EL FUEGO OLIMPICO

Anuncio
EL FUEGO OLIMPICO
En Olimpia, el 23 de agosto de 1968 una procesión de
jóvenes ataviadas con túnicas blancas subía desde las
márgenes de río Alfeo las suaves colinas del Monte Kronius.
Ascendían entonando un coro que podía escucharse,
tierra arriba, desde las columnas del recinto erigido por
los antiguos griegos en honor de Zeus. Cuando llegaron
a éste, dejaron de cantar y una de ellas, Maria Moxoliou,
actriz de profesión, dueña del más severo continente, el
rostro vuelto hacia el celo, los dos brazos descansando
sobre sus costados, elevado el torso con rigidez e tatuarla,
pronunció en alta voz una Invocación: “Vengo a suplicarle,
oh Zeus, para que los rayos de Febo alumbren la antorcha
sagrada, la llama que trasladada al estadio mexicano,
iluminará con sus reflejos la noble rivalidad de los fraternos
juegos de los pueblos del mundo entero.”
asentó la vasija con movimientos cuidadosos.
¡El Fuego Olímpico había sido dispuesto!
Otras manos, las de Haris Aivaliotis, campeón griego
de los 100 y los 200 metros planos, encendieron en la
crepitante hojarasca una nueva antorcha. Empuñada por
el atleta, que durante unos Instantes 1a exhibió elevándola
sobre su cabeza, se vieron entretejidas, una palabra y una
cifra: México 1968.
Aivaliotis se dirigió hacia el tumulto levantado en honor
del Barón Pierre de Coubertin, en el fondo, en una
redoma de cristal de Rhodas, se conserva el corazón
del restaurador de los Juegos Olímpicos, Ahí el atleta a
se detuvo en recogimiento y en seguida entregó la tea al
Llevaba en la mano un cilindro con resina que aproximó primer corredor olímpico. Este empezó a descender las
a un vaso cóncavo de metal. De la superficie de éste, laderas del monte en ruta hacia Pyrgos, mientras el campeó
incandescente por haber estado expuesta al sol desde el Aivaliotis dirigía a los atletas de todo el mundo un emotivo
alba, provino el intenso calor que prendió la tea. Luego la mensaje de fraternidad: “R presento para mí un alto honor
joven aplicó el haz ardiente a un ánfora de barro pulido el haber sido el primer portador del Fuego Olímpico
llena de hojarasca. El fuego así trasplantado fue llevado por que arderá en México. Cuando llegue yo a la capital
María Mosxoliou al templo de Hera. Allí, sobre una piedra, .azteca para participar en las competencias de atletismo
de los Juegos de la XIX Olimpiada, representando a mi
89
país, verá este fuego en la cúspide del estadio y sentiré
que me abriga y, me apoya para obtener la mejor de las
actuaciones en la competencia.» Y añadió: ‘Deseo enviar
un mensaje a la atleta que encenderá el fuego en México:
¡Que este fuego que hoy se ha encendido en Olimpia
sirva a Enriqueta Basilio, atleta mexicana a quien tendré
el gusto de conocer, como un mensaje de mi pueblo a
todo México y que este saludo, con el fuego sagrado del
Olimpo, sea la petición de la juventud para que se logre
la paz universal!.” En seguida completó su arenga con
una exhortación pacifista: “Que se represente en este
fuego y en esta hermosa paloma de la paz bordada en mi
pecho, que la juventud no quiere guerras ni alteraciones;
que la juventud pido comprensión entre los hombres,
cordialidad, superación física o Intelectual para el logro de
un mundo mejor.”
fuerte viento, pero la antorcha continuó encendida,
alimentada por una mezcla de nitratos, carbones alcalinos,
azufre resinas meleicas y silicones,
El corredor cruzó Amalias y pasó la llama otro que
orientó sus pasos rumbo a Patras. Ahí se repitió la escena
anterior: la flama cambió de manos y más adelante, en
Aigion, Kilocastron, Kiaton, Corinto, Megara y Eleusis,
fue sucesivamente siendo confiada a relevos distintos. De
esta ciudad, cuna de hondos misterios, partió el Fuego
Olímpico hacia Atenas, a donde llegó muy poco después
de la noche. En el estadio Panateneo fue depositado
en un vaso corintio, donde anido resguardado del
viento, sobrepasando apenas sus fiemos los bordes del
receptáculo
Según parece, el Fuego Olímpico no forma a parte del
La ceremonia del Fuego Olímpico dio principio en la ceremonial de los Juegos, sino que al principio de cada
explanada del templo de Zeus, apenas iniciado el día, Olimpiada era encendido en el Templo de Zeus, en cuyo
con la interpretación del Himno Nacional Mexicano y del honor se verificaban también esos festivales. D cualquier
Himno Nacional Griego, Durante su primera intervención modo que haya sido, Pierre de Coubertin lo incorporó a
oratoria, el representante del COO expresó: .. Durante los la simbología y a la tradición de los Juegos Olímpicos de la
Juegos Helénicos se establecía una tregua; hoy deseamos Era Moderna.
que la llama sea un símbolo de paz en nuestro mundo. Por
ello verán estampada en las camisetas deportivas de los Anterior a la Olimpiada de Berlín, el Fuego Olímpico
corredores la paloma de la paz.”
tuvo un carácter local. Cada sede lo encendía en virtud
de la costumbre y no era propiamente un fuego olímpico
A las palabras del delegado mexicano, dio respuesta el griego.
secretario general del Comité Olímpico Griego, almirante
Pyrros Lappas, quien se refirió a la trascendencia de las El gentilicio, diferente en cada oportunidad, se lo otorgaba
celebraciones olímpicas, advirtió que “México es el primer la ciudad donde se desarrollaban los eventos, Fue así el
país que ha captado en todo su grandeza el verdadero fuego originario de Estocolmo, de París, de Ámsterdam,
sentido que los antiguos griegos concedían al festival de Amberes y de los Ángeles, excepción hecha del que
helénico.”
