visualización de científicas y sus aportaciones en la

Anuncio
Participación de mujeres científicas en la construcción de algunas
teorías científicas vigentes en la tecnociencia actual
Teresa Nuño Angós .
1
Resumen
En esta comunicación se visibilizan científicas que participaron en la construcción de teorías
científicas vigentes e incluidas en la formación científica de secundaria y universidad. La presencia
de mujeres en las ciencias, se podría describir como una historia de obstáculos, invisibilidad,
incomprensión y desconsideración. Pese a todo, son muchas más de lo que la historia de la ciencia,
sesgada por el androcentrismo, ha reconocido y, actualmente, comienzan a visibilizarse. La
introducción de la dimensión histórica en los estudios sobre Género y ciencia pretende reducir la
invisibilidad de científicas de otras épocas y de la actualidad, poner de relieve la autoridad de sus
aportaciones en la construcción del conocimiento tecnocientífico, conocer el modo en que este
conocimiento ha evolucionado e ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida socialmente,
acorde con los enfoques Ciencia-Tecnología-Sociedad propuestos para conseguir la alfabetización
científica de la ciudadanía.
Palabras-Clave: género, autoridad femenina, tecnociencia, androcentrismo, medio ambiente.
Introducción
Es un hecho que la mujer ha sido discriminada sistemáticamente en el ámbito de la ciencia, sin
embargo, se debe destacar que algunas áreas de las ciencias biológicas han sido menos reacias a
aceptar mujeres en su comunidad científica. Por este motivo, algunas realizaron contribuciones
científicas relevantes en biología. Entre ellas destacamos a Rosalind Franklin, química especialista en
cristalografía de rayos X en biología molecular y Lynn Margulis considerada en los ambientes
científicos la bióloga evolucionista más original y creativa de nuestro tiempo. En el ámbito de las
ciencias ambientales son cada vez más numerosas las contribuciones de mujeres tales como Ellen
Richards Swallow, química fundadora de la ciencia de la economía doméstica, Rachel Carson,
bióloga marina y escritora científica, pionera en alertar a la sociedad sobre los peligros de la acción
humana en el medio ambiente, Gro Harlem Brundtland médica y presidenta de la Comisión que
propuso el modelo de desarrollo sostenible, Wangari Mathaai bióloga premiada con el Nobel de la
Paz en 2004, y otras ecofeministas de prestigio como Vandana Shiva física, Premio Global 500
(UNEP), Bina Agarwal economista fundadora de Sociedad India para la economía ecológica y Val
Plumwood filósofa y activista en movimientos para preservar la biodiversidad y evitar la deforestación,
que ayudó a establecer la transdisciplina denominada humanidades ecológicas.
Todas ellas y otras participaron en la construcción de las grandes teorías de nuestra Ciencia
contemporánea.
Marco Teórico
En los estudios de Género y Ciencia al analizar el androcentrismo implícito y explícito en la
construcción del conocimiento científico se abordan distintas dimensiones:
•
epistemológica: hacer visible el androcentrismo en la ciencia
•
metodológica: desvelar sesgos androcéntricos en la investigación científica (en elección de
temas, en diseños experimentales, …)
1 Dra. en Ciencias (Químicas). Catedrática de Escuela Universitaria de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la
Universidad del País Vasco UPV/EHU. [email protected]
2
•
histórica: reducir la invisibilidad de científicas de otras épocas y mostrar sus aportaciones
La introducción de la dimensión histórica ayuda a reducir la invisibilidad de científicas de otras
épocas y de la actualidad, para poner de relieve la autoridad de sus aportaciones en la construcción
del conocimiento tecnocientífico y mostrar la presencia de las mujeres en la historia de las ciencias.
Hoy en día, el concepto de autoridad se confunde con el de poder, pero etimológicamente 2
autoridad viene del latín augere que significa capacidad para hacer crecer. La autoridad patriarcal y
la autoridad femenina u orden simbólico de las mujeres se asientan respectivamente en estos dos
significados tan diferentes del término autoridad, entendida como poder en un caso, o como
mediación en el otro (Solsona, 1997). Este último significado de autoridad nos permite reflexionar con
mayor complejidad sobre el papel de las científicas y el trabajo de recuperación de sus aportaciones a
lo largo de la historia, así como, conocer los avatares y el modo en que ha ido progresando el
conocimiento científico, además de ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida
socialmente.
El profesorado de ciencias en su intervención docente suele reflejar de forma implícita un
determinado modelo de ciencia que en la mayoría de los casos está dominado por una visión
androcéntrica, positivista y cuantificadora de los fenómenos. Este modelo de ciencia difícilmente
incluirá entre sus referentes la autoridad científica femenina.
En esta comunicación se presentan y analizan las contribuciones científicas de algunas
científicas de los siglos XIX, XX y XXI a las siguientes teorías o modelos científicos vigentes hoy en
día.
La doble hélice: estructura del ADN.
Rosalind Elsie Franklin (1920-1958) Londres (Gran Bretaña)
Figura 1. Rosalind Franklin
Figura 2. Crick, Watson y Wilkins
En 1962, James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins recibieron el Premio Nobel de Fisiología y
Medicina, por la determinación de la estructura de la molécula de ADN: la doble hélice. Rosalind
Franklin, no fue galardonada con el Nobel, había muerto de cáncer de ovarios cuatro años antes.
A juzgar por lo que los tres ganadores del Nobel manifestaron en sus conferencias al recibir el
Nobel, nadie hubiera sabido que Franklin había contribuido a ese triunfo. De las noventa referencias
que citaron en el conjunto de sus tres conferencias, ninguna fue de Franklin. Sólo Wilkins la incluyó
en sus agradecimientos (McGrayne, 1998).
Encontramos un claro ejemplo de cómo una científica es desposeída de su autoridad científica,
otorgándose esa autoridad a sus colegas ("rivales") de investigación. Quizá este ejemplo sea uno de
2Autor, 1155. Tom. del lat. auctor, -oris, "creador, autor", "fuente histórica", "instigador, promotor", derivado de augere,
"aumentar", "hacer progresar". Deriv. Autoridad, 1ª mitad S. XIII, lat. auctoritas, -atis; autoritario, autoritarismo. Autorizar, princ.
