Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez II. Causas de despido disciplinario 1. La causalidad como base del régimen jurídico del despido Tal como hemos destacado al analizar el concepto de despido disciplinario el despido es una institución causal, se trata de una resolución contractual y no de una rescisión del contrato sin causa. Esto supone que si bien el ordenamiento concede al empresario la posibilidad de dar por extinguido el contrato de trabajo, requiere de una justificación para proceder a dicha extinción; lo cual tiene una consecuencia enormemente relevante: que la decisión empresarial, al ser causal, puede ser controlada judicialmente. Evidentemente estamos ante un mecanismo de tutela de los trabajadores, una manifestación del principio de estabilidad en el empleo; ahora bien, como vamos a ver a continuación, se trata de una manifestación de eficacia ciertamente limitada. Pese a lo anterior, hemos de tener en cuenta que la causa no es elemento necesario o constitutivo de la extinción del contrato de trabajo, y ello lo podemos comprobar desde dos puntos de vista diferentes. En primer lugar, debemos afirmar que el contrato se extingue por la decisión del empresario, de modo que aún cuando haya incumplimiento grave y culpable, si el empresario decide no sancionar con despido, la relación contractual seguirá absolutamente vigente. De otro lado, el hecho 41 DespidoDisciplinario.indd 41 28/07/2008 11:56:02 El despido disciplinario de que el empresario proceda a la extinción y judicialmente se demuestre que no hay justa causa (no hay un incumplimiento de los trabajadores) o existiendo un incumplimiento, no sea suficientemente grave o culpable, no implica que el empresario no pueda despedir. En estos casos en que no hay causa o ésta no es suficiente, el empresario tendrá la opción de readmitir al trabajador, o mantener la extinción del contrato de trabajo, abonando una extinción al trabajador afectado. Esto supone que nuestro ordenamiento establece un sistema de tutela de la estabilidad en el empleo meramente obligatoria y no real. Los sistemas de estabilidad real implican que ante la ausencia de justa causa el empresario tiene la obligación de readmitir al trabajador; por el contrario, la estabilidad meramente obligatoria supone que ante la ausencia de justa causa, la extinción se puede producir, pero genera el derecho del trabajador que pierde su puesto de trabajo a una indemnización. Desde este punto de vista el principio de causalidad supone, más que un límite a la facultad extintiva del empresario, un freno a la misma, un obstáculo: la estabilidad meramente obligatoria en el fondo no es más que una forma de ser de la libertad empresarial de dar por extinguido el contrato de trabajo; de manera que la falta de causa determina que entre en juego la indemnización económica, pero no elimina la capacidad empresarial de extinguir el contrato de trabajo. Desde la perspectiva de la causalidad hemos de señalar que en los ordenamientos suele plantearse dos alternativas a la hora de configurar los incumplimientos contractuales que se consideran causa de extinción del contrato de trabajo: de 42 DespidoDisciplinario.indd 42 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez un lado están aquellos que establecen un listado de causas de despido disciplinario; de otro los que establecen simplemente cláusulas generales en las que se considera causa de despido cualquier incumplimiento grave del trabajador. Un ejemplo de ordenamiento con cláusula abierta sería la regulación norteamericana que no lista de ninguna manera las diferentes causas de despido disciplinario; o en mismo sentido la regulación italiana, cuyo art. 1455 del Código Civil se limita a señalar simplemente que habrá justa causa cuando el trabajador incurra en un notable incumplimiento de las obligaciones; también el art. 242 de la Ley de Contrato de Trabajo argentina; o la regulación uruguaya (art. 4 Ley 10.489). En estos últimos ordenamientos es posible que el convenio colectivo juegue un importante papel la negociación colectiva, que podrá establecer con precisión las causas por las que el empresario puede acudir al despido disciplinario, tal como ocurren en el ordenamiento italiano. Lógicamente también tiene una especial importancia el papel que juega la jurisprudencia, pues en última instancia va a ser la jurisdicción la que estime si el concreto comportamiento del trabajador encaja en una conducta lo suficientemente grave como para que de lugar a la extinción del contrato de trabajo. Por contra, un ejemplo de ordenamiento con lista de causas de despido sería el español: el art. 54 del Estatuto de los Trabajadores español tipifica un conjunto de causas de despido disciplinario. Sin embargo, en estos ordenamientos cabe plantearse una segunda cuestión: la de si el listado de causas de despido es estricta o no, si es abierta o cerrada. 43 DespidoDisciplinario.indd 43 28/07/2008 11:56:03 El despido disciplinario Al respecto debemos señalar que la posición unánime es la de entender que las causas de despido disciplinario se configuran como una lista cerrada, sin que sea posible ampliar el conjunto de causas legalmente establecidas. Cabe afirmar, por tanto, el carácter tasado de las causas de despido disciplinario. No obstante lo anterior, debe señalarse que aún cuando el listado sea cerrado, lo cierto es que existen causas que en si mismas son tremendamente amplias, capaces, por lo tanto de englobar cualquier tipo de incumplimiento contractual grave y culpable. Pensemos, simplemente en el papel del despido disciplinario por falta de buena fe, o la desobediencia como causa de despido. Evidentemente esto supone que aún cuando aceptemos que el conjunto de causas de despido disciplinario están limitadas, en realidad esto no implica la imposibilidad de sancionar conductas no contempladas expresamente entre las causas del art. 54 ET, sino que cualquier incumplimiento contractual grave y culpable va a estar contemplado por esas causas amplias o genéricas. Podemos recordar respecto de esta cuestión las palabras de MONTOYA MELGAR: “El carácter tasado de las causas de despido disciplinario se compensa, por otra parte, con la extrema generalidad y amplitud de algunas de esas causas, lo que hace impensable la existencia de incumplimientos no comprendidos en la lista del art. 54.2 ET”34. 34. “Derecho del Trabajo”, Tecnos, Madrid 2001, página 467. 44 DespidoDisciplinario.indd 44 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Hemos de reseñar como la negociación colectiva ha intentado tipificar las faltas de los trabajadores, atribuyéndose a las mismas determinadas sanciones. Esto supone, evidentemente una objetivación de las causas de despido disciplinario y de la decisión empresarial a la hora de sancionar o despedir; implica también, como es lógico, una limitación importante a la facultad disciplinaria del empresario. Esta situación genera una tensión entre las facultades extintivas empresariales, reconocidas ampliamente por la regulación legal y la pretensión de limitarla establecida por convenio colectivo. La jurisprudencia admite que el contenido de los convenios colectivos sirve fundamentalmente para matizar las causas de despido disciplinario; es decir, para acomodar la regulación del Estatuto de los Trabajadores a las características de la concreta actividad que se desarrolla en la empresa. El hecho de que el convenio colectivo pueda establecer la tipificación de determinadas conductas como merecedoras de la sanción de despido, no puede ser interpretada como una renuncia del empresario a sancionar aquellas conductas que siendo graves y culpables no están expresamente recogidas en el convenio; en este sentido la STSJ de Aragón de 18 de abril de 200535, que recoge un supuesto en el que el trabajador demandado, ante un convenio en el que no se recoge expresamente su comportamiento (conducir una ambulancia bajo los efectos del alcohol) como falta muy grave ni como causa de despido, infiere 35. AS 2005\1496. 45 DespidoDisciplinario.indd 45 28/07/2008 11:56:03 El despido disciplinario “la imposibilidad de sancionar conductas que no están graduadas y tipificadas en la norma aplicable y, por lo tanto, habida cuenta de que dicho precepto convencional no recoge en su catálogo de sanciones el despido la de aplicar éste a los hechos enjuiciados. Sin embargo, la referida omisión no puede interpretarse en el sentido expuesto y la ubicación sistemática de ambas normas, en los respectivos capítulos dedicados al régimen disciplinario, con independencia –en el Estatuto- de las normas generales sobre extinción del contrato de trabajo (entre las que se inscriben las relativas al despido y sus causas), pone de relieve lo forzado de dicha interpretación, que llevaría a entender existente en el Sector una abdicación por parte empresarial del ejercicio de esa facultad en los casos previstos en el Estatuto, la cual por extrema debe rechazarse”. En líneas generales podemos señalar que si bien la jurisprudencia acepta que aquellas causas que son objetivables, tal tarea puede realizarse a través del convenio. Por ejemplo, especificar el número de faltas o ausencias al trabajo que se consideran graves para generar un despido disciplinario, o el período de tiempo de referencia a tener en cuenta para medir si las faltas son o no suficientemente graves. Por el contrario, cuando estamos ante causas de despido genéricas, tal labor es difícil de realizar por el convenio, de modo que suele rechazarse que las concretas conductas recogidas en el convenio constituyan las únicas que dan lugar a dichas causas de despido disciplinario. El ejemplo evidente es la ausencia de buena fe. En este sentido, afirma la STSJ de Galicia de 20 de agosto de 199836, que 36. AS 1998\2569. 