Participación de mujeres científicas en la construcción de algunas teorías científicas vigentes en la tecnociencia actual Teresa Nuño Angós . 1 Resumen En esta comunicación se visibilizan científicas que participaron en la construcción de teorías científicas vigentes e incluidas en la formación científica de secundaria y universidad. La presencia de mujeres en las ciencias, se podría describir como una historia de obstáculos, invisibilidad, incomprensión y desconsideración. Pese a todo, son muchas más de lo que la historia de la ciencia, sesgada por el androcentrismo, ha reconocido y, actualmente, comienzan a visibilizarse. La introducción de la dimensión histórica en los estudios sobre Género y ciencia pretende reducir la invisibilidad de científicas de otras épocas y de la actualidad, poner de relieve la autoridad de sus aportaciones en la construcción del conocimiento tecnocientífico, conocer el modo en que este conocimiento ha evolucionado e ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida socialmente, acorde con los enfoques Ciencia-Tecnología-Sociedad propuestos para conseguir la alfabetización científica de la ciudadanía. Palabras-Clave: género, autoridad femenina, tecnociencia, androcentrismo, medio ambiente. Introducción Es un hecho que la mujer ha sido discriminada sistemáticamente en el ámbito de la ciencia, sin embargo, se debe destacar que algunas áreas de las ciencias biológicas han sido menos reacias a aceptar mujeres en su comunidad científica. Por este motivo, algunas realizaron contribuciones científicas relevantes en biología. Entre ellas destacamos a Rosalind Franklin, química especialista en cristalografía de rayos X en biología molecular y Lynn Margulis considerada en los ambientes científicos la bióloga evolucionista más original y creativa de nuestro tiempo. En el ámbito de las ciencias ambientales son cada vez más numerosas las contribuciones de mujeres tales como Ellen Richards Swallow, química fundadora de la ciencia de la economía doméstica, Rachel Carson, bióloga marina y escritora científica, pionera en alertar a la sociedad sobre los peligros de la acción humana en el medio ambiente, Gro Harlem Brundtland médica y presidenta de la Comisión que propuso el modelo de desarrollo sostenible, Wangari Mathaai bióloga premiada con el Nobel de la Paz en 2004, y otras ecofeministas de prestigio como Vandana Shiva física, Premio Global 500 (UNEP), Bina Agarwal economista fundadora de Sociedad India para la economía ecológica y Val Plumwood filósofa y activista en movimientos para preservar la biodiversidad y evitar la deforestación, que ayudó a establecer la transdisciplina denominada humanidades ecológicas. Todas ellas y otras participaron en la construcción de las grandes teorías de nuestra Ciencia contemporánea. Marco Teórico En los estudios de Género y Ciencia al analizar el androcentrismo implícito y explícito en la construcción del conocimiento científico se abordan distintas dimensiones: • epistemológica: hacer visible el androcentrismo en la ciencia • metodológica: desvelar sesgos androcéntricos en la investigación científica (en elección de temas, en diseños experimentales, …) 1 Dra. en Ciencias (Químicas). Catedrática de Escuela Universitaria de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Universidad del País Vasco UPV/EHU. [email protected] 2 • histórica: reducir la invisibilidad de científicas de otras épocas y mostrar sus aportaciones La introducción de la dimensión histórica ayuda a reducir la invisibilidad de científicas de otras épocas y de la actualidad, para poner de relieve la autoridad de sus aportaciones en la construcción del conocimiento tecnocientífico y mostrar la presencia de las mujeres en la historia de las ciencias. Hoy en día, el concepto de autoridad se confunde con el de poder, pero etimológicamente 2 autoridad viene del latín augere que significa capacidad para hacer crecer. La autoridad patriarcal y la autoridad femenina u orden simbólico de las mujeres se asientan respectivamente en estos dos significados tan diferentes del término autoridad, entendida como poder en un caso, o como mediación en el otro (Solsona, 1997). Este último significado de autoridad nos permite reflexionar con mayor complejidad sobre el papel de las científicas y el trabajo de recuperación de sus aportaciones a lo largo de la historia, así como, conocer los avatares y el modo en que ha ido progresando el conocimiento científico, además de ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida socialmente. El profesorado de ciencias en su intervención docente suele reflejar de forma implícita un determinado modelo de ciencia que en la mayoría de los casos está dominado por una visión androcéntrica, positivista y cuantificadora de los fenómenos. Este modelo de ciencia difícilmente incluirá entre sus referentes la autoridad científica femenina. En esta comunicación se presentan y analizan las contribuciones científicas de algunas científicas de los siglos XIX, XX y XXI a las siguientes teorías o modelos científicos vigentes hoy en día. La doble hélice: estructura del ADN. Rosalind Elsie Franklin (1920-1958) Londres (Gran Bretaña) Figura 1. Rosalind Franklin Figura 2. Crick, Watson y Wilkins En 1962, James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins recibieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, por la determinación de la estructura de la molécula de ADN: la doble hélice. Rosalind Franklin, no fue galardonada con el Nobel, había muerto de cáncer de ovarios cuatro años antes. A juzgar por lo que los tres ganadores del Nobel manifestaron en sus conferencias al recibir el Nobel, nadie hubiera sabido que Franklin había contribuido a ese triunfo. De las noventa referencias que citaron en el conjunto de sus tres conferencias, ninguna fue de Franklin. Sólo Wilkins la incluyó en sus agradecimientos (McGrayne, 1998). Encontramos un claro ejemplo de cómo una científica es desposeída de su autoridad científica, otorgándose esa autoridad a sus colegas ("rivales") de investigación. Quizá este ejemplo sea uno de 2Autor, 1155. Tom. del lat. auctor, -oris, "creador, autor", "fuente histórica", "instigador, promotor", derivado de augere, "aumentar", "hacer progresar". Deriv. Autoridad, 1ª mitad S. XIII, lat. auctoritas, -atis; autoritario, autoritarismo. Autorizar, princ. S. XV; autorización, 1705. (Corominas, J. 1961.Breve Diccionario etimológico de la lengua castellana. Gredos: Madrid). 