La aventura del tocador de señoras; Eduardo Mendoza

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LA AVENTURA DEL TOCADOR DE SEÃ ORAS
CAPITULO 1
El libro comienza cuando el protagonista es llamado por el doctor Sugrañes (Onán Sugrañes) a su
despacho. Este acude y le dice que ha llegado el momento de dejar el centro en el que se encuentra (un
manicomio) puse decÃ−a que s conducta habÃ−a sido ejemplar desde el dÃ−a en que entro;(además este
doctor se jubila ya) Este hombre la salir a la calle ve una gran diferencia desde la ultima vez que es encontró
en ella (años 70, encerrado durante los años 80, y ahora son los años 90) Al salir se encuentra a
Cañuto, un hombre de mediana edad que e dedicaba a atracar bancos. Cuando lo cogieron como no sabÃ−an
que pena imponerle, lo metieron al manicomio, lugar en el que se conocieron. Acabada la conversación el
protagonista pretendo ir a Barcelona, su ciudad, a pesar de no saber como llegar y sin que la intención de
Cañuto por ver hacia donde soplaba el aire y decirle por que camino llegar le sirviera de mucho. Solo
disponÃ−a de cien pesetas que le habÃ−a dado el doctor Sugrañes. Llego a Barcelona y se puso a buscar a u
hermana Candida, acudió a donde esta desde pequeña hacia las aceras, el barrio habÃ−a cambiado mucho,
empezó a preguntar a la gente si la conocÃ−an y como nadie le contestaba y estaba cansado se durmió
entre los cascotes de una obra publica. Por la mañana siguió buscando y cuando se sentó a descansar le
fue un niño de unos ocho años, llamado JamÃ−n que le dijo que le habÃ−a estado siguiendo y por dos
talegos le llevaba, el protagonista le dijo que lo llevarÃ−a a la policÃ−a y dirÃ−a que habÃ−a violado al
niño, a el lo dejarÃ−an en libertad y al niño en un reformatorio, asÃ− que no tuvo mas remedio que
indicarle el camino. Cuando llego al timbre y le abrió una señora, esta era la suegra de Candida. Cuando
vio a su hermana la encontró muy empeorada y simplemente le pregunto por su vida. Le contó que un dÃ−a
hacia poco más de un año vio un anuncio en la calle de un hombre que buscaba una mujer sin importarle la
figura, el cerebro ni el dinero, asÃ− que le llamo. Y al dÃ−a siguiente se casaron. Llego Viriato (marido de
Candida) y en la cocina le contó su parte de la historia, y es que su madre querÃ−a que se casara, y para que
le hiciera caso, prendió fuego al piso dos veces, se tiro por el hueco de la escalera y se fue al zoo y entro en
la jaula de los leones. Y como Candida y su madre se llevaban bien, por hacerle feliz se casaron. En realidad a
Viriato le gustaban los hombres. Viriato le dio trabajo en su peluquerÃ−a. Llamada el tocador de señoras,
pues era unisex (aunque atendÃ−an a todos) con lo que obtuvo el primer trabajo honrado de su vida. Los
primeros dÃ−as se dedicaba exclusivamente a limpiar y ordenar. Incluyo lustrar zapatos, ofrecÃ−a refrescos,
piscolabis…para que dejaran mas propina. Cuando terminaba se iba a un restaurante a cenar pizza. Después
dormÃ−a en la peluquerÃ−a y cuando se hacia la hora de abrir salÃ−a la calle a anunciar todo lo que
hacÃ−an, cuando entraba alguien le echaba aerosol en los ojos discretamente y se iba a llamar a Viriato para
que hiciera el trabajo hasta que el aprendiera. Consiguió alquilar un apartamento, cercano a la peluquerÃ−a,
mas tarde adquirió una nevera y un televisor de segunda mano. Se inscribió en unos cursos de cultura
general por correspondencia, y en varias asociaciones vecinales. AsÃ− logro colmar sus necesidades
materiales, sus ambiciones sociales y sus aspiraciones intelectuales. En cuanto a mujeres, dejaron de
interesarle y asÃ− tenÃ−a a tantas como querÃ−a, es decir, ninguna. Estaba a punto de recibir la Creu de Sant
Jordi cuando ella entro en la peluquerÃ−a.
CAPITULO 2
Entro en la peluquerÃ−a una mujer (desde su punto de vista) muy guapa. Que le pidió que le lavara la cabeza
y le lustrara los zapatos. Esta le empezó a preguntar por su vida, y el contestaba con mentiras, como que se
llamaba Onán Sugrañes, realmente no tenia DNI, ni papeles ni nada ya que al nacer no le inscribieron en el
registro civil, también le contó que antes de ser peluquero trabajo en un centro de acogida de personas
discapacitadas y antes fue monaguillo. Una vez se marcho volvió a la lectura para olvidar el encuentro.
Cuando volvió a su casa intento conciliar el sueño a pesar del ruido de la calle, pero pasaban las horas y
seguÃ−a despierto. Llego el buen tiempo y los sábados por la mañana no iba casi nadie, pero por la tarde
se animaba de la gente que volvÃ−a de la playa, quienes se mostraban exigentes. Los domingos permanecÃ−a
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cerrada, salvo algún encargo, vÃ−speras de fechas señaladas o el mes el mayo, porque habÃ−a muchas
bodas, aunque nadie fue nunca. Los domingos que no abrÃ−an por la mañana visitaba dos o tres museos y
luego para no aburrirse iba a un parking a ver entrar y salir coches, a eso de las dos acudÃ−a a casa de
Candida a la comida familiar, y a las 7:30 se despedÃ−a y regresaba a su casa para ver la televisión y
acostarse temprano para empezar la semana con energÃ−a. A los nueve dÃ−as la chica volvió pero esta vez
para proponerle algo, quedaron en el bar de enfrente al cerrar la peluquerÃ−a (las 8) Una vez allÃ−, para
romper el silencio le dijo que no le gustaba la primavera, ni el verano porque de niña le enviaban siempre a
un internado en Suiza, ni el otoño, porque los pasaba en otro internado, en Barcelona. Le dijo que lo que le
querÃ−a pedir conllevaba un riesgo y rozaba los lÃ−mites de lo legal, tenÃ−a que ayudar al padre de ella
(Manuel Pardalot) que era un importante hombre de negocios. ConsistÃ−a en entrar en una oficina, sustraer
unos documentos, salir y dárselos a ella, que le servirÃ−an para poner de manifiesto que los negocios de su
padre, que habÃ−an llamado la atención de la judicatura, se trataba de un error de apreciación. A cambio le
darÃ−a un millón de pesetas. No acepto, argumentando que era un hombre ejemplar y en que su existencia
no discurriera en las afueras de la ley. Por la noche, después de cenar en la pizzerÃ−a, por la calle la chica
en un coche le pidió subir, al momento se percato de que allÃ− dentro habÃ−a mas gente y un encapuchado
le apuntaba con una pistola en la cabeza, y le explico que lo que tenia que hacer no era un robo, y si ocurriera
algo asÃ− para la policÃ−a ellos responderÃ−an por el. Que su empresa se llamaba El Caco Español, S.L. y
de ella son los documentos que deberÃ−a sustraer. Que no querÃ−a que la conversación fuera en esa
situación pero no le habÃ−a dejado mas remedio. Que llevaban mucho tiempo buscando a alguien como el,
con su pasado, pero en realidad su pasado lo dedico sin trabajar honradamente, y cuan do le pillaron, tuvo que
hacer servicios a la comunidad, y fue cuando lo mandaron al manicomio, para intentar su pronta reinserción
en la sociedad (su abogado se limito a enviar una postal desde MenorÃ−a) finalmente acabo cediendo. Los
documentos estaban en una carpeta azul en el cajón derecho de la mesa del despacho del jefe. Le explico que
entrarÃ−a por el garaje y subirÃ−a unas escaleras (las de emergencia) que tuviera cuidado con el de seguridad
y que todas las puertas de los despachos estarÃ−an abiertas porque es cuando trabajaban las de la limpieza. A
las 00:23 le dejaron en la puerta y le permitieron 25 minutos para la maniobra, por lo que le esperarÃ−an en la
puerta a las 00:48. Una vez en el garaje, resbalo y cayo, pero con un plano de la empresa siguió, subió las
escaleras de emergencia, pero a lo que se dio cuenta no sabia en que piso estaba, por lo que bajo y empezó
de nuevo, hasta llegar al 4º Desactivo la alarma, y como vio que la luz roja de la cámara permanecÃ−a
apagada fue recorriendo el lugar hasta entrar en una sala de juntas. Al fondo, estaba el despacho del director.
La puerta estaba cerrada, con cerradura de máxima seguridad y con lo que llevaba en el bolsillo consiguió
abrirla (dos horquillas, un peine y unas tijeras) consiguió la carpeta, borro con un pañuelo las huellas de las
demás y salio por la escalera de emergencia, no tenia gomas, se le cayo un par de veces y tuvo que recoger
todo, llego al lugar de la cita y el coche no estaba. Al momento apareció un taxi con la chica dentro, se la dio
y esta se fue respondiendo (a su pregunta) que mañana le darÃ−an el dinero. Este hombre se sentÃ−a
engañado, y con un error en la ejecución, el no cobrar por adelantado.
CAPITULO 3
La mañana en la peluquerÃ−a la paso durmiendo hasta que entro una señora preguntando si podÃ−a
teñir de rubio a su husky, la echo fuera y viendo el periódico, que esta habÃ−a dejado olvidado y lo ojeo,
recordando que cuando estaba en el manicomio, cuando les llegaban los periódicos eran atrasados y todos
sus compañeros lo relacionaban con el tour de Francia. Una noticia le llamo la atención y decÃ−a:
asesinato de un pobre hombre de negocios, anoche, era Manuel Pardalot, y fue asesinado en su despacho con
siete disparos, se supone, estaba allÃ− para recoger unos papeles necesarios para el dÃ−a siguiente; pero al
menos en ningún periódico ponÃ−a nada acerca de algún sospechoso, pues fue cuando el estuvo allÃ−.
