cámara nacional de apelaciones del trabajo

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ISSN 1850-4159
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO
BOLETÍN TEMÁTICO DE JURISPRUDENCIA
A) PÉRDIDA DE CONFIANZA
B) RELACIONES LABORALES DE CONFIGURACION DUDOSA
OFICINA DE JURISPRUDENCIA
Dra. Claudia A. Priore
Prosecretaria Administrativa
ABRIL 2011
Domicilio Editorial: Lavalle 1554. 4°piso.
(1048) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel: 4124-5703
EMail:[email protected]
A) PÉRDIDA DE CONFIANZA.
I. Configuración de pérdida de confianza.
II. No configuración de pérdida de confianza.
B) RELACIONES LABORALES DE CONFIGURACIÓN DUDOSA.
1- Contrato de aprendizaje.
2- Artistas.
a) Ejecutantes musicales.
b) Artistas de variedades.
I. Configuración de relación laboral.
II. Ausencia de relación laboral.
c) Artistas estables.
d) Extras de televisión.
3- Becarios y pasantes.
4- Cuidadores de enfermos y ancianos en el domicilio del paciente o impedido.
I. Aplicación de la L.C.T.
II. Inaplicabilidad de la L.C.T.
5- Deportistas y Amateurs.
I. Configuración de relación laboral.
II. Ausencia de relación laboral.
6- Fleteros y Transportistas.
I. Generalidades.
II. Configuración de relación laboral.
III. Ausencia de relación laboral.
7- Promotores.
8- Profesiones liberales.
I. Generalidades.
II. Configuración de relación laboral.
III. Ausencia de relación laboral
9 - Vendedores de diarios.
10- Locación de obra.
11- Profesores.
12- Remiseros.
13- Taxistas.
14- Religiosos.
I.Configuración de relación laboral.
II.Ausencia de relación laboral.
15- Concubinos.
16- Vendedores ambulantes.
17- Aprovisionador marítimo.
A) PÉRDIDA DE CONFIANZA
Pérdida de confianza. Generalidades.
La pérdida de confianza, como factor subjetivo que justifica la ruptura de la relación, debe
necesariamente derivar de un hecho objetivo de por sí injuriante, es decir que, si las
expectativas acerca de una conducta legal acorde con el deber de fidelidad creadas con el
devenir del vínculo, se ven frustradas a raíz de un suceso que lleva a la convicción de que el
trabajador ya no es confiable pues cabe esperar la reiteración de conductas similares, se
configura una causal de despido (Sala VIII, en autos “Rospide, Pablo c/ Banco del Buen Ayre
S.A”; feb. 27-997).
CNAT SVII Expte 37.254/02 Sent.37.586 28/5/04 “Darino, Antonio Horacio c/ Banco de la
Pampa S.A. s/despido» (Rodríguez Brunengo - Ruiz Díaz).
Pérdida de confianza. Generalidades.
La pérdida de confianza es una figura bajo la cual subyace un estado subjetivo del patrón y
que por ello precisa de un elemento objetivo indicador de un apartamiento de los
compromisos laborales. No es imprescindible una conducta dolosa si en el contexto que se
produce, genera dudas razonables acerca de la buena o mala fe del dependiente. Tampoco
lo es que su proceder ocasione un daño de magnitud a los intereses del empleador. Basta
que se configure el hecho atribuido y se someta el aspecto subjetivo a la valoración
prudencial de los jueces en el marco de las obligaciones que prescribe la Ley de Contrato de
Trabajo.
CNAT SVII Expte 24.519/03 Sent.40845 24/4/08 “Pereyra, Susana Beatriz c/ Asociación
Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación s/despido” (Ferreirós –
Rodríguez Brunengo). En el mismo sentido, CNAT SVII Expte 35.721/07 Sent.41.849
29/5/09 “Acosta, Juan José c/Disco S.A. y otro s/ despido » (Ferreirós – Rodríguez
Brunengo) y CNAT SVII Expte 36.854/07 Sent.41.382 21/11/08 “Coronel, Horacio Raúl
c/C.I.P.B.A. S.R.L. s/ despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo).
Pérdida de confianza. Generalidades.
Hay determinados incumplimientos u omisiones que pueden encuadrarse en la causal de
“pérdida de confianza” sobre todo, cuando un trabajador ocupa un puesto de
responsabilidad, de control. Ejemplos típicos de ellos pueden ser: evitar el control de salida,
tardía rendición de cuentas, fallas de caja, etc.; y, cuando la labor asignada importa
determinada jerarquía y responsabilidad conlleva el deber por parte de aquél de acentuar al
máximo su diligencia y honestidad.
CNAT SVII Expte 24.519/03 Sent.40.845 24/4/08 “Pereyra, Susana Beatriz c/ Asociación
Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación s/despido” (Ferreirós –
Rodríguez Brunengo).
I. Configuración de pérdida de confianza.
Pérdida de confianza. Estado de sospecha por emisión de boletos con diferentes
montos.
La ruptura por pérdida de confianza debe derivar de un hecho que conculque las
expectativas acerca de una conducta leal y acorde con dichos deberes creadas con el
devenir del vínculo, frustrado a raíz de uno o más sucesos que llevan a la convicción de que
el trabajador ya no es confiable, pues cabe esperar la reiteración de conductas similares; y,
en el caso, la conducta del actor no se patentiza acorde al cumplimiento de dichos deberes.
La decisión resolutoria adoptada por la accionada no se basa en la imputación lisa y llana de
la comisión de un delito sino, simplemente, en la pérdida de confianza que deriva del estado
de sospecha que generó la emisión de boletos consignando diferentes montos en el original
entregado al usuario y en los duplicados. En el marco de las obligaciones que emanan de un
contrato de trabajo, la irregularidad en la que aparece involucrado el accionante, es
razonablemente configurativa de una situación objetiva de pérdida de confianza. Si se tiene
en cuenta que la función cumplida por el actor estaba directamente vinculada a la
recaudación correspondiente a los boletos vendidos en los trenes, se advierte que tal
pérdida de confianza constituía una valla insuperable para el mantenimiento de la relación y,
por lo tanto, una injuria que no admitía el mantenimiento del vínculo (art. 242 L.C.T) (del voto
del Dr. Pirolo, en mayoría).
CNAT Sala II Expte nº 27.425/07 Sent. 97.360 06/11/09 "Bettatis, Jorge Valentíin c/ Trenes
de Buenos Aires S.A. s/ despido" (Maza – Pirolo, – González ).
Pérdida de confianza. Estado de sospecha por emisión de boletos con diferentes
montos. Perjuicio al empleador.
Los principios de buena fe que deben primar en todo contrato de trabajo, y que configuran
una obligación legal regulada por el art. 63 de la L.C.T y el deber de fidelidad previsto en el
art. 58 del citado cuerpo legal, imponen a las partes el cumplimiento de ciertas obligaciones
sustanciales, que son no incurrir en actos que puedan perjudicar al principal en el
desempeño de la labor encomendada, bajo la posibilidad de configurar dichos
incumplimientos razones suficientes para justificar la alegada pérdida de confianza, que si
bien constituye una valoración subjetiva, debe basarse en hechos concretos e
incumplimientos que justifiquen su invocación (del voto del Dr. Pirolo, en mayoría)
2
CNAT Sala II Expte Nº 27.425/07 Sent. 97.360 06/11/09 "Bettatis, Jorge Valentíin c/ Trenes
de Buenos Aires S.A. s/ despido" (Maza – Pirolo – González).
Pérdida de confianza. Retiro de mercadería del lugar de trabajo sin autorización.
Violación de los deberes del contrato de trabajo.
El incumplimiento atribuido y probado (retiro de mercaderías del restaurant por el actor sin
autorización), por sí frustró – dadas sus características – la expectativa acerca de la
conducta requerible al trabajador de acuerdo con los deberes expresos e implícitos que
impone el contrato (cf. arts. 62, 63 y concordantes, L.C.T), razón por la cual resultó
justificada la decisión del empleador de poner fin a la relación laboral conforme art. 242 de la
L.C.T (del voto del Dr. Fera, en minoría).
CNAT SVI Expte 29.714/05 Sent.60.375 7/4/2008 “Castaño, José Roberto
c/
Supermercados Mayorista Makro S.A. s/despido» (Fera – Fernández Madrid - Fontana).
Pérdida de confianza. Incumplimiento reiterado.
El incumplimiento reiterado del actor al haber realizado numerosas llamadas particulares
telefónicas, utilizando líneas que pertenecían a la demandada sin autorización y en su
horario de trabajo, tiene suficiente relación de contemporaneidad con el despido y se
concatena con elementos concordantes aportados por la prueba testifical acerca de
comportamientos reprochables del trabajador (cf. art. 62 y 63 L.C.T).
CNAT, SVI Expte 4039/03 Sent.59.780 29/8/07 “Cindric, Ricardo Walter c/ CEDIC Centro de
Educación Médica e Investigaciones Clinicas Norberto Quirno Asoc. Civil s/despido» (Fera Fontana).
Pérdida de confianza. Incumplimiento reiterado.
Si el actor utilizó indebidamente la línea telefónica de la demandada para llamados
personales no permitidos, incurrió en violación de deberes elementales que le eran
requeribles (según los artículos 62, 63 y el art. 242 L.C.T).
CNAT, SVI Expte 4039/03 Sent.59.780 29/8/07 “Cindric, Ricardo Walter c/ CEDIC Centro de
Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno Asoc. Civil s/despido» (Fera Fontana).
Pérdida de confianza. Incumplimiento grave.
El actor debió arbitrar medidas para poder verificar tanto la legitimidad como la identidad de
las personas que pretendieron se le entregase los giros en cuestión, circunstancia que ante
el reconocimiento de los hechos y el poco creíble descargo efectuado al respecto, el despido
del trabajador por la razón señalada tuvo plena justificación (art. 242 L.C.T). Ello, por cuanto
no se trata de incumplimientos menores sino que son de gravedad e importancia suficiente
como para justificar la ruptura del vínculo habido por razones de falta de confianza – cfme.
art. 242/3 L.C.T.
CNAT SVII Expte 37254/02 Sent.37586 28/5/04 “Darino, Antonio Horacio c/ Banco de la
Pampa S.A. s/despido» (Rodríguez Brunengo - Ruiz Díaz).
Pérdida de confianza. Incumplimiento grave y reiterado.
El trabajador, al no verificar la legitimidad ni la identidad de las personas que pretendieron la
entrega de diversos giros, se comportó con cierta desidia y poco apego de lo que se espera
de alguien de su cargo que, por su jerarquía y conocimiento de las funciones, le fuera
conferida por la institución bancaria demandada (art. 366 del Código Procesal). Máxime
cuando no era la primera vez que aquél se encontraba involucrado en hechos de esta
naturaleza.
CNAT, SVII Expte 37254/02 Sent.37586 28/5/04 “Darino, Antonio Horacio c/ Banco de la
Pampa S.A. s/despido» (Rodríguez Brunengo - Ruiz Díaz).
Pérdida de confianza. Transporte de mercadería perecedera en ómnibus para
pasajeros. Incumplimiento de normas de la empresa.
Más allá de las circunstancias que rodearon al caso, el actor sabía perfectamente que no
podía cargar en un ómnibus de transporte de pasajeros mercadería perecedera, y menos
aún, sin confeccionar la hoja de ruta y/o guía respectiva. La modalidad de prestación de las
tareas de los choferes de larga distancia, quienes desarrollan las mismas sin el control
directo de la empleadora, obliga a estos trabajadores a extremar su deber de obrar con
lealtad y buena fe (art. 63 L.C.T). Y es precisamente esta conducta del empleado – realizar
actos que están vedados por normas reglamentarias de la empresa y también por razones
éticas: transportar alimentos omitiendo confeccionar la documental respectiva-, lo que afecta
la confianza que la empleadora había depositado en su dependiente.
CNAT SVII Expte 18.403/97 Sent.33.023 14/12/1999 “Andrada, Alberto c/ Transportes
Automotores La Estrella S.A. s/despido” (Ruiz Díaz - Boutigue).
Pérdida de confianza. Inobservancia de las obligaciones del contrato de trabajo.
La adulteración de la factura efectuada por el actor implicó la inobservancia por su parte de
las obligaciones resultantes del contrato de trabajo de una magnitud tal que, por su
gravedad, no consintió la prosecución del vínculo (art. 242 L.C.T.), por lo que resulta
irrelevante saber si el accionante se benefició o no con ese accionar; si percibió o no el
importe que surge de dicho documento o si fue solamente el actor el encargado de recibir los
comprobantes que le entregaban sus compañeros de gira.
3
CNAT SVII Expte 16.268 Sent.35.866 16/11/2001 “Pla, Pablo Daniel c/ Pramer S.R.L.
s/despido” (Ruiz Díaz- Billoch).
Pérdida de confianza. Acreditación de sustracción de materia prima.
Lo importante es la acreditación de la existencia de la sustracción de materia prima por parte
del trabajador (sin importar la indicación de la cantidad de lo sustraído), dado que este
hecho, por su gravedad es un incumplimiento que motiva la falta de confianza y no permite la
prosecución del vínculo (art. 242 L.C.T.).
CNAT SVII Expte 52.08/03 Sent.37.824 30/8/04 “Céspedes, María Alejandra c/ Alexvian
S.A. s/despido” (Ruiz Díaz- Ferreirós).
Pérdida de confianza. Acreditación de sustracción de materia prima.
No hay norma positiva alguna que establezca la obligación de seguir, inexcusablemente, la
suerte de una decisión adoptada en el marco de un proceso penal, a tal punto que, incluso
cuando el trabajador pudiera haber sido sobreseído en aquella sede, no sería vinculante ni
decisivo para el juzgador laboral al momento de tener que analizar éste si existió o no injuria
de gravedad suficiente que impida la continuidad del vínculo, más allá de que la empleadora
la hubiera o no calificado de “delito” o hubiera formulado denuncia alguna, puesto que la
culpa laboral se informa en principios distintos a los que constituyen la responsabilidad penal
y, debido a ello, no tiene por qué guardar siempre y necesariamente, obligada
correspondencia, alcanzando con que constituya injuria a los intereses morales u de otro tipo
del empleador, sin necesidad de que obligatoriamente y en todos los casos éste deba
formular la denuncia penal respectiva.
CNAT SVII Expte 5208/03 Sent.37.824 30/8/04 “Céspedes, María Alejandra c/ Alexvian S.A.
s/despido” (Ruiz Díaz- Ferreirós). En idéntico sentido, SD N° 37.441 31/3/04, “Rezk, Gonzalo
Martín Maximiliano c/ Trenes de Buenos Aires S.A. s/ salarios por suspensión”.
Pérdida de confianza. Acreditación de sustracción de materia prima.
La sustracción por parte del trabajador de materia prima empleada por la demandada para
su producción, es un incumplimiento de tal gravedad que justificó por sí mismo, aún con la
antigüedad de la actora y en ausencia de antecedentes disciplinarios, su despido por la falta
de confianza.
CNAT SVII Expte 5208/03 Sent.37.824 30/8/04 “Céspedes, María Alejandra c/ Alexvian
S.A. s/despido” (Ruiz Díaz- Ferreirós).
Pérdida de confianza. Sustracción de dinero a una empleada. Conducta no tolerable.
La sustracción de dinero de la cartera de una compañera de trabajo resultó razonablemente
encuadrable en el supuesto de pérdida de confianza, por apartarse de la buena fe y los
derechos implícitos (cf. arts. 62 y 63 L.C.T) que deben primar en toda relación laboral y, por
tal circunstancia, la medida rescisoria resultó ajustada a derecho, en atención a que no
resultaba tolerable la prosecución del vínculo laboral en esas condiciones (cf. art. 242 L.C.T),
sin que resulte exigible una previa denuncia penal.
CNAT SIX Expte 7443/06 Sent.15524 11/5/09 “Ayala, Natalia Carolina c/PV S.A ». (Fera Balestrini).
Pérdida de confianza. Faltante de mercadería de propiedad de la demandada. Acta de
denuncia no desconocida.
Deben tenerse por acreditados los incumplimientos por parte del trabajador que la
empleadora alegó en la comunicación del despido, como configurativos de la pérdida de
confianza allí invocada (arts. 386 CPCCN y 242 L.C.T), por el hecho de no haber
demostrado que se encontraba en blanco al momento de su firma – reconocida – el acta que
daba cuenta de su confesión acerca de un faltante de mercadería de propiedad de la
demandada, hallada en su automóvil particular. Si bien el art. 60 L.C.T prohíbe el
otorgamiento de la firma en blanco, cuando ello ha ocurrido, el trabajador “puede oponerse al
contenido del acto, demostrando que las declaraciones insertas en el documento no son
reales” (art. 1017 Cód. Civil).
CNAT SIX Expte 25.988/06 Sent.15.493 29/4/09 “Orellana, Sergio Omar c/Disco S.A
s/despido ». (Balestrini - Fera).
Pérdida de confianza. Máxima autoridad de sucursal bancaria. Conducta indebida.
Si bien el demandante requirió aclaraciones respecto de la percepción del “subsidio por
guardería”, en atención a que se lo habían abonado mediante recibo de haberes cuando era
modalidad que lo percibiera por medio de un vale de caja autorizado por él, lo cierto y
fundamental es que no dejó de llevar a cabo esta última modalidad, no obstante verificar que
mensualmente le fue abonado en sus recibos de haberes los importes correspondientes a
dicho concepto. Tal proceder, lleva a verificar la base objetiva en la que se sustentó la
pérdida de confianza (cf. art. 87 C.P.C.C.N), máxime si se tiene en cuenta lo que
razonablemente le era exigible, por ser la máxima autoridad de la sucursal bancaria en la
que se desempeñó y la circunstancia de que era lógico que debía cesar en percibir el citado
concepto por medio de vales de caja – autorizados por él mismo – y procurar, con mayor
énfasis, que el banco lo impusiese del pertinente proceso, especialmente porque la nueva
modalidad de pago no incumplía el débito laboral a cargo de la institución respecto del rubro
en cuestión (cfr. arts. 62 y 63 LCT y 386 C.P.C.C.N).
CNAT SIX Expte 10.041/06 Sent.15.939 30/10/09 “Soria, Jorge Candelario c/ Banco de la
Nación Argentina s/despido ». (Fera - Balestrini).
4
Pérdida de confianza. Ocultación de faltante de estampillas.
En el caso, se encuentran acreditados los extremos aludidos por la demandada al disponer
el despido de la actora por pérdida de confianza, dado que de las actas labradas como
consecuencia de la investigación llevada a cabo en la empresa surge el reconocimiento de la
accionante respecto de un faltante de estampillas, información que ocultó incluso más allá de
un periodo razonable como para que aquélla pudiera determinar la causa del mismo.
CNAT SIX Expte 1204/02 Sent.15.091 30/9/08 “Sasso, Gabriela Adriana c/ Correo Argentino
S.A. s/despido ». (Balestrini- Fera).
Pérdida de confianza. Ocultación de faltante de estampillas.
La pérdida de confianza no constituye una causal autónoma de despido susceptible de ser
admitida apriorísticamente y en abstracto, eximiendo a quien la invoque de acreditar su
necesaria proyección en una conducta injuriosa concreta y puntual cuya gravedad habilite la
disolución directa del vínculo. En el presente caso, los elementos colectados permiten
concluir que se encuentran debidamente acreditados los extremos que respaldan la decisión
adoptada por la demandada sobre la base de la citada “pérdida de confianza”, pues resulta
evidente que por el cargo que desempeñaba la actora no podía ocultar el faltante de
estampillas y mucho menos disimularlo bajo el infundado temor a sanciones, ya que el cargo
de encargada imponía que obrase en la ocasión con la prudencia y diligencia que el mismo
exige (cf. art. 902 C. Civil).
CNAT SIX Expte 1204/02 Sent.15.091 30/9/08 “Sasso, Gabriela Adriana c/ Correo Argentino
S.A. s/despido ». (Balestrini- Fera).
II. No configuración de pérdida de confianza.
Ausencia de pérdida de confianza. Delegado gremial denunciado penalmente por sus
compañeros de trabajo. Circunstancia ajena a la prestación de tareas.
Si hubiera estado suficientemente acreditado que el actor en el ejercicio de sus funciones
como delegado gremial hubiera sido denunciado penalmente por sus compañeros de
trabajo, lo que no ocurrió, a lo sumo esto podría acarrear un reproche de aquéllos en el
plano sindical, como lo es que el reclamante perdiese la representación de los trabajadores.
Empero de ninguna manera esta circunstancia, que la propia recurrente reconoce, resultó
ajena a la prestación de tareas del actor y que a su vez, no le provocó ningún perjuicio,
pueden justificar de por sí la supuesta “falta de confianza” que invocó la patronal en el
colacionado rupturista, lo que torna a todas luces injustificado el despido (conf. art. 242
L.C.T.).
CNAT Sala II Expte nº 2048/04 Sent. 95921 21/7/08 "Mendieta, Juan Jorge c/ Micro
ómnibus Norte S.A. s/ despido" (Maza – González)
Ausencia de pérdida de confianza. Delegado gremial denunciado penalmente por sus
compañeros de trabajo. Circunstancia ajena a la prestación de tareas.
Aún cuando hubiese mediado denuncia penal, tal circunstancia por sí misma no habilita el
despido del trabajador ni exime al ex - empleador de probar la existencia de concretas
conductas reprochables que, objetivamente, justifiquen la subjetiva “pérdida de confianza”.Es
que el principio de inocencia obsta a validar que una mera acusación de terceros dé lugar al
despido de cualquier trabajador y menos aún ello es permisible si se trata de un
representante sindical pues tal despido está sospechado de discriminatorio.
CNAT Sala II Expte Nº 2048/04 Sent. 95.921 21/7/08 "Mendieta, Juan Jorge c/ Micro
ómnibus Norte S.A. s/ despido" (Maza - González)
Ausencia de pérdida de confianza. Delegado gremial denunciado penalmente por sus
compañeros de trabajo. Circunstancia ajena a la prestación de tareas. Inexistencia de
perjuicio a la empresa.
Cuando se invoca “pérdida de confianza” se hace alusión a un sentimiento subjetivo cuya
legitimidad no es susceptible de cuestionamiento racional. Pero en la medida que – como en
el caso – aquélla se atribuya a situaciones que no reflejan un incumplimiento de los deberes
del trabajador ni la inobservancia de obligaciones contractuales ni tampoco que hayan
causado algún perjuicio a la empresa, es claro que la decisión rescisoria de la empleadora
devino a todas luces infundada.
CNAT Sala II Expte Nº 2048/04 Sent. 95.921 21/7/08 "Mendieta, Juan Jorge c/ Micro
ómnibus Norte S.A. s/ despido" (Maza - González)
Ausencia de pérdida de confianza. Denuncia penal sin pruebas.
Al no existir elementos de juicio que permitan verificar que el actor haya incurrido en alguna
conducta cuestionada y susceptible de afectar la confianza de su empleador, resulta
inadmisible validar el despido del trabajador por la única circunstancia de que haya sido
objeto de una mera denuncia.
CNAT Sala II Expte Nº 2048/04 Sent. 95.921 21/7/08 "Mendieta, Juan Jorge c/ Micro
ómnibus Norte S.A. s/ despido" (Maza - González)
Ausencia de pérdida de confianza. Estado de sospecha por emisión de boletos con
diferentes montos. Falta de entidad suficiente del incumplimiento.
5
La gravedad de la injuria que se requiere para dar por justificado el despido basado en
pérdida de confianza, cuando existe un único incumplimiento (en el caso, la venta de boletos
de tren con diferentes montos) debe tener entidad suficiente para imposibilitar por sí mismo
la continuación del vínculo. Es decir que para que se encuentre habilitada la facultad de
rescindir el contrato de trabajo con causa, el agravio dirigido de una parte hacia la otra debe
ser de una total gravedad que destruya los fundamentos de la relación obrero – patronales y
resulte incompatible con su carácter. Se trata de un obrar contrario a derecho o
incumplimientos que asuman una magnitud suficiente para desplazar el principio de
conservación del contrato, regido por el art. 10 L.C.T (del voto del Dr. Maza, en minoría).
CNAT Sala II Expte Nº 27.425/07 Sent. 97.360 06/11/09 "Bettatis, Jorge Valentíin c/ Trenes
de Buenos Aires S.A. s/ despido" (Maza – Pirolo - González).
Ausencia de pérdida de confianza. Imputación por haber hurgado la cartera de una
compañera de trabajo. Falta de un previo pedido de explicaciones a la actora.
La imputación efectuada a la actora por haber hurgado la cartera de su compañera y que
llevó insita la pérdida de confianza alegada por su empleadora fue apresurada, por cuanto la
demandada debió ponderar, a la hora de resolver la situación de la trabajadora, un previo
pedido de explicaciones a efectos de clarificar lo ocurrido, siendo que se trataba de una
dependiente que contaba con 3 años de labor a sus órdenes y con solo una sanción menor
por una ausencia injustificada, no resultando comprensible por qué motivo no le brindó a la
actora la posibilidad de formular un descargo, o no le solicitó explicaciones acerca de lo
ocurrido, garantizándole de ese modo su derecho de defensa (art. 18 C.N) antes de decidir
acerca de su responsabilidad y separarla intempestivamente de la empresa.
CNAT SV Expte 8308/07 Sent.72.841 6/8/2010 “López, Liliana Alicia c/ Administradora
Sanatorial Metropolitana S.A. s/despido » (Zas – García Margalejo).
Ausencia de pérdida de confianza. Escasa entidad de la falta.
La demandada se excedió al sancionar con el despido una falta que, por su escasa entidad
(en el caso, el actor retiró mercaderías del restaurant sin autorización) y por los
antecedentes de quien la cometió, podría haber sido objeto de una suspensión disciplinaria
como forma de evitar futuras inconductas y, puestas en la balanza la situación del actor y su
proyección sobre los derechos patrimoniales de la demandada, puede considerarse que la
relación laboral pudo proseguir, y que no puede invocarse la pérdida de confianza de quien
se desempeñó sin objeciones durante el largo transcurso del vínculo de trabajo (art. 10
L.C.T) (del voto del Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte 29.714/05 Sent.60.375 7/4/2008 “Castaño, José Roberto
c/
Supermercados Mayorista Makro S.A. s/despido» (Fera - Fernández Madrid – Fontana).
Ausencia de pérdida de confianza. Escasa entidad de la falta.
Para incurrir en pérdida de confianza no se requiere que estén en juego valores
patrimoniales de cierta magnitud; en el sub examine, las circunstancias fácticas que fueron
alegadas y probadas (retiro de mercadería del restaurant sin autorización) no son
suficientes, y por ello, no se encuentran reunidos los requisitos necesarios para desplazar el
principio de continuidad, en especial, en tanto la accionada contaba con la posibilidad de
hacer uso de sanciones disciplinarias que no llegaran a comprometer la continuidad del
contrato de trabajo.
CNAT SVI Expte 29.714/05 Sent.60.375 7/4/2008 “Castaño, José Roberto
c/
Supermercados Mayorista Makro S.A. s/despido» (Fera - Fernández Madrid – Fontana,
según su voto).
Ausencia de pérdida de confianza. Retiro de medicamentos sin autorización. Falta de
acreditación del daño.
