MADURACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO REFLEJOS PEDIATRICOS

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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
MADURACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO
REFLEJOS PEDIATRICOS
Introducción.
Diariamente realizamos millones de acciones sin darnos cuenta como y porque se
producen.
¿Cómo hemos aprendido a realizarlas ?
¿Dónde se almacena el comando que origina estos movimientos ?
¿Cuál es la base de su ejecución ?
A pesar de denominarnos humanos, no
podemos olvidar cual es nuestro origen filogenético.
A lo largo de millones de años la naturaleza ha ido evolucionando sin cesar. Hoy día lo
sigue haciendo. Las variaciones que se han
sucedido de una generación a otra son ínfimas a
simple vista, pero el conjunto de ellas, con el
paso del tiempo, han provocado la evolución de
las especies (“El origen de las especies”, C.
Darwin.)
Esta evolución es debida a una imperiosa
necesidad de adaptación al medio sin la cual, se
hubiera extinguido toda clase de ser vivo. Unicamente los más capacitados y mejor preparados, los más fuertes, siguen adelante y tienen la
posibilidad de procrearse.
La aparición del primer ser unicelular
dio comienzo al primer ser vivo que se adaptaba
al medio. Seguido de pluricelulares, el conjunto
de células formó tejidos. La unión de tejidos, órganos. Los órganos, sistemas y los sistemas conforman el ser humano.
En la evolución de las especies podemos
observar que cada sistema surge en la necesidad
de supervivencia y perpetuación. Cada paso
evolutivo busca un gasto mínimo de energía.
Trata de lograr la máxima eficacia.
Para poder supervivir, tras el paso del
mar a la tierra, los peces evolucionaron a anfibios y estos dieron origen a los reptiles. Las
branquias tan necesarias para respirar en el agua
se adaptaron al medio modificando su estructura
para sacar el máximo provecho del oxígeno que
les rodeaba. Al igual que el sistema respiratorio
se modificó y adaptó, el resto de los sistemas
tuvo que realizar lo mismo para evitar una segura extinción de los seres vivos. La necesidad induce el crecimiento.
Todos los sistemas requerían estar comunicados y coordinados entre sí mediante otro
sistema. El último en perfeccionarse y más importante de todos: el Sistema Nervioso.
El precursor del Sistema Nervioso (SN)
fue un ganglio autónomo que apareció en hidras
y medusas hace 540 millones de años (“Estación
de ciencia”, Bilbao 1998). Este recogía las alteraciones del medio externo e interno modificando su estructura dependiendo de las necesidades.
El SN siguió desarrollándose permitiendo la asociación de circuitos sinápticos y polisinápticos. Aparecen el aprendizaje, la memoria,
el conocimiento y el razonamiento con la posibilidad de un control propio, personal y voluntario.
Llegamos de esta manera al Homo
Sapiens, primordio del hombre actual, hace 5
millones de años.
El Homo Sapiens Sapiens, hombre de
hoy, continúa evolucionando, adaptándose al
medio y permitiendo la perpetuación de los más
capacitados. Estos no son actualmente los más
fuertes. La perpetuación queda a disposición de
aquellos con un mayor poder, dominio y control
de su Sistema Nervioso.
La maduración y adaptación del Sistema
Nervioso al medio ha sido primordial para la
perpetuación, evolución y diferenciación del
resto de los animales.
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
Desarrollo embrionario.
Fecundación
En el momento en el cual un ovocito
maduro y un espermatozoide se fusionan dan
lugar a la formación del cigoto o célula huevo.
Da comienzo la formación de un embrión, un
nuevo ser vivo, una nueva adaptación al medio,
una nueva evolución.
La fecundación del óvulo, dada por el
espermatozoide suele suceder en las primeras 24
horas tras la ovulación en la porción lateral de la
trompa uterina. A partir de este momento
comienza una sucesión continua e ininterrumpida de divisiones mitóticas, denominada segmentación (proceso mediante el cual un óvulo
unicelular, tras ser fecundado, se trasforma en
un masa multicelular de blastómeros).
Primeramente surgen los blastómeros
iniciales. Al tercer día la mórula (presentando
dos tipos de células diferenciables: las formadoras y las trofoblásticas). Al cuarto-quinto día
tenemos un blastocisto unilaminar acompañado
de la desaparición de la membrana pelúcida que
lo recubre exteriormente. La segmentación ha
concluido. Se da paso a la siguiente etapa: la
implantación del embrión en las paredes del
útero.
Ahora tenemos un blastocisto unilaminar
compuesto por las células trofoblásticas murales
en el exterior, las células formadoras o macizo
celular interno y una cavidad blastocística.
La implantación comienza con la desaparición de la membrana pelúcida y la secreción
del citoplasma de las células trofoblásticas murales hacia el exterior del blastocisto, formando
el sincitiotrofoblasto. Este posee propiedades
histolíticas para degradar las paredes del útero y
adecuar el terreno a la implantación. Se comienza a preparar el terreno para que la nutrición
deje de ser por difusión y pase a ser por conducción desde los vasos sanguíneos espiroidales.
Disco bilaminar
En el interior del blastocisto se van desarrollando diferentes fenómenos: en el macizo
celular interno se forman las células endodérmicas (células planas) y el disco germinal. El disco germinal va formando la cavidad amniótica
que está rodeada por las células amnióticas. Las
células endodérmicas junto a la Membrana de
Heusner forman el saco vitelino primitivo. Las
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células pertenecientes al disco germinal que
quedan en contacto con el endodermo van a formar el ectodermo, células ectodérmicas (células
cilíndricas estratificadas de dos a cuatro capas).
De esta manera se ha formado un blastocisto
bilaminar, compuesto por:
células endodérmicas, en contacto
con el saco vitelino primitivo.
células ectodérmicas, en contacto
con la cavidad amniótica.
 rodeando, el mesodermo extraembrionario que formará el futuro pedículo de fijación para la nutrición del
blastocisto bilaminar.
El Mesodermo Extraembrionario prolifera formando el magma reticular, que uniéndose
a la pared trofoblástica con su revestimiento de
mesodermo, se transforma en el corion. La
cavidad blastocística se denomina ahora cavidad
coriónica.
El corion se une al útero mediante el
pedículo de conexión o corporal por el cual se
va a nutrir el embrión en un proceso ulterior
transformándose en el cordón umbilical.