Después se acerco a la empresa y vio que estaban intentando descubrir al culpable, pero se tuvo que ir para
abrir la peluquerÃ−a, y no fue nadie hasta que a las 7:45 apareció la Sra. Pascuala (pescadera) y este estaba
de mal humor asÃ− que lo hacia a trasquilones y ni le contestaba por lo que antes de acabar, esta se fue de
allÃ−, y al rato la Sra. Margarita, fue a hablar con el y decirle que el problema fue que Pascuala se habÃ−a
ilusionado con el y al ver ese cambio en su forma de ser se enfado y se fue. Al llegar a casa le pidió a su
vecina Purines, que estuviera atenta a su piso en su ausencia y le informara si aparecÃ−a alguien, le pidió
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polvos de talco y los echo en el rellano, a la mañana siguiente encontró unas pisadas hacia su puerta, fue a
la peluquerÃ−a, y estaba todo mirado y vuelto a colocar en su sitio, cuando volvÃ−a noto a alguien que le
seguÃ−a, por lo que se escondió y cuando paso por allÃ− le sorprendió, era el chofer (negro) del coche en
el que habÃ−a ido la noche anterior. Y le dijo que tenÃ−a un mensaje de la srta. Ivet (la chica) que haga lo
que le ordene o el que lleva el mensaje le retorcerÃ−a el pescuezo, entonces se fueron a hablar, buscaron un
sitio para aparcar y el coche no era la limusina del dÃ−a anterior (era alquilada) sino un coche propio, un
SEAT de esa época, y entraron en un bar llamado putos negros al Paredón. Por lo que al entrar le dijo que
el negro era sultán de Brunei, bebieron un poco y le contó que se llamaba Magnolio, pero su nombre real
era LuÃ−s Gonzaga. Que vino de inmigrante y le metieron de chofer porque no entendÃ−a el idioma y
decÃ−a a todo que si (en su idioma significaba no) finalmente se quedo dormido y el protagonista le dijo al
del bar que el sultán tenÃ−a un yet privado y que se asegurara que no le faltaba de nada cuando despertara.
A la mañana siguiente leyó en un periódico del quiosco del sr. Mariano la esquela del Sr. Pardalot y vio
que el entierro era a las diez. Cuando llego a la peluquerÃ−a el candado estaba seccionado y dentro habÃ−a
un gran desbarajuste, lo que significaba que Magnolio no era el único que le seguÃ−a. Arreglo todo y abrió
pidiéndole al Sr. Boldo, dueño del videoclub que estuviera pendiente y si entraba alguien le dijera que
volvÃ−a enseguida y si fuera necesario les pusiera una pelÃ−cula que luego se la pagarÃ−a. Una vez en el
entierro fue a 1º fila, donde se encontraba la familia mas cercana, se hizo pasar por agente de seguros y le
dijo a una chica que si le decÃ−a su grado de parentesco le dirÃ−a si ha sido beneficiada, a lo que le contesto
que era Ivet Pardalot, su hija, y este no lo entendÃ−a porque no se parecÃ−a en nada a la que estuvo en la
peluquerÃ−a. Fue al final y les pregunto a unos señores si conocÃ−an al difunto, dijeron que si y este
contesto que eran como uña y carne y amigo de sus cuatro hijas, a lo que contestaron que solo tenia una,
este pregunto si era alta, rubia, guapa y piernas despampanantes y le dijeron que no que era morena, baje,
feúcha y piernas como un par de zanahorias, y que se habÃ−a debido de equivocar de entierro. Este se fue y
el Sr. Boldo le dijo que no habÃ−a ido nadie. Por lo que seguramente pensó, habÃ−a sido victima de un
engaño. A media tarde fue a la peluquerÃ−a su cuñado Viriato, para oÃ−r sus quejas sobre el estado del
secador eléctrico, pues a 5 clientes se les tuvo que llevar al ambulatorio con lesiones leves. A lo que corto
la respuesta de este preguntándole si llevaba marcapasos, al decirle que no dijo que llevaba un rato oyendo
un tic-tac, asÃ− que salieron corriendo y oyeron a sus espaldas una explosión y vieron volar los objetos a la
vez que ellos, estaban bien, y el empezó a recoger todo mientras atendÃ−an unos hombres a Viriato, llego la
policÃ−a que debÃ−a haber sido llamada por un transeúnte. Al llegar les explico que tenia la estufa de
butano encendida y habÃ−a sido la causa, por lo que se fueron y Viriato le dijo que porque les habÃ−a
mentido, le contesto que estaban en un buen lió y tenÃ−an que resolverlo por sus propios medios, por lo que
no le contara nada a nadie de lo sucedido (la bomba) y se alejara de el. Al caer la tarde tenia todo mas o
menos recogido y llego un hombre muy pálido y le dijo que se sentara en lo que quedaba de sillón y le dijo
que era Magnolio, que se habÃ−a cubierto de harina para pasar desapercibido, y este iba de negro porque
estaba cubierto de hollÃ−n, le dijo que la Srta. Ivet querÃ−a verle en persona, que sus vidas corrÃ−an peligro
asÃ− que se subió al coche y fue; acudió al piso que le dijo y le contó que como ya sabia, ella no era la
verdadera Ivet, que le engaño porque a ellos les hicieron lo mismo, que electa en un mal sitio porque
piensan que es el asesino de Pardalot porque las cámaras lo grabaron y aunque fuera ahora a la policÃ−a y
contara lo ocurrido no lo creerÃ−an y l meterÃ−an al manicomio un tiempo. Le pidió que vigilara a Ivet y
mañana quedarÃ−an y se contarÃ−an todo. Esa noche para entrar en el despacho se hizo pasar por un
vecino de allÃ− y le dijo al guardia que creÃ−a que se habÃ−a dejado la puerta del garaje abierta, cuando se
fue, aprovecho para entrar a comprobar si la documentación del director habÃ−a sido cogida por el juez y
asÃ− fue, y al oÃ−r los ruidos el guardia fue y pregunto para saber si habÃ−a alguien a lo que este contesto
que era Pardalot, y el guardia se fue asustado. Siguió buscando y sin querer acciono el contestador
automático y al oÃ−r los pasos del guardia salio rápidamente y le pregunto si habÃ−a visto algo, le digo
que no y que si habÃ−a pasado algo no tenia porque darle detalles que se fuera y como si no hubiera pasado
nada. Cuando llego a casa encontró todo patas arriba, por lo que pensó le habÃ−an echo un registro,
pregunto a Purines si habÃ−a visto algo y dijo que durante un rato oyó mucho alboroto, pero considero mas
apropiado no actuar ni llamar a la policÃ−a. Es despidió de ella, se fue a casa y empezó a ordenar todo. A
la mañana siguiente fue a un bar y comenzó a llamar a todas las floristerÃ−as cercanas para saber quien
era la tal Reinona a la que el Sr. Pardalot le hubiera entregado las flores en la cena de esa noche. Cuando dio
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con la floristerÃ−a que era le dijo que era su abogado y que por favor le repitiera la dirección de Reinona por
asuntos de papeles, esta se lo dijo y lo que pensó fue en acudir porque pensaba que también acudirÃ−a el
asesino de Pardalot, Magnolio acudió al bar y cuando este le contó que pensaba descubrir al culpable este le
dijo que por un lado es lo que deberÃ−a hacer pero por otro que no contara con el, la salir se encontró con
Ivet, (la falsa) y estuvieron hablando pero ninguno habÃ−a descubierto nada importante; finalmente Magnolio
se arrepintió de no ayudarle y fue la dirección de REinona para ver de que se trataba y les contó, que era
una mansión y le habÃ−a abierto el mayordomo, y como pregunto si era el centro para inmigrantes sin
papeles este le dijo que si querÃ−a fuera esta noche que tenÃ−an una cena y que le dejarÃ−a trabajar aunque
cobrando poco, este acepto y asÃ− podrÃ−a comprobar de que se trataba realmente.
CAPITULO 4
Por la mañana acudió a la tintorerÃ−a del Sr. Ramachandra, para que le dejara un traje de los que llevaba
la gente, pero se lo llevo sucio porque alquilarlo lavado costaba el doble, por si se manchaba y debÃ−a volver
a lavarlo. El traje era plateado y tenÃ−a lamparones. Por la noche acudió a la casa de Reinona y le abrió el
guardia de seguridad que estuvo el dÃ−a que asesinaron a Pardalot, le pidió la invitación y como no tenia le
dijo que se la habÃ−a olvidado en otro traje, no le dejo entrar por lo que acudió otro hombre, que reconoció
del dÃ−a que estuvo por la empresa, le dijo que era el abogado de Pardalot y que Reinona le habÃ−a
mandado personalmente la invitación, y le dejo pasar. Al entrar le condujeron hasta un grupo de personas, a
lo que este saludo efusivamente al primer hombre que vio tratándole como si fuera Reinona, este era el
alcalde de Barcelona por lo que este se lo aclaro y la mujer que tenia al lado dijo que ella era Reinona, al
momento el alcalde empezó a dar un discurso porque pronto comenzarÃ−an de nuevo las elecciones y
recordar que esperaba ganarlas porque contaba con sus votos. Mientras el alcalde hacia el discurso, este
aprovecho para intentar encontrar algo interesante por la casa, de modo que subió las escaleras y comenzó
pero pronto tuvo que esconderse porque el recepcionista (el guardia del la empresa la otra noche) pasaba por
allÃ− con una botella de champán y una pistola, cuando se fue, entro en una habitación de mujer, por lo
que pensó que seria la de Reinona, inspecciono un poco todo y como no tenia mucho tiempo tenia que
cambiar de habitación , por lo que fue por el baño, una especie de gabinete o un estudio, estando allÃ−
escucho por el conducto del aire acondicionado que estaba concluyendo el discurso por lo que es dispuso a
volver al salón antes de terminar, iba a ir por las escaleras pero vio al recepcionista vigilándolas asÃ− que
fue por las del servicio y sin que se dieran cuenta se volvió a situar tras Reinona y empezó a aplaudir.
