1 Semana #24 Veracidad Vivir una vida de veracidad y ser una

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Semana #24
Veracidad
Vivir una vida de veracidad y ser una persona sincera es esencial para nuestro desarrollo espiritual. Los
santos demuestran esta cualidad y nos inspiran a moldear nuestras vidas de acuerdo a su ejemplo.
Matices de la falsedad
Sant Rajinder Singh Ji Maharaj
Introducción por el Coordinador de Satsang:
En la siguiente lectura, Sant Rajinder Singh Ji examina diferentes componentes de la veracidad: la falsedad,
el engaño y la hipocresía. Cada uno de estos aspectos de la veracidad tiene una columna en el diario
introspectivo. Los Maestros de Sant Mat nos dicen que nuestro progreso espiritual depende de inculcar esta
virtud en nuestras vidas.
Sant Rajinder Singh Ji Maharaj:
Las fallas en la veracidad se pueden descomponer en varias categorías: la falsedad, el engaño, la hipocresía y
las ganancias ilegales. Algunas faltas, bajo estos encabezados, son muy obvias, tales como decir una mentira
o robar. Otros rasgos de estas categorías tienen matices más sutiles, y es posible que no seamos conscientes
de que caemos en ciertas formas de falsedad. Una vez entendamos las ramificaciones de esta falta, seremos
más conscientes de nuestras debilidades y podremos nosotros mismos tratar de mejorarlas.
En primer lugar debemos entender cómo la veracidad incide en nuestro progreso espiritual. Al analizar cada
rango de esta virtud, comprendemos cómo al desarrollarla aceleramos nuestro viaje interno de regreso a
Dios.
El defecto de la falsedad tiene que ver con la mentira. La gente puede mentir en pensamiento, palabra o
acción. Mentir básicamente significa que ocultamos la verdad. Hay muchos motivos para mentir. Un niño les
miente a sus padres por temor a ser castigado si hace algo malo. Un empleado le miente a su jefe cuando está
de por medio cuidar su posición, u oculta el hecho de que algún trabajo no se realizó. La gente miente a su
familia y sus amigos cuando no quiere que sepan que han fallado, que tienen malos momentos, o están
enfermos y no quieren que nadie se preocupe por ello. En muchos casos, la causa para mentir radica en que
buscamos protegernos del castigo por nuestras faltas o en tratar de preservar la imagen que deseamos
proyectar a los demás. La circunstancia más común en la que se dice una mentira sucede cuando alguien ha
hecho algo incorrecto sin intención. Puede que una persona haya cometido un error, o haya hecho un trabajo
inaceptable por falta de capacidad o descuido, entonces piensa que debe ocultarlo, por temor al qué dirán.
En el caso en que quebrantamos una ley, nuestra falta puede caer como una falta cometida en otra categoría.
Pero si hay encubrimiento, cae en el dominio de la falsedad. En la mayoría de los casos ocultamos los errores
cometidos sin intención. Nos falta carácter para afrontar lo que somos y quiénes somos. Si cometemos un
error de buena fe, hay que admitirlo sin preocuparnos demasiado de la opinión de los demás. Muchas veces
rompemos un vaso, perdemos dinero o nos olvidamos de una cita. Pudimos haber fallado por olvido,
descuido y aún incompetencia. En vez de encarar los hechos, inventamos una historia para cubrir la falta.
Podemos hacerlo para evitar una pelea o discusión, o sólo para aparecer mejor de lo que somos. Puede que
tratemos de evitar una discusión si nuestro error le hizo pasar trabajos a alguien, y en todo caso no queremos
asumir la responsabilidad de ello. También hay ocasiones en que alguien que no tolera como somos, se la
pasa criticándonos y como no podemos controlar sus reacciones bruscas, mentimos para tratar de evitar una
confrontación.
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Cualquiera que sea la razón, una vez decimos una mentira tenemos que preocuparnos por inventar una
segunda y una tercera mentira para encubrir la primera. Nuestra mente se obsesiona por cubrir el error y por
alejar a los demás para que no lo descubran. Cuando comenzamos a agregar a ello sentimientos de
culpabilidad, vergüenza o temor, nuestra mente puede enredarse en esta maraña aún más. En estas
condiciones es difícil meditar. Nuestra mente se agita con pensamientos sucesivos. La mentira, entonces,
mantendrá nuestra atención alejada de la meta espiritual.
