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1 TEMÁTICA DE LA OBRA
El tema general de la obra es la hipocresía social ya que se ve reflejado en los personajes del pueblo que
tienen el temor hacia las murmuraciones y, por lo tanto, actúan de manera que hacen lo que la gente quiere
ver para no ser criticados. Cosa crea un mundo donde la hipocresía y la falsedad están en el orden del día.
Estos personajes son, por ejemplo: Bernarda, que quiere demostrar al pueblo, iniciando un largo luto para su
marido difunto, que lo quería mucho y le respeta. Por eso, el honor que defiende es el de actuar como el
pueblo quiere que actúe, que es diferente al de Poncia, ya que ella piensa lo contrario. Es una anti−hipócrita y
no le gusta callarse las cosas; por esa razón, es muy curiosa y siempre está con la oreja metida al asunto, no
sólo para alertar y hacer abrir los ojos de Bernarda, sino para aliviar su curiosidad.
Durante el duelo del marido de Bernarda, al principio de la obra, las dos criadas establecen un diálogo, donde
podemos observar el odio que existe en Poncia hacia Bernarda. Ese odio lo manifiesta con unos insultos que
demuestran claramente que no está muy de acuerdo con la manera como la trata. Le dice a la Criada que un
día se hartará y se revelará contra ella por todas las cosas que le ha mandado hacer. Mientras están hablando
las dos solas en la casa, aprovechan para coger comida y asegurarse de que hoy no pasan hambre. La Criada lo
hace con miedo de que Bernarda se entere; por eso, cuando aparece la Mendiga pidiendo comida, se la niega,
entre otras cosas, porqué la Criada es una copia de Bernarda en carácter, pero con la diferencia de que ella es
pobre y Bernarda no. Aquí, Lorca pone de manifiesto la desigualdad social, que se refleja con esto, que lo
desarrollaré más adelante.
Pero, Poncia no es la única que odia a Bernarda, porqué las otras mujeres de pueblo también muestran ese
sentimiento hacia ella. Según ellas, es una lengua de cuchillo y se mete con la gente a base de indirectas.
Bernarda tiene muy mal genio y usa muchas habladurías. Cree que toda la gente del pueblo, sobretodo los
hombres, es inferior a ella y, por lo tanto, se cree tirana de todos los que la rodean. Ese odio de las mujeres se
ve reflejado cuando las mujeres de luto entran en la casa en el primer acto:
MUCHACHA: (a Angustias): Pepe el Romano estaba con los hombres del duelo.
ANGUSTIAS: Allí estaba.
BERNARDA: Estaba su madre. Ella ha visto a su madre. A Pepe no lo ha visto ni ella ni yo.
MUCHACHA: Me pareció...
BERNARDA: Quién si estaba era el viudo de Darajalí. Muy cerca de tu tía. A ese lo vimos todas.
MUJER 2ª: (aparte, en voz baja) ¡Mala, más que mala!
MUJER 3ª: (aparte, en voz baja) ¡Lengua de cuchillo!
[...]
MUJER 1ª: (en voz baja) ¡Vieja lagarta recocida!
En medio de todo este odio se halla el amor; y Adela lo inyecta en la obra. Vive un amor muy especial; en su
concepción de este sentimiento hay rebeldía porqué su madre no le deja vivirlo de manera natural, y como ella
es la más joven de las hermanas, tiene muchas ganas de probarlo y descubrirlo. Y si además está prohibido,
aún tiene más ganas. En consecuencia, se enamora de Pepe el Romano y prueba su boca desahogándose, a la
vez, de la presión de Bernarda.
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Otro tema de la obra es el del deseo de libertad, que no se ve realizado porqué las hijas de Bernarda tienen que
obedecer a la imposición del luto eterno encerrándose entre los cuatro muros de la casa para que, ni más ni
menos, el parecer sustituya el ser. O sea, Bernarda crea una prisión para no ser criticada por las vecinas del
pueblo. Es una libertad oprimida en todos sentidos y se ven afectadas todas las personas que viven en la casa.
Pero Adela y Mª Josefa son las únicas que luchan para conseguir la libertad. Adela odia, mucho más que todas
sus hermanas, la esclavización que le impone la madre y no le da la gana de cumplir sus normas; por lo tanto,
se las salta lo más que puede. Es la única que consigue la libertad al suicidarse, ya que demuestra su rechazo
hacia Bernarda de una manera muy sorprendente. Piensa que, como que ella no cumple las normas, y en la
casa de Bernarda Alba se tienen que cumplir las normas para vivir, se ha de marchar, y lo hace matándose.
