Trabajo de religión La Celestina Fernando De Rojas

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Trabajo de religión
La Celestina
• Biografía:
− Fernando De Rojas: Sobre su vida pocos datos conocemos, excepto por los datos extraídos de su nieto.
Sobre la fecha de su nacimiento podemos saber, a partir de los datos dados por el propio autor ,quien afirma
que acabó la obra siendo estudiante en Salamanca, que podría tratarse de la década de 1470. Según el proceso
de la solicitud de probanza de hidalguía de su nieto, parece ser era conocido por ser un hidalgo notorio.
Fernando de Rojas estudió en Salamanca a fines del siglo XV, alcanzando el grado de bachiller, con el que él
mismo se nombra en el acróstico inicial mientras que en una carta este mismo se declara jurista y estudiante
en derechos
Se piensa que posteriormente volvió a la Puebla de Montalbán y allí residió hasta 1508 aproximadamente, ya
que aquel año tomó posesión de la alcaldía de su pueblo, según aparece en los libros de Acuerdos del
Ayuntamiento. Ocupó el cargo de alcalde y también de letrado, oficio que ejerció durante un periodo largo de
tiempo, al menos hasta 1538. En Talavera de la Reina se casó con Leonor Álvarez, con la que tuvo varios
hijos, siendo su hijo Francisco de Rojas, a quien da toda su biblioteca. Murió en Talavera de la Reina en 1541,
según su testamento.
Queda por establecer, finalmente, su presunta filiación de judío converso, según el proceso iniciado en 1525
por la Inquisición, su suegro, por judaizante, quien intentó, sin conseguirlo, que fuera su letrado el bachiller
Fernando de Rojas. Este proceso ha servido para catalogar a Rojas de converso, e intentar así explicar algunos
aspectos de la Celestina bajo la corriente judía dentro de una sociedad que los perseguía. Sin embargo, los
estudios más recientes, así como el que la obra de Rojas jamás tuvo problemas con la Inquisición ni con la
Iglesia en el siglo XVI, ha hecho reconsiderar dicha postura. Nada en la obra apunta hacia la defensa de los
principios judíos, ni en su defensa, y finalmente en todos los otros procesos y peticiones de hidalguía, siempre
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aparece la familia de Rojas como hidalgos viejos y conocidos. La actitud del autor no deja al descubierto
ningún flanco de supuesto ataque a la ortodoxia ni a la Inquisición; ningún aspecto de la obra se aclara desde
la perspectiva del Rojas converso.
• Argumento:
− Calisto es un joven noble que junto a sus dos criados, Parmeno y Sempronio, viven en una humilde casa. Un
día uno de los halcones de Calisto se escapa y va a parar al huerto de una hermosa, joven y rica doncella,
llamada Melibea. Calisto la ve y se queda prendado de ella. Melibea por el contrario no se siente atraída y le
rechaza tajantemente.
Calisto se va a su casa y allí delira en amor por su amada y adorada Melibea. Uno de sus criados, Sempronio,
intenta calmarle y consolarle diciéndole que conoce a una vieja hechicera llamada Celestina que puede
ayudarle. Sempronio y Parmeno se alían a la vieja alcahueta a cambio de dinero aprovechándose de la locura
de su amo. Celestina por el contrario hace todo lo posible para que se lleve acabo los deseos de Calisto, que
no son otros que su amada Melibea se muera de amor por él. La vieja le vende un hilado untado en una
pócima para que se enamore de Calisto. Al parecer da resultado y Celestina concierta una cita entre los dos
enamorados. Esa noche se encuentran en casa de Melibea y se quedan hablando detrás de la puerta, mientras
Sempronio y parmeno van a casa de Celestina a reclamar la parte que les pertenecía de la cadena que Calisto
regalo a Celestina en agradecimiento a su trabajo. Los criados la matan y a consecuencia de eso les ejecutan.
La siguiente noche Calisto y Melibea se entregan a la pasión amorosa uniendo así sus almas para siempre.
Elicia, la criada de Celestina y Areusa se quieren vengar de la muerte de su ama, contratando a Centurio, un
rufián de poca monta. Esa noche Calisto va en busca de su amada cuando de repente en la calle oye unos
ruidos, se asusta y al intentar bajar por la escalera, cae y muere. Melibea desesperada por haberse entregado a
Calisto, ahora muerto, se tira desde la torre de su casa mientras su padre, Pleberio, lo presencia atónito sin
poder hacer nada por evitarlo.
• Genero Literario:
− Uno de los problemas de la obra referido al género literario, se nos presenta en el titulo (Tragicomedia), la
forma dialogada y la división en suponen una función dramática que no pare tener. Para ser novela ,se nos
presenta en forma dialogada
En su época no hubo duda, de que se trataba de una obra dramática. Lo único que presentaba duda era que si
es una comedia, ya que se suponía que tenia que tener final feliz, además no podía llamarse tragedia, ya que
sus personajes eran de baja condición social, así que Rojas paso por encima estos pensamientos y la llamo
Tragicomedia.
