Capítulo I La Filosofía - Dirección General de Cultura y Educación

Anuncio
Capítulo I
Caracterización
«Sólo sabrán Ustedes qué es Filosofía, cuando sean realmente
lósofos, (…) Filosofía es lo que vamos a hacer juntos.»
García Morente, Lecciones Preliminares de Filosofía
La primera cuestión de la Filosofía es la misma Filosofía; de allí
la imposibilidad de denirla antes de entrar de lleno en su estudio.
El gran problema es que carece de un concepto unívoco de lo
que ella es. Pero esta dicultad no debe constituir en absoluto un
obstáculo infranqueable. Más bien debería presentársenos como
un estímulo.
En torno a esta vieja pregunta, que suscita nuevas respuestas
cada vez que es formulada, lo mejor que se puede hacer con ella
es Filosofía. Al intentar dar respuesta a esta pregunta haremos
indefectiblemente, Filosofía.
La Filosofía
Filosofía
La Filosofía es un pensamiento que se vuelve sobre sí mismo,
que se repliega sobre sí. Por eso se convierte también en su propio
problema.
Parece que hubiera caído en un círculo vicioso. Toda losofía se
dene ella misma con su realización: qué es en cada caso Filosofía
hay que intentarlo, hay que ponerlo en práctica. Y así, sobre la base
de los propios intentos, podremos luego percibir qué es lo que en el
mundo nos hace frente como Filosofía.
Entonces ¿Qué es Filosofía? Es algo más que una pregunta que
requiere una respuesta. Es, al igual que una puerta, el símbolo más
puro de lo ambiguo, ya que puede signicar tanto un límite, una salida
o una entrada. «Preguntar es un camino», dice Heidegger, que ha
de ser transitado por quien pregunta, preguntando.
En este sentido, el saber losóco, al no ser un saber clausurado,
permitirá preguntar, ya no desde la ficción del que pregunta
sospechando la existencia de respuestas establecidas y aceptadas,
sino desde la autenticidad. Esto vuelve a la pregunta no sólo auténtica,
sino también dramáticamente necesaria y comprometida.
La actitud crítica genera momentos decisivos que requieren
nuevas respuestas, nuevas maneras de mirar, nuevas maneras de
actuar, porque va de la mano de la libertad, con la necesidad de
cuestionar, de preguntar por los fundamentos, por los intereses, por
la búsqueda de poder que hay detrás de los actos humanos, por la
necesidad de desmiticar, develar y por qué no de-construir, para
luego construir.
La Filosofía suele ser caracterizada como el constante
preguntar ¿por qué? o como una práctica del mero razonar, pero
su particularidad esencial no está exclusivamente en su proceder
racional, argumentativo, sino en una actitud, en una disposición. Ella
implicaría colocarse en una actitud crítica respecto de ese mundo con
el que hasta ahora se han relacionado cotidianamente y aceptado
tal cual se les presentaba.
Hacer Filosofía es ensayar el hábito del extrañamiento de lo
obvio, de la pregunta develadora de lo que no se ve a simple vista,
de la incomodidad frente a lo aceptado como normal. Hacer Filosofía
signica poner los pies fuera del plato, andar por las márgenes de
lo establecido.
10
Filosofía
Ciencia y Filosofía
Debemos descartar a la Filosofía concebida como un cúmulo
de conocimientos que progresa y mejora. La Filosofía no es
una ciencia, porque la ciencia posee un saber descriptivo,
denitorio y clasicatorio que intenta una especie de inventario
de la realidad, para así poder mediante la explicación y la
predicción, conocer y controlar la naturaleza y los procesos
sociales.
En cambio, la Filosofía tiene como función el cuestionamiento
crítico de la realidad, convirtiéndola en problema, suprimiendo
así el trato ordinario para con ella. Por eso, es necesario
señalar la falta de clausura en los problemas losócos, el
carácter provisional de los contenidos losócos y también
dejar en claro que lo constante deber ser la búsqueda de
sentidos y la generación de interrogantes.
Hay un espacio indefinido donde ciencia y filosofía se
confunden, en cuestiones donde la ciencia se pregunta sobre
su objeto de estudio, pero de una manera esencial. Es cierto
que las Ciencias Naturales plantean problemas tales como
¿qué es el mundo? ¿cuál es el origen del hombre? ¿qué
es el tiempo? ¿qué es el espacio? Pero a los cientícos no
les corresponde responder a estos interrogantes en cuanto
lósofos. Porque son cuestiones que no tienen una respuesta
denitiva. En el lósofo la inquietud traducida en pregunta es
mucho más importante que la respuesta.
El tiempo como problema no es exclusividad de la Filosofía y de la Ciencia, sino
que es pensado desde la literatura, el cine y la historieta
Biblioteca Clarín de la Historieta, Oesterheld-Breccia, Mort Cinder, Bs. As., 2004
11
Filosofía
Tampoco podemos decir que la Filosofía tenga un método,
así como el del cientíco pudiendo ser éste la observación y la
experimentación.
Un método, para un lósofo, es el camino que toma para llegar
a su n propuesto. Podemos decir que hay tantos modos de hacer
losofía como lósofos, cada lósofo tiene su método o su manera
de losofar.
