maria rosa miranda “el alma vuelve a casa” abandonar las

MARIA ROSA MIRANDA “EL ALMA VUELVE A CASA”
ABANDONAR LAS MÁSCARAS,
Y MOSTRAR LO QUE SOMOS
ENTREGA XVIII.
(Resumen del libro de María Rosa Miranda, “EL ALMA VUELVE A CASA”)
Presentación de dicho Libro el día 6 de Diciembre en las instalaciones de
Shambala, a las 12 del mediodía
!!!!Estáis invitados, confirmar asistencia!!!!
“…
A estas alturas, poco tenemos que reflexionar sobre la posibilidad de mostrar quienes somos. Es un
tema de elección. Puedo mostrarme, como soy, sin máscaras, o bien seguir aparentando
personalidades en función de todas las falsedades que yo represento en la relación conmigo mismo, con
mi cuerpo, con mi ego, con mi familia, con mis amigos, con mis trabajos, así como con el colectivo al que
pertenezco.
Ahora, en este instante, cada vez que manifiesto mi ego, que es, en la mayoría de los casos, ya sé que se
muestra con todas las memorias y las creencias que tengo adquiridas. Ya no puedo engañarme, cada vez
que expreso cualquier cosa para ser escuchado, soy consciente claramente de que no soy YO quien
habla.
El YO al que me refiero, no necesita convencer, ni expresar, ni ocupar espacio hablando, ya que ese YO
está en un espacio donde todo es silencio. No necesita ruidos para manifestarse, lo hace precisamente
desde la quietud; espacio donde se puede mostrar la bondad, la compasión y la flexibilidad hacia el
entorno.
Cuanto más trate de mostrarme sincero, natural y sobretodo auténtico, más lejos me sitúo de la
verdadera naturaleza de lo que YO SOY. Mi naturaleza, no necesita ser mostrada, ella por sí misma ES y
así es como me manifiesta de forma natural y brillante. Todo lo que haga por parecer que soy, nunca
conseguirá llegar a la verdadera esencia de lo que YO SOY.
¡¡¡Solo desde el equilibrio de la manifestación pura, o al menos lo más pura posible, conseguiré realmente
llegar alguna vez a mostrar mi verdadera esencia espiritual!!!
Cuanto más trate de expresarme, más involucrado estaré hacia todo lo que me rodea, es como si mi
necesidad de agradar al entorno, me hiciera sentir que estoy obligado a interactuar con él. Y eso es
cierto, estoy obligado a relacionarme, pero bajo ningún concepto estoy obligado a interactuar desde el
condicionamiento de él mismo. Eso quiere decir que si en el exterior a lo que YO SOY, hay cosas que no
obedecen a mi proceso, no es forzoso que las viva y mucho menos a dar explicaciones del por qué las
abandono.
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No olvidemos nunca que SOMOS REACTIVOS, NO PROACTIVOS. No sabemos actuar si no
hay un mecanismo de reacción ante nosotros y ese mecanismo es producido y arrancado
siempre desde el exterior. Por eso hay que ir con mucha atención cuando pensamos que no
hacemos historias personales con nadie de quienes nos rodean, ya que precisamente hacerlas es lo
que nos hace, dejar de experimentarlas, ese es el proceso y mientras estemos aquí, seguiremos en él.
El proceso de Evolución, el de cada uno de nosotros, se debe a diferentes niveles, por lo tanto, será el
propio entorno, quien nos va a considerar tan simpáticos como antes, o nos califiquen como que, no
nos comportamos, como solíamos hacer anteriormente o incluso que no estamos tan cercanos como
solíamos estar, eso, no quiere decir que debamos someternos a esos requerimientos.
Precisamente ahí está el trabajo, permitir la diferencia sin que alimente nuestro ego, sino que acepte y
respete que cada uno tiene un proceso distinto y todos son encomiables.
Cuando esa diferencia es muy evidente, en algunos casos, puede incluso provocar un distanciamiento o
separación hacia el entorno, no somos los responsables, ES LEY NATURAL, tendremos que aprender a
cumplir con todo lo que experimentemos ahí, entendiendo que no pertenecemos a eso, que solo es
temporal y que, de nuestro comportamiento dependerá nuestra evolución.
Entonces, tenemos que tener muy presente hacerlo desde la mejor disposición, compasión para no
herir ni lastimar y cerrarlo de una forma adecuada, para que la situación o tema, quede abierto y
tiempo después vuelva a aparecer. En estos momentos es muy habitual que se nos presenten temas del
pasado, que energéticamente no se cerraron. Incluso pueden aparecer relaciones que ya se habían
terminado y por alguna causa tenemos que volver a sentarnos frente a ellas para, energéticamente,
cerrar esos temas. Historias de nuestra infancia, antiguas relaciones…, siempre desde el condicionante
de que es un trabajo pendiente que hay que resolver.
Hemos de suprimir todas nuestras identidades, todos aquellos personajes que hemos interpretado.
Hemos de ser lo más sencillos posible y auténticos a la vez, con el fin de que la distorsión no nos afecte
demasiado. Cuando consigamos eliminar todo lo que precisamente no somos. Cuando las máscaras que
hemos creído ser se desvanezcan, cuando el polvo del camino borre todas las huellas de nuestros actos
inútiles, entonces se mostrará la pureza de quienes somos.
Los cambios que se avecinan, los futuros paradigmas de la nueva Humanidad, no dejan de mostrarnos
la imperiosa necesidad que tenemos de abandonar todo lo que creíamos haber adquirido. No se está
hablando de abandonar la materia, porque entonces estaríamos dejando la única herramienta que
tenemos para trabajar y evolucionar. De lo que hablo es de conseguir, por todos los medios, utilizarla
con actividades que potencien nuestra verdadera Esencia ¿Y cuál es nuestra Esencia?