Nos encontramos ahora con dos
cavidades, una cavidad amniótica rodeada por
células ectodérmicas y un saco vitelino primitivo rodeado por células endodérmicas. Ambas
cavidades se encuentran rodeadas y adosadas al
mesodermo extraembrionario por el que se une
al corion y mediante el pedículo de fijación se
alimenta de los nutrientes maternos. La unión de
las células amnióticas y el mesodermo extraembrionario constituyen la somatopleura y la unión
de las células que rodean el saco vitelino con el
mesodermo extraembrionario la esplacnopleura.
Nos encontramos a finales de la 2ª semana de
gestación.
Disco trilaminar
No existe una diferenciación clara en la
orientación del embrión hasta el momento en el
que encontramos una unión entre las células
endodérmicas y ectodérmicas en uno de los
extremos. Las células endodérmicas forman la
lámina procordal primitiva que junto al ectodermo suprayacente originan la membrana orofaríngea primitiva que nos orienta el sentido cefálico. La lámina procordal en un estadio posterior
aportará células al mesénquima general de la
cabeza.
Tras la formación de la membrana
orofaríngea primitiva el mesodermo extraembrionario protruye sobre las capas endodérmica
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
y ectodérmica transformándose en mesodermo
intraembrionario. Formación de un disco trilaminar. El mesodermo intraembrionario en un
proceso ulterior formará los somitas.
Unicamente las células que se encuentran
en contacto entre ambas cavidades contribuyen
a la formación del cuerpo embrionario.
Sistema Nervioso
El ectodermo primitivo inducido por el
empuje del mesodermo cordal permite diferenciar el primordio del sistema nervioso, la placa
neural. Los bordes de la placa neural están
limitados por una banda de tejido especializado
que representa la cresta neural.
En el extremo cefálico se presenta la
unión de otro punto entre el ectodermo y el
endodermo, el nódulo primitivo de Hensen. En
este punto se observa un acelerado crecimiento
celular con expansión en sentido cefálico y a lo
largo de toda la línea media separando la placa
neural presuntiva de la pared del saco vitelino
subyacente hasta que el extremo craneal alcanza
el borde caudal de la placa precordal. Es el
denominado proceso cefálico o notocordal y es
el precursor del esqueleto axial del cuerpo.
En la porción cefálica las células se
encuentran en contacto con las dos cavidades
vitelina y amniótica. Esta comunicación se denomina conducto neurentérico.
Durante la formación del tubo neural, en
las células endodérmicas se van produciendo
otros fenómenos: diferentes células se independizan desde cefálico a caudal por la línea media
formando la notocorda (eje axial del esqueleto
embrionario).
En el extremo caudal, la placa endodérmica engruesa y se une a la placa ectodérmica
formando la futura membrana cloacal.
El engrosamiento ectodérmico de la placa neural se extiende desde el borde craneal al
caudal y también lateralmente elevándose para
formar los pliegues neurales. La placa neural
rodea el mesodermo intraembrionario dejando
una depresión longitudinal a todo lo largo del
eje axial llamada surco neural.
Los pliegues neurales se hacen particularmente prominentes en el extremo cefálico.
Este es el primer signo de formación encefálica.
A lo largo de la notocorda los pliegues
neurales comienzan a fusionarse y formar el tubo neural. El ectodermo adyacente se fusiona
con el ectodermo opuesto.
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La fusión y cierre del tubo neural se
efectúa primero en el cerebro posterior o región
cervical. De aquí se extiende en ambas direcciones, hacia cefálico y hacia caudal, quedando una
pequeña abertura a cada lado denominada neuroporo anterior y neuroporo posterior respectivamente.
El interior del tubo neural se encuentra
bañado por líquido amniótico debido a la comunicación craneocaudal con la cavidad amniótica.
El líquido amniótico nutre a las células del tubo
neural en esta etapa.
El neuroporo craneal concluye su fusión
el día 24 y el caudal el 28. El cierre de ambos
coincide con la llegada a la placa neural de nutrición medular vascular.
Estadio de las tres vesículas
En el extremo cefálico encontramos tres
prominentes estructuras, el prosencéfalo, el mesencéfalo y el rombencéfalo. Es el denominado
estadio de las tres vesículas. Final de la 3ª semana.
Prosencéfalo o cerebro anterior.
 Mesencéfalo o cerebro medio.
Rombencéfalo o cerebro posterior.
A finales de la 3ª semana el embrión
comienza a adoptar su forma definitiva presentando dos pliegues: uno cefálico y otro caudal.
El pliegue cervical delimita el desarrollo
encefálico del de la médula espinal (ME). Las
tres vesículas continúan su evolución incurvándose por las limitaciones físicas que le presenta
el cráneo. Se originan tres acodaduras:
Acodadura cervical. Unión entre la
médula y el cerebro posterior.
 Acodadura pontina o protuberancial.
Acodadura mesencefálica.
Las paredes de las tres vesículas continúan engrosándose dando origen al tejido nervioso y neuroglial del encéfalo. Las cavidades
de las vesículas se modifican formando los ventrículos encefálicos.
En algunos lugares concretos las paredes
de las vesículas prosencefálica y rombencefálica
no engrosan desarrollando tejido nervioso, sino
que se mantienen finas y delgadas originando
los plexos coroideos.
El resto del tubo neural dará formación a
la ME y las crestas neurales al SN periférico.
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Formación de la Médula Espinal
Realizando un corte transversal del tubo
neural diferenciamos tres capas celulares:
 Zona interna o ventricular, denominada también capa matriz, ependimaria primitiva o germinativa, constituida por las porciones nucleadas
de las células cilíndricas.
 Zona intermedia o capa del manto,
integrada por migraciones celulares
provenientes de la capa interna.
Zona marginal, constituida por las
prolongaciones citoplasmáticas y a
posteriori por las dendritas y axones.
Las células que podemos reconocer en
estas tres capas son:
 Espongioblastos. Se diferenciarán en
astrocitos y oligodendrocitos.
Neuroblastos. Se diferenciarán en
todos los tipos existentes de neuronas. Se encuentran principalmente
en la capa del manto.
Los neuroblastos en su desarrollo se
diferencian en un primer momento en neuroblastos bipolares que posteriormente pierden
una de sus prolongaciones para recuperarla en
un último proceso formando la clásica neurona
multipolar.
El tubo neural comienza un ensanchamiento que produce un surco longitudinal, el
sulcus limitans, a lo largo de toda la médula dividiéndola en una porción ventral o placa basal
y una porción dorsal o placa alar.
