Ministerio de Salud..." (fs. 146) "... La
Asesoría
Pericial
destaca
...
que
se
debía
mantener
el
mismo medicamento durante todo el tratamiento..." "... no
se
advierte
discusión,
porque
y
sin
el
a
valorar
quo
se
aparta
adecuadamente
del
eje
los
de
la
informes
se
limita a otorgar lo peticionado, sin fundar adecuadamente
los motivos que lo llevan a dicha decisión..." (fs. 147).
Las mentadas expresiones volcadas en el aludido
escrito recursivo de la demandada obviamente indican que
tenía
pleno
denominada
conocimiento
"fármaco
de
que
vigilancia"
la
había
cuestión
sido
de
puesta
la
a
consideración de la jueza de primera instancia.
A su vez, la actora en el recurso de apelación
que interpuso contra la misma sentencia (v. fs. 138/139),
entendiendo que ésta implicó un cambio de la marca de la
hormona
de
argumentando
crecimiento
que
tal
a
decisión
suministrar,
expone
a
se
los
agravió
niños
a
problemas de fármaco vigilancia.
c. Sentado ello, es sabido que el principio de
congruencia significa que el litigio no puede resolverse
sobre la base de presupuestos no invocados en la demanda ni
en defensas no articuladas por la accionada (Ac. 50.848,
sent.
de
17-X-1995),
debiendo
competencia
decisoria
con
expresados
por
partes
las
la
la
alzada
extensión
(tantum
de
ajustar
su
los
agravios
devolutum
quantum
appellatum).
En la especie, no resultó infringida la regla de
congruencia -como lo sostiene la quejosa. En efecto, como
antes señalé de la lectura de las alegaciones postulatorias
contenidas en los escritos constitutivos de la litis y en
la expresión de agravios de la demandada y de la actora,
surge claramente que la cuestión del mantenimiento de la
marca
comercial
del
medicamento
reclamado
por
los
accionantes ha sido propuesta, oportunamente, a decisión de
la alzada. A tal consideración agrego que la Cámara ha
circunscripto
articulados
suficiente
su
por
actuación
las
mediante
a
partes,
la
los
a
debida
los
hechos
que
oportunamente
dio
fundamentación
respuesta
legal
(L.
72.299, sent 28-II-2001 y L. 74.339, sent. de 21-V-2002),
no habiendo excedido los contenidos esenciales del thema
decidendum.
Es evidente que la motivación de la sentencia se
exhibe
atenta
y
ajustada
a
la
postura
asumida
por
las
partes del proceso, cumpliendo con lo normado en los arts.
266 in fine y 272 del Código Procesal Civil y Comercial, no
configurándose, por ende, la violación de la doctrina legal
denunciada a fs. 179 que fue establecida por este Tribunal
para supuestos fácticos diferentes a los del sub judice. A
tal
consideración
conculcación
agrego
habilita
que
el
la
doctrina
recurso
legal,
cuya
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley, es la establecida por la Suprema
Corte a través de sus pronunciamientos y no la que deriva
de
la
opinión
31-III-1992
y
de
L.
los
autores
53.311,
sent.
(Ac.
de
46.606,
13-IX-1994),
sent.
de
como
la
expuesta por la recurrente a fs. 188 vta.).
2. La quejosa también denuncia la infracción del
art. 1º de la ley 7.166 y modificatorias y de la doctrina
legal de la Suprema Corte de Justicia al respecto.
a. Señala que esa norma requiere como presupuesto
de procedencia de la acción de amparo que el acto u omisión
de órganos públicos afecte derechos constitucionales "con
arbitrariedad
o
ilegalidad
manifiesta",
vicios
que
plantean
como
considera que no concurren en el sub lite.
Aduce
que
"lo
que
los
actores
omisión fue la consecuencia de no haber aceptado la entrega
de drogas equivalentes, pero de marca comercial diversa".
Puntualiza que la pretensión de los amparistas se
limitó a la discusión sobre si existe o no derecho al
reclamo de una determinada marca comercial (no a la entrega
de la hormona de crecimiento, punto sobre el que considera
que no existió discrepancia alguna).
Desde otra mira sostiene que el fallo recurrido
viola
el
art.
1º
de
la
ley
7166
y
modificatorias,
argumentando que la conducta de la Administración demandada
no puede ser tachada de arbitraria.
Arguye que como resulta discrecional al Estado
elegir la marca del producto medicinal que se entrega, el
fallo
recurrido
ha
violado
la
aludida
norma
porque
la
conducta del Ministerio demandado no puede ser tachada de
arbitraria.
