EL FUEGO OLIMPICO En Olimpia, el 23 de agosto de 1968 una procesión de jóvenes ataviadas con túnicas blancas subía desde las márgenes de río Alfeo las suaves colinas del Monte Kronius. Ascendían entonando un coro que podía escucharse, tierra arriba, desde las columnas del recinto erigido por los antiguos griegos en honor de Zeus. Cuando llegaron a éste, dejaron de cantar y una de ellas, Maria Moxoliou, actriz de profesión, dueña del más severo continente, el rostro vuelto hacia el celo, los dos brazos descansando sobre sus costados, elevado el torso con rigidez e tatuarla, pronunció en alta voz una Invocación: “Vengo a suplicarle, oh Zeus, para que los rayos de Febo alumbren la antorcha sagrada, la llama que trasladada al estadio mexicano, iluminará con sus reflejos la noble rivalidad de los fraternos juegos de los pueblos del mundo entero.” asentó la vasija con movimientos cuidadosos. ¡El Fuego Olímpico había sido dispuesto! Otras manos, las de Haris Aivaliotis, campeón griego de los 100 y los 200 metros planos, encendieron en la crepitante hojarasca una nueva antorcha. Empuñada por el atleta, que durante unos Instantes 1a exhibió elevándola sobre su cabeza, se vieron entretejidas, una palabra y una cifra: México 1968. Aivaliotis se dirigió hacia el tumulto levantado en honor del Barón Pierre de Coubertin, en el fondo, en una redoma de cristal de Rhodas, se conserva el corazón del restaurador de los Juegos Olímpicos, Ahí el atleta a se detuvo en recogimiento y en seguida entregó la tea al Llevaba en la mano un cilindro con resina que aproximó primer corredor olímpico. Este empezó a descender las a un vaso cóncavo de metal. De la superficie de éste, laderas del monte en ruta hacia Pyrgos, mientras el campeó incandescente por haber estado expuesta al sol desde el Aivaliotis dirigía a los atletas de todo el mundo un emotivo alba, provino el intenso calor que prendió la tea. Luego la mensaje de fraternidad: “R presento para mí un alto honor joven aplicó el haz ardiente a un ánfora de barro pulido el haber sido el primer portador del Fuego Olímpico llena de hojarasca. El fuego así trasplantado fue llevado por que arderá en México. Cuando llegue yo a la capital María Mosxoliou al templo de Hera. Allí, sobre una piedra, .azteca para participar en las competencias de atletismo de los Juegos de la XIX Olimpiada, representando a mi 89 país, verá este fuego en la cúspide del estadio y sentiré que me abriga y, me apoya para obtener la mejor de las actuaciones en la competencia.» Y añadió: ‘Deseo enviar un mensaje a la atleta que encenderá el fuego en México: ¡Que este fuego que hoy se ha encendido en Olimpia sirva a Enriqueta Basilio, atleta mexicana a quien tendré el gusto de conocer, como un mensaje de mi pueblo a todo México y que este saludo, con el fuego sagrado del Olimpo, sea la petición de la juventud para que se logre la paz universal!.” En seguida completó su arenga con una exhortación pacifista: “Que se represente en este fuego y en esta hermosa paloma de la paz bordada en mi pecho, que la juventud no quiere guerras ni alteraciones; que la juventud pido comprensión entre los hombres, cordialidad, superación física o Intelectual para el logro de un mundo mejor.” fuerte viento, pero la antorcha continuó encendida, alimentada por una mezcla de nitratos, carbones alcalinos, azufre resinas meleicas y silicones, El corredor cruzó Amalias y pasó la llama otro que orientó sus pasos rumbo a Patras. Ahí se repitió la escena anterior: la flama cambió de manos y más adelante, en Aigion, Kilocastron, Kiaton, Corinto, Megara y Eleusis, fue sucesivamente siendo confiada a relevos distintos. De esta ciudad, cuna de hondos misterios, partió el Fuego Olímpico hacia Atenas, a donde llegó muy poco después de la noche. En el estadio Panateneo fue depositado en un vaso corintio, donde anido resguardado del viento, sobrepasando apenas sus fiemos los bordes del receptáculo Según parece, el Fuego Olímpico no forma a parte del La ceremonia del Fuego Olímpico dio principio en la ceremonial de los Juegos, sino que al principio de cada explanada del templo de Zeus, apenas iniciado el día, Olimpiada era encendido en el Templo de Zeus, en cuyo con la interpretación del Himno Nacional Mexicano y del honor se verificaban también esos festivales. D cualquier Himno Nacional Griego, Durante su primera intervención modo que haya sido, Pierre de Coubertin lo incorporó a oratoria, el representante del COO expresó: .. Durante los la simbología y a la tradición de los Juegos Olímpicos de la Juegos Helénicos se establecía una tregua; hoy deseamos Era Moderna. que la llama sea un símbolo de paz en nuestro mundo. Por ello verán estampada en las camisetas deportivas de los Anterior a la Olimpiada de Berlín, el Fuego Olímpico corredores la paloma de la paz.” tuvo un carácter local. Cada sede lo encendía en virtud de la costumbre y no era propiamente un fuego olímpico A las palabras del delegado mexicano, dio respuesta el griego. secretario general del Comité Olímpico Griego, almirante Pyrros Lappas, quien se refirió a la trascendencia de las El gentilicio, diferente en cada oportunidad, se lo otorgaba celebraciones olímpicas, advirtió que “México es el primer la ciudad donde se desarrollaban los eventos, Fue así el país que ha captado en todo su grandeza el verdadero fuego originario de Estocolmo, de París, de Ámsterdam, sentido que los antiguos griegos concedían al festival de Amberes y de los Ángeles, excepción hecha del que helénico.” se encendió en Atenas durante la primera Olimpiada, en 