La Encyclopédie. - Facultad de Ciencias Económicas

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La Encyclopédie.
Este histórico texto fue la base para un cambio de pensamiento tanto en al ámbito
científico como en el político y social. Editada entre los años 1751 y 1772 en Francia
bajo la dirección de Denis Diderot y Jean D’Alembert.
Es considerada una de las más grandes obras del siglo XVIII, no sólo por ser la primera
enciclopedia francesa, sino que también por contener la síntesis de los principales
conocimientos de la época entre ellos Voltaire, Montesquieu y Rousseau (del griego
enkyklos paideia: circulo del saber).
A lo largo de los veinte años que duro su publicación, la Encyclopédie encontró
numerosas dificultades, tanto económicas como políticas, llegando a prohibirse debido a
las opiniones vertidas en algunos de sus artículos, contrarios a la forma de gobierno del
antiguo régimen. Sin embargo, esta obra magna del pensamiento continúo apareciendo
de forma semiclandestina hasta su culminación total.
Se convirtió en un símbolo del proyecto de la Ilustración, un arma política y en el objeto
de numerosos enfrentamientos entre los editores, los redactores, y los representantes de
los poderes secular y eclesiástico.
Antecedentes
La idea de publicar una enciclopedia en francés nace de la influencia y del éxito
editorial en Inglaterra de la Cyclopaedia (Diccionario Universal de las Ciencias y las
Artes) (1728) de Ephraim Chambers y la existencia de una amplia demanda de los
lectores de este tipo de obras.
El editor francés André Le Breton, librero de éxito y especialista en la traducción de
obras inglesas, obtiene en 1745 una licencia para efectuar una traducción al francés de
la enciclopedia de Chambers. Breton elige en principio para dirigir el proyecto a John
Mills, un inglés residente en Francia y al abate Jean Paul de Gua de Malves pero por
diferentes razones abandonan el proyecto. En 1747 Le Breton le encarga a Diderot y
D’Alembert la elaboración editorial de la Encyclopédie.
Desarrollo editorial
La incorporación de Diderot y D’Alembert transformó por completo el proyecto
pasando de ser una simple traducción a la creación de una obra de mucho mayor
amplitud destinada a la vulgarización de los conocimientos de la época, con trabajos
inéditos y numerosos grabados.
Para la ordenación temática y estructural de la enciclopedia, Diderot y D’Alembert
toman el árbol de los conocimientos humanos de Francis Bacon, expuesta en Novum
organum (1620) y también arrastran la influencia de Descartes y su Discurso del
Método (1637).
Entre 1747 y 1750 se lleva a cabo la preparación de la obra. En 1750 se publica el
denominado Prospecto de la Enciclopedia, redactado por Diderot que ya crea polémica
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con los jesuitas y por fin en 1751 se publicó el primer volumen. La publicación provocó
una fuerte oposición en algunos sectores de la sociedad francesa y la obra continuó en
medio de grandes polémicas.
El enorme revuelo causado en el antiguo régimen fue debido principalmente al tono de
tolerancia religiosa de la obra. La enciclopedia elogiaba a pensadores protestantes y
desafiaba el dogma católico, y clasificó la religión como una rama de la filosofía, no
como el último recurso del conocimiento y de la moral. Desde el comienzo de su
publicación se formaron dos bandos claramente definidos, por un lado, el poder
religioso con los jesuitas al frente y también el Delfín del Rey y sus allegados y una
parte de la intelectualidad envidiosa del éxito alcanzado por los enciclopedistas. Por el
otro lado está una parte de la corte, con Madame de Pompadour, amante del rey, a la
cabeza, el director de la Biblioteca Nacional, Guillaume Malesherbes y un conjunto de
los mejores escritores de la época.
La obra entró a formar parte del Índice de libros prohibidos por la Iglesia católica en
1759.En este mismo año se les retiró a los impresores los permisos del Estado para
seguir publicando la obra y D´Alembert abandona el proyecto. Todo esto no fue
obstáculo para que se prosiguiese su elaboración de forma semiclandestina hasta 1772,
bajo la vigilancia complaciente de determinadas autoridades, y se completasen los
diecisiete volúmenes de la obra.