46 DespidoDisciplinario.indd 46 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez “aparte de que el precepto mencionado no tiene el carácter exclusivo, a efectos de definir la buena fe contractual, que pretende dársele comienza con las palabras «entre otras», lo cierto es que tampoco podría efectuarse, en un Convenio Colectivo, una definición de lo que es la buena fe contractual, pues ello significaría llevar a cabo una tergiversación del orden de prelación de las fuentes de las relaciones laborales (…)” . De otro lado, debe tenerse en cuenta que normalmente los convenios colectivos, si bien pueden establecer una tipificación más o menos amplia de las conductas que dan lugar a la extinción disciplinaria del contrato de trabajo, lo cierto es que en la mayor parte de los casos suelen terminar la tipificación remitiéndose a lo establecido por el Estatuto de los Trabajadores en materia de despido disciplinario. En este sentido la STSJ de Cataluña de 26 de septiembre de 199637: “Tiene razón el recurrente al argumentar que la existencia de una Reglamentación propia en la empresa determina que el despido tan sólo puede ser acordado cuando la conducta del trabajador sea subsumible en alguna de las faltas laborales para las que se contempla dicha sanción, debiendo estarse a lo previsto en la misma con preferencia a lo establecido en el art. 54 del Estatuto de los Trabajadores (…) Pero en el caso de autos lo que en realidad ocurre es que la propia normativa de la empresa califica como faltas muy graves en su art. 212, letra j) «todos los supuestos previstos legalmente como causas justificativas del despido»”. 37. AS 1996\4471. 47 DespidoDisciplinario.indd 47 28/07/2008 11:56:03 El despido disciplinario Otra cuestión a tener en cuenta es que, el convenio colectivo no sólo puede tipificar las conductas que han de estimarse como merecedoras de la sanción de despido, sino que también puede establecer que conductas consideradas como graves y culpables merezcan una sanción de carácter inferior, en cuyo caso estaríamos ante una mejora a favor de los trabajadores, por lo que la actuación del empresario debe respetar el acuerdo al que se haya llegado en convenio. Así, se afirma en la STSJ de Castilla y León de 25 de febrero de 199738 que “es la propia redacción del art. 57 del Convenio Colectivo del Sector, ya que en tal precepto se contemplan como sanciones a imponer por la comisión de faltas muy graves «desde la suspensión de empleo y sueldo de dieciséis a setenta días hasta la rescisión del contrato de trabajo en los supuestos en que la falta fuera calificada en su grado máximo». El régimen disciplinario general contenido en el Estatuto de los Trabajadores (art. 54) es susceptible de mejora, a favor de los trabajadores, por virtud de lo acordado en el pacto colectivo estatutario aplicable a la actividad concreta de que se trate, y en tal caso las normas de tal convenio han de prevalecer sobre las generales previstas en la Ley”. De igual manera la STSJ de Castilla y León de 14 de julio de 200639 dictada sobre un supuesto de acoso y en la que se afirma que “la Sala considera que la conducta de la actora, es decir, el 38. AS 1997\282. 39. AS 2006\2326. 48 DespidoDisciplinario.indd 48 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez acoso laboral es ciertamente grave y que incluso merecería el despido, más como la graduación de la falta y su proporcionalidad con las sanciones a imponer se establece en el propio Convenio Colectivo aplicable, al mismo hemos de atenernos y por tanto calificar de excesivo por desproporcionado según la norma convencional citada la sanción de despido impuesta que por ello está correctamente calificado de improcedente”. También la STSJ de Castilla y León de 25 de febrero de 199740: “El régimen disciplinario general contenido en el Estatuto de los Trabajadores (art. 54) es susceptible de mejora, a favor de los trabajadores, pro virtud de lo acordado en el pacto colectivo estatutario aplicable a la actividad concreta de que se trate, y en tal caso las normas de tal convenio han de prevalecer sobre las generales previstas en el Ley”. También hemos de señalar que los convenios pueden establecer reglas sobre la graduación de la conducta, de modo que regulen atenuantes de la conducta del trabajador, en cuyo caso, tales atenuantes deben ser tenidos en cuenta a la hora de ponderar la sanción a imponer al trabajador41. Si bien el convenio colectivo puede regular la capacidad sancionadora del empresario, de modo que esta regulación debe ser tenida en cuenta a la hora de enjuiciar la conduc- 40. AS 1997\282. 41. En este sentido la STSJ de Cataluña de 26 de febrero de 1998, AS 1998\1494. 49 DespidoDisciplinario.indd 49 28/07/2008 11:56:03 El despido disciplinario ta del trabajador, lo cierto es que la regulación convencional suele dejar resquicios a la hora de reconducir la situación al despido disciplinario, sobre todo por la vía de la falta de buena fe, tal como señala la STSJ de Cataluña de 22 de octubre de 200242: “Se arguye una regulación más favorable de la negociación colectiva respecto a la normativa general, teniendo razón el recurrente al argumentar que la existencia de un convenio colectivo de aplicación, en el que se establece una graduación de faltas y sanciones, determina que el despido tan sólo pueda ser acordado cuando la conducta del trabajador sea subsumible en alguna de las faltas laborales para las que se contempla dicha sanción en la norma convencional, debiendo estarse a lo previsto en la misma con preferencia a lo establecido en el art. 54 del Estatuto de los Trabajadores, señalando a tal efecto la jurisprudencia que el contenido de los convenios colectivos ha de ser tenido en cuenta para matizar las causas de despido, es decir, acomodarlas a las características de la concreta actividad (…) Siendo ello así, consideramos sin embargo que, en el presente caso, la conducta imputada al actor no está privada de tipificación como falta muy grave en el Convenio Colectivo provincial de la Industria de la Panadería, pues constituyendo una grave y dolosa de la transgresión de la buena fe contractual, con abuso de confianza en el desempeño del trabajo, tendría adecuado encaje en el atentado a la buena fe que está presente en el art. 26.3 de la norma pactada, cuando alude al fraude a la empresa”. 42. AS 3982. 50 DespidoDisciplinario.indd 50 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez 2. Faltas repetidas e injustificadas de asistencia al trabajo. La primera de las infracciones laborales que posibilitan el despido por causas disciplinarias se encuentra en el apartado a) del artículo 54.2 ET, “las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo”. La dicción legal equipara, tanto las faltas de asistencia con la falta de puntualidad o retrasos en el acceso al trabajo o a la finalización de la jornada. Se trata, de una forma de combatir el absentismo en el trabajo, así como la falta de puntualidad, entendiéndose que mediante esta causa de despido disciplinario se protege el deber principal del trabajador consistente en prestar servicios por cuenta del empresario43. El concepto de falta de asistencia no requiere demasiada interpretación, aunque si puede llegar a plantear la duda en los supuestos de absentismo parcial; esto es, los supuestos en los que el trabajador acude a su puesto de trabajo, “desapareciendo” a lo largo de la jornada. En puridad de conceptos, el trabajador ha asistido a su puesto de trabajo, aunque con posterioridad, a lo largo de la jornada, se ausente del mismo. Entendemos que en tal supuesto, se produce una equiparación con la falta de asistencia, toda vez que el trabajador deja de prestar servicios en su puesto de trabajo. 43. Recibiendo por dicha prestación de servicios la retribución correspondiente. 51 DespidoDisciplinario.indd 51 28/07/2008 11:56:03 El despido disciplinario En relación con la falta de puntualidad, no se determina en la Ley el alcance de esos retrasos. ¿Es posible despedir a un trabajador que llega con un retraso de cinco minutos al trabajo, o es necesario un retraso de mayor duración? En principio, corresponde a la normativa convencional el delimitar y calificar el concepto de “falta de puntualidad o retraso”, aunque no es práctica normal el determinar cuando nos encontramos ante un retraso que puede dar lugar a un despido por causas disciplinarias. En cualquier caso, se debe acudir al uso social para determinar los supuestos en que el retraso queda “tolerado” en atención a la realidad imperante. Podemos imaginar lo absurdo de una situación en que un trabajador es despedido por llegar 2 minutos tarde, por lo que entendemos que se debe acudir al uso socialmente admitido44, y más concretamente en la práctica habitual en la empresa donde prestaba servicios. Como señala la STSJ del País Vasco de 24 de Mayo de 45 2005 , “las faltas de puntualidad que se imputan al trabajador como justificativas del mismo, eran una situación conocida y aceptada por las dos partes de la relación laboral, que suponía un 44. Podemos citar la STSJ Andalucía de 1 de Diciembre de 2005 (JUR 2006\265477), donde se declara la improcedencia del despido del trabajador toda vez que fue despedido por llegar varios días tarde, pero se había quedado también varios días más allá de su hora de salida. También la STSJ Valencia de 20 de enero de 2000 (AS 5400\2000). 45. AS 2005\1813. 52 DespidoDisciplinario.indd 52 28/07/2008 11:56:03 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez régimen de tolerancia por parte de la empleadora, constitutiva de un «uso de empresa» que iba más allá de lo puramente interpretativo, insertándose en el sinalagma de la relación laboral, situación que ésta no puede dejar de aplicar sorpresivamente -sin efectuar la previa advertencia sobre el particular a fin de dejar sin efecto tal autolimitación» ( SSTS 31 de mayo de 1984 [ RJ 1984, 3102] y de 20 de enero de 1987 [ RJ 1987, 82], 24 de septiembre de 1990 [ RJ 1990, 7040] y 20 de febrero de 1991 [ RJ 1991, 854] ). Se afirma en tales sentencias que la tolerancia no genera un derecho a ser impuntual pero no justifica la sanción de despido apoyada en actos realizados en dicho clima de condescendencia y permisividad y dentro del margen de la misma”. En el mismo sentido la STSJ Navarra de 26 de Diciembre de 200646, que determina que “cuando existe una tolerancia y un uso en la empresa se requiere una advertencia previa del cambio, pues en otro caso nos encontramos ante un manifiesto abuso del derecho, por cuanto se quebranta la actividad dentro del contrato y las prestaciones exigidas, otorgando una confianza al trabajador, contraria a una sorpresiva ruptura de la práctica.” Sin embargo, no debemos confundir la tolerancia, con la necesidad de una sanción previa al despido . Si el trabajador llega con retraso en varias ocasiones, la empresa no está obligada a “recordar” al trabajador la necesidad de acudir al 46. AS 2007\1084. 53 DespidoDisciplinario.indd 53 28/07/2008 11:56:04 El despido disciplinario trabajo cumpliendo el horario establecido, y puede imponer la sanción por despido en el supuesto de faltas de puntualidad reiteradas del trabajador47. Entendemos que debe quedar incardinada dentro de la falta de puntualidad, tanto el retraso en acudir al trabajo como una premura “demasiado diligente” en abandonarlo, aunque siempre debiendo tener en cuenta el uso social al respecto48. 