MENTIRAS Y VERDADES DEL MURO DE BERLÍN, A 20 AÑOS DE

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DIVIDIDOS
MENTIRAS Y VERDADES DEL MURO
DE BERLÍN, A 20 AÑOS DE SU CAÍDA.
uego de la Segunda Guerra Mundial (que empezó
en 1939 y terminó en 1945), en 1955, la URSS declaró
finalizada la ocupación, y afirmó que Berlín pertenecía en su totalidad a la República Democrática Alemana
(RDA), de la que ya era capital. Tres años después, cedió todos sus poderes de ocupación y propuso la reunificación de
Berlín como una ciudad libre y desmilitarizada dentro del
régimen comunista de la RDA. Pero los occidentales rechazaron la propuesta.
Del lado occidental, Berlín estaba ocupada por tres imperialismos: Estados Unidos, Francia e Inglaterra.
L
Esta ocupación cuatripartita (la cuarta ocupante era,
del lado oriental, la URSS) dejó a Berlín occidental como
puesto avanzado del mundo capitalista-imperialista en
medio de la RDA, y como un centro de espionaje y de propaganda antisoviética, lugar de refugio para aquellos alemanes que no estaban de acuerdo con el régimen comunista. Entonces, Berlín occidental se convirtió en un enclave
geoestratégico para los alemanes occidentales y en el símbolo y bandera de “libertad y desarrollo” (como lo entienden los imperialismos).
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El muro ayer.
LADRILLO SOBRE LADRILLO
Las imágenes y testimonios que circularon en distintos medios internacionales ridiculizaban y teñían de absurdo el modo de vida en la Berlín oriental, con
el objetivo de desprestigiar al régimen socialista. El “milagro económico” de la
República Federal Alemana (RFA, como se llamó a la porción que quedó en manos imperialistas) y su vida de consumos y luces de gran ciudad, hizo que cualquier comparación entre ambos sectores de la ciudad fuera favorable al mundo
occidental. En 1961 se construyó el muro. La famosa muralla dividió la ciudad en
dos: con alambradas y barreras de piedra, bloques de cemento y edificios cerrados a lo largo de los 1.393 kilómetros de frontera entre las dos Alemanias.
La existencia del muro durante los años 1961 y 1989 es el símbolo de la guerra
fría (entre la URSS y Estados Unidos) y su caída marca el fin del mundo bipolar.
Como responsable de su construcción se acusa al régimen socialista. Sin embargo, tendríamos que recordar que ya para el año 1961, luego de la muerte de
Stalin en 1953, en la URSS se estaba restaurando el capitalismo, e instaurándose
un gobierno “socialista de palabra e imperialista en los hechos”.
La guerra fría no fue más que un proceso de disputas por el control de distintos territorios en Europa y otras regiones del mundo, entre el socialimperialismo soviético y el imperialismo norteamericano. En ese contexto, el Muro de
Berlín es una huella material y simbólica de esa disputa entre dos “amos” sobre
un pueblo que finalmente logra derribar la pared que lo encarcelaba. Si bien en
los medios burgueses eran los capitalistas quienes aparecían liberando a la sociedad alemana oriental, que había padecido de necesidades y falta de libertades, hay que tener en cuenta que fueron las rebeliones populares quienes ejercieron su fuerza para derribar el muro.
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UNA GRAN FALSIFICACIÓN HISTÓRICA:
SOBRE EL MURO DE BERLÍN*
“El falso comunismo ha muerto. Viva el verdadero comunismo. Un Patriota”, está escrito en un pedazo de los restos
del Muro que siguen en pie en la Berlín actual.
El muro hoy.
La conmemoración del 20 aniversario de la caída del llamado Muro de Berlín, un gran paredón que dividía en dos a dicha ciudad de Alemania del desde 1961, fue motivo de
ensalzamiento del capitalismo como garante
de la libertad, en contraposición con el comunismo que supuestamente lo había erigido como cárcel para el pueblo del Este de Berlín.
Es cierto que dicho muro fue el símbolo de una
verdadera cárcel del pueblo de Berlín Este, desde la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, en que
fue sorpresivamente construido, hasta la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, en que cayó destruido. Pero no fueron los comunistas ,
ni fue Stalin como se suele decir ligeramente,
quienes lo construyeron, ni fueron los capitalistas los que lo voltearon.
Stalin había muerto el 5 de marzo de 1953, es
decir 8 años antes de que se construyera dicho
muro. Tras su muerte, copan la dirección del Partido Comunista y del Estado soviéticos los revisionistas encabezados por Nikita Jruschov, e inician el proceso de la llamada desestalinización,
que culminan en el XX Congreso del PCUS en
1956 y un golpe de Estado en 1957, que termina
con la dictadura del proletariado, restaura el
capitalismo en la Unión Soviética e instaura una
dictadura socialfascista, socialista de palabra
y fascista en los hechos. Un proceso semejante
se vive en todos los países de la Europa del Este,
con el dominio de la Unión Soviética sobre ellos,
convertida en socialimperialista, socialista de
palabra e imperialista en los hechos.
Es en estas circunstancias, de la disputa por el
control de Europa entre el socialimperialismo
soviético y el imperialismo norteamericano, que
los socialfascistas alemanes que han restaurado el capitalismo, también bajo la forma de capitalismo de Estado como en la Unión Soviética, construyen con su “ayuda militar” el llamado
Muro de Berlín. Muro que sobrevivirá por largos 28 años, como símbolo de la cárcel de los pueblos en que se había convertido la otrora patria
del socialismo, y que terminó siendo derribado
no por la acción de los capitalistas sino del pueblo rebelado de Berlín Este, el 9 de noviembre
de 1989, como parte de las rebeliones populares
que terminarían con el imperio socialimperialista soviético en diciembre de 1991.
*Eugenio Gastiazoro en hoy N° 1293 (18/11/09)
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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
“La crisis económica mundial del capitalismo
imperialista que se inició en 1929 y se prolongó
durante la década del 30 llevó al ascenso del fascismo como expresión más cruda del imperialismo y al agudizamiento de la disputa interimperialista que enfrentaba a Francia, Inglaterra y
Estados Unidos por un lado, con los países que
conformaron el eje fascista: Alemania, Italia y
Japón por el otro, originándose la Segunda Guerra Mundial.
En 1941, cuando Alemania agredió a la URSS (en
ese entonces todavía bajo la dictadura del proletariado) la guerra interimperialista se transformó en una guerra mundial antifascista. La URSS,
conducida por el Partido Comunista (bolchevique) dirigido por Stalin, llevó desde entonces el
peso principal de la lucha contra el fascismo.
(…) Con la lucha contra el fascismo y la derrota
de éste en 1944, se fortalecieron en todo el mundo
las posiciones proletarias revolucionarias y de liberación nacional. La revolución triunfó en algunos países del este europeo. Los pueblos de Asia,
África y América Latina se colocaron en la primera fila de la lucha antiimperialista y anticolonialista, realizando luchas armadas revolucionarias,
conquistando grandes victorias que cambiaron
la fisonomía del mundo de posguerra (…)”.
Programa del PCR, “Guerra y Revolución”, pág 18.
Las fuerzas soviéticas liberan a Berlín del fascismo nazi.
Terminaba la II Guerra Mundial.
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PELIS SOBRE EL TEMA
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