Sentencia: 00466 Expediente: 07-000357-0161

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Sentencia: 00466 Expediente: 07-000357-0161-CA
Fecha:
22/10/2009 Hora: 10:45:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
N° 466-200 9-I
TRIBUNAL
CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO.
SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ.-
SECCIÓN
PRIMERA.
Goicoechea, a las diez horas cuarenta y cinco minutos del veintidós de octubre de
dos mil nueve.
Apelación municipal interpuesta por Chan Tai Win, mayor, casado, empresario,
vecino de Limón, cédula de residencia número seiscientos veintisiete - noventa y
ocho mil novecientos veinticuatro - dos mil seiscientos treinta y dos, contra el
acuerdo del Concejo Municipal de Pococí, número mil cuatrocientos setenta y cinco,
adoptado en la sesión ordinaria nùmero cincuenta y tres, celebrada el veinticuatro
de julio de dos mil siete, que en su parte dispositiva estableció lo siguiente:
"Rechazar la Solicitud de patente del negocio denominado Casino Atlantic City, por
un período de un año más; acogiéndose a las recomendaciones del señor Marcial
Sánchez Benavides. Los Reg. Bernardo Veach Davis, Luis Venegas Avila, votan en
contra, El Reg. Iván Angulo Vargas no vota por no estar en su curul, Acuerdo
Definitivamente Aprobado."
(sic).
Redacta el Juez Irías Obando; y
CONSIDERANDO
I. HECHOS PROBADOS: De tal naturaleza por constar en el expediente
aportado su existencia, y de relevancia para la debida resolución de la apelación
que se conoce, se tienen como acreditados los siguientes: 1. Que la Municipalidad
de Pococí otorgó al señor Chan Tai Win patente de funcionamiento para el Casino
Atlantic City, la cual venció el treinta y uno de diciembre de dos mil seis. (folios 1,
4, 5 y 50). 2.- Que el indicado casino está localizado en el Centro Comercial
Nuevo Guápiles (folio 50). 3.- Que mediante oficio fechado veintitrés de febrero
de dos mil seis, el señor Solón Armando Murillo Cruz, Administrador Tributario de
la Municipalidad de Pococí, informó al Alcalde de esa Corporación, que por
desconocimiento de la normativa aplicable, se habían cometido omisiones en el
otorgamiento de las patentes para el casino Menut ubicado en el Hotel Talamanca,
y a favor de Chan Tai Win en el Centro Comercial Nuevo Guápiles; señalando para
este último que no es un hotel, y en consecuencia, no puede cumplir con lo
ordenado en la Ley 7088, artículo 8, párrafos cuarto y quinto; por lo que se solicitó
que se realizara un estudio jurídico para determinar si se estaba ante una nulidad
evidente y manifiesta, que permitiera iniciar el trámite de revocación. (folio 50).
3.- Que el Alcalde Municipal de Pococí, remitió la anterior solicitud al Departamento
de Asunto Jurídicos, para que rindiera su dictamen al respecto. (folio 51). 4.- Que
atendiendo lo ordenado, el Licenciado Elías Baltodano Gómez, abogado de planta
de la municipalidad, informó que de conformidad con el artículo dos del Decreto
Ejecutivo número 25228 denominado "Reglamento que regula la concesión de
patentes y permisos de funcionamiento de casinos", la vigencia de las patentes es
de un año, siendo que para su otorgamiento y renovación debe contarse con
documento idóneo que compruebe la clasificación de categoría de hotel, extendida
por el Instituto Costarricense de Turismo, así como también los demás permisos
requerido por ley para su funcionamiento. (folio 52). 5.- Que en inspección
realizada el treinta de marzo de dos mil siete por la Administración Tributaria de la
Municipalidad de Pococí, se verificó que el Casino permanecía abierto en sus
instalaciones en el Centro Comercial Nuevo Guápiles. (folio 54) 6.- Que por
notificación cursada al señor Chan Tai Win, y efectuada el trece de abril de dos mil
siete, la Municipalidad de Pococí le informó que la patente del Casino Atlantic City
venció el treinta y uno de diciembre de dos mil seis, le concedió un plazo de diez
días hábiles para que procediera a renovar el permiso de funcionamiento, bajo
apercibimiento de ordenar el cierre del negocio en caso de omisión, y señalándole
que para tales efectos debía presentar la siguiente documentación: escrito de
solicitud de renovación, copia de la cédula, copia del permiso de funcionamiento
del Ministerio de Seguridad Pública, y la certificación del Instituto Costarricense de
Turismo sobre la calificación del lugar donde va a a funcionar el casino. (folio 55)
7.- Que en escrito presentado el veinticinco de abril de dos mil siete, el señor Tai
Win, solicitó que se ampliara el plazo concedido a sesenta días hábiles. (folio 56).
8.- Que por resolución dictada a las diez horas del nueve de julio de dos mil siete,
el Departamento de Plataforma de Servicios de la Municipalidad de Pococí,
conociendo la gestión presentada por el señor Tai Win, dispuso: "POR TANTO:
Con fundamento en las normas y hechos expuestos, se tiene que el Casino
Atlantic, no cuenta con patente municipal para funcionar y consecuentemente
debe permanecer cerrado, sin perjuicio de que el señor Chan Tai Win tome el
tiempo que necesite para presentar la documentación requerida en la renovación
de la Patente de Casino." Esta resolución le fue notificada al interesado el nueve
de julio de dos mil siete. (folios 57 y 58). 9.- Que mediante escrito fechado nueve
de julio de dos mil siete, el señor Chan Tai Win presentó solicitud de renovación de
patente por un año más para el Casino Atlantic, aportando al efecto el permiso
sanitario de funcionamiento. (folios 59 y 60) 10.- Que por oficio fechado dieciocho
de julio de dos mil siete, el Secretario del Concejo Municipal solicitó al
Departamento de Patentes que verificaran si la solicitud presentada cumplía con
todos los requisitos de ley. (folio 54) 11.- Que con la misma fecha del oficio
anterior, el Coordinador de la Plataforma de Servicios, contestó señalando que la
solicitud carecía de copia de la cédula del solicitante, y copia de la certificación del
Instituto Costarricense de Turismo, según lo establecido en el Artículo 8 de la Ley
número 7088. (folio 65). 12.- Que el Concejo Municipal de Pococí, en la sesión
Ordinaria número cincuenta y tres, celebrada el veinticuatro de julio de dos mil
siete, en su artículo número VI, adoptó el acuerdo número mil cuatrocientos
setenta y cinco, que en su parte dispositiva reza de la siguiente manera: "SE
ACUERDA:
Rechazar la Solicitud de patente del negocio denominado Casino
Atlantic City, por un período de un año más; acogiéndose a las recomendaciones
del señor Marcial Sánchez Benavides. Los Reg. Bernardo Veach Davis, Luis
Venegas Ávila, votan en contra. El Reg. Iván Angulo Vargas no vota por no estar
en su curul.Acuerdo Definitivamente Aprobado." (sic) (folios 67 y 68) 13.- Que
contra el indicado acuerdo, el señor Chan Tai Win presentó los recursos de
revocatoria con apelación en subsidio, e interpuso incidente de suspensión del acto
administrativo. (folios 69 a 71). 14.- Que el Concejo Municipal, en la sesión
ordinaria número cincuenta y cuatro, celebrada el treinta y uno de julio de dos mil
siete, adoptó el acuerdo número mil quinientos quince, que en su parte dispositiva
señala: "Por unanimidad SE ACUERDA: Aprobar las Recomendaciones del LIc.
Elidas Bartodano (sic) Gómez, Acuerdo Definitivamente Aprobado, Dispénsese de
tramite de Comisión. El Concejo Municipal de Pococí, con fundamento en los
hechos y normas legales citadas, así como en la jurisprudencia señalada y
acatando la recomendación brindada por el Departamento de Servicios Jurìdicios
mediante Informe IJ-092SET-2007, RESUELVE: RECHAZAR EN TODOS SUS
EXTREMOS EL RECURSO DE REVOCATORIA INTERPUESTO POR EL SEÑOR CHAN
TAI WIN, CONTRA EL ACUERDO NO. 1475, tomado en Sesión Ordinaria No. 53 del
24 de Julio del 2007, mediante el cual el Concejo Municipal acordó rechazar la
solicitud de renovación de licencia del Casino Atlantic City, realizada por el ahora
recurrente, ordenando en razón de ello, el cierre inmediato del Casino por carecer
de licencia. En este acto se admite para ante el Tribunal Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, la Apelación subsidiariamente interpuesta. En
razón de lo anterior, se ordena elevar los autos al Tribunal, emplazándose a las
partes, para que dentro de los cinco días hábiles siguientes a la notificación de la
presente resolución, acudan ante el Tribunal en defensa de sus intereses. Lo
anterior con fundamento en el Artículo 85 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, Artículo 567 del Código Procesal Civil y Artículo 153
del Código Municipal." (folios 72 a 94).
II. HECHOS NO PROBADOS: Ha quedado indemostrado lo siguiente
ÚNICO: Que el Casino Atlantic City esté localizado en un hotel de primera
categoría, ni que haya aportado la documentación pedida por la Municipalidad de
Pococí para verificar este punto. (los autos)
III. DE LOS AGRAVIOS DEL APELANTE: Al interponer los recursos
correspondientes, el apelante se mostró inconforme con lo resuelto por el Concejo
Municipal, alegando que al otorgársele la patente no se le intimó que su duración
era de un año, lo que hizo que incurriera en una inversión millonaria imposible de
recuperar en ese lapso; que el acuerdo carece de motivación y fundamentación,
pues se indicó que se adoptaba acogiendo la recomendación del señor Marcial
Sánchez Benavides, siendo que no existe ninguna recomendación, pues el indicado
señor lo único que hizo fue citar los requisitos necesarios e indicar que a la
solicitud presentada le faltaban dos de ellos; y que lo actuado por el órgano
deliberativo violenta la normativa vigente en cuanto a motivación y justificación del
acto administrativo, pues únicamente pueden tenerse como definitivamente
aprobados aquellos que se consideren urgentes, sin que se haya realizado ninguna
justificación de porqué se procedió de esa manera.
IV.-SOBRE EL FONDO: De la documentación aportada, se desprende
con claridad que en enero de dos mil seis, el recurrente había obtenido una
patente para la explotación comercial de una casino, denominado Atlantic City, y
que se encuentra ubicado en el Centro Comercial Nuevo Guápiles. Luego, en
febrero de dos mil siete, funcionarios municipales advirtieron que habían cometido
serias omisiones al otorgar el referido permiso, dado que, por desconocimiento, no
habían seguido los lineamientos establecidos en la Ley número 7088 del treinta de
noviembre de mil novecientos ochenta y siete, en cuanto al monto del canon a
pagar, y respecto de que solo pueden autorizarse casinos o salas de juego en
aquellos hoteles calificados de primera categoría, con tres a más estrellas,
conforme lo establezca el Instituto Costarricense de Turismo. Por lo anterior,
requirieron el criterio de su asesoría jurídica, a fin de determinar si procedía la
revocación de lo actuado. Sin embargo, luego determinaron que de conformidad
con lo dispuesto en el artículo dos del Decreto Ejecutivo número 25228 del
veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, la vigencia de las patentes
para este tipo de negocios es de un año, siendo que para su renovación el
solicitante debía presentar documento idóneo que acreditara la clasificación de
categoría de hotel. En consecuencia, quedó claro que para entonces la patente
otorgada ya había vencido, por lo que, luego de constatar que el negocio aludido
continuaba funcionando, le previnieron al propietario para que presentara la
solicitud de renovación, señalándole al efecto los documentos que debía aportar.
En el acuerdo que aquí se recurre, la Municipalidad de Pococí, finalmente decidió
no conceder la solicitud de renovación presentada, dado que incumplía con los
requisitos legales atinentes. En líneas generales, este Tribunal concuerda con lo
dispuesto por la administración y por el órgano deliberante municipal, puesto que
para la explotación de la específica actividad comercial referenciada, el interesado
debe cumplir con los requisitos que al efecto ha dispuesto el legislador. Mal habría
hecho la Municipalidad en otorgar la renovación de la patente pedida, pues habría
actuado en contra de una clara disposición de rango legal. A tales efectos, no solo
se desprende que el interesado no pudo presentar la certificación correspondiente
extendida por el Instituto Costarricense de Turismo, sino que además resulta
evidente la imposibilidad material de cumplir con tal requerimiento, dado que se ha
acreditado que el Casino Atlantic City está localizado en un centro comercial, y no
dentro de un hotel. Ahora bien, el primer reproche del apelante consiste en que al
otorgarle la patente, la Municipalidad no lo intimó que su duración era solo de un
año, y que por ello realizó una importante inversión, que es imposible de recuperar
en tan poco tiempo. El reclamo no es atendible, por cuanto no es obligación de la
Municipalidad formular la intimación que se reclama, ni tampoco se erige como
algún requisito del acto administrativo, siendo que el plazo de vigencia de la
patente no queda al arbitrio de la Municipalidad, sino que está previamente fijado
en el ordenamiento jurídico. Además de ello, es lo cierto que el interesado en
explotar una actividad comercial debe estar al tanto de los requisitos necesarios
para ello, y que de todas maneras, no puede alegar ignorancia de la ley a efecto
que se le conceda un derecho en términos diferenciados. En su segundo agravio,
el inconforme acusa los vicios de falta de motivación y fundamentación puesto que
como única razón del acto, se alude a una supuesta recomendación del funcionario
Marcial Sánchez; que en su criterio no es tal. Sobre este punto, considera este
Tribunal que aunque la motivación del acuerdo es parca, sí resulta suficiente para
que quede indubitablemente establecido cual es su motivo. Así, aunque el
informe rendido por el funcionario referido no contenga una expresa
recomendación, sí es claro al señalar que la solicitud presentada por el señor Tai
Win está incompleta, y que, además de la cédula, no presenta la certificación que
compruebe el cumplimiento de lo ordenado en el artículo 8 de la Ley número
7088. De esta manera, el Concejo Municipal se da por enterado que el petente no
cumple con requisitos legales indispensables para acceder a lo solicitado, y en
consecuencia, rechaza lo pedido. Por consiguiente, no se configuran los vicios
señalados, dado que no hay ausencia total de motivación y fundamentación,
siendo que, de lo expuesto en el acuerdo, queda inequívocamente establecida la
razón de lo decidido. Por último, el recurrente señala que se violenta la normativa
vigente, por cuanto solo podrían tenerse como definitivamente aprobados aquellos
acuerdos que se consideren urgentes, debiendo constar la motivación de tal
determinación. Revisado el alegato, tampoco se le concede razón sobre este
punto. Debe notarse que el artículo 45 de la Ley número 7794, "Código
Municipal", literalmente establece que: "Artículo 45. — Por votación de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros, el Concejo podrá declarar sus
acuerdos como definitivamente aprobados."
Como puede apreciarse, no se establecen en dicha norma otra condición que la
del número de votos para que el Concejo Municipal pueda declarar como
definitivamente aprobado un acuerdo suyo. En consecuencia, no es cierto que
dicha facultad esté limitada a los casos de urgencia; puesto que la discrecionalidad
otorgada por la ley al respecto, no contiene dicho límite. Debido a que el
recurrente no cuenta con los requisitos legales necesarios para que le sea
concedida la patente pedida, y no habiendo otros alegatos capaces de enervar lo
decidido, corresponde confirmar el acuerdo apelado.
POR TANTO:
Se confirma el acuerdo venido en alzada.
Lilliana Quesada Corella
Ileana Isabel Sánchez Navarro
Obando
Gustavo Irías
Exp. N° 07-000357-0161-CA
Municipal
Chan Tai Win contra Municipalidad de Pococí
arv
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:43:20 PM
Sentencia: 00391 Expediente: 04-000044-0163CA
Fecha: 27/08/2009 Hora: 11:25:00 AM
Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo
Sección I
Nº 391 - 200 9-I
TRIBUNAL
CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO.
SECCIÓN
PRIMERA.
SEGUNDO
CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ.-
Goicoechea, a las once horas veinticinco minutos del
veintisiete de agosto de dos mil nueve.
Proceso ordinario establecido por COOPERATIVA DE PRODUCTORES DE LECHE DOS
PINOS R.L. , cédula jurídica número 3-004-045002-30, domiciliada en el Coyol de Alajuela,
siete kilómetros carretera a Puntarenas, contiguo a "Zona Franca Bes", representada por su
Apoderado Especial Judicial Licenciado Carlos Enrique Fonseca Saborío, quien es mayor de edad, divorciado, Abogado,
vecino de San José, cédula de identidad número 1-325-227 , carné del Colegio de Abogados número 3082 contra la
MUNICIPALIDAD DE OREAMUNO, representada por su Alcalde señor Walter Granados Torres.
RESULTANDO
la
1.-Que establecida la cuantía de este asunto como inestimable,
presente demanda es para que en sentencia se declare: "(...) que la COOPERATIVA
DE PRODUCTORES DE LECHE DOS PINOS R.L., no esta obligada a pagar patente
municipal alguna, y que por lo tanto no esta (sic) obligada a suministrar
información contable a la Municipalidad de Oreamuno. Le sean reintegradas a mi
representada la suma cobrada y pagada indebidamente bajo amenaza de cierre
por ¢2.180.000,00, más los intereses de ley. Así mismo, en caso de oposición
solicito se condene a la Municipalidad de Oreamuno al pago de las Costas
Personales y Procesales. (...)".
2.-Que emplazada la Municipalidad para tales efectos,
no procedió a dar contestación a la demanda, en virtud de lo cual por
resolución de las diez horas doce minutos del tres de agosto del dos mil
siete, fue declarada en estado de rebeldía.
3.-Que en sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo y Civil de
Hacienda número 1046-2008, dictada a las ocho horas cuarenta y cinco
minutos del veintinueve de agosto de dos mil ocho, el Juez Felipe Córdoba
Ramírez dispuso: "Por tanto: Se declara sin lugar la presente demanda
ordinaria en todos sus extremos. Se resuelve sin especial condenatoria en
costas." 4.-Inconforme con lo resuelto, la parte actora
formul ó recurso de
apelación, que fue admitido mediante auto de las diez horas y treinta y
ocho minutos del veintisiete de octubre de dos mil ocho; y en virtud del
cual conoce este Tribunal en alzada.
En los procedimientos se observan omisiones capaces de producir
nulidad de lo actuado, y este fallo se dicta dentro del término que permiten
las labores del Despacho, previa deliberación.
5.-
Redacta el Juez Irías Obando ; y
CONSIDERANDO
I.-SOBRE LOS HECHOS PROBADOS Y NO PROBADOS : Por la forma en
que se resuelve, se omite pronunciamiento con relación al elenco de hechos
probados y no probados enunciados en la sentencia que se recurre; así como de
los agravios expresados por la recurrente.
CONSIDERANDO:
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 2, inciso 4) de la Ley de Notificaciones,
Citaciones y otras Comunicaciones Judiciales, vigente a la fecha en que se dictó y se
comunicó la resolución atacada, la sentencia de primera instancia debe notificársele al
demandado rebelde personalmente o en su casa de habitación. En el presente asunto la
accionada Municipalidad de Oreamuno fue declarada rebelde (folio 357); sin embargo,
revisado el sistema de informático de gestión, se advierte que a la corporación municipal no
se le notificó en la forma ordenada por la norma referida, el fallo dictado. Por esta
circunstancia, con el propósito de orientar los procedimientos y evitar cualquier indefensión,
se deberá anular la resolución de las diez horas y treinta y ocho minutos del veintisiete de
octubre de dos mil ocho, que admitió la alzada (folio 383), pues la misma resulta prematura
a tenor de lo dispuesto por el artículo 570, inciso 3) del Código Procesal Civil, para que de
previo a pronunciarse sobre el recurso interpuesto proceda el Juzgado a notificarle
correctamente a la demandada Municipalidad de Oreamuno, la sentencia respectiva acorde
con lo ordenado por la normativa arriba indicada (artículos 194 y 197 del Código Procesal
Civil).
POR TANTO
Se anula la resolución de las diez horas y treinta y ocho minutos del veintisiete de octubre
de dos mil ocho, que admitió la alzada. Proceda el Juzgado conforme con lo señalado en el
Considerando de esta resolución.
