“Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © LENGUAJE INFANTIL: DESARROLLO, PROBLEMAS MÁS FRECUENTES Y PAUTAS DE ACTUACIÓN Alicia Escobar Jiménez Diplomada en Magisterio por Educación Infantil La adquisición del lenguaje implica un adecuado funcionamiento de los mecanismos neurofisiológicos, psíquicos y socioculturales interrelacionados. A nivel neurofisiológico se necesita una maduración del sistema nervioso central del cerebro, del aparato fonatorio, y contracciones musculares implicadas en la producción de sonidos. A nivel psíquico, es necesario la aparición de la función simbólica (estructura cognitiva). Solamente es posible el lenguaje cuando existe una estructura simbólica de naturaleza anterior. Además dentro del nivel psíquico hemos de tener en cuenta la importancia que tiene la relación afectiva en la adquisición del lenguaje. A nivel sociocultural, es fundamental la estimulación verbal que recibe el niño en su ambiente natural (esta dependerá de la relación afectiva y de la calidad de las interacciones verbales). A partir del nacimiento y durante un breve espacio de tiempo, el niño irá madurando progresivamente sus diferentes vías sensoriales. A raíz de establecer los primeros vínculos afectivos, basados en la satisfacción de sus necesidades primarias, irá encontrando una serie de rutinas comunicativas que, intencionales o no por su parte, sí se les asignará una intencionalidad por quienes le rodean. La ejecución de rutinas, de contactos afectivos, propiciarán el comienzo de una comunicación basada en gestos, articulaciones, movimientos generalizados, etc., su intencionalidad será fundamentalmente lúdica. Desde los primeros momentos de vida, el niño reaccionará ante ciertos patrones visuales y auditivos, emitiendo una 28 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © serie de respuestas que los adultos interpretarán. Este tipo de comunicación preverbal se da en los primeros meses de la vida. Poco a poco irá aprendiendo fórmulas de comunicación deíctica con el fin de expresar sus deseos; ya habrá conseguido interiorizar ciertas rutinas y se podrá anticipar a su ejecución. A través de estos formatos, el niño irá adquiriendo los principios que rigen la comunicación. Durante los primeros meses se suele producir una mayor comprensión causal, usando la comunicación para trasvasarle sus deseos y así verlos cumplidos. Ya comienza a adaptarse al medio y no exige la continua adaptación del medio a él (Ver García González, 2001). En los primeros estadios del desarrollo, la comunicación tiene por tanto una marcada función afectiva e imperativa, no siendo hasta los últimos meses del primer año, cuando adquiera una función representativa. Generalmente se distinguen dos grandes periodos en el desarrollo del lenguaje; un primer momento denominado prelingüístico, que se enmarca sobre el primer año de vida, desarrollándose los precursores y componentes del lenguaje, y otro que se sitúa entre el año y medio aproximadamente y que comienza con la emisión de las primeras palabras. Durante la etapa prelingüística, se va a establecer la base del desarrollo lingüístico posterior. J. Piaget (Ver García González, 2001) afirma que el niño pequeño adquiere la capacidad de simbolización al final de la etapa sensoriomotora. Esta capacidad se expresará a través del lenguaje, aunque previamente ya lo estará manifestando a partir del juego y de los primeros dibujos. Durante su primer año de vida los niños desarrollan algunas de las funciones comunicativas, de tal forma que al final del primer año, son capaces de comunicarse con los adultos mediante gestos y vocalizaciones no lingüísticas como gimoteos o risas. En la adquisición del lenguaje el juego constituye uno de los mecanismos básicos, pero no es el único; existen otros, tales como la imitación, la observación y la acción. Es importante planificar la didáctica del lenguaje en Educación Infantil: Cuidando los modelos lingüísticos adultos que puedan ofrecer un buen feedback. Disponiendo de centros de interés relacionados tanto a objetos reales como imaginarios. Y sobre todo buscando recursos relacionados con una actividad operativa y vivencial del lenguaje. Algunas de ellas basadas en el análisis de objetos y realidades, diálogos, juegos lingüísticos, etc. El lenguaje será un medio de comunicación formado por un sistema de signos arbitrarios codificados que nos permite representar y comunicar la realidad en ausencia de ésta. Cada signo estará formado por un