CONTÁCTENOS KPMG EN PERU Lima, 20 de Julio de 2012 Circular N° 242 Modifican el Código Tributario y sustituyen, entre otras, la Norma VIII de su Título Preliminar, introduciendo la figura del Fraude a la Ley El día 18 de julio se publicó, en el Diario Oficial El Peruano, el Decreto Legislativo No. 1121, como parte de las medidas tomadas por el ejecutivo en ejercicio de las facultades delegadas por el Congreso de la República. Esta es la segunda reforma que se hace al Código Tributario en este mes; en esta oportunidad tiene como principal objetivo combatir actuaciones elusivas y evasivas, incorporando al efecto la figura del “fraude a ley”, así como facultades especiales a la Administración para combatirla. La norma en comentario complementa además las reglas de responsabilidad tributaria, modifica los plazos para el otorgamiento de cartas fianza en los procedimientos contenciosos e introduce una serie de normas de carácter procesal, entre otros, con el fin de fortalecer la facultad de recaudación de la Administración Tributaria. Entre las principales modificaciones innovaciones, tenemos las siguientes: e Fraude a la Ley y medidas contra la Elusión y Evasión Fiscal Hasta antes de la norma bajo comentario, en nuestra legislación solo existía como cláusula general anti elusiva, la figura de la “calificación económica del hecho imponible”, recogida en la Norma VIII del Código Tributario (en adelante CT), la cual premunía a la SUNAT de la facultad de recalificar los actos y negocios jurídicos en función a la real operación económica que se producía, prescindiendo de esa forma del ropaje contractual que las partes pudieran haber estructurado en el negocio jurídico. Así, nuestro CT había dado reconocimiento legal al principio de realidad económica o de substancia sobre la forma a efectos de gravar los hechos imponibles. Sin embargo, como reiterada jurisprudencia del Tribunal Fiscal había observado, ello no implicaba la posibilidad de cuestionar el medio contractual utilizado, ni el propósito negocial de las partes al celebrarlo, en la medida que nuestra legislación no amparaba la figura conocida como “fraude a la ley” ni facultaba a la Administración Tributaria para juzgar si el contribuyente debió utilizar otro instrumento contractual, en vez del realmente implementado, por lo que no podía atribuir los efectos tributarios de éste último a la operación original. De este modo, si la operación económica se correspondía con la operación jurídica (contrato), la SUNAT no podía cuestionar la utilización del vehículo contractual alegando que la razón para su uso fue obtener una ventaja fiscal, a pesar de existir otros negocios jurídicos propios para el propósito negocial buscado por el contribuyente y, consecuentemente, no podía tampoco desconocer el tratamiento fiscal que le correspondía conforme a ley. De hecho, el Tribunal Fiscal señaló, en su oportunidad, que nuestro ordenamiento no podía albergar tal posibilidad en la medida que la antes mencionada Norma VIII del CT expresamente prohibía extender los alcances de las disposiciones tributarias a supuestos distintos a los señalados expresamente por la ley, efecto que, evidentemente, se producía con la figura del fraude a la ley puesto que implicaba atribuir las consecuencias fiscales de un supuesto no producido (regulado por la norma “defraudada”) a otro sí producido en los hechos (al que le correspondía las consecuencias de la norma “coberturada”). En esta oportunidad el legislador ha dispuesto incorporar, como Norma XVI del CT, la figura del fraude a la ley, además de sancionar con el desconocimiento de las ventajas fiscales obtenidas, no sólo la evasión fiscal sino también la elusión, aplicando la calificación económica del hecho imponible cuando estemos ante actos simulados. Con relación al fraude a la ley, se faculta a la SUNAT a aplicar la norma que hubiera correspondido (norma “defraudada”) a los actos usuales o propios para su aplicación, cuando se evite total o parcialmente el nacimiento del hecho imponible o se obtenga ventajas fiscales (como reducir la base imponible, la deuda, obtener pérdidas, saldos o