TALLER LA ANOREXIA

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TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA
PROYECTODE LECTOESCRITURA
EL REPORTAJE
HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANO
ROBER TOBON AGUDELO
Realiza la lectura del siguiente reportaje y trabaja en las actividades que se
proponen al final:
ANOREXIA
Una de cada 100 jóvenes la padece: se niegan a comer por miedo a engordar
“la obsesión por adelgazar puso en peligro mi Vida”
Hace poco más de un mes, nos sorprendía la noticia de que una mujer inglesa había
aparecido en la televisión de su país pidiendo ayuda para vencer la enfermedad que
consume a su hija Samantha. Esta joven de 26 años padece anorexia nerviosa desde
los 13, cuando inició un pacto de adelgazamiento con Michaela, su hermana gemela,
que acababa de fallecer. Con sólo 32 kilos de peso, Samantha tiene la piel pegada a
los huesos y apenas puede mantenerse en pie, pero cuando se mira al espejo se ve
gorda, y se niega a comer. Es la situación extrema de una enfermedad que afecta a una
de cada 100 jóvenes, en la mayoría de los casos adolescentes. Y de cada diez
pacientes, nueve son mujeres. Como Paloma Martín. Su aspecto no pone los pelos de
punta, porque, por suerte, ella ha atajado su enfermedad a tiempo. Los médicos le
diagnosticaron anorexia nerviosa con episodios de bulimia (el caso contrario: obsesión por comer), dos alteraciones que muchas veces van unidas.
Entre Los 14 Y Los 17 Años
El 80 por ciento de los casos de anorexia nerviosa tiene su origen en la
adolescencia (14-17 años), el 10 por ciento se inicia antes de la pubertad (11-13
años) y el 10 por ciento restante después de los 25. Un tercio de ellos se
hacen crónicos. Hasta ahora, el 90 por ciento de los afectados son mujeres,
aunque esta enfermedad empieza a extenderse poco a poco entre los hombres.
La anorexia en la edad adulta suele aparecer en la mujer después de un parto o,
en menor medida, en atletas.
"Empecé a los 17 años con pequeñas depresiones, que ahogaba en la
comida. A continuación sentía remordimientos, y, en secreto, me provocaba
el vómito y tomaba laxantes", nos cuenta. "Hasta que engordé mucho y me puse
a régimen. Al principio, mi familia lo vio bien; había ganado algunos kilos y no pasaba
nada porque intentara perderlos. Pero el problema es que, de pronto, adelgazar se
convierte en un vicio, una obsesión que se te escapa de las manos. La mente
se apodera de tu cuerpo y te traiciona. Primero pierdes un kilo, luego dos... y después
quieres quitarte cinco más, y tú misma vas buscando formas de conseguirlo rápidamente. Casi no comía; pensaba que hasta un vaso de agua me iba a engordar;
escondía la comida y la tiraba cuando salía a la calle, para que mis padres no lo
supieran, y al mismo tiempo me atiborraba de
pastillas y productos adelgazantes. Y los
consumía en dosis hasta tres veces
superiores a la que indicaba el empaque.
Llegué a pesar 44 kilos, cuando, según me
decían, mi peso ideal era de 52-53 kilos. Pero
llegó un momento en que ya no me
preocupaba tanto mi peso como mi cuerpo:
tenía la tripa hinchada, sentía dolores y no
podía dormir. Entré en una fase de
depresión. No quería hablar con nadie, no
salía de casa, me daba asco de mí misma;
empecé a aislarme y perdí muchos amigos".
Si se acude al médico a tiempo, el
problema se supera
El paso de las formas infantiles a las
redondeces adultas no siempre es fácil. Las
anoréxicas son tenaces, inteligentes, responsables, autoexigentes, niñas ejemplares que nunca han dado problemas a sus padres.
En realidad, viven atormentadas interiormente por una falta de autoestima; temen
enfrentarse a las dificultades de la edad adulta y achacan todos sus problemas a su
físico. Creen que si pierden peso todo les saldrá mejor. Los expertos en este tema
hablan de un deseo inconsciente de no crecer para seguir recibiendo la atención
de los mayores.
