POSICION DEL SECTOR PRIVADO

POSICION DEL SECTOR PRIVADO
FRENTE A LA SITUACIÓN NACIONAL
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia - CEPB, en Asamblea
Extraordinaria de Emergencia, reunida en la fecha, expresa que:
1. Bolivia se encuentra en una alarmante situación de descomposición política,
económica y social.
2. A esto han concurrido diversos factores, pero entre los principales están, sin
duda, la incapacidad de anticipar conflictos, la demora en reconocer y admitir
la crisis económica, su manejo obsecuente, inadecuado y poco imaginativo
y, ahora, el impacto de los conflictos sociales, que están provocando una
repercusión devastadora sobre nuestra economía. También han contribuido
a ello actitudes políticas mezquinas, que anteponen intereses y rencores
partidistas a la búsqueda de las soluciones que demanda la Patria.
3. La convulsión ha desnudado, asimismo, problemas estructurales de la
sociedad que no merecieron atención oportuna y equitativa. Pero, al mismo
tiempo, ha servido para alentar peligrosas posiciones de enfrentamiento
entre los bolivianos.
4. Esta circunstancia somete a la población, y en particular a los más
necesitados, a soportar injustas privaciones adicionales, tales como la
escasez y el encarecimiento de los productos esenciales, la destrucción de
la escasa infraestructura existente, el perjuicio a la educación de la niñez y
juventud y el atentado a la seguridad física y jurídica. Lo más grave es que
todo esto se da en una coyuntura de aguda recesión económica con elevado
desempleo, y se traduce en un estado de incertidumbre que conculca el
pleno ejercicio de los derechos ciudadanos.
5. Esta situación ha ocasionado el desmoronamiento de la actividad
económica, con especial impacto sobre el sector privado nacional, que se
encuentra en gran parte en un estado de virtual quiebra e incapacidad de
hacer frente a sus obligaciones. Se ha producido en poco tiempo un
retroceso cuya superación requerirá un prolongado y penoso esfuerzo. Es
aún más desconcertante e irritante que, a la angustia generalizada del sector
privado, se sumen insidiosos ataques por parte del actual Ministro de
Hacienda, a quien censuramos y consideramos que ya no es un interlocutor
válido para el empresariado.
Por lo tanto,
6. Hacemos un clamoroso y urgente llamado a la pacificación del país, pidiendo
moralidad, racionalidad y responsabilidad. Asimismo, pedimos que se
depongan las posiciones intransigentes y se restablezca el principio de
autoridad, para evitar que se destruya lo que el país ha avanzado en los
últimos años, pero que al mismo tiempo permita atender justas
reivindicaciones que aseguren la vigencia del derecho, la justicia y la
equidad para los bolivianos, con la participación de todos los sectores
involucrados y no solo de aquellos que ejercen acciones de hecho.
7. No podremos afrontar las consecuencias de esta situación y encontrar las
soluciones que demanda el país, sin que se produzca el compromiso
genuino de los líderes políticos para impulsar una fundamental reconducción
política, que preserve la institucionalidad democrática, que permita proyectar
un liderazgo más nítido y garantice una mayor capacidad de gestión del
gobierno. En este sentido, se hace necesaria la recomposición del gabinete
ministerial como una señal inequívoca de una decisión de cambio.
8. Es de insoslayable urgencia encarar, con la mayor premura, la
reconstrucción del aparato económico nacional, mediante un cambio
importante de la política económica, principalmente fiscal y financiera, dentro
del modelo en vigencia, pero que esté acorde con la realidad nacional y la
gravedad de la situación del país. El persistir en posiciones dogmáticas que
ya han demostrado su fracaso, nos condena a mayor pobreza, sufrimiento y
conflicto.
9. La Asamblea Extraordinaria de la CEPB, al tiempo que ratifica la unidad del
todo el sector privado, declara EMERGENCIA NACIONAL en las filas del
empresariado, reitera su compromiso con la Nación y encomienda a sus
directivos mantenerse en actitud vigilante, facultándoles a adoptar las
decisiones más aconsejables.
La Paz, 06 de octubre de 2000
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