CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE DAÑOS DERIVADOS DE ILÍCITOS CONCURRENCIALES Barcelona, 22 de noviembre de 2012 Cuestiones de interés sobre la práctica internacional del derecho de la competencia1 Cani Fernández El incremento de las acciones privadas de reclamación de daños causados por la vulneración de los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (“TFUE”) ante los tribunales de los Estados miembros de la Unión da lugar a controversias jurídicas y problemas prácticos en la aplicación de las normas comunitarias de derecho internacional privado. A continuación se exponen de forma sucinta algunos de estos problemas que revisten especial interés para la práctica internacional del derecho de la competencia. I. La naturaleza contractual o extracontractual de las reclamaciones de daños derivados de ilícitos concurrenciales En el marco del procedimiento de reforma del Reglamento 44/2001 se ha planteado la posibilidad de introducir normas específicas de atribución de competencia judicial internacional para supuestos de reclamaciones de daños causados por conductas contrarias a los artículos 101 y 102 del TFUE. Los autores que abogan por la reforma consideran que los artículos 5.1 y 5.3 del Reglamento 44/2001 2, que contienen los foros especiales de competencia 1 Conferencia impartida por Cani Fernández (socia directora del Grupo de Derecho de la Unión Europea y de la Competencia y directora de la oficina de Bruselas de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira) en el marco de la mesa sobre Conflictos de jurisdicción y competencia del Congreso internacional de daños derivados de ilícitos concurrenciales celebrado en Barcelona los días 22 y 23 de noviembre de 2012. El presente documento ha sido elaborado con la inestimable ayuda de Cristina Vila Gisbert, asistente al Congreso y también abogada de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira. 2 Reglamento 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (“Reglamento 44/2001” o “Reglamento Bruselas I”). El Reglamento 44/2001 ha sido sustituido por el reciente Reglamento 1215/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2012, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (“Reglamento 1215/2012”). El Reglamento 1215/2012 será aplicable a partir del 10 de Pág. 1 judicial internacional, no se adecúan correctamente a la naturaleza de las acciones privadas de reclamación de daños en el ámbito del derecho de la competencia y suponen una traba a la eficacia de dichas reclamaciones. Entre las propuestas apuntadas por la Comisión Europea en su Informe sobre la aplicación del Reglamento 44/2001, se contempla la posibilidad de incorporar a su artículo 5 una norma ad hoc de atribución de competencia judicial internacional para reclamaciones que versen sobre derecho de la competencia. Sin embargo, desde un punto de vista sistemático, resulta posible aplicar los artículos 5.1 y 5.3 del Reglamento 44/2001 de forma coherente a acciones privadas de indemnización de daños derivados de ilícitos concurrenciales, según sean estas reclamaciones planteadas por responsabilidad contractual o extracontractual. Como es bien conocido, por un lado, el artículo 5.1 establece que la parte actora en una reclamación de daños derivados del incumplimiento contractual podrá interponer la demanda de reclamación ante el tribunal del lugar en el que hubiere sido o debiere ser cumplida la obligación que sirviere de base a la demanda. Por otro lado, el artículo 5.3 prevé que, en materia delictual o cuasi delictual, la demanda pueda interponerse ante el tribunal del lugar donde se hubiere producido o pudiere producirse el hecho dañoso. Debe recordarse también que el foro general del artículo 2 del Reglamento 44/2001 prevé que, con independencia de la naturaleza contractual o extracontractual de la reclamación, los demandantes siempre podrán actuar contra el demandado ante el tribunal del Estado miembro en el que este último esté domiciliado. Mucho se ha discutido sobre la naturaleza contractual o extra contractual de las reclamaciones de daños derivados de infracciones de la normativa de competencia. Si bien la mayoría de la doctrina considera que revisten una naturaleza extra contractual, creemos que en determinados supuestos pueden igualmente ejercitarse acciones por responsabilidad contractual, y proponemos para el debate, desde un punto de vista pragmático, una clasificación preliminar: Por un lado, cuando la reclamación judicial pretenda o alegue la nulidad de un