Entonces esta se giro y le dijo que se fuera si aun valoraba su pellejo, y le explico como salir, también le
dijo que se pondrÃ−a en contacto con el, consiguió salir aunque no entendió como el guardia no le habÃ−a
logrado dar alcance. Llego a su casa y se encontró en el portal a Ivet, que le contó que le habÃ−an seguido
durante la tarde, y aprovechando un descuido del sujeto en cuestión habÃ−a ido a su casa para contárselo
todo, este le ofreció que se quedara a dormir esa noche para evitar lo que pudiera ocurrir, cuando iba a
echarse en la cama con ella sonó el timbre, era la policÃ−a por lo que les abrió y metió a Ivet en el
armario cerrándolo con llave y dejándola (la llave) en un bote de cucal. Entraron y cogieron un anillo
robado del bolsillo de su traje, por lo que se ve Reinona lo habÃ−a dejado allÃ− y luego llamado a la
policÃ−a por el robo cometido, se disponÃ−an a llevárselo a comisarÃ−a cuando apareció un guardia civil,
que decÃ−a ser el teniente coronel DÃ−az-Bombona, el cual les ordeno que devolvieran el anillo pero al
hombre lo dejaran tranquilo, estos se fueron y entonces apareció Purines agradeciéndole a Marcelino que
salvara a su amigo, pues este era un cliente (o su pareja) y como era guardia civil le habÃ−a pedido el favor y
habÃ−a accedido. Mientras es lo agradecÃ−a, llamo el alcalde, por o que no tuvo mas remedio que encerrar a
Marcelino en el armario con Ivet, y dejar a Purines en el baño. Entonces apareció simplemente para
preguntarle su opinión sobre transportes públicos y acabo diciéndole que si sabÃ−a quien mato a
Paradalot, en ese momento llamo Reinona por lo que el alcalde pidió que le escondiera asÃ− que también
lo metió al baño. Esta le pidió ayuda porque decÃ−a que corrÃ−a peligro, pero vamos que acabaron en la
cama, a lo que llamo al timbre Abelardo Arderiu (marido de Reinona) por lo que se escondió bajo la cama.
Este le pregunto por el paradero de su esposa que creÃ−a que el sabrÃ−a donde estaba, por no decir que
imaginaba que estaba con el. Que le salÃ−a caro estar casado con ella pero como tenia un gran patrimonio no
le importaba que sabia que quedaba con otros hombres y que estuvo apunto de casarse con Pardalot pero
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finalmente y sin saber porque se caso con el (aunque pensaba que Pardalot le habÃ−a dejado) le contó que
sabia que se seguÃ−an viendo porque alguna vez habÃ−a contratado algún detective para seguir a la gente
que le debÃ−a dinero y aparecÃ−a Reinona en los sucesos. Le pregunto a Arderiu si pensaba que Reinona
habÃ−a matado a Pardalot y cuando le fue a contestar le llamo al timbre Magnolio, asÃ− que este se
escondió detrás de la cortina porque no querÃ−a confraternizar. Este le contó que el personal de servicio
estaba formado por un mayordomo, una cocinera, dos chicas para todo y un jardinero. Le contó que el
mayordomo fue quien le pago. Le pidió que estableciera amistad con alguien del servicio y el dijo que no le
importarÃ−a con una de las chicas para todo, dominicana que se llamaba Raimundita, que pensaba pedirle
matrimonio. Mientras hablaban volvió a sonar el timbre, era un tal Santi, este dijo que no conocÃ−a ninguno
y el le contesto que se habÃ−an visto en casa de Reinona. Magnolio se escondió tras la cortina izquierda y
vio que el tal Santi era el recepcionista (el guardia de la empresa) cuando le vio le dijo que no le iba a dejar
entrar pero ya era tarde, y este habÃ−a conseguido entrar. Le pregunto si habÃ−a matado a Pardalot ya que
toda Barcelona sospechaba de el, le dijo que no y este le mostró una carta, era una confesión en la que solo
faltaba su firma. Esta era una confesión se que el habÃ−a matado a Pardalot, se negó a firmarla por lo que
este le apunto con la pistola en la cabeza, tenia interés en culparle porque habÃ−a arruinado su carrera de
segurata, tenia que trabajar ahora de recepcionista, pues la noche del asesinato era su primera semana y
encima con contrato temporal. No se oÃ−a nada asÃ− que dedujo que todos se habÃ−an quedado dormidos.
Le dio una pluma para que firmara este metió la punta entre los cables eléctricos de modo que se fue la luz
este pensaba echarse a un lado pero nota mas presión de la pistola en su cabeza, le dijo que estuviera quieto o
disparaba. Finalmente convenció a Santi de que subiera la persiana, y mientras la subÃ−a se oyó un disparo
y Santi se desplomo sin decir nada. Le pregunto si estaba bien y este con gallardÃ−a respondió que solo
habÃ−a sido un rasguño. Le pregunto si habÃ−a sido el y le dijo que no que habÃ−a sido un francotirador
desde la azotea porque debÃ−a de haber confundido la silueta de Santi con la de el. Le pidió que mirara si
seguÃ−a allÃ−, se asomo y oyó a un hombre grÃ−tale que como siguiera espiando a su mujer en la ducha le
rompÃ−a le crisma. Santi se desplomo dejando una mancha de sangre en la moqueta. A lo que llamo al timbre
Candida, por lo que le dejo pasar. Le llevaba un trozo de bizcocho de hierbas que habÃ−a echo Viriato. A lo
que vio el cuerpo de Santi y le pregunto si lo habÃ−a matado el. Le dijo que no que habÃ−a sido alguien
desde la azotea de la casa de enfrente, y ni siquiera sabÃ−a si estaba muerto. Candida vio que respiraba lento
y desganado asÃ− que le dijo que habrÃ−a que trasladarlo al hospital. Pero no podÃ−a hacer eso porque le
pedirÃ−an explicaciones, dijo de llevarlo a una farmacia de guardia para que lo vieran allÃ−. Cambiaron la
ropa entre Candida y Santi, la dejaron en el portal como si fuera la portera y le dijo a Candida que en media
hora diera aviso de ver a una mujer indispuesta. AsÃ− Candida se fue a la calle y este empezó a sacar a la
gente de su casa. Le fue a devolver el anillo a Reinona y le dijo que lo guardara que era muy importante para
ella y que cunado lo necesitara ya enviarÃ−a a alguien a buscarlo.
Cuando logro despertar a Magnolio le pidió que vigilara la casa de Ivet, y que si ella no le hacia caso y
salÃ−a a la calle que le siguiera en todo momento y se fijara si alguien mas le seguÃ−a. Bajaron al portal para
despedirse y encontraron a la ambulancia, por lo que cada uno se despidió y se fue. Al poco de abrir la
peluquerÃ−a llego Viriato echo una furia, porque Candida le habÃ−a contado todo, pero realmente iba para
preguntarle si le gusto el pastel, le digo que se que mucho (ni siquiera lo habÃ−a comido) aprovechando que
le cambio el humor, le pidió un favor y no pudo negarlo asÃ− que se fue a cumplir su cometido.
