cirse así misnio:—Sprocedido con. buena ÍDleucJoD

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EL
cirse así misnio:—S<^ que he procedido con.
buena ÍDleucJoD.
ÜDlrelanlo las cosas siguen su curso y
hi humànidad cmnple su destino à la manera qae las aguas deí rio se precipilao mo
vidas por la lev de la gravedad en su corritinte, sio cuidarse de que alguoas golas
sàcudidas por la violència del movinvienlo
salten los bordes de sos cauces perdiéndose olvidadas en caminos sin salida.
jFelizesa gotadeagua si en ese lugar
ignorado eneaeolra repjBso!
En la sesion del 28 el Cuerpo legidativo
francès voto al principio la abolicion de la
prision por deudas, toda vez que el articulo
1.° ya aprobado, dice a&i: «Se suprime la
prisionen materiameroantil, civil y contra
los estraiijeroB.» La càmara acogió -cpn
apla^sos el resultado de la votaçiQQ.
Nuestro representante en losEstados-Unidos, el sefior Gofii, fué recibido el 16 del pasado en audiència pública por«l presidente
Jobnsou.
El reemplazo del «ijército que se habia fijado de cuarenta y tres mil bombres, parece
que se tebajarà à cuarenta:mM.
, En Nàpolesse ba cometido un robo muy
considerable en Ja casa de banca de Rotscbild, de donde fueron estraiJas varias cajas
que coutenrian mucbos millones íle francos
en barras de plata. Se Ignora todavlaquienes sean los autores del becbo.
En varias ocasiones bemos juanifestadolos
gra-wisimos perjuicics queel no tener conclúida's süs princfpales vias^férreasirroga 4
Catalufla.
Por esto açogemoscon particular satisfaccion las noticias que tienden à remediar un
tnal de tanta monta. En este caso se hallan
las que nos ban asegutado que se trabaja
sériameste en terminar la Unea <de Valencià
à Tarragona en la interrupciou quehay ant e s y despuesdelEbro, aSí como en el paso
d« este rio. Parecefuera de duda quie en breves meses quedarà por este lado terminada
la línea de Barcelona à Valencià.
Conductos qiie tenemos por autorizados
nos hàcen creer que en la líne» de Zaragoza
va à eabflítnos igual fortuníi. Tenemos entendido que se balla aprobado por el gobierno
el trazado de los dos kilómetros escasos (1^00
metros] que faltan para unir el camino de
Madrid y Pamplona con el de Barcelona en
la antigua capital de Aragón, y anàdege que
se balla concluido el proyecto del puente del
Ebre y aun que se tienen ya proposiciones
ventajosas para su construcciou.
Las compafiias de Madrid y Barcelona se
ponen de acuerdo para tener una estaclon
còmun, y es de creer que el gobierno atenderà, en lo qüe seajusto, lo que le pide la última sobre ta rifas y demàs por lo costoso de
las obras que deben ejecutarse, y porque ni
en la subvencion concedida, ni en los presupuestos aprobados se hallaba comprendido
al enlace de lasdoSlineas,babiendoquedado
las dos compafiias que llegan à Zaragoza
cada una à la orilla, de\ Eljro que le corres pondia, sin queningunatuvieselaobligacion
de construir el pUente sobre este rio. Las seg-widades que se nos han dado nos hacen
Diputació de Girona — Servei de Biblioteques
AMFURDANES.
confiir. que pronto se emprenderàn aquellas ^
obras, cuyo resultado ha de ser tan beneficioso à los intereses de la empresa que va à
Uevarlas à cabo, como à los del país en general.
Seutimos à la verdad no poder dar noticias
tan satisfactorias sobre el camino dé Francia, que es precisamente el que mas perjuieios ocasiona. Es de toda evidencia que las
cosas no pueden seguir en el estado actual,
y quB no debe perderse mas tiempo en acomet6r sériamente los 63 kjjómetroa que faltan de Gerona à la frontera de Francia. Si la
empresa constructora no puede cumplir su
conírato, resclndalo la sociedad ooncesionaTia nediante una combinacion equitativa, y
esponga ai gobierno èon franqueza su situé'Cion y los aüsilios que necesita para ejecutar
ïas obras que faltan, ó bien renuncie por
completo A la concesion, si apurado este medio ínfrnctuosamente ve que no puede Uevarlas » cabo.
Lo que de ningun modo debe permitir la
empresa concesionaria es que se pierdan
como los qüe lian pasado, los tras àiios de
próioga que ^ l e han concedido, pues hoy
e s n n a d e las aspiraciones generales mas
T'ebementes en esta matèria, la union directa de los ferro-carriles catalanes con los del
•resto de Europa:
UN DUELO i MACARRONES
entre Rosiini y Dumas.
El ultimo dia de Febrero se cèlebraba modestamente una fiesta en el primer piso de
una casa del boulevard de los Italianos, donde habita Rossini en Paris.
El gran maestro cèlebraba con gran pompa el 75 aniversarjo de su nacimientOi Su casa astaba llena de celebridades, de principes
de las artes, de la música y de la poesia.
Se cantó música de Rossini, que es là única que se canta ó se toca en aquelles salones,
y d cèlebre maestro escüchaba con beàtica
atencion.soltandode vez en çuando algun
ibravol entre polvo y polvo. Porque es preciso saber que bay una cosa qué el fàmoso
autor de évülermo Teli no abandona nuncat
su caja de tabaco.
