Más pruebas de que la estimulación cerebral profunda es eficaz en

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Más pruebas de que la estimulación cerebral profunda es eficaz en la
depresión grave.
Autora: Deborah Brauser
Uno de los primeros estudios preliminares multicéntricos en valorar la estimulación
cerebral profunda (ECP) en la depresión grave confirma los datos previos
indicativos de que este tratamiento es eficaz.
En el estudio abierto los investigadores estimularon la zona de la circunvolución
cingulada subcallosa del cerebro en 21 pacientes con depresión resistente al
tratamiento (DRT) crónica. Un año después de recibir la implantación de ECP, la
mayoría de los participantes del estudio mostró una reducción del 40% en los
síntomas de depresión.
El investigador principal, Dr. Andres M. Lozano, PhD, neurocirujano del Toronto
Western Hospital y profesor de neurocirugía en la Universidad de Toronto, Ontario,
Canada, dijo en un comunicado: «La reducción de los puntajes de depresión es
clínicamente importante pues estos pacientes habían intentado con anterioridad
múltiples medicamentos, psicoterapia o electroterapia convulsiva sin obtener
resultados satisfactorios».
El Dr. Lozano añadió «El ver que 62% de los pacientes de este estudio responden
en el término de un año nos da la esperanza de que esta investigación puede dar
origen a un tratamiento en esta población de pacientes difíciles de tratar».
El estudio fue publicado recientemente en la versión en línea de Journal of
Neurosurgery.
Gravemente deprimidos
En el año 2005 el Dr. Lozano y sus colaboradores publicaron los resultados de un
estudio unicéntrico que demostró eficacia del tratamiento de ECP en una mayoría
de 20 pacientes con depresión resistente a tratamiento. Los investigadores
señalan que luego trataron de reproducir estos hallazgos en varios centros.
Para el estudio actual incorporaron a 21 adultos con depresión resistente a
tratamiento (60% mujeres; media de edad: 47,3 años; media de años de años de
depresión: 20 años) en tres centros canadienses.
Todos los participantes no podían trabajar cuando se incorporaron en el estudio y
la media del número de medicamentos que habían intentado con anterioridad era
16. En todos el sistema de ECP Libra (St. Jude Medical) se implantó cerca de la
clavícula para administrar pulsos de corriente eléctrica leve en la circunvolución
cingulada subcallosa, que está situada en la zona 25 de Brodmann.
Se utilizó la Escala de Hamilton de Valoración de la Depresión (HRSD-17) para
valorar los síntomas al inicio y en los seguimientos a 1, 6 y 12 meses.
El criterio principal de valoración fue una reducción mínima de 50% en los
puntajes de síntomas en la HRSD-17 en la valoración a un año. Los criterios
secundarios de valoración comprendieron las calificaciones en la escala de
Impresión Clínica Global de la Gravedad, para valorar la gravedad de la
enfermedad.
Resultados mixtos
Los resultados mostraron que aunque 57% de los participantes tuvieron una
reducción de 50% en los puntajes de síntomas en la HRSD-17 en el seguimiento a
un mes, sólo 48% mostraron la reducción en el seguimiento a los seis meses y
sólo 29% la mostraron en el seguimiento a un año.
Los investigadores señalan: «El descenso evidente de la eficacia puede ser
problemático pero es posible que se trate de una especie de artefacto del análisis
de los datos».
Un total de 62% de los pacientes tuvieron una reducción de 40% o más en las
calificaciones de los síntomas entre el inicio y el seguimiento a un año.
También tuvieron cambio de gravedad a menos gravedad después del tratamiento
quirúrgico y la mayoría mejoró tras el procedimiento, señalan los investigadores.
Los informes de efectos adversos comprendieron náuseas y vómitos (n = 7),
cefalea (n = 6), erosión superficial de la piel (n = 1) y malfuncionamiento de la
extensión de los electrodos (n = 1).
Además, un paciente cometió suicidio ocho semanas después de implantación del
dispositivo. Otro intentó el suicidio entre la cuarta y la quinta semana pero se
consideró que esto se debió a un problema familiar.
Según el comunicado, los investigadores están realizando un estudio de
seguimiento más extenso en 20 centros estadounidenses e internacionales.
Atracción de interés importante
El Dr. Kim J. Burchiel, del Departamento de Cirugía Neurológica de la Oregon
Health and Science University en Portland, en un comentario editorial
concomitante, señala: «El Dr. Lozano y sus colaboradores clínicos nos han
proporcionado un estudio interesante e importante».
Sin embargo, el Dr. Burchiel hace notar que debido a su diseño abierto, el estudio
«no puede considerarse como indicativo de eficacia; sólo se puede valorar la
inocuidad en cierto grado».
Además, considera que la tasa de mejoría de 29% a un año es «moderada»,
añadiendo que puede ser compatible con una respuesta placebo.
«Sin duda será necesario un estudio prospectivo aleatorizado a mayor escala con
un seguimiento más prolongado para abordar la cuestión de la eficacia a largo
plazo».
No obstante, el Dr. Burchiel afirma que la posibilidad de que la ECP algún día
pueda mostrar utilidad en pacientes con depresión resistente a tratamiento está
siendo objeto de interés importante en los campos de la psiquiatría y la cirugía
neurológica.
Afirma: «Se puede vislumbrar que esto representaría un hito importante en
neurocirugía funcional y reactivaría el tratamiento invasivo de los trastornos de la
conducta».
«Creo que todos estamos de acuerdo en que si este tratamiento evoluciona y
madura, debe demostrarse rigurosamente que es inocuo y eficaz. Confío en que el
Dr. Lozano y sus colaboradores estarán al frente de este esfuerzo».
El estudio fue respaldado por St. Jude Medical Inc. Los autores del estudio
declararon varias relaciones económicas, las cuales se enuncian en el artículo
original. El Dr. Burchiel ha declarado no tener ninguna relación económica
pertinente.
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