Rigoberta Menchú: La voz de un pueblo en silencio Patricia

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Rigoberta Menchú:
La voz de un pueblo en silencio
Patricia Escobar E.
Romy Salgado H.
“¿Qué quería decir la explotación para mí?
Empecé a ver, ¿por qué los términos son diferentes?
¿Por qué nos rechazan? ¿Por qué al indígena no lo aceptan?
¿Y por qué antes, la tierra era nuestra? Eran nuestros antepasados
los que vivían allí […] ¡Allí se ubica la discriminación!”1
Al pensar el problema de la discriminación racial es común situarnos en el
escenario latinoamericano desde los inicios de la colonización española, y pensar que
este rechazo a las razas se da tan sólo en este contexto de una mentalidad “incivilizada”,
en cuanto se ponía en duda la condición de ser humano de los indígenas. Sin embargo,
este pensamiento ha seguido a lo largo del tiempo y hasta nuestros días. Seguimos
mirando al indígena bajo el paradigma de lo “civilizado”.
En nuestro presente, podemos ver este problema discriminatorio
dando un
vistazo por Latinoamérica, donde los resabios de las culturas prístinas siguen
coexistiendo con este mundo urbano y “civilizado” y sufriendo esta discriminación. Tal
es el caso de Guatemala, en donde habitan cincuenta etnias diferentes y que sufren a
diario este rechazo socio-cultural.
De acuerdo a lo anterior, es en el marco de la cultura indígena guatemalteca
Quiché, donde encontramos a
Rigoberta Menchú, quien será nuestro canal de
comunicación entre dicha cultura y nuestro análisis. Para esto debemos situarnos en el
contexto en el que vive Rigoberta. Durante el siglo XX, Latinoamérica se caracteriza
por la presencia de golpes de Estado derivados de las disputas ideológicas a nivel
1
Burgos-Debray, Elizabeth. Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. Buenos Aires:
Siglo veintiuno editores 1998 . P 148
1
mundial. En concreto, hablamos del segundo periodo de dictaduras en Guatemala que se
extiende desde 1954 a 1986. Es en este segundo período en el que nos situaremos, es
decir, desde la dictadura de Carlos Castillo Armas, quien con la colaboración de Estados
Unidos, logró imponer su poder por sobre el gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán, quien
se habría ganado el rechazo de Estados Unidos por la reforma agraria que habría
desarrollado en el país, impidiendo el normal funcionamiento de la United Fruit
Company.
Como ya señalamos anteriormente nos basaremos en el testimonio de Rigoberta
Menchú, una dirigente indígena que luchó por los derechos de su pueblo, y todo lo que
aquello que implica, es decir, la pobreza y su actuar frente a su rol de mujer durante un
período fuertemente politizado. Ante la imposición de una cultura occidentalista que
incluso penetra en la propia identidad guatemalteca (ladinos, gente urbana, elite, etc.), el
pueblo Quiché reacciona realzando sus propias tradiciones como símbolo de rebeldía y
resistencia. Dentro del marco de esta resistencia, Rigoberta entrega su testimonio a
Elizabeth Burgos en 1982,
en el contexto de plena dictadura de Ríos Montt,
considerado como el gobierno más sangriento de los 36 años de guerra civil en
Guatemala, siendo los sectores indígenas los principales afectados por esta masacre.
Cabe destacar, que la tradición familiar de Rigoberta es la militancia del
Partido Comunista. Con esta formación politizada, llegó a ser parte de la creación del
Comité de Unidad Campesina (CUC). Esto también, la llevó a la decisión de adherirse
al Frente Popular 31 de Enero, con el fin de que se reconozca su cultura, y la aceptación
de su alteridad y no como una lucha netamente racial.
Es así como surgen los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo opera la categoría
de raza dentro de la política Guatemalteca, tanto en la derecha que sustenta la dictadura,
como dentro de la izquierda local? ¿Cómo el ser indígena y mujer opera como una
doble marca para Menchú?