Debido a los problemas con la censura de la Enciclopedia y de otros escritos
independientes de sus colaboradores se produjo un conflicto entre Diderot y
D’Alembert, por un lado, y Le Breton, por el otro.
En 1775 a la conclusión de la empresa de Le Breton y Diderot, Charles-Joseph
Panckoucke, editor y empresario de éxito, toma como propio el espíritu enciclopedista y
durante los siguientes veinte años reedita la Enciclopedia en folio, le añade índices,
publica suplementos y edita en cuarto. Con su edición en cuarto, la obra lograría una
difusión masiva.
De 1782 a 1832, Panckoucke y sus sucesores publicaron una versión ampliada de la
obra con 166 volúmenes denominada la Encyclopédie méthodique, ordenada por
materias y no alfabéticamente. Este enorme trabajo para la época, ocupó un millar de
empleados, un editor de apellido Sallaberry y 2.250 colaboradores.
El espíritu de la Encyclopédie
Espíritu filosófico.
En ese siglo de las luces, la evolución del pensamiento esta ligada con la de las
costumbres. La moral y las costumbres aparecen ligadas a un lugar y a un tiempo. Los
burgueses llaman a la puerta de la nobleza, se convierten en la nobleza de vestimenta en
oposición a la nobleza de la espada. Pero se oponen la lógica del determinismo
hereditario y la del libre albedrío.
Se imponen nuevos valores: la naturaleza, que determine la actividad del hombre, la
felicidad terrena, que se convierte en un objetivo, el progreso, mediante el cual cada
época se esfuerza en alcanzar mejor la felicidad colectiva. El nuevo espíritu filosófico
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que se constituye se basa en al amor por la ciencia, la tolerancia y la felicidad material.
Se opone a restricciones como las de la monarquía absoluta o la religión. Lo esencial es
ser útil a la colectividad difundiendo un pensamiento concreto, donde la aplicación
concreta se impone sobre la teoría, y la actualidad sobre lo eterno.
El ateísmo, que comienza oficialmente en esa sociedad, es denunciado, e incluso
castigado con la muerte.
Espíritu científico
Los métodos experimentales, aplicados a cuestiones filosóficas, llevan al empirismo
según el cual todo conocimiento deriva directa o indirectamente de la experiencia a
través de los sentidos, sin actividad del espíritu.
Además, el espíritu científico se expresa por su carácter enciclopédico. El siglo XVIII
no se especializa, toca todos los campos: ciencia, filosofía, las artes, política, religión,
etc. Se explica la producción de diccionarios y de compilaciones literarias que
caracterizan este siglo y de los cuales la Encyclopédie es la obra más representativa.
Espíritu crítico
En cuanto al espíritu crítico, se ejerce principalmente contra las instituciones. Frente a la
monarquía absoluta, se prefiere el modelo inglés (monarquía constitucional). La crítica
histórica de los textos sagrados ataca la certeza de la fe, el poder del clero y las
religiones reveladas. Los filósofos se orientan hacia el deísmo que admite la existencia
de un dios sin iglesia. Critican asimismo la persecución de los hugonotes por la
monarquía francesa.
La consecuencia positiva de esta crítica es el espíritu de reforma. Los enciclopedistas
toman partido por el desarrollo de la instrucción, la utilidad de las letras, la lucha contra
la Inquisición y el esclavismo, la valorización de las artes « mecánicas », la igualdad y
el derecho natural, el desarrollo económico que aparece como fuente de riqueza y de
confort.
El examen científico de las fuentes les permitía poner en cuestión las ideas legadas del
pasado. La abundancia de anotaciones históricas desalentaba a una censura a la
búsqueda de ideas subversivas. Algunos enciclopedistas han preferido hacer pasar
visiones iconoclastas por artículos aparentemente anodinos. Así, el artículo sobre la
capucha es la ocasión para ridiculizar a los monjes.
