CONTEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO

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CONTEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO
(TEXTO DE KANT: Respuesta a la pregunta: ¿qué es la Ilustración?)
I. CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL
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BIOGRAFÍA DE KANT
Inmanuel Kant (1724−1804) es el mayor filósofo alemán de todos los tiempos y uno de los que mayor
influencia ha tenido en la historia del pensamiento. Nació en Königsberg y fue el cuarto hijo de una familia
humilde de once hermanos. Los padres de Kant eran unas personas sumamente honestas, rectas y amantes de
la concordia. La madre en particular, que Kant perdió a los trece años, imprimió en su familia el espíritu y las
normas del pietismo.
A los 16 años, Kant ingresa en la universidad en cuyo ambiente intelectual se asistía a la crisis de la metafísica
racionalista de Wolff y los problemas originados por los nuevos planteamientos de la física de Newton.
Al morir su padre, en 1746, Kant se ve obligado a abandonar la universidad y ha de ganarse la vida como
preceptor, o tutor, en familias de los alrededores de Königsberg.
En 1749 publica en alemán su primera obra: Ideas sobre la verdadera valoración de las fuerzas vitales,
inspirada en la física de Leibniz, iniciando así el denominado «PERÍODO PRECRÍTICO», que durará hasta
1770, durante el cual predominan las obras sobre temas científicos. Entre 1762 y 1764 publica obras que le
dan a conocer como filósofo en Alemania. Es una época de gran actividad intelectual que combina con una
intensa actividad social. En Sueños de un visionario esclarecidos por los sueños de la metafísica (1766)
rechaza definitivamente el tipo de metafísica, tan alejado de la experiencia, que se practicaba por aquel
entonces, y se inclina ya por una concepción de la filosofía como la ciencia de los límites de la razón humana,
y no como un sistema de saber. La filosofía, más que conocimiento, es para él crítica del mismo.
Por estos años conoce Kant las ideas escépticas del empirismo de Hume. Kant se adhiere, pues, a una crítica
de la metafísica que se inspira en Hume, pero no va a admitir sus planteamientos escépticos. Así, en 1770, con
ocasión de pasar a ser, a los 46 años, profesor ordinario de lógica y metafísica en la universidad de
Königsberg, redacta la llamada Disertación de 1770, cuyo título es Sobre la forma y los principios del mundo
sensible e inteligible, y en la que empieza la construcción de su filosofía trascendental, edificada sobre la idea
de un sujeto que impone sus condiciones subjetivas a la posibilidad de que las cosas sean conocidas y
pensadas. Con esta fecha comienza el llamado «PERÍODO CRÍTICO»
La Crítica de la razón pura, que aparece en mayo de 1781 (segunda edición en 1787), tras un período de
maduración de 12 años, pero escrita casi a vuela pluma, en cinco o seis meses, representa la investigación −la
crítica− a la que Kant somete a la razón humana. La obra más fundamental de Kant despierta escaso interés y
los críticos ponen de relieve su oscuridad y dificultad; poco después, sin embargo se convertirá en el libro que
habrá de cambiar radicalmente la orientación de la filosofía. A modo de introducción a su obra, publica Kant,
en 1783, Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia. Siguen Idea para una
historia general concebida en un sentido cosmopolita (1784); Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la
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Ilustración? (1784); Fundamentación para una metafísica de las costumbres (1785); Principios metafísicos
de la ciencia natural, con un título que recuerda la obra fundamental de Newton, en el centenario de su
publicación; la segunda edición, en 1787, de la Crítica de la razón pura; la Crítica de la razón práctica
(1788), cuyo tema es la vida moral del hombre libre, y la Crítica del juicio (1790), que intenta mediar entre
naturaleza y libertad, o armonizar las dos Críticas anteriores.
En 1793, la publicación de La religión dentro de los límites de la mera razón (1793) y, luego, de El fin de
todas las cosas (1794), obras ambas sobre filosofía de la religión, es acogida con disgusto por las autoridades
prusianas, en una época en que Federico Guillermo II (1786−1797) había restringido la libertad de enseñanza
e imprenta, a diferencia de lo hecho por sus antecesores, Federico Guillermo I, el Rey Sargento (1713−1740)
y Federico II el Grande (1740−1786), quienes habían sido sumamente tolerantes. El emperador ordena a Kant
que se abstenga de tratar de temas religiosos, cosa que promete Kant y que cumple hasta la llegada del nuevo
emperador, Federico Guillermo III, cuando publica El conflicto de las facultades (1797). Antes había
publicado, en 1795, Por la paz perpetua. En 1797, aparece Metafísica de las costumbres, obra sobre filosofía
del derecho y de la moral.
