DESEMPEÑO LABORAL DEL PERSONAL DE ENFERMERÍA: UNA VISIÓN DE GÉNERO Nursing job performance: a gender perspective O desempenho no trabalho de enfermagem: uma perspectiva de gênero. ______________________________________________________________________ Lucila Cárdenas Becerril1 Cleotilde Velasco Pascacio2 Marlen Fabela Mixuxi3 RESUMEN Objetivo. Identificar el desempeño profesional del personal de enfermería que labora en instituciones de salud de la ciudad de Toluca, México, a partir de su condición de género femenino. Metodología. Enfoque teórico referido a la sociología de las profesiones, de tipo exploratorio. Abordaje cualitativo, entrevistas a profundidad a 20 profesionistas de enfermería. Se exploraron núcleos problemáticos como condición de género, desempeño profesional y satisfacción personal, laboral y profesional, mediante análisis de contenido. Resultados. El desempeño profesional, la satisfacción y el reconocimiento laboral de las enfermeras entrevistadas se vinculan a situaciones de género, tales como liderazgo, toma de decisiones, o salarios, lo cual disminuye oportunidades de desarrollo. Conclusión. El personal profesional de enfermería aún no cuenta con el reconocimiento laboral acorde a su desempeño profesional, ni con el liderazgo que impacte en la autonomía profesional, lo que 1 Licenciada en Enfermería. Doctora en Educación. Profesora de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma del Estado de México. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1. [email protected]. En Enf. Profesora-Investigadora Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería y Obstetricia UAEM. [email protected] 2 M. en ESC. Profesora de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma del Estado de México. [email protected] 3 [email protected] Recibido: 26 de julio de 2012 Aprobado:27 de octubre de 2012 9 las limita en la toma de decisiones gerenciales y poseer un bajo estatus profesional y reconocimiento social. Palabras Claves: Enfermería, género, desempeño profesional, satisfacción personal, profesional y laboral. ABSTRACT Objective. To identify the professional performance of nurses, from its female gender condition, working in health institutions in the city of Toluca, Mexico. Methodology. Theoretical approach of exploratory type, based on the sociology of professions, qualitative approach, in-depth interviews with 20 nursing professionals. Core problems such as gender status, professional performance and personal satisfaction and as well as professional work are explored, using content analysis. Results. The professional performance, satisfaction and labor recognition of nurses interviewed are linked to gender situations, such as leadership, decision-making, or salary, decreasing development opportunities. Conclusion. Nurses´ labor has not been recognized yet, according to their professional performance, even the leadership which impacts on professional autonomy that limits them in making management decisions and still having a low professional status and social recognition. Keywords: Nursing, gender, professional performance, personal satisfaction. RESUMO Objetivo. Identificar o desempenho profissional das enfermeiras que trabalham nas instituições de saúde na ciudade de Toluca, no México, a partir da sua condição feminina. Metodologia. Abordagem teórica baseada na sociologia das profissões; tipo de estudo exploratório. Abordagem qualitativa; entrevistas a profundidade com 20 profissionais de enfermagem. Os problemas centrais foram explorados como o status de gênero, o desempenho profissional e a satisfação pessoal e no trabalho, mediante análise de conteúdo. 10 Resultados. O desempenho e a satisfação profissional, assim como o reconhecimento das enfermeiras entrevistada estão ligadas a situações de gênero, como: liderança tomada de decisão, salários, o que diminui as oportunidades de desenvolvimento. Conclusão. A profissional enfermagem não possui reconhecimento no trabalho de acordo com o seu desempenho laboral, nem com a liderança para impactar na autonomia profissional, o que limita a tomada de decisões de gestão e ainda promove um baixo status profissional e de reconhecimento social. Palavras-chave: gênero enfermagem, desempenho profissional, satisfação pessoal, profissional e laboral. INTRODUCCIÓN La profesión de enfermería en México, ha sido ejercida mayoritariamente por mujeres.1 En la actualidad aproximadamente el 85% de quien la práctica es mujer. Esto nos lleva a