Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Med Clin (Barc). 2012;139(3):131–134 www.elsevier.es/medicinaclinica Reportaje Crónica de una muerte inesperada: 25 años sin Andy Warhol Chronicle of an unexpected death: 25 years without Andy Warhol Julio Montes-Santiago Servicio de Medicina Interna, Complejo Hospitalario Universitario, Vigo, Pontevedra, España I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O Historia del artı´culo: Recibido el 19 de enero de 2012 Aceptado el 1 de marzo de 2012 On-line el 6 de mayo de 2012 Y, de repente, la oscuridad Una compleja y apasionante biografı́a El 22 de febrero de 1987 fallecı́a súbitamente Andy Warhol. En 2012 se cumplen, pues, 25 años de la desaparición de este genio inspirador de muchos de los más potentes iconos gráficos y existenciales del pasado siglo, aún con extraordinaria vigencia actual. Una multitud de más de 2.000 personas asistió a sus oficios fúnebres en la Catedral de San Patricio. Despedı́an ası́ a uno de los personajes que más habı́a contribuido a que Nueva York se reconociera como la ciudad mundial más universal. Se leyeron palabras del bı́blico Libro de la Sabidurı́a: «Su esperanza estaba llena de inmortalidad...». Sonaron acordes de La Flauta Mágica de Mozart. Muchos de sus amigos y colaboradores, a quienes el tiempo depararı́a una celebridad similar a la suya -Basquiat, Haring, Hockney, Lichtenstein, Wyeth- estuvieron presentes, junto a personalidades como Liza Minnelli o Calvin Klein. Tras este acto, y en memoria de Andy, se sirvió una comida a 500 «sin techo». Este habı́a colaborado durante muchos años como voluntario repartiendo alimentos en comedores sociales para desfavorecidos. Los bienes de su legado fueron tan numerosos que la casa de subastas Sotheby’s empleó más de 9 dı́as en un inventario somero1–3. La noticia pronto dio la vuelta al mundo pero las circunstancias de su muerte permanecieron oscuras y ocasionaron un larguı́simo y enrevesado pleito. En su certificado de defunción, con fecha de 23 de febrero, consta que la causa del fallecimiento está pendiente de ulterior investigación3. Pasado un cuarto de siglo de su desaparición, este trabajo se centra en las circunstancias que rodearon la inesperada y misteriosa muerte de uno de los referentes artı́sticos fundamentales del siglo XX. Andrew Warhola nació en Pittsburgh, Pennsylvania, en 1928. Su padre, Ondrej, era un minero eslovaco emigrante que murió cuando Andy tenı́a 14 años. Quedó ası́ al cuidado de su madre, Julia, de rigurosas convicciones religiosas, que marcarı́an para siempre su vida. En 1949 se licencia en Bellas Artes en el Instituto de Tecnologı́a Carnegie y se traslada a Nueva York. Allı́ acorta su nombre a Andy Warhol. Comienza como ilustrador para publicaciones prestigiosas como Vogue, Harper’s Bazaar o The New Yorker. También diseña escaparates para grandes almacenes y fábricas de calzados. En esa época ilustra para Harper’s Bazaar un artı́culo de tı́tulo profético para su vida: El éxito es un trabajo en Nueva York. Luego se dedica al arte más comercial y gana varias distinciones. De 1952 a 1955 se tiñe el pelo de rubio pajizo y adquiere la caracterı́stica imagen que le acompañará hasta su muerte. En 1956 expone con éxito la serie Golden Shoes en una galerı́a de la avenida Madison y participa en una exposición colectiva del MoMA (Museum of Modern Art). La década de los 60 contempla su explosión como artista. Se le reconoce como el más importante representante del Pop Art; aquel que propugna que los objetos de la vida cotidiana pueden convertirse en obras de arte. Crea ası́ sus famosas series de Sopas Campbell, Tomate Heinz, billetes de dólar o botellas de Coca-Cola. Inicia también los retratos serigrafiados de celebridades, que continuará en décadas posteriores: Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, Elvis Presley, Liz Taylor, Marlon Brando, etc. También diseña obras en