Incluso si la cantidad a veces ha perjudicado a la calidad, hay que subrayar la
singularidad de esta aventura colectiva que fue la Encyclopédie: por primera vez, se
describe en igualdad con los saberes nobles todos los otros conocimientos: la panadería,
la cuchillería, la calderería, la marroquinería. Esta importancia acordada a la experiencia
humana es una de las claves del pensamiento del siglo: la razón se vuelve hacia el ser
humano que es a partir de entonces su fin.
Espíritu burgués
Para una adecuada comprensión de los textos de la Encyclopedie hay que tener en
cuenta que la Encyclopedie fue un producto básicamente de la burguesía, tanto en su
origen y elaboración, ya que la mayoría de los escritores y filósofos participantes
provenían de este grupo social y asimismo los valores propuestos y que transmitían eran
también los valores propios de la burguesía, como en sus destinatarios puesto que la
clientela preferida de la obra fueron los miembros de la burguesía.
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El artículo «Refugiados» es un ejemplo perfecto al respecto, valoriza el trabajo, la
riqueza, y la industria, con lo que se opone a los valores tradicionales de la nobleza que
ponía por delante los “los altos hechos de armas” y que suponían un rechazo al ejercicio
del comercio y la agricultura.
Aun cuando está claro que el siglo de las luces hizo grandes aportaciones a nuestra
civilización, nada fue gratuito. Voltaire tenía una de las más grandes fortunas del reino y
fue uno de los primeros capitalistas franceses. Voltaire, por ejemplo, fue a menudo muy
desdeñoso con el "pequeño pueblo", lo que se materializa en que su defensa de las
minorías es la defensa de minoría burguesa frente a la todopoderosa nobleza
Composición de la Enciclopedia
La obra comprende:
17 volúmenes de texto (Primera serie publicada entre 1751-1757; tomos I al VII.
Segunda serie en 1765, tomos VIII al XVII).
11 volúmenes de láminas publicados entre 1762 y 1772.
Suplemento de 4 volúmenes de texto, 1 volumen de láminas y 2 volúmenes de
índice general, publicado entre 1776-1780. Estos volúmenes fueron editados por
Panckoucke.
En total representa 21 volúmenes de texto, 12 volúmenes de láminas y 2 volúmenes de
índice general, más de 25.000 páginas, 71.818 artículos y 2.885 ilustraciones).
Asimismo, se elaboran compendios de artículos de la Enciclopedia. Uno a cargo del
abate Joseph de La Porte en 5 volúmenes titulado L'Esprit de l'Encyclopedie.
Colaboradores
La Enciclopedia fue una obra colectiva no sólo derivada del trabajo de Diderot y
D´Alembert. La ambición totalizadora de éstos representaba un esfuerzo de
documentación y de síntesis que no podían ser dominados por unos cuantos individuos
aislados. En ella colaboraron todo un conjunto de hasta 160 personas de las más
variadas ocupaciones como literatos, científicos, artistas, magistrados, teólogos, nobles
y artesanos que fueron conocidos como les encyclopédistes. Diderot en el artículo
Enciclopedia de la propia obra los describe de la siguiente forma: ocupado cada cual de
su parte y unidos solamente por el interés general del género humano y por un
sentimiento de recíproca benevolencia.
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Biografía de los principales autores y colaboradores.
A.
B.
C.
D.
E.
Denis Diderot;
Jean Le Rond d´Alembert;
El Barón de Montesquieu;
Voltaire;
Jean Jacques Rosseau.