La Filosofía es una práctica especulativa, teórica, en tanto es
una creación racional, pero no se queda sólo en la pura teorización,
escindida totalmente de los hechos, sino que está fundada sobre la
realidad y a ella se dirige su crítica.
En cuanto a su objeto de reexión, éste es innito o, por lo menos,
no conoce límites más que los humanos. Ninguna esfera, ni ámbito
de lo real, está fuera de su pensamiento.
En cambio, la ciencia se presenta como un todo organizado,
dividida en ciencias particulares con sus determinadas esferas de
objetos de estudio claramente establecidos.
Las ciencias necesitan partir de supuestos, el más importante
de ellos es el de la capacidad del hombre para conocer la realidad
(el cientíco dice «en algún momento hemos de dejar de preguntar
para poder responder»).
La ciencia es, en este sentido, dogmática: procede a investigar
sus hechos dando por sentado que existe la posibilidad de descubrir
las relaciones que los rigen. La Filosofía, en cambio, puede llegar a
negarse a sí misma y declararse inútil e imposible.
El saber de la ciencia es un saber organizado, sistemático. Pretende
ser denitivo esto es, que sus preceptos y/o sus leyes sean válidas
para todo tiempo, lugar y para todos los casos. Fundamentalmente,
sus leyes pretenden ser objetivas, es decir, que no deje lugar para
la interpretación subjetiva de sus signicados.
Hay tantos puntos de vista como lósofos, o por lo menos tantos
como escuelas losócas. La Filosofía no está nunca hecha del
todo; está en permanente proceso, con la particularidad de que
cada pensamiento se plantea originalmente los problemas que
pretende encarar.
Las conquistas de la ciencia suelen sumarse y se constituyen
un cuerpo único que se acrecienta por la contribución de los
descubrimientos individuales, controlados y utilizados inmediatamente
por los otros; las conquistas de la losofía son, en cambio de otro
género: no se suman, se excluyen y constituyen el patrimonio del
lósofo que las logra, patrimonio intransferible.
La gura de
Isaac Newton
(1642-1727)
es representativa
de la Física
moderna y
cristalizó la
capacidad del
hombre para
conocer las leyes
que gobiernan
los cuerpos
12
Filosofía
Actividad
Observen, averigüen y respondan:
¿Quiénes fueron Anaximandro y Copérnico?
¿Qué diferencias hay entre sus concepciones del universo?
¿Se puede hablar de progreso cientíco?
Anaximandro veía la Tierra como un cilindro otante,
en cuya supercie superior vive el hombre
Primitiva representación del universo de Copérnico
13
Filosofía
La ciencia tiene una pretensión de progreso, es decir, que con el paso del
tiempo intentan construir teorías más exactas, más abarcadoras, que explican
mejor que sus predecesoras los hechos del mundo.
El saber de la Filosofía se debe a la cultura que le dio origen, para la cual en
denitiva fue creada. Hoy podemos utilizar el pensamiento de los griegos del siglo
V a.C, para interpretar hechos actuales. Pero, cuando leemos a los antiguos, lo
hacemos desde nuestro presente, resignicando sus contenidos y poniéndolos al
servicio de nuestros cuestionamientos. Así, el pensamiento losóco es original
en todo momento, es una tarea que debe llevar a cabo uno por sí mismo.
Ideología y Filosofía
Supongamos por un momento que hay algo llamado conocimiento cotidiano,
que se va acumulando sin que nos propongamos deliberada o conscientemente
adquirirlo, que es el resultado de nuestra experiencia diaria. Se trata, entonces,
de un saber que proviene de nuestro contacto corriente con las cosas y con las
personas, un producto de lo transmitido por el medio y por los medios. Es también
un conocimiento socialmente establecido que forma parte de una comunidad, el
que se tiene por el sólo hecho de pertenecer a ella. También está atravesado por
factores emocionales, extra - teóricos que por lo general impiden representarse
las cosas tales como son, por ejemplo, los prejuicios raciales o sexuales. A esto
lo llamaremos ideología.
Ideología, o concepciones globales de la realidad, es una concepción del mundo
que puede tener su origen en una determinada fe religiosa, o en una opción política
o económica, pero siempre es una manera de comprender el mundo. La ideología,
congura una visión de la vida, una concepción del hombre y dota de sentido a
las acciones humanas.
14
Jean Paul Sartre, un lósofo comprometido
con los problemas de su época
Filosofía
objeto de discusión y de análisis.
Podríamos decir entonces, que la ideología intenta ser una
respuesta sobre la realidad que pretende instalarse, que tiene
intenciones de homogeneizarse, que se publicita a sí misma como
la interpretación acertada e inmejorable del hombre y del mundo.
El modo de ser de la Filosofía es distinto. La pregunta de la
Filosofía es movilizadora, desmisticadora, crítica, deconstructiva.
También está referida a cuestiones valorativas, de sentido, de
comprensión, pero no quieren instalarse como únicas, vienen a
cuestionar las intenciones últimas de los dogmas.
La ideología es el resultado de una elaboración desde una
determinada perspectiva, unilateralmente. No hay árbitro posible
que pueda mediar entre ideología y que sea reconocido como tal
por las partes en disputa.