CAPITULO 5
Estaba el protagonista comiendo en el bar, cuando apareció Viriato para contarle sobre lo que le habÃ−a
pedido, le dijo que la empresa El Caco Español S,L. aparecÃ−a inscrita en el registro mercantil desde hacia
solo cinco años. Que anteriormente Pardalot habÃ−a fundado, inscrito y disuelto seis sociedades más de
caracterÃ−sticas similares, pero los socios de todas habÃ−an sido los mismos: Manuel Pardalot, Horacio
Miscosillas, y AgustÃ−n Taberner, apodado el Gaucho. Horacio era un abogado de cierto prestigio de la
Diagonal, por lo que pensó que seria el hombre maduro y canoso de lacena del otro dÃ−a, el cual (al igual
que el pero siendo cierto) dijo ser el abogado de Pardalot. AgustÃ−n (el gaucho) habÃ−a dejado de ser socio
en la última empresa fundada, siendo sustituido por la hija de este, Ivet Pardalot. Con esta información no
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pudieron deducir nada por lo que acordaron recordar los datos porque al final del proceso seguramente les
serian útiles. Regreso a la peluquerÃ−a y aprovechando que no iba nadie se durmió, cuando despertó todo
estaba oscuro, pero ni siquiera habÃ−a dormido una hora, por lo que debÃ−an de ser nubarrones. A eso de las
seis, entro una chica, que le dijo que le hiciera lo que quisiera, resulto ser la verdadera Ivet Pardalot. Le
contó que no valÃ−a nada fÃ−sicamente, que nadie se fijaba en ella, que era multimillonaria, inteligente y
hablaba varios idiomas, que podÃ−a ir por el mundo solo porque nada le asustaba ni escandalizaba. A lo que
este le contesto que no querÃ−a nada con ella, que imaginaba que estaba allÃ− por eso, y que allÃ−
únicamente hacÃ−an peluquerÃ−a, y para eso imaginaba que ella irÃ−a a los mejores salones de Paris,
Londres…..y que por cierto allÃ− no se lo hacÃ−an mejor. Ella le dijo que estaba allÃ− porque hoy le
habÃ−an informado de que Viriato habÃ−a estado en el registro mercantil y en el de propiedad, en el de
autores…por si querÃ−a denunciarlo, y como pensaba no sabia si realmente el era el asesino de su padre o no
querÃ−a estar con un montón de juicios que no sirvieran para nada, asÃ− que como creÃ−a que estaba
investigando sobre quien fue el asesino, imaginaba que no fue el pero igual podÃ−a equivocarse y que fuera
parte de su objetivo final, por lo que le interesaba proponerle un trato. ConsistÃ−a en darle dinero a cambio de
la información que ella quisiera, y era sobre Ivet (la falsa), pues habÃ−an sido amigas de niñas, estudiaron
en el mismo internado de monjas, le contó que también se llamaba Ivet, que tenia un año mas que ella,
siempre pensó que seria modelo pues cualidades no le faltaban, pero nunca le intereso, además el dinero le
hubiera ido bien, pues dejo el colegio un año, es que su familia era pobre. Desde entonces se vieron varias
veces pero siempre por casualidad, pero finalmente Ivet (la de verdad) se fue a estudiar al extranjero y dejaron
de verse. No le contó nada mas, si el no le contaba lo que sabia sobre la otra Ivet, y como no querÃ−a, esta
se marcho diciéndole que si cambiaba de opinión se pusiera en contacto con ella. Cuando salio fue a ver a
Magnolia, a pesar de la tormenta para que le contara lo que habÃ−a ocurrido desde que llego allÃ− (esta
vigilando por si Ivet (falsa) sale) por la mañana no paso nada, a las 17:22 Ivet salio de casa y este la siguió,
sin que se diera cuenta, pero finalmente acabo perdiéndola de vista, la volvió a encontrar cuando bajo a la
estación del ferrocarril de la pza Cataluña, se dirigió a información, se dirigió a una maquina
expendedora de billetes y miro los precios, y ya regreso a casa. Le dijo que se fuera y mañana a la hora de
abrir la peluquerÃ−a estuviera allÃ− por si habÃ−a algo más que hacer. Se quedo detrás del árbol en el
que estuvo Magnolio, vigilando la ventana de Ivet. Finalmente se quedo dormido y a lo que se despertó, a
causa de un gran estornudo, ya era de dÃ−a. Volvió a casa y pregunto a Purines si habÃ−a pasado algo esa
noche en su casa, le dijo que no y le invito a pasar tras verle calado y estornudando, le invito a que se diera
una ducha, desayunar (tres tazones de te) y le dejo un disfraz de mujer, pues le puso su ropa a secar. Se fue a
la peluquerÃ−a y justo apareció Magnolio, muy puntual, le contó que habÃ−a ido a ver si conseguÃ−a
nueva información a casa de Reinona, se encontró a Raimundita que salÃ−a a comprar pan y cruasanes
para el desayuno de Reinona y su marido. Esta le contó que no sabÃ−a nada nuevo. Tan solo la tarde
anterior Arderiu y el abogado Sr. Miscosillas habÃ−an estada hablando, pero desconocÃ−a sobre que y que
habÃ−an recibido una invitación del alcalde para un mitin preelectoral, como todos los censados en
Barcelona. Este le pidió a Magnolio que se quedara en la peluquerÃ−a por si acudÃ−a alguien y que los
beneficios serian 50-50, que tuviera cuidado con las orejas y en tema de tintes, que echara agua y dijera que
volvieran mañana. Mientras el iba a seguir a Ivet, fue a la Pza Cataluña, y estuvo vigilando por si
aparecÃ−a por allÃ−, la vio y se puso a seguirla, esta compro un periódico, y un billete de ida y vuelta a
Mataro, este solo compro de ida, pues no tenia mas dinero. Subieron al tren, y este tuvo que saltar a fuera
rápidamente porque Ivet salio y tenia que salir antes de que el tren arrancara de nuevo. Se puso a seguirla,
camino por muchas calles hasta coger un taxi, este como no tenia dinero para seguirla, se metió a un bar y
pregunto que le daban por 200 pesetas, le dijeron que una bolsa con virutas de porex sabor a gallineja, que le
supieron a gloria, mas tarde un moro que regaba unos jardines le permitió beber agua de la manguera, se
espero en un banco a que regresara el taxi que habÃ−a cogido Ivet, y cunado regreso le pregunto al taxista que
de donde venia, este le dijo que de la residencia, asÃ− que este se puso en camino a pie, y consiguió llegar
preguntándole a una señora. Cuando llego la enfermera jefa le confundió con una señora a la que
habÃ−an abandonado allÃ− para encerrar pero tras aclararle que iba de visita esta se marcho y le dijo que
fuera al jardÃ−n que era donde estaban todos. Salio y se vio a Ivet hablando con un hombre, cuando esta se
fue, se dispuso a marchar también y justo se despertó el abuelo tras el que estaba escondido, el verle lo
confundió con una mujer (por el vestido) pero los dos se quedaron mirando y fue entonces cuando saludo al
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comisario Flores. Se conocieron cuando el era un aprendiz de descuidero y el comisario se iniciaba en su
oficio. El destino les unió haciendo de ellos un dúo inseparable. Flores fue el que le enseño todo lo que
sabe. Este siempre le engaño y nunca se dejo engañar por el. Flores le pregunto que a que habÃ−a ido, si
le habÃ−a ido a visitar, este le dijo que no se hiciera ilusiones que no era a el, que de haber sabido que estaba
allÃ− no hubiera ido, le contó que le engañaron para entrar allÃ−, un dÃ−a fueron a comisarÃ−a cuatro
guardias jóvenes, y le dijeron que habÃ−a llegado la hora de su retiro, que se fuera a un hotel el cual se lo
vendieron divinamente (era la residencia) pues no tenia familia, y le dijeron que se dedicara a escribir sus
memorias, pues habÃ−a visto y oÃ−do muchas cosas, asÃ− luego se lo publicarÃ−an y se harÃ−a rico. Le
dieron los papeles de entrada al hotel (realmente era la residencia) y este los firmo. Y allÃ− desde ese dÃ−a,
encerrado. Este le pidió a Flores que le ayudaba, pues estaba intentando resolver un caso, le dijo que le
contara la vida del hombre al que Ivet acababa de ir a visitar, este no la sabÃ−a pero le dijo que la podÃ−a
averiguar. Le dio el número de teléfono del bar y le dijo que si descubrÃ−a algo llamara y preguntara por
el hombre de la peluquerÃ−a. Se fue y camino hasta llegar al tren donde lo espero. Subió en el último
vagón, y junto a la puerta para poder salir si subÃ−a el revisor, pues iba sin billete. HabÃ−a un gitano
tocando el acordeón, le propuso un trato al gitano, le dijo que el le pasaba la gorra y si pasaba el revisor, el
gitano le pagaba el billete, este acepto y el negocio le salio muy bien, pues el revisor no paso. Cuando bajaron
el gitano le dijo que si le interesaba que se asociaran de forma permanente. Que el pasarÃ−a la gorra (el
gitano) y el otro harÃ−a lo demás, el gitano se llevaba el dinero, y el ganaba la protección de un hombre.
Este se negó y marcho a la peluquerÃ−a donde se encontraba Magnolio, quien le contó que a partir de a
clienta numero doce, ya lo dominaba, pues habÃ−an ido veintidós, este se asombro pues le dijo que allÃ− no
iba tanta gente ni en un año, pero miro la caja y era cierto, allÃ− habÃ−a mucho dinero. Repartieron a
medias y Magnolio le pidió que le contratara, y mas tarde podrÃ−a incluso llevar a Raimundita para que le
ayudara, este le echo de la peluquerÃ−a y le dijo que si le volvÃ−a a ver por el barrio llamaba a la policÃ−a y
le decÃ−a que no tenia papeles, pues no iba a permitir que le quitara el titulo de peluquero. Fue al bar a comer
un bocadillo de calamares encebollados, pero tuvo que parar porque vio en la peluquerÃ−a varias mujeres
esperando, acudió y le preguntaron si les podÃ−a atender Magnolio, este le dijo que no, pues habÃ−a estado
allÃ− transitoriamente pero que allÃ− estaba el para lo que quisiera, pero se fueron todas, lo que le permitió
comer tranquilo pero a la vez sumido en perplejidades. A las 6:30 llego Candida, que habÃ−a ido por todos
los hospitales hasta dar con Santi, para ver en que estado de salud se encontraba, un interno le dijo que ya casi
estaba bien, que solo habÃ−a sido una bala y no era nada en comparación con el trabajo que les estaba dando
la salmonera, por lo tanto en dos o tres dÃ−as podrÃ−a salir de allÃ− y continuar con sus actividades
criminales como le habÃ−a dicho el enfermo; Candida reconoció que ese muchacho galán habÃ−a
despertado sus instintos maternales. Estuvieron un rato hablando, y cuando se hizo hora de cerrar la
peluquerÃ−a, Candida se fue a su casa, y este a cenar a la pizzerÃ−a, donde se disculpo a la Sra. Margarita,
por no haber ido estos últimos dÃ−as.