gran formato, que serán reconocidas como destacadas creaciones del arte del siglo XX, a veces extremadamente polémicas: las series de catástrofes como Car Crash, Silla eléctrica, Criminales más buscados o las variaciones sobre La Última Cena o Mona Lisa. Y también las célebres Cápsulas del tiempo, cerca de 640 cajas de cartón en que, desde 1974, clasifica por fechas distintos objetos de la vida cotidiana: libros, ropa, periódicos, etc1,4–7. Correo electrónico: [email protected] 0025-7753/$ – see front matter ß 2012 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.medcli.2012.03.001 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 132 J. Montes-Santiago / Med Clin (Barc). 2012;139(3):131–134 En 1963 abre cerca de la Avenida Lexington su famoso estudio The Factory, aunque cambiará de localización varias veces. Será prolı́fico punto de irradiación artı́stica y cultural, pues en ella Warhol, además de dinamizador, colaborará con otros artistas plásticos -Haring, Basquiat, Schnabel, Clemente-, inspirará a músicos -Lou Reed y su banda, The Velvet Underground,- o frecuentará a escritores -Malanga, Ginsberg, Tennessee Williams, Truman Capote, incluso el español Fernando Arrabal-. Además se realizarán más de 60 films, algunos de los cuales se convertirán en clásicos underground como Chelsea Girls. En conjunto, The Factory producirá más de 100.000 creaciones artı́sticas de todo tipo. En la década de los 70 edita la Revista Interview y en años siguientes realiza los retratos de Mao y Lenin, los de judı́os célebres (Freud, Einstein, etc.), de deportistas (Cassius Clay, Pelé, etc.) o los autorretratos; escribe libros autobiográficos (The Philosophy of Andy Warhol [from A to B and Back Again], PoPism, The Diaries); interviene en populares series televisivas (Vacaciones en el mar) y produce programas para la TV (Los 15 minutos de Andy Warhol). En todo ese tiempo hasta su muerte será infatigable notario y privilegiado testigo de cuanta inquietud cultural se geste en Nueva York. Ası́, por las páginas de sus Diarios8 (noviembre 1976/febrero 1987) desfilan «más estrellas que en el cielo», caracterizadas todas con pinceladas más o menos ácidas: actores (Redford, De Niro, Hoffman, Stallone, Schwarzenegger, Nicholson, Pacino, Gibson, Ford, Gere, Travolta, Liz Taylor, Brooke Shields, Diane Keaton, Kim Basinger, Grace Jones, Demi Moore, etc.), directores (Scorsese, Spielberg, Fellini, Fassbinder, etc.), polı́ticos y magnates (Kennedy, Nixon, Reagan, Rockefeller, Forbes, etc.), diseñadores (Carolina Herrera, Calvin Klein, Versace, Valentino, etc.), músicos (Sinatra, Lennon, Dylan, Jagger y los Stones, Sting, Michael Jackson, Springsteen, Elton John, Ozzy Osbourne, Liza Minnelli, Diana Ross, Cher, Madonna, los españoles Julio Iglesias, Plácido Domingo y Miguel Bosé, etc.). Y también otros artistas gráficos con los que colabora o incluso proyecta a la fama (Rauschenberg, Lichtenstein, Haring, Basquiat, Schnabel, Yoko Ono, Twombly, etc.). En 1989 el MoMA le dedica una gran retrospectiva póstuma y en 2009 las Galerı́as Nacionales de Parı́s ofrecen la magna revisión Le grand monde d’Andy Warhol4. Patobiografı́a: hipocondrı́a, dermatitis, cálculos biliares y disparos (casi) mortales Como más tarde reconocerı́a el propio Warhol, fue la forzada inactividad al recuperarse de una grave enfermedad lo que despertó sus inclinaciones y destrezas artı́sticas. En su caso, Andy padeció a los 6 años escarlatina, infección dérmica estreptocócica que se complicó con la presencia de corea de Sydenham o Baile de San Vito, caracterizado por movimientos anormales e incontrolables, que le obligó a guardar cama 10 semanas. Al regreso a clase presentó recaı́da de los movimientos anormales. A los 9 y 10 años presentará otros brotes. Al parecer no hubo secuelas cardiacas. Durante una de estas convalecencias, un primo regala a la familia una cámara Kodak con la cual Andy tomará