A. Denis Diderot.
Filósofo y matemático francés, novelista y crítico literario y figura destacada de la
Ilustración francesa. Nació en Langres y estudió en el colegio de los jesuitas de esta
ciudad y de París y obtuvo el título de «maestro en artes» en la Sorbona. Sin dedicarse a
ninguna profesión en concreto pasa unos años oscuros; su obra Pensamientos filosóficos
fue prohibida por el Parlamento de París. A partir de este momento, emprende la
dirección y redacción de la Enciclopedia junto con D´Alembert, labor a la que se
dedicó preferentemente hasta 1772. Sus primeras obras filosóficas traslucen un
pensamiento crítico, escéptico, sensista, radicalmente empirista y deísta. Adopta el
materialismo como sistema, por la simple razón de que es el que está más de acuerdo
con los resultados de las ciencias, junto con un monismo, según el que toda la materia
del universo, orgánica y no orgánica, posee sensibilidad, y el alma o conciencia no es
más que materia organizada; y evoluciona hacia el ateísmo. Niega todo sentido a la
libertad humana y ensalza el poder de los instintos para salvaguardar las libertades del
individuo en la comunidad. (...) Sólo el deísta puede enfrentarse al ateo. (...) al
conocimiento de la naturaleza es al que le estaba reservado hacer grandes deístas. (...) es
(...) en las obras de Newton, (...) donde se han encontrado las pruebas satisfactorias de la
existencia de un ser soberanamente inteligente. Gracias a la labor de estos hombres
extraordinarios, el mundo ya no es un dios: es una máquina que tiene sus ruedas, sus
cuerdas, sus poleas, sus resortes y sus pesos. (...) ¿No queda mejor demostrada la
inteligencia de un primer ser a través de la obra de la naturaleza? (...) El deísta afirma la
existencia de un Dios, (...)
B. Jean Le Rond d´Alembert.
Jean Le Rond d´Alembert nació en Paris el 16 de Noviembre de 1717. Se destaco a
temprana edad por sus conocimientos de las Matemáticas, siendo elegido a los 28 años
miembro de Ciencias de Paris.
En 1747 comenzó con la publicación de L´Encyclopédie, junto con Denis Diderot,
escribiendo artículos sobre matemáticas y literatura, además del “Discurso preliminar”.
En 1772 se le nombró secretario perpetuo de la Academia Francesa, escribiendo
entonces los “Elogios”, sobre los académicos fallecidos entre 1700 y 1770
El 24 de Octubre de 1783 falleció en Paris.
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C. El Barón de Montesquieu
Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu nació el 18 de enero de 1689 en el
Castillo de la Brède, cerca de Burdeos, Francia.
Estudió en la Escuela de Oratoria de Willy y la carrera de Derecho siguiendo la
tradición familiar, primero en la Universidad de Burdeos y más tarde en París, entrando
en contacto con los intelectuales de la capital francesa. En 1714, tras la muerte del
padre, vuelve a La Brède donde ingresará como consejero en el Parlamento de Burdeos.
Pasará a vivir bajo la protección de su tío, el barón de Montesquieu, quien a su muerte
le dejará como legado tanto su fortuna, como su título de barón y el cargo de Presidente
del Parlamento (1716-1727). En 1715 contrae matrimonio con Jeanne Lartigue. Durante
esa época y como miembro de la Academia de Ciencias de Burdeos, presentará varios
estudios sobre las glándulas renales, la gravedad y el eco. Su función de magistrado le
aburre, por lo que termina vendiendo el cargo y dedicándose a viajar por Europa
observando costumbres e instituciones de los diferentes países. Muere el 10 de febrero
de 1755 en París.
D. Voltaire.
François-Marie Arouet, nació en Paris el 21 de Noviembre de 1694. Estudió en el
colegio jesuita Louis-le-Grand, durante los últimos años del reinado de Luis XIV. En el
colegio trabó amistad con los hermanos René-Louis y Marc-Pierre Anderson, futuros
ministros del rey Luis XV.
A la muerte de Luis XIV en 1715, el Duque de Orleáns asumió la regencia y el joven
Arouet escribió una sátira contra el mismo Duque que le valió la reclusión por un año
en la Bastilla (1717). Una vez liberado, fue desterrado a Châtenay, donde adoptó el
seudónimo de Voltaire.
En 1718 publicó la tragedia Edipo y en 1723 la epopeya La Henriade, dedicada al rey
Enrique IV, tuvieron un gran éxito. Sin embargo, como producto de una disputa con el
noble De Rohan, fue encarcelado de nuevo en la Bastilla y al cabo de cinco meses, fue
liberado y desterrado a Gran Bretaña (1726–1729).