1896. Pero, en vísperas de los Juegos Olímpicos de La multitud empezó a disgregarse, mientras los portadores 1936, en Berlín, un grupo de arqueólogos alemanes de la llama se sucedían uno tras otro, monte abajo. En el que realizaban excavaciones en Grecia, propuso que el Valle del Alfeo ya, el ritmo de la carrera fue más firme, Fuego Olímpico fuera realmente griego; esto es, que se más rotundo, aunque no por eso menos ligero; y así se originara en Olimpia, que se obtuviera directamente de sucedió hasta el lindero inicial de la ciudad de Pyrgos, la acción solar y que fuera conducido a Berlín por relevos donde el atleta en turno entregó la llama a su relevo, que se turnarían uno cada kilómetro, la proposición fue como él -y todos los demás- ataviado con una camiseta aceptada. Y por primera vez desde el año 393, en que blanca cruzada por tres franjas horizontales de colores Teodosio 1 suprimió los eventos, Lino llama simbólica del verde, blanco y rojo En el centro del pecho, bordada, se espíritu griego fue encendida en el Altis, justo enfrente veía la silueta de una paloma. El calzón era blanco y llevaba del templo legendario. Así vino a reivindicarse, más en la parte lateral de la pierna izquierda los colores de la espectacularmente aún de lo previsto por el Barón de bandera griega Coubertin, la significación del festival. Al nuevo corredor, en ruta hacia Amalias, se opuso un 90 México enriqueció el protocolo del Fuego 0límpico con una franca evocación al itinerario histórico de la cultura clásica. No sólo e trataba de señalarle una ruta conveniente, sino de disponerle un camino en cuyo curso se fueron incorporando, etapa por etapa, los principales signos y símbolos de aquel fenómeno. Y qué mejor que vincular las culturas americanas y greco-latina por el puente del descubrimiento del Nuevo Mundo. 28, trece corredores, uno tras otro, llevaron el fuego a la estación marítima Ponte de Mille, para ser alojada a bordo del Palinuro, buque escuela de la marina Italiano. Como el día anterior, el fuego tuvo, a su despedida del puerto, acompañamiento de silbatos de los buques anclados en la bahía; docenas de éstos, deportivos en su mayoría, acompañaron a la nave portadora mar adentro en su ruta a Barcelona. El estudio y la precisión de la ruta, de m do que las ciudades fueran siendo motivo para significar la universalidad de los ideales helénicos, fueron obra del presidente del COO y de un grupo de colaboradores, quien s fijaron el recorrido del Fuego Olímpico por territorio mexicano, determinaron las ceremonias y calcularon los tiempos críticos hasta su instalación en el Estadio Olímpico de la Ciudad de México. El Palinuro soltó sus anclas a dos millas de las instalaciones portuarias de Barcelona en la costa de Cataluña, enfrente de la Puerta de la Paz y de la estatua monumental erigida por la municipalidad al descubridor de América. El comandante de la nave, capitán Umberto Saltini, hizo entrega del fuego al vicepresidente del Comité Olímpico Español, señor Anselmo López, quien lo condujo a tierra. En uno de los muelles, engalanados con flores, el Fuego El Comité Organizador obtuvo previamente la fue trasmitido a la antorcha que portaba el corredor de colaboración y ayuda de los Comités Olímpicos Nacionales fondo Enrique Bondía. Este la entregó a su compañero de Grecia, Italia y España; por conducto de éstos, la amplia Alfonso Gabernet, quien la llevó hasta la Plaza de cooperación de los respectivos Gobiernos, Cataluña, encendiendo un gigantesco pebetero alrededor del cual se congregaba una entusiasta muchedumbre. El El 24 de agosto el Fuego Olímpico abandonó presidente del Comité Olímpico Español, señor Juan. ó Atenas. Al día siguiente, en el puerto de El Pireo, fue Antonio Samaranch, tomó la palabra: “Este Fuego venido instalado en la nave H.H. Navarino, unidad de la marina de Olimpia -dijo- alumbrará la mejor de las Olimpíadas griega de guerra, que enfiló hacia el Golfo de Corinto. de la Era Moderna.” En nombre de todos los catalanes, Surcando el canal de acceso al Mediterráneo, pasó el Samaranch se congratuló de que Barcelona hubiera Mar Tirreno, avistando a su paso las costas de Stromboli, sido escogida como el primer punto de España donde Giglio, Córcego y Portofino, Santa Fructuosa, Santa se rindiera homenaje a la llama simbólica y expresó su Margarita, Camogli y Ricco, antes de penetrar al Golfo esperanza de que la próxima vez que el fuego llegase a su de Génova y confiarse a las maniobras del remolcador país fuera para alumbrar una olimpiada ibérica. “Si nuestra Copopoccía, que lo condujo hasta el muelle Andrea generación no alcanza ese honor -declaró- habremos de Doria. Esto ocurrió el 27 de agosto estableciéndose así dejar todo dispuesto para que lo obtenga la próxima.” el primer vínculo de las culturas mediterráneas con las Añadió el presidente del COE que la capital catalana del Continente Americano. El empeño de llevar la flama recibía, con la antorcha, un mensaje de comprensión, de helénica a la ciudad de Génova se debió a que ahí nació fraternidad y de paz. el gran almirante Cristóbal Colón. El Comité Olímpico Nacional Italiano recibió oficialmente el fuego. De mano En respuesta a las palabras del presidente del Comité en mano fue conducido por 22 relevistas italianos hasta el Olímpico Español, el jefe de la delegación mexicano puente central de la vieja Porta de la Soprana, en medio encargada de acompañar en su tránsito por Europa de cuyas dos colosales torres de piedra, erigidas en 1157, y América a la llama olímpica, indicó: México