S. XV; autorización, 1705. (Corominas, J. 1961.Breve Diccionario etimológico de la lengua castellana. Gredos: Madrid).
3
los más deplorables, ya que, además, se produjo una apropiación indebida de los datos no
publicados de Franklin (Alvarez-Lires, Nuño y Solsona, 2003)
Rosalind Franklin doctorada por la Universidad de Cambridge en 1945, con tan solo 26 años ya
era considerada una autoridad en el campo de la química industrial. Trabajó en Paris (1947-1950) en
el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado investigando en cristalografía de rayos X,
donde mejoró sustancialmente los métodos de difracción de rayos X para determinar las estructuras
de sustancias grandes y complejas, desarrollando los análisis matemáticos correspondientes.
Durante esos años llegó a publicar unos 12 artículos sobre carbonos grafitados y no grafitados.
En 1951, regresó a Londres para trabajar como investigadora en el King's College de la
Universidad de Londres. John Randall, director del laboratorio de biofísica, le había ofrecido una
beca de investigación Turner-Newall para que se encargara de organizar una unidad de difracción de
rayos X y abordara el estudio, ya en marcha, de la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN).
Maurice H.F. Wilkins, investigador del mismo laboratorio, estaba trabajando en el mismo problema.
Desde un principio surgieron problemas entre Wilkins y Franklin. Él pensaba que ella había sido
contratada como asistente suya, y ella, que sabía que no existía tal jerarquía entre ambos, había
asumido que tenía que trabajar sola en el proyecto del ADN. Todo ello condujo a una situación
insostenible en la que Franklin y Wilkins llegaron a no dirigirse la palabra (Sayre, 1997). Tras ocho
meses en el King's College, y una vez puesto a punto el laboratorio para el estudio del ADN
mediante difracción de rayos X, en septiembre de 1951, Rosalind Franklin, trabajando sólo con la
ayuda de su doctorando Raymond Gosling, descubrió que la forma del ADN cambiaba
completamente en función de la cantidad de agua que absorbía. Se transformaba de la forma A
(seca) a la llamada forma B (húmeda). Había obtenido, por difracción de rayos X, los mejores
diagramas del ADN que se conocían hasta el momento. Interpretó correctamente las imágenes de la
forma B como indicativo de una estructura helicoidal del ADN, con los grupos fosfato hacia el exterior
y puentes fosfato-fosfato entre las hélices, interrumpidos por moléculas de agua, pero no publicó sus
resultados ya que quería conseguir pruebas concluyentes, no suposiciones.
Figura 3 Frankiln y sus diagramas de ADN
Figura 4. Modelos ADN de Watson y Crick
Paralelamente, en el laboratorio Cavendish de Cambridge, Watson y Crick empezaron a
interesarse por el estudio del ADN, aunque éste no era un proyecto de su laboratorio, y su director
Lawrence Bragg nunca alentó una posible competición entre los dos laboratorios (Sayre, 1997). Ellos
utilizaban una metodología basada en la construcción de modelos, mientras que Franklin utilizaba
además una metodología experimental mediante difracción de rayos X, seguida de complejos
cálculos matemáticos, para la interpretación de los diagramas.
A finales de 1951, Franklin y Gosling se concentraron en la investigación de la forma A.
Inicialmente, estaba convencida de que esas imágenes también mostraban una estructura helicoidal.
Después cambió de opinión y continuó por un camino equivocado hasta enero de 1953. En esa
4
fecha, Linus Pauling que también investigaba la estructura del ADN, en Estados Unidos, envió un
artículo que iba a publicar en el que también especulaba sobre un modelo helicoidal para el ADN.
En febrero, Wilkins, a espaldas de Franklin y sin pedirle permiso, mostró a Watson la foto de la
forma B obtenida por ella. Watson, además, recibió (de una manera bastante irregular, poco ética y
sin saberlo Rosalind) otros datos adicionales, también obtenidos por ella. Con toda esa información,
que Watson no había sabido interpretar en un seminario impartido por Rosalind en 1951, al analizar
los informes de Franklin, Crick se dio cuenta de que una de las cadenas exteriores de la molécula de
ADN debía ir hacia arriba y la otra hacia abajo y Watson, en un descubrimiento fortuito, consiguió
determinar qué pares de bases forman los peldaños de la escalera helicoidal: Adenina con Timina
o Guanina con Citosina. El 6 de marzo, Watson y Crick enviaron un artículo a la revista Nature
comunicando que habían resuelto la estructura del ADN.
Rosalind, en febrero de 1953, había vuelto a investigar la forma B, estaba segura de que era
helicoidal, con la hélice formada por dos cadenas y con los grupos fosfato en el exterior de la hélice.
El 17 de marzo, junto con Gosling, finalizó un artículo resumiendo lo que sabían sobre la forma B. Al
día siguiente la revista Nature le comunicó, que Watson y Crick habían encontrado la estructura del
ADN y le propuso que ella y Wilkins contribuyeran con algún artículo para publicarlos conjuntamente.
Rosalind, convencida de que el nuevo modelo de Watson y Crick era correcto, revisó su artículo del
17 de marzo y lo modificó ligeramente para apoyar las hipótesis del modelo de Watson y Crick.
El 25 de abril, se publicaron el artículo de Watson y Crick y como complementarios los de
Franklin y Gosling, por un lado, y Wilkins, Stokes y Wilson, por otro. Efectivamente, completaban el
modelo de Watson y Crick ofreciendo la evidencia experimental que lo confirmaba, ya que el artículo
de Watson y Crick, de no más de 1000 palabras, ofrecía sus hipótesis sin pruebas. No citaba
artículos previos, ni incluía revisión bibliográfica alguna. Tampoco citaba a los personajes científicos
que le habían aportado los datos empíricos para la construcción de su modelo (McGrayne, 1998).
Posteriormente, en 1968, James Watson publicó un libro titulado La doble hélice, que provocó
una gran controversia en la comunidad científica y distorsionó bastante los sucesos realmente
ocurridos en el transcurso de las investigaciones que condujeron a la determinación de la estructura
del ADN. Los personajes que aparecían en el libro estaban todavía vivos y pudieron defenderse y
rebatir las opiniones de Watson; sin embargo, Rosalind Franklin había muerto diez años antes, por lo
que no tuvo la oportunidad de corregir la versión de Watson, que la había convertido en una
caricatura, una especie de cenicienta sabihonda y respondona.
