{ barro Los artistas de todo México comparten métodos similares para fabricar sus cerámicas. Sin embargo, la gama de formas, diseños, colores y acabados es muy variada y permite el desarrollo de una creatividad individual al servicio de especialidades y estilos regionales únicos. Este laborioso proceso permite a los grandes maestros alfareros mexicanos revelar la increíble versatilidad del barro y demostrar su extraordinario talento artístico. extracción El primer paso en la producción de cerámicas es seleccionar el barro. Los alfareros expertos típicamente extraen esta materia prima de los bancos de barro próximos a sus hogares. Una vez extraído el barro, preparan la pasta, la pulverizan, la secan al sol, la tamizan y la humedecen. El barro queda así listo para darle forma. Majolica: Esta técnica consiste en aplicar un vidriado de óxido de estaño después de la cocción, sobre la pieza ya enfriada. El resultado es un acabado brillante sobre un fondo blanco. Para que la pieza se seque completamente deben transcurrir varios días. Una vez seca, se decora con colores minerales, incluidos el rojo, el amarillo y el azul. Una vez seca, la pieza es cocida nuevamente. La distinta composición del barro en cada región determina la forma de utilizarlo. En algunos centros cerámicos como Atzompa y Oaxaca, los alfareros trabajan el barro en su estado natural. En otros, como Metepec en el estado de México, mezclan distintos barros y añaden arena o plumilla de tule (flor de tule) para lograr un material más cohesivo. Petatillo: Antes de la primera cocción, se hace un diseño de fondo en las piezas que consiste en líneas cruzadas muy delgadas. Como detalle final, las piezas son vidriadas y cocidas por segunda vez. moldeado Se utilizan dos métodos básicos para moldear las piezas: Canelo: Antes de la cocción, las piezas se decoran con pigmentos que se tornan color rojo canela profundo después de la cocción. Los barros negro y blanco se combinan para obtener el color deseado. Modelado: Los artistas comienzan a dar forma al barro con sus dedos, luego utilizan ramas, una herramienta tipo aguja, y ocasionalmente un torno de alfarero. Fundición: Las piezas se crean con moldes de barro cocido o yeso. A veces, la pieza se fabrica con un molde y los detalles se añaden manualmente. Una vez que las piezas están terminadas, se dejan secar a la sombra y luego se colocan al sol para completar el proceso de secado. Los pasos finales son el acabado y el cocido. acabado Los artistas utilizan varias técnicas para dar a sus cerámicas un acabado específico. Algunas de ellas son: Pastillaje: Consiste en colocar aplicaciones de barro con realce—llamadas pastillas—sobre la pieza sin cocer, para que las figuras adquieran un aspecto de bordado en aplicación. Bruñido: Antes de la cocción, la superficie se pule con piedra, elotes o trapos. Engobe: Utiliza barro mezclado con pigmentos para cubrir las figuras sin cocer y darles un color base. Policromía: Las piezas se decoran—tanto antes como después de cocerlas—con pigmentos vegetales, minerales o de fabricación comercial, convertidos en pinturas. Los artistas utilizan distintos motivos de acuerdo con la zona geográfica en que residen. Vidriado: Antes de la cocción, se aplica una capa de greta (tipo de esmalte fabricado con óxido de cobre disuelto en agua) a fin de otorgar a la pieza brillo y resistencia. Este proceso también hace que la pieza sea impermeable a la humedad. Bandera: El nombre de este tipo de decoración se debe a que incluye los colores de la bandera mexicana. El fondo es rojo con blanco y verde. Punteado: Con un pincel de pelo de cola de ardilla, los artistas pintan pequeños puntos uniformes antes de la primera cocción. Al final, la pieza es esmaltada y cocida nuevamente. Barro negro: El artista pule las piezas y luego, durante la cocción, cubre la abertura del horno para impedir la entrada de aire. Al disminuir la cantidad de oxígeno para combustión se produce una coloración negra permanente. cocción Generalmente, la cocción se hace en hornos abiertos fabricados en ladrillo o adobe. Estos hornos están abiertos en la parte superior, pero tienen una o más aberturas en la base para quemar el combustible, generalmente madera o queroseno. Existen otros tipos de hornos, como los de estilo campana y los subterráneos, que tienen aberturas o tiros al nivel del suelo. Existen dos procedimientos de cocción: Baja temperatura: La cocción se realiza a temperaturas de 800°C (1472°F) a 900°C (1652°F) y dura aproximadamente cuatro a seis horas. Las piezas deben enfriarse dentro del horno antes de sacarlas. Alta temperatura: El barro se mezcla con otros materiales, para que las piezas puedan resistir temperaturas de hasta 1200°C (2192°F). El procedimiento a alta temperatura se produce en dos etapas: La primera cocción prepara las piezas para el vidriado, y sirve como control de calidad para separar las que tienen alguna imperfección. Lleva ocho a diez horas, a temperaturas de 594°C (1112°F) a 800°C (1472°F). La segunda cocción se realiza a 1200°C (2.192°F) para lograr que la pieza se endurezca y sea impermeable.