2 PERSONAJES
Yo creo que Bernarda es una mujer insegura, asustadiza, que − temerosa de perder el control sobre sus hijas −
les impone unas condiciones de vida durísimas pera evitar la catástrofe. Esta catástrofe seria la rebelión de
todas sus hijas, como lo hace Adela al final. Las últimas palabras de Bernarda manifiestan su temor y
desconfianza por el futuro de su casa porqué cree que este acto de rebelión de Adela encadenará una serie de
acciones que acabarán por destruir la casa de Bernarda Alba. Poncia ve a venir la catástrofe que está apunto de
reventar y por eso intenta hacer abrir los ojos de Bernarda antes de que esto ocurra, para descubrirle lo que
pasa en la casa. Y lo hace sin decirle claramente lo que piensa, ya que sino, se arriesgaría demasiado a que le
reprochara; prefiere que descubra ella misma lo que está haciendo mal y rectifique sola. Realmente, lo que
percibe es que el poder que reside en Bernarda es demasiado duro para poder ser soportado por las hijas. Les
impone un régimen de prisión en el peor momento de su vida, ya que son jóvenes y quieren vivir la vida.
Martirio tiene unos rasgos negativos muy significativos. Estos son fuertes sentimientos de envidia que posee
hacia Adela. Una envidia que acaba convirtiéndose en venganza durante el desenlace de la obra, donde
maldice y hace sufrir a su hermana pequeña, ya que es la única mujer que pudo poseer al hombre que ella
también amaba. Por lo contrario, Magdalena tiene una fisonomía muy positivoa. Es la única hija que siente
compasión por Adela e intenta que no le hagan daño. Magdalena, avergonzada por el malvado acto de
Martirio (la mentira), le pide una explicación y la maldice:
MAGDALENA: ¿Por qué lo has dicho entonces?... ¡Endemoniada!
Ella es, por lo tanto, la más sensible de todas y le gustaría que Angustias y Pepe se casaran por amor (y no por
dinero). Además, según Poncia (Poncia lo ve todo), es la única que quería a su padre.
Mª Josefa, la madre de Bernarda, es una mujer mayor que lucha por la libertad. Ella también busca marcharse
de la casa, casarse y tener hijos. Esa opresión hacia ella y el intenso deseo que posee la convierte en una vieja
loca que ve, aunque parezca tonta, todo lo que pasa en la casa porqué es muy sabia. Su locura se ve
manifestada cuando sale cantando la ovejita, cuando dice que se va a casar y lleva una oveja como si fuera un
hijo suyo y le dice a Martirio que se va y que Pepe las devorará a todas porqué son semillas de trigo, etc.
Adela y Mª Josefa son los únicos personajes que luchan por la libertad en la casa y lo manifiestan de distinta
manera: Mª Josefa lo hace con la locura, y Adela con la rebeldía.
En la casa se crea una confusión; no se sabe que pasa con el Romano y Angustias por las noches. El problema
es que Angustias asegura que Pepe se marcha a la una de la noche y las otras (incluso Poncia) lo oyen
marcharse mucho más tarde (a las cuatro); lo que confirma que Adela mantiene relaciones con es después de
que éste haya estado con su prometida. El lector se da cuenta de que es con Adela y no con otra hermana
cuando Lorca cuenta, al final del segundo acto, que Adela se coge el vientre (señal se que está embarazada) en
el momento que, en la calle, persiguen a una mujer que asesinó a su hijo para ocultar la vergüenza de haber
mantenido relaciones con alguien, siendo soltera. Adela pide que la dejen, que no la maten. La defiende
claramente porqué ella ha hecho lo mismo.
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3 ESTRUCTURA, TIEMPO Y ESPACIO
Esta obra está redactada en tres actos, los cuales nos indican que no se desarrollan en el mismo día por los
siguientes indicios:
El segundo acto empieza con la presencia de las hijas, que están bordando el ajuar mientras hablan /discuten
sobre la hora en que se marchó Pepe la noche anterior; lo que asegura que ya no estamos en el mismo día que
el del duelo (primer acto). Y, en las acotaciones iniciales del tercer acto, se explica que es de noche y ellas
están cenando al patio. Se entiende que es el mismo día que en el acto segundo, pero se van a dormir y, por la
madrugada del día siguiente, se desarrolla la parte más importante del tercer acto.