numerosas fotografı́as. Durante estos prolongados reposos obligados pinta, lee cómics (Dick Tracy, Superman, etc.), escucha la radio y colecciona fotografı́as de actores. Como durante su infancia Andy fue muy enfermizo apenas se relacionó con sus compañeros y desarrolló una exagerada hipocondrı́a. Huérfano desde la adolescencia, pero soportando una larga enfermedad paterna -peritonitis tuberculosa-, contrae de por vida una fuerte dependencia psicológica de su madre1,4. Ası́ mismo, y para aumentar su retraimiento, durante la adolescencia comenzará a presentar problemas dérmicos que le ocasionarı́an depigmentaciones y rosácea rebelde y condicionarán una insatisfacción crónica con su imagen. Por ello a los 29 años ingresa en el Hospital Saint Luke para una cirugı́a estética nasal (probablemente por rinofima)4,9. Para tales problemas dérmicos omnipresentes consultará a varios especialistas -Burke, Silver- y ensayará variados remedios -tetraciclinas, retinoides, peróxido de benzoilo, dietas, polivitaminas, etc.-. En ocasiones parece que tales problemas se derivan de sensibilizaciones a los pigmentos pictóricos utilizados en sus obras8. Durante al menos 4 años antes de morir se sometió a sesiones de lifting facial o recibió inyecciones de colágeno en la cara para paliar las arrugas. También presentó alteraciones ungueales para las que seguı́a cuidados regulares de manicura. También para disimular sus problemas con el cabello utilizaba sus famosas pelucas. Y aunque estaba orgulloso de ellas y con capacidad irónica sobre las mismas –como cuando el niño Sean Lennon, hijo de John y Yoko Ono, le señaló el pelo y Andy afirmó que era «punk»-, a veces se sintió avergonzado de sus postizos, como en la ocasión en que una admiradora le arrebató la peluca en una firma de libros8. Ası́ mismo, de forma congénita presentaba evidentes hemangiomas escrotales, que condicionarán su vida y su reticencia a mostrar su desnudez8. Conocida su homosexualidad, y ampliamente publicitada su relación con Jed Harris -aunque no fue el único-, quizá dichas alteraciones contribuyan a explicar su timidez en sus relaciones personales y su escasa promiscuidad sexual, que Andy confiesa repetidamente. En este sentido, se confesó, ante todo, un voyeur8. También es posible que este retraimiento explique que Warhol no desarrollara sida, a pesar de su gran temor a adquirirlo y que le llevó a evitar a amigos como el fotógrafo homosexual Robert Mapplethorpe8 (muerto de neumonı́a por Pneumocystis jiroveci en el seno de sida). También debido a este, además de varios actores de The Factory, murió su amigo Keith Haring y el abuso de las drogas fue el causante de la muerte de su también amigo y colaborador Jean-Michel Basquiat. Con respecto a las drogas, Andy nunca probó la heroı́na, aunque coqueteó varias veces con la cocaı́na. De una de ellas se tiene testimonio directo por su amigo y biógrafo Bob Colacello en una sesión en que también participó Mick Jagger1. En cuanto al alcohol, reconoce varias veces que ha bebido demasiado, incluso hasta la embriaguez, si bien al dictar los Diarios parece extraordinariamente lúcido e incluso relata cómo trabaja incansablemente en sus obras. En cualquier caso, Andy nunca consideró un problema el alcohol, cosa que sı́ reconoce por ejemplo en otros amigos como Lou Reed, del que afirma que asiste a Alcohólicos Anónimos. Sin embargo, sı́ fue un adicto a los barbitúricos y las anfetaminas8. El origen de su adicción paradójicamente fue inducido por la prescripción médica de un preparado anfetamı́nico, para una supuesta obesidad en 1963 (Obetrol1, conocido como speed). Tras ello Andy se hizo adicto al Dexamyl1 (preparado con anfetamina y barbitúrico, del cual hay testimonios de que tomaba al menos 2 comprimidos al dı́a), ası́ como al Seconal1 (secobarbital) para el insomnio. También reconoció que tomaba habitualmente Valium1 (diacepam), que intentó dejar pero no