reconocer, sin que sea necesariamente novedoso y mucho menos radical, que la relación interprofesional se caracteriza por actos sutiles, o no, de poder interprofesional, derivados fundamentalmente de dos fuentes: el género (femenino) y el (bajo) estatus y prestigio que guarda la profesión de enfermería en el concierto social, profesional y laboral.1 A partir de esta consideración, podemos afirmar que el desempeño laboral del personal profesional de enfermería no solamente está determinado por su perfil académico, sino que existen factores sociales y culturales, entre otros, que modifican su interacción en el mercado de trabajo. Este artículo tiene por objetivo hacer algunas reflexiones y argumentaciones sobre el desempeño profesional de la mujer enfermera a partir de su condición de género, así como la satisfacción personal, profesional y laboral que afirma tener el personal de enfermería, evidenciando que la situación sociohistórica y cultural del género femenino matiza indefectiblemente su participación en las instituciones asistenciales de salud, en este caso, de la ciudad de Toluca, México. De esta manera, nunca ha sido una tarea fácil la actuación fecunda de las mujeres en el seno de la sociedad, pues su propio trabajo es muy complejo y arduo por sí mismo, para 11 sumar la condición profesional de ser enfermera. Además, su lucha para ser reconocida como ser pensante, sujeto constructor y transformador de su entorno proviene de tiempos pasados. Baste hacer una pequeña regresión histórica para ver claramente que la actual realidad de la representación social de la mujer adviene de los primordios de la humanidad y con ello la búsqueda del ejercicio efectivo de sus derechos como ser humano. Así que no sólo sobrevivimos a un escenario de conflictos y contradicciones, sino que somos responsables de la sensibilización de las futuras generaciones, en el sentido de que la lucha ya no es por la igualdad, sino por la equidad entre hombres y mujeres como seres humanos y, por lo tanto, como personas que comparten sentimientos, valores y opiniones de vida, ideologías, sueños, que quieren hablar, escuchar y ser actuantes de sus propias historias y también de las de la sociedad en que están inmersas, de tal manera que el desarrollo de la educación y formación, en todos los espacios, debe ser permeada por la pedagogía de la ciudadanía.2,3 El termino género no debe confundirse con el de sexo, toda vez que mientras éste es asignado desde el momento de la concepción y se manifiesta al nacer mediante las características físicas, biológicas y corporales, con las que nacen los hombres y las mujeres, el primero se refiere al conjunto de roles, rasgos personales, actitudes, comportamientos y valores propios entre el hombre y la mujer, que los hace diferentes en la sociedad, impuestos a través de la historia, la cultura y la religión. El género también es un elemento constitutivo de las relaciones sociales, es una construcción social que supone un conjunto de acuerdos tácticos o explícitos elaborados por una comunidad determinada en un momento histórico especifico y que incluye los procesos de enseñanza y aprendizaje en los diferentes roles sociales.4,5,6 Por su parte, la equidad de género implica la posibilidad de tener los mismos derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades, en cuanto a educación equitativa, salud integral, empleo digno, planificación familiar, vida sin violencia, entre muchos otros aspectos.7,8 La expresión de equidad es relativamente nueva en nuestro lenguaje común, pero se ha integrado rápidamente en las políticas públicas, teniendo una connotación de justicia e igualdad social con responsabilidad y valoración de las individualidades. La 12 búsqueda de una mayor equidad o igualdad de género ha ingresado al mundo a través de varios mecanismos e instrumentos, tales como decretos, encuentros académicos, sociales, culturales, por señalar algunos.9 Sin embargo, para mejorar las condiciones de igualdad entre hombres y mujeres es necesario cambiar la vida cotidiana, las políticas sociales que se dan en espacios públicos, institucionales, en la vida privada, en las valoraciones sociales y en espacios comunitarios.10,11 A partir de lo señalado, es importante reconocer que la profesión de enfermería, cuya práctica a través del tiempo ha sido ejercida fundamentalmente por mujeres, se ha visto fuertemente determinada por los roles asignados a hombres y mujeres en una sociedad que ha sido construida y