Pistola ametralladora P90

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Pistola ametralladora P90
Sistema de armas de 5,7 x 28 mm.
Potencia de detención para el combate
cercano
La pistola ametralladora P90 y la munición
SS 190 se combinan para derrotar al
enemigo en todas las situaciones de
combate cercano en zonas urbanas, jungla,
misiones
nocturnas
y toda
acción de defensa personal. Los enemigos, aún
revestidos
de chalecos antibalas pueden eficazmente ser
atacados
hasta 200 metros en los campos de batalla de hoy
y mañana.
Totalmente fiable
La pistola ametralladora P90 y la munición de
x 28 mm han
desarrolladas
conjuntamente.
Hoy en día
forman un
sistema de armas eficiente, único e invencible.
calibre 5,7
sido
Ofrecen lo que requieren las exigencias actuales: resultados
muy superiores a los del 9 mm, inclusive una suma eficacia
contra chalecos parabalas a más de 200 metros.
Además, con la P90 se
apunta rápidamente y se
dispara con facilidad. Es
compacta, liviana y
cartuchos ofrece una
cualquier amenaza.
La P90 brinda lo que
puede ofrecer. Todas
ideal a la vez para la
personal que no
las misiones
especiales.
ergonómica. Un cargador de 50
respuesta substancial a
ninguna pistola ametralladora le
estas ventajas únicas la hacen
protección individual del
pertenece a la infantería, y para
desempeñadas por las fuerzas
Ergonomía optimizada
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Compacidad: 500 mm. (longitud) x 210 mm. (altura) x 55 mm. (espesor).
Formas redondeadas (cargador incorporado encima del cañón y ninguna pieza
saliente).
Se agarra naturalmente: peso y forma optimizados.
La primera arma automática individual completamente ambidiestra.
Tan compacta que puede llevarse debajo de una cazadora.
Tan liviana que uno se puede olvidar que
está transportando un arma con 50
cartuchos.
Contornos tan lisos que no pueden agarrar
o herir.
Tan buen equilibrio que cae
instantáneamente en la mano.
Además, manejo fácil por los utilizadores
tanto diestros como zurdos.
La P90 es la primera arma automática individual totalmente ambidiestra.
El blanco será destruído
Tener una P90 en la mano da confianza. Siempre
lista para la acción y resultados inmediatos.
Ninguna culata por desplegar. Una mira óptica de
puntería rápida, poco retroceso y un diseño
especial del proyectil aumentan su probabilidad de
alcanzar el blanco.
Los 50 cartuchos visibles en su cargador
translúcido pueden dispararse a 900 dpm. Cada uno de ellos perfora 48 capas de kevlar hasta
200 metros.
Todo chaleco blindado actual que permite una movilidad razonable será perforado; incluso
cascos y chalecos de kevlar así como la protección CRISAT (titanio/kevlar). Con la P90, la
misión será cumplida.
Cargador
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Un cargador de 50 cartuchos.
Los cartuchos giran dentro del cargador.
Montado horizontalmente (encima del cañón).
Translúcido para umentar los resultados.
Altamente resistente (policarbonato).
Principio de funcionamiento
La P90 tiene un mecanismo de blow-back y dispara con la culata móvil cerrada. Esto combina
la fiabilidad del sistema de funcionamiento más simple con el disparo preciso de tiros únicos.
Eyección de las vainas
Las vainas eyectadas no pueden distraer o alcanzar
el tirador, aún cuando se dispara con la mano
izquierda.
Guardamano ergonómico
Acceso fácil al disparador, incluso con guantes árticos o NBC.
Totalmente segura
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Un seguro manual ergonómico accesible por ambos lados,
derecho e izquierdo.
Un seguro del fiador bloquea el martillo hasta que el cerrojo esté
completamente adelante.
Ningún riesgo de tiro accidental en caso de caída.
Puntería rápida
Un visor óptico integrado, sin ampliación, para una adquisición mejorada del blanco.
Resultados totalmente conservados en condiciones de baja luminosidad gracias a la fuente de
luz de tritio.
Retículo de día
Retículo de baja luminosidad
Accesorios
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Organos de puntería
La P90 puede ser equipada con una base de alza estándar OTAN. Esta aceptará una
amplia gama de organos de puntería de día y de noche para cumplir estrictamente con
las exigencias específicas de los clientes.
El organo de puntería estándar de la P90 es un visor
óptico integrado, sin ampliación, para una puntería
rápida.
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Silenciadores
Varios tipos de silenciadores pueden adaptarse
fácilmente en la boca del cañón.
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Visores de láser
integrados
El visor de láser está
completamente
integrado en el cajón
del mecanismo, sin
modificar la forma
externa, el equilibrio y
la ergonomía del arma.
Un láser de punto
rojo visible es muy útil
para apuntar sin
encarar el arma,
especialmente en
caso de poca
luminosidad.
También, el láser tiene
un efecto disuasivo sobre el enemigo. Un láser de rayo infrarrojo puede estar elegido
para uso nocturno y operaciones que requieren una máxima discreción. Los
utilizadores deben disponer de un equipo de visión
nocturna para ver el punto.

Riel externo adicional
Un riel puede estar colocado para permitir el montaje de
láseres externos o de una lámpara.
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Y muchos más ...
Atenuador de sonido, Estuche para atenuador de
sonido, Raíl para accesorios (para laser externo o
entorcha táctica), Designador laser visible, Designador
laser infrarrojo, Entorcha táctica, Estuche para
cargador, Colector de vainas, Bolsa de transporte,...
Excelente fiabilidad
Un mecanismo sencillo, el poco retroceso y el uso
de materiales altamente resistentes garantizan una
excelente fiabilidad. La P90 ha sido diseñada para
disparar un mínimo de 20.000 cartuchos
cualesquiera que sean las condiciones. Agua, barro,
arena, choques no
impedirán que la P90
facilite, donde se
necesite, una
potencia de
detención instantánea. Superficie de la culata móvil protegida
contra ambientes extremos
Poco retroceso
La fuerza de retroceso de la munición SS 190 Ball representa
sólo 1/3 de la munición Ball de 5,56 mm. y 2/3 de la munición Ball de 9 mm. El tiro rápido
apuntado resulta fácil, ya que el visor queda alineado en el blanco. En el modo "totalmente
automático", el poco retroceso incrementa mucho la posibilidad de control del arma.