Algunos la consideraron una obra dramática, sacado de la conclusión de que su larga extensión se debía a que
es una obra dramática.. Rojas no escribió su obra pensando en la representación, por la sencilla razón de que
no había entonces teatros en Europa. Su plenitud como obra sólo se daría en la lectura dramatizada además de
que la Celestina fue escrita para ser leída en voz alta..
La teoría más difundida, sin embargo, es la que interpreta a La Celestina como una comedia humanística
(desarrollo lento, ambientes contemporáneos, personajes humildes, diálogos variados, sentencias y refranes,
citas cultas...), al estilo de las que se estaban realizando en Italia. Como se ve La Celestina parte de una
fórmula dramática que arranca de la comedia romana, se prolonga en las comedias elegíacas medievales y
concluye en la comedia humanística.
Stephen Gilman llegó a la conclusión ya en 1945 de que la obra de Rojas era agenérica, es decir, algo distinto
y anterior a que la comedia y la novela cristalizaran como géneros literarios. Un cierto hibridismo genérico sí
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parece observarse. Determinadas características narrativas, como la notificación directa y minuciosa de la
realidad, así como el tratamiento del tiempo literario, más bien narrativo que dramático, se mezclan con la
forma dialogada de la acción.
• Personajes:
− Celestina: Es, sin duda el personaje mejor logrado y a la vez el más complejo de los personajes creados por
Rojas. Sobre este personaje se han cargado todos los calificativos imaginables, hasta el demoníaco y Celestina
no es un personaje demoníaco sino humano en el sentido de que su existencia sólo es posible porque existe
una sociedad urbana que de alguna manera la necesita. Celestina es un personaje que vive del vicio y de las
bajas pasiones de los demás y todo esto lo aprovecha en beneficio propio. Lo que sí hace Celestina es servirse
de todas las artes, desde la hechicería a las ocasiones para lograr su propósito: dinero, porque la gran pasión
de Celestina es la avaricia; la avaricia es la que la lleva a pervertir a los criados de Calisto: por avaricia no se
detiene ante nada ni le importan los medios que halla que poner.
Celestina ha pasado a la posteridad como la encarnación de la moral sin escrúpulos, puramente utilitaria, para
lo que todo es lícito si es en provecho propio; no repara en medios para lograr sus objetivos, y el proceso de
perversión a que somete a los criados de Calisto es algo cercano a lo demoníaco. Importante también es
señalar que Celestina ama su oficio y lo realiza con el interés de un profesional, como otros realizan el suyo −
según ella misma dice−.. Otro hecho que la define de algún modo es su importancia social como alcahueta,
hecho éste digno de tenerse en cuenta a la hora de ver La Celestina como testimonio histórico social. En
efecto, Celestina es reconocida, tal como es, de una manera general. Pármeno, en la descripción que de ella
hace, dice que en todas partes está y todos la solicitan.
− Calisto: Noble y de ingenio. Impresionable, fácil al desánimo y a la exaltación más apasionada. Los dos
rasgos más sobresalientes de este nuevo amador son: por un lado su total enamoramiento, es un poseso del
amor, lo cual le hace andar completamente abstraído, en ocasiones como un sonámbulo; y por otro su egoísmo
y su inseguridad. Cae así en los esquematismos del amor cortés y en las exageraciones propias de los amantes,
fruto no de la razón sino del corazón. Encarna el amor ciego, la pasión desatada, pasión que le esclaviza hasta
convertirle en un personaje trágico. Otro rasgo de este personaje es su inseguridad. Es tan inseguro, que llega
incluso a perder protagonismo a favor de Celestina y de sus criados, quienes de esta manera se agigantan
como personajes imprescindibles en la obra. En cualquier caso, la pasión de Calisto le lleva a un profundo
egoísmo que no repara en dádivas ni en ofensas. A Celestina y a los criados se los gana mediante riquezas y
adulaciones, y, cuando le llega la noticia de que han muerto, su dolor parece inicialmente sincero, pero
enseguida se apresura a justificar su muerte. A Calisto sólo le importa la consecución de sus deseos, por eso
morirá víctima de ellos.
− Melibea: Según el retrato de Calisto, podría hacernos pensar que estamos ante un tipo de mujer
estandarizada, con resabios de dama del amor cortés y con rasgos de la nueva estética renacentista, y,
efectivamente, nos hallamos ante un retrato estereotipado, ante un ideal femenino de belleza que es común al
final de la Edad Media y a todo el Renacimiento. Un retrato que tiene más de ideal y de sueño que de real.
Pero aunque el retrato físico de Melibea pertenece a un ideal de belleza propio de una época, no así su
personalidad. Melibea es ya profundamente individual; sabe actuar de modo práctico y directo, buscando
enérgicamente aquello que anhela. Melibea no es la joven cuya voluntad aparece ligada a la de los padres. No
dudará en engañarlos, en fingir, en pasar ella sola a la acción para lograr sus apetencias. En este sentido,
Melibea representa en la literatura española la primera gran incorporación del individualismo de la persona
defendido por el Renacimiento. El proceso de su pasión está magníficamente expresado con verdadera
intuición del alma femenina: desde el rechazo inicial, al comienzo de la obra, hasta su entrega apasionada a
Calisto en el jardín de su casa, pasando por ese punto intermedio de fingidas protestas y pretendidos rechazos.