liderada desde un esquema patriarcal.12 La conjunción del género femenino con la condición profesional de ser enfermera y con un mercado laboral que jerarquiza y estratifica las funciones y acciones de los profesionistas del área de la salud, cuyo objetivo primordial se enfoca a curar la enfermedad y no necesariamente a favorecer y mantener la salud, resulta altamente interesante, sobre todo cuando se tiene el propósito de identificar el desempeño laboral de las enfermeras, y con ello la manifestación de sus satisfacciones personales, profesionales y laborales, lo que en su conjunto y, desde nuestro punto de vista, puede generar elementos de análisis de corte sociológico que permitan dilucidar y proponer nuevos derroteros para la formación de las nuevas generaciones de enfermeras que respondan, en tiempo y forma, a las necesidades de los usuarios de sus servicios, a través de un cuidado profesional de alta calidad y con un profundo sentido humanista, característico de la profesión de enfermería.1 MATERIAL Y MÉTODOS La investigación que se presenta es de tipo exploratorio y de diagnóstico. El enfoque teórico está referido a la sociología de las profesiones, el cual obtiene sus premisas y fundamentos teórico-instrumentales de la perspectiva estructural-funcionalista y el constructivismo. Con base en el tratamiento de la información obtenida, el abordaje es 13 cualitativo (analítico-interpretativo). Esta investigación se realizó en 11 instituciones del sector público de la ciudad de Toluca, Estado de México, en el período comprendido de julio de 2010 a agosto de 2011. Se llevó a cabo en tres fases. En la primera (fase teórica), se construyó el marco de referencia a través de la selección y consulta de diversas bases de datos como son ISI web Knowledge, Science Direct, Redalyc. Se establecieron los núcleos y subnúcleos temáticos o categorías de análisis, los cuales fueron: la condición de género, el desempeño profesional y la satisfacción personal, profesional y laboral. El universo de estudio se constituyó por las enfermeras que laboran en instituciones de salud de segundo y tercer nivel de atención de la ciudad de Toluca, Estado de México y la población se conformó, de manera convencional, por 20 profesionistas de enfermería, de los cuales 16 fueron del género femenino y cuatro del masculino. Se incluyó en el estudio personal de enfermería con nivel académico de postécnico, licenciatura, especialidad, maestría y doctorado, cuya experiencia laboral varía 10 y 20 años, asignados en los diferentes turnos: matutino, vespertino, nocturno y especial; así como con cargos o responsabilidades distintas: cuidado directo al paciente o usuario, jefas de servicio, supervisoras y jefas de enseñanza. El método y la técnica de recolección de datos se basó en la encuesta, mediante una guía de entrevista semiestructurada, conformada por 26 preguntas distribuidas de la siguiente manera: 10 para el núcleo de género, ocho para el de desempeño y ocho para el de satisfacción, todas con características de respuesta amplia o a profundidad. En la segunda, fase empírica o de campo, se buscó y agendó un acercamiento con los profesionales de enfermería que laboran en las instituciones de salud; se les invitó a participar en la investigación, explicándoles los objetivos y solicitándoles su colaboración y autorización para la realización de la entrevista; una vez aceptada ésta, se procedió a efectuar una programación individual. Para llevar a cabo las entrevistas se utilizaron cintas magnéticas. Cabe mencionar que con cada entrevista se contó con una bitácora de campo donde se registraron los comentarios, reacciones, actitudes y expresiones corporales de cada una de las personas entrevistadas, que fueron de gran ayuda para analizar e interpretar los resultados, pues no siempre lo que se dice es congruente con lo que se piensa o se 14 manifiesta de manera no verbal. Una vez realizada cada entrevista, se procedió a trascribirlas de manera literal. Posteriormente se realizó un análisis de contenido, se identificaron los núcleos y subnúcleos temáticos de forma parcial o inicial. Durante la fase analítica-interpretativa se procedió a la clasificación definitiva del contenido de cada una de las entrevistas en los núcleos y subnúcleos temáticos que se construyeron con antelación, mismos que a su vez conformaron el marco referencial, clasificando las entrevistas E-1 (Entrevista 1), hasta E-20 (Entrevista 20). Para llevar a cabo el análisis e interpretación