Ileana Isabel Sánchez Navarro
Gustavo Irías Obando
Vernor Perera León
Exp. N° 04-000044-0163-CA
Ordinario - Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos R.L. contra Municipalidad de
Oreamuno
arv
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema
Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:46:28 PM
Sentencia: 00465 Expediente: 07-000277-0161-CA
Fecha:
26/10/2007 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
-.No. 465-2007.SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo
Circuito Judicial de San José, a las diez horas cinco minutos del veintiséis de
octubre del dos mil siete.-***
INCIDENTE DE SUSPENSIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO, interpuesta por el
recurrente dentro de RECURSO DE APELACIÓN MUNICIPAL de REYES GERARDO
LEÓN ANGULO, contra el acuerdo AC-137-07, de la sesión 51, acta 71 del dieciséis
de abril de dos mil siete de la MUNICIPALIDAD DE ESCAZÚ.Redacta el Juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO
I.-A fin de resolver la presente incidencia se tienen por ciertos los siguientes
hechos: 1) Que el actor es titular de la patente de licores número uno, del distrito
de San Antonio de Escazú, la cual es explotada en el salón bar "Centro Turístico
Los Reyes" en Bello Horizonte, desde el año mil novecientos setenta y cinco y así
consta en una certificación emitida el veintidós de marzo de dos mil seis (folios 1-4
de este legajo).- 2) Que en setiembre de dos mil siete el actor tenía en su negocio
gastos administrativos fijos por la suma de nueve millones seiscientos once mil
seiscientos cuatro colones y gastos en la compra de mercadería para vender por el
monto de doce millones seiscientos mil colones (ibídem folios 6-10 y 18).-3) Que
en el citado comercio laboran once personas que ven peligrar su empleo con el
cierre del negocio (folios 11-12 ibídem).- 4) Que el catorce de febrero de dos mil
siete, el actor presentó una solicitud de explotación de la patente referida en el
local indicado, para que se le renovara su derecho (folios 56 a 58 del principal,
documentos a folios 25-55 y 59-62 ibídem).-5) Que el 23 de febrero siguiente, por
oficio SLM- 361-07, de la Sección de Licencias Municipales de la Municipalidad de
Escazú se rechazó la gestión del actor (folio 81-82 del principal).-6) Que el doce
de marzo de este año, se presentó gestión del petente alegando cumplir con los
requisitos pendientes (folio 230 del principal).- 7) Que el dieciséis de abril de dos
mil siete, en sesión ordinaria cincuenta y una, acta setenta y uno, por acuerdo AC137-07, el Consejo Municipal acordó rechazar la solicitud de explotación de patente
de licores del actor en el local indicado, considerando que el albacea no tiene
autorización para firmar el contrato y que la iglesia de la comunidad está a menos
de trescientos metros del comercio (folios 257-262 del principal).-8) Que el treinta
y uno de mayo de dos mil siete el administrado presentó recursos de revocatoria y
apelación (folios 263-269 del principal).- 9) Que el dieciocho de junio siguiente, en
sesión ordinaria sesenta, acta ochenta y tres, por acuerdos AC- 234-01-07 y AC234-02-07, la Corporación rechazó el recurso de revocatoria y se admitió la
apelación para ante este Tribunal (folios 482 del principal).10) Que se presentó incidente de suspensión del acto ante esta instancia el trece
de setiembre de este año (folios 20-27 del legajo incidental).II.-Alega el recurrente que desde marzo de mil novecientos setenta y cinco
adquirió una patente de licores nacionales en el distrito de San Antonio y que
explota en el negocio denominado Centro Turístico Los Reyes, en Bello Horizonte
de Escazú, junto con la patente comercial trescientos setenta y cinco de bar, salón
y rokola desde mil novecientos noventa y tres, además alega que la Ley de Licores
no establece la obligación del patentando de renovar su patente cada dos años,
pues las que están a nombre de sus dueños deben tenerse como definitivas y
permanentes, pero que el Concejo Municipal de ese cantón en el acuerdo recurrido,
el AC-137- 07, tomado en sesión número cincuenta y uno, acta setenta y uno del
dieciséis de abril de dos mil siete, determinó, pese a cumplir con todos los
requisitos, no otorgarle la renovación de la explotación de su patente en forma
ilegal, como si estuviera pidiendo la obtención de una patente nueva, alegando que
se ubica a doscientos treinta metros cincuenta y cinco centímetros de la iglesia, la
cual ni siquiera se había construido cuando abrió su negocio, el cual no se ha
motivo de ese lugar en treinta y dos años, o sea desde antes de la Ley de Licores y
su reglamento, actuación municipal que ya en un caso similar fue desestimada por
la Sección Segunda del Tribunal Contencioso Administrativo, en el voto 112-2007
de quince horas veinte minutos del dos de marzo de este año. Señala que en el
giro comercial de su negocio realizó erogaciones importantes que de no cubrir lo
llevaran a la quiebra, gastos administrativos en alquiler de local, salario de
empleados, servicios de limpieza, patentes y servicios municipales, vigilancia
privada, electricidad, derechos laborales y otros por la suma de nueve millones
seiscientos once mil seiscientos cuatro colones anuales, compras de cerveza,
depósito de licores, tabacos, refrescos y otros por doce millones seiscientos mil
colones y cuentas por cobrar por dos millones doscientos diecisiete mil ciento
dieciocho colones, según constata con documentos adjuntos, por lo que pide
acoger el incidente prima facie ante los daños y perjuicios de difícil o imposible
reparación que implican el cierre del negocio y el desempleo de los trabajadores,
para que se suspenda el acto impugnado y se le notifique así al Concejo y al
Alcalde hasta que se resuelva el asunto por el fondo.III.-El artículo 148 de la Ley General de la Administración Pública establece que
los recursos administrativos no tendrán efecto suspensivo de la ejecución, pero el
mismo servidor que dictó el acto, su superior jerárquico o la autoridad que decide
el recurso podrán suspender la ejecución cuando la misma pueda causar perjuicios
graves o de imposible o difícil reparación, en consecuencia la norma es al.aplicable
al trámite que corresponde a la apelación Municipal en vía administrativa ante este
Tribunal (artículos 181 ibídem y 84-85 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa), regulación que responde íntegramente a la doctrina
de la suspensión de acto en vía judicial (numerales 91-93 LRJCA). El caso es que
según consta en autos, el administrado ha estado explotando su la patente de
licores de la que es titular en un local que alquila en Bello Horizonte de San
Antonio de Escazú desde hace treinta y dos años, pero que el municipio ha
resuelto denegar la nueva gestión de explotación de ese derecho en el mismo
local, impidiéndole ejercer su comercio. De lo expuesto queda claro que ante la
imposibilidad de disfrutar la explotación de ese negocio no podrá afrontar el pago
de sus obligaciones ordinarias, por más de nueve millones de colones mensuales y
su deudas, por más de doce millones de colones, según las sumas acreditadas en
el expediente, lo que lleva a considerar que la consecuencia lógica de esa situación
que implica para el administrado la perdida total de su empresa, después de más
de treinta años y eventualmente su quiebra como comerciante. Además de la
perdida del empleo para doce personas, todo lo cual representa claramente un
daño en lo personal difícil de reparar y cierta repercusión social, en relación a las
familias de los trabajadores.
IV.-Es importante además agregar dos consideraciones particulares de este caso.
La primera es que, si bien el proceso se ha tramitado como una gestión de
explotación de patente municipal que se ha denegado, lo cierto es que se trata
de una actividad que se ha venido ejerciendo desde hace muchos años en forma
normal y de la que se ha requerido renovar la licencia de explotación, por lo que lo
que se está denegando es la continuación del ejercicio de los derechos que ha
venido ostentando el administrado en forma legítima, de manera que se trata de
un acto administrativo que interfiere con la situación jurídica que hasta ahora ha
tenido el petente. En segundo lugar, que se trata de un negocio de venta de licor
que ha funcionado por treinta años, sin que conste en el expediente
administrativo, ni en los motivos de la Administración para emitir sus actos que el
local cause algún disturbio en la comunidad o sea foco de algún problema social,
de manera que no se observa ningún interés público de la comunidad ni de su
salud moral que corra peligro y por ende impida la cautelar que se solicita.V.-Considerando que el incidente se presentó ante este Despacho tres meses
después de que se admitió la apelación y que aún no se habían presentado las
piezas ante el Tribunal a esa fecha, por lo que hubo que requerirlas para resolver
esta incidencia y que durante todo este tiempo la situación del administrado ha
estado pendiente, se estima que, con base en los consideraciones anteriores,
procede acoger la incidencia propuesta prima facie (a primera vista), por lo que se
debe autorizar la explotación de la patente en cuestión en el local en que se ha
ejercido normalmente hasta ahora durante el tiempo que tarde en resolverse este
procedimiento administrativo conforme a derecho.POR TANTO
Se declara con lugar prima facie el incidente de suspensión, por lo que se autoriza
al administrado Reyes Gerardo León Angulo a explotar la patente de licores
número uno, del distrito de San Antonio de Escazú, en el salón bar "Centro
Turístico Los Reyes" en Bello Horizonte, hasta que se resuelva la presente
apelación municipal ante este Tribunal por el fondo.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ
JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS
EXP. 07-000277-0161-CA / Inc. Suspensión
REYES GERARDO LEÓN ANGULO c/ MUNICIPALIDAD DE ESCAZÚ
KCONCEPCIÓN
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:47:52 PM
Sentencia: 00391 Expediente: 07-000157-0161-CA
Fecha:
19/09/2007 Hora: 2:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
-.No. 391-2007.SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo
Circuito Judicial de San José, a las catorce horas cinco minutos del diecinueve de
setiembre del dos mil siete.Por apelación de HILO ENTERPRISES CR. S.A., representada por su apoderada
generalísima Irene Cho Kunz, de único apellido por su nacionalidad, mayor,
casada, empresaria, con pasaporte de los Estados Unidos de Norteamérica número
uno tres tres nueve cero tres dos cinco cinco, vecina de San José, conoce el
Tribunal del artículo once, capítulo sétimo, de la Sesión Ordinaria cinco, del treinta
de enero de dos mil siete de la MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA.Redacta el Juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO
I. - HECHOS PROBADOS.: 1) Que el cinco de junio de dos mil seis, se dictó
resolución de la Alcaldía que declaró sin lugar recurso de apelación y confirmó acto
y decisión del Departamento de Inspección General Municipal, que clausuró
operación del negocio de la recurrente por falta de patente municipal, el que fue
notificado el día veinte de ese mes (folios 33- 39).-2) Que diecisiete días hábiles
después, el catorce de julio, la empresa afectada presentó una "recurso" o gestión
de adición y aclaración, en el sentido de que no se había considerado uno de sus
alegatos (folios 40-42).- 3) Que el día diecinueve siguiente se emitió fallo de la
alcaldesa, rechazando la gestión por extemporánea, lo que se comunicó el once de
agosto por fax (folios 43- 45).- 4) Que al tercer día hábil, el dieciséis de agosto, se
presentó recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra la decisión
precedente del diecinueve de julio (folios 46-50).-5) Que el treinta de octubre de
dos mil seis, se emitió acto de la Alcaldía rechazando los recursos por
improcedentes, lo que se notificó el día veintisiete de noviembre siguiente (folios
53-56).- 6) Que el noveno día hábil siguiente, once de diciembre, la apelante
interpuso recurso de apelación por inadmisión (folios 57-59).-7) Que el 30 de
enero de dos mil siete, por artículo once, capítulo sétimo, de la sesión ordinaria
cinco de ese año, el Concejo Municipal tomó el acuerdo aquí impugnado, según el
cual se rechaza el recurso dicho en el hito anterior por resultar extemporáneo, lo
que se comunicó a la administrada el ocho de febrero (folios 70-83).-8) Que el
doce de febrero siguiente la petente interpuso recursos de revocatoria y apelación
contra el acto precedente (folios 107-111).- 9) Que el primero de mayo de este
año, en artículo noveno, capítulo sétimo de la sesión ordinaria dieciocho, el
Concejo rechazó la revocatoria y admitió la apelación para ante este Tribunal
(folios 93-100).II.-La recurrente funda su inconformidad en que ella siempre se ha mantenido a
derecho con sus obligaciones municipales, incluso tiene el certificado de uso de
suelo autorizando su actividad y su intención siempre ha sido contar con los
permisos, licencias y patentes para ejercer su comercio de envió de desechos no
tóxicos fuera del país para reciclar, lo que favorece el balance ecológico de la
ciudad, evitando el desperdicio y aliviando al municipio una carga. Agrega que en
el mismo sentido ha sido consecuente con el pago de impuestos, por lo que le
extraña el proceder de la Administración de clausurar su negocio, sin otorgar un
plazo prudente para completar el requisito faltante, pese a que el pago de estos
tributos son beneficiosos para la ciudad y los proyectos para mejorar la calidad de
vida de los ciudadanos y que no hay muchas empresas que sean igual de
responsables y comprometidas con la comunidad. Indica que conforme con los
documentos que adjunta, al detectar la ausencia de patente se abocó a obtener los
instrumentos necesarios para lograr el otorgamiento de los permisos necesarios
para operar, pero los trámites siempre conllevan atrasos y, a pesar de su voluntad,
no ha sido posible conseguir todos los requisitos, pues faltaba la evaluación de la
Secretaría Técnica Ambiental -SETENA-, lo que se logró hasta diciembre y con base
en ello se hacen las gestiones ante el Ministerio de Salud. Acusa que se le está
causando un grave daño a la situación económica de su empresa, pues el material
de reciclaje requiere un abastecimiento periódico y constante de sus bodegas,
además del necesario pago de salarios sin que la empresa genere ganancias, lo
que amenaza con el cierre de operaciones en perjuicio de las familias de los que
dependen de su actividad, por lo que los efectos devienen en incuantificables; pese
a que los atrasos son causados por otras autoridades públicas. Comenta que
solicitó adicionar y aclarar la resolución de la alcaldesa en relación con el atraso de
la SETENA pero se rechazó su gestión, luego el Concejo no consideró los motivos
alegados y no cursó la apelación por inadmisión en que pide conocer los anteriores
recursos presentados. Pide revocar el acto impugnado que es contrario a derecho,
ordenar la suspensión de sus efectos para evitar responsabilidades de la
Administración, que se le de un plazo razonable para cumplir con los requisitos que
faltan y que se declare la nulidad del acto recurrido.III.-El tribunal observa que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 173 de
la Constitución Política, en relación con 153 y siguientes del Código Municipal y el
84 a 86 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, este
tribunal es un superior no jerárquico del Gobierno municipal, de manera que de
conformidad con el numeral 181 de la Ley General de la Administración Pública,
sólo puede revisar la legalidad del acto, no puede sustituir la voluntad del ente
decidiendo en su lugar, ni emitir indicaciones o tomar decisiones de oportunidad o
conveniencia. Así las cosas, lo que el Consejo Municipal dispuso fue rechazar la
apelación por inadmisión propuesta por la administrada, en virtud de que se
presentó fuera del plazo correspondiente, en efecto, el 27 de noviembre de dos mil
seis se le notificó a la recurrente la decisión de la alcaldesa de rechazar sus
recursos de revocatoria y apelación por improcedentes y es hasta el noveno día
hábil siguiente, 11 de diciembre, que se interpuso el recurso de apelación por
inadmisión (hechos 5º y 6 º); esta gestión esta prevista únicamente en el Código
Procesal Civil (artículo 583 y siguientes), según el cual el plazo para interponerla es
de tres días si la autoridad que rechaza la apelación reside en el mismo lugar que
su superior jerárquico, en caso contrario será de cinco días (artículo 585 ibídem);
en consecuencia, lo resuelto por el gobierno local es conforme a derecho y este
Tribunal debe ratificarlo sin más consideraciones. De conformidad con la ley 7274
de diez de diciembre de mil novecientos noventa y uno, se debe dar por agotada la
vía administrativa.POR TANTO
Se confirma el acto impugnado y se da por agotada la vía administrativa.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ
JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS
EXP. 07-000157-0161-C.A. / Municipal
HILO ENTERPRISES CR S.A. c/ MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA
KCONCEPCIÓN
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:49:12 PM
Sentencia: 00331 Expediente: 04-000186-0161-CA
Fecha:
29/08/2007 Hora: 10:25:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
-.No. 331-2007.TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO; SECCIÓN PRIMERA. Segundo Circuito
Judicial de San José. A las diez horas veinticinco minutos del veintinueve de agosto
del dos mil siete.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- establecido por HAL
ANTILLEN S.A., "en adelante HOLLAND AMERICA", sociedad de Curazao, Antillas
Holandesas, representada por su apoderado generalísimo en Costa Rica, Tomás
Federico Nassar Pérez, vecino de San José, con cédula 1-508-509; contra la
MUNICIPALIDAD DE ESPARZA, representada por su alcalde Dagoberto Venegas
Porras, ingeniero agrónomo, con cédula 6-155-699. Intervienen además como
apoderados especiales judiciales, del actor, la licenciada Cristina Sansonetti
Hautala, soltera, de San José, con cédula 1-107-4332 y, por la municipalidad, la
licenciada Kattia Guerrero Barboza, con cédula 6-228-342. Los personeros son
mayores y, con la excepción dicha, abogados.RESULTANDO
1 .- Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, esta
demanda especial de impugnación de impuestos, estimada en nueve millones
seiscientos ochenta y un mil ochenta y siete colones con quince céntimos, tiene por
objeto que en sentencia se declare:
"... la NULIDAD ABSOLUTA de las Actuaciones (sic) dictadas por la
MUNICIPALIDAD DE ESPARZA resolución de la Alcaldía de la Municipalidad de
Esparza de las catorce horas del 8º de diciembre de 2003 y resolución
administrativa del Concejo Municipal de Esparza, adoptada en la Sesión
Extraordinaria en el Acta Número Cincuenta y Dos, según Artículo Dos del Capitulo
Único realizada el viernes 13º de Febrero de 2004, en las cuales se obliga
Inconstitucional, Ilegal e Arbitrariamente (sic) a la empresa HAL ANTILLEN N.V. a
pagar una CONTRIBUCIÓN INDEBIDA DE TRIBUTOS por concepto de patente
municipal, estando la obligación tributaria prescrita y realizándose sin la
existencia de un procedimiento administrativo previo, utilizándose un medio de
material (sic) de coacción e incumpliendo el marco legal y constitucional. Por estas
razones, solicito se CONDENE A LA MUNICIPALIDAD ESPARZA (sic) a restituir la
suma de ¢8,737,446.15 (OCHO MILLONES SETECIENTOS SETENTA Y SIETE MIL
CUATROCIENTOS CUARENTA Y SEIS COLONES CON QUINCE CÉNTIMOS). Se le
condene a pagar los INTERESES CALCULADOS DESDE LA FECHA DE PAGO HASTA
EL 16 DE SETIEMBRE DE 2004, DE CONFORMIDAD CON EL NUMERAL 58º DEL
CÓDIGO DE NORMAS Y PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS, los que ascienden a la
suma de ¢1,124,796.55 (UN MILLÓN CIENTO VEINTICUATRO MIL SETECIENTOS
NOVENTA Y SEIS (sic) CON CINCUENTA Y CINCO CÉNTIMOS). Solicito que se
condene al demandado al pago de ambas costas del presente proceso. ...
PETICIÓN ESPECIAL. Solicito que este Tribunal en el momento procesal oportuno
eleve en consulta constitucional la aplicación del inciso primero y segundo del
artículo 18º de la Ley de Tarifas de Impuestos MunicipaLes del Cantón de Esparza
con la Convención Internacional aprobada por la Asamblea Legislativa como ley
1800 de 1954."
2.-El entidad municipal contestó negativamente las pretensiones de la actora,
alega caducidad de la acción y pide que la misma se declare sin lugar.3.-En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan
causales capaces de invalidar lo actuado. Esta sentencia se dicta dentro del
término de ley.
Redacta el juez Villalobos Soto y,
CONSIDERANDO
I.-HECHOS PROBADOS.: 1) Que el ocho de febrero de mil novecientos noventa y
nueve, se recibió por la empresa R. Smyth & Co. Ltda. la liquidación de derechos
de zarpe cobrados por la Municipalidad de Esparza sobre varias barcos, incluyendo
intereses y multas, entre las que hay dieciséis cargos sobre la nave Maasdam
(folios 78 a 83 del principal).2) Que el siete de octubre de dos mil tres se emitió un documento de la
Municipalidad accionada, en el cual se indicaba que a nombre del buque
"MAASDAM" se debía, entre el ocho de enero de mil noventa y seis y el veintiséis
de junio de mil novecientos noventa y siete, por derechos de zarpe más los
intereses, según la tasa anual variable a octubre de dos mil tres, la suma de ocho
millones setecientos treinta y siete mil cuatrocientos cuarenta y seis colones con
trece céntimos (folios 4-5 de expediente administrativo).3) Que el día ocho siguiente, se remitió comunicación de la deuda dicha en el hito
anterior al capitán de la nave (folio 7 ibídem).4) Que el mismo día ocho de octubre de dos mil tres, se hizo un depósito bancario
a favor del municipio por la suma referida (folio 19 ibídem y 6 del principal).5) Que en la misma fecha la Capitanía de Puerto de Puntarenas certificó que ese
día arribó el buque Maasdam de Holanda, recibido a las nueve horas quince
minutos y que zarpó a las dieciocho horas (folio 43 del principal).6) Que el mismo ocho de octubre, ante el pago realizado, el Alcalde remitió oficio
al Capitán de Puerto indicando que no había motivo de su institución para impedir
la salida del buque en cuestión (hecho 3ª de la demanda admitido a folios 30 y 113
ibídem, documentos a folios 11 y 20 de Exp. Adm.).7) Que el dos de diciembre del mismo año, la actora presentó un reclamo de
devolución de la suma pagada ante la Municipalidad (Hecho segundo de la
demanda admitido a folios 30 y 91 del principal y documento a folio 21-31 de Exp.