En concreto, este estudio pretende analizar de qué manera la discriminación
racial se presenta como una característica transversal dentro de la derecha guatemalteca,
representada en gran parte por la opresión militar. En específico se analizará el caso de
2
la cultura Quiché, su experiencia con la represión militar y su reacción ante los abusos
y violencia efectuada en este periodo dictatorial.
De acuerdo a lo anterior, planteamos como hipótesis que, a pesar de catalogar la
discriminación racial como un elemento netamente occidental, es decir, efectuada desde
las derechas guatemaltecas, aliadas con el imperialismo estadounidense, la realidad
parece mostrar que también ésta se ha impregnado en
la cultura guatemalteca
haciéndola parte de su vida cotidiana, no obstante, aún existen grupos, o pueblos que
resisten a este tipo de transgresión cultural.
Dividiendo Latinoamérica
El contexto de los años 1900, caracterizó a América Latina, en particular la zona
de Centroamérica,
por la existencia de una fuerte agricultura que sería utilizada
principalmente para la exportación. Como nos dice Leslie Bethell, que luego de la
Segunda Guerra Mundial, hubo una etapa que favorece principalmente a América
Central debido al nacimiento de una nueva potencia, Los Estados Unidos, quien ve
como foco de su crecimiento interno las materias primas que le otorga este sector del
globo. Teniendo como consecuencia un proceso de modernización dentro de las
sociedades centroamericanas2.
De esta manera, podemos ver que los países centroamericanos han jugado un rol
importante dentro de la economía, como lo son El Salvador, Honduras, Nicaragua y
Guatemala, entre otros. La exportación de materias primas, tales como el algodón, el
azúcar, el café, seguían siendo productos de gran importancia para la economía europea,
tal cual se dio hacia el siglo XIX.
A mediados del siglo XX, el panorama va cambiando para América Central. La
Guerra Fría trae consigo la disputa ideológica por hacer de América una región
socialista o capitalista. Estas diputas dieron origen a los golpes de Estado que pretendían
convertir a las naciones latinoamericanas en regiones capitalistas, con la idea de acabar
con la inclusión del comunismo.
2
Bethell Bethell, Leslie. Historia de América Latina Vol. 14, Barcelona: Crítica, 1990 p. 29
3
Así se nos muestra América Latina a lo largo del siglo XX. De esta manera
podemos dejar claro cuál es la situación que vive América para la época aproximada en
la cual se sitúa la imagen de Rigoberta y la problemática a estudiar. Ahora bien ¿Cuál es
la situación que vive Guatemala de manera particular?
El conflicto interno
Durante el período en el cual podemos situar el contexto en el que se desenvuelve
la narración de Rigoberta, Guatemala pasa por una época de conflicto político, es decir,
la lucha de grupos insurgentes de izquierda en contra de la dictadura de Ríos Montt.
Los militares tenían el control del campo como
medida de estabilidad. Debemos
recordar que la productividad económica estaba basada en la Agricultura, siendo esta
actividad la que gatilló la ayuda de Estados Unidos al golpe militar de 1954, debido a
sus intereses en las materias primas que este país le otorgaba a través de la United Fruit
Company.
Es importante destacar, que la población guatemalteca es abundante y
mayoritariamente indígena, pero aún así existe otro porcentaje que está conformado por
las elites dominantes, dueños de fincas, terratenientes que dominaban las tierras en
donde residían los diversos grupos indígenas, a demás de la presencia de grupos medios
que vivían en el campo como en la ciudad. Estos grupos sociales tienen su expresión en
la existencia de los diferentes partidos políticos, ya sean de izquierda, centro y derecha,
en la izquierda, tales como el Partido Guatemalteco del Trabajo, el Partido Institucional
Democrático, Movimiento de Liberación Nacional, Partido Revolucionario; por otra
parte, en la extrema derecha se encontraba El Ejército Secreto Anticomunista y La
Mano Blanca que atentaron contra todos aquellos que fuesen sospechosos de participar
en grupos izquierdistas, así como también agrupaciones con carácter políticoeconómico.