Lo característico del pensamiento losóco es sostener una
doctrina o un dogma o una teoría. Pero, como contrapartida, ofrece
razones que, si bien no prueban su respuesta, permiten la discusión
y la crítica. En este sentido, la Filosofía se acerca a la ciencia y se
muestra reacia o tiene poca simpatía por aquellos que dicen saber
pero son incapaces de argumentar racionalmente. A través de las
respuestas fundamentadas es que la Filosofía trata de superar la
unilateralidad y la parcialidad propias de la ideología.
También hay una zona de grises entre la Filosofía y la ideología,
y no sólo por la existencia de cuestiones comunes: algunos lósofos
pueden llegar a armar sus doctrinas de un modo por demás
dogmático, con ciego fanatismo ideológico. En general cuando se
pasa a un «ismo», la Filosofía se transforma en ideología.
Las ideologías son combatidas
siempre desde otra ideología
(Inspirado en el personaje de Quino, Mafalda)
Las ideologías o concepciones del mundo pueden, muchas
veces, dar respuestas más o menos dogmáticas que deben ser
aceptadas por provenir de alguna autoridad. Desde el punto de
vista losóco, las mismas preguntas reciben respuestas críticas,
es decir, respuestas fundamentadas racionalmente que puedan ser
También puede ocurrir que una concepción del mundo busque
sustentarse en teoría cientícas o ideas losócas a n de obtener
15
Filosofía
Las ideologías políticas invitan a la acción
Escena de nes del siglo XIX
(que también podríamos ubicar hoy)
Un propagandista político
arengando a los obreros en huelga
16
Filosofía
cierta rigurosidad y ganar prestigio.
Los orígenes de la Filosofía
Mucho se ha dicho sobre los motivos que originan en el hombre
la necesidad de hacer Filosofía. Las opiniones son variadas y cada
una tan valiosa como la otra.
El asombro cumple un papel fundamental en nuestro acceso
a la Filosofía. Hace Filosofía aquel que posee la capacidad de
asombrarse. Muchas preguntas nacen del asombro porque losofar
es como vivir maravillado pero no ante el hecho extraño e inédito
sino, básicamente, ante lo cotidiano.
Un poco como los niños, el lósofo es el que sigue asombrándose
de las pequeñas cosas, que investiga aquello que todos consideran lo
más conocido: asombrarse es ya sospechar un problema en aquello
que se conoce.
El hecho de que haya mundo cuando bien pudo no haber nada es,
sin duda, la cuestión más movilizadora para el hombre. Se trata del
asombro ante la vida diaria, ante la existencia. Esto lleva al hombre
a la búsqueda de respuestas.
La pregunta de Leibniz ¿por qué hay algo en vez de nada?,
representa el hecho de asombrarse de que haya algo frente a la
existencia, frente a la vida, a pesar de que aceptar es mucho más
simple y probable.
El extrañamiento como primera actitud losóca
17
Filosofía
«Para los niños, el mundo (y todo lo que hay en él) es algo nuevo, algo
que provoca su asombro. No es así para todas las personas. La mayor
parte ve al mundo como algo muy normal. Precisamente en este punto
los lósofos constituyen una honrosa excepción. Un lósofo jamás ha
sabido habituarse del todo al mundo. Para él, el mundo sigue siendo
algo desmesurado, enigmático y misterioso.»
Jostein Gaarder, El mundo de Sofía
A través de la Filosofía volvemos a hacer del mundo algo misterioso,
algo sobre lo que vale la pena reexionar, algo sobre lo que vale la
pena hacernos preguntas como si fuera la primera vez que lo vemos.
Se trata de volver a ser niños asombrados, curiosos e incómodos ante
la respuesta facilista.
Las situaciones límite son consideradas como motivo de reexión.
En tanto seres humanos, estamos siempre viviendo en una situación
de tiempo, espacio y circunstancias. Las situaciones cambian, se
suceden, pero hay ciertas situaciones en la vida que son, por su
esencia, permanentes e idénticas para todos los hombres: la muerte,
el miedo, el dolor, la culpa, el azar, etc. A estos momentos Jaspers los
llama situaciones límites, que no se pueden evitar. Son insuprimibles,
inmodicables en la vida humana, no se las puede cambiar y estas
situaciones le enseñan al hombre sus límites.
La auténtica Filosofía que surge de la conciencia de las situaciones
límites provoca en el hombre el impulso de pensar sobre sí mismo, su
vida, su relación con su cuerpo, con los otros y con el mundo.
El sentido común no se equivoca cuando dice de un hombre que
sabe tomar las cosas con losofía cuando, en medio de las peores de
las desgracias, mantiene la capacidad de comprensión y asume los
duros golpes del destino. Ser lósofo es saber juzgar bien las cosas.
18
La contemplación de la naturaleza
puede impulsarnos a losofar
Filosofía
Como Descartes señaló «basta juzgar bien para obrar bien».
La muerte es otro motivo que impulsa al hombre a hacer Filosofía. El
hombre es el único ser que tiene la representación de la muerte. Tomar
plena conciencia de este hecho, tiñe de cierto carácter doloroso a la
existencia humana, pues sabemos que ha de parar irremisiblemente en
la muerte.