Cuando conseguimos que la mente, esa brillante energía de la que disponemos para poder materializar
todo lo que necesitamos, esté a nuestra disposición, tras haberle quitado el polvo que durante tantos
años hemos permitido que se deposite en ella, creando así una imagen enmascarada de lo que
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realmente somos, entonces, será ahí donde la brillantez de nuestra Esencia se mostrará, sin
máscaras, sin alquimia, sin ningún tipo de protagonismo, sin magia, de la única forma que
existe:
Apareciendo como si se tratara de un Ave Fénix emergiendo de las cenizas,
sin necesidad de mostrar ninguna máscara
con la que se pueda proteger frente a lo externo.
Una actuación natural, consecuencia de la propia naturaleza del Alma, utilizando la auténtica
naturaleza de la mente, su pureza. Su energía se mostrará ante todo lo que movamos y ante todo lo que
vayamos a ejercer. El cambio de la Humanidad será global cuando cada uno de nosotros desarrollemos
el nuestro. Cuando cada uno de nosotros aparque todas las máscaras y se muestre tal y como en
realidad es, entonces es cuando habrá una Humanidad ante todo, libre y posteriormente consecuente y
coherente con lo que representa ¿Y qué representa la Humanidad?
Representa todos los espacios y rincones del Universo, todas las civilizaciones que un día se unieron
para poder materializar este colectivo llamado Humanidad. Representa una motivación unificada de
tantos y tantos voluntarios que un día decidieron llegar aquí, para aprender a quitarse esas máscaras y
mostrar en sus orígenes de donde proceden, todo lo que se debe conocer sobre la experiencia humana.
Esa Humanidad universal que no dudó en permitir que su más pura esencia se quedara distorsionada
para pasar hambre, sed y cualquier otro trastorno con el fin de experimentar, aprender, transmitir,
enseñar a todos sus hermanos del Universo y al mismo tiempo, ofrecer una energía totalmente
potencial para seguir en la expansión de lo que somos en Origen.
La materialización de todas nuestras experiencias para conseguir un nivel y un grado de Evolución,
siempre quedarán registradas en los Anales de la Historia Universal; es allí donde ya existimos como
experiencia realizada y cómo no, donde ya somos Uno con el Todo. Pero a pesar de todo esto, no nos
queda más remedio que desenmascarar todos los procesos erróneos que hemos llevado a cabo, para
conseguir mostrar la Divinidad que somos así como la representación de la raza cósmica a la que
pertenecemos. Ya nos corresponde a esas alturas y después de haber conseguido materializar nuestra
existencia aquí, NO FALLAR, NO SEGUIR REENCARNANDO DE FORMA INCONSCIENTE. Ya es el momento
de hacerlo de forma natural y sin tanta ignorancia.
Por lo tanto, abandonad las máscaras, mostraros al fin tal y como vuestra Alma os dicta, no
permanezcáis en el anonimato, gritad a los cuatro elementos quienes sois y tratad de entenderos con
ellos, esos elementos a los que pertenecéis y de los que estáis compuestos.
Amad a todo aquello que aparezca en vuestro camino, permitirle que ocurra y, sin esas máscaras, dejad
que se os reconozca en el Universo.
Solo aquel que reconoce en la mentira que ha vivido,
es capaz de poder empezar a crear una Verdad.
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Por consiguiente, levantemos ya el polvo de los viejos ropajes que hemos llevado hasta ahora,
levantemos las losas de piedra pesada que durante tantos miles de vidas hemos arrastrado con
dolor, levantemos al fin las voluntades de los hombres mirando al Cielo…
Levantemos los ojos hacia lo más alto, entendiendo que ya llegó el momento de reivindicar, quiénes
somos y qué estamos haciendo aquí… Es el momento de poner en marcha todas aquellas herramientas
con las cuales nos venimos preparando hace tiempo. Sin embargo ante todo debemos estar muy
seguros de nuestra posición ante el cambio que se está avecinando y que ya es evidente para quienes
quieren verlo.
No podemos seguir engañándonos con la materia, es momento de espiritualizarla, sin embargo
muchos de nosotros todavía intentan materializar al espíritu. ¡¡¡¡ESO NUNCA VA A FUNCIONAR!!!
Materializar el Espíritu es llegar a pensar que somos capaces de manejar la materia a nuestra
voluntad…, Eso es lo que durante muchos ciclos, nuestros ancestros han intentado y cuando creían que
ya la dominaban entonces de repente la mecánica del Universo lo equilibraba. No hace falta que me
extienda en este punto, Lemuria, Atlántida, etc.etc.
Nosotros debemos centrarnos en nuestro proceso, debemos centrarnos en todo lo que está aquí y
ahora y que debe ser determinante para el cambio. Lo primero es plantearnos el cambio de vida,
conocer lo que es la Consciencia Grupal, no es aceptar que a partir de ahora vivamos en una comunidad,
no es eso. En Shambala hay consciencia grupal y dentro de poco estarán ya viviendo como ellos decidan.
Pero antes de esto, han tenido que enfrentarse a ellos mismos y a sus representaciones, unos frente a
otros, lo que es lo mismo, ellos frente a ellos mismos. Todavía hay veces que me doy cuenta que se les
escapa el valor de la Conciencia de ese grupo.
Consciencia Grupal es entender que somos Uno con la Humanidad, que somos Uno con el Universo,
eso es lo primero a tener presente, lo segundo es entender que si no avanzo, la Humanidad tampoco
avanza, porque no está fuera de mi y yo soy un reflejo de toda la Humanidad y represento a todos los
que como yo la representan….”
………MARÍA ROSA MIRANDA- “El Alma vuelve a Casa”
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