Con esta separación temporal de los tres actos, Lorca pretendía destacar, en cada uno de ellos, un tema
predominante, que son los siguientes:
Acto 1º: La imposición de un luto eterno para una chicas en edad de merecer.
Acto 2º: El conflicto: La desaparición del retrato de Pepe y la aparición de ese deseo sexual tan enorme
Acto 3º: La libertad de Adela
Refiriéndonos a la estructura física de la obra, podemos fijarnos en el aspecto de que en La casa de Bernarda
Alba no hay color; que sólo hay blancos y negros. Simplemente hay un mundo incoloro que tiene un sentido:
muros blancos; vestidos negros; el patio que hay que blanquear después que se marchen los hombres que lo
han ensuciado; la blancura que Adela no quiere perder dentro de estas Habitaciones que también son blancas;
Adela sale en enaguas blancas y Martirio en enaguas y con un mantón negro. Los únicos colores que aparecen
en la obra son el abanico de colores de Adela que rechaza la madre como impropio, y el vestido verde que
lleva también Adela como rechazo rebelde a las normas de la casa de Bernarda Alba. Ella quiere vivir la vida
sin aceptar esas normas, que para ella son inmorales. Todo lo demás es en blanco y negro, y yo creo que está
hecho expresamente para destacar, al igual que lo hace la presencia de rebeldía y odio en la casa, el contraste
que existe entre blanco y negro con color vivo.
4 LENGUAJE Y ESTILO
En la obra destaca la presencia de alusiones, que son menciones o referencias hacia una persona determinada.
Las que aparecen aquí suelen ser las murmuraciones de las gentes del pueblo sobre los acontecimientos
sucedidos en una cierta persona. Los personajes a los cuales se les hace referencia son Paca la Roseta y la hija
de Librada, que son muy criticados. Las alusiones del pueblo entran en la casa de Bernarda a través de la boca
de Poncia y la Criada, que son las que siempre informan a la familia de los cotilleos que acontecen en el
pueblo, ya que estaría muy mal visto que una familia adinerada y de luto saliera a la calle para informarse de
lo que pasa fuera. Los siguientes son unos ejemplos de las alusiones que se pueden encontrar en la obra:
PONCIA: Hablan de Paca La Roseta. Anoche ataron a su marido a un pesebre y ella se la llevaron a la grupa
del caballo hasta lo alto del olivar.
PONCIA: La hija de la Librada, la soltera, tuvo un hijo no se sabe con quién.
Poncia, además de informar de los cotilleos, habla con una ironía muy particular, que se ve reflejada, por
ejemplo, cuando le insinúa a Adela que sabe que se entiende con Pepe o cuando le dice, después, para
calmarla y darle ánimos:
PONCIA: No seas como los niños chicos. ¡Deja en paz a tu hermana, y si Pepe el Romano te gusta, te
aguantas! (Adela llora.) Además, ¿quién dice que no te puedes casar con es? Tu hermana Angustias es una
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enferma. Esa no resiste el primer parto.[...] Con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces Pepe hará lo
que hacen todos lo viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y esa serás tú. Alimenta
esa esperanza, olvídalo,[...]
También utiliza, Poncia, algunas frases hechas o dichos populares como los siguientes:
en edad de merecer en edad de buscar marido.
salía fuego de la tierra no refrescaba, a pesar de la noche, la tierra conservaba el calor del día.
un golpe de sangre un infarto.
sarmentosa por calentura de varón retorcida y reseca por el deseo sexual incumplido.
Emplea muchos insultos, sobretodo durante el primer acto, que tienen la función de mostrar, junto con el de la
otra gente del pueblo, el odio hacia Bernarda. Ésta también usa insultos, que, en este caso, son para expresar
una cruel represión y un carácter de aquí mando yo en su casa. Pero más que insultos, lo que maneja
constantemente es la utilización muchas formas de mandato (como silencio, callad). Y lo hace porqué su
obligación es ocupar la posición del varón (representante de la autoridad), que, como está en ausencia, quiere
que las cosas sigan igual con esa actitud (pero no lo consigue).
PONCIA: El día que me harte me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. [...],
hasta ponerla como un lagarta machacado por los niños, que es lo que es ella y toda su parentela [...]
PONCIA: ¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos!
BERNARDA: ¡Silencio digo! [...] Pero todavía no soy anciana y tengo cinco cadenas para vosotras y asta casa
levantada por mi padre para que ni las hierbas se enteren de mi desolación [...] ¿Tendré que sentarles la mano!