Quizá, si la vida no tuviera dolores ni tuviera término, el hombre no habría
losofado ni se hubiera preguntado por qué la vida es así como es.
La impotencia, era para Epicteto el origen de la Filosofía. El origen
del pensar está en la toma de conciencia de la propia impotencia e
incapacidad respecto del control de nuestras vidas.
El hombre debe aprender a distinguir entre las cosas que no dependen
de él, como ciertos aspectos de su cuerpo, la reputación, los bienes, la
pobreza, para dedicarse a atender únicamente aquello que sí dependen
de él, como la sabiduría, la virtud, etc.
Debe ser indiferente respecto de aquello que no está en su poder, y
debe ser capaz de discernir la diferencia. Debe buscar las causas por
las que se producen los conictos, condenar las opiniones simples y
desconar de ellas.
La angustia es, para muchos, lo que nos mueve a pensar. La angustia
no debe confundirse con el miedo ni con otros estados anímicos parecidos.
La angustia no es angustia de esto o de aquello, es un peculiar temple de
ánimo mediante el cual se nos maniesta la nada. La angustia es siempre
angustia de nada. La nada de la que venimos, la nada hacia la que vamos,
el pensar que podríamos no haber sido nunca, es decir, que podríamos
haber sido nada. La angustia es como un miedo sin objeto, un estado de
zozobra sin que podamos decir ante qué.
19
Azulejo romano del siglo IV en el que se representa a la muerte
La angustia que ésta nos produce nos lleva a losofar
Filosofía
Problemas fundamentales y disciplinas losócas
Los problemas no se presentan aisladamente a la
consideración del pensador sino que están íntimamente
conectados. Se reafirma así una íntima unidad del
pensamiento losóco.
Problema del ser: expresa la curiosidad por saber las
condiciones en las que se dan los seres del universo,
su origen, su nalidad, el modo de ser y de existir. Las
disciplinas que se ocupan de este problema son la Metafísica,
la Ontología, la Teoría de los Objetos, la Antropología
Filosóca, etc.
En cuanto a la clasicación tampoco hay unanimidad en cuanto a la división
y determinación de las disciplinas losócas. Y más allá de los posibles
cuestionamientos, una clasicación paradigmática (por su notable permanencia)
es la que diseñó Christian Wolf en el siglo XVIII.
Filosofía
Especulativa
Problema del conocimiento: se trata de establecer la
posibilidad y los modos en que acontece el conocimiento
de los objetos del mundo y de los otros. Se ocupan de él
la Lógica, la Gnoseología, la Teoría del Conocimiento o
Epistemología, etc.
Problema del valor: se formulan preguntas entorno a
las valoraciones, a las virtudes que proyectamos sobre los
objetos, los actos y las personas. Las disciplinas que se
ocupan de ello son la Ética, la Estética, la Filosofía de la
Religión, la Filosofía del Derecho, la Axiología, etc.
Lógica
Teoría del conocimiento
Gnoseología
Epistemología
Metafísica general u Ontología
Metafísica
Metafísica especial
Filosofía de las ciencias particulares
Ética
Filosofía
Práctica
Estética
Pero las distintas clasicaciones no deben engañar
acerca de la indisoluble unidad del conocimiento losóco,
es decir, acerca de los estrechos vínculos que relacionan a
todos los problemas entre sí. La Filosofía tal como hemos
visto, pretende ser un saber unitario.
20
Teodicea
Cosmología
Antropología
Filosóca
de la historia
del derecho
de las matemáticas
de la política
del lenguaje
de la educación
Filosofía
También es posible hacer una clasicación teniendo en cuenta la índole
o el objeto al que las preguntas losócas se reeren.
¿quién soy?, ¿qué es el
hombre?, ¿qué lo diferencia
Antropología Filosóca
de los animales?
¿qué es el conocimiento?, ¿qué es la
verdad?, ¿cómo puedo conocer?
Gnoseología
Este quehacer no se limita al entorno más próximo de nuestro
tráco con los objetos sino que está dirigido a la realidad toda
en función de alcanzar una comprensión plena de la realidad, de
realizar una reexión que pueda comprender concretamente no
sólo a ella misma sino al universo, al mundo existente, a los otros
y a nosotros.
¿cómo debo actuar?, ¿las reglas de conducta y
los valores son universales o cambian?, ¿qué es
el bien?
¿qué es lo bello?,
¿la belleza es algo objetivo o subjetivo?
Filosofía Política
Lógica
Entonces la Filosofía no es un pensar en otras cosas sino un
reexionar sobre las mismas cosas pero de otra manera, haciendo
efectivo lo que se suele denominar el Síndrome de Extrañamiento
ante lo cotidiano.
¿qué es la ciencia?, ¿la ciencia es un
conocimiento verdadero y objetivo?, ¿es
la mejor forma de conocimiento?, ¿cómo
surgen las teorías cientícas?
Epistemología
Estética
Estos tiempos, asumida o no la Postmodernidad, se presentan
con una conmovedora irrupción de la pluralidad, de la diversidad,
lo que, de alguna manera, constituye su logro máximo. Esta puede
ser vista como la crisis de la razón moderna: la multiplicidad de
sentidos, que permite que cada uno se apropie de lo propio y que
esa sea su bandera de liberación de la pretensión cienticista de lo
unívoco y objetivo.