se encendió en Atenas durante la primera Olimpiada,
en 1896. Pero, en vísperas de los Juegos Olímpicos de
La multitud empezó a disgregarse, mientras los portadores 1936, en Berlín, un grupo de arqueólogos alemanes
de la llama se sucedían uno tras otro, monte abajo. En el que realizaban excavaciones en Grecia, propuso que el
Valle del Alfeo ya, el ritmo de la carrera fue más firme, Fuego Olímpico fuera realmente griego; esto es, que se
más rotundo, aunque no por eso menos ligero; y así se originara en Olimpia, que se obtuviera directamente de
sucedió hasta el lindero inicial de la ciudad de Pyrgos, la acción solar y que fuera conducido a Berlín por relevos
donde el atleta en turno entregó la llama a su relevo, que se turnarían uno cada kilómetro, la proposición fue
como él -y todos los demás- ataviado con una camiseta aceptada. Y por primera vez desde el año 393, en que
blanca cruzada por tres franjas horizontales de colores Teodosio 1 suprimió los eventos, Lino llama simbólica del
verde, blanco y rojo En el centro del pecho, bordada, se espíritu griego fue encendida en el Altis, justo enfrente
veía la silueta de una paloma. El calzón era blanco y llevaba del templo legendario. Así vino a reivindicarse, más
en la parte lateral de la pierna izquierda los colores de la espectacularmente aún de lo previsto por el Barón de
bandera griega
Coubertin, la significación del festival.
Al nuevo corredor, en ruta hacia Amalias, se opuso un
90
México enriqueció el protocolo del Fuego 0límpico
con una franca evocación al itinerario histórico de la
cultura clásica. No sólo e trataba de señalarle una ruta
conveniente, sino de disponerle un camino en cuyo curso
se fueron incorporando, etapa por etapa, los principales
signos y símbolos de aquel fenómeno. Y qué mejor
que vincular las culturas americanas y greco-latina por el
puente del descubrimiento del Nuevo Mundo.
28, trece corredores, uno tras otro, llevaron el fuego a la
estación marítima Ponte de Mille, para ser alojada a bordo
del Palinuro, buque escuela de la marina Italiano. Como
el día anterior, el fuego tuvo, a su despedida del puerto,
acompañamiento de silbatos de los buques anclados en
la bahía; docenas de éstos, deportivos en su mayoría,
acompañaron a la nave portadora mar adentro en su ruta
a Barcelona.
El estudio y la precisión de la ruta, de m do que las ciudades
fueran siendo motivo para significar la universalidad de
los ideales helénicos, fueron obra del presidente del
COO y de un grupo de colaboradores, quien s fijaron
el recorrido del Fuego Olímpico por territorio mexicano,
determinaron las ceremonias y calcularon los tiempos
críticos hasta su instalación en el Estadio Olímpico de la
Ciudad de México.
El Palinuro soltó sus anclas a dos millas de las instalaciones
portuarias de Barcelona en la costa de Cataluña, enfrente
de la Puerta de la Paz y de la estatua monumental erigida
por la municipalidad al descubridor de América. El
comandante de la nave, capitán Umberto Saltini, hizo
entrega del fuego al vicepresidente del Comité Olímpico
Español, señor Anselmo López, quien lo condujo a tierra.
En uno de los muelles, engalanados con flores, el Fuego
El Comité Organizador obtuvo previamente la fue trasmitido a la antorcha que portaba el corredor de
colaboración y ayuda de los Comités Olímpicos Nacionales fondo Enrique Bondía. Este la entregó a su compañero
de Grecia, Italia y España; por conducto de éstos, la amplia Alfonso Gabernet, quien la llevó hasta la Plaza de
cooperación de los respectivos Gobiernos,
Cataluña, encendiendo un gigantesco pebetero alrededor
del cual se congregaba una entusiasta muchedumbre. El
El 24 de agosto el Fuego Olímpico abandonó
presidente del Comité Olímpico Español, señor Juan.
ó Atenas. Al día siguiente, en el puerto de El Pireo, fue Antonio Samaranch, tomó la palabra: “Este Fuego venido
instalado en la nave H.H. Navarino, unidad de la marina de Olimpia -dijo- alumbrará la mejor de las Olimpíadas
griega de guerra, que enfiló hacia el Golfo de Corinto. de la Era Moderna.” En nombre de todos los catalanes,
Surcando el canal de acceso al Mediterráneo, pasó el Samaranch se congratuló de que Barcelona hubiera
Mar Tirreno, avistando a su paso las costas de Stromboli, sido escogida como el primer punto de España donde
Giglio, Córcego y Portofino, Santa Fructuosa, Santa se rindiera homenaje a la llama simbólica y expresó su
Margarita, Camogli y Ricco, antes de penetrar al Golfo esperanza de que la próxima vez que el fuego llegase a su
de Génova y confiarse a las maniobras del remolcador país fuera para alumbrar una olimpiada ibérica. “Si nuestra
Copopoccía, que lo condujo hasta el muelle Andrea generación no alcanza ese honor -declaró- habremos de
Doria. Esto ocurrió el 27 de agosto estableciéndose así dejar todo dispuesto para que lo obtenga la próxima.”
el primer vínculo de las culturas mediterráneas con las Añadió el presidente del COE que la capital catalana
del Continente Americano. El empeño de llevar la flama recibía, con la antorcha, un mensaje de comprensión, de
helénica a la ciudad de Génova se debió a que ahí nació fraternidad y de paz.