Los neuroblastos de la placa basal darán
origen a las neuronas motoras de las columnas
grises ventral y lateral. Los de la placa alar se
diferenciarán en interneuronas de axón corto y
largo que recibirán la información sensitiva
proveniente de las astas posteriores y la transportarán a los centros integradores correspondientes.
Las neuronas motoras de la columna gris
ventral siguen su desarrollo y los axones de
muchas de ellas emergen atravesando la capa
marginal hasta llegar a sus respectivos miotomos en los somitas, originando la raíz ventral
de los nervios raquídeos. Estas fibras son: las
motoneuronas α que en su unión al mesodermo
intraembrionario en la porción correspondiente
del miotoma originarán la placa neuromuscular
encargada de la estimulación muscular; y las
motoneuronas γ que inervarán la porción contráctil de las fibras intrafusales de los husos
neuromusculares.
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En las regiones medulares torácica y
lumbar superior (T1 a L2) los neuroblastos de la
capa del manto de la parte dorsal de la lámina
basal forman una columna lateral. Los axones
de sus células emergen junto a las raíces ventrales del nervio raquídeo hasta unirse, sinapsar,
con los neuroblastos en desarrollo de la cresta
neural. Estos serán los futuros ramos comunicantes blancos del SN autónomo simpático o
células preganglionares simpáticas.
De igual modo se encuentra una columna
lateral autónoma en la región sacra media (S2-4)
correspondiente a las fibras parasimpáticas preganglionares de los nervios esplácnico pélvicos.
La capa alar presenta un desarrollo más
tardío. Las primeras fibras en aparecer son las
futuras intersegmentarias. Sobre el final de la 4ª
semana la zona marginal es invadida por brotes
axónicos procedentes de los neuroblastos agrupados en los ganglios raquídeos, formando la
raíz dorsal del nervio raquídeo. Hacia la 6ª
semana estas fibras dorsales forman el fascículo
oval que tras aumentar de tamaño y extenderse
hacia el plano medio originará el cordón posterior.
Los cordones posteriores se encuentran
separados el uno del otro por un conjunto de
células epiteliales que forman el denominado
tabique medio posterior.
Alrededor del 3º mes comienzan a aparecer las fibras intersegmentarias largas. Sobre el
5º mes lo hacen las corticoespinales.
Los engrosamientos medulares observados en el adulto en las regiones cervical y medular no aparecen en el embrión hasta el momento
en el que se desarrollan las yemas de los miembros. La función induce sobre la formación.
Estadio de las cinco vesículas
En la 5ª semana las vesículas se han
desarrollado y dividido originando el estadio de
las cinco vesículas: Diencéfalo y Telencéfalo
derivados del Prosencéfalo, el Mesencéfalo no
se modifica y el Rombencéfalo origina el Metencéfalo y el Mielencéfalo.
A. Delmas considera el estadio de las
cinco vesículas de la siguiente manera:
 La porción correspondiente a la
cuerda dorsal a nivel de los somitas
del tronco se denomina médula espinal.
La porción correspondiente a la
cuerda notocordal en relación a los
somitas cervicales se denomina cor-
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
doncéfalo. Corresponde al mielencéfalo, metencéfalo y mesencéfalo.
La porción que rebasa la cuerda notocordal y que parece plegarse por
delante y por debajo de la misma, en
posición precordal, se llama acrencéfalo. Corresponde al diencéfalo y
telencéfalo.
De esta manera, los centros nerviosos de
la extremidad cefálica se descomponen
en dos segmentos: el cordoncéfalo y el
acrencéfalo. En el primero existen centros segmentarios como la ME; el segúndo, por el contrario, es el lugar donde
residen los centros suprasegmentarios sin
significación metamérica alguna.
Rombencéfalo o cerebreo posterior:
La pared dorsal del rombencéfalo, gracias a la flexura pontina, comienza a estirarse y
separarse de la placa del suelo. Se crea, de esta
manera, una cavidad de forma romboidal, el
futuro IV ventrículo.
Hacia el final de la 4ª semana aparecen
en la lámina ventral del cerebro posterior una
serie de seis surcos romboidales transversos. Estos están íntimamente relacionados con el patrón de los núcleos motores futuros de algunos
nervios craneales. Los dos primeros cubren al
núcleo del trigémino (V par), el tercero al núcleo de facial (VII), el cuarto al núcleo del motor ocular externo (VI), el quinto al del glosofaríngeo (IX) y el sexto al del vago (X).
Al igual que en el desarrollo de la ME, se
forman tres capas celulares: ependimaria, del
manto y marginal.
Las células nerviosas de la lámina ventral son motoras y forman tres columnas
discontinuas alargadas:
 La columna más ventral se continúa
con la columna gris anterior de la
ME e inerva los músculos de origen
miotónico. Está representada por el
núcleo del hipogloso (XII) en su
porción caudal. Tras interrumpirse
cranealmente reaparece como los
núcleos del motor ocular común
(III), del patético (IV) y del motor
ocular externo (VI). Son núcleos somáticos eferentes.
 La columna intermedia inerva los
músculos de origen branquial. Da
fibras al glosofaríngeo, vago y espinal formando el núcleo ambiguo en
su porción caudal. En niveles superiores forma los núcleos motores del
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trigémino y facial. Estos tres núcleos
son eferentes branquiales (viscerales eferentes).
La columna más dorsal inerva las
vísceras. Forma el núcleo dorsal del
vago en su poción caudal y en la craneal el núcleo salivatorio. Son núcleos eferentes viscerales generales
(esplácnicos generales) y sus neuronas dan origen a las fibras nerviosas parasimpáticas preganglionares.
Las células de las columnas de la lámina
dorsal van a dar origen a interneuronas y a los
núcleos aferente visceral general (AVG) o
esplácnico general, aferente visceral especial
(AVE) o esplácnico especial, aferente somático
general (ASG) y aferente somático especial
(ASE).
La columna AVG está representada por
una porción del núcleo dorsal del vago. La columna ASG por el núcleo aferente del trigémino, y la ASE por el núcleo del vestíbulococlear
(VIII).
La mayoría de las ubicaciones de los
núcleos que acabamos de describir no corresponde con la ubicación de los mismos en el
adulto. Toda célula nerviosa tiende a permanecer lo más cerca posible de su fuente predominante de estimulación, y cuando surge el peligro
de separación, debido al desarrollo de estructuras vecinas, emigra en la dirección hacia la cual
llegue una mayor cantidad de estímulos. Este
fenómeno se denomina Neurobiotaxis y explica
la diferencia entre la ubicación embrionaria y
adulta.