La opinión de un experto
"La publicidad tiene gran parte de culpa"
"En los últimos años se ha producido un importante cambio en el estilo de vida,
que ha afectado mucho a la población femenina" explica el doctor Gonzalo
Morandé, psiquiatra de la Unidad de Anorexia del Hospital del Niño Jesús, de
Madrid. "Ha aparecido una mujer casi perfecta, que estudia, trabaja, participa en
las actividades culturales, se ocupa de su casa, de su familia, y al mismo tiempo
tiene que permanecer dentro de unas normas estéticas que no se le exigen al
hombre. Nos bombardean continuamente con la idea de que hay que estar
delgados para estar a la moda. Y esto provoca trastornos en la alimentación de
muchas jóvenes (una de cada diez adolescentes sufre alteraciones alimenticias en
algún grado). La publicidad de productos adelgazantes y dietéticos es un factor
importante en la aparición de problemas de este tipo".
Doctor Gonzalo Morandé, psiquiatra experto en anorexia
Detectar precozmente el problema es fundamental para detenerlo, porque, una
vez contraída, la enfermedad crece de manera imparable. Las curaciones
espontáneas, en las que la paciente consigue superar la anorexia por sí sola son
mínimas, ya que estas jóvenes consideran un orgullo mantener la huelga de
hambre. Esta enfermedad requiere un tratamiento médico personalizado.
" Al mirarme en el espejo me veía gorda; no comía, no bebía agua... Mi
cuerpo era esclavo de mi mente"
Paloma Martín, 24 años
"De pronto comencé a tener episodios de bulimia: no podía evitar atragantarme de
comida", continúa explicándonos Paloma. "Y, claro, a continuación sentía terribles
remordimientos: me provocaba el vómito, tomaba laxantes... Era un círculo
vicioso.
Precisamente fueron estos momentos de ansiedad por comer lo que me hizo ir al
médico de cabecera. Fui sin que lo supiera mi familia". La bulimia suele hacer que
las jóvenes pidan ayuda en secreto, y una vez en tratamiento, son bastante
inconstantes para seguirlo. En los casos de anorexia, sin embargo, la afectada no
quiere ir a la consulta del médico y es arrastrada por sus padres, pero suele seguir
las indicaciones del especialista con cierto rigor.
"El médico me diagnosticó anorexia con episodios de bulimia y me envió al psiquiatra -nos explica Paloma, de 24 años-. Luego fui a un endocrinólogo, quien me
diagnosticó: mis ríñones estaban dañados por tomar tantos diuréticos, tenía
el colon irritado, padecía anemia y había perdido pelo. Ahora estoy siguiendo
un tratamiento y voy bien, aunque me han advertido que es largo (puede durar
cuatro años) y no es nada fácil".
Primer paso para curarse: reconocer la enfermedad
"Todavía llevo una dieta muy restrictiva; soy incapaz de comer normalmente. Por
la mañana hago un desayuno ligero, como algo al mediodía y ya no tomo nada
más hasta el día siguiente... aunque tenga hambre. Mi madre intenta que coma
más, pero siempre tengo alguna excusa. He comprendido que no estoy gorda,
pero tampoco me veo delgada. Últimamente he ganado algún kilo y me siento
bien, más alegre, pero sigo teniendo un miedo horrible tanto a engordar como a
volver a caer de lleno en mi enfermedad. Dicen los médicos que lo importante es
que por fin he reconocido mi enfermedad; por fin me he dado cuenta de que mi
actitud ante la comida no es normal. Y eso es un paso muy importante. Sé que
está en juego mi salud, que peligra mi vida. Ahora estoy en tratamiento, pero es
fundamental que intente ayudarme a mí misma. Porque, en esta enfermedad, si tú
no luchas, nadie, ni los médicos, ni tu familia, ni los fármacos, podrán hacer nada".