Rossini seria un hombre incomplet© sin su
caja de tabaco y sus «macarroni.»
Y no hay que tomarlo à broma. El maestro de los maestros, ese hombre de europea
fama y de portentosa celebridad, ese booibrs à qOien van à visitar los. rej es de incógnito, cifra hoy su glòria en snber hacer los
macarrones como nadi* en el mundo. «En
esto es en lo que no tengo rival,» suele decir
à Veces.
Durante muchos afios Rossini ha Jgozadode esta gloriav durmiéndose sobre sus laure
les. Estaba seguro, perguadido, eonvencido
de que nadie le arrancaria el cetro. Podia
permitir que se hablase con desdén, y basta
ccn menosprecio, de sus óperas; admitia que
se pusiese en duda su géniode maestro; però
no sufria que se criticasen los macarrones
hecbos por él.
Però ihayl nada existe duradero en el mun
La casa de Rossini se estremeció en sus
cimientos. La cdrte entera del maestro ru>
gió de ira y ge levantó una tempestad, un
coro terrible de anatemas contra el saçrllego y el blasfemo.
Alejandto Dumas, como un Caballero da
la Edad Media, sostuvo lo que habia dicho y
se dispuso à Mantenerlo en todos terrenos.
—Rossini, esclamó, guisa los macarrones
segun el sistema clàsico; su doctrina es rància vieja, rutinària. Yo he introducido una
innovacion, gracias & la cual he hecho ^na
revolucion completa en al arte. lAbajo los
olAsicosl labajo lo vetnstol labajo los idolosl
En nombre dè la revolucion triunfante, condeno como ilegal el sistema de Rossini.
Palidecidel maestro como si se 1« hubiese dirigido el mas gravtj insulto, y aceptó el
El palenquefuélacocina de Rossini. Este
y Alejanàro Dumas se pusieron sus mandiles, y cada unò guiso un plató dé macarrones à su manera, habiendo sido llamado el
baron Brisse como testigoy como juez.
,
. Parece què la sentencia dada por el. baron Brisse lo concilio todò, y puso en armonia al maestro con el literato. Dijò qae los
macarrones de Rossini no tenian rival en el
genero clàsico.y que los de Dumas no lo te-t
nian tampoco en el romàntieo. Sé lèvaíntó
acta y se apaciguó la toràienta iqüè ibtí 4 èstallar entre dos grandes hombrés. ^
Hemos citado el baron Brisse y hay que
decir algo de este personaje, que es en el
dia ünà èeiàs celebridades de Paris.
El baron Brisse es el gran pontíftce, el
gran paestro de los gastrónomos parisien-r
ses. , , , , ,,,,, .., !^, , .^ ,, "
Cada dia publica en \& Ziberténna crònic^
titulada SIknndo sMtronómieo,coniareceiet
deiunacémida, que es distinta todost-los di»Sé
No se conoce à nadie mas fuerte que él en
cocina. Su fama eclipsa la de los mas cèlebres cocineros de la antigüedad y 4e la era
actual. I s el Cristóbal Colon de la' cocltíft
moderna. No hay banquete notable en Pari«
al cual el baron Brisse no asista, no hay
plató que se sirva à una mesa de etiqueta
que antes no haya probado el baron Brisse.
Hà poco, precisamente,' y sin ir masdejos, tuvo lugar un gran convite en ^1 que ha
de ser palaciodela pròxima Exposicion universal. La presidència de honor en là liesa
íüé. ofrecida por unanitnidad y por sufragio
universal al baron Brisse, que à los p({«^tte8,
bizo el siguiente brindis, pudiendo r^j^onder, como respondemos, de là autenticidad
de las palabras.
• Dijo así:
i
.;,
do: Un dia apareció un rival de Rossini que
se atrevió à poner en duda su génio y su
maestria en lo de los maCaïrones.
Este rival sa llàmaba Alejandro Dumas.
El autor del Monte-Cristo y de los Mosque íeroí se atrevió à decir últimamente, con un
soberano arran que de orgullo, que era capa.z
de aderezar un plató de mftcarrones mèjor
ChUe el autor del Gmllermo y del Barl·ei'O'. '
«Senores, el arte de bien.vivir es un grande arte, y es fuerza recónocerlo. Lo poco
que yo se de él me ha hecho dar el prither
püestoeueste banquete y me prcouraràen
este momento el honor insigue' de setjol
primero etf tomar la palabra en la priçaerà
feunion kèria de la Esposicion universal dé
1867. (ProloDgados aplausos.)
Ospropongo, pues, un brindis alèsjto feliz de la empr^a de nuestros anfitriones.
(Nuevos aplausos). Però como la necesidàd
primera para asegtirar este èxito es là paz,
bebamos, senores, à là paz, y à aqueilos à
quienes I* debemos.»—fJ9e Í?í-SirpaSoí.j
B-..x.._u.. i-ji...,."!,!'!'Lli ..li,'.?]".". ..,^^<}jsmsm
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À loÍAmiento»' Recorda^os ú, a^visp
dado para ir à satiàfacer las coolas respécUvas. La antoridadÜarà mày bien en despacbàr
apremio contra losmerosos, paesiiÒ es cosa
de tolefarBe'qae^uops pargoèB if oirbs bo. Boe-
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