contrato por infracción del derecho de la competencia, y se plantee por una de las partes del contrato, podrá ser de aplicación el foro especial del artículo 5.1 del Reglamento 44/2001. Este podrá ser el caso, por ejemplo, en las relaciones de naturaleza vertical (en la nomenclatura del Derecho de la competencia), de los abusos de posición dominante ejecutados en el marco de una relación enero de 2015, con la excepción de sus artículos 75 y 76, que serán de aplicación a partir del 10 de enero de 2014. En el presente documento se mantendrán las referencias al Reglamento 44/2001 al tratarse de la norma vigente en el momento en que se impartió la ponencia. Pág. 2 contractual y en determinados acuerdos horizontales que sean a priori lícitos, como los acuerdos de especialización o los acuerdos de I+D, por citar algún ejemplo. Por otro lado, cuando el objeto de la reclamación judicial sea una indemnización por daños causados como consecuencia de la existencia de un acuerdo ilícito restrictivo de la competencia de tipo horizontal – en particular, los cárteles – o de una conducta unilateral constitutiva de abuso de posición de dominio que no sea resultado de una relación contractual entre la empresa dominante y la víctima del daño, o la acción se plantee por un tercero ajeno a la relación contractual en cualquiera de los supuestos previstos en el párrafo anterior, será de aplicación el foro especial del artículo 5.3 del Reglamento 44/2001. De conformidad con lo expuesto, los artículos 5.1 y 5.3 del Reglamento 44/2001 junto con la jurisprudencia dictada por los Tribunales de la Unión ya permiten en la actualidad canalizar las reclamaciones privadas de daños derivados de los distintos tipos de conductas anticompetitivas. En el caso del derecho comunitario de la competencia, como apunta Blanca Vilà en la reciente obra colectiva International Antitrust Litigation, la introducción de una única norma de atribución de competencia judicial internacional por razón de la materia podría dar lugar a dificultades en su aplicación cuando en la controversia se da una pluralidad de demandantes, de demandados o de lugares donde el daño podría haberse originado o producido sus consecuencias. II. El ejercicio de acciones colectivas y acciones individuales de reclamación de daños El juego entre el foro general del domicilio del demandado previsto en el artículo 2 y los foros especiales reconocidos en los artículos 5.1 y 5.3 del Reglamento 44/2001 puede dar lugar a acciones paralelas o simultáneas ante jurisdicciones diferentes. Los problemas derivados de la existencia de una multiplicidad de acciones paralelas se manifiestan de forma especialmente clara en las siguientes dos situaciones: (i) en los supuestos de concurrencia de acciones colectiva s y acciones individuales de reclamación de daños, y (ii) en el uso abusivo de las normas de litispendencia para iniciar las llamadas acciones “torpedo”. Por un lado, se plantea el problema del ejercicio simultáneo de acciones colectivas y acciones individuales. Los Estados miembros de la Unión no disponen de una legislación armonizada en materia de interposición de acciones Pág. 3 colectivas de reclamación de daños y la Unión Europea carece de normativa propia que regule los procedimientos de reclamación colectiva de indemnizaciones por parte de un conjunto de individuos perjudicados por un ilícito concurrencial. Como consecuencia de esta falta de armonización en el marco de la Unión y la inexistencia de una normativa común que establezca las normas de opt-in y opt-out en las acciones colectivas, pueden presentarse las cuatro siguientes situaciones: - Acción individual en el país A + Acción individual posterior en el país B. - Acción individual en el país A + Acción colectiva posterior en el país B. - Acción colectiva en el país A + Acción individual posterior en el país B. - Acción colectiva en el país A + Acción colectiva posterior en el país B. Ante estos escenarios, el artículo 28 del Reglamento 44/2001 nos ofrece algunas soluciones preliminares. El apartado 1 del artículo 28 prevé que, en el caso de demandas conexas, el tribunal del país B deberá suspender el procedimiento hasta que el tribunal del país A haya emitido su sentencia. No obstante, el apartado 2 del artículo 28 prevé una situación alternativa. En el caso de demandas conexas pendientes ante tribunales de primera instancia, el tribunal del país B podrá inhibirse a favor del tribunal del país A a condición de que la ley del país A permita la acumulación de