crea animó toda la noche, mientras centenares de voces profundamente en el Olimpismo y en los valores que elevaban en su honor cánticos olímpicos. Antes, en el representa. En México, hablar de Olimpismo es hablar puerto, todas las embarcaciones turísticas y deportivas de de paz y del diálogo fraterno de los jóvenes de todo el vela y de remo habían hecho sonar sus sirenas en jubiloso mundo en el deporte y en la cultura. México ha querido -bienvenida, mientras en el aire aviones militares italianos hermanar a cuatro países para hacer posible el viaje del formaban un “carrusel” Enfrente de la casa en que nació fuego desde Olimpia hasta Tenochtitlan.” el descubridor se efectuó una ceremonia de exaltación al Olimpismo y de homenaje al ilustre navegante. El día De Barcelona, tierra adentro, el Fuego Olímpico fue 91 conducido en su primera etapa por el atleta José Reina, quien recibió la antorcha de manos de Pablo Negra, concejal deportivo del ayuntamiento de la ciudad. En la conducción de la antorcha de Barcelona a Lérida, segunda etapa del Fuego Olímpico por tierras iberas, participaron como relevistas, turnándose cada kilómetro, el vicepresidente del Comité Olímpico Español, el representante del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada y el presidente de la Federación Catalana de Atletismo, Jorge Cabré, ex campeón de esquí acuático de España, Un lamentable incidente ocurrió cuando uno de los primeros relevos, el ex atleta y “recordman” de España, Gregorio Roko, sufrió quemaduras en las manos y en el rostro al estallar la antorcha cuyo fuego acababa de trasmitirle el corredor de apellido Mariana, quien padeció a su vez algunas lesiones. El alcalde de Medinaceli, señor Gonzalo Ramírez Lafuente, fue el encargado de recibir oficialmente la Antorcha Olímpica y, en su honor, dirigió un mensaje a todos los pueblos W mundo: “En ustedes, joven generación en cuya mano se halla el porvenir del mundo, está nuestra confianza. I exhortamos y hacemos votos porque esta paz que ha de presidir la Olimpiada acompañe la vida de ustedes y la de sus naciones. Que el espíritu de convivencia, emulación y paz que regirá en las competencias los acompañe en el futuro.” Y agregó: “El mundo lo necesita y México, hermano entrañable de España, que brindará hospitalidad a la Olimpiada, lo merece. Vuelvo la mirada a ustedes, hombres jóvenes, que, superando lis dificultades de toda índole, están disponiéndose a vivir etapas de hermandad, de convivencia y de lucha deportiva, pero en paz fraternal.” En el trayecto de Medinaceli a Madrid, la antorcha recibió el homenaje de los deportistas de Alcalá de Henares. Al caer la tarde la Antorcha olímpica llegó a los límites de la En esta ciudad el Fuego fue recibido por el alcalde Félix provincia de Lórida, haciéndose cargo de ella el corredor Fuerte, acompañado de los regidores y un grupo de Buenaventura Baldoma. A las nueve de la noche, en los paracaidistas del Ejército Español, constituidos en guardia términos de la municipalidad leridana, la tomó en sus de honor. Durante su breve estancia en la población la manos Joaquín Larroya, quien la llevó a lo alto de la meseta llama fue instalada en un pebetero que se ubicó enfrente de la Seo antigua, donde fue depositada en el pebetero de la Universidad Complutense, al lado de la estatua ritual. El alcalde de la ciudad, señor Juan Casimiro de del cardenal Cisneros. El alcalde pronunció palabras de Sangenís, dijo el discurso de bienvenida. homenaje en la ceremonia y envió un saludo al pueblo de México. Durante su discurso afirmó que la juventud De Lérida, cruzando las provincias de Cataluña, Huesca dedicada al deporte es mucho más noble que la que se y Aragón, la antorcha fue conducida a Zaragoza bajo una dedica a la guerra. lluvia torrencial. En la antigua colonia romana fue instalado el fuego en una de las cuatro torras del templo de la Virgen Por el Paseo del Prado, arteria vital de la capital española, del Pilar. El pebetero fue encendido por el atleta Luis llegó hasta la Plaza de Cristóbal Colón el decatlonista María Garirlaga. En torno del vaso se instaló una guardia Rafael Cano, último relevo en esta etapa. El corredor nocturna, integrada por jóvenes deportistas y miembros aproximó el Fuego al pebetero Olímpico y la llama se de agrupaciones civiles de la municipalidad. elevó centelleante ante el aplauso de los millares de madrileños que desde la caída de la tarde se dieron cita De Zaragoza, atravesando la provincia de Soria, en el lugar, Con la representación del Ayuntamiento, conducida en tramos respectivos de un kilómetro por el general Ricardo Villalba explicó el significado de la 182 corredores, la llama llegó a Medinaceli, donde una ceremonia, diciendo que “la Antorcha Olímpica es, sí, un multitud que entonaba el Himno Olímpico brindó una símbolo deportivo, pero también de paz y entendimiento recepción jubilosa, mientras el cielo se llenaba con el entre los pueblos.” Por su parte, el presidente del Comité lucero de la pirotecnia dispuesta para solemnizar la llegada: Olímpico) Español y delegado nacional de Educación los cinco aros olímpicos iluminaron brevemente la noche Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch, pronunció de Medinaceli con los colores azul, amarillo, negro, verde una conceptuosa pieza oratoria como homenaje a la y rojo, característico; del símbolo. El fuego se depositó en llama de Olimpia: llega hoy a la capital de España el Fuego el pebetero instalado en la Plaza Mayor de la ciudad. Un Olímpico, en su clamoroso recorrido por toda nuestra