Si bien el actor procuró retirar un paquete de medicamentos de propiedad de la accionada,
sin dar cabal cumplimiento al procedimiento establecido a dicho fin, omitiendo pedir la
autorización respectiva, en modo alguno, tal hecho permite tener por acreditado un daño de
tal magnitud que justifique el despido dispuesto por pérdida de confianza.
CNAT SVI Expte 15.199/08 Sent.61.967 14/5/2010 “Barrios, Ángel Nieves c/ Laboratorios
Cascasco S.A. s/despido» (Fontana - Fernández Madrid).
Ausencia de pérdida de confianza. Retiro de medicamentos sin autorización. Falta de
acreditación del daño.
Si bien se encuentra probado que el actor intentó retirar medicamentos sin respetar el
procedimiento establecido, y dado la falta de acreditación de un perjuicio tal que justifique la
invocada pérdida de confianza, considerando la antigüedad del actor y la falta de sanciones
previas, la medida adoptada por la accionada resultó desproporcionada e injustificada.
CNAT SVI Expte 15.199/08 Sent.61.967 14/5/2010 “Barrios, Ángel Nieves c/ Laboratorios
Cascasco S.A. s/despido» (Fontana - Fernández Madrid).
Ausencia de pérdida de confianza. Faltante de dinero. Inexistencia de prueba
suficiente para vincular esa circunstancia con la conducta de la actora.
Si bien ha quedado reconocido el faltante de dinero en tanto fue la propia actora quien lo
puso en conocimiento de la demandada, no se produjo prueba suficiente y conducente para
demostrar la vinculación entre ese faltante y alguna conducta de la trabajadora que pueda
justificar la decisión rupturista fundada en pérdida de confianza. Por el contrario, y teniendo
en cuenta que la actora tenía una antigüedad de más de seis años, sin que se hayan
6
probado sanciones disciplinarias previas, la demandada habría podido, en todo caso, apelar
a una sanción privilegiando la continuidad del contrato (conf. art. 10 L.C.T).
CNAT SVI Expte 28.506/08 Sent.62.138 16/7/2010 “Senra, Viviana Andrea c/ Banco
Superville S.A. s/despido» (Fontana – Fernández Madrid).
Ausencia de pérdida de confianza. Consumo de mercaderías de la demandada. Falta
de gravedad.
Aunque en el reglamento interno se prevé el despido para el caso de consumir mercaderías
de propiedad de la demandada, lo cierto es que este último hecho no tiene mayor
importancia porque es una facultad exclusiva de los jueces apreciar prudencialmente si una
falta o incumplimiento tiene entidad como para justificar o no la ruptura del contrato de
trabajo (art. 242 L.C.T). Lo relevante del caso es que la ingesta de una o varias galletitas no
se perfila como de magnitud y gravedad tal que impida la prosecución del vínculo, en tanto
bien pudo ser corregida con una sanción menor que cumpliese el deber ejemplificador que
la demandada intenta defender, en lugar de proceder a su despido directo y
desproporcionado; máxime, cuando no se probó que en los 17 meses en los que trabajó el
actor a órdenes de la principal haya sido pasible de otras sanciones o apercibimientos (art.
67 y sgtes de la Ley de Contrato de Trabajo).
CNAT SVII Expte 8239/94 Sent.31.723 15/2/1999 “Barrios Gauto, Luis Alberto c/ Carrefour
Argentina S.A. s/despido” (Boutigue – Ruiz Díaz).
Ausencia de pérdida de confianza. Falta de acreditación de la conducta imputada al
actor. Sobreseimiento penal.
Con la resolución de la justicia en lo criminal en la que se dispuso el sobreseimiento del actor
se opera la “prejudicialidad” referida por los arts. 1102 y 1103 C.C, que restringe el análisis
por parte de los jueces de otros fueros de los hechos ventilados en sede penal. Y, si bien la
culpa laboral es diferente de la culpa penal – circunstancia que no obsta al análisis de la
responsabilidad laboral que le cupiera- al no demostrarse la participación del actor en la
conducta que se le imputara, esto es el manejo irregular de una máquina timbradora, la
denuncia pierde sustento fáctico y el despido deviene incausado.
CNAT SVII Expte 33.269/94 Sent.32.624 30/9/1999 “D’Osvaldo, Alcides Francisco c/ Encotel
Empresa Nacional de Correos y Telégrafos S.A. s/despido” (Boutigue – Ruiz Díaz).
Ausencia de pérdida de confianza. Imprudencia en el accionar de la trabajadora.
Improcedencia del despido.
Las consecuencias gravosas para el banco demandado producidas a raíz de que durante un
asalto sufrido en dicha entidad no se encontraba activada la clave de retardo del Tesoro
Principal ni el mecanismo de seguridad de aquél -extremo que la accionada imputa a una
falencia negligente de la actora-, no pueden ser atribuidas más que a su incumplimiento de
las medidas elementales de seguridad impuestas por la normativa especial prevista para la
actividad (circulares del B.C.R.A.), y es una muestra evidente de las condiciones de
desprotección en las que tuvo que cumplir sus funciones la trabajadora. El proceder de la
accionante, a lo sumo, puede calificarse de imprudencia motivada por el acostumbramiento a
los riesgos propios del desenvolvimiento de su tarea, en las condiciones que le eran
impuestas por la empleadora. Por ello, los incumplimientos mencionados podrían haber
justificado la aplicación de una sanción de menor gravedad (art. 67 L.C.T), pero en modo
alguno su despido fundado en pérdida de confianza, lo que luce excesivo, desproporcionado
y no pude admitirse.
CNAT SVII Expte 15.788/02 Sent.38.384 5/4/05 “Cerrutti, Silvia Beatriz c/ Lloyds TSB Bank
PLC s/despido” (Ruiz Díaz- Ferreirós).
Ausencia de pérdida de confianza. Comportamiento sospechoso. Falta de
correspondencia entre el movimiento efectuado por el trabajador con el faltante de
dinero. Antigüedad del trabajador.
En el caso, no existe ningún elemento cierto y concreto que permita verificar o suponer
siquiera que el “movimiento” del actor que la demandada consideró sospechoso (corporal, se
presume) tuviera una necesaria correspondencia con el referido faltante de dinero. Tampoco
puede soslayarse que el actor tenía una trayectoria de aproximadamente 30 años de trabajo
continuos (en primer orden para el Banco Shaw, luego para la entidad demandada), de una
presumida confianza frente a la circunstancia de que no tuvo antecedentes desfavorables o
sanciones por el motivo de marras ni ningún otro, elemento que torna aún mas gravosa y
desproporcionada a la máxima medida de ruptura adoptada fundada en pérdida de confianza
(art. 386 C.P.C.C.N.).
CNAT SVII Expte 15.480/07 Sent.40.996 24/6/08 “Arrobio, Carlos Alberto c/ Banco Macro
S.A. s/despido” (Rodríguez Brunengo – Ferreirós).
Ausencia de pérdida de confianza. Comportamiento sospechoso. Conducta
intempestiva del empleador.
En el caso de que la accionada hubiera tenido algún reparo respecto del “movimiento” del
trabajador, hecho que despertó sus sospechas y que vinculó con el faltante de dinero
verificado, bien pudo advertir (siquiera con una sanción, por el faltante de dinero), aunque sin
llegar a la máxima sanción de distracto basada en pérdida de confianza. La conducta de la
firma, en este contexto, fue intempestiva y no se condice con los principios de conservación
del contrato de trabajo y buena fe que imponen los arts. 10 y 63 de la L.C.T.
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CNAT SVII Expte 15.480/07 Sent.40.996 24/6/08 “Arrobio, Carlos Alberto c/ Banco Macro
S.A. s/despido” (Rodríguez Brunengo – Ferreirós).
Ausencia de pérdida de confianza. Consumo de bienes de escaso valor. Respuesta
excesiva de la patronal.
Haber ingerido galletitas en su lugar de trabajo no constituye un incumplimiento contractual
de tal magnitud que, en los términos del art. 242 L.C.T, pueda ser útilmente invocado como
imposibilitante de la continuación de la relación de trabajo. Más allá de que el demandante
tenía cierto historial disciplinario, las transgresiones que fueron objeto de sanción se
relacionan, en general, con problemas de presentismo y puntualidad. El despido como
reacción frente al consumo de bienes de escaso valor – por el que pudo habérsele hecho
cargo – y la juventud del demandante, resultaron una respuesta excesivamente severa a un
comportamiento susceptible de ser corregido en el marco de la relación de trabajo.
CNAT SVIII Expte 16.338/96 Sent.26.346 29/5/98 “Aveldaño, Sergio Javier c/ Coto C.I.C.S.A.
s/despido” (Morando – Billoch).
Ausencia de pérdida de confianza. Imputación al actor de la realización de
determinados hechos en forma generalizada e insuficiente.
La demandada relacionó el accionar del actor (abandono de su lugar de trabajo) con el
acontecimiento de hechos de índole penal vinculados a la sustracción de insumos
responsabilizándolo en su carácter de encargado. Tal imputación se exhibe insuficiente, no
sólo por la generalización de los hechos, ya que los demandados omitieron toda indicación
sobre la sustracción de materia prima que denuncian sino porque ello, además, se
contrapone a la explicación del actor en cuanto a que debió retirarse por una indisposición
gastro-intestinal, y que no pudo dar aviso al encargado de planta porque el handy no se
encontraba operativo, más allá de que el demandante no era el encargado de seguridad ni
de la vigilancia.
CNAT SVIII Expte 3786/04 Sent.32745 27/9/05 “Guerrero, Sergio César c/Petracca, Antonio
y Otros s/despido” (Catardo – Morando).
Ausencia de pérdida de confianza. Comportamiento negligente del trabajador. Falta de
intención de apropiarse de bienes del empleador.
No es discutible que el episodio que motivó el despido del trabajador constituye, por lo
menos, una falta. La excusa que, en el contexto temporal de la crisis, ofreció el actor –
haber encontrado dos juguetes de escaso valor en un recipiente de residuos, que levantó
para entregar posteriormente al supervisor – posee un timbre de sinceridad: si hubiera
actuado animus furtum, esto es, con dolo, parece evidente que no hubiera atravesado el
sistema de seguridad con la etiqueta de alarma adherida, detalle que, como ocurrió, debía
saber, dada su antigüedad, activaría la señal sonora que, efectivamente, sonó. Teniendo en
cuenta que el actor acreditaba catorce años de servicios, todo sugiere un comportamiento
negligente y no, la intención de apropiarse de bienes del empleador.
CNAT SVIII Expte 882/06 Sent.34.064 30/4/07 “Romero, José Luis c/ Supermercados
Mayoristas Makro S.A. s/despido” (Morando – Catardo).
Ausencia de pérdida de confianza. Robo de equipos médicos. Inexistencia del deber
de vigilancia en personal administrativo.
Dado que el actor se desempeñaba como empleado administrativo y no como personal de
seguridad, no era “custodio” de los equipos médicos hurtados puesto que, tratándose del
Hospital Militar, la custodia y en definitiva la seguridad del mismo está a cargo del Ejército
Argentino. Del propio manual de procedimiento surgen claramente las normas de
funcionamiento, mantenimiento y seguridad del servicio. No parece razonable, cargar en el
accionante, un deber de vigilancia que no poseía, ni menos imputarle, en su calidad de
oficial superior del Ejército Argentino, que “facilitó” el hurto del mencionado equipo médico.
La razonabilidad es un principio del derecho laboral y lo “razonable” es un estándar que
como tal debe ser asumido por los sujetos relacionados y por los intérpretes del caso
concreto. La reacción de la demandada, ante los sucesos ventilados en autos ha sido
“desproporcionada” a las circunstancias del caso.
CNAT SVIII Expte 21.736/07 Sent.36.137 12/5/09 “López Belsue, Gonzalo Jaime c/
Fundación Sanidad Ejército Argentino s/despido” (Catardo – Vázquez).
Ausencia de pérdida de confianza. Imputación de una conducta delictiva no probada.
Reparación por daño moral.
Despedir por pérdida de confianza basado en un hecho objetivo como ser un crimen del
derecho criminal (en el caso, en la comunicación extintiva se dejó constancia de que el
trabajador estaría involucrado en maniobras tendientes a retirar mercadería del centro de
distribución) del que ulteriormente no se aportan pruebas contundentes y certeras, es una
antijurididad independiente de la que implica el despido unilateral sin causa. Esa ilicitud
autónoma es apta para producir en cualquier ser humano común agravio en el espíritu el que
debe ser resarcido, pues no está mensurado en la tarifa del art. 245 de la ley 20.744. Ello es
así, aunque en la pieza telegráfica la empleadora haya utilizado un tiempo de verbo
condicional (“estarían involucrados”) ya que tal terminología podrá en su caso desplazar una
imputación penal por calumnias pero no borra el reproche fundado en la égida de la
responsabilidad civil.
CNAT SVIII Expte 14.235/08 Sent.37.192 20/5/2010 “Martiniano Ríos, Javier c/ Wal Mart
Argentina S.R.L.” (Vázquez – Catardo).
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B) RELACIONES LABORALES DE CONFIGURACIÓN DUDOSA
1) Contrato de Aprendizaje.
Contrato de aprendizaje. Falta de prueba de actividades tendientes al aprendizaje.
Ausencia de finalidad formativa. Existencia de contrato de trabajo por tiempo
indeterminado.
No se desprenden de las actuaciones cuáles serían las tareas que realizaba el actor
encaminadas al aprendizaje o qué conocimientos técnicos y/o necesarios para la realización
de determinada actividad habría incorporado aquél durante los siete meses en que se
desempeñó como cadete de la accionada dado que parece evidente que preparar los
pedidos de envíos a domicilio en un supermercado y efectuar los mismos no requiere más
que una práctica elemental. Es decir, no se acreditó en autos que el vínculo que unía a las
partes haya sido la modalidad especial de contrato de aprendizaje normado por la ley 24.465
en su art. 4 (vigente al a fecha en que ocurrieron los hechos que se ventilan en autos) toda
vez que, por un lado, no se demostró su finalidad formativa y por el otro, el actor desconoció
la documental arrimada al sub lite por la contraparte; esto es, no sólo no se probó la validez
de dicho contrato sino que tampoco se comprobó el cumplimiento por parte de Disco S.A. del
requisito formal que se exigía al empresario que pretendiera valerse de tal modalidad, por lo
que se concluye que entre las partes existió un contrato de trabajo por tiempo indeterminado
(art. 90 L.C.T).
CNAT SX Expte 17.720/05 Sent.15.342 29/6/07 “Lisa, Luciano Gastón c/ Disco S.A.
s/despido ». (Scotti - Corach).
2) Artistas
Trabajo artístico. Generalidades.
En materia de trabajo artístico es difícil establecer una línea clara de separación entre la
obra de arte que se espera del artista como algo único y especial, y la prestación de
servicios bajo la forma de un contrato de trabajo que tiene por objeto una muestra de arte.
Los elementos de distinción dependerán exclusivamente de las modalidades de la
prestación. Pero en principio, como se trata de un trabajo que por lo común se inserta en una
organización empresaria, cuando así ocurre, se presume que es un contrato de trabajo (art.
23 L.C.T) y sólo podrá arribarse a una conclusión diferente cuando por la propia modalidad
de la contratación resulta excluida la posibilidad de dicha relación. De tal modo, el principio
será el contrato de trabajo y la excepción, la locación de obra, como en cualquier otra
actividad laboral.
CNAT SVI Sent.11.874 14/12/1979 “Pérez, Alberto Crisóstomo y otro c/ Ricom S.R.L.
s/despido ». (Fernández Madrid – Moreno). En idéntico sentido, SVI Sent. 12.209 31/3/80
“Petit, Carlos A. c/Caja de Asignaciones Familiares para Empleados de Comercio”.
Trabajo artístico. Generalidades.
Cuando se contrata a un artista siempre se espera un resultado, pero también se espera un
resultado útil de todo trabajador, y cuanto más especializado es el trabajo, más importancia
tiene la calificación profesional. La configuración como locación de obra o contrato de trabajo
de una labor artística no puede depender de la consideración necesariamente subjetiva de
“obra de arte” de la prestación sino de las características peculiares de la labor
encomendada. La jerarquía del artista puede constituir una pauta para guiar el juicio en
situaciones confusas, cuando no se dan los elementos típicos del contrato de trabajo, pero sí
no es una circunstancia excluyente de la última vinculación.
CNAT SVI Sent. 11.874 14/12/1979 “Pérez, Alberto Crisóstomo y Otro c/ Ricom S.R.L.
s/despido ». (Fernández Madrid – Moreno).
a) Ejecutantes musicales.
Ejecutante de contrabajo. Existencia de relación de dependencia.
Dado que la demandada es una empresa dedicada a la explotación de espectáculos
artísticos, es claro que en este contexto, los servicios profesionales que prestó el actor como
“ejecutante de contrabajo” estaban integrados a los medios personales y materiales de
aquélla para el logro de sus fines y dentro de su establecimiento. Se trataba de shows donde
había bailarines, cantantes y orquesta que eran organizados enteramente por la empresa,
apreciándose la subordinación jurídica que existía entre las partes, donde la accionada
“dirigía” la actividad del ejecutante dentro del espectáculo musical que ella llevaba a cabo. La
circunstancia de que en el sub lite el actor preste un servicio profesional – artístico- habilita la
presunción del art. 23 de la L.C.T y ello es así porque la ley no distingue al respecto, pero
fundamentalmente porque no se dan circunstancias especiales para apartarse de tal
premisa, toda vez que el trabajador no realizaba los espectáculos a favor de clientes propios,
ni surge que poseyera una organización propia, y su nivel remuneratorio no se corresponde
con el de un artista que pueda negociar sus propias condiciones en un pie de igualdad con
el empresario con el que acuerda el servicio.
CNAT SV Expte 22.258/07 Sent. 71.846 30/9/09 “Ferrer, Néstor Guillermo c/ Tango
Entertainment S.A. s/despido » (García Margalejo – Zas)
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Ejecutante de contrabajo. Existencia de relación de dependencia.
Las prestaciones del actor eran efectuadas en forma personal y dentro del establecimiento
de la accionada, es decir que eran llevadas a cabo dentro de una organización empresaria
ajena, y a cambio percibía una contraprestación que consistía en una suma dineraria fija
relacionada con los días de actuación, lo que lleva a reconocer la relación de dependencia
pretendida.
CNAT SV Expte 22.258/07 Sent.71.846 30/9/09 “Ferrer, Néstor Guillermo c/ Tango
Entertainment S.A. s/despido » (García Margalejo – Zas)
b) Artistas de variedades.
I. Configuración de relación laboral.
Acróbata de circo. Subordinación en la ejecución de sus tareas.
Si bien en el art. 11 inc. a) del decreto Nro 2104/93 se incluye a los artistas y músicos dentro
del régimen autónomo de trabajo, con la condición de que éstos asuman el riesgo
económico propio del ejercicio de sus respectivas profesiones, lo cierto es que la actora se
desempeñó como acróbata en el espectáculo circense que se exhibía en el Parque de la
Costa y en el contrato de actuación artística que firmó a su ingreso, entre otras cláusulas se
establecía el pago de una suma mensual fija, el régimen horario, posibilidad de polivalencia
funcional, lo que se contradice con lo indicado en la cláusula cuarta en el sentido de que
“…el ARTISTA ejecutará las tareas artísticas que el presente contrato pone a su cargo, sin
subordinación respecto de HSA y asumiendo su propio riesgo económico…”. Además, de la
declaración contenida en el contrato firmado entre las partes surge la asunción del riesgo
económico, el que fuera prorrogado sucesiva e interrumpidamente por dos años pero no se
observa ningún elemento que corrobore que la actora no sólo hubiera asumido tales riesgos,
sino que tampoco se advierte la inexistencia de subordinación, ya que diversas cláusulas
revelan los límites a los que se hallaba sujeta la accionante, todo ello sin perjuicio de valorar
las necesidades propias de toda organización de contar con un cierto orden para el
desarrollo de la actividad.
CNAT SI Expte 8768/00 Sent.79384 29/4/02 “Repetto, Flavio Giselle c/ Helvens S.A. y Otros
s/despido ». (Vilella - Puppo).
Acróbata de circo. Subordinación. Ajenidad del riesgo.
La actora acreditó que realizaba tareas en forma personal como acróbata en el circo del
Parque de la Costa, dentro de una organización empresaria que le era ajena, que tenía un
horario, un reglamento interno que debía cumplir y que recibía instrucciones de su
empleador. Además, la trabajadora percibía una suma mensual fija independiente de las
resultas del espectáculo, dando esta circunstancia la pauta de ajenidad del riesgo
empresario, con lo que se demostró la prestación de servicios dependientes.
CNAT SVI Expte 8686/00 Sent.57475 23/9/04 “Mella, Marcela c/ Helvens S.A. y Otros
s/despido ». (Fernández Madrid – De la Fuente).
Sonidista. Prestación necesaria para montar el show de los demandados.
El hecho de que los servicios prestados por el actor - quien se encargaba de desarmar los
equipos musicales, participaba en su traslado al lugar de actuación y en su armado, probaba
los sonidos, luces, etc. para los shows de Ratones Paranoicos - hayan sido discontinuos, no
obsta a tener por acreditada la relación laboral, por cuanto el contrato de trabajo puede ser
de prestaciones continuas o discontinuas, más aún en actividades de la naturaleza de la que
desarrollaran las partes puesto que la demandada debía valerse de la tarea del actor cada
vez que tenía que organizar y montar un show, cuya frecuencia estaba sujeta a los
requerimientos de terceros. Tampoco resulta impedimento para tener por probada la relación
de trabajo el hecho de que el actor desempeñara otras tareas (ya sea en forma autónoma o
subordinada), pues la exclusividad no es una nota típica de la relación laboral (del voto del
Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte 847/01 Sent.56.296 04/8/03 “Sosa, Oscar Miguel Anselmo c/ Gutiérrez,
Juan Sebastián y Otro s/despido » (De la Fuente – Fernández Madrid – Capón Filas).
II. Ausencia de relación laboral.
Sonidista. Prestaciones aisladas y de modo independiente.
Si bien el actor, en su demanda, sostuvo que se encargaba de desarmar los equipos
musicales, participaba en su traslado al lugar de actuación y en su armado, probaba los
sonidos, luces, etc., no aludió a un trabajo continuo, propio de los contratos laborales
permanentes, sino a prestaciones aisladas que efectuaba cuando la accionada brindaba
algunos espectáculos musicales (shows). Consecuentemente, el accionante no se
desempeñó como ayudante o asistente permanente del conocido grupo musical Ratones
Paranoicos y en forma continua, durante 11 años, sino que prestó sus servicios – de un
modo independiente- cuando eran requeridos y en forma esporádica, para realizar trabajos
determinados, siendo remunerado por la tarea efectuada en cada contratación, con lo que
concluía el efímero vínculo anudado (locación de obra) que podía o no volver a repetirse.
(del voto del Dr. De La Fuente, en minoría).
CNAT SVI Expte 847/01 Sent.56.296 04/8/03 “Sosa, Oscar Miguel Anselmo c/ Gutiérrez,
Juan Sebastián y Otro s/despido » (De la Fuente – Fernández Madrid – Capón Filas).
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Sonidista. Ausencia del poder de dirección. Autoorganización empresaria.
Toda vez que el actor no se encontraba sujeto al poder de dirección de la demandada, ya
que contaba con una pequeña autoorganización empresaria al llevar su propio equipo y
tener la posibilidad de hacerse reemplazar sin necesidad de recibir la autorización al
respecto, lo que le permitía disponer de su tiempo, se concluye que ha quedado desvirtuada
la presunción del art. 23 L.C.T y, por ende, la actividad del accionante no fue realizada en el
marco de una relación laboral.
CNAT SII Expte N° 1.893/08 Sent. 97.206 30/9/09 « Sánchez, Carlos Alberto c/ Casino
Buenos Aires S.A. y otro s/despido” (González –Maza).
c) Artistas estables.
Pareja de baile de tango. Ausencia de resultado. Existencia de relación laboral.
La calificación profesional del artista no excluye la existencia de un contrato de trabajo, y en
el caso debe presumirse la configuración de dicho contrato porque nada indica que se está
en presencia de una locación de obra. “Los del Plata” (pareja de baile de tango formada por
los actores) trabajaron durante un año y medio, todos los días en el cabaret de propiedad de
la demandada acompañando la actuación de distintas figuras estelares y, no se logró probar
que aquéllos hayan sido contratados como número de tan grande jerarquía artística que se
haya esperado obtener de él un “resultado”, la obra de arte concretada en el sentido de una
exhibición única e irremplazable, motivo de especial atracción. Es decir, se trataba de una
prestación continua considerada por la misma empresa como medio duradero de obtener su
finalidad, lo que por la naturaleza personal de las prestaciones se deben calificar como
laborales.
CNAT SVI Sent.11.874 14/12/1979 “Pérez, Alberto Crisóstomo y Otro c/ Ricom S.R.L.
s/despido ». (Fernández Madrid – Moreno).
c) Extras de televisión.
Extras de televisión. Contrato Eventual. Art. 99 L.C.T. Existencia de relación de
dependencia.
Dado que el trabajo del “extra” de televisión se caracteriza como eventual bajo los términos
del art. 99 de la L.C.T, el actor no puede ser considerado un trabajador autónomo, ya que
solo cuenta con su fuerza de trabajo o con su mera presencia para incorporarse a una
organización ajena, de la cual percibe una estipulación generadora de dependencia
económica (ver, en igual sentido, Sala VIII en autos “Dicón SA c/ Caja de Subsidios
Familiares para el Personal de la Industria” del 09/02/1982 y el comentario de Carlos Alberto
Etala, en DT 1983-A, 402).
F.G. Dictamen N° 47.948 18/4/09 SIX Expte N° 20.931/2001 “Cellone Adrián Fabio c/ POL
KA Producciones S.A. y otros s/ Accidente – Acción Civil”.Dr. Eduardo O. Álvarez.
Extras de televisión. Existencia de relación de dependencia.
Si bien de la normativa citada por ambas codemandadas (decretos 2.104/93 y 433/94) surge
que debe considerarse – en los términos de la ley 24.241 – “autónomo” a todo aquel que
interpreta un papel protagónico, coprotagónico, de reparto o extra en obras
cinematográficas, teatrales, televisivas y radiofónicas, del mismo texto legal se extrae que
ello tendrá lugar cuando “…asuman el riesgo económico propio del ejercicio de sus
respectivas profesiones…”, extremo que no se verificó en autos. En efecto, no ha sido
invocado – ni mucho menos demostrado – que el aquí actor asumiera el riesgo económico
de su actuación. Por el contrario, en las contestaciones de demanda se admite haber
abonado al actor una suma diaria de $25 por cada día de grabación en que era requerida su
participación actoral.
CNAT SIX Expte 20.931/01 Sent.15.474 24/4/09 “Cellone, Adrián Fabio c/ Pol Ka
Producciones S.A y otros s/accidente – acción civil » (Balestrini – Fera)
3) Becarios y Pasantes.
Beca. Contrato de trabajo que abarca el periodo de la beca.
El contrato que uniera a las partes abarcó también el periodo durante el cual la actora se
encontraba bajo un contrato de beca con la empresa demandada, pues en la sustancia
(causa material y causa formal) del denominado contrato de beca se advierte la imposición
de un horario, la indicación de un lugar, la sujeción a las facultades disciplinarias del
demandado, la posibilidad de éste de rescindir la relación por su sola y exclusiva voluntad y
tales elementos son variables de la subordinación del becario.