Mantenimiento poco costoso
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Cantidad de piezas sumamente limitada.
Larga duración de las piezas principales.
Cantidad reducida de herramientas especiales y calibradores.
Poca lubricación necesaria.
Desmontaje
El desmontaje de campaña puede realizarse en
menos de 5 segundos.
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
Tres elementos básicos además del
cargador.
Ninguna herramienta necesaria.
Misiones
La P90 es ideal para la lucha antiterrorista, las misiones de rescate,
la protección de VIPs, la defensa personal al combate, y también
para operaciones militares especiales.
Datos técnicos
P90
Funcionamiento
blowback mecanismo disparando con el cerrojo cerrado
Longitud total del arma
500 mm.
Peso del arma cargada
3 kg.
Capacidad del cargador
50 cartuchos
Modos de tiro
tiro a tiro, automático
Cadencia de tiro
900 dpm.
Alcance efectivo máximo
200 metros
Calibre
5,7 x 28 mm.
Longitud de la munición
40,5 mm.
Masa de la munición
6 g.
Masa del proyectil
2,02 g.
Velocidad inicial
715 m./s.
Perforación a 200 metros
chaleco parabalas (>48 capas de Kevlar)
Precisión con la P90
H + L a 50 m. < 200 mm. (10 tiros)
Otros tipos de municiones
trazadora, de fogueo, subsónica
SS 190
¿Es conveniente el uso de la munición de expansión controlada por parte de las Fuerzas de Seguridad?
Resolución Nº 1770
por Claudio BONADIO - Juez Federal - I.T.A. Nº 5299
I.- Introducción
La respuesta es SI!, veamos:
El 4 de julio de 2008, el Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos suscribió la resolución
1770, en la cual autorizó al personal de la Policía Federal Argentina afectados a servicios de custodias
especiales; a los integrantes del Grupo Especial de Operaciones Federales (G.E.O.F.) y a los del Grupo
Especial 1 (G.E.1) a la utilización de munición clasificada como expansiva, a diferencia del resto de la
fuerza que utiliza munición encamisada tronco-cónica.
Para fundar esta decisión, entre otras razones, en los considerandos de la norma citada se sostiene que
"...la munición de proyectil expansivo tiene la capacidad de inhibir eficazmente, con la menor reacción, el
poder ofensivo de un eventual agresor...".
También asume que "...la munición de proyectil expansivo disminuye, asimismo, la velocidad y los
eventuales rebotes en superficies duras, lo que contribuye a salvaguardar la integridad física de
ciudadanos que se hallaren en los recintos o en las áreas circundantes al lugar de un enfrentamiento
armado...".
Finalmente refiere que "...la munición de proyectil expansivo fue concebida para el empleo específico por
parte de fuerzas de seguridad y policiales de un importante número de países del mundo...".
El 8 de julio el matutino "Ambito Financiero" de la ciudad de Buenos Aires daba cuenta de la publicación
en el Boletín Oficial de dicha resolución y en una nota, de la que no se hace cargo ningún periodista, se
cuestiona la medida con una serie de argumentos que, parafraseando a otro periodista, contienen la más
alta cantidad de errores técnicos por centímetro cuadrado de papel.
En el articulo, más precisamente en la "bajada" del titulo, se puede leer que "...Sólo ellos están habilitados
(por los grupos antes individualizados) para disparar estos proyectiles temibles, cuestionados por los
organismos de derechos humanos, hasta prohibidos en las guerras...".
Ya en el cuerpo de la nota se reseña que se autorizó "...el uso de las llamadas balas "dum dum" o
expansivas, que estaban expresamente prohibidas por la ley de armas (salvo para cacería o uso deportivo)
y también condenadas por organizaciones defensoras de los derechos humanos por el daño que causan a
la víctima de los disparos (...y también que) admite el uso de ese tipo de proyectiles desgarrantes que
suelen preferir los comandos (y también los criminales) porque, a diferencia de los proyectiles
penetrantes, derriban a la víctima y producen daños físicos altísimos. Esto último se ha usado como
fundamento para la prohibición y para la condena de su empleo por razones humanitarias, incluso en
escenario de guerra..." (el resaltado pertenece al original).
Además sostiene que la resolución "...pone a la Argentina, sin embargo, en la lista de los países
observados por las organizaciones humanitarias, que también han peleado mucho por la eliminación de
otras armas que producen daños a la víctima, como las minas antipersonal o las llamadas "racimo", que
extienden los daños en una zona determinada...".
Ingresando en un plano técnico refiere que "...Existen básicamente tres clases de municiones: las
perforantes, las expansivas y las explosivas (sin considerar las trazantes). En algún momento, por una
razón humanitaria, se prohibieron estas dos últimas, por las heridas que causaban. En los casos policiales,
el tema es que las perforantes no suelen detener al delincuente agresor y como son perforantes pueden
herir a otra persona luego de pasar por el blanco principal. La inercia del proyectil los hace continuar
camino, y al ser blindadas al completo, no se deforman tan fácilmente..." (el resaltado pertenece al
original).
Finalmente manifiesta que "...Las expansivas, por la forma de la cabeza del proyectil, normalmente, no
blindado, tienen menos penetración pero dañan más al blanco y lo frenan con mayor seguridad. Es como
que toda la inercia del proyectil es absorbida por el cuerpo del blanco (...) Las expansivas de "punta
hueca". Hay otros modelos más nuevos en los cuales la fragmentación del proyectil está predefinida para
que toda la energía del proyectil se agote en el cuerpo del blanco, no importa dónde haga impacto, pero
realizando más daño y derribando por la fuerza del impacto..." (el resaltado pertenece al original).
Con cierto retraso, el matutino "Critica de la Argentina", también de la ciudad de Buenos Aires, el 27 de
junio del presente año, entrándole también a esta cuestión informó que "...El 4 de julio Aníbal Fernández
firmó una resolución inexplicable, sobre todo a la luz de su triple condición de Ministro de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos (...) Esa bala de altísimo poder de daño y letalidad, ha sido condenada y
prohibida por la Declaración de La Haya y la Convención de Ginebra. Los fundamentos utilizados por
Fernández son idénticos a los que esgrimió en su momento el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani,
héroe del falso ingeniero Juan Carlos Blumberg...", en fin que tendrá que ver el dulce de leche con la
pomada, el comentario es, aparte de tendencioso, poco serio al momento de evaluar el tratamiento técnico
que se le da a la resolución cuestionada (conf. VIAU, Susana:
www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=8788
edición del 27 de julio de 2008).