En este contexto, el conflicto que vive Guatemala en cuanto a las disputas, se
sitúan los indígenas. Éstos son la principal mano de obra de las fincas, y es aquí donde
reside el motivo de este ensayo: analizar de qué manera se da la discriminación racial
4
dentro de Guatemala, en especial el caso de la cultura Quiché a la luz de las vivencias
de Rigoberta Menchú.
Para este caso, los militares utilizaron su fuerza para mantener lo más alejado
posible a los grupos de oposición, entre ellos, sin duda se vieron afectadas las
comunidades indígenas las cuales fueron víctimas de matanzas y discriminación por
mantener su identidad y rechazar la opresión. Esto es principalmente porque se les
considera como grupos partidarios de la izquierda.
Debido a esta represión, Guatemala se encuentra en una situación donde
acontecían variados disturbios y desequilibrios de los sindicatos. La represión militar se
hace presente fuertemente. Un ejemplo claro que nos muestra Bethell, es la matanza que
se realiza a cientos de “Indios” del pueblo Quiché; el mismo pueblo al que haremos
referencia a lo largo de este trabajo.
Se trata del abuso militar, de las violaciones y las matanzas que se realizan a los
indígenas de esta cultura, entre otras, las que reflejan el fuerte racismo y la idea de
abuso de poder.
La mentalidad “civilizada”
Ahora bien, teniendo en cuenta la situación que vive Guatemala entre 1960 y
1980, podemos llevar a cabo el análisis presentado en la introducción de este ensayo. Se
planteó la problemática a cerca de la discriminación racial. Respecto de este tema
anunciamos lo que Manuel Gamio nos dice al respecto, esto es, la idea de que la
discriminación racial no sólo se da de parte de las personas europeas con “mentalidad
europea”, sino que también es posible que esta discriminación funcione de igual manera
en aquellos individuos no europeos, que tengan arraigada una mentalidad occidental.
Según Luis Martínez de León, uno de los efectos de la colonización europea, fue
el surgimiento de diversas razas, tales como, criollos, mestizos, zambos e indígenas. Sin
embargo, hoy la distinción se realiza entre indios y ladinos. Los primeros, son los
“naturales” propiamente tal, y los segundos son los “no-naturales”, es decir los mestizos
o bien quienes son descendientes de estos últimos. De esta manera, es como se puede
5
entender la composición de la sociedad. Por lo tanto, es posible afirmar que la
participación de los indígenas no sólo se da dentro del contexto del altiplano, sino que
también dentro del contexto urbano, lugar en el cual se da esta idea de discriminación.
“El indígena es objeto de burla por sus rasgos físicos, por su color, su
estatura, su vestido, su forma de hablar […] La mentalidad racista
considera que el indígena solo sirve para el trabajo de la tierra, y ve en este
trabajo solo el esfuerzo físico sin tomar en cuenta su trabajo creativo y
especializado. Es por ello que en el marco de las más inhumanas
condiciones laborales que prevalecen en los latifundios, sobre los
indígenas recaen siempre las actividades más duras, y son más explotados
y peor pagados”3.
Así, se puede observar la manera en que se concibe la existencia de los
indígenas: son objeto de trabajo, mano de obra barata y una raza inferior. Se les
considera atrasados sólo por ser indígenas, y no se valoran sus capacidades creativas
para el trabajo de la tierra, o su cosmovisión a cerca de la religiosidad o sus capacidades
artísticas… ni mencionar sus valores o la forma de organización que poseen. Todo esto
es por la concepción europea moderna del hombre liberal, que considera al indígena
como un ser retrasado por sus características, según ellos, pedestres.
En respuesta a lo anterior, en el testimonio de Rigoberta, es posible dar cuenta
de la vida cotidiana de los indios. En él, se puede observar la capacidad que tienen de
organización, de educación, incluso sobre la limpieza. No por ser indígenas son sucios,
ni retrasados, sino que diferentes.