significante y un significado. Los aspectos funcionales son la base de la evolución del lenguaje, existiendo una interacción entre forma y función; la intención de comunicarse (función) será previa 29 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © a la utilización de formas. No obstante la misma función puede ser expresada de diversas formas y la misma forma puede comunicar diversas intenciones. Los niños despliegan una amplia gama de funciones antes de completar su desarrollo sintáctico; dichas funciones no parecen estar al margen del resto de su desarrollo estructural del lenguaje y su orden de adquisición es relativamente universal. Los estudios demuestran que existe un cierto anticipo del desarrollo funcional frente al estructural, hecho que indicaría una organización jerárquica del procesamiento de la información, situándose en niveles más elevados los mecanismos relacionados con las funciones que manifiestan intencionalidad comunicativa concreta. Si estos mecanismos no aparecen, decimos que el lenguaje presenta alteraciones de naturaleza pragmática, así como de otros componentes estructurales (sintácticos, semánticos, etc.). Cuando el niño comienza a dar un significado permanente a determinados sonidos y a usarlos para designar determinados conceptos, entramos en la etapa lingüística. Para ello, el niño debe ser consciente que los sonidos son semejantes y pueden repetirse en contextos y situaciones comunicativas idénticas. En esta etapa, el lenguaje comprensivo siempre va por delante del expresivo, es decir, aunque se comprende un número aceptable de palabras, sólo se expresan las que signifiquen conceptos u objetos que ellos puedan manipular. Los significados que los niños asignan a sus palabras son distintos a las que los adultos hacemos. Es en la interacción con los adultos y en la imitación cuando irán dominando y perfeccionando el vocabulario. Se observan tres características en la asignación de los significados: o La concreción restrictiva con que usan determinados vocablos. o La sobreextensión, llamando a todos los objetos que se asemejen funcionalmente por el mismo nombre. o El uso de referentes prototípicos, formando el significado de las palabras con los ejemplos que más características presentan dentro de una categoría. Los aspectos relacionados con la PRAGMÁTICA se valorarán a partir de la información recogida en la anamnesis y a las observaciones en el aula. Los momentos en los que se planteen situaciones fluidas de lenguaje espontáneo permitirán evaluar esta dimensión. Esto se podrá llevar a cabo registrando las emisiones de lenguaje oral y deduciendo a partir de ellas las “funciones del lenguaje” que traducen. Las funciones que cumpliría el lenguaje pueden ser varias, dependiendo de los puntos de vista o taxonomías de cada autor. Proponemos una de ellas que creemos puede servir al propósito de nuestra práctica docente y también por ser una de las más mencionadas, es la de Halliday. Halliday señala las siguientes FUNCIONES DEL LENGUAJE: INSTRUMENTAL: (yo quiero) Satisfacción de las necesidades materiales y de los servicios del sujeto. 30 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © REGULADORA: (haz lo que te digo) Control del comportamiento ajeno. INTERACTIVA: (tú y yo) Comprende los saludos y las demás instancias sociales y sociocéntricas del lenguaje. Permite mantener la comunicación. PERSONAL: (yo soy) Apunta a la expresión de sí mismo, de las opiniones, de los sentimientos. HEURÍSTICA: (dime por qué) Comprende las actividades de cuestionar y otras que tienden al conocimiento del universo. IMAGINATIVA O CREATIVA: (supongamos que) Tiende a la creación del mundo propio del sujeto y a la superación creativa de la realidad. r la lengua oral y escrita INFORMATIVA: ( tengo algo que decirte) Se refiere al intercambio de información, basado en el lenguaje, del interlocutor al interlocutor. Todas estas funciones se manifestarían alrededor del año y medio a los dos años cuando el niño producirá palabras completas con sentido, dichas palabras adquieren ya el significado de palabra-frase, haciendo referencia al habla holofrástica. Comprende el significado de expresiones completas. Conforme emplea la palabra en contextos diferentes y ve aprobado dicho uso, generaliza su significado, comenzando a formar el concepto. La evolución del lenguaje presenta una gran elasticidad en los primeros años y la variabilidad interindividual es muy amplia. Ello no necesariamente ha de corresponderse con los