Adm.).8) Que el ocho de diciembre siguiente, se emitió resolución de la alcaldía
denegando el reclamo en todos sus extremos (folios 32-35 ibídem).9) Que el diecisiete de diciembre de dos mil tres, la accionante interpuso recursos
de revocatoria con apelación en subsidio contra lo dispuesto por la Alcaldía (folios
39-46 ibídem).10) Que el veintiséis de diciembre siguiente, el Despacho del Alcalde rechazó la
revocatoria y admitió la apelación ante el Concejo (folios 47-49 ibídem).11) Que el trece de febrero de dos mil cuatro, en acta de la sesión extraordinaria
cincuenta y dos, artículo segundo capítulo único, el gobierno municipal rechazó los
alegatos del recurrente, declarando que "... se estima en todos sus efectos la
resolución recurrida..." y da por agotada la vía administrativa, decisión que se
notificó al interesado el día cuatro de mayo de ese año (folios 1-5 del principal y
54-59 del administrativo).12) Que la presente demanda se interpuso en estrados judiciales el primero de
junio de dos mil cuatro (folio 9 del principal).13) Que el actor aportó certificación notarial de los Estados Unidos de
Norteamérica de un documento oficial del Reino de los Países Bajos, número
treinta y dos mil diez, denominado: "EXTRACTO DEL REGISTRO DE LA ESCRITURA
DE CONSTITUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD QUE CABE AL QUE ALQUILA
BARCO", número de inscripción 09-05-1996, nombre del buque "MAASDAM", barco
de crucero, "Propietario: HAI, NADERLAND N.V., DE REYTERKADE 62,
WILLEMSTAD (CURAZAO) HOLANDA, ANTILLAS/ Arrendador del buque: DE
REYTERKADE 62, WILLEMSTAD (CURAZAO) HOLANDA, ANTILLAS/ Fletador del
buque: Holland America Line NV, Cuneweg 5, 3208 KJ Spijkenisse" (folios 152168).II. SOBRE LA ACCIÓN: La petente indica que la demandada procedió en forma
ilegal e inconstitucional a requerir el cobro de tarifas de Impuestos Municipales, sin
la existencia de un procedimiento administrativo previo para cobrar una obligación
ya prescrita bajo la amenaza de negarle la salida al crucero de su propiedad en el
Puerto de Caldera, pese a que el nave estaba al día en el pago de los derechos de
servicios portuarios del INCOPP, por lo que hubo que pagar sin oportunidad de
defensa "a los efectos de no provocar una verdadera crisis en la imagen del
turismo costarricense". Señala que el ocho de octubre de dos mil tres, mediante
una actuación material, la municipalidad impidió al buque zarpar, pese a que no
había antecedentes de cobro administrativo, ni procedimiento especial tributario
previo conforme al artículo 79 del Código Municipal, la ley 7562 y el Código de
Normas y Procedimientos Tributarios, ni audiencia, derecho de defensa o
notificación previa; así se le ordenó al Capitán de Puerto que los buques que
supuestamente tenían deudas con la corporación debían ser retenidos, utilizando
potestades desproporcionadas, irrazonables e ilegales, de manera que por una
deuda de poco menos de nueve millones de colones se retuvo una nave que vale
más de doscientos millones de dólares, con mil doscientos sesenta y seis pasajeros
entre tripulación y turistas, que deja ingentes divisas en el país y que paga sus
derechos portuarios por medio de sus agentes. Alega que la detención de un buque
está regulada en la "Convención Internacional para la Unificación de Ciertas Reglas
en Materia de Embargo Preventivo de Buques de Mar de 1954", aprobada por la
Ley 1800 de Costa Rica, según la cual su inmovilización por disposición de una
autoridad para garantizar un crédito equivale a un embargo y sólo puede ser
decretada por orden de un tribunal u otra autoridad judicial competente, no
obstante se accedió a la medida impuesta por el Municipio, en contravención al
numeral 7º de la Constitución Política, sin atender a los principios de razonabilidad
y proporcionalidad administrativas, sin el debido proceso que también es garantía
constitucional, para el cobro de un impuesto, sus intereses y multas que estaban
prescritos, lo que constituye una vía de hecho. Dice que la convención citada
prohíbe a una autoridad administrativa inmovilizar el buque y en consecuencia
utilizar los mecanismos de acción para exigir el pago de un impuesto, pudiendo
utilizar otras alternativas de coacción que no fueran contrarias al principio de
legalidad y a los derechos subjetivos de la actora. Agrega que la Ley de Impuestos
Municipales 7562, de 28 de noviembre de 1995, establece en el artículo 10 que la
calificación del tributo debe notificarse al contribuyente por medio del ejecutivo
municipal, no obstante esto no se cumplió, pues la única notificación que se les
comunicó fue la orden de detención del buque, además el artículo 11 ibídem
dispone el derecho de impugnar el cobro antes de que la resolución haya quedado
firme, pero de no hacerlo la municipalidad no podrá cobrar multas ni intereses,
pudiendo agotar la vía administrativa ante el Concejo Municipal, pero estos
derechos no se le reconocieron, de manera que la determinación de la obligación
tributaria adolece de vicios de nulidad absoluta y es una actuación material. Insiste
en que, conforme al plazo de cuatro años del Código Tributario y de cinco años del
Municipal, el capital adeudado estaba prescrito y por ende los intereses, por lo que
requiere que se reparen las infracciones indicadas y se disponga el reintegro de la
suma dicha. Acusa que lo que se está dando es una doble imposición por un mismo
hecho, pues por la misma situación le cobra una tarifa tributaria el INCOPP y otra
la municipalidad.III.-SOBRE LA DEFENSA: la municipalidad por su parte señala que la acción se
refiere a un reclamo rechazado en vía administrativa conforme a derecho, pues el
cobro del tributo en cuestión fue realizado en estricto apego a la ley 7562, sobre la
cual ya la Sala Constitucional ha conocido diversas acciones de constitucionalidad y
recursos de amparo, en los que siempre se ha mantenido el criterio de la
razonabilidad de la norma, por la cual procede al cobro por concepto de Derecho de
Zarpe, cita los votos 5925-96, 6525-98, 2448-02 y 11349-2004. Agrega que el
cobro fue realizado al buque Maasdam, del que la actora no demostró siguiera ser
la propietaria y que, en vía administrativa no se constató ilegalidad alguna, pues el
caso es que el acto de notificación de la deuda no fue impugnado en forma
oportuna y conforme a derecho. Alega que el reclamo es un circunloquio con el que
se quiere burlar los plazos de caducidad que corresponden a este tipo de proceso.
Considera que se acciona contra lo resuelto en una solicitud administrativa
efectuada por la actora para pedir la devolución de dinero, sin que previamente
exista una resolución judicial que determine la improcedencia del cobro del
impuesto, lo que debió interponer en el plazo de treinta días a partir de la
notificación del acto, el cual se dio el ocho de octubre de dos mil tres. Indica que
según el voto 2448-2002 de la Sala Constitucional, recaído en un recurso de
amparo del representante de la actora contra el artículo 18 de la Ley 7562, el oficio
municipal con el que se notificó el cobro de sumas debidas y la comunicación
efectuada por la Capitanía de Puerto del deber de cancelar la deuda no vulneran el
debido proceso, tratándose de la potestad impositiva de las municipalidades,
dentro de la procedencia de gravar actividades sin necesidad de previa audiencia;
por ende, la actora debió interponer la demanda judicial en el plazo de treinta días
a partir de la notificación, lo que no hizo sino hasta el dos de diciembre siguiente,
enque interpuso un reclamo administrativo, por lo que la acción deviene caduca, de
conformidad con los artículos 83.4 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa y 154 inciso e) del Código Municipal. Alega que es falso
que lo resuelto sea ilegal o inconstitucional, pues lo que se resolvió no fue la
imposición de un tributo, sino la gestión de devolución de dinero interpuesta
cuarenta días hábiles después de notificada la deuda. Refiere que la Sala
Constitucional ha establecido la procedencia del cobro efectuado y del
procedimiento usado. Observa que la actora confunde el pago de servicios
portuarios con el de impuesto municipal, el cual es conforme a derecho y que se
basa en otro hecho generador diferente, además que las acciones de cobro si se
efectuaron como procedía y no fueron impugnadas en forma oportuna, de hecho
hubo gestiones previas de cancelación a través de Smyth Internacional S.A., el
agente marítimo de la petente, como medio de enlace de la naviera propietaria del
crucero, desde el día ocho de febrero de 1999, en que se le comunicó un detalle de
lo adeudado por diferentes buques, entre ellos el Maasdam. Considera que no son
de aplicación al caso los artículos 10 y 11 de la ley dicha, pues se refieren a que
haya una intención defraudatoria en una declaración o impugnación contra la
calificación de oficio. Por lo anterior pide declarar sin lugar la demanda.IV.-SOBRE LA CADUCIDAD. El municipio fundamenta esta defensa señalando que
la actora se enteró del cobro del tributo el 8 de octubre de dos mil tres, por lo que
tenía treinta días hábiles para impugnar esa liquidación ante los tribunales, como
dispone el artículo 83 párrafo 4º de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, no obstante se estima que el argumento no es de
recibo, el actor lo que viene impugnando en este proceso son las resoluciones que
el municipio tomó en virtud de su reclamo, pide la nulidad de la "resolución de la
Alcaldía de la Municipalidad de Esparza de las catorce horas del 8º de diciembre de
2003 y resolución administrativa del Concejo Municipal de Esparza, adoptada en la
Sesión Extraordinaria en el Acta Número Cincuenta y Dos, según Artículo Dos del
Capítulo Único realizada el viernes 13º de Febrero de 2004", y respecto de esos
actos, la demanda si ha sido puesta dentro del plazo de ley. Además el artículo 154
inciso e del Código Municipal, se refiere a que no cabe recurso de apelación ante el
jerarca impropio de los acuerdos del Concejo en materia tributaria, pero dicha
norma no impide impugnar las decisiones de los otros órganos municipales ni
presentar este juicio especial tributario.- En consecuencia, no se presenta la
situación de la caducidad alegada y se debe desestimar tal defensa.V.-SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY. El actor le solicita al Tribunal
que haga la consulta a la Sala Constitucional en relación a que la Ley de los
Impuestos Municipales del Cantón de Esparza, número 7562 de 28 de noviembre
de 1995, que sería inconstitucional por cuanto permite el embargo de un buque en
contravención de lo que establece un tratado internacional, el Convenio de
Unificación de Reglas de Embargo Preventivo de Buques en Alta Mar, Ley 1800 de
30 de setiembre de 1954, lo que infringe el artículo 7 de la Constitución Política,
indica que en concreto el artículo 4 de éste convenio establece que no se puede
embargar un buque si no es con autorización de un Tribunal u otra autoridad
judicial del Estado Contratante. Al respecto se deben hacer dos observaciones, la
primera es que el artículo citado se refiere a las acciones de embargo en virtud de
situaciones de cobro de "Créditos Marítimos", por una serie de causas que define el
artículo 1º del mismo convenio, principalmente el cobro de daños causados con
ocasión del uso o manejo de una nave, lo que no corresponde a la situación en que
se basa este juicio; por el contrario, el que se debe aplicar es el artículo 2º ibídem,
el cual establece que ".... ninguna de las disposiciones del presente Convenio podrá
considerarse como una extensión o una restricción de los derechos y poderes que
los Estados, Autoridades públicas o Autoridades portuarias posee por sus leyes
internas o sus reglamentos, de embargar, detener o de otra manera impedir que
un buque se haga a la mar dentro de su jurisdicción." En otras palabras, el
Convenio no restringe la disposición de la ley interna 7562 que autoriza al Alcalde,
autoridad pública del cantón, a impedir la salida de un buque por el pago de
tributos. El segundo motivo es que, con base en el razonamiento anterior, este
Tribunal no tiene duda alguna de la constitucionalidad de la ley en cuestión y por
ende no está legitimado para hacer la consulta, según lo que norma el numeral
102 de la Ley de Jurisdicción Constitucional.VI.-SOBRE EL DEBIDO PROCESO: Se alega que la accionada se vio sujeta a una
actuación material, pues no se le permitió defenderse mediante ningún proceso
anterior a la acción de cobro y retención del permiso de zarpe, no obstante la
actuación municipal es conforme a derecho, pues según dispone el artículo 10 de la
ley 7562 se puede hacer la liquidación de los impuestos, con las multas e intereses
correspondientes y, una vez fijada según sus cálculos la suma final, proceder a su
comunicación al deudor; es a partir de este momento en que nace el
procedimiento, pues el administrado tiene la posibilidad de interponer los recursos
correspondientes, presentar su prueba y hacer los alegatos que estime para que la
autoridad los considere y en su momento los admita o rechace conforme a derecho
(artículo 11 ibídem), por ende, no hubo violación al debido proceso, sino que la
actora fue notificada en forma oportuna de su obligación y se le abrió la
oportunidad de defensa correspondiente. Ahora bien, hay una situación particular
en este tipo de casos, y es que se trata de la actividad de navíos de mar, que se
presentan de vez en cuanto o cada cierto período de tiempo, pero que permanecen
en el país unos pocos días, de manera que no hay un domicilio cierto donde
localizar a sus representantes legales; cuando la Administración debe considerar un
recurso necesita de un plazo razonable para resolver, pero la nave no puede ni
suele detenerse el tiempo necesario, ello implica una condición legal especial para
la Administración y para el administrado, quien es el que puede abusar de esa
situación para evadir sus obligaciones, de hecho, consta en autos que la acción de
cobro se refería a varios cargos en los que la petente había incurrido y la nave se
había ido sin pagarlos en fechas anteriores; es por ello que la ley dispuso un
mecanismo adecuado en el numeral 18, cuando ordena que la Capitanía de Puerto
no permitirá el zarpe de ninguna nave que no haya pagado la patente municipal
respectiva y en el 19, que autoriza a tomar las medidas administrativas necesarias
para aplicar la ley. En consecuencia, el hecho de que se le notificara por medio de
la orden del Capitán de Puerto y se le retuviera el permiso de zarpe están
plenamente justificado en las normas dichas y en el hecho de que la actora no
tenía un representante legal responsable a quien notificar y con quien tratar, ni
información sobre el nombre del capitán de la nave, ni otro medio material alguno
para asegurar el pago de unos tributos que ya se habían evadido en diversas
ocasiones; ello no impedía a la accionante presentar los recursos correspondientes
y alegar las defensas que considerara necesarias y, si se trataba de liberar a la
nave, pudo hacer un pago bajo protesta y continuar el procedimiento mediante un
representante para garantizar que se resolvieran sus alegatos y, si fuera
procedente, se le reintegrara su dinero. En su alegato insinúa que al efecto tiene
agentes marítimos que la representan en el pago de sus obligaciones, pero al
respecto el municipio demostró que desde febrero de mil novecientos noventa y
nueve se le notificó a la empresa R. Smyth & Co. Ltda. la liquidación de derechos
de zarpe cobrados sobre varias barcos, incluyendo intereses y multas, entre las
que había dieciséis cargos sobre la nave Maasdam, sin que ello tuviera tuviera el
efecto de que la petente se hiciera presente o nombrara un apoderado que aclarara
sus obligaciones. La actuación municipal no resulta desproporcionada, sino
adecuada a los hechos que la realidad le impone y que le impiden actuar de otra
forma, tampoco son irrazonables ni ilegales, sino que corresponden a las
potestades que le da la ley y que permiten las circunstancias, en este sentido, ante
alegatos similares, la propia Sala Constitucional dijo:
"UNICO: El recurrente reclama que los recurridos le cobran el impuesto
municipal denominado "derecho de zarpe", sin que le haya dado audiencia
o comunicado sobre las sumas adeudadas a su representada. El defecto que
advierte el recurrente en la actuación administrativa es refutado por el Capitán
de Puerto de Puntarenas, quien indica que en oficio número CPP-2001-219 se
comunicó a la amparada sobre la cancelación de la deuda por concepto de
patente municipal, y que hacía imposible que el buque zarpara sin
cancelar previamente ese tributo. Asimismo, se hizo referencia al oficio
municipal que contenía las sumas cobradas, intereses y multa, y se le
indicó que debía comunicarse con el Alcalde Municipal para cualquier duda
(ver folios 25 y 26). De manera que no advierte esta Sala lesión al debido
proceso, pues se trata de la potestad impositiva de las municipalidades, y por lo
tanto la procedencia de gravar actividades sin necesidad de previa audiencia
(véase en ese sentido la sentencia número 5925-96 de las 15:21 horas del 5 de
noviembre de 1996). En consecuencia, el recurso debe desestimarse. (Voto 200202448 de 10:16 horas del 8 de marzo de 2002, la negrilla no es del original).En consecuencia, la actuación que se discute fue conforme a los medios y formas
que permite la ley, como se ha razonado.VII.-SOBRE LA PRESCRIPCIÓN: El actor alega que el acto impugnado es nulo en
cuanto deniega devolverle el pago que hizo del impuesto, por cuanto se le cobró un
tributo prescrito, al respecto se debe señalar que de conformidad con el artículo 53
inciso c) del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, el plazo de
prescripción se interrumpe por el reconocimiento de la deuda por parte del deudor;
en el presente caso, la actora procedió a cancelar la obligación sin presentar los
recursos a los que tenía derecho impugnándola, que era la oportunidad legal que
tenía para alegar esa forma de extinción de su obligación, por el contrario optó por
cancelar y consentir el acto en ese momento, por lo que deviene improcedente que
pretenda reabrir el trámite fenecido y alegar extemporáneamente esa cuestión, de
manera que la denegación de este extremo por la municipalidad es conforme a
derecho.VIII.-SOBRE LA DOBLE IMPOSICIÓN: Alega la actora que es ilegal el cobro del
tributo municipal por cuanto ya se le cobra el mismo por el INCOP (o sea el
Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico), argumento que adolece de dos
deficiencias. La primera es que no fundamenta porque considera que ambos cobros
responden al mismo concepto, lo único que señala es que los dos implican la
autorización de zarpar, razón que es insuficiente. El segundo defecto es que de su
propio alegato se desprende que el instituto dicho cobra una tarifa por servicios
portuarios, o sea un precio a cambio de recibir el derecho de atracar la nave y
permitir que su pasaje descienda a tierra, pueda repostar provisiones, descargar
mercadería, etcétera; en tanto que el municipio lo que cobra es un impuesto de
patente, cuyo hecho generador es el ejercicio de actividades lucrativas dentro del
territorio del Cantón de Esparza, artículo 1º de la Ley 7562, que en su caso
consiste en la actividad de transporte marítimo (ver en este sentido el voto 592596 de 15:21 horas del 5 de noviembre de 1996 de la Sala Constitucional); de
manera que se trata de hechos generadores totalmente diferentes, por lo que el
alegato se debe desestimar.IX.-No encontrándose vicio alguno de nulidad en lo resuelto por la demandada,
procede rechazar la petición de nulidad y, en consecuencia, también la solicitud de
devolución del tributo cancelado, en su lugar se debe declarar sin lugar la demanda
y acoger la oposición de la Municipalidad. No observándose ninguna de las
circunstancias que prevee el artículo 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa para absolver en costas, procede, de conformidad con
el 103 ibídem en relación con el 221 del Código Procesal Civil, condenar a la
accionante al pago de las costas procesales y personales.POR TANTO
Se rechaza la excepción de caducidad y se declara sin lugar la demanda en todos
sus extremos. Son ambas costas a cargo de la parte actora.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ
JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ILEANA ISABEL SÁNCHEZ NAVARRO
EXP. 04-000186-0161-CA / Tributario
HAL ANTILLEN N.V. -HOLLAND AMERICA- c/ MUNICIPALIDAD DE ESPARZA
KCONCEPCIÓN
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:50:24 PM
Sentencia: 00301 Expediente: 04-000267-0161-CA
Fecha:
03/08/2007 Hora: 11:15:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
-.No. 301-2007.TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN PRIMERA. Segundo Circuito
Judicial de San José, a las once horas quince minutos del tres de agosto del dos mil
siete.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- establecido por NAIDA
SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por su apoderado generalísimo Alvaro Madrigal
Castro, vecino de Cartago, con cédula 1-428-855, contra la MUNICIPALIDAD DE
ALVARADO, representada por su Alcalde, Ángel Raquel López Gómez, vecino de
Charcalillos de Pacallas, con cédula 3-142-316. Ambos personeros son mayores y
casados.RESULTANDO
1 .- Cuantificando su acción como inestimable, el actor presenta esta demanda
especial de impugnación de impuestos para que en sentencia:
"a. Se declare con lugar la presente demanda en todos sus extremos. b. Se declare
absolutamente nulo y contrario a derecho, el acto administrativo dictado en el
Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del 11 de octubre de
2004, refrendada el 18 de octubre de ese año, dictado por el Concejo Municipal de
la Municipalidad demandada, mediante el cual denegó la petición de devolución y
ordenó mantener el cobro del impuesto de patentes sobre la actividad de lechería
desplegada por mi representada. c. Se declare que la actividad lechera desplegada
por mi representada, no se encuentra sujeta al pago del impuesto de patente, según
lo dispuesto por la Ley 7463. d. Se ordene a la Municipalidad de Alvarado, la
devolución de lo pagado indebidamente a la fecha y los futuros pagos que mi
representada realice, así como los intereses correspondientes, calculados sobre la
suma pagada, anterior y posterior a la fecha de la presente demandada (sic), todo a
tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios. e. Se condene a la Municipalidad demandada al pago de las costas
procesales y personales del presente proceso.- “
2.-A la Municipalidad accionada se le notificó el auto inicial apercibida de que debía
indicar lugar o medio donde atender notificaciones, sin que se apersonara al proceso
o hiciera gestión alguna. Se le dio traslado de la formalización de la demanda por
auto de once horas treinta y nueve minutos del primero de febrero de dos mil seis y,
no habiendo presentado gestión alguna al efecto, a gestión del actor se la declaró
rebelde y por admitidos los hechos en que se basa la acción por auto de trece horas
cincuenta minutos del cinco de mayo siguiente (folio 88).3.-En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan
causales capaces de invalidar lo actuado. Esta sentencia se dicta dentro del plazo
que permiten las condiciones materiales del Despacho.Redacta el juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO
I.-HECHOS PROBADOS.: 1) Que la accionante es una empresa agrícola cuya
actividad se reduce a la extracción de leche, contribuyente del Impuesto de Patente
(No. 98) ante la Municipalidad de Alvarado de Cartago (hecho 1º de la demanda
tenido por admitido por la accionada a folios 54 y 88 del principal).2) Que el veintitrés de agosto de dos mil dos se emitió el dictamen C-220-2002 de
la Procuraduría General de la República a la Municipalidad de Alvarado, señalando
que la actividad de lechería debe pagar patente municipal por ser industrial,
según la Ley de Impuestos Municipales de ese cantón (hecho 1.2 de la demanda, a
folios 54 y 88 del principal, folios 1-8 de expediente administrativo).3) Que el diez de setiembre de dos mil dos, ante consulta del municipio, el Instituto
de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), por oficio DJI-1348, confirmó el criterio
anterior (folios 10-11 de Exp. Adm.).4) Que el veintiuno de octubre siguiente, en Sesión Ordinaria veinticuatro, el
Gobierno Municipal autorizó al Departamento de Rentas y Catastro a dar continuidad
al cobro de patentes a las personas que se dedican a la actividad lechera (folio 17
ibídem).5) Que el cuatro de noviembre del mismo año, por oficio RC-071-011-2002, el
Departamento de Rentas notificó a los productores de leche de la comunidad que
debían gestionar el otorgamiento de patente para su actividad, lo cual cumplió la
actora mediante gestión del veinticinco de noviembre de dos mil dos y que en la
misma fecha fue aprobada por el Consejo Municipal, en sesión ordinaria número
treinta (folios 18-28 ibídem). 6) Que el diez de julio de dos mil tres se le comunicó a
la petente un aviso de cobro de impuestos municipales, incluyendo el de patente de
lechería entre otros (folio 2 del principal).7) Que el día diez de diciembre de dos mil tres, la accionante presentó escrito ante
el Departamento de Rentas Municipal, pidiendo que se revoque el criterio por el cual
se le cobra el derecho de patente por su actividad y se disponga la devolución del
dinero pagado (folio 29-40 ibídem, hecho 1.3 de la demanda a folio 56 del
principal).8) Que el nueve de enero de dos mil cuatro el encargado del Departamento de
Rentas rechazó el reclamo (folio 41 del Exp. Adm.).9) Que el día quince del mismo mes y año, la administrada presentó recursos de
revocatoria y apelación en subsidio contra la decisión precedente (folios 42 y 55 de
Exp. Adm.).10) Que el 16 de enero la misma actora hizo gestión ante el alcalde para que se
solicitara revisión y reconsideración del dictamen de la Procuraduría, expresando los
motivos jurídicos de la acción, sin que se le resolviera en ningún sentido (hechos 1.4
y 1.5 de la demanda a folio 57 del principal).11) Que el 21 de enero siguiente, se emitió oficio RC-004-01-2004, por el cual se
rechazó la solicitud de devolución de impuesto por extemporánea y admitió
apelación ante el superior jerárquico (documento y hecho 1.6 de la demanda a folios
1-3 y 57 del principal).12) Que el once de octubre de dos mil cuatro, artículo 1º, inciso B, capítulo sexto,
de la Sesión Ordinaria ciento veinticuatro del Concejo de la Municipalidad
demandada, se rechazaron los recursos del actor y se confirmaron los actos
impugnados (hecho 1.7 de la demanda a folio 57 y documento a folios 21, 30 y 36
del principal).13) Que el dos de diciembre de dos mil cinco, se emitió certificación del Instituto
Nacional de Estadística y Censos indicando que, según la Clasificación Industrial
Internacional Uniforme de Todas Las Actividades Económicas, utilizada por ese ente,
la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría de ganado lechero (clase
0121), con producción de leche cruda; que la elaboración de leche fuera del
establecimiento se incluye en la clase 1520 de elaboración de productos lácteos, que
corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras, cuando hay filtración,
inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y líquida, separación
de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera, lo que no incluye
la producción de leche cruda que corresponde a la otra clase citada (0121) y que la
referida es la clasificación que se usa en el país (folios 77-79 ibídem).II.-SOBRE LA ACCIÓN: El actor señala que la tesis de la Procuraduría General de la
República, que encasilla la actividad de lechería como industrial, se basa en la
referencia al Diccionario Enciclopédico VOX, pero que le parece no es pertinente
usar ese criterio para interpretar una norma jurídica, por lo que llega a una
conclusión contradictoria, pues la ley no permite considerar que la actividad de
lechería esté gravada. Señala que la propia Sala Primera de la Corte Suprema de
Justicia ha interpretado en diversas ocasiones el concepto de empresa agrícola y
comercial, cita el texto de los votos No. 9 de catorce horas cuarenta y cinco minutos
del dieciséis de enero de mil novecientos noventa y uno y el 34 de quince horas del
veintisiete de abril de 1990, en la que se dice que lo agrícola es el desarrollo de un
ciclo biológico, vegetal o animal, relacionado al disfrute de las fuerzas y los recursos
naturales, que se resuelve por la obtención de frutos vegetales o animales,
destinables al consumo directo. En el mismo sentido cita el voto del Tribunal
Contencioso Administrativo 347-2002, de diecinueve horas cuarenta y cinco minutos
del cuatro de octubre de dos mil dos, en el cual, en un proceso especial tributario,
se falló en contra de la Municipalidad de Guácimo, pues se indicó que aún cuando
hubiese cierta transformación no se daba actividad industrial. Indica que de lo citado
se obtiene que la extracción de productos agrícolas puede configurar una empresa
agropecuaria sin que ello constituya actividad industrial, como es el caso de la
lechería, de donde sólo se extrae la leche, sin que haya homgenización,
pasteurización o deshidratación; como si ocurre en la actividad industrial. Refiere
también la Clasificación Internacional de Actividades Económicas vigente en nuestro
país, que es vinculante de conformidad con lo dicho en el artículo 15 de la Ley de
Patentes que interesa, según la cual la cría de animales y en este contexto la de
ganado lechero, se refiere como agricultura en la clase 0121, para producción de
leche; en el tanto se clasifica como industrial en la clase 1520 la de elaboración de
productos lácteos, de la que se excluye expresamente la producción de leche cruda.
Concluye que la empresa de su representada no se encuentra gravada por la ley
referida, por lo que la interpretación de la Procuraduría en que se basa el municipio
resulta errónea y vicia la decisión de cobro del tributo, por lo que pide acoger la
demanda.IV.- El Tribunal analiza que el tributo de patente municipal que se cuestiona, está
regulado en la Ley 7463, del doce de diciembre de mil novecientos noventa y
cuatro, la cual establece en sus numerales 1º y 15º el sujeto pasivo y el hecho
generador, así, en su artículo primero dice que las personas físicas o jurídicas que se
dediquen al ejercicio de actividades lucrativas de cualquier tipo en el cantón de
Alvarado, deberán pagar un impuesto de patente, luego en el quince dice
"ARTICULO 15.Actividades lucrativas afectas al impuesto.
Por las actividades lucrativas que seguidamente se enumeran, comprendidas
en la clasificación internacional de actividades económicas, los patentados
pagarán conforme a lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley, excepto
las mencionadas en su artículo 16.
a) Industria:
Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para extraer,
transformar o manufacturar uno o varios productos. Incluye el
procesamiento de productos agrícolas y la transformación, mecánica o química,
de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos
mecanizados o no, en fábricas o domicilios.
Además, implica tanto la creación de productos como los talleres de
reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de
minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la
construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, las instalaciones
y las vías de transporte, las imprentas, las editoriales y los establecimientos
similares.
En general, se refiere a mercaderías, construcciones y bienes muebles e
inmuebles.
b) Comercio:
Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades,
títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes
económicos, según la oferta y la demanda, tales como casas de representación,
comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros,
salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo cuanto involucre
transacciones de mercado de cualquier tipo.
c) Servicios:
Comprende los servicios prestados al sector privado, al público, o a ambos,
atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el
almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de
enseñanza privada, excepto los semioficiales. (La negrilla no es del original).
La cita interesa por varios motivos importantes, en primer lugar define cuales
actividades lucrativas están afectas al impuesto, de manera que si no están en la
clasificación debe interpretarse que no pueden ser afectadas al mismo, ello se
confirma cuando la misma norma dispone en forma directa que esas empresas
pagarán las tarifas establecidas en los numerales 3, 4 y 16 de la misma ley, que son
las que fijan el monto del tributo, de manera que si no hay otro tipo de gravamen
para alguna labor o actividad diferente se debe entender que están excluídas del
tributo. Finalmente, la norma citada da dos criterios importantes para resolver la
cuestión, el primero es que define tres actividades lucrativas, servicios, comercio e
industria, de las que, por lógica y por la fundamentación de los actos en cuestión
interesa sólo la industrial, la cual se define por los verbos extraer, transformar,
manufacturar y procesar, señalando que hay industria cuando se modifica y
transforma una materia prima en un producto distinto, lo que no ocurre en la
actividad lechera que se reduce a criar el ganado y extraer de él la leche cruda; el
segundo aspecto es que la propia norma refiere a la clasificación internacional de
actividades económicas, al efecto, una entidad oficial, que es una institución
autónoma, como lo es el Instituto Nacional de Estadística y Censos, ha certificado
según prueba que consta en autos, que la Clasificación Industrial Internacional
Uniforme de Todas Las Actividades Económicas, utilizada por él es la oficial para el
país y que, según la misma, la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría
de ganado lechero (clase 0121), lo cual involucra la producción de leche cruda, que
expresamente se refiere como labor excluida en lo que se trata de la elaboración de
leche fuera del establecimiento, que es la clase 1520, de elaboración de productos
lácteos, que corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras; esto es,
cuando hay filtración, inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y
líquida, separación de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera
(folios 77-79 ibídem). Este análisis permite concluir que, de conformidad con la letra
de la ley citada y las referencias jurídicas que la misma impone, la actividad de
lechería pura y simple, o sea de cría de ganado para extracción de leche cruda no
está gravada en la ley y los impuestos impugnados devienen ilegales.V.- En uno de los votos que cita el actor, el 347-2002 de la Sección Segunda de éste
Tribunal, del diez horas cuarenta y cinco minutos del cuatro de octubre de dos mil
dos, se conoció un caso muy similar, respecto de una ley con regulación análoga a
la que se considera respecto del cobro de patente por la Municipalidad de Guácimo,
en la que se discutía el mismo punto jurídico y se llegó a la misma conclusión, en
aquel caso se indicó:
"II- La Municipalidad de Guácimo acordó cobrarle a la sociedad actora, los
impuestos municipales de conformidad con la Ley de 7545 de 21 de setiembre de
1995, denominada Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Guácimo,
que en sus artículos 1 y 14 dispone:
“Artículo 1- Obligatoriedad de pago del impuesto. Las personas físicas o jurídicas
que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas de cualquier tipo, en el cantón
de Guácimo, están obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto de patentes,
conforme a esta ley.”
“Artículo 14.- Actividades lucrativas afectas al impuesto.
Todas la actividades lucrativas que seguidamente se enumeran, comprendidas en la
clasificación internacional de actividades económicas, pagarán conforme a lo
dispuesto en los Artículos 1, 3 y 4 anteriores.
a) Industria:
Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la
transformación o la manufactura de uno o varios productos. Incluye el
procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de
sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos
mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos,
como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la
explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o
gaseoso; la construcción. La reparación o la demolición de todo tipo de edificios,
instalaciones y vías de transporte; las imprentas, las editoriales y los
establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones,
bienes muebles e inmuebles.
b) Comercio:
Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades,
títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes
económicos, según la oferta y la demanda, tales como casas de representación,
comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros,
salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo lo que involucre
transacciones de mercado de cualquier tipo.
c) Servicio:
Comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos,
atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el
almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de
enseñanza privada, excepto los semioficiales.”
III.- Como es sabido, en materia impositiva rige el principio de reserva legal,
la que si bien es de carácter relativo, exige la definición de los elementos
básicos del tributo a través de una ley formal. Esto así por virtud de lo
dispuesto en la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13), y en el artículo 5 del
Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales
11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica
que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin
que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, allí donde
puede haber gravamen para el patrimonio del particular. Por esto mismo, le
está vedado a la Administración -en este caso la Municipal-, la creación de
los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades
administrativas. Esta conclusión se reafirma con la misma ley de referencia (N°
7545), cuando en su artículo primero obliga al pago de un impuesto de patente: "
conforme a esta Ley ". La interpretación no puede ser otra: para establecer la
obligación Tributaria debe atenderse a lo dispuesto expresamente por el cuerpo
normativo en mención, pues tampoco podría afirmarse que por ser lucrativa,
toda actividad está afecta al tributo que establezca el municipio por simple
acuerdo. Esta última, sería una interpretación violatoria, en forma flagrante, al
supra-citado principio de reserva de Ley.
IV- De acuerdo con lo anteriormente dicho, las actividades lucrativas a que se
refiere el artículo primero, son aquellas que con detalle enumera el artículo
14, porque si se toma el primero de ellos en forma independiente, se llegaría al
absurdo de que las personas físicas que devengan un salario, como gestión
honerosa, tendrían que pagar impuestos municipales. De manera que para poder
determinar los sujetos que han de cubrir este impuesto a la Municipalidad de
Guácimo según su ley, debe analizarse si su accionar se encuentra enmarcado
dentro de los supuestos del artículo 14, tal como lo señaló con acierto la
sentencia de la Sección Primera de este Tribunal, N° 2-2000, de las 11:15
hrs. del 7 de enero del 2000.
V- De lo anterior se deduce que aquellas personas o empresas que se
dedican al giro agrícola no están obligadas a pagar impuestos municipales a
la accionada, puesto que la transformación y tratamiento con productos químicos a
que alude el informe del asesor legal, en el caso de la actora no está dirigido
obtener productos nuevos, ni se trata tampoco de un intermediario, sino que el
proceso normal que sufren los productos agrícolas, por lo que la accionante se
enmarca dentro de lo que se conoce como empresa agrícola, no equiparable
a una industria o comercio, como lo ha entendido el ente corporativo. Al respecto
ha resuelto la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, entre otras en la
resolución No. 68 de 16:10 horas del 8 de mayo de 1991, ... (La negrilla no es del
original)"
Razonamientos que son de recibo en este caso.VI.-En consecuencia, al basarse el criterio municipal para determinar la existencia
del tributo en una interpretación contraria al espíritu de la norma a aplicar, su
contenido resulta ilegal y por ende los actos de cobro también, por lo que procede
acoger la demanda y declarar la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV,
artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del municipio demandado y la del
que lo confirmó, en la que se denegó la petición de devolución de lo pagado y
ordenó mantener el cobro del impuesto de patente sobre la actividad de lechería
desplegada por la actora, la cual no se encuentra sujeta al pago de ese tributo,
según lo dispuesto por la Ley 7463, por ende debe dicha corporación devolver el
monto cancelado por ese concepto por la accionante hasta la fecha, así como los
intereses correspondientes, calculados sobre las sumas pagadas, anteriores y
posteriores a la fecha de la presente demanda, todo a tenor de lo dispuesto en el
artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios.VII.- No se analizan defensas por no haber sido opuestas por la demandada en el
momento procesal oportuno. Ahora bien, se debe considerar que la accionada no se
opuso a la pretensión judicial, además que su actuar estaba basado en un criterio de
la Procuraduría General de la República, que es vinculante y por ende estaba
obligada a acatarlo, además de que también lo consultó con el Instituto de Fomento
y Asesoría Municipal, con el mismo resultado, por lo cual se estima que se trató de
cuestiones cuya naturaleza daban motivo bastante para litigar, por lo que, por
imperativo del artículo 98 inciso c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, se impone la absolución en el pago de costas.
Asimismo, habiéndose declarado la rebeldía de dicha parte, se debe disponer la
notificación de esta sentencia en forma personal con su alcalde o en el domicilio de
la corporación..POR TANTO
Se acoge con lugar la demanda contencioso administrativa -especial tributaria- de
NAIDA SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por su apoderado generalísimo Alvaro
Madrigal Castro, contra la MUNICIPALIDAD DE ALVARADO, en consecuencia se
declara la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la
Sesión Ordinaria Nº 124, refrendado el 18 de octubre de ese año, tomados por ese
Concejo Municipal, en cuanto denegó la petición de devolución y ordenó mantener el
cobro del impuesto sobre la actividad de lechería desplegada por la actora, la cual
no se encuentra sujeta al pago de ese tributo, según lo dispuesto por la Ley 7463;
por ende debe dicha corporación devolver los montos cancelados por ese concepto
por la accionante hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados
sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la presente demanda, conforme
al artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. Se resuelve sin
especial condena al pago de costas personales y procesales, notifíquese esta
sentencia en forma personal con el Alcalde o en el domicilio de su Despacho.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ
JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ILEANA SÁNCHEZ NAVARRO
EXP. 04-000267-0161-CA / Tributario
NAIDA S.A. c/ MUNICIPALIDAD DE ALVARADO
KCONCEPCIÓN
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010
9:51:21 PM
Sentencia: 00515 Expediente: 03-000324-0161-CA
Fecha:
14/11/2006 Hora: 2:00:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección I
Nº 515-2006
SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo
Circuito Judicial de San José, a las catorce horas del catorce de noviembre de dos
mil seis.
Proceso especial tributario formulado por el BANCO POPULAR Y DE DESARROLLO
COMUNAL, representado por su apoderado especial judicial, licenciado Walter
Gómez Quirós, abogado, vecino de Cartago, en contra de la MUNICIPALIDAD DE
CORREDORES, representada por su apoderado especial judicial, licenciado Roberto
Borbón Sartoresi, abogado, vecino de Montelimar de Goicoechea. Ambos
apoderados son mayores de edad, casados y abogados.
RESULTANDO
1º. Considerada como inestimable, la presente demanda, fundamentada en los
hechos aducidos y en los preceptos jurídicos citados, es para que en sentencia se
declare: " 1. Con base en lo anterior solicito con todo respeto, acoger la presente
demanda y declarar la improcedencia y la nulidad de los actos de la Municipalidad
de Corredores tendiente a efectuar el cobro de patente municipal a mi representado
con base en la ley número 7459. Consecuentemente, que el Banco Popular no está
obligado a pagar el impuesto de patente que le ha atribuido la Municipalidad de
Corredores. 2- Que por lo tanto, debe la Municipalidad de Corredores devolver al
Banco todo pago efectuado o que deba efectuarse por este concepto, debiendo
reconocer los intereses legales sobre dichos pagos, lo cuales corren desde el día en
que se efectúen hasta la efectiva devolución del importe de éstos. Debe condenarse
a la Municipalidad igualmente al pago de las costas de este Juicio (sic). 3.
Subsidiariamente, en el evento de que el Banco se encuentre obligado a pagar este
Tributo, se acoja la prescripción sobre períodos y rubros correspondiente conforme a
las disposiciones tributarias aplicables".
2º. La Municipalidad de Corredores contestó negativamente la demanda y opuso las
excepciones de falta de derecho, falta de legitimación activa y pasiva y la defensa
previa de caducidad del plazo para interponer la demanda, la que fue declarada sin
lugar interlocutoriamente.
3º. En los procedimientos se han seguido las prescripciones legales, no hay errores
ni omisiones que ameriten corrección o impliquen nulidad y se dicta esta sentencia
dentro del plazo que permiten las labores del Despacho, previas las deliberaciones
de rigor.
Redacta la conjueza Vargas Rodríguez.
CONSIDERANDO
I. Por encontrar sustento probatorio en los expedientes administrativo y judicial, se
tienen como demostrados los siguientes hechos: 1)Por oficio del dieciséis de mayo
de dos mil tres, el señor Marino Rodríguez Esquivel, del Departamento de Rentas de
la Municipalidad accionada requirió al actor para que pagara impuesto de patente,
para lo cual debería realizar la debida solicitud. (Folio 9 del expediente). 2) En
contra de tal decisión se formularon los recursos de revocatoria y apelación ante el
"superior que corresponda". (Folios 5, 6 y 7 del expediente). 3. El cuatro de agosto
del dos mil tres, el Departamento de Rentas mencionado, rechazó la revocatoria
formulada y elevó la apelación ante el Alcalde Municipal. (Folio 11 del expediente).