En Londres recibió una influencia determinante en la orientación de su pensamiento.
Cuando regresó a Francia en 1728, Voltaire difundió sus ideas políticas, el pensamiento
del científico Isaac Newton y del filósofo John Locke.
En 1731 escribió la Historia de Carlos XII, obra en la que esbozó los problemas y
tópicos que, más tarde, aparecieron en su famosa obra Cartas filosóficas, publicada en
1734 donde defendió la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, tomando como
modelo la permisividad inglesa y acusando al cristianismo de ser la raíz de todo
fanatismo dogmático. Por este motivo, en el mes de mayo se ordenó su detención y
Voltaire se refugió en el castillo de Émilie du Châtelet, mujer con la que trabajará en su
obra La filosofía de Newton.
Invitado por Federico II, Voltaire volvió a Berlín, época durante la cual escribió El siglo
de Luis XIV (1751) y continuó, con Micromegas (1752), la serie de sus cuentos iniciada
con Zadig (1748). Producto de algunas disputas con este monarca se le expulsó
nuevamente de Alemania y debido a la negativa de Francia de aceptar su residencia,
Voltaire se refugió en Suiza.
Su poema sobre Juana de Arco, la doncella (1755), y su colaboración en la Enciclopedia
chocaron con el partido de los católicos. Fruto de esta época fueron el Poema sobre el
desastre de Lisboa (1756) y la novela corta Cándido o el optimismo (1759), obra que
será inmediatamente condenada en Ginebra por sus irónicas críticas a la filosofía
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leibnitziana y su sátira contra clérigos, nobles, reyes y militares. Se instaló en la
propiedad de Ferney, donde Voltaire vivió durante dieciocho años, lugar donde recibió a
la élite de los principales países de Europa, representó sus tragedias (Tancredo, 1760),
mantuvo una copiosa correspondencia y multiplicó los escritos polémicos y
subversivos, con el objetivo de contrariar el fanatismo clerical.
Cuatro años después redactó el Tratado sobre la tolerancia, y en 1764 su Diccionario
filosófico. Desde entonces, siendo ya Voltaire un personaje famoso e influyente en la
vida pública, defendiendo la tolerancia y la libertad a todo dogmatismo y fanatismo.
En 1778 Voltaire volvió a París, se le acogió con entusiasmo y murió el 30 de mayo de
ese mismo año. En 1791, sus restos fueron trasladados al Panteón.
E. Jean Jacques Rosseau
Fue un escritor, filósofo, músico; usualmente es definido como un ilustrado, pero parte
de sus teorías son una reforma a la Ilustración y prefiguran el posterior Romanticismo.
Rousseau nació en Ginebra, Suiza, el 28 de julio de 1712. Fallecida su madre a los
pocos días de su nacimiento, su padre lo abandono cuando contaba diez años de edad.
Durante algunos años fue acogido por un clérigo rural, y en 1728 marcho a Annecy,
Saboya. Allí lo tomo a su cargo Madame de Warens, que estimulo su educación y lo
convenció de que se convirtiera al catolicismo. Tras un período de vagabundeo en el
que trabajó como preceptor y profesor de música, en 1731 se estableció con su
protectora en Chanbery y se entrego con denuedo al perfeccionamiento de su formación
cultural.
Varios viajes a Paris decidieron a Rousseau en 1744 al fijar su residencia en la capital
francesa. Fue invitado a contribuir con artículos de música a la Enciclopedia de
D’Alembert y Diderot; este último lo impulsó a presentarse en 1750 al concurso
convocado por la Academia de Dijon, la cual otorgó el primer premio a su Discurso
sobre las ciencias y las artes, que marcó el inicio de su fama.
La publicación de Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, donde
exponía su visión de la historia y la civilización como corruptoras de la naturaleza
humana e instrumento de la desigualdad social, se enfrenta a la concepción ilustrada del
progreso, considerando que los hombres en estado natural son por definición inocentes
y felices, y que son la cultura y la civilización las que imponen la desigualdad entre
ellos, en especial a partir del establecimiento de la propiedad, y con ello les acarrea la
infelicidad. Esto marco el inicio de la ruptura de Rosseau con los enciclopedistas, que
juzgaron la obra una crítica al progreso y la razón.
Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución Francesa,
el desarrollo de las teorías Republicanas, y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia
de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos
más célebres frase, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en
todos lados está encadenado»; la otra contenida en su Emilio, o De la Educación: «El
hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación.
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El legado de Rousseau
Legado filosófico.
En 1762, la publicación de El contrato social fue causa de su expulsión de Francia,
refugiándose en Neuchatel. Uno de los temas, fundamentales de la obra es la soberanía
(tema fundamental de la filosofía occidental de la modernidad). Para el autor soberanía
es sinónimo de voluntad general, en tanto que sólo la voluntad general del pueblo puede
constituirse en ley. Esta es indivisible y no puede ser representada. Por lo tanto la
soberanía radica en el todo (el pueblo en su totalidad), no puede dividirse en partes
(como los poderes) y menos todavía ser representada por un parlamento electo (porque
de esta manera el hombre sería libre solo cuando elige a sus representantes legisladores,
pero después volvería a ser esclavo). Soberanía y Estado son términos inseparables, en
tanto que el Estado se mantiene en el poder soberano. De esta manera para Rousseau el
principio fundante del Estado Moderno debería ser netamente democrático, ya que el
poder soberano solo es tal, cuando es la expresión de la voluntad general de todos los
ciudadanos de un Estado. La voluntad general del pueblo es el denominador común de
todas las voluntades particulares.
Sólo en un Estado fundado en un principio democrático, donde el poder soberano es la
voluntad general de todos, el hombre puede ser realmente libre, existir auténticamente.
Porque el hombre de esta manera sólo se somete a la ley que él mismo se dicta. Ni en el
Estado de Naturaleza (donde está atado a sus pasiones, o bien, a las de otro) ni en otro
tipo de Estado puede llegar a serlo realmente. Sin embargo, define a la voluntad general
como un principio o guía moral. De allí que sea infalible.
El gobierno es el órgano encargado de ejecutar la voluntad general del pueblo. La ley,
como expresión de la voluntad general, debe también apuntar siempre al todo y nunca a
un particular. Por eso es necesario un gobierno que aplique la ley a las partes, pero éste
no puede nunca dictarla, solo el pueblo entero puede hacerlo. Para Rousseau no hay un
régimen político ideal o por excelencia, el tipo de régimen dependerá de la situación
geográfica donde se asiente la sociedad civil y su consecuente Estado. En territorios
pequeños es conveniente una democracia como forma de gobierno, en territorios
medianos una Aristocracia y en un territorio grande una monarquía.
Rousseau propugnaba la soberanía del pueblo que identificaba solamente con los
varones. Su concepción sobre las mujeres puede conocerse a partir de su tratado de
educación femenina "El Emilio" donde cuestiona la igualdad que propugnaba ya que
solamente incluía a los varones. Lo vemos así en afirmaciones como la siguiente:
La educación de las mujeres siempre debe ser relativa a los hombres. Agradarnos,
sernos de utilidad, hacernos amarlas y estimarlas, educarnos cuando somos jóvenes y
cuidarnos de adultos, aconsejarnos, consolarnos, hacer nuestras vidas fáciles y
agradables; estas son las obligaciones de las mujeres durante todo el tiempo y lo que
debe enseñárseles en su infancia.
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Legado literario
Dado su alejamiento de los enciclopedistas de la época y su enfrentamiento con la
Iglesia Católica, por sus polémicas doctrinas, su estilo literario cambió. Sus obras
autobiográficas y de su yo, dieron un vuelco fundamental en la literatura europea; a tal
punto que es considerado uno de los precursores del Romanticismo.
Entre sus obras más importantes se encuentran Emilio, El Contrato Social, Julia, o la
nueva Eloísa,La teoría de las trompetas de Buron y el Discurso sobre el origen de la
desigualdad entre los hombres.