Bernarda: acuérdate que esta es tu obligación.
Lo que dice la criada es diferente, ya que al principio de la obra hace un monólogo donde expresa lo que
siente por los que tienen más privilegios y los que menos tienen remarcando esa injusticia social que se ve
reflejada en la obra. Empieza a criticar a difunto, y, al ver que aparece Bernarda con las mujeres de luto,
cambia de postura y lo compadece diciendo que ella es la que lo quería más y que no podrá vivir sin él. Este
monólogo es sincero hasta que aparece Bernarda; luego la Criada pasa a decir lo que la gente quiere oír por el
motivo que ella misma ha explicado al principio de monólogo; esa injusticia social. Es decir, si dijera lo que
piensa podría ser despedida y pasar a la clase inferior; a ser una mendiga.
Creo que es importante remarcar el tema del estilo en el que Lorca pone las acotaciones de Aleda. Lo más
importante de éstas no es lo normal que se suele poner en los demás personajes, sino destacar, por delante de
todo, los movimientos que hace ella (las manos al vientre) o lo que lleva y se pone (vestido verde). Es decir,
no es importante si se moca, se peina, canta o anda cansada; más bien interesa centrarse en lo que hace para
demostrar que es rebelde y hacer ver que no le gusta vivir como vive.
5 INTERPRETACIÓN DE LA OBRA
Como ya he ducho anteriormente respeto al suicidio de Adela, yo creo que esta acción, ese final, responde a la
lógica interna de la obra. Al suicidarse, Adela consigue su libertad que tanto quería y habiendo disfrutado del
amor de Pepe. Esto refleja que si buscas la libertad en la casa de Bernarda, la encontrarás escondida en las
habitaciones más cerradas (locura de Mª Josefa) o en las más oscuras (rebeldía de Adela, ahorcamiento). La
frustración que tienen las demás hermanas también se podría liberar si se rebelasen contra la madre y se
fueran todas a probar de una vez el sexo que tanto les interesa. Después ya serian felices. Pero si la obra se
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hubiera prolongado más , yo creo que acabaría pasando esto.
En mi opinión, en la obra domina la crítica que se hace a la sociedad. Es una crítica hacia la sociedad clasista,
que se representa en la historia por esta degradación de más a menos; Bernarda > Poncia /Criada > Mendiga.
También lo hace la crítica hacia la estructura básica de la familia porqué Lorca pone como inferior la mujer
debajo del hombre dominante reflejado un fuerte machismo en la obra. Bernarda lo pone de manifiesto con lo
siguiente:
BERNARDA: Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las
hembras. Látigo y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles.
Y también Lorca critica al cotilleo y a la hipocresía social que refleja el pueblo. Esta hipocresía social es muy
importante, ya que si no hubiera ese interés personal de juzgar las acciones de los otros, y por lo tanto, de
hacer lo que los demás creen que está bien, Bernarda no impondría este gran luto en respeto (es un respeto
hipócrita) de su marido porqué no sería criticada por nadie y tampoco ella criticaría a los demás. Lo que haría
cambiar rápidamente todo el argumento de la obra, y, seguramente, ya no se llamaría La casa de Bernarda
Alba, sino Bernarda Alba o Las hijas de Bernarda Alba; y la casa desaparecería (no físicamente) para no tener
absolutamente ninguna importancia en la obra.
6 TEMAS DE EXPRESIÓN ESCRITA
• Monólogo interior en el que Martirio justifica expresa su arrepentimiento:
¡Dios mío! ¡Qué hecho! ¡Cómo pude decirle a mi hermana tal mentira! Ojalá hubiera sabido las consecuencias
que llevaría esto. Dios me perdone de tan grande pecado. ¡Cómo he podido considerar más grande el querer
de un hombre con el que no he tenido ni ocasión de hablar, que el amor de una hermana con la que he
convivido vida! ¡Oh, señor! Maldito la fuerza malvada que reside en lo más profundo de mi alma y me hace
decir cosas sin pensarlas y hacer cosas de las que después me arrepiento. ¡Vuelve Adela, te quiero mucho!
Tonta, eres una tonta; que por tu intenso egoísmo influido por nuestra madre te has quedado sin ninguno de
los dos, sin tu hermana y sin tu esperado amado. ¡Oh, Dios mío! ¿Cómo me vas a perdonar cuando ni yo
misma encuentro castigo a tan grande delito? Me hundiré y moriré con la amargura de pensar que he sido la
culpable de la muerte de mi hermana; por no saber controlarme.
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