***
Cuando la mentira busca que los demás piensen, algo distinto de la verdad, hemos entrado en el área del
engaño. Tratamos de presentar un rostro falso. Escondemos nuestros verdaderos colores tras una máscara. El
engaño quiere decir que nos falta valor y fortaleza para defender lo que somos. Ello quiere decir que estamos
más influenciados por la opinión de los demás, que por lo que pensamos de nosotros mismos. En el caso del
engaño sólo nos herimos a sí mismos. Debemos tener confianza de nosotros mismos. Necesitamos aceptar y
encarar nuestras faltas en lugar de ocultarlas. Si las ocultamos a los demás, la tendencia también será de
esconderlas de nosotros mismos. Al encubrir nuestras faltas nunca mejoraremos. Necesitamos encarar
nuestras faltas para poder erradicarlas. Mientras no hagamos un diagnóstico del problema, no podemos
iniciar la curación.
Si ocultamos la enfermedad y nunca vamos al médico, él no podrá darnos un remedio. Engañar a los demás
es una cosa, pero engañarnos a sí mismos sólo nos impedirá progresar en el sendero espiritual. Retardará el
progreso. Si no reconocemos las fallas que nos impiden tener la pureza necesaria para ser admitidos en las
regiones superiores, quedaremos estancados en el mismo lugar hasta que despertemos.
Cuando imaginamos que somos perfectos, le permitimos a nuestra mente que engañe al alma. Nuestra pobre
alma no puede ir a ninguna parte y de ahí en adelante la mente logra detener nuestro viaje. Si podemos
volvernos conscientes del juego engañoso de la mente, podremos dar los pasos necesarios para superar sus
trucos.
Otra falta en la categoría de la veracidad es la hipocresía. En la hipocresía decimos una cosa y hacemos otra.
No practicamos lo que predicamos. La hipocresía es tan rampante en la sociedad moderna que se ha vuelto
una norma de vida. Los padres aconsejan a sus hijos a no mentir o pelearse entre ellos. Pero a pesar de eso,
los padres mienten, discuten y pelean frente a ellos. Millones de padres les dicen a sus hijos no usar drogas
ni alcohol, pero a pesar de eso, ellos mismos se envuelven en esos hábitos negativos. Los hijos no pueden
comprender por qué no pueden hacer lo mismo que hacen sus padres. Una vez los hijos ven que sus padres
no hacen lo que dicen, ni practican lo que predican, pierden confianza y fe en los adultos. Una vez destruida
la confianza de un niño por sus padres, es difícil recuperarla. Ellos comienzan a desobedecer más y más las
palabras de sus padres porque no ven convicción en ellas.
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Si somos seguidores del sendero espiritual que nos lleva de vuelta a Dios, necesitamos desarrollar todos los
aspectos de la veracidad. Si deseamos convertirnos en un espejo puro que refleje la Luz de Dios, este no
debe tener ninguna mancha ni defecto. Nuestros pensamientos, palabras y obras deben ser honestos. Como
Sant Kirpal Singh solía decir: "La verdad es elevada, pero más elevado aun es vivir de acuerdo a la verdad".
§
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Dios conoce nuestra verdadera condición
Sant Rajinder Singh Ji Maharaj
Introducción por el Coordinador de Satsang:
Sant Rajinder Singh Ji dice que equivocarse “es una parte del ser humano”. Después de que entendamos las
diferentes categorías de la veracidad, necesitamos mirar cuáles de nuestras acciones caen en una o más de
estas categorías. La siguiente lectura tomada también de El poder sanador de la meditación explora la
necesidad de ser honestos con nosotros mismos.