CAPITULO 6
Cuando llego al apartamento lo volvió a encontrar vandalizado, pero solo hecho en falta la pistola de Santi,
el anillo seguÃ−a allÃ− porque lo puso dentro del trozo de bizcocho que habÃ−a hecho Viriato. Bajo a la
relojerÃ−a del Sr. Pancracio, para ver que le daba por el anillo, y este le dijo que era falso, y como mucho
podÃ−a darle alguna botella de plástico, por lo que este volvió a su casa y a lo que se tumbo en la cama, le
llamaron al timbre, era Raimundita, que le habÃ−a enviado Reinona para ir a buscar el anillo, este se lo dio y
le dijo si querÃ−a que le acompañara, a lo que le contesto que no hacia falta, que Magnolio la estaba
esperando. Y este le pidió a Raimundita que le dijera a Magnolio que mañana por la mañana fuera a la
peluquerÃ−a a trabajar, y que ya hablarÃ−an de cuanto cobraba. Cuando esta se fue, subieron dos agentes de
la policÃ−a (uno se llamaba Baldiri) con una orden de registro, para buscar el anillo, este le dijo que ya no lo
tenia, y se lo llevaron a comisarÃ−a por ocultación de pruebas, al rato le dejaron en libertad porque un
hombre que se habÃ−a presentado como su abogado habÃ−a pagado la fianza para salir de allÃ−, cuando
salio vio al Sr. Miscosillas, le pregunto que por que lo habÃ−a pagado, y este le dijo que eran ordenes de otra
persona, y le pidió que fuera a un coche que habÃ−a en la otra acera, que le esperaban, cuando llego vio a
Ivet (la verdadera) la cual le invito a ir a su casa, esta le contó un poco su vida, como que sus padres estaban
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separados, y su madre se habÃ−a ido a vivir a Jaén, su padre habÃ−a tenido mas mujeres pero siempre
acababan separándose, lo que esta querÃ−a era que le ayudara a descubrir al asesino de su padre, si no
habÃ−a sido el. A cambio le ofreció acostarse con el, este se negó y se marcho, pero antes cuando Ivet se
fue a otra habitación, este la siguió y escucha la conversación, hablaba con alguien al que llamaba tontin,
y le explicaba que se habÃ−a negado a colaborar. A lo que llego a la parada del autobús ya era de dÃ−a. Fue
a la peluquerÃ−a, y se encontró a Magnolio en la puerta, y le dijo que le habÃ−a salido un trabajo de chofer
y esa mañana no podrÃ−a estar allÃ−, pero por la tarde volverÃ−a y nunca más volverÃ−a a dejarle
plantado. A lo que se fue aparecieron cuatro guardias urbanos para una inspección rutinaria, porque iba a
acudir un persona importante, empezaron a entrar cámaras y realizadores destrozándole algunas zonas de la
peluquerÃ−a, tras retirar el peine y las tijeras ante la justificación de quitar los objetos punzantes, a lo que
entro el alcalde de Barcelona, que estaba haciendo campaña, e iba a grabar unas palabras allÃ−, pero se fue
la luz (y sin gas) y aprovecharon para ir a tomar algo al bar de enfrente y asÃ− acabar la conversación que el
otro dÃ−a se vieron obligados a dejar sin terminar a causa de la interrupción de varias personas. Por lo que le
siguió contando que Pardalot y el (antes de que fuera alcalde) hicieron unos negocios y habÃ−a unos
documentos que si ahora salÃ−an a la luz, arruinarÃ−an su carrera polÃ−tica, pues le resultarÃ−an
embarazosos. La preocupación venia porque antes de morir Pardalot le habÃ−a llamado para habar sobre
esos papeles, y habÃ−an quedado por la noche en su despacho, le explico como llegar y le dijo que la alarma
estarÃ−a desconectada, a lo que el alcalde llego se lo encontró muerto con varios disparos, y sin pistolas
cerca por lo que no se trataba de un suicidio si no de un asesinato, el problema era que el alcalde no habÃ−a
borrado las huellas de los pomo, y si la policÃ−a investigaba y las encontraba, se verÃ−a implicado como
asesino sin tener nada que ver, y eso también le arruinarÃ−a su carrera polÃ−tica por lo que la solución
era que encontraran al asesino antes de las elecciones municipales. Cuando volvió la luz regresaron a la
peluquerÃ−a pero el realizador habÃ−a decidido que ya no grababan allÃ− que iban al videoclub del Sr.
Boldo, que no era tan cutre. A lo que apareció Ivet (la falsa) y se fueron a hablar al bar, le contó entre
lagrimas, que habÃ−an secuestrado a su padre, estaba en la residencia de Vilassar, como siempre porque esta
invalido, y habÃ−a desaparecido. Este llamo al comisario Flores, para preguntarle si habÃ−a descubierto algo
sobre el hombre que le dijo la tarde anterior, le contó un poco por encima, y luego Ivet se sinceró y le
contó la verdad, a su padre lo inscribió bajo el nombre de Lluis Biosca, pero era un nombre falso, su
verdadero nombre es AgustÃ−n Taberner, el hombre que habÃ−a tenido negocios con Pardalot, y en su
ultima empresa, El Caco Español, S.L. no formaba parte, porque cuando lo formaron el ya estaba arruinado
y enfermo, por lo que prescindieron de el. Este le dijo que posiblemente si le entregaba la carpeta azul igual le
devolvÃ−an a su padre. Flores le contó que uno de los que lo habÃ−an secuestrado, era un negro muy
grande, que iba con dos encapuchados, Ivet le dio el número por el que solÃ−a localizar a Magnolio, este le
dijo a Ivet, que cuando le llamaran los secuestradores no quedara directamente que únicamente intentara
ganar tiempo. Le pidió al camarero siete servilletas en lo que escribió lo sucedido, escribÃ− la
información que sabia, y más tarde las repartÃ−a entre los establecimientos cercanos y les pedÃ−a que si le
pasaba algo, le hicieran el favor de dárselo a Viriato, al que mas tarde informo por si esto ocurrÃ−a. Llego al
lugar donde le habÃ−an dicho que habÃ−a de acudir Magnolio como cada tarde. Cuando entro vio que en ese
sitio, únicamente habÃ−a negros. Y Magnolio aun no habÃ−a llegado, se pidió uno chicharrones y una
pepsi cola, mientras el que se ocupaba del bar Juan Sebastián Mandanga, le decÃ−a que Magnolia pronto
llegarÃ−a, pues como le habÃ−a dicho por teléfono siempre iba allÃ− a ver si tenÃ−a correo y a estar un
rato con la panda, pero desde que estaba con Raimundita iba menos, pero pronto llegarÃ−a porque eso
además de un bar era una casa de contratación. A lo que este apareció por la puerta, y bajo la mirada de
todos fue a reunirse con este asombrado de cómo sabia que estarÃ−a allÃ−, el del bar le pregunto si habÃ−a
echo algo a lo que este (peluquero) le dijo que traición, delación y colusión. Le pidió que lo explicara,
llamo a su mujer (Loli) que estaba dentro, pues era la cocinera y este con hipótesis lo explico, es que
Magnolio no le contó todo lo que sabia, pues la conversación que tuvo el Sr. Arderiu y el abogado
Miscosillas fue escuchada por Raimundita, que le contó a Magnolio que ras el asesinato de Pardalot habÃ−a
un gran interés por saber el paradero de un hombre invalido, AgustÃ−n Taberner, alias el Gaucho y su hija,
una modelo de ropa interior Ivet, Magnolio le dijo al señor Miscosillas que conocÃ−a el paradero de ellos,
pues antes fue chofer de Ivet y le llevaba a la residencia a ver a su padre. Solo sabÃ−an que la vida de
AgustÃ−n Taberner corrÃ−a peligro y Magnolio siempre tendrÃ−a culpa moral de lo que le ocurriera, a lo
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que miro a Magnolio y lo vio con dos grandes lágrimas y dijo que necesitaba el dinero pero para algo bueno,
aunque los fines usados para conseguirlo no fueran los adecuados. AsÃ− que dentro de su arrepentimiento,
Magnolio dijo que deberÃ−an recatarlo, pues el sabia donde estaba. Que les llevarÃ−a hasta la puerta, era un
lugar peligroso y siniestro, y se llamaba Casteldefels.