47. STSJ Cataluña de 18 de enero de 2006 (JUR 2006\88630). Por el contrario, podemos citar la STSJ Madrid de 28 de enero de 2006 (AS 2006\947), que determina que “la buena fe es un elemento intrínseco a la relación sinalagmática de trabajo y, como tal, no vincula sólo al trabajador sino también al empresario. De esta manera, su entendimiento e interpretación ha de realizarse de forma bilateral o recíproca, de tal forma que tanto trabajador como empresario están obligados a un comportamiento mutuo ajustado a las exigencias de la buena fe, que matiza el cumplimiento de las respectivas obligaciones y cuya vulneración convierte a su vez en abusivo el ejercicio de los derechos. Por ello, si un trabajador con una antigüedad de veintinueve años en la empresa, durante los que ha prestado sus servicios sin tacha, incurre en faltas de asistencia y puntualidad como las que se describen en el relato de hechos probados, las cuales son no sólo conocidas sino especialmente vigiladas (no otra cosa se realiza con el seguimiento encomendado a detectives privados y de los datos obrantes en el sistema informático -HP duodécimo-, lo que evidencia que, como mínimo, abrigaba en un inicio fundadas sospechas que inmediatamente se confirmaron), la buena fe que al empresario incumbe, exige la advertencia de estar incurriendo en actuación sancionable, dando al trabajador la oportunidad de corregir su actuación, o proceder a sancionar de forma más leve su conducta y no esperar, como ha hecho, a la acumulación de actos (faltas) suficientes para obtener una conducta de mayor gravedad. Se debe sancionar, en faltas como las examinadas y que se conocen por la empresa, a medida que se producen, para conseguir la finalidad de corrección que la facultades disciplinarias pretenden. En este criterio se inspira tanto la regulación convencional como la estatutaria y el mismo responde, precisamente, a las exigencias de la buena fe. Por consiguiente, si la empresa no ha ajustado su conducta a la probidad que le es exigible, esperando de forma intencionada la acumulación de faltas para proceder a aplicar la máxima sanción permitida, este comportamiento, no ajustado a las reglas éticas que presiden el contrato de trabajo, minimiza, aunque no elimina, la gravedad y culpabilidad que se aprecia en el comportamiento del trabajador, cuyo despido, en consecuencia, ponderadas cuantas circunstancias concurren, debe ser calificado como improcedente. 48. No es un dato impeditivo para despedir al trabajador el hecho que los retrasos en la incorporación a su puesto de trabajo durante la mañana se realicen en una franja en la que intensidad de la prestación sea baja. Como considera la STSJ Cataluña de 31 de Julio de 2003 (JUR 2003\214064), que ratificó la procedencia del despido de la actora, “una cosa es que la actividad de la empresa sea escasa a primera hora de la mañana y otra distinta que no pueda realizar ningún trabajo propio de su categoría profesional”. 54 DespidoDisciplinario.indd 54 28/07/2008 11:56:04 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Tanto respecto de las faltas de asistencia, como de las faltas de puntualidad, se requiere un doble requisito: la repetición de la conducta, así como la falta de justificación de ésta. El requisito de la reiteración encuentra su justificación en la necesidad de no imponer al trabajador la máxima sanción laboral, como es el despido, por una ausencia o un mero retraso en la incorporación al puesto de trabajo. Es la negociación colectiva la que precisa y determina el número de ausencias necesarias para proceder al despido disciplinario; normalmente relacionado las faltas de asistencia con un período temporal respecto del que determinar la reiteración de las faltas (normalmente un mes o dos meses). El requisito de la justificación encuentra su carta de naturaleza en la imposibilidad de sancionar al trabajador por un comportamiento del que no es responsable. Lógicamente, en un principio, se entiende que la justificación debe realizarse automática y unilateralmente por el trabajador cuando se produce la ausencia; sin embargo, en el caso en que éste no justifique su ausencia, la empresa, antes de proceder a imponer la sanción del despido disciplinario, debe requerir, de forma fehaciente al trabajador para que justifique sus ausencias. La justificación de las ausencias crea el problema de qué causas de justificación son viables para evitar la imposición del despido. Lógicamente, y como punto de partida, serían viables todas las circunstancias que guardan relación con alguna de las causas que dan lugar al disfrute de permisos retribuidos 55 DespidoDisciplinario.indd 55 28/07/2008 11:56:04 El despido disciplinario ex artículo 37 ET49, o al disfrute de vacaciones reconocidos en el artículo 38 ET. Ahora bien, el hecho que el precepto exija la justificación de las ausencias es una cuestión distinta a que al trabajador le baste con suministrar una explicación a la empresa sobre su ausencia o su retraso. La justificación deberá ser, no sólo plausible, sino que, además, deberá hacer que la ausencia o el retraso no sean imputables al trabajador, sino a un hecho externo impeditivo de la asistencia al trabajo. No tendrá que equipararse, sin embargo, con un supuesto de fuerza mayor, pero sí deberá tener tal entidad que produzca, tal y como exponemos, una inimputabilidad de la ausencia o el retraso al trabajador. Dado el silencio que guarda tanto la Ley como la negociación colectiva, la Jurisprudencia se ha encargado de delimitar estos supuestos en los que existe justificación: - Asistencia a cursos de formación50. - Disfrute de permisos recogidos en el artículo 37 ET, así como supuestos análogos. 49. Sin embargo, La STSJ de Valencia de 4 de julio de 2002 (JUR 2003\155561), donde se declara la improcedencia del despido, toda vez que la empresa tenía conocimiento que las faltas de asistencia del trabajador eran debidas a que éste había acudido a unos cursos de formación relacionados con las funciones de vendedor. Así como la STSJ Valencia de 28 de junio de 2001 (AS 2001\1861), que declara la improcedencia del despido de una trabajadora que no se reincorpora al puesto de trabajo al finalizar su permiso por maternidad. 50. STSJ de Madrid de 21 de mayo de 2002 (AS 2002\2373), que declara la improcedencia del despido en un supuesto de ausencias para el seguimiento de clases formativas que habían sido denegadas injustificadamente por la empresa. La STSJ de Valencia de 4 de julio de 2002 (JUR 2003\155561), donde se declara la improcedencia del despido, toda vez que la empresa tenía conocimiento que las faltas de asistencia del trabajador eran debidas a que éste había acudido a unos cursos de formación relacionados con las funciones de vendedor. 56 DespidoDisciplinario.indd 56 28/07/2008 11:56:04 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Entre estos permisos se recoge el matrimonio, la lactancia de menores de nueve meses51, y el resto de situaciones recogidos en dicho precepto. También se encuentran situaciones análogas, como el disfrute de las vacaciones por parte del trabajador, o el disfrute de una excedencia voluntaria52. Sin embargo, el disfrute de dichos permisos no habilita, per se, ni justifica las inasistencias del trabajador en cualquier caso. El trabajador debe cumplir con los requisitos y los límites recogidos en las normas que regulen cada uno de estos permisos para que entremos en el campo de las ausencias justificadas. De lo contrario, las ausencias tendrían la consideración de injustificadas, habilitando al empresario para la imposición del despido disciplinario. Podemos citar el supuesto de la STSJ Extremadura de 5 de octubre de 200653, donde se declara la procedencia de un despido al aumentar unilateralmente el trabajador sus vacaciones toda vez que el empresario las había calculado erróneamente. La Sala considera que aunque el trabajador tuviese razón en el fondo de su derecho al cálculo correcto de las vacaciones, debió haber acudido al procedimiento correspondiente, no siendo posible un incremento unilateral, lo que determi- 51. STSJ del País Vasco de 27 de julio de 2004 (AS 2004\2580), donde se confirma la procedencia del despido toda vez que la trabajadora había comenzado de manera unilateral el disfrute del permiso, sin esperar a la confirmación escrita de la empresa. 52. STSJ de 21 de noviembre de 2000 (JUR 2001\51779). 53. AS 2007\207. 57 DespidoDisciplinario.indd 57 28/07/2008 11:56:04 El despido disciplinario na que las ausencias sean injustificadas y supongan la procedencia del despido disciplinario efectuado por la empresa. También podemos señalar con idéntico razonamiento la STSJ Galicia de 4 de Noviembre de 200354, y la STSJ Cataluña de 10 de octubre de 200555. También, en el mismo sentido, la STSJ Cataluña de 18 de Enero de 200656, en la que se enjuicia un despido disciplinario por inasistencia al trabajo una vez finalizado el permiso por matrimonio del trabajador. La Sentencia declara procedente el despido, toda vez que aunque el trabajador solicitó a la empresa ampliar su permiso de matrimonio tomando días de vacaciones en su lugar, ante la negativa y la exigencia empresarial de su reincorporación en la fecha prevista, el trabajador debió haber obedecido las órdenes de la empresa, encontrándonos por ello ante un supuesto de ausencias injustificadas. - Privación de libertad del trabajador. El artículo 45.1.g) ET establece como causa de suspensión del contrato de trabajo, a la “privación de libertad del trabajador, mientras no exista sentencia condenatoria”. La finalidad de esta causa de suspensión se debe, según la STSJ de Cataluña de 23 de abril de 200257, a que 54. AS 2004\1607. 55. AS 2005\3766. 56. JUR 2006\88630. 57. AS 2002/1992. 