pudo. Incluso en las últimas lı́neas anotadas en sus Diarios8 reconoce que ha ingerido 2 comprimidos de Valium1, Seconal1 y otros 2 de Aspirina1. A ello deben añadirse sustancias como Demerol1 (meperidina) o morfina para aliviar los dolores producidos por las crisis biliares. En 1968, Valerie Solanas, una actriz feminista radical le descerrajaba a bocajarro varios tiros. Gritando desesperadamente que lo hacı́a porque Warhol controlaba su mente, alcanzó ası́ sus 15 minutos de gloria, que su célebre vı́ctima habı́a popularizado como una especie de derecho de todo mortal. Los disparos alcanzaron varios órganos y en el Hospital Columbus presentó una parada cardiaca de la que fue reanimado por masaje cardiaco abierto por el equipo del Dr. Rossi e intervenido durante 6 horas, con esplenectomı́a1,4,10,11. Sus cicatrices constituyeron años más tarde célebres fotografı́as de Richard Avedon. Le obligaron a usar corsés protectores de por vida. Tanto en los largos meses de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. Montes-Santiago / Med Clin (Barc). 2012;139(3):131–134 El expediente Warhol: las circunstancias de su muerte y el embrollo tras su fallecimiento1,3,12–15 El 20-02-1987 Warhol ingresaba en el Hospital de Nueva York para una colecistectomı́a semiurgente. El 5 de dicho mes, y tras una trasgresión dietética en un restaurante japonés, se habı́an recrudecido sus molestias abdominales esporádicas. El 14, y tras asistir a la Discoteca Tunnel, en compañı́a del músico de jazz Miles Davis, presentó un intenso dolor en el hipocondrio derecho. Al dı́a siguiente acudió a su quiropráctica habitual para un masaje, pero este le agravó el dolor. Consultó entonces a su dermatóloga -Dra. Karen Burke-, quien aconsejó la realización de una ecografı́a. Andy pidió Demerol1 pero ella solo le prescribió un preparado de paracetamol con codeı́na. Warhol, sin embargo, encontró e ingirió por su cuenta 2 comprimidos de Demerol1. Tras una primera ecografı́a en la que se observó una vesı́cula inflamada, se le remitió al Dr. Cox. Andy se resistió pero al no remitir el dolor acudió a este el dı́a 18. Tras repetir la ecografı́a, que confirmó el diagnóstico, y perdurar el dolor, aceptó la intervención. Ingresó el dı́a 20 por la tarde en la habitación 1204 del piso 12 del Pabellón Baker del Hospital de Nueva York y se inscribió con el seudónimo de Bob Roberts. Su secretaria, Pat Hackett, en la anotación final de los Diarios8, refleja que Bárbara, la enfermera que le atendió, quedó extrañada de que Andy recordara su número de Seguridad Social. La intervención se realizó el 21, duró cerca de 3 h, encontrando su cirujano -Dr. Bjorn Thorbjarnavson-, la vesı́cula gangrenada. También reparó una hernia de la pared abdominal, secuela de intervenciones anteriores. Tras 3 h en postanestesia, fue transferido a la habitación. A las 16.00 le visitó el Dr. Cox y a las 19.30 también su cirujano. Por indicación del Dr. Cox quedó a partir de las 20.00 al cuidado de una enfermera privada sugerida por el hospital, Min Chou, con 11 años de experiencia. Andy permaneció tranquilo viendo la TV y a las 21.30 telefoneó a su asistente Paige Powell. Durante este tiempo las constantes fueron estables (también a las 22.00 y 2.00) y la enfermera lo comunicó telefónicamente al Residente de Cirugı́a (1.00). Andy dormı́a. A las 4.00 también consta estabilidad, pero se sospechó que tal nota fue añadida con posterioridad. Sin embargo, a las 4.30 su enfermera lo notó más pálido. A las 5.45 comenzó con cianosis y disnea. Min Chou no pudo despertarlo y avisó al personal del hospital. Este realizó maniobras de reanimación durante 45 minutos aunque con dificultad en la intubación por presentar ya rigor mortis. A las 6.31 fue pronunciado oficialmente muerto. A mediodı́a, la CNN difundı́a mundialmente la noticia1,3,12-15. En su certificado -firmado por el Dr. Beverly Leffers, de la Oficina del Jefe Examinador