el gran almirante Cristóbal Colón. El Comité Olímpico
Nacional Italiano recibió oficialmente el fuego. De mano En respuesta a las palabras del presidente del Comité
en mano fue conducido por 22 relevistas italianos hasta el Olímpico Español, el jefe de la delegación mexicano
puente central de la vieja Porta de la Soprana, en medio encargada de acompañar en su tránsito por Europa
de cuyas dos colosales torres de piedra, erigidas en 1157, y América a la llama olímpica, indicó: México crea
animó toda la noche, mientras centenares de voces profundamente en el Olimpismo y en los valores que
elevaban en su honor cánticos olímpicos. Antes, en el representa. En México, hablar de Olimpismo es hablar
puerto, todas las embarcaciones turísticas y deportivas de de paz y del diálogo fraterno de los jóvenes de todo el
vela y de remo habían hecho sonar sus sirenas en jubiloso mundo en el deporte y en la cultura. México ha querido
-bienvenida, mientras en el aire aviones militares italianos hermanar a cuatro países para hacer posible el viaje del
formaban un “carrusel” Enfrente de la casa en que nació fuego desde Olimpia hasta Tenochtitlan.”
el descubridor se efectuó una ceremonia de exaltación
al Olimpismo y de homenaje al ilustre navegante. El día De Barcelona, tierra adentro, el Fuego Olímpico fue
91
conducido en su primera etapa por el atleta José Reina,
quien recibió la antorcha de manos de Pablo Negra,
concejal deportivo del ayuntamiento de la ciudad. En
la conducción de la antorcha de Barcelona a Lérida,
segunda etapa del Fuego Olímpico por tierras iberas,
participaron como relevistas, turnándose cada kilómetro,
el vicepresidente del Comité Olímpico Español, el
representante del Comité Organizador de los Juegos de la
XIX Olimpiada y el presidente de la Federación Catalana
de Atletismo, Jorge Cabré, ex campeón de esquí acuático
de España,
Un lamentable incidente ocurrió cuando uno de los
primeros relevos, el ex atleta y “recordman” de España,
Gregorio Roko, sufrió quemaduras en las manos y en
el rostro al estallar la antorcha cuyo fuego acababa de
trasmitirle el corredor de apellido Mariana, quien padeció
a su vez algunas lesiones.
El alcalde de Medinaceli, señor Gonzalo Ramírez Lafuente,
fue el encargado de recibir oficialmente la Antorcha
Olímpica y, en su honor, dirigió un mensaje a todos los
pueblos W mundo: “En ustedes, joven generación en
cuya mano se halla el porvenir del mundo, está nuestra
confianza. I exhortamos y hacemos votos porque esta
paz que ha de presidir la Olimpiada acompañe la vida de
ustedes y la de sus naciones. Que el espíritu de convivencia,
emulación y paz que regirá en las competencias los
acompañe en el futuro.” Y agregó: “El mundo lo necesita
y México, hermano entrañable de España, que brindará
hospitalidad a la Olimpiada, lo merece. Vuelvo la mirada a
ustedes, hombres jóvenes, que, superando lis dificultades
de toda índole, están disponiéndose a vivir etapas de
hermandad, de convivencia y de lucha deportiva, pero en
paz fraternal.”
En el trayecto de Medinaceli a Madrid, la antorcha recibió
el homenaje de los deportistas de Alcalá de Henares.
Al caer la tarde la Antorcha olímpica llegó a los límites de la En esta ciudad el Fuego fue recibido por el alcalde Félix
provincia de Lórida, haciéndose cargo de ella el corredor Fuerte, acompañado de los regidores y un grupo de
Buenaventura Baldoma. A las nueve de la noche, en los paracaidistas del Ejército Español, constituidos en guardia
términos de la municipalidad leridana, la tomó en sus de honor. Durante su breve estancia en la población la
manos Joaquín Larroya, quien la llevó a lo alto de la meseta llama fue instalada en un pebetero que se ubicó enfrente
de la Seo antigua, donde fue depositada en el pebetero de la Universidad Complutense, al lado de la estatua
ritual. El alcalde de la ciudad, señor Juan Casimiro de del cardenal Cisneros. El alcalde pronunció palabras de
Sangenís, dijo el discurso de bienvenida.
homenaje en la ceremonia y envió un saludo al pueblo
de México. Durante su discurso afirmó que la juventud
De Lérida, cruzando las provincias de Cataluña, Huesca dedicada al deporte es mucho más noble que la que se
y Aragón, la antorcha fue conducida a Zaragoza bajo una dedica a la guerra.
lluvia torrencial. En la antigua colonia romana fue instalado
el fuego en una de las cuatro torras del templo de la Virgen Por el Paseo del Prado, arteria vital de la capital española,
del Pilar. El pebetero fue encendido por el atleta Luis llegó hasta la Plaza de Cristóbal Colón el decatlonista
María Garirlaga. En torno del vaso se instaló una guardia Rafael Cano, último relevo en esta etapa. El corredor
nocturna, integrada por jóvenes deportistas y miembros aproximó el Fuego al pebetero Olímpico y la llama se
de agrupaciones civiles de la municipalidad.
elevó centelleante ante el aplauso de los millares de
madrileños que desde la caída de la tarde se dieron cita
De Zaragoza, atravesando la provincia de Soria, en el lugar, Con la representación del Ayuntamiento,
conducida en tramos respectivos de un kilómetro por el general Ricardo Villalba explicó el significado de la
182 corredores, la llama llegó a Medinaceli, donde una ceremonia, diciendo que “la Antorcha Olímpica es, sí, un
multitud que entonaba el Himno Olímpico brindó una símbolo deportivo, pero también de paz y entendimiento
recepción jubilosa, mientras el cielo se llenaba con el entre los pueblos.” Por su parte, el presidente del Comité
lucero de la pirotecnia dispuesta para solemnizar la llegada: Olímpico) Español y delegado nacional de Educación
los cinco aros olímpicos iluminaron brevemente la noche Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch, pronunció
de Medinaceli con los colores azul, amarillo, negro, verde una conceptuosa pieza oratoria como homenaje a la
y rojo, característico; del símbolo. El fuego se depositó en llama de Olimpia: llega hoy a la capital de España el Fuego
el pebetero instalado en la Plaza Mayor de la ciudad. Un Olímpico, en su clamoroso recorrido por toda nuestra
coro diocesano entonaba cantos rituales.
patria, y en Madrid lo recibimos conscientes de su alto
significado. Su simbolismo es algo más que una llamada
92
deportiva a la juventud de todo el mundo para reunirse y
competir en la más noble y leal de todas las luchas, porque
vemos también en esta llama olímpica una esperanza de
comprensión, de fraternidad y de paz entre los pueblos.”