CNATSVI Expte N° 50.143/95 Sent.50.143 6/11/1998 “Capitán, Ana M. c/ Activa
Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones S.A. (Capón Filas – De la Fuente)
Becarios. Aplicación del art. 23 L.C.T.
Si bien es delgada la línea que separa la relación laboral de una derivada de la beca, rige en
tales casos el art. 23 L.C.T. El texto de esta norma no permite, por su exactitud y claridad,
excepciones apriorísticas: cuando una persona física aporte su capacidad laborativa a favor
de otra persona, el juez debe presumir que ese aporte tuvo por marco un contrato de trabajo,
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hasta que se pruebe lo contrario. Y precisamente una de las excepciones ulteriores que el
propio precepto admite para quebrar lo presumido, podría ser la existencia de una beca, más
allá de que esto no se halle normalizado.
CNAT SII Expte 22.893/05 Sent. 95.224 12/9/07 “Ruiz Starratino, Fernando c/ Orígenes
A.F.J.P S.A. s/ despido (Maza – Pirolo).
Beca. Exigencias para su procedencia. Ausencia del beneficio de tipo becario.
Aplicación de la L.C.T.
En la causa no se comprobó que el actor recibió un beneficio de tipo becario, que se le haya
dado capacitación, cursos de aprendizaje o entrenamiento teórico y práctico, ya que ello ni
siquiera surge mencionado en el contrato celebrado entre las partes en el que se alude sólo
a “prácticas rentadas” para adquisición de capacidades profesionales vinculadas con
“…atención al cliente, marketing, comercialización y procesos técnicos de mesa de ayuda…”
y “…dicción y atención al cliente a través de los servicios de comercialización y
telemarketing…”, las cuales, corresponden a la actividad propia de la empresa empleadora y
son sólo aprovechables por ésta en su propio beneficio, por lo que se concluye que la
relación habida entre las partes se rigió por la Ley de Contrato de Trabajo.
CNAT SIX Expte 16.066/07 Sent 15.046 4/9/08 “Bentivoglio, Leonardo Agustín c/ FST S.A.
s/ despido” (Fera – Balestrini).
Becarios. Falta de finalidad formativa. Existencia de contrato de trabajo.
No se demostró que la actora haya recibido un beneficio de tipo becario, es decir, que se la
haya capacitado o brindado cursos de aprendizaje mientras la demandada aprovechaba su
aporte laborativo. De tal modo, si la beca otorgada a la actora fue sólo para la capacitación
indispensable que debía brindarle a sus promotores y que constituía un requisito esencial
para que éstos pudieran ejercer sus funciones superó dicha finalidad al redundar en la
práctica, tanto la capacitación como las tareas efectuadas durante los “entrenamientos”, en
beneficio de la actividad de la propia accionada. Así, debajo de un rótulo de capacitación, el
interés de la empresa fue lograr un buen trabajador ahorrando cargas sociales y aligerando
costos indemnizatorios. Además, en el contrato firmado se advierte la imposición de un
horario (de lunes a viernes de 9 a 18 horas) que tiene entidad propia de una jornada de
trabajo; la indicación de un lugar de permanencia en la empresa y/o en otros ámbitos que
ésta le asigne; una retribución que no era un mero subsidio o un pequeño incentivo
económico apropiado y, sujeción a las facultades disciplinarias de la demandada con
posibilidad de ésta de rescindir la relación, todos elementos típicos de un contrato de trabajo.
CNAT SIV Expte 430/09 Sent 94.704 26/5/10 “González, Graciela Estrella c/ Orígenes
A.F.J.P. S.A. y Otros s/despido (Guisado – Ferreirós).
Becarios. Requisitos. Falta de finalidad formativa. Existencia de contrato de trabajo
por tiempo indeterminado.
Ante la carencia de elementos de juicio que evidencien la supuesta finalidad formativa de la
relación ni que la empresa demandada se haya sujetado a un régimen educativo aprobado
por la autoridad de aplicación que garantice el cumplimiento de ese objetivo, es decir, que la
vinculación haya tenido como finalidad esencial la formación del supuesto becario, la
relación laboral que unió a las partes de este pleito fue, desde el comienzo, un típico contrato
de trabajo por tiempo indeterminado (arts. 21, 22, 23, 90 y concs. L.C.T).
CNAT SIV Expte 430/09 Sent 94.704 26/5/10 “González, Graciela Estrella c/ Orígenes
A.F.J.P. S.A. y Otros s/despido (Guisado – Ferreirós).
Beca. Falta de demostración de la formación. Existencia de relación laboral.
La sola mención de que el periodo laborado correspondía al contrato de “beca rentada” sin
aportar elemento alguno en autos que acredite que hubiera habido algún tipo de preparación
especial o de enseñanza que justifique tal figura resulta inadmisible, y sólo ratifica la
existencia de un vínculo laboral.
CNAT SVI Expte 2.440/07 Sent 62.000 21/5/10 “Della Felice, Renata y Otros c/ F.S.T. S.A. y
Otros s/ despido (Fernández Madrid – Fontana- Rodríguez Brunengo).
Becarios. Requisitos. Falta de finalidad formativa. Anterior desempeño de la becaria
en las mismas tareas. Existencia de relación de dependencia.
No basta que las partes hayan suscripto un instrumento en el cual se califica a la relación
como de “beca”, sino que es necesario probar que se da el objeto esencial de la relación de
beca, esto es, la educación y formación del becario, debiendo quedar claramente
patentizado que los servicios desarrollados por el trabajador se ejecutaron en función de esa
finalidad, y no al revés. De allí que si la prestación de servicios del supuesto becario
constituye el objeto principal de su contratación, aún cuando esa actividad le resulte
educativa o formativa (como en realidad ocurre con cualquier actividad laboral), no podrá
aceptarse que se trate de una “beca” sólo por esta última circunstancia porque la
configuración del vínculo especial requiere que la actividad desplegada por el becario sea
secundaria y que solo se lleve a cabo en función y como accesoria de su propia formación, y
no para beneficiar al que se la otorga. Por eso, en el caso no medió contrato de beca, toda
vez que la actora ya se había desempeñado como asesora provisional en otras empresas,
por lo cual no hubo finalidad formativa en la relación, y su habilitación para operar como tal le
había sido otorgada por la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones
y Pensiones con anterioridad al inicio de la relación. En consecuencia, se concluye que la
prestación de servicios efectuada por la accionante lo fue en relación de dependencia.
12
CNAT SII Expte 7941/05 Sent. 94.927 12/4/07 “Mercado, María c/ Orígenes A.F.J.P S.A. s/
despido (Pirolo - González).
Becarios. Finalidad. Preparación para realizar futuras tareas en la misma empresa.
Existencia de relación de trabajo.
La beca tiene una finalidad educativa y de formación. Si bien la ley no define qué se entiende
por becas, la doctrina y la jurisprudencia han interpretado que son aquellos contratos
atípicos celebrados generalmente entre empresas y entidades educativas o estudiantiles que
tienen como objeto, desde la simple práctica de un oficio hasta la fase experimental de los
estudios teóricos de los distintos niveles, estando signado su desarrollo por el objetivo
específico de capacitación y perfeccionamiento. Pero si el presunto becario recibe una
formación específica que solamente sirva a la labor posterior, la causa final tipifica al ser, y
por ende, el contrato de trabajo celebrado tipifica a los anteriores contratos de beca como
relación de trabajo, porque la empresa ha preparado a la becaria para trabajar en la misma
empresa demandada (conf. Sala VI 6/11/98 “Capitán, Ana c/ Activa AFJP SA”; Sala III
30/9/97 “Castillo, Marta c/ Activa AFJP SA”).
CNAT Sala IV Expte N° 18.538/05 Sent. 92.208 25/4/07 “Iglesias, Flavia c/ Software del
Plata SA s/ despido” (Moroni- Guisado)
Pasantía. Caracterización. Fraude. Aplicación de la L.C.T.
En los sucesivos acuerdos de pasantía suscriptos, si bien se pactó la duración de la
pasantía, el área de desempeño, el horario y la asignación estímulo, no surge el seguimiento
y evaluación de la pasantía, tal como debe efectuarse de acuerdo a la normativa que se cita
(ley 25.165 y decreto 487/00). Tampoco se demostró que la accionada hubiera dado
cumplimiento a lo dispuesto en torno al control exigido por la norma citada. Por lo tanto, no
habiéndose acreditado el requisito de control y supervisión de las tareas de la pasante por la
unidad educativa de la que dependía, lo que debió instar la accionada al advertir tal falencia,
la situación no se condice con el espíritu del legislador a la hora de la sanción de la ley
25.165, que fue incentivar y procurar el desarrollo de la educación e insertar en el mercado
laboral a los estudiantes de educación superior, razón por la cual los acuerdos de “pasantía”
han ocultado fraudulentamente la verdadera relación existente entre las partes, por lo que
debe decretarse su nulidad en los términos del art. 14 de la L.C.T. Es decir, no ha existido un
verdadero contrato de pasantía, por lo que no cabe aplicar lo dispuesto por el decreto
340/92, debiendo considerarse que dicha figura se utilizó para encubrir la verdadera
naturaleza de la prestación que se encontraba amparada por las previsiones de la L.C.T.
CNAT SI Expte 31.659/06 Sent 85.477 30/4/09 “Escobar, Atensio Alicia Raquel c/
Administración Nacional de Seguridad Social s/ despido” (Vilela –González)
Pasantía. Falta de adecuación de tareas con la formación universitaria. Simulación de
la ley de contrato de trabajo. Existencia de relación de dependencia.
Todo “contrato de pasantía”, según lo estipulado en el art. 2 de la ley 25.165, impone
ineludiblemente a la institución educativa interviniente en el convenio a corroborar de manera
específica – respecto de cada pasante –, la adecuación de las tareas llevadas a cabo en
beneficio de la empresa con la formación propia de la carrera universitaria. Por ende, no
puede inferirse válidamente que la mera atención de reclamos telefónicos de pacientes de
OSECAC y derivados de la Superintendencia de Salud se adecuaba – ni siquiera
mínimamente – en dirección a cumplimentar los objetivos estipulados en los aludidos
contratos. Por otra parte, la falta de control sobre la regularidad de estudios de la pasante,
cuya última materia en la carrera de abogacía fue cursada en el mes de diciembre de 2003,
coincidente con la fecha en la que comenzó a desempeñarse para la demandada, denota la
pérdida del requisito de “regularidad” exigido a los pasantes según lo estipulado en el
contrato marco suscripto por las partes y, sumado a ello la deficiente (casi nula) participación
de la tutora académica y del responsable de la empresa en lo atinente a la confección de
informes que debían realizarse (sólo se agregaron dos durante un periodo de dos años y
cuatro meses) denotan que, en el caso, se actuó con simulación a la ley laboral, en tanto se
utilizó el régimen implementado en la ley 25.165 de “pasantías educativas” con el objetivo de
ocultar una verdadera relación de dependencia, circunstancia que, por imperio de lo
normado por el art. 14 de la L.C.T, torna nulos los respaldos documentales utilizados para la
prosecución de tales fines.
CNAT SIX Expte 23.491/09 Sent 15.330 25/2/09 “Trillo, Sabrina c/ GMS S.A. s/despido”
(Balestrini – Fera).
Pasantía. Requisitos. Existencia de relación laboral.
Ni la mera anotación “pasantía” en una factura de la facultad de agronomía de la UBA ni la
solicitud de búsqueda laboral, ni el horario de 8:00 a 18:00, que excede la jornada diaria para
este tipo de contratación, cumple con los requisitos que establecía la Ley 25.165 para el
contrato de pasantía educativa y, al no haberse acreditado el cumplimiento de los recaudos
formales y sustanciales que establecía dicha ley (derogada por la Ley 26427) en los arts. 2,
5, 8, 11, 18, 20, 21 y concordantes, en la especie, existió una relación de empleo privado
(arts. 1, 4, 5, 6, 21, 22, 23, 25, 26 y siguientes de la L.C.T).
CNAT SVIII Expte 25.714/08 Sent 37.293 28/6/10 “Brandi, Nicasio Pablo c/ Illarietti, Héctor
Luis s/despido” (Catardo – Morando).
Pasantía. Ausencia de intervención y fiscalización de la entidad educativa. Existencia
de contrato de trabajo por tiempo indeterminado.
13
El contrato de pasantía requiere, para ser operativo, de la intervención y fiscalización de una
entidad educativa que, de no existir, impiden calificar al vínculo dentro de la figura
contemplada por el dec. 340/1992 y, por aplicación del principio de “primacía de la realidad”,
se evidencia que el vínculo que unió a las partes fue un contrato de trabajo por tiempo
indeterminado.
CNAT SX Expte 7.124/06 Sent 15.817 27/12/07 “Mansilla, Iris Lorena c/ Telefónica de
Argentina S.A y Otros s/cobro de salarios” (Corach – Stortini. En el mismo sentido, CNAT SV
Expte 27.439/06 Sent. 71.285 19/12/08 “Calarota, Mariano Martín c/ Seadra S.A. s/despido”
(García Margalejo – Zas).
Pasantía. Trabajos típicos y corrientes de la empresa. Inadecuado seguimiento de la
entidad educativa. Existencia de relación laboral.
La inserción de un pasante en el ámbito de la empresa que contrata con una entidad
educativa bajo el sistema de pasantías, se vincula con la oportunidad que el empresario le
da de aprender, es decir, que por parte de la empresa hay carencia de finalidad económica,
pero si los pasantes efectúan trabajos típicos y corrientes de la empresa, bajo condiciones
de contratación que los ponen en un pie de igualdad con los trabajadores dependientes, sin
que se respete su objetivo de formación y sin un adecuado seguimiento de la entidad
educativa que ha mediado en la contratación, todo pasa a ser una ficción legal a través de la
cual la empresa obtiene un beneficio injustificado, burlando un instituto que ha pretendido ser
tuitivo y útil porque se lo convierte en un instrumento más que conduce, en definitiva y
fraudulentamente, a la más pronunciada precarización del empleo, teniendo en cuenta,
especialmente, la gratuidad que implica. Por ello, se concluye que las partes estuvieron
unidas mediante un contrato de trabajo.
CNAT SX Expte 7.124/06 Sent 15.817 27/12/07 “Mansilla, Iris Lorena c/ Telefónica de
Argentina S.A y Otros s/cobro de salarios” (Corach – Stortini)
Pasantía. Ausencia de experiencia práctica complementaria a la formación. Aplicación
de la L.C.T.
La demandada no cumplió con el presupuesto ineludible para la consideración de un
contrato de pasantía como ser el de brindar experiencia práctica complementaria de la
formación teórica elegida que habilite al pasante para el ejercicio de su profesión y formar al
estudiante en aspectos que serán de utilidad en su posterior búsqueda laboral (conf. art. 3
ley 25.165), puesto que ocupó a la contratada como “pasante” en tareas propias de su giro
empresarial, ya que atendía reclamos del “112”, actividad que no requiere capacitación
especial y que ninguna ventaja comporta a quien cursa la carrera de abogacía o de
educación inicial. En virtud de ello y por aplicación del principio de “primacía de la realidad”,
resulta evidente que el vínculo que unió a las partes fue un contrato de trabajo por tiempo
indeterminado regido por la L.C.T.
CNAT SX Expte 7.124/06 Sent 15.817 27/12/07 “Mansilla, Iris Lorena c/ Telefónica de
Argentina S.A y Otros s/cobro de salarios” (Corach – Stortini)
Pasantía. Forma de contratación no impuesta por el Programa de Capacitación e
Inserción Laboral de la Población Ciega. Persona con discapacidad.
En el caso concreto no se verificó que el Ministerio de Trabajo de la Nación ni la FAICA
(Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes) hayan establecido que las
personas a contratar en el marco del Programa de Capacitación e Inserción Laboral de la
Población Ciega (iniciativa tendiente a la incorporación de este colectivo a la vida productiva,
bajo la premisa de que una verdadera integración se logra con la obtención de un empleo)
debiera llevarse a cabo por medio de una “pasantía”, todo lo que indica que la forma de
contratación fue elegida por la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC) sin ningún tipo de
imposición de dichas entidades. Por ello, no cabe endilgarle al Ministerio de Trabajo ni a la
FAICA responsabilidad alguna respecto a la forma de contratación del actor (persona con
discapacidad visual), ya que no se probó ni acreditó que estas entidades hayan impuesto
formalidad alguna a la incorporación del accionante a la BAC.
CNAT SII Expte 29.761/07 Sent 97.347 4/11/09 “Peluso, Sebastián Jorge c/ Biblioteca
Argentina para Ciegos s/ despido” (Maza – González)
Pasantía. Ausencia de fraude. Desestimación del acuerdo de pasantía. Aplicación de
normas laborales.
Debe descartarse la existencia de fraude o engaño dado que el actor se insertó en el
Programa de Capacitación e Inserción Laboral de la Población Ciega elaborado por el
Ministerio de Trabajo y al ser creado por dicho organismo, sus actos gozan de presunción de
legitimidad. Pero, ello no obsta a desestimar los supuestos acuerdos de pasantía, toda vez
que no sólo no se cumplimentó lo dispuesto en el Dec. 340/92 sino que tampoco se acreditó
que el accionante hubiera recibido formación y/o capacitación alguna, razón por la cual
resulta evidente que la relación habida entre la BAC y el actor se desarrolló en el marco de
un contrato de trabajo, y que la mera titulación del vínculo como “pasantía” fue tan arbitraria
y carente de justificación como inidónea para desplazar la aplicación automática de las
normas laborales de orden público.
CNAT SII Expte 29.761/07 Sent 97.347 4/11/09 “Peluso, Sebastián Jorge c/ Biblioteca
Argentina para Ciegos s/ despido” (Maza – González)
Pasantía. Ausencia de formación. Existencia de contrato de trabajo.
14
En atención a que la actora y Telecom suscribieron tres convenios de aprendizaje en forma
sucesiva y luego firmaron uno de pasantía, ninguna formación podía transmitir a su
subordinada cuando ésta llevaba dos años prestando servicios bajo su égida, circunstancia
que demuestra la intención de ocultar la verdadera naturaleza de la vinculación, resultando
por ello nulos. Por otra parte, dado que la empresa necesitó incorporar personal para el
cumplimiento de los servicios que presta en forma regular, continua y permanente, se
concluye que las partes estuvieron unidas mediante un contrato de trabajo.
CNAT SVI Expte 27.316/02 Sent 58137 30/6/05 “Manno, Vanina Gisela c/ Solvens
Promociones & Marketing S.R.L. y Otro s/ despido”. (Fernández Madrid - Capón Filas).
Pasantía. Asistencia a clientes que adquirieron un producto. Asesoramiento técnico.
Incumplimiento recaudos ley 25.165. Aplicación de la L.C.T.
Dado que las labores cumplidas por el actor y para las cuales se llevó a cabo el contrato de
pasantía, versaron sobre la asistencia a clientes que ya habían adquirido el producto que
comercializa la demandada, ello importó un asesoramiento técnico para la utilización del
mismo y no su publicidad, circunstancia que deja incólume el fundamento del decisorio que
consideró que no fueron demostrados los extremos que exige la ley 25.165 – reglamentada
por el decreto 340/92 – para considerar cumplidas las exigencias del contrato de pasantía
por medio del cual se vinculó a las partes. Consecuentemente, dicha contratación se
encontró regida por la Ley de Contrato de Trabajo.
CNAT SIX Expte 16.930/08 Sent 15.413 30/03/09 “Zappacosta, Guido c/ Interbanking S.A. s/
despido”. (Fera - Balestrini).
Pasantía. Acreditación de la formación profesional. Contratación no fraudulenta.
De los convenios individuales de pasantías suscriptos entre las partes surge que se
establecieron como objetivos capacitar al pasante en materia y trámites jurídico previsionales
de afiliados de Nación AFJP S.A. Las tareas que realizaba la actora, que se encuentran
acreditadas a través de las declaraciones testimoniales, se desarrollaban dentro del marco
de objetivos impuestos por los convenios individuales de pasantía suscriptos por las partes,
y se encuentra acreditada la formación vocacional y la capacitación exigida por la ley 25.165
que regía este tipo de contratación, por lo que los contratos de pasantía firmados entre las
partes no resultaron fraudulentos.
CNAT SV Expte 32.939/07 Sent. 72.013 17/12/09 “Roji, Natalia Ximena c/ Nación AFJP S.A.
s/ despido” (García Margalejo – Zas).
Pasantía. Incumplimiento de la normativa. Inaplicabilidad de la Ley de Contrato de
Trabajo. Tareas prestadas para una repartición estatal.
Si bien en el caso, las condiciones de desarrollo del vínculo de la pasantía no se ajustaron
sustancialmente a la manda expresa de la Ley 25.165 ni a las previsiones de los decretos
que le precedieron, puesto que se superó el plazo máximo de cuatro años y la jornada se
extendió más allá de sus límites estrictos, y tampoco se cumplimentó con la finalidad
formativa, no corresponde aplicar las previsiones de la L.C.T, toda vez que la receptora de
las tareas fue una repartición estatal (Facultad de Ciencias Económicas) y los dependientes
del Estado Nacional están excluidos del Derecho del Trabajo Privado, salvo que se configure
la hipótesis específica del art. 2° inc.a) de ese cuerpo legal.
F.G. Dictamen N° 40.830 del 17/8/05, Sala I, Expte N° 26.874/02 “La Morgia, Luciana
Carolina c/ Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Económicas s/ despido”.Dra.
Gabriela A. Vázquez. En el mismo sentido, F.G Dictamen N° 42.119 del 25/4/06, Sala IX,
Expte. N°16.753/04 “Romualdo, Maximiliano Leonel c/ Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social s/despido”. Dra. Gabriela A.Vázquez.
4) Cuidadores de enfermos y ancianos en el domicilio del paciente o impedido.
I. Aplicación de la L.C.T.
Cuidado de ancianos en el hogar. Inaplicabilidad del Dec. 326/56. Encuadre en el
contrato de trabajo.
Las personas que cuidan ancianos en el hogar familiar no pueden ser consideradas como
servidores domésticos, porque su tarea no se halla descripta en ninguna de las categorías
estructuradas por el dec. 7959/56, reglamentario del 326/56 (DT, 1956-368; 1956-117) que
regula el mencionado trabajo. Y, siendo así, la relación laboral (en caso de haber existido),
quien atiende a los ancianos en el hogar familiar se halla fuera del estatuto profesional del
servicio doméstico, encontrándose regulada por el régimen de contrato de trabajo (DT, 1976238) (del voto del Dr. Capón Filas, en minoría).
CNAT SVI Expte N° 43.623/88 Sent. 43.693 12/12/1995 “Matta, María c/ Barletta, Lydia
s/despido” (Capón Filas - Fernández Madrid - Morando).
Cuidado de enfermos. Existencia de contrato de trabajo.
Del juego armónico de los arts. 4, 5, 21, 22, 23, 25, 26 y concs de la L.C.T (t.o) no surge que
sólo un empresario pueda ser considerado empleador, ni tampoco es necesario que haya un
fin lucrativo para la configuración de un contrato de trabajo regulado por el régimen laboral
común. En el caso de tratarse de una persona dedicada a la asistencia y cuidado de otra no
se descarta la configuración de un contrato de trabajo por la circunstancia de que quien
requiere los servicios de aquélla no sea empresaria, ni persiga un fin de lucro ya que
corresponderá dilucidar en cada caso concreto las particularidades de la relación a fin de
15
encuadrar la misma en el marco jurídico pertinente. Dado que la actora se encargaba de
prestar cuidados al hijo de la demandada, realizando tareas propias de asistencia y cuidado
que requiere una persona enferma y/o incapacitada y no se demostró la condición de
trabajadora autónoma ni de empresaria de la accionante, se debe concluir que las partes
estuvieron unidas por un contrato de trabajo (del voto del Dr. Simón, en mayoría).
CNAT SV Expte 14.067/05 Sent 70.340 18/12/07 “Belmar, Beatriz del Carmen c/ Pimentel,
Cristina Adriana s/ despido” (García Margalejo - Simón – Zas).En el mismo sentido, CNAT
SIV Expte 16.809/08 Sent. 94.534 24/2/2010 “Sommer, Estela Edith y Otro c/García Oliver
Pedro Eduardo y Otro s/ despido” (Guisado - Zas, en mayoría – Ferreirós).
Cuidadoras de enfermos. Enfermera en domicilio particular. Aplicación de la L.C.T.
Del análisis de los arts. 4 y 5 de la LCT no se colige que sólo un empresario pueda ser
reputado “empleador” en la sistemática de la ley, ya que puede una persona física que no es
titular de una empresa -entendida ésta como una organización de medios materiales,
personales e inmateriales-contratar a un trabajador y tampoco es necesario que haya fin
lucrativo. La relación de una trabajadora doméstica con el dueño de casa es una relación
laboral -subordinada y dependiente- y la circunstancia de que tal actividad se encuentre
regida por normas estatutarias que excluyen la aplicación de la ley laboral básica, no
convierte a aquélla en una trabajadora autónoma o independiente. Frente a ello, el
argumento dirigido a excluir del ámbito de protección al trabajo prestado por una enfermera
que se desempeña en el domicilio del paciente por el mero hecho de no poder reputarse
empresario al empleador deviene inadecuado. (Del voto de la Dra González, en minoría. No
obstante, por razones de economía procesal, adhiere al criterio mayoritario).
CNAT Sala II Expte n° 676/07 sent. 97520 17/12/09 “Pereira, Martina c/ Picardo de Ceva s/
despido” (Pirolo.- González - Maza.) En el mismo sentido, CNAT SII Expte 9.071/08 Sent.
98275 16/7/2010 “Pérez, Angélica c/ Palacios, Pilar y otro s/despido” (Maza – González) (Del
voto de la Dra. González, aunque adhiere por razones de economía procesal al criterio del
Dr. Maza, dejando a salvo su opinión).
II. Inaplicabilidad de la L.C.T.
Cuidado de enfermos. Ausencia de configuración del supuesto del art. 5 L.C.T.
Encuadramiento en la normativa del Código Civil.
La accionada no encabezó una organización instrumental de medios personales, materiales
e inmateriales ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos
(art. 5 de la L.C.T) ni una unidad técnica o de ejecución que pueda identificarse como un
establecimiento – art. 6 de la ley citada – (En igual sentido, esta Sala “in re” “Cajal Olga
Nelida c/ Tritau Cranwel Maria Antonieta y otro s/ despido”, SD n° 14.299 del 13-6-07, entre
otros), sino tan sólo requirió los servicios de una persona para su “cuidado o acicalado” en
su domicilio particular, lo que permite concluir que se trató de un contrato encuadrado en la
normativa de los artículos 1623 y ss. del Código Civil y, por ende, el caso resulta ajeno a la
figura prevista en los arts. 21 y siguientes de la L.C.T.
CNAT SIX Expte 22.630/07 Sent 15.078 29/9/08 “Báez, Ester Yolanda c/ Dilon, Horacio
Salvador y Otro s/ despido”. (Balestrini - Fera).
Cuidado de enfermos. Ausencia de configuración de los supuestos de los arts. 5 y 6
L.C.T.
