1889.Tratado de Derecho Civil Internacional

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Tratado de Derecho Civil Internacional.
Montevideo, 12 de febrero de 1889.
TITULO I - De las personas
Art. 1° - La capacidad de las personas se rige por las leyes de su
domicilio.
Art. 2° - El cambio de domicilio no altera la capacidad adquirida por
emancipación,
mayor
edad
o
habilitación
judicial.
Art. 3° - El Estado en el carácter de persona jurídica tiene capacidad
para adquirir derechos y contraer obligaciones en el territorio de otro
Estado,
de
conformidad
a
las
leyes
de
este
último.
Art. 4° - La existencia y capacidad de las personas jurídicas de carácter
privado se rige por las leyes del país en el cual han sido reconocidas
como
tales.
El carácter que revisten las habilita plenamente para ejercitar fuera del
lugar de su institución todas las acciones y derechos que les
correspondan.
Mas, para el ejercicio de actos comprendidos en el objeto especial de
su institución, se sujetarán a las prescripciones establecidas por el Estado
en
el
cual
intenten
realizar
dichos
actos.
TITULO II - Del domicilio
Art. 5° - La ley del lugar en el cual reside la persona determina las
condiciones requeridas para que la residencia constituya domicilio.
Art. 6° - Los padres, tutores y curadores tienen su domicilio en el territorio
del Estado por cuyas leyes se rigen las funciones que desempeñan.
Art. 7° - Los incapaces tienen el domicilio de sus representantes legales.
Art. 8° - El domicilio de los cónyuges es el que tiene constituido el
matrimonio y en defecto de éste, se reputa por tal el del marido.
La mujer separada judicialmente conserva el domicilio del marido,
mientras
no
constituya
otro.
Art. 9° - Las personas que no tuvieren domicilio conocido lo tienen en el
lugar de su residencia.
TITULO III - De la ausencia
Art. 10. - Los efectos jurídicos de la declaración de ausencia respecto a
los bienes del ausente, se determinan por la ley del lugar en que esos
bienes
se
hallan
situados.
Las demás relaciones jurídicas del ausente seguirán gobernándose por
la
ley
que
anteriormente
las
regía.
TITULO IV - Del matrimonio
Art. 11. - La capacidad de las personas para contraer matrimonio, la
forma del acto y la existencia y validez del mismo, se rigen por la ley del
lugar en que se celebra.
Sin embargo, los Estados signatarios no quedan obligados a reconocer
el matrimonio que se hubiere celebrado en uno de ellos cuando se halle
afectado
de
alguno
de
los
siguientes
impedimentos:
a) Falta de edad de alguno de los contrayentes; requiriéndose como
mínimum 14 años cumplidos en el varón y 12 en la mujer;
b) Parentesco en línea recta por consanguinidad o afinidad, sea
legítimo o ilegítimo;
c)
Parentesco
entre
hermanos
legítimos
o
ilegítimos;
d) Haber dado muerte a uno de los cónyuges, ya sea como autor
principal o como cómplice, para casarse con el cónyuge supérstite;
e)
El
matrimonio
anterior
no
disuelto
legalmente.
Art. 12. - Los derechos y deberes de los cónyuges en todo cuanto
afecta sus relaciones personales, se rigen por las leyes del domicilio
matrimonial.
Si los cónyuges mudaren de domicilio, dichos derechos y deberes se
regirán por las leyes del nuevo domicilio.
Art. 13. - La ley del domicilio matrimonial rige:
a) La separación conyugal;
b) La disolubilidad del matrimonio, siempre que la causa alegada sea
admitida por la ley del lugar en el cual se celebró.
TITULO V - De la patria potestad
Art. 14. - La patria potestad en la referente a los derechos y deberes
personales, se rige por la ley del lugar en que se ejercita.
Art. 15. - Los derechos que la patria potestad confiere a los padres sobre
los bienes de los hijos, así como su enajenación y demás actos que los
afecten, se rigen por la ley del Estado en que dichos bienes se hallan
situados.
TITULO VI - De la filiación
Art. 16. - La ley que rige la celebración del matrimonio determina la
filiación legítima y la legitimación por subsiguiente matrimonio.