3 los más deplorables, ya que, además, se produjo una apropiación indebida de los datos no publicados de Franklin (Alvarez-Lires, Nuño y Solsona, 2003) Rosalind Franklin doctorada por la Universidad de Cambridge en 1945, con tan solo 26 años ya era considerada una autoridad en el campo de la química industrial. Trabajó en Paris (1947-1950) en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado investigando en cristalografía de rayos X, donde mejoró sustancialmente los métodos de difracción de rayos X para determinar las estructuras de sustancias grandes y complejas, desarrollando los análisis matemáticos correspondientes. Durante esos años llegó a publicar unos 12 artículos sobre carbonos grafitados y no grafitados. En 1951, regresó a Londres para trabajar como investigadora en el King's College de la Universidad de Londres. John Randall, director del laboratorio de biofísica, le había ofrecido una beca de investigación Turner-Newall para que se encargara de organizar una unidad de difracción de rayos X y abordara el estudio, ya en marcha, de la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN). Maurice H.F. Wilkins, investigador del mismo laboratorio, estaba trabajando en el mismo problema. Desde un principio surgieron problemas entre Wilkins y Franklin. Él pensaba que ella había sido contratada como asistente suya, y ella, que sabía que no existía tal jerarquía entre ambos, había asumido que tenía que trabajar sola en el proyecto del ADN. Todo ello condujo a una situación insostenible en la que Franklin y Wilkins llegaron a no dirigirse la palabra (Sayre, 1997). Tras ocho meses en el King's College, y una vez puesto a punto el laboratorio para el estudio del ADN mediante difracción de rayos X, en septiembre de 1951, Rosalind Franklin, trabajando sólo con la ayuda de su doctorando Raymond Gosling, descubrió que la forma del ADN cambiaba completamente en función de la cantidad de agua que absorbía. Se transformaba de la forma A (seca) a la llamada forma B (húmeda). Había obtenido, por difracción de rayos X, los mejores diagramas del ADN que se conocían hasta el momento. Interpretó correctamente las imágenes de la forma B como indicativo de una estructura helicoidal del ADN, con los grupos fosfato hacia el exterior y puentes fosfato-fosfato entre las hélices, interrumpidos por moléculas de agua, pero no publicó sus resultados ya que quería conseguir pruebas concluyentes, no suposiciones. Figura 3 Frankiln y sus diagramas de ADN Figura 4. Modelos ADN de Watson y Crick Paralelamente, en el laboratorio Cavendish de Cambridge, Watson y Crick empezaron a interesarse por el estudio del ADN, aunque éste no era un proyecto de su laboratorio, y su director Lawrence Bragg nunca alentó una posible competición entre los dos laboratorios (Sayre, 1997). Ellos utilizaban una metodología basada en la construcción de modelos, mientras que Franklin utilizaba además una metodología experimental mediante difracción de rayos X, seguida de complejos cálculos matemáticos, para la interpretación de los diagramas. A finales de 1951, Franklin y Gosling se concentraron en la investigación de la forma A. Inicialmente, estaba convencida de que esas imágenes también mostraban una estructura helicoidal. Después cambió de opinión y continuó por un camino equivocado hasta enero de 1953. En esa 4 fecha, Linus Pauling que también investigaba la estructura del ADN, en Estados Unidos, envió un artículo que iba a publicar en el que también especulaba sobre un modelo helicoidal para el ADN. En febrero, Wilkins, a espaldas de Franklin y sin pedirle permiso, mostró a Watson la foto de la forma B obtenida por ella. Watson, además, recibió (de una manera bastante irregular, poco ética y sin saberlo Rosalind) otros datos adicionales, también obtenidos por ella. Con toda esa información, que Watson no había sabido interpretar en un seminario impartido por Rosalind en 1951, al analizar los informes de Franklin, Crick se dio cuenta de que una de las cadenas exteriores de la molécula de ADN debía ir hacia arriba y la otra hacia abajo y Watson, en un descubrimiento fortuito, consiguió determinar qué pares de bases forman los peldaños de la escalera helicoidal: Adenina con Timina o Guanina con Citosina. El 6 de marzo, Watson y Crick enviaron un artículo a la revista Nature comunicando que habían resuelto la estructura del ADN. Rosalind, en febrero de 1953, había vuelto a investigar la forma B, estaba segura de que era helicoidal, con la hélice formada por dos cadenas y con los grupos fosfato en el exterior de la hélice. El 17 de marzo, junto con Gosling, finalizó un artículo resumiendo lo que sabían sobre la forma B. Al día siguiente la revista Nature le comunicó, que Watson y Crick habían encontrado la estructura del ADN y le propuso que ella y Wilkins contribuyeran con algún artículo para publicarlos conjuntamente. Rosalind, convencida de que el nuevo modelo de Watson y Crick era correcto, revisó su artículo del 17 de marzo y lo modificó ligeramente para apoyar las hipótesis del modelo de Watson y Crick. El 25 de abril, se publicaron el artículo de Watson y Crick y como complementarios los de Franklin y Gosling, por un lado, y Wilkins, Stokes y Wilson, por otro. Efectivamente, completaban el modelo de Watson y Crick ofreciendo la evidencia experimental que lo confirmaba, ya que el artículo de Watson y Crick, de no más de 1000 palabras, ofrecía sus hipótesis sin pruebas. No citaba artículos previos, ni incluía revisión bibliográfica alguna. Tampoco citaba a los personajes científicos que le habían aportado los datos empíricos para la construcción de su modelo (McGrayne, 1998). Posteriormente, en 1968, James Watson publicó un libro titulado La doble hélice, que provocó una gran controversia en la comunidad científica y distorsionó bastante los sucesos realmente ocurridos en el transcurso de las investigaciones que condujeron a la determinación de la estructura del ADN. Los personajes que aparecían en el libro estaban todavía vivos y pudieron defenderse y rebatir las opiniones de Watson; sin embargo, Rosalind Franklin había