Copa de El Argar - Museo Arqueológico Nacional

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PIEZA DEL MES
Ciclo 2006
Los mensajes de la cerámica
marzo 2006
Copa de El Argar (Almería)
Susana Consuegra / Sala 5
DESCRIPCIÓN DE LA PIEZA
La pieza seleccio nada es una copa de cerámica fabricada a mano , muy
c a racterísti ca de la denominada Cultura del Arg a r.
Es una forma de l as cono cidas como “compuestas” porque la integra n
un cuenco de forma parab ólica que forma el c u e r p o y un pie alto . El
cuenco tiene el b orde vuelto hacia el interior del recipiente (b ord e
e n t rante). En cuanto al pie, consta a su vez d e t a l l o y b a s e . El tall o es
cilíndrico , de diámetro reducido y sep ara el cuerp o de la base, q ue es
c i rc u l a r, aplanada y bien d iferenciada del tallo. Las unio nes entre lo s
di stintos elementos de la pieza tienen tendencia a engrosarse para
dar mayor sol idez al conjunto .
La
copa
está
f ab r i c ad a
mediante model ado a mano y
p o s t er i o r m e n t e s u s s u p e r f i cies han si do bruñidas, lo que
p rod uce un b ril lo cara c t e r í s t ico. El co lorido de las sup erficies indica que l a cocción fue
i r re g u l a r. Las dimensiones de
la pieza son: 17 ,5 cm. de altura . ,
14,5
cm.
de
d i ám e t ro
máximo y 0,5 cm de espesor
de l as paredes.
Bruñido de una vasija (VV.AA. 1997: 79)
CUESTIO NES PRIMORDIALES:
LA PRO CEDENCIA Y EL CON TEXTO
Como sabemo s, el valor hi stórico de una pieza arqueoló gica no depende de su belleza estética o su ra reza si no del conocimiento exacto de
su proced enci a y lugar co ncreto donde se recuperó . Au n q u e, como
ve remos, l a clasificació n formal ayuda a ubicar “históricamente” lo s
o bjetos, el significado arqueo lógico y su interp retación dependerán
de conocer la locali dad, el para j e, las coordenadas, su contexto (casa,
tumba, b asure ro . ..) y posición exacta del que se ex t rajo (derrumbe,
a r rasamiento, exp olio, suelo de uso ... )
En el caso que nos ocupa carecemos d e esta información básica. La
2
única procedencia co nocid a es “Guadix ”, aunque sin especificar si se
t rata de la p oblació n o hace re f e rencia a la comarca granadina que
l l eva este no mbre.
La p ieza, que tiene el número de inventario 25515, pertenece a la
Colección Vives, que fue adquirida por el Museo con un amplio l ote
de materiales de diversas épocas. En la relación del exped iente figuran junto a la copa que nos o cupa, o tras 8 similares además de o tra s
de pie bajo y fragmento s. Este do cumento indica, ad emás, que el conjunto de piezas argáricas p ro cede en su total idad de Guadix.
Pese a esta escueta re f e rencia, la singularid ad de la pieza, no s permitirá acercarnos a su significado histórico. De hecho, la re f e rencia a
Guadix (Granada) en ella, y su fo rma característica son sufici entes,
al menos, para situarl a en la Edad del Bronce del Sureste peninsular,
en concreto en la zo na de influencia de una de las culturas mejo r
conocidas d e esos momentos: l a Cultura de El A rg a r, 2.20 0-1450 AC.
¿QUE NOS CUENTAN LAS COPA S?
Las co pas argáricas son un tipo muy característico dentro de la producci ón cerámica del Bronce Pleno del Sure s t e. Desde el principio
han constituido un tipo en sí mismo en las clasificacio nes tipoló gicas: el tipo 7, en lo s estudios generales realizados po r Siret y Lull .
Po sterio rmente se han realizado estud ios concretos po r ya c i m i e n t o s ,
q u e n o h an h ec h o si n o
incidir en tend enci as ya
o b s e r va d a s .
D e n t ro del tip o definido
p a ra las copas se observa n
algunas variantes:
a. Referidas al c u e r p o :
C o p as
con
el
c u e rp o
semiesférico
Copas con el cuerpo parabólico
b. referidas al p i e :
De tallo alto y estre c h o
De tallo bajo y ancho
Tipología cerámica propuesta por Luis Siret (Chapman 1991: 133, fig. 25)
(a cuya variante p ertene3
cería la co pa nº 11, próxima a la que no ocupa).