La botánica
Rousseau descubre tardíamente la botánica, hacia sus 65 años, gustando de herborizar,
que lo tranquilizaba, luego de tanta jornada de reflexionar, que lo fatigaba y lo
entristecía, escribiendo en la séptima La vuelta al caminante solitario. Así sus Cartas
sobre la botánica le permiten continuar una reflexión sobre la cultura, en un sentido
inmenso, comenzando con la Émile, su tratado de educación, y su romance, La
Nouvelle Héloïse, donde se interroga sobre el arte de la jardinería.
El hombre, estando desnaturalizado, sin instintos, no puede contemplar la naturaleza,
haciendo únicamente áreas habitables y cultivables, desnaturalizadas, «contorneadas a
su modo» en «campiñas artificiales» donde si bien pueden vivir, no resulta más que en
un país pobre. Y van quedando cada vez menos posibilidades de acceder a lo natural
«deberían conocerse y ser dignos de ser admirados.
Para Rousseau, las melodías y el jardín son del orden de lo humano, de la
perfectibilidad, de la imaginación y de las pasiones simples. El habla de una música de
una temporalidad melódica, por lo tanto habrá procesos educativos que permitan a los
humanos de esperar un devenir «todo lo que podamos ser» para que la naturaleza no nos
haga sufrir.
El legado de Montesquieu.
Visión política y legado.
Montesquieu desarrolló las ideas de John Locke acerca de la división de poder. En su
obra "El espíritu de las leyes" manifiesta admiración por las instituciones políticas
inglesas y afirmó que la ley es lo más importante del Estado.
Las “Cartas Persas” se publican en 1721, con 32 años, y su éxito es fulminante en la
sociedad francesa de la época de la regencia. Ingresa en la Academia Francesa en 1727
y se traslada a Inglaterra en 1729 siendo elegido miembro de la Royal Society. Sus tres
años en Inglaterra resultan cruciales para su desarrollo intelectual.
En 1739 publica un importante ensayo sobre los romanos. El espíritu de las leyes se
publica en Ginebra en 1748. En 1750, para responder a las críticas de los jansenistas y
los jesuitas, publica la Defensa del Espíritu de las Leyes aunque la Iglesia lo incluye en
el índice de libros prohibidos.
Dos son fundamentalmente los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la
aportación original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas:
Montesquieu acomete la tarea científica de describir la realidad social según un método
analítico y "positivo" que no se detiene en la pura descripción empirista de hechos, sino
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que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido
número de tipos.
Dar una "respuesta sociológica" a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el
supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una
interpretación racional.
Es considerado uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de la
separación de poderes.
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EJE CRONOLOGICO.
EL SIGLO DE LAS LUCES
La Enciclopedia
1700
1725
1750
1769 1772
Revolución
Adam Smith
Voltaire
Industrial
Ensayo sobre La riqueza de las
las costumbres naciones.
Kant: critica de la
y espíritu
razón pura, critica
nociones
de la razón práctica
Denis Diderot
Jean d`Alembert
Montesquieu
Rousseau
Voltaire
La Enciclopedia
FECHA
1713 a 1784
1717 a 1783
1689 a 1755
1712 a 1778
1694 a 1778
1750 a 1771
1789
1800
Revolución
Francesa
1680 1690 1700 1710 1720 1730 1740 1750 1760 1769 1770 1780 1790 1800
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BIBLIOGRAFIA.
•
ENCICLOPEDIA HISPANICA:
o Macropedia tomo V; paginas 169 y 170.
o Macropedia tomo VIII; paginas 108, 109 y 110.
o Macropedia tomo X; paginas 221 y 222.
o Macropedia tomo XIII; paginas 14 y 15.
o Macropedia tomo XIV; paginas 322.
•
Paginas web consultadas:
o es.wikipedia.org/
o es.encarta.msn.com
•
“Encyclopédie. El triunfo de la razón en tiempos irracionales”; Philipp Blom;
Editorial ANAGRAMA Colección Argumentos; Año 2007.
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