muerto diez años antes, por lo que no tuvo la oportunidad de corregir la versión de Watson, que la había convertido en una caricatura, una especie de cenicienta sabihonda y respondona. Origen de la Vida: Principales Hipótesis e Hipótesis Gaia Lynn Alexander Margulis (1938- ) Chicago (EEUU) Figura 5. Lynn Margulis, uno de sus libros y Organismo unicelular que contiene algas verdes en simbiosis Hacia 1967, basándose en los estudios de principios del siglo XX del ruso Kostantin Merezhovsky, 5 que habían sido rechazados por la ciencia oficial del momento, Margulis formuló su Teoría de la endosimbiosis en serie, también denominada simbiogénesis. Tanto ella como su teoría fueron criticadas durante años por la comunidad científica. Sin embargo, gracias a su persistencia, actualmente es aceptada como una teoría plausible que puede ofrecer una explicación convincente a la evolución de las células eucariotas. En 1981 publicó con Evelyn Hutchinson Symbiosis in Cell Evolution. Life and Its Environment on the Early Earth, donde desarrolló, por primera vez, su teoría sobre el papel que jugó la simbiosis en el origen de la célula eucariota. Esta teoría pretende explicar cómo dos seres vivos, de dos especies distintas, se asocian para vivir juntos dando lugar a una nueva especie. Se basa en dos conceptos biológicos, a saber: - La división más fundamental de la organización del mundo vivo es la que hay entre procariotas (organismos cuyas células carecen de núcleo) y eucariotas (cuyas células poseen núcleo), es decir, entre bacterias (sin núcleo) y otros organismos constituidos por células nucleadas (protoctistas, plantas, hongos y animales). - Algunas partes de las células eucariotas surgieron directamente de la formación de asociaciones permanentes entre organismos diferentes, por simbiosis. A diferencia de las bacterias, las células de las plantas y de los animales tienen núcleo. Contienen también orgánulos, como las mitocondrias y los plastos, cuyos lejanos antepasados eran bacterias. Gracias a la asociación de ciertas bacterias con otras bacterias con las que establecieron inicialmente una relación de simbiosis intracelular, se obtuvieron los primeros protoctistas, organismos eucarióticos, a partir de los que se derivaron los otros tres reinos eucariotas: hongos, plantas y animales. Las asociaciones fueron sucediendo a lo largo del tiempo y no fueron simultáneas, de ahí el término endosimbiosis en serie. Margulis está convencida de que la simbiogénesis es un proceso mucho más frecuente de lo que creen quienes apoyan las teorías evolucionistas continuadoras de la tradición darwiniana, tradición que concede mucha más importancia a la competencia que a la cooperación en el proceso evolutivo. Según Margulis, este tipo de "bodas" simbióticas son la esencia de la evolución de las especies a todas las escalas. Sin embargo, recalca que no es lo mismo cooperación que simbiogénesis. “Cooperación significa trabajar juntos y habla de sociología, de personas. Y simbiogénesis quiere decir organismos de distintos tipos, de especies diferentes que viven en proximidad física” (Aznárez, 2002). En la simbiosis, nadie gana ni pierde, sino que hay una recombinación. Se construye algo nuevo. La gran contribución de esta científica ha afectado al discurso evolucionista, que se ha visto enriquecido con sus grandes esfuerzos por revelar las grandes implicaciones latentes en la historia del mundo microbiano. Margulis ha demostrado que las células nucleadas o eucariotas –de las que están hechos todos los hongos, las plantas, los animales y numerosos seres unicelulares- no sólo descienden de bacterias, sino que son literalmente amalgamas de células bacterianas diversas. Como explica, en su libro The Symbiotic Planet (1998), en la simbiogénesis de la célula eucariota hay cuatro partes: el origen del núcleocitoplasma; los cilios –que también son centriolos, etcétera-; la parte de mitocondria, y la parte de plástidos. En la actualidad, todo está probado, documentado, menos la parte de los cilios, que no está probada totalmente y es en ese aspecto en 6 el que Margulis continúa trabajando hasta conseguir que esa parte esté bien documentada. De este modo, Margulis, sin romper totalmente con los postulados de Darwin y de sus sucesores, ha sabido demostrar el valor de la simbiosis como mecanismo evolutivo. El proceso de especiación está directamente ligado a la adquisición de simbiontes, y esta teoría, junto con el darwinismo original, permite explicar mucho mejor la evolución (Martínez, 2000). En 1986, publicó Microcosmos donde desarrolla su Teoría de la simbiogénesis y la vincula a la Teoría de la evolución, relatando lo que ha ocurrido en los cuatro mil millones de años de evolución desde nuestros ancestros microbianos. Durante el proceso de desarrollo y verificación de su Teoría de la simbiogénesis, hacia 1972, conoció al británico James E. Lovelock químico de la atmósfera. Éste acababa de postular, tres años antes, su hipótesis de la Tierra como un sistema autorregulador, más conocida como hipótesis Gaia. Sin embargo, Lovelock desconocía el mecanismo por el cuál la Tierra podía controlar su temperatura y la composición de su atmósfera. Sabía que los procesos autorreguladores debían involucrar organismos vivos, pero no sabía cuáles. Margulis estaba estudiando los mismos procesos que él, investigando la producción y eliminación de gases por diversos organismos, incluidas las bacterias. La colaboración de ambos fue ideal para la investigación: ella podía clarificar cuestiones relacionadas con los orígenes biológicos de los gases atmosféricos y él aportaba conceptos de química, termodinámica y cibernética. Juntos desvelaron una compleja red de bucles de retroalimentación que era la responsable de la autorregulación del planeta. Estos bucles vinculan sistemas vivos con no vivos. Demostraron que existe una íntima relación entre las partes vivas del planeta (plantas, microorganismos y animales) y las no vivas (rocas, océanos y atmósfera). Figura 6. James Lovelock y Lynn Margulis coautores de la Hipótesis Gaia La hipótesis Gaia contempla la vida de un modo sistémico, uniendo geología, microbiología, química y otras disciplinas. En los últimos años han abundado los descubrimientos científicos que explican el cambio