Fernando Atria: “Esto tiene bien pocas posibilidades de llegar a

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Jueves 15 de octubre de 2015 • www.pulso.cl
El camino de la nueva Constitución
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ENTREVISTA CON
EL ABOGADO CONSTITUCIONALISTA
ENTREVISTA CON
EL ABOGADO CONSTITUCIONALISTA
Fernando Atria:
“Esto tiene bien pocas
posibilidades
de llegar a
buen puerto”
Arturo Fermandois:
“Es un anuncio que
coloca un
compás de
prudencia”
Entrevistas de
RENATA FERNÁNDEZ
—“Bastante escéptico” dice
estar el abogado, académico y promotor de la asamblea constituyente, Fernando Atria, luego de conocer
los detalles de la reforma
constitucional. Porque aunque valora la intención de
cambio, dice que los quórum requeridos son “neutralizadores” y podrían dificultar la modificación a la
Carta Magna.
¿Qué le pareció el anuncio
del proceso constituyente?
—Mi posición es apreciativa, pero consciente de que
esto tiene bien pocas posibilidades de llegar a buen puerto. Apreciativa porque creo el
anuncio de ayer muestra decisión de no confundir el proceso constituyente con un
proceso constitucional más.
Eso es algo que no se había
hecho antes. Se trata de una
reforma no para que el Congreso decida sobre una nueva Constitución, sino para
que abra mecanismos de participación. Como el problema de la Constitución actual
es que no tiene mecanismos
reales de participación, la
discusión de ese proyecto
debiera hacer eso público y
transparente. Eso es una
buena cosa.
¿Por qué podría no llegar
a buen puerto?
—La razón por la cual yo soy
bastante escéptico de las posibilidades de que esto en
definitiva llegue a buen puerto, es por lo mismo que ha pasado los últimos 25 años: que
la condición para que esta
decisión se tome es que reciba el voto conforme de 2/3 de
los senadores y diputados en
ejercicio. La pregunta es cuál
va a ser el precio que se va a
tener que pagar para obtener un quórum tan exageradamente alto. El precio que
se va a pagar es que todo lo
importante va a desaparecer
y todo lo que va a quedar van
a ser cosas que parecen importantes, pero que cuando
se vean en operación nos vamos a dar cuenta que no es
muy distinto a lo que había.
¿A qué se refiere?
—Todo el tema de la nueva
Constitución es una decisión
que va a ser neutralizada por
la Constitución de 1980. Esa
neutralización está protegida
por quórum de 2/3, que implican que no se puede acordar
nada sin que los herederos
de la dictadura estén de
acuerdo. Ellos antes de dar
acuerdo se asegurarán de que
aquello que estén acordando
no afecte a nada de lo que a
ellos les preocupa.
¿Es viable conseguir 2/3
en el actual Congreso?
—Supongo que la apuesta
del Gobierno es que el proceso de educación cívica va a
hacer que surja una deman-
QUÓRUM
“La pregunta es cuál
será el precio que se
tendrá que pagar
para un quórum tan
exageradamente
alto”.
PARLAMENTARIAS 2017
“Quienes usaron
sus vetos van a
tener que salir a
defenderse en la
próxima elección”
¿CUÁNTO REFORMAR?
“El proceso
anunciado ayer es
una solución de
compromiso entre
las dos almas de
este Gobierno”.
da difícil de ignorar y que el
Congreso se va a ver democráticamente compelido a
permitir una manifestación
no neutralizada. Eso es poco
razonable pensar que va a
pasar, porque quienes se benefician de los cerrojos constitucionales van a defenderlos hasta el final.
¿Por qué cree que el Gobierno optó por la vía de los 2/3?
—Dentro del Gobierno hay
distintas visiones respecto
al problema constituyente.
Hay algunos que creen que
basta con una reforma constitucional menor y que lo que
hay que hacer es un saludo a
la bandera y decir que el Gobierno cumplió con su compromiso de campaña.Hay
otros que creen que la cuestión es realmente importante. El proceso anunciado ayer
es una solución de compromiso entre las dos almas de
este Gobierno.
¿Existe el riesgo de que las
próximas elecciones se
“constitucionalicen”?
—No hay riesgo. No es que la
discusión se vaya a quedar en
eslóganes, al contrario. Si los
cerrojos impiden una solución aceptable y adecuada a
este problema, eso va a ser el
tema de la próxima elección
parlamentaria y presidencial. Quienes usaron sus vetos para impedir que este
problema pueda ser solucionado, van a tener que salir a
defenderse en la próxima
elección. La expectativa es
que van a tener que pagar un
costo político por eso en términos electorales.