coro diocesano entonaba cantos rituales. patria, y en Madrid lo recibimos conscientes de su alto significado. Su simbolismo es algo más que una llamada 92 deportiva a la juventud de todo el mundo para reunirse y competir en la más noble y leal de todas las luchas, porque vemos también en esta llama olímpica una esperanza de comprensión, de fraternidad y de paz entre los pueblos.” Más adelante, exaltó el espíritu olímpico de su país: “El recorrido triunfal de la llama olímpica por los pueblos de España es la demostración de que el Olimpismo empieza a ser un objetivo que los españoles debemos alcanzar en su más alto grado en un día no lejano.” Y concluyó “Enviamos un mensaje de afecto, de todos los españoles, a nuestros hermanos mexicanos, deseándoles que estos primeros Juegos olímpicos de habla hispana tengan el éxito y la resonancia que sus esfuerzos merecen.” Al término del acto, la orquesta de la ciudad interpretó los Himnos Nacional de España y Olímpico, que fueron coreados y aplaudidos por la multitud. el alcalde les pidió que a su retorno a México llevaran, para entregarla fraternalmente a todos los mexicanos, una porción de tierra extremeña que por “disposición oficial” les pertenecía desde ese instante. Dijo textualmente el alcalde: ‘Cuando vuelvan a sus hogares y estas efemérides se hayan vueltos historia; y al recordar los acontecimientos de esta ruta piensen en España, la Madre Patria, sepan todos que aquí en Navalmoral de la Mata hay un pedazo de tierra extremeña que es suya, de todo México, pues yo, como representante de este pueblo cordial, abierto y liberal, les doy en su nombre graciosa donación.” Como doble homenaje al Fuego Olímpico y a México, el alcalde descubrió una placa que convirtió a la Plaza Morala de la localidad, en la Plaza México 68. El Fuego partió luego a Trujillo. En esta ciudad, el atleta Juancho Sánchez Álvarez instaló la llama en el pebetero En Madrid, el licenciado Juan Manuel Gallástegui, que agrupé a su alrededor a todos los deportistas de la representante del Comité Organizador de los Juegos comarca. La noche fue de fiesta popular. Los habitantes de la XIX Olimpiada, dio amplia explicación de los de Trujillo escucharon los Himnos Olímpicos, Nacional accidentes provocados por el estallido de las antorchas Mexicano y Nacional Español y aplaudieron diferentes en Barcelona y en Medinaceli. Las palabras del delegado intervenciones de poetas y grupos musicales. Al concluir mexicano establecieron que las explosiones tuvieron un éstos, la municipalidad Invitó al público a una verbena en carácter fortuito y de ninguna manera determinado ni por homenaje al Fuego Olímpico, en tanto que, alrededor del la mezcla química que animaba el fuego, ni por errores pebetero se hacían las guardias de honor. de manipulación. Explicó que el contacto repentino de una antorcha encendida con otra apagada, provocaba En ruta por la región andaluza, ya próxima a su velación en eventualmente un campo de choque, ligero, más la calma del monasterio de la Rábida, la Antorcha Olímpica espectacular que peligroso. El presidente de la Federación llegó a Sevilla, cuna de Rodrigo de Triana, el vigía que Española de Atletismo, Rafael Cavero Latallade, aceptó la desde la nave capitana de Cristóbal Colón avisté, primero explicación del licenciado Gallástegui afirmando, a su vez, entre toda la tripulación, las tierras del Nuevo Mundo. En que los accidentes menores provocados por el estallido las inmediaciones del Barrio de La Macarena se detuvo de las antorchas de ninguna manera podían ser atribuidos el último corredor del tramo Trujillo-Sevilla. Al atleta José a errores de manejo, porque el transporte del Fuego Gordillo recayó el honor de comunicar el fuego de su por tierras españolas había estado sujeto a una extrema antorcha al pebetero que tenía forjada, en su pedestal, la meticulosidad. siguiente leyenda. “En el día 9 de septiembre de 1968 se veló en este lugar el Fuego Olímpico. México 1968.” En la ruta hacia Sevilla, la llama hizo un breve alto en Navalmoral de la Mata, en la provincia de Cáceres, región La ceremonia de Instalación del Fuego estuvo presidida perteneciente a Extremadura, cuya geografía vio nacer a por el alcalde de la ciudad, señor Félix Moreno de la Cova, los más grandes capitanes españoles. Entre ellos Hernán quien dijo dirigiéndose a los atletas y a las autoridades Cortés, Hernando de Soto, Francisco de Orellana, olímpicas de México y España: “Gracias por esta hora Valvidia y Ovando. Interrumpido incontables veces por mayor del Olimpismo, que Incluirá en sus crónicas a la multitud, el alcalde de Navalmoral de la Mata, Julio la ciudad de Sevilla, recordando para siempre cuando Sánchez Puente, afirmó en el curso de la ceremonia de estuvisteis aquí, representantes del deporte, si no con la recepción del Fuego Olímpico que “ningún ser humano tregua sagrada de paz que exigían las Olimpiadas antiguas, rectamente inclinado puede desoír un llamamiento que sí con la paz de vuestras limpias seguridades y vuestros hacen los hombres limpios de corazón.” Dirigiéndose en sanos júbilos, con la serenidad de tener un aplauso común forma muy enfática al grupo de mexicanos ahí presentes, para los vencidos como para los victoriosos. Por habernos 93 purificado con el paso de esa hoguera, gracias”. Como en las ciudades anteriores del trayecto, el Fuego fue Desde su salida de Barcelona hasta la cámara de su custodiado por los atletas más significados de la región, velación en la Princesa, la Antorcha Olímpica recorrió antes de continuar su ruta hacia el Puerto de Palos. 