En 1796 Kant, a los 73 años de edad y fatigado ya, abandona la docencia a la que se había dedicado durante
cuarenta años, a lo largo de los cuales había tratado en sus lecciones de la mayoría de temas que podían
entonces enseñarse: lógica, metafísica, matemática, geografía física, antropología, pedagogía, filosofía de la
historia, filosofía de la religión, moral y filosofía del derecho.
De cómo eran sus clases, destaca J.G. Herder el recuerdo de que Kant «coaccionaba gratamente a pensar por
cuenta propia» ya que según él «nadie aprende a filosofar sino por el ejercicio que cada cual hace de su propia
razón» y que concuerda con la respuesta que da a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?, definiéndola como la
mayoría de edad que una época alcanza cuando se atreve a pensar por propia cuenta. A la par que la actividad
escolar, mantuvo también la académica: fue varias veces decano de la facultad y, por dos veces, rector de la
misma.
En 1799 aparecen ya síntomas de decadencia en Kant y tiene que abandonar la obra que había emprendido, el
Opus postumum y cuyo tema fundamental debía ser el del «paso» de los principios metafísicos de la ciencia
de la naturaleza a los principios empíricos de la física.
Kant murió el 12 de febrero de 1804 diciendo: Es ist gut [está bien]. En la lápida de su tumba se grabaron
posteriormente las palabras con que inicia la conclusión de su Crítica de la razón práctica: «Dos cosas llenan
mi ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto más reflexiono sobre ellas: el cielo
estrellado que está sobre mí y la ley moral que hay en mí».
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LA ILUSTRACIÓN
Kant es el último gran pensador de la filosofía moderna, que había comenzado con Descartes.
Si bien es cierto que Descartes había iniciado la filosofía moderna estableciendo un nuevo criterio de verdad,
que suponía poner a la razón humana como juez supremo frente a la autoridad de las sagradas escrituras o de
los filósofos más prestigiosos, sin embargo este programa solo fue cumplido por él en el terreno teórico, el del
conocimiento. En el campo de la praxis, sin embargo Descartes no se había atrevido a sacar todas las
consecuencias de un planteamiento tan revolucionario como el suyo.
Serán los pensadores ilustrados, y entre ellos Kant, los que aplicarán sistemáticamente la crítica de la razón a
los temas morales, políticos y religiosos, intentando que la luz de la razón iluminara (de ahí "iluminismo",
"ilustración") lo que hasta entonces había sido para ellos oscuridad, superstición y sometimiento acrítico a la
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autoridad. Con ello la Ilustración contribuyó a preparar ideológicamente el advenimiento de las revoluciones
burguesas de finales del siglo y a terminar con el poder absoluto de las monarquías tradicionales.
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LA REVOLUCIÓN FRANCESA
El hecho político que más llamó la atención de Kant fue la Revolución francesa, con cuyos ideales
comulgaba. Kant era un ilustrado que admiraba la razón humana, la libertad, la igualdad entre los hombres. El
mismo se afirma como defensor de los derechos de la humanidad, los cuales se promulgan por primera vez
precisamente en las revoluciones americana (1776) y francesa (1789). Su ideal era la construcción de una
sociedad basada en la igualdad y regida por la racionalidad en sus leyes. Este papel protagonista de la Razón
humana va a producir un fenómeno secularizador, pues mientras anteriormente el hombre era considerado
desde el punto de vista de su relación con Dios, como imagen del mismo, ahora se trata de considerarlo como
un ser independiente. La figura de Dios deja de ocupar el centro, y se instituye un nuevo centro: la razón. Dios
deja de tener el papel central que tenía por ejemplo en el racionalismo de Descartes: mientras que para éste
Dios está presente en su filosofía como piedra sin la cual no podría sostenerse el edificio del conocimiento,
Kant lo deja fuera de su filosofía del conocimiento, relegándolo al ámbito de la razón práctica, es decir de la
filosofía de la praxis.