Continúa la periodista explicando que "...es su formidable 'poder de parada', su stop power, eso que el
habla cotidiana designa como ‘dejar seco’. No es para menos: el proyectil expansivo -o de punta hueca- al
impactar en el blanco no atraviesa de lado a lado (en sedal) el cuerpo del "eventual agresor" sino que se
abre dentro de él causando una carnicería..."; ni la expresión "stop power" (si se quiere ser preciso,
"stopping power", ni la de "dejar seco", forman parte del glosario usado en balística.
Inicia su conclusión citando una nota critica de alguien llamado Norman Siegel y del cual no da
precisiones bibliográficas y finaliza: "...Su utilización (por la munición expansiva) -sostuvo un alto oficial
del Ejército- puede llevar a los tribunales de Ginebra al país que legitime su uso. El ex ministro de
Seguridad de la provincia de Buenos Aires León Arslanian quedó estupefacto ante la consulta de Crítica
de la Argentina. "Su utilización civil está prohibida -señaló-. El principio que gobierna todo esto es que el
uso de la fuerza sea un uso limitado, un uso racional, que se basa en el principio de mínima suficiencia.
La verdad es que tengo una prevención al respecto". Voceros del Ministerio de Justicia se esforzaron por
explicar que "la resolución lo que hace es poner orden en algo que venía ocurriendo y limitar su uso a
cuerpos especiales. El RENAR admite que la Convención de Ginebra prohíbe la venta de este proyectil a
particulares y también prohíbe su uso civil". Además de que los fundamentos de la resolución 1.770 no
parecen destinados a limitar el uso de las "dum-dum" sino a justificarlo, es de señalar que su empleo está
vedado, incluso, en situaciones de guerra. Por ende también su uso civil. Y la Policía Federal es, hasta
nueva orden, un cuerpo civil..." (según nota "ut supra" citada).
Los errores (se podría decir, sin mentir, falsedades) de orden lingüístico, conceptual, técnico e histórico,
de ambas notas periodísticas y que intentan confrontar los argumentos de la resolución ministerial, se irán
refutando a lo largo de los capítulos que a continuación se desarrollaran.
II.- Algunas cuestiones históricas y jurídicas referidas a los comentarios periodísticos antes reproducidos
A.- Sobre algunas de las afirmaciones de lo artículos citados:
1.- En ambos artículos se refieren a estos proyectiles como balas "dum dum" y si bien luego también se
las denomina por su nombre genérico, esto es munición expansiva, en realidad se la debió denominar
‘proyectiles de expansión controlada’ e incluso se las ubica geográficamente como utilizadas "...por
primera vez en un enclave militar inglés cercano a Calcuta..." (conf VIAU, Susana - artículo antes citado),
lo que no se dice es que en el arsenal de Dumdum - en el entonces Protectorado de la India del Imperio
Británico (a fines del siglo XIX) se modificaron las balas, una versión muy popular sostiene que fue
haciéndoles a las puntas simples cortes, en cruz en su encamisado, convirtiéndolas en expansivas, para los
fusiles calibre .303british.
Sin perjuicio de esta leyenda urbana uno de los Comisarios de la Policía Federal Argentina que más
experiencia tiene en tipos de armas y prestación de municiones indicó que lo que se hizo es montar en el
proyectil la punta al revés para experimentar si de esta manera se expandía.
A raíz de este experimento es que el Ministro de Relaciones Exteriores del Imperio Ruso promovió una
serie de reclamamos internacionales que concluyen en la Declaración de San Petersburgo de 1868, que es
el único documento del Derecho Internacional Humanitario que se refiere a este tipo de munición (salvo
la mención general del artículo 35 inciso 2 del Protocolo I de los convenios de Ginebra de 1949), también
debe notarse que el instrumento jurídico es una declaración (como manifestación de voluntad política), no
un tratado que, conlleva obligaciones jurídicas y que obliga a las partes que lo suscribieron.
Volviendo a las balas "dum dum", lo que tampoco se dice en ambos artículos periodísticos reseñados, es
que es imposible comparar el daño que causa el impacto de un fusil de alto poder respecto de las armas de
puño, de las fuerzas de seguridad, sobre las que se autorizó la nueva munición, y en esta cuestión no es
importante solamente considerar el calibre sino la cantidad de propelente y el peso de la punta que son
esenciales a la cantidad de energía cinética que "entrega" el proyectil al blanco.
Para ponerlo en perspectiva, un fusil calibre .303 (un 7,65 en mm, con una punta de 185 gr.), puede ser
utilizado en caza mayor para cualquier pieza que se pueda obtener en nuestro país, pensando en animales
de hasta trescientos kilogramos de peso, cacería que sería impensable con una pistola de 9 milímetros.
2.- Otro tema traído a consideración del lector por los periodistas es la letalidad de los proyectiles y la
calidad del daño infringido a las victimas.
En lo que hace al "tiro policial", se deben hacer algunas precisiones, primero la letalidad o daño no esta
dada necesariamente por las cualidades balísticas del proyectil sino por el lugar que impacta y los órganos
que interesa.
Un impacto sobre el sistema nervioso central, el cerebelo, el corazón o los grandes vasos del sistema
circulatorio es, en general, de una gravedad tal que no hace mucha diferencia la calidad del proyectil o el
calibre del arma o la distancia desde que fue disparada; si ese impacto se realiza sobre zonas no vitales
entonces la diferencia entre que clase de proyectil provoca la injuria medica no tiene tanta importancia
como que permita incapacitar al agresor de manera que pueda ser reducido con el menor peligro de daños
para terceros inocentes y del persona policial interviniente.
3.- Respecto de las declaraciones atribuidas a León ARSLANIAN y a lo manifestado según Susana VIAU
por el "RENAR", así en abstracto y más arriba reseñadas se debe señalar que, o las preguntas estuvieron
mal hechas o las respuestas son equivocadas, tan es así que quien responde correctamente es el propio
matutino "Ambito Financiero" que en el articulo citado, informa que según la "ley de armas" (20.429 en
su artículo 4 inciso d) todo "Legitimo Usuario" puede utilizar este tipo de proyectiles para cazar o realizar
practicas de polígono no siendo aptas para la defensa, entonces es equivocado afirmar que están
prohibidas para uso civil ya que estos proyectiles están a disposición de los usuarios en los comercios
especializados y restringidos a que los mismos cumplan con los requisitos legales.