en la composición de la atmósfera terrestre en referencia a la evolución de las especies; relacionan los intercambios de gases de la atmósfera, el suelo y los océanos con el metabolismo de los seres vivos; e incluso dan un origen orgánico a algunos fenómenos climáticos y meteorológicos. Inicialmente, la hipótesis recibió el rechazo de la comunidad científica. Fue acusada de teleológica, es decir, que implicaba la idea de que los procesos naturales suceden por un propósito. Sin embargo Margulis y Lovelock nunca dijeron que la autorregulación planetaria estuviera dotada de un propósito. Revistas como Nature y Science rechazaron su publicación. Finalmente, Carl Sagan (su primer esposo) les invitó a publicarla en su revista, Icarius, en 1974. Con la hipótesis Gaia, la mirada de Margulis se eleva de lo microscópico a lo global: la Tierra es un auténtico sistema vivo, una amalgama palpitante a escala global de los organismos y el mundo físico inanimado. Gaia es el gran ecosistema que constituye la biosfera del planeta, es el conjunto de 7 todos los ecosistemas de la Tierra. La biota (suma de todos los organismos que han existido y existen) interacciona con los materiales de la superficie del planeta y mantiene unas condiciones concretas de temperatura, composición química de la atmósfera y alcalinidad, las cuales son favorables para la vida. En definitiva, para Margulis, la vida no es "una cosa" sino un proceso continuo. La vida es un fenómeno en el que se da un flujo de materia y energía, que se mantiene a sí mismo y que se rige por sus propias leyes, más allá de la simple física y química. En 1982 publicó, con Karlene Schwartz, Cinco Reinos. Guía ilustrada de los phyla de la vida en la Tierra, en él se describen e ilustran todos los grupos principales de organismos pertenecientes a los cinco reinos, propuestos en 1959 por Robert H. Whittaker (1924-1980). Margulis es autora de más de cien artículos en revistas internacionales, ha publicado unos 60 libros, científicos y de divulgación, así como vídeos y materiales didácticos de ciencias principalmente de microbios y plantas, tanto para educación secundaria: Living Sands: Mapping Time and Space with Foraminifera, como para estudiantes de licenciatura, referentes a los ciclos biogeoquímicos del azufre. Es también coautora de más de quince libros con su hijo Dorion Sagan, poeta y divulgador científico. De entre ellos cabe citar el publicado en 2002: Acquiring Genomes: A Theory of the Origin of Species. Muchas de sus ideas, ya clásicas, se recogen en los libros de ciencias de educación secundaria, aunque en la mayoría de ellos no aparece su nombre. Algunas de sus propuestas son tan conocidas como la clasificación de los cinco reinos (Moneras, Protoctistas, Hongos, Plantas y Animales) o el origen endosimbiótico de la célula eucariota; otras resultan polémicas como la cogeneración de la hipótesis Gaia junto a James Lovelock. Figura 7. Clasificacion de los seres vivos de Margulis: Los cinco reinos En la actualidad, Margulis, que se ha distinguido a lo largo de su carrera por formular teorías, que permitieron remover los cimientos de la ciencia ortodoxa, continúa sus tareas de investigación sobre el mundo bacteriano, con la finalidad de reescribir la historia de la evolución de las especies en la Tierra mediante su Teoría de la simbiogénesis. Gestión del planeta y Desarrollo Sostenible Ellen Richards Swallow (1842-1911) Dunstable (Massachusetts) (EEUU) Figura 8. Ellen Richards Swallow a edades diferentes 8 Fue la primera mujer admitida en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde estudió química, aunque no le permitieron obtener su doctorado. Fundadora de la ciencia de la economía doméstica, área en la que se combinan los conocimientos de cocina, nutrición, abastecimiento de agua, higiene y salud. Fue una pionera de las ciencias ambientales, mucho antes de que la materia que ahora entendemos por ciencias ambientales hubiera sido definida. Figura 9. Laboratorio de mujeres del MIT y Estación Zoológica de Nápoles, 1872 Consiguió que la Women's Education Association de Boston financiara un laboratorio para mujeres en el MIT, en el que trabajó como directora asistente con el profesor John Ordway. Desde 1876 fue miembro de la Society to Encourage Studies at Home, y se encargó de la sección de ciencias, animando a las mujeres a entrar en este campo y contribuyendo a su formación de forma altruista. Fue cofundadora de la American Association of University Women (AAUW), en la que continuó trabajando en favor de la formación de las mujeres. Desde su puesto de profesora asistente introdujo la enseñanza de la biología en el MIT y contribuyó a la fundación del instituto oceanográfico de Woods Hole, investigó sobre la contaminación del agua y diseñó sistemas seguros para el aprovisionamiento. Formó parte del comité de la Naples Table Association for Promoting Laboratory Research by Women, asociación que concedía un premio anual para mujeres, consistente en la financiación de un año de investigación en laboratorios de biología como la Estación Zoológica de Nápoles o el de Woods Hole. Tras su muerte, el premio pasó a llevar el nombre de Ellen Richards A partir de 1890, orientó su carrera hacia la mejora de la nutrición en las clases trabajadoras, participando en la creación de restaurantes económicos, donde se proporcionaban alimentos nutritivos y se ofrecía instrucción sobre su preparación y asesoramiento a hospitales y escuelas sobre las dietas. Abogó por la introducción de cursos de economía doméstica en los centros públicos y en 1899, diseñó las características de la enseñanza y certificación que debería tener esta nueva ciencia, dando pie a la formación de la American Home Economics Association, de la que fue primera presidenta, y a la fundación del Journal of Home Economics. Desde 1910 formó parte del consejo de la National Education Association, encargándose de la supervisión de la enseñanza de economía doméstica en los centros públicos y recibió un doctorado honorífico otorgado por el Smith College. Entres sus numerosas publicaciones (más de 22) merecen destacarse las siguientes por la temática tan innovadora que abordaban en el contexto de la época: Food materials and their adulterations. 