Base científica del apoyo a los grandes Simios, y al Proyecto Gran

Base científica del apoyo a los
grandes Simios, y al Proyecto Gran
Simio.
Introducción.
Una de las cuestiones antes de detenernos en el por qué del apoyo de este
proyecto a los Simios es la propia definición de Simio, así como las especies que
lo constituyen.
Del latín simius, un simio es un primate antropoide, es decir, que pertenecen al
mismo orden de mamíferos que el hombre y poseen una morfología muy
parecida. Son pentadáctilos, mantienen un patrón dental común y un primitivo
diseño corporal.
El orden de los primates de divide en dos subórdenes, estrepsirrinos, que
incluye a los lémures y los loris, y haplorrinos, que incluye a los tarseros, los
monos y los grandes Simios y humanos. Se conocen unos 150 géneros, de los
cuales dos terceras partes están extintos. En la lengua Castellana, comúnmente,
se emplea el término simio como sinónimo de mono, a pesar de que no lo son
en absoluto.
Finalmente, es imprescindible tener en cuenta, que con el término grandes
simios nos estamos refiriendo a la familia hominidae que engloba: al hombre,
gorilas, orangutanes, chimpancés y bonobos.
Tomando como punto de partida que compartimos familia con los grandes
Simios, somos muchos los que abogamos por una concesión de derechos
mínimos y fundamentales de nuestros hermanos, los grandes simios.
Empezaremos por revisar las peticiones fundamentales del Proyecto Gran
Simio para ver cuáles son y si pueden ser llevadas a cabo.
Elisa García Gómez
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Grandes Simios no Humanos.
No se pide el reconocimiento de los grandes simios como humanos, ya que hay
plena consciencia de que son homínidos. La pretensión del Proyecto Gran Simio
es que sean tratados y reconocidos como lo serían otros homínidos no extintos,
a lo que hay que añadir, que le sean reconocidos unos derechos fundamentales.
Los derechos.
El derecho a la vida, a la libertad y a no ser maltratados ni física ni
psicológicamente.
Declaración:
1. Derecho a la vida.
Debe protegerse el derecho a la vida de los miembros de la comunidad
de los iguales. Excepto en circunstancias muy estrictas, por ejemplo, la
propia defensa.
2. Protección de la libertad individual.
No puede privarse arbitrariamente a los miembros de la comunidad de
los iguales. La detención de quienes no han sido condenados por un
delito, sólo podrá realizarse si se demuestra que es por su propio bien, o
resulte necesaria para proteger al público de un miembro de la
comunidad (sea un peligro para aquellos que están en libertad) En tales
casos, los miembros de la comunidad de los iguales deben tener el
derecho de apelar ante un tribunal de justicia, bien directamente, o si no
pueden por carecer de capacidades mediante un abogado que los
represente.
3. Prohibición de la tortura.
Se considera tortura y es moralmente condenable, infringir dolor grave,
de manera deliberada a un miembro de la comunidad de los iguales, ya
sea sin ningún motivo o en supuesto beneficio de otros. De igual modo,
se prohíbe la tortura psicológica en cualquiera de sus facetas.
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Una vez presentados los derechos fundamentales de los grandes simios
que desde mi punto de vista, son inviolables e innegociables, veremos
cuál es el objetivo del proyecto a largo plazo.
Lograr que la Organización de Naciones Unidas haga una declaración
sobre los derechos citados. Una vez logrado este objetivo que constituiría
un hito histórico, la defensa de territorios protegidos en los que los
grandes simios vivan como seres libres con sus medios.
Para dar apoyo a estas afirmaciones es fundamental, desde mi punto de
vista, aportar datos científicos que avalen y hagan ver al gran público las
capacidades de los grandes simios en cuestiones de aprendizaje, así
como su dimensión afectiva.
La comunicación entre humanos y grandes Simios.
En su hábitat natural, los grandes simios se comunican de diversos modos:
Comunicación olfativa, produciendo olores y mediante la orina.
Comunicación táctil, para efectuar confirmar relaciones.
Comunicación vocal, emitiendo gruñidos de diversa índole para anunciar un
ataque o para ubicar los alimentos.
En este aspecto, hay autores que indican que no se han reconocido los sistemas
complejos de comunicación entre simiosi.
Antecedentes de los Simios y el lenguaje: historia.
En 1.661 Samuel Pepys escribió en su diario sobre lo que llamó “babuino”: “Creo
que él ya entiende mucho el Inglés, y pienso que podría enseñársele a hablar o a
hacer señas1”
En 1.748, Julien Offray de la Mattrie publicó un documento en el que se
teorizaba acerca de la posibilidad de enseñar a hablar a los simios2.
En la primera mitad del S. XX, se produjo una de las primeras
experimentaciones en el área del lenguaje en Simios, fue la realización del
Savage-Rumbaugh 1996:400.
Wallman 1992.
2 Hewes 1977:12.
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interés por hacerles hablar. El intento más exitoso fue llevado a cabo por Keth y
Cathy Hayes que enseñaron a una chimpancé llamada Viky 4 palabras.
La cuestión a la que había que responder, después de estos experimentos, era:
¿por qué los Simios no pueden hablar?