4.- En el artículo ya citado del diario "Critica", se hace una referencia, a un trabajo de Norman SIEGEL
que sería director de la "American Civil Liberties Union" y que habría referido que durante 1995/6, en
enfrentamientos entre delincuentes y policías (no dice donde) se habían registrado quince casos de
transeúntes heridos por error o fatalidad, "...ocho de ellos por impacto directo, cinco por balas que
atravesaron el blanco y dos por balas que rebotaron. Es decir que la mayor parte era atribuible a la
impericia policial y una minoría a los rebotes o al 'efecto sedal'...".
Ciertamente, la conclusión propuesta es particularmente cínica, ya que en un universo de quince (15)
casos, si siete (7) lo fueron por la munición, esto es un porcentaje del cuarenta y seis punto sesenta y seis
por ciento (46,66 %) y ocho (8) casos por la supuesta impericia policial, que representan el cincuenta y
tres punto treinta y cuatro (53,34 %) de la totalidad de la muestra, lo lógico es plantear que hay que
mejorar casi por partes iguales tanto el entrenamiento del personal policial (que representa apenas más
que el cincuenta por ciento del problema) y además buscar las soluciones que posibiliten resolver la
cuestiones técnicas, referidas a la balística de efectos del proyectil y al calibre del arma que, por cierto,
representa casi el otro cincuenta por ciento del problema.
También hay que señalar que en ningún momento la periodista informa que munición o armas usaba la
policía en cuestión o cuál era su calibre, todas cuestiones que son importantes al momento de evaluar
técnicamente el desempeño del personal policial y del armamento con los que el Estado los provee para el
cumplimiento de las misiones que le son encomendadas.-
5.- En el artículo publicado por el matutino "Crítica de la Argentina", también se cita que en los
considerandos de la resolución, no se cita que países o cuerpos policiales utilizan este tipo de munición, y
si bien es cierto que no se aclara, se puede decir que todos los cuerpos de intervención especial (tipo
SWAT), el calibre utilizado es en general superior al 9 mm., prefiriéndose el .40 S&W o el .45ACP
(11,25 mm).
A modo de ejemplo el Grupo de Intervención Táctico de Miami ya en 1991 estaba en proceso de
transición del 9 mm. al .40S&W, las principales agencias federales de aplicación de la ley de Estados
Unidos de Norteamérica utilizan armas de calibre superior al 9 mm. todas provistas con munición
expansiva porque la munición "full metal jacket" está prohibida como munición a ser utilizado por dichas
agencias dentro del territorio americano, por ser munición de exclusivo uso militar.
De la revisión bibliográfica realizada para escribir este trabajo la única policía europea que adoptó y
mantiene, por reglamento la munición con punta encamisada con núcleo de plomo (la reiteradamente
citada "full metal jacket"), es la de Suiza.
6.- En el artículo de "Ambito Financiero" al referirse a las características de la munición denominada "full
metal jacket", sostiene que "...La inercia del proyectil los hace continuar camino, y al ser blindadas al
completo, no se deforman tan fácilmente...".
Y al definir las puntas expansivas o deformantes sostiene que "...por la forma de la cabeza del proyectil,
normalmente, no blindado, tienen menos penetración pero dañan más al blanco y lo frenan con mayor
seguridad. Es como que toda la inercia del proyectil es absorbida por el cuerpo del blanco...".
En ese sentido y para contrastar a "Mr. Siegel" se han de reseñar tres simples ejemplos, hogareños por así
decir, para demostrar que las características balísticas de la munición provista a las fuerzas de seguridad
no debe considerarse como una cuestión menor, así podemos señalar que:
a.- El primero es la de una suboficial de la Policía Federal Argentina, que prestando un servicio
"adicional" de seguridad en una institución bancaria y que por estrictas razones personales y con la pistola
y munición entonces provista, calibre 9 x 19 mm con punta "full metal jacket" se suicidó apoyándose el
arma en el pecho de espaldas a la línea de cajas de atención al público, y disparándose de tal modo que el
proyectil, luego de traspasar su cuerpo, impactó en una clienta causándole la muerte.- Es a partir de
este hecho que, la Policía Federal Argentina comenzó a proveer a su personal la munición en versión de
tronco-cónica.
b.- También, podemos reseñar, que en ocasión de una persecución policial, en el barrio de "la boca" en la
ciudad de Buenos Aires donde luego de un intercambio de disparos entre dos automóviles, uno de ellos
policial, un bala que, tras un primer impacto contra una pared el proyectil rebota y alcanza a una
tercera persona causándole la muerte.
c.- Por último podemos señalar un hecho de similares características al primero de los reseñados, cuanto
el suscripto, ejerciendo su jurisdicción, tuvo bajo investigación, en septiembre de 2004 y en el que con
posterioridad se determinó como causa de la muerte un disparo en el pecho de una agente de la Prefectura
Naval Argentina, quien lo hiciera con la pistola y munición provista por la institución (calibre 9 x 19 mm,
punta "full metal jacket") y cuyo proyectil luego de traspasar su cuerpo fue hallado en el tapizado de una
silla a dos y medio metros de donde cayó el cuerpo, sin dudas hubiera impactado en quien estuviera
sentado en ella.
B.- Precisiones históricas y jurídicas:
Queda por responder las cuestiones que tienen que ver con la condena internacional al empleo de este tipo
de munición y las cuestiones relativas a la "...Declaración de la Haya y a la Convención de Ginebra...".
En los artículos se hace referencia a estas cuestiones y entre otros argumentos que fueron relevados esta la
"opinión" de un anónimo "...oficial del Ejército..." quien sostuvo "...Su utilización (...) puede llevar a los
tribunales de Ginebra al país que legitime su uso..."; en los artículos también se sostienen afirmaciones
del tipo que el uso de dicha munición acarrea la "...condena de su empleo por razones humanitarias
incluso en escenarios de guerra..." o que pone a la Argentina en la lista de países observados, poniendo el
uso de esta munición al mismo nivel que las minas antipersonales o el uso de las bombas "en racimo";
también está la afirmación del "RENAR", sin mencionar quien lo dice, cuando admite que "...la
Convención de Ginebra..." prohíbe este tipo de proyectiles en particular.