4. El veintisiete de agosto del mismo año, el Alcalde César Moya Gutiérrez, declaró
sin lugar el recurso de apelación. (Folios 26 y 27 del expediente administrativo). 5)
El tres de setiembre del año dicho se formuló esta acción. (Folio 3 del expediente
judicial). 6) Por resolución de las ocho horas y catorce minutos del veintidós de
setiembre del dos mil tres, la jueza tramitadora de este Tribunal previno a la parte
actora que demostrara el agotamiento de la vía administrativa y en caso de no
haberlo hecho, lo hiciera, para lo cual concedió los plazos de ley. (Folio 18). 7)
Recurrido el auto anterior se denegó la revocatoria y se conminó al accionante a
cumplir con lo dispuesto en aquella resolución, en auto de las diez horas y cuarenta
y seis minutos del diez de diciembre de dos mil tres. (Folio 22) 8)El seis de enero de
dos mil cuatro, el actor formuló ante el Concejo de Corredores recurso
extraordinario de revisión en contra de la resolución del Alcalde Muncipal. (Folio 24).
9) El doce de febrero de dos mil cuatro, el Concejo dicho, rechazó el recurso
extraordinario de revisión por considerarlo improcedente y le sugirió al accionante
acudir a la instancia judicial correspondiente. (Folio 33 del expediente).
II Esta acción pretende que se declare que el Banco Popular y de Desarrollo
Comunal, no debe pagar la patente a que le requiere el Concejo Municipal
demandado, por cuanto la Ley 7459, Ley de Tarifas de Impuestos de la
Municipalidad de Corredores, impone ese tributo a las actividades lucrativas, de
manera que el hecho generador no se produce pues ese tipo de actividad es ajena a
los preceptos de creación del banco actor, posición que ha sido mantenida mediante
diversos pronciamiento judiciales, tanto de la Sala Constitucional, como de este
Tribunal. Señala que el fin público del Banco le impide aquélla característica, que se
refiere a la actividad económica de los particulares produciéndoles provecho,
ventaja o ganancia que se produce por el ejercicio económico en en actividades
comerciales. La ley define sus cometidos cuales son la participación en el desarrollo
social del país, sin enriquecerse o sacar provecho para sí, sino como soporte de
desarrollo a los trabajadores, por lo que no puede ser sujeto de una imposición
tributaria, al no configurarse el hecho generador del tributo.
III. La Municipalidad de Corredores sostiene que el actor es sujeto del tributo que
establece la ley de patentes de ese municipio, por cuanto ejerce una gran variedad
de actividades comerciales que producen ganancias o lucro. Afirma que así lo ha
sostenido un pronunciamiento de la Procuraduría General de la República y que la
jurisprudencia que se menciona por parte del actor, es anterior a las reformas de su
Ley Orgánica, que en los tiempos que corren ese Banco realiza toda clase de
préstamos millonarios y gran número de actividades que son sin lugar a dudas
lucrativas, por lo que está obligado a operar con una patente municipal y pagar el
impuesto correspondiente.
IV. El punto en conflicto ha sido debatido ante este Tribunal en diversos procesos y
en todos ellos se ha sostenido la tesis, fundamentada en jurisprudencia de la Sala
Constitucional que ha dicho que las actividades que ejercen entidades tales como el
Banco Popular y de Desarrollo Comunal, no son de índole lucrativa, posición que se
reitera una vez más. La opinión de la Procuraduría General de la República, no es
una consulta como expresamente se advierte en el documento, respetable pero no
obligatoria para los tribunales de justicia. El punto sobre el que existe discrepancia
no es sobre las actividades de índole bancaria que ejerce el accionante, sino de que
las utilidades que obtiene con ellas no enriquecen a una sociedad o persona, sino
que son destinadas a los fines que señalan las leyes que las rigen. (Artículos 34, 39,
40 de la Ley Orgánica del Banco Popular y de Desarrollo Comunal).
IV. De conformidad con lo expuesto, procede rechazar las excepciones interpuestas,
falta de derecho, de legitimación activa y pasiva, está última por cuanto es evidente
que la prestación que mediante el proceso deduce la parte actora, no pago de
patente municipal de su sucursal en Corredores, se corresponde con la legitimación
activa y la pasiva al municipio mencionado, quien exige aquél.
V. En cuanto a las peticiones propuestas deben acogerse del modo que se dirá,
entendiéndose denegadas en lo no expresamente concedidas: El Banco Popular y de
Desarrollo Comunal no está obligado a pagar el impuesto de patente cobrado por la
Municipalidad de Corredores. En caso de haber pagado alguna suma por dicho
concepto, deberá ser devuelta junto con los intereses generados desde su
cancelación hasta su efectiva devolución, a la tasa de interés legal.
VI. El pago de ambas costas han de correr a cargo de la vencida, pues no encuentra
el tribunal que existan las causales de exoneración enumeradas en el artícul 98 de la
Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
POR TANTO
Se rechazan las excepciones de falta de derecho, ausencia de legitimación activa y
pasiva. Se declara con lugar la demanda en los términos que expresamente se
consignan entendiéndose denegada en lo no expresamente concedido: el Banco
Popular y de Desarrollo Comunal no está obligado a pagar el impuesto de patente
cobrado por la Municipalidad de Corredores. En caso de haber pagado alguna suma
por dicho concepto, deberá ser devuelta junto con los intereses generados desde su
cancelación hasta su efectiva devolución, a la tasa de interés legal. Se condena a la
vencida al pago de ambas costas del proceso.
ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ
JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS
EXP. 03-000324-0161-CA / Tributario B.P.D.C. c/ MUNICIPALIDAD DE CORREDORES
KCONCEPCIÓN
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:53:03 PM
Sentencia: 00300 Expediente: 03-000269-0161-CA
Fecha:
23/09/2008 Hora: 2:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección II
%
Exp / Nº 03-000269-161-CA
Proceso/ Especial Tributario
Actor/ Melones de Costa Rica
Notificaciones/ Carlos Enrique González Pinto fax 2282-13-54
Demandado/Municipalidad de Liberia
Nº300-2008
SECCIÓN SEGUNDA TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO II CIRCUITO
JUDICIAL, Goicoechea a las catorce horas y cinco minutos del veintitrés de setiembre
del dos mil ocho.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- formulado por MELONES DE
COSTA RICA SOCIEDAD ANÓNIMA , representada por su Presidente,
Vicepresidente, Secretario y Tesorero, todos ellos con facultades de apoderados
especiales judiciales sin límite de suma, que pueden actuar conjunta o separadamente
respectivamente, Carlos Manuel González Alvarado, agricultor; José Antonio Yock
Fung, contador público; Carlos Enrique González Pinto, ingeniero, vecino de Cartago y
Alfredo Apéstegui Barzuna, ingeniero en tecnología de alimentos; contra la
MUNICIPALIDAD DE LIBERIA , representado por su alcalde Ricardo Adolfo Samper
Ugarte, vecino de Guanacaste. Las personas físicas son mayores de edad, casados,
abogados y con las salvedades hechas, vecinos de San José.
RESULTANDO
I.-Estimada en un millón setenta y dos mil quinientos dieciséis colones con
cinco céntimos y fundamentada en las disposiciones de los artículos 11, 18, 40, 45,
48, 121, inciso 13 de la Constitución Política, 1,3, 4, 16 de la Ley 8235 Ley de Patentes
del Cantón de Liberia; artículo 11 de la Ley General de la Administración Pública, 5, 43
del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, 2, 3, 4, incisos d) y e) 13 inciso h)
del Código Municipal, 1,10. 19, 31, 46, 82 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, la presente demanda es para que en sentencia se declare
"1- Que se revoque el Acuerdo del Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3,
tomado en la Sesión Extraordinaria Nº 11- 2003, por resultar contrario a los principios
y normas legales antes citadas. 2- Que la actividad de producción de melones, al
tratarse de una actividad agrícola no se encuentra gravada expresamente por la Ley de
Patentes del Cantón de Liberia, Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que como
consecuencia de lo anterior, se ha violado el principio de reserva de ley ya que al no
estar la actividad agrícola gravada por la Ley de Patentes de la Municipalidad de
Liberia, la Municipalidad no puede estar cobrando dicho tributo a Melones de Costa
Rica S. A. 4- Se acuerde que es procedente la devolución de los tributos cancelados
indebidamente y bajo protesta, por Melones de Costa Rica, S.A., para el primer
trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y para los períodos (sic)
subsiguientes hasta la finalización de este proceso judicial. 5- Que se acuerde el pago
de los intereses correspondientes a cargo de la Municipalidad demandada por las
sumas pagadas indebidamente, los cuales se deben calcular desde el momento en que
se efectúo el pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución. 6- Se excluya a
mi representada del registro de contribuyentes de este tributo para los sucesivos
trimestres. 7- Se condene a la Municipalidad demandada al pago de las costas
procesales y personales derivadas de este proceso. II. En Subsidio. En caso que no se
acoja el anterior reclamo en todos sus extremos, se solicita que subsidiariamente se
declare: 1- Que la tarifa definida en el artículo cuatro de la Ley de Patentes del Cantón
de Liberia Nº 8235 del 21 de abril de 2002, al ser aplicada a los ingresos brutos,
genera un cobro indebido (e inconstitucional) de parte del Municipio y en contra de
Melones de Costa Rica, S.A., pues al encontrarse con pérdidas fiscales, según se ha
demostrado con la copia de la declaración del impuesto sobre la renta del período
2002, grava su propiedad en lugar de hacerlo sobre las rentas o utilidades. 2- En
consecuencia de lo anterior se acuerde que es procedente la devolución de los tributos
cancelados indebidamente, y bajo protesta, por Melones de Costa Rica, S. A., para el
primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y para los períodos
subsiguientes hasta la finalización de este proceso judicial, así como los intereses
correspondientes los cuales se deben calcular desde el momento en que se efectúo el
pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución. 3- No se vuelva a cobrar
dicho tributo a Melones de Costa Rica, S.A. en aquellos períodos en donde la tarifa del
impuesto se torne confiscatoria. 4. Se condene a la Municipalidad demandada al pago
de las costas procesales y personales debidas de este proceso."
II.-La Municipalidad de Liberia no contestó la demanda en el plazo concedido para
tales efectos y a petición de parte, fue declarada en rebeldía. (folio 127)
III.-Al proceso se le ha dado el trámite debido, y no se observan vicios u omisiones
susceptibles de producir nulidad de lo actuado o indefensión a las partes. Se dicta esta
resolución dentro del plazo legal, previa deliberación; y
Redacta la jueza Jiménez Quesada; y
CONSIDERANDO
I- HECHOS PROBADOS: Para la resolución de la presente litis se tiene por probados
los siguientes: a) La empresa Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad
Anónima por fusión por absorción, se dedica al cultivo y exportación de melones a
Estados Unidos y Europa, vendiendo la fruta en su estado natural. (Hecho 1º de la
demanda, folio 91, así como 170 de los autos). b) Que con fecha 13 de noviembre del
año 2000, Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, solicitó a
la Municipalidad de Liberia, la respectiva patente municipal, para poner en operación
una planta empacadora de melón en el Distrito de Cañas Dulces de Liberia (ver folio 19
del expediente administrativo); c) Que el día 24 de noviembre de 2000, el
Departamento de Rentas y Cobranzas Municipales otorgó a Melones del Pacífico hoy
Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, la licencia Municipal Nº 7996, para ejercer
actividades lucrativas dentro del Cantón de Liberia ( folio 25 y 26 del expediente
administrativo); d) Que Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad
Anónima, presentó el Departamento de Rentas y Cobranzas Municipales de la
demandada, declaración jurada 090 correspondiente al período fiscal 2002, el 20 de
diciembre de ese mismo año ( folio 33 del expediente administrativo); e) Con base en
dicha declaración jurada, el treinta y uno de enero de dos mil tres, se procedió a la
fijación del impuesto de patentes del primer semestre del dos mil tres, por la suma de
un millón setenta y dos mil quinientos dieciséis colones con cinco céntimos,
monto que fue cancelado bajo protesta, al considerar la empresa accionante que dicho
cálculo se realizó con base en los ingresos brutos, lo que consideraba excesivo. (folio
37 del expediente administrativo); f) Que el dos de abril del mismo año, la actora
formuló ante el Concejo Municipal de Liberia, formal reclamo para que conociera y
aprobara la devolución del Impuesto de Patentes correspondiente al primer trimestre
del período dos mil tres, por la suma de un millón setenta y dos mil quinientos
dieciséis colones con cinco céntimos, se declarara que la producción y venta de
melones, al tratarse de una actividad agrícola no se encontraba gravada expresamente
por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia Nº 8235( hecho 6º de la demanda, folio
92 expediente judicial, 47 a 64 del administrativo); g) Que el Concejo Municipal
demandado, en la sesión extraordinaria Nº 11-2003, rechazó el reclamo interpuesto
mediante el acuerdo Nº 2, capítulo 3 (hecho 7º de la demanda, folio 61, expediente
administrativo, folios 70 a 75); h) Que en la planta de la actora se da el proceso
productivo y proceso de empaque de melón, que dicha actividad es netamente
agrícola, ya que las frutas sufren un proceso de selección, lavado, empaque en bolsas
plásticas, colocación en áreas de frío y embalaje en cajas de cartón. Que el melón no
sufre transformación física ni química alguna durante su producción o paso por la
empacadora. Ademas no se obtienen subproductos (Pericia del ingeniero Gerardo E.
Hidalgo Vega, folios 163 y 164 del expediente principal)
II- FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO DE ESTA ACCIÓN: Con este proceso
pretende el personero de la sociedad actora, que se le reconozca la no sujeción del
pago del tributo de patente Municipal, por no estar previsto el mismo en la relación con
la actividad agricola, que realiza su representada, petición que en su momento fue
rechazada por aquélla, aduciendo que el tipo de actividad que realiza su representada
se encuentra entre las que la Ley 8235 del 2 de abril de 2002, Ley de Patentes de la
Municipalidad de Liberia, estipula para el cobro del impuesto Municipal, habida cuenta
de que se trata de una actividad agrícola, y el artículo 1º de aquella ley, establece la
necesidad de pagar un impuesto para obtener licencia Municipal, para ejercer cualquier
actividad lucrativa, sin excepción alguna. Como contra argumento de lo indicado por el
ente Territorial, indica que, el artículo 16 de su Ley de Patentes, establece claramente
una lista taxativa de las actividades lucrativas que están sujetas al tributo, dentro de
las cuales no se encuentra la actividad agrícola ejercida por su representada. Respalda
su ruego, indicando que la actuación administrativa violenta el Principio de Reserva
Legal, en materia Tributaria que deriva de los artículos 121 inco 13 de la Constitución
Política, ya que pretende gravar una actividad agrícola con el impuesto de patentes,
siendo que las mismas en virtud del 16 de su Ley de Patentes, no se encuentra como
hecho generador del impuesto. Que además la tarifa es confiscatoria al basarse en el
ingreso bruto, y por lo tanto no debe cobrarse ya que esto iría en contra del Principio
de Capacidad Contributiva que deriva de los artículo 18 y 33 de la Carta Magna.
III.-SOBRE LAS LICENCIAS MUNICIPALES: En torno al tema de las licencias
municipales y la obligación de tributar por ellas, resulta necesario realizar algunas
consideraciones. El Código Municipal establece en su numeral 79 que “Para ejercer
cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal
respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Dicho impuesto se
pagará durante todo el tiempo en que se haya ejercido la actividad lucrativa o por el
tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se haya realizado.”
Puede interpretarse de lo anterior, que nuestra legislación Tributaria Municipal,
distingue entre la licencia, referida como el acto administrativo que habilita al
particular para ejercer determinada actividad de índole lucrativa y el pago del tributo
correspondiente, que responde al impuesto de patente. Este último está comprendido
en la clasificación establecida en el artículo 4 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios, que define el impuesto como “aquel tributo cuya obligación tiene como
hecho generador una situación independiente de toda actividad estatal relativa al
contribuyente” ; figura cuya naturaleza, objetivos y fines provienen de la potestad
tributaria de las municipalidades; y en la que su hecho generador es constituido por la
expedición de la licencia (permiso) para la realización de la actividad lucrativa en el
ámbito territorial de determinado gobierno local. Ahora bien, en lo que respecta a la
determinación del Tributo Municipal, en aplicación pura y simple del artículo 13 del
Código Municipal inciso b) dice que "corresponde al Concejo Municipal, “… proponer los
proyectos de tributos municipales a la Asamblea Legislativa”. Es así como el Poder
Legislativo, en el ejercicio de sus funciones conferidas por la Carta Magna, procede a
aprobar o improbar la propuesta de ley emanada del ente Municipal en su competencia
tributaria. Lo anterior debido a que en Costa Rica no se da una descentralización
política, que permita a estas autoridades, una potestad tributaria originaria, la que se
da en regímenes donde los ayuntamientos pueden crear impuestos sin la necesidad de
ser controlados por otro ente u órgano, donde para la validez y eficacia de esos
tributos así creados, basta el respeto a la distribución de competencias que se
consigne en la Carta Magna, situación que no aplica a nuestro medio. Acorde a lo
anterior, resulta claro que no basta la simple aplicación del canon 79 del Código
Municipal antes transcrito, para imponer el pago de un impuesto a la patente, ya que
además de esta normativa general, existe en nuestro medio, legislación especial en
cada territorio municipal, con referencia a este tema, ya que se tiene independencia,
para determinar en forma detallada las actividades sujetas al cargo tributario. Esto
quiere decir, que cuando es aprobada una Ley de Patentes, por parte del órgano
Legislativo, la Municipal a la que corresponde la normativa tributaria, queda sujeta a lo
dispuesto en ella, supeditada a lo dispuesto que forma parte del bloque de legalidad
que tiñe toda la actividad administrativa. En esta materia se constituye la reserva de
ley, principio que rige en materia impositiva, no siendo posible la creación,
modificación o supresión de tributos y menos aún otorgar exenciones, reducciones o
beneficios, como tampoco resulta posible tipificar las infracciones o sus posibles
sanciones, ni establecer privilegios, preferencias y garantías para los créditos
tributarios, potestades que solo por imperativo legal pueden determinarse.
IV.-SOBRE EL FONDO DEL ASUNTO Y LA LEY DE PATENTES 8235 DEL CANTÓN
DE LIBERIA: En congruencia con lo antes expuesto, debe en el presente caso
aplicarse La Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Nº 8235, la cual señala que las
personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de cualquier tipo de actividades
lucrativas, estarán obligadas a contar con licencia municipal y deberán pagar el
impuesto de patentes, conforme a esa ley. Esta misma normativa en su artículo 16
define las actividades lucrativas de la siguiente forma: a) Industrias. Se refiere al
conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la transformación o
la manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos
agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas en productos
nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Implica tanto
la creación de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento.
Comprende la extracción y explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en
estado sólido, líquido o gaseoso, la construcción, la reparación o la demolición de todo
tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte, las imprentas, las editoriales y los
establecimientos similares; en general, se refiere a mercaderías, construcciones,
bienes e inmuebles. ”. Véase que la norma hace referencia a la transformación de un
producto natural, dicho de otra forma, se habla de un proceso de transformación del
producto natural en un producto completamente nuevo, que tiene como base el
elemento natural, pero que al ser procesado se convierte en un producto diferente del
que nace. Con ello se llega a la conclusión que aquellos productos agrícolas que
no pasan por un proceso químico, sino que se comercian en su forma natural
no entran dentro de este rango.Por ello es válido decir que dentro de este proceso se tuvo por demostrado, según la
pericia rendida por el Ingeniero Gerardo E. Hidalgo Vega (folios 163 y 164 del
expediente principal) que la actividad que realiza Melones del Pacífico hoy Melones de
Costa Rica Sociedad Anónima, en su planta empacadora, es un proceso de
recolección y empaque del producto natural denominado melón, que dicha
actividad es netamente agrícola, ya que sus frutos, pasan tan solo por un proceso de
selección, lavado y empaque en bolsas plásticas, para luego ser colocadas en áreas de
frío y embalaje en cajas de cartón, para su conservación y posterior distribución,
siendo así es claro que al no sufrir el producto natural, conversión alguna, no puede
considerarse como una actividad ecoómica de tipo industrial según el ordinal 16
transcrito. Se repite la actividad de la actora no está dirigida a obtener productos
nuevos, ni se trata tampoco de un intermediario, sino que el proceso normal que
sufren los productos agrícolas, por lo que la accionante se enmarca dentro de lo que se
conoce como empresa agrícola, no equiparable a una industria o comercio, como lo ha
entendido el ente corporativo. Como consecuencia no se encuentra dentro de los
supuestos establecidos como hecho generador del impuesto de patentes requerido por
el ente Municipal demandado. Efectivamente el ente territorial, incurre en un vicio de
aplicación análoga de la normativa tributaria, por lo que el cobro realizado deviene de
ilegal y así debe declararse, al no constituir todos los elementos necesarios para gravar
la actividad realizada por la empresa actora y no ser la misma hecho generador del
impuesto que se discute.