Médico de Nueva York- consta que la causa de la defunción está pendiente de posterior estudio. Tras la autopsia, que no aportó datos estructurales relevantes, oficialmente fue atribuida por el hospital y también por el Dr. Eliott Gross, Jefe del Cuerpo Médico de la Ciudad de Nueva York, tras investigaciones internas, a fibrilación o arritmia cardiaca ventricular. Sin embargo, el Departamento de Salud de Nueva York y la Oficina Legal del Distrito de Manhattan iniciaron pesquisas por presunta negligencia. No se encontraron evidencias de acción presuntamente criminal, pero el Departamento de Salud consignó varias posibles deficiencias1,3: 1. Su enfermera probablemente no estaba presente cuando empezaron las dificultades respiratorias, no recogió adecuadamente las constantes y no fue supervisada convenientemente por el hospital. 2. No se evaluó de forma correcta preoperatoriamente a Warhol, por ejemplo notando su desnutrición (peso: 58,3 kg; altura: 180,3 cm), y se le administró cefoxitina a pesar de que era alérgico a la penicilina, con el consiguiente riesgo de una reacción indeseable, aunque no consta que se produjera. 3. No se llevó un control cuidadoso del balance de lı́quidos, se observó un dispositivo de flujo de orina malfuncionante que no fue sustituido y desde las 0.00 hasta las 5.00 no se registraron adecuadamente las constantes vitales ni la dosis de morfina. Ası́ pues, el informe inicial del Dr. Dvoskin, del Departamento de Salud -luego parcialmente rectificado-, apuntaba que el fallecimiento de Warhol se relacionarı́a con insuficiencia cardiaca debida a intoxicación hı́drica. Sin embargo, el hospital, en un detallado informe de 35 páginas, negó taxativamente las negligencias e intentó paralizar tales demandas, aunque admitió que las enfermeras podrı́an haber visitado al paciente más regularmente15. Además no renovó el contrato de Min Chou. No obstante, el Departamento de Salud y los abogados de los herederos de Warhol decidieron proseguir con la demanda16,17. La vista se realizó casi 4 años después, exonerando al hospital, pero se selló con un acuerdo extrajudicial por el cual este entregó a los herederos de Warhol –sus hermanos John y Paul Warhola- unos 3 millones de $. Muerte súbita y alteraciones hidroelectrolı́ticas: consideraciones actuales sobre la muerte de Warhol En estadı́sticas de la época de la muerte de Warhol se cifraban en 400.000 las muertes súbitas anuales en EE.UU.18. Actualmente en el mundo se estiman en 4-5 millones19. El caso de Warhol cumple los requerimientos de muerte súbita, que exigen, cuando es presenciada, que se produzca dentro de la hora siguiente al inicio de sı́ntomas19. Su autopsia no mostró cardiopatı́a ni otros datos relevantes, achacándose la muerte a arritmia ventricular. Sin embargo, la pregunta que surge es: pudo evitarse? Ya en tiempos de Warhol la mortalidad tras colecistectomı́a rutinaria era baja en el Hospital de Nueva York (0,2%)3 pero hoy se hubiera elegido seguramente una colecistectomı́a laparoscópica, con apreciable disminución de la morbimortalidad20. Aun ası́ el examen de las circunstancias de la muerte de un personaje tan notorio permite extraer ciertas enseñanzas aplicables al presente: ? convalecencia, como posteriormente, reiteró el anhelo de haber muerto entonces para convertirse en un mito similar a sus adorados Elvis, Marilyn, John Kennedy o John Lennon, cuyas imágenes tanto popularizó con sus serigrafı́as. En cuanto a sus largos padecimientos vesiculares por los cálculos biliares, probablemente existı́a cierto componente hereditario, pues su padre fue intervenido de vesı́cula 14 años antes de su muerte. El primer brote que le obligó a ser hospitalizado ocurrió en 1973, pero declinó la operación y fue tratado con dieta y reposo. Como declaró el Dr. Denton S. Cox, su amigo y médico de cabecera desde 1960 hasta la muerte de Andy, rechazó la intervención en otras ocasiones