1286 kilómetros, requiriendo su conducción una cifra igual de corredores. El tiempo invertido en la ruta fue de Huelva fue el término de la penúltima etapa del Fuego 88 horas con 20 minutos. Olímpico en su recorrido por España junto al templo de La Rábida se alzó el pebetero de granito para el depósito Las Palmas, capital del Archipiélago de la Canarias, última nocturno de la llama de Olimpia, A su paso por la, calles de delegación política española en el Océano Atlántico, esta población, el portador de la Antorcha corrió el último perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, tramo bajo una lluvia de rosas que desde los balcones recibió triunfalmente, el 14 de septiembre, la Antorcha arrojaban jubilosamente los vecinos. La severa ceremonia Olímpica. La Princesa entró al n medio de una multitud de de la velación del fuego se transformó en una fiesta embarcaciones enjaezadas, deportivas y de recreo; atraco popular cuando el gobernador civil, Julio Gutiérrez Rubio, en el puerto Primo de Rivera y le dio la bienvenida oficial encendió un enorme cartel pirotécnico que anunciaba el gobernador, señor Alberto Fernández Galar. El atleta los Juegos Olímpicos de México. El funcionario tomó la Rafael Pérez Lorenzo tomó la flama da la cámara de honor palabra para a dirigirse a sus conciudadanos y dijo que la de la corbeta y luego recorrió las calles de la población Flama Olímpica venía en aras de la paz. “Aquí, en España hasta llegar a la ermita de San Antonio Abad, donde Colón -expuso, se espera, aquí se quiere, aquí se ama a México.” oró antes de partir hacia lo desconocido. El acto se desarrolló bajo el palio que le prestaron las Sucediéndose en manos de tres corredores, la Antorcha banderas de todos los países americanos, que desde el día llegó finalmente a las de Manuel Guerra, primer anterior fueron izadas y que continuaron ondeando toda competidor olímpico canario en los Juegos de Londres la noche. de 1948. A este atleta correspondió trasmitir la llama al pebetero oficial, en presencia del alcalde de la ciudad, La Rábida dista 6 Km. de la dársena legendaria donde señor Ramírez Betancourt y el pleno del Ayuntamiento. El Colón fondeó sus carabelas antes de partir hacia las Islas alcalde pronunció el discurso oficial de bienvenida y envió Canarias, primera etapa de su viaje fabuloso. El último un cálido mensaje de fraternidad al pueblo de México. tramo W recorrido de la Antorcha Olímpica por tierras españolas, fue rápidamente cubierto por los atletas De Las Palmas, el lugar histórico donde Colón se detuvo nacionales, que pusieron fin a su carrera justo en la para reparar el timón de La Pinta, la nave conductora desembocadura de los ríos Tinto y Odia] en el Océano del Fuego Olímpico partió a La Gomera, isla también Atlántico, El último relevista fue Cristóbal Colón Carbajal, perteneciente al Archipiélago Canario, escogida por el descendiente en línea directa del Gran Almirante. Por Gran Almirante para renovar sus provisiones. La Princesa las condiciones peculiares del litoral español en ese pun hizo su arribo a ella por el puerto de San Sebastián, de -la arena elevó el fondo marino y los barcos no pueden nuevo escoltada por las embarcaciones que e hallaban en aproximarse a la playa el corredor tuvo que ir en un la bahía. En el muelle la recibieron el gobernador civil de diminuto bote de remos de la playa a la corbeta Princesa, la Isla, el comandante de Marina de Tenerife, el alcalde del nave que el gobierno español dispuso para el traslado del puerto, el representante del Comité 011 pico Español y Fuego Olímpico a la Isla de San Salvador. El joven Colón los miembros de las numerosas asociaciones deportivas. hizo entrega de la antorcha al comandante Antonio Muñoz La flama fue desembarcada mientras las bandas de guerra León, quien la trasladó al pebetero instalado en la cámara ejecutaban los Himnos Nacional Español y Olímpico, El principal del barco. Acompañaron al atleta su padre el primer relevista encendió su antorcha y partió con ella, duque de Veragua y el señor Rafael Cabero, presidente suscitando a su paso por las calles del puerto el júbilo de de la Federación Española de Atletismo. los habitantes. La llama se alojó en el pebetero del castillo conocido como del Buen Paso, siendo custodiada por El 12 de septiembre, cuando la Princesa se apartó del una guardia de honor que se relevó en turnos de tres litoral, fue escoltada por numerosas naves oficiales y minutos. particulares, en tanto que los aviones del gobierno español evolucionaban en su honor. Otra vez a bordo de la Princesa, la flama olímpica 94 emprendió la penúltima etapa de su recorrido, con rumbo a San Salvador, por la ruta del descubridor de América, En la Ciudad de México, durante las excavaciones para la cimentación del conjunto habitacional de Tlatelolco, fueron descubiertas grandes ánforas de barro cocido, que los investigadores Identificaron como los braseros que los mexicas utilizaban para depositar el fuego ritual posiblemente dedicado a Quetzalcoátl y a Xiuhtecuhtli, deidades tutelares de los pueblos del altiplano. Eduardo Moreno, primer relevo oceánico de todos los tiempos. Cincuenta metros adelante, un nuevo nadador tomó el fuego que sobresalía del oleaje en la mano izquierda del portador, quien a su vez, después de recorrer un tramo igual, lo entregó a un tercero. A éste siguieron catorce relevistas. El último de ellos, Carlos Trajo, puso la antorcha en manos del almirante Antonio Aznar Zetina, subsecretario de la Marina Nacional, quien