Más adelante, exaltó el espíritu olímpico de su país: “El
recorrido triunfal de la llama olímpica por los pueblos de
España es la demostración de que el Olimpismo empieza
a ser un objetivo que los españoles debemos alcanzar
en su más alto grado en un día no lejano.” Y concluyó
“Enviamos un mensaje de afecto, de todos los españoles,
a nuestros hermanos mexicanos, deseándoles que estos
primeros Juegos olímpicos de habla hispana tengan el éxito
y la resonancia que sus esfuerzos merecen.” Al término
del acto, la orquesta de la ciudad interpretó los Himnos
Nacional de España y Olímpico, que fueron coreados y
aplaudidos por la multitud.
el alcalde les pidió que a su retorno a México llevaran,
para entregarla fraternalmente a todos los mexicanos, una
porción de tierra extremeña que por “disposición oficial”
les pertenecía desde ese instante. Dijo textualmente el
alcalde: ‘Cuando vuelvan a sus hogares y estas efemérides
se hayan vueltos historia; y al recordar los acontecimientos
de esta ruta piensen en España, la Madre Patria, sepan
todos que aquí en Navalmoral de la Mata hay un pedazo
de tierra extremeña que es suya, de todo México, pues
yo, como representante de este pueblo cordial, abierto y
liberal, les doy en su nombre graciosa donación.” Como
doble homenaje al Fuego Olímpico y a México, el alcalde
descubrió una placa que convirtió a la Plaza Morala de la
localidad, en la Plaza México 68.
El Fuego partió luego a Trujillo. En esta ciudad, el atleta
Juancho Sánchez Álvarez instaló la llama en el pebetero
En Madrid, el licenciado Juan Manuel Gallástegui, que agrupé a su alrededor a todos los deportistas de la
representante del Comité Organizador de los Juegos comarca. La noche fue de fiesta popular. Los habitantes
de la XIX Olimpiada, dio amplia explicación de los de Trujillo escucharon los Himnos Olímpicos, Nacional
accidentes provocados por el estallido de las antorchas Mexicano y Nacional Español y aplaudieron diferentes
en Barcelona y en Medinaceli. Las palabras del delegado intervenciones de poetas y grupos musicales. Al concluir
mexicano establecieron que las explosiones tuvieron un éstos, la municipalidad Invitó al público a una verbena en
carácter fortuito y de ninguna manera determinado ni por homenaje al Fuego Olímpico, en tanto que, alrededor del
la mezcla química que animaba el fuego, ni por errores pebetero se hacían las guardias de honor.
de manipulación. Explicó que el contacto repentino de
una antorcha encendida con otra apagada, provocaba En ruta por la región andaluza, ya próxima a su velación en
eventualmente un campo de choque, ligero, más la calma del monasterio de la Rábida, la Antorcha Olímpica
espectacular que peligroso. El presidente de la Federación llegó a Sevilla, cuna de Rodrigo de Triana, el vigía que
Española de Atletismo, Rafael Cavero Latallade, aceptó la desde la nave capitana de Cristóbal Colón avisté, primero
explicación del licenciado Gallástegui afirmando, a su vez, entre toda la tripulación, las tierras del Nuevo Mundo. En
que los accidentes menores provocados por el estallido las inmediaciones del Barrio de La Macarena se detuvo
de las antorchas de ninguna manera podían ser atribuidos el último corredor del tramo Trujillo-Sevilla. Al atleta José
a errores de manejo, porque el transporte del Fuego Gordillo recayó el honor de comunicar el fuego de su
por tierras españolas había estado sujeto a una extrema antorcha al pebetero que tenía forjada, en su pedestal, la
meticulosidad.
siguiente leyenda. “En el día 9 de septiembre de 1968 se
veló en este lugar el Fuego Olímpico. México 1968.”
En la ruta hacia Sevilla, la llama hizo un breve alto en
Navalmoral de la Mata, en la provincia de Cáceres, región La ceremonia de Instalación del Fuego estuvo presidida
perteneciente a Extremadura, cuya geografía vio nacer a por el alcalde de la ciudad, señor Félix Moreno de la Cova,
los más grandes capitanes españoles. Entre ellos Hernán quien dijo dirigiéndose a los atletas y a las autoridades
Cortés, Hernando de Soto, Francisco de Orellana, olímpicas de México y España: “Gracias por esta hora
Valvidia y Ovando. Interrumpido incontables veces por mayor del Olimpismo, que Incluirá en sus crónicas a
la multitud, el alcalde de Navalmoral de la Mata, Julio la ciudad de Sevilla, recordando para siempre cuando
Sánchez Puente, afirmó en el curso de la ceremonia de estuvisteis aquí, representantes del deporte, si no con la
recepción del Fuego Olímpico que “ningún ser humano tregua sagrada de paz que exigían las Olimpiadas antiguas,
rectamente inclinado puede desoír un llamamiento que sí con la paz de vuestras limpias seguridades y vuestros
hacen los hombres limpios de corazón.” Dirigiéndose en sanos júbilos, con la serenidad de tener un aplauso común
forma muy enfática al grupo de mexicanos ahí presentes, para los vencidos como para los victoriosos. Por habernos
93
purificado con el paso de esa hoguera, gracias”. Como
en las ciudades anteriores del trayecto, el Fuego fue Desde su salida de Barcelona hasta la cámara de su
custodiado por los atletas más significados de la región, velación en la Princesa, la Antorcha Olímpica recorrió
antes de continuar su ruta hacia el Puerto de Palos.