Ellos tienen conciencia de la discriminación que viven, y
luchan
constantemente por revertir esta situación. Sin embargo, la misma discriminación no les
permite demostrar lo contrario. Al no tener mejores oportunidades y a la vez, estar
sumidos en la vida urbana y a los designios de los terratenientes, los indígenas viven en
la pobreza, lo que los lleva a tener menos oportunidades de poseer una mejor calidad de
3
Martínez de León, Luis. Guatemala: entre el dolor y la esperanza. Guatemala: Colección Oberta. P. 152
<en
línea>,
disponible
en
http://books.google.cl/books?id=y1WmxWbCh7wC&printsec=frontcover#v=onepage&q=&f=false
(visita jueves 11 de marzo de 2010)
6
vida. Por ejemplo, como lo narra Martínez, las mismas precarias condiciones que viven
estas comunidades indígenas impiden que los niños sean llevados a las escuelas, ya que
“aportan” más en el trabajo de la tierra.
De este modo, se nos presenta un círculo vicioso, algo de nunca acabar y que
podría cambiar una vez que se alce la voz y no exista la discriminación racial. Es decir,
una aceptación de estas etnias. Con la presencia del testimonio de Rigoberta, y a través
de su redactora, Elizabeth Burgos, es como se alza esta voz. Se trata de elegir la palabra
como arma de resistencia a todas aquellas represiones vividas por el pueblo indígena, a
demás de intentar que se reconozca su cultura, más allá de una lucha meramente racial.
El testimonio, se presenta entonces, como un artefacto discursivo que busca ser la voz
de un pueblo silenciado por la opresión. Esto se refleja en su experiencia vivida, desde
lo ocurrido en las fincas como su experiencia cultural en la ciudad y su cosmovisión
izquierdista.
La raza, un discurso estatal.
Como hemos visto, la discriminación racial se ha dado fuertemente en
Guatemala. La presencia del trabajo rural y la utilización de los indígenas como mano
de obra rápida y barata se han transformado en la cruz de las diversas comunidades, en
especial el caso de la cultura Quiché, que es el tema que congrega a este ensayo.
Ahora bien, teniendo presente el caso de la discriminación en Guatemala,
¿Cómo opera la categoría de raza dentro de la política Guatemalteca, tanto en la derecha
que sustenta la dictadura, como dentro de la izquierda local?
La agricultura como base económica de Guatemala, se ha convertido en el foco
de atención de los terratenientes. La idea de obtener cada vez más tierras hace a estos
grandes señores apoderarse de la mayor cantidad de terrenos para convertirlos en
haciendas o fincas que los enriquezcan más, ya que estos están guiados por un sistema
capitalista, característico de la derecha. Como fue mencionado anteriormente, no hay
recelo alguno por tomar las tierras de los indígenas y utilizarlos a ellos mismos como
mano de obra. En este sentido podemos ver la visión de superioridad materializada en
7
la finca. De esta forma es como se asocia mayormente a los indígenas con la izquierda,
que ofrece una resistencia a esta superioridad de los sectores conservadores.
En primer lugar la discriminación se da en el momento en que se apoderan de las
tierras, ya que los indígenas no son considerados aptos para su administración.
Probablemente, el no encontrarlos aptos sea una mera justificación para hacer toma de
estos terrenos. Esta toma de terrenos, trajo consigo una serie de ataques por parte de los
militares. El ver a los indígenas en especial a las mujeres como algo inferior, como un
objeto inherente de violación. Esta situación los dotaba de “autoridad” que se avala por
el Estado opresor imperante para realizar todo tipo de agresiones. Este es un claro
reflejo de la discriminación racial a la que se ve enfrentada Rigoberta.
En segundo lugar, el utilizar a los indígenas como mano de obra, solo por ser
indígenas es un ejemplo más que claro de esta discriminación. No había distinción
entre hombres, mujeres, niños y niñas. Todos debían trabajar en la finca por ser indios.
Frente a este tema, Rigoberta parece ser categórica, ya que vivió de manera
personal los sufrimientos dentro de la Finca. Uno de sus hermanos fue muerto a causa
de los abusos laborales, y sus amigas fueron violadas por causa de los allanamientos.
