El fantasma de la deuda vuelve a los mercados

Anuncio
29 de febrero al 6 de marzo de 2016
17
La empresa de la semana GUÍA PARA SU DINERO
La avalancha de refinanciaciones ha disparado las alarmas en los mercados.
En 2016 vencen cerca de 830.000 millones de dólares de
deuda financiera y corporativa en Europa y casi cuatro billones en 2020, un 40% de los 9,5 trillones de dólares de la
deuda mundial. En un escenario plagado de incertidumbre
y desaceleración del crecimiento económico a escala mundial, las alarmas vuelven a saltar en los mercados ante el
riesgo de impagos de compañías que se financiaron a precios baratos y sin las suficientes garantías bajo el paraguas
de las políticas expansivas de los Bancos Centrales. Casi
el 40% ha empeorado su capacidad de repago y los niveles
están por debajo del año 2007. La deuda de infraestructuras públicas en países emergentes se lleva la peor parte.
En 2020 vencen 9,5 trillones de dólares en deuda financiera y corporativa global
El fantasma de la deuda vuelve
a los mercados
n Maite Nieva
El fantasma de la deuda global sacude de nuevo a los mercados ante la
avalancha de refinanciaciones que
se avecinan. El aumento de las emisiones realizadas en los últimos años
al calor del dinero barato de los Bancos Centrales ha llevado a las
empresas de todo el mundo a acumular deuda sin precedentes. Ahora, el mercado teme que muchas de
ellas tengan dificultades para hacer
frente a los pagos y la ralentización
del crecimiento mundial complica
aún más la situación.
En 2020 las empresas deberán
enfrentarse al vencimiento de 9.5
trillones de dólares en deuda financiera y corporativa, según un estudio realizado por Standard & Poor
's Ratings. Aproximadamente el
40% corresponde a Europa lo que
supone que las empresas del viejo continente se enfrentan a una
deuda de casi 4 billones de dólares dentro de cuatro años. Las
empresas financieras europeas
acumulan el grueso de los vencimientos y suponen el 54% del
global y el 84% de la deuda que
asciende a 2 billones de dólares.
Más de 3 billones de dólares de
esta deuda está calificada como
de grado de inversión BBB- y
superior. También son significativos los vencimientos de deuda en
los niveles más bajos de rating.
Hasta el 2020 vencen cerca de 78
millones de dólares en deuda con
calificación 'B-' e inferior, además
de los préstamos apalancados sin
calificación que no están incluido
en el base de datos utilizada por
S&P para realizar el estudio.
A corto plazo, los vencimientos
en Europa se acercan de 830 mil
millones de dólares en 2016.
Más que el elevado número de
vencimientos lo que preocupa es
que la capacidad de repago se está
deteriorando de manera importante, comenta Daniel Lacalle, director de Inversiones de Tressis Gestión. Las agencias de calificación
ven que las posibilidades de impago están entre un 15 y un 20%,
aproximadamente, de los vencimientos. Además, una amplia
mayoría, casi el 40%, ha empeorado su capacidad de repago a
niveles que están por debajo del
año 2007. Desde la perspectiva de
Lacalle, la dificultad principal se
encuentra en los vencimientos de
infraestructuras públicas en los países emergentes de alto riesgo.
“Fundamentalmente de los países
emergentes cuyos ingresos fisca-
EVOLUCIÓN DE LAS EMISIONES DE DEUDA
FINANCIERA Y CORPORATIVA EN EUROPA
les dependían de las materias primas y que se embarcaron en enormes proyectos de infraestructuras
y desarrollo y que, a su vez, se
pagaban con ingresos fiscales de
esas actividades. Y no solamente
de compañías que tienen que ver
con la energía directamente sino
con los sectores adyacentes como
ingeniería, construcción y otros
relacionados con la cadena de
valor energética”.
El BCE mitiga el riesgo
Fuente: Standard & Poor’s 2016
Daños colaterales
n La deuda global
supone alrededor del
286% del PIB
mundial y ha
aumentado en el
20% del PIB desde
2007, lo que supone
un aumento de 60
billones de dólares o
el PIB de “60
Españas”, según los
datos que maneja el
director de
Inversiones de
Tressis, Daniel
Lacalle. La mayor
partida está liderada
por la deuda pública
que ha aumentado
un 9,3% anual entre
2007 y el 2015. Le
siguen las empresas
con un 5%, los
sectores financieros,
con un 2,9% y las
familias con un
aumento de la deuda
del 2,8%.
La política de los
Bancos Centrales ha
sido crucial en el
aumento de la deuda
privada y los efectos
han sido
demoledores, según
Lacalle. “Ha
aumentado la deuda
en el mundo, salvo
en España, donde la
deuda privada ha
bajado; se ha
nublado la
percepción de riesgo.