1286 kilómetros, requiriendo su conducción una cifra
igual de corredores. El tiempo invertido en la ruta fue de
Huelva fue el término de la penúltima etapa del Fuego 88 horas con 20 minutos.
Olímpico en su recorrido por España junto al templo de
La Rábida se alzó el pebetero de granito para el depósito Las Palmas, capital del Archipiélago de la Canarias, última
nocturno de la llama de Olimpia, A su paso por la, calles de delegación política española en el Océano Atlántico,
esta población, el portador de la Antorcha corrió el último perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife,
tramo bajo una lluvia de rosas que desde los balcones recibió triunfalmente, el 14 de septiembre, la Antorcha
arrojaban jubilosamente los vecinos. La severa ceremonia Olímpica. La Princesa entró al n medio de una multitud de
de la velación del fuego se transformó en una fiesta embarcaciones enjaezadas, deportivas y de recreo; atraco
popular cuando el gobernador civil, Julio Gutiérrez Rubio, en el puerto Primo de Rivera y le dio la bienvenida oficial
encendió un enorme cartel pirotécnico que anunciaba el gobernador, señor Alberto Fernández Galar. El atleta
los Juegos Olímpicos de México. El funcionario tomó la Rafael Pérez Lorenzo tomó la flama da la cámara de honor
palabra para a dirigirse a sus conciudadanos y dijo que la de la corbeta y luego recorrió las calles de la población
Flama Olímpica venía en aras de la paz. “Aquí, en España hasta llegar a la ermita de San Antonio Abad, donde Colón
-expuso, se espera, aquí se quiere, aquí se ama a México.” oró antes de partir hacia lo desconocido.
El acto se desarrolló bajo el palio que le prestaron las Sucediéndose en manos de tres corredores, la Antorcha
banderas de todos los países americanos, que desde el día llegó finalmente a las de Manuel Guerra, primer
anterior fueron izadas y que continuaron ondeando toda competidor olímpico canario en los Juegos de Londres
la noche.
de 1948. A este atleta correspondió trasmitir la llama al
pebetero oficial, en presencia del alcalde de la ciudad,
La Rábida dista 6 Km. de la dársena legendaria donde señor Ramírez Betancourt y el pleno del Ayuntamiento. El
Colón fondeó sus carabelas antes de partir hacia las Islas alcalde pronunció el discurso oficial de bienvenida y envió
Canarias, primera etapa de su viaje fabuloso. El último un cálido mensaje de fraternidad al pueblo de México.
tramo W recorrido de la Antorcha Olímpica por tierras
españolas, fue rápidamente cubierto por los atletas De Las Palmas, el lugar histórico donde Colón se detuvo
nacionales, que pusieron fin a su carrera justo en la para reparar el timón de La Pinta, la nave conductora
desembocadura de los ríos Tinto y Odia] en el Océano del Fuego Olímpico partió a La Gomera, isla también
Atlántico, El último relevista fue Cristóbal Colón Carbajal, perteneciente al Archipiélago Canario, escogida por el
descendiente en línea directa del Gran Almirante. Por Gran Almirante para renovar sus provisiones. La Princesa
las condiciones peculiares del litoral español en ese pun hizo su arribo a ella por el puerto de San Sebastián, de
-la arena elevó el fondo marino y los barcos no pueden nuevo escoltada por las embarcaciones que e hallaban en
aproximarse a la playa el corredor tuvo que ir en un la bahía. En el muelle la recibieron el gobernador civil de
diminuto bote de remos de la playa a la corbeta Princesa, la Isla, el comandante de Marina de Tenerife, el alcalde del
nave que el gobierno español dispuso para el traslado del puerto, el representante del Comité 011 pico Español y
Fuego Olímpico a la Isla de San Salvador. El joven Colón los miembros de las numerosas asociaciones deportivas.
hizo entrega de la antorcha al comandante Antonio Muñoz La flama fue desembarcada mientras las bandas de guerra
León, quien la trasladó al pebetero instalado en la cámara ejecutaban los Himnos Nacional Español y Olímpico, El
principal del barco. Acompañaron al atleta su padre el primer relevista encendió su antorcha y partió con ella,
duque de Veragua y el señor Rafael Cabero, presidente suscitando a su paso por las calles del puerto el júbilo de
de la Federación Española de Atletismo.
los habitantes. La llama se alojó en el pebetero del castillo
conocido como del Buen Paso, siendo custodiada por
El 12 de septiembre, cuando la Princesa se apartó del una guardia de honor que se relevó en turnos de tres
litoral, fue escoltada por numerosas naves oficiales y minutos.
particulares, en tanto que los aviones del gobierno español
evolucionaban en su honor.
Otra vez a bordo de la Princesa, la flama olímpica
94
emprendió la penúltima etapa de su recorrido, con rumbo
a San Salvador, por la ruta del descubridor de América,
En la Ciudad de México, durante las excavaciones para
la cimentación del conjunto habitacional de Tlatelolco,
fueron descubiertas grandes ánforas de barro cocido,
que los investigadores Identificaron como los braseros
que los mexicas utilizaban para depositar el fuego ritual
posiblemente dedicado a Quetzalcoátl y a Xiuhtecuhtli,
deidades tutelares de los pueblos del altiplano.
Eduardo Moreno, primer relevo oceánico de todos los
tiempos. Cincuenta metros adelante, un nuevo nadador
tomó el fuego que sobresalía del oleaje en la mano
izquierda del portador, quien a su vez, después de recorrer
un tramo igual, lo entregó a un tercero. A éste siguieron
catorce relevistas. El último de ellos, Carlos Trajo, puso la
antorcha en manos del almirante Antonio Aznar Zetina,
subsecretario de la Marina Nacional, quien solemnemente
la cedió al corredor Ramón Curiel, primero de los
corredores y eslabón inicial de una cadena de ocho atletas
que cerró Carlos Diez Vega. A éste correspondió el honor
de trasladar el fuego al enorme pebetero oficial instalado
en el Estadio Municipal. Todas estas escenas se inscribieron
en el jubiloso marco que formó el pueblo veracruzano.