de resultados, en primer término se consideraron los siguientes núcleos y subnúcleos temático-problemáticos: la condición de género (subnúcleos: sexo, género, equidad de género, diversidad cultural, género y enfermería); el desempeño profesional (subnúcleos: nivel académico, cuidado profesional de enfermería, certificación, gerencia, liderazgo y autonomía), y la satisfacción personal, profesional y laboral (subnúcleos: auto-concepto profesional, status-prestigio, reconocimiento [éste se subdividió en salario, turno e imagen social]). Enseguida se seleccionaron las respuestas que, desde el punto de vista de las investigadoras, eran mayormente significativas para ilustrar de manera objetiva lo dicho por los y las entrevistadas, con respecto al objeto de estudio. La presentación de resultados tiene el orden que desde un inicio se dio a las categorías de análisis o núcleos temáticos. La redacción está construida con la interacción de los elementos teóricos, empíricos y metodológicos, así como con la visión, experiencia y conocimientos de las investigadoras, a través de un análisis minucioso del contenido. La investigación fue subsidiada por las investigadoras, se contó con el apoyo institucional de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma del Estado de México y el tiempo de realización fue entre julio de 2010 y agosto de 2011. En canto a los aspectos éticos, se consideró el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de investigación, en el título segundo de los aspectos éticos de la investigación en seres humanos, capítulo I, artículo 16, considerándose ésta como sin riesgo. 15 RESULTADOS Género Las desigualdades de género han estado presentes en todas las formaciones sociales. México no es la excepción, sin embargo, cabe decir que las inequidades, asimetrías y discriminación son, en la actualidad, un fenómeno que se ha ido matizando a partir de las diversas funciones y acciones que han tomado las propias mujeres, además del marco legal que le ha favorecido en los últimos 40 años al género femenino. El género se convierte en el conjunto de representaciones simbólicas sobre el cual una cultura determinada construye los sujetos históricos “mujer” y “hombre”, sus identidades y relaciones.13,14 El personal de enfermería se ha visto inmerso en este proceso histórico-social, toda vez que un porcentaje altamente significativo de profesionistas que se dedican a la enfermería son mujeres. En este sentido, se cuestionó a las entrevistadas en este estudio si creían que actualmente hay equidad entre el hombre y la mujer, a lo que respondieron de la siguiente manera: “No, no, no hay equidad. Se supone que legalmente sí, pero todavía hay muchos, muchas lagunas, precisamente de eso de idiosincrasia, que aunque legalmente ya debe haber igualdad, todavía no la hay, todavía hay situaciones donde a la mujer no se le da la misma importancia, aunque tenga lo académico, incluso en lo que se puede ver es en los sueldos … todavía se ve en los cargos políticos, en muchas esferas se ven más hombres que mujeres, incluso en los hospitales, es muy difícil, hasta ahorita yo no sé de alguna mujer que esté como directora de algún hospital, aunque tenga la preparación” (E-11). “Yo creo que trabaja doble, aúnque ya se haya insertado en el área laboral, administrativa, política, no ha dejado de lado las labores de la casa, de la familia…” (E-17). Precisamente, a partir de reconocer que las enfermeras estamos en el camino, la situación socio-histórica del surgimiento de la profesión está presente. Nos referimos particularmente 16 al hecho de haber aparecido “al cobijo” de los médicos1, en ese sentido, al cuestionarles sobre la igualdad de oportunidades profesionales entre enfermeras y médicos, opinaron lo siguiente: “En el ámbito de enfermería sí lo puede hacer. Pero desafortunadamente aún estamos en la cultura hospitalaria en la que el médico decide, el médico es quien ordena y entonces, aunque tengas maestría, postgrado, lo que quieras, finalmente un médico da alguna indicación [y] tú la tienes que resolver.” (E-6). “…El problema no es la sociedad, sino los mismos integrantes de la profesión…tenemos que trabajar en equipo, como se dice [en] los eslogan, codo a codo, pero qué sucede, cuando uno sobresale, no es como las hormiguitas de que todas van haciendo cadenita para que salga la última, sino aquí al contrario, que no salga…nosotras mismas, las de la profesión, somos las que nos limitamos y esa también es nuestra