De b ase circ u l a r
De b ase cuadra d a
L as var i an t es ti p o l ó gi c as p a re c e n
di stribuirse de forma d esigual entre
necrópol is y po blado s. Así, las cop as
de tallo bajo y ancho so n más frecuentes en p oblados (35 %) que en
n ecr óp o li s ( 15 % ). Tamb i én en la
forma del cuerpo ocurre algo similar: son más abundantes los cuerpos
p a raból icos en las necró polis que en
lo s p oblados. Por último, la va r i a b ili dad d e las medidas y pro p o rc i o n e s
en lo s ej emplares de lo s pob lado s es
Copas de Peñalosa (Jaén) procedentes de diversos contextos. (Contre ras 2000).
m ayor q ue entre las copas hall adas en las sep ultura s .
Atendiendo a las características formales (funcionalidad ), métricas y
técnicas se han diferenciado cuatro catego rías para los re c i p i e n t e s
a rgárico s. Las copas se incl uirían dentro de la primera categoría: lo s
vasos de consumo . Junto a las cop as se enco ntrarían en esta categoría vasitos, cuencos abiertos, fuentes, plato s así como fuentes y va s o s
c a renados. Las otras categorías estarían re p resentadas por cerámicas
p a r a l a p ro d u cc i ó n m et a l ú rgi ca ( cr i s o l e s , m o l d es ) , p ara
p rod ucción/consumo (o llas, botellas, lebrillos) y p ara almacenamiento (orzas).
La cerámica de consumo argárica se caracteriza por el tra t a m i e n t o
muy cuidado de sus superfici es, q ue la hace idónea p ara el consumo
tanto de lí quidos co mo de sóli dos. Las cop as, en general, son una producci ón muy cuidad a, siempre con desgrasantes muy fino s y las
superficies muy bruñidas.
Si n embargo , destaca el hecho de que una parte de ellas ap enas presentan d esgrasantes y tienen pastas poco cocidas. Este hecho, junto a
las diferencias morfométricas vistas entre necrópo lis y pob lados, ha
l l evado a l os inve s t i g a d o res a plantear la co pa como “útil ambiva l e nte” (Lull, 1983: 128): las cop as tendrían d oble uso (doméstico y
ritual), pasand o unas del pob lado a las sepulturas y otras se fab ricarían só lo para ser introducidas en l as sepul turas.
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POBLADOS
NECRÓPOLIS
M ayor frecuenci a d e tallo bajo
M ayor frecuencia de tal lo alto y
y ancho
e s t re c h o
M ayo r frecuencia d e cuerpos
M ay o r
semiesféricos
p a ra b ó l i c o s
Medidas y pro p o rciones
Medi das y pro p o rcion es meno s
muy va r i a b l e s
va r i a b l e s
D e s g rasantes fi no y muy finos
E j e m p l a res sin apenas desgra s a n -
Pastas bien cocid as
tes finos
E j e m p l a res con pastas crud as
f re c u en c i a
de
cu e rp o s
Las características generales de las cerámicas argáricas indican, según
algunos autores, la estandarización o normalización de la pro d u c c i ó n
cerámica que sería el reflejo de la imposición de determinados patro n e s
cerámicos por parte de los sectores sociales más re l evantes.
En rel aci ón con el valor soci al d e l as co pas, sí hay q ue señalar que se
t rata de un hall azgo más frecuente en necró polis que en pobl ados.
Además, algunos estudios parecen indicar que en las sepul turas se
e n c u e n t ra l a co pa en aso ciaciones signifi cativas con otros el emento s
del ajuar. Así es común la asociación de: anillo-p lata-copa en l as tumb as. Estos ajuares han sido clasi fi cad os por quien ha hecho el estudio
como de 2ª categoría, q ue co rrespo nderían fundamentalmente a
m u j e res y niños q ue recibirían su ajuar por herencia y que pertenecerían a las clases dominantes.
Las copas, por tanto, son objetos de marcado carácter ritual si atendemos
a su frecuencia en enterramientos y la escasa utilidad de piezas apenas
cocidas. Además, la copa es un excelente indicador social pues los contextos funerarios estudiados indican que siempre se vinculan a los ajuares de
las clases dominantes, lo que no hace sino abundar en las acentuadas diferencias sociales de la sociedad arg á r i c a .
¿QUÉ CARACTERIZA A LA CULTURA ARGÁRICA?