El conjunto de estas afirmaciones hace referencia a la supuesta condena a la que se expone la Argentina
por el uso de esta munición, que según los autores esta prohibida por lo que denominan "...la Declaración
de La Haya o el Convenio de Ginebra...", en puridad los autores debieron haber sostenido que existen
DOS declaraciones firmadas, una en San Petersburgo en 1868 y la otra en La Haya en 1899, en las cuales
se hace mención a la prohibición del uso de determinadas municiones en ocasión de actividades bélicas, y
las palabras mágicas eran "tipos de armas que está permitido usar en conflictos armados", o dicho de otras
maneras en situaciones de guerra internacional.
En la evolución del derecho internacional esta parte del derecho es conocida como el Derecho
Internacional Humanitario (DIH) y es el que, como antes referimos, quien vigila el comportamiento de los
Estados en situaciones de enfrentamiento bélico.
En este punto los periodistas deberían haberse preguntado cuál es la diferencia entre "derecho
internacional humanitario" y "derecho internacional de los derechos humanos", la respuesta es simple, el
primero, más restrictivo, se aplica específicamente a situaciones de guerra y el segundo, mucho más
amplio, a cualquier otra situación de violación de derechos humanos.
Por tanto deberían haber orientado su investigación, a corroborar si la decisión del Ministro violó alguna
norma convencional o consetudinaria del derecho internacional humanitario o del derecho internacional
de los derechos humanos.- Es decir, si hubieran investigado a conciencia hubieran descubierto que no
violaba ninguno de los dos sistemas de protección internacional.Y, más allá de cualquier ironía, lo cierto es que el derecho internacional humanitario se aplica únicamente
en situaciones de acciones bélicas (v. GUERRA), declarada o no, internacional o civil, y NUNCA en la
actuación de las agencias de seguridad, en la aplicación de la ley en lo interno de los Estados, por tanto
este tipo de munición esta prohibida en ocasión de guerra y en su caso el comentario del "...alto oficial del
Ejercito..." es o una falsedad o una demostración de ignorancia del "oficial" al responder sobre algo que
ignora o del periodista que preguntó en el lugar inapropiado y por tanto la respuesta que recibió resultó
equivocada.
Un detalle adicional de la falta de seriedad de las fuentes señaladas en las notas es que se alude a la
"...Convención de Ginebra..." cuando en realidad originalmente son cuatro convenios y dos protocolos y
ninguno de ellos se refiere a esta cuestión especifica, salvo la mención genérica del artículo 35 inciso 2
del Protocolo I, adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
Que para decirlo más precisamente, tal como ya fuera mencionado, la única alusión que existe en los
instrumentos internacionales que conforman el DIH, referidos a los proyectiles de armas de fuego son la
Declaración de San Petersburgo del 29 de noviembre al 11 de diciembre de 1868 y la Declaración de La
Haya del 29 de julio de 1899.
Y para poner esta cuestión en una perspectiva histórica correcta es apropiado señalar que a finales del
siglo XVIII, se podría decir de la mano de un humanismo kantiano, o del sentido común, los militares y
los diplomáticos de la grandes potencias imperiales europeas, llegaron a la cuenta que un soldado herido
causaba al enemigo, en un escenario bélico, más complicaciones logísticas (por ejemplo, el armado y
sostenimiento del sistema de sanidad) que uno muerto y que no era necesario causar más daño corporal
que el estrictamente necesario para dejarlo fuera de combate, se decía que, un soldado herido implicaba
además de esa baja, la de, al menos, otros tres soldados que dejaban la batalla para retirarlo a un lugar
seguro, en cambio al soldado muerto se lo dejaba en el lugar hasta que el combate concluyera.
En ese marco algunos Estados europeos, a fines del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX, comenzaron
por vía de convenios, al desarrollo de lo que se conoce comúnmente, como Derecho Internacional
Humanitario (DIH) (conf. convenios del 22 de agosto de 1864, 6 de julio de 1906 y 27 de julio de 1929,
luego reemplazados por los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales todos del 12 de agosto de
1949).
También en esa línea del desarrollo del DIH algunos países europeos firmaron la Declaración de San
Petersburgo de 1868 con el objeto de prohibir el uso de determinados proyectiles en tiempo de "guerra" y
otra declaración prohibiendo el empleo de las balas que se hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo
humano en La Haya en julio de 1899.- El Comité Internacional de la Cruz Roja sostiene que "...El
derecho internacional humanitario (también conocido como 'el derecho de los conflictos armados' o 'el
derecho de la guerra') es un conjunto de normas cuyo objetivo es proteger a las personas que, en
situaciones de conflicto armado, no participan o que ya no participan en las hostilidades (por ejemplo, la
población civil y los combatientes heridos, enfermos y capturados), y regular la conducción de las
hostilidades (es decir, los medios y los métodos de guerra) (...) El derecho internacional humanitario
impone obligaciones a todas las partes en un conflicto armado (...) El derecho internacional humanitario
se aplica en los conflictos armados, sean o no de índole internacional, y a algunas consecuencias de los
conflictos armados (...) si bien algunos derechos humanos fundamentales, como el derecho a no ser
sometido a torturas, están garantizados tanto en el derecho internacional humanitario como en el derecho
internacional de los derechos humanos, este último tiene un ámbito de aplicación más amplio que el
derecho humanitario (...) Algunos tratados de derechos humanos permiten a los Gobiernos suspender
algunos derechos en situaciones de emergencia pública que pongan en peligro la vida de la nación. El
derecho humanitario no permite ninguna suspensión, precisamente porque fue concebido para aplicarse
en las situaciones excepcionales ocasionadas por un conflicto armado..." (conf. "Decisiones relativas a la
transferencia de armas" - Aplicación de criterios basados en el derecho internacional humanitario - Guía
Practica - Comité Internacional de la Cruz Roja - Ginebra - junio 2007).
En ese sentido el "...Artículo 35 - Normas fundamentales (...) 2. Queda prohibido el empleo de armas,
proyectiles, materias y métodos de hacer la guerra de tal índole que causen males superfluos o
sufrimientos innecesarios...", esto con las declaraciones de San Petersburgo de 1868 y La Haya de1899 es
todo lo que la comunidad internacional ha establecido como parte del derecho internacional humanitario
para situaciones de conflicto bélico internacional o nacional (conf. Protocolo adicional a los Convenios de
Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales (Protocolo I) - 8 de junio de 1977 - y las declaraciones citadas).
