Para los 10 minutos más Importantes de tu Día

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Perdóname Jesús hasta esas
indiferencias. Hasta esos desvaríos
te los ofrezco y ahora rectifico con
amor, por que, te lo digo de verdad. ¿Qué puedo darte yo? ¿Qué
puedo darte sino sólo miseria? Pero
quiero darte hasta eso, hasta mi
miseria.
Jesús, que mi jornada entera
desde que me levanto, sin que se
pierda un segundo, ¡que ambición
tan grande, que anticipo del cielo!
lo viva sólo por Tí.
Que vivas en mí porque yo te
dejo vivir en mí, que actúes en mí y
que yo esté siempre Contigo.
Dame tu gracia para hacer siempre Tu Voluntad, no dejes que me
lleve por mi capricho o pereza...
Hazme descubrir y decidirme a
romper con todo lo que no sea lo
que Tú quieres de mi vida, te lo
pido para mí y para toda la humanidad.
Jesús Omnipotente, Jesús Misericordioso que eres Todo para
todas las almas cambia a esta humanidad para que se vuelva de
verdad más pura, más santa, más
inmaculada, más sobrenatural.
Pero sé que debo empezar por
luchar yo, por dejar que Tú me
cambies, por no poner obstáculos
a la Gracia, por no impedir esa respuesta que me vas pidiendo en las
grandes y pequeñas renuncias.
"Jesús con el calor de Tu corazón derrite el hielo de mi egoísmo
y devuelve el ardor a mi corazón
cansado" (Juan Pablo II)
Que no tenga más mirada que
la Tuya, que viva Contigo.
¡Madre, haz que mi corazón
arda en amor a Tu Hijo!
Así sea.
Para los 10 minutos
más Importantes
de tu Día
TS-018
el que busca
encuentra.com
Portal católico
Perdóname Jesús hasta esas
indiferencias. Hasta esos desvaríos
te los ofrezco y ahora rectifico con
amor, por que, te lo digo de verdad. ¿Qué puedo darte yo? ¿Qué
puedo darte sino sólo miseria? Pero
quiero darte hasta eso, hasta mi
miseria.
Jesús, que mi jornada entera
desde que me levanto, sin que se
pierda un segundo, ¡que ambición
tan grande, que anticipo del cielo!
lo viva sólo por Tí.
Que vivas en mí porque yo te
dejo vivir en mí, que actúes en mí y
que yo esté siempre Contigo.
Dame tu gracia para hacer siempre Tu Voluntad, no dejes que me
lleve por mi capricho o pereza...
Hazme descubrir y decidirme a
romper con todo lo que no sea lo
que Tú quieres de mi vida, te lo
pido para mí y para toda la humanidad.
Jesús Omnipotente, Jesús Misericordioso que eres Todo para
todas las almas cambia a esta humanidad para que se vuelva de
verdad más pura, más santa, más
inmaculada, más sobrenatural.
Pero sé que debo empezar por
luchar yo, por dejar que Tú me
cambies, por no poner obstáculos
a la Gracia, por no impedir esa respuesta que me vas pidiendo en las
grandes y pequeñas renuncias.
"Jesús con el calor de Tu corazón derrite el hielo de mi egoísmo
y devuelve el ardor a mi corazón
cansado" (Juan Pablo II)
Que no tenga más mirada que
la Tuya, que viva Contigo.
¡Madre, haz que mi corazón
arda en amor a Tu Hijo!
Así sea.
Para los 10 minutos
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TS-018
¡Gracias Jesús, te amo! ¡Gracias
por venir a mi corazón! Creo firmemente que estás dentro de mí con
Tú Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. ¡Bienvenido! ¡Cámbiame Jesús! Cámbiame para que no te deje.
Para que todo lo mío te pertenezca.
No quiero endurecer mi corazón.
¡Dame un Corazón a la medida del
Tuyo! Quiero abrirte de par en par
las puertas de mi alma, para que entres hasta el último rincón, límpialo,
purifícalo y llénalo de Tu Amor.
Si la oración transforma... ¡qué
no hará la Santísima Eucaristía!
¡Cámbiame! ¡Conviérteme!
Ahora me permites que me identifique más Contigo, yo, que soy tan
poca cosa. Yo con tanta miseria,
¡qué bueno Eres! y no tienes ningún
inconveniente, lo que sería una repugnancia lógica, la Grandeza de Tu
Amor y la pequeñez de mi miseria,
dos cosas que parecen incompati-
bles y Tú no me abandonas, Jesús
¡Conviérteme, Cámbiame!