Origen de la Vida: Principales Hipótesis e Hipótesis Gaia
Lynn Alexander Margulis (1938- ) Chicago (EEUU)
Figura 5. Lynn Margulis, uno de sus libros y Organismo unicelular que contiene algas verdes en simbiosis
Hacia 1967, basándose en los estudios de principios del siglo XX del ruso Kostantin Merezhovsky,
5
que habían sido rechazados por la ciencia oficial del momento, Margulis formuló su Teoría de la
endosimbiosis en serie, también denominada simbiogénesis. Tanto ella como su teoría fueron
criticadas durante años por la comunidad científica. Sin embargo, gracias a su persistencia,
actualmente es aceptada como una teoría plausible que puede ofrecer una explicación convincente a
la evolución de las células eucariotas. En 1981 publicó con Evelyn Hutchinson Symbiosis in Cell
Evolution. Life and Its Environment on the Early Earth, donde desarrolló, por primera vez, su teoría
sobre el papel que jugó la simbiosis en el origen de la célula eucariota.
Esta teoría pretende explicar cómo dos seres vivos, de dos especies distintas, se asocian para
vivir juntos dando lugar a una nueva especie. Se basa en dos conceptos biológicos, a saber:
- La división más fundamental de la organización del mundo vivo es la que hay entre procariotas
(organismos cuyas células carecen de núcleo) y eucariotas (cuyas células poseen núcleo), es decir,
entre bacterias (sin núcleo) y otros organismos constituidos por células nucleadas (protoctistas,
plantas, hongos y animales).
- Algunas partes de las células eucariotas surgieron directamente de la formación de
asociaciones permanentes entre organismos diferentes, por simbiosis.
A diferencia de las bacterias, las células de las plantas y de los animales tienen núcleo.
Contienen también orgánulos, como las mitocondrias y los plastos, cuyos lejanos antepasados eran
bacterias. Gracias a la asociación de ciertas bacterias con otras bacterias con las que establecieron
inicialmente una relación de simbiosis intracelular, se obtuvieron los primeros protoctistas,
organismos eucarióticos, a partir de los que se derivaron los otros tres reinos eucariotas: hongos,
plantas y animales. Las asociaciones fueron sucediendo a lo largo del tiempo y no fueron
simultáneas, de ahí el término endosimbiosis en serie.
Margulis está convencida de que la simbiogénesis es un proceso mucho más frecuente de lo
que creen quienes apoyan las teorías evolucionistas continuadoras de la tradición darwiniana,
tradición que concede mucha más importancia a la competencia que a la cooperación en el proceso
evolutivo. Según Margulis, este tipo de "bodas" simbióticas son la esencia de la evolución de las
especies a todas las escalas. Sin embargo, recalca que no es lo mismo cooperación que
simbiogénesis. “Cooperación significa trabajar juntos y habla de sociología, de personas. Y
simbiogénesis quiere decir organismos de distintos tipos, de especies diferentes que viven en
proximidad física” (Aznárez, 2002). En la simbiosis, nadie gana ni pierde, sino que hay una
recombinación. Se construye algo nuevo.
La gran contribución de esta científica ha afectado al discurso evolucionista, que se ha visto
enriquecido con sus grandes esfuerzos por revelar las grandes implicaciones latentes en la historia
del mundo microbiano. Margulis ha demostrado que las células nucleadas o eucariotas –de las que
están hechos todos los hongos, las plantas, los animales y numerosos seres unicelulares- no sólo
descienden de bacterias, sino que son literalmente amalgamas de células bacterianas diversas.
Como explica, en su libro The Symbiotic Planet (1998), en la simbiogénesis de la célula
eucariota hay cuatro partes: el origen del núcleocitoplasma; los cilios –que también son centriolos,
etcétera-; la parte de mitocondria, y la parte de plástidos. En la actualidad, todo está probado,
documentado, menos la parte de los cilios, que no está probada totalmente y es en ese aspecto en
6
el que Margulis continúa trabajando hasta conseguir que esa parte esté bien documentada.
De este modo, Margulis, sin romper totalmente con los postulados de Darwin y de sus
sucesores, ha sabido demostrar el valor de la simbiosis como mecanismo evolutivo. El proceso de
especiación está directamente ligado a la adquisición de simbiontes, y esta teoría, junto con el
darwinismo original, permite explicar mucho mejor la evolución (Martínez, 2000).
En 1986, publicó Microcosmos donde desarrolla su Teoría de la simbiogénesis y la vincula a la
Teoría de la evolución, relatando lo que ha ocurrido en los cuatro mil millones de años de evolución
desde nuestros ancestros microbianos.
Durante el proceso de desarrollo y verificación de su Teoría de la simbiogénesis, hacia 1972,
conoció al británico James E. Lovelock químico de la atmósfera. Éste acababa de postular, tres años
antes, su hipótesis de la Tierra como un sistema autorregulador, más conocida como hipótesis Gaia.
Sin embargo, Lovelock desconocía el mecanismo por el cuál la Tierra podía controlar su temperatura
y la composición de su atmósfera. Sabía que los procesos autorreguladores debían involucrar
organismos vivos, pero no sabía cuáles. Margulis estaba estudiando los mismos procesos que él,
investigando la producción y eliminación de gases por diversos organismos, incluidas las bacterias.
La colaboración de ambos fue ideal para la investigación: ella podía clarificar cuestiones
relacionadas con los orígenes biológicos de los gases atmosféricos y él aportaba conceptos de
química, termodinámica y cibernética. Juntos desvelaron una compleja red de bucles de
retroalimentación que era la responsable de la autorregulación del planeta. Estos bucles vinculan
sistemas vivos con no vivos. Demostraron que existe una íntima relación entre las partes vivas del
planeta (plantas, microorganismos y animales) y las no vivas (rocas, océanos y atmósfera).