Sant Rajinder Singh Ji Maharaj:
Dios quiere que estemos calificados para entrar en Su morada. Quizás a nivel externo tratemos de ocultar
nuestras fallas, pero a Dios le interesa nuestra verdadera naturaleza espiritual. No está preocupado por las
demostraciones externas de nuestro carácter. Él busca ayudarnos a eliminar rasgos en nuestro carácter que
nos impiden elevarnos por encima de la conciencia del cuerpo. Puede que actuemos amable y cortésmente, y
que hagamos alarde de nuestros logros, pero Él mira más allá de eso. Dios conoce nuestra verdadera
condición. Su interés en ayudarnos a corregir aquellas imperfecciones que truncan nuestra meta espiritual.
Si podemos examinarnos a nosotros mismos y criticarnos con honestidad así como criticamos a los demás,
encontraremos nuestras faltas y las enmendaremos Reconocer nuestras faltas no significa flagelarnos o
azotarnos. No significa estar preocupados y melancólicos. Significa ver nuestras fallas y tomar la resolución
de cambiar y empezar a mejorar. Preocuparnos, estar pensativos, y sentirnos culpables no nos va a ayudar.
Esto sólo nos hará malgastar nuestro tiempo valioso y alejará nuestra atención de la meta. Debemos admitir
abiertamente que nos hemos equivocado, comprender que errar es humano, y entonces hacer un plan para
cambiar, para no repetir el error. Tenemos que perdonar y olvidar las acciones de los demás, y tenemos que
perdonar y olvidar nuestras propias acciones una vez hayamos reconocido nuestro error y lo hayamos
corregido
Mientras más tardemos en ser veraces en relación con nuestros errores, nuestro progreso se retardará más.
Nadie nos observa en nuestro interior excepto nosotros mismos y Dios. Hay una historia que solía contar
Sant Darshan Singh, que ilustra de manera hermosa este punto. La reina Zulaica deseaba a José, un hombre
noble y santo. La reina le llamó a sus aposentos y por tratarse de ella, tuvo que ir. Mientras hablaba con ella,
se dio cuenta de sus intenciones y no encontraba cómo salir de esta situación. Se quejó y le dijo que aunque
aparentemente estaban solos, no lo estaban, porque todas las estatuas de los dioses se encontraban allí con
ellos. La reina ordenó que todas las estatuas fueran cubiertas para que no pudieran ver lo que iban a hacer.
José finalmente encontró una salida y dijo: "Puedes cubrir tus dioses para que no te vean, pero mi Dios está
en el interior de cada uno de nosotros, y no hay forma de ocultarse de Él. Dios es omnisapiente y
omnisciente". Al comprender la verdad en las palabras de José, la reina se arrepintió de sus intenciones y le
dejó ir. De igual modo, cualquier cosa que hagamos, la podemos ocultar de los demás, o de nosotros mismos,
pero ante Dios no podemos ocultar nuestras acciones. Quizás podamos presentarle al mundo un bello rostro,
pero Dios verá nuestra verdadera condición y mientras no lleguemos a estar inmaculados no dejará que
entremos a la morada suprema. Debemos purificarnos para llegar a Su reino interior. Mientras más pronto
comprendamos esto, mucho mejor.
Así que tomemos la determinación de desarrollar las cualidades de la veracidad. Seamos honestos en todos
nuestros tratos. Eliminemos la mentira y la hipocresía. Ganemos nuestro sustento con honestidad. Seamos
sinceros con nosotros mismos. Con dignidad reconozcamos nuestra verdadera condición para poder hacer las
mejoras necesarias. Si podemos desarrollar la veracidad, veremos que nuestro progreso interno será enorme,
y lograremos nuestro objetivo a una gran velocidad. §
4
El Cosmetólogo divino
Sant Darshan Singh Ji Maharaj
Introducción por el Coordinador de Satsang:
A Sant Darshan Singh Ji le preguntaron una vez: « ¿Qué quiere decir el Maestro con ser veraz consigo
mismo?». La respuesta fue la siguiente: “Primero que todo, se puede ser veraz consigo mismo, solo, cuando
se es consciente de lo que uno es. Solo entonces, cuando se logra el auto-conocimiento puedes saber lo que
es ser veraz consigo mismo. Existen enseñanzas paralelas en todas las religiones. La espiritualidad es el
sendero del auto-conocimiento y la realización de Dios. Primero tienes que darte cuenta de lo que eres y
luego sabrás cómo ser veraz contigo mismo. Haz tenido la mayor de las suertes de haber obtenido esta forma
humana que es la corona de la creación. La verdadera meta de la forma humana es alcanzar la comunión con
el Todopoderoso, porque es en la única forma en la que puedes tener la comunión con Dios. Así que
cualquier cosa que hagas para lograr este fin extremo, eso significa ser veraz consigo mismo. Cualquier cosa
que hagas para acercarte a tu meta final de alcanzar la comunión con Dios, eso es ser veraz consigo mismo y
cualquier cosa que te aleje de tu meta final, eso es no ser veraz consigo mismo”. Por último, logramos el
auto-conocimiento y acrecentamos al máximo nuestro progreso espiritual cuando llegamos a la presencia
divina de un Maestro espiritual viviente. Tales seres son la Verdad personificada y ellos irradian una
influencia divina que puede transformar nuestra vida. En el siguiente fragmento, Sant Darshan Singh Ji
compara nuestras fallas con tener cicatrices en el rostro, y al Maestro espiritual con un Cosmetólogo divino
que con su amor elimina todos estos defectos.