58 DespidoDisciplinario.indd 58 28/07/2008 11:56:04 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez “constituye una aplicación del principio de presunción de inocencia del artículo 24.2 de la Constitución y persigue tutelar el derecho de quien, estando incurso en proceso penal, se ve apartado temporalmente de su puesto de trabajo. De lo que se trata, por tanto, es de evitar que ello le represente otros perjuicios adicionales a los que ya se derivan de la propia causa penal en tanto no desaparezca la presunción de inocencia, es decir, mientras no recaiga sentencia condenatoria“. Por tanto, la detención del trabajador dará lugar a la suspensión del contrato de trabajo, hasta que sea liberado, en el caso de encontrarse detenido o en situación de prisión provisional, mientras no se dicte Sentencia condenatoria. Sin embargo, la mera situación de prisión, aunque legalmente suspenda el contrato de trabajo, no produce la justificación de las ausencias del trabajador sino que es necesario que la empresa tenga conocimiento de esta situación. Así, podemos citar la STSJ Madrid de 30 de diciembre de 200458, que considera exigible una comunicación al empresario sobre la situación de privación de libertad “ya que la suspensión del contrato de trabajo por esta causa no se produce de forma automática sino que se precisa aquella notificación, salvo que se acrediten la existencia de causas que pongan de manifiesto la imposibilidad de cumplir con tal requisito”. También la citada STSJ de Cataluña de 23 de abril de 2002, que establece que “la suspensión del contrato debe ser instada por el trabajador 58. JUR 2005\157640. 59 DespidoDisciplinario.indd 59 28/07/2008 11:56:04 El despido disciplinario para que sea efectiva, o sea, para llegar a la consecuencia última de la exoneración de las obligaciones recíprocas de trabajar y remunerar el trabajo. Entendemos que es precisa la existencia de un acto dirigido a obtener tal suspensión, que no puede incumbir sino al trabajador, por ser él quien está interesado en justificar lo que, al menos en apariencia, constituye o puede constituir un grave incumplimiento contractual. Ello se deduce del razonamiento antes expuesto de que el hecho de no poder comparecer al trabajo, por verse privado de libertad, da derecho a la suspensión contractual y, por tanto, encierra una facultad para el trabajador y una obligación para el empresario”. Asimismo, entre otras, la STSJ Cataluña de 30 de Diciembre de 200459 y STSJ Castilla La Mancha de 3 de Noviembre de 200560. Por el contrario, si existe sentencia condenatoria, en tal caso las ausencias se consideran como no justificadas, toda vez que “la sentencia condenatoria actúa privando de justificación las faltas de asistencia pues el incumplimiento se considera voluntario al ser el trabajador penalmente responsable”61. - Enfermedad de los familiares del trabajador. Aunque realmente este supuesto quedaría incardinado 59. JUR 2005\55776. 60. AS 2005\3350. 61. STSJ de Canarias de 18 de junio de 1999. También STSJ Valencia de 10 de noviembre de 2000. 60 DespidoDisciplinario.indd 60 28/07/2008 11:56:04 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez dentro de los regulados en el artículo 37 ET.3.b) que da lugar al disfrute de un permiso retribuido de dos días o hasta de cuatro si hay necesidad de desplazamiento, en los supuestos de enfermedad grave de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad. Sin embargo, y a pesar de esta inclusión, se trata, por un lado, de uno de los supuestos de ausencias del trabajo más habituales. A pesar de la claridad de la dicción legal, suele arrojar cierta conflictividad o controversia, debido básicamente, a la no justificación de la situación de enfermedad grave del familiar, y especialmente, en los casos de ausencia por tiempo superior al concedido legalmente. En el primer supuesto, el problema suele plantearse porque, en la gran mayoría de los casos, la justificación de la ausencia se realiza telefónicamente, encontrándonos ante un supuesto de prueba de la misma, o bien se realiza extemporáneamente. En el segundo caso, la STSJ Cataluña de 29 de Septiembre de 200362, respecto a una duración del permiso por tiempo superior a la concedida legalmente, consideró que “Es cierto y resulta probado que el trabajador demandante comunicó telefónicamente a la empresa tanto la hospitalización 62. AS 2003\3477. 61 DespidoDisciplinario.indd 61 28/07/2008 11:56:04 El despido disciplinario de su padre como su posterior fallecimiento. Y si bien tales circunstancias familiares daban derecho al actor al disfrute de los permisos legal o convencionalmente previstos, ni el lógico y humano deseo de permanecer el actor junto al familiar enfermo, ni su situación anímica, respecto de la cual no se acredita que diera lugar a baja médica, le facultaban en modo alguno, sin la debida autorización de la empresa, para prolongar de manera unilateral y a su conveniencia primero el permiso por hospitalización y después el permiso por fallecimiento, pues ello supone una indudable trasgresión a la buena fe que debe presidir las relaciones laborales”. También puede citarse en este sentido la STSJ de Castilla La Mancha de 24 de Abril de 200263, que en un supuesto de ausencias de una trabajadora por hospitalización de su marido declaró que “los días de permiso a disponer para tal supuesto quedarían limitados tan sólo a dos; sin que frente a ello pueda tener efectividad o restar gravedad las posibles dificultades familiares de la trabajadora, ya que si bien las mismas pueden explicar a nivel particular la actitud de la misma, sin embargo no es posible hacerlos valer frente a la empleadora que no puede supeditar su propia viabilidad a la actitud que adopten sus trabajadores ante los problemas personales que les afecten”. Por tanto, la enfermedad de un familiar del trabajador dará lugar a la consideración de justificación de las ausencias, 63. JUR 2002\239493. 62 DespidoDisciplinario.indd 62 28/07/2008 11:56:04 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez pero siempre que se acredite fehacientemente la existencia de la causa, y además se respete el plazo máximo temporal de duración. - Enfermedad del trabajador. La situación de Incapacidad Temporal del trabajador suspende el contrato de trabajo, conforme al artículo 45.1.c) ET, no debiendo éste prestar servicio para el empresario y percibiendo el trabajador el subsidio por incapacidad temporal. Por tanto, las ausencias debidas a dicha situación no se consideran, per se, como ausencias injustificadas. Sin embargo, la conflictividad en este campo se produce en relación a dos concretas circunstancias: la primera se debe a la falta de entrega de los partes de baja y de confirmación por parte del trabajador. La segunda, se produce en los supuestos en que, extinguida la situación de Incapacidad Temporal, el trabajador no se reincorpora a su puesto de trabajo. En relación con la primera, el artículo 2.2 de la Orden Ministerial de 19 de Junio de 1997, de desarrollo del Real Decreto 575/1997, de 18 abril, sobre determinados aspectos de la gestión y control de la prestación económica de la Seguridad Social por incapacidad temporal64, establece que el trabajador, deberá entregar en la empresa, en el plazo de tres días contados a partir de la fecha de la expedición del parte, el 64. RCL 1997\1593. 63 DespidoDisciplinario.indd 63 28/07/2008 11:56:05 El despido disciplinario correspondiente parte de baja. Asimismo, en el artículo 3.2 de la misma norma, se establece idéntico plazo y obligación de entrega respecto de los partes médicos de confirmación de la baja. Es doctrina judicial reiterada que la falta de presentación de los partes de baja constituye un supuesto de faltas de asistencia no justificadas y que dan lugar al despido disciplinario por este motivo65. Ahora bien, cuestión distinta de la falta de presentación de los partes de baja y de confirmación, es la presentación extemporánea de los mismos. En el caso anterior, la empresa no tiene conocimiento de la justificación del trabajador; en éste, si tiene conocimiento, pero cuando han transcurrido más de los 3 días concedidas por la norma para la entrega en la empresa de los referidos partes, ¿cuál sería la solución entonces? El planteamiento generalizado es que en estos supuestos de mero retraso en la entrega de los partes de baja y/o confirmación, no puede imponerse al trabajador la sanción laboral más grave, como es la del despido. Es cierto que el trabajador ha incumplido una norma que establece un plazo determinado de entrega, pero en tal caso, el empresario podrá imponer al trabajador una sanción por su incumplimiento, pero nunca el despido. 65. Entre muchas otras, STSJ Aragón de 27 de Junio de 2006 (JUR 2006\258916). STSJ Extremadura de 21 de Julio de 2004 (AS 2004\199). STSJ País Vasco de 30 de Noviembre de 2004 (JUR 2005\39461). STSJ Madrid de 7 de Octubre de 2003 (JUR 2004\93311). 64 DespidoDisciplinario.indd 64 28/07/2008 11:56:05 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Como considera la STSJ Madrid de 29 de Noviembre de 2005 66 “la acreditación tardía de los partes no puede considerarse como falta generadora del despido, puesto que hay una realidad que impide comparecer al trabajo (la enfermedad), y si los hechos son ciertos, el retraso en la presentación de los partes constituye una infracción de tipo administrativo, pero no puede destruir ni enervar lo que es realidad constatada (SSTS de 20 de octubre de 1987, Ar. 7.087, 18 de julio y 31 de octubre de 1988, Ar. 6.171 y 8.189)”. También mantiene la misma opinión la STSJ Valencia de 31 de Mayo de 200767, cuando considera que “No podemos invertir los términos de la obligación: es el trabajador, (como parte ausente de su puesto y comprometido con la empresa mientras está en la situación suspensiva que le ha impuesto su proceso de IT) el obligado a hacer llegar los partes confirmatorios o a ponerse en contacto con la empresa ( y bien fácil resulta a través del teléfono) para advertirle de las incidencias sobrevenidas; y no la empresa, la obligada a ponerse en contacto con el trabajador. Ahora bien, cuestión diferente es que el incumplimiento de la obligación de entrega de los partes de confirmación de la incapacidad temporal posi- 66. JUR 2006\39657. 67. JUR 2007\259962. Podemos señalar, además, la STSJ Madrid de 10 de Diciembre de 2002 (AS 2003\1441); STSJ Madrid de 25 de Abril de 2006 (JUR 2006\186244); STSJ Cataluña de 15 de Septiembre de 2005 (JUR 2006\37354), STSJ País Vasco de 24 de Mayo de 2005 (JUR 3005\189831). 