La porción caudal del cerebro posterior
constituye el Mielencéfalo, que dará lugar a la
formación del bulbo raquídeo.
Los núcleos del glosofaríngeo, vago, espinal e hipogloso se desarrollarán en esta porción del rombencéfalo.
Las fibras aferentes de los ganglios de
los nervio glosofaríngeo y vago forman un fascículo oval en la zona marginal de la región
dorsal. Este dará lugar al fascículo solitario.
Las células de la lámina dorsal dan
origen a los núcleos olivar y arciforme, y la
sustancia gris dispersa a los núcleos pontinos.
La lámina ventral en su porción media es
invadida por fibras que se entrecruzan de un
lado a otro formando el rafe medio.
Los núcleos reticulares de la porción inferior del bulbo tienen un doble origen embrionario a partir de ambas láminas ventral y dorsal.
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La parte inferior del mielencéfalo no interviene en la formación del IV ventrículo, ya
que en su porción dorsal se originan los núcleos
delgado y cuneiforme.
Alrededor del 4º mes las fibras corticoespinales invaden la parte ventral del bulbo raquídeo formando las pirámides bulbares.
Dorsalmente van surgiendo: fibras ascendentes de la ME, fibras olivocerebelosas y paraolivocerebelosas que junto a interconexiones de
doble sentido reticulocerebelosas y vestibulocerebelosas, todas forman el pedúnculo cerebeloso
inferior.
La parte craneal del cerebro posterior
constituye el Metencéfalo, del que derivan el cerebelo y la protuberancia.
La placa alar del metencéfalo se hace
romboibal formando así el piso del IV ventrículo. El techo conserva su carácter epitelial y está
influido por el desarrollo ulterior del cerebelo,
contribuyendo en la formación del pedúnculo
cerebeloso medio.
En ambos ángulos laterales del IV ventrículo y caudalmente en la línea media las paredes se debilitan y forman los orificios laterales
y medio de Luschka y Magendie, por donde se
abre la tela coroidea y fluye el líquido céfalo raquídeo.
Durante estos cambios morfológicos las
células del labio romboidal superior y de la parte dorsal adyacente de la lámina alar del metencéfalo proliferan para formar el rudimento del
cerebelo. Se forman dos relieves redondeados
que protruyen sobre el ventrículo, los hemisferios cerebelosos. Le continúa la aparición del
vermis que deriva de ambas láminas, ventral y
dorsal del rombencéfalo.
En un estadio posterior se produce la
extraversión del cerebelo ubicándose en la fosa
cerebral posterior sobre el estadio mesenquimatoso del futuro hueso occipital.
A partir de este momento comienzan a
aparecer las cisuras y surcos del cerebelo. El
primero en hacerlo es el surco posterolateral que
nos permite diferenciar la parte más caudal del
cerebelo y reconocer los lóbulos floculonodulares.
Al final del 3º mes aparece un surco
transversal sobre la porción craneal del esbozo
cerebeloso, el surco primario que divide al
vermis y a ambos hemisferios formando el lóbulo anterior. Sucesivamente van apareciendo surcos transversales cortos como el surco secundario que delimita la úvula, la cisura media del cerebelo, el surco circunferencial,....
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Histogenéticamente el cerebelo consiste
en un epitelio seudoestratificado que presenta
migración intercinética y que origina las tres zonas básicas: ventricular, intermedia y marginal,
al igual que en el resto del tronco encefálico y
ME.
Las células germinales proliferan en dos
lugares diferentes: uno en la parte profunda de
la zona intermedia formando la capa germinal
interna, y otra en la parte más superficial de la
zona marginal formando la capa germinal externa.
Las mitosis de la capa germinal interna
conducen a la aparición de dos tipos de neuroblastos en un principio y otro más tarde: los
neuroblastos de Purkinje primitivos, los neuroblastos nucleares primitivos que se subdividen
después lentamente en los núcleos cerebelosos
profundos emboliforme, esférico y dentado. Los
neuroblastos de Purkinje emigran hacia la superficie en su porción definitiva, la corteza cerebelosa. Tras ellos aparecen generaciones de neuroblastos de Golgi que también emigrarán hacia
la superficie.
Las mitosis de la capa germinal externa
produce neuroblastos en cesta, neuroblastos de
células granulosas y las células estrelladas
externas que configuran la corteza cerebelosa.
Alrededor del 4º mes la protuberancia es
invadida por fibras corticopontinas y corticoespinales.
Por último, el rombencéfalo da formación al istmo del rombencéfalo que concluirá el
cierre del IV ventrículo y la formación de los
pedúnculos cerebelosos superiores.
Mesencéfalo o cerebro medio:
El mesencéfalo o cerebro medio deriva
de la vesícula primitiva intermedia, que durante
cierto tiempo persiste sin desarrollar sus paredes
configurando un conducto llamado acueducto
cerebral comunicado con el rombencéfalo por
el itsmo y con el prosencéfalo por un pequeño
estrechamiento, futuro agujero de Monroe.
Las láminas ventrales del mesencéfalo
aumentan de tamaño y originan los pedúnculos
cerebrales que crecen rápidamente tras el 4º
mes.
Los neuroblastos de la lámina ventral
dan origen a los núcleos de los nervios oculomotores y a la sustancia gris de la calota, mientras que el núcleo del patético y del trigémino
emigran cranealmente al cerebro medio provenientes del rombencéfalo.
Las células de la parte dorsal de las láminas alares aumentan de tamaño y se dividen en
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
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bigéminas por un surco medio. Este surco en el
adulto constituye el frenillo del velo medular
superior. Una estriación transversal va a dividir
los cuerpos bigéminos originando los tubérculos
cuadrigéminos superiores e inferiores. El núcleo rojo está netamente definido hacia el final
del 3º mes.
Las vesículas ópticas que se observan
una a cada lado del cerebro anterior derivan de
la pared lateral del prosencéfalo antes de que
pueda identificarse el telencéfalo. Se las considera derivados del diencéfalo, y el quiasma óptico indicaría el límite entre el diencéfalo y el telencéfalo.
Prosencéfalo o cerebro anterior:
El Telencéfalo está constituido por dos
divertículo laterales conectados por una región
media.
Los divertículos laterales son evaginaciones exteriores de las paredes laterales del prosencéfalo, dejando entre ambos dos cavidades,
los futuros ventrículos laterales.
A medida que prosigue el crecimiento, el
hemisferio se extiende hacia delante, arriba y
atrás adquiriendo un contorno oval, con una
pared interna, otra superolateral y un suelo. Las
superficies internas de ambos hemisferios cerebrales se encuentran separadas por un espacio,
la cisura interhemisférica.