Aduce
argumentando
que
señala
la
la
toda
total
razonabilidad
la
prueba
equivalencia
de
pericial
en
la
e
cuanto
medida
informativa
a
efectos
terapéuticos del producto entregado por el Ministerio de
Salud. A ello añade que con el costo del tratamiento que
reclama la actora, el Estado provincial puede cubrir el de
cuatro pacientes con la marca de la droga que éste provee.
En conclusión señala que la elección por parte
del Ministerio de Salud de una marca comercial en lugar de
otra,
estando
acreditado
la
equivalencia
en
cuanto
a
efectos terapéuticos de esas presentaciones de la hormona
de crecimiento descarta de modo total la posibilidad de
configuración de arbitrariedad.
Invoca
la
doctrina
legal
de
las
causas
Ac.
83.862, sent. de 1-IV-2004 y L. 87.778, sent. de 8-II-2006,
que aluden a los extremos exigibles para la procedencia de
la
acción
de
amparo
(arbitrariedad
e
ilegalidad
manifiestas), que considera que no se hallan configurados
en el caso sub examine.
En otro orden, sustenta su postura en lo resuelto
por
este
Tribunal
en
las
causas
B.
65.166,
sent.
de
23-XII-2003 y B. 64.942, sent. de 6-X-2004, casos en los
cuales
también
se
reclamó
la
hormona
de
crecimiento,
destacando puntualmente que en los aludidos precedentes no
se condenó a la demandada a entregar el medicamento bajo
una determinada marca comercial.
b. Esta Corte tiene dicho que el art. 20, ap. 2º
de la Constitución provincial -al igual que el art. 1º de
la
ley
7166
y
modificatorias
(vigente
en
el
ámbito
provincial)- estatuye que la garantía de amparo podrá ser
ejercida por los particulares cuando por cualquier acto,
hecho
u
lesione
omisión,
o
proveniente
amenace,
en
de
forma
autoridad
actual
o
pública,
inminente
se
con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los
derechos constitucionales (arts. 43, Const. nac.; 20 inc.
2ª, Const. prov.; 1º, ley 7166; doct. causas B. 58.002,
"Rodríguez",
sent.
del
3-V-2000;
64.413,
sent.
del
16-II-1999;
B.
"Club
62.257,
6-X-1998;
B.
59.728,
"Herrera",
Estudiantes
B.
de
59.168,
"Maida",
sent
La
"Riusech",
sent.
del
del
3-X-2001;
B.
Plata",
sent.
del
4-IX-2002; B. 64.200, "Chacur", sent. del 27-XI-2002; B.
63.788, "Llusá", sent. del 25-V-2003; B. 64.617, "Ramos",
sent.
del
7-VII-2004
y
B.
64.702,
"Coto",
sent.
del
6-X-2004, entre muchas otras).
En
los
precedentes
puntualizado
que
un
acto
ya
o
señalados,
una
se
conducta
ha
serán
manifiestamente ilegales si claramente no concuerdan con la
regla jurídica que prescribe lo debido, es decir, siempre
que el contenido de un precepto inferior no se conforme con
las prescripciones de un precepto que le es superior, ya se
trate de una ley, de un decreto o de un reglamento ilegal o
de un acto administrativo contrario a una ley, reglamento o
decreto.
También ha dicho esta Corte que existe ilegalidad
cuando se omiten aplicar o se interpretan mal preceptos
legislativos,
mientras
que
la
arbitrariedad
exhibe
un
juicio especialmente negativo frente a las normas, vale
decir que la primera se presenta cuando se configura un
supuesto
de
desconocimiento
o
aplicación
errónea
de
la
regla jurídica que corresponde al caso, mientras que la
arbitrariedad
constituye
la
manifestación
abierta
y
caprichosa sin principios jurídicos.
Frente a la doctrina expuesta, en el sub lite, no
se
advierte
que
el
tribunal
de
grado
haya
erróneamente la norma del art. 1º de la ley 7166.
aplicado
En efecto, la alzada luego de puntualizar que el
denominado "Programa Provincial Hormona de Crecimiento", a
cargo del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos
Aires, consiste no sólo en el suministro en forma gratuita
de
los
medicamentos
mencionado
programa,
a
los
sino
pacientes
también
en
admitidos
el
en
el
tratamiento
y
seguimiento ulterior de éstos, destacó que de ello surge
una obligación en cabeza de la demandada enmarcada en las
normas constitucionales que consagran el derecho a la salud
y que el cumplimiento de ésta se exige, en el caso, con
urgencia
con
la
finalidad
de
evitar
retrocesos
en
la
evolución favorable de las enfermedades que padecen los
menores.