Toda la zona de expansió n d e la Cultura de El Argar co mp arte una
serie de características comunes que so n precisamente las que han
permi ti do ra s t rear los lími tes de esta cultura desde su zona o rigina5
ria en l a Depresión de
Ve ra (Almería) y zo na
de
L o rca
h a ci a
los
( M u rc i a ) ,
A l t i p l an o s
g ranadino s (S y E de
G r an ad a) ,
el
Alto
Guadal quivir (Jaén) y
A l i c a n t e.
- El e cci ó n p re f e re n t e
de cerros escarpado s y
b ien defendidos natural mente para los asentamientos. En ocasio-
Reconstrucción ideal del poblado de Peñalosa en Jaén (VV.AA. 1997: 64).
nes esta situación se
completaba con l a construcció n de murall as. Las lad eras se aterra z ab an p ara disponer en ell as v iviend as re c t a n g u l a res con varias hab itaciones. Estos asentami entos estab an siempre cerca de fuentes d e agua
y co n co ntro l de las vías d e comunicaci ón. Tamb ién se potenciaba la
c e rcanía a l os recurso s metalúrgicos (fil ones de cobre) y las p osib ilidades agrícol as del entorno. Un grupo de yacimientos, por el momento meno s co no cido se sitúa en l as tierras llanas.
- Se asiste a un pro ceso de
estandarización de las producciones cerámicas y el i nstrumental l ítico, que re d u nda en un aumento de su efectiv id ad y, po r tanto d e l a
p roducti vidad . De hecho, se
ha calculado q ue el aumento
del volumen de la pro d u cE n t e r ramiento en cista del yacimiento Cerro de la Encina (Gra n a d a )
( V V.AA. 1997: 129).
ció n ent re el cal co lí ti co y
b ronce argárico es del 300%.
- Los enterramientos se real izab an en el interio r de los po blad os y
b ajo el suelo de l as casas. Eran inhumaci ones individuales en fosas,
c ovachas, urnas de cerámica o cistas d e pied ra con ajuares funera r i o s
d i f e renciados.
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- La cerámica argárica se caracteriza, frente a l os cuencos y fuentes
muy abiertas d el Cal col ítico, por formas cerradas co n sup erficies sin
d e c o rar y muy b ruñidas. El repertorio tipoló gico se resume en 8 tipo s
q ue incluyen los característicos recipientes carenados y las co pas.
- La prod ucción metal úrgica diversificada. S e fabricaban fundamentalmente ad orno s de formas vari adas (anillos, brazaletes, di ademas y
cuentas) tanto en pl ata como en cobre y ocasionalmente en oro. Son
muy frecuentes l os punzo nes y puñal es, aunque se añaden otros tipo s
reconocidos claramente como armas (alabardas y esp adas) en cob re.
O t ros o bjeto s, co mo cinceles y sierras, son p oco frecuentes. Tanto lo s
p rocesos d e fabricació n, como la diversidad de fuentes de materia
prima ob servada a trav és d e los estudios analíticos y l a exc avación de
lo s “tall eres metalúrgicos” de los po blad os, no parecen indicar una
p rod ucción central izad a y homo génea de los objetos metálico s.
- Indicios que apuntan l a exi stencia de jera rquización del territorio y
d i f e renciaci ón social. Pa rece co nstatarse una d eterminad a especialización entre los pobl ados de las distintas áreas (p osi ción topo gráfica,
recursos del ento rno, elenco de materi ales re c u p e rados ...) que ha ll evado a una parte de los inve s t i g a d o res a diferenciar tipo s de asentamientos: central es (Fuente Álamo , Gatas, El Arg a r, La Bastid a), de
s e gu n d o
o rd en
( Peñ al o sa ),
y
de
p ro d u c c i ó n
( El
Rincón
de
Al mendrico s) . Entre ell os existiría una relación de dependencia.
- Destaca el hecho de que en l os asentamientos centrales, l os de
m ayor extensión y más alejados de los campos d e cultivo , se concent ran:
El mayor número de instrumentos de trabaj o: mo linos de mano en
fuente Ál amo, La Bastida e Ifre, dientes de ho z en El Argar y Fuente
Ál amo.
Á reas d edicadas al almacenamiento bien en orzas (Gatas), b ien en
edifici os interpretados como gra n e ro s (Fuente Álamo).
Al macenamiento de agua en grandes cisternas en Fuenta Álamo y El
Oficio.