Figura 6. James Lovelock y Lynn Margulis coautores de la Hipótesis Gaia
La hipótesis Gaia contempla la vida de un modo sistémico, uniendo geología, microbiología,
química y otras disciplinas. En los últimos años han abundado los descubrimientos científicos que
explican el cambio en la composición de la atmósfera terrestre en referencia a la evolución de las
especies; relacionan los intercambios de gases de la atmósfera, el suelo y los océanos con el
metabolismo de los seres vivos; e incluso dan un origen orgánico a algunos fenómenos climáticos y
meteorológicos. Inicialmente, la hipótesis recibió el rechazo de la comunidad científica. Fue acusada
de teleológica, es decir, que implicaba la idea de que los procesos naturales suceden por un
propósito. Sin embargo Margulis y Lovelock nunca dijeron que la autorregulación planetaria estuviera
dotada de un propósito. Revistas como Nature y Science rechazaron su publicación. Finalmente,
Carl Sagan (su primer esposo) les invitó a publicarla en su revista, Icarius, en 1974.
Con la hipótesis Gaia, la mirada de Margulis se eleva de lo microscópico a lo global: la Tierra es
un auténtico sistema vivo, una amalgama palpitante a escala global de los organismos y el mundo
físico inanimado. Gaia es el gran ecosistema que constituye la biosfera del planeta, es el conjunto de
7
todos los ecosistemas de la Tierra. La biota (suma de todos los organismos que han existido y
existen) interacciona con los materiales de la superficie del planeta y mantiene unas condiciones
concretas de temperatura, composición química de la atmósfera y alcalinidad, las cuales son
favorables para la vida. En definitiva, para Margulis, la vida no es "una cosa" sino un proceso
continuo. La vida es un fenómeno en el que se da un flujo de materia y energía, que se mantiene a sí
mismo y que se rige por sus propias leyes, más allá de la simple física y química.
En 1982 publicó, con Karlene Schwartz, Cinco Reinos. Guía ilustrada de los phyla de la vida en
la Tierra, en él se describen e ilustran todos los grupos principales de organismos pertenecientes a
los cinco reinos, propuestos en 1959 por Robert H. Whittaker (1924-1980). Margulis es autora de
más de cien artículos en revistas internacionales, ha publicado unos 60 libros, científicos y de
divulgación, así como vídeos y materiales didácticos de ciencias principalmente de microbios y
plantas, tanto para educación secundaria: Living Sands: Mapping Time and Space with Foraminifera,
como para estudiantes de licenciatura, referentes a los ciclos biogeoquímicos del azufre. Es también
coautora de más de quince libros con su hijo Dorion Sagan, poeta y divulgador científico. De entre
ellos cabe citar el publicado en 2002: Acquiring Genomes: A Theory of the Origin of Species. Muchas
de sus ideas, ya clásicas, se recogen en los libros de ciencias de educación secundaria, aunque en
la mayoría de ellos no aparece su nombre. Algunas de sus propuestas son tan conocidas como la
clasificación de los cinco reinos (Moneras, Protoctistas, Hongos, Plantas y Animales) o el origen
endosimbiótico de la célula eucariota; otras resultan polémicas como la cogeneración de la hipótesis
Gaia junto a James Lovelock.
Figura 7. Clasificacion de los seres vivos de Margulis: Los cinco reinos
En la actualidad, Margulis, que se ha distinguido a lo largo de su carrera por formular teorías,
que permitieron remover los cimientos de la ciencia ortodoxa, continúa sus tareas de investigación
sobre el mundo bacteriano, con la finalidad de reescribir la historia de la evolución de las especies en
la Tierra mediante su Teoría de la simbiogénesis.
Gestión del planeta y Desarrollo Sostenible
Ellen Richards Swallow (1842-1911) Dunstable (Massachusetts) (EEUU)
Figura 8. Ellen Richards Swallow a edades diferentes
8
Fue la primera mujer admitida en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde estudió
química, aunque no le permitieron obtener su doctorado. Fundadora de la ciencia de la economía
doméstica, área en la que se combinan los conocimientos de cocina, nutrición, abastecimiento de
agua, higiene y salud. Fue una pionera de las ciencias ambientales, mucho antes de que la materia
que ahora entendemos por ciencias ambientales hubiera sido definida.
Figura 9. Laboratorio de mujeres del MIT y Estación Zoológica de Nápoles, 1872
Consiguió que la Women's Education Association de Boston financiara un laboratorio para
mujeres en el MIT, en el que trabajó como directora asistente con el profesor John Ordway. Desde
1876 fue miembro de la Society to Encourage Studies at Home, y se encargó de la sección de
ciencias, animando a las mujeres a entrar en este campo y contribuyendo a su formación de forma
altruista. Fue cofundadora de la American Association of University Women (AAUW), en la que
continuó trabajando en favor de la formación de las mujeres. Desde su puesto de profesora asistente
introdujo la enseñanza de la biología en el MIT y contribuyó a la fundación del instituto oceanográfico
de Woods Hole, investigó sobre la contaminación del agua y diseñó sistemas seguros para el
aprovisionamiento. Formó parte del comité de la Naples Table Association for Promoting Laboratory
Research by Women, asociación que concedía un premio anual para mujeres, consistente en la
financiación de un año de investigación en laboratorios de biología como la Estación Zoológica de
Nápoles o el de Woods Hole. Tras su muerte, el premio pasó a llevar el nombre de Ellen Richards
A partir de 1890, orientó su carrera hacia la mejora de la nutrición en las clases trabajadoras,
participando en la creación de restaurantes económicos, donde se proporcionaban alimentos
nutritivos y se ofrecía instrucción sobre su preparación y asesoramiento a hospitales y escuelas sobre
las dietas. Abogó por la introducción de cursos de economía doméstica en los centros públicos y en
1899, diseñó las características de la enseñanza y certificación que debería tener esta nueva ciencia,
dando pie a la formación de la American Home Economics Association, de la que fue primera
presidenta, y a la fundación del Journal of Home Economics. Desde 1910 formó parte del consejo de
la National Education Association, encargándose de la supervisión de la enseñanza de economía
doméstica en los centros públicos y recibió un doctorado honorífico otorgado por el Smith College.
Entres sus numerosas publicaciones (más de 22) merecen destacarse las siguientes por la
temática tan innovadora que abordaban en el contexto de la época: Food materials and their
adulterations. 1898; Laboratory notes: sanitary chemistry and water analysis. 1908; Air, water, and
food from a sanitary standpoint 1900; The cost of food: a study in dietaries 1901, Euthenics, the
science of controllable environment: a plea for better living conditions as a first step toward higher
human efficiency 1910; Conservation by sanitation; air and water supply; disposal of waste 1911.
