RAFAEL D. RAMÍREZ C. | 05/03/2012 La Plena Soberanía Petrolera

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RAFAEL D. RAMÍREZ C. | 05/03/2012
La Plena Soberanía Petrolera
Indudablemente, el petróleo ha sido un elemento fundamental
en el devenir político y económico de nuestro país durante los
últimos 100 años. Su importancia geoestratégica deriva de su
impacto en las posibilidades de desarrollo económico del
planeta. En Venezuela, la política ha estado signada por
nuestro posicionamiento, desde principios del siglo XX, como
uno de los productores de petróleo más importantes del
mundo.
El derrocamiento del gobierno de Cipriano Castro, la
imposición de la feroz dictadura de Juan Vicente Gómez, el
Golpe de Estado contra el Presidente Medina Angarita, la
dictadura de Pérez Jiménez, la violencia betancourista y el
largo período del Pacto de Punto Fijo, hasta el advenimiento
de la Revolución Bolivariana, el Golpe de Estado del 11 de
abril, el Sabotaje Petrolero, el asedio del imperialismo
norteamericano contra nuestro gobierno nacional, todo tiene
que ver con el petróleo.
De allí que la política petrolera del Presidente Chávez, la
política de Plena Soberanía Petrolera, sea uno de los pilares
de la propuesta de la Revolución a nuestro país. Nuestra
política es Nacional, Popular y Revolucionaria. En esta
ocasión revisaremos lo Nacional, veamos.
La cuestión petrolera supone una confrontación internacional
entre el interés de los grandes países consumidores y el de los
países productores de petróleo. La mayoría de las veces, esta
contradicción se ha resuelto por la vía de la violencia.
Ejemplo de ello han sido la imposición de dictaduras como la
de Juan Vicente Gómez en Venezuela, el derrocamiento de
Mossadegh en Irán, o más recientemente, el golpe de Estado
contra el Presidente Chávez, la invasión a Irak y la agresión
militar contra el gobierno legítimo de Libia. Las grandes
economías industrializadas necesitan, por su insostenible
esquema de desarrollo, acceder de manera irrestricta a las
fuentes de petróleo, pagando el mínimo posible a los países
productores.
Frente a esta realidad, el Gobierno Bolivariano ha optado por
defender de manera valiente el interés de nuestra Nación de
las aspiraciones transnacionales. El primer paso fue
consolidar a la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) como una instancia de coordinación y
defensa de los intereses nacionales de los países productores.
Administrar el volumen de explotación petrolera para
preservar nuestro recurso natural no renovable y obtener por
él un precio justo, ha sido un logro inobjetable de nuestra
política petrolera. En el año 1999, la OPEP lucía desarticulada
y el precio de la cesta venezolana rondaba escasamente los 10
dólares el barril. Hoy, Venezuela recuperó su papel
predominante en el seno de la OPEP, trabajando por su
cohesión y su unidad y, gracias a nuestras políticas de recorte
de producción, hemos alcanzado un precio base en torno a los
100 dólares el barril.
Otro aspecto fundamental de nuestra Política Petrolera ha
sido la maximización del ingreso fiscal petrolero, es decir,
cuánto recaudamos en favor de nuestro pueblo, de la renta
petrolera que se capta a nivel internacional. Cuando el
Presidente Chávez llegó al gobierno, estaba en auge la
política entreguista de Apertura Petrolera, que tenía como uno
de sus objetivos, abatir el ingreso fiscal petrolero para
favorecer el interés económico de las transnacionales. Así,
nos encontramos con que las mismas pagaban 1% de regalía
por el petróleo venezolano, es decir, que de cada 100 barriles
producidos, ellos se llevaban 99 y al pueblo venezolano le
quedaba 1. Esta tasa ABSURDA llegó a ser la más baja que
jamás se hubiera cobrado en el mundo, por la explotación
petrolera. Por otra parte, las transnacionales no pagaban
impuesto petrolero (la tasa vigente para la fecha era del 64%)
sino impuestos no petroleros del 34%, que la mayoría de las
veces evadían. Finalmente, Pdvsa, estaba relegada a una
participación minoritaria en todos los negocios petroleros y
en franco proceso de privatización. La Apertura Petrolera
redujo la participación del Estado a solo un 45% del ingreso
bruto por barril.
En contraposición, la Política de Plena Soberanía Petrolera, a
partir de la promulgación de la Ley Orgánica de
Hidrocarburos en el año 2000 y su reforma, así como la de la
Ley de Impuesto Sobre la Renta del año 2006 y la
Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco en el 2007,
restableció el ingreso fiscal petrolero, llevando la tasa de
regalía del 1% de la Apertura Petrolera al 33,33%, ajustando
el impuesto sobre la renta petrolera del 34% al 50% y
restableciendo la mayoría accionaria y el control operacional
de nuestra empresa nacional, la Nueva PDVSA, en toda la
actividad.
Así, el Gobierno Bolivariano ha llevado la participación del
Estado en el ingreso bruto por barril del 45% al 96%. Esto ha
significado que en los últimos 10 años, el Gobierno del
Presidente Chávez ha logrado captar 354 mil millones de
dólares de renta petrolera para beneficio de todos los
venezolanos, que de otra manera, se los hubieran llevado,
como se los llevaron, las empresas transnacionales.
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