1898; Laboratory notes: sanitary chemistry and water analysis. 1908; Air, water, and food from a sanitary standpoint 1900; The cost of food: a study in dietaries 1901, Euthenics, the science of controllable environment: a plea for better living conditions as a first step toward higher human efficiency 1910; Conservation by sanitation; air and water supply; disposal of waste 1911. 9 Rachel Louise Carson (1907-1964) Springdale, Pennsylvania (EEUU) Figura 10. Rachel Carson y portada de su libro de denuncia del DDT: Primavera Silenciosa Bióloga marina, trabajo como zoóloga (1932-1935) en la Universidad Johns Hopkins. Enseñó zoología y estudió e investigó organismos marinos vivos (1935-40) en el U.S. Bureau of Fisheries. Fue una de las dos primeras mujeres contratadas para desempeñar un puesto científico. En 1941, publicó Under the Sea Wind y en 1951 explicó y denunció las interacciones entre seres humanos y océanos en su libro The Sea Around Us, advirtiendo sobre el peligro creciente de la contaminación marina a gran escala, por lo que fue elegida miembro de la Real Sociedad Británica de Literatura, galardonada con el National Book Award para obras de no ficción y obtuvo una beca Guggenheim. En 1955, publicó The Edge of the Sea, centrado en la delicada red de la vida, donde señalaba la interdependencia de todas las criaturas vivas en las comunidades de la orilla del mar. De 1936 a1949 trabajó como bióloga marina para el U.S. Fish and Wildlife Service y llegó a ser Editora jefa de publicaciones durante 11 años (1940-1951), escribiendo, editando y revisando las publicaciones preparadas por el personal del citado servicio de publicaciones. Desde 1952 hasta su prematura muerte en 1964 fue miembro de la Marine Biological Laboratory Corporation. En 1962, cuando publicó su libro más famoso Silent spring provocó gran controversia e impacto social. Con él se originó una conciencia mundial sobre el peligro de la contaminación ambiental y una preocupación social por los problemas causados por los modernos pesticidas sintéticos (especialmente el DDT) y sus efectos en las cadenas alimenticias, principalmente de las aves. Hasta la publicación de su libro poca gente era consciente de que los pesticidas entran en la cadena alimenticia, aumentando su concentración al pasar de un nivel trófico al siguiente. Con ello se enfrentó a los gigantes químicos, fabricantes de Plaguicidas (DDT), y algunas agencias del gobierno de EEUU. Las multinacionales invirtieron una fortuna para desacreditarla, tachándola de alarmista, histérica, fanática y comunista. Además cuestionaba el derecho e la sociedad industrial a contaminar a su voluntad, sin tener en cuenta los efectos en el medio ambiente. Su libro originó, pocos años después de su publicación, la regulación de la manufactura y uso de los pesticidas químicos, así como de la eliminación de sus residuos. Hacia 1970, el uso de DDT llegó a prohibirse en algunos países industrializados. En el Estado español con la Directiva de la CEE del año 1987. A pesar de toda la campaña desatada contra ella, recibió el reconocimiento por su libro cuando ese mismo año fue elegida miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras. En su último libro, The Sense of Wonder publicado en 1965 después de su muerte, anima a las personas adultas a estimular la capacidad innata de las criaturas para admirar la naturaleza y maravillarse ante ella. 10 Gro Harlem Brundtland (1939- ) Oslo (Noruega) Figura 11. Gro Harlem Brundtland en distintas épocas y cargos políticos Doctora en Medicina (1963) y Master en Salud Pública (1965). Ha sido Primera Ministra de Noruega, en 1981, 1986-89, 1990-96 y Directora de la OMS (1998-2003). En la década de los 80 del siglo XX Naciones Unidas le encargó que formara una Comisión para indagar los problemas ambientales y el modelo de desarrollo de la época. Entre 1984-1987 elaboraron el denominado Informe Brundtland. Nuestro futuro común, donde se acuña el término Desarrollo sostenible. En 2000 fue nombrada Directora General de WHO. En sus trabajos ha denunciado las diferencias Norte-Sur y manifiesta la forma en que los países industrializados podrían contribuir a acabar con ellas: Las previsiones de intervención para prevenir la muerte en los países industrializados nunca han sido mejores” “La evidencia refuta a quienes dudan de que las comunidades más pobres del mundo se puedan proteger del SIDA, tuberculosis, malaria, enfermedades infantiles y mortalidad maternal. Con un esfuerzo adoptado en la comunidad internacional podemos convertir la promesa de éxito en una realidad en los próximos años http://www.who.int/inf-pr-2000/en/pr2000-78.html. En 2007, fue nombrada Enviada Especial de la Secretaría General de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Wangari Maathai (1940- ) Nyeri (Kenia) Figura 12. Wangari Maathai, recogiendo el Nobel de la Paz de 2004 Doctora en Biología y Premio Nobel de la Paz 2004, por su contribución a la democracia, la paz y el desarrollo sostenible. Fue la primer mujer en África Central y Oriental en obtener un doctorado. Profesora de anatomía veterinaria en la Universidad de Nairobi, a pesar del escepticismo y la oposición de los estudiantes varones, ocupó casi todos los cargos docentes, siendo también la primera mujer en ocupar la jefatura de un departamento y hasta llegó a ser la primera decana en 1940. Activista ambiental, en 1977 funda el Movimiento Green Belt (Cinturón verde) que plantó más de 20 millones de árboles, en un intento por evitar la deforestación y consiguiente desertización. El Movimiento concentra sus actividades en el conservacionismo ambiental, la reforestación, la educación ambiental, los talleres de formación panafricanos sobre temas ambientales dirigidos específicamente a mujeres y ciclos de visitas y tours, los llamados Green Belt Safaris. El programa se lleva adelante mayoritariamente por mujeres quienes al recibir una paga por el trabajo de plantar los árboles, tienen mejores posibilidades de atender a sus hijos y cuidan el futuro del medio ambiente. En 1986, el Movimiento estableció una red panafricana (Pan African Green Belt Network) con 40 personas que replicaron el programa en sus respectivos países o establecieron programas similares. 