demandas. La procedencia de una u otra de las soluciones contempladas en el artículo 28 dependerá de las circunstancias específicas del caso, siendo necesario que el ejercicio de la acción individual de resarcimiento esté garantizado en línea con la opinión del Parlamento Europeo expresada en su Resolución de 2 de febrero de 2012 “Hacia un enfoque europeo coherente del recurso colectivo” 3. Entre las circunstancias específicas del caso, el tribunal del país B deberá tener en cuenta no solo si la legislación de los países A y B permite la acumulación de acciones, sino que también deberá apreciar si, a la hora de iniciar la segunda acción, el demandante ante el país B ha actuado correctamente o si ha acudido al país B – con el que apenas hay puntos de conexión en el litigio – para beneficiarse de una mayor agilidad del procedimiento en esa jurisdicción o de sus normas procesales más favorables (forum shopping). 3 Resolución de 2 de febrero de 2012 “Hacia un enfoque europeo coherente del recurso colectivo” (2011/2089(INI)). Pág. 4 Por otro lado, la existencia de multiplicidad de jurisdicciones competentes para conocer de un asunto plantea la problemática de las acciones “torpedo” y da lugar a comportamientos oportunistas o de free riding. Como es bien sabido, el llamado efecto “torpedo” consiste en un uso abusivo de las normas de litispendencia contenidas en el Reglamento 44/2001. Más concretamente, el artículo 27 del Reglamento 44/2001 prevé que “cuando se formularen demandas con el mismo objeto y la misma causa entre las mismas partes ante tribunales de Estados miembros distintos, el tribunal ante el que se formulare la segunda demanda suspenderá de oficio el procedimiento en tanto no se declarare competente el tribunal ante el que se interpuso la primera ”. El artículo 27 es de aplicación también a las acciones interpuestas, por razones estratégicas, ante una jurisdicción manifiestamente incompetente, en contravención de las normas sobre competencia judicial. Esta estrategia, conocida como “torpedo”, es especialmente efectiva en los casos en que la primera acción se interpone ante una jurisdicción conocida por su lenta tramitación de los asuntos de manera que cualquier acción posterior, aun planteada ante la jurisdicción competente, deberá suspender el procedimiento 4. Además del problema de las acciones “torpedo”, en los casos en que haya una pluralidad de demandantes, pueden darse comportamientos oportunistas o de free riding. Ello es especialmente relevante en el caso de las acciones colectivas e individuales simultáneas puesto que estas situaciones permi ten que algunos de los demandados opten oportunísticamente por no sumarse a la acción colectiva iniciada ante el país A y dejar que esta jurisdicción actúe en un “caso piloto” para, luego, proceder más fácilmente mediante acción individual ante el país B, disminuyendo el riesgo de condena en costas. Sin embargo, existe el riesgo de que, al no ser de aplicación las normas de litispendencia del artículo 27 del Reglamento 44/2001 por no cumplirse los requisitos de identidad de partes, la acción del país B sea resuelta antes que la acción colectiva interpuesta ante el país A. Para resolver o paliar las consecuencias derivadas de los problemas expuestos con anterioridad, se indican a continuación algunas posibles soluciones. 4 El nuevo Reglamento 1215/2012 contiene las nuevas normas sobre litispendencia en sus artículos 29 a 34 y está encaminado a dar prioridad, para el conocimiento de los asuntos, a los tribunales especificados en las cláusulas de sumisión expresa y, de esa forma, revertir la regla de “prior in tempore” del artículo 27 del Reglamento 44/2001. En particular, el artículo 31.2 del nuevo Reglamento prevé que cualquier tribunal distinto al elegido por las partes “suspenderá el procedimiento hasta que el órgano jurisdiccional ante el que se presentó la demanda en virtud del acuerdo de que se trate se declare incompetente con arreglo al acuerdo”. Pág. 5 En los casos en los que hay una multiplicidad de perjudicados por la conducta anticompetitiva, cabría plantear la posibilidad de obligar a los perjudicados a buscar el resarcimiento colectivo allí donde resida la mayoría de ellos, estableciendo una norma de determinación expresa. Sin embargo, ¿Qué sucede si en la jurisdicción en la que la mayoría de los perjudicados tenga su domicilio no existe la posibilidad de interponer acciones colectivas? En tal caso, existirían dos salidas alternativas: a. En primer lugar, cabría la posibilidad