Si la actora se dedicó al cuidado y asistencia de los padres enfermos de la demandada, esta
circunstancia desvirtúa la operatividad de la presunción “iuris tantum” del art. 23 de la Ley de
Contrato de Trabajo a poco que se aprecie que tal presunción cede frente a las
“circunstancias, relaciones o causas” que motivaron los servicios, máxime si se tiene en
cuenta que la demandada no conformaba una empresa productora de bienes o servicios
(conf. arts. 5° y 23 L.C.T). Y si la demandada tuviera como finalidad empresaria el cuidado
de personas enfermas o lo hiciera con fines de lucro, o – eventualmente – para satisfacer
sentimientos altruistas, la solución sería distinta pues en ese caso podría darse una relación
regida por la ley laboral siempre y cuando concurran además los caracteres esenciales que
tipifican una relación de trabajo en el marco de lo normado por el art. 21 de la ley de contrato
de trabajo. Por ello, no resulta de aplicación el ordenamiento laboral, pues la demandada no
implementó una organización instrumental de medios personales, materiales e inmateriales
ordenados bajo una dirección para el logro de los fines económicos o benéficos (cfr. art. 5
LCT) ni una unidad técnica o de ejecución que pueda identificarse como un establecimiento
(cfr. art. 6 ley citada).
CNAT SX Expte 17.282/07 Sent. 17.007 26/10/09 “Suáres, María Sara c/ Eppel, Juana
s/despido” (Stortini – Corach).
Cuidado de enfermos como actividad principal. Exclusión aplicación presunción del
art. 23 L.C.T.
Si bien se indicó en el inicio que en forma ocasional la actora realizaba trámites jubilatorios,
pagos de servicios públicos, atención de proveedores y que acompañaba a la madre de la
demandada al médico, tal circunstancia en nada cambia la naturaleza jurídica de la
contratación que fue esencialmente para el cuidado y atención de sus padres mayores de
edad, en función de lo cual, cabe excluir del caso la aplicación del art. 23 de la L.C.T, pues
las partes no se encontraban unidas en virtud de un contrato de trabajo.
16
CNAT SX Expte 17.282/07 Sent. 17.007 26/10/09 “Suáres, María Sara c/ Eppel, Juana
s/despido” (Stortini – Corach).
Cuidado de enfermos. Falta de acreditación de tareas que excedieran las propias del
servicio doméstico.
Si bien la Ley de Contrato de Trabajo no exige que el empleador sea titular de una
organización de medios instrumentales destinados a la producción de bienes o a la
prestación de servicios en los que el aporte personal del trabajador pueda subsumirse, en el
caso concreto, la actora no acreditó que las tareas desempeñadas por ella excedieran las
propias de servicio doméstico.
CNAT SX Expte 17.282/07 Sent. 17.007 26/10/09 “Suáres, María Sara c/ Eppel, Juana
s/despido” (Stortini – Corach, según su voto).
Cuidado de enfermos. Efectos del contrato regido por el derecho común.
No puede inferirse válidamente que los servicios prestados por la actora a la tía del
accionado (quien sufría de epilepsia y a quien debía suministrársele la medicación, tomar la
presión y asistirla en los ataques) persiguieran la realización de fines económicos ni
benéficos (art. 5 L.C.T), ni menos aún que dicha prestación estuviera inserta en una
organización cuyo objeto fuera el “cuidado de enfermos” que pudiera identificarse como
establecimiento (art. 6 L.C.T); factores que, eventualmente, podrían configurar la efectiva
prestación de tareas y consecuente relación de trabajo, por ende, la ausencia de tales
elementos impide encuadrar el sub examine en la esfera de lo normado por los arts. 21 y ss.
de la Ley de contrato de trabajo. Por ende, los efectos del contrato que aquí se discute se
rigen por el derecho común, específicamente en la órbita de los arts. 1623 y ss. del Código
Civil (en igual sentido, esta Sala in re: “Báez, Ester Yolanda c/ Dilon, Horacio Salvador y Otro
s/ despido”, S.D N| 15.078 del 29/9/08, entre otros).
CNAT SIX Expte 19.036 Sent. 16.148 25/3/2010 “Guisado Saavedra, Marcelina c/ Urso,
Eduardo Jorge y Otro s/despido” (Fera – Balestrini).
Cuidado personal en calidad de asistente geriátrica. Prestación en distintas
instituciones en las que se internaba a la paciente. Inexistencia de lucro o beneficio
económico. Inaplicabilidad de la L.C.T.
No puede considerarse a la accionada como titular de una organización de medios
instrumentales destinados a la producción de bienes ni a la prestación de servicios, en la que
pueda subsumirse el aporte personal de la actora, quien se encargaba del cuidado personal
de la tía de la demandada, en calidad de “asistente geriátrica”, prestando tareas en las
distintas instituciones geriátricas a las cuales era trasladada atento padecer una enfermedad
neurológica. La situación descripta no puede estar amparada por las disposiciones de la Ley
de Contrato de Trabajo en tanto no existe lucro o beneficio económico por parte de quien la
contrató (cfr. esta Sala I, in re “Alfonso c/Solare s/despido”, del 20/5/92; en igual sentido ver
mi voto in re “Gómez, Leonor c/ De Cordeiro y otro s/despido” S.D 72.596 del 7/8/98; “Pavón
Ma. Esther c/ Gildenfenik Sara y otros s/indemnización por fallecimiento”, SD 80.948 del
22/8/03).
CNAT SI Expte 7.030/08 Sent. 85.911 31/5/2010 “Cristaldo, Blanca Nilda c/ Pereyra de
Varela, Liliana María s/despido” (Vilela – Pirolo).
Cuidado de enfermos. Naturaleza de las prestaciones y objeto de la relación. Locación
de servicios.
Si bien la legislación laboral deja un estrecho espacio para la regulación específica de la
locación de servicios contemplada por el Código Civil, debe interpretarse que se está en ese
campo cuando “por las circunstancias, las relaciones o las causas que lo motivan” se
demostrase que no existió un contrato de trabajo (art. 23 L.C.T) y en el caso, la naturaleza
de las prestaciones, así como el objeto de la relación (cuidado personal de la Sra. Castillo),
indican que se está en presencia de una locación de servicios (art. 1623 y conc. del Código
Civil), no amparada por la normativa laboral invocada en la demanda.
CNAT SI Expte 7.030 Sent. 85.911 31/5/2010 “Cristaldo, Blanca Nilda c/ Pereyra de Varela,
Liliana María s/despido” (Vilela – Pirolo).
Cuidadoras de enfermos. Enfermera a domicilio. Inaplicabilidad de la L.C.T.
Una prestación de servicios que se brinda a favor de quien no es una empresaria de esa
actividad (como ocurre normalmente con el cuidado domiciliario de enfermos o ancianos),
constituye uno de los pocos casos en los que puede considerarse que subsisten relaciones
susceptibles de ser encuadradas en la normatividad prevista en los arts. 1623 y sgtes del C.
Cicil); y en los que puede apreciarse que, entonces, la figura del contrato de trabajo no ha
desplazado íntegramente la operatividad de la locación de servicios. (Del voto del Dr. Pirolo,
en mayoría).
CNAT Sala II Expte N° 676/07 Sent. 97520 17/12/09 “Pereira, Martina c/ Picardo de Ceva s/
despido” (Pirolo – González- Maza.)
Cuidado de enfermos. Ausencia de calidad de empresario del receptor del servicio.
Inaplicabilidad L.C.T.
No puede considerarse a la relación entre el cuidador particular de enfermos y éstos o uno
de sus familiares como encuadrada en el ámbito de la L.C.T, toda vez que resulta incorrecto
conceptuar a tales beneficiarios como titulares de una organización de medios
instrumentados destinados a la producción de bienes, ni a la prestación de servicios, en la
17
que el aporte personal de la actora pudiera subsumirse. Es decir, en los supuestos en los
que el receptor del trabajo humano no es un empresario que emplea el aporte laborativo
para producir bienes o prestar servicios en el marco de su organización de medios, sino un
consumidor directo de ese servicio, no puede haber contrato de trabajo regido por la L.C.T.
CNAT SII Expte 9.071/08 Sent. 98275 16/7/2010 “Pérez, Angélica c/ Palacios, Pilar y otro
s/despido” (Maza – González). (La Dra. González adhiere por razones de economía
procesal, dejando a salvo su opinión).
Cuidado de enfermos. Falta de lucro. Ausencia de organización empresaria.
Inaplicabilidad de la L.C.T.
Lo que caracteriza al dependiente titular del contrato de trabajo regido por la L.C.T es que
participa en el sistema general productor de bienes o servicios, entregando su aptitud de
labor a través de una empresa que, a su vez, realiza su finalidad propia en base a la libre
disposición del producto elaborado o del servicio mismo. El trabajador dependiente dibuja su
perfil típico al descargar los riesgos personales y económicos enmarcándose en el ámbito de
la empresa. La toma de una persona para cuidar a un enfermo, satisfaciendo necesidades
personales, no permite considerar a aquella como empleada ni obrera (Sala IV, Sent. Nro.
23.297 del 27/564 en autos “Gómez, Tula M. c/Spont, Celina”), sobre la base de la falta de
lucro y de utilización del aporte humano como medio para producir bienes o prestar
servicios, ausencia de organización empresaria, y las particularidades estructurales de la
convivencia entre enfermo- cuidado y enfermero – cuidador. Por ello, la labor que realizó la
demandante no ha tenido por marco un contrato de trabajo regido por la ley 20.744.
CNAT SII Expte 9.071/08 Sent. 98275 16/7/2010 “Pérez, Angélica c/ Palacios, Pilar y otro
s/despido” (Maza – González) (La Dra. González adhiere por razones de economía procesal,
dejando a salvo su opinión).
Cuidado de ancianos en el hogar. Inaplicabilidad de la ley de contrato de trabajo.
Relación contractual regida por la ley civil.
Las tareas vinculadas con el cuidado de ancianos en el hogar familiar no pueden ser
encuadradas en la esfera laboral toda vez que no puede considerarse a la accionada como
titular de una organización de medios instrumentales destinados a la producción de bienes
ni a la prestación de servicios, en la que el referido aporte personal pudiera subsumirse, lo
que torna inaplicable la ley de contrato de trabajo y la legislación complementaria, pero como
se trata de una relación contractual debe ser regida por la ley civil (del voto del Dr.
Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte N° 43.623/88 Sent.43.693 12/12/1995 “Matta, María c/ Barletta, Lydia
s/despido” (Capón Filas - Fernández Madrid – Morando). En el mismo sentido, CNAT SVI
Expte 9.655/06 Sent. 60.130 28/12/07 “Salas, Stella Maris c/ Griess, Marcelo Norberto
s/despido” (Fontana – Fera).
Cuidado de personas en el hogar. Actividad especial. Inaplicabilidad del dec. 326/56.
Las tareas vinculadas con el cuidado de personas en el hogar familiar constituyen una
actividad especial que desplaza la aplicación del decreto 326/56 (del voto del Dr. Fernández
Madrid, en mayoría)
CNAT SVI Expte N° 43.623/88 Sent. 43.693 12/12/1995 “Matta, María c/ Barletta, Lydia
s/despido” (Capón Filas -Fernández Madrid - Morando).
Cuidado de enfermos. Inaplicabilidad de la L.C.T.
El desempeño de la actora no tuvo que ver con explotación comercial o industrial alguna ni
tampoco con una organización civil – ya sea compleja o unipersonal – con o sin fines de
lucro, sino que se limitó al cuidado de una persona enferma. Es decir que, no puede
hablarse de la existencia de un contrato dependiente regido por la Ley de Contrato de
Trabajo, desde que sólo estuvo comprometida la atención de un paciente en su domicilio
particular. No hubo en la persona de la demandada una organización instrumental de
medios personales, materiales e inmateriales ordenados bajo una dirección para el logro de
fines económicos o benéficos (art. 5 L.C.T) ni mucho menos una unidad técnica o de
ejecución que pueda denominarse como un establecimiento (art. 6 ley cit.) a su respecto (del
voto de la Dra. García Margalejo, en minoría).
CNAT SV Expte 14.067/05 Sent 70.340 18/12/07 “Belmar, Beatriz del Carmen c/ Pimentel,
Cristina Adriana s/ despido” (García Margalejo - Simón - Zas). En idéntico sentido, Sala VI,
Expte 30.843/06 Sent. 70.678 20/5/08 “Lozano Guarniz, Leónila Clara c/ Malgara de San
Román, Aida s/despido” (García Margalejo – Fernández Madrid).
5) Deportistas. Amateurs.
Vinculación deportiva amateur y contrato laboral. Notas comunes y diferencias.
La vinculación deportiva amateur presenta notas comunes con la que constituye la sustancia
de cualquier contrato laboral oneroso (conf. art. 115 L.C.T), porque en ambos casos se está
en presencia de una prestación personal e insustituible a cargo de quien realiza la actividad
o presta el servicio. El objetivo esencial de la actividad deportiva es superar las mayores
marcas o bien lograr la victoria en los juegos de competición, lo cual exige al atleta,
deportista o árbitro todo su esfuerzo – físico o psíquico – y por otro lado, tanto su voluntad
como su libertad quedan sometidas, por su propia decisión y acatamiento a los límites
18
determinados por la reglamentación deportiva y por la institución para la cual se desempeña,
de lo cual deriva el ejercicio de potestades disciplinarias por parte del club contratante y
también por la asociación o federación que nuclea a los deportistas, todo lo cual, a primera
vista, podría confundirse con la subordinación jurídica propia del contrato laboral oneroso. La
exclusividad, que es una nota que también exterioriza este tipo de subordinación, se
encuentra vinculada a la identificación del jugador, atleta o árbitro con la institución que
representa y por consiguiente, por lealtad deportiva no podrá defender la divisa de otra
entidad.
CNAT SX Expte N° 22.341/05 Sent.15.982 18/3/08 « Álvarez, Gabriel Oscar c/ Federación
Metropolitana de Voleibol Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach).
I. Configuración de relación laboral.
Entrenador de voley. Presunción art. 23 L.C.T.
En mérito a la presunción que emana del art. 23 de la Ley de Contrato de Trabajo y de la
constatación de que el actor, entrenador de voley, fue contratado para que realice
personalmente parte de lo que la accionada tiene por objeto esencial, esto es, el desarrollo
de actividades sociales y deportivas, cabe presumir que el vínculo celebrado - por encima
de las apariencias escritas y de las formas adoptadas – tuvo naturaleza laboral es decir, que
fue un contrato dependiente.
CNAT SX Expte N° 10.245/07 Sent.17.389 19/4/2010 « De Valais, Fabián Jorge c/Club
Náutico Hacoaj Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach).
Entrenador de voley. Falta de reclamos. Inscripción ante la AFIP. Real naturaleza de la
relación. Ausencia de libertad y autonomía para la prestación de tareas. Aplicación de
la L.C.T.
La eventual falta de reclamos del accionante durante la relación no empece a que se analice
su posible naturaleza laboral ni puede llevar a considerar consentida la posible existencia de
derechos de estirpe irrenunciable. También carece de relevancia el hecho de que el actor se
encuentre inscripto como monotributista ante la AFIP ya que ello constituye una actuación
formal que no implica, por sí, que el prestador de servicios sea un trabajador autónomo o
independiente. El juez laboral debe buscar la verdad material y, por el principio de la
primacía de la realidad, verificar cuál fue la real naturaleza de la relación, prescindiendo de
apariencias y formalidades que pueden ser impuestas por la parte más fuerte de la relación,
hecho este que es el que da existencia y razón de ser al derecho del trabajo (art. 21 L.C.T).
En tales hipótesis, carece de toda relevancia que el dependiente haya extendido facturas,
que haya prestado su voluntad a maquinaciones tendientes a eludir la ley laboral pues la
noción de orden público es, en nuestro sistema legal, más fuerte que el respeto a la voluntad
de las partes. Por otro lado, el dato tributario, por sí mismo, no demuestra, por ejemplo, que
el demandante haya poseído una estructura empresarial propia, que haya realizado las
tareas que contratara la demandada con libertad y autonomía ni que, respecto de éstas,
haya podido gozar de los frutos de su trabajo.
CNAT SX Expte N° 10.245/07 Sent.17.389 19/4/2010 « De Valais, Fabián Jorge c/Club
Náutico Hacoaj Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach)
Entrenador de voley. Falta de reclamos. Inscripción ante la AFIP. Real naturaleza de la
relación. Ausencia de estructura empresarial propia.
El actor brindó sus servicios personales a favor de la demandada – no de un modo libre o
autónomo – sino que tales actos han sido enajenados a título personal insertándose en la
institución deportiva demandada que incorporó los servicios personalmente brindados por
aquél para llevar adelante su cometido. La circunstancia de que el actor haya suscripto
diversos contratos no empece a la conclusión arribada pues para determinar la verdadera
naturaleza de la vinculación cabe atender el principio de primacía de la realidad (arts. 21 a
25 LCT). También carece de relevancia el hecho de que el actor “facturara” por los servicios
prestados percibiendo – a cambio de su prestación - una calificada como “honorarios” pues
ello no demuestra por sí solo que el demandante haya poseído estructura empresarial propia
ni que realizara las tareas para la demandada con libertad y autonomía.
CNAT SX Expte N° 10.245/07 Sent.17.389 19/4/2010 « De Valais, Fabián Jorge c/Club
Náutico Hacoaj Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach)
Caddie. Desempeño en club de golf. Beneficio de la accionada. Existencia de relación
de trabajo.
La demandada se beneficiaba con la prestación de servicios del actor, ya que se trata de un
club de golf, y los jugadores tenían la facultad de elegir contar con un caddie, por lo que la
puesta a disposición de aquél (quien concurrió diariamente durante años al establecimiento
de la accionada, era anotado en un registro de vigilancia y cuyo desempeño era organizado
por el “master caddie”, a la sazón dependiente de la demandada) claramente favorecía el
desarrollo de la actividad de aquélla, circunstancias que indican que el presente caso se
encuadraba como relación de trabajo.
CNAT SV Expte N° 3.499/07 Sent.61.139 16/2/09 « Postillone, Marcelo Alejandro c/ Campo
de Golf José Jurado S.R.L. s/ despido” (Fontana – Fernández Madrid).
Caddie. Desempeño en club de golf. Beneficio de la accionada. Existencia de relación
laboral.
La forma en que prestaba servicios el actor implicaba la integración del mismo en la
organización de la demandada que le era ajena ya que la prestación de sus servicios estaba
19
sujeta al control y organización que aquélla llevaba a cabo a través del “master caddie”; el
accionante realizaba su tarea en forma personal; el trabajo era ejecutado dentro del horario
determinado por la demandada y en el lugar del establecimiento que esta última destinaba a
tal fin; además, el trabajo tenía continuidad e implicaba la puesta a disposición del actor,
máxime cuando los elementos para la prestación del servicio (cancha, hoyos, etc.) eran
proporcionados por la demandada. Por otro lado, ante la cantidad de horas que tomaba cada
vuelta y los ingresos denunciados para un caddie de primera, la retribución que percibía el
actor por dichos servicios constituía por lo menos su principal fuente de ingresos, todo lo
cual indica que el presente caso se encuadraba como relación de trabajo.
CNAT SV Expte N° 3.499/07 Sent.61.139 16/2/09 « Postillone, Marcelo Alejandro c/ Campo
de Golf José Jurado S.R.L. s/ despido” (Fontana – Fernández Madrid).
Caddie. Desempeño en club de golf. Beneficio de la accionada. Existencia de relación
de trabajo.
Siendo la demandada un club de golf es indudable que su inserción en el rubro depende de
los servicios que brinde a quienes practican ese deporte. Y, un servicio relevante para los
jugadores lo constituye precisamente la posibilidad de contar con caddies, lo que en
definitiva, lleva a vincular las tareas del actor con un beneficio concreto de la aquí accionada,
lo que indica que el presente caso se encuadraba como relación de trabajo.
CNAT SV Expte N° 3.499/07 Sent.61.139 16/2/09 « Postillone, Marcelo Alejandro c/ Campo
de Golf José Jurado S.R.L. s/ despido” (Fontana – Fernández Madrid).
Árbitros de Fútbol. Generalidades.
Si bien la convención colectiva autoriza el accionar de la demandada, el hecho de que la
ampliación del convenio colectivo, aceptada por la asamblea de la entidad sindical y
homologada por el Ministerio de Trabajo, haya permitido la celebración de contratos de
servicios arbitrales, sin relación de dependencia, surge una discriminación construida entre
el empleador y uno de los sindicatos que representa a los trabajadores y homologada por el
Ministerio de Trabajo que desconoce y menoscaba el art. 17 LCT (ver CNAT, Sala VI, SD N°
55.899 del 28/3/03 en autos: “Blanco, Jorge Omar c/ Asociación de Fútbol Argentino
s/despido). De esta forma, no logra entenderse, bajo ningún punto de vista, el proceder de la
entidad sindical y, menos aún, el de la autoridad administrativa que debe velar por el
cumplimiento y el respeto del orden público laboral. Así, la convención colectiva de trabajo
prevé condiciones menos favorables para el dependiente que la norma general y ofrece al
empleador la posibilidad de desechar completamente la aplicación de toda la normativa
laboral de orden publico que, por mandato constitucional (art. 14 bis C.N), protege a aquél.
CNAT SX Expte N° 18.576/04 Sent.14.782 27/11/06 « Moscoso, Rafael Eduardo c/
Asociación del Fútbol Argentino s/despido” (Scotti – Maza).
Árbitro de fútbol. Presunción art. 23 L.C.T.
El desplazamiento de actos fraudulentos como los agitados por la demandada para vaciar de
contenido efectivo al régimen tutelar del trabajo dependiente chocan con el principio de
primacía de la realidad al que los Jueces del trabajo deben atender con igual relevancia con
que están compelidos a tener en consideración el principio cardinal de la disciplina, a la
sazón cristalizado en el art. 14 bis de la Constitución Nacional. Por ende, ni el contrato de
servicio arbitral ni las permisiones del CC 6/88 poseen de capacidad jurídica para excluir la
determinación de la existencia de dependencia laboral cuando un árbitro que preste servicios
bajo subordinación de una organización total o parcialmente ajena en los términos descriptos
en los arts. 21, 22 y concordantes de la L.C.T, siendo aplicable la presunción del art. 23 de
dicho plexo normativo, dando lugar a la presunción que la aquí demandada ni siquiera
intentó desvirtuar.
CNAT SX Expte N° 18.576/04 Sent.14.782 27/11/06 « Moscoso, Rafael Eduardo c/
Asociación del Fútbol Argentino s/despido” (Scotti – Maza, según su voto).
Árbitro de fútbol. Condición establecida en CCT 126/75. Presunción del art. 23 L.C.T.
El art. 6 del CCT 126/75, tras la modificación que se le introdujo en el año 1997, sólo prevé
la posibilidad de que la Asociación del Fútbol Argentino contrate árbitros sin relación de
dependencia. Los elementos que permiten definir si una prestación de trabajo humano es
efectuada bajo dependencia o subordinación o en forma libre, independiente o autónoma no
puede definirse de manera genérica y con prescindencia de los elementos fácticos concretos
de cada supuesto, tarea asignada por la Constitución Nacional y las leyes al Poder Judicial
y no a la autonomía colectiva. No cabe la menor duda de que el art. 6 del CCT 126/75,
según el agregado efectuado en 1997, nunca pudo haber calificado de autónomo a cualquier
contrato de arbitraje por la sola circunstancia de que el árbitro y la AFA así lo pacten pues
ello no sólo contradeciría todos los fundamentos y objetivos del derecho del trabajo sino que,
además, vulnera el sentido y finalidad de la negociación colectiva. En conclusión, la AFA
puede contratar árbitros que presten sus servicios arbitrales en forma autónoma siempre y
cuando, efectivamente, tales prestaciones escapen a la presunción del art. 23 L.C.T y sean
efectuadas en forma libre, autónoma e independiente, circunstancia que en caso de
discusión deberá ser decidida por los jueces.
CNAT SII Expte N° 5.447/06 Sent 96.063 29/9/08 « Castagnino, Pablo Ariel c/ Asociación del
Fútbol Argentino s/despido” (Maza - Pirolo).
Árbitro de fútbol. Presunción del art. 23 L.C.T. Existencia de contrato de trabajo.
La suscripción de contratos de locación de servicios arbitrales y la consiguiente emisión de
20
facturas en concepto de honorarios no alcanza para desvirtuar la presunción del art. 23
L.C.T, puesto que ella opera aun cuando se utilicen figuras no laborales para caracterizar el
contrato. En el caso, el árbitro de fútbol se encontraba sometido a un reglamento y disciplina
impuestos por la Asociación de Fútbol Argentina con sujeción a controles técnicos, razón por
la cual debe concluirse que entre el actor y la AFA existió un contrato de trabajo.
CNAT SIV Expte N° 25.467/07 Sent. 94.592 26/3/2010 « Boquete, Gerardo Oscar c/
Asociación de Fútbol Argentino s/despido” (Guisado – Ferreirós).
Árbitro de fútbol. Cláusula de la C.C.T. 126/75. Insuficiencia de dicha normativa para
excluir la existencia de contrato de trabajo.
La cláusula de la C.C.T 126/75 que autorizó a la A.F.A a celebrar contratos de servicios
arbitrales sin relación de dependencia con árbitros que integren o ingresen a sus planteles
profesionales, no resulta suficiente para excluir la existencia de una relación de trabajo, pues
la calificación jurídica del vínculo depende de las modalidades específicas con que las
prestaciones deben ser cumplidas antes que de postulados formales contenidos en
instrumentos, aun cuando éstos hayan sido suscriptos por las partes.
CNAT SIV Expte N°25.467/07 Sent. 94.592 26/3/2010 « Boquete, Gerardo Oscar c/
Asociación de Fútbol Argentino s/despido” (Guisado – Ferreirós)
Árbitro de fútbol. Reiteración de contratos. Continuidad en la prestación. Existencia de
relación de trabajo.
La contratación de un árbitro por medio de una locación de servicios no sería antijurídica en
sí, pero la reiteración de contratos, con una continuidad retribuida de una prestación
personal e infungible, generadora de dependencia económica y subordinación jurídica,
conllevaría la conceptualización de la relación en los términos de los arts. 21 y 22 LCT.
F.G. Dictamen N° 46.675 del 25/7/08, Sala II, Expte N° 27.619/06 “Giménez, Rubén Adrián
c/Asociación del Fútbol Argentino s/ despido”.Dr. Eduardo O. Álvarez.
Árbitro de fútbol. Continuidad en la prestación. Relación regida por los arts. 21 y 22
L.C.T
Dado que de los contratos suscriptos por la demandada surge el desenvolvimiento continuo
de una prestación concerniente al objeto mismo de la accionada y que se retribuía
mensualmente en el marco de un orden de subordinación que conllevaba, para el árbitro, la
prohibición de rehusarse a las designaciones que le efectuara la demandada y una
obligación de concurrencia, que se sometía al accionante a exámenes y a pruebas y se le
pagaba un “plus” de la retribución mensual para que éste pudiera contratar un sistema de
salud, todas estas circunstancias denotan una relación que exigía presencia personal, por lo
que en el caso se dieron las exigencias que imponen tener por existente un contrato de
trabajo con los alcances de los arts. 21 y 22 L.C.T.
F.G. Dictamen N° 46.675 del 25/7/08, Sala II, Expte N° 27.619/06 “Giménez, Rubén Adrián
c/Asociación del Fútbol Argentino s/ despido”.Dr. Eduardo O. Álvarez.
