Consejos para tratar un esguince de tobillo

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Consejos para tratar un esguince de tobillo
Tener problemas en el tobillo es algo muy frecuente y se debe a que es una de
las articulaciones que más peso soporta del cuerpo. El esguince de tobillo es, a
su vez, la lesión más común, aunque los esguinces de muñeca o rodilla
también son bastante frecuentes. En España, aproximadamente seis de cada
1.000 personas acuden cada año al médico de cabecera o al servicio de
urgencias del hospital con un esguince de tobillo producido durante la práctica
de algún deporte.
¿QUÉ ES UN ESGUINCE DE TOBILLO Y CÓMO SE PRODUCE?
Un esguince de tobillo es una lesión ligamentosa (LLI y LLE) frecuente en la
actividad diaria (laboral, recreativa, deportiva), como resultado de giros
forzados (internos - externos) sobre la extremidad en una articulación tipo
bisagra que recibe grandes cargas especialmente en carrera.
CLASIFICACIÓN:
• Grado I (leve). Desgarro leve fibrilar por movimiento lateral forzado. Dolor
tardío e inmediato que no impide proseguir con el esfuerzo.
• Grado II (moderado). Rotura total o parcial de alguna fibrilla ligamentosa
aislada de componente periférico.
• Grado III (grave). Lesión total o parcial de alguna fibrilla ligamentosa
acompañada de lesiones óseas.
Casi el 90% de los esguinces de tobillo se producen cuando el talón del pie se
gira hacia dentro, provocando que el tobillo se desplace fuera de su eje de
movimiento. Estas lesiones también llamadas de «inversión» ocasionan en los
ligamentos exteriores o laterales de la rodilla una distensión aguda.
Al sufrir un esguince de tobillo, hay veces que se escucha un chasquido o una
crepitación, y se tiene una sensación de "desprendimiento" cuando el esguince
es grave y un ligamento se ha desgarrado o se ha llegado a fracturar el hueso.
El esguince puede resultar muy doloroso, empeorando el dolor al mover el
tobillo. Si el esguince es importante, es posible que no seamos capaces de
cargar peso sobre la pierna.
Además, puede aparecer hinchazón y hematomas. La hinchazón se presenta
poco después de producirse la lesión, pero el hematoma puede tardar hasta 24
horas en formarse por completo. La hinchazón alrededor del tobillo puede
dificultar la movilidad del pie y provocar la inestabilidad del tobillo.
Aunque el tratamiento del esguince no suele conllevar complicaciones, “es
importantísimo acudir al médico o especialista pues siempre es bueno conocer
cuál es el protocolo de actuación que debemos llevar a cabo si sufrimos un
esguince. Es de vital importancia seguir adecuadamente el proceso indicado
por el médico para la recuperación si no queremos arrastrar la lesión durante
mucho tiempo”.
CÓMO EVITAR SUFRIR UN ESGUINCE DE TOBILLO
Prevención, prevención y prevención. Si ya hemos sufrido un esguince de
tobillo, tenemos muchas más probabilidades de sufrirlo de nuevo, por lo que
debemos ir con cuidado a la hora de realizar esfuerzos o deporte. En ese caso
puede utilizar una férula o una venda que mantenga firme el tobillo pero
permitiendo su movilidad. Antes de realizar cualquier ejercicio, es vital realizar
un buen calentamiento o estiramiento de la zona, pues eso reduce
sensiblemente la posibilidad de sufrir un esguince.
Otra de las cosas que puede ayudarnos a prevenir la lesión es el
fortalecimiento de la zona con ejercicios continuados. No se trata de realizar
sesiones esporádicas que exijan demasiado esfuerzo, sino de seguir un
entrenamiento moderado y continuado que refuerce la musculatura de la zona.
CÓMO TRATAR EL ESGUINCE DE TOBILLO
Todas las lesiones de los tejidos blandos requieren la aplicación de primeros
auxilios con carácter inmediato, entre los procedimientos a seguir destacan:
• Una vez que la lesión aparece es muy importante el reposo de la zona
lesionada. No hay que forzar el tobillo y debemos procurar no apoyarnos en él.
Si podemos, es mejor tratar de mantenerlo apoyado y por encima del nivel del
corazón, lo que reducirá el edema.
• Podemos aplicar un tratamiento de frío usando hielo o una bolsa de perlas
congeladas para reducir la hinchazón y el hematoma. Es muy importante que
no apliquemos el hielo directamente sobre la piel porque podemos quemarla.
Lo mejor es utilizar un paño o gasas para cubrir el tobillo.
• Otra de las recomendaciones para tratar un esguince inmediatamente
después de haber sucedido es el uso de un vendaje que comprima el tobillo.
Con esto conseguiremos reducir la hinchazón, lo que nos ayudará a inmovilizar
la articulación.
• No debemos aplicar tratamientos de calor en el tobillo, como baños calientes
o bolsas de agua, al poco de aparecer la lesión. Este tipo de métodos tienen un
efecto calmante pero activan la circulación sanguínea y beneficia la hinchazón
y el surgimiento de hematomas. Sí se puede usar calor varios días después de
lesionarse.
• El tratamiento posterior de un esguince dependerá de su gravedad. Pasados
varios días, si no es muy grave y siempre y cuando haya desaparecido la
hinchazón, deberemos reiniciar el movimiento de manera moderada para no
perder fuerza muscular. Al principio, los movimientos pueden ser rotatorios y de
arriba abajo. Nunca hay que realizar un movimiento que nos provoque más
dolor del que tenemos y debemos tratar de aumentar el rango del movimiento
día a día.
• Es muy importante acudir al médico siempre que el dolor o la hinchazón no
remitan después de unos días o no podamos cargar ningún peso con la pierna
afectada pasado ese tiempo. Debemos hacerlo si, además, sufrimos un dolor
intenso o tenemos hinchazón en alguna zona ósea del pie u observamos un
cambio evidente en la forma del tobillo.
Si el médico del deporte así nos lo recomienda, podemos acudir a un
fisioterapeuta, que nos indicará qué ejercicios realizar y nos aplicará masaje,
calor, ultrasonidos u otros tratamientos. Los deportistas profesionales y
aquellas personas que practican deportes de competición pueden acudir
también a un especialista en medicina deportiva.
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