9
Rachel Louise Carson (1907-1964) Springdale, Pennsylvania (EEUU)
Figura 10. Rachel Carson y portada de su libro de denuncia del DDT: Primavera Silenciosa
Bióloga marina, trabajo como zoóloga (1932-1935) en la Universidad Johns Hopkins. Enseñó
zoología y estudió e investigó organismos marinos vivos (1935-40) en el U.S. Bureau of Fisheries.
Fue una de las dos primeras mujeres contratadas para desempeñar un puesto científico.
En 1941, publicó Under the Sea Wind y en 1951 explicó y denunció las interacciones entre
seres humanos y océanos en su libro The Sea Around Us, advirtiendo sobre el peligro creciente de
la contaminación marina a gran escala, por lo que fue elegida miembro de la Real Sociedad Británica
de Literatura, galardonada con el National Book Award para obras de no ficción y obtuvo una beca
Guggenheim. En 1955, publicó The Edge of the Sea, centrado en la delicada red de la vida, donde
señalaba la interdependencia de todas las criaturas vivas en las comunidades de la orilla del mar. De
1936 a1949 trabajó como bióloga marina para el U.S. Fish and Wildlife Service y llegó a ser Editora
jefa de publicaciones durante 11 años (1940-1951), escribiendo, editando y revisando las
publicaciones preparadas por el personal del citado servicio de publicaciones. Desde 1952 hasta su
prematura muerte en 1964 fue miembro de la Marine Biological Laboratory Corporation.
En 1962, cuando publicó su libro más famoso Silent spring provocó gran controversia e impacto
social. Con él se originó una conciencia mundial sobre el peligro de la contaminación ambiental y una
preocupación social por los problemas causados por los modernos pesticidas sintéticos
(especialmente el DDT) y sus efectos en las cadenas alimenticias, principalmente de las aves. Hasta
la publicación de su libro poca gente era consciente de que los pesticidas entran en la cadena
alimenticia, aumentando su concentración al pasar de un nivel trófico al siguiente. Con ello se
enfrentó a los gigantes químicos, fabricantes de Plaguicidas (DDT), y algunas agencias del gobierno
de EEUU. Las multinacionales invirtieron una fortuna para desacreditarla, tachándola de alarmista,
histérica, fanática y comunista. Además cuestionaba el derecho e la sociedad industrial a contaminar
a su voluntad, sin tener en cuenta los efectos en el medio ambiente. Su libro originó, pocos años
después de su publicación, la regulación de la manufactura y uso de los pesticidas químicos, así
como de la eliminación de sus residuos. Hacia 1970, el uso de DDT llegó a prohibirse en algunos
países industrializados. En el Estado español con la Directiva de la CEE del año 1987.
A pesar de toda la campaña desatada contra ella, recibió el reconocimiento por su libro cuando
ese mismo año fue elegida miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras. En su
último libro, The Sense of Wonder publicado en 1965 después de su muerte, anima a las personas
adultas a estimular la capacidad innata de las criaturas para admirar la naturaleza y maravillarse
ante ella.
10
Gro Harlem Brundtland (1939- ) Oslo (Noruega)
Figura 11. Gro Harlem Brundtland en distintas épocas y cargos políticos
Doctora en Medicina (1963) y Master en Salud Pública (1965). Ha sido Primera Ministra de Noruega,
en 1981, 1986-89, 1990-96 y Directora de la OMS (1998-2003). En la década de los 80 del siglo XX
Naciones Unidas le encargó que formara una Comisión para indagar los problemas ambientales y el
modelo de desarrollo de la época. Entre 1984-1987 elaboraron el denominado Informe Brundtland.
Nuestro futuro común, donde se acuña el término Desarrollo sostenible. En 2000 fue nombrada
Directora General de WHO. En sus trabajos ha denunciado las diferencias Norte-Sur y manifiesta la
forma en que los países industrializados podrían contribuir a acabar con ellas:
Las previsiones de intervención para prevenir la muerte en los países industrializados nunca han sido
mejores” “La evidencia refuta a quienes dudan de que las comunidades más pobres del mundo se
puedan proteger del SIDA, tuberculosis, malaria, enfermedades infantiles y mortalidad maternal. Con
un esfuerzo adoptado en la comunidad internacional podemos convertir la promesa de éxito en una
realidad en los próximos años http://www.who.int/inf-pr-2000/en/pr2000-78.html.
En 2007, fue nombrada Enviada Especial de la Secretaría General de Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático.
Wangari Maathai (1940- ) Nyeri (Kenia)
Figura 12. Wangari Maathai, recogiendo el Nobel de la Paz de 2004
Doctora en Biología y Premio Nobel de la Paz 2004, por su contribución a la democracia, la paz y el
desarrollo sostenible. Fue la primer mujer en África Central y Oriental en obtener un doctorado.
Profesora de anatomía veterinaria en la Universidad de Nairobi, a pesar del escepticismo y la
oposición de los estudiantes varones, ocupó casi todos los cargos docentes, siendo también la
primera mujer en ocupar la jefatura de un departamento y hasta llegó a ser la primera decana en
1940. Activista ambiental, en 1977 funda el Movimiento Green Belt (Cinturón verde) que plantó más
de 20 millones de árboles, en un intento por evitar la deforestación y consiguiente desertización. El
Movimiento concentra sus actividades en el conservacionismo ambiental, la reforestación, la
educación ambiental, los talleres de formación panafricanos sobre temas ambientales dirigidos
específicamente a mujeres y ciclos de visitas y tours, los llamados Green Belt Safaris. El programa se
lleva adelante mayoritariamente por mujeres quienes al recibir una paga por el trabajo de plantar los
árboles, tienen mejores posibilidades de atender a sus hijos y cuidan el futuro del medio ambiente. En
1986, el Movimiento estableció una red panafricana (Pan African Green Belt Network) con 40
personas que replicaron el programa en sus respectivos países o establecieron programas similares.