II. Ausencia de relación laboral.
Árbitro de voley. Amateur. Características.
El “amateurismo”, en principio, ubica al desempeño del árbitro de un deporte como el voley
fuera del ámbito del derecho laboral pues la finalidad esencial del llamado “amateurismo” es
la práctica del deporte por gusto, recreación o placer, de manera desinteresada y gratuita, lo
cual diferencia al jugador o árbitro aficionado del profesional que utiliza su capacidad
deportiva como medio habitual de vida y con un fin de lucro, dado que en ese supuesto se
configura un contrato de trabajo especial (ver en este sentido, SD N° 8963 del 8/3/01 del
Juzgado del Trabajo N° 44 en autos “Aguilera, Marcelo Jorge c/ Federación Regional de
Básquetbol de Capital Federal s/ despido).
CNAT SX Expte N° 22.341/05 Sent.15.982 18/3/08 « Álvarez, Gabriel Oscar c/ Federación
Metropolitana de Vóleibol Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach.)
Árbitro de voley. Evaluación del Estatuto y Reglamento interno de la entidad para
establecer la existencia de contrato de trabajo.
La Corte Suprema de Justicia ha dicho que para establecer si existió contrato de trabajo
entre el árbitro de básquet (en el caso puntual, de voley) y la Federación del mismo deporte
es necesario que se evalúe el contenido concreto del estatuto y del reglamento interno de la
entidad. Aspectos como la “continuidad de árbitros” o el “papel necesario” de ellos mismos
para el cumplimiento de los fines de la institución, deben ser analizados teniendo en cuenta
también las cuestiones específicas de la actividad, como el modo en que era retribuido el
actor, o que era necesario inscribirse anualmente y abonar un arancel, etc. (C.S.J.N. A 749
XXVIII – 30/4/96 “Aballay, Enrique c/ Federación de Basketball). Desde esta perspectiva, del
estatuto constitutivo de la federación aquí accionada resulta que su actividad se desenvuelve
en el área del amateurismo ya que tal instrumento hace referencia a que entre sus fines se
encuentra “fomentar la práctica del deporte de Voleibol procurando su difusión y desarrollo
de acuerdo a los principios que surjan de estos Estatutos…”En dicho instrumento también
consta que “aficionado es aquel que practica Voleibol de conformidad con las reglas que al
respecto fije el Comité Olímpico Argentino para la participación en los Juegos Olímpico, y no
viole las normas que al respecto fija la Federación Internacional de Voleibol” (art. 62) de
donde surge además que “una institución pierde su condición de aficionada …cuando
21
integrara a sabiendas sus equipos de voleibol con cualquier persona que haya perdido su
condición de aficionada o haya sido declarado profesional en cualquier deporte” (art. 63 inc.
“a”) o cuando “propone o realiza actos contrarios al espíritu del aficionado, de acuerdo con lo
especificado en el art. 62 inc. “b”.
CNAT SX Expte N° 22.341/05 Sent.15.982 18/3/08 « Álvarez, Gabriel Oscar c/ Federación
Metropolitana de Voleibol Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach)
Árbitro de voley. Vinculación deportiva amateur y contrato laboral. Notas comunes y
diferencias. Particularidades de la actividad deportiva. Inaplicabilidad de la L.C.T
Los importes dinerarios percibidos no pueden considerarse como remuneración en la medida
que sólo constituyen una compensación por los gastos y pérdidas que la actividad de
arbitraje puede traer aparejada a quien la practica. Es decir, no puede considerarse que el
cobro de un arancel signifique la percepción de remuneración en los términos de la ley de
contrato de trabajo ya que se colocaría en primer plano el interés patrimonial, claramente
secundario respecto del deportivo, especialmente en el área del amateurismo que es la zona
de actuación de la entidad demandada, ya que no podría calificarse como remuneración, las
sumas que le pagaban en concepto de viáticos los distintos clubes que participaban en los
partidos que dirigía el actor, pues sólo constituyen una compensación por gastos. Tal
elemento fue expresamente valorado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos
“Aballay, Enrique c/ Federación Regional de Básquetbol de la Capital Federal” (30/4/96).
Además, la circunstancia de que el árbitro debiera respetar fechas, usar determinado
uniforme o asistir a cursos de capacitación no resultan suficientes como para considerar que
entre las partes existió un contrato de trabajo pues el acatamiento a tales directivas es una
consecuencia de las particularidades de la actividad deportiva.
CNAT SX Expte N° 22.341/05 Sent.15.982 18/3/08 « Álvarez, Gabriel Oscar c/ Federación
Metropolitana de Voleibol Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach).
Árbitro de voley. Sujeción a marco disciplinario. Particularidades de la actividad
deportiva. Inexistencia de relación laboral.
Si bien los árbitros debían prestar su actividad en las fechas y lugares determinados por la
demandada y en los partidos que eran asignados, estaban sujetos a un marco disciplinario,
debían asistir a los cursos y charlas técnicas, aceptar los arbitrajes asignados, asistir a los
encuentros en el horario y lugar determinado por la Federación, vestir el uniforme impuesto
por la entidad y respetar el reglamento, ello es así porque la imposición y el consecuente
sometimiento a tales directivas forman parte de las particularidades de la actividad deportiva
y no transforman a dicha actividad en un contrato regido por el derecho de trabajo. Además,
la circunstancia de que el árbitro debiera vestir un determinado uniforme no constituye – por
sí solo- un elemento que permita calificar como “laboral” a la relación habida entre las partes
pues la vestimenta y sus colores sólo permiten identificar al árbitro con la institución a la que
pertenece (art. 386 CPCCN). Lo mismo ocurre con el régimen disciplinario, las categorías de
árbitros y el sistema de calificaciones y sanciones de las que dan cuenta las testimoniales
puesto que, mediante recompensas y castigos se estimula a los mejores y se busca
desalentar a quienes no aportan todo de sí en aras de la excelencia deportiva.
CNAT SX Expte N° 22.341/05 Sent.15.982 18/3/08 « Álvarez, Gabriel Oscar c/ Federación
Metropolitana de Voleibol Asoc. Civil s/ despido” (Stortini – Corach).
Comisario deportivo. Inexistencia de relación laboral.
Tal como surge del propio Reglamento Deportivo Automovilístico de la Asociación Corredores
de Turismo de Carretera, los Comisarios Deportivos son nombrados a título honorario, no
pueden brindar asesoramiento ni recibir remuneración alguna de las asociaciones de
propietarios o de pilotos, clubes, concurrentes, preparadores o cualquier entidad o persona
vinculada al deporte automovilístico, aunque sea en forma ocasional. Su actuación no existe
como actividad reglamentada para su desempeño, y en general los nombrados en ese cargo
son personas de reconocida actuación como ex pilotos. Tampoco se trata de una suerte de
“escuela” de comisarios deportivos. El “comisario deportivo” es una autoridad deportiva que
designa el ente fiscalizador (la Asociación Corredores de Turismo Carretera) y a la que rinde
sus informes, es decir el resultado de la carrera, la actuación de los pilotos, los mecánicos, etc.
Por lo tanto no cabe su encuadre laboral.
CNAT SVIII Expte N° 31.889/08 Sent.37.188 20/5/2010 « Arrechea, Juan Francisco c/
Asociación Corredores Turismo Carretera y otro” (Catardo – Vázquez).
6) Fleteros y transportistas.
I. Generalidades.
Fleteros. Concepto legal.
La ley 24.653 (art. 4 inc.h) establece que “fletero es el transportista que presta el servicio por
cuenta de otro que actúa como principal, en cuyo caso no existe relación laboral ni
dependencia con el contratante”, vale decir a quien requirió sus servicios; dicho en otras
palabras, se aclara definitivamente, que no existe vinculación laboral con el llamado
“cargador” según la descripción efectuada en el título V del Código de Comercio.
CNAT SX Expte N° 35.879/08 Sent. 17.406 26/4/2010 « Galván, Sergio Claudio José
c/Juegos y Juguetes S.R.L. y otro s/despido” (Corach - Stortini).
Fleteros. Naturaleza jurídica del trabajo. Cuestiones de hecho y prueba.
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Para determinar la naturaleza jurídica del trabajo prestado por “fleteros” no basta establecer
principios en abstracto sino que en cada caso deben tenerse en cuenta las concretas
modalidades bajo las cuales se desenvolvía la relación. En efecto, las circunstancias fácticas
y las evidencias arrimadas otorgan a cada conflicto un marco que varía caso por caso, y las
cuestiones de hecho y prueba adquieren en estos supuestos una relevancia particular. Ello,
por cuanto la relación de dependencia en el caso de los fleteros es una cuestión de hecho y
prueba, que debe analizarse en cada caso en particular. Se trata de respetar el principio de
la realidad, por cuanto la naturaleza de la relación se configura mediante el examen de las
características de la misma, y por los hechos, no por lo pactado o documentado. El fletero
puede ser efectivamente un empresario autónomo. Puede tener o no dependientes a su
cargo. Si está subordinado económica y jurídicamente a la empresa, se encuentra sometido
al control de horarios, debe seguir las instrucciones impartidas y puede ser sancionado por
sus incumplimientos, el vínculo entre los fleteros y la empresa es de carácter laboral
dependiente.
CNAT SX Expte N° 35.879/08 Sent. 17.406 26/4/2010 « Galván, Sergio Claudio José
c/Juegos y Juguetes S.R.L. y otro s/despido” (Corach - Stortini).
Fleteros. Plenario “Mancarella”. Cuestión de hecho y prueba.
A partir de lo dispuesto en el fallo Plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo que estableció que, en principio, los fleteros, portadores, acarreadores y afines, no
se encuentran amparados por las disposiciones que rigen las relaciones laborales, salvo
prueba en contrario (“Mancarella, S. c/Viñedos y Bodegas Arizu S.A”. del 26/6/1956), queda
claro que la relación de dependencia en el caso de los fleteros es una cuestión de hecho y
prueba, que debe analizarse en cada caso en particular, respetando el principio de la
realidad, por cuanto la naturaleza de la relación se configura mediante el examen de las
características de la misma y por los hechos, no por lo pactado o documentado.
CNAT SVII Expte N° 36.620/07 Sent.42.148 30/9/09 “Gutiérrez, Sergio Aníbal c/ Dispromed
Comercial SRL y otros s/ despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo).
Fleteros. Plenario “Mancarella”. Carga de la prueba.
Quienes realizan fletes con vehículos de su propiedad o sobre los cuales tienen el control y
asumen los pertinentes gastos, es decir, no con vehículos del fabricante de la mercadería
cargada o de una empresa de transporte a cuyas órdenes se desempeñan, no deben ser
considerados en relación de dependencia con los dueños de la mercadería cargada (
doctrina plenaria sentada en el caso “Mancarella, Sebastián y otros c/ Viñedos y Bodegas
Arizu S.A.”, Plenario N° 31 del 26/6/56), correspondiendo por tanto a quien la invoca,
acreditar la existencia de una relación dependiente (del voto de la Dra. García Margalejo, en
minoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fletero. Plenario “Mancarella”. Principio de primacía de la realidad.
El plenario N° 31 dictado por la C.N.A.T en el caso: “Mancarella, Sebastián y otros c/Viñedos
y Bodegas Arizu S.A” no obsta a la posibilidad de calificar como laboral dependiente el
vínculo que unió a las partes, pues la solución definitiva queda librada a las circunstancias
de cada caso en particular, con especial reafirmación del principio de primacía de la realidad
(del voto del Dr. Zas, en mayoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fletero. Plenario “Mancarela”. Aplicación de la presunción establecida en el art. 23
L.C.TLa presunción que establece el art. 23 L.C.T no es desactivada por el Plenario “Mancarella”,
en la medida que esa norma legal ha sido muy posterior a éste y no pudo sino imponerse
sobre su doctrina (del voto del Dr. Maza, en mayoría).
CNAT SII Expte Nº 26.282/03 Sent.95.093 29/6/07 “Muriel, Rodolfo M. c/Parmalat Argentina
S.A” (Maza – Pirolo – González).
Fleteros. Interpretación del art. 4 de la ley 24.653. Improcedencia de la declaración de
inconstitucionalidad de oficio.
De acuerdo con lo expuesto por el Fiscal General de la lectura del art. 4 inc. h) de la ley 24.653
se concluye que el ordenamiento previsto por dicha ley sólo se aplica a los fleteros que no son
dependientes. No se puede interpretar la norma en cuestión como una derogación, para las
personas físicas que hacen tareas de transporte, de las pautas legales de la imperatividad del
tipo contractual laboral. Tal inferencia sería inexplicable y gravísima, porque los que hacen
traslado de carga con su fuerza de trabajo incorporándose a una empresa ajena mediante el
pago de una retribución periódica en dinero, serían autónomos aunque tuviesen exigencias
fácticas de exclusividad y se daría una inadmisible hipótesis de trabajo no tutelado. El análisis
global de la ley 24.653 evidencia que se trató de generar una regulación orgánica para el
transporte de carga llevado a cabo por empresas autónomas, sea su titularidad de una persona
de existencia ideal o de una persona física y, en este marco, no es cuestionable la inclusión de
los “fleteros” autónomos y si el “fletero” fuera dependiente dejaría de existir una relación de
transportes que es, precisamente, lo que la ley aspira a regular. El legislador no puede
pronunciarse genéricamente acerca de la dependencia que deberá ser determinada en cada
caso concreto. Así, la interpretación del alcance del art. 4 inc. h) de la ley 24.653 se ajusta a los
23
principios y valores constitucionales en juego sin que quepa declarar su inconstitucionalidad de
oficio. (Del voto del Dr. Zas).
CNAT Sala V, Expte. N° 26.367/02 Sent. 69.695 08/6/2007 “Coniglio, Luis Daniel y otros c/KCK
Tissue S.A. y otro s/despido”. (Simón - García Margalejo- Zas.).
I. Configuración de relación de dependencia.
Fleteros. Subordinación jerárquica. Inserción en una organización económica y
financiera ajena.
Aun cuando los actores fueran los propietarios de los vehículos con lo que efectuaron con
habitualidad, en forma continua y personal el transporte de los productos exclusivamente
elaborados por las empresas demandadas y siendo éstas quienes organizaban, controlaban y
observaban su trabajo (subordinación jerárquica), lleva a la conclusión de que se daban las
condiciones para definir la relación como de carácter laboral. A ello se suma que, por decisión
unilateral de las empleadoras se adoptó la decisión de contratar e instalar protección satelital
de los camiones con la finalidad de asegurar el traslado de las mercaderías, deja en evidencia
la naturaleza jurídica de la vinculación, habiéndose los accionantes insertado en una
organización económica y financiera ajena, dado que las empresas contratantes del servicio no
sólo asumieron bajo su responsabilidad los riesgos propios del transporte de mercaderías, sino
que además sujetaban a los transportistas a directivas que les imponían las empresas en
cuanto a la instalación y utilización de los equipos satelitales de los vehículos. No obsta a tal
conclusión el hecho de que los reclamantes fuesen dueños de las camionetas con las que
efectuaban el reparto y que se hicieran cargo de los gastos de mantenimiento de ellas, toda vez
que tal circunstancia no los convierte en empresarios en los términos del art. 5 de la L.C.T, ni
empecen la relación laboral, máxime cuando las empleadoras tenían la facultad de imponer
como sanción disciplinaria la pérdida del transporte si no se presentaban a primera hora de la
mañana para cargar o no cumplían con las directivas de seguridad a la que estaban sometidos.
(Del voto del Dr. Simón, en mayoría).
CNAT Sala V, Expte. N° 26.367/02 Sent. 69.695 08/6/2007 “Coniglio, Luis Daniel y otros c/KCK
Tissue S.A. y otro s/despido”. (Simón - García Margalejo- Zas.).
Fleteros. Ausencia de solvencia patrimonial y del riesgo empresario.
El hecho de que el trabajador fuese el titular del camión con el que prestaba servicios de
transporte para la demandada no resulta un dato esencial para definir el carácter de la
prestación como autónoma ya que dicha circunstancia, no resulta suficientemente
demostrativa de la solvencia patrimonial que puede considerarse propia de un comerciante
con estructura y organización propia. No podría sostenerse que el hecho de que un
trabajador haya asumido los costos de combustible y mantenimiento de su vehículo (además
del seguro y otros gastos vinculados con su funcionamiento) impliquen la asunción del riesgo
empresario propio de un comerciante, pues es de suponer que el importe que la accionada
pagaba por sus servicios contemplaba la incidencia de tales gastos.
CNAT SIV Expte. Nº 25.841/04 Sent. Nº 93.181 14/4/08 “Del Baño, Fernando L. c/Parmalat
Argentina S.A.” (Guisado- Moroni)
Fleteros. Regularidad de las prestaciones. Retribución del trabajo con importes fijos,
por día trabajado o por viaje.
Dado que la empresa no pagaba los servicios de distribución cumplidos según el tiempo que
éstos demandasen (como es normal en la actividad de fletes), sino que se abonaba un
importe fijo por día trabajado o por viaje, esta circunstancia, sumada a la regularidad de las
prestaciones, lleva a considerar que en realidad, era la demandada quien asumía
íntegramente el riesgo de la actividad del fletero.
CNAT SIV Expte. Nº 25.841/04 Sent. Nº 93.181 14/4/08 “Del Baño, Fernando L. c/Parmalat
Argentina S.A.” (Guisado - Moroni)
Fleteros. Actividad personal del actor predominante. Ausencia de organización
empresarial propia.
Dado que el actor prestaba su trabajo en forma directa y personal para la realización del
servicio de transporte, prestación que era el elemento fundamental del contrato, sin que la
naturaleza de éste se desvirtúe por la aportación del vehículo propio por el trabajador y la
asunción de los gastos derivados de aquél, no tienen relevancia económica suficiente para
convertirlas en elementos definidores de la finalidad fundamental del contrato dado que la
actividad personal del actor se revela como predominante y no se demostró que éste fuera
titular de una organización empresarial propia. Además, la renuncia al concreto ejercicio por
parte del empleador de los poderes de organización, dirección y disciplinario no puede ser
invocado para calificar como autónomo el vínculo jurídico con el trabajador ausente (del voto
del Dr. Zas, en mayoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fleteros. Inscripción en la AFIP como monotributista. Principio de “primacía de la
realidad”.
No altera la calificación de la relación jurídica, el hecho de que el actor estuviera inscripto en
la AFIP como monotributista en la actividad de transporte de carga puesto que, en mérito al
principio de “primacía de la realidad” debe estarse a la verdadera situación creada en los
hechos más que a los aspectos formales. Tampoco constituye un requisito relevante para la
24
existencia de una relación laboral dependiente la ausencia de exclusividad en la prestación
de servicios por parte del trabajador (del voto del Dr. Zas, en mayoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fletero. Participación diaria en la organización de quien contrata el servicio de
transporte.
Dado que el actor no era contratado en forma aislada cuando la demandada tenía una
necesidad de transporte sino que todos los días participaba de un método de organización
previsto y puesto en funcionamiento por la accionada consistente en que los transportistas
se presentaran en un horario determinado a cargar la mercadería para repartir a clientes de
aquélla y cumpliendo las pautas establecidas por ésta, ello muestra que el demandante
enajenó una extensa porción de su tiempo a favor del proceso organizado por la accionada
(del voto del Dr. Maza, en mayoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Notas de dependencia.
El hecho de que la unidad de transporte sea de propiedad del actor o que éste haya asumido
los costos de mantenimiento o reparación no le quita a la relación el carácter laboral que
emerge de las restantes notas de dependencia (del voto del Dr. Maza, en mayoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González) En el mismo sentido,
SII Expte Nº 26.282/03 Sent.95.093 29/6/07 “Muriel, Rodolfo M. c/Parmalat Argentina S.A”
(Maza – Pirolo – González).
Fletero. Propietario del vehículo. Desconocimiento del contenido de la carga que
transportaba.
Resulta insuficiente a fin de considerar “empresario” al actor que éste fuera propietario de
una camioneta de poco porte cuando no se demostró que aquél contara con una
organización de medios materiales, inmateriales y personales dado que no se acreditó que
contara con personal en relación de dependencia ni que prestara con dicho vehículo
servicios a favor de otros clientes más allá de que aquél desconocía el contenido de la carga
transportada lo que denota la ausencia de responsabilidad por los elementos transportados
que no puede faltar en un contrato de transporte, instrumento que, por otra parte, tampoco
se acompañó (del voto de la Dra. González, integrante de la mayoría)
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González)
Fletero. Inscripción en la AFIP y extensión de facturas. No demostración del carácter
de empresario.
El hecho de que el actor se encontrara inscripto en la AFIP como trabajador autónomo y que
extendiera facturas por sus trabajos de carga, descarga y ubicación, no demuestra siquiera
mínimamente su carácter de empresario.
CNAT SII Expte N° 35.369/07 Sent. 97.077 7/9/09 “Cáceres, Juan Carlos c/Vincent, Federico
Edgardo s/despido” (Maza – Pirolo)
Fletero. Inserción en una organización empresaria. Sujeción al control y dirección del
demandado.
Es evidente que el accionante con su trabajo personal fue un medio necesario para que el
demandado cumpliera su objetivo, encontrándose inserto en una organización empresaria
que le era ajena, en la cual ponía a disposición su capacidad laboral y se sometía al control y
dirección – actual y potencial – del accionado.
CNAT SII Expte N° 35.369/07 Sent. 97.077 7/9/09 “Cáceres, Juan Carlos c/Vincent, Federico
Edgardo s/despido” (Maza – Pirolo)
Fletero. Facturación con incrementos en forma mensual. Responsabilidad de la
demandada por el hurto de la mercadería.
Más allá de que la demandada haya sostenido que el actor se desempeñaba como fletero
independiente y que tenía su propia empresa, lo cierto es que aquél le facturaba por sus
servicios con una periodicidad mensual y con una tendencia sostenida de incrementos
mensuales de esos montos, lo que resultaba más ajustado a una pauta de remuneración que
a un sistema de facturación de fletes. Además, no se entiende por qué razón si el actor era
un fletero independiente, confeccionaba las facturas mensuales en lugar de facturar y cobrar
por cada servicio prestado ni tampoco se logra explicar por qué razón si el actor era un
empresario, era la accionada quien se hacía cargo en caso de hurto de la mercadería
transportada.
CNAT SVI Expte N° 6.390/07 Sent.61.635 23/10/09 “Antón, José c/Expreso Santa Rosa
S.A. s/despido” (Fontana – Fernández Madrid).
Fletero. Prestaciones efectuadas bajo las órdenes e instrucciones de la demandada.
Corresponde tener por acreditada la existencia de una relación de dependencia entre las
partes dado que la demandada no logró demostrar que el actor fuera titular de una empresa
familiar y que prestara servicios como autónomo contando con otra clientela, mientras que el
accionante, por el contrario, logró demostrar que la prestación de servicios que desarrolló
25
para la accionada gozó de las notas propias de la dependencia, en especial, en lo que hace
a la puesta a disposición del empleador, y al estar sometido a las órdenes e instrucciones
emanadas del mismo, como también a su poder disciplinario (conf. arts. 21, 22, 23, 64 ,65,
67 y concs. L.C.T).
CNAT SVI Expte N° 6.390/07 Sent.61.635 23/10/09 “Antón, José c/Expreso Santa Rosa
S.A. s/despido” (Fontana – Fernández Madrid).En el mismo sentido, CNAT SVI Expte N°
29.340/06 Sent.61.655 28/10/09 “Missart, Luis María c/Salmson Argentina S.A. y otro
s/despido” (Fontana – Fernández Madrid).
Fletero. Utilización del logo de la empresa en la ropa y el vehículo del transportista.
Una circunstancia fáctica adicional que refuerza la idea de que el actor no se comportó en el
tiempo enajenado a favor de Parmalat como un transportista autónomo, es que exhibía en su
ropa blanca reglamentaria el logo de dicha empresa así como también el vehículo portaba
esa identificación. Y, si bien existe una resolución del SENASA que exige al transportista de
productos lácteos el uso de ropa reglamentaria, en modo alguno esa resolución exige el uso
del logotipo de una empresa comercial (del voto del Dr. Maza, en mayoría).
CNAT SII Expte Nº 26.282/03 Sent.95.093 29/6/07 “Muriel, Rodolfo M. c/Parmalat Argentina
S.A” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Existencia de relación de dependencia regida por el art. 31 L.C.T.
La relación que vinculó a las partes fue de carácter laboral en atención a lo dispuesto en el
art. 31 L.C.T dado que, si bien el actor realizaba el transporte de productos lácteos, primero
se lo contrató bajo la forma de un contrato comercial luego mediante su inscripción como
dependiente y finalmente, bajo la primer figura mencionada pero no se produjo ningún
cambio de tareas que hubiera justificado semejante alteración en las condiciones
contractuales.
CNAT SI Expte N° 8.589/03 Sent.83.654 13/6/06 “González, Alfonso c/ Danone S.A. y Otros
s/despido” (Vilela - Puppo).
Fletero. Subordinación económica y jurídica.
El fletero puede ser un empresario autónomo con establecimiento propio y puede tener o no
dependientes a su cargo. Pero si está subordinado económica y jurídicamente a la empresa,
se encuentra sometido al control de horarios, debe seguir las instrucciones impartidas y
puede ser sancionado por sus incumplimientos, el vínculo entre los fleteros y la empresa es
de carácter laboral dependiente.
CNAT SVII Expte N° 36.620/07 Sent.42.148 30/9/09 “Gutiérrez, Sergio Aníbal c/ Dispromed
Comercial SRL y otros s/ despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo).
Fleteros. Onerosidad de la prestación. Relación laboral tipificada por la L.C.T.
El simple acuerdo, incluso presunto, sobre la prestación onerosa de trabajo subordinado fija
imperativamente el tipo legal (relación de trabajo), cualquiera haya sido el acuerdo de partes.
Si el transportista se inserta en una organización empresaria ajena, aun utilizando un
vehículo propio, y cumple servicios personales en funciones y actividades normales
continuas y reiteradas su vinculación será siempre laboral dado que estas circunstancias y la
onerosidad de la prestación configuran el negocio contractual en los términos de los arts. 21,
22 y concs. de la L.C.T.
F.G., Dictamen Nº 43.699 08/06/2007 Sala V Expte N° 26.367/02 “Coniglio Luis Daniel y
otros c/ KCK Tissue S.A. y otro s/ Despido”. Dr. Eduardo O. Álvarez.
III. Ausencia de relación de dependencia.
Fletero. Ausencia de subordinación.
El reclamante no estaba sometido a un control horario, no debía seguir instrucciones,
directivas ni se encontraba subordinado bajo la órbita de la demandada sino que mantenía la
independencia de su conducta personal sin estar sujeto de manera alguna al mecanismo de
la empresa, por lo que no se evidencia la existencia de subordinación económica, técnica ni
jurídica, aspectos éstos que son notas típicas de una relación de dependencia (conf. art. 21
LCT).
CNAT SX Expte N° 35.879/08 Sent. 17.406 26/4/2010 « Galván, Sergio Claudio José
c/Juegos y Juguetes S.R.L. y otro s/despido” (Corach - Stortini).
Fletero. Ausencia de subordinación.