11 En 1991 fue arrestada, encarcelada y liberada gracias a una campaña llevada a cabo por Amnistía Internacional. En 1999, fue atacada cuando plantaba árboles en el bosque público Karura de Nairobi, como protesta contra la continua deforestación. Como co-presidenta del Jubilee 2000 Africa Campaign, Wangari amplió sus desafíos, jugando un papel protagónista en la demanda de la condonación de la deuda de los países de Tercer Mundo. Desde enero de 2002 ha sido Visiting Fellow en el Instituto global de bosques sostenibles de la Universidad de Yale. Fue Viceministra de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Vida Salvaje (2003-2005). Ha recibido innumerables premios y menciones por su desempeño, como el premio Mujer del Año en 1983 y es considerada por Earth Time como una de las 100 personas en todo el mundo cuyo trabajo fue capaz de producir una diferencia en el mundo en lo que concierne al medio ambiente. Figura 13. Wangari Maathai fundadora del movimiento Green Belt Como señala Dolores Sánchez (2008) la actividad del movimiento Cinturón Verde, tiene una doble finalidad: conservar el entorno y aumentar el poder de las mujeres para que tengan un mayor reconocimiento en sus comunidades, es decir, persigue el empoderamiento de las mujeres, constituyendo un claro ejemplo de Desarrollo comunitario y Protección ambiental y resulta una contribución fundamental a la paz. Aporta un enfoque global en el tratamiento de un problema complejo y se encamina a la búsqueda de soluciones en el marco del desarrollo sostenible. La dirección de Wangari Mathaai en el movimiento y sus sabios consejos a las mujeres lleva a los cambios. Las soluciones no “vienen de fuera” sino desde dentro de las comunidades. Para Wangari Mathaai la protección global del entorno está directamente relacionada con asegurar la paz: Las mujeres africanas somos responsables por nuestros niños, no podemos quedarnos sentadas, perder el tiempo y verlos morirse de hambre…. El mundo necesita una ética global con valores que den sentido a la experiencia de vivir… Los valores universales de amor, compasión, solidaridad, cuidado y tolerancia, deberían también impregnar la familia extendida de las Naciones Unidas…. “Si deseamos salvar el entorno, primero hay que proteger al pueblo. Si somos incapaces de preservar a la especie humana, ¿qué objeto tiene salvaguardar las especies vegetales? En la concesión del Nobel de la Paz de 2004, la citación del Comité Nobel Noruego afirmaba: La paz en la tierra depende de nuestra capacidad de asegurar nuestro medio ambiente. Maathai está a la cabeza de la lucha para promover un desarrollo social, económico y cultural en Kenia y en el resto de África que sea ecológicamente viable. Su visión del desarrollo sostenible es holística e involucra la democracia, los derechos humanos y en especial, los derechos de las mujeres. Ella piensa globalmente y actúa localmente. Vandana Shiva, (1952- ) Dehra Dun, Uttarakhand, India Figura 14. Vandana Shiva ecofeminista y representante del movimiento no violento CHIPKO 12 Ecofeminista (representante del ecofeminismo radical) y doctora en física cuántica en 1978 por la Universidad Western Ontario, así como representante del movimiento no-violento CHIPKO. Ayudó a redefinir las percepciones de la mujer de los países en vías de desarrollo con la publicación, en 1988, de Staying Alive, Women, Ecology and Survival in India. Es activista ambiental en derechos de propiedad intelectual, biodiversidad, biotecnología, bioética, ingeniería genética, líder ecologista y fundadora con Ralph Nader y Jeremy Rifkin del International Forum on Globalization. Directora del Research Foundation for Science, Technology and Ecology, instituto independiente dedicado a la investigación de temas ecológicos y sociales, en 1991, fundó Navdanya, un movimiento nacional indio para proteger la diversidad y la integridad de los recursos vivos, sobre todo de las semillas autóctonas. En 1993, recibió el Premio Right Livelihood por situar a la mujer y la ecología en el corazón del discurso sobre desarrollo actual y también ha recibido el Premio Global 500 (UNEP) Entre sus numerosas publicaciones cabe destacar: (1991) The Violence of the Green Revolution; (1993)/95 Abrazar la vida. mujer, ecología y desarrollo; (1994) Monoculutures of the Mind; (1997) Biopiracy: The Plunder of Nature and Knowledge; (1997) La práxis del ecofeminismo- Biotecnología, consumo, reproducción con María Mies; (2003) Cosecha robada: El secuestro del suministro mundial de alimentos; (2003). ¿Proteger o expoliar?: Los derechos de propiedad intelectual; (2004) Las Guerras del Agua: privatización, contaminación y beneficio. Es editora adjunta de The Ecologist. Para Vandana, como ecofeminista de un país del denominado “Tercer Mundo”, la explotación y destrucción de la naturaleza es intrínseca al modelo de desarrollo económico industrial dominante, que ella define como una imposición colonial por parte del “Primer Mundo”. El desarrollo basado exclusivamente en el crecimiento tecnológico y económico ha cambiado la relación del ser humano con la naturaleza (entendida en la cosmología india como la madre tierra) y sitúa al hombre por encima de ella, otorgándole la capacidad para controlarla y dominarla, considerando que la naturaleza es inerte y pasiva. Según Vandana, “La ciencia que no respeta las necesidades de la naturaleza y el modelo de desarrollo que no respeta las necesidades de las personas amenaza la supervivencia”. Coincide con Carolyn Merchant (ecofeminista esatodunidense) en que la experiencia común de opresión de las mujeres y de la naturaleza por parte del patriarcado define la conexión entre ambas y establece dicha conexión a nivel ideológico y material. Las mujeres rurales del “Tercer Mundo” obtienen de la naturaleza del 60 al 80% de los alimentos que necesitan para su subsistencia y la de sus familias. La destrucción de la naturaleza supone una amenaza para sus vidas y las de los suyos. A partir del estudio del movimiento Chipko, en Garwal District en el estado de Uttar Pradesh, en el norte de la India, Vandana, expresa que las mujeres del “Tercer Mundo” tienen una dependencia especial de la naturaleza y a la vez un conocimiento específico sobre ella. Este conocimiento, adquirido a través de la acumulación de experiencias y su transmisión generación tras