Melibea enamorada ya no se detendrá ante nada. Pactará con la vieja, engañará a su madre y se entregará a
Calisto.. Pero el azar, la fatalidad o el destino acabarán con cualquier tipo de apasionamiento, como
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posteriormente en Romeo y Julieta o en Don Álvaro, el duque de Rivas. Entra, por tanto en la concepción
moderna de la mujer. En posesión de una belleza idealizada, propia del Renacimiento afirma, sin embargo, a
lo largo de la obra su poderosa individualidad, su fuerza y su pasión.
− Los criados de Calisto y las pupilas de Celestina: Están trazados con maestría y originalidad. Son
personajes enteros y no simples, y fieles servidores. Pármeno, Sempronio, Elicia y Areúsa representan el
mundo bajo de los criados y las prostitutas, propio del ambiente de la gran ciudad. Sus intereses y conflictos
van paralelos a los de los personajes de clase social alta. En la tragedia clásica sólo intervenían reyes, héroes
e, incluso, dioses; sin embargo, en la obra de Rojas la gente del pueblo entran a formar parte de la trama, lo
cual es una característica de la comedia humanística. El autor refleja la situación socioeconómica del
asalariado. El resultado ha sido que, con una audacia literaria, ha hecho intervenir en u obra a los criados y a
las prostitutas como si se tratasen de personajes altos socialmente. Cada uno de los personajes constituye un
mundo con sus problemas, preocupaciones y miserias,. En La Celestina, en cambio, los criados deciden,
ponen condiciones, exigen, y a la vez son pieza clave sin la cual es inconcebible la marcha de la obra. Los
criados de La Celestina tienen su pequeño drama íntimo y su gran pasión: La avaricia.
• Característica del renacimiento y la edad media en la obra:
−La Celestina llega en un momento de madurez y por ello los diferentes movimientos culturales y literarios
confluyen en ella purificados. En efecto, en ella se aúnan, en equilibrio admirable, el mundo medieval y el
renacentista, por una parte y la tendencia culta y la popular, por otra. Esto determinará en gran medida su
lenguaje y estilo.
Se pueden distinguir, en efecto, un lenguaje culto y latinizante, cargado de artificios, y un habla popular lleno
de refranes y de expresiones vivaces. Sin embargo, la separación no es nítida; el uso de los diferentes registros
del lenguaje no corresponde de forma absoluta a los estamentos sociales distintos − señores y plebeyos. −,
sino que se entrecruzan ambas tendencias, dependiendo no sólo del emisor, sino también del interlocutor y del
asunto tratado. No obstante, hay que apreciar una clara tendencia a la diferenciación.
El estilo elevado, por su parte, presenta una cierta moderación, si bien encontramos aún la frecuente
colocación del verbo en el final de la frase, consonancias, amplificaciones, latinismos léxicos y sintácticos
como el uso frecuente del infinitivo y el participio de presente. En cuanto a la crítica sobre el exceso de
erudición, hay que decir que la abundancia de sentencias y alusiones históricas y mitológicas se interpretan
hoy como una convención estilística análoga al hecho de que en el Siglo de Oro todos los personajes hablasen
en verso.
También el lenguaje popular, tan rico en La Celestina, está sujeto a cierta mesura; es prudente el uso de los
modismos del hambre y prescinde de dialectalismos y de formas de ambientación localista que le hubieran
proporcionado fáciles elementos de comicidad y colorismo. En cambio, es de destacar la gran abundancia de
refranes.
Por último, en La Celestina la técnica del diálogo se manifiesta con suma perfección, pudiéndose distinguir
diferentes tipos según la intención del autor: monólogos caracterizadores y ambientadores − importantísimos,
ya que, al no estar destinada la obra para la representación, sirven a su vez de acotaciones dramáticas−,
diálogos oratorios y diálogos breves de gran riqueza.
• Valoración Personal:
− Me ha gustados este libro de la Celestina porque es una obra muy diferente a los demás de libros que yo he
leído. Además me ha gustado la forma moralizadora que pretendía dar el autor, Fernando de Rojas, a las
personas de su época que pudieran leer esta obra, es decir, con esta obra el autor hace una condena contra
todos aquellos que intentan revelarse contra los principios y costumbres de aquella sociedad. Además en esta
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obra de La Celestina el autor de una visión muy pesimista, ya que todos los personajes principales mueren,
debido a su rebelión contra los valores de la época.
Me ha llamado mucho la atención de cómo la Celestina se las ingeniaba para conseguir todo lo que se
proponía. También lo desastre que era Calisto, que después de estar sufriendo tanto por el amor de Melibea,
justo cuando lo consigue, se cae por el muro y se mata. Creo, que con esto Rojas pretende decir algo y es que
aprovecha el momento, que nunca se sabe lo que puede pasar.
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