LA NOVELA ESPAÑOLA POSTERIOR A LA GUERRA CIVIL 1. INTRODUCCIÓN: La novela española de posguerra ARRANCA CON la pérdida de numerosas referencias literarias, motivada por diversas razones: la muerte de algunos escritores (Unamuno, Valle…) y el exilio de otros (Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala…), con la censura y la imposibilidad de importar textos de autores extranjeros simpatizantes de la República (Dos Passos, Hemingway, Graham Greene…). Además, obras de décadas anteriores que introducían innovaciones narrativas, como la de Joyce, Faulkner o Proust, tardaron en convertirse nuevamente en lectura habitual. La novela española de posguerra SUPONE UNA RUPTURA con la narrativa del novecentismo y SE IMPONE UN NUEVO REALISMO (que ofrece al lector un testimonio de la vida contemporánea). Se abre así un largo período, que comienza en los años cuarenta, en el que se van manifestando diversas formas narrativas: novela existencial, realismo social (objetivista o crítico), novela experimental. Desde los años setenta a nuestros días se han multiplicado las tendencias y estilos narrativos, mostrándose la novela como el género capaz de admitir todo tipo de manifestaciones formales y temáticas. Por otra parte, el aliciente de los numerosos premios literarios, el desarrollo de la industria editorial y la difusión propiciada por los medios, especialmente el cine, han impulsado el auge comercial de la novela, favorecida, a la vez, por una gran proliferación de autores. . 2. ORIENTACIONES NARRATIVAS: 2.1. 2.1.1. AÑOS CUARENTA: RENACER DE LA NOVELA TENDENCIAS: A) NOVELA DE ENFOQUE EXISTENCIAL (dos temas básicos: incertidumbre de la existencia y dificultad de comunicación entre los hombres): Camilo José Cela: La familia de Pascual Duarte(1942) (Tremendismo: ambiente miserable, mundo de crímenes, violaciones, adulterio, injusticia, violencia). Carmen Laforet: Nada (desencanto, rutina, ruptura de ilusiones, [1945]). B) NOVELA NACIONALISTA Defensa de la ideología franquista y de los valores tradicionales. Rafael García Serrano: La fiel infantería. C) NOVELA EN EL EXILIO Diversidad: del realismo tradicional al vanguardismo Compromiso social y/o denuncia de la realidad española. Autores: Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español), Max Aub (El laberinto mágico), Francisco Ayala (Muertes de perro). 2.2. AÑOS CINCUENTA: REALISMO SOCIAL( hasta mitad de los 60) Se entiende por realismo social la tendencia representada por los narradores de la generación del medio siglo, cuyo propósito es dar testimonio de las condiciones de vida de los españoles durante esos años. Expresa un talante antiburgués, crítico e inconformista. OBRA PRECURSORA: La colmena (1951): innovaciones técnicas. Esta obra, producto de la observación de la vida madrileña, presenta al hombre corriente en su ambiente cotidiano. La novela, cargada de pesimismo, refleja la vida del Madrid de 1942, con sus miserias morales y económicas. El argumento se reduce al mínimo, y los personajes se mueven por dos motivos constantes: el sexo y el hambre. □ CARACTERÍSTICAS E INNOVACIONES DEL REALISMO SOCIAL: -Compromiso y denuncia de la realidad del momento. -Temas realistas (pobreza, explotación trabajadores, frivolidad clases acomodadas…) -Innovaciones: -protagonista colectivo -reducción del argumento -limitación espacio y tiempo -gran importancia de los diálogos y adecuación del lenguaje a las características de los personajes: influencia del conductismo y del objetivismo. AUTORES: Ana María Matute: Los hijos muertos (realismo lírico: refinada prosa poética, poderosa imaginación) Rafael Sánchez Ferlosio: El Jarama (narrada mediante técnica objetivista) Carmen Martín Gaite: Entre visillos J. M. Caballero Bonald: Dos días de septiembre Ignacio Aldecoa: El fulgor y la sangre (mundo gitano, taurino, guardia civil) 2.3. AÑOS SESENTA-SETENTA: EXPERIMENTACIÓN NARRATIVA En la década de los sesenta tres obras muestran con claridad los nuevos rumbos de la narrativa española: Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín Santos; Señas de identidad (1966), de Juan Goytisolo; Cinco horas con Mario (1966), de Miguel Delibes. En ellas la preocupación por la forma adquiere mayor dimensión y obliga al lector a una lectura más activa. Introdujeron novedades en el discurso narrativo retomando