la guerra chino – japonesa y las armadas de

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MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS
LA GUERRA CHINO – JAPONESA Y LAS ARMADAS DE CHILE
Y ARGENTINA
Luis Fernando Furlan *
E
l Imperio del Japón comenzó su transformación en gran potencia del Extremo Oriente a
partir de su triunfo sobre el Imperio Chino en la guerra de 1894 – 1895. La guerra chino –
japonesa, precedida por serios incidentes ocurridos en Corea en junio y julio de 1894, se
inició formalmente el 1 de agosto de 1894 y se extendió hasta el 15 de abril de 1895.
Gestiones del Imperio Chino para adquirir buques de guerra chilenos y argentinos.
Consciente de la importancia de las operaciones navales y del dominio del mar en la
guerra que se iniciaba, el Imperio Chino comenzó a realizar distintas gestiones para adquirir
buques de guerra a fin de reforzar su poder naval.
El Gobierno chino encargó la tarea de gestionar la compra de buques de guerra a dos
compañías extranjeras (una inglesa y otra alemana), circunstancia que demuestra claramente la
influencia que tenían los intereses Occidentales en el Celeste Imperio por aquellos años.
Ambas compañías orientaron sus operaciones y gestiones hacia dos Armadas
sudamericanas: la de Chile y la de Argentina. A estas decisiones no fueron ajenas la ya
tradicional preponderancia inglesa en Chile y Argentina y los deseos de la joven Alemania de
competir con Inglaterra por la obtención de posiciones e influencia en distintos continentes.
Las mencionadas operaciones de adquisiciones navales en América del Sur se
desarrollaron entre agosto y septiembre de 1894.
En la República de Chile las gestiones estuvieron a cargo de la compañía inglesa, que
propuso la compra del crucero Esmeralda, del blindado Cochrane y de los cazatorpederos Lynch
y Condell. Todos estos buques habían sido construidos en astilleros británicos.
Por su parte, la compañía alemana se dedicó a iguales operaciones en la República
Argentina, interesándose muy especialmente por el acorazado (o blindado) Almirante Brown y
los cruceros 25 de Mayo y 9 de Julio. Estos tres buques también eran de construcción británica.
Las operaciones de las compañías inglesa y alemana para adquirir buques de aquellas dos
prestigiosas Armadas sudamericanas no lograron ningún resultado, pues los Gobiernos de Chile y
Argentina habían declarado la neutralidad frente al conflicto asiático y consideraban que la venta
al Imperio Chino de alguno de los buques solicitados hubiera violado el mencionado principio de
neutralidad.
A continuación presentaremos una serie de breves noticias aparecidas en periódicos
argentinos de esa época, que a su vez reproducen testimonios de distinta procedencia, respecto al
tema que nos ocupa*:
“Propuesta de compra de buques.
Valparaíso, Agosto 8. Una casa inglesa ha ofrecido al Gobierno chileno
comprar la Esmeralda, el Cochrane y los caza – torpedos Condell y Lynch
para ofrecerlos al Gobierno chino, pero la oferta no ha sido aceptada”1.
2
“China quiere comprar buques a Chile.
Londres, Miércoles 8. Un telegrama recibido de Valparaíso dice que
una casa inglesa ha hecho proposiciones al gobierno chileno para
comprarle los buques de guerra Esmeralda y Cochrane y las torpederas
Condell y Lynch.
Esta casa inglesa había recibido orden del gobierno chino para verificar
la compra.
El gobierno chileno ha rechazado las ofertas que se le han hecho”2.
“Compra de buques.
Londres, Setiembre 7. Se dice que el gobierno chino ha arreglado
la compra de la mitad de los buques que componen la flota chilena”3.
“Buques chilenos para China.
Desmentida del ministro chileno en Londres.
Londres, Sábado 8. Ha circulado aquí el rumor de que el gobierno
de Chile había cedido a China una parte de la escuadra.
El Sr. Mate, ministro de Chile, ha desautorizado por completo ese
rumor”4.
“La guerra chino japonesa y las escuadras de la Argentina y Chile.
Propuesta de compra.
Poco después de iniciarse la guerra asiática circuló el rumor [...]
de que el gobierno argentino había recibido propuestas para la
compra de parte de los barcos de nuestra escuadra, hechas a nombre
del gobierno chino.
Desautorizada esta versión, llegónos de Chile la noticia de que el
Gobierno de aquella república había sido objeto de iguales
proposiciones.
En seguida, dos despachos telegráficos de Europa, probablemente
por noticias transmitidas desde Sud América, consignan la versión
de que Chile ha vendido á la China la mitad de su flota militar,
anunciando uno de ellos como próxima la llegada de los buques
aludidos a las costas del Celeste Imperio.
Que esto es inexacto no cabe duda, pues las últimas noticias de
Santiago de Chile que hemos recibido sólo consignan la proposición
de la compra de tres naves de guerra hecha por titulados agentes de
S. M. Kouang-Su , propuesta que fue rechazada en absoluto por el
Gobierno del Sr. Montt. Por otra parte, el ministro de Chile en
Inglaterra ha desmentido en la prensa de Londres [...], que tal venta
se haya realizado.