11
En 1991 fue arrestada, encarcelada y liberada gracias a una campaña llevada a cabo por Amnistía
Internacional. En 1999, fue atacada cuando plantaba árboles en el bosque público Karura de Nairobi,
como protesta contra la continua deforestación. Como co-presidenta del Jubilee 2000 Africa
Campaign, Wangari amplió sus desafíos, jugando un papel protagónista en la demanda de la
condonación de la deuda de los países de Tercer Mundo. Desde enero de 2002 ha sido Visiting
Fellow en el Instituto global de bosques sostenibles de la Universidad de Yale. Fue Viceministra de
Medio Ambiente, Recursos Naturales y Vida Salvaje (2003-2005). Ha recibido innumerables premios
y menciones por su desempeño, como el premio Mujer del Año en 1983 y es considerada por Earth
Time como una de las 100 personas en todo el mundo cuyo trabajo fue capaz de producir una
diferencia en el mundo en lo que concierne al medio ambiente.
Figura 13. Wangari Maathai fundadora del movimiento Green Belt
Como señala Dolores Sánchez (2008) la actividad del movimiento Cinturón Verde, tiene una
doble finalidad: conservar el entorno y aumentar el poder de las mujeres para que tengan un mayor
reconocimiento en sus comunidades, es decir, persigue el empoderamiento de las mujeres,
constituyendo un claro ejemplo de Desarrollo comunitario y Protección ambiental y resulta una
contribución fundamental a la paz. Aporta un enfoque global en el tratamiento de un problema
complejo y se encamina a la búsqueda de soluciones en el marco del desarrollo sostenible. La
dirección de Wangari Mathaai en el movimiento y sus sabios consejos a las mujeres lleva a los
cambios. Las soluciones no “vienen de fuera” sino desde dentro de las comunidades. Para Wangari
Mathaai la protección global del entorno está directamente relacionada con asegurar la paz:
Las mujeres africanas somos responsables por nuestros niños, no podemos quedarnos sentadas,
perder el tiempo y verlos morirse de hambre…. El mundo necesita una ética global con valores que den
sentido a la experiencia de vivir… Los valores universales de amor, compasión, solidaridad, cuidado y
tolerancia, deberían también impregnar la familia extendida de las Naciones Unidas…. “Si deseamos
salvar el entorno, primero hay que proteger al pueblo. Si somos incapaces de preservar a la especie
humana, ¿qué objeto tiene salvaguardar las especies vegetales?
En la concesión del Nobel de la Paz de 2004, la citación del Comité Nobel Noruego afirmaba:
La paz en la tierra depende de nuestra capacidad de asegurar nuestro medio ambiente. Maathai está a
la cabeza de la lucha para promover un desarrollo social, económico y cultural en Kenia y en el resto
de África que sea ecológicamente viable. Su visión del desarrollo sostenible es holística e involucra la
democracia, los derechos humanos y en especial, los derechos de las mujeres. Ella piensa
globalmente y actúa localmente.
Vandana Shiva, (1952- ) Dehra Dun, Uttarakhand, India
Figura 14. Vandana Shiva ecofeminista y representante del movimiento no violento CHIPKO
12
Ecofeminista (representante del ecofeminismo radical) y doctora en física cuántica en 1978 por la
Universidad Western Ontario, así como representante del movimiento no-violento CHIPKO. Ayudó a
redefinir las percepciones de la mujer de los países en vías de desarrollo con la publicación, en 1988,
de Staying Alive, Women, Ecology and Survival in India. Es activista ambiental en derechos de
propiedad intelectual, biodiversidad, biotecnología, bioética, ingeniería genética, líder ecologista y
fundadora con Ralph Nader y Jeremy Rifkin del International Forum on Globalization.
Directora del Research Foundation for Science, Technology and Ecology, instituto independiente
dedicado a la investigación de temas ecológicos y sociales, en 1991, fundó Navdanya, un movimiento
nacional indio para proteger la diversidad y la integridad de los recursos vivos, sobre todo de las
semillas autóctonas. En 1993, recibió el Premio Right Livelihood por situar a la mujer y la ecología en
el corazón del discurso sobre desarrollo actual y también ha recibido el Premio Global 500 (UNEP)
Entre sus numerosas publicaciones cabe destacar: (1991) The Violence of the Green Revolution;
(1993)/95 Abrazar la vida. mujer, ecología y desarrollo; (1994) Monoculutures of the Mind; (1997)
Biopiracy: The Plunder of Nature and Knowledge; (1997) La práxis del ecofeminismo- Biotecnología,
consumo, reproducción con María Mies; (2003) Cosecha robada: El secuestro del suministro mundial
de alimentos; (2003). ¿Proteger o expoliar?: Los derechos de propiedad intelectual; (2004) Las
Guerras del Agua: privatización, contaminación y beneficio. Es editora adjunta de The Ecologist.
Para Vandana, como ecofeminista de un país del denominado “Tercer Mundo”, la explotación y
destrucción de la naturaleza es intrínseca al modelo de desarrollo económico industrial dominante,
que ella define como una imposición colonial por parte del “Primer Mundo”. El desarrollo basado
exclusivamente en el crecimiento tecnológico y económico ha cambiado la relación del ser humano
con la naturaleza (entendida en la cosmología india como la madre tierra) y sitúa al hombre por
encima de ella, otorgándole la capacidad para controlarla y dominarla, considerando que la naturaleza
es inerte y pasiva. Según Vandana, “La ciencia que no respeta las necesidades de la naturaleza y el
modelo de desarrollo que no respeta las necesidades de las personas amenaza la supervivencia”.
Coincide con Carolyn Merchant (ecofeminista esatodunidense) en que la experiencia común de
opresión de las mujeres y de la naturaleza por parte del patriarcado define la conexión entre ambas y
establece dicha conexión a nivel ideológico y material. Las mujeres rurales del “Tercer Mundo”
obtienen de la naturaleza del 60 al 80% de los alimentos que necesitan para su subsistencia y la de
sus familias. La destrucción de la naturaleza supone una amenaza para sus vidas y las de los suyos.
A partir del estudio del movimiento Chipko, en Garwal District en el estado de Uttar Pradesh, en el
norte de la India, Vandana, expresa que las mujeres del “Tercer Mundo” tienen una dependencia
especial de la naturaleza y a la vez un conocimiento específico sobre ella. Este conocimiento,
adquirido a través de la acumulación de experiencias y su transmisión generación tras generación de
mujeres, ha sido sistemáticamente marginado por la ciencia moderna y el modelo de desarrollo
dominante, ambos construcciones patriarcales que excluyen a las mujeres como expertas y a otros
conocimientos (más respetuosos con la naturaleza) como parte del Conocimiento o la Ciencia.