El extremo craneal del hemisferio oval se
transforma en el polo frontal. El hemisferio se
dilata y se diferencian el polo temporal y el polo
occipital en su parte posterior.
Caudalmente al polo frontal se observa
una dilatación reducida que se relaciona por su
superficie ventral con una masa ganglionar, cuyas células reciben los axones aferentes de las
células sensoriales de la placa olfatoria. A medida que la cabeza aumenta de tamaño, la dilatación crece hacia delante convirtiéndose en el
bulbo olfatorio. El pedículo que le une al telencéfalo se alarga originando la cintilla olfatoria,
y la porción del suelo del hemisferio a la que se
adhiere la cintilla, constituye el área piriforme.
El cuerpo estriado, formado por el
núcleo caudado y el núcleo lenticular, abulta en
la cavidad del ventrículo. La cabeza del núcleo
caudado aparece dividida en tres partes, interna,
externa e intermedia. Caudalmente estas se unen
para formar la cola del caudado y el complejo
amigdalino. La cabeza del núcleo caudado se
extiende hacia delante por el suelo del agujero
interventricular.
El núcleo lenticular se desarrolla a partir
de dos láminas celulares, una interna y otra
externa, que se continúan con las internas y
externas del caudado.
La cápsula interna, las proyecciones corticoespinales, aparecen entre las láminas internas y externas dividiéndolas en dos. Las partes
internas darán la formación del núcleo caudado
y las externas la del núcleo lenticular. De este
último las células más mediales dan origen al
El prosencéfalo o cerebro anterior crece
ventralmente, y rápidamente surge a cada lado
un divertículo que se dilata para formar una
gran bolsa. Estos divertículos originarán los hemisferios cerebrales y sus cavidades son los esbozos de los ventrículos laterales.
La parte anterior del prosencéfalo, incluidos los esbozos de los hemisferios cerebrales,
constituye el denominado Telencéfalo y la parte
posteior el Diencéfalo. Ambos originan la formación del III ventrículo.
El Diencéfalo da lugar al tálamo y al
metatálamo.
El tálamo comienza como un engrosamiento que afecta a la parte anterior del área
dorsal. El metatálamo, compuesto por los cuerpos geniculados externos e internos se distinguen caudalmente al tálamo.
A medida que ambos tálamos crecen, se
va estrechando el amplio espacio situado entre
ellos, formando el III ventrículo. Las caras internas de los tálamos pueden llegar a unirse constituyendo la comisura gris intertalámica.
Tras el desarrollo de las fibras de proyección del neopalio, el tálamo entra en relación
con la cápsula interna, que se interpone entre él
y la parte externa del cuerpo estriado en formación.
El hipotálamo deriva de la pared lateral
del diencéfalo. El epitálamo, que comprende la
glándula pineal, la comisura blanca posterior del
diencéfalo y el triángulo de la habénula se desarrolla de la parte caudal de la placa del techo de
las porciones vecinas de las paredes del diencéfalo.
La placa del techo del diencéfalo permanece delgada y de carácter epitelial cranealmente a la glándula pineal, limitada por la fisura
coroidea de la que a posteriori se desarrollarán
los plexos coroideos que se invaginarán en el III
ventrículo.
El suelo del diencéfalo interviene en la
formación del hipotálamo, que incluye los tubérculos mamilares, el tuber cinerium y el infundíbulo de la hipófisis.
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
globus pallidus y las laterales al putamen, al
final del 2º mes.
Ahora la cara externa del tálamo está en
continuidad con la cara interna del cuerpo estriado, de modo que se ha efectuado ena unión
secundaria sobre una amplia área, entre el diencéfalo y telecéfalo, proporcionando un camino
para el paso subsiguiente de las fibras de proyección hacia la corteza o procedentes de ella.
El área cortical o palial que bordea el
agujero interventricular y se halla por fuera de
la fisura coroidea constituye el paleopalio. Es la
primera parte de la corteza cerebral que se
diferencia.
La porción situada por fuera de la curva
de la fisura coroidea constituye la formación
del hipocampo. En esta región las células del
palio (manto), o corteza en desarrollo, proliferan
y la pared del hemisferio se engruesa y produce
una elevación que se proyecta en la cara interna
del ventrículo. Esta elevación es el hipocampo.
La zona marginal de la región del hipocampo es
invadida por células nerviosas que forman la
circunvoluvión dentada. Parte del hipocampo se
encuentra en íntima relación con el área piriforme.
Las fibras eferentes del hipocampo terminan algunas de ellas en el hipotálamo, en el
cuerpo mamilar y a su alrededor. Estas fibras
forman el cuerpo franjeado y la bóveda.
Los dos hemisferios hasta ahora se
encuentran unidos por el telencéfalo medio, y a
partir de este momento comienza el desarrollo
de las comisuras. Las primeras que se desarrollan son las relacionadas con las áreas olfatorias
y la corteza paleopalial. Las fibras de las cintillas olfatorias cruzan por la parte ventral o inferior de la lámina terminal (pared anterior del
orificio interventricular) y, junto con las fibras
procedentes de las áreas piriforme y prepiriforme y de los cuerpos amigdalinos forman la porción anterior de la comisura anterior. La porción
posterior de la comisura anterior la forman las
fibras procedentes del neopalio.
Los dos hipocampos son conectados por
fibras transversales que cruzan de fórnix a fórnix por encima de la lámina terminal formando
la comisura del fórnix.
El cuerpo calloso surge a partir de una
masa gruesa, el área precomisural, que une los
dos hemisferios cerebrales alrededor y por encima de la comisura anterior. El extremo superior
se extiende hacia atrás formando el tronco del
cuerpo calloso. En su desplazamiento arrastra el
área precomisural formando el Septum pellucidum bilateral. De este modo el cuepo calloso
G. Aristegui
junto a otras estructuras formará parte del techo
del III ventrículo.
El crecimiento del neopallium o neocórtex y su enorme expansión están relacionados
con la aparición de fibras de proyección durante
la última parte del 3º mes. Estas fibras descenderán entre el núcleo caudado y lenticular formando la cápsula interna.
Los fascículos corticoespinales comienzan su desarrollo en 9ª semana de vida fetal y
hacia la semana 29 alcanzan sus límites caudales.