65 DespidoDisciplinario.indd 65 28/07/2008 11:56:05 El despido disciplinario bilite el acudir a la máxima sanción en el terreno laboral como es el despido. El art. 54.2 a) del Estatuto de los Trabajadores habla de “faltas de asistencia repetidas e injustificadas” y dado que el motivo de inasistencia al trabajo ha quedado justificado puesto que el actor, a fecha del despido, seguía en situación de IT como lo demuestran los partes de confirmación aportados en su ramo de prueba y que se extienden hasta el de 30-6-06, no podemos hablar de ausencias injustificadas, conforme al artículo 54 del ET, y como incumplimiento contractual que sea calificable como grave. Entendemos que el acto cometido, pese a las irregularidades administrativas que conlleva y de falta de diligencia del trabajador respecto de sus obligaciones para con la empresa, no reviste de la gravedad y culpabilidad necesarias para ser sancionado con el despido, de conformidad con el art. 54.2.a) el ET”. Sin embargo, existen pronunciamientos en los que se llega a considerar procedente el despido, siempre que la falta de entrega de los partes de baja vaya acompañada de ciertas circunstancias concurrentes. Así lo determina la STSJ Madrid de 16 de Mayo de 200568, cuando considera que “Es verdad que una absoluta ausencia de presentación del parte de baja y de los partes de confirmación durante un prolongado período de tiempo unida a una completa falta de comunicación por el trabajador de las circunstancias que le impiden asistir al trabajo, puede facultar a la empresa a despedir por faltas de asistencia o tener por dimisionario al trabajador, pues 68. JUR 2006\68427. 66 DespidoDisciplinario.indd 66 28/07/2008 11:56:05 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez también deben valorarse las necesidades organizativas de la empresa que desconoce la incapacidad laboral y debe proveer a la cobertura del puesto de trabajo, así como la posible actuación negligente del trabajador. Precisamente es éste el criterio que condujo a esta Sala en algunas sentencias (18-2-92 AS 1023, 2-7-98 AS 2865), a calificar el despido como procedente, valorando el incumplimiento de la obligación del trabajador de comunicar al empresario la causa de la inasistencia al trabajo o la falta de acreditación absoluta de la situación de enfermedad alegada (sentencia de 16-11-93 AS 5050). Por tanto, la posición acertada consiste en determinar que la falta de entrega de los partes de baja y confirmación no posibilita al empresario el despido disciplinario por ausencias injustificadas, siempre que el trabajador haya comunicado a la empresa la situación de incapacidad temporal en la que se encuentra69. De lo contrario, la viabilidad de un despido disciplinario por parte de la empresa parecería más factible, tal y como hemos comentado, aunque con las debidas reservas, dado la falta de un criterio unánime, tal y como hemos visto. Antes de pasar al siguiente punto, debemos determinar un supuesto muy concreto y que plantea dificultades para su resolución, como es el del trabajador al que le son expedidos partes de baja y confirmación, ausentándose del trabajo por 69. Esta comunicación de la situación de baja médica del trabajador puede ser efectuada por éste, o por otra persona. El dato básico es que la empresa tenga conocimiento de la situación de incapacidad temporal. Como muestra de la validez de la comunicación efectuada por personas distintas del trabajador, podemos citar la STSJ Valencia de 19 de Julio de 2005 (AS 2005\3074), en la que la comunicación a la empresa fue efectuada por una compañera de trabajo. 67 DespidoDisciplinario.indd 67 28/07/2008 11:56:05 El despido disciplinario dicho motivo, aunque posteriormente esos partes de baja no son confirmados por la Inspección Médica. ¿Se entiende entonces como justificada dicha ausencia? La respuesta parece ser favorable a la consideración de ausencia justificada70, aunque entendemos que podrían realizarse objeciones sobre el particular, debiendo prestar especial atención a la buena fe del trabajador en cada supuesto. Junto a estos casos de falta de entrega de los partes de baja o de su entrega extemporánea, existe un caso diferente y que también ha provocado una gran controversia judicial, como es el de la posibilidad de considerar las ausencias como injustificadas, en aquellas ocasiones en los que se extingue la prestación de incapacidad temporal, no produciéndose entonces la reincorporación del trabajador a su puesto de trabajo. Incluso cuando la solicitud de concesión de una prestación de incapacidad permanente es denegada. En tales casos, la conducta ajustada a Derecho del trabajador consistiría en impugnar el alta que se considera indebida, si permanecen las causas que dieron lugar a la misma y poner dicho hecho en conocimiento del empresario, para que por parte de éste se pueda comprobar que en caso del trabajador subsisten las causas que dieron lugar a la Incapacidad Temporal en su momento y que le impiden prestar servicios con normalidad. Como muestra de esta doctrina, podemos ci- 70. STSJ Cataluña de 5 de Julio de 2005 (AS 2006\2151). La Sala consideró que “la trabajadora ha acreditado que los días que se le imputan, estaba amparada por, o bien bajas por IT expedidas por facultativos del sistema, con independencia de que fueren posteriormente no validadas por la inspección, lo que ciertamente tiene su eficacia a efectos de la percepción de la IT, pero no tiene repercusión respecto de la suspensión de la relación laboral”. 68 DespidoDisciplinario.indd 68 28/07/2008 11:56:05 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez tar la STS de 7 de Octubre de 200471, que afirma que “la doctrina de la Sala sobre la no reincorporación a la actividad profesional tras un periodo de incapacidad Temporal al que se une la existencia de un expediente administrativo de declaración de Incapacidad Permanente tiene su exponente en otras sentencias de ese mismo Alto Tribunal, que señalan que como se establece en los artículos (hoy 56 y 57 de la LRJAP), y de otra en el procedimiento de declaración de invalidez permanente, los actos administrativos tienen presunción de validez que hacen su cumplimiento necesario y directamente ejecutivo, por lo que, como ha destacado la doctrina científica, la declaración contenida en el acto que define una situación jurídica crea inmediatamente esa situación sin perjuicio de lo que pueda resultar de su revisión”. Esta eficacia inmediata del acto es una cualidad distinta de su firmeza y no se funda en ella. Su ámbito de aplicación es el de las prestaciones de SS. Tiene sin embargo, una proyección indirecta o refleja en el contrato de trabajo, porque el artículo 45.1.c del ET, al enunciar el efecto suspensivo que allí contempla, se remite a dos situaciones protegidas por la SS y dentro de ésta ha de atribuirse el mismo alcance al acto que declare la iniciación de la situación protegida que al que establece su terminación por la concurrencia de una causa legal. El problema en materia laboral consiste en determinar si existe o no una situación de IT que impide la prestación de trabajo. Lo que 71. RJ 7889\2004. Se trata de la reiteración de una línea jurisprudencial del Tribunal Supremo constante, pudiendo citar, como predecesoras, las SSTS de 22 de Octubre de 1991 (RJ 1991\7745), 2 de Marzo de 1992 (RJ 1991\1609) y 15 de Abril de 1994 (RJ 1994\3249). 69 DespidoDisciplinario.indd 69 28/07/2008 11:56:05 El despido disciplinario ocurre es que, en principio, el acto administrativo de la Entidad Gestora, al extinguir la situación de IT priva en principio de justificación a la incomparecencia al trabajo, de la misma forma que la baja había otorgado inicialmente esa justificación. El empresario puede deducir las consecuencias extintivas que derivan de esa falta de justificación del trabajador, y éste si quiere conservar la suspensión de la relación laboral, debe destruir los efectos reflejos de la resolución administrativa, acreditando que pese al alta médica, subsiste una situación de IT que impide la reincorporación al trabajo. Lo que no cabe es entender que por la simple impugnación de las resoluciones administrativas se mantenga automáticamente la suspensión del contrato hasta que se produzca una resolución judicial firme, y ello porque, aparte de lo dicho, frente a la desaparición de la justificación de la incomparecencia, no basta la impugnación de una resolución administrativa, en una relación externa a la laboral, sino que el trabajador, ha de desarrollar, con la diligencia exigible en cada caso, una conducta positiva destinada a informar al empresario de la impugnación y a acreditar la subsistencia de una IT para el trabajo ofreciendo los medios para la verificación de esa situación por la empresa”. La falta de una actuación del trabajador en tal sentido supondrá que la empresa puede acudir al despido disciplinario del trabajador por encontrarnos ante un supuesto de ausencias injustificadas72. Como muestra de esta posición favorable 72. Podemos citar la STSJ Andalucía de 24 de Mayo de 2002 (JUR 2002\194971), que declaró la improcedencia del despido al considerar que el trabajador había tratado de acreditar ante la empresa la falta de capacidad para prestar servicio en la misma. 70 DespidoDisciplinario.indd 70 28/07/2008 11:56:05 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez al despido disciplinario, podemos citar la STSJ de Andalucía de 14 de Marzo de 200773; STSJ Canarias de 25 de Enero de 200774; STSJ Castilla y Leon de 14 de Diciembre de 200675; y STSJ Valencia de 19 de Septiembre de 200676. Lo que sí es cierto es que una cosa es acudir a la vía del despido disciplinario para extinguir el contrato del trabajador que no se reincorpora en su puesto de trabajo a la finalización de una situación de Incapacidad Temporal, con denegación o no de la solicitud de prestación de incapacidad permanente, y la otra la de tratar de argumentar que nos encontramos ante una dimisión del trabajador, ex artículo 49.1.d) ET. La doctrina judicial ha tenido ocasión de pronunciarse sobre esta cuestión considerando que en el supuesto que nos ocupa no puede defenderse la existencia de dimisión por parte del trabajador, toda vez que la voluntad de éste no es dar por extinguido su contrato de trabajo, voluntad clara e indispensable para considerar que nos encontraríamos ante un válido supuesto de dimisión. Por ello, en tales casos, no existiendo válida dimisión, nos encontramos realmente ante un caso de despido improcedente77. 73. JUR 2007\264718. 74. JUR 2007\156936. 75. JUR 2007\60337. 76. JUR 2007\85800. 77. STSJ Madrid de 7 de Febrero de 2006 (JUR 2006\119961); STSJ País Vasco de 27 de Mayo de 2003 (AS 2003\1399); STSJ Aragón de 13 de Abril de 2005 (JUR 2005\164975); STSJ Cataluña de 17 de Junio de 2002 (JUR 2002\245974). 