Si trasladamos el debate ecofeminista a los países del “Tercer Mundo” crece la necesidad de
examinar la relación que las mujeres establecen con el medio ambiente, en muchos casos entendido
como su sustento, a otros niveles al margen del ideológico. Las mujeres rurales de dichos países
13
mantienen una relación estrecha con la naturaleza; tanto como usuarias y gestoras de los recursos
naturales, como productoras de alimentos y otros bienes destinados al consumo y al mercado y como
administradoras y consumidoras de bienes. Esta relación varía de una mujer a otra en función de la
clase social, raza, casta, religión, etnia, etc… a la que pertenecen; factores que determinan los
efectos de la degradación ambiental sobre dichas mujeres y su capacidad de respuesta.
El trabajo de Vandana ha sido criticado, entre otras, por varias investigadoras indias como Geeta
Menon, Mira Burra y Bina Agarwal, que presentan interpretaciones distintas de la relación de las
mujeres con la naturaleza. Otra crítica a la posición de Vandana es la atribución que hace de la
destrucción de la naturaleza y de la opresión de las mujeres al colonialismo y a la imposición de la
ciencia y el desarrollo occidental, ignorando la existencia de desigualdades económicas y sociales
que perpetuaron dicha destrucción y opresión con anterioridad al colonialismo, ya que no se puede
decir que la sociedad pre-colonial india era justa y ecológicamente respetuosa en su totalidad. Ante
las deficiencias que presenta el ecofeminismo y la posición de Vandana Shiva, interpretada como la
voz ecofeminista del “Tercer Mundo”, se presenta una alternativa el feminismo ecologista.
Bina Agarwal (1951- ) India.
Figura 15. Bina Agarwal y algunos de sus libros
Economista feminista (exponente del feminismo ecologista) es Catedrática del Instituto de
Crecimiento Económico, University Enclave, Nueva Delhi, Vicepresidenta de la International
Economic Association y fue Presidenta de la International Association for Feminist Economist. Es
Profesora visitante en las Universidades de Harward, Michigan y Minestoa y fundadora de la
Sociedad India para la economia ecológica. Ha recibido varios premios: Doctorado honorario en 2007
y el Premio Padma Shri Award en 2008, por su contribución a los campos de la Literatura y la
Educación, publicando numerosos libros: (2005) Psychology, rationality and economic behaviour:
challenging standard assumptions; (2006) Capabilities, freedom and equality: amartya sen’s work
from a gender perspective; (1994) A field of one’s own: gender and land rights in south asia; (1991)
Women and work in the world economy; (1989) Women, poverty and ideology in asia: contradictory
pressures, uneasy resolutions; (1988)Structures of patriarchy: state, community and household in
modernising asia; (1986) Cold hearths and barren slopes: the wood-fuel crisis in the third world.
En los países del llamado “Tercer Mundo”, entre los que se encuentra la India, las mujeres
rurales pobres dependen totalmente del medio natural para asegurar su subsistencia, la de sus
familias y la de sus comunidades; por ello dicha relación es parte de su realidad más inmediata y
palpable y no una construcción ideológica. En este caso, la relación que estas mujeres establecen
con la naturaleza sienta las bases de lo que Bina Agarwal llama feminismo ecologista, propuesta
alternativa al ecofeminismo radical de Vandana Shiva, ambas investigadoras indias sobre el tema.
14
El feminismo ecologista, por tratarse de un concepto nuevo, todavía en fase de construcción y
conceptualización, es el eje de un debate que surge de las críticas y propuestas de autoras de los
países del “Tercer Mundo” y es compartido por mujeres feministas del norte y del sur con una
preocupación medioambiental. Contempla que la relación de las mujeres con el medio ambiente
tomará formas distintas de acuerdo a la clase social, casta, raza, etc… a la que pertenecen. Estos
factores, a su vez, determinan la relación que las mujeres tenemos con la organización de la
producción, la reproducción y la distribución. El feminismo ecologista, tal como ella lo define,
reconoce que la destrucción ambiental afecta en especial a las mujeres y al conjunto de las
poblaciones pobres de los países del “Tercer Mundo”, pero al analizar sus mecanismos atribuye una
parte de la responsabilidad a los grupos dominantes que monopolizan el poder, la propiedad y el
privilegio y control de los recursos. Refiriéndose a la experiencia de la India, añade que el discurso
ecofeminista ignora la relación real que las mujeres establecen con la naturaleza, pudiendo ser esta
distinta para cada mujer y muy alejada de la interpretación que una persona ajena pueda hacer de
ella. Para Bina, desde el feminismo debemos desafiar y transformar el sistema de géneros, la división
sexual del trabajo y la distribución desigual de los recursos entre los géneros y desde el ecologismo
debemos desafiar y cambiar las relaciones entre las personas y el medio ambiente, así como acabar
con los procesos que permiten que una minoría se apropie de los recursos de la naturaleza, ya sean
los países desarrollados o las oligarquías de los países del sur, a expensas de los/las demás. Por
todo ello, el feminismo ecologista pone su énfasis en la necesidad de luchar y transformar desde el
feminismo y el ecologismo simultáneamente (Llort i Juncadella, 2008).
Val (Morrell) (Routley) Plumwood (1939-2008) Australia
Figura 16. Val Plumwood de joven en los bosques milenarios de Australia que lucho por conservar
Filósofa ecofeminista australiana fue activista en movimientos para preservar la biodiversidad y evitar
la deforestación desde los 60 del s.XX, ayudando a establecer la transdisciplina denominada
humanidades ecológicas. Se caso con el filósofo Richard Routley y en 1983 cambiaron sus
apellidos, ella eligió Plumwood y él Sylvan. Su nombre lo tomo de los bosques del árbol milenario:
Eucryphia moorei, por los que luchó activamente para su conservación. Trabajó en distintas
universidades: Montana y Sidney y perteneció al Comité australiano de investigación de la
Universidad Nacional de Australia. En los 70 y 80 del s.XX fue pionera en organizar campañas para
salvar los bosques húmedos del este de Australia, extendiendo la lucha a la protección de todos los
bosques milenarios de Australia. Su vida cambió, cuando fue atacada por un cocodrilo en el Parque
Nacional Kakadu en el norte de Australia, y se dio cuenta de cómo el ser humano puede pasar de
depredador a presa y formar parte de la cadena trófica.