Al final del 3º mes, la cara superoexterna
del hemisferio cerebral presenta una ligera depresión por encima y por delante del polo temporal. Esta fosa cerebral lateral se ve gradualmente cubierta y hundida convirtiéndose en el
surco cerebral lateral y su suelo se transforma
en la insula.
Aparte del ligero surco del hipocampo y
de la fosa cerebral lateral, las superficies del
hemisferio permanecen lisas e ininterrumpidas
hasta el principio del 4º mes. Sucesivamente van
apareciendo el surco parietooccipital sobre la
cara interna del hemisferio, la cisura calcarina,
la cisura callosomarginal durante el 5º mes, pero
no es hasta el 6º mes en el que las cisuras
aparecen en las caras inferiores y superoexterna.
Hacia el final del 7º mes, pueden reconocerse todas las cisuras importantes.
Mielinización
En el momento del nacimiento el volumen del encéfalo es aproximadamente del 25%
del que tiene en la vida adulta. La mayor parte
del aumento ulterior ocurre durante el primer
año de vida, al final del cual el volumen del encéfalo ha alcanzado hasta el 75% de su volumen
adulto.
La causa principal de este crecimiento
brusco es la adquisición por los axones de las
vainas de mielina. Las grandes vías sensoriales:
visual, auditiva y somática se mielinizan primero, y las fibras motoras lo hacen después.
Durante el segundo año de vida y los
posteriores, el crecimiento continúa lentamente,
alcanzando el encéfalo su tamaño adulto hacia
los 17 o 18 años.
Al comienzo todas las fibras nerviosas
carecen de vaina de mielina adquiriéndolas cada
grupo celular en estadios diferentes: las raíces
ventrales y dorsales alrededor del 5º mes, las
fibras corticoespinales lo harán después del 9º
mes.
8
Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
El SNP es mielinizado por las células de
Schwann, mientras que el SNC por los oligodendrocitos.
La mielinización continúa hasta que se
detiene el crecimiento global de los SNC y SNP.
G. Aristegui
El segundo grupo (branquiales eferentes)
comprende los pares craneales espinal y la parte
motora del trigémino, facial, glosofaríngeo y vago, los cuales inervan a los músculos estriados
derivados de los arcos branquiales o del mesodermo visceral posbranquial.
Formación del nervio raquídeo
Sistema Nervioso Autónomo
Cada nervio raquídeo se encuentra unido
a la ME por una raíz ventral y otra dorsal. Las
fibras ventrales crecen a partir de los neuroblastos ubicados en las porciones anterior y lateral de la placa alar. Los neuroblastos anteriores
formarán las motoneurona α,β y γ, que acompañadas de las fibras procedentes de la porción
lateral, tanto las preganglionares simpáticas (T1L2) y parasimpáticas (S2-4) formarán la raíz
ventral del nervio raquídeo.
La cresta neural forma a lo largo de la
columna un serie de dilataciones denominadas
ganglios. Estos están formados por: espongioblastos que en su diferenciación originarán células de Schwann y otras neurogliales; y por neuroblastos que originarán células nerviosas bipolares con una prolongación periférica y otra central. Todas las neuronas bipolares, excepto las
de la retina y las del ganglio del nervio vestibulococlear modificarán su estructura uniéndose
en su nacimiento ambas prolongaciones originando una neurona pseudomonopolar o en T.
Estas neuronas son sensitivas. Recogen la información exterior y la llevan por las astas posteriores de la ME hasta los centros integradores
centrales formando la raíz posterior del nervio
raquídeo.
Nervios craneales
Los nervios craneales se desarrollan se
manera similar a los nervios raquídeos.
Los axones de las células de la lámina
basal del cerebro medio y posterior son las encargadas de formar las fibras motoras de los
nervios craneales que inervan la musculatura estriada.
A diferencia de los nervios raquídeos las
fibras mototas de los nervios craneales forman
dos grupos que derivan de las partes internas y
externas de la lámina basal.
El primer grupo (somático eferente)
comprende los pares craneales motor ocular común, patético, motor ocular externo e hipogloso
que inervan los múculos derivados de los somitas o a sus homólogos.
Las células ganglionares del sistema
simpático derivan de la cresta neural por medio
de los ganglios raquídeos primitivos. Algunas
de las células de la parte ventral de estos ganglios emigran hacia los lados de la aorta formando los ganglios de los troncos simpáticos,
cadena laterovertebral. Otros emigran más lejos
originando los ganglios celiacos y renal.
Las células ganglionares de la parte
craneal del sistema parasimpático derivan provablemente de la cresta neural por medio de los
ganglios primitivos de los pares motor ocular
común, trigémino, facial, glosofaríngeo y vago.
El ganglio ciliar se forma por células que
emigran del ganglio del trigémino a lo largo del
nervio oftálmico.
El ganglio pterigopalatino recibe contribuciones de los ganglios de los nervios trigémino y facial.
El ganglio ótico de los nervios glosofaríngeo y el ganglio submandibular del ganglio
facial.
Meninges
Las meninges pueden dividirse desde su
desarrollo en paquimeninges (duramadre) y leptomeninges (aracnoides y piamadre).
La duramadre es de origen mesodérmico,
mientras que la aracnoides y piamadre son de
origen ectodérmico y fundamentalmente derivadas de las células de la cresta neural.
Somitas
El SNC en el adulto se encuentra protegido por diferentes estructuras óseas, el cráneo
y la columna vertebral. El origen embriológico
de estas estructuras es el mesodermo intraembrionario principalmente.
En los embriones de todos los vertebrados el mesodermo intraembrionario se subdivide
a cada lado de la línea media en una porción paraxial y en una lámina lateral.
9
Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
El mesodermo paraxial se subdivide más
tarde por una serie de surcos transversales en
bloques cuboides denominados somitos mesodérmicos (segmentos primitivos o metámeras).
Es el denominado proceso de segmentación mesodérmica que a finales de la 3ªsemana principios de la 4ª se extiende en sentido craneocaudal. Se forman alrededor de 42-45 pares de somitas. Estos son los precursores craneales y vertebrales.
Los 4 o 5 somitas más craneales participan en la formación del cráneo y se denominan
somitas occipitales. Los restantes flanquean el
mesodermo extraembrionario y son normalmente: 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5
sacros y de 8 a 10 coxígeos.
Un somita mesodérmico está constituido
por células herméticamente agrupadas. Las células de la porción ventromedial constituyen el
esclerotoma del cual derivará el esqueleto axial.
Las células de la porción dorsolateral constituyen el miotoma que dará origen a toda la musculatura esquelética. El resto de células dispuestas
epitelialmente constituyen el dermatoma.