Si bien es cierto que la circunstancia de ser propietario del vehículo, hacerse cargo de los
gastos de mantenimiento, nafta y seguro no son decisivos al momento de juzgar casos como
el presente, y que tampoco lo es la circunstancia de que el accionante se encontrase
inscripto como autónomo, tales elementos, sumados a las circunstancias propias de la causa
y a la falta de prueba por parte del demandante de haber estado sometido a directivas
expresas de su contraria, al poder disciplinario y de control de la misma, o a una
dependencia económica, técnica y jurídica, dan cuenta del carácter independiente de la
actividad como fletero, puesto que podía realizar dicha actividad tanto para la demandada
como para otras empresas.
CNAT SX Expte N° 35.879/08 Sent. 17.406 26/4/2010 « Galván, Sergio Claudio José
c/Juegos y Juguetes S.R.L. y otro s/despido” (Corach - Stortini).
26
Fletero. Contratación de seguridad satelital por la empresa a fin de asegurar su
mercadería.
Si bien la demandada contrató a su costo el sistema de seguridad satelital de traslado, dicha
contratación fue efectuada para distintos fleteros que la empresa contrataba, lo que
demuestra que dicho sistema fue adquirido con la finalidad de proteger la mercadería de la
empresa requerida que era transportada en los vehículos contratados para el transporte de
la misma.
CNAT SX Expte N° 35.879/08 Sent. 17.406 26/4/2010 « Galván, Sergio Claudio José
c/Juegos y Juguetes S.R.L. y otro s/despido” (Corach - Stortini).
Fleteros. Relación autónoma.
Si el actor realizaba la entrega de mercadería de la demandada en un camión de su
propiedad - puesto que la empresa carecía de vehículos destinados a tal función- , se hacía
cargo de los gastos del vehículo, se encontraba inscripto en la AFIP en la actividad de
transporte de carga desde el año 1992 y con posterioridad a la fecha del distracto invocado,
tenía más de un rodado bajo su égida y la accionada no cubría gastos de nafta ni seguros de
los vehículos, es evidente que su actividad era autónoma (del voto de la Dra. García
Margalejo, en minoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fleteros. Razonabilidad en la imposición de condiciones por la demandada para la
realización del trabajo.
Si bien el actor comenzaba su jornada de acuerdo al horario de labor del sector expedición,
su prestación era habitual, cumplía su tarea de acuerdo a la hoja de ruta e indicaciones
dadas, realizaba los repartos a clientes de la demandada y recibía a cambio pagos de
regularidad quincenal liquidados conforme horas de flete, estas circunstancias no resultan
definitorias de la existencia del vínculo laboral, puesto que resulta razonable que la firma,
como dueña de la carga de mercadería a ser repartida a sus clientes, estableciera ciertas
condiciones para su realización, más allá de que se tratase de choferes bajo su dependencia
o transportistas independientes con sus propios vehículos. Una empresa puede exigir a sus
proveedores – de diverso tipo – el cumplimiento de determinados recaudos, sin que ello
convierta a los segundos indefectiblemente en empleadores de la primera (del voto de la
Dra. García Margalejo, en minoría).
CNAT SV Expte N° 4.108/08 Sent. 72.739 18/6/2010 « Anselmo, Rubén Oscar c/ Fras Le
Argentina S.A. s/despido” (García Margalejo - Zas – Fernández Madrid.)
Fletero. Características empresariales. Actividad independiente.
La asunción de riesgos por parte del fletero y el pago de los gastos inherentes a su actividad
(entre ellos, los relativos al mantenimiento y seguro del vehículo), configuran una actividad
independiente con características empresariales. Ello, sin perjuicio de que el accionante
tuviera que cumplir un horario determinado, así como que su tarea fuera controlada, no
significa que exista un vínculo laboral puesto que en cualquier servicio que se realice entre
dos personas o entidades debe precisarse el modo en que las mismas deben realizarse.
CNAT SI Expte N° 1880/05 Sent. 83.727 14/7/06 « Fernández, Jorge José c/ COTO C.I.C.
S.A. y Otro s/ despido » (Vilela – Puppo).
Fletero. Asunción de gastos del vehículo de su propiedad.
La circunstancia de que el demandante se hiciera cargo de todos los gastos del vehículo de
su propiedad, ya sea de mantenimiento – reparaciones y combustible – o del pago de
impuestos y póliza de seguro si bien por sí solo no es determinante para aventar la
existencia de un contrato de trabajo, resulta relevante puesto que el capital que representa
un vehículo automotor dedicado a realizar transportes, y el mantenimiento de gastos que
genera su uso cotidiano (accidentes, deterioro, infracciones de tránsito, etc.) implica
objetivamente un riesgo considerable, que cabe reputar propio de la actividad o servicio
prestado por el actor, y por tanto ajeno a la accionada (del voto del Dr. Pirolo, en minoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Itinerarios preestablecidos por la receptora del servicio en orden a su
organización empresarial.
Si bien al actor se le asignaba una ruta con itinerarios preestablecidos, esta circunstancia no
es decisiva para tipificar una relación dependiente, ni lo es que el transportista haya tenido
que concurrir a una cierta hora, ni que estuviese sujeto a ciertas pautas procedimentales
porque todo ello es inherente a un mínimo orden de organización empresaria y es propio
también de otros contratos comerciales (del voto del Dr. Pirolo, en minoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González). En el mismo sentido,
SII Expte Nº 26.282/03 Sent.95.093 29/6/07 “Muriel, Rodolfo M. c/Parmalat Argentina S.A”
(Maza – Pirolo, en minoría – González).
Fletero. Transporte de productos lácteos como servicio esencial.
En el caso, el objeto esencial del servicio contratado al accionante era, esencialmente, el
transporte mismo de los productos lácteos comercializados por la accionada y no la
disponibilidad de su capacidad de trabajo, porque es obvio que lo imprescindible en orden a
27
la necesidad que intentaba cubrir la demandada, era contar con un vehículo para el reparto y
no con la prestación personal de aquél (del voto del Dr. Pirolo, en minoría)
CNAT SII Expte Nº 26.282/03 Sent.95.093 29/6/07 “Muriel, Rodolfo M. c/Parmalat Argentina
S.A” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Directivas impartidas según relaciones comerciales.
No existe impedimento natural ni jurídico para que una empresa subcontrate la entrega de
mercaderías, bultos u objetos a sus clientes con uno o con varios empresarios dedicados al
transporte. El hecho de que el transportista, para ingresar al establecimiento de la accionada
para retirar los elementos a repartir, quedara sujeto a ciertas directivas que pudieran
impartírsele (v.gr. franjas horarias), no traduce ninguna evidencia favorable a la posición del
demandante porque es dable apreciar que en un sinnúmero de relaciones comerciales una
empresa contrata servicios de otra y, dichos servicios, a pesar de estar a cargo de la
contratada, se llevan a cabo con intervención directa de personal vinculado a la contratante.
(del voto del Dr. Pirolo, en minoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Calidad de empresario.
Cabe calificar al actor como empresario (aun cuando fuera pequeño) dedicado al transporte
de cargas, pues auto-organizaba económica y jurídicamente su actividad. En el caso, no
probó que su prestación haya estado sujeta a un verdadero poder de dirección y
organización ajeno. Además, contaba con un vehículo cuyo mantenimiento y reparación
estaban a su cargo, corría con los riesgos propios de su actividad, no configurándose la
típica nota de ajenidad que caracteriza a toda relación dependiente (del voto del Dr. Pirolo,
en minoría).
CNAT SII Expte N° 35.120/08 Sent. 98.274 16/7/2010 “Pacchiani, Osvaldo c/ Organización
Coordinadora Argentina S.R.L. s/despido” (Maza – Pirolo – González).
Fletero. Plan de trabajo de la empresa que contrata el servicio. Actividad
independiente.
No son decisivas para tipificar una relación laboral subordinada el hecho de que el fletero
debiera presentarse a una hora determinada para efectuar la carga, que fuera controlada por
el personal dependiente de la empresa, que recibiera una cartilla de clientes, que las
entregas se realizaran a empresas determinadas, pues ello sólo acredita la existencia de un
lógico ordenamiento de tareas dentro de un plan de trabajo de la empresa, perfectamente
compatible con una actividad independiente, tal como lo ha sostenido el Alto Tribunal.
CNAT SX Expte N° 13.086/07 Sent.16.906 17/9/09 « Bustos, Juan Miguel c/ La Cachuera
S.A.s/despido” (Stortini – Corach).
7) Promotores
Promotora de AFJP. Existencia de contrato de trabajo con cada una de las
codemandadas.
Dado que el actor fue contratado por Consolidar A.F.J.P. S.A. para desempeñarse a tiempo
completo y que las restantes codemandadas le hicieron firmar contratos bajo la modalidad
de tiempo parcial regulada por el art. 92 ter L.C.T invocando la existencia de un grupo
económico, se concluye que ante la contradicción que genera la invocación de las
modalidades contractuales mencionadas, en el caso existió un contrato individual con cada
una de ellas, dado que la previsión de tal independencia de relaciones aparece contemplada
por las accionadas en el “Acuerdo de Colaboración Empresaria” suscripto.
CNAT SIX Expte 27.789/03 Sent. 15.191 26/11/08 “Larroza, Stella Maris c/Consolidar
A.F.J.P. S.A. s/despido” (Balestrini – Fera).
Promotora de laboratorio. Interposición de empresa eventual. Existencia de relación
laboral con el laboratorio.
La actora se relacionó en forma directa con el laboratorio demandado desde su inicio y, a
pesar de la posterior interposición de la empresa eventual, se mantuvieron las mismas
condiciones de labor. Dado que fue el laboratorio quien resultó beneficiario de la prestación
laboral como así también quien a través de un empleado jerárquico le impartía las
instrucciones de trabajo, daba las órdenes y abonaba los salarios a la demandante, se
concluye que la accionante laboró en forma exclusiva para el laboratorio.
CNAT SX Expte 12.779/07 Sent. 17.682 11/8/2010 “Furman, Nora Viviana c/ Dinamic S.R.L.
de Servicios Empresarios y otros s/despido” (Corach – Stortini).
Actividad desplegada como viajante de comercio y no como promotor de ventas.
La actividad del actor consistía básicamente en levantar pedidos mediante el uso de la
computadora (“palm”); es decir, visitaba a los clientes de la demandada, ofrecía los
productos que ella comercializaba y concertaba el negocio correspondiente, circunstancias
que permiten encuadrar su actividad en las normas de la ley 14.546. Ello, sin perjuicio de
que la accionada asignara a los vendedores el nombre de “promotores de venta” (conf. art. 2
de la citada ley).
CNAT SIV Expte N° 6.806/07 Sent. 94.654 22/04/2010 «Cárdenas, Ariel Eduardo c/
Cervecería y Malhería Quilmes S.A s/despido” (Guisado – Zas – Ferreirós).
28
8) Profesiones liberales
I. Generalidades.
Profesiones liberales. Habitualidad y continuidad.
El ejercicio de una profesión liberal no es obstáculo para que se perfeccione un contrato de
trabajo si las tareas tienen habitualidad y continuidad, con incorporación a una organización
de trabajo que le es ajena a quien las presta.
CNAT SVII Expte N° 24.834/08 Sent. 42.771 24/6/2010 « Gallini, Ana María c/ P.A.M.I
Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/Certificado de
Servicios” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo).
Profesiones liberales. Aplicación de la presunción del art. 23 L.C.T.
Dado que el texto del art. 23 de la Ley de Contrato de Trabajo no efectúa ninguna distinción,
afirmar que la presunción en él contenida no se aplica a los profesionales universitarios,
carece de asidero normativo (del voto del Dr. Capón Filas, integrante de la mayoría).
CNAT SVI Expte Nº 50.223/93 Sent.45.124 23/8/96 “Frack, Sonia B. y otros c/Sanatorio
Güemes S.A.s/despido” (Morando – Capón Filas – Fernández Madrid).
II. Configuración de relación laboral.
Licenciado en Seguridad e Higiene. Fuerza laboral incorporada a una organización
ajena.
En el caso, cabe concluir que las partes se encontraban vinculadas mediante un contrato de
trabajo puesto que el actor incorporó orgánicamente su fuerza laboral para permitir el
funcionamiento de una organización ajena para el logro de los fines de ésta, especialmente
si dicha empresa se dedica a brindar servicio de limpieza a otras empresas y
establecimientos industriales y requiere necesariamente de una persona encargada, no sólo
de capacitar al personal respecto de las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo,
sino también de verificar que tales pautas sean cumplimentadas en el marco de las
previsiones que emanan de la Ley de Riesgos del Trabajo y sus normas reglamentarias (del
voto de la Dra. Vázquez, en mayoría).
CNAT SVIII Expte N° 16.529/06 Sent.35.881 4/3/09 “Pantano, Sergio Fabián c/Limpia 2001
S.A. s/despido” (Vázquez – Morando - Catardo).
Kinesiólogo. Prestación de tareas en un club de fútbol.
En el caso, el actor prestó servicios como kinesiólogo del plantel profesional de 1° división
del Club Racing, estaba abocado al diagrama de entrenamientos, concentraciones, partidos
oficiales nacionales e internacionales que disputaba dicho plantel profesional, ya sea cuando
participaba del torneo local o de los internacionales, cumplía sus tareas en los mismos días y
horarios asignados al plantel profesional y el tiempo de servicio que requería su prestación
prácticamente lo llevaba a estar en forma exclusiva y permanente a disposición de los
accionados. Es decir que el accionante, en la prestación de sus tareas estaba inserto, como
medio personal, en una organización empresaria ajena como eran los demandados, sin
asumir riesgo alguno y prestaba un servicio full time para aquéllos, ya que estaba a
disposición del plantel profesional representante del club social demandado y gerenciado por
la codemanada Blanquiceleste S.A. (del voto de la Dra. Vázquez, en mayoría).
CNAT SVIII Expte N° 12.092/07 Sent.35.491 30/9/08 “Rojas, Esteban Oscar c/Blanquiceleste
S.A. y otro s/despido” (Vázquez – Morando - Catardo).
Kinesiólogo. Prestación de tareas en un club de fútbol.
No se advierte la existencia de un vínculo autónomo e independiente en la prestación de
servicios del actor (kinesiólogo del plantel de fútbol profesional) ya que la exclusividad de
hecho y disposición que aquel tenía en la organización y dirección de las demandadas, en
cuanto al seguimiento del diagrama que cumplía junto al plantel profesional, excluye aquella
hipótesis. Asimismo, resulta irrelevante la circunstancia de que el accionante haya emitido
facturas por las tareas cumplidas ya que no es la forma lo que califica el vínculo contractual
sin o el comportamiento y las prestaciones cumplidas por estas en la ejecución del contrato.
Por ello, teniendo en cuenta el "principio de primacía de la realidad" y su proyección sobre
las circunstancias fácticas, se concluye que entre las partes medió un contrato de trabajo
subordinado en los términos de la LCT (del voto de la Dra. Vázquez, en mayoría).
CNAT SVIII Expte N° 12.092/07 Sent.35.491 30/9/08 “Rojas, Esteban Oscar c/Blanquiceleste
S.A. y otro s/despido” (Vázquez – Morando - Catardo).
Médico pediatra. Prestación de servicios personales en una organización empresaria
ajena.
Al existir una prestación de servicios personales enmarcada en el engranaje de una
organización empresaria ajena, una incorporación orgánica, estable y continuada debe
considerarse que las partes se encontraban unidas por un contrato de trabajo dado que la
actividad de la demandada consiste en prestar servicios de asistencia médica y el galeno
actor cumplía sus tareas como médico pediatra con especialidad en cirugía y de este modo,
se encontraba integrado a la empresa, junto con otros medios personales y materiales para
el logro de sus fines.
29
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Exclusividad no convenida.
Que el médico haya facturado “honorarios”, que haya guardado silencio u omitido reclamos
durante el transcurso de la casi treintañal relación o bien que de manera concomitante
hubiese podido prestar servicios a favor de otras personas de manera independiente o
realizado actividades autónomas para su propio provecho en el mismo intervalo temporal, no
modifica la índole laboral del vínculo dado que la exclusividad no es una nota esencial del
contrato de trabajo, mucho menos en la medicina, si no se la convino.
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).En el mismo
sentido, CNAT SVIII Expte N°27.277/03 Sent.34.552 30/10/07 “Brandi, Andrea María
c/Paramedic Emergencias Médicas S.A. s/despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Retribución fijada en porcentajes según rendimiento del trabajo.
El hecho de que la retribución hubiese podido ser fijada en porcentajes calculados sobre las
sumas facturadas por las intervenciones quirúrgicas o la atención de pacientes practicadas
de manera personal y directa con el hospital, no enerva calificar al vínculo como laboral
pues, el rendimiento en el trabajo es una de las formas posibles de cuantificación salarial
(conf. art. 104 L.C.T).
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Nivel de profesionalidad.
No modifica la cualidad de laboral de la relación el hecho de que no se haya configurado una
subordinación técnica, dado que es impensable en estos altos niveles de profesionalidad, o
bien, por la misma razón, que estuviere ausente el tradicional control horario y que, en
contraste, fuese ostensible la mayor libertad en la oportunidad de la prestación.
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Contratación de seguro por mala praxis.
No constituye un obstáculo para caracterizar al vínculo como laboral, la circunstancia de que
los médicos contraten seguros para sufragar eventuales indemnizaciones por mala praxis,
porque esta práctica de aseguramiento es una constante en todo profesional de la medicina,
especialmente la quirúrgica, sea trabajador dependiente o autónomo, porque tanto en un
caso como en el otro, junto a la responsabilidad del establecimiento de salud, concurre la del
galeno.
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Necesidad de integrar una estructura hospitalaria para el ejercicio de
la profesión.
En los tiempos actuales, cualquier médico necesita estar integrado a una estructura
hospitalaria para poder ejercer su profesión. Y esto es así, particularmente en especialidades
como la que ejerce el actor, cirugía de infantes, dado que es esencial contar con tecnología
compleja de diagnóstico y tratamiento pues, sin esa infraestructura, por regla inalcanzable
para el profesional individual en razón de sus costos, es imposible la práctica de la medicina
moderna.
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médico pediatra. Inclusión en el staff del establecimiento hospitalario.
La mera pertenencia de un profesional de excelencia al staff que promociona un
establecimiento hospitalario, aunque su prestación disminuya o no se mantenga con
asiduidad, sumada a la atención habitual de consultorio y siempre abierta la opción de su
consulta o supervisión efectiva aún por vía telefónica, constituye en la actividad médica, la
prestación de un servicio personal que no hay razón, ni jurídica ni fáctica, para presumirse
mutada a independiente o autónoma, cuando a lo largo de más de dos décadas abrevó en
una conexión dependiente y subordinada.
CNAT SVIII Expte N° 6.569/06 Sent.34.501 10/10/07 « Iñon, Alberto Eduardo c/ Sociedad
Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ despido” (Vázquez – Catardo).
Médica especialista en nutrición. Presunción art. 23 L.C.T.
El hecho de que la actora haya prestado servicios profesionales como médica especialista
en nutrición a favor de la demandada, constituye uno de los elementos que habilita la
presunción del art. 23 LCT, aun cuando quien preste servicios sea un profesional, dado que
la ley no distingue al respecto. Además, la realización de labores en relación de dependencia
dentro de hospitales y otros nosocomios por parte de profesionales del arte de curar, dista
de ser no habitual y, si no se trata de labores cumplidas en el propio consultorio particular,
no se advierten razones de peso para apartarse de la presunción referida.
CNAT SV Expte N° 27.408/05 Sent.71.450 30/3/09 « Godberg, Juana Fany c/ Total Médica
S.A.s/despido” (García Margalejo – Zas).
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Médica especialista en nutrición. Especialidad tenida en cuenta por el empleador a fin
de incorporar a la profesional a su plantel.
Si bien cuando se trata de trabajadores con conocimientos específicos del área que le
compete, como en el caso de los profesionales, suele faltarle fuerza a la nota de
dependencia técnica, presente en otros contratos de trabajo, ello no implica en modo alguno,
que deba descartarse la existencia de una relación laboral, porque justamente esa
capacidad de desenvolverse con independencia dentro del marco del área específica
determinada por su especialidad (en el caso, en nutrición) o sus conocimientos, es uno de
los extremos tenidos en cuenta por el empleador a la hora de incorporar a su plantel a este
tipo de profesionales.
CNAT SV Expte N° 27.408/05 Sent.71.450 30/3/09 « Godberg, Juana Fany c/ Total Médica
S.A.s/despido” (García Margalejo – Zas). En el mismo sentido, CNAT SVII Expte N°
27.603/07 Sent.42.420 30/12/09 « Baini, José Luis c/ P.A.M.I Instituto Nacional de Servicios
Sociales para Jubilados y Pensionados s/despido” (Rodríguez Brunengo – Ferreirós)
Médico coordinador. Aplicación presunción art. 23 L.C.T.
La circunstancia de que el actor fuese un profesional de la medicina universitario no obsta a
la aplicación de la presunción contenida en el art. 23 L.C.T pues las mentadas y tradicionales
profesiones liberales han sufrido sensibles modificaciones en su desenvolvimiento e
inmersión en el cambio social, pudiendo afirmarse que la excepcionalidad que antes se
asignaba al desempeño como dependiente de personas con esa capacitación o habilitación,
hoy ya es un fenómeno común, por lo que la sola circunstancia de que el accionante sea un
profesional del arte de curar no permite inferir, por esa sola condición, que no haya podido
estar bajo las órdenes de la demandada. .
CNAT SII Expte N° 22.525/06 Sent. 97.142 21/9/09 “Hornes, José Marcelo c/ Iarai S.A. y
otros s/ despido” (Maza – González). En el mismo sentido, CNAT SII Expte N° 32.786/08
Sent. 98.077 31/5/2010 « Lobo, Lorenzo Martín c/ Obra Social Personal de Seguridad
Comercial, Industrial e Investigaciones Privadas OSPSCHIIP s/ despido» (González –
Pirolo); CNAT SX Expte 25.420/08 Sent. 17.630 14/7/2010 “Mille Hebe Haydée c/ Aerolíneas
Argentinas S.A. s/despido” (Stortini – Corach); CNAT SX Expte 21.514/06 Sent. 17.674
9/8/2010 “Gilardi, Leonardo c/ Consolidar Salud S.A. y otros s/despido (Stortini – Corach)
Médico coordinador. Prestación de servicios personales e infungibles.
El contrato de trabajo prescinde de las formas frente a la evidencia incontrastable de los
hechos, por lo que ninguna relevancia tienen las manifestaciones que pudieren haber
realizado las partes de buena o mala fe para calificar sus relaciones, o incluso, el silencio
que el dependiente pudiera haber observado durante el curso de la relación. Ello, por cuanto
ni el lugar de trabajo, ni el cumplimiento de horarios, ni la falta de exclusividad u otra serie de
elementos netamente formales, resultan determinantes de la inexistencia de una relación
laboral cuando, como en el caso, se trata de la prestación de servicios personales e
infungibles a favor de otro, según sus órdenes e instrucciones y bajo su dependencia jurídico
– personal.
CNAT SII Expte N° 22.525/06 Sent. 97.142 21/9/09 “Hornes, José Marcelo c/ Iarai S.A. y
otros s/ despido” (Maza – González). En el mismo sentido, CNAT SII Expte N° 32.786/08
Sent. 98.077 31/5/2010 « Lobo, Lorenzo Martín c/ Obra Social Personal de Seguridad
Comercial, Industrial e Investigaciones Privadas OSPSCHIIP s/ despido» (González – Pirolo)
y CNAT SII Expte N° 10.938/07 Sent. 96.553 3/4/09 « Rodríguez, Greta c/ Sistema Nacional
de Medios Públicos S.E. s/ despido » (González – Maza.).
Médico coordinador. Inscripción en la AFIP. Facturación. Falta de acreditación del
carácter de empresario o profesión liberal en la prestación de servicios.
Si bien el actor se hallaba inscripto en la AFIP como trabajador autónomo y extendía facturas
por sus trabajos profesionales, no se logró demostrar siquiera mínimamente, el carácter de
empresario o “profesional liberal” de quien prestara el servicio. Además, para que se
configure la relación laboral no se requiere que las prestaciones deban efectivizarse todos
los días, pudiendo por el contrario configurar la relación un contrato de trabajo de carácter
permanente y con prestaciones periódicas. Lo significativo es que ambas partes se obliguen
recíprocamente a poner su capacidad de trabajo y a recibirla en determinadas fechas ya sea
durante algunos días de la semana o del mes, dado que la sola circunstancia de que le
trabajador preste servicios algunos días de la semana no lleva a merituar que su prestación
no tenga carácter laboral, ya que tal modalidad no figura en las previsiones de la Ley de
Contrato de Trabajo como demostrativa de la inexistencia de un contrato de trabajo.
CNAT SII Expte N° 22.525/06 Sent. 97.142 21/9/09 “Hornes, José Marcelo c/ Iarai S.A. y
otros s/ despido” (Maza – González).
Médico coordinador. Inserción en una organización empresarial ajena.
Dado que la accionada no produjo prueba que permita siquiera inferir que el actor
concurriera cuando él decidía (en los días u horarios que le convenían) o que no se hallara
sometido a las indicaciones y contralor de la demandada en cuanto a la forma de organizar
el cumplimiento de las prestaciones que se llevaban a cabo en terapia intensiva, tampoco
indicó haber acreditado, por ejemplo, que el pretensor se reservase el derecho de elegir los
pacientes que atendería en el nosocomio de la apelante o que pudiese negarse a atender a
alguno de los afiliados de aquélla, se concluye que la prestación de servicios que efectuó a
su favor el actor se realizó en el marco jurídico de un contrato de trabajo. Esto es así por
31
cuanto es evidente que el accionante con su trabajo personal era un medio necesario para
que la demandada cumpliera su objetivo (prestación médica, atención de pacientes
enfermos y/o internados de la obra social) encontrándose inserto en una organización
empresaria que le era ajena, en la cual ponía a su disposición su capacidad laboral,
sometiéndose al control y dirección – actual y potencial – de la empresa (conf. arg.arts.4, 5,
21, 23, 25,26 y conc. de la ley de contrato de trabajo).
CNAT SII Expte N° 22.525/06 Sent. 97.142 21/9/09 “Hornes, José Marcelo c/ Iarai S.A. y
otros s/ despido” (Maza – González).
Médico. Colaboración permanente.
El ejercicio de una profesión liberal llega a constituir un verdadero contrato de trabajo
cuando se desarrolla como función de colaboración permanente, con vínculo continuado y
evidente jerarquización, obligándose al profesional a acatar y cumplir órdenes del
empleador, aunque no exista dependencia técnica y sin que tenga relevancia el hecho de
calificar como honorarios a las periódicas entregas de dinero efectuadas por el principal.
CNAT SX Expte N°21.514/06 Sent. 17.674 9/8/2010 “Gilardi, Leonardo c/ Consolidar Salud
S.A. y otros s/despido (Stortini – Corach – Fera).
Médico. Imposibilidad de seleccionar pacientes. Ingresos percibidos según valores
impuestos por la demandada.
Dado que el accionante no contaba con la libertad de seleccionar a sus pacientes y toda vez
que percibía sus ingresos conforme el valor establecido por el instituto, ello revela de modo
innegable, el ejercicio del poder de dirección y organización y la existencia de una relación
de dependencia. A lo que cabe agregar que la “exclusividad” no es una nota esencial para
tipificar un contrato de trabajo pues lo que interesa es determinar si el trabajador, cualquiera
sea el área en la que se desempeñe, realiza funciones y tareas tendientes al logro de los
fines de la entidad demandada, circunstancia que en el caso quedó debidamente acreditada.