15
En su propuesta filosófica critica lo que denomina The standpoint of Mastery un conjunto de
visiones sobre cada una o uno mismo y sus relaciones con el o la otra asociadas con el sexismo,
racismo, capitalismo, colonialismo y la dominación de la naturaleza. Utilizó la teoría feminista para
analizar este punto de vista, que incluye el ver al otro o a la otra como radicalmente separada e
inferior. Según ella postula: los problemas del mundo occidental con el mundo natural deben
entenderse en el contexto de una problemática de dualismos que podemos rastrear hasta el
pensamiento griego. En este sentido, la crisis ambiental debe ser vista como una crisis de la razón
concebida en oposición a las emociones. Las relaciones del mundo occidental se han establecido de
acuerdo a distintos dualismos: ser humano-naturaleza; mente-cuerpo; razón-emoción; masculinofemenino; civilizado-primitivo.
El resultado ha sido el establecimiento de la lógica de la dominación y el problema de la
discontinuidad. La lógica de la dominación consiste en atribuir la cualidad de superior a uno de los
polos del dualismo y otorgarle por consiguiente el derecho a dominar sobre el polo inferior. En el caso
del dualismo ser humano-naturaleza, la lógica de la dominación se materializa en la presunción
moderna de la naturaleza-materia que se debe explotar sin límites. La naturaleza, desprovista de
razón, se convierte entonces en un instrumento para el bienestar humano y constituye el polo inferior
del dualismo. El dualismo ser humano-naturaleza, corresponde a lo que Plumwood (2002) llama hiper
separación y el problema de la discontinuidad, según el cual existe una dificultad en ver a las
personas como “parte de” la naturaleza, con lo cual se acentúa la dicotomía de lo humano y lo natural
adoptando éste último una calidad inferior. Ella argumenta que la homogeneización conlleva a una
seria subestimación de la complejidad e irremplazabilidad de la naturaleza y explica cómo en
nuestra cultura androcéntrica las diferencias son contempladas como signos de inferioridad y son la
base para el establecimiento de jerarquías. Por todo ello postula que las teorías éticas basadas en la
unidad no pueden proveer un modelo para el ajuste mutuo, la comunicación y negociación entre
partes diferentes y por lo tanto no ayudan a construir relaciones éticas.
Conclusiones
Como se desprende del análisis de las aportaciones de estas científicas a la construcción de
algunas teorías científicas actuales, las mujeres ha participado y participan activamente en la
construcción y producción de distintos ámbitos de la tecnociencia actual.
La utilización en las aulas de modelos de científicas que trabajaron en otras épocas o de la
actualidad, refuerza la autoestima de las alumnas en el proceso de aprendizaje y las estimula para
elegir o continuidad carreras científicas, y, posibilita que los alumnos perciban mejor la igualdad de
capacidades científicas de mujeres y hombres, propiciando la desaparición de obstáculos que
impidan la equidad entre sexos y facilitando el trabajo al profesorado preocupado por la integración
de la perspectiva de género en el currículo (Alvarez-Lires, Nuño y Solsona, 2003).
El trabajar las biografías de estas y otras científicas en las clases de ciencia y tecnología nos
permite conocer los avatares y el modo en que ha ido progresando el conocimiento científico y son
útiles para ilustrar un modelo de ciencia como actividad construida socialmente, acorde con los
enfoques Ciencia-Tecnología-Sociedad. La integración de la perspectiva de género en las materias
de ciencias facilitaría, por tanto, la consecución de los siguientes objetivos:
16
-
Adquirir una idea más abierta y menos dogmática de las Ciencias, respecto a sus ideas iniciales y
a las transmitidas por los medios de comunicación.
-
Comenzar a familiarizarse con un planteamiento interdisciplinar de las Ciencias.
-
Percibir que la historia de las ciencias y la historia de la humanidad no se han escrito
separadamente, y que las mujeres han estado presentes en ellas.
-
Identificar y valorar algunas aportaciones de las mujeres a la ciencia, tecnología y bienestar de la
humanidad, en el entorno más próximo y en otros más extensos.
-
Cambiar de actitud respecto a la igualdad de capacidades de mujeres y hombres ante la ciencia.
-
Mejorar la autoestima de chicas y chicos.
-
Aumentar el interés por las ciencias en base a una alfabetización científica.
REFERENCIAS
ALVAREZ-LIRES, Mari; NUÑO, Teresa; SOLSONA, Nuria. Las científicas y su historia en el aula.
Madrid: Síntesis. 2003.
AZNÁREZ, Malen. Lynn Margulis. La bióloga hereje. El País Semanal, 1334 abril, 2002, p. 14-23.
LLORT I JUNCADELLA, Imma. Ecofeminismo(s) o Feminismo Ecologista. (2008).
http://sexualpersonae.wordpress.com/2008/06/12/feminismo-ecologico-desde-el-blog-callejera-binaagalwal/
MCGRAYNE, Sharon Bertsch. Nobel Prize Women in Science. Their Lives, Struggles and
Momentous Discoveries. 1998. Secaucus, N.J.: Carol Publishing Group Edition.
MARTÍNEZ, Carolina. También en la cocina de la ciencia. Cinco grandes científicas en el
pensamiento biológico del siglo XX. 2000. La Laguna, Santa Cruz de Tenerife: Servicio de
Publicaciones. Universidad de La Laguna.
PLUMWOOD, Val. Environmental Culture: the Ecological Crisis of Reason. 2002. USA:
Routledge
SAYRE, Ann. Rosalind Franklin y el ADN. 1997. Madrid: Ed. horas y Horas.
SÁNCHEZ, M. Dolores. Curso “Género y desarrollo sostenible” Módulo: Génesis del concepto
desarrollo sostenible (material inédito). Programa de cursos de formación en materia de cooperación
al desarrollo en las Universidades cubanas de Oriente y la Habana. Santiago de Cuba. 2008.
SOLSONA, Nuria. Mujeres científicas de todos los tiempos. 1997. Madrid: Talasa.
Descargar