II. CONTEXTO FILOSÓFICO
Kant no es solo un autor preocupado por cuestiones abstractas de tipo teórico como en la Crítica de la Razón
Pura (relacionadas con su pregunta ¿Qué puedo conocer? ). También tiene obras como ésta en las que en un
lenguaje más asequible se dirige a un público más amplio y aborda cuestiones de tipo social, cultural,
religioso y político. Eso lo hace siempre con la preocupación propia de un ilustrado de contribuir a la
autorrealización del hombre y a su liberación de las opresiones y limitaciones a las que la tradición, el
despotismo y la manipulación religiosa de las conciencias lo ha sometido (cuestiones relacionadas con la
pregunta de Kant ¿Qué debo hacer?)
Podemos decir que el tema fundamental de esta obrita es la defensa por parte de Kant de la libertad de
pensamiento y expresión (la libertad en el uso público de la razón, dice él). Dicha libertad es para él algo sin
lo cual no es posible el progreso de la humanidad. Kant reflexiona sobre dicho tema aplicado al campo
religioso, de gran importancia en la época.
Para comprender en toda su dimensión las ideas desarrolladas aquí por Kant hay que tener en cuenta el tipo de
problemas de fondo a los que tratan de dar respuesta los pensadores ilustrados. Uno de los más importantes es
el de construir una teoría racional del estado justificando su necesidad y su legitimidad.
Kant, como todos los filósofos ilustrados, ha roto ya con la idea medieval de que el poder tiene un origen
divino, y defiende que el único principio de legitimación del estado y del poder político es el consentimiento
de los ciudadanos: para que la autoridad del gobernante sea considerada como legítima es preciso que sea
consentida por los ciudadanos. Por lo tanto, en el origen de la sociedad civil debe haber un pacto. De ahí que
todos estos autores sean considerados como contractualistas, ya que hablan y discuten acerca del pacto o
contrato que da origen al estado y lo hace legítimo.
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Pues bien, los autores contractualistas, entre los que se cuenta Kant (además de Hobbes, Rousseau, Locke,
Spinoza etc.), consideran que el estado surge mediante un pacto por el cual los hombres deciden abandonar el
estado de naturaleza en el que ni las propiedades ni la propia vida están garantizadas, y ceden sus derechos y
libertades naturales a cambio de esas garantías. Pero hay diferencias entre ellos respecto a los derechos que se
ceden y a la finalidad del estado de sociedad.
Según Hobbes mediante el pacto nos sometemos todos a un poder superior, cediendo nuestros derechos
naturales: el derecho a actuar guiado por las pasiones, al uso de la fuerza individual, el derecho sobre las cosas
que pueda uno apropiarse. Sin embargo, para él no se renuncia al derecho a la vida: cuando el estado no puede
garantizar el derecho a la vida por incompetencia o por exceso de crueldad, entonces el pacto queda violado y
el individuo recobra su libertad de defenderse como le parezca oportuno.
Según Locke el único derecho al que se renuncia es al de tomarse la justicia uno por su mano. Se conservan
todos los demás, como el derecho de propiedad, pues para Locke si llegamos a constituir el estado es
precisamente para defender la propiedad.
Según Spinoza el único derecho irrenunciable es el derecho a pensar por sí mismo. Spinoza intenta resolver el
problema más difícil para toda teoría racional sobre el estado, el problema de conciliar dos bienes que resultan
incompatibles: la obediencia y la libertad.
He aquí la solución de Spinoza, que también hará suya Kant y que aparece reflejada a lo largo del texto que
comentamos: deber de obediencia absoluta respecto a las acciones y derecho de libertad respecto a los
pensamientos. Al entrar en el estado civil todos renuncian al derecho de obrar según su propio arbitrio, no al
de razonar y juzgar. Kant es tajante respecto a la obligación absoluta de obedecer a las leyes legítimamente
establecidas, no aceptando ni el derecho de insurrección, ni de rebelión, ni de atentado contra el gobernante
bajo pretexto de abuso de poder. Así se pone de manifiesto en el texto cuando elogia al principe Federico II el
Grande por seguir en su gobierno la máxima de Razonad tanto como queráis y acerca de lo que queráis, pero
obedeced.