CNAT SX Expte Nº 21.514/06 Sent. 17.674 9/8/2010 “Gilardi, Leonardo c/ Consolidar Salud
S.A. y otros s/despido (Stortini – Corach- Fera). En el mismo sentido, CNAT SX Expte Nº
11.402 Sent. 16.503 12/3/09 “Slupski, Viviana Sylvia c/Aletheia Sud S.A. y otro s/despido”
(Stortini – Balestrini) y CNAT SX Expte N° 8.708/07 Sent.16.656 28/5/09 “Santa María, María
Pía c/Swiss Medical S.A. s/despido” (Corach – Stortini).
Médica psicóloga. Actividad necesaria para la prestación de salud a afiliados de la
obra social.
Si la actora fue contratada para cumplir personalmente (art. 37 L.C.T) una actividad
necesaria para el desarrollo de lo que la demandada tiene por objeto esencial (prestación del
servicio de salud a los afiliados de la obra social), esta circunstancia denota la existencia de
un vínculo laboral dependiente.
CNAT SX Expte N° 8.123/08 Sent.16.409 28/11/08 « Store, Luciana Leticia c/ Obra Social
del Personal de Seguridad OSPSIP s/despido” (Stortini – Corach).
Médico de guardia. Servicios dependientes propios de la actividad del empleador.
Las labores desempeñadas por los médicos de guardia de una institución prestadora de
servicios médicos, se encuentran comprendidas en el art. 21 de la Ley de Contrato de
Trabajo cuando se trata de servicios dependientes propios de la actividad del empleador, en
beneficio de éste, retribuidos y efectuados dentro del ámbito del sanatorio (del voto del Dr.
Fernández Madrid, integrante de la mayoría).
CNAT SVI Expte Nº 50.223/93 Sent.45.124 23/8/96 “Frack, Sonia B. y otros c/Sanatorio
Güemes S.A. s/despido” (Morando – Capón Filas – Fernández Madrid).
Médico de guardia. Inserción en una organización empresaria.
Los médicos de guardia de una institución prestadora de servicios médicos se encuentran
insertos en la organización empresaria, prestan servicios acordes con el fin económico de la
empresa, que constituye un servicio necesario de la explotación (del voto del Dr. Fernández
Madrid, integrante de la mayoría).
CNAT SVI Expte Nº 50.223/93 Sent.45.124 23/8/96 “Frack, Sonia B. y otros c/Sanatorio
Güemes S.A.s/despido” (Morando – Capón Filas – Fernández Madrid).
Médico de guardia. Circunstancias que no obstan al reconocimiento de la relación
laboral.
El silencio de los actores no tiene ninguna gravitación para establecer la naturaleza de la
relación y tampoco deben considerarse gravitantes la forma de pago o la denominación que
las partes le hayan dado porque, precisamente, éstas son las formas a través de las cuales
se implementa el fraude (del voto del Dr. Fernández Madrid, integrante de la mayoría).
CNAT SVI Expte Nº 50.223/93 Sent.45.124 23/8/96 “Frack, Sonia B. y otros c/Sanatorio
Güemes S.A.s/despido” (Morando – Capón Filas – Fernández Madrid).
Médico de cabecera de P.A.M.I Subordinación del profesional.
En el caso, el actor se desempeñaba como médico de cabecera del P.A.M.I; atendía en su
consultorio particular a los pacientes que el Instituto demandado le asignaba; realizaba
visitas domiciliarias a pacientes afiliados a la demandada; cobraba una suma fija por cada
paciente asignado por aquélla; no tenía libertad para fijar el horario de trabajo sino que, por
el contrario, era determinado por la demandada; debía permanecer a disposición del P.A.M.I.
durante el horario dispuesto por ésta, aún cuando no tuviera pacientes por atender; que las
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vacaciones debía solicitarlas por escrito, con una antelación no menor de treinta días y ser
autorizadas por la demandada y, en caso de enfermedad o en el supuesto de las
vacaciones, P.A.M.I les imponía como requisitos ser reemplazados por otro médico de
cabecera, también perteneciente a dicha institución. Asimismo, dicha institución les
entregaba a los médicos de cabecera un manual confeccionado por ella, donde constaban
las normativas para la atención de sus pacientes y puesto que el consultorio del médico de
cabecera, debía cumplir las características que P.A.M.I. les imponía, por ejemplo,
encontrarse ubicado en planta baja, poseer determinadas dimensiones físicas, etc., además
de que la accionada controlaba el cumplimiento de dichas normas, a través de auditores e
imponía sanciones y apercibimientos en caso de incumplimiento de lo allí establecido,
circunstancias todas ellas, entre otras, que evidencian que las partes se encontraban ligadas
por un vínculo de subordinación en los términos de los arts. 21, 22 y 23 L.C.T. Esto es así,
no obstante el régimen legal al que se encuentra sometida la accionada, en tanto lo esencial,
radica en la interrelación del Instituto accionado con los médicos de cabecera y la naturaleza
de la relación entablada, que en el caso, permiten calificar la prestación como de naturaleza
laboral.
CNAT SII Expte N° 12.601/08 Sent. N° 97.771 16/3/2010 « Mamberti, Jorge Eduardo
c/P.A.M.I. Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/despido”
(González – Maza).
Psicóloga y psiquiatra. Incorporación en una organización ajena.
La libertad en el ejercicio de la función de un profesional liberal (psicóloga y psiquiatra), deja
de ser tal cuando se incorpora a una organización ajena para cubrir una necesidad que es
propia de ésta (del voto del Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte Nº23.508/05 Sent.61.305 16/4/09 “Hanselmann, Luisa Elida y otro c/ Obra
Social del Personal de Dirección de las Empresas de la alimentación y demás actividades
empresarias s/despido” Fernández Madrid – Fontana – Rodríguez Brunengo). .
Psicóloga y psiquiatra. Subordinación económica sin importar el monto de sus
ingresos.
La subordinación económica no pasa por el monto de los ingresos del dependiente sino por
el hecho de trabajar para quien cuenta con los medios de producción, puesto que de otra
manera se alteraría el concepto de contrato de trabajo que sólo podría ser aplicado a los
trabajadores con remuneraciones suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias (del
voto del Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte Nº23.508/05 Sent.61.305 16/4/09 “Hanselmann, Luisa Elida y otro c/ Obra
Social del Personal de Dirección de las Empresas de la alimentación y demás actividades
empresarias s/despido” Fernández Madrid – Fontana – Rodríguez Brunengo). .
Admisor. Retribución de las tareas en forma regular y tarifada.
La tarea desempeñada en calidad de admisor, encargado de realizar un diagnóstico, indicar
el tipo de tratamiento recomendado y cantidad de sesiones necesarias que debe autorizar un
auditor médico, entregando planillas e informes, denota la existencia de una relación de
dependencia, máxime cuando las tareas eran abonadas en forma regular y tarifada (del voto
del Dr. Fernández Madrid, en mayoría).
CNAT SVI Expte Nº23.508/05 Sent.61.305 16/4/09 “Hanselmann, Luisa Elida y otro c/ Obra
Social del Personal de Dirección de las Empresas de la alimentación y demás actividades
empresarias s/despido” Fernández Madrid – Fontana – Rodríguez Brunengo). .
Cosmiatra y esteticista. Prestación de tareas en consultorio de cirujano plástico y
relacionadas con la actividad de éste.
La actora se desempeñó como cosmiatra y esteticista en los sucesivos consultorios del
accionado (cirujano plástico), atendiendo a los pacientes que éste le indicaba y los
tratamientos que ella realizaba tenían relación con las operaciones estéticas que efectuaba
el demandado, a pacientes que eran de él; se acreditó que la aparatología que usaba la
accionante era de aquél, quien además fijaba los precios de los tratamientos, los que eran
cobrados por su Secretaria. Estas circunstancias denotan la existencia de una organización
empresaria y por ende, los servicios prestados en forma personal por la accionante,
relacionados con los fines, mediatos o inmediatos que persiguió la empresa, deben
considerarse prestados bajo una relación de dependencia.
CNAT SVIII Expte N° 16.096/08 Sent. 35.963 13/3/09 “Forster, Susana Esther c/ Errea,
Francisco Gabriel s/ despido” (Catardo – Morando).
Licenciada en Servicio Social. Prestación de tareas en una asociación civil.
Realización de informes ambientales necesarios para que la asociación cumpla con su
función.
La actora demostró que se desempeñó como Licenciada en Servicio Social en la asociación
civil demandada, que cumplía un horario de trabajo determinado, que su prestación se
complementaba con los casos que aquélla le asignaba, que debía visitar a los penados en
su domicilio y practicar el informe ambiental correspondiente y que debía presentar a la
demandada al final del mes. También se acreditó que la accionante prestaba servicios en un
sector donde existía una organización jerárquica y si bien emitía facturas, los aportes como
contribuyente autónomo (monotributo) le eran devueltos por la accionada contra entrega del
ticket correspondiente. A su vez, para gozar del descanso anual debía pedir las vacaciones y
esperar que se las concedieran y pagaran, los días por enfermedad también le eran pagados
33
y semestralmente se le abonaban los aguinaldos bajo el rubro “bonificación especial”. Todas
estas circunstancias de hecho dejan entrever que la actora asumió el rol de medio personal
de una organización empresaria ajena y esta inserción orgánica, estable y continuada hace
que la calificación jurídica de la relación habida entre las partes sea la de dependiente;
máxime si se tiene en cuenta que la demandada necesitaba de los informes ambientales
confeccionados por la demandante para cumplir con su función.
CNAT SVIII Expte N° 23.412/06 Sent.34.736 28/12/07 « Amado, Martha Angélica c/
Patronato de Liberados de la Capital Federal Asoc. Civil s/despido” (Vázquez – Catardo).
Odontólogo. Asistencia y colaboración en la atención de pacientes.
De la prueba rendida surge que el actor prestó tareas en el consultorio que explotaba el
demandando, ya sea asistiendo o colaborando con él o bien atendiendo en el consultorio de
al lado, lo que sin lugar a dudas denota que el accionante prestó servicios para el accionado
bajo una típica relación de dependencia.
CNAT SII Expte N° 32.111/08 Sent. 98.093 3/6/2010 « Park, Kyu Seung c/ Nakasone, Pablo
s/despido » (González – Maza).
Odontólogo. Asistencia y colaboración en la atención de pacientes.
No obsta el derecho del accionante a ser reconocido como dependiente del reputado
empleador el hecho de que la prestación de tareas no haya sido en calidad de odontólogo
desde el principio del vínculo, dado que también cumplía funciones como asistente dentro
del consultorio, tareas que no requerían la habilitación de un título universitario.
CNAT SII Expte N° 32.111/08 Sent. 98.093 3/6/2010 « Park, Kyu Seung c/ Nakasone, Pablo
s/despido » (González – Maza).
Periodista. Presunción art. 23 L.C.T. Carácter intuito persona de la labor desarrollada.
La accionada no logró desvirtuar la presunción que establece el art. 23 L.C.T puesto que no
demostró que el actor prestara servicios a través de una organización profesional propia ni
que debiera correr con los riesgos de la actividad como un trabajador autónomo. Por el
contrario, quedó acreditado con el contrato acompañado el carácter intuito persona de su
labor, su exclusividad, la retribución a percibir y la sujeción a las disposiciones de la
demandada como ser no introducir menciones publicitarias salvo las autorizadas, que el
programa saliera al aire en el horario determinado por aquélla, entre otras.
CNAT SII Expte N° 10.938/07 Sent. 96.553 3/4/09 « Rodríguez, Greta c/ Sistema Nacional
de Medios Públicos S.E. s/ despido » (González – Maza).
Periodista. No asunción de riesgos. Prescindencia de las formas frente a los hechos.
En los casos dudosos de relación laboral corresponde ponderar si algunas circunstancias
prevalecen sobre otras, y a tal efecto uno de los elementos definitorios es la asunción de
riesgos, por lo que si el reclamante no tomaba a su cargo riesgo económico, no ponía capital
propio para soportar las pérdidas u obtener ganancias y únicamente aportaba su trabajo
sería irreal concluir que se trataba de un empresario (cfr. CNAT, SIII, SD 28/5/93 in re:
“Frías, Rosario del C. s/Suárez, Ramón”, DT, 1993 –B, 1096). Asimismo, cabe destacar que
la circunstancia de que el actor hubiere suscripto con la demandada contratos de locación de
servicios y extendido facturas por sus trabajos, no impide caracterizar la vinculación habida
entre las partes como un contrato de trabajo, en virtud de que el derecho laboral prescinde
de las formas frente a la evidencia incontrastable de los hechos.
CNAT SII Expte N° 12.975/07 Sent. 97.533 22/12/09 « Tognetti, Daniel Carlos c/ Cuatro
Cabezas S.A. y otros s/despido » (González – Maza).
Periodista. Conductora de programa televisivo. Relación de dependencia con el
productor.
En el caso, debe considerarse que entre la conductora de un programa televisivo y el
productor del mismo existió una relación laboral puesto que se acreditó que aquella se
desempeñaba bajo sus directivas, cumplía las instrucciones de la producción y percibía
mensualmente una retribución por sus servicios. Ello, sin perjuicio de que la actora hubiese
suscripto un contrato de locación de servicios y extendido facturas por sus trabajos o el
hecho de que la accionante utilizara canjes de vestuario o calzado en su propio beneficio, en
tanto no eran más que circunstancias complementarias a la prestación de la trabajadora.
CNAT SII Expte N° 33.504/08 Sent. 98.026 18/5/2010 « Marcovsky, Carolina Andrea c/
Kapszuk, Elio y otro s/despido » (González – Maza).
Abogado. Prestación continuada y retribuida. Subordinación.
La circunstancia de tratarse de un abogado carece de trascendencia para desestimar una
relación de trabajo dependiente puesto que ya no se discute que la condición de profesional
no descarta la presencia de un contrato de trabajo, cuando se reúnen las exigencias que lo
tipifican. En el caso, está admitido que el actor efectuó una prestación continuada y
retribuida en dinero, que realizaba su tarea en el ámbito físico de la accionada a la que
estaba “incorporado”, que estaba sujeto a un control de asistencia computarizado, que
cumplía un horario determinado y que el área de “Recursos Humanos” de la demandada lo
autorizó a realizar un curso específico, haciéndole saber que el horario utilizado sería
“compensado”, lo que denota una subordinación jurídica y la sujeción al poder de dirección,
por lo que se concluye que entre las partes existió un contrato de trabajo.
F.G. Dictamen N° 45.345 del 28/12/07, Sala II, Expte N° 6.403/05 “Rosiello, Luis Antonio c/
Comisión Nacional de Comunicaciones s/despido”. Dr. Eduardo O. Álvarez.
34
III. Ausencia de relación de dependencia.
Residentes. Inaplicabilidad la L.C.T.
Las tareas cumplidas por la actora (residente médica) excluyen la aplicación en el caso
concreto de la ley de contrato de trabajo ya que se encuentran específicamente reguladas
por la ley 12.127 del “Sistema Nacional de Residencia de Salud”, las cuales tienen como
finalidad complementar la formación integral de los profesionales médicos ejercitándolos en
el desempeño responsable, eficiente y ético de las disciplinas correspondientes (art. 1° ley
12.127), para lo cual requieren un régimen de actividad a tiempo completo y con dedicación
exclusiva, a cambio de una remuneración que establece el organismo de conducción (art. 2
ley citada).
CNAT SVIII Expte N° 9.301/07 Sent.35.706 21/11/008 “Sosa Torres, Myriam Graciela c/
Medicina Catán S.A. s/ despido” (Vázquez – Morando).
Médico universitario. Profesiones liberales. Aplicación art. 5 L.C.T.
Tratándose de un profesional universitario, la regla es el ejercicio libre de las incumbencias
propias de su título, porque en general, toda persona que posee una habilitación especial
para el desempeño de alguna actividad sujeta a reglamentación, matriculación, licencia u
otra restricción, posee, por lo menos, un medio inmaterial, el título, la habilitación, la
matrícula o la licencia, que definen una aptitud cuasimonopólica que, en los términos del art.
5 de la LCT es elemento constitutivo de una empresa.
CNAT SVIII Expte N° 8.465/04 Sent.33.632 29/9/06 “Feijoo, José Alberto c/Cadbury Stani
S.A. s/despido” (Morando - Lescano).
Médico de guardia. Profesión liberal. Autonomía de la prestación.
Si bien es normal y típico que un trabajador industrial enajene su fuerza de trabajo a
empresarios de su actividad a través de la celebración de un contrato de trabajo, no lo es
necesariamente que un profesional universitario lo haga de la misma manera puesto que, de
hecho, la misma denominación “profesiones liberales” indica que lo normal es lo contrario: la
prestación del propio arte o ciencia en condiciones de autonomía (del voto del Dr. Morando
en minoría).
CNAT SVI Expte Nº 50.223/93 Sent.45.124 23/8/96 “Frack, Sonia B. y otros c/Sanatorio
Güemes S.A.s/despido” (Morando – Capón Filas – Fernández Madrid).
Kinesiólogo. Prestación de tareas en un club de fútbol y en otras sociedades y
asociaciones. Facturación.
El actor se desempeñaba como kinesiólogo del plantel de fútbol de la asociación civil
demandada, ejecutaba prestaciones propias de su arte en una organización ajena a la
prestación de servicios de salud, facturó sus servicios por casi cinco años, lapso en el cual
hizo lo propio con diversas sociedades y asociaciones locales, y, además era prestador de
salud de otras entidades, todos comportamientos que no son los que se deberían esperar de
personas ligadas por una contratación de naturaleza laboral (del voto del Dr. Morando, en
minoría).
CNAT SVIII Expte N° 12.092/07 Sent.35.491 30/9/08 “Rojas, Esteban Oscar c/Blanquiceleste
S.A. y otro s/despido” (Vázquez – Morando - Catardo).
Médico. Prestación de tareas en una empresa de la industria de la alimentación.
Inaplicabilidad de la presunción establecida en el art. 23 L.C.T.
El servicio médico organizado por una empresa de la industria de la alimentación no es
propio de la actividad del establecimiento. La contratación de un médico especialista para
atender consultas del personal una vez por semana, no está alcanzado por la presunción del
art. 23 L.C.T. El actor se desempeñó como médico a cambio de una retribución que, en las
facturas que emitió, denominó “honorarios”, que es la denominación que corresponde a la
que recompensa lo actos en ejercicio de las incumbencias propias de los profesionales
universitarios en las diversas ramas del saber. No existe norma de orden público que
prohíba la celebración de un acto jurídico como tal.
CNAT SVIII Expte N° 8.465/04 Sent.33.632 29/9/06 “Feijoo, José Alberto c/Cadbury Stani
S.A. s/despido” (Morando - Lescano).
Coordinador del programa de actividades físicas implementada por una tabacalera.
Locación de servicios.
Dado que el actor, en su carácter de coordinador o director general de una empresa
dedicada al fitness supervisaba o coordinaba el área destinada a las actividades
implementadas por la demandada – empresa dedicada a la elaboración y venta de cigarrillos
y tabacos -, a fin de organizar el programa de actividades físicas implementado en ella,
resulta evidente que las partes no celebraron un contrato de trabajo sino que se ligaron a
través de una locación de servicios, contrato por el cual el accionante recibía una retribución
en dinero contra entrega de factura, ello, más allá de que el mencionado programa no es
propio de la actividad del establecimiento.
CNAT SVIII Expte Nº26.074/04 Sent. 33.714 31/10/06 “Foigelman, Gerardo Fabián
c/Nobleza Piccardo S.A. s/despido”. (Morando – Catardo)
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Suministro de insumos informáticos. Vinculación civil – comercial.
El suministro de diversos insumos informáticos (hardwuare), es un servicio que obsta a la
configuración de una relación de trabajo, ya que este no es el modo típico en que se
relacionan las partes contratantes de un contrato de esa naturaleza. Por ello, la provisión de
los servicios prestados denotan una vinculación civil o comercial, propia del ejercicio libre de
las incumbencias de los propios emprendimientos de las partes.
CNAT SVIII Expte Nº 12.525/06 Sent. 34.977 25/4/08 “Loureiro, Ricardo Ángel c/Samsonite
Argentina S.A. s/despido”. (Morando – Vázquez)
Auditores médicos. Servicios profesionales prestados en forma independiente.
Exclusión expresa de la naturaleza laboral del contrato.
Dado que las partes pactaron de antemano la entrega mes a mes de las facturas por
honorarios, que quedaba a cargo de los actores el cumplimiento de toda clase de
obligaciones impositiva, previsional y de cobertura médica, como también que debían
solventarse los “viáticos” para realizar las tareas encomendadas (auditorías médicas); estas
son circunstancias son características propias de quienes prestan servicios profesionales en
forma independiente. Por otra parte, surge de los propios contratos suscriptos entre las
partes que “siempre” decidieron excluir expresamente la naturaleza laboral de la
contratación, lo cual torna inaplicable lo dispuesto en el art. 38 de la ley 24.557. Además,
resulta poco creíble que los actores, convencidos de la ilicitud de la conducta de la
demandada, no efectuaran durante el curso del vínculo contractual, reclamos formales sobre
el supuesto fraude de aquélla, y recién lo hicieran cuando se decidió no renovarles los
contratos. Esta circunstancia, revela que la verdadera intención que tuvieron las partes al
vincularse contractualmente y durante la ejecución del mismo, fue la que pactaron
expresamente en el contrato (art. 1198 C.C).
CNAT SVIII Expte Nº 26.785/02 Sent. 32.073 10/9/04 “Tonelli, Alfredo Josè y otro
c/Superintendencia de Riesgos del Trabajo s/despido”. (Billoch - Morando).
Admisores de una obra social. Autonomía de la actividad. .
El desempeño de profesionales que cumplían tareas como admisores en una obra social,
quienes determinaban, según su especialidad, el diagnóstico presunto del afiliado, el
tratamiento a realizar y la derivación al prestador que ellos consideraban aptos para tal fin,
que concurrían a la sede de la demandada sólo a una reunión mensual de supervisión, no
encuadra en el marco de un trabajo realizado en relación de dependencia sino que
demuestra que los accionantes se desenvolvían con total autonomía en sus actividades (del
voto de la Dra. Fontana, en minoría).
CNAT SVI Expte Nº23.508/05 Sent.61.305 16/4/09 “Hanselmann, Luisa Elida y otro c/ Obra
Social del Personal de Dirección de las Empresas de la alimentación y demás actividades
empresarias s/despido” (Fernández Madrid – Fontana – Rodríguez Brunengo). .
Consultor. Unidad de negocios de laboratorio. Negocio en participación.
De la causa surge que el actor (ingeniero especializado en el desarrollo de procesos de
fabricación de elementos que contienen sustancias para cuyo manejo es indispensable
contar con una alta capacitación) tuvo a su cargo el proyecto y dirección de la fabricación de
una semilla necesaria para el tratamiento del cáncer de próstata. También se desprende la
percepción de un porcentaje considerable de la facturación de ese producto, todos hechos
que remiten al desarrollo de un producto que constituye una unidad de negocios de
laboratorio, y a las especiales características del actor y por lo tanto, que entre las partes no
medió una relación de naturaleza laboral sino un negocio en participación.
CNAT SI Expte Nº 33.461/07 Sent. 85.897 20/5/2010 “Kiefer, Juan Carlos c/Laboratorios
Bacon S.A. y otros s/despido”. (Vilela - González).
Consultor. Cláusula atípica para un supuesto contrato de trabajo.
La cláusula del contrato celebrado entre las partes por la cual se determinó que las sumas
que correspondan al consultor por ventas (en el caso, ingeniero especializado quien tuvo a
su cargo el proyecto y dirección de la fabricación de una semilla necesaria para el
tratamiento del cáncer de próstata) se transferirían a su esposa e hijas, en caso de
producirse un caso de impedimento físico o su muerte, por el término de cinco años, no
parece haber sido impuesta por la demandada y menos aún refleja la realidad de un
trabajador dependiente puesto que la percepción del salario va unida a la subsistencia del
contrato de trabajo, y no se ha visto contrato de trabajo en el que se prevea que luego del
fallecimiento del dependiente, su viuda y su descendencia continúen percibiendo ese salario.
CNAT SI Expte Nº 33.461/07 Sent. 85.897 20/5/2010 “Kiefer, Juan Carlos c/Laboratorios
Bacon S.A. y otros s/despido”. (Vilela - González).
Consultor. Comisión sobre la facturación del producto elevada. Unidad de negocio de
laboratorio.
El actor, ingeniero especializado que tuvo a su cargo el proyecto y dirección de la
fabricación de una semilla necesaria para el tratamiento del cáncer de próstata, percibió
desde el momento en el cual la semilla comenzó a comercializarse, una suma fija que fue
incrementada con el correr del tiempo, y un porcentaje en concepto de comisiones que
dependían en forma directa de la facturación del producto, las que oscilaban entre el 11% y
18%, números que, conviene señalar, lucen bastante elevados desde la perspectiva de un
36
trabajador dependiente que percibe una comisión por ventas, y se vislumbra más bien como
la ganancia propia de una participación en una unidad de negocio del laboratorio.
CNAT SI Expte Nº 33.461/07 Sent. 85.897 20/5/2010 “Kiefer, Juan Carlos c/Laboratorios
Bacon S.A. y otros s/despido”. (Vilela - González).
Contador. Autonomía en la prestación de servicios.
Entre el actor y la demandada no existió una relación laboral ya que ninguna de ellas
manifestó un comportamiento acorde a una relación entre empleador y trabajador. Por el
contrario, el accionante tenía una completa autonomía de horarios, formas y lugar de trabajo,
sin tener ningún personal por encima de él que lo subordinase al cumplimiento de funciones
y/o tareas, facturando sus honorarios por sus servicios independientes.
CNAT SVIII Expte Nº 7.748/08 Sent. 37.362 16/7/2010 “Conte, Gonzalo Luis c/Cat
Technologies Argentina S.A. y otros s/despido”. (Catardo - Morando).
Abogado. Prestaciones realizadas en condiciones diferentes al resto del staff de la
demandada.
El hecho de que el actor hubiere prestado servicios profesionales como abogado a favor de
la demandada podría habilitar en principio y en ciertas circunstancias (lugar, tiempo y modo
de dicha prestación), la aplicación de la presunción del art. 23 de la LCT sin que se
descartase automáticamente tal posibilidad por el hecho de ser un profesional universitario.
Sin embargo, la citada presunción – iuris tantum - estaría desactivada por cuanto se logró
acreditar que el accionante no concurría en forma diaria a la demandada, no tenía horario fijo
ni concurría en ningún día específico; utilizaba un escritorio o box cuyo uso no era de su
exclusividad y no accedía a la empresa como lo hacían las personas del staff (con su tarjeta
magnética individual con foto) sino que entraba por portería, por lo que se descarta la
existencia de una relación dependiente laboral.
CNAT SV Expte N° 4.488/07 Sent.71.758 19/8/09 « Fueyo, Norberto Daniel c/ Cladd I.T.A
S.A. y otro s/despido” (García Margalejo – Zas.)
9) Vendedor de diarios.
Vendedor de diarios. Intermediación. Relación de compraventa. Ausencia de relación
laboral.