71 DespidoDisciplinario.indd 71 28/07/2008 11:56:05 El despido disciplinario Así, en este sentido podemos citar la STSJ Cantabria de 29 de Diciembre de 200678 “la dimisión exige como necesaria una voluntad del trabajador “clara, concreta, consciente, firme y terminante, reveladora de su propósito; puede ser expresa o tácita; pero en este caso ha de manifestarse por hechos concluyentes, es decir, que no dejen margen alguno para la duda razonable sobre su intención y alcance”(STS 10 diciembre 1990, EDJ 1990/11251). En particular, cuando el comportamiento alegado por el empresario es lo que suele llamarse un abandono del trabajo, la Sala 4ª del T.S. ha distinguido el aspecto extintivo del sancionador por incumplimiento: para que exista la causa extintiva en examen es preciso que “se produzca una actuación del trabajador que, de manera expresa o tácita, pero siempre clara y terminante, demuestre su deliberado propósito de dar por terminado el contrato, lo que requiere una manifestación de voluntad en este sentido o una conducta que de modo concluyente revele el elemento intencional decisivo de romper la relación laboral”; en esta línea, y a los efectos de delimitar el llamado abandono frente al despido disciplinario por falta de asistencias al trabajo, se subraya que éstas no pueden considerarse, objetivamente y al margen de un contexto en el que por su continuidad o por otras circunstancias aparezcan dotadas de un indudable significado extintivo; en cualquier caso, para valorar el propósito del trabajador “hay que precisar de forma inequívoca las motivaciones e impulsos que le animan toda vez que la voluntad de realizar un acto culposo laboral es diferente de la 78. JUR 2007\82299. 72 DespidoDisciplinario.indd 72 28/07/2008 11:56:06 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez necesaria para extinguir la relación laboral”(STS 3 junio 1988 EDJ 1988/4787).” Finalmente, y para dar por terminada esta materia, debemos señalar que ha hecho aparición una práctica administrativa por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social que está planteando no pocos problemas interpretativos. Así, se determina en ciertos casos, al amparo de lo establecido en el 131 bis de la LGSS, en relación con el artículo 128.1.a) del mismo cuerpo legal, que será posible la existencia de una figura “mixta” como es la baja en la situación de Incapacidad Temporal, sin derecho al percibo de la prestación; esto es, a los solos efectos de determinar la baja médica. En tal caso, el trabajador no percibe prestación económica, pero subsisten las causas que le impiden trabajar. Por tanto, las ausencias al trabajo no se considerarían como faltas de asistencia injustificadas, a los efectos del artículo 49.1.d) ET. 3. Indisciplina o desobediencia. Se trata ésta de una de las “causas estrella” del despido disciplinario, junto a la trasgresión de la buena fe contractual. Sin embargo, a pesar de la reiteración de su uso, la dicción legal es lacónica; el artículo 54.2.b) ET determina como causa para el despido disciplinario, a “la indisciplina o desobediencia en el trabajo”. Ante esta parca regulación legal, tanto la doctrina como la jurisprudencia han entrado a delimitar el contenido de este supuesto extintivo. 73 DespidoDisciplinario.indd 73 28/07/2008 11:56:06 El despido disciplinario La existencia del mismo trae causa, aunque también se verá limitada, como posteriormente veremos, por el poder de dirección del empresario. Así, en el artículo 5 ET se recogen, entre otros deberes del trabajador, en el apartado a), el “cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades directivas”. Vemos por tanto cómo, el cumplimiento de las órdenes del empresario deviene uno de los deberes fundamentales del trabajador. La desobediencia de éste supondrá una trasgresión de la buena fe, toda vez que, dado que los deberes del trabajador recogen la obligación de cumplir con las órdenes impartidas por el empresario, dicha falta de cumplimiento supondrá que se vulnera la buena fe que debe existir dentro del contrato de trabajo. Ahora bien, el Estatuto de los Trabajadores no prevé una “obediencia ciega” sino que establece un importante límite; se tratará, en todo caso, de órdenes emitidas “en el ejercicio regular de sus facultades directivas”. Nos encontraríamos, por tanto, ante órdenes dictadas por el empresario, y que guarden relación con el desenvolvimiento de la relación laboral entre empresa y trabajador. Aunque nos detendremos posteriormente, debemos determinar que en ciertos supuestos claros y determinados, la orden dada por la empresa que suponga una extralimitación de este ejercicio regular, no deberá ser obedecida por el trabajador, y, por consiguiente, su desobediencia no podrá suponer el despido disciplinario, al no tratarse de una infracción de una orden válida. En cualquier caso, nos detendremos más adelante sobre 74 DespidoDisciplinario.indd 74 28/07/2008 11:56:06 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez este particular, cuando determinemos las exclusiones de esta desobediencia. Los requisitos jurisprudenciales79 para determinar la existencia de indisciplina y desobediencia son los siguientes. Deberá tratarse de un incumplimiento en el que concurran las notas de - Gravedad. Grave en el sentido de que una simple desobediencia, que no encierra ninguna situación exageradamente indisciplinada, no puede merecer un castigo tan riguroso como el despido (SSTS 20/5/87, 5/3/87)80. 79. SSTS 28 de marzo de 1985, 10 de abril y 7 de julio de 1986, 29 de enero, 5 marzo, 16 y 25 de junio de 1987, entre otras muchas. Por parte de la doctrina judicial, pueden citarse, entre otras, STSJ Madrid de 30 de Marzo de 2004 (JUR 2004\242052). 80. Por ejemplo, la STSJ Aragón de 26 de Abril de 2006 (JUR 2006\261838), que entiende como una conducta carente de gravedad el que el trabajador estuviese fumando en el centro de trabajo. Considera dicho órgano que “es igualmente cierto que los hechos suceden en un ambiente de relativa tolerancia (ordinal 8º) y que la desobediencia del trabajador se configura como un acontecimiento puntual, sin que se hayan acreditado incidentes de similar naturaleza o que fueran resueltos de forma tan drástica como el que se enjuicia, ni que se ocasionara perjuicio alguno para la empresa”. También podemos citar la STSJ País Vasco de 26 de Abril de 2006 (AS 2006\1405): “claro es que su conducta constituye un incumplimiento contractual del deber de obediencia, ya que no se atuvo a instrucciones que tenía respecto a que no introdujera bobinas de gran tamaño en la prensa sin que estuvieran previamente desenrolladas. Conducta que ha causado perjuicios a la empresa, que si bien tienen una cierta entidad, tampoco se revelan de gran consideración, ya que no consta que superasen los derivados de una reparación externa, cuya factura ascendió a 3132 euros. Cierto es que la actividad de la prensa averiada se paró ese día y el siguiente, pero se desconoce si había o no actividad programada, debiendo recordar que la avería se produjo a las nueve y cuarto de la tarde, cuando quedaban tres cuartos de hora para acabar su jornada laboral y que el día siguiente era San Pedro, fiesta local en Sestao. Si ya por ello no cabe hablar de graves perjuicios, la conclusión se robustece si tenemos en cuenta: a) que se trataba de una instrucción dada anteriormente sobre el modo de proceder con ese tipo de bobinas, pero sin constancia alguna de que se le hubiera dado (o recordado) en esa operación o, al menos, en ese día, lo cual elimina toda idea de voluntariedad en su actuación, estando más bien ante un mero olvido de la misma; b) negligencia, ésta, que tampoco puede reputarse de temeraria, sino de simple y muy atenuada, si tenemos en cuenta que no se trataba de su 75 DespidoDisciplinario.indd 75 28/07/2008 11:56:06 El despido disciplinario Como considera la STSJ País Vasco de 26 de Abril de 2006 , 81 “la gravedad va referida al incumplimiento, siendo varios los factores que han de tomarse en consideración para esa valoración, que cabe agrupar en tres núcleos, de los que los dos primeros son los más relevantes: a) de una parte, los que guardan relación con la orden dada, para lo que habrá de tenerse en cuenta tanto la mayor o menor claridad de la misma, como de manera muy especial la materia a la que afecta y consecuencias que puede traer en la vida de la empresa; b) de otra, los que atañen directamente a la respuesta del trabajador, para lo que deben considerarse aspectos como la mayor o menor rotundidad de su negativa, el modo en que la expresa (airadamente, en público, etc.), las razones que le mueven a ello y, de forma muy particular, el carácter reactivo o reflexivo de su decisión, así como la contumacia con que la mantenga; c) por último, no puede dejar de valorarse la vida laboral previa del trabajador en la empresa (no es igual que acontezca en quien lleva una conducta intachable en una vida laboral dilatada en la empresa, que si la comete quien acarrea una retahíla de sanciones, máxime si algunas son por incumplimiento de ese mismo deber).” - Culpabilidad. Culpable en el sentido de que sea que- trabajo habitual (que es el manejo de la grúa de cizalla) y que tiene lugar ya muy avanzada su jornada laboral, concurriendo además en una actividad que realiza con otro compañero, lo cual es otro elemento que fácilmente induce al relajo. Por tanto, no cabe sostener que, en esas condiciones, era plenamente consciente de que no cumplía la instrucción recibida y que ello iba a ocasionar un atasco de grandes proporciones en la prensa”. 81. AS 2006\1405. 76 DespidoDisciplinario.indd 76 28/07/2008 11:56:06 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez rida conscientemente por el trabajador, dolosa (STS 15/11/88); en cuanto evidencia una voluntad clara, cierta, terminante y firme de incumplir los deberes laborales (STS 29/1/87). - Trascendencia. Trascendente por cuanto la falta de perjuicio a la empresa debe ser considerada para evitar la máxima sanción en el orden laboral(SSTS 20/5/87 y 29/1/87). No resulta esencial sin embargo que exista un perjuicio directamente evaluable en dinero, ni mucho menos una perdida económica, la jurisprudencia por ejemplo se refiere a un perjuicio notorio a la actividad laboral contratada, como el que el trabajador tenga que ser sustituido por otro compañero para la realización de la tarea asignada(STS 15/11/88), o la creación de una situación de riesgo en cuanto a la calidad del producto fabricado por no seguir los procedimientos de análisis ordenados (16/6/87). - Injustificada. Injustificada en cuanto ha de ser inmotivada, de forma que si existe una causa de justificación, aun cuando esta sea incompleta, ha de merecer un tratamiento más suave y benigno que el de la imposición de la sanción más grave de las que al trabajador pueden serle impuestas(STS 26/5/87). Como algunas muestras de aplicación de esta teoría, podemos citar la STSJ Baleares de 7 de Octubre de 200482, en la 82. JUR 2004\167830. 