Art. 17. - Las cuestiones sobre legitimidad de la filiación, ajenas a la
validez o nulidad del matrimonio, se rigen por la ley del domicilio
conyugal
en
el
momento
del
nacimiento
del
hijo.
Art. 18. - Los derechos y obligaciones concernientes a la filiación
ilegítima se rigen por la ley del Estado en el cual hayan de hacerse
efectivos.
TITULO VII - De la tutela y curatela
Art. 19. - El discernimiento de la tutela y curatela se rige por la ley del
lugar
del
domicilio
de
los
incapaces.
Art. 20. - El cargo de tutor o curador discernido en alguno de los Estados
signatarios,
será
reconocido
en
todos
los
demás.
Art. 21. - La tutela y curatela, en cuanto a los derechos y obligaciones
que imponen, se rigen por la ley del lugar en que fue discernido el
cargo.
Art. 22. - Las facultades de los tutores y curadores de los bienes que los
incapaces tuvieren fuera del lugar de su domicilio, se ejercitarán
conforme a la ley del lugar en que dichos bienes se hallan situados.
Art. 23. - La hipoteca legal que las leyes acuerdan a los incapaces sólo
tendrá efecto cuando la ley del Estado en el cual se ejerce el cargo de
tutor o curador, concuerde con la de aquel en que se hallan situados
los
bienes
afectados
por
ella.
TITULO VIII - Disposiciones comunes a los Títulos IV, V y VII
Art. 24. - Las medidas urgentes que conciernen a las relaciones
personales entre cónyuges, al ejercicio de la patria potestad y a la
tutela y curatela, se rigen por la ley del lugar en que residen los
cónyuges,
padres
de
familia,
tutores
y
curadores.
Art. 25. - La remuneración que las leyes acuerdan a los padres, tutores y
curadores y la forma de la misma, se rige y determina por la ley del
Estado
en
el
cual
fueron
discernidos
tales
cargos.
TITULO IX - De los bienes
Art. 26. - Los bienes, cualquiera que sea su naturaleza, son
exclusivamente regidos por la ley del lugar donde existen en cuanto a
su calidad, a su posesión, a su enajenabilidad absoluta o relativa y a
todas las relaciones de derecho de carácter real de que son
susceptibles.
Art. 27. - Los buques, en aguas no jurisdiccionales, se reputan situados en
el lugar de su matrícula.
Art. 28. - Los cargamentos de los buques, en aguas no jurisdiccionales, se
reputan situados en el lugar del destino definitivo de las mercaderías.
Art. 29. - Los derechos creditorios se reputan situados en el lugar en que
la obligación de su referencia debe cumplirse.
Art. 30. - El cambio de situación de los bienes muebles no afecta los
derechos adquiridos con arreglo a la ley del lugar donde existían al
tiempo de su adquisición.
Sin embargo, los interesados están obligados a llenar los requisitos de
fondo o de forma exigidos por la ley del lugar de la nueva situación
para la adquisición o conservación de los derechos mencionados.
Art. 31. - Los derechos adquiridos por terceros sobre los mismos bienes,
de conformidad a la ley del lugar de su nueva situación, después del
cambio operado y antes de llenarse los requisitos referidos, priman sobre
los del primer adquirente.
TITULO X - De los actos jurídicos
Art. 32. - La ley del lugar donde los contratos deben cumplirse, decide si
es necesario que se hagan por escrito y la calidad del documento
correspondiente.
Art. 33. - La misma ley rige:
a) Su existencia;
b) Su naturaleza;
c) Su validez;
d) Sus efectos;
e) Sus consecuencias;
f) Su ejecución;
g) En suma, todo cuanto concierne a los contratos, bajo cualquier
aspecto que sea.
Art. 34. - En consecuencia, los contratos sobre cosas ciertas e
individualizadas se rigen por la ley del lugar donde ellas existían al
tiempo de su celebración.
Los que recaigan sobre cosas determinadas por su género, por la del
lugar del domicilio del deudor al tiempo en que fueron celebrados.
Los referentes a cosas fungibles, por la del lugar del domicilio del deudor
al tiempo de su celebración.