generación de mujeres, ha sido sistemáticamente marginado por la ciencia moderna y el modelo de desarrollo dominante, ambos construcciones patriarcales que excluyen a las mujeres como expertas y a otros conocimientos (más respetuosos con la naturaleza) como parte del Conocimiento o la Ciencia. Si trasladamos el debate ecofeminista a los países del “Tercer Mundo” crece la necesidad de examinar la relación que las mujeres establecen con el medio ambiente, en muchos casos entendido como su sustento, a otros niveles al margen del ideológico. Las mujeres rurales de dichos países 13 mantienen una relación estrecha con la naturaleza; tanto como usuarias y gestoras de los recursos naturales, como productoras de alimentos y otros bienes destinados al consumo y al mercado y como administradoras y consumidoras de bienes. Esta relación varía de una mujer a otra en función de la clase social, raza, casta, religión, etnia, etc… a la que pertenecen; factores que determinan los efectos de la degradación ambiental sobre dichas mujeres y su capacidad de respuesta. El trabajo de Vandana ha sido criticado, entre otras, por varias investigadoras indias como Geeta Menon, Mira Burra y Bina Agarwal, que presentan interpretaciones distintas de la relación de las mujeres con la naturaleza. Otra crítica a la posición de Vandana es la atribución que hace de la destrucción de la naturaleza y de la opresión de las mujeres al colonialismo y a la imposición de la ciencia y el desarrollo occidental, ignorando la existencia de desigualdades económicas y sociales que perpetuaron dicha destrucción y opresión con anterioridad al colonialismo, ya que no se puede decir que la sociedad pre-colonial india era justa y ecológicamente respetuosa en su totalidad. Ante las deficiencias que presenta el ecofeminismo y la posición de Vandana Shiva, interpretada como la voz ecofeminista del “Tercer Mundo”, se presenta una alternativa el feminismo ecologista. Bina Agarwal (1951- ) India. Figura 15. Bina Agarwal y algunos de sus libros Economista feminista (exponente del feminismo ecologista) es Catedrática del Instituto de Crecimiento Económico, University Enclave, Nueva Delhi, Vicepresidenta de la International Economic Association y fue Presidenta de la International Association for Feminist Economist. Es Profesora visitante en las Universidades de Harward, Michigan y Minestoa y fundadora de la Sociedad India para la economia ecológica. Ha recibido varios premios: Doctorado honorario en 2007 y el Premio Padma Shri Award en 2008, por su contribución a los campos de la Literatura y la Educación, publicando numerosos libros: (2005) Psychology, rationality and economic behaviour: challenging standard assumptions; (2006) Capabilities, freedom and equality: amartya sen’s work from a gender perspective; (1994) A field of one’s own: gender and land rights in south asia; (1991) Women and work in the world economy; (1989) Women, poverty and ideology in asia: contradictory pressures, uneasy resolutions; (1988)Structures of patriarchy: state, community and household in modernising asia; (1986) Cold hearths and barren slopes: the wood-fuel crisis in the third world. En los países del llamado “Tercer Mundo”, entre los que se encuentra la India, las mujeres rurales pobres dependen totalmente del medio natural para asegurar su subsistencia, la de sus familias y la de sus comunidades; por ello dicha relación es parte de su realidad más inmediata y palpable y no una construcción ideológica. En este caso, la relación que estas mujeres establecen con la naturaleza sienta las bases de lo que Bina Agarwal llama feminismo ecologista, propuesta alternativa al ecofeminismo radical de Vandana Shiva, ambas investigadoras indias sobre el tema. 14 El feminismo ecologista, por tratarse de un concepto nuevo, todavía en fase de construcción y conceptualización, es el eje de un debate que surge de las críticas y propuestas de autoras de los países del “Tercer Mundo” y es compartido por mujeres feministas del norte y del sur con una preocupación medioambiental. Contempla que la relación de las mujeres con el medio ambiente tomará formas distintas de acuerdo a la clase social, casta, raza, etc… a la que pertenecen. Estos factores, a su vez, determinan la relación que las mujeres tenemos con la organización de la producción, la reproducción y la distribución. El feminismo ecologista, tal como ella lo define, reconoce que la destrucción ambiental afecta en especial a las mujeres y al conjunto de las poblaciones pobres de los países del “Tercer Mundo”, pero al analizar sus mecanismos atribuye una parte de la responsabilidad a los grupos dominantes que monopolizan el poder, la propiedad y el privilegio y control de los recursos. Refiriéndose a la experiencia de la India, añade que el discurso ecofeminista ignora la relación real que las mujeres establecen con la naturaleza, pudiendo ser esta distinta para cada mujer y muy alejada de la interpretación que una persona ajena pueda hacer de ella. Para Bina, desde el feminismo debemos desafiar y transformar el sistema de géneros, la división sexual del trabajo y la distribución desigual de los recursos entre los géneros y desde el ecologismo debemos desafiar y cambiar las relaciones entre las personas y el medio ambiente, así como acabar con los procesos que permiten que una minoría se apropie de los recursos de la naturaleza, ya sean los países desarrollados o las oligarquías de los países del sur, a expensas de los/las demás. Por todo ello, el feminismo ecologista pone su énfasis en la necesidad de luchar y transformar desde el feminismo y el ecologismo simultáneamente (Llort i Juncadella, 2008). Val (Morrell) (Routley) Plumwood (1939-2008) Australia Figura 16. Val Plumwood de joven en los bosques milenarios de Australia que lucho por conservar Filósofa ecofeminista australiana fue activista en movimientos para preservar la biodiversidad y evitar la deforestación desde los 60 del s.XX, ayudando a establecer la transdisciplina denominada humanidades ecológicas. Se caso con el filósofo Richard Routley y en 1983 cambiaron sus apellidos, ella eligió Plumwood y él Sylvan. Su nombre lo tomo de los bosques del árbol milenario: Eucryphia moorei, por los que luchó activamente para su conservación. Trabajó en distintas universidades: Montana y Sidney y perteneció al Comité australiano de investigación de la Universidad Nacional de Australia. En los 70 y 80 del s.XX fue pionera en organizar campañas para salvar los bosques húmedos del este de Australia, extendiendo la lucha a la protección de todos los bosques milenarios de Australia. Su vida cambió, cuando fue atacada por un cocodrilo en el Parque Nacional Kakadu en el norte de Australia, y se dio cuenta de cómo el ser humano puede pasar de depredador a presa y formar parte de la cadena trófica. 