Por lo tanto, la discriminación ha sido la motivación inicial de Rigoberta para
emprender su movimiento de liberación de su pueblo. He aquí algunas palabras que
revelan el sentimiento de Rigoberta que la hacen efectuar su plan de acción:
“Me creó muchas confusiones, pues, la estancia de sirvienta, estar en la finca por
mucho tiempo sin regresar a mi casa. Los problemas de mis padres. Estaba
confundida. Un cierto cambio que sufrí internamente. Para los demás, no era tan
difícil para ellos comprender que aquí está la realidad y aquí está lo falso. A mí
me costó un poco eso. ¿Qué quería decir la explotación para mí? Empecé a ver,
¿por qué los términos son diferentes? ¿Por qué nos rechazan? ¿Por qué al
indígena no lo aceptan? ¿Y por qué antes, la tierra era nuestra? Eran nuestros
antepasados los que vivían allí […] ¡Allí se ubica la discriminación!” 4
4
Burgos-Debray. Ibid.
8
Así es como Rigoberta va obteniendo, cada vez más fuerte, una toma de
conciencia por su aldea, por su comunidad y por el pueblo indígena. Ahora comienza su
accionar, movilizando a toda la comunidad sin excepción para recuperar y liberar a su
pueblo, de las garras de una dictadura xenofóbica y una sociedad machista.
Frente a esta situación: ¿Cómo el ser indígena y mujer opera como una doble
marca para Menchú?
Rigoberta logra alzar la voz acallada de la gran aldea del pueblo indígena. Pide
luchar por sus derechos, por sus tierras y lo logra. Rigoberta, a través de su lucha logra
mostrar al mundo que los indígenas no son un pueblo de niños que pueden ser
civilizados. Los indígenas pueden valerse por sí solos. Ahora se reconocen a sí mismos,
saben que tienen derechos y que pueden luchar por lo que les pertenece y que les está
siendo arrebatado. En palabras de Rigoberta:
“Dejemos las costumbres, las ceremonias, planifiquemos nuestra seguridad
primero y después vendrá todo lo que queremos hacer. Así fue cuando la
comunidad se decidió. Ahora compañeros, nadie va a sacar el secreto de
nuestra comunidad. Tiene que ser un secreto que ni el enemigo, ni otros
vecinos sepan lo que estamos haciendo aquí. Todos estamos de acuerdo. Se
empezó a educar a los indios a ser discretos”5
Por otra parte, Rigoberta vive la discriminación de manera directa también por
parte de los ladinos. Esto se puede observar de manera clara cuando ella va a la ciudad y
debe trabajar de sirvienta.
En su estadía en una casa, Rigoberta es maltratada por su patrona. Es mal mirada
en principio por su vestimenta y por su condición de indígena. El lugar que se le da para
dormir es un cuarto que según la narración de Rigoberta, tiene características de una
bodega. Duerme casi en el suelo y la comida que le dan son las sobras de sus patrones.
Pero Rigoberta no parece tomar esto tan en cuenta, ya que vive casi en las mismas
condiciones en la comunidad. Sin embargo al correr los días se va dando cuenta de que
el trato hacia ella es menor.
5
Burgos-Drebay Op.Cit. P.151
9
“La comida que me dieron era un poquito de frijol con unas tortillas bien
tiesas. Tenían un perro bien gordo, bien lindo, blanco. Cuando vi que la
sirvienta sacó la comida del perro. Iban pedazos de carne, arroz, cosas así. Y
a mí me dieron era un poquito de frijol con unas tortillas bien tiesas […] Me
sentía muy marginada”6
A la luz de esta situación vivida por Rigoberta, es posible dar respuesta a la
segunda interrogante. En este sentido, Rigoberta se considera de dos maneras, en primer
lugar, su condición de indígena y en segundo lugar el hecho de ser mujer. A raíz de esta
discriminación Rigoberta va tomando peso de la situación que vive su pueblo y en
general los indígenas guatemaltecos.