77 DespidoDisciplinario.indd 77 28/07/2008 11:56:06 El despido disciplinario que se declara procedente el despido de un trabajador por no usar los medios de prevención de riesgos laborales. Nos detendremos, a continuación, en una serie de cuestiones que entendemos de interés para determinar el estudio de la presente causa extintiva. a) El poder de dirección del empresario Partiendo del dato de la libertad de empresa, establecida en el artículo 38 de la Constitución Española, es un dato ya asumido, tanto por la doctrina como por la jurisprudencia que, por aplicación de dicho precepto, el empresario puede disponer la organización y desenvolvimiento de la actividad empresarial como, cuando y de la forma en que mejor considere. Así se ha previsto, desde el punto de vista laboral, tanto en el artículo 5 ET citado, como en el propio artículo 20, del mismo cuerpo legal. En los apartados primero y segundo de este último artículo se determina que “El trabajador estará obligado a realizar el trabajo convenido bajo la dirección del empresario o persona en quien éste delegue”. Asimismo que, “en el cumplimiento de la obligación de trabajar asumida en el contrato, el trabajador debe al empresario la diligencia y la colaboración en el trabajo que marquen las disposiciones legales, los convenios colectivos y las órdenes o instrucciones adoptadas por aquél en el ejercicio regular de sus facultades de dirección y, en su defecto, por los usos y costumbres. En cualquier caso, el trabajador y el empresario se someterán en sus prestaciones recíprocas a las exigencias de la buena fe”. 78 DespidoDisciplinario.indd 78 28/07/2008 11:56:06 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Es decir, vemos que, el deber de obediencia del trabajador vuelve a quedar plasmado, toda vez que se establece la obligación de realización del trabajo convenido bajo la dirección del empresario. Pero además se refuerza este deber de obediencia, aunque sólo en apariencia, toda vez que la sujeción al poder de dirección del empresario viene a quedar limitada, nuevamente, por “el ejercicio regular de sus funciones”. Una orden dada en un ejercicio no regular o irregular de sus funciones, no obligaría al trabajador. Así, la STSJ Castilla La Mancha de 6 de Julio de 200683 “En este sentido el ejercicio regular de las funciones directivas por parte del empresario se erige en la línea fronteriza de la desobediencia injustificada (entre otras, sentencia Tribunal Supremo de 3 de mayo de 1990). Entendiendo la jurisprudencia que existe una justificación cuando las órdenes del empresario lesionan los derechos irrenunciables del trabajador, atenten a su dignidad, sean manifiestamente ilegales o implican la concurrencia de circunstancias de peligrosidad y en otros supuestos análogos que razonablemente justifiquen la negativa a obedecer las órdenes de la Empresa(sentencias de 7/3/86, 30/4/86, 29/1/87).” Ahora bien, ¿cómo o quién determina la existencia de una orden regular, o irregular? 83. JUR 2006\270189. 79 DespidoDisciplinario.indd 79 28/07/2008 11:56:06 El despido disciplinario En principio, no le corresponde al trabajador este juicio de valor. Así, la STSJ Castilla La Mancha de 6 de Julio de 200684 “En estos casos el trabajador es quien tiene que acreditar la concurrencia de la causa de justificación, no bastando apreciaciones subjetivas, o la mera introducción de dudas sobre la corrección de la orden impartida, pues “... la desobediencia no puede minimizarse al amparo de una duda, siquiera sea razonable ... “-sentencia de 23/10/1984 y 21/9/87, ya que en definitiva según el art. 5 c) del Estatuto de los Trabajadores, el trabajador tiene como deber básico cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades directivas, que vienen determinados en el art. 20del mismo texto legal, no pudiendo el trabajador ser el arbitro de sus propias obligaciones, por lo que ante instrucciones que emanan de la empresa o sus representantes, debe proceder a cumplirlas, salvo los supuestos de ordenes que afecten a derechos irrenunciables del trabajador, atenten a su dignidad, sean manifiestamente ilegales o abusivos, o concurran circunstancias de peligrosidad; sin perjuicio de que si está disconforme con las condiciones laborales, lleve a cabo la reclamación que tenga por conveniente”. En aplicación del principio solve et repete, el trabajador debe obedecer las órdenes dictadas por el empresario, sin perjuicio de su impugnación judicial. Sólo en supuestos claros y 84. JUR 2006\270189. 80 DespidoDisciplinario.indd 80 28/07/2008 11:56:06 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez flagrantes de irregularidad de estas órdenes puede el trabajador desobedecerlas sin ser sancionado por ello. El ejemplo de estas órdenes irregulares es claro: una orden que vulnere la dignidad del trabajador o su integridad física. Así, la STSJ Cataluña de 30 de Octubre de 2003, donde se declara improcedente el despido de un trabajador que se negó a realizar un viaje en un camión que tenía los neumáticos desgastados. La STSJ Cantabria de 20 de Agosto de 200285, en el supuesto de la negativa a trabajar en un puesto de trabajo en el que no se había prestado servicios con anterioridad, y respecto del que podría existir un riesgo para la salud. La STSJ Madrid de 18 de Enero de 200586, en los supuestos de negativa a realizar desplazamientos por motivos de salud. Así, la STSJ Galicia de 3 de Febrero de 200487 “El trabajador, sin perjuicio de reclamar oportunamente y en su caso ejercitar las acciones que pudieran corresponderle, no puede erigirse en definidor de sus propias obligaciones sino que ante una orden del empresario dentro del ámbito y organización del trabajo, lo que debe hacer, salvo que la misma pueda comportarle riesgos inminentes o devenga ilegal o atentatoria a su dignidad, es cumplirla y cuando requerido para que haga el reparto se niega a hacerlo, su desobediencia no sólo incide en el ámbito 85. AS 2002\3703. 86. AS 2005\21. 87. JUR 2004\17760. 81 DespidoDisciplinario.indd 81 28/07/2008 11:56:07 El despido disciplinario de las órdenes e instrucciones del empleador en el ejercicio regular de sus facultades directivas, conforme a lo establecido por el apartado c) del artículo 5 del Estatuto de los Trabajadores sino que también vulnera, de modo principal el deber de «cumplir las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad con las reglas de la buena fe y diligencia» que como deber básico le impone el mismo precepto aludido en su anterior apartado a) por lo que la doctrina jurisprudencial -contenida entre otras Sentencias del Tribunal Supremo de 19 y 27 junio 1985 (RJ 19853426 y RJ 19853482)- ha venido precisando el contrato de trabajo tiene su base más firme en la buena fe exigible tanto para el empresario como para el trabajador pero que, cuando tal sustentación se rompe por un acto, o sucesión de actos de indisciplina y desobediencia por parte del empleado con evidente y flagrante oposición grave y enfrentamiento directo y culpable a las órdenes del empleador, la sanción de despido constituye la consecuencia jurídica adecuada y precisa, a tenor de lo establecido en el artículo 54.1 y 2, b) del Estatuto de los Trabajadores.” Por tanto, ante una orden del empresario, existe la presunción de validez de la misma, por lo que el trabajador debe obedecerla, sin perjuicio que, con posterioridad, y tras la correspondiente impugnación, se declara la irregularidad y la anulación de la misma. Así, emitida una orden por el empresario, existe la obligación para el trabajador de su cumplimiento. Con esta previa obligación, si el trabajador la incumple, dicho incumplimiento podrá dar lugar al despido de éste, sal- 82 DespidoDisciplinario.indd 82 28/07/2008 11:56:07 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez vo que de las concretas circunstancias del caso en cuestión, pueda suponerse la existencia de unas causas que permitan eximir al trabajador de su obligación del cumplimiento de la orden dada. b) Supuestos de exoneración del cumplimiento de órdenes del empresario por parte del trabajador. Analizaremos a continuación alguna de las circunstancias que provocan el que el trabajador no pueda ser sancionado ante un incumplimiento de órdenes dictadas por su empresario. b.1. Órdenes no dictadas según el poder regular de dirección. Nos hemos detenido con detenimiento sobre este supuesto. Aunque no se menciona esta dicción en el artículo 54.2.b) ET, dicho precepto debe ser interpretado de manera sistemática con los ya citados artículo 5.2.b) y 20.1 y apartado 2 del mismo cuerpo legal. La obligación del trabajador es cumplir con las órdenes dictadas por el empresario, dentro de su poder regular de dirección. Si las órdenes suponen un ejercicio arbitrario o superan el poder de dirección ordinario del empresario, no existiría obligación de cumplirlas. Por ejemplo, la STSJ Valencia de 13 de Mayo de 200588, que determinó la improcedencia del despido de un coman- 88. JUR 2005\200505. 83 DespidoDisciplinario.indd 83 28/07/2008 11:56:07 El despido disciplinario dante de vuelo que se negó a realizar un servicio que hubiese supuesto superar el máximo de las horas de vuelo permitidas. Ahora bien, también hemos visto como el trabajador no puede erigirse como juez y parte de la relación laboral. No puede decidir unilateralmente que orden dictada por el empresario es legal, y debe por tanto ser cumplida, y que orden, por el contrario, es arbitraria o injusta, y por tanto, no debe ser obedecida. Tan sólo en los supuestos de grave peligro de lesión del derecho a la integridad física o moral del trabajador, o en los supuestos de vulneración de otro derecho fundamental de la misma importancia, podrá el trabajador, de forma unilateral, dejar de cumplir las órdenes del empresario, no pudiendo tal incumplimiento ser esgrimido para proceder a su despido por razones disciplinarias. En los restantes supuestos, la orden dictada por el empresario ostenta la presunción de validez y legalidad, por lo que el trabajador debe cumplirla, sin perjuicio de su posterior impugnación y la posterior declaración judicial de ilegalidad de la orden dada. Así, la STSJ Galicia de 25 de Octubre de 200189, STSJ Andalucía de 6 de Febrero de 200490, STSJ Valencia de 4 de Octubre de 200691 respecto del despido declarado procedente 89. JUR 2001\295004. 90. JUR 2004\132732. 