créditos, etc.), y siempre que se presenten concurrentemente las siguientes circunstancias: • Que los actos celebrados por las partes (en forma individual o conjunta) sean artificiosos o impropios para conseguir el resultado obtenido; y • Que por la utilización de tales actos surtan efectos jurídicos o económicos, distintos al ahorro o la ventaja tributaria, que sean iguales o similares a los que se hubieran obtenido con los actos usuales o propios. Para poder aplicar las consecuencias de la norma “defraudada” a la operación realizada por las partes, la SUNAT está facultada, si fuese aplicable, a calificar económicamente la operación inclusive. Consideramos, de lo expuesto, que el desconocimiento de los efectos fiscales de la operación jurídica podrá desestimarse si se acredita que no se está en cualquiera de los supuestos señalados, es decir, si con suficiencia probatoria se acredita que los medios utilizados no resultan ser impropios para el propósito negocial buscado o no son artificiosos; o, de ser el caso, que sí existen motivos jurídicos o económicos válidos relevantes y distintos a los de obtener la ventaja fiscal, y que producen un beneficio empresarial diferente al que se hubiera producido con el medio usual o propio designado por la legislación para obtenerlo. Ahora bien, en cualquier caso, en nuestra opinión, esta medida del legislador afecta directamente los principios de reserva de ley y de seguridad jurídica, en tanto los hechos imponibles y las consecuencias fiscales de los mismos (el impuesto) sólo deben establecerse por ley o norma con rango similar, y no por interpretación o extensión de los alcances de una norma sobre otra, tal como pretende hacerlo el legislador al introducir la figura del fraude a la ley en nuestro ordenamiento. De hecho, el legislador ha sido tan consciente de esto, que ha pretendido evitar su cuestionamiento introduciendo como último párrafo de la Norma VIII del CT la salvedad de que lo dispuesto en la Norma XVI no afecta lo señalado por dicha Norma con relación a la prohibición de extender los alcances de la ley a supuestos no regulados por ella. Esta salvedad legislativa nos parece inoperante en la medida que no enerva el hecho que la reserva de la ley está expresamente recogida en el artículo el artículo 74° de la Constitución, de cuyo desarrollo interpretativo se desprende la imposibilidad de aplicar el fraude a la ley mientras no se modifique dicha disposición constitucional. Además de inconstitucional, creemos que es ilegal, en tanto está vulnerando la Ley No. 29884 (que otorgó al Poder Ejecutivo la facultad de legislar en materia tributaria y aduanera), toda vez que su artículo 2° sólo facultó al Ejecutivo a “modificar” el Código Tributario a fin de combatir conductas elusivas, “preservando la seguridad jurídica”, esto es, se le faculta a introducir normas que cambien el sentido de las disposiciones vigentes o que incluyan nuevas regulaciones pero en la medida que éstas no generen incertidumbre jurídica, situaciones de indefensión o de inconstitucionalidad, lo que a todas luces sucede con la introducción del fraude a la ley, más aún si se deja a total discrecionalidad del fisco el determinar cuándo estamos ante un acto “artificioso”, “impropio”, o que generen o no “ventajas similares” a las que se hubieran obtenido con actos “usuales o propios. Adicionalmente, si a esta facultad discrecional de la Administración se suma al incentivo o motivación que se plantea en la Ley de Fortalecimiento de SUNAT (Ley No. 28916), consistente en la facultad de otorgar incentivos por desempeño a sus trabajadores, en función al “cumplimiento de los objetivos y metas institucionales vinculadas al incremento de la recaudación, ampliación de la base tributaria, reducción del incumplimiento tributario”, etc. tenemos entonces, una mezcla bastante peligrosa para la seguridad jurídica. Responsabilidad Solidaria La modificatoria ha ampliado una causal de responsabilidad solidaria del representante cuando por dolo, negligencia grave o abuso de facultades, éste deje de pagar tributos, al obtener indebidamente ya no solo notas de créditos negociables, sino