¿Qué opción hubiera preferido?
—Está ahora en discusión en
el Congreso un proceso de
reforma constitucional que
permitiría autorizar la convocatoria de un plebiscito.
Esa era una vía más prometedora. P
—Dice que Chile no necesita una nueva Constitución y
que la actual Carta Fundamental “está bien lograda”.
Sin embargo, el abogado,
académico UC y ex embajador, Arturo Fermandois, sí
rescata aspectos del anuncio que hizo la Presidenta:
el despeje de incertezas, la
elección de una vía institucional para impulsar la modificación a la Constitución
y el tiempo “prudente” que
tomará el proceso.
¿Quedó conforme con el
anuncio?
—Es un anuncio que avanza en despejar incertidumbres y coloca un compás de
prudencia en el desarrollo
cronológico de algo tan trascendente como un proceso
constitucional. El anuncio
presidencial tiene varios aspectos positivos. El más importante es que se somete a
la institucionalidad y se descarta cualquier procedimiento tramposo para llegar a una nueva Constitución. Esto es vital para
nuestra convivencia futura,
para la limpieza de una posible nueva Carta y para preservar el inmenso prestigio
internacional de Chile. Además usa un calendario sensato, dejando en el próximo
Congreso las responsabilidades principales.
¿Todo le pareció positivo?
—Soy de los cree que tenemos una Constitución que
está cumpliendo adecuadamente su finalidad y no soy
de los que cree que Chile
necesita una nueva Constitución. No me parece lógico
comenzar este proceso con
la respuesta en la mano, porque el proceso podría no necesariamente terminar en
un clamor ciudadano por
una nueva Constitución. Es
un contrasentido comenzar
el proceso enarbolando por
anticipado su supuesta conclusión: que Chile necesita
una nueva Constitución.
¿El error estaría en el
diagnóstico?
—Este proceso parte asumiendo que Chile necesita
una nueva Constitución, y
ahí tenemos una diferencia
importante.
¿Cree que se necesitan hacer ajustes constitucionales que no deriven en una
nueva Carta Magna?
—Por cierto caben ajustes y
modernizaciones aisladas,
pero no una revisión completa de nuestro marco jurídico supremo. Esto es jugar
con una incerteza innecesaria, que comenzó casi como
una consigna electoral. Hay
interesantes momentos de
reflexión y de educación
que hay que emprender, to-
DIAGNÓSTICO
“No creo que
debamos
comenzar
asumiendo que
Chile necesita una
nueva
constitución”.
DIÁLOGOS CIUDADANOS
“El proceso podría
no necesariamente
terminar en un
clamor ciudadano
por una nueva
Constitución”.
ASPECTOS POSITIVOS
“Se descarta
cualquier
procedimiento
tramposo para
llegar a una nueva
Constitución”.
das las etapas de nuestra
República han ido exigiendo la adecuación de sus instituciones, pero no creo que
debamos comenzar asumiendo que Chile necesita
una nueva constitución. Ya
hemos visto como el proceso se ha ralentizado y se ha
desinflado.
—¿Qué le parece que se
haya optado por un quórum de 2/3?
—Como todos los Congresos
del mundo, se necesitan
quórum altos para modificar las constituciones, especialmente si se quiere reemplazar por completo. Por
lo tanto los 2/3 tienen todo
el sentido del mundo. El
quórum tiene un sentido
trascendente, precisamente porque esto puede no resultar un consenso frente a
una nueva Constitución,
sino más bien puede resultar en una propuesta de perfeccionamiento. Este proyecto está solo pensado para
una nueva Constitución
completa. Además, es positivo dilatar las decisiones
vinculantes para el próximo
Congreso: es consistente
con la indispensable reflexión de una reforma de este
tamaño y con el déficit de
representatividad que supuestamente tiene el actual
parlamento.
¿Advierte algún riesgo en
el desarrollo del proceso
constituyente?
—En la práctica, la Moneda
tendrá que generar un
acuerdo político y preparar
un proyecto completo de
nueva constitución en menos de un año: eso es ambicioso y suena precipitado. Si
bien en un contexto muy
distinto, la constitución actual tomó casi cinco años
de sesiones semanales de
expertos para llegar a un primer borrador.P
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