Luego
la
Cámara
consideró
incontrovertible
que
los actores intimaron fehacientemente a la demandada la
inclusión y suministro de la medicación necesaria a tenor
de la documentación que acompañaron. A ello agregó que la
falta de respuesta concreta generó en los accionantes la
necesidad
procurando
plausible
el
de
incoar
aprovisionamiento
la
de
acción
las
de
amparo
drogas,
con
precisión de su denominación comercial. Asimismo, resaltó
que
surgía
acreditado
que
la
demandada
accedió
al
suministro del medicamento a los menores constreñida por el
dictado
de
una
medida
cautelar
como
por
la
resolución
posterior que la intimó a su cumplimiento (ver considerando
III puntos a) y b) del voto del doctor Spacarotel, al cual
se adhirió la doctora Milanta).
Frente
alzada,
plantean
la
a
las
recurrente
como
omisión
señaladas
afirma
fue
la
argumentaciones
que
lo
que
consecuencia
los
de
de
la
actores
no
haber
aceptado la entrega de drogas equivalentes y que resulta
discrecional al Estado elegir el producto medicinal que se
entrega, razón por la cual no habría arbitrariedad en la
conducta del Ministerio al no entregar las drogas con las
marcas comerciales reclamadas.
La quejosa no ha logrado desvirtuar ni la falta
de provisión inicial del medicamento que el fallo recurrido
le
imputa,
tuvieron
la
ni
la
circunstancia
necesidad
plausible
de
que
los
de
iniciar
accionantes
la
acción
y
obtuvieron la medicación que reclamaron a través de una
medida cautelar decretada en este proceso, circunstancias
ponderadas por la Cámara en el fallo recurrido. Siendo así,
la recurrente se limita a confrontar su propia opinión con
la del juzgador sin evidenciar el error grave y ostensible
en
el
análisis
de
los
elementos
que
llevaron
a
la
aplicación del art. 1º de la ley 7166 y sus modificatorias.
c. Tampoco es de recibo la denunciada violación
de la doctrina legal de esta Corte emergente de las causas
Ac.
83.862,
8-II-2006,
sent.
por
de
haber
1-IV-2004
sido
y
L.
elaborada
87.778,
sobre
la
sent.
de
base
de
presupuestos fácticos distintos a los propios de autos.
Este Tribunal tiene dicho que resulta inapropiada
la
cita
de
doctrina
legal
cuando
difieren
las
circunstancias de la causa con las del precedente invocado
(conf. Ac. 54.481, sent. de 27-XII-1996; Ac. 68.804, sent.
de 1-XII-1999; Ac. 70.251, sent. de 29-II-2000; Ac. 76.777,
sent. de 28-III-2001; Ac. 76.888, sent. de 19-II-2002; Ac.
84.617,
sent.
de
5-V-2004)
y
que
no
puede
alegarse
la
violación de aquella doctrina elaborada sobre la base de
hechos distintos a los verificados en el caso en que se
invoca (Ac. 67.537, sent. de 21-X-1997, Ac. 86.830, sent.
de 24-III-2004 y Ac. 94.644, sent. de 12-VII-2006).
Igual suerte debe correr el agravio referido al
conculcamiento de la doctrina legal que esta Corte elaboró
en las causas B. 64.942 y B. 65.166. Ello pues, si bien es
cierto que en esos precedentes se condenó a la demandada a
la entrega de la hormona de crecimiento sin identificar
marca
comercial
difieren
de
las
alguna,
las
acontecidas
circunstancias
en
autos,
fácticas
primordialmente
porque en los casos citados la cuestión del mantenimiento
de la marca comercial del medicamento suministrado a los
menores no fue objeto de reclamo ni de discusión entre las
partes y, por lo tanto, no integró el tema a decidir por
este Tribunal.
Por las razones dadas, no habiéndose demostrado
las
infracciones
legales
denunciadas
como
tampoco
la
violación a la doctrina legal citada, corresponde rechazar
el recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto (art. 279,
C.P.C.C.).
Voto
por
la
negativa.
Con
costas
(art.
289,
C.P.C.C.).
Los
señores
jueces
doctores
Negri,
Hitters,
Pettigiani y Kogan, por los mismos fundamentos del señor
Juez doctor de Lázzari, votaron también por la negativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
interpuesto; con costas (art. 289, C.P.C.C.).
Notifíquese y devuélvase.
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