Se toma deuda para
activos de más
riesgo con tipos más
bajos porque los
Bancos Centrales
reducen los tipos de
interés o aumentan la
masa monetaria. Y
en tercer lugar, está
perpetuando la
sobrecapacidad que
existía en algunos
sectores
industriales. “Esos
tres efectos hacen
que el crecimiento
potencial se reduzca
y la capacidad de
repago empeore”,
dice Lacalle. No
obstante, puntualiza,
“es importante tener
en cuenta que el
aumento de deuda
generada en la época
de tipos bajos y
elevada liquidez no
es el mismo nivel de
riesgo que teníamos
con el sector
hipotecario. En el
pico de la crisis el
sector hipotecario
suponía el 30% de
los préstamos de la
banca y ahora entre
mercados
emergentes, energía
etc, no llega al 10%.
En vez de lanzarnos
a un shock , se
“zombifica” la
economía y la
estanca.
En Europa el peligro está bastante
contenido por la actividad de los
Bancos Centrales, señala el director de Inversión de Tressis. “Los
spreads de los bonos de alto riesgo están a niveles del 2010
2011 –muy lejos de los que había
del 2008-2009–”, explica. No obstante, “la actividad de los Bancos
Centrales no elimina el riesgo, sólo
lo mitiga”. En ese sentido, “hay que
tener mucho cuidado”, dice. “El
inversor se olvida de que el peligro
no suele estar en la parte de la
cadena que se identifica inmediatamente, sino en aquello que consideramos de menor riesgo”. Desde su perspectiva, las alertas principales vienen de la deuda pública,
“no por impago sino por un aumento de las primas de riesgo”. El hecho
“El riesgo principal se
encuentra en los
vencimientos de
infraestructuras públicas
en los países
emergentes”, según
Daniel Lacalle (Tressis)
“Desde 2008 el
apalancamiento se ha
disparado y, aunque las
empresas llevan años
reduciendo deuda, la
oferta sigue siendo
enorme”, dice Miguel
Llorente (Value Tree)
de que lo monetice un Banco Central no reduce la prima de riesgo”,
dice. “La decisión consciente del
BCE de relajar los objetivos de déficit en Europa, y de meterse en procesos de consolidación fiscal desde los ingresos podría repetir los
errores del año 2008. Puede disparar de nuevo las primas de riesgo cuando se había dado por acabado el problema en los países
periféricos”, explica.
Las crisis de deuda siempre se
generan en los activos que se consideran de menor riesgo, explica. En
este sentido, comenta, “la crisis de
2008 vino de las hipotecas, un activo con un ratio de impago considerado bajísimo”.
Los riesgos de impago son mayores que hace apenas unos meses,
pero es que venimos de unos años
históricamente bajos en “defaults”,
dice Miguel Llorente, gestor de Patrimonios de Value Tree, antes Capital
at Work. “La diferencia viene en que
están más circunscritos a algunos
sectores como materias primas, financiero y ventas en emergentes, que
en otras ocasiones en las que el riesgo era general porque la caída general de la actividad económica era
general. El gestor de Patrimonios de
Value Tree cree el número de compañías que puedan entrar en una suspensión de pagos en los dos próximos años va a mantenerse e incluso
aumentar, si bien en un número reducido. “No sabemos cómo va a evolucionar la Economía y que implicación va a tener en los resultados de
las compañías de aquí a 20120, dice,
pero vemos que las compañías ya
están teniendo dificultades para mejorar u obtener iguales resultados que
un año antes. Si partimos de la base
de un escenario en el que, a corto plazo, no se prevé una recesión a nivel
global, pero sí un crecimiento débil,
con precios de las materias primas
bajos, (si se comparan con los años
anteriores), y con unos Bancos Centrales que van a mantener políticas
monetarias acomodaticias, aunque
con tendencia hacia la subida de
tipos, no esperamos algo muy diferente a la situación actual, comenta
este gestor.
“Muchas empresas relacionadas
con las materias primas o los países emergentes ya están notando
en sus carnes este parón producido y han tenido que hacer reestructuraciones con el objetivo último de
poder hacer frente al pago de su
deuda. Los bancos y otras compañías financieras también se están
viendo afectados precisamente por
las dificultades de algunas empresas para pagar sus pasivos”, dice
Miguel Llorente. Por otra parte, “las
empresas están aprovechando para
reestructurar su deuda, amortizando anticipadamente emisiones a
unos tipos históricamente más altos
y refinanciando a tipos sensiblemente más bajos”.
En Value Tree creen que las nuevas emisiones empezarán a subir
los cupones, a pesar de la política
acomodaticia en Europa. La calificación crediticia va a cobrar de nuevo importancia, dice este gestor.
“Las emisiones non investment grade deberán ofrecer tipos más altos
porque tienen que atraerse a unos
inversores menos confiados en la
renta fija que hace apenas unos
meses y además deben competir
con un gran número de emisores”.
Desde 2008 el apalancamiento
se ha disparado y aunque las empresas llevan años reduciendo deuda
la oferta sigue siendo enorme, dice
el gestor de Tressis. El mayor riesgo que perciben actualmente los
inversores es que la renta fija seguirá presionando al alza en los tipos
de la deuda corporativa. Actualmente se ve en el aumento de los diferenciales de crédito está prácticamente en máximos del último año.
Creemos es que el mercado va a
ser más exigente en las refinanciaciones”, señala Miguel Llorente.
Descargar