Se citaron varias causas entre las cuales se atendía a que no eran lo
suficientemente inteligentes, o la imposibilidad de emitir sonidos. En la
segunda mitad del S. XX se apuntó que las cuerdas vocales de los Simios no
estaban preparadas para hablar. La teoría más reciente expone, que sus hábitos
vocales les impiden hablar, ya que cuando usan la comunicación vocal se
encuentran muy excitados, lo que impide la comunicación de este modo3.
En la década de los años 20 del S. XX, Robert Yerkes concluyó que los Simios no
podían hablar, 40 años después se atendió a su sugerencia y se pensó en la
posibilidad de que aprendieran el lenguaje de los signos. De hecho, su
tendencia natural a los gesto hizo que el lenguaje de signos fuera el más apto.
Para ilustrar esta cuestión, lo mejor, desde mi punto de vista, es mostrar casos
prácticos del aprendizaje de los simios del lenguaje de signos.
2.1. Washoe.
Washoe era una chimpancé infante que en 1.966 fue Criada por Allen y Beatriz
Gardner. Las personas que cuidaban de ella empleaban exclusivamente el
lenguaje de los signos.
Ella lo aprendió mediante imitación y condicionamiento con instrumentos.
Llegando incluso a transferir signos para describir un nuevo elemento. Cuando
se dejó de emplear el lenguaje de signos en su presencia aprendió más de 50
signos de otros chimpancés. De modo que se demostraba que el lenguaje de
signos entre chimpancés tiene origen mediante transmisión cultural.
2.2. Sarah.
En Sarah, se empleó el aprendizaje del lenguaje con fichas. De la mano de
David Premack en 1.967, las fichas representaban palabras y variaban en forma,
tamaño, color y textura. Las oraciones se formaban colocando las fichas en
3
Gardner, Gand Drumm, 1989.
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vertical, que era el modo preferido por Sarah, así aprendió: sustantivos, verbos,
adjetivos, pronombres y cuantificadores. Además, de conceptos de similitud y
diferencia, negación y oraciones compuestas.
Era capaz de pensar un objeto no estando presente y de comprender
construcciones, lo que le permitía atender a sus cuidadores.
2.3. Lana.
Esta chimpancé aprendió sobre un teclado electrónico. El proyecto que llevaba
su nombre fue encabezado por Duane Raumbaugh, y consistía en el lenguaje de
lexigramas, cada uno de los cuales representaba una palabra. Cuando Lana
apretaba una tecla se encendía, y aparecía en un proyector, cuando los botones
se apretaban accidentalmente, Lana presionaba la tecla: “fin de la oración” para
comenzar de nuevo.
Lana empezó a utilizar el término no como sinónimo de protesta, después de
haberla aprendido como negación. Adquirió múltiples habilidades lingüísticas
para las que no había recibido adiestramiento específico, lo que demostraba su
habilidad para generalizar y resumir. Un claro ejemplo de este hecho es que
empleaba la palabra “esto” para aludir a aquellas cosas para las que no tenía un
nombre. Con Lana se demostró que tenía significados conceptuales para
muchas palabras y sus relaciones.
Una vez revisados algunos casos que no dejan lugar a duda de la inteligencia de
los grandes Simios, me gustaría incidir sobre otra cualidad considerada hasta el
momento como exclusiva del hombre. La empatía, para lo que me serviré de la
historia de una gorila llamada Koko, que demuestra que los gorilas
considerados como violentos son empáticos y poseen sentimientos.
2.4. Koko y bolita.
Koko es una gorila de 135 kg de peso, que desde pequeña se sintió atraída por
las revistas y los libros, sobre todo por las fotografías. Su cuento favorito era
“los 3 gatitos” y le pedía a Penny que se lo contara una y otra vez. Con el tiempo
Koko le pidió un gatito de verdad, así que se lo regaló. Esto hizo entender a los
que rodeaban a Koko, la emoción que sentía.
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La foto de Koko y bolita fue portada de la revista “National geograpic” en 1.985, e
hizo que el mundo entero fuera público de una entrañable historia de amistad,
lo que hizo que la imagen del gorila como un animal violento pasara a un
segundo plano.
Bolita fue atropellada, y Koko sufrió terriblemente con la fatal noticia de la
muerte de su amiga. Pero fue en privado cuando llegó a expresar el sufrimiento
que sentía. El mundo entero hizo que Koko recibiera muchos gatitos, y se
recuperó jugando con todos ellos. Pero finalmente eligió como compañero de
juegos a uno sólo.
La historia de Koko, aporta datos objetivos acerca de la capacidad de sentir
emociones que poseen los grandes Simios.
CONCLUSIÓN.
Los grandes Simios, no sólo son inteligentes, sino que experimentan emociones
y sentimientos igual que los hombres. Desde mi punto de vista, no es mucho
pedir que se les concedan los derechos que en la declaración del Proyecto Gran
Simio se exponen y que han sido brevemente presentados en esta breve reseña.
Y que la comunidad internacional les reconozca, al menos estos tres derechos
fundamentales, así como la posibilidad de ser representados jurídica y
legalmente por terceras personas que así lo soliciten y que dichos derechos sean
reconocidos en la O.NU. este hecho constituiría un hito histórico.
Finalmente, sólo resta decir que este documento tiene como último objetivo
despertar la curiosidad por el Proyecto de cualquier persona que se acerque a
él.4
Elisa García Gómez.
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Más información en http://[email protected]
Elisa García Gómez
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