CAPITULO 7
Pasada la medianoche Magnolio y el emprendieron el viaje. Le siguió contando lo ocurrido por la mañana,
cuando fue a buscar a los dos hombres y los llevo a la residencia, al llegar, la enfermera jefe guardándose el
cheque que estos le habÃ−an ofrecido, les condujo hasta la habitación del inválido, donde tenÃ−a la maleta
hecha, y le habÃ−a dado algún tipo de medicamento para que estuviera dormido. Después le habÃ−an
llevado a la puerta de un chalet en la zona residencial de Casteldefels, donde ahora llegaban. Magnolio dio
varias vueltas tratando de orientarse, y al momento lo dejó en una esquina señalándole el lugar. Se bajo
del coche y Magnolio se fue, era un chalet de dos alturas, completamente idénticos, en uno habÃ−a luz y en
el otro no asÃ− que dispuso a entrar por el jardÃ−n de atrás, cuando oyó algo, levanto la vista y se
encontró a un perro (un mástil) llamado Churchill, entonces se acordó de que llevaba en el bolsillo el
bocadillo de calamares encebollados que Ivet no se habÃ−a comido por lo que se lo metió a la boca, este lo
comió y se fue. Llego a la puerta trasera del primer chalet, donde se encontraba secuestrado AgustÃ−n
Taberner. Consiguió entrar, esa habitación era la cocina, miro lo que habÃ−a encendió una vela y se fue al
resto de habitaciones. Encontró la puerta principal del chalet, la cual dejo abierta por si tenia que salir
rápidamente. Subió la escalera del piso principal. Tras una puerta oyó un carraspeo, el pomo no giraba por
lo que dedujo que allÃ− era donde estaba encerrado, con una cucharilla (cogida en la cocina) la abrió y
entró. Le dijo que le iba a rescatar pero no sabÃ−a como sacarlo de allÃ−. Este le contó que le llamaban el
Gaucho porque era el que mejor bailaba el tango, que estaba inválido por su enfermedad renal y porque
Pardalot le rompió las piernas, pues le estafo bastante. Tuvo una buena idea, le dijo que primero le bajara a el
y luego bajara la silla de ruedas. Lo consiguió coger, ando unos pocos pasos, y se cayó. Fue al cuarto de
nuevo, saco una manta del armario y volvió con el inválido. Sujeto al hombre con ella y lo consiguió
empezar a bajar. A lo que golpearon la puerta, como no le oÃ−an a causa de la música, entro (estaba abierta)
a lo que tapo con la manta al invalido y a el pues en la penumbra apenas era perceptible, entro en la
habitación iluminada, y esa voz le resulto conocida pero no sabia de quien era. La otra voz estaba
distorsionada, el que acababa de llegar cerro con llave, y reconoció en la penumbra de quien era la voz, era el
Sr. Miscosillas, la voz distorsionada le pregunto si la habÃ−a visto (Ivet “falsa”) le dijo que no que le llamo y
luego ella le citaba en otra hora en bares distintos, y al cuarto bar se harto y se fue, pero justo llamaron a la
puerta. Era Santi, recién salido de la UVI y en muletas, también invalido debido al disparo en su
apartamento. Consiguieron bajar todas las escaleras a lo que el Sr. Miscosillas salio y fue a la cocina, a lo que
volvió a la habitación iluminada les dijo que esa puerta también estaba abierta, pero la habÃ−a cerrado
con llave también. Volvió a llegar alguien era el alcalde que llegaba tarde porque estaba en televisión
grabando. No habÃ−an apagado la vela, por lo que la manta comenzó a arder, este se fue intentado dejar al
invalido cubierto con la manta, a lo que al irse corriendo, la manta se le engancho y dejo al invalido al
descubierto, por lo que al oÃ−r el jaleo se asomaron, y el Sr. Miscosillas apuntaba con la pistola de Santi, por
lo que este dijo que se rendÃ−a, y le hicieron pasar a la habitación con todos ellos. Santi recupero su pistola
y lo apuntaba continuamente. El comenzó a hablar, pues ellos solo se miraban sin saber que hacer ni decir,
dijo que pusieran todos las cartas sobre la mesa, al encapuchado de voz distorsionada, le dijo que ya se
podÃ−a quitar el disfraz que sabia que era Ivet Pardalot, esta le hizo caso. Esta dio la idea de matarlo, pues
seria mejor para todos y para cerrar el caso del asesinato de su padre. Ivet le pidió a Santi que acabara con el,
pero este le empezó a decir que no le convenÃ−a hacerlo, porque en cuanto le matara, le acusarÃ−an a el del
asesinato, pues estuvo en esa empresa en el momento del crimen y seria para ellos muy fácil hacer eso,
también le dijo que el tiro que recibió estando en su casa realmente fue para el pues una de las personas
que le dieron la idea de que firmara ese acuerdo, fue quien contrato al francotirador. A lo que interrumpió el
alcalde diciendo que entonces quien mato a Pardalot, pues no debió de ser ninguno de los dos. Entonces
Santi dijo que como tenia las manos ocupadas con las muletas, no podÃ−a pedirle que saliera con el, pues se
escaparÃ−a. Entonces le pidió al Sr. Miscosillas (era su pareja) que lo hiciera el con ayuda del alcalde, pero
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los dos se negaron. Por lo que Ivet dijo que lo matarÃ−a ella, pero el Sr. Miscosillas le trato de parar,
preguntadote de donde la habÃ−a sacado, por lo que el tema se fue desviando, hasta acabar en que el Sr.
Miscosillas, habÃ−a quedado esa noche con las dos Ivet, y si la falsa le entregaba la carpeta con los
documentos el le devolvÃ−a a su padre. Pero en realidad los documentos no le interesaban a nadie, solo era
una tapadera para los verdaderos propósitos, a lo que llamaron a la puerta. Era Ivet (la otra, la “falsa”) quien
entrego la carpeta y pidió que le devolvieran a su padre, pero Ivet Parlador le dijo que no tuviera tanta prisa.
Ivet pensaba que Ivet Pardalot no tenÃ−a nada que ver con lo de su padre y ni siquiera sabÃ−a si estarÃ−a
por allÃ−. El peluquero trato de explicarle a Ivet lo que allÃ− estaba ocurriendo y como nadie le interrumpió
este siguió. Y añadió la historia que tuvo Pardalot con Reinona, y que esa mujer nunca habÃ−a querido
realmente a nadie (pues dejo abandonado a Pardalot poco antes de su boda) pero una voz algo ronca apareció
al fondo de la habitación diciendo que esa mujer si que alguna vez habÃ−a querido a alguien y el podÃ−a
demostrarlo.
CAPITULO 8
Era Reinona, que en ese momento se encontraba en estado de shock. Pero pronto empezó a contarles todo,
como todos sabÃ−an ella estaba casada con Arderiu por dinero, no por amor, simplemente porque lo
necesitaba y el lo tenia. Lo necesitaba para una niña, estando en planes de boda con Pardalot, esta se
enamoro de AgustÃ−n Taberner, pero no podÃ−a contarle nada a Pardalot, porque si se enteraba AgustÃ−n
abrÃ−a perdido toda la confianza que este tenia sobre el y no se lo podÃ−a permitir, pues este les estaba
estafando y lo hubieran encarcelado. Pero el destino le llevo a quedarse embarazada de AgustÃ−n, decidió
que abortarÃ−a pero tenÃ−a que hacerlo en Londres asÃ− que se invento una buena excusa para Pardalot, y
se marcho. Pero sucedieron muchas cosas, y finalmente tuvo a la niña, a quien llamo Ivet. Como querÃ−a
que tuviera un buen futuro, considero apropiado volver a Barcelona y meter a la niña a un internado, y
entonces se caso con Arderiu, para poder hacer frente a los gastos de la niña. Y asÃ− pensaba que cuando la
niña creciera, esta podrÃ−a volver a conseguir su independencia. Cuando el alcalde consiguió serlo
(alcalde) AgustÃ−n estaba arruinado y enfermo, asÃ− que le mandaron ir a romper las piernas, y fue cuando
se quedo invalido. Esto no se lo contaron al alcalde, porque habÃ−a sido victima por parte de este hombre de
estafa. Al ocurrir esto, la madre de Ivet le mando una carta a su hija, para contarle quien era su padre y que lo
cuidara, que lo necesitaba, entonces estando Ivet en Nueva York perfeccionando su ingles, y siendo modelo
de ropa interior, volvió a Barcelona para cuidar a su padre, pero tuvo que meterlo en la residencia, pues
estando fuera en Nueva York, habÃ−a caÃ−do en malas compañÃ−as: drogas, bulimia….y siempre
recaÃ−a, incluso en este momento se encontraba en una recaÃ−da, por lo que en Barcelona no habÃ−a
podido adquirÃ− ningún trabajo. Ivet Pardalot reconoció que cuando se entero de esto leyendo una revista
que se encontró en el parque ya hace unos años no pudo evitar alegrarse, pues ella siempre habÃ−a
querido ser modelo pero como era fea no lo habÃ−a conseguido. Ivet pardalot se encontraba en Amherst,
Massachussets, haciendo un doctorado en bussines administración y un año después, la acabarlo regreso
a Barcelona para incorporarse a la empresa de su padre. (El Caco Español, S.L) tras oÃ−r esto Ivet
comenzó a llorar y a reconocerlo todo, también dijo que no trabajaba pero disponÃ−a del dinero que le
mandaba Reinona, pues la residencia era mucho mas barata y con lo que le sobraba, lo utilizaba para ella. El
dinero que Reinona mandaba a su hija lo conseguÃ−a (aparte de lo que le podÃ−a sacar a Arderiu)
(también uso parte de este dinero para alquilarle un piso a AgustÃ−n donde pudiera ir después Ivet a
cuidarle) yendo a un joyero, y haciendo falsificar sus joyas, este le daba bastante dinero por ellas y le hacia
una copia exacta pero sin apenas valor. A lo que llamaron a la puerta, momento en que el peluquero
aprovecho para preguntar a Reinona que al haber entrado estando todo cerrado, si disponÃ−a de alguna llave,
esta le dijo que tenia una de la cocina, porque AgustÃ−n y ella se veÃ−an en ese chalet de jóvenes. A lo que
llego Arderiu, que dijo que su mujer le habÃ−a dicho que estaba con unas amigas en un concierto de Renato,
pero este hacia más de cuarenta años que no actuaba en Barcelona. AsÃ− que con lo que le contó
Raimundita, de que su novio (Magnolio) esa misma mañana habÃ−a cometido un secuestro de un
paralÃ−tico y algo de un chalet de Castelldefels, asÃ− que habÃ−a llegado a la conclusión de que estaban
allÃ− y de que ese paralÃ−tico seria AgustÃ−n. Este contó que hacia tiempo habÃ−a descubierto que
Reinona tenia joyas falsas, pues habÃ−a vendido las originales, y este las volvÃ−a a comprar y las guardaba
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en su caja fuerte. Se dio cuenta cuando un joyero tenia un collar exactamente igual al que tiempo atrás el le
habÃ−a regalado, y como sabia que era imposible que existieran dos iguales, lo compro y lo fue a dejar en su
sitio, cuando vio que el collar estaba allÃ−, pero era el falso, pues la primera vez que desapareció le culpa
cayo sobre la cocinera. Y Arderiu fue quien dijo a la policÃ−a que siguieran al peluquero pues era un ladrón.
Arderiu sabia que Pardalot y Reinona se veÃ−an a escondidas, por lo que le pidió ayuda al alcalde quien le
aconsejo un consulting en el que confiaba en periodos electorales, acudió y le mandaron a Santi, quien se
dedicaba a seguir a Reinona y escuchar tras las puertas cuando estaban juntos, y solo oÃ−a expresiones
antitéticas y gritos. El Sr. Miscosillas reconoció que Santi también trabajaba para el, pues estaba
interesado en vigilar de cerca a Pardalot. Y le dijeron que por una tarifa extra también le darÃ−an
información sobre Arderiu, a este Arderiu no le interesaba, pero acepto. El peluquero le preguntó que para
que querÃ−a vigilar a Pardalot, pues eran socios, y tenia en el toda confianza y si le hubiera preguntado algo
Pardalot le hubiera contestado honestamente a lo que este contesto que no estaba autorizado a responder a esa
pregunta.