¿existe Dios?, ¿qué es la
realidad?, ¿existe el alma?
Metafísica
Ética
Sentido y n de la Filosofía
¿qué es la política?, ¿cuándo un
gobierno es legítimo?, ¿cómo surge
la sociedad y las distintas formas de
gobierno?
Así presentada, la Filosofía es concebida como un medio para la
comprensión de las relaciones de las cuales somos partícipes y que,
por ende, nos afectan. Según esto la Filosofía, a partir de su actitud
crítica, viene en socorro de los hombres en el esfuerzo intelectual,
para no volver a aceptar, sin reexión y por simple hábito, las ideas.
A través de la reexión, cambiar las condiciones del conocimiento,
replantearnos el mundo y, así, apropiarnos de sus sentidos.
¿qué es un razonamiento?, ¿cuándo un
razonamiento es correcto?
21
Filosofía
Biblioteca
La Filosofía debe operar como desenmascaradora de relaciones
y desmiticadora de ciertos supuestos respecto de lo real que se
aparecen como irrefutables o inmutables, aportando un tipo de
reexión desacostumbrada y generando una renovación en la visión
que de la realidad se tenga, como resultado del extrañamiento
necesario para hacer de lo obvio una pregunta. La intención entonces
es plantear un problema: la realidad como problema.
Para el ser humano, la Filosofía es un conocimiento inevitable
Actividad
Reunidos en grupos de trabajo, piensen y escriban preguntas
que estén dirigidas a cuestionar aspectos obvios de la
cotidianeidad:
Por ejemplo:
¿Qué es el mal?
¿Somos todos iguales ante la ley?
Etc.
22
Filosofía
Actividades
e ineludible.
Para reexionar:
«Existir significa pura y exclusivamente losofar, aunque losofar
no signique siempre hacer losofía.
Y, en efecto, filosofar significa
primordialmente, para el hombre, afrontar con ojos abiertos
el propio destino y plantearse claramente los problemas que
resultan de la justa relación consigo mismo, con los demás y
con el mundo. Signica, no ya limitarse a elaborar conceptos
o a idear sistemas, sino elegir, decidir, comprometerse,
apasionarse: vivir auténticamente y ser auténticamente sí
mismo. Por cierto, a este losofar, que es el único originario,
verdadero y eterno losofar, le ofrece una ayuda preciosa el
trabajo técnico de los lósofos, con su tradición secular de
investigaciones, experiencias y mitos. Las doctrinas losócas
que se han sucedido a lo largo de los siglos ponen al hombre
en posesión de los instrumentos indispensable para entender
e interpretar a sí mismo y al mundo, y asumir la actitud del
verdadero losofar, es decir, del auténtico existir.»
«Por ello es que la enseñanza de la Filosofía no apunta
a quienes esperan recibir una doctrina consagrada como
la única verdad, sino a personas a cuya responsabilidad
se apela para que ejecuten con independencia su propio
criterio, del que cada uno debiera hacer uso. De otro
modo, la consecuencia es fatal e ineludible, podríamos
ser víctimas del impersonal que se encarga de pensar
por nosotros. ¿Será acaso que la responsabilidad de la
existencia es demasiado pesada, molesta y gravosa y
preferimos cedérsela a los sostas de cualquier especie que
prometen facilitárnosla? La Filosofía no puede asimilarse,
ni es prescripción ninguna; al contrario, en el estudio de la
Filosofía debiera enseñarse el arte de vivir sin recetas, el
arte de pensar con la propia cabeza y no de prestado.»
Adolfo Carpio, Principios de Filosofía
N. Abbagnano, Introducción al existencialismo
23
Filosofía
Breve reseña histórica
Las respuestas de nuestros primeros sabios
Se conviene en considerar que la Filosofía y la ciencia, como
reexión metódica y sistemática, nacen en la civilización griega hacia
el siglo VII a.C. Inicialmente no se puede diferenciar entre ambas.
Thales de Mileto: opinaba que el agua era el origen de todas las
cosas; posiblemente haya llegado a esta conclusión al observar
cómo el agua se convertía en hielo o vapor y cómo estos volvían
a convertirse en agua. Por cierto, algo de razón tenía, pues hoy
sabemos que el agua es el principal componente de todos los seres
vivos.
Se trata de una forma de pensar racional que se distingue del
pensamiento mágico-religioso. Mediante él, el hombre intentaba dar
respuesta a las preguntas que se hacía, la mayoría de las cuales
estaban referidas a los fenómenos naturales. Por ejemplo ¿por qué
llueve? o ¿por qué no crecen las plantas en determinada época del
año? o ¿por qué se produjo el terremoto?
Anaxímenes de Mileto: creía que el aire era la materia prima.
Él conocía la teoría de Thales pero se preguntaba «muy bien, es
posible que el agua sea el origen de todo, pero el agua a su vez
¿de dónde procede?» Su respuesta era que el agua no era más
que aire condensado. Esto se observaba con claridad cuando llovía
pues el agua de la lluvia procedía del aire.