Las tres capas embrionarias van a dar
formación a los diferentes órganos y sistemas:
 Ectodermo embrionario primitivo:
principalmente Sistema Nervioso en
su práctica totalidad.
Endodermo embrionario primitivo:
revestimiento epitelial de la mayoría
de los órganos.
Mesodermo embrionario primitivo:
tejido conectivo y escleroso, toda la
musculatura corporal tanto estriada
como lisa, la sangre de los sistemas
vasculares sanguíneos y linfáticos y
casi la totalidad del sistema urogenital.
El Sistema Nervioso tiene su base embriológica en la placa ectodérmica, derivando de
ella el tubo neural y las crestas neurales. El tubo
neural va a dar la formación de todo el Sistema
Nervioso Central y las crestas neurales a todo el
Sistema Nervioso Periférico.
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
Desarrollo integral de la persona.
El arco reflejo.
El hombre es el animal más evolucionado de todos. Ha sido capaz de desarrollar la inteligencia, el conocimiento y el razonamiento
gracias a diferentes procesos evolutivos.
Al nacer todos somos semejantes, pero
con el paso del tiempo una serie de cambios nos
diferencian. Estos radican en las influencias del
entorno social, familiar,... y en los desarrollos
sensoriomotor, intelectual y sentimental durante el transcurso de la vida. Es el denominado
Desarrollo Integral de la persona.
Durante la infancia, tan importante como
la nutrición es el afecto, las caricias, el roce de
la piel,... Por primera vez el bebe se pone en
contacto con el medio externo gracias a la zona
erógena más extensa del cuerpo, la piel. Ella es
la primera vía de acceso de los estímulos externos en los primeros meses de vida.
La información la recibimos gracias a los
receptores que se encuentran diseminados por
todo el cuerpo. Estos, son traductores de un estímulo proveniente del medio externo e interno
que interpretan diferentes formas de energía para informar al SNC por un complejo dispositivo
de cablerios, vías, de aquello que sucede en las
diferentes regiones del organismo.
Todo receptor requiere de un estímulo
adecuado que origine un potencial de acción lo
suficientemente elevado como para desencadenar una despolarización del SN y una respuesta
afectiva, dando paso a una serie de circuitos sinápticos y polisinápticos poniéndose en funcionamiento con el fin de: almacenar la información, compararla con otras anteriores y elegir
una respuesta adecuada e idónea en correlación
con el estímulo recogido.
El estímulo recibido es comparado con
otros antes obtenidos almacenados en la memoria. El SN selecciona de todas las respuestas posibles la más conveniente. Esta respuesta altera
el estímulo y a la vez se almacena en la memoria para una futura ocasión. Es lo que denominamos Ley del condicionamiento y base del aprendizaje.
Todo aquello que nos rodea influye sobre
nuestro organismo.
En el momento del nacimiento nuestro
cerebro realiza pequeñas sinapsis. Está preparado para adaptarse al medio en el que se encuentra, plasticidad del encéfalo.
El movimiento es vida. ¿Cuál es la base
del movimiento?. Todos los desplazamientos en
el espacio que realizamos de nuestro cuerpo son
gracias a la acción de los músculos. ¿Quién
regula estos los músculos?.
El Sistema Nervioso Central cumple la
más importante de las acciones del organismo,
ser el Centro Integrador. Almacena la información que le llega, la comprueba y manda una
orden de ejecución para poder llevar a cabo una
acción.
La base de este mecanismo es un arco
compuesto por: una vía aferente, un centro
integrador y una vía eferente. Es el denominado
arco reflejo.
La vía aferente o de ingreso de información comienza en el receptor ubicado en el tejido conectivo que está diseminado por todo el
organismo. La prolongación periférica de la
neurona pseudomonopolar que está ubicada en
el GARDNE (ganglio anexo a la raíz dorsal del
nervio espinal) recibe el impulso eléctrico y lo
transmite hasta el centro integrador que se encuentra siempre en el SNC. Aquí hace sinapsis
con una αMotoneurona (αMN) ubicada en el
hasta anterior de la sustancia gris de la ME que
llega al efector y lo estimula provocando una
acción. Esta información que pasa por el centro
integrador es asimilada por el SNC. A la vez
que hace sinapsis con la αMN contacta con
otras neuronas que llevan la información hasta
los centros superiores para ser asimilada y almacenada. Comienza el aprendizaje.
MEMORIA
S
ORGANISMO
R
Ley del condicionamiento y base del aprendizaje.
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
El Deseo.
Para poder realizar una acción, previamente hemos tenido que recibir un estímulo,
interno o externo como hemos visto anteriormente. En muchas ocasiones, realizamos acciones sin la necesidad de la percepción de un
estímulo. Éstas se originan en el Deseo. Somos
nosotros mismos los que originamos, desencadenamos y ponemos en funcionamiento la increíble maquinaria compleja del Sistema Motor
para llevar a cabo una acción.
Algunos estímulos actúan directamente
sobre el efector, ej.: electro-estimulación de una
masa muscular, que lleva consigo la contracción
de la misma. Otros pueden incidir sobre el sistema motor o sobre el deseo directamente. Estos
últimos son los más importantes en la rehabilitación de un paciente, ya que ellos alimentan el
deseo, que en algunas ocasiones como en el
caso de pacientes con Parálisis Cerebral (PC)
se encuentra disminuido o abolido.
El trabajo sobre el deseo nos proporciona
grandes logros ya que constituye el pilar esencial de la Ley del condicionamiento y base del
aprendizaje.
El deseo es previo a la acción.
La estimulación externa de una masa
muscular concreta da como resultado la contracción de dichos músculos. El SN almacena cual
ha sido el estímulo de origen, pero no sabe como realizar la acción él solo. No existe mejoría,
ni perfeccionamiento del complejo sistema de
ejecución. Lo que se mejora es la maquinaria
efectora.
La estimulación del deseo, en cambio, va
a llevar consigo la ejecución del acto en cuestión, siempre y cuando las posibilidades físicas
lo permitan, poniendo en marcha el complejo
circuito sináptico Estímulo-Organismo-Memoria-Respuesta-Almacenamiento: ley del condicionamiento y base del aprendizaje.
Los estímulos que actúan sobre el efector
no modifican la ley, únicamente fortalecen el
efector. En cambio el Deseo mejora el rendimiento del sistema motor.