mentalidad de confort” (E-17). Desempeño profesional Es evidente que el trabajo que vienen realizando los profesionales de enfermería desde hace más de una centuria, tanto en la formación de las nuevas generaciones, como en los diversos ámbitos laborales, busca fortalecer el desarrollo de la profesión, favorecer que las intervenciones u otorgamiento de cuidado sea de calidad y en un marco humanista, pero también tienen la esperanza de ser reconocidas socialmente, a partir de los usuarios de sus servicios, su familia y la comunidad en su conjunto.15 En este sentido, el personal entrevistado manifestó que en el desempeño se ve reflejada la insatisfacción laboral de las enfermeras(os): “Si, hay gente que no quiere ser enfermera. Se puede ver en el trato a mi paciente y en la calidad que estoy dando y en la productividad, si yo voy con mal genio, desalineada, voy toda con mi cara, le grito a mis pacientes, le grito a mis compañeras, bueno, pues ahí estoy reflejando que algo me está sucediendo…” (E-7). 17 “Claro. Eso depende de la insatisfacción propia de la enfermera, pero eso depende desde la propia distribución de los pacientes, influye actitudes extra laborales, familiares, etc…” (E-10). Por otra parte, la certificación profesional es uno de los indicadores de desempeño laboral16,17, aunque, cabe decir que el personal entrevistado evidenció tener opiniones diferentes: “La certificación para mí es un proceso en el cual uno como profesionista está avalando todos los conocimientos que uno tiene” (E-14). “No se ve reflejada la certificación, realmente se hace por adquirir un papel, estoy certificada, estoy colegiada, no influye, he visto gente que está certificada y no beneficia al paciente. A veces es por competencia, si ella lo hizo por qué yo no, ahora [existen] otro tipo de situaciones como cuando un hospital se va a certificar o está en proceso de certificación, pues nos obligan…” (E-70.). Cuando se alude al liderazgo que ejerce el personal de enfermería 18,19,20,21 como una manera de incrementar su presencia en las áreas laborales y favorecer con ello el estatus y prestigio de la profesión, asumimos que todavía estamos en el camino de un empoderamiento grupal, así lo señalan sus respuestas, ejemplificadas en el siguiente párrafo, en donde se percibe un liderazgo limitado al círculo gremial: “Es líder en cuanto a sus actividades diarias, con sus subordinados, pero aún nos falta tomar decisión para poder nosotros ser líderes ante todos, ser líder ante un consejo médico, ante un consejo académico, entonces, yo siento que aún nos falta dar ese paso para ponernos al frente de todas las actividades que nos rodean” (E-6). Evidentemente, la autonomía profesional es uno de los signos de crecimiento de cualquier actividad que interactúa con otras profesiones en un concierto social, lo que impacta en el desempeño laboral y en la imagen, en este caso de enfermería. Podemos afirmar que la autonomía22,23 es relativa, con base en lo que señalaron nuestras entrevistadas: “Todavía tenemos esa idea de que estamos a expensas de otros profesionales de la salud, hasta que nosotros no tengamos…la idea de que somos aptas y capaces de llegar a tomar decisiones por nuestra cuenta propia, es cuando nosotros vamos a deslindarnos 18 del médico, no totalmente, más bien trabajar en conjunto con todos los profesionales de la salud” (E-14). Satisfacción personal, profesional y laboral El ingreso económico de los profesionales de enfermería es uno de los indicadores cuantitativos de mayor relevancia en el mundo social y laboral, en ese sentido, al preguntarles si el reconocimiento laboral 24,25,26 es equiparable al salario que percibe el personal de enfermería, contestaron de la siguiente manera: “Los salarios están en base a la imagen que la sociedad tiene de una enfermera. Antes, para estudiar enfermería, con dos o tres años, o con un curso ya podías ser enfermera y el salario está por abajo, yo creo que debería haber una tabulación de salarios, porque cuando tienes la posibilidad de entrar a trabajar a “x” lado, te piden estudios de licenciatura, pero te pagan como enfermera técnica, además, si tú tienes familia, menos te alcanza, cuando eres soltera pues sí, pero con otras responsabilidades ya no” (E-19). “No hay reconocimiento, es más, si te fijas dicen, salí gracias a los doctores, si te das cuenta, casi nadie dice salí gracias a enfermería…yo digo que esto es porque entre enfermería somos envidiosas… no nos dejamos crecer…” (E-16). El