- Tamb ién se co nstata desiguald ad social, observable especialmente en
el re g i s t ro funerario: diferencias en la composición del ajuar (el ementos de prestigio), en el rito /po sición de la tumba y las patolo gías
de lo s i nd ividuos. Éstas desiguald ades son claramente de sexo y edad,
7
p e ro también d e co ndició n o nive l
social. Se han diferenciad o cinco
categorías sociales en funció n de
lo s d atos funerarios. De ell as, 1ª y
2ª categorías corresponderían a las
clases dominantes que acumularían
en sus sep ulturas lo s el emento s de
p restigio. Alguno s d e estos o bjeto s,
como espad as, hachas y alabard a s ,
e ran exc l u s i vos de l os ho mbres, que
o st e n t ar í a n a sí l o s p u e s t o s m á s
re l evantes de la sociedad arg á r i c a .
Bajo estas catego rías se enco ntra r ían aq uellas so bre l as que re c a e r í a n
las labo res p ro d u c t i vas y que, en el
caso de la más baja (5 ª), alcanzaría
un nivel de serv idumbre frente a
las pri meras. No es anecdótico q ue
Ajuar de la tumba 9 de Fuente Álamo según Siret (1887)
(Chapman 1991: 277, fig. 41 ) .
p recisamente los homb res correspondientes a l as clases dominantes
t u v i e ran mayo r esperanza de vida q ue las categorías i nferiore s .
- Por último hay que señalar la ex istencia de una “del imitaci ón territorial” de El Argar que se perci be tanto en la uniformidad d e los ra sgos culturales en el “territorio argárico” como en la impermeabili dad
de esta zo na a rasgos de áreas limítrofes: se abando na el uso de materias primas alócto nas –ci ertos tipos de síl ex o esquisto- q ue habían
sido utilizadas d urante el calcolíti co para la fabricación de hachas y
cuchil los.
En los aspectos simból ico s, el área argárica carece de manifestaciones
como el camp aniforme, que coetaneamente está presente en o tra s
á reas de l a Peninsula.
Todo s lo s rasgo s descri to s han l levado a una parte de l os i nve s t i g a d ores a defender la existencia de un Estado Argárico sustentad o sobre
el contro l de los medios de producción (tierras y herramientas) po r
parte de una minoría dominante. Esta mino ría tendría acceso a ob jetos d e prestigio q ue no harían sino potenciar l a imagen del poder e
impo ndrí a la normali zación de l as pro ducciones cerámicas, metalúrgicas e incl uso del ritual funerario .
8
LA EDAD DEL BRO NCE DEL SURESTE,
U NA “VIEJA” CO NOCIDA.
Historia de la investi gación
Desde l uego, no s enco ntramos ante una de las manifestaciones cultural es de la Edad del Bronce peninsular mejor conocidas. A ello han
contribuido sin dud a factores muy diverso s q ue van desde el d escub rimiento de los p rimero s poblados y necróp olis ya a finales del siglo
XIX, hasta el dinamismo y buen hacer de los múltip les equipos que
s o b re el tema han trabajado y, si n o lvidar, la riqueza del re g i s t ro
a rq ueoló gico que co nserva esta zona.
E n t re 188 0 y 1887 los hermanos Siret
inve s t i g a ro n algunos de lo s
po blad os y necró polis más embl emáticos del Sure s t e, entre el los el
po blad o y la necrópolis de El Arg a r, q ue ha dado no mbre al Bro n c e
Pleno en toda l a zona. Los trabajos de los hermanos Siret tienen, pese
al tiempo transcurrido , una eno rme impo rtancia para la Pre h i s t o r i a
p e n i n s u l a r, tanto por el interés d e sus exc avacio nes y ob serva c i o n e s ,
como po r su trascend encia para la formación de las co leccio nes de
museo s como el M.A. N.
Desde que los Siret publicaron sus estudio s en Las primeras ed ades
del metal en el Sudeste de Esp aña ( 1 8 9 0 ) ,
han sido muy numerosos los inve s t i g a d o re s
q ue han centrado su esfuerzo en la Edad del
B r o nc e d e es ta zo na y es p eci a l me n te e n
Al mería, sur de Murcia y este de Gra n a d a .
En la década de los 60 desarro l l a ron su trab ajo E. Cuadrado , W. Shüle y M. Pe l l i c e r,
p e ro fue en los 70 cuando comenzaron a ve r
la luz investi gaciones de enorme tra s c e n d e ncia como l as de B. Bl ance, H. Shubart (Inst.