El tratamiento de la anorexia tiene tres facetas: nutricional, guiado por un
endocrinólogo, para proporcionar a la joven todas las sustancias que necesita su
organismo: psicoterapia individual, por psiquiatras o psicólogos, para que la
afectada se dé cuenta de su realidad y aprenda a aceptarse como es; y atención
psicológica a los padres, para quienes resulta muy duro presenciar con impotencia
que su hija se esté destruyendo poco a poco, porque ellos deben saber cómo
tratarla y ayudarla. Cuando peligra la vida de la paciente o no mejora de otra
forma, es hospitalizada. "Soy consciente de las terribles consecuencias que puede
tener mi actitud, pero tampoco sé hasta qué punto me importa... Unas veces me
resigno y otras quiero salir de esto. Si he decidido enfrentar mi problema ha sido
fundamentalmente por mis padres, que están sufriendo mucho".
MARTA RUBIO
Revista Mía
ACTIVIDADES
DESARROLLA LA FICHA DEL TEXTO ANTERIOR:
Tipo de texto:
Título:
Autor (fuente):
Tema:
Opinión personal:
SITUACIÓN DE COMUNICACIÓN
1. El conocimiento del medio en que se publica un texto proporciona, antes de su
lectura, cierta información sobre el texto en cuestión. Aquí nos encontramos ante
un reportaje publicado en una revista. Por la clase de reportaje, establece el tipo
de receptor a quien va dirigido, y los temas propios de este medio o publicación.
2. Además de la intención informativa, existe otro propósito predominante que se
manifiesta en la cita que sirve de titular al reportaje. Explica cuál es ese propósito
y de qué manera está relacionado con determinado tipo de lector.
ANALISIS DE CONTENIDO
1. Elabora una ficha con los siguientes datos:
Tema del reportaje:
Subtemas:
Autor:
Personas entrevistadas:
2. En los reportajes se entrevista a personas cuyo testimonio es valioso. Indica qué
tipo de personas aportan su testimonio en este texto.
3. A menudo, la selección del tema de un reportaje está determinada por la
actualidad. Comenta los datos o hechos de los que se sirve la autora de este texto
periodístico para justificar la actualidad de su reportaje.
4. El comienzo del reportaje consiste en la presentación de dos casos de personas
afectadas por la anorexia. Explica qué diferencias establece la periodista entre
uno y otro caso.
5. Los reportajes recogen frecuentemente información de muy distinto tipo: desde el
testimonio hasta la estadística. Especifica qué tipo de información aparece en el
reportaje sobre la anorexia. • Diferencia la información que aparece en el texto
principal, de la información presentada en los documentos complementarios.
ANALISIS DE LA ORGANIZACIÓN
1. En el texto principal del reportaje se alternan dos "voces" en la enunciación.
Explica a quiénes pertenecen esas voces y qué función cumple cada una de ellas
en el texto.
Indica si en los recuadros informativos se lleva a cabo el mismo proceso.
2. Selecciona fragmentos que respondan a diferentes funciones dentro del texto:
descriptiva, narrativa, argumentativa y expositiva.
3. El texto complementario que recoge la opinión del experto responde a una
estructura de causa-consecuencia. Analiza esta estructura en un cuadro como
éste:
4. Cada uno de los recuadros informativos que se insertan en el reportaje trata de un
subtema relacionado con el tema central. Redacta un breve resumen del texto de
cada recuadro y explica la relación que existe entre cada subtema y el tema
central del reportaje.
ANALISIS DE LA EXPRESIÓN
1. En el testimonio de la adolescente aparecen rasgos o expresiones coloquiales.
Anótalas.
Selecciona alguna intervención de la joven y compárala, desde el punto de vista
del lenguaje y de las expresiones empleadas, con la que hace la reportera para
referirse a los mismos hechos.
2. El testimonio sigue un orden cronológico muy claro. Localiza los conectores y las
expresiones de carácter temporal que aparecen en el texto y explica su función.
Ejemplo: "Hace poco más de un mes" —Relaciona el "hoy" del reportaje con la
noticia que lo motivó.
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