91. AS 2007\1113. 84 DespidoDisciplinario.indd 84 28/07/2008 11:56:07 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez por una negativa del trabajador a cumplir con las funciones propias de su puesto de trabajo “Como afirma el Tribunal Supremo en las Sentencias de 14 de septiembre de 1982 (RJ 1982, 5004)10 de abril de 1986 (RJ 1986, 1912), sin perjuicio de reclamar oportunamente en su caso ejercitar las acciones que pudieran corresponderle y salvo los supuestos excepcionales de riesgo vejación o abuso manifiesto-que en el supuesto enjuiciado ni siquiera se aducen-el trabajador tiene la obligación de cumplir las órdenes de la empresa relacionadas con el debajo ya que no le es dado erigirse en definidor de sus propios deberes sino que. ante una orden referida al cumplimiento de la prestación por la que percibe salario enlanada de la empresa lo primero es cumplirla salvo que pueda suponer riesgo o vejación para su persona pudiendo tras efectuarla formular la reclamación que proceda: es lo cierto que a tenor de lo prevenido por el invocado articulo 1214 del Código Civil y conforme a tan constante como reiterada doctrina jurisprudencial-contenida entre otras coincidentes Sentencias de 19 de mayo de 1987 (RJ 1987, 3536), 24 de octubre de 1994 (RJ 1994, 8126) y 9 de abril de 1997 (RJ 1997, 2875) -incumbe en la prueba de los hechos normalmente constitutivos de los derechos u obligaciones a quienes la reclaman y el de su inexistencia o cumplimiento a quien las invoca y por tanto, en los efectos por despido recae sobre la empresa demandada como adoptante de tal unilateral decisión la de acreditar la veracidad de los hechos atribuidos en la carta de despido como determinante de mismo pero es al trabajador demandante como invocante de causas de justificación o de no existencia del deber de obedecer sobre el que ha de recaer In 85 DespidoDisciplinario.indd 85 28/07/2008 11:56:07 El despido disciplinario prueba o demostración de las circunstancias determinantes de las mismas ya que lo contrario implicaría la prueba diabólica de un poder a la demandada la de demostrar que no rebasó o sobrepasó los límites de su poder organizativo y de dirección en las órdenes que el trabajador incumplió pues es doctrina aceptada por el Tribunal Constitucional entre otras coincidentes Sentencias 14/1992 (RTC 1992, 14), y 1993 (RTC 1993, 16) y 140/1994 (RTC 1994, 140) y las en ella citadas 227/1991 (RTC 1991, 227) y 48/1994 (RTC 1994, 48), que no puede imponerse con carácter necesario la prueba de los hechos negativos cuando es mis simple la prueba del acto positivo contrario -al actor le hubiera bastado probar el exceso o ilegalidad que aduce de las órdenes recibidas-por parte de otro litigante”. La STSJ Extremadura de 22 de Diciembre de 200692, STSJ Asturias de 10 de Febrero de 200693, STSJ Andalucía de 7 de Noviembre de 200394, que estima procedente el despido, por la negativa del trabajador a un desplazamiento a localidad distinta. El principio solve et repete sería, por tanto, de aplicación respecto del restante elenco de supuestos95. Sin embargo, la interpretación jurisdiccional nos muestra supuestos de modalización de esta realidad. Podemos citar, 92. AS 2007\334. 93. AS 2006\3209. 94. AS 2004\4188. 95. Como ejemplo, entre otros, la STSJ Castilla La Mancha de 2 de Diciembre de 2004 (AS 2004\511). 86 DespidoDisciplinario.indd 86 28/07/2008 11:56:07 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez por ejemplo, la STSJ Madrid de 30 de Marzo de 200496, y la STSJ Castilla la Mancha de 17 de Abril de 200297 donde se determina que la negativa de la trabajadora al desempeño de funciones de categoría diferente a la propia no suponen una desobediencia suficiente para acudir a la vía del despido disciplinario. También la STSJ País Vasco de 2 de Mayo de 200198, y STSJ Baleares de 13 de Junio de 200499, donde se determinó que el disfrute por un trabajador de vacaciones en el período inicialmente previsto y que constaba en el calendario de vacaciones de la empresa, y que fue modificado unilateralmente por ésta el día anterior al inicio del período vacacional no puede dar lugar al despido100. La STSJ Madrid de 25 de Enero de 2005101 y STSJ País Vasco de 21 de Diciembre de 2004102, en un supuesto de desobediencia a una orden de desplazamiento fuera del Municipio, habiéndose realizado únicamente un requerimiento por parte de la empresa. La STSJ Canarias de 6 96. JUR 2004\242052. 97. JUR 2002\239439. 98. JUR 2001\196680. 99. JUR 2004\11446. 100. En opinión de dicho pronunciamiento, “al Sr. A. se le creó una situación de inseguridad que, al margen de que el procedimiento utilizado por ambas partes hubiera sido o no acorde con el utilizado habitualmente en la empresa, contraviene lo regulado en materia de vacaciones anuales tanto por el Estatuto de los Trabajadores (art. 38) como por el Convenio Colectivo de la Construcción de Bizkaia (art. 44). Efectivamente, frente a los desacuerdos entre las partes cabe accionar ante la jurisdicción social que, en un procedimiento sumario y preferente, fijará la fecha que para el disfrute corresponda, pero no puede pedirse en este caso tal actuación cuando resultaba temporalmente imposible su planteamiento, sin que deba olvidarse que, por otra parte, el Trabajador no desobedeció orden o desautorización expresa de la empresa”. 101. AS 2005\93. 102. AS 2004\4053. 87 DespidoDisciplinario.indd 87 28/07/2008 11:56:07 El despido disciplinario de Julio de 2005103, STSJ Cataluña de 11 de Enero de 2005104 y STSJ Madrid de 18 de Mayo de 2004105 sobre la desobediencia en un supuesto de cambio de jornada unilateral realizada por la empresa. b.2. Desconocimiento de la orden dictada por el empresario Si bien el artículo 6.1 del Código Civil establece que “la ignorancia de las Leyes no excusa de su cumplimiento”, también es cierto que, por aplicación del artículo 20.2 del Estatuto de los Trabajadores se establece que “el trabajador y el empresario se someterán en sus prestaciones recíprocas a las exigencias de la buena fe”. Por aplicación de este mandato relativo a la necesaria presencia de buena fe entre las partes, para que el incumplimiento de una orden dada por el empresario pueda ser utilizada para despedir disciplinariamente al trabajador, es preciso que éste tenga conocimiento de la orden dada por el empresario. No es posible, por tanto, acudir a la causa disciplinaria del despido en los supuestos en los que el trabajador no tiene conocimiento de la orden dada por el empresario. La prueba del conocimiento de la existencia de la orden desobedecida por el trabajador corresponderá al empresario, 103. AS 2005\2209. 104. AS 2005\545. 105. AS 2004\2466. 88 DespidoDisciplinario.indd 88 28/07/2008 11:56:07 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez quién deberá acreditar, no sólo la existencia de ésta, sino su conocimiento por parte del trabajador. b.3. La existencia de previa tolerancia por parte de la empresa Constituye éste uno de los supuestos que pueden provocar la falta de responsabilidad por parte del trabajador en caso de incumplimiento de una orden dictada por parte de la empresa. No se trata de un desconocimiento de la orden dictada, ni de una orden no dictada en el cumplimiento del ejercicio regular del poder de dirección del empresario; en el presente caso, la orden empresarial es válida, y también es conocida por el trabajador; sin embargo, llega a darse el caso en que, un despido disciplinario realizado en tales circunstancias puede ser declarado como no válido, siempre que concurra una circunstancia, como es la de la “tolerancia” empresarial. En tal supuesto, si la comisión de este incumplimiento había sido tolerado previamente por la empresa, respecto del propio trabajador, o alguno de sus compañeros, en tal caso, por aplicación de las reglas de la buena fe, no podrá ser esgrimida por la empresa para proceder a su despido. Como muestra de pronunciamientos en este sentido, podemos indicar la STSJ de Madrid de 23 de Enero de 2007106, 106. AS 2007\1669. 89 DespidoDisciplinario.indd 89 28/07/2008 11:56:07 El despido disciplinario STSJ Castilla la Mancha de 19 de Octubre de 2006107, STSJ Castilla la Mancha de 3 de Noviembre de 2006108, y STSJ Valencia de 7 de Junio de 2006109. Lógicamente, la prueba de la tolerancia empresarial deberá ser aportada por el propio trabajador, quién deberá determinar los supuestos en que comportamientos previos por parte del propio trabajador, o de alguno de sus compañeros, habían sido tolerados por la empresa sin imponer la sanción de despido o alguna otra sanción de inferior importancia. Eso sí, sería necesario que el supuesto de tolerancia empresarial ofreciese circunstancias análogas al caso que se trate, pues la existencia de circunstancias diferentes, podría diluir la tolerancia mostrada inicialmente por la empresa. En tal caso, ese incumplimiento no podría ser utilizado para proceder al despido del trabajador por causas disciplinarias. Para poder proceder al despido disciplinario del trabajador sería necesario una actuación clara, expresa y recepticia por parte de la empresa, mediante la que ésta comunicase a los trabajadores que a partir de ese momento, la tolerancia mostrada respecto de la conducta de que se tratase habría desaparecido, de forma que de ese momento en adelante, los incumplimientos que se produjesen dejarían de estar amparados por la tolerancia anteriormente mostrada. 107. AS 2006\3434. 108. JUR 2007\84876. 109. AS2006\3433. 90 DespidoDisciplinario.indd 90 28/07/2008 11:56:08 Juan Gorelli Hernández y Tomás Gómez Álvarez Así, podemos citar la STS de 20 de Febrero de 1991110, seguida por la STSJ Navarra de 26 de Diciembre de 2006111, STSJ de Madrid de 24 de Enero de 2006112, STSJ Cataluña de 30 de Septiembre de 2005113, donde se establece que “cuando existe una tolerancia y un uso en la empresa se requiere una advertencia previa del cambio, pues en otro caso nos encontramos ante un manifiesto abuso del derecho, por cuanto se quebranta la actividad dentro del contrato y las prestaciones exigidas, otorgando una confianza al trabajador, contraria a una sorpresiva ruptura de la práctica.” Mediante esta actuación o declaración de voluntad, cualquier incumplimiento posterior podría ser castigado con la sanción del despido disciplinario, pero no podrían ser, lógicamente, utilizadas, con efectos retroactivos, los incumplimientos anteriores. 110. RJ 1991\864. 111. AS 2007\1084. 112. AS 2006\947. 113. JUR 2006\50983. 91 DespidoDisciplinario.indd 91 28/07/2008 11:56:08