CAPITULO 9
El peluquero pensó lo que habÃ−a pasado y la aparición de todas las personas y hizo sus conclusiones, las
querÃ−a contar a todos pero viendo dos pistolas (la de Santi y le de Ivet Pardalot) y pensando que habrÃ−a
por lo menos otras dos escondidas empezó diciendo lo bien que estaba en compañÃ−a de todas esas
personas, y les agradeció su paciencia. Y comenzó a contarles lo que pensaba haciendo un breve resumen
de lo sucedido anteriormente. Y comenzó con sus deducciones, y es que tras la entrada de Ivet Pardalot a la
empresa de su padre, esta puso en marcha un plan para apoderarse de la empresa, consistÃ−a en reformar
estatutos y subrogarse a si misma en lugar de AgustÃ−n. Ivet Pardalot siempre habÃ−a envidiado a Ivet, y un
dÃ−a se puso a buscarla, la encontró e Ivet Pardalot culpaba a Reinona de todos sus males, entonces esta
consiguió seducir a Arderiu, para que le diera información sobre Reinona. Y entre este el Sr. Miscosillas y
Santi (a este no sabia si lo sedujo o le pago) logro hacerse con la información que le interesaba. Entonces
Ivet Pardalot sabia que habÃ−a unos documentos que no le vendrÃ−an bien al alcalde, por lo que esta llamo a
Ivet para que le ayudara, para que los cogiera y se los entregara, pero nunca diciendo quien era, sino con esa
voz distorsionada. Pero en el fondo sabÃ−a que la persona que tenia que hacerlo y por tanto salir en las
cámaras de seguridad debÃ−a de ser el peluquero asÃ− que realmente lo único que tenia que hacer Ivet era
convencerlo. Entonces en manos de la justicia el habrÃ−a inculpado a Ivet, y esta hubiera dicho que habÃ−a
sido un hombre gordo y acaponado (era Ivet Pardalot disfrazada) pero no contaban con que Pardalot estuviera
allÃ− esa noche, pues en su vida solo encontraba consuelo en su empresa. AsÃ− que viendo todo movido
acertó con los documentos que habÃ−an desaparecido, entonces fue cuando llego el alcalde por le mismo
camino que el y lo habÃ−a encontrado asesinado, este habÃ−a ido porque se supone que Pardalot le habÃ−a
llamado pero lo que nadie sabia era si realmente existÃ−a esa llamada. El alcalde dijo que eso lo podÃ−a
comprobar en el registro de llamadas del ayuntamiento, pero este dijo que no era necesario, porque hubo una
llamada, pero no de Pardalot, sino de Santi, pues este trabajaba para muchos de los allÃ− presentes. Su
teorÃ−a era que cuando Pardalot vio que le faltaban los documentos se lo habÃ−a dicho a Santi, el cual
habÃ−a llamado al alcalde quien le habÃ−a ordenado que le matara. A lo que el alcalde se defendió diciendo
que si no tenia los documentos en su poder (de Pardalot) ya no le servia de anda matarlo. Otra teorÃ−a fue
que Pardalot se lo contó a Santi, echándole la bronca, el cual sintió miedo de que le despidiera y lo mato.
Este se defendió diciendo que no hubiera usado una noche tan concurrida como aquella, que además
estando en casa del peluquero alguien le disparo con la intención de silenciarle. Por lo que sacaron otra
teorÃ−a, que culpaba a Ivet, que como ya tenia en su poder los documentos, para ganar un dinero extra, lo
mato. A lo que fue a intervenir esta le fue a interrumpir Reinona, pero justo cuando iba a comenzar a hablar, le
interrumpió Arderiu diciendo que el le habÃ−a matado, decÃ−a que iba dando un paseo en coche, y se
quedo sin baterÃ−a, liquido de frenos ni gasolina, por lo que entro para pedirle a Pardalot que le dejara llamar
por teléfono y ante su negativa, este lo mato. A lo que le volvió a interrumpir Reinona, diciendo que
realmente habÃ−a sido ella. Y que Arderiu lo hacia por caridad, pero no era necesario, asÃ− que empezó a
contarles todo. Esa noche le habÃ−a llamado Ivet contándole lo del robo de los documentos, estaba muy
preocupada por lo que habÃ−a visto que habÃ−a echo su padre y se habÃ−a drogado, le pidió que se
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tranquilizara que ella se ocuparÃ−a de todo y llamo a Pardalot, no estaba en casa, por lo que fue a su empresa
porque sabia que muchas veces estaba allÃ− o jugando al ordenador o con ella. Al llegar Santi le abrió como
hacia siempre que iba, esta hizo una parada que aprovecho Ivet Pardalot para intervenir y decirle que no
intentara cargar con la culpa de algo que habÃ−a echo su hija, que no colaba, que una mujer como ella nunca
habrÃ−a podido hacer algo asÃ−, también aprovecho para decir que ella llevaba la idea de matar a Reinona
y AgustÃ−n, pues les consideraba culpables de sus desgracias y las de su padre. También les contó que
viendo como iba la empresa, intento disolverla, a través de unos documentos que consiguió gracias a
Miscosillas, Quero engañarles y poder llevar el timón de todo, consiguió que se disolviera, pero no llevar
el timón. Una vez concluyo Ivet, y tras la petición de todos, de saber quien lo mato realmente, el peluquero
pidió que llevaran a AgustÃ−n a la sala. Fueron a buscarlo el alcalde y Miscosillas, al momento volvieron y
dijeron que AgustÃ−n no estaba en la casa, pero era inválido y no tenÃ−a la silla de ruedas asÃ− que no
podrÃ−a hacer ido muy lejos. A lo que el peluquero dijo que este tras la paliza consiguió reponerse, pero se
mostraba invalido por conveniencia. Mientras Ivet y Reinona lo cuidaban, este continúo con sus actividades
fraudulentas. Por lo que consiguió llevar a bancarrota a la empresa. Cuando Ivet fue a ver a su padre a la
residencia le contó lo que iban a hacer con los documentos, por lo que esa noche se fue de la residencia a la
empresa, llego tarde pues los documentos ya habÃ−an sido robados, encontró a Pardalot en su despacho
comenzaron a discutir. Lucharon y finalmente AgustÃ−n lo mato y regreso a la residencia donde se sentÃ−a
seguro. Entonces fue cuando llego Reinona, y al encontrarlo muerto pensó que quizás abrió sido Ivet la
asesina, por lo que borro las huellas y los videos por si acaso. Por eso no pillaron al peluquero cuando lo
llevaron a comisarÃ−a por lo del anillo. Reinona reconoció que si fue asÃ−, y añadió que llevaba una
pistola que le regalaron cuando se caso en el bolso, y la utilizarÃ−a contra el (peluquero) si le daba por
difamar a AgustÃ−n. La saco y se quedo apuntando al peluquero con ella (a la vez que Santi, pues seguÃ−a
igual desde el principio) el peluquero dijo que AgustÃ−n era una mala persona, pues no habÃ−a echo nada
agradable ni por ellas.(Reinona e Ivet) Ivet interrumpió y dijo que ahora que iban a hacer, pues no lo
podÃ−an denunciar, a lo que Miscosillas añadió que si salÃ−an a la luz algunas noticias, perjudicarÃ−an
al alcalde y a su partido, Ivet Pardalot en este momento interrumpió y les dijo que habÃ−an matado a su
padre y no se iba a quedar callada, y añadió que hacia unos meses la empresa habÃ−a dejado de existir,
pero no le querÃ−a decir nada a su padre para no preocuparle y que el capital de los socios era 0. Decidieron
entregarlo a la policÃ−a (a AgustÃ−n) a lo que una voz a sus espaldas dijo que eso no ocurrirÃ−a, era
AgustÃ−n, con una metralleta entre sus manos. Y le dijo al peluquero que deseaba eliminarlo, que lo del a
bomba en la peluquerÃ−a le habÃ−a salido mal, pero si no hubiera sido por el nadie lo hubiera descubierto.
Dijo que como además se habia ido de la lengua, se veÃ−a obligado a matarlos a todos. Reinona intento
pararle, pero de nada le sirvió, pues le dijo que para el ya no le servia de nada, pues ya habÃ−a vendido
todas sus joyas, Reinona le dijo que su marido las habÃ−a ido reponiéndolas todas, asÃ− que si querÃ−a
podÃ−an empezar de nuevo, pero Ivet le dijo que lo dejara. A lo que Miscosillas le dijo a Santi que hiciera
algo que para eso le pagaban tres sueldos a lo que este añadió que eran cuatro, pues AgustÃ−n también
le pagaba, a lo que añadió el peluquero que AgustÃ−n fue quien intento matarle cuando estuvo en su
apartamento, este lo reconoció, pues ya no le servia para nada. AgustÃ−n cortó la conversación, apunto al
peluquero y apretó el gatillo.