La explicación a tales preguntas se realizaba a través del mito,
que es un relato sobrenatural, cuyos personajes son dioses que
explican los fenómenos naturales y sociales. Así, el enamoramiento
era explicado por la inuencia de Afrodita, la guerra por el accionar
de Ares, la primavera por el regreso de Proserpina del Hades, el
viento por los soplidos de Eolo.
Empédocles: este lósofo pensaba que un solo elemento (agua,
aire o lo que fuere) no era suciente para explicar la existencia de
tanta variedad de cosas ni tampoco para explicar los innumerables
cambios por los que pasan las cosas. Consideró que la materia
prima no era un solo elemento sino cuatro: aire, agua, tierra y fuego.
Estos elementos se unían para formar las cosas y se separaban
cuando ellas morían o se destruían.
Para los primeros lósofos, estas explicaciones míticas eran
inadecuadas y consideraron apropiado recurrir al pensamiento
racional y a la experiencia sensible para encontrar las respuestas.
De esta manera dieron los primeros pasos para el surgimiento del
pensamiento racional, independizando el saber de la religión.
Había también dos fuerzas que operaban en este proceso: el amor y
el odio. El amor unía y el odio separaba. De acuerdo con la proporción
en que cada elemento se combinaba con otro surgían las diferentes
cosas.
Siguiendo el noble efecto del asombro, los primeros lósofos
(llamados también sicalistas o siócratas, debido a que preguntaban
sobre la naturaleza o Phycis en griego) se plantearon la pregunta
fundamental sobre el origen del mundo, sobre aquello que constituía
la realidad ¿por qué había algo y no más bien nada? Ese algo que
constituía todo ¿qué era? ¿de dónde venía?
Demócrito: este lósofo te sorprenderá aún más que los anteriores
porque, aunque no lo creas, es el padre de la teoría atómica.
Por supuesto, no como la conocemos actualmente, pero fíjate si no
24
Filosofía
es bastante parecida: decía que todas las cosas estaban formadas por
átomos (átomo signica indivisible). Pensaba que había varios tipos de
átomos que diferían en forma y tamaño. Precisamente esta diversidad era
la que permitía innitas combinaciones. Así se podían explicar mejor los
cambios y la gran variedad de objetos. No sólo los objetos materiales sino
también el alma estaba formada por átomos. Cuando uno moría, tanto el
cuerpo como el alma, se deshacían en estos átomos que así quedaban
sueltos para volver a combinarse y formar otras cosas (un pez, una or,
una piedra, etc.)
Los problemas fueron haciéndose más complejos y las respuestas
también. Por ejemplo, para Pitágoras, el componente último y constitutivo
del universo era el número. El número era pensado como una unidad
mínima de materia, un punto en el espacio. Esto tenía como consecuencia
inmediata pensar en un universo ordenado en clave matemática y que sólo
podía ser conocido por quienes estuvieran instruidos en ése saber.
En este contexto es que los griegos inventaron la palabra «losofía»
y su empleo como término comienza en el círculo socrático. Por su
etimología signica amor a la sabiduría y la tradición cuenta que fue
Pitágoras (a quien suele atribuirse el origen de la palabra) quien concibió
al lósofo como un enamorado de la sabiduría, no como un poseedor
de ella. La tradición debe ver en ello las limitaciones humanas en el
conocimiento y el reconocimiento de estos límites.
Ahora el problema era ¿cómo conocer? ¿cómo tener conocimiento?
Heráclito de Éfeso, otro pensador presocrático, se vio atormentado por
esta pregunta. El sabio de Éfeso había observado que en la naturaleza
todo cambia, nada se mantiene inmóvil, las cosas se rompen y se
corrompen. En consecuencia, el conocimiento del mundo no es posible,
porque lo que aprendemos, habrá cambiado mañana.
25
Ruina de la ciudad de Efeso,
en Grecia, patria de Heráclito
Es de Heráclito la célebre armación «no podemos bañarnos
dos veces en el mismo río», como expresión máxima del cambio
continuo. Pero no se trata de un cambio continuo caótico, sino
que todo cambia en su contrario: así lo caliente se vuelve frío,
lo joven se vuelve viejo, etc.
Se puede tener un saber, el saber de cómo las cosas
cambian, de ése orden, de ése frágil equilibrio que se oculta
tras la máscara del uir de las cosas entre un ser y un no ser.
El sentido de la respuesta está, una vez más, dirigido a la
comprensión del funcionamiento de la Naturaleza, de la vida
del hombre en el mundo.
Filosofía
La gura de Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.) es legendaria. Nació
y vivió en Atenas. Dueño de una personalidad muy seductora, era
enigmático e irónico. Se paseaba por las calles topándose con las
personas con quienes pasaba largas horas conversando. De esta
manera enseñaba, pues para él la forma de enseñar no era dictando
cátedra sino haciendo que la misma persona dedujera lo que tenía
que saber. Se hacía pasar por tonto y hacía preguntas que la otra
persona iba respondiendo. Así mostraba que el conocimiento en
realidad está dentro de uno, como adormecido, hasta que sale a la
luz gracias a la labor del maestro.
En cambio, Parménides de Elea, dará una respuesta opuesta:
sólo es posible conocer aquello que permanece siendo siempre lo
mismo. Sólo se puede tener conocimiento de lo inmutable. Resuelve
el problema armando que el cambio constante de la realidad es sólo
una ilusión de nuestros sentidos.