por su temor invencible a los hospitales, tras la pavorosa experiencia de los disparos. Por ello se automedicaba frecuentemente, bien para procesos banales –resfriados-, bien para epigastralgias o insomnio. No obstante, en 1981 fue hospitalizado por neumonı́a1. Es curioso constatar cómo este terror a la medicina oficial, a pesar de que acudiera con alguna regularidad a la consulta del Dr. Cox, le llevó a adoptar remedios de dudosa eficacia para sus dolencias, como dietas vegetarianas modificadas, vitaminas y cinesiterapia (bajo los consejos de la quiropráctica Dra. Linda Li). Y también a dejarse directamente estafar por un tal Dr. Bernsohn, quien le convence de que instale en su casa ciertos caros cristales dotados de propiedades extraordinarias -por ejemplo para ahuyentar cucarachas, con estrepitoso fracaso- o que los lleve como amuletos en pulseras o bolsillos para protegerse de las enfermedades8. 133 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. Montes-Santiago / Med Clin (Barc). 2012;139(3):131–134 134 1. No se documenta muerte súbita en ninguno de los miembros supervivientes o difuntos de la familia Warhola. Ello hace improbable la existencia de una canalopatı́a familiar (por ejemplo sı́ndrome de Brugada). 2. Los padecimientos cardiacos previos –fiebre reumática, parada cardiaca previa- al parecer no condicionaron sintomatologı́a importante, pero pudieron constituir lesiones subclı́nicas predisponentes. En este sentido, como se enfatiza recientemente, deben cuidarse la valoración e instauración de medidas efectivas (por ejemplo betabloqueo perioperatorio en cardiopatı́a isquémica) en pacientes con antecedentes de cardiopatı́a sometidos a cirugı́a no cardiaca21. 3. Pudo existir un inadecuado balance de lı́quidos, evidenciado en una ganancia de 10 kg en la autopsia, respecto del ingreso (de 58,3 a 68,1 kg). 4. Ello, unido a cierta desnutrición -ı́ndice de masa corporal de Warhol: 17,9-, pudo favorecer alteraciones hidroelectrolı́ticas (disminución de Mg++ y/o K+), modificadoras del intervalo QT y predisponentes de arritmias22. 5. No se controló estrictamente la medicación, sobre todo la morfina. Esta, junto con las circunstancias operatorias, ocasiona a veces sı́ndrome de secreción inadecuada de vasopresina e intoxicación hı́drica. Además Warhol era adicto a las anfetaminas, de conocidos efectos arritmogénicos. En España, un estudio reciente registra consumo de tales sustancias en el 0,5% de las muertes súbitas autopsiadas en personas entre 25 y 49 años23. La impresión final es que se descuidaron detalles postoperatorios que verosı́milmente ocasionaron alteraciones hidroelectrolı́ticas favorecedoras del inesperado desenlace. Con el ejemplo de Warhol como paradigma para evitar la pérdida de vidas, nunca se insistirá lo suficiente en la ajustada evaluación de las circunstancias de cada paciente. En este caso, aunque generalizable a otros, por ejemplo, la apreciación de posibles interacciones entre fármacos, la adecuación de su uso al estado nutricional, la valoración de las cardiopatı́as previas y la adopción de actuaciones con evidencia cientı́fica21, etc. Los abogados de Warhol clamaron que su muerte pudo ser evitada. A los 25 años de esta quizá debamos concederle la razón cuando una vez manifestó: «No puedo decir nada sobre la muerte porque no estoy preparado para ella»24. Conflicto de intereses El autor declara no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografı́a 1. Comenas G. Andy Warhol Chronologie. 2011. [consultado 12 Ene 2012]. Disponible en: http://www.warholstars.org/chron/1980Plus.html 2. Michaels S. Life and death of Andy Warhol. 1999 [consultado 10 Ene 2012]. Disponible en: http://www.findadeath.com/Deceased/w/warhol/Warhol.htm 3. Andy Warhol’s death. 2011 [consultado 10 Ene 2012]. Disponible en: http:// www.up-to-date.com/warhol/contents.html#toc 4. 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