personal entrevistado afirma que el sueldo no satisface sus necesidades personales y profesionales: “Siento que no. Es mucho lo que se da en el ámbito laboral, es mucho el desgaste físico, emocional, social, académico y siento que es poca la remuneración, siento que para mí nos quedamos muy cortos, de hecho, si fuera una profesión bien remunerada no habría personal de enfermería trabajando hasta tres turnos o más de dos turnos, no existiría. Todos en su momento nos contratamos o adquirimos otra remuneración para una mejor calidad de vida, si se le podría llamarlo un status…ya que un solo sueldo no me lo daría” (E-10). “…Yo creo que con el sueldo que ganas en dos trabajos, lo tuvieras en uno, no sería necesario que trabajaras en dos lados, porque aparte de eso tienes que cumplir otros 19 roles, el de novia, esposa, madre, a la mejor estudiante, y luego cumplir tus necesidades fisiológicas, de convivencia, no sé, toda la pirámide de Maslow, principalmente la fisiológica pero alcanzar la última parte de la pirámide” (E-13). En cuanto a la satisfacción personal y profesional que tienen sobre el turno laboral, manifestaron lo siguiente: “Si. Aunque depende del turno, por ejemplo, el turno nocturno o especial, o si tienes dos turnos, es un desgaste que existe día con día, el hecho de descasar un poco, el hecho de tener poco esparcimiento social, ambiental, familiar, laboral, debilita la condición de la enfermera, podríamos evaluar lo que se desgasta la enfermera en 12 horas…es mucho desgaste…” (E-10). “La enfermera trabaja los 365 días del año y las 24 hrs del día, y si tú tienes dos o tres trabajos pues no ves ni al novio ni al esposo ni a la familia ni a nada, entonces se afecta tu relación, si eres casada y no ves al esposo, te afecta porque el hombre necesita atención, por lo que se divorcia de ti y si no se divorcia, hay muchos problemas y te pone el cuerno con alguien más, se busca una amante y si no, no te casas o eres madre soltera y terminas soltera porque simplemente le dedicas tu tiempo a la institución” (E13). DISCUSIÓN Con base en los testimonios del personal de enfermería entrevistado, puede afirmarse que su desempeño laboral está enmarcado por situaciones internas y externas a su persona, con ello queremos decir que, si bien existe un marco legal aplicable a todos los trabajadores del área de la salud, en este caso hospitalaria, existen condiciones culturales e ideológicas, como causas intrínsecas a cada enfermera, que no permiten un desarrollo pleno, toda vez que el estereotipo de ser mujeres les lleva a cumplir diversos roles en el mundo privado, esto es, en el hogar, pero además, creer que entre las mujeres enfermeras no existe ni ha existido una relación armónica, solidaria, de acompañamiento profesional y laboral, vulnera su autoconcepto profesional y, por ende, su relación gremial. 20 Por otro lado, y como factor externo o laboral, el modelo de atención hospitalaria, donde cobra prevalencia la figura del médico, no solamente ha propiciado y fomentado violencia intragénero, sino también no ha permitido que el personal de enfermería desarrolle una autonomía profesional, a pesar de hacer alusión a las acciones independientes que realiza, o cuando menos una interdependencia profesional con el equipo de salud, su liderazgo queda a la zaga o es ciertamente parcial, impactando de manera directa en su reconocimiento profesional y social. Ahora bien, en el estudio que nos ocupa, puede afirmarse que la enfermera reconoce que tiene socialmente también la imagen y el rol de ama de casa, esposa, madre e hija, entre otros, toda vez que a pesar de tener una profesión y de estar inserta en el campo laboral, no deja de realizar funciones domésticas dentro de su vida personal. Asimismo, todavía es muy significativa la historia cultural, familiar y la herencia militar, lo cual se refleja en su quehacer profesional, por ejemplo, proveer el cuidado, la educación, el humanismo, la cordialidad, donde subyace la sumisión, la obediencia, etc. La enfermera, al igual que el médico, tienen la misma oportunidad de crecimiento profesional, sin embargo, se puede ver aún limitada por su condición de género, principalmente. El nivel académico sí influye en el desempeño profesional, lo que hace la diferencia de una enfermera técnica a una profesional. Con respecto a la formación y educación permanente, las entrevistadas mencionaron que la certificación es buena y beneficiaría a la profesión siempre y cuando se aplicara