V.-CONCLUSIONES: Ergo, se debe declarar parcialmente con lugar la presente
demanda, en relación a los siguientes extremos de la pretensión principal: 1- Se anula
el Acuerdo Municipal, dictado por el Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3, de la
sesión extraordinaria Nº 11-2003, celebrada el cinco de junio del 2003. 2- Que la
actividad de producción de melones, al tratarse de una actividad netamente agrícola
no se encuentra gravada expresamente por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia,
Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que por la Ley de Patentes de la Municipalidad
de Liberia, este ente territorial no puede cobrar este tributo a Melones del Pacífico hoy
Melones de Costa Rica Sociedad Anónima. 4- Se debe ordenar la devolución de los
tributos cancelados indebidamente y bajo protesta, por la empresa actora, para el
primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y todas las montos
cancelados por este mismo concepto a la firmeza de este fallo. 5- Se condena a la
demandada al pago de los intereses por las sumas pagadas indebidamente, los cuales
se deben calcular desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta la
fecha efectiva de su devolución a la tasa legal correspondiente. 6.- Se ordena a la
accionante, que excluya a la empacadora Melones del Pacifico hoy Melones de Costa
Rica del registro de contribuyentes de este tributo para los sucesivos trimestres. Por
carecer de interés se omite pronunciamiento sobre la pretensión subsidiaria.
VI.-COSTAS Al no estimar este Tribunal, que nos encontramos en presencia de los
supuestos del 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, y
conforme al numeral 221 del Código Procesal Civil aplicado supletoriamente de
conformidad con el 103 de la Ley de cita, se condena al vencido al pago de las costas
personales y procesales.
POR TANTO
Se declara con lugar la presente demanda, en los términos que se dirán entendiéndose
denegada en lo no expresamente concedido: 1- Se declara nulo el Acuerdo Municipal,
dictado por el Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3, de la sesión extraordinaria
Nº 11-2003, celebrada el 05 de junio del 2003. 2- Que la actividad de producción de
melones, por ser netamente agrícola, no se encuentra gravada expresamente por la
Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que por
la Ley de Patentes de la Municipalidad de Liberia, este ente territorial no puede cobrar
este tributo a Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima. 4- Se
ordena la devolución de los tributos cancelados indebidamente y bajo protesta, por la
empresa actora, para el primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05,
y todas las montos cancelados por este mismo concepto a la firmeza de este fallo.
Estos últimos que se determinarán en fase de ejecución de sentencia. 5.- Se condena a
la demandada al pago de los intereses por las sumas pagadas indebidamente, los
cuales deben calcularse desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta
la fecha efectiva de su devolución a la tasa legal correspondiente, los que se calcularán
en la fase de ejecución de sentencia. 6- Se ordena a la accionante, que excluya a la
empacadora Melones del Pacifico hoy Melones de Costa Rica del registro de
contribuyentes de este tributo para los sucesivos trimestres. Por carecer de interés se
omite pronunciamiento sobre la pretensión subsidiaria. Son ambas costas a cargo del
perdidoso. Se ordena notificar personalmente el presente fallo al Alcalde Municipal de
Liberia. NOTIFÍQUESE.Cristina Víquez Cerdas
Silvia Consuelo Fernández Brenes Sady Jiménez Quesada
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
11:31:59 AM
Sentencia: 00018 Expediente: 07-000029-0161-CA
Fecha:
25/01/2008 Hora: 3:30:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección II
EXP: 07-000029-161-CA
No. 18-2008.
SECCIÓN SEGUNDA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.
Segundo Circuito Judicial de San José, a las quince horas treinta minutos del
veinticinco de enero del dos mil ocho.
Por apelación de ROQUE MANUEL GARCÍA MOLINA, de nacionalidad argentina,
con pasaporte número 111414145N, soltero, vecino de Heredia, en su condición de
representante de la sociedad Industrias de Cerámica el Salitre, Sociedad Anónima,
propietario del Restaurante NI FU NI FA y MIGUEL ÁNGEL JAIME MADRID, de
nacionalidad panameña, con cédula de residencia 280-175516-005946, vecino de
San José, en su condición de Apoderado Generalísimo de la sociedad Causa
Limeña, S.A., propietario del Restaurante MACHU PICCHU, conoce este Tribunal
como jerarca impropio, de la impugnación del Acuerdo III, adoptado por el
Concejo Municipal del Cantón de Santa Ana, en sesión ordinaria 8,
celebrada el veinte de junio del dos mil seis, que dispuso:
“Por el resultado de la votación se acuerda:
1. Aprobar en forma parcial el dictamen MSA-AL-134-2006 de la Licenciada Andrea
Robles Álvarez, asesora legal a.i.
2. Comunicar a los señores Miguel Ángel Jaime Madrid, apoderado de la sociedad
Causa Limena, S.A. propietaria del Restaurante Machu Picchu y Roque Manuel
García Molina, apoderado de la sociedad Industrias de Cerámica El Salitre, S.A.,
propietaria de Restaurante Ni Fu Ni Fa, que la Ley de Licores en el artículo 12,
dispone el procedimiento mediante el cual se adquieren las patentes de licores;
remate público en donde el monto base de remate es el mismo en que fue
adjudicada la última patente rematada en el cantón.
3. Que se informe a los señores Miguel Ángel Jaime Madrid, apoderado de la
sociedad Causa Limena, S.A. propietaria del Restaurante Machu Picchu y Roque
Manuel García Molina, apoderado de la sociedad Industrias de Cerámica El Salitre,
S.A., propietaria de Restaurante Ni Fu Ni Fa, que dada la situación surgida en el
año 2004 donde la Municipalidad de Santa Ana realizó tres remates, todos para el
distrito de Pozos, el último remate se efectuó el 16 de diciembre de 2004 sin
embargo, el adjudicatario del remate realizado el 28 de noviembre de 2003, por un
monto de 41.300.000.00, cuestionó el procedimiento realizado en los tres remates
efectuados en 2004, lo que conllevó a que se ordenara un procedimiento, que
determinara si los posibles vicios en el procedimiente de remate configuran una
nulidad evidente y manifiesta de las adjudicaciones, por tanto la municipalidad se
ve impedida de efectuar nuevos remates hasta terminar el procedimiento ordinario
correspondiente pues el monto de la base de remate es incierto, ya que si
resultare que los remates efecutados en 2004 son nulos, entonces la base será de
cls 41.300.000.00; pero si no fuera así y los remates de 2004 son actos válidos,
entonces la base para el próximo remate sería de cls 28.125.000.00. "
Redacta la Juez Fernández Brenes; y,
CONSIDERANDO:
I.-DE LOS HECHOS.- De importancia para la resolución de este asunto, se tienen
como hechos probados los siguientes: 1.) Que el 8 de junio del 2006, Roque
Manuel García Molina y Miguel Ángel Jaime Madrid, personeros de las sociedades
Industrias de Cerámica El Salitre, S. A. y Causa Limeña, S.A, propietarias de los
restaurantes Ni Fu Ni Fa y Machu Picchu, respectivamente, presentaron solicitud de
otorgamiento de licencia de venta de licor nacional y extranjero ante la
Municipalidad de Santa Ana (folios 1 a 37 y 38 a 74 del expediente principal); 2.)
Que el 16 de junio del 2006, la asesora legal a.i, rindió informe al Concejo
respecto de las solicitudes de patente de licor requeridas por los señores García
Molina y Jaime Madrid, recomendando su rechazo por la imposibilidad de
verificarse un trámite de remate, en atención a un procedimiento ordinario que se
tramita atinente a la posible nulidad absoluta de los remates efectuados en el
2004, lo que impide poder fijar su base; y por cuanto el Centro Comercial Plaza
Palomas excedió el área de construcción autorizada en los respectivos permisos y
permitida conforme al Plan Regulador para la zona en que su ubica (folio 77 del
expediente principal); 3.) Que el 17 de junio del 2006, Adonay Céspedes
Obando, inspector de patentes de la indicada municipalidad, realizó inspección en
los negocios indicados, registrando en un acta que los mismos estaban en
funcionamiento, verificando la permanecia de licor, sin contar con la respectiva
licencia para su venta, y no se mantuvieron los sellos de clausura (folios 47 y 48
del expediente de la medida cautelar); 4.) Que en Artículo III de la sesión
ordinaria número 8, celebrada el 20 de junio del 2006, el Concejo acordó
aprobar parcialmente el dictamen de la asesora legal, esto es, únicamente en lo
relativo al remate de las patentes de licor, de manera que dispuso comunicar a los
quejosos la imposibilidad de su realización, en atención a un procedimiento
ordinario que se tramita, atinente a la posible nulidad absoluta de los efectuados
en el 2004, lo que impide poder fijar su base (folios 78 a 85 del principal); 5.) Que
el 10 de julio del 2006, los señores Roque Manuel García Molina y Miguel Ángel
Jaime Madrid formularon recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el
Acuerdo del Concejo de la sesión ordinaria 8, del 20 de junio del 2006 (folios 86 a
122 y 123 a 159 del expediente principal); 6.) Que en el Artículo III de la
sesión ordinaria número 11, del 11 de julio del 2006, el Concejo acordó
autorizar al Alcalde para que contrate a un abogado que se encargue
específicamente de los recursos formulados por Roque Manuel García Molina y
Miguel Ángel Jaime Madrid (folios 194 a 196); 7.) Que la abogada Laura Bonilla
Herrero rindió el dictamen jurídico en torno a lo impugnación anterior,
recomendando la revocatoria, por estimar que no existe antinomia normativa o
derogatoria tácita de los artículos 3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de la Ley sobre Venta
de Licores, número 10, de 1936, en relación con los artículos 3 y 6 de la Ley de
Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor ni el Acuerdo
General sobre Comercio de Servicios, ni tampoco han perdido su vigencia jurídica,
teniendo en consideración que las patentes de licores devienen en autorizaciones
derivadas de una normativa de orden público y son manifestación del poder de
policía, que ha sido delegada a los gobiernos locales; que no es competente esa
instancia para declarar la alegada infracción constitucional. Igualmente recomendó
admitir la apelación para ante el jerarca impropio (folios 160 a 170 del expediente
principal); 8.) Que en el Artículo III de la sesión ordinaria número 12, del 18
de julio del 2006, el Concejo decidió acoger el dictamen de la asesora legal
Laura Bonilla Herrero, en virtud de lo cual, deniega el recurso de revocatoria
planteado por los señores García Molina y Jaime Madrid y admite la apelación
formulada para ante el jerarca impropio, motivo por el cual emplaza a las partes;
el cual fue comunicado a los interesados mediante oficios SCM-299-2006 y SCM300-2006, del 20 de julio del 2006 (folios 172 a 183 y 184 a 193 del expediente
principal); 9.) Que en inspección del 30 de marzo del 2007, la Municipalidad
clausuró todo el licor que se encontraba en existencia en el Restaurante Machu
Picchu (folio 56 del expediente de la medida cautelar); 10.) Que a las 13:05
horas y 14:35 del 31 de marzo del 2007, el inspector de patentes de la
Municipalidad de Santa Ana (Adonay Céspedes Obando), procedió al cierre de los
establecimientos comerciales indicados, por no poseer licencia municipal, bajo
apercibimiento de los delitos de desobediencia y violación de sellos (folios 49 a 50
y 52 a 53 del expediente de la medida cautelar); y, 11.) Que el 4 de abril del
2007, se levantó un acta por desobediencia y violación de sellos de los
restaurantes Machu Picchu y Ni Fu Ni Fa, haciéndose constar que se impidió el
ingreso al inspector de patentes de la Municipalidad de Santa Ana (Adonay
Céspedes Obando) (folios 57 y 58 del expediente de la medida cautelar).
II.-DE LOS HECHOS NO PROBADOS.- De importancia para la resolución de este
asunto, por no existir prueba en los expedientes, se tiene como único hecho no
probado que la Municipalidad de Santa Ana hubiese conferido patente para el
funcionamiento de los restaurantes Machu Picchu y Ni Fu Ni Fa.
III.-DE LOS ALEGATOS DE LOS RECURRENTES.- Los gestionantes solicitan el
otorgamiento de las autorizaciones o licencias para expender licores
nacionales o extranjeros en los Restaurantes de su propiedad, sobre la
única base de los artículos 79 y 81 del Código Municipal, por los siguientes
motivos: a.) que el Concejo en sentido estricto no se pronunció expresamente
denegando la patente solicitada, sino que se avocó a explicar la existencia de un
cuestionamiento de nulidad absoluta de los últimos remates efectuados, lo que se
está investigando en un procedimiento administrativo, circunstancia que impide la
realización de nuevos remates hasta que esa situación se aclare; siendo que no se
denotó la falta de ningún otro requisito; b.) que han invertido grandes sumas de
dinero para poder dedicarse a una actividad mercantil competitiva y debidamente
publicitada que produce beneficios comunales de interés público, al convertirse en
una fuente importante y estable de trabajo para por lo menos veinte personas; y
c.) en razón de encontrarse derogado tácitamente el artículo 11 inciso b) de la Ley
de Licores, tal y como lo consideró el dictámen C-165-2001, del treinta y uno de
mayo del dos mil uno, de la Procuraduría General de la República, en razón del
tratado internacional del Acuerdo General de Comercio en Servicios, artículo III
inciso primero y cuarto del GATT y lo dispuesto en los artículo 3 y 6 de la Ley de
Promoción de la Competencia Efectiva del Consumidor, número 7472, en virtud de
lo cual, se derogaron todas las autorizaciones y permisos y restricciones
comerciales derivadas de la nacionalidad, entre las que está comprendida la
comercialización de licor (nacional y extranjero); lo que denota la obsolecencia del
régimen cuantitativo de patentes en razón de una distribución territorial, en tanto
esta dispuesta para una realidad histórica diversa a la actual, y sin que exista
justificación alguna en esta restricción, con infracción de los artículos 46 y 50 de la
Constitución Política, esto es de la libertad de comercio y la adecuada distribución
de la riqueza y del modelo de economía de libre mercado.
IV.-DE LOS ARGUMENTOS DE LA MUNICIPALIDAD RECURRIDA.- Señala el
Acalde de la Municipalidad de Santa Ana que
V- DE LA COMPETENCIA DE ESTE TRIBUNAL, ACTUANDO COMO JERCARCA
IMPROPIO.Previo a analizar la apelación formulada contra el acto impugnado -Artículo III de
la sesión ordinaria número 8, celebrada el 20 de junio del 2006 del
Concejo de ese gobierno local-, es necesario aclarar que en este asunto el
Tribunal Contencioso Administrativo actúa en su condición de jerarca impropio
(bifásico) de las Municipalidades, al tenor de la expresa voluntad del constituyente
originario, consignada en el artículo 173 de la Constitución Política, y que
desarrollan los artículos 156 del Código Municipal, 84 de la Ley Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa y 189 del Código Procesal Contencioso
Administrativo.
Con
lo
cual,
ejerce
una
función
eminentemente
administrativa, no obstante tratarse de un Tribunal de justicia, inserto en la
organización del Poder Judicial, en tanto le ha sido delegado el control último de
legalidad de decisiones administrativas concretas de las decisiones
municipales, previo al control jurisdiccional. Por tal motivo, en tanto se
constituye en una función eminentemente administrativa, actúa como un
mecanismo de tutela administrativa, el cual debe insertarse dentro de la esfera
organizacional de la Administración -en este caso, de las municipalidades; que al
tenor de lo establecido en el artículo 181 de la Ley General de la
Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto
en virtud de recurso administrativo y debe decidir dentro del límite de las
pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo
aplicar una norma no invocada en el recurso; sin embargo, en nuestro
ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos en la ley positiva los
límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo cuarto y 160 de la
Ley General de la Administración Pública) eventualmente, el contralor no
jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del acto
impugnado. Al tenor de lo anterior, y también con sustento en el artículo 10 de la
Constitución Política y la Ley de la Jurisdicción Constitucional, resulta imposible
para este Tribunal hacer cualquier pronunciamiento respecto de los
cuestionamientos que hacen los recurrentes en torno al posible quebranto
constitucional, por infracción de los artículos 46 y 50 de la Carta
Fundamental, y del principio de razonabilidad, ya que el control de
constitucionalidad de las normas está residenciado en la Sala Constitucional.
Asimismo, no resulta ni posible ni pertinente la formulación de una consulta
judicial de constitucionalidad, por dos motivos, en primer lugar, por cuanto se trata
de un mecanismo previsto en el artículo 102 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional para que los jueces promuevan sus consultas ante el Contralor de
Constitucionalidad, pero en ejercicio de la función jurisdiccional, no siendo
este el caso; y en segundo lugar, en razón de que ese Tribunal, en reiterada
jurisprudencia se ha manifestado respecto de la constitucionalidad de las patentes
de licor, punto que se verá de seguido. Adicionalmente, en lo relativo a la
obsolecencia de la Ley sobre Venta de Licores, y concretamente sobre el
régimen establecido para autorizar su comercialización, en tanto no son
argumentos de orden jurídico, sino más bien histórico y práctico, aún cuando
pueden estar sustentados en la realidad fáctica del negocio; no pueden ser tenidos
en consideración por este órgano, en tanto, se repite, ejerce un contro estricto de
legalidad, lo cual supone la aplicación del ordenamiento jurídico; teniéndose en
cuenta que como jerarca impropio no puede derogar normativa, competencia
residenciada en la Asamblea Legislativa; y en ese orden, más bien se estiman
como propios para ser discutidos en esa sede, para una eventual reforma o
derogatoria de las normas. Se analizan a continuación los otros motivos de
objeción del acuerdo municipal impugnado, por ser de legalidad, ámbito que sí es
de competencia de este Despacho.
VI- DE LA LEGALIDAD DEL ACUERDO MUNICIPAL IMPUGNADO.Los reparos que hacen los recurrentes a la decisión del Concejo Municipal de Santa
Ana contenido en el Artículo III de la sesión ordinaria número 8, del veinte de junio
del dos mil seis, se pueden resumir en la viabilidad de otorgar la patente para la
venta de licores nacionales y extranjeros, en virtud de haberse operado una
derogatoria tácita de los artículos 3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de la Ley sobre Venta
de Licores, número 10, del siete de octubre de mil novecientos treinta y seis, en
virtud de lo cual, los únicos requisitos que debe verificar el gobierno local son los
establecidos en los numerales 78 y 81 del Código Municipal, es decir, los previstos
para el otorgamiento de patentes municipales. No concuerda este Tribunal con el
criterio expuesto sobre la base de los siguientes argumentos. En primer lugar, en
tanto el Ordenamiento Jurídico lo hace, debe diferenciarse el régimen de las
patentes municipales de las patentes de licor. En efecto, lo primero que
debemos hacer es distinguir ambas figuras, en tanto la primera, las patentes
municipales, se traducen en la autorización para el ejercicio legítimo de una
actividad comercial, dentro de una circunscripción territorial determinada, en este
caso, el cantón, cuya manifestación se traduce en el pago de un tributo
(impuesto),
"[...] comprendido en la clasificación establecida en el artículo 4 del Código de
Normas y Procedimientos Tributarios, que define al impuesto, la tasa y las
contribuciones especiales; de suerte que constituye una figura tributaria, cuya
naturaleza, objetivos y fines provienen de la potestad tributaria propia de las
municipalidades; y en la que el hecho generador no lo constituye una prestación
efectiva o potencial de un servicio público individualizable, ni la renta o utilidades
de los negocios o empresas que se desarrollan en una jurisdicción determinada,
esto es, en un cantón, sino la expedición de la licencia para la realización de una
actividad lucrativa, precisamente, en esa jurisdicción." (Sentencia de la Sala
Constitucional número 2001-10153, de las catorce horas con cuarenta y cuatro
minutos del diez de octubre del dos mil uno.)
Y fue también la propia Sala Constitucional -en sentencia número 2197-92, de las
catorce horas treinta minutos del once de agosto de mil novecientos noventa y
dos-, la que definió los elementos distintivos que derivan de su especial naturaleza
jurídica, a saber: 1.la justificación de este impuesto, que deriva de la necesidad de sufragar los costos
de los servicios públicos que el particular recibe de la municipalidad, y que implican
un beneficio para los negocios y comercios, tales como la seguridad, aseo, servios
de agua potable y luz, etc.; y 2.la variedad en los sistemas de este tributo, que tiene su origen en la potestad
tributaria de los gobiernos locales, de donde las bases imponibles serán las más
variadas depediendo de cada cantón, en unos serán las utilidades brutas, en otros
las ventas brutas, en otros se establecerá una patente mínima, y en otros habrá
una máxima, etc., por cuanto depende de la decisión de las autoridades locales. En
esa ocasión se consideró:
"Como en la acción se cuestiona la aplicación del llamado impuesto de patente con el que se grava a toda actividad lucrativa que se ejerza en el cantón de Buenos
Aires (artículos 96 y 98 del Código Municipal)-, concretamente al que se cobra a la
producción de piña, resulta imprescindible señalar algunas notas de importancia
acerca de esa materia. Distingue nuestra legislación entre la licencia
propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular
para ejercer la respectiva actividad y el pago del impuesto, propiamente
dicho que se denomina con el nombre de patente. La principal justificación
teórica para imponer este tipo de tributo, es la ya tradicionalmente en el
ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la imperiosa necesidad
de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular recibe de la
Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades
lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se
ven altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la
actividad municipal en general, por lo que deben contribuir con el
Gobierno local. En doctrina se llama patente al impuesto o a la actividad
lucrativa, a los que gravan a los negocios sobre la base de caracteres externos
más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al respecto.