A rqueoló gico Alemán) y se incorpora ron A.
A rr i b a s , E . Pa re j a, F. Y F. M o l i n a, O. Lámina de Luis Siret con formas cerámicas (VV.AA. 1997: 148).
Arteaga, y M.L. Ru í z - G á l vez. En los años 80
h ay que destacar sin duda l os estudio s de V. Lull (Univ. Autóno ma de
B a rcelo na), R. Chap man (Univ. de Reading) y A. Gilman (U niv. d el
Estado d e Califo rnia), incorporánd ose tambi én en estas fechas F.
C o n t re ras y una larga nó mina de inve s t i g a d o res de la U niversidad de
G ranada. Por último , ya desde l os 90 se han unido a lo s trabajos un
9
amplio equip o de la Universid ad Autónoma de Barcelona (Castro ,
Micó , Pi cazo, Risch, González, S anahuja .. ..).
U na parte impo rtante de lo s estudios se centra ron hasta los años 80
en analizar el desarrollo de esta cultura, sus fases y expansió n. Pa ra
ello se uti lizó primordialmente el estudio formal (tipol ogía) de lo s
o bjetos hall ados en las exc avaciones, esp ecialmente en las necró polis,
así como las aso ciaciones de piezas que ofrecían los distintos conjuntos. De esta forma B. Bl ance, basándose en el análisis d e las sepulturas de El Argar exc avadas por Siret, reali zó una periodización d el
B ronce Pl eno o Argárico en 2 fases:
A rgar A: Lo s enterramiento s se realizan en cistas y fosas. Lo s
objetos frecuentes son: b otones con perforación en V, b ra z a l etes de arq u e ro, puñal es triangulares, o bjeto s de oro, alabard a s
de tipo Argar y vasijas de forma b itro n c o c ó n i c a .
A rgar B: Se real izan enterramiento s en urnas d e cerámica y
algunas cistas. En cuanto a los objetos: o bjeto s metálico s (espadas, puñales estrechos, hachas planas), ad orno s de plata, diademas, cuentas segmentad as de pasta v ítrea y hueso, alabard a s
tipo Mo ntejícar y co pas cerámicas.
Po sterio rmente se han rehecho las tipolo gías conjugando otros criterios con los meramente formales, princip almente las d imensiones,
funcionali dad y aspectos técnicos. Es especialmente interesante la
realizació n de anál isis regional es que están po niendo de manifiesto
ciertas diferencias en l a cultura material entre distintas zonas d el
ámbito argárico.
A partir de lo s años 70 , se añadi ó un nuevo perio do, el denomi nado
A rgar C o Bro nce Ta rdío, que re p resenta el final de lo s elementos más
c a racterísti cos de la cultura argári ca (formas de enterramiento) y la
aparició n d e nuevos elementos (nuevas formas cerámicas y cerámicas
d e c o radas tip o Cogotas I).
Las dataci ones de Carb ono 1 4 deb idamente cal ibrad as permit en
situar cronoló gicamente estas fases d e la forma sigui ente:
A rgar A (Bronce A nti guo): 2200 – 1900 AC 1
A rgar B (Bro nce Pleno): 19 00 – 165 0 AC
A rgar C (Bronce Ta rdío): 1650 – 1450 AC
1 AC: Es la f or ma de indic ar “a ntes de Cr isto” c ua ndo las f echa s ya está n c alibra d a s .
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BIBLIO GRA FÍA comentada
- ARANDA JIMÉNEZ, G. (2004): “Especialización y estandarización. La organización de la producción cerámica argárica” en La Edad del Bronce en tierras valencianas y zonas limítrofes. L. Hernández Alcaraz y M.S.
Hernández Pérez. Ayuntamiento de Villena. Inst. Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. p.p. 471 - 4 7 6 .
Esboza clara y brevemente la relación entre la producción cerámica y un centralizado Estado Argárico aunq u e, como ocurre a menudo, las mismas evidencias que el autor plantea como evidencias de su postura podrían servir para demostrar la contraria.
- CHAPMAN, R. (1991): La formación de ls sociedades complejas. El Sureste de la Península ibérica en el
marco del mediterráneo Occidental . Editorial Crítica. Barcelona. Es una obra fundamental, clarificadora y de
fácil lectura. Maneja con eficacia los datos arqueológicos y plantea con claridad los posicionamientos teóricos.
