La normativa REACH pretende mantener una industria química competitiva, proteger la salud y el Medio Ambiente La normativa REACH pretende mantener una industria química competitiva, proteger la salud y el Medio Ambiente La Federación Empresarial de la Industria Química Española acepta que la responsabilidad sea de las empresas y no de las autoridades El objetivo principal de la normativa REACH es el de mantener una industria química competitiva, la protección del Medio Ambiente, de la salud pública y de los trabajadores en particular, según explicó la representante de la Comisión Europea, Cristina de Ávila, en el marco de la conferencia 'Factores de riesgo medioambientales en la empresa e influencia en la salud' que organiza SalvsLaboris durante toda esta semana en Madrid. De Ávila resaltó que la nueva propuesta legislativa entrará en vigor "en el peor de los casos en 2007" y que simplificará la normativa existente, aplicando un único criterio para las sustancias químicas nuevas y las existentes. Del mismo modo, REACH fomentará una mayor innovación en el sector de la industria química, así como una mejora de la aplicación de la legislación y un aumento de la información sobre las sustancias que se utilizan en la actualidad. Por otro lado, De Ávila informó de que si entra en vigor la propuesta producirá un beneficio sobre la salud de las personas, ya que morirán "4.500 personas menos por cáncer al año", según los datos de un estudio en el que sólo se analizaron los casos de cáncer respiratorio y de vejiga, además de enfermedades dermatológicas. Las empresas se verán beneficiadas por REACH a través de una mayor seguridad jurídica, que conllevará unos mejores resultados económicos y un descenso de las bajas laborales por enfermedades causadas por productos químicos. En su opinión, las empresas, con la anterior legislación, "no tenían que aportar información adicional, salvo en el caso de las sustancias consideradas como prioritarias". Además, resaltó que REACH ha nacido como resultado de la investigación sobre la aplicación del sistema legislativo anterior, concluyendo que aportaba poca información y que tenía problemas sobre el control de riesgos, entre otras cuestiones, razón por la que defendió la nueva propuesta y señaló que "las ventajas sobrepasan a los costes". TEMA COMPLEJO Por su parte, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Alejandre, advirtió de que se debe conciliar "el bienestar humano con las consecuencias sobre el Medio Ambiente". En 1/3 La normativa REACH pretende mantener una industria química competitiva, proteger la salud y el Medio Ambiente este sentido, consideró que aunque se trata de "un tema complejo" hay que buscar "un equilibrio", ya que con la normativa actual "hay una falta de información de riesgos". Además, resaltó que la anterior regulación tenía un "enfoque parcial", dado que se trataba de un sistema de control y no de prevención y que dejaba la responsabilidad a las autoridades y no a las empresas. Por otro lado, señaló que en la actualidad los agentes perjudiciales no se focalizan en el puesto de trabajo, sino que se traslada la contaminación a los hogares, por lo que insistió en la necesidad de identificar las sustancias peligrosas. Así, aplaudió la creación de la Agencia REACH como eje de gestión de todas las cuestiones relacionadas con los productos químicos. Asimismo, Alejandre defendió el principio de sustitución que propone la nueva norma, por el que "las sustancias peligrosas deben ser sustituidas por otras con menos riesgo". En este sentido, confirmó que "ya ha habido" experiencias de sustitución de productos peligrosos como en los casos del mercurio, DDT o amianto. La nueva regulación medioambiental sobre sustancias químicas "no debe conllevar un descenso de la competitividad", como el caso de Finlandia que es el país con mayor regulación en este tema, concluyó. MUNDO LABORAL Por su parte, la directora de Medio Ambiente del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de Comisiones Obreras, Estefanía Blount, orientó su exposición desde el punto de vista de los trabajadores, bajo la idea de que "toda la prevención que se haga en los puestos de trabajo es prevención para la salud pública". En este sentido, indicó que a pesar de que existe una mayor información sobre las sustancias peligrosas, "no se realiza un mayor control". Por ello, destacó que según datos recogidos en 2003, el 22% de los trabajadores respiran aire tóxico en sus puestos laborales, situación que provoca 32.000 casos de muerte por cáncer al año. Por último, Blount mostró su aprobación ante la propuesta de regulación de las sustancias químicas presentada ante la Comisión Europea, pero advirtió de que "se necesita un REACH más ambicioso, porque sino se estará perdiendo una oportunidad". En esta misma dirección se pronunció la responsable de Medio Ambiente de la Unión General de Trabajadores (UGT), Natividad Expósito, que disertó sobre el apoyo de la Confederación Europea de Sindicatos ante la nueva norma, pero con algunas salvedades. Así, explicó que la propuesta "ayuda a mejorar la información sobre las sustancias químicas y facilita la sustitución". Además, insistió en que los informes elaborados por las empresas que recojan las características de las sustancias "deben ser de calidad". 2/3 La normativa REACH pretende mantener una industria química competitiva, proteger la salud y el Medio Ambiente A su vez, valoró positivamente la creación de la Agencia REACH como organismo que tramite todos los temas que tengan relación con los químicos. Sin embargo, recalcó que "sólo se debe autorizar si hay otra sustancias sustitutivas y si los riesgos sobre la salud son menores que los socioeconómicos". "Las relaciones entre el Medio Ambiente y la salud son muy complejas", en las cuales el elemento clave son las evaluaciones de impacto medioambiental sobre la salud, que pasan por una integración de la información aportada por las empresas y por la colaboración de todas las instituciones públicas, concluyó. VISIÓN DE LA INDUSTRIA QUÍMICA El director de Asuntos de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), Francisco Pérez, explicó el punto de vista de la industria química ante la adopción de un nuevo sistema regulatorio de los productos químicos, sobre el que mostró su aprobación pero con algunos cambios "en la forma y en el contenido". Pérez apoyó los objetivos políticos de REACH, así como la creación de un sistema unitario de autorización que ayudará a que la toma de decisiones se base en el riesgo de las sustancias y no en otros factores. Asimismo, aceptó que la responsabilidad sea asumida por la industria química en lugar de por las autoridades, así como la implicación de los usuarios en la cadena de producción. Todos estos factores, resaltó, suponen que "la industria química tiene que registrar y evaluar 30.000 sustancias en once años", que es lo que tardará la normativa en ser puesta totalmente en funcionamiento. Por ello, propuso la exclusión de los sistemas de registro y autorización de los residuos, así como la simplificación del texto. También pidió la creación de un registro previo de sustancias para agilizar el proceso, para que sea viable antes de once años. Para finalizar, el director de FEIQUE insistió en que la Agencia REACH "debe tener toda la capacidad de decisión", con el fin de proteger en mayor medida la confidencialidad de los datos aportados por las empresas. E.Press © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 3/3