“ SINAR: …Salir, salir corriendo de aquí , salir de aquí, salir de mí
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REM “ SINAR: …Salir, salir corriendo de aquí , salir de aquí, salir de mí, aunque sea por un momento, antes de que suene el reloj despertador y vuelva a caer en mí, en este robot gigante que no puedo manejar. Tengo que estar alerta: la búsqueda de la felicidad necesariamente es un acto paranoide, ¿quién sino un paranoide podría hallar esa partícula diminuta? El protón es la piedra filosofal. Hay que adiestrar mucho la vista para llegar a verla. Por eso espero alerta, por eos hablo, porque hablando se organiza el pensamiento y permanece atento a las sirenas, los ríos, el frío, el calor, los latidos y el silencio, hasta a su propio desgaste. El silencio es lo más estéril de este mundo. La muerte por eso es silenciosa, ¿o por eso es estéril?... Bueno, no importa, él va a venir y hará una perforación en mi ojo derecho para que al fin mi cerebro sea drenado de tanta juventud pegajosa y húmeda, para que pensar no sea hablar o hablar no sea pensar. Ya basta. No más. Ni una palabra más. Pausa. Ni una sílaba. Pausa. Ni una sílaba. Pausa. Ni un fonema…”