Los que versen sobre prestación de servicios:
a) Si recaen sobre cosas, por la del lugar donde ellas existían al tiempo
de su celebración;
b) Si su eficacia se relaciona con algún lugar especial, por la de aquel
donde hayan de producir sus efectos;
c) Fuera de estos casos, por la del lugar del domicilio del deudor al
tiempo de la celebración del contrato.
Art. 35. - El contrato de permuta sobre cosas situadas en distintos
lugares, sujetos a leyes disconformes, se rige por la del domicilio de los
contrayentes si fuese común al tiempo de celebrarse la permuta y por la
del lugar en que la permuta se celebró, si el domicilio fuese distinto.
Art. 36. - Los contratos accesorios se rigen por la ley de la obligación
principal de su referencia.
Art. 37. - La perfección de los contratos celebrados por correspondencia
o mandatario se rige por la ley del lugar del cual partió la oferta.
Art. 38. - Las obligaciones que nacen sin convención se rigen por la ley
del lugar donde se produjo el hecho lícito o ilícito de que proceden.
Art. 39. - Las formas de los instrumentos públicos se rigen por la ley del
lugar en que se otorgan.
Los instrumentos privados, por la ley del lugar del cumplimiento del
contrato respectivo.
TITULO XI - De las capitulaciones matrimoniales
Art. 40. - Las capitulaciones matrimoniales rigen las relaciones de los
esposos respecto de los bienes que tengan al tiempo de celebrarlas y
de los que adquieran posteriormente en todo lo que no esté prohibido
por la ley del lugar de su situación.
Art. 41. - En defecto de capitulaciones especiales, en todo lo que ellas
no hayan previsto y en todo lo que no esté prohibido por la ley del lugar
de la situación de los bienes, las relaciones de los esposos sobre dichos
bienes se rigen por la ley del domicilio conyugal que hubieren fijado, de
común acuerdo, antes de la celebración del matrimonio.
Art. 42. - Si no hubiesen fijado de antemano un domicilio conyugal, las
mencionadas relaciones se rigen por la ley del domicilio del marido al
tiempo de la celebración del matrimonio.
Art. 43. - El cambio de domicilio no altera las relaciones de los esposos
en cuanto a los bienes, ya sean adquiridos antes o después del cambio.
TITULO XII - De las sucesiones
Art. 44. - La ley del lugar de la situación de los bienes hereditarios, al
tiempo de la muerte de la persona de cuya sucesión se trate, rige la
forma del testamento.
Esto no obstante, el testamento otorgado por acto público con
cualquiera de los Estados contratantes será admitido en todos los
demás.
Art. 45. - La misma ley de la situación rige:
a) La capacidad de la persona para testar;
b) La del heredero o legatario para suceder;
c) La validez y efectos del testamento;
d) Los títulos y derechos hereditarios de los parientes y del cónyuge
supérstite;
e) La existencia y proporción de las legítimas;
f) La existencia y monto de los bienes reservables;
g) En suma, todo lo relativo a la sucesión legítima o testamentaria.
Art. 46. - Las deudas que deban ser satisfechas en alguno de los Estados
contratantes gozarán de preferencia sobre los bienes allí existentes al
tiempo de la muerte del causante.
Art. 47. - Si dichos bienes no alcanzaren para la cancelación de las
deudas mencionadas, los acreedores cobrarán sus saldos
proporcionalmente sobre los bienes dejados en otros lugares, sin
perjuicio del preferente derecho de los acreedores locales.
Art. 48. - Cuando las deudas deben ser canceladas en algún lugar en
que el causante no haya dejado bienes, los acreedores exigirán su
pago proporcionalmente sobre los bienes dejados en otros lugares, con
la misma salvedad establecida en el artículo precedente.
Art. 49. - Los legados de bienes determinados por su género y que no
tuvieren lugar designado para su pago se rigen por la ley del lugar del
domicilio del testador al tiempo de su muerte, se harán efectivos sobre
los bienes que deje en dicho domicilio y, en defecto de ellos o por su
saldo, se pagarán proporcionalmente de todos los demás bienes del
causante.
Art. 50. - La obligación de colacionar se rige por la ley de la sucesión, en
que ella sea exigida.
Si la colación consiste en algún bien raíz o mueble, se limitará a la
sucesión de que ese bien dependa.