- CONTRERAS CORTÉS, F. (2000): Proyecto Peñalosa. Análisis histórico de las comunidades de la Edad del
B ronce del piedemonte meridional de Sierra Morena y depresión Linares-Bailén. Arqueología Monogra f í a s ,
10. Junta de Andalucía.
- LULL, V. (1983): La Cultura del Argar. Un modelo para el estudio de las formaciones económico-sociales
p r e h i s t ó r i c a s . Barcelona. Akal Universitaria, 49. Akal. Aunque no es de fácil lectura, es una obra de re f e re ncia para cualquier trabajo sobre el SE. Los capítulos II y III, tienen un valor documental innegable, pero de
l e c t u ra ardua. Aconsejo dirigirse la capítulo IV (Conclusiones. La base económica . La Estructura social) que
c o n s t i t u ye un auténtico manual para el momento en que se publicó.
- SIRET, E. Y L. (1890): Las primeras edades del metal en el S.E. de España . II vols. Barcelona. Esta obra
pone de manifiesto el valor que las investigaciones de sus tienen para nosotros más de un siglo después.
Destaca además la meticulosidad de su re g i s t ro arq u e o l ó g i c o .
- VV.AA. (1997): Hace 4000 años. Vida y Muerte en los poblados de la Alta Andalucía . Catálogo de la
Exposición. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Fundación caja de Granada. Pese a la ingente
cantidad de publicaciones sobre la Cultura del El Arg a r, apenas existen títulos con carácter divulgativo. Este
l i b ro es una honrosísima excepción que, a mi modo de ve r, sienta precedente en cuanto a las posibilidades de
t ransmitir la Prehistoria al público no especializado. De hecho, es el único ejemplo que para Pre h i s t o r i a
reciente (desde el Neolítico hasta el principio de la Edad del Hierro).
- VV.AA. (2001): “La sociedad argárica” en La Edad del Bronce, ¿Primera Edad de Oro de España? Sociedad,
economía e ideología. M. Ru i z - G á l vez (coord.). Crítica Arqueología. Barcelona. p.p.181 - 216. Pese a la complejidad del tema, el artículo es claro y de fácil lectura. Plasma con claridad el posicionamiento teórico de una
parte de los inve s t i g a d o res que trabajan en el SE.
11
Museo Arqueológico Nacional
Serrano, 13
28001 Madrid
www.man.es
PIEZA DEL MES
Departamento de Difusión
Sábados: 17,30 h.
Domingos: 11,30 y 12,30 h.
Duración aproximada:
30 minutos
Entrada libre y gratuita
Texto: Susana Consuegra
Asesoramiento científico:
Dpto. de Prehistoria
Maquetación:
Raúl Areces y Luis Carrillo
Recomendacio nes para visitar
E n la provinc ia de Almería , aunque s in pre p a ra r pa ra la vis ita del p úblic o h ay u n grupo de ya ci mientos argár icos que
s e pued en vi sita r. Entre ellos rec omendamos: El Arga r (Anta s), Fu ent e Álamo (Cu eva s de Almanzora) e If re
(M aza rrón). En los dos últimos c as os espec ialmente la s ubida a l yac imiento tiene fuer tes p end ientes y son necesa ri as
“ bu enas pi ernas ” y a gua para el as cens o.
E n Gra n a d a, el yac imiento de C as tellón Alto (Ga lera ) forma par te de la Red Andaluza de Ya ci mie nt os Arq u e o l ó g i c o s .
Pa ra s u vis ita :
Abier to de miér coles a domingo
1 de noviembre a 2 8 de febrero: 11:00 a 13:00 h or as / 1 6:00 a 1 8:00 horas.
1 de marzo a 31 de octu br e: 1 0:00 a 1 2:00 horas/ 19 :00 a 21 :00 horas.
Lunes martes y fes tivos c err ado
Tels. 95 8-739-2 76 / 696 -829-3 88
E n la provinci a de Ja én, s e puede visit ar s ólo en ve ra no el ya ci miento de Peñalosa (Ba ños d e la E ncina).
E n M urc i a se pu ede vis ita r el Pa rque Arqu eológico de Los C ipreses (Lorca ). Es u n ya cimiento en llano y las re f e re nc ias son:
M useo Arqueológic o M unicip al de Lorc a
Plaza Juan M or eno S/ N
Tel y fax: 968 -40-62- 67
e-mail: m u s e o @ m u s e o a r q u e o l o g i a c o d e l o r c a . c o m
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