también órdenes de pago del sistema financiero y/o abono en cuenta corriente o de ahorros y otros similares. Asimismo, se ha incorporado la atribución de responsabilidad solidaria a los administradores de hecho (que es aquella persona que, sin ser nombrado como administrador, ejerce en la práctica un poder de gestión o de influencia decisiva en el deudor tributario) cuando por dolo o negligencia grave se incurra en las causales de responsabilidad solidaria establecidas para los representantes (tercer párrafo del artículo 16° del Código Tributario). En este caso la carga de la prueba en contrario la tiene el contribuyente. Ampliación de los plazos de vigencia de las cartas fianza en los procedimientos contenciosos Las modificaciones antes referidas serán de aplicación a los recursos de reclamación o de apelación que se interpongan a partir del 19 de julio del 2012. Obligaciones de los administrados Se establece que la carta fianza bancaria o financiera a efectos de interponer recurso de reclamación extemporáneo, deberá expedirse por el monto de la deuda actualizada hasta por 9 meses (y ya no por 6 meses) posteriores a la fecha de la interposición de la reclamación, plazo vencido el cual podrá renovarse por igual periodo. Asimismo, cuando se trate de la reclamación de resoluciones emitidas como consecuencia de la aplicación de las normas de precios de transferencia el plazo sobre el cual deberá expedirse la carta fianza será de 12 meses y ya no de 9 meses. En ese mismo sentido, en caso se opte por presentar medios probatorios extemporáneos mediante la acreditación de una carta fianza, ésta deberá expedirse hasta por 9 meses (ya no 6), y si la reclamación versase sobre la aplicación de las normas de precios de transferencia el plazo se extenderá a 12 meses (ya no 9) posteriores de la fecha de la interposición de la reclamación. En forma análoga, en el caso de apelaciones interpuestas en forma extemporánea, la carta fianza a presentar deberá expedirse por el monto de la deuda actualizada hasta por 12 meses (ya no 6), pudiendo renovarse por periodos similares. En el caso de apelaciones de resoluciones emitidas como consecuencia de la aplicación de normas de precios de transferencia los plazos ascenderán a 18 meses (ya no 12 meses). Dentro de las obligaciones establecidas en el Código Tributario, destinadas a facilitar las labores de fiscalización y determinación que realice la Administración Tributaria, se ha establecido que los sujetos exonerados o inafectos también deberán presentar las declaraciones informativas en la forma, plazo y condiciones que establezca la SUNAT. Medidas cautelares en procesos judiciales Si bien la interposición de medidas cautelares en sede judicial se encuentra regulada por el Código Procesal Civil, la norma modificatoria ha introducido en el CT una serie de reglas que deberá observar el contribuyente a fin de que ésta sea concedida, las cuales tienen por evidente finalidad la limitación de su concesión. Orientación al Contribuyente Como consecuencia de las medidas antielusivas que viene tomando el legislador, se ha establecido que la SUNAT podrá desarrollar medidas administrativas para orientar al contribuyente con el fin de evitar conductas elusivas. Vigencia La norma en comentario entró en vigencia el 19 de julio de 2012. Esta circular se ha elaborado con el único propósito de poner en conocimiento de forma general y breve los aspectos más saltantes de las normas que se comentan; en consecuencia, no debe ser utilizada como fuente de consejo profesional. Para mayor información contactar a: Javier Luque Bustamante: [email protected] Javier Caiña Vela: [email protected] © 2012 Grellaud y Luque Abogados S. Civil de R. L., sociedad civil peruana de responsabilidad limitada y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (\"KPMG International\"), una entidad suiza. Derechos reservados. Declaración de Privacidad en Línea de KPMG y Cláusula Exonerativa de Responsabilidad Av. Javier Prado Oeste 203, San Isidro, Lima, 27, Perú -Teléfono: (511) 611-3000 Fax: (511) 441-1033 Email: tax&[email protected] Website: http://www.kpmg.com/pe