Sant Darshan Singh Ji Maharaj:
Después de contar cuántas manchas oscuras acumulamos día tras día, comenzamos a sentir que es imposible
limpiar nuestro rostro de esta escoria ––a todo momento nuestra mente permanece ocupada pensando,
hablando o actuando, y sus reacciones crearán nuevas impresiones, nuevas cicatrices. Entonces, a toda hora
seguimos causando más cicatrices. Como resultado, nuestra alma debe volver una y otra vez, sin esperanza
de regresar a su Fuente. ¿Cómo podemos recobrar la belleza necesaria para entrar a la corte de Dios?
La única manera de purificarnos es mostrar nuestro rostro lleno de cicatrices al Cosmetólogo Divino --el
Maestro viviente. Él es toda compasión, tiene misericordia de nosotros y nos ayuda a eliminar las cicatrices.
Estar en la compañía de un Maestro viviente, es en verdad estar en una clínica de belleza. Así como vamos a
un salón de belleza para eliminar nuestras manchas físicas, vamos a donde el Cosmetólogo Divino, el
Maestro, para eliminar las manchas oscuras de nuestros pecados. Él tiene sus propias técnicas especiales,
tiene sus propios cosméticos especiales, y nos trata con la loción del amor divino. Con esta loción remueve
las manchas de nuestros pecados, de nuestros pensamientos perversos. Una clínica de belleza tiene un
cosmético especial para cada tipo de mancha; tiene varios tratamientos para las cicatrices en el rostro, en los
brazos y en otras partes del cuerpo. De igual manera, el Maestro también tiene diferentes tratamientos para
cada uno de nuestros males. Tiene lociones de no-violencia, lociones de pureza y lociones de compasión.
Pero si escondemos nuestros males, ¿cómo va a poder tratarnos? Lo que desea es que seamos honestos. Sólo
si somos lo bastante honestos como para permitir que nuestras manchas horribles se vean, si no las
camuflamos, evocaremos la compasión del Cosmetólogo Divino.