La defensa tan fuerte de la libertad de pensamiento que hace Kant está muy relacionada con sus ideas sobre el
progreso histórico, llegando incluso a considerarla como más importante, por lo menos en ese concreto
momento y lugar histórico, que la libertad de actuar. A lo largo del texto queda claro que, para Kant, sin la
libertad de pensamiento y expresión es imposible el progreso de la humanidad.
EJERCICIOS SOBRE EL TEXTO
(lectura guiada)
• 1)
¿Cómo define Kant la ilustración? Explica el significado de dicha definición, señalando a qué se
refiere exactamente Kant con la expresión "minoría de edad".
• 2)
¿Cuál es el lema de la Ilustración?
• 3)
¿Cuáles son las razones por las que la gente prefiere seguir siendo menor de edad en el sentido que le
da Kant a esta expresión?
• 4)
¿Qué dificultades ponen los tutores para que la gente pueda salir de la minoría de edad?
• 5)
¿Qué dificultades encuentra una persona para salir por sí misma de la minoría de edad?
• 6)
¿Y el público cómo puede alcanzar la ilustración? ¿Por qué? (En la parte del texto de Kant necesaria
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para contestar esta pregunta propongo traducir de otra manera el trozo siguiente Pero aquí se ha de señalar
algo... ... incapaces de cualquier ilustración.. La traducción sería la siguiente: Pero aquí sucede algo curioso:
que cuando algunos de los tutores, incapaces de ilustrarse a sí mismos, pretenden ilustrar al público, son
obligados por éste a permanecer bajo ese yugo de la minoría de edad al que ellos lo habían sometido
previamente)
• 7)
¿Qué diferencia establece Kant entre el uso público y el uso privado de la razón? Da la definición de
cada uno de ellos.
• 8)
Utilizando los ejemplos que pone Kant, distingue el uso público de la razón y el uso privado de la
razón en la actuación de: a) un oficial militar, b) un ciudadano que paga sus impuestos, y c) un sacerdote.
• 9)
Busca información sobre el autor de la frase "Razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis,
pero obedeced", y di cuál es el significado que tiene en Kant dicha frase.
• 10) ¿Qué tipo de libertad es el que defiende Kant como necesaria para que haya ilustración? ¿Por qué?
• 11) ¿Por qué afirma Kant que un contrato entre las personas dirigentes de una determinada religión para
tutelar siempre a sus subordinados, impidiendo cualquier tipo de reforma sería un disparate, además de ser
nulo de pleno derecho? Contesta a esta pregunta con palabras del propio Kant en el texto. (Para contestar
adecuadamente esta pregunta, así como la 12, la 14, la 15 y la 16, hay que tomar en consideración la
problemática del contrato social y del progreso desarrollada en los temas: Historia y progreso en el
pensamiento ilustrado y La idea de contrato en la constitución del estado moderno).
• 12) ¿Cuál sería según Kant el criterio para considerar como buena una ley o constitución que establezca un
nuevo orden de tipo religioso?
• 13) ¿Cuál sería un procedimiento adecuado para establecer reformas de tipo religioso? Señala los pasos que
habría que dar según Kant.
• 14) ¿Por qué razón no son admisibles ni desde el punto de vista de la propia persona ni del de la humanidad
constituciones religiosas inconmovibles?
• 15) ¿Por qué un monarca no puede decidir en nombre de un pueblo? ¿Qué filósofo pensaba que un monarca
sí que podía y debía decidir en nombre del pueblo?
• 16) Señala alguna frase del texto que nos muestre el punto de vista de Kant en relación con la temática de la
pregunta anterior.
• 17) ¿Cuál es y cuál no es el papel de un monarca con relación al tema religioso, según Kant?
• 18) ¿Qué diferencia hay entre una época ilustrada y una época de ilustración? ¿En cuál de ella vivimos
según Kant? Explica por qué.
• 19) ¿Qué es lo que alaba Kant en el monarca al que se refiere a lo largo del texto, ya aludido en la pregunta
7?
• 20) A propósito de la frase de ese monarca (Razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero
obedeced), Kant defiende una tesis que él mismo considera que puede resultar paradójica, acerca de las
relaciones entre libertad civil o ciudadana (libertad de actuar) y libertad del espíritu. ¿Podrías expresar
dicha tesis de un modo claro?
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