Por el contrario, los sistemas de imposición de este tributo, son los más variados,
pero si tienen ciertas características que les son comunes. Por esto es que difieren
de las leyes del impuesto de patentes a otro y las bases impositivas, pueden ser
igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas
brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra
máxima.
III. Desde el punto de vista de la doctrina del Derecho Tributario, sus principios
más importantes son: a.) el de legalidad de la tributación, conocido también como
reserva de ley; o lo que es lo mismo, la exclusiva regulación de la actividad
tributaria por la ley formal; b.) el principio de igualdad ante el impuesto y las
cargas públicas, que alude a la necesidad de asegurar el mismo tratamiento a
quienes se encuentran en análogas situaciones (concepto relacionado más con la
materialidad, que con la formalidad), este principio permite la formación de
distintas categorías, en la medida que éstas sean razonables, lo que a su vez exige
que sea con total exclusión de discriminaciones; c.) el de generalidad, que implica
que no deben resultar afectadas con el tributo, personas o bienes determinados
singularmente, pues en tal supuesto los tributos adquieren carácter persecutorio o
de discriminación odiosa o ilegítimamente. Dicho de otra forma, el tributo debe
estar concebido de tal forma, que cualquier persona cuya situación coincida con la
señalada como hecho generador, será sujeto del impuesto. Para el caso concreto,
no hay duda que el tributo fue autorizado por una ley y lo que procede es analizar
si la diferencia alegada por la accionante y que proviene de la ley de patentes
referida, es razonable o si por el contrario, crea una discriminación arbitraria con
ella.
IV. Del examen de la ley número 7164 del trece de junio de mil novecientos
noventa, se desprende que la causa del impuesto de patentes del cantón de
Buenos Aires, es clara y no ofrece ninguna dificultad en su análisis, como
cualquiera otra ley municipal similar. Cuando se alude a la causa, hablamos de
la necesaria explicación, del motivo económico- político o político-social,
es decir, el interés general que mueve a la administración de los intereses
y servicios locales (artículo 168 de la Constitución Política), a dictar la
norma tributaria y que en este caso, es promover el pago de todo
particular que ejerza actividades lucrativas, como contribución a los
gastos del Gobierno local. Concebido como impuesto que grava el ejercicio
de una actividad lucrativa, la base de este tributo, debe ser, en principio,
general, como ha quedado afirmado en el considerando anterior; [...]
V. [...] las leyes que regulan este tipo de impuesto pueden contener distintos
hechos generadores e incluso, gravar la actividad productiva, entre otros
presupuestos. Esta conclusión se deriva de la correcta interpretación de las normas
que regulan la institución de este tributo en el Código Municipal que en su artículo
98, dispone que "nadie podrá abrir establecimientos dedicados a actividades
lucrativas o realizar comercio en forma ambulante, sin contar con la
respectiva licencia municipal", y en el artículo 96 idem, que señala que todas
las actividades lucrativas, sujetas a licencia, deben pagar el impuesto de patente.
De estos textos se desprende que las actividades lucrativas son
legalmente susceptibles de ser gravadas con un tributo o impuesto de
patente, quedando a criterio de la administración municipal, la
estructuración de los elementos de la obligación tributaria [...]" (El
resaltado no es del original.)
Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que en reiteradas ocasiones la Sala
Constitucional ha señalado que el ejercicio de una actividad lícita puede ser objeto
de regulaciones por parte de la Administración, como -por ejemplo- lo sería la
imposición de determinados requisitos o de tributos, caso del impuesto de ventas y
la obligación de la factura timbrada, por cuanto, la libertad de empresa no es ni
irrestricta ni absoluta (en este sentido, entre otras, pueden consultarse las
sentencias número 0143-94, del once de enero de mil novecientos noventa y
cuatro, 04205-96, de las catorce horas treinta y tres minutos del veinte de agosto
de mil novecientos noventa y seis; 06066-98, de las dieciséis horas treinta minutos
del veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y ocho; 6565-99 y 20032864-03); con el siguiente basamento:
"[...] como lo ha expresado esta Sala en reiteradas ocasiones, la libertad
empresarial no es absoluta ni ilimitada, y tal garantía debe someterse a
las
regulaciones
legales
que
necesariamente
deben
cumplirse
previamente, máxime cuando, como en el presente caso, existe normativa
al respecto -precisamente la que está siendo impugnada en esta acción de
inconstitucionalidad- que impone una carga tributaria para colaborar con los gastos
públicos tal como lo disponen los artículos 20 de la Ley número 6826, 29 y 30 del
Reglamento de dicha ley, aquí impugnados; por ello, el cierre de los negocios
comerciales dispuesto en ellas no resulta inconstitucional, ya que cualquier
persona puede desarrollar su comercio libremente, siempre y cuando
reúna los requisitos previamente establecidos por ley, y lo haga
cumpliendo con las exigencias establecidas para el comercio de que se
trate (ver entre otras en este sentido, la resolución número 01042-90, de las
quince horas veinticinco minutos, del treinta y uno de agosto de mil novecientos
noventa y resolución número 00611-91, de las catorce horas cinco minutos del
veintidós de marzo de mil novecientos noventa y uno.) Este criterio fue sustentado
de antemano por la Corte Plena, que en sesión ordinaria de nueve de julio de mil
novecientos setenta y nueve al conocer del veto del proyecto legislativo número
5098 consideró:
«La libertad de comercio que existe como garantía constitucional, es el derecho
que cualquier persona tiene de escoger, sin más restricciones, la actividad
comercial legalmente permitida que más convenga a sus interés. Pero ya en
ejercicio de esa actividad, la persona debe someterse a las regulaciones
que la ley establece, como sería la fijación de precios al consumidor, la de
pagar determinados salarios a los trabajadores y eventualmente la
limitación de ganancias que se estime conveniente. De modo que el
ejercicio del comercio no conlleva el derecho a una libertad irrestricta,
máxime cuando, como en el caso, se está en presencia de una regulación
que se considera de interés general.» (Sentencia número 0143-94, de las
dieciséis horas del once de enero de mil novecientos noventa y cuatro). "
Por su parte, la patente de licor se constituye en una manifestación del
ejercicio del poder de policía, entendiendo por tal
"[...] la potestad reguladora del ejercicio de los derechos y del cumplimiento de los
deberes constitucionales; o mejor aún, como el «derecho incontrovertible de toda
sociedad jurídicamente organizada, esencial a su propia conservación y defensa, y
pertenece a todo gobierno constituido para asegurar el logro de sus fines sociales
mediante el uso de los medios que a ese efecto sean adecuados», como lo define
la doctrina del Derecho Administrativo. En su sentido más amplio, el Poder de
Policía comprende las medidas tendientes a proteger la seguridad, moralidad y
salubridad públicas, así como la defensa y promoción de los intereses económicos
de la colectividad y al bienestar general de la misma. Se manifiesta, en principio,
como una potestad atribuida al Poder Legislativo y por ello es indelegable. Sin
embargo, sí se puede crear en la ley ordinaria, una imputación de funciones,
asignándole al Poder Ejecutivo, por ejemplo, la atribución de estatuir sobre
determinadas materias, dentro de ciertos límites preestablecidos en la ley."
(Sentencia de la Sala Constitucional, número 1441-92, de las quince horas
cuarenta y cinco minutos del dos de junio de mil novecientos noventa y dos);
en tanto se ha estimado que en las regulaciones atinentes a la
comercialización del licor está inmersa la potestad del Estado de mantener
el orden público que debe imperar en la parte organizativa, moral, social,
política y económica de la sociedad –conforme lo facultan los incisos 6) y
12) del artículo 140 de la Constitución Política–, como lo ha señalado en
forma reiterada la jurisprudencia constitucional (entre otras, consultar las
sentencias número 6579-94, 0552-95, 1273- 95; 4905-95; 1029-96; 6469-97;
2000-4450 y 2001-11938). Esta potestad de control ha sido delegado en los
gobiernos locales, por mandato constitucional ("administración de los servicios e
intereses locales", según reza el artículo 169) y que desarrolla la ley, así, en el
artículo 83 del Código Municipal, que expresamente remite a la ley especial, en
este caso, la citada Ley sobre Ventas de Licor, número 10, de mil novecientos
treinta y seis; a través de mecanismos definidos por el legislador, se permite a las
municipalidades la definición del número de establecimientos autorizados para su
comercialización, en atención a la población de la circunscripción territorial, y
mediante el sistema de remates públicos, en períodos de dos años, con un pago
trimestral del impuesto -disposiciones que precisamente se constituyen en el
objeto de este reclamo-. Adicionamente, hay regulaciones sobre distancias que
deben guardarse respecto de centros de educación, de salud o iglesias (artículo 9
de la Ley sobre Venta de Licores), así como de los horarios de estos
establecimientos comerciales y prohibición a venta a menores de edad,
establecidas en la Ley de Regulación de horarios de funcionamiento en expendios
de bebidas alcohólicas, número 7633). Debe tenerse en cuenta que la normativa
que regula la comercialilzación de licores, incluida la de Ventas, número 10, es de
orden público, entendiendo por tales "aquéllas mediante las que interviene el
Estado a fin de asegurar en la sociedad, su organización moral, política, social y
económica" (sentencia número 1441-92, de la Sala Constitucional, supra citada), y
en consecuencia, no son susceptibles de negociación o pacto en contrario, así
como tampoco de renuncia, y son disposiciones respecto de las cuales el Estado
puede ejercer el citado poder de policía.
VII.-En segundo lugar, la normativa que se alega derogada está vigente,
sin que pueda alegarse una antinomia normativa respecto del Acuerdo
General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), adoptado por nuestro país
mediante Ley número 7475, de 20 de diciembre de 1994 (Aprobación del Acta
Final en que se incorporan los resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones
Comerciales Multilaterales, en el que se establece la Organización Mundial del
Comercio), y los artículos 3 y 6 de la Ley de Promoción de la Defensa
Efectiva del Consumidor, número 7472, como alegan los recurrentes. Respecto
del tratado internacional, estiman que a partir de los artículos XVI y XVII de ese
tratado internacional, Costa Rica asumió un compromiso relacionado con los
servicios de suministro de comidas, en virtud de lo cual no podría limitarse el
número de proveedores del servicio, y ello choca frontalmente con la restricción
cuantitativa en el otorgamiento de patentes de licores. Estos mismos
cuestionamientos fueron analizados en detalle por la Procuraduría General de la
República, en su dictamen C-274-2005, del primero de agosto del dos mil cinco, en
el que llegó a la conclusión de que no existe esa confrontación jurídica, criterio
que hace suyo este Tribunal, motivo por el cual se consigna a continuación:
"Luego de sopesar los argumentos en torno al alcance de esta disposición,
brindados por el Ministerio que gestiona la consulta, se llega a la conclusión que
no lleva razón en la pretendida derogatoria tácita, en virtud de los
razonamientos que de seguido pasamos a puntualizar:
No debe perderse de vista, en primer término, que el alcance del compromiso
asumido por nuestro país en el tema de «Servicios de suministro de comida» se
refiere a un delimitado sector [calificada como empresa turística], tal y como se
consignó en las páginas precedentes. En ese sentido, se trata de negocios en el
que se deben cumplir una serie de requisitos en cuanto a la forma en que se
atienden a los clientes (meseros) y en el que la actividad principal sea
precisamente el servicio de comida, siendo las bebidas que se brinden un servicio
complementario. A esta afirmación es dable arribar teniendo en cuenta que, como
expresamente lo enuncia la clasificación del servicio 642, «… los servicios de
suministro de bebidas sin comida preparada…», se clasifican bajo otro grupo,
incluyendo la siguiente descripción:
«Esta subclase incluye:
- servicios de suministro de bebidas, principalmente bebidas alcohólicas, prestados
por bares, cervecerías, clubes nocturnos, discotecas e instalaciones análogas, con
o sin espectáculo. Se incluyen esos servicios prestados por bares situados en
hoteles u otros lugares de alojamiento o en medios de transporte, por ejemplo en
trenes o a bordo de buques.
Esta subclase no incluye:
- servicios de comidas y comidas rápidas que no se han preparado en el local,
vendidas en máquinas automáticas, véase 6242.
- servicios para el suministro de comidas y bebidas conexas, véase 632»
Si tenemos en cuenta que en nuestro país la patente de licores puede ser utilizada
en atención a distintos tipos de actividad (ver artículo 2 de la Ley de Regulación de
Horarios de Funcionamiento en Expendios de Bebidas Alcohólicas), cabría pensar
que, de llevar razón la tesis del consultante, sólo podría hablarse de una
derogatoria tácita parcial del sistema de adjudicación de patentes de licores. Esto
por cuanto sólo en aquellos casos en que la patente sería utilizada en los locales
que se ajusten a la actividad contemplada en la descripción del «Servicio de
suministro de comidas» (CCP 642) es que cabría afirmar la eliminación de una
restricción cuantitativa como la que supone el cumplimiento del inciso a) del
Artículo XVI del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios.
Sin embargo, la posibilidad de que opere la derogación tácita parcial a que se
alude en el punto anterior presenta una serie de dificultades de interpretación
jurídica que terminan por confirmar la improcedencia de la tesis esbozada por el
consultante. Tómese en cuenta, para empezar, que de acuerdo al mismo Acuerdo
General sobre el Comercio de Servicios, existen excepciones que devienen de
aplicación aún cuando los países asuman compromisos específicos en ciertos
servicios. A tal efecto, hicimos la transcripción pertinente del inciso a) del Articulo
XIV, mismo que como se aprecia de su lectura, contempla la posibilidad de que
los miembros mantengan medidas que tiendan a la tutela del orden
público. También, reseñamos los fundamentos jurisprudenciales en los que
descansa la afirmación de que la regulación legal del sistema de
otorgamiento de patentes de licores, en nuestro medio, ha sido
considerada como «normativa de orden público». De suerte tal que no es
viable desconocer la trascendencia de esa calificación, que encaja en la normativa
de excepción que el propio Acuerdo contempla, y que preservaría el sistema de
asignación de las licencias que aquí interesan. En otras palabras, si bien estamos
en presencia de una limitación al número de proveedores de un servicio (por
requerirse la patente, bajo el sistema de asignación que contempla la Ley sobre la
Venta de Licores), tal restricción se asume en aras de la tutela de un bien jurídico
superior, como lo es el orden público, y por ende, conservaría su vigencia tal y
como lo faculta el mismo Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios.
En segundo término, tampoco aprecia esta Procuraduría que se configuren los
requisitos que se apuntaban oportunamente en torno a la antinomia jurídica que
está a la base de una derogación tácita. Recuérdese, al efecto, que la labor del
intérprete jurídico estaría condicionada por varios factores propios de la ciencia
jurídica. Salvado el tema de la jerarquía normativa superior del Acuerdo sobre la
Ley sobre la Venta de Licores, no se aprecia con la claridad requerida que la
disposición que se viene comentando presente una confrontación objetiva de
indubitable carácter antinómico. Si bien expresamos nuestra posición en cuanto a
la forma en que se interpreta el compromiso del país en torno a las «limitaciones al
acceso a los mercados» que se acordó para la prestación del servicio de
«suministro de comidas», es lo cierto que tal particularidad no es óbice para
apreciar que el sólo compromiso de no imponer medidas cuantitativas no es
suficiente como para afirmar que su alcance implica la derogación de todo el
conjunto de requisitos legales vigentes en nuestro país para la asignación de
patentes de licores. En otras palabras, a lo más que cabría llegar, por esta vía de
razonamiento, es que se introduce una excepción en cuanto a los servicios de
«suministro de comidas» para que, los empresarios que se dediquen a esta
actividad, no se vean obligados a sujetarse al sistema de asignación que prescribe
la Ley sobre la Venta de Licores. Excepción que, por no reunir las características de
implicar un sistema completamente nuevo e incompatible objetivamente con el
imperante en la Ley N° 10 del año 1936, no puede ser tenida como una norma que
acarree la derogación tácita que se afirma ha operado en relación con los artículos
3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de dicho cuerpo normativo. En todo caso, insistimos
que, en nuestro criterio, el tema central sobre el que versa nuestra posición se
relaciona con la naturaleza de orden público que ostenta la normativa que se viene
comentando, misma que autoriza a los miembros de la Organización Mundial del
Comercio a mantener restricciones como las que se refieren a la asignación de
patentes de licores sin que ello implique una contradicción o confrontación con los
compromisos que específicamente se asumen en el Acuerdo General sobre el
Comercio de Servicios.
Por último, y como también se ha manifestado por parte de este Órgano TécnicoJurídico, dada la trascendencia que pueda tener una interpretación favorable en el
sentido de que ha operado una antinomia que vacía el contenido de disposiciones
de rango legal, no está de más recabar información atinente al trámite legislativo
que tuvo este específico tema a la hora de ser conocido en el Congreso. Al efecto,
téngase en cuenta que revisado el expediente legislativo N° 12034 no se aprecia
que haya existido la más mínima intención o conciencia de que, con la adhesión de
nuestro país al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, se estaba
entrando a regular, de una manera totalmente nueva y diversa, el régimen de
asignación de patentes de licores en nuestro país. Incluso, la ausencia de una
consulta generalizada a todas las Municipalidades del país, ante la trascendencia
que hubiera tenido la certeza en el legislador del cambio normativo que el Acuerdo
implicaba, nos da pie para afirmar que no se tuvo en mente el efecto sustitutivo
que cabe suponer en una materia tan sensible como la que nos ocupa. Por demás
está decir que este criterio adicional no es antojadizo, pues como se ha reseñado
en nuestra jurisprudencia administrativa, el mismo deviene válido en atención a la
existencia de otros elementos de convicción que apuntan a la inexistencia de la
derogación tácita.
VII.-La antinomia normativa que se alega en relación con las normas legales
indicadas, la explican los apelantes al estimar que el primero primero (artículo 3 de
la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor) se
traduce en una distorsión que limita el comercio; y el segundo (artículo 6 de la
misma Ley) elimina las licencias para el ejercicio del comercio en razón de la
nacionalidad del producto, es decir, de los productos importados. Debe advertirse
que no resulta posible hacer una interpretación literal de las citadas disposiciones
en relación con el régimen municipal, ya que expresamente el artículo 72,
párrafo final de esa misma Ley excepciona de esa normativa en lo que
respecta a las municipalidades:
"La presente Ley no será aplicable a las municipalidades, tanto en su régimen
interno, como en sus relaciones con terceros";
de manera que, al ser la materia de patentes de exclusivo resorte y
competencia de los gobiernos locales, no resulta posible hacer extensiva
la normativa indicada, como lo pretenden los recurrentes. Además, como
bien lo señaló la asesora legal de la municipalidad recurrida, debe entenderse que
las autorizaciones y permisos que se deorgan en el numeral 6 indicado, son las que
la doctrina calicia como "programáticas" y "operativas", esto es, las que pretenden
encauzar y orientar de manera positiva la actividad de su titular en la dirección
previamente definida por planes o programas sectoriales; que se diferencian de las
autorizaciones referidas al control sobre el orden público, en las que se incluyen a
las patentes de licor, según se ha indicado.
VIII.-CONCLUSIONES.De lo dicho, queda claro que el tema de patentes de licores es materia de
resorte o competencia exclusivamente municipal, por lo que, basta con que
un local abra sus puertas y se dedique a esa actividad, para que requiera, para su
legítimo funcionamiento, de la respectiva patente para la comercialización y/o
expendio de licor, la cual, a su vez está condicionada, previamente al otorgamiento
de la patente de funcionamiento del local comercial (lo que se conoce como
patente municipal) -la que, según se desprende de los autos, los recurrentes no
cuentan-, y al cumplimiento de los requisitos formales que establezca la ley, entre
los que están los permisos de salud. Corolario de lo anterior, el acuerdo
impugnado resulta conforme a derecho, en atención al respeto y
aplicación del principio de legalidad, que rige la actuación de la
Administración, al tenor de los artículos 11 de la Carta Fundamental y 11 de la Ley
General de la Administración Pública, que obliga a las municipalidades a seguir el
procedimiento establecido en el ordenamiento jurídico para el otorgamiento de las
patentes de licor; sin que pueda excepcionarse en ningún supuesto su
acatamiento. No obstante lo anterior, en aras de cumplir con los principios también de orden constitucional- de tutela administrativa pronta y cumplida, que
derivan del artículo 41 de la Constitución Política, es lo cierto que debe la
municipalidad recurrida promover la celeridad en el procedimiento administrativo
seguido para la investigación de posibles vicios de nulidad absoluta de los remates
efectuados por esa autoridad en el año dos mil cuatro, teniéndose en cuenta
además, que el procedimiento dispuesto en la propia Ley General de la
Administración Pública para tales efectos, está previsto para una duración de dos
meses.