Para concluir, se ensayaran cuatro reflexiones finales, primero el derecho internacional humanitario se
aplica SOLAMENTE a situaciones de confrontaciones bélicas de carácter internacional o a conflictos
armados dentro de un Estado; en el derecho internacional humanitario están prohibidas las municiones
expansivas a partir de la Declaración de La Haya de 1899, disparadas por fusiles, ya que el peso de los
proyectiles, su velocidad y alcance efectivo son innecesariamente dañinos para los fines de incapacitar
combatientes que tienen como objetivo los fuerzas armadas en sus operaciones de guerra.
Segundo, estas regulaciones humanitarias no alcanzan a las disposiciones internas de los Estados,
relativas a los calibres y características balísticas de los proyectiles utilizados por las agencias de
aplicación de la legislación penal.
Tercero, las fuerzas de seguridad de un Estado tienen como principal objetivo la reducción de quienes,
utilizando ilegalmente la fuerza armada, pone en peligro la seguridad e integridad física de terceros
ciudadanos ajenos a tal situación y para ello no necesariamente son validos los estandares de las armas
utilizadas por las fuerzas de seguridad, aun dentro del mismo Estado.Cuarto, antes de sacar conclusiones, con ligereza, sobre cuestiones que tienen aspectos políticos, morales,
de derecho o sobre políticas publicas del Estado y además tienen implicancias técnicas cuyas
consideraciones son decisivas para su tratamiento, es esencial que las consideraciones sobre esos factores
técnicos sea exhaustivas, completas y que la implicancia de ello no sean minimizados simplemente
porque no sean en este momento, o aparentemente "políticamente incorrectos".
III.- De cómo se relacionan la balística de efectos y la anatomía humana
En función de la última conclusión a la que se arribó en el capítulo que precede, podemos iniciar este,
señalando que la balística es la ciencia que estudia el comportamiento de los proyectiles dentro y fuera de
un arma.
Clásicamente se divide en balística interior (dentro del arma), balística externa (desde el momento que
sale del arma y hasta que impacta en un blanco o hasta que agota su energía cinética), y balística terminal
que estudia los efectos sobre cuerpos animados (implicancias medico-legales y sobre blancos inanimados
(balística de efectos).
Es entonces, a esta parte de la ciencia a la que tenemos que recurrir a los fines determinar cuales son los
mecanismos físicos que se producen cuando un proyectil impacta en el cuerpo humano.
En el "Tratado de Medicina Legal y elementos de patología forense" se define a una causa de muerte
"...como toda injuria violenta o condición patológica o mórbida que desencadena los eventos físicopatológicos responsables del proceso mortal (...) los mecanismos de muerte por proyectiles de fuego
pueden agruparse en inmediatos (...) Entre los inmediatos, sin lugar a dudas, el principal mecanismo de
muerte es la hemorragia: interna y/o externa; deben tomarse en cuenta las estructuras vasculares o los
órganos comprometidos, las características lesivas del proyectil..." (conf. PATITO, José y otros - editorial
Quórum - Buenos Aires - 2003 - pp. 165 y 541).
En el mismo tratado de medicina forense también se señala citando un estudio de la Comisión ThompsonLa Garde, creada por el ejercito de los Estados Unidos de Norteamérica que "...el poder de shock era
proporcional: 1) a la sección del proyectil; 2) a la resistencia de los tejidos del blanco y, por lo tanto, al
sitio del impacto, y 3) a la cantidad de tejido destruido..." (op. cit. - pp. 480).
La necesidad de la creación de esa comisión fue advertir, que durante la insurrección en Filipinas, al
inicio del siglo XX, las armas del ejército norteamericano de calibre .38, no alcanzaban a detener los
ataques de los insurgentes antes de propinar heridas o la muerte de los soldados.- Había aparecido el
concepto de "stopping-power" (no como se sostuviera en uno de los artículos periodísticos antes citados
como "stop power", el que además está mal traducido ya que no se refiere a "...dejar seco..." sino al poder
de detención (o poder de inmovilización) de un impacto de arma de fuego en el cual se combina el calibre
del arma con las características de la munición).
Los manuales de procedimiento de la O.T.A.N. definen este concepto como la capacidad de un proyectil
que determine la puesta fuera de combate de una persona y que le impida su capacidad de acción durante
al menos treinta segundos.
Di Maio en su libro "Heridas por armas de fuego" sostiene que dentro de la población civil en el ámbito
de su investigación que, las heridas fatales por acción de armas de fuego el cuarenta por ciento (40%)
interesó el cerebro, el cincuenta por ciento (50%) el corazón y los grandes vasos y solo el diez por ciento
(10%) las denominadas vísceras macizas.- (conf. editorial La Rocca - 1ra. edición - Buenos Aires - 1999).
"...El poder de detención está determinado por dos órdenes de factores: los dependientes del proyectil.
Estrictamente balísticos, y los dependientes de la víctima (...)
Dependientes del proyectil:
·
energía o fuerza viva, dependiente de su velocidad;
·
capacidad de ceder dicha energía a los tejidos;
·
calibre.
Dependientes de la victima:
·
topografía del impacto;
·
lesión en el sistema nervioso central;
·
lesión rápidamente generadora de hipovolemia;
·
peso de la victima;
·
capacidad para soportar el dolor:
·
entrenamiento especial;
·
Estado de excitación psicomotriz;
·
uso de drogas..." (conf. PATITO, José y otros - pp. 498/9).
Para poner la cuestión blanco sobre negro, el objetivo de las fuerzas de seguridad es inmovilizar y detener
a quien esté en un determinado momento cometiendo alguna violación a la ley penal, si el agresor utiliza
un arma de fuego, la respuesta a la agresión debe buscar detener dicho accionar protegiendo
prioritariamente a terceros inocentes y su propia integridad física, y para ello se debe lograr su
incapacidad momentánea.