niveles que se alcancen en edades más avanzadas. Posteriormente el lenguaje infantil va aproximándose al del adulto tanto en sus funciones como en el carácter multifuncional de sus expresiones, siendo conveniente evaluar el desfase o desajuste lingüístico en lo que correspondería a la primera etapa de la Educación Infantil. Existe de por sí una dificultad conceptual a la hora de definir cuál es el límite entre lo normal y lo patológico y por lo tanto de diagnosticar cuándo estamos ante un posible trastorno de adquisición de estas funciones, puesto que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo condicionado por lo genético y ambiental que hemos de respetar. Los problemas más frecuentes en el lenguaje infantil son los que a continuación se detallan: • Trastornos de la articulación (Dislalias): consisten en la deformación de los fonemas, reemplazándolos o suprimiéndolos según se encuentre alterado su punto de articulación. Estos trastornos se incluyen dentro de los trastornos del habla. Las dislalias pueden ser a su vez, evolutivas o fisiológicas; funcionales o específicas; audiógenas; orgánicas y neurológicas como las disartrias y las dispráxias. 31 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © • Trastornos producidos por deficiencia de audición: dependen de la gravedad de la hipoacusia (sordera). • Otros retardos del lenguaje, como mala vocalización, falta de ritmo, lenguaje infantil. Estos retardos pueden ser de origen neurofisiológico, aunque también pueden aparecer por la insuficiente estimulación verbal y afectiva y la excesiva protección. • Trastornos del habla que afectan a la fluidez como la tartamudez, disfemia, taquifemia y farfulleo. • Trastornos de la voz, como la afonía (pérdida total de la voz) o disfonías (alteraciones de la voz en cualquiera de sus cualidades) • Trastornos de la comunicación: el trastorno más frecuente es el mutismo, que puede ser selectivo o total. Existen otros de carácter mas grave como es el caso del autismo y el síndrome de Asperger. Estos se incluyen dentro de la categoría de retrasos del lenguaje, los cuales pueden ser específicos como las disfasias y secundarios o derivados como la deficiencia mental, parálisis cerebral infantil (PCI), deficiencia auditiva y autismo ya mencionado con anterioridad. . Al alumno, en el ámbito escolar no sólo debemos facilitarle un acceso a una competencia lingüística, sino que llegue a una competencia comunicativa que es el conocimiento de cómo usar la lengua de forma adecuada en las distintas situaciones que se nos presenten. El desarrollo del lenguaje es una de las adquisiciones básicas de la etapa infantil; así la Ley Orgánica de Educación, LOE, en su Artº 13 establece, entre los objetivos de la Educación Infantil: “Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión”. El desarrollo del lenguaje se trabajará tanto en la escuela como fuera de ella, por lo que padres y maestros han de tener en cuenta una serie de recomendaciones para estimular el desarrollo lingüístico de los niños. Las pautas más relevantes son las que a continuación se detallan: 1. Hablar al niño tan a menudo como sea posible, especialmente cuando éste se encuentre inmerso en actividades atractivas para él. Utilizar actividades conjuntas. Es importante jugar con el niño, mirar cuentos a la vez, dibujar conjuntamente, etc. 2. La mejor situación son las actividades conjuntas que estimulen el habla espontánea del niño/a. 3. Es importante hablarle acerca de personas, objetos y hechos que estén inmediatamente presentes en el contexto al que el niño atiende. 4. Hablar despacio y de forma clara. Repetir tanto como sea necesario. Imitar con corrección las producciones del niño y autoimitar las propias producciones. A medida que el niño comienza a hablar, se deberá incrementar gradualmente la longitud de los enunciados en los que habitualmente se llaman expansiones y extensiones. Cuando el niño produzca una palabra o varias espontáneamente 32 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © padres y maestros pueden expandir el enunciado añadiendo más sonidos para pronunciar correctamente la palabra o añadir más palabras para construir un enunciado más largo gramaticalmente. Cuando el niño produzca una o varias palabras, los adultos deben, inmediatamente producir extensiones sustituyendo con pronombres o sinónimos las palabras que el niño emplea, y añadiendo otras palabras para construir un enunciado cercano o parecido al de un adulto. Tanto las expansiones como las extensiones tienen que referirse al contexto en el cual el niño se encuentra inmerso. 