solemnemente la cedió al corredor Ramón Curiel, primero de los corredores y eslabón inicial de una cadena de ocho atletas que cerró Carlos Diez Vega. A éste correspondió el honor de trasladar el fuego al enorme pebetero oficial instalado en el Estadio Municipal. Todas estas escenas se inscribieron en el jubiloso marco que formó el pueblo veracruzano. Una réplica de estos braseros se colocó en el centro del monumento conmemorativo de la unión de las culturas clásicas de Europa y América, que se levantó en la Isla de San Salvador, en las Bahamas, para perpetuar el descubrimiento de América. En esta ánfora litúrgica se Reunido en torno del vaso litúrgico, el ayuntamiento instaló la llama de Olimpia, 4000 millas náuticas al poniente de la ciudad, el gobernador del Estado, Lic. Fernando del Puerto de La Gomera, en las Islas Canarias. López Arias, dio la bienvenida oficial al símbolo. Dijo el mandatario: “Esta Antorcha empieza a iluminar desde El 29 de septiembre llegó a San Salvador, isla capital del Veracruz el ámbito Indolatino y representará desde la Archipiélago, la corbeta Princesa. Los señores W. H. Ciudad de México, Sede de los Juegos de la XIX Olimpiada, Sweeting y B. T. Pennerman, gobernador en funciones y la continuidad no interrumpida del esfuerzo humano para comisionado en el territorio, respectivamente, le dieron su recíproco entendimiento.” Las palabras del gobernador la bienvenida oficial, acompañados de la senadora Doris fueron coreadas por los 35 mil espectadores reunidos en Johnson y de R. H. Simonnetti, representante de la el Estadio. “Las Olimpiadas –añadió- deben constituir una Asociación Olímpica de las Bahamas. Durante cinco horas lección de austeridad, disciplina y entusiasmo que contraste ardió la llama en la. Primera porción de tierra americana vigorosamente con las tendencias hacia la molicie, los descubierta por Colón en 1492. En nombre del país sede, excesos y la fuga de sí mismo. Por ello, en la figura del el representante oficial reiteró el lema característico de atleta olímpico alienta un espíritu paradigmático.” los Juegos Olímpicos de 1968: “México ofrece amistad a todos los pueblos de la Tierra.” Al finalizar esta alocución, se desarrollo un programa folklórico en el que se distinguieron muy particularmente La llama clásica abandonó San Salvador al Iniciarse la tarde, los niños de las escuelas que interpretaron “la Bamba,” acompañada por miles de voces entusiastas que entonaban danza regional. Al caer la tarde, el atleta Javier Blas prendió el Himno Olímpico. A bordo del cañonero Durango, de en el pebetero la antorcha y con ella abandonó el estadio la Marina de Guerra Mexicana, reinició el viaje atlántico para eslabonarse con otros corredores en un recorrido que ya no tendría más altos hasta culminar en las costas por las calles de] puerto. En la Plaza Principal, el último de Veracruz, donde recibió el primero de los homenajes atleta puso el Fuego Olímpico en manos de la actriz griega dispuestos para su honra por el Comité Organizador de María Mosxoliou, quien el 23 de agosto había animado los Juegos de la XIX Olimpiada. su nacimiento en Olimpia. Y ahora lo depositaba en el pebetero donde Veracruz lo conservó hasta las primeras En la fecha y hora que fueron previstas desde el mes horas del día 7. En este lugar tomó la palabra el presidente de junio para su arribo a litoral mexicano -domingo 6 municipal del puerto, señor Mario Vargas Saldaña, quien de octubre a las 15:55- el cañonero Durango paró sus hizo historia conceptuosa de los diferentes fuegos que motores frente al puerto de Veracruz. El programa de han tenido como escenario las playas veracruzanas, muy recepción del Fuego Olímpico se había ajustado a la severa señaladamente el de Quetzalcóatl. “Ahora un tercer Fuego ordenanza de la Secretaría de Marina, que provenía un penetra nuestras playas -dijo-; es una llama antigua que rígido horario de llegada. Apenas el Durango soltó anclas, alimentó la raíz misma del alma europea, que sirvió de de su costado se desprendió rumbo a los muelles el atleta símbolo a la (recia clásica y se prolongó en una práctica 95 cuatrienal y saludable, encaminada a reconducir al hombre a sus mejores ansias de fraternidad y paz... Bienvenido sea este Fuego de Paz -añadió- Y así como arde en el pebetero de Olimpia, que se encienda y arda para siempre en todos los corazones de la raza humana.” alumnas del Instituto Nacional de Bellas Artes. Durante la noche se sucedieron incontables guardias de honor integradas por los atletas más distinguidos de la localidad. Al siguiente día, en los limites de los estados de Veracruz y Puebla, el último de los relevos de aquél expresó al primero de la, entidad vecina: En nombre de los atletas La llama salió del Puerto de Veracruz conducida por el del Estado de Veracruz quiero hacerte Entrega del Fuego atleta Rubén Arrieta, en cuyas manos la habla puesto el de Olimpia, que significa un llamado de confraternidad a alcalde Vargas Saldaña al nacer el día. Durante 7 horas y los pueblos de la Tierra, dentro de un marco de paz y 40 minutos, 115 corredores cubrieron 1 distancia hasta el amor, Por el honor que tuvimos de ser custodios de ella, estadio de la ciudad de Jalapa, capital del Estado. El atleta quiero que los atletas de tu Estado la trasladen, respeten Raymundo Contreras fue el primero en pronunciar en y veneren en igual forma, para la gloria del deporte territorio mexicano la invocación laica de los relevistas: “Al universal.” conferirnos el honor de custodiarla a su paso por nuestra región puedes