Esa incapacitación depende, según se ha citado en párrafos que anteceden, una conjunción de factores
atribuibles a las condiciones físicas del arma empleada en su contra y cuestiones que hacen a principios
biológicos, o puesto en un orden natural la incapacitación de una persona tiene como razón primaria que
se interese el sistema nervioso o que la lesión genere un cuadro de hipovolemia que prive temporalmente
del sentido a la persona impactada.Ahora si, podemos decir que en la creación del cuadro de hipovolemia, tiene una incidencia directa el
calibre del arma, la energía que, dependiente de su velocidad entrega el proyectil y su capacidad de ceder
dicha energía a los tejidos, creando en su trayectoria una "cavidad temporaria" que produce una
descompensación de presión en el sistema circulatorio, de tal magnitud, que lleve a una perdida de
conciencia y permita su inmediato sometimiento.
Otro aspecto y más allá del proceso antes descripto y denominado como "stopping-power", es la del
peligro de lesiones a terceros inocentes producto de la libre trayectoria y/o rebotes de los proyectiles
disparados durante un enfrentamiento con fuerzas de seguridad durante la represión de una violación a la
ley penal.
Para tener una amplia perspectiva que nos permita comprender las variadas cuestiones que debemos tener
en cuenta sobre esta seria problemática que conlleva la decisión que el personal de las fuerzas de
seguridad preste servio armado tenemos que ver las principales características que la experiencia nos
enseña sobre los enfrentamientos armados en zonas urbanas.
La inmensa mayoría de los tiroteos en que intervienen fuerzas de seguridad en cumplimiento de sus
funciones es en lugares cerrados o si bien a "cielo abierto" pero en el marco de centros urbanos, en
general densamente poblados; además por las propias características del espacio físico el enfrentamiento
tiene una duración muy limitada y usualmente se realizan pocos disparos, siendo entonces indispensables
que sean aptos para lograr el objetivo de lograr la inmovilización y la incapacidad del agresor para
continuar el ataque, aun después de ser impactado.
Eso hace desaconsejable usar una munición diseñada para ser supersónica (al momento de abandonar la
boca del cañón viaja por encima de la velocidad de propagación del sonido) más cuando el proyectil es
"full metal yacket" y esta destinado a atravesar todo cuerpo blando que encuentra en su trayectoria.
En el capitulo anterior se describió que este tipo de calibres y punta (la más emblemática es el 9x19 mm.
Nato -armamento normalizado por las FFAA del pacto del Atlántico Norte- por sus siglas en ingles) es de
uso predominantemente militar, es así que los armeros siempre han sostenido que el inicio del diseño de
una arma es, primero, determinando la prestación requerida para el proyectil y la factibilidad de su
desarrollo y segundo el resto de los mecanismo que la componen.
Como un aporte histórico, se debe aclarar que, la decisión del calibre y el tipo de punta de la munición y
el armamento provisto al personal de las fuerzas federales de seguridad (Policía Federal Argentina,
Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional) no fue una decisión meditada y adoptada según lo
que se evaluara como la necesidad de lo que podríamos llamar el "tiro policial" o para decirlo de otra
manera que calibre y munición cumple la mejor performance según los objetivos que deben tener los
cuerpos policiales (repeler la agresión con armas en violación de la legislación con la mayor protección
posible de terceros inocentes y del personal policial y esto no se logra con el calibre 9x19 mm. y menos
con la punta "full metal jacket").
Retomando el relato histórico, la razón del cambio de armamento fue de naturaleza esencialmente
política, se adoptó durante la autodenominada "Revolución Argentina" y en paralelo a la decisión del
Ejercito Argentino de normalizar su doctrina de combate (incluido su armamento liviano y pesado) con la
vigente para el Ejercito de los Estados Unidos de Norteamérica y la Nato (la Alianza del Atlántico Norte
por sus siglas en ingles), reemplazando la pistola de reglamento de la Policía Federal Argentina que
utilizaba hasta ese momento el calibre .45ACP, en tres versiones de pistolas, la Colt, la Ballester Molina o
la fabricada por Hafdasa, por la Browning 9x19 mm., que era la pistola que las fuerzas aliadas de la Nato
tenían como pistola y calibre de reglamento.
Es por esa razón que las fuerzas policiales y de seguridad y su conducción política se deben y le deben a
la sociedad en su conjunto una evaluación seria y profesional de la doctrina y el armamento que se utiliza,
en términos de brindar la mayor seguridad posible a la población en general en cuanto a los medios
materiales que se despliegan en el cumplimiento de sus funciones especificas.
IV.- Conclusiones
Primera conclusión, la máxima responsabilidad de los Estados, en oportunidad de desarrollarse un
episodio bélico es cuanto menos garantizar tanto a los combatientes como a los no-combatientes, por el
solo hecho de verse involucrados en decisiones de orden políticas en las que no han podido incidir, las
normas y reglas básicas del derecho internacional humanitario.
A diferencia de esa situación, en los casos de aplicación de la ley penal y la represión de los delitos
violentos por parte de las agencias de seguridad, la responsabilidad del Estado es bien distinta, en primer
lugar se ha de procurar preservar la vida y la integridad física de terceros inocentes, en segundo lugar el
personal estatal interviniente ha de cuidar su vida e integridad física, y si es materialmente posible la de
los agresores, máxime si su accionar incluye la tenencia y uso de armas de fuego.
Como segunda conclusión se puede señalar que, a los efectos de establecer un aceptable stopping-power
(reiteramos no es "...stop power...") que incapacite temporalmente a un agresor armado y le impida
continuar usando su arma de fuego no solo tiene que ver con la forma o consecuencias biológicas
inmediatas en que impacta la punta del proyectil sino también del calibre del mismo y de las
características físicas generales que posee.
Por ello la utilización de munición deformante para el uso del calibre 9x19 mm., es un paso adelante,
necesario pero no suficiente, respecto de la munición actualmente utilizada por las agencias federales, por
ejemplo por la Policía Federal Argentina, conocida como "full metal jacket" de punta tronco-conica,
respecto a garantizar la integridad física de terceros inocentes y del personal policial en enfrentamientos
armados en centros urbanos.
Tercero, es necesario replantear las necesidades policiales, a partir de cuales son las características, que la
experiencia enseña, de los enfrentamientos armados en zonas urbanas, y con alto porcentaje de terceros
ajenos al enfrentamiento en sus inmediaciones, y en ese sentido las policías deben ser provistas con
armamento cuyo calibre garantice aunque mínimamente ese Estado de incapacidad temporaria que le
impida continuar en su agresión, esto es, se deberán explorar calibres cuyos proyectiles tengan al
momento del impacto la capacidad de generar esta situación y que por diseño, tal cual ya se explicó más
arriba, no es el calibre 9 mm, y entre los cuales si puede ser entre otros el calibre en partes de pulgadas
.38, .40, .357 o en milímetros el 10.