La consecuencia de esta armación es que se desautoriza a la
percepción como fuente de conocimiento y se privilegia a la razón
porque ella puede hacer abstracción de las contingencias del mundo
y ver más allá de lo mutable. Éste es un paso que más adelante será
fundamental para diferenciar la Filosofía de la ciencia.
Este modo de preguntar ha sido llamado mayéutica, que
signica «partero de almas» y se comparaba así con su
madre que había sido partera de hombres. Así como su
madre ayuda a una mujer a dar a luz a su hijo, el maestro
ayuda al alumno a que éste dé a luz los conocimientos que
están dentro suyo.
Esos conocimientos estaban referidos a los valores
morales. Sócrates creía que existían virtudes objetivas y no
relativas a las personas y que todos conocemos pero que no
sabemos que interiormente están en nuestro saber.
Así es que los hombres juzgan sus actos como valerosos
y, a pesar de la diversidad de las condiciones en que esos
actos se dan, existe algo que es común a todos ellos y que
se constituye en la denición de la valentía.
Su lucha fue denodada contra los Sostas, unos sabios
viajeros que ociaban como maestros de la Retórica y que
privilegiaban las formas del discurso y no las virtudes morales
del orador.
Parménides
Demócrito
26
Filosofía
Su máxima era que «todo es relativo», aprendizaje que era legado
de sus viajes, en los cuales fueron testigos de la diversidad de leyes
y de reglas morales que regían los distintos pueblos.
Son diversas las fuentes de inspiración del pensamiento
platónico. Una de ellas es el pensamiento pitagórico, expresado
en el letrero que colgó en la puerta de su Academia en Atenas:
«Nadie entre aquí si no sabe geometría».
Sócrates descubrió el concepto, esa idea que expresa de manera
abstracta los caracteres objetivos y universales de un hecho o cosa.
Así se negaba a reconocer que los hombres fueran justos según su
antojo: hay una idea de justicia y todos sabemos cual es, sólo nos
falta reconocerla. Para obrar bien, sólo hay que conocer el concepto
correcto, tengo que reconocerlo en mí. Esto es lo que se da en llamar
optimismo gnoseológico.
Es que el saber geométrico ejemplificaba el tipo de
conocimiento considerado como verdadero, era el auténtico
conocimiento cientíco. Era el conocimiento que daba la razón,
independientemente de los sentidos.
Con sus preguntas e ironía que ponían en ridículo a cualquiera
frente a una multitud de personas y su cuestionamiento severo sobre
las formas viciadas de gobernar que estaban primando en Atenas
se ganó la enemistad de poderosos.
Así, se lo acusó de «corromper a los jóvenes y de introducir
nuevos dioses», una acusación infame, una calumnia, sólo destinada
a desprestigiarlo y anular sus duras críticas. Fue condenado por una
escasa minoría, a beber cicuta o el exilio.
Actividad
«La reputación que yo haya podido adquirir no tiene otro origen que
una cierta sabiduría que existe en mi. ¿Cuál es esta sabiduría?
Quizá es una sabiduría puramente humana y corro el riesgo de no
ser, en otro concepto, sabio, al paso que los hombres de que acabo
de hablaros son sabios de una sabiduría mucho más que humana.
Nada tengo que deciros de esta última sabiduría, porque no
la conozco, y todos los que me la imputan mienten y sólo
intentan calumniarme».
Platón, Apología de Sócrates
Pero, para dar su última lección al pueblo de Atenas, decidió morir
bajo las leyes que siempre respetó. El exilio para un griego era peor
que la muerte. Signicaba renunciar a su lengua, a su tradición, a
sus costumbres y, por sobre todo, un gesto de desapego a las leyes
que rigieron toda su vida.
Lean atentamente, reexionen y relacionen con la actitud
crítica de Sócrates.
Sócrates no escribió sus lecciones, todo lo que de él sabemos
se lo debemos a su el alumno Platón, quien mediante los Diálogos
ha relatado las experiencias que su maestro le legó.
27
Filosofía
Platón, inuenciado por Heráclito, también ve en este mundo un
lugar del que no es posible aprender porque cambia y se corrompe.
No hay ciencia posible de las cosas sensible. También, toma parte del
legado de Parménides y, por ello, arma que sólo se puede conocer
aquello que permanece inmutable, es decir, libre de cambio.
Ciencias Prácticas: son aquellas que estudian el obrar humano.
Resultan de la observación de las acciones de los hombres con
la intención de comprender y de perfeccionar su vida en la polis.
También en orden de mayor a menor: la Política como la ciencia del
recto vivir en comunidad y la Ética como la ciencia del recto vivir
individual.
Estas dos vertientes conuyen en las deniciones socráticas.
Entonces Platón cree descubrir que en realidad el hombre es un
habitante de dos mundos: uno, el sensible del que participa durante
su vida humana, que cambia que se corrompe y del que forma parte
su cuerpo mortal; y otro que está compuesto por las ideas inmutables,
libres del tiempo y de la corrupción del mundo material y del que
participa nuestra alma, cuando no está en nuestro cuerpo.