Que yo haga siempre lo que quieras Tú. ¡Que yo mire con tus ojos
Cristo mío, Jesús de mi alma!
Que me decida a amarte pero
no como hasta ahora, sino que me
decida a amar con el ardor de una
entrega completa como lo hicieron Tu Madre, San José, San Josemaría
y todos los Santos.
Hazme fiel a la vocación que me
has dado, para que mi vida se convierta en un acto real de amor. ¡Átame a Tí cada día más!
Te pido perdón por todas mis faltas si las ha habido graves y por todas las leves que han sido tantas.
Jesús, que con tu fortaleza convierta el dolor; la Santa Cruz, las
contrariedades que quieras mandarme en este día en un Sufrimiento Fecundo para corredimir Contigo a
toda la humanidad.
¡Cámbiame! para que sepa amar,
que mi vida tenga solo un objetivo:
Amarte a Tí y amar y servir a los demás por Tí, que sea otro Cristo para
los demás.
Aunque me cueste ¡Cámbiame!
aunque tenga que hacer muchos esfuerzos, ¡Cámbiame! para que sepa
amar con Tu Amor, para que sepa
vivir con Tu Vida, para que sepa entregarme como Tú te Entregas.
Te doy gracias por todo lo que
me concedes...
Señor, "sursum corda", eleva mi
corazón, dame en todo visión sobrenatural, porque sin Tu Amor lo que
hago carece de relieve trascendental y con frecuencia se reduce a rutina.
Voy repasando lo que he hecho
hoy, hasta ahora y encuentro mucha
solución de continuidad.
¡Gracias Jesús, te amo! ¡Gracias
por venir a mi corazón! Creo firmemente que estás dentro de mí con
Tú Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. ¡Bienvenido! ¡Cámbiame Jesús! Cámbiame para que no te deje.
Para que todo lo mío te pertenezca.
No quiero endurecer mi corazón.
¡Dame un Corazón a la medida del
Tuyo! Quiero abrirte de par en par
las puertas de mi alma, para que entres hasta el último rincón, límpialo,
purifícalo y llénalo de Tu Amor.
Si la oración transforma... ¡qué
no hará la Santísima Eucaristía!
¡Cámbiame! ¡Conviérteme!
Ahora me permites que me identifique más Contigo, yo, que soy tan
poca cosa. Yo con tanta miseria,
¡qué bueno Eres! y no tienes ningún
inconveniente, lo que sería una repugnancia lógica, la Grandeza de Tu
Amor y la pequeñez de mi miseria,
dos cosas que parecen incompati-
bles y Tú no me abandonas, Jesús
¡Conviérteme, Cámbiame!
Que yo haga siempre lo que quieras Tú. ¡Que yo mire con tus ojos
Cristo mío, Jesús de mi alma!
Que me decida a amarte pero
no como hasta ahora, sino que me
decida a amar con el ardor de una
entrega completa como lo hicieron Tu Madre, San José, San Josemaría
y todos los Santos.
Hazme fiel a la vocación que me
has dado, para que mi vida se convierta en un acto real de amor. ¡Átame a Tí cada día más!
Te pido perdón por todas mis faltas si las ha habido graves y por todas las leves que han sido tantas.
Jesús, que con tu fortaleza convierta el dolor; la Santa Cruz, las
contrariedades que quieras mandarme en este día en un Sufrimiento Fecundo para corredimir Contigo a
toda la humanidad.
¡Cámbiame! para que sepa amar,
que mi vida tenga solo un objetivo:
Amarte a Tí y amar y servir a los demás por Tí, que sea otro Cristo para
los demás.
Aunque me cueste ¡Cámbiame!
aunque tenga que hacer muchos esfuerzos, ¡Cámbiame! para que sepa
amar con Tu Amor, para que sepa
vivir con Tu Vida, para que sepa entregarme como Tú te Entregas.
Te doy gracias por todo lo que
me concedes...
Señor, "sursum corda", eleva mi
corazón, dame en todo visión sobrenatural, porque sin Tu Amor lo que
hago carece de relieve trascendental y con frecuencia se reduce a rutina.
Voy repasando lo que he hecho
hoy, hasta ahora y encuentro mucha
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