Rigoberta fue quien tomó las riendas de quienes no tenían voz y eran
considerados inferiores. A través de su conciencia en cuanto a la discriminación que
vivía su pueblo, Rigoberta pudo crear sus propias armas para derrotar esta
discriminación que fue expresada tanto en el trato social, en la toma de tierras por otros
y en el maltrato físico y sicológico que vivió su pueblo.
Todo se dio, gracias a la experiencia personal que ella tuvo en cuanto a la
discriminación en los aspectos mencionados, a su toma de conciencia, y la ayuda de
Elizabeth Burgos, quien dio la instancia para que
la voz de una comunidad
discriminada por su origen indígena pudiera ser escuchada. No debemos pasar por alto
la importancia de Rigoberta por el hecho de ser mujer y por participar en asuntos de
política. Si bien, no se autodefine como una líder feminista, es importante para el
contexto que su acción la haya realizado siendo una mujer, ya que eran un símbolo de
debilidad, tanto para los militares y los propios indígenas de su etnia.
Durante su infancia, vivió experiencias que remarcaban su condición de mujer;
por ejemplo, esto se da en cuanto a las labores que ella debía cumplir dentro de su
cultura, las que se diferenciaban de las funciones de los hombres; entre las que se
nombran dentro del testimonio se observa la diferenciación entre los niños y niñas. Los
6
Burgos-Drebay Op.Cit P.118
10
primeros van a la escuela a aprender a leer y escribir, mientras que las niñas deben
aprender labores domésticas, ya que ese sería su lugar de pertenencia, según esta
concepción machista que está inmersa en su propia cultura. He aquí donde radica la
importancia de Rigoberta, porque sus batallas no sólo, son en contra de esta dictadura
constante en la que vive su país, sino que también dentro de su mismo pueblo donde las
mujeres son reprimidas y destinadas a labores exclusivamente domésticas.
Es así como al alzar su voz fue escuchada, teniendo como resultado un
reconocimiento no solo a nivel local, sino que mundial, por su lucha constante contra
todo tipo de discriminación, a demás por la lucha de hacer hablar a un pueblo en
silencio.
Reflexiones finales
Guatemala se ha caracterizado por tener mayor presencia de pueblos indígenas.
Sin embargo, es donde la discriminación racial se da con mayor frecuencia. En el
contexto de las importaciones agrícolas y en la presencia de un gobierno fuerte, es
posible desarrollar la experiencia de Rigoberta y el rol que cumplió dentro de su
comunidad. La represión iniciada como una discriminación que fue intensificando por
parte de los ladinos, terratenientes y militares. Del mismo modo, la voz del pueblo
quiché y de los indígenas en general se fue pronunciando.
Tomando en cuenta que el testimonio de Rigoberta fue publicado, podemos
estudiar su influencia en los diferentes lugares del mundo. El testimonio se presenta
como la cultura de un pueblo en específico, pero ¿cuál es su relevancia tiene hoy en
día?
El hecho de que el testimonio refleje una toma de consciencia por parte de una
comunidad indígena, se convierte en un artefacto de lucha para otros pueblos que sufren
de manera similar a las vivencias de Quiché. Las ideas nacionalistas no siempre son
homogéneas en un territorio, ya que dentro de éste existen diferentes culturas y
agrupaciones que no sienten la identidad “nacional”
imperante. Así estamos en
presencia de Estados multiculturales, que deben coexistir con otras culturas y con una
identidad nacional impuesta. Esta coexistencia de las minorías étnicas o sociales con la
11
identidad imperante está en constante tensión, ya que se impone una lengua, una cultura,
una pertenencia que no es propia de estas subculturas. Esta imposición, produce
reacción, y en este sentido, el testimonio de Rigoberta Menchú toma importancia en
cuanto se utilice como ejemplo de reacción a la imposición de una cultura que no es la
de estas minorías.
Este artefacto reaccionario, puede parecer nocivo para aquellas naciones que ven
en estos grupos minoritarios una posible sublevación, una amenaza para la unidad
nacional y la mantención de la hegemonía que impone un Estado-nación moderno,
olvidando que hay grandes diferencias entre unos y otros, y que después de todo son
estas diferencias las que hay que respetar y mantener.
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