La psicomotricidad y la afectividad definen la realidad madurativa del niño. Únicamente
se integra aquello que tiene una carga emocional
lo suficientemente elevada. El movimiento sin
más, no aporta mucho. Es necesaria la motivación del paciente para que vivencie el acto y
ponga en funcionamiento la trama neuronal de
circuitos sinápticos y polisinápticos.
DESEO - INTENCION
MEMORIA
CREADORES DEL
MOVIMIENTO
ESTIMULO
EJECUTORES
ACCION
La vía azul mejora el efector. El estímulo
actúa sobre el efector.
La vía roja modifica todo el sistema motor
gracias a que el estímulo actúa sobre el Deseo.
12
Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
Maduración del SNC.
En todo proceso madurativo intervienen
dos factores: el genético y el ambiental. En el
caso del SNC observamos una mayor relevancia
ya que este es el centro integrador de todas las
percepciones y reacciones de nuestro organismo
y ante cualquier modificación ambiental presenta una gran sensibilidad.
El factor genético está predeterminado.
El factor ambiental se encuentra sujeto a las
experiencias personales y a las influencias exteriores.
La maduración plena y adecuada de una
persona, el Desarrollo Integral, presenta tres etapas:
Desarrollo sensorio-motor.
 Desarrollo intelectual.
Desarrollo emocional.
Cada una de las etapas está directamente
influenciada por las evoluciones fisiológicas y
anatómicas del tejido muscular y nervioso.
La evolución y desarrollo del tejido nervioso en estas etapas depende de tres factores:
 La mielinización. Las fibras nerviosas que se mielinizan antes son aquellas que sustentan las actividades
básicas.
El progresivo aumento de las dendritas y sus prolongaciones.
El aumento de las sinapsis y circuitos polisinápticos.
El aprendizaje comienza desde los primeros días de nacimiento. El SN es bombardeado por un sin número de sensaciones que han de
ser asimiladas y coordinadas. Para ello han de
aumentar las dendritas y sus prolongaciones, al
igual que los circuitos sinápticos y polisinápticos buscando mejorar el rendimiento y el ahorro de energía en cada momento.
El SN presenta dos propiedades que nos
permiten una óptima maduración y adaptación
al medio:
– La plasticidad.
– La especialización.
Ambos son antagónicos, pero a la vez los
fundamentos de la estimulación precoz.
El desarrollo sensorio-motor comienza
en el seno materno con la percepción de los primeros estímulos sobre el sistema nervioso que
lo inducen a su desarrollo, adaptación y maduración. Abarca hasta los dos primeros años de
vida y lo más característico de este período es el
G. Aristegui
movimiento. Es a través de este movimiento como el bebe aprende cosas que se van acumulando y codificando, asentándose así las bases de lo
que será su vida mental y afectiva futura íntimamente relacionadas.
Todo bebe, considerado fisiológicamente
normal, presenta durante su gestación y posterior nacimiento una serie de actitudes innatas e
involuntarias denominadas reflejos pediátricos.
Los primeros reflejos del ser humano los
comenzamos a reconocer en el embrión o en el
lactante prematuro.
Los reflejos acompañan al ser humano
durante los primeros meses de vida y algunos
persisten toda la vida.
La actividad psicomotriz voluntaria se
desarrolla superponiéndose a las actividades reflejas, aprovechando las respuestas más apropiadas y desechando las de mayor gasto de energía. De esta manera va adquiriendo experiencia,
perfeccionamiento y eficacia mediante la ejercitación de los reflejos.
El recién nacido no se desembarazará de
los reflejos primarios más que en un estado de
maduración posterior, cuando los fenómenos de
inhibición del cerebro supeior sean funcionales.
El descenso del área de provocación es signo de
madurez neuronal. La desaparición atestigua la
maduración del SNC y control superior.
La ausencia o debilidad de algunos reflejos primarios vivos en el prematuro o recién nacido a termino es uno de los signos de depresión
del SNC, asociado a una depresión sensorial y a
una hipotonía.
Los reflejos tienen que terminar siendo
controlados, la mayoría, por la actividad cortical, algunos de ellos quedan como automatismos propios del cerebelo. En un primer momento se encuentran liberados. De a poco, van siendo controlados por la corteza encefálica formando el esquema corporal y el desarrollo integral
de la persona.
Los reflejos son en esencia la base de
todos los actos de las actividades de la vida
diaria.
El desarrollo sensorio-motor está asociado a la formación del esquema corporal. Los
estados emocionales no se pueden separar de las
respuestas reflejas, no son reflejos estereotipados y rígidos, sino que se producen, en parte, en
respuesta a aferencias con alta carga emocional.
Gran parte de los reflejos que han sido
controlados por la voluntad, componente cortical adquirido, reaparecen como sinergias y automatismos arcaicos. Aparentemente los nuevos
circuitos se estructuran sobre los primitivos
moldes de los reflejos, ej.: la marcha voluntaria,
13
Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
a diferencia de la refleja tiene siempre motivaciones afectivas y volitivas.
Todos poseemos reflejos, pero ¿sabemos
que es un reflejo?.
Son reacciones automáticas desencadenadas por estímulos que impresionan diversos
receptores
Los reflejos más importantes que el bebe
presenta son:
Reflejos arcaicos. Son reflejos posturales como:
• Reflejo de Moro.
• Reflejo tónico nucal asimétrico o
tónico cervical asimétrico.
• Reflejo de Landau
• Reflejo de ojos de muñeca japonesa.
• Reflejo de conexión entre mano y
boca (reflejo manoboca y reflejo
palmomentoniano).
Los reflejos arcaicos o innatos están inscriptos en la filogenia del individuo. Muchos de
ellos desaparecen en el curso de la maduración
para integrarse en actividades más complejas.
Otros no se borran nunca. El primero que madura es el sistema laberíntico, el segundo es el auditivo, el tercero el óptico y por último los táctiles.
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Maduración del SN. Reflejos pediátricos.
G. Aristegui
Bibliografía.
A. Delmas. Vías y centros nerviosos. 7ª edición. Ed. Masson, 1994.
Ajuriaguerra. I curso de perfeccionamiento en parálisis cerebral y otros déficits del desarrollo motor
en el niño. San Sebastián, abril-junio 1993.
C. Amiel-Tison y A.Grenier. Vigilancia neurológica en el primer año de vida. Ed. Masson, 1987.
Levit. Tratamiento de la parálisis cerebral y el retraso motor.
W. J. H. Nauta. Fundamentos de Neuroanatomía. Ed. Labor.

Williams & Warwick. Gray anatomía. Ed. Churchill Livingstone,1992.
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