Una réplica de estos braseros se colocó en el centro
del monumento conmemorativo de la unión de las
culturas clásicas de Europa y América, que se levantó en
la Isla de San Salvador, en las Bahamas, para perpetuar
el descubrimiento de América. En esta ánfora litúrgica se Reunido en torno del vaso litúrgico, el ayuntamiento
instaló la llama de Olimpia, 4000 millas náuticas al poniente de la ciudad, el gobernador del Estado, Lic. Fernando
del Puerto de La Gomera, en las Islas Canarias.
López Arias, dio la bienvenida oficial al símbolo. Dijo el
mandatario: “Esta Antorcha empieza a iluminar desde
El 29 de septiembre llegó a San Salvador, isla capital del Veracruz el ámbito Indolatino y representará desde la
Archipiélago, la corbeta Princesa. Los señores W. H. Ciudad de México, Sede de los Juegos de la XIX Olimpiada,
Sweeting y B. T. Pennerman, gobernador en funciones y la continuidad no interrumpida del esfuerzo humano para
comisionado en el territorio, respectivamente, le dieron su recíproco entendimiento.” Las palabras del gobernador
la bienvenida oficial, acompañados de la senadora Doris fueron coreadas por los 35 mil espectadores reunidos en
Johnson y de R. H. Simonnetti, representante de la el Estadio. “Las Olimpiadas –añadió- deben constituir una
Asociación Olímpica de las Bahamas. Durante cinco horas lección de austeridad, disciplina y entusiasmo que contraste
ardió la llama en la. Primera porción de tierra americana vigorosamente con las tendencias hacia la molicie, los
descubierta por Colón en 1492. En nombre del país sede, excesos y la fuga de sí mismo. Por ello, en la figura del
el representante oficial reiteró el lema característico de atleta olímpico alienta un espíritu paradigmático.”
los Juegos Olímpicos de 1968: “México ofrece amistad a
todos los pueblos de la Tierra.”
Al finalizar esta alocución, se desarrollo un programa
folklórico en el que se distinguieron muy particularmente
La llama clásica abandonó San Salvador al Iniciarse la tarde, los niños de las escuelas que interpretaron “la Bamba,”
acompañada por miles de voces entusiastas que entonaban danza regional. Al caer la tarde, el atleta Javier Blas prendió
el Himno Olímpico. A bordo del cañonero Durango, de en el pebetero la antorcha y con ella abandonó el estadio
la Marina de Guerra Mexicana, reinició el viaje atlántico para eslabonarse con otros corredores en un recorrido
que ya no tendría más altos hasta culminar en las costas por las calles de] puerto. En la Plaza Principal, el último
de Veracruz, donde recibió el primero de los homenajes atleta puso el Fuego Olímpico en manos de la actriz griega
dispuestos para su honra por el Comité Organizador de María Mosxoliou, quien el 23 de agosto había animado
los Juegos de la XIX Olimpiada.
su nacimiento en Olimpia. Y ahora lo depositaba en el
pebetero donde Veracruz lo conservó hasta las primeras
En la fecha y hora que fueron previstas desde el mes horas del día 7. En este lugar tomó la palabra el presidente
de junio para su arribo a litoral mexicano -domingo 6 municipal del puerto, señor Mario Vargas Saldaña, quien
de octubre a las 15:55- el cañonero Durango paró sus hizo historia conceptuosa de los diferentes fuegos que
motores frente al puerto de Veracruz. El programa de han tenido como escenario las playas veracruzanas, muy
recepción del Fuego Olímpico se había ajustado a la severa señaladamente el de Quetzalcóatl. “Ahora un tercer Fuego
ordenanza de la Secretaría de Marina, que provenía un penetra nuestras playas -dijo-; es una llama antigua que
rígido horario de llegada. Apenas el Durango soltó anclas, alimentó la raíz misma del alma europea, que sirvió de
de su costado se desprendió rumbo a los muelles el atleta símbolo a la (recia clásica y se prolongó en una práctica
95
cuatrienal y saludable, encaminada a reconducir al hombre
a sus mejores ansias de fraternidad y paz... Bienvenido sea
este Fuego de Paz -añadió- Y así como arde en el pebetero
de Olimpia, que se encienda y arda para siempre en todos
los corazones de la raza humana.”
alumnas del Instituto Nacional de Bellas Artes. Durante
la noche se sucedieron incontables guardias de honor
integradas por los atletas más distinguidos de la localidad.
Al siguiente día, en los limites de los estados de Veracruz
y Puebla, el último de los relevos de aquél expresó al
primero de la, entidad vecina: En nombre de los atletas
La llama salió del Puerto de Veracruz conducida por el del Estado de Veracruz quiero hacerte Entrega del Fuego
atleta Rubén Arrieta, en cuyas manos la habla puesto el de Olimpia, que significa un llamado de confraternidad a
alcalde Vargas Saldaña al nacer el día. Durante 7 horas y los pueblos de la Tierra, dentro de un marco de paz y
40 minutos, 115 corredores cubrieron 1 distancia hasta el amor, Por el honor que tuvimos de ser custodios de ella,
estadio de la ciudad de Jalapa, capital del Estado. El atleta quiero que los atletas de tu Estado la trasladen, respeten
Raymundo Contreras fue el primero en pronunciar en y veneren en igual forma, para la gloria del deporte
territorio mexicano la invocación laica de los relevistas: “Al universal.”