La actividad típica de la venta y distribución de diarios y revistas, más allá de su encuadre en
el marco de la tradicional competencia del Ministerio de Trabajo de la Nación en cuanto hace
al régimen de paradas, genera una relación que presenta un carácter de autonomía ajeno al
diseño del contrato de trabajo, en particular si se repara en que se materializa una
intermediación en el marco de una relación de compraventa y no puede sostenerse que
exista o que se configure la incorporación subordinada a una empresa ajena.
F.G. Dictamen N° 38.666 del 13/8/04, Sala I, Expte N° 26.487/97 “Perfetti, Leonardo y otro c/
Cooperativa de Trabajo y Distribuidora de Diarios y Revistas Belgrano Ltda y otros s/ daños
y perjuicios”. Dr. Eduardo O. Álvarez.
Vendedor de diarios. Ausencia de relación laboral.
Las sucesivas normas de distinta naturaleza dictadas a partir del Decreto-Ley 24095/45
tendieron a regular un sector específico de la comercialización de los diarios y las revistas,
pero no se trata de una normativa laboral en sentido estricto y el actor no se incorporaba al
ámbito de los demandados con su fuerza de trabajo sino que su “parada”, incluso, podía ser
considerada como “empresa” en los términos del art. 5to de la Ley de Contrato de Trabajo.
Es que el hecho de que la actividad siguiera históricamente en la esfera de la autoridad
administrativa laboral no significa que los dueños de quioscos de Diarios, que a su vez en
muchos casos son empleadores, no sean comerciantes autónomos.
F.G. Dictamen N° 38.666 del 13/8/04, Sala I, Expte N° 26.487/97 “Perfetti, Leonardo y otro c/
Cooperativa de Trabajo y Distribuidora de Diarios y Revistas Belgrano Ltda y otros s/ daños
y perjuicios”.Dr. Eduardo O. Álvarez.
10) Locación de obra.
Oficial albañil. Realidad de lo acontecido. Relación de dependencia.
La circunstancia de que el actor se hallara inscripto como monotributista ante la AFIP o que
figure registrado como empleador ante el I.E.R.I no obsta a la existencia de un contrato de
trabajo toda vez que la naturaleza de los contratos se determina por el conjunto real de
presupuestos fácticos que rodean la prestación, que en el caso fue laboral y subordinada
(puesto que se desempeñó como oficial albañil en distintas obras de la Ciudad de Buenos
Aires a favor de ambos codemandados, cumplía horario de trabajo y recibía órdenes), lo que
descarta la calificación de locación de obra por cuanto para determinar la naturaleza de la
vinculación, cabe atender a lo realmente acontecido y no a la denominación asignada por las
partes por aplicación del principio de primacía de la realidad.
CNAT SX Expte Nº 22.759/08 Sent.17.551 16/6/2010 “Giménez Florenciañez, Agripino
c/Colloca, Darío y otro s/despido” (Stortini – Corach).
Tareas de albañilería. Inexistencia de relación laboral.
Dada la naturaleza de las tareas desarrolladas por el actor (albañilería) las que fueron
realizadas en las fechas que coincidieron con las de la clausura del establecimiento, se
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concluye que se trató de una locación de obra que encontró su fin con la finalización de la
misma.
CNAT SII Expte Nº14.783/06 Sent.98.258 14/7/2010 “Mena, Raúl Daniel c/ Bebek, Juan y
otros s/despido” (González – Maza). .
Tareas de pintura. Inexistencia de relación laboral.
No puede considerarse demostrada una eventual relación dependiente en base a la
prestación de servicios de pintura, realizada en forma esporádica y muy aislada en el tiempo
en un hotel de sólo trece habitaciones, máxime cuando la litis fue trabada exclusivamente
sobre la base de haberse aducido que cumplía funciones de “encargado de mantenimiento”,
sin describir las tareas que en particular realizara.
CNAT SII Expte Nº25.137/07 Sent.96.211 27/11/08 “González, Jorge Alfredo c/ Betro,
Rafaela y otro s/despido” (Maza – Pirolo).
Tareas de pintura. Prestación aislada. Inexistencia de relación laboral. .
Las aisladas obras de pintura que efectuó el actor en un hotel corresponden a una actividad
autónoma, desde el momento que los demandados no son titulares de una empresa que
organice medios materiales, inmateriales y personales para brindar a terceros ese tipo de
servicios (de pintura), circunstancia que obsta toda posibilidad de que se considere operativa
la presunción del art. 23 LCT con respecto a las mencionadas obras de pintura llevadas a
cabo por el accionante. (del voto con aclaración efectuado por el Dr. Pirolo).
CNAT SII Expte Nº25.137/07 Sent.96.211 27/11/08 “González, Jorge Alfredo c/ Betro,
Rafaela y otro s/despido” (Maza – Pirolo).
11) Profesores
Profesora de patín. Prestación de tareas en un club. Relación de dependencia.
Dado que la actora (profesora de patín) daba clases en un club en días y horarios
determinados por la institución, cuyos alumnos debían inscribirse y abonar una cuota social
para desarrollar la actividad, ello denota la injerencia de la demandada en los términos del
art. 26 L.C.T. Además, la habitualidad en la prestación de tareas como profesora de patín, ,
cumpliendo funciones atinentes a la actividad propia, normal y específica de la demandada
por la que percibía una contraprestación, lleva a la conclusión de que dicha relación fue de
naturaleza laboral.
CNAT SIX Expte N° 24.560/05 Sent. 14.656 16/11/07 “Freyre, Valeria c/Club Atlético Parque
de los Patricios s/ despido” (Stortini – Balestrini).
Profesora de idioma. Existencia de relación de dependencia.
Debe considerarse que existió una relación de trabajo entre quien se desempeñó como
docente de idioma portugués y el establecimiento demandado no sólo por el reconocimiento
que de dicha tarea hiciera la accionada sino porque además, las labores eran prestadas de
acuerdo a pautas organizativas de ésta y a sus normativas, el organigrama de cursos era
establecido por la institución y la retribución por las clases era depositada en una de las
denominadas “cuenta sueldo”, verificándose de este modo el sustractum fáctico previsto en
el art. 23 LCT, esto, sin perjuicio de que la actora facturara por dichos servicios.
CNAT SII Expte N° 5.022/07 Sent. 96.179 14/11/08 “Batista Da Silva, Fair c/ El Lab Taller de
Idiomas S.R.L. s/ despido” (Maza – Pirolo).
Profesor universitario. Relación de empleo público. No inclusión en el régimen de la
L.C.T.
Dado el carácter de persona jurídica pública de la demandada, la vinculación existente entre
la Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ingeniería - y el actor como parte de su
personal docente constituye una relación de empleo público regida por el derecho
administrativo, salvo que se demuestre la existencia de un derecho expreso del que se
desprenda la voluntad estatal de incluir al personal docente en el sistema de la L.C.T o en
las convenciones colectivas de trabajo. Además, lo dispuesto en el art. 9 de la ley 24.417
que faculta a las universidades nacionales a la realización de negociaciones colectivas y la
celebración de un convenio colectivo en el ámbito del sector público no supone la necesaria
inclusión de los trabajadores en el régimen de la L.C.T, ni menos aún la naturaleza pública
del vínculo existente entre la administración pública y sus empleados que sigue siendo de
derecho público.
CNAT SX Expte N° 13.054/08 Sent.17.497 21/5/2010 “Nervi, Roberto Ramón c/ Universidad
de Buenos Aires - Facultad de Ingeniería s/ despido” (Stortini – Corach).
12) Remiseros
Remiseros. Relación de dependencia. Requisitos.
Una persona física puede incorporarse a una estructura empresarial ajena, aún con un bien
propio como es el vehículo, cuando compromete sus servicios personales a una
organización que lo convoca, ordena y dirige con miras a producir un bien o prestar un
servicio, abdicando de sus derechos básicos de libertad, autodeterminación y a la propiedad
de los frutos de su labor.
CNAT SII Expte N° 20.736/06 Sent.95.947 25/7/08 “Giordano, Esteban Gabriel c/ Ger,
Viviana Alba s/ despido” (Maza – González).
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Remiseros. Ausencia de relación laboral con agencia de remis. Relación dependiente
con la propietaria del automóvil.
Cuando se organiza una empresa cuyo objeto es la prestación del servicio de transporte de
personas, se necesita un “medio material” – los vehículos – y otro personal – los
conductores-. Si la agencia de remis requirió o aceptó el ofrecimiento de un automóvil, cuya
propietaria decidió, a su vez, contratar a un conductor, alternativa posible y plenamente lícita,
no es posible afirmar, en ese contexto, que el chofer se incorpora como medio personal a
una empresa ajena – la agencia -, en los términos del art. 5° LCT, porque los bienes de
producción materiales fueron aportados por la contratante del presunto “trabajador”.
CNAT SVIII Expte N° 1.812/03 Sent.33.121 31/3/06 “Polero, Diego Hernán c/Remis Le Coq
S.R.L. y otros s/ despido” (Morando – Catardo).
Remiseros. Ausencia de relación laboral con agencia de remis. Actividad autónoma.
Dado que el actor fue conductor titular del vehículo de su propiedad, estuvo vinculado con la
explotación de una agencia de remises que trasladaba clientes de un casino, se inscribió
como empleador, corrió con los gastos del vehículo, contrató a un chofer y percibió por dicha
explotación el 75% de lo que recaudaba, estas circunstancias determinan que actuó como
un empresario autónomo y no, que la relación habida se haya enmarcado en la ley de
contrato de trabajo.
CNAT SVIII Expte N° 6.526/04 Sent.33.084 21/3/06 “Domínguez de Valdez, Rosalía y otros
c/Traylon S.A. y otro s/ Indemnización por fallecimiento” (Lescano – Catardo).
Remiseros. Ausencia de relación laboral. Actividad autónoma.
El vínculo que unió a las partes debe calificarse como autónomo si el accionante era el titular
del vehículo que conducía, asumía todos los gastos de la explotación económica del mismo,
no existían directivas precisas a las que aquél debiera subordinarse en relación con los días,
horarios y modo de cumplimiento de la prestación y si el modo y cuantía de las retribuciones
percibidas se pactó de manera tal que por los viajes realizados debía descontar un 20% que
era para la agencia y el actor se quedaba con el restante 80%.
CNAT SVI Expte N° 4.902/04 Sent.59.497 12/4/07 “Villafañe, Luis Rómulo c/ Remises Plaza
Mayo S.R.L. y otros s/ despido” (Fera – Fernández Madrid). En el mismo sentido, CNAT SX
Expte. N°12.225/07 Sent. 16.352 30/10/08 “Andreoli, Osvaldo Héctor c/ Turismo del Carmen
S.R.L. s/despido” (Stortini – Corach).
Remiseros. Ausencia de relación laboral. Actividad de carácter autónoma.
Si el remisero se beneficia guardando para sí el 80% del valor de los viajes, pagando el 20%
al agenciero, en compensación por la aportación de la clientela, la publicidad, la organización
de los viajes y la organización administrativa del sistema, no resulta posible suponer que
haya enajenado los frutos de su trabajo a favor del agenciero, puesto que esa proporción de
la retribución de su trabajo es visiblemente indicativa de que se trata de un desempeño por
cuenta propia, en beneficio del mismo remisero, quien sólo paga una parte mínima al
agenciero que, por su parte, le presta un servicio que aquél necesita para desarrollar esa
actividad de la que se beneficia en forma directa y personal.
CNAT SII Expte N° 20.736/06 Sent.95.947 25/7/08 “Giordano, Esteban Gabriel c/ Ger,
Viviana Alba s/ despido” (Maza – González).
Remiseros. Fungibilidad de la prestación. Ausencia de relación laboral.
Dado que el vehículo de propiedad del actor y que explotaba como remis también era
utilizado por su padre y hermano para realizar viajes para la agencia de la demandada,
resulta evidente la inexistencia de infungibilidad en la prestación de servicios, nota tipificante
y distintiva del contrato de trabajo.
CNAT SII Expte N° 20.736/06 Sent.95.947 25/7/08 “Giordano, Esteban Gabriel c/ Ger,
Viviana Alba s/ despido” (Maza – González).
Remiseros. Ausencia de relación laboral. Vinculación de tipo asociativo.
Aún cuando la actividad se desarrollara en ocasión del giro empresario de la demandada y
que el servicio de autos de remises se efectúe a través de agencias que operan como
proveedoras de clientes (para lo cual debe tener un local habilitado, recepcionar los pedidos
y diagramar los viajes), lo cierto es que no se verifica entre el propietario del vehículo y la
agencia una vinculación de carácter dependiente, sino una de tipo asociativo, en la que los
propietarios de automóviles, que a su vez se desempeñan como conductores, reconocen un
porcentaje del valor del viaje a la agencia a modo de contraprestación de los servicios de los
que se vale. Además, en el caso el actor ha podido hacerse reemplazar por otras personas
(familiares), lo que deja evidenciado el carácter fungible de la prestación, e impide calificar
como trabajador dependiente al prestador del servicio (del voto de la Dra. González).
CNAT SII Expte N° 20.736/06 Sent.95.947 25/7/08 “Giordano, Esteban Gabriel c/ Ger,
Viviana Alba s/ despido” (Maza – González).
Remiseros. Ausencia de relación laboral. Vinculación de tipo asociativo.
Dado que de lo abonado por cada cliente el 80% correspondía al actor y sólo el 20%
restante a la demandada, que aquél era el propietario del vehículo con el cual prestaba
servicios, que asumía los gastos de mantenimiento de dicho rodado (seguro, impuestos y
combustibles), y que realizaba viajes que nada tenían que ver con el accionado, esta
situación revela un vínculo asociativo que descarta la subordinación propia del contrato de
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trabajo, máxime cuando la actividad personal cumplida por el actor no se revela como
predominante (del voto del Dr. Zas).
CNAT SV Expte. N° 20.459/08 Sent. 72.265 23/4/2010 “Kravchenko, Anatoly c/ Navarro,
Hernán Oscar s/despido” (García Margalejo – Zas).
Remiseros. Inexistencia de subordinación. Ausencia de relación laboral.
La circunstancia relativa a que los choferes debieran presentarse por la mañana en el local
de la demandada como así también el hecho que tuvieran tarifas determinadas de antemano
y sea la propia demandada la encargada de distribuir y asignarles los viajes a realizar no
implica existencia de subordinación alguna como uno de los recaudos esenciales del
contrato de trabajo pues la imposición por parte de la agencia de remises de cierto grado de
organización resulta indispensable para el cumplimiento del cometido de la empresa. Ello es
así dado que, tal como tiene dicho la CSJN, la coordinación de horarios para el ingreso diario
del vehículo destinado al transporte son notas comunes que pueden encontrarse presentes
en toda relación pues ellas responden al orden propio de toda organización empresaria.
(conf. CSJN, fallo del 26/9/89 en autos: “Giménez, Carlos A. c/ Seven Up Concesiones S.A”,
pub. en TySS, 1989, pág. 870).
CNAT SX Expte. N°12.225/07 Sent. 16.352 30/10/08 “Andreoli, Osvaldo Héctor c/ Turismo
del Carmen S.R.L. s/despido” (Stortini – Corach).
Remiseros. Ausencia de relación laboral.
En el caso de una agencia de remises, la “organización empresaria” mínima para tal finalidad
comercial es impensable sin los elementos básicos que deben integrarla o sea, los vehículos
que habrán de transportar a las personas, ya que mal puede haber “empresa” de remise sin
tales rodados; la organización se integra así tanto con quien organiza telefónica y
publicitariamente la atención de los clientes por un lado, como con quien aporte el vehículo –
o vehículos – que harán posible la efectiva prestación del servicio por el otro, siendo tan
dueños de la organización – integralmente considerada – en todo caso unos como otros
pues, lógicamente, nada podrían hacer por separado individualmente; ninguno puede
considerarse patrón o empleado del toro en el verdadero sentido de esos términos en el
derecho laboral.
CNAT SV Expte. N° 20.459/08 Sent. 72.265 23/4/2010 “Kravchenko, Anatoly c/ Navarro,
Hernán Oscar s/despido” (García Margalejo – Zas).
13) Taxistas.
Taxistas. Existencia de relación laboral.
El contrato de trabajo prescinde de las formas frente a la evidencia incontrastable de los
hechos cuando, como en el caso, se trata de la prestación de servicios personales e
infungibles a favor de otro, según sus órdenes e instrucciones y bajo su dependencia jurídico
personal. En tal contexto, aun cuando se acreditase que el actor hubiese convenido con el
demandado un porcentaje de lo cobrado a los clientes, no se logró demostrar, siquiera
mínimamente, el carácter de empresario o autónomo de quien prestara el servicio (ver esta
Sala, Sent. 89.421, del 8/6/2001, in re "López, Pedro v. Pérez Redrado, Hernán M. y otro s/
despido").
CNAT SII Expte N° 4.409/07 Sent. 97.614 05/2/2010 « Bentos, José Luis c/ Beviglia, Hugo
Amilcar y otros s/ despido » (González – Pirolo).
14) Religiosos.
I. Configuración de relación laboral.
Ayudante del oficiante en las ceremonias religiosas. Tareas que exceden una
colaboración.
Dado que el vínculo que uniera a las partes iba más allá de la propia liturgia y que excedía la
mera colaboración vocacional de un fiel a su iglesia, por cuanto además de ello, el actor
cumplía tareas de otra índole, tales como la limpieza, cuidado y conservación de las propias
instalaciones del templo, se concluye que en el caso, existió un contrato de trabajo en los
términos del art. 21 LCT.
CNAT SVI Expte. N° 1.916/05 Sent. 60.498 15/5/08 “Grigoryan, Garegin c/ Institución
Administrativa de la Iglesia Armenia s/despido” (Fernández Madrid – Fera).
II. Ausencia de relación laboral.
Pastor. Ausencia de notas distintivas de subordinación.
Si bien cada iglesia conviene con su pastor el tipo de ofrenda o compensación a recibir por
éste por el ejercicio de su labor espiritual, en el caso, no se advierte la configuración de un
vínculo dependiente con sus notas distintivas de subordinación técnica, económica y jurídica
puesto que el actor tenía el pleno manejo y libre disposición del dinero colectado por los
asistentes y además, desarrolló diferentes actividades económicas (construcción, negocios
inmobiliarios, cyber café, explotación de remises), en forma contemporánea con su
desempeño como pastor.
CNAT SVIII Expte. N° 21.649/06 Sent. 35.686 18/11/08 “Paz, José Mario Roberto c/
Confederación Evangélica Bautista s/despido” (Vázquez - Morando).
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Colaborador en un Monasterio. Trabajo benévolo. Ausencia de relación laboral.
La realización de algún servicio a favor de una entidad religiosa (en el caso, Monasterio de
Carmelitas Descalzas de Corpus Christi y San Juan), producto de la colaboración por profesar
determinada fe, no resulta eficaz para presumir que dicha contraprestación se derivara de un
contrato de trabajo. Bien pudo ser encomendada determinada labor como contraprestación a
razones de benevolencia originaria, conducta sugerente de sentimientos de buena voluntad
respecto de personas de origen humilde, que son moneda corriente en instituciones como las
aquí demandadas.
CNAT Sala VIII, Expte Nº 1.397/08 Sent. 37.195 del 20/05/2010 “Enriquez, Diego Germán y
otro c/Arzobispado de Buenos aires y otros s/despido” (Catardo - Morando).
15) Concubinos.
Concubinos. Prueba de la naturaleza del vínculo.
El concubinato y la relación laboral no son, en principio, incompatibles, salvo que existan
elementos suficientes que permitan asimilar la situación patrimonial de los concubinos a una
sociedad de hecho constituida sobre el modelo de la sociedad conyugal. Es decir que el
concubinato por sí solo no engendra una comunidad de intereses económicos, y, en todo
caso, la parte interesada debe demostrar la naturaleza del vínculo mediante prueba
conducente, en cuya valoración no deben afectarse derechos legítimos (conf. Fernández
Madrid, J.C. “Relaciones no laborales y de configuración dudosa”, en Tratado Práctico de
Derecho del Trabajo, T I, Editorial La Ley, 3ª Edición, pág. 746/747).
CNAT Sala VI, Expte Nº 14.735/06 Sent. 61.593 30/9/09 “Rosconi, Omar Alfredo c/Belfiore,
Liliana Inés y otro s/despido”. (Fontana – Fernández Madrid).
Concubinos. Prueba de la naturaleza del vínculo.
Si bien es cierto que la relación de concubinato entre las partes no constituye por sí una
circunstancia excluyente de la naturaleza laboral del vínculo, la solución de cada caso depende
de la situación fáctica acreditada en la causa.
CNAT Sala IX, Expte. N° 2.319/07 Sent. 16.104 18/02/2010 “Rocca, Alberto Alejandro c/Vallejo
Matilde Ofelia y otro s/despido”. (Balestrini -Fera).
Concubinos. Existencia de relación de dependencia.
En el caso, la accionada no produjo prueba conducente para acreditar la existencia de una
comunidad de intereses desde el punto de vista económico y patrimonial, por lo que se
concluye que las partes estuvieron vinculadas por un contrato de trabajo, durante el cual el
actor se desempeñó en el Instituto de la demandada en el carácter de rector, siendo aquélla
quien le daba las órdenes y tomaba las decisiones.
CNAT Sala VI, Expte Nº 14.735/06 Sent. 61.593 30/9/09 “Rosconi, Omar Alfredo c/Belfiore,
Liliana Inés y otro s/despido”. (Fontana – Fernández Madrid).
Concubinos. Existencia de contrato de trabajo.
El trabajo aportado por uno de los integrantes de una unión concubinaria sólo puede asimilarse
al trabajo familiar y, por ende, ajeno al concepto del contrato de trabajo, cuando se trata de una
colaboración directa a favor del otro concubino, auxiliando y supliéndolo en los roles que éste o
esta pueda poseer en la organización. Pero esta excepcionalidad no se verifica cuando el
aporte se efectúa integrándose como un medio personal más, en los términos del art. 5 de la
L.C.T, de manera que ese integrante del concubinato incorpora su trabajo en el lugar de
cualquier otro que sería considerado dependiente, insertándose en la estructura organizativa y
sus jerarquías, bajo la concreta o potencial pero posible dirección del titular o de los poderes de
organización y dirección. Tal caso de una médica que prestaba servicios varias veces por
semana en un establecimiento geriátrico de propiedad de su concubino, y que al disolver la
relación laboral, fue reemplazada por otra profesional de la salud.
CNAT Sala II, Expte. N° 21.950/06 Sent. 96.517 23/03/2009 “Alba, Alicia Susana c/Bugallo,
José Osvaldo s/despido”. (Maza - Pirolo).
Concubinos. Excepción a la regla dispuesta en el art. 23 L.C.T. Vinculación íntima y de
colaboración.
En el caso, el demandado sostuvo que comenzó una relación afectiva con la actora y que
adquirieron una propiedad en condominio. Cabe poner de resalto que la ley, en lo que hace a la
existencia de la relación de trabajo, reconoce ciertas excepciones en materia laboral, entre
ellos “el trabajo familiar”, (tal como lo acepta el art. 277 C.C.) así como también se desecha la
existencia de un vínculo de esta índole entre esposos (art. 1218 C.C.). Asimismo, la situación
de concubinos representa una de las excepciones a la regla dispuesta en el art. 23 L.C.T., ya
que no se da la situación de “ajenidad” entre las partes, sino una vinculación personal íntima,
ello más allá de la participación y colaboración de la actora en el establecimiento, cuya
realización material no distorsiona ni distrae respecto del otro vínculo personal e íntimo.
CNAT Sala VII, Expte Nº 32.030/06 Sent. 42.673 17/5/2010 “Abdala, Nélida Haydée c/Ale,
Enrique Rodolfo y otros s/despido”. (Ferreirós – Rodríguez Brunengo).
16) Vendedores ambulantes.
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Vendedor ambulante de alimentos y gaseosas. Contrato de temporada. Art. 98 L.C.T.
Existencia de relación laboral.
El demandado se dedicaba a explotar la venta ambulante de alimentos en eventos
deportivos para lo cual se valía de la actividad de vendedores que percibían una comisión
por la venta del día (Art. 103 L.C.T), quienes solo podían vender la mercadería que él les
entregaba y, a su vez, debían rendirle cuentas y era quien fijaba el precio de venta. De este
modo, queda demostrado que entre las partes existía una relación laboral, la cual se
manifestaba dentro de un contrato de temporada típico (Art. 98 LCT).
CNAT Sala I, Expte N° 3.357/02 Sent. 82.322 18/02/2005 “Resta, Andrés Avelino c/
Berdasco, Benigno s/ Despido” (Pupo - Vilela)
Vendedores ambulantes de bonos de contribución y tarjetas navideñas. Existencia de
relación laboral. “Contrato realidad”.
El hecho de que los actores hayan prestado servicios a favor de la Fundación demandada
hace presumir la existencia de un contrato de trabajo, siendo a cargo de quien invoca lo
contrario, demostrar que esos servicios no tuvieron como causa dicha figura (Art. 23 LCT).
De nada obsta a ello que los trabajadores cumplieran sus tareas fuera del establecimiento y
no figuraran como registrados en los libros laborales de la accionada, ya que la relación de
trabajo es un contrato realidad, donde lo determinante son los hechos y no las
denominaciones que, de buena o mala fe, adoptan las partes para poner un velo sobre lo
realmente ocurrido.
CNAT Sala I, Expte N° 23.399/07 Sent. 86.021 08/7/2010 “Cristaldo, Gustavo Fernando y
otro c/ Fundación Hospital de niños Pedro de Elizalde ex Casa Cuna s/ Despido” (Vázquez Vilela).
17) Aprovisionador marítimo.
Aprovisionador marítimo. Presunción art. 23 L.C.T. Inexistencia de relación laboral
entre el aprovisionador marítimo y el grupo económico dueño del buque.
La disponibilidad en la prestación con la que cuenta un aprovisionador de buques, con
facultad de determinar los comercios en los cuales comprar los víveres y artículos de
limpieza encargados por la empresa para abastecer sus buques, como así también las
condiciones en que realizaba dicha labor, esto es, contaba con vehículo de su propiedad,
manejaba sus horario de trabajo, establecía libremente sus períodos de descanso y el hecho
de hacerse reemplazar por una persona determinada, excluyen las notas de subordinación
imprescindibles para obtener el amparo del derecho en una acción de despido. No empece a
ello, el hecho de que el accionante tuviera que cumplir con pautas propias de cualquier
vínculo comercial, tales como la entrega de mercadería en un lugar y hora indicados en cada
requerimiento o la forma de retribución a través de una suma fija y no una proporción del
total provisto (tal como surge de la facturación registrada en los libros de la demandada).
Tampoco que se hubiera provisto de una autorización para ingresar con su vehículo a zonas
del puerto de acceso restringido, medio imprescindible para el aprovisionamiento.
CNAT SIX Expte Nº27.488/07 Sent. 15.771 20/8/09 “Domanico, Marcelo Pablo c/Rua
Remolcadores Unidos Argentinos S.A y otros s/despido” (Balestrini – Fera)
Dirección Nacional de Derechos de Autor (ley 11723) Registro n° 477834. ISSN
1850-4159.
Queda autorizada la reproducción total o parcial de los contenidos de la presente
publicación con expresa citación de la fuente.
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