estar seguro de que será entregada a su Cuatro veces, subiendo los contrafuertes de la sierra, destino dentro del marco espiritual que representa.” Mil rachas huracanadas apagaron la flama que inmediatamente, jóvenes de la localidad, ataviadas con túnicas griegas, en cada ocasión, fue vuelta a encender con el fuego griego ejecutaron un ballet de homenaje simultáneo al Fuego contenido en las lámparas de seguridad traídas desde Olímpico y al Fuego Nuevo, este último encendido por Olimpia. los pueblos mexicanos del Altiplano cada 52 años para significar el comienzo de una nueva era. Luego actuó el Si jubilosas fueron las manifestaciones populares que legendario grupo de los voladores de Papantla frente a una acompañaron el tránsito de la Antorcha desde su réplica de la pirámide del Tajín. origen hasta Orizaba, las dispuestas en su honor por el gobierno de Puebla y las espontáneas que le dispensaron Al finalizar el festival, el Fuego Olímpico fue llevado al los habitantes de la capital del Estado sobrepasaron Palacio Municipal por el atleta Ignacio Allende. Alrededor todos los cálculos. A su paso por las calles de la ciudad del vaso que albergó durante la noche el símbolo clásico, se congregaron, formando valla, miles dé vecinos. Y hicieron una primera guardia de honor el gobernador en el Estadio Cuauhtémoc, los niños de las escuelas del Estado, el presidente municipal Othoniel Rodríguez Interpretaron un ballet de masas con cuyos movimientos Basarte y el delegado del Comité, a quienes siguieron, -tan pronto puestos de pie como doblados por la cintura, ininterrumpidamente hasta el alba, nuevos grupos, sentados o acostados, los brazos caídos sobre los mientras la ciudad se entregaba a múltiples actos festivos, costados,, o agitándolos encima de sus cabezas- fueron propiciados por la presencia de la llama de Olimpia. formando sorprendentes Imágenes, auxiliados por tablillas de colores, ramos de flores y penachos: las carabelas de De Jalapa a Orizaba, el Fuego recorrió 13 más larga jornada Colón, los aros olímpicos, el águila del escudo nacional y, en un solo día desde su salida de Olimpia. En España hubo sobre todo, la paloma y la palabra paz, cuyas letras hicieron un tramo de 160 kilómetros; éste en cambio, fue de 227, aparecer de un extremo a otro del coliseo en colores azul, luego de atravesar multitud de pintorescos poblados de la blanco, verde, amarillo, negro y rojo. Sierra Madre Oriental. El más importante fue Córdoba, donde el presidente municipal, licenciado Guillermo El gobernador de la entidad, ingeniero Aarón Merino García Rivera, instaló oficialmente la 1 ama en el parque Fernández dio la bienvenida oficial a la Antorcha 21 de mayo, presidió un festival y pronunció un discurso. diciendo: “Anhelamos que los Juegos Olímpicos tengan Una hora después el Fuego continuó su viaje a Orizaba, un éxito inusitado para demostrar al mundo que estamos donde se instaló el pebetero ritual en (1 campo de futbol preparados para ellos y que cumpliremos con honor de la Asociación Deportiva. Bajo las banderas nacionales nuestro compromiso.” Y, en seguida, resumió en un breve y olímpicas, el presidente municipal, doctor Abel del párrafo una exhortación entusiasta a la juventud de todas Bosque Uribe, hizo el panegírico del símbolo que mueve las latitudes: “Adelante, juventud del mundo; adelante, la fraternidad de todos los pueblos de la Tierra. En seguida juventud de México; adelante, juventud de Puebla.” se efectuó un festival de danza en el que participaron las Mientras estas ceremonias emocionaban al público, el 96 Fuego Olímpico reposaba en el pebetero que, al igual que los anteriores, fue réplica de los braseros litúrgicos de Tlatelolco Al finalizar la representación de los niños poblanos, el atleta José Hernández Mendoza inició nuevamente la carrera -esta vez de 11 kms- hasta la Plaza de Armas de la ciudad, en cuyo centro se instaló otro pebetero para el depósito nocturno de la llama. En este lugar, el alcalde de la población, Arcadio Medel Marín, hizo la apología del espíritu olímpico. En la madrugada del día 10 el relevista Benjamín López cubrió la primera etapa del trayecto hacia Tlaxcala. A su paso por San Martín Texmelucan y Apizaco, los corredores padecieron una incesante lluvia que no consiguió reprimir el entusiasmo público. Los vecinos de cada una de las poblaciones incluidas en el trayecto arrojaban flores desde los bordes de la carretera, custodiada por una interminable cadena humana. Huamantla, famosa por el arte floral en el que son maestros sus habitantes, capaces de elaborar la más complicada tapicería con el solo uso de flores campestres, recibió a la Antorcha conforme a sus viejas tradiciones. Desde la entrada a la ciudad hasta el centro de la Plaza Principal, se extendió una alfombra de flores, aserrín y arena blanca, de 3 kilómetros de longitud, en la que intervinieron 2500 artesanos durante 20 horas de creación colectiva. Aparte la alfombra, multitud de arcos florales dieron marco a la ceremonia que las autoridades prepararon como homenaje al Fuego. Este permaneció en Huamantia siete minutos, suficientes para que la población entera mostrase una fraternidad ejemplar en torno al símbolo. De Huamantla, los corredores orientaron su marcha hacia la capital del Estado, donde el Fuego se instaló en el pebetero del Estadio Tlahuicole. El gobernador de la entidad, licenciado Anselmo Cervantes, dio la bienvenida a la llama: Desde este escenario, donde se inició el pensamiento renacentista de América, recibimos con profunda emoción el Fuego