conferirnos el honor de custodiarla a su paso por nuestra
región puedes estar seguro de que será entregada a su Cuatro veces, subiendo los contrafuertes de la sierra,
destino dentro del marco espiritual que representa.” Mil rachas huracanadas apagaron la flama que inmediatamente,
jóvenes de la localidad, ataviadas con túnicas griegas, en cada ocasión, fue vuelta a encender con el fuego griego
ejecutaron un ballet de homenaje simultáneo al Fuego contenido en las lámparas de seguridad traídas desde
Olímpico y al Fuego Nuevo, este último encendido por Olimpia.
los pueblos mexicanos del Altiplano cada 52 años para
significar el comienzo de una nueva era. Luego actuó el Si jubilosas fueron las manifestaciones populares que
legendario grupo de los voladores de Papantla frente a una acompañaron el tránsito de la Antorcha desde su
réplica de la pirámide del Tajín.
origen hasta Orizaba, las dispuestas en su honor por el
gobierno de Puebla y las espontáneas que le dispensaron
Al finalizar el festival, el Fuego Olímpico fue llevado al los habitantes de la capital del Estado sobrepasaron
Palacio Municipal por el atleta Ignacio Allende. Alrededor todos los cálculos. A su paso por las calles de la ciudad
del vaso que albergó durante la noche el símbolo clásico, se congregaron, formando valla, miles dé vecinos. Y
hicieron una primera guardia de honor el gobernador en el Estadio Cuauhtémoc, los niños de las escuelas
del Estado, el presidente municipal Othoniel Rodríguez Interpretaron un ballet de masas con cuyos movimientos
Basarte y el delegado del Comité, a quienes siguieron, -tan pronto puestos de pie como doblados por la cintura,
ininterrumpidamente hasta el alba, nuevos grupos, sentados o acostados, los brazos caídos sobre los
mientras la ciudad se entregaba a múltiples actos festivos, costados,, o agitándolos encima de sus cabezas- fueron
propiciados por la presencia de la llama de Olimpia.
formando sorprendentes Imágenes, auxiliados por tablillas
de colores, ramos de flores y penachos: las carabelas de
De Jalapa a Orizaba, el Fuego recorrió 13 más larga jornada Colón, los aros olímpicos, el águila del escudo nacional y,
en un solo día desde su salida de Olimpia. En España hubo sobre todo, la paloma y la palabra paz, cuyas letras hicieron
un tramo de 160 kilómetros; éste en cambio, fue de 227, aparecer de un extremo a otro del coliseo en colores azul,
luego de atravesar multitud de pintorescos poblados de la blanco, verde, amarillo, negro y rojo.
Sierra Madre Oriental. El más importante fue Córdoba,
donde el presidente municipal, licenciado Guillermo El gobernador de la entidad, ingeniero Aarón Merino
García Rivera, instaló oficialmente la 1 ama en el parque Fernández dio la bienvenida oficial a la Antorcha
21 de mayo, presidió un festival y pronunció un discurso. diciendo: “Anhelamos que los Juegos Olímpicos tengan
Una hora después el Fuego continuó su viaje a Orizaba, un éxito inusitado para demostrar al mundo que estamos
donde se instaló el pebetero ritual en (1 campo de futbol preparados para ellos y que cumpliremos con honor
de la Asociación Deportiva. Bajo las banderas nacionales nuestro compromiso.” Y, en seguida, resumió en un breve
y olímpicas, el presidente municipal, doctor Abel del párrafo una exhortación entusiasta a la juventud de todas
Bosque Uribe, hizo el panegírico del símbolo que mueve las latitudes: “Adelante, juventud del mundo; adelante,
la fraternidad de todos los pueblos de la Tierra. En seguida juventud de México; adelante, juventud de Puebla.”
se efectuó un festival de danza en el que participaron las Mientras estas ceremonias emocionaban al público, el
96
Fuego Olímpico reposaba en el pebetero que, al igual
que los anteriores, fue réplica de los braseros litúrgicos de
Tlatelolco
Al finalizar la representación de los niños poblanos, el
atleta José Hernández Mendoza inició nuevamente la
carrera -esta vez de 11 kms- hasta la Plaza de Armas de
la ciudad, en cuyo centro se instaló otro pebetero para el
depósito nocturno de la llama. En este lugar, el alcalde de
la población, Arcadio Medel Marín, hizo la apología del
espíritu olímpico.
En la madrugada del día 10 el relevista Benjamín López
cubrió la primera etapa del trayecto hacia Tlaxcala. A su
paso por San Martín Texmelucan y Apizaco, los corredores
padecieron una incesante lluvia que no consiguió reprimir
el entusiasmo público. Los vecinos de cada una de las
poblaciones incluidas en el trayecto arrojaban flores desde
los bordes de la carretera, custodiada por una interminable
cadena humana.
Huamantla, famosa por el arte floral en el que son maestros
sus habitantes, capaces de elaborar la más complicada
tapicería con el solo uso de flores campestres, recibió a
la Antorcha conforme a sus viejas tradiciones. Desde la
entrada a la ciudad hasta el centro de la Plaza Principal, se
extendió una alfombra de flores, aserrín y arena blanca,
de 3 kilómetros de longitud, en la que intervinieron 2500
artesanos durante 20 horas de creación colectiva.
Aparte la alfombra, multitud de arcos florales dieron
marco a la ceremonia que las autoridades prepararon
como homenaje al Fuego. Este permaneció en Huamantia
siete minutos, suficientes para que la población entera
mostrase una fraternidad ejemplar en torno al símbolo.
De Huamantla, los corredores orientaron su marcha
hacia la capital del Estado, donde el Fuego se instaló en
el pebetero del Estadio Tlahuicole. El gobernador de la
entidad, licenciado Anselmo Cervantes, dio la bienvenida
a la llama: Desde este escenario, donde se inició el
pensamiento renacentista de América, recibimos con
profunda emoción el Fuego Sagrado del Olimpo, que
se encendió hace tres mil años por una generación que
ha realizado el milagro más grande de la historia; pues al
igual que el Ave Fénix de la leyenda, renace cada cuatro
años de sus cenizas como símbolo de nuevos ideales y
esperanzas, renovación de nuevos propósitos, para unir
las generaciones a través del deporte y de los valores
supremos del espíritu.” El representante del COO
agradeció estas palabras y después se desarrolló un
espectáculo folklórico basado en viejas leyendas indígenas.