de acudir al forum necesitatis previsto en la Propuesta de reforma del Reglamento 44/2001 (artículo 26)5 en cumplimiento del mandato recogido extender en el artículo 47 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión en lo relativo al derecho a la tutela judicial efectiva (effective remedy) para los casos de daños colectivos, determinando entonces un foro alternativo en que sí quepa ejercer acciones colectivas. b. En segundo lugar, otra posible solución vendría dada por la aplicación a estos supuestos del criterio de atribución de competencia judicial internacional previsto en el artículo 25 de la Propuesta de reforma del Reglamento 44/2001, para los casos en los que no hubiera ningún tribunal competente en virtud de los artículos 1 a 24 de la Propuesta. Este criterio consistiría en hacer recaer la competencia en los tribunales del Estado miembro en que estuvieren sitos los bienes pertenecientes al demandado, siempre que: a) el valor de los bienes no fuere desproporcionado en relación con la cuantía de la demanda; y b) el litigio guarde una conexión suficiente con el Estado miembro del tribunal que vaya a conocer sobre él. III. El problema planteado por la reciente STJUE en el asunto C-133/11 Folien Fischer AG y otro c. Ritrama SpA A la luz de lo comentado anteriormente, resulta de especial relevancia la reciente Sentencia del TJUE, de 25 de octubre de 2012, asunto C-133/11, Folien Fischer AG y otro c. Ritrama Spa. 5 Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil COM(2010) 748. Pág. 6 El litigio principal enfrentaba, por un lado, a Folien Fischer AG y Fofitec AG, ambas sociedades domiciliadas en Suiza y, por otro lado, a la compañía Ritrama Spa, con domicilio en Italia. Folien Fischer AG y Fofitec AG iniciaron acciones legales contra Ritrama SpA ante el Tribunal Regional de Hamburgo solicitando una decisión judicial que declarara, en esencia, la inexistencia de responsabilidad delictual o cuasi delictual por parte de las actoras por un eventual incumplimiento de la normativa de competencia, es decir, una “declaración negativa”. Ritrama SpA inició ante los Tribunales de Milano una segunda acción contra las actoras en el primer pleito solicitando una indemnización por daños derivados del supuesto ilícito concurrencial. Los Tribunales de primera y segunda instancia de Alemania consideraron que carecían de jurisdicción en virtud del artículo 5.3 del Reglamento 44/2001 para conocer de la petición de declaración negativa de responsabilidad interpuesta por Folien Fisher AG y Fofitec AG. Sin embargo, el Bundesgerichtshof decidió plantear una cuestión prejudicial al TJUE para que interpretara si una acción declarativa negativa, que pretenda establecer la inexistencia de responsabilidad delictual o cuasi-delictual por parte del potencial causante de los daños, entra dentro del ámbito del artículo 5.3 del Reglamento 44/2001. En la Sentencia de 25 de octubre de 2012, el TJUE da respuesta a la cuestión prejudicial planteada por el Bundesgerichtshof. El TJUE considera que una acción declarativa negativa sí entra dentro del ámbito de aplicación del artículo 5.3 del Reglamento 44/2001 porque dicho artículo se prevé, con carácter general, para materias o asuntos relativos a delitos o cuasi-delitos. Sin embargo, el TJUE no entra a analizar si la acción de declaración negativa había sido interpuesta ante la jurisdicción competente en virtud del Reglamento 44/2001, pero recuerda que la expresión "lugar donde se hubiere producido o pudiere producirse el hecho dañoso" debe interpretarse en el sentido que incluye tanto el lugar donde se ha producido o podido producirse el daño o el lugar donde ha sucedido el hecho que ha dado lugar al daño o ha podido dar lugar al daño. Por tanto, queda sin resolver la duda de si Folien Fischer AG y Fofitec AG iniciaron una acción ficticia en Alemania para poder demorar cualquier futura reclamación real ante otros Estados miembros y beneficiarse del “efecto torpedo”. Por último, esta sentencia también resulta de especial relevancia porque el TJUE se aparta de la Opinión del Abogado General Jääskinen, en la que se Pág. 7 consideraba que el artículo 5.3 del Reglamento 44/2001 no podía albergar acciones declarativas negativas como la que se planteaba en el asunto principal. Entre los argumentos esgrimidos por el Abogado General, figuraba el riesgo de que la inclusión de las acciones declarativas negativas en el supuesto del artículo 5.3 del Reglamento 44/2001 incrementara el riesgo de acciones “torpedo”. Pág. 8