Cuando consista en alguna suma de dinero, se repartirá entre todas las
sucesiones a que concurra el heredero que deba la colación
proporcionalmente a su haber en cada una de ellas.
TITULO XIII - De la prescripción
Art. 51. - La prescripción extintiva de las acciones personales se rige por
la ley a que las obligaciones correlativas están sujetas.
Art. 52. - La prescripción extintiva de acciones reales se rige por la ley del
lugar de la situación del bien gravado.
Art. 53. - Si el bien gravado fuese mueble y hubiese cambiado de
situación, la prescripción se rige por la ley del lugar en que se haya
completado el tiempo necesario para prescribir.
Art. 54. - La prescripción adquisitiva de bienes muebles o inmuebles se
rige por la ley del lugar en que están situados.
Art. 55. - Si el bien fuese mueble y hubiese cambiado de situación la
prescripción se rige por la ley del lugar en que se haya completado el
tiempo necesario para prescribir.
TITULO XIV - De la jurisdicción
Art. 56. - Las acciones personales deben entablarse ante los jueces del
lugar a cuya ley está sujeto el acto jurídico materia del juicio.
Podrán entablarse igualmente ante los jueces del domicilio del
demandado.
Art. 57. - La declaración de ausencia debe solicitarse ante el juez del
último domicilio del presunto ausente.
Art. 58. - El juicio sobre capacidad o incapacidad de las personas para
el ejercicio de los derechos civiles debe seguirse ante el juez de su
domicilio.
Art. 59. - Las acciones que procedan del ejercicio de la patria potestad
y de la tutela y curatela sobre la persona de los menores e incapaces y
de éstos contra aquéllos, se ventilarán, en todo lo que les afecte
personalmente, ante los tribunales del país en que estén domiciliados los
padres, tutores o curadores.
Art. 60. - Las acciones que versen sobre la propiedad, enajenación o
actos que afecten los bienes de los incapaces, deben ser deducidas
ante los jueces del lugar en que esos bienes se hallan situados.
Art. 61. - Los jueces del lugar en el cual fue discernido el cargo de tutor o
curador son competentes para conocer el juicio de rendición de
cuentas.
Art. 62. - El juicio sobre nulidad del matrimonio, divorcio, disolución y en
general todas las cuestiones que afecten las relaciones personales de
los esposos se iniciarán ante los jueces del domicilio conyugal.
Art. 63. - Serán competentes para resolver las cuestiones que surjan
entre esposos sobre enajenación u otros actos que afecten los bienes
matrimoniales los jueces del lugar en que estén ubicados esos bienes.
Art. 64. - Los jueces del lugar de la residencia de las personas son
competentes para conocer de las medidas a que se refiere el art. 24.
Art. 65. - Los juicios relativos a la existencia y disolución de cualquiera
sociedad civil deben seguirse ante los jueces del lugar de su domicilio.
Art. 66. - Los juicios a que dé lugar la sucesión por causa de muerte se
seguirán ante los jueces de los lugares en que se hallen situados los
bienes hereditarios.
Art. 67. - Las acciones reales y las denominadas mixtas deben ser
deducidas ante los jueces del lugar en el cual exista la cosa sobre que
la acción recaiga.
Si comprendieren cosas situadas en distintos lugares, el juicio debe ser
promovido ante los jueces del lugar de cada una de ellas.
Disposiciones generales
Art. 68. - No es indispensable para la vigencia de este tratado su
ratificación simultánea por todas las Naciones signatarias. La que lo
apruebe, lo comunicará a los gobiernos de las Repúblicas Argentina y
Oriental del Uruguay para que lo hagan saber a las demás naciones
contratantes. Este procedimiento hará las veces de canje.
Art. 69. - Hecho el canje en la forma del artículo anterior, este Tratado
quedará en vigor desde ese acto por tiempo indefinido.
Art. 70. - Si alguna de las naciones signatarias creyese conveniente
desligarse del Tratado o introducir modificaciones en él lo avisará a las
demás; pero no quedará desligada sino dos años después de la
denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo acuerdo.
Art. 71. - El art. 68 es extensivo a las naciones que, no habiendo
concurrido a este Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
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