Entrada la noche se organizaron alrededor del pebetero
olímpico las acostumbradas guardias de atletas.
A causa de la conformación geográfica de los Estados
de Puebla, Tlaxcala y México, en la penúltima y última
etapas del recorrido de la antorcha intervinieron
atletas pertenecientes a las tres entidades. Del Estadio
Tlahuicole, el Fuego partió hacia Teotihuacan conducido
por tlaxcaltecas; y luego por poblanos nuevamente, a
partir de Río Frío, límite geográfico de esas entidades,
donde el relevista Odilón Hernández Ramírez entregó la
llama a Salvador Ramírez Yitani. Un poco más adelante, en
Llano Grande, un nutrido grupo de niños, que ahí tenían
su campamento, detuvieron el paso de la Antorcha para
tributarle homenaje. Recepciones igualmente espontáneas
y entusiastas fueron organizadas por los vecinos y
autoridades e Los Reyes, Texcoco, Chiconcuac, Tizayuca,
Tequisitián, Tepexpan, Acolman y Acatlongo.
En Teotihuacan, a escasos 38 kilómetros de la Ciudad
Sede de los Juegos de la XIX Olimpiada, la noche no
lo fue totalmente, sino a medías, desvanecidas sus
sombras por la llama gigantesca que se desprendía del
monumental pebetero instalado en la primera explanada
de la Pirámide de la Luna y por las luces de bengala que
ininterrumpidamente trazaron estelas luminosas duran
e muchas horas, hasta el amanecer. Quizá a lo largo de
toda su historia, la antigua metrópoli del siglo VI, dedicada
a los dioses, nunca vio su cielo nocturno más iluminado
que esa noche. La llegada de la antorcha a la gran urbe
teotihuacana ocurrió el 11 d octubre, a las 19 horas (Véase
la descripción del evento en el tomo IV de esta memoria:
Recepción del Fuego Olímpico en Teotihuacan).
Toda la noche ardió el Fuego en el pebete o, sucediéndose
una tras otra las guardias de honor que adquirieron
especial solemnidad debido justamente a la magnificencia
del escenario. Apenas concluía la última guardia cuando el
corredor Ricardo Acosta aproximó su antorcha al pebetero
de la Pirámide de la Luna, apresurándose a descender
con ella la escalinata monumental, para entregarla en el
primer peldaño al atleta Rigoberto de la Rosa. De mano
en mano, nuevamente, el Fuego emprendió la ruta al
Distrito Federal. No obstante lo temprano de la hora,
durante todo el recorrido se vio asistido por el homenaje
de un público fervoroso. Muy cercanas las diez horas,
la tea llegó al Monumento de la Raza, en donde una
97
multitud que pernoctó en el lugar, sin decaer un momento
su entusiasmo, lo recibieron con estrofas olímpicas. Una
breve ceremonia en este lugar antecedió la entrega de
la antorcha al primero de los 25 relevistas utilizados para
cubrir el trayecto hasta el Estadio México 68: el Fuego
Olímpico se fragmentó en tres partes: una para ser
conducida al puerto de Acapulco, otra al Museo Nacional
de Antropología e Historia, sede principal del Programa
Cultural, y otra al escenario principal de los Juegos.
A su paso por las calles de la capital, el Fuego fue objeto
de cálidas expresiones Populares. En la puerta principal
del Estadio olímpico la antorcha fue recibida por Gilberto
Tinajero, cadete del H. Colegio Militar, quien a su vez
la puso en manos de Norma Enriqueta Basilio, atleta
bajacaliforniana, a quien correspondió el alto honor de
encender el pebetero del Estadio y terminar así la última
etapa del recorrido de 50 días desde la explanada del Altis
en Grecia. La antorcha fue conducida por 2 778 atletas y
escoltada por 1198 más.
Mientras en el Estadio de la Ciudad Universitaria se
celebraba la Ceremonia de Inauguración de los Juegos,
los funcionarios del Comité Organizador entregaban al
licenciado José Torres Vivanco, Director de Aeropuerto y
Servicios Auxiliares, un porta-lámparas con las dos flamas
olímpicas que serían transportadas de México a Acapulco.
En este puerto, sede de las competencias de vela, el
doctor Raymundo Abarca Alarcón, gobernador del Estado
de Guerrero encendió la antorcha que puso en manos del
primer relevo a las 17 horas en punto. Cincuenta y dos
corred res llevaron el Fuego, a lo largo de 26 kms., hasta
el pebetero que para la velación se había dispuesto frente
a los muelles. Al siguiente día, 13 de octubre, Clemente
Mejía, ex campeón de natación, entregó la llama a los
esquiadores que la condujeron, atravesando por mar la
bahía, hasta el Club de Yates. Ahí se encendió el Fuego
Olímpico a las 5:56 de la tarde.
El 23 de agosto anterior, en Olimpia, un funcionario del
Comité había encendido cuatro lámparas de seguridad
con la antorcha que a las 10:30 aún ardía junto al espejo
cóncavo.
A partir de ese Instante, 30 veces tuvieron que encenderse
con esas flamas otras tantas antorchas: 6 entre Amalias y
Atenas; una abordo del Navarino y otra en el velero
Palinuro; otra más en los muelles de Génova; 12 entre
Barcelona y Palos; 5 en la isla de San Salvador, en las
98
Bahamas; y 4 en territorio de México, La última lámpara
de seguridad se extinguió el 15 de octubre, a las 22:35
horas, El Fuego Olímpico, a su vez, el 27 de octubre, en el
Estadio principal a las 19:21 horas.
Documentos relacionados
Descargar