15 En su propuesta filosófica critica lo que denomina The standpoint of Mastery un conjunto de visiones sobre cada una o uno mismo y sus relaciones con el o la otra asociadas con el sexismo, racismo, capitalismo, colonialismo y la dominación de la naturaleza. Utilizó la teoría feminista para analizar este punto de vista, que incluye el ver al otro o a la otra como radicalmente separada e inferior. Según ella postula: los problemas del mundo occidental con el mundo natural deben entenderse en el contexto de una problemática de dualismos que podemos rastrear hasta el pensamiento griego. En este sentido, la crisis ambiental debe ser vista como una crisis de la razón concebida en oposición a las emociones. Las relaciones del mundo occidental se han establecido de acuerdo a distintos dualismos: ser humano-naturaleza; mente-cuerpo; razón-emoción; masculinofemenino; civilizado-primitivo. El resultado ha sido el establecimiento de la lógica de la dominación y el problema de la discontinuidad. La lógica de la dominación consiste en atribuir la cualidad de superior a uno de los polos del dualismo y otorgarle por consiguiente el derecho a dominar sobre el polo inferior. En el caso del dualismo ser humano-naturaleza, la lógica de la dominación se materializa en la presunción moderna de la naturaleza-materia que se debe explotar sin límites. La naturaleza, desprovista de razón, se convierte entonces en un instrumento para el bienestar humano y constituye el polo inferior del dualismo. El dualismo ser humano-naturaleza, corresponde a lo que Plumwood (2002) llama hiper separación y el problema de la discontinuidad, según el cual existe una dificultad en ver a las personas como “parte de” la naturaleza, con lo cual se acentúa la dicotomía de lo humano y lo natural adoptando éste último una calidad inferior. Ella argumenta que la homogeneización conlleva a una seria subestimación de la complejidad e irremplazabilidad de la naturaleza y explica cómo en nuestra cultura androcéntrica las diferencias son contempladas como signos de inferioridad y son la base para el establecimiento de jerarquías. Por todo ello postula que las teorías éticas basadas en la unidad no pueden proveer un modelo para el ajuste mutuo, la comunicación y negociación entre partes diferentes y por lo tanto no ayudan a construir relaciones éticas. Conclusiones Como se desprende del análisis de las aportaciones de estas científicas a la construcción de algunas teorías científicas actuales, las mujeres ha participado y participan activamente en la construcción y producción de distintos ámbitos de la tecnociencia actual. La utilización en las aulas de modelos de científicas que trabajaron en otras épocas o de la actualidad, refuerza la autoestima de las alumnas en el proceso de aprendizaje y las estimula para elegir o continuidad carreras científicas, y, posibilita que los alumnos perciban mejor la igualdad de capacidades científicas de mujeres y hombres, propiciando la desaparición de obstáculos que impidan la equidad entre sexos y facilitando el trabajo al profesorado preocupado por la integración de la perspectiva de género en el currículo (Alvarez-Lires, Nuño y Solsona, 2003). El trabajar las biografías de estas y otras científicas en las clases de ciencia y tecnología nos permite conocer los avatares y el modo en que ha ido progresando el conocimiento científico y son útiles para ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida socialmente, acorde con los enfoques Ciencia-Tecnología-Sociedad. La integración de la perspectiva de género en las materias de ciencias facilitaría, por tanto, la consecución de los siguientes objetivos: 16 - Adquirir una idea más abierta y menos dogmática de las Ciencias, respecto a sus ideas iniciales y a las transmitidas por los medios de comunicación. - Comenzar a familiarizarse con un planteamiento interdisciplinar de las Ciencias. - Percibir que la historia de las ciencias y la historia de la humanidad no se han escrito separadamente, y que las mujeres han estado presentes en ellas. - Identificar y valorar algunas aportaciones de las mujeres a la ciencia, tecnología y bienestar de la humanidad, en el entorno más próximo y en otros más extensos. - Cambiar de actitud respecto a la igualdad de capacidades de mujeres y hombres ante la ciencia. - Mejorar la autoestima de chicas y chicos. - Aumentar el interés por las ciencias en base a una alfabetización científica. REFERENCIAS ALVAREZ-LIRES, Mari; NUÑO, Teresa; SOLSONA, Nuria. Las científicas y su historia en el aula. Madrid: Síntesis. 2003. AZNÁREZ, Malen. Lynn Margulis. La bióloga hereje. El País Semanal, 1334 abril, 2002, p. 14-23. LLORT I JUNCADELLA, Imma. Ecofeminismo(s) o Feminismo Ecologista. (2008). http://sexualpersonae.wordpress.com/2008/06/12/feminismo-ecologico-desde-el-blog-callejera-binaagalwal/ MCGRAYNE, Sharon Bertsch. Nobel Prize Women in Science. Their Lives, Struggles and Momentous Discoveries. 1998. Secaucus, N.J.: Carol Publishing Group Edition. MARTÍNEZ, Carolina. También en la cocina de la ciencia. Cinco grandes científicas en el pensamiento biológico del siglo XX. 2000. La Laguna, Santa Cruz de Tenerife: Servicio de Publicaciones. Universidad de La Laguna. PLUMWOOD, Val. Environmental Culture: the Ecological Crisis of Reason. 2002. USA: Routledge SAYRE, Ann. Rosalind Franklin y el ADN. 1997. Madrid: Ed. horas y Horas. SÁNCHEZ, M. Dolores. Curso “Género y desarrollo sostenible” Módulo: Génesis del concepto desarrollo sostenible (material inédito). Programa de cursos de formación en materia de cooperación al desarrollo en las Universidades cubanas de Oriente y la Habana. Santiago de Cuba. 2008. SOLSONA, Nuria. Mujeres científicas de todos los tiempos. 1997. Madrid: Talasa.