CAPITULO 10
Ahora aparecen los pensamientos del peluquero al verse tan cerca de la muerte, en cada instante le cabina
miles de momentos, y niega haber visto su vida como en una pelÃ−cula. El Gaucho habÃ−a apretado el
gatillo de su metralleta, disparando numerosos proyectiles muchos de los cuales le hubieran alcanzado de
lleno, de no ser porque una gran sombra se abalanzo sobre el Gaucho, salvándole la vida, por lo que el
peluquero se echo al suelo, justo en el instante en que Santi comenzó a disparar donde este se encontraba al
principio, para colaborar en su muerte, y asÃ− igual el Gaucho le concedÃ−a algún beneficio o quizás para
matar a el Gaucho, pues sabia que estaba en sus planes matarle, a lo que Reinona disparo a Santi, como
siempre empeñada en salvar a ese hombre, pero su disparo salio desviado, a lo que Ivet Pardalot disparo a
Reinona, y el disparo desviado de esta (Reinona) acabo alcanzando a Miscosillas, que se desplomo allÃ−
mismo, cayendo sobre el peluquero. Arderiu fue con Reinona, para ver como estaba, cogio la pistola que esta
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habÃ−a dejado y disparo a Ivet Pardalot y después a el alcalde, quien intentaba huir por la ventana. Al
mismo tiempo disparo Santi contra Arderiu, y se volvió a oÃ−r la metralleta del Gaucho. Después de un
rato de tiroteo, todo quedo en silencio. El mobiliario también resulto dañado, y no pudiendo desprenderse
del abogado, pues en sus últimos momentos habÃ−a entrelazado sus piernas y brazos con los del peluquero y
abrochado varios botones de su camisa en los ojales de este, pregunto si quedaba alguien vivo, al o que una
voz a su lado contesto que si, pero a medias, era Magnolio. Este le dijo que habÃ−a estado bajo la ventana
escuchando todo, y al oÃ−r los planes del Gaucho decidió pasar a la acción, consiguió entrar derribando la
puerta de la cocina. Pero le dijo que no estaba bien, el peluquero le dijo que en cuanto pudiera desprenderse
del abogado, llamarÃ−a a una ambulancia y en dos dÃ−as como nuevo, pero este le dijo que no. En breve le
dijo que no tenÃ−a que haber salido de su tribu, y que ahora estaba allÃ− lejos de casa y desangrándose,
finalmente dejo de hablar, por lo que este llego a la conclusión de que habÃ−a muerto. Era el único
superviviente, no podÃ−a esperar a que alguien fuera a buscarle, pues a lo que llegaran el también habrÃ−a
muerto, pero sin poder evitarlo se quedo dormido. A la mañana siguiente le despertó alguien tocándole y
diciendo que allÃ− habÃ−a otro que aun respiraba. Eran dos negros, reconoció una cara, era de del Sr.
Mandanga (el del bar del otro dÃ−a) el cual le comunico que el alcalde y el eran los únicos supervivientes,
pues al alcalde la bala le entro por el culo y le salio por la boca sin parecer le hubiera dañado los órganos
vitales. Se oÃ−an y veÃ−an a muchos negros allÃ−, y Mandanga le explico que como Magnolio no iba y este
recordaba esa zona de Castelldefels por lo que hablaba este, en su disposición de ayudarse entre ellos fueron
a buscarle. Una vez le quitaron a Miscosillas de encima, llenaron el camión con lo que habÃ−an cogido de
allÃ−, subieron al peluquero y al alcalde al camión de donde venÃ−an mientras Mandanga rociaba toda la
casa con gasolina, se fueron y al volver le vista atrás vio una columna de humo y un resplandor, Mandanga
le dijo que seria mejor asÃ−, pues no pretendÃ−a dar parte a la policÃ−a de lo allÃ− ocurrido. A la hora de
siempre abrió la peluquerÃ−a, lo cual le animo un poco. Fue al quiosco del Sr. Mariano, y leyó el
periódico, la noticia decÃ−a lo del incendio de esa casa y que habÃ−an encontrado seis cadáveres pero era
imposible saber a quienes pertenecÃ−an aquellos cuerpos. Por la tarde acudieron dos viejos que compartÃ−an
un bisoñe y habÃ−an decidido partirlo en dos partes iguales. A lo que llego una furgoneta de la cual salio un
hombre con un paquete que contenÃ−a un secador eléctrico, el peluquero le dijo que era muy bonito pero
no podÃ−a pagarlo ni adquirirlo a plazos. A lo que este contesto que ya estaba pagado, únicamente iba a
instalarlo y decirle como funcionaba. Como vio que el peluquero no reaccionaba le contó que la tarde
anterior lo habÃ−a comprado un chofer negro, y le habÃ−a contado que por fin ponÃ−a los pies en la tierra,
pues se iba a casar y empezaba a trabajar de socio en una peluquerÃ−a. Al dÃ−a siguiente paro un coche
delante de la puerta, del que descendió el alcalde. El cual le dijo que hoy era el periodo de reflexión, pues
mañana eran las elecciones, le dijo que si recordaba lo que sucedió la noche anterior, pues le parecÃ−a a
verle visto allÃ− y a el se le habÃ−a olvidado, este contesto que a el también. El alcalde le dijo que era la
primera vez que lo veÃ−a (tenia problemas de memoria) y se marcho no sin antes decirle que podÃ−a darle
un toque moderno a la peluquerÃ−a, aunque no estaba mal de todo, y recordarle donde estaba el
ayuntamiento, y que estaba todo el dÃ−a abierto. Cuando regreso a su casa se encontró con los dos
policÃ−as, que no tenÃ−an orden de registro pero querÃ−an interrogarle. Le preguntaron si conocÃ−a a Ivet,
pues esa noche habÃ−an entrado en casa de Reinona y robado todas las joyas, les pregunto que que relación
habÃ−a entre la chica y el robo, y estos dijeron que eso lo decidirÃ−a el juez, a lo que este respondió que
seria imposible, pues Ivet murió hace dos noches en el incendio de la casa de Castelldefels, pues el fue
testigo presente. Al oÃ−r esto, le dijeron que es fiaban de el, le dieron la foto de Ivet (se la habÃ−a pedido) y
se marcharon. Hasta el jueves todo permaneció sin incidentes, pero ese dÃ−a apareció una chica por la
puerta que le pidió hablar con el, era Raimundita. Le pregunto si sabia algo de Magnolio, y este le contesto
que el tampoco lo habÃ−a visto desde hace unos dÃ−as, y que unos amigos comunes le habÃ−an dicho que
se habÃ−a ido a su poblado de nuevo, a formar un establecimiento con el dinero que habÃ−a sacado del Sr.
Miscosillas y se casarÃ−a con su novia de la infancia. A lo que Raimundita se echo a llorar, pero pronto se
seco las lagrimas y le dijo que se alegraba, que solo estaba con el para darle celos al mayordomo con el que
acabarÃ−a casándose tarde o temprano. Se fue, no sin antes decir que algún dÃ−a quedarÃ−an a tomar
unas copas. Pero no volvió a verla, ni a nadie relacionada con el asunto del asesinato, aunque en diciembre,
recibió una carta sin saber de quien era, y enviada desde Nueva York, por lo que se puso a leerla. Era una
carta de agradecimiento de Ivet, decÃ−a que debÃ−a haberle escrito hace mucho, para agradecerle que le
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dijera a la policÃ−a que habÃ−a muerto en el chalet de Castelldefels, pues ella sabia que el la habÃ−a visto
salir a gatas del salón en cuanto comenzó el tiroteo, también le querÃ−a aclarar unas cosas, era sobre lo
que habÃ−a dicho Ivet, que no era verdad que lo hubiera pasado tan mal como Ivet Pardalot dijo, pero como
habÃ−a tantas vidas en juego, no querÃ−a que saliera todo peor. Esto se lo contaba porque no querÃ−a que se
hiciera una idea equivocada de ella, ni para bien ni para mal. También decÃ−a que sabia que siempre
habÃ−a desconfiado de ella y no por falta de motivos, pero que ella al poco del robo cambio de forma de
tenerlo en cuenta pero el no lo vio, le dijo que la noche que fue a su apartamento era mentira que alguien le
seguÃ−a, solo querÃ−a pasar la noche con el y quizás hubiera podido empezar algo entre ellos si el no se
hubiera empeñado en resolver el caso. Finalmente se despedÃ−a diciendo que como habrÃ−a visto habÃ−a
vuelto a Nueva York, y esperaba conseguir trabajo pronto, por lo menos antes de que se la acabaran las joyas
de su madre, que por fin era feliz porque aunque habÃ−a perdido a sus padres la misma noche, por fin era
dueña de sus actos. Al acabar de leerla oyó un ruido a sus espaldas y se asusto un poco, pero era su vecina,
Purines vestida de papa Noel (por orden de sus clientes) pues ya se acercaba navidad, habÃ−a entrado porque
con la prisa de leer la carta habÃ−a dejado la puerta abierta, esta le dijo que al salir habÃ−a visto la carta de
USA, y le pregunto si eran buenas noticias, a lo que este respondió que si. Le dijo que se iba a coger unos
dÃ−as de vacaciones y se iba a un hotelito de Benidorm, que si querÃ−a podÃ−a irse con ella. Añadiendo
que ella (Ivet) no volverÃ−a, asÃ− que o se iba a buscarla a Nueva York o se iba con ella unos dÃ−as a
Benidorm. Este no sabia que hacer, pues en la peluquerÃ−a habÃ−a perdido mucha ilusión que al principio
le rebosaba, y aunque iba algo mejor gracias al secador eléctrico y a que era navidad, lo tenÃ−a que pensar
pero decidió no hacer nada hasta fin de año. A los dÃ−as (era el dÃ−a de los inocentes) entro en la
peluquerÃ−a un mendigo, y este le dijo que no le iba a dar nada para no fomentar la necesidad a lo que este le
contesto que si lo hacia era por necesidad, que se llamaba Robert Taylor, era una estrella de la pantalla pero
un loco llamado Cañuto se creÃ−a que era el y tenia engañadas a las grandes productoras de Hollywood.
Entonces una ráfaga de aire le aparto la barba y la melena y lo reconoció, era Cañuto. Dijo que hacia
mucho que no se veÃ−an, desde la autopsia, el dÃ−a que les echaron del manicomio. Le pregunto si seguÃ−a
robando bancos y este le dijo que no, que con las nuevas tecnologÃ−as era muy difÃ−cil. Por cortesÃ−a le
lavo el pelo, se lo corto, le afeito y le hizo la permanente en el secador eléctrico, luego aunque quedaban
dos horas para cerrar, le llevo a la pizzerÃ−a con idea de invitarle a una cena, y contarle los proyectos que
desde hacia unos dÃ−as le rondaban en la cabeza, porque llevaba tiempo invirtiendo en la peluquerÃ−a, y si
finalmente daba un cambio a su vida y quizás podrÃ−a hasta cambiar de residencia, las habilidades de
Cañuto podÃ−an serle útiles.
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