El Amado Eterno está ansioso por reunirse con nosotros; Él también languidece por el amante. Pero en este
sendero, el Amado ha puesto un requisito—que no tengamos ni cicatrices ni manchas en nuestro rostro. Él
mantiene una constante vigilancia sobre nosotros. En el momento en que nuestro rostro está libre de manchas
y se haya santificado con la no-violencia, glorificado con la humildad, iluminado con la verdad y
transfigurado con la castidad y el servicio desinteresado, nuestro Amado se lanzará a abrazarnos. Él anhela y
languidece por venir a dispensar su amor sobre nosotros. §
5
Dios es la Verdad
Sant Kirpal Singh Ji Maharaj
Introducción por el Coordinador de Satsang:
Vivir una vida de veracidad y ser una persona veraz son aspectos esenciales para nuestro desarrollo
espiritual. Respecto a esta virtud, Sant Kirpal Singh Ji dijo: «La verdad no solo es hablar sobre la verdad y
pensar en la verdad, sino que es una forma de vida recta. La verdad está por encima de todo, pero vivir la
verdad es aún más elevado». Cuando hablamos de una virtud como la veracidad, que es fundamental para
llevar una vida ética, no solo consideramos el significado de la Verdad en el sentido más elevado, sino en
cómo podemos aplicarla de manera práctica en nuestras vidas diarias. Para esta evaluación, los Maestros
espirituales de Sant Mat han recomendado llevar una introspección diaria en la que señalemos nuestras fallas
en las categorías de la veracidad, no-violencia, humildad y pureza. De esta forma podemos evaluar nuestra
situación y mejorar día a día. Sant Kirpal Singh Ji escribió: «Puesto que Dios es la Verdad, debemos
practicar la Verdad en todos nuestros asuntos. Si la Verdad reside en cada corazón, es en nuestra vida y
acciones como se debe manifestar». Los Maestros de Sant Mat nos dicen que la fuente de toda Verdad reside
en la manifestación de la Corriente de Luz y Sonido interno la que podemos contactar con la meditación. En
este fragmento, Sant Kirpal Singh Ji ilustra lo que significa inculcar en nosotros la virtud de la veracidad.
También dice que la práctica de la veracidad y la meditación son inseparables.
Sant Kirpal Singh Ji Maharaj:
Dios es la Verdad y la Verdad es Dios. Una persona veraz siempre trabaja a la Luz de Dios y no tiene nada
qué temer del mundo. Revestido siempre de la Luz Divina, trabaja y se sostiene en la simplicidad divina,
pues Dios es su áncora de salvación y su refugio... Uno debería seguir el lema: «Sé veraz contigo mismo; no
te engañes». Si uno es veraz consigo mismo, no tiene que temerle a nadie, «pues es veraz con el Dios que
yace en él, que es el mismo que reside en todos los corazones». Por consiguiente, habla la verdad, piensa la
verdad y trata con la verdad; ya que es consciente de la ayuda divina a cada paso. La adversidad no puede
acobardarlo, la desdicha no puede engañarlo y la oposición no puede atacarlo, porque el benigno Poder de
Dios es su escudo y su sostén, que viene en su ayuda a cualquier hora y en cualquier parte. Un corazón así se
convierte en la morada de todas las demás virtudes las cuales llegan por su propia cuenta como una valiosa
aportación. La verdad no significa sólo hablar de la verdad y pensar en la verdad, sino que es una forma de
vida recta.
***
La Verdad de las Verdades reside en el lugar más recóndito del alma humana y se necesita excavar,
desenterrarla y ponerla en práctica abiertamente en todos nuestros actos. El Verdadero Principio del Sonido
es la fuente de toda vida y es solo al contactarlo en el Terreno Divino que llegamos a ser en realidad veraces
y nuestra vida puede ser ajustada en el molde de la verdad. Practicando la Verdad y viviendo la Verdad uno
se reviste del amor del Señor y esparce libremente el amor a todos sin excepción. §
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Siguiente reunión: “Despertar espiritual”
CITAS:
La verdad es elevada, pero más elevado que la verdad es vivir de acuerdo a la verdad. sks
Engañar a los demás es una cosa pero engañarnos a nosotros mismos sólo nos priva de progresar en el
sendero espiritual. srs
La hipocresía consiste en decir una cosa pero hacer otra. Significa no aplicar lo que predicamos. srs
Cualquier cosa que hagas para acercarte a tu meta final de obtener la comunión con Dios, es ser veraz
contigo mismo y cualquier cosa que te aleje de tu meta final, es no serlo. sds
Si queremos convertirnos en un espejo puro que refleje la luz de Dios, no debe haber ninguna mancha ni
imperfección en él. srs
La hipocresía predomina tanto en la sociedad moderna que se ha convertido en una norma de vida. srs
Si seguimos el sendero espiritual de regreso a Dios, es necesario desarrollar todos los aspectos de la
veracidad. srs
Como Dios es la Verdad, debemos practicar la Verdad en todas nuestras acciones. Si la Verdad reside en
todos los corazones, esta se manifiesta en nuestra vida y acciones. sks
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