los hallazgos de la novela europea y americana de principios de siglo. CAUSAS DE SU APARICIÓN: -Cansancio del realismo social. -Influencia literaturas extranjeras: -obras innovadoras desde inicios de siglo en Europa y EEUU. -”Realismo mágico” hispanoamericano, Cien años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez. CARACTERÍSTICAS: -organización en secuencias (separadas por espacios en blanco) -perspectivismo (alternancia de distintos puntos de vista) -técnica del contrapunto (técnica caleidoscópica) -ruptura orden cronológico -monólogo interior -creatividad lingüística -importancia elementos visuales (tipografía, organización de la página, dibujos…) -fusión de géneros -comienzo de forma abrupta (in media res) y con frecuencia aparece un final abierto Los aires de renovación se manifestaron también en autores pertenecientes a generaciones anteriores: □ □ La saga/fuga de J.B. (1972), de Gonzalo Torrente Ballester Últimas tardes con Teresa (1966), de Juan Marsé 2.4. DESDE 1975 A LA ACTUALIDAD: EXPANSIÓN NOVELÍSTICA A partir de los años setenta, la novela española se caracteriza por la COEXISTENCIA DE DISTINTAS TENDENCIAS Y ESTILOS ANTERIORES. Expansión novelística: tradición y experimentalismo (retorno al argumento, renovado interés por la historia, variedad temática y estilística): NOVELAS POLICÍACAS: Asesinato en el Comité Central (Manuel Vázquez Montalbán, creador de la saga del detective Carvalho), La verdad sobre el caso Savolta (Eduardo Mendoza), Plenilunio (Antonio Muñoz Molina) NOVELA HISTÓRICA: El capitán Alatriste, de Arturo Pérez Reverte; El hereje, de Miguel Delibes; Los girasoles ciegos de Alberto Méndez. NOVELAS LÍRICAS O INTIMISTAS: La lluvia amarilla, de Julio Llamazares; Mañana en la batalla piensa en mí de Javier Marías. En ellas los elementos líricos son más importantes que los narrativos. METANOVELAS (la creación literaria se convierte en tema con un personaje escritor que muestra o habla de su novela): Beatus Ille, de Antonio Muñoz Molina; Juegos de la edad tardía de Luis Landero. Aparición de numerosas mujeres escritoras (Rosa Montero [Te trataré como a una reina], Rosa Regás [La hora de la verdad], Almudena Grandes [Los aires difíciles], etc.). TEXTO I: De día y de noche iba por la ciudad buscando una mirada. Vivía nada más que para esa tarea, aunque intentara hacer otras cosas o fingiera que las hacía, sólo miraba, espiaba los ojos de la gente, las caras de los desconocidos, de los camareros de los bares y los dependientes de las tiendas, las caras y las miradas de los detenidos en las fichas. El inspector buscaba la mirada de alguien que había visto algo demasiado monstruoso para ser suavizado o desdibujado por el olvido, unos ojos en los que tenia que perdurar algún rasgo o alguna consecuencia del crimen, unas pupilas en las que pudiera descubrirse la culpa sin vacilación, tan sólo escrutándolas, igual que reconocen los médicos los signos de una enfermedad acercándoles una linterna diminuta. Se lo había dicho el padre Orduña, "busca sus ojos", y lo había mirado tan fijo que el inspector se estremeció ligeramente, casi como mucho tiempo atrás, aquellos ojos pequeños, miopes, fatigados, adivinadores, que lo reconocieron en cuanto el apareció en la Residencia, tan instantáneamente como él mismo, el inspector, debería reconocer al individuo a quien buscaba, o como el padre Orduña había reconocido en él hacía muchos años el desamparo, el rencor, la vergüenza y el hambre, incluso el odio, su odio constante y secreto al internado y a todo lo que había en él , y también al mundo exterior. TEXTO II Las manos limpias, las manos blandas de tanta humedad, las manos rojas del trabajo y del frío, las manos con dedos grandes, con uñas cuarteadas de filos ásperos y córneos, las uñas siempre con un borde negro, a pesar del jabón y del agua caliente, de los chorros de agua hirviente o helada bajo las cuales se ahuecan y frotan las manos tan rojas, con una humedad de carne cruda, con una palidez de manos enfermas que no se corresponde con su tamaño ni con la fuerza de acero de los dedos, acostumbrados a apretar, a arrancar cosas, a clavarse como garfios en los escamosos vientres abiertos para extraer en un solo movimiento rápido las vísceras: manos rápidas, expertas, eficaces y crueles, manos que alzan cajas resbaladizas de humedad.