Respecto de las proposiciones hechas en idéntico sentido al gobierno
argentino, podemos asegurar que son ciertas, así como que correrán
igual suerte que las hechas a Chile.
La gestión ha sido iniciada por una compañía alemana, que pretende
adquirir el acorazado Almirante Brown y los cruceros rápidos 9 de
Julio y 25 de Mayo.
3
La primera oferta de precio, con insinuación de mejorarla, es dar el
Importe de costo de los buques mencionados, más una prima de
£ 200.000.Como decíamos, otra negativa rotunda tiene que ser la respuesta de
tal proposición recibida, primero porque realizar esa venta sería
faltar al deber que tiene nuestro país de mantenerse neutral en la
contienda [...]; y segundo porque nuestra armada nacional no es una
creación antojadiza, ni es esta tierra en que pueda bastar la perspectiva
de un buen negocio para que se trafique con las naves destinadas a
mantener la integridad de la Nación y bautizadas con nombres que
simbolizan nuestras más puras glorias”5.
“Propuesta rechazada. No se venden buques a los chinos.
...el gobierno nacional ha rechazado las proposiciones de
compra de tres barcos de nuestra armada que le eran hechas
por una casa alemana á nombre del gobierno chino”6.
“Acuerdo de gabinete. La propuesta de compra de buques de
la escuadra.
Se convino [...] que no debía aceptarse la propuesta...
Entre las razones apuntadas figuran [...] la muy principal
relativa a la inconveniencia manifiesta de hacer objeto de
comercio de los buques de la armada nacional, así como los
deberes de la neutralidad que no podrían violarse hoy ante un
conflicto entre dos naciones asiáticas”7.
“Compra de buques por los chinos.
Vancouver, Setiembre 27. Según las últimas correspondencias
procedentes del Japón y recibidas en esta, ha vuelto á correr
la voz en Yokohama de que China a comprado la escuadra
chilena...”8.
De todos los buques mencionados solamente fue cedido el crucero chileno Esmeralda. Es
de destacar que esta nave fue adquirida por Japón y no por China, en una misteriosa y confusa
operación que se desarrolló entre octubre y diciembre de 1894 y que provocó serios y molestos
incidentes*.
Mientras tanto, la guerra seguía su curso en el Extremo Oriente. Las operaciones navales
se concentraron en el Mar Amarillo, en cuyas aguas los japoneses lograron la victoria en la
batalla de Yalu (17 de setiembre de 1894) y la toma del puerto de Wei Hai Wei (febrero de
1895). La guerra finalizó con el Tratado de Shimonoseki (15 de abril de 1895), por el cual China
cedía a Japón Formosa, las islas Pescadores y la península de Liaotung y reconocía la
independencia de Corea, que pasaba así a la esfera de influencia japonesa.
****
Guardiamarina RN de la Armada Argentina y Licenciado en Historia.
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∗
4
En dichos testimonios se apreciarán las imprecisiones y los errores que a veces surgían en cuanto a la información
recibida.
1. La Prensa, Nº 8694, 9 de agosto de 1894, p. 4.
2. La Nación, Nº 7431, 9 de agosto de 1894, p. 4.
3. La Prensa, Nº 8721, 8 de setiembre de 1894, p. 3.
4. La Nación, Nº 7462, 9 de setiembre de 1894, p. 3.
5. La Nación, Nº 7462, 9 de setiembre de 1894, p. 4.
6. La Nación, Nº 7463, 10 de setiembre de 1894, p. 4.
7. La Nación, Nº 7464, 11 de setiembre de 1894, p. 4. El Boletín del Centro Naval argentino (agosto –
setiembre de 1894) también realizó un breve comentario sobre el interés del Imperio Chino por adquirir
buques de la Armada Argentina.
8. La Prensa, Nº 8741, 28 de setiembre de 1894, p. 4.
Al respecto, véase el excelente trabajo del señor Mario Guisande Pelic “La venta del crucero Esmeralda y sus
consecuencias en el Ecuador” (En: Memorias del VII Simposio de Historia Marítima y Naval Iberoamericana,
Guayaquil, noviembre de 2003, pp. 315 – 327. Guayaquil, Instituto de Historia Marítima, 2004).
BIBLIOGRAFÍA.
− ARGUINDEGUY, Pablo E. Apuntes sobre los buques de la Armada Argentina, tomo IV.
Buenos Aires, Departamento de Estudios Históricos Navales, 1972.
− FUENZALIDA BADE, Rodrigo. La Armada de Chile. Desde la alborada al
sesquicentenario (1813 – 1968), tomos III y IV. 3º edición. Valparaíso, 1988.
− TANZI , Héctor J. “La Armada Argentina de 1890 a 1900”. En: Historia marítima
argentina, tomo VIII, cap. XII. Buenos Aires, Departamento de Estudios Históricos
Navales, 1990.
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