correctamente, con criterios bien establecidos y unificados entre todos los colegios existentes. Por otro lado, y al decir de las entrevistadas, la insatisfacción sí se puede ver reflejada en el cuidado que brinda la enfermera, desde el saludo, hasta el realizar un procedimiento; puede deberse a muchas causas, sin embargo, es notoria la expresión y afirmación que hicieron las entrevistadas con respecto a la falta de reconocimiento y la baja remuneración, lo que genera que tengan que laborar, por ejemplo, en dos instituciones. Consideraron que la enfermería aún no cuenta con el liderazgo necesario ni con la autonomía, lo que las limita en la toma de decisiones gerenciales de las diferentes instituciones de salud. Aludieron que sus mayores insatisfacciones son producto de conflictos familiares, fundamentalmente 21 derivados por laborar en dos instituciones, lo que les genera problemas personales y en ocasiones hasta la separación de su pareja, ser madre soltera o quedarse simplemente solteras. CONSIDERACIONES FINALES En la actualidad, la equidad de género ha permeando los más diversos ámbitos y en diferentes escalas, pero siempre de manera constante. La creciente presencia de las mujeres en la vida social marcó, durante el siglo XX, una parte del mundo. Las tendencias políticas, educativas, económicas y culturales indican que en esta centuria se profundizará y ampliará la participación femenina, que ya señala una transformación, no de siglos, sino de milenios de estructura patriarcal.27 Los desafíos sobre los estudios de género conducen a tomar decisiones que muestren horizontes hacia una convivencia más justa, armónica y humanista entre hombres y mujeres. Los esfuerzos son diversos y permanentes, orientados principalmente a desarrollar conocimientos y acciones que se distingan por sus aportaciones, que hagan posible un mundo de aliento, entereza y solidaridad. La evolución de la conciencia colectiva y el fortalecimiento de la democracia exigen la eliminación de tratos desiguales y discriminatorios por condición de género. Así, hombres y mujeres tenemos el compromiso social de defender y ejercer los principios de participación, inclusión y no discriminación. Los estudiosos del género proponen que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de las mujeres y los hombres se consideren, valoren y promuevan equitativamente. Ello no significa que deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan del género-femenino o masculino. Por eso se habla de igualdad, es decir, que ambas personas tengan las mismas oportunidades en todas las situaciones y en todos los ámbitos de la sociedad, que sean libres para desarrollar sus capacidades personales y para tomar decisiones. Así, la equidad de género en enfermería implica la posibilidad de tener los mismos derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades dentro del desempeño profesional y del 22 ámbito laboral; sin embargo, se puede afirmar que se sigue observando esa desigualdad; que a pesar del crecimiento y desarrollo profesional de las mujeres enfermeras, es evidente la inequidad en el mercado laboral. Puede afirmarse que el supuesto se comprobó, que el desempeño profesional de enfermería se ve influenciado por su condición de género, trascendente de la cultura y la formación militar que dio origen a su profesionalización, lo que en la actualidad se ve reflejado en su ámbito personal, profesional y laboral. Consideramos relevante que desde la formación de las nuevas generaciones de enfermeras(os) se favorezca la cultura por la identidad profesional y cohesión gremial, y que esta actitud se fortalezca durante la inserción laboral y la práctica profesional, a través del empoderamiento personal y profesional. REFERENCIAS 1. Cárdenas BL. La profesionalización de la enfermería en México: un análisis desde la sociología de las profesiones. México: Pomares, 2005. 2. Cárdenas BL. (comp.). Diversidad, equidad y ciudadanía. México: UAEM; 2008. 3. German BC. Género y Enfermería. Index Enferm. 2004; 13(46): 7-8. Disponible: http://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962004000200001. Acceso 20 de septiembre de 2010. 4. Llanes MI. Del sexo al género. España: La nueva revolución social, EUNSA, 2010: 32 5. De Oliveira O, Ariza M. Un recorrido por los estudios de género en México: consideraciones sobre áreas prioritarias. Taller “Género y Desarrollo”. Montevideo, 6 y 7 de septiembre de 1999. 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