Y esto implica, además, que el personal de las fuerzas de seguridad federales este adecuadamente
capacitado para su uso, de modo tal que se minimicen las posibilidades de lesionar la integridad física de
terceros inocentes.
Sin duda es particularmente delicado la consideración pública de cuestiones que implican la toma de
decisiones que, de alguna manera puedan causar lesiones o la muerte de personas, sin embargo el deber
del Estado y sus funcionarios es garantizar la seguridad del conjunto de los ciudadanos, con la totalidad
de de los medios legales puestos a su disposición por la Constitución Nacional y las leyes dictadas en su
ejercicio.
En ese sentido se debe dictar la normativa que deberán utilizar los integrantes de las agencias federales de
seguridad, cuando sea necesario la utilización de la fuerza armada.
Asimismo se debe garantizar que sea el Estado el que ejerza el monopolio de la fuerza y proveer de los
elementos materiales más adecuados al logro de estos fines.
De estos temas se debe hablar de manera seria y madura, porque son cuestiones que hacen a la paz y
tranquilidad pública y ciertamente no es serio la difusión periodística que carece de un mínimo control
científico y bibliográfico que sustente la critica a una medida que, por ser polémica no significa "per se"
que sea equivocada.
Medidas de SEGURIDAD...
September 2 2008 at 9:55 PM
Gustavo Gustavo
(Premier Login Delfin_07)
Forum Owner
de la direcci�n IP 190.50.168.85
En la nota que transcribí más abajo (Foro DESARME) hay una serie de MEDIDAS DE SEGURIDAD
que Javier da en el medio de una entrevista. Claro que tener un micrófono delante... hace poner nervioso
al más pintado... pero, aquí, en la calma que da el teclado, crero que se podrían comentar y reflexionar un
poco al respecto.
Primero hay que reflexionar sobre el DESTINATARIO. NO es lo mismo dar recomendaciones a NO
INICIADOS que a gente que ya sabe algo de armas...
1.- TRATAR SIEMPRE LAS ARMAS COMO SI ESTUVIERAN CARGADAS.
Ese es un peligro que siempre se da, y muchas veces uno dice que el arma está descargada y no lo está,
todas las armas estén o no estén cargadas siempre hay que tratarlas a todas como cargadas.
En este punto SI se coincide... especialmente cuando uno tiene SIEMPRE el arma cargada y lista para el
combate...
2.- NUNCA DIRIGIR LA BOCA DEL ARMA HACIA UNA PERSONA.
Y algunos dicen, pero si yo no meto el dedo en la cola del disparador, o como se lo conoce vulgarmente
el "gatillo", la cola del disparador es como se le dice realmente, pero hay veces que hay ciertas fallas en
algunos mecanismos que con un movimiento violento, podrían llegar a hacer que el arma indirectamente,
y sin colocar el dedo en la cola del disparador se produzca el disparo.
Bueno... si "una persona" es un amigo, un familiar, un buen vecino... obvio que también estamos de
acuerdo. Pero... si se trata de un caso de DEFENSA PERSONAL / FAMILIAR... este punto carece -por
completo- de sentido. No lo entiendo...
Debería decir: Si Usted está en un Polígono, siempre mantenga el arma apuntada hacia lugar SEGURO,
esto es, hacia los BLANCOS. punto. Si Usted está en su Hogar, no debe apuntar el arma hacia ningún
lado... No se juega con las armas de fuego. (y si Usted es un especialista que está haciendo prácticas de
tiro "en seco"... no necesita que le digamos que no debe operar con el arma cargada, ni apuntar a ningúna
otra cosa que no sea una silueta -en un ambiente SEGURO (sin familiares a la vista)-
3.- NUNCA PONER EL DEDO SOBRE LA COLA DEL DISPARADOR.
Bueno... esto amerita un comentario similar al comienzo de la regla anterior, no? NUNCA... hasta que
uno está dispuesto a efectuar un disparo (o mas!)
4.- MIENTRAS NO SE USE, MANTENER EL ARMA DESCARGADA, CON EL CERROJO ABIERTO O
EL TAMBOR VOLCADO.
Eso serviría para saber las condiciones en las cuales estamos guardando el arma, y tendríamos un pleno
parámetro, no decir hoy cargo el arma , hoy no...
Esto último... es como decir: mantenga el auto DESARMADO, quite el motor, saque el tanque de nafta...
hasta que esté dispuesto a usarlo! No se... no le veo el sentido. Salvo que se piense en un USO
DEPORTIVO EXCLUSIVO y ... que se esté dispuesto A MORIR antes que intentar defender a la
familia... no lo entiendo!
5.- NUNCA DISPARE AL AIRE.
Quiero agrandar esto de nunca disparar al aire, se lo redondeo y lo dejo en claro, muchos dicen "...yo tiro
al suelo...", y esto también esta mal, no sabemos que hay debajo del suelo, personalmente me han tocado
casos de disparos al suelo y abajo había una piedra, con una piedra de composición granítica o media
dura, se produce un disparo - un rebote con las consecuencias que ya todos podemos llegar a suponer.
Y si... esto es más que obvio y suponemos que Javier estaba hablando para la masa de tenedores NO
FORMALES... Porque los Legítimos Usuarios Responsables ESTO ya lo sabemos.
Conclusión: creo que las NORMAS DE SEGURIDAD que da Javier no son lo suficientemente CLARAS
como para que sirvan. Hay que diferenciar entre los distintos tipos de TENEDORES / PORTADORES.
Si hablamos para los LLUU hay normas de las que dio Javier que no se aplican. SI hablamos para los
INFORMALES... habría que agregar algunas, tales como...
A. NO COMPRE UN ARMA DE FUEGO PARA USO DEFENSIVO si no está dispuesto a aprender a
usarla correctamente, a efectuar Cursos de Tiro Defensivo, a entrenar con regularidad y a adquirir un
dominio tal que le permita a Usted sentirse seguro en su manejo.
B. SI USTED TIENE LEGALMENTE UN ARMA DE FUEGO, prepárese física y emocionalmente para
usarla sólo si su vida o la de su familia esté en riesgo grave.
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