Ciencias Poéticas: la extrema particularización del saber porque
se ocupa de hechos únicos, irrepetibles, contingentes, sobre los
que no se puede establecer ninguna ley, regla o norma única. Es un
saber referido a la producción de un objeto particular, son las Bellas
Artes.
En la Edad Media, el pensamiento religioso tiñó la búsqueda de
conocimiento. El cristianismo hegemonizó las prácticas cientícoreexivas. Así fue que la razón, como instrumento de conocimiento,
cedió terreno a la revelación de una verdad que era dada por la
divinidad.
El alma inmortal en su vida incorpórea conoce la perfección de
un mundo ordenado según el saber racional de la geometría, allí
contempla las ideas de Bien, de Justicia, etc. y cuando da vida a
un cuerpo las olvida. Sólo mediante los actos de este mundo o un
maestro que nos guíe podremos recordar la perfección de las ideas
y realizarlas en este mundo.
La Iglesia pasó a ser considerada como la institución capacitada
para establecer el saber supremo. Única intérprete autorizada de
los conocimientos del mundo, pensado como una creación divina.
Aristóteles, alumno de Platón, es el primero en sistematizar el
conjunto de las ciencias, establece distinciones y clasicaciones que
aún mantenemos. Identica una jerarquía ontológica de las ciencias
relacionadas con los grados de abstracción del conocimiento.
La Naturaleza dejó de escudriñarse para pasar a ser comprendida
desde la Biblia, que contenía la palabra de Dios que explicaba el
origen, la conformación y la nalidad del hombre, el mundo y el
universo.
Ciencias Teóricas: se trata del conocimiento más abstracto que
se obtiene de contemplar (mirar con la razón) los objetos naturales
del mundo. En orden de mayor a menor universalidad encontramos
a la Física, las Matemáticas, la Metafísica.
La Filosofía sigue siendo considerada la madre de todas las
ciencias pero su práctica se hallaba supeditada al saber de la
Teología: era la razón al servicio de la fe.
28
Filosofía
En la Modernidad, después del gran revuelo
provocado por el Humanismo del Siglo XIII que
intentaba recomponer el lugar del hombre en la
naturaleza, y de una razón independiente del la
divinidad, y del Renacimiento del Siglo XV, que
también estaba orientado a recuperar su acceso
directo al mundo para estudiarlo, para comprenderlo
y así también reanudar la búsqueda del saber
postergado por los siglos de la Edad Media.
Así es como se recompone el andar de las
ciencias, que en su auge de logros y efectividad,
logran una rápida autonomía, no sólo de la religión,
sino fundamentalmente del saber losóco que el
saber especulativo a la observación directa.
Será la figura de Galileo, en este sentido,
paradigmática. Su enfrentamiento con la Iglesia
signicó tener que negar sus armaciones basadas en
observaciones, para adherir a los dichos de la Biblia
que negaba la posibilidad de que la Tierra no fuera
el centro del universo.
A pesar de ello, es Galileo, quien sienta las rmes
bases de la Física moderna, determinando el estudio
de un objeto especíco y aplicando sobre él una
metodología: experimentos y observaciones que
resultaban en mediciones, cálculos y predicciones.
Para Leonardo da Vinci (1452-1519),
el hombre es el centro del mundo, síntesis del universo
Reproducción de una página de sus cuadernos
29
Filosofía
Posteriormente ocurre lo mismo con Lavoisier quien establece la posibilidad cierta de la Química como una ciencia autónoma. También la
Biología y, en consecuencia la Medicina, logran progresar notablemente gracias a la desacralización del cuerpo humano y de la Naturaleza
en general.
Ya en el siglo XIX, las Ciencias Sociales siguiendo los pasos de las Ciencias Naturales y Exactas que avanzaban conadas en su
posibilidad de obtener conocimiento cierto, también se autonomizaron de la Filosofía.
Este proceso tiene como fundamento la creencia de que el conocimiento se da a través de la observación y experimentación, es decir, la
metodología de la ciencia. Esto genera el desarrollo de las ciencias particulares y la consecuente transformación de la vida en el mundo.
Finalmente, lo que fuera la madre de todas las ciencias, se quedó sin ciencias, pero se reservó para sí y para los demás, una actitud
examinadora permanente.
Algunas de las preguntas que se plantean los lósofos son muy difíciles de responder
30
Filosofía
Actividades
1. Realiza una lista con las palabras que no se conocen y organiza un glosario buscando su signicado
en diccionarios y en libros de la asignatura. Luego coteja, discute sus signicados en grupo.
2. Confecciona un cuadro que establezca las distinciones centrales entre Filosofía, Ciencia e Ideología.
Completa la tarea trayendo un recorte de periódico que corresponda con cada una de ellas.
3. Observa detenidamente las viñetas y elige una de ellas para dar su opinión fundamentada sobre la
Filosofía. Escriba una breve fundamentación de su elección.
31
Filosofía
4. Selecciona un fragmento de un diálogo platónico y
representar en grupos. Justica la elección y especica los
elementos de contenido losóco en ellos presente.
5. Organiza una lámina con recortes de periódicos donde se
expresen problemas actuales que la Filosofía pueda abordar
desde su práctica reexiva y fundamentada.
32
Descargar