Los Talentos, la Innovación y la Disciplina

Anuncio
Los Talentos, la Innovación y la Disciplina
Domingo 04 de Septiembre de 2011 00:00
Entre los colegios que asesoro uno de los que más me impacta por su capacidad creadora e
innovadora es el colegio alternativo “Talentos” de Trujillo, que cuenta con el exitoso liderazgo
pedagógico de Lucía Pérez y la eficiente administración de Ximena Valdivieso. A decir verdad,
conozco pocos colegios en el Perú que tengan el vuelo educativo de este colegio, por su
carácter innovador, experimental, no convencional, proactivo, y por el enorme peso que le da a
los vínculos afectivos con los alumnos, lo que permite hacer una educación personalizada, para
satisfacción de alumnos y padres. . Recientemente en agosto convocaron a todos los alumnos
del colegio para participar en el proyecto “Mi Invento” del “Talentos Factory” del área de
ciencias. Me llamó la atención la tremenda capacidad inventiva de los alumnos que desde los 3
años de edad aflora cuando la institución les abre los espacios y estimula para ello. Pude ver
las propuestas de proyectos de niños de 5 años entre las cuales impresionaba una mesa con
ojos, un robot guardador de juguetes, el espejo maquillador, la TV flotante, las zapatillas que
cambian de forma al gusto del usuario. En otro ambiente se exhibían los proyectos de los
alumnos de primaria y secundaria entre los cuales observé a los que proponían una goma de
mascar que permite que el que habla lo haga en otro idioma, un jabón depilador, una cartera
que cambia de color según la ocasión, pintura emotiva (cambia de color según el ánimo de la
gente congregada), despertador que a la vez es tostadora y cafetera automática, pizarra que
escribe sola lo que la profesora habla, esmalte que cambia de color según la luz del día,
perfume que cambia de olor según el estado de ánimo, lápiz traductor, casaca termostática,
robot conciliador de conflictos entre padres e hijos, cuchara detectora de calorías, etc. Independientemente de la viabilidad práctica de los proyectos (de hecho sin que los alumnos lo
sepan, algunos ya existen), lo que estos niños y jóvenes están mostrando es una creatividad
muy valiosa, que debiera ser una de las piedras fundamentales de la educación de nuestros
tiempos. Expresarla será posible en la medida que las instituciones educativas como “Talentos”
les den a los alumnos el estímulo y espacio suficiente para que esto ocurra.
. Algunos comentarios de colegas que expresaban preocupación por la disciplina escolar en la
secundaria de Talentos me dejó pensando en tantos otros colegios innovadores de vanguardia,
que gozan de un enorme prestigio precisamente por ese carácter innovador y personalizado,
pero que son vistos por quienes no son parte de esa comunidad educativa como colegios que
no tienen una “buena disciplina”. Claro, quienes aspiran a una disciplina rígida, represiva,
persecutoria, que pone el peso en las faltas y sanciones antes que en la recuperación del
estudiante trasgresor, obviamente no son candidatos a ser parte de la familia de colegios como
“Talentos”. Pero quienes vemos de cerca los enormes y positivos desarrollos que ocurren en la
personalidad y habilidades intelectuales y sociales de estos alumnos, nos damos cuenta que lo
que unos consideran una debilidad, en realidad es una fortaleza. . Si partimos de la premisa que la rebeldía adolescente es normal y tiene que expresarse de
alguna manera (usualmente en forma de trasgresiones a las normas establecidas “para ver qué
pasa”) para diferenciarse de los adultos mientras definen su identidad, la pregunta que tienen
que hacerse los padres es ¿prefieren que sus hijos expresen su natural rebeldía adolescente
en la escuela secundaria, donde hay directores, tutores y profesores capaces de contenerla y
orientarlos para corregirse, o prefieren que se mantengan reprimidos por temor a los castigos o
la expulsión del colegio secundario, y que la expresen en los desbandes nocturnos o de fin de
semana, o eventualmente postergándolos hasta la vida universitaria?
. 1/2
Los Talentos, la Innovación y la Disciplina
Domingo 04 de Septiembre de 2011 00:00
Para mi la respuesta es unívoca. Prefiero que lo hagan dentro del colegio -teniendo el equipo
docente control de lo que ocurre- a que lo hagan fuera del colegio, donde ya nadie controla
nada. Y si alguien quiere un indicador adicional de que esto tiene sentido, basta con que
averigüe qué tales personas son los egresados del colegio una vez que tranquilizan su volcán
hormonal adolescente y avanzan por la vida universitaria y adulta. Si los indicadores son
positivos ¿no es una buena señal de que el camino seguido es correcto? . Artículos afines: . Los Padres y la Nociva Sobreprotección
. Padres: Educación de madre china versus norteamericana
. Israel es el líder mundial de la educación, y la Diáspora no lo cree...
.
HARTAZGO: 30% de Docentes Indefensos ante la Indisciplina
.
Del Bullying a la Convivencia Pacífica
Quieren Militarizar la Educación del Callao
La hora del recreo: placentera o tortuosa
Tu castigo es no graduarte
No es sano militarizar las relaciones humanas
2/2
Descargar