Sagrado del Olimpo, que se encendió hace tres mil años por una generación que ha realizado el milagro más grande de la historia; pues al igual que el Ave Fénix de la leyenda, renace cada cuatro años de sus cenizas como símbolo de nuevos ideales y esperanzas, renovación de nuevos propósitos, para unir las generaciones a través del deporte y de los valores supremos del espíritu.” El representante del COO agradeció estas palabras y después se desarrolló un espectáculo folklórico basado en viejas leyendas indígenas. Entrada la noche se organizaron alrededor del pebetero olímpico las acostumbradas guardias de atletas. A causa de la conformación geográfica de los Estados de Puebla, Tlaxcala y México, en la penúltima y última etapas del recorrido de la antorcha intervinieron atletas pertenecientes a las tres entidades. Del Estadio Tlahuicole, el Fuego partió hacia Teotihuacan conducido por tlaxcaltecas; y luego por poblanos nuevamente, a partir de Río Frío, límite geográfico de esas entidades, donde el relevista Odilón Hernández Ramírez entregó la llama a Salvador Ramírez Yitani. Un poco más adelante, en Llano Grande, un nutrido grupo de niños, que ahí tenían su campamento, detuvieron el paso de la Antorcha para tributarle homenaje. Recepciones igualmente espontáneas y entusiastas fueron organizadas por los vecinos y autoridades e Los Reyes, Texcoco, Chiconcuac, Tizayuca, Tequisitián, Tepexpan, Acolman y Acatlongo. En Teotihuacan, a escasos 38 kilómetros de la Ciudad Sede de los Juegos de la XIX Olimpiada, la noche no lo fue totalmente, sino a medías, desvanecidas sus sombras por la llama gigantesca que se desprendía del monumental pebetero instalado en la primera explanada de la Pirámide de la Luna y por las luces de bengala que ininterrumpidamente trazaron estelas luminosas duran e muchas horas, hasta el amanecer. Quizá a lo largo de toda su historia, la antigua metrópoli del siglo VI, dedicada a los dioses, nunca vio su cielo nocturno más iluminado que esa noche. La llegada de la antorcha a la gran urbe teotihuacana ocurrió el 11 d octubre, a las 19 horas (Véase la descripción del evento en el tomo IV de esta memoria: Recepción del Fuego Olímpico en Teotihuacan). Toda la noche ardió el Fuego en el pebete o, sucediéndose una tras otra las guardias de honor que adquirieron especial solemnidad debido justamente a la magnificencia del escenario. Apenas concluía la última guardia cuando el corredor Ricardo Acosta aproximó su antorcha al pebetero de la Pirámide de la Luna, apresurándose a descender con ella la escalinata monumental, para entregarla en el primer peldaño al atleta Rigoberto de la Rosa. De mano en mano, nuevamente, el Fuego emprendió la ruta al Distrito Federal. No obstante lo temprano de la hora, durante todo el recorrido se vio asistido por el homenaje de un público fervoroso. Muy cercanas las diez horas, la tea llegó al Monumento de la Raza, en donde una 97 multitud que pernoctó en el lugar, sin decaer un momento su entusiasmo, lo recibieron con estrofas olímpicas. Una breve ceremonia en este lugar antecedió la entrega de la antorcha al primero de los 25 relevistas utilizados para cubrir el trayecto hasta el Estadio México 68: el Fuego Olímpico se fragmentó en tres partes: una para ser conducida al puerto de Acapulco, otra al Museo Nacional de Antropología e Historia, sede principal del Programa Cultural, y otra al escenario principal de los Juegos. A su paso por las calles de la capital, el Fuego fue objeto de cálidas expresiones Populares. En la puerta principal del Estadio olímpico la antorcha fue recibida por Gilberto Tinajero, cadete del H. Colegio Militar, quien a su vez la puso en manos de Norma Enriqueta Basilio, atleta bajacaliforniana, a quien correspondió el alto honor de encender el pebetero del Estadio y terminar así la última etapa del recorrido de 50 días desde la explanada del Altis en Grecia. La antorcha fue conducida por 2 778 atletas y escoltada por 1198 más. Mientras en el Estadio de la Ciudad Universitaria se celebraba la Ceremonia de Inauguración de los Juegos, los funcionarios del Comité Organizador entregaban al licenciado José Torres Vivanco, Director de Aeropuerto y Servicios Auxiliares, un porta-lámparas con las dos flamas olímpicas que serían transportadas de México a Acapulco. En este puerto, sede de las competencias de vela, el doctor Raymundo Abarca Alarcón, gobernador del Estado de Guerrero encendió la antorcha que puso en manos del primer relevo a las 17 horas en punto. Cincuenta y dos corred res llevaron el Fuego, a lo largo de 26 kms., hasta el pebetero que para la velación se había dispuesto frente a los muelles. Al siguiente día, 13 de octubre, Clemente Mejía, ex campeón de natación, entregó la llama a los esquiadores que la condujeron, atravesando por mar la bahía, hasta el Club de Yates. Ahí se encendió el Fuego Olímpico a las 5:56 de la tarde. El 23 de agosto anterior, en Olimpia, un funcionario del Comité había encendido cuatro lámparas de seguridad con la antorcha que a las 10:30 aún ardía junto al espejo cóncavo. A partir de ese Instante, 30 veces tuvieron que encenderse con esas flamas otras tantas antorchas: 6 entre Amalias y Atenas; una abordo del Navarino y otra en el velero Palinuro; otra más en los muelles de Génova; 12 entre Barcelona y Palos; 5 en la isla de San Salvador, en las 98 Bahamas; y 4 en territorio de México, La última lámpara de seguridad se extinguió el 15 de octubre, a las 22:35 horas, El Fuego Olímpico, a su vez, el 27 de octubre, en el Estadio principal a las 19:21 horas.