5. Utilizar las ocasiones en las que sea necesaria la regulación del comportamiento infantil (muy frecuentes en el hogar; por ejemplo: el niño quiere ponerse unos zapatos y la madre quiera ponerle otros, o quiere comer un alimento distinto del que la madre ha preparado, etc.), para intercambiar órdenes verbales e información justificativa. Debe tenerse en cuenta que en su inicio, estas situaciones requieren acciones de control (tocar, coger las manos, prohibir físicamente, etc.), pero es peligroso que sea sólo la acción la que regule el comportamiento del niño en edades preescolares o superiores, puesto que perder este control verbal supone un paso importante en la ruptura interactiva entre padres e hijos. 6. Se deberá incluir mayor número de peticiones de información que de acción, para así estimular el uso del lenguaje por parte del niño. 7. Recordar con el niño hechos divertidos que hayan ocurrido, sobre todo si han tenido un resultado- refuerzo- motor, como una caída, un susto, etc., y existan onomatopeyas de acción. 8. Los adultos deben ser flexibles con las respuestas incorrectas de los niños, y al mismo tiempo, deben mostrarse responsivos ante las iniciativas comunicativas de éstos, prolongando y fomentando así el intercambio comunicativo. 9. Provocar la imitación. La imitación constituye la forma mediante la cual los adultos fijan en la memoria de los niños enunciados cada vez más correctos; es por tanto un sistema natural de aprendizaje del lenguaje y debe ser utilizado cuanto más pequeños e inmaduros sean los niños. Cualquier enunciado infantil debe ser imitado y expandido. Si el lenguaje infantil es muy inmaduro, el educador debe siempre repetir expandiendo la frase y remarcando la parte del enunciado que el niño no ha dicho. No es aconsejable sobrepasar el enunciado del niño en exceso; lo mejor será que el adulto emita enunciados una o dos palabras más largos que los del niño. 10. Debemos ser conscientes de que aprender algo supone un gran esfuerzo de ejercicio de repetición; es difícil recordar algo si sólo se ha oído o visto una vez; por tanto, los educadores intentarán con algunas variaciones, repetir los ejercicios programados con el fin de que queden fijados. 11. Jugar con el niño, pero organizando y programando cada una de sus propuestas. El juego simbólico es un buen recurso que los niños utilizan a partir de los dos años. 12. Dialogar un poco cada día sobre hechos pasados. Se consigue si el educador pregunta al niño, o recomienda que lo haga la madre sobre hechos del pasado. 33 “Lenguaje Infantil: desarrollo, problemas más frecuentes y pautas de actuación“ Alicia Escobar Jiménez – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © En todo caso, el desarrollo del lenguaje de cualquier niño se ve afectado por cuatro grupos de variables: Las VARIABLES PERSONALES son aquellas de naturaleza orgánica o no orgánica que forman parte de la organización cognitiva y afectiva del individuo que se desarrolla. Se tienen en consideración en este punto si algunas diferencias, en esta personal organización repercuten en el desarrollo del lenguaje. Las VARIABLES INTERPERSONALES son las variables que afectan en este caso a la relación del sujeto aprendiz con otras personas de su ambiente. VARIABLES DE NATURALEZA SOCIAL del grupo en el que tanto interlocutor como colaboradores están inmersos (estructura familiar, grupo de referencia, ambiente cultural, etc.). VARIABLES DE SITUACIÓN, hacen referencia al tópico y funcionalidad del momento de habla y a las variaciones que esto ocasiona. En definitiva tanto en casa como en el colegio se ha de estimular el desarrollo del lenguaje, analizando las variables anteriores, fomentando las posibilidades comunicativas del niño y detectando en su caso posibles trastornos que puedan influir de forma negativa en el desarrollo lingüístico. BIBLIOGRAFÍA Miguel Puyuelo y Rondal J.A. (2.003): Manual de desarrollo y alteraciones del lenguaje. Ed. Masson. Clemente Estevan, Rosa Ana (2.006): Desarrollo del lenguaje. Manual para profesionales de la intervención en ambientes educativos. Barcelona, Ediciones octaedro. García González, E. (2001). Piaget: la formación de la Inteligencia México. 2da Edición. Palacios J, Marchesi Álvaro, Coll Cesar (2.000). Desarrollo psicológico y educación, 2ª Edición Vol I: Psicología Evolutiva. Alianza. Ley Orgánica 2/ 2006 de 3 de mayo de educación. 34