POR TANTO:
Se confirma el acuerdo impugnado y se da por agotada la vía administrativa. Tome
nota la Municipalidad de Santa Ana de lo indicado en el último Considerando de
esta resolución.
Cristina Víquez Cerdas
Silvia Consuelo Fernández Brenes Sandra Quesada Vargas
Exp. 07-000029-161-ca
Municipal
García Molina Roques Manuel contra Municipalidad de Santa Ana
amv
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
11:35:51 AM
Sentencia: 00514 Expediente: 07-000138-0161-CA
Fecha:
31/10/2007 Hora: 4:20:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección II
No. 514-2007
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEGUNDA. II
Circuito Judicial. San José, a las dieciséis horas veinte minutos del treinta
y uno de octubre de dos mil siete.Apelación Municipal , interpuesta por Cazador Submarino Sociedad
Anónima, representada por su apoderada especial judicial, Ana Lucía Mora
Badilla, mayor, no consta su estado civil, abogada, vecina de San José, cédula de
identidad número dos – trescientos cuarenta y seis – seiscientos sesenta y tres,
contra los Acuerdos números AC- 64-01 07, y AC-64-02-07, del Concejo Municipal
de Escazú, tomados en la sesión ordinaria número 45, del 5 de marzo de 2007.Redacta la Juez Ferrero Aymerich; y
CONSIDERANDO:
I.-Para la resolución del recurso, se tiene como debidamente acreditado lo
siguiente: 1.- que en nota SLM-2971-02 de 12 de diciembre de 2005, la Jefe de
Licencias Municipales solicitó al Inspector Municipal, realizar una “inspección”, en la
dirección indicada, “Trejos Montealegre, de Exótica, 600 oeste y 50 sur,
Condominios Balduino. Este último, en MEMO 160-05 de 14 del citado mes,
informó que “(…) no se encuentra ninguna oficina en los 5 Apartamentos
visitados”, lo que se comunicó al denunciante, señor Rodolfo Mata Morúa, el 30 de
enero de 2006 (folios 1 al 4, 12 y 13); 2.- que el 23 de enero de 2006, el señor
Rodolfo Mata volvió a denunciar, motivo por el cual, el Departamento de Licencias,
en oficio SLM-315-06 de 25 de enero, requirió una nueva investigación. El informe
se rindió, sin que consten los términos, el 27 del citado mes (folios 5 a 10); 3.que mediante notificación realizada el 26 de enero de 2006, se otorgó a la
apelante el plazo de 5 días hábiles para que presente los requisitos completos para
la tramitación de licencia comercial. El personero de la empresa, en escrito de 30
siguiente, indicó que su negocio “(…) no explota ningún tipo de negocio comercial,
no realiza ningún tipo de facturación y que todo movimiento realizado es
meramente administrativo, ya que la actividad principal es desarrollada en la
provincia de Puntarenas (…)” (folios 11 y 14); 4.- que el 23 de febrero de 2006, la
Sección de Licencias Municipales informa, nuevamente que otorgó diez días para el
trámite de patente (folio 15); 5.- que en oficio US-311-06 de 6 de marzo de 2006,
se emitió el Análisis de Uso de Suelo. El 13 del citado mes, se realizó el análisis de
los requisitos así como el informe del Inspector (folios 40, 47 y 48); 6.- que la
Sección de Licencias Municipales, emitió la “Prevención SLM-1007-06 de 13 horas
50 minutos del 29 de marzo de 2006, notificada el 3 de abril, otorgó de nuevo,
diez días para el cumplimiento de las prevenciones ahí señaladas, entre ellas, que
la gestión debe estar autenticada por un abogado. El señor Luis Sibaja, Inspector,
el 2 de mayo informa que no se ha producido ninguna remodelación en el local
(folios 49 a 55, 57 y 58); 7.- que el Departamento de Licencias, en resolución
SLM-1275-06 de 9 horas 30 minutos del 2, puesta en conocimiento el 9, ambos
días de mayo de 2006, denegó la solicitud de patente (folios 59 a 66); 8.- la
sociedad, interpuso recursos de revocatoria y apelación y demostró, que cuenta
con permiso sanitario de funcionamiento número 2305-06, extendido el 15 de
marzo de 2006 y vigente hasta el 15 de marzo de 2011. La señora Jefe de
Patentes, en resolución SLM- 2372-06 de 8 horas 45 minutos del 30 de agosto,
puesto en conocimiento el 4 de setiembre de 2006, denegó el recurso horizontal,
así como la gestión para que se le otorgue un permiso temporal, declaró firme la
decisión 1275-06 y elevó el remedio vertical (folios 67 a 69, 74 a 81); 9.- que el
11 de setiembre de 2006, se procedió “(…) a ratificar en un todo el escrito de
apelación en subsidio presentado ante su Despacho, para lo cual solicito se
revoque la resolución SLM-1275-06 de las 9:30 hrs. Del (sic) 2 de mayo del 2006 y
en su lugar se otorgue la licencia de patente municipal (…)” (folios 83 a 85);
10.- que el señor Alcalde, en pronunciamiento DAME-208-2006, de 9 horas 28
minutos del 25 de setiembre de 2006, comunicado el día siguiente, declaró
parcialmente con lugar la alzada en cuanto había de denegado tener por
autenticado el pedimento, y confirmó en lo demás, las resoluciones SLM-1275- 06
y SLM-2372-06 (folios 86 a 93); 11.- que la Alcaldía, en decisión DAME-210-2006
de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre, notificada el 11 siguiente, rechazó ad
portas la apelación interpuesta contra el acto SLM-2372- 06 (folios 94 a 100); 12.que el 17 de octubre, se interpusieron recursos ordinarios contra el
pronunciamiento DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre de 2006.
La Alcaldía, en DAME-233-2006 de 8 horas del 6 de diciembre de 2006, previno a
la empresa el poder con que actúa. Cumplida la prevención, en DAME 20-2007 de
15 horas del 24 de enero de 2007, rechazó de plano la impugnación, “(…) por falta
de legitimación de la señora Ana Lucía Mora Badilla (…)” (folios 101 a 112); 13.que de nuevo se formularon recursos. El Concejo, en la sesión ordinaria 45, acta
62 del 5 de marzo de 2007, dispuso: “ACUERDO AC-64-01-07: “SE ACUERDA.
PRIMERO: Se ANULAN las resoluciones dictadas por el señor Alcalde Municipal,
dictadas en este expediente e identificadas como: DAME-210-2006 de las 9:36
horas del 9 de octubre del 2006, DAME-233-2006 de las 8:00 horas del 6 de
diciembre del 2006 y DAME-20-2007 de las 15:00 horas del 24 de enero del 2007,
por haber sido dictadas con evidente error”. ACUERDO FIRME. ACUERDO AC-6402-07: SEGUNDO: En virtud de lo anterior, se RECHAZA EN TODOS SUS
EXTREMOS EL RECURSO DE APELACIÓN formulado por la Licda. Ana Lucía Mora
Badilla (…) contra la resolución DAME-210-2006, de las 9:36 horas del 9 de
octubre del 2006, por haber dejado de existir tal resolución (…)” (folios 124, 128 a
132); 14.- que la impugnante interpuso revocatoria y apelación. El cuerpo de
ediles, en la sesión ordinaria 49, acta 69, acuerdos AC-117-01-07 y AC-117-02-07,
denegó el primero y admitió el segundo para ante este Tribunal (folios 133 a
135,143 a 147).II.-No está demostrado que contra la resolución DAME 208-2006 de 9 horas 29
minutos del 25 de setiembre de 2006, exista recurso de apelación (los autos).III.-Expone la apelante, en su escrito de expresión de agravios luego de
transcribir lo resuelto por el Concejo Municipal – folios 158 a 160 -, lo siguiente:
“(…) Como observa su Digna Autoridad la Municipalidad de Escazú ha derrochado
recursos del Estado en resoluciones que en etapas procesales han tenido que
anular pero que obligan al contribuyente a un desgaste innecesario para defender
una tesis correcta la cual fue el cumplimiento de una solicitud de una patente para
el desarrollo de una oficina con dos personas en el apartamento que alquilamos en
un Condominio, el hecho de haber sido honestos en realizar una solicitud para una
actividad tan pequeña, que hicimos para contribuir con el impuesto de patente (…)
Pero no tuvimos una respuesta positiva, por lo que hemos tenido que cambiar
nuestra decisión a la propuesta que le hiciéramos a la Municipalidad de Escazú.
Nunca creímos que nos perseguirían tanto (…) No se dan cuenta que mi actividad
no es una actividad ilícita, más bien es una actividad que no requerimos ninguna
patente por ser una oficina con dos personas, pero los requisitos que exige la
Municipalidad de Escazú son muy difíciles de cumplir y aunque permitimos que los
inspectores ingresaran al apartamento no sabíamos que ese acto era para que nos
negaran el permiso de patente, nos han amenazado con clausurar el local, y esto
no es un local, es un apartamento. Es por esa razón que solicitamos a su Autoridad
que permita que estemos en regla dado que tenemos una actividad en Puntarenas
y deseamos que la oficina pequeña con dos personas sirva de apoyo para recibir y
enviar documentos y llevar los archivos así como la llevanza de la contabilidad
(…)”.IV.-La situación del sub examine es particular. Luego de una denuncia se
comprobó, que en los Condominios Balduino funciona una oficina de contabilidad y
por cuya virtud, se concedió plazo a la empresa, a fin de que procediera a solicitar
patente comercial, sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos y
remodelaciones. Según se tuvo por acreditado, la sociedad no cumplió, motivo por
el cual, la oficina de Patentes, en resolución SLM-1275-06 de 9 horas 30 minutos
del 2 de mayo de 2006, la denegó. Por mediar recursos y gestión de concesión de
“funcionamiento temporal”, el mismo Departamento, denegó la revocatoria, el
pedimento y además, elevó los autos ante la Alcaldía, en pronunciamiento SLM2372-06 de 8 horas 45 minutos del 30 de agosto de 2006. Contra lo anterior, la
impugnante se alzó, y el Alcalde, en pronunciamiento DAME-208-2006 de 9 horas
29 minutos del 25 de setiembre de 2006, en cuanto al ejercicio transitorio,
mantuvo la SLM-1275-06. Acto seguido, sin que conste recurso, se emite el acto
DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre, notificado el 11
siguiente, mediante el cual, se rechazó ad portas la apelación interpuesta contra el
acto SLM-2372-06. Al mediar recursos contra el pronunciamiento DAME-210-2006,
la Alcaldía, en DAME-233-2006 de 8 horas del 6 de diciembre de 2006, previno a la
empresa el poder con que actúa. Cumplida la prevención, en DAME 20-2007 de 15
horas del 24 de enero de 2007, rechazó de plano la impugnación, “(…) por falta de
legitimación de la señora Ana Lucía Mora Badilla (…)”. De nuevo se formularon
recursos. El Concejo, en la sesión ordinaria 45, acta 62 del 5 de marzo de 2007,
dispuso: “ACUERDO AC-64-01-07: “SE ACUERDA. PRIMERO: Se ANULAN las
resoluciones dictadas por el señor Alcalde Municipal, dictadas en este expediente e
identificadas como: DAME-210-2006 de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006,
DAME-233-2006 de las 8:00 horas del 6 de diciembre del 2006 y DAME-20-2007
de las 15:00 horas del 24 de enero del 2007, por haber sido dictadas con evidente
error”. ACUERDO FIRME. ACUERDO AC-64-02-07: SEGUNDO: En virtud de lo
anterior, se RECHAZA EN TODOS SUS EXTREMOS EL RECURSO DE APELACIÓN
formulado por la Licda. Ana Lucía Mora Badilla (…) contra la resolución DAME-2102006, de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006, por haber dejado de existir tal
resolución (…)”. Lo anterior también fue impugnado y, el cuerpo de ediles, en la
sesión ordinaria 49, acta 69, acuerdos AC-117-01-07 y AC-117-02-07, denegó el
primero y admitió el segundo para ante este Tribunal.-
V.-Visto el cuadro fáctico sometido a estudio se arriba al convencimiento, que lo
acordado por el Concejo está ajustado a derecho y merece ser mantenido. Y es
que, si bien existe apelación contra de la decisión que denegó la licencia de
patente comercial – SLM-1275-06 -, ella fue resuelta en resolución DAME-2082006, denegándola, por lo que debió la parte recurrir en contra de este
pronunciamiento, cosa que no hizo y por cuya virtud, el Concejo no puede entrar a
conocer el fondo del asunto. Es por lo anterior, que el Ayuntamiento hizo bien en
anular las resoluciones de la Alcaldía identificadas como DAME-210-2006 de 9
horas 36 minutos del 9 de octubre, DAME-233-06 de 8 horas del 6 de diciembre de
2006, y DAME-20-2007 de 15 horas del 24 de enero de 2007, al conocer una
impugnación inexistente.VI- Por disposición de los artículos 181 y 351 de la Ley General de la
Administración Pública, debe darse por agotada la vía administrativa.POR TANTO:
Se confirma el acto impugnado. Se da por agotada la vía administrativa.Sonia Ferrero Aymerich
Cristina Víquez Cerdas Hubert Fernández Argüello
Expediente No. 07-000138-161-CA
Apelación Municipal
Cazador Submarino S.A. c/ Municipalidad de Escazú
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
11:38:57 AM
Sentencia: 02072 Expediente: 08-0014411027-CA
Fecha: 25/09/2009 Hora: 10:25:00
AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección III
Tipo de Sentencia:
De Fondo
Fernández Argüello Hubert
Clase de Asunto: Apelación Municipal
Redactor:
ß&Ø¥ß%
N° 2072-2009
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA .
SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a
las diez horas veinticinco minutos del veinticinco de setiembre del dos mil nueve. Por apelación de la empresa "Comercial Pozos de Santa Ana, Sociedad
Anónima", representada por su apoderado generalísimo sin límite de suma Olivier Marín
Sánchez, cédula 1-402-329 y demás calidades no indicadas, conoce este Tribunal de lo
dispuesto por el Concejo Municipal de Santa Ana, en la sesión ordinaria Nº199, Artículo
III, punto 4, del dos de setiembre del dos mil ocho.Redacta el Juez Fernández Argüello , y:
I).-HECHOS PROBADOS: Para resolver, se tiene por
acreditado lo siguiente: 1) Que el Departamento de Patentes y Licencias de la
Municipalidad de Santa Ana, por resolución MSA-PLM-01-277-07 de 14:35 horas
de 28 de setiembre de 2007 , decidió : "POR TANTO: ... II. A partir de esta
Notificación, en la presentación de Declaración Jurada de Impuesto de Licencia
Municipal de los años siguientes, para efecto de aplicar lo indicado en Certificación
de Contador Público autorizado debe adjuntar constancia de Impuestos de Pago a
otras Municipales" (f olios 2 a 4 , expediente 08-0194-1027-CA de este Tribunal,
que se ha tenido a la vista ) ; 2) Que por o ficio MSP-PLM-01-417-007 de 28 de
noviembre de 2007 , del mismo Departamento, se le remitió al representante de la
sociedad recurrente, recordatorio, sobre lo prevenido, en cuanto a que para
efectos del cálculo del Impuesto de Patente Municipal, debía presentar lo
siguiente: el formulario de Declaración Jurada del Cantón de Santa Ana; copia de
Formulario de Renta del período 2007, presentado ante el Ministerio de Hacienda y
certificación de las Municipalidades, donde presenta declaración jurada y el pago
correspondiente al impuesto de patentes ( mismo expediente, folios 9, 14 y 15 ) ;
3) Que el nueve de enero de dos mil ocho, el personero de la empresa Comercial
CONSIDERANDO:
Pozos de Santa Ana S.A, formuló recurso de apelación, contra el anterior Oficio, de
28 de noviembre, en cuanto le requirió aportar certificaciones de las
Municipalidades donde presenta declaración jurada y el pago correspondiente al
impuesto de patente, en esas otras jurisdicciones (f olio 10 , ídem ) ; 4) Que el
Concejo Municipal, en la Sesión Ordinaria N° 88 celebrada el 29 de enero de 2008,
el Concejo Municipal acordó denegar el recurso planteado, por haberse presentado
en forma extemporánea (f olios 47 a 49) ; 5 ) Que por resolución dictada por el
Departamento de Patentes MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 hrs del 7 de febrero de
2008, se dispuso: "Con fundamento en el artículo 169 y 170 de la Constitución
Política, los artículos 11 y 13 de la Ley General de Administración Pública, Ley
7245 de Impuesto de Patente de la Municipalidad de Santa Ana mediante el
presente acto se procede resolver y notificar EL FORMULARIO DE DECLARACIÓN
DE IMPUESTO MUNICIPALES N. 1047 presentado por señor MARIN SÁNCHEZ en
calidad de representante legal de la Sociedad COMERCIAL POZOS DE SANTA ANA
S.A., dueño de Licencia Municipal de DISTRIBUCIÓN DE ABARROTES y mediante el
presente acto se solicita al Departamento de Catastro que proceda a modificar la
Base Imponible del PERIODO 2008, de la siguiente forma: Información Tributaria.
Impuesto de Licencia Municipal ¢1.289.649.3 a partir del I Trimestre 2008, 2%
Timbre de Biodiversidad ¢25.792.98 a partir del I Trimestre 2008. Información
Registral: Propietario: Olivier Marín Sánchez, cédula N. 1-0402-0329, Plano: SJ
616131-86, Matrícula. 227356-0002" ( mismo legajo, folios 50 a 52) ; 6 ) Que el
15 de febrero siguiente, el apoderado de la citada sociedad, presentó recurso de
apelación, para ante el Alcalde, de la anterior resolución, emitida por el
Departamento de Patentes (f olios 54 a 59 , i bídem ) ; 7 ) Que la anterior
impugnación fue elevada directamente al Concejo Municipal, para su conocimiento
y solución (f olio 61) ; 8 ) Que en la s esión o rdinaria N° 92 de 26 de febrero, el
Concejo Municipal, declaró inadmisible el Recurso de apelación, por cuanto las
argumentaciones de la recurrente se referían a aspectos, que ya habían sido
objeto de pronunciamiento en el acuerdo III de la Sesión N° 88 de 29 de enero de
2008 (f olios 64 a 66) ; 9 ) Que el 17 de marzo de 2008, el apoderado antes
indicado, formul ó Recurso Extraordinario de Revisión contra los siguientes actos
dictados por el Departamento de Patentes: a) MSA-PLM-01 -277-07 de 14: 35
hrs de 28 de setiembre de 2007; b) MSA-PLM-01-417-07 de 28 de
noviembre de 2007 y c)MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 h ora s de 7 de
febrero de 2008 (fls 70 a 80) ; 10 ) Que en la s esión o rdinaria N°96 de 25 de
marzo de este año, el gobierno local, dispuso rechazar el anterior Recurso
Extraordinario de Revisión, ante lo cual se formuló Recurso de apelación para ante
esta Sección del Tribunal (f olios 86 a 92 del mismo expediente ) ; 11) Que este
Tribunal, por resolución Nº514-2008 de las diez horas veinte minutos del ocho de
agosto del dos mil ocho, acogió el anterior recurso, ordenó a la Municipalidad
pronunciarse sobre el fondo del recurso extraordinario de revisión formulado
(folios 156 a 162, ídem); 12) Que el órgano deliberativo de Santa Ana, en la
sesión ordinaria Nº119 del dos de setiembre del dos mil ocho, artículo III, punto 4,
rechazó el recurso extraordinario de revisión (folios 6 a 12 del presente
expediente); 13) Que inconforme, el apoderado de la compañía interpuso, el
veintiocho de octubre siguiente, recurso de apelación; el que fue elevado a
conocimiento de este Tribunal, en la sesión ordinaria Nº129 del once de noviembre
siguiente, artículo III, punto 7 (folios 13 a 29).II).- HECHO NO PROBADO: No se acreditó: 1) Que la empresa Comercial
Pozos de Santa Ana S.A. haya aportado las certificaciones requeridas por la
Municipalidad, para la determinación del tributo.- No se procuró prueba al
respecto.III).-ALEGATOS DEL RECURSO: En sus agravios, manifiesta el recurrente que
la decisión de la Municipalidad de Santa Ana de exigirle a los contribuyentes que
tributan y tienen actividades comerciales en otros cantones del país, certificación
de de los impuestos cancelados en esas jurisdicciones, es ilegal.- A su juicio, para
requerir esa constancia, la Municipalidad debió seguir el procedimiento de
aprobación de disposiciones generales, pues afecta a todos los administrados que
se encuentren en esa situación y que al no hacerlo de esa forma, vulneró los
numerales 43 del Código Municipal, en relación con el 6 de la Ley General de la
Administración Pública, así como los principios de legalidad y publicidad. Señala
que resulta incluso discutible, crear una obligación para el contribuyente por la vía
reglamentaria, dado que ello lesiona el principio de jerarquía de las normas y
particularmente el principio de reserva legal en materia tributaria. Que además,
sólo el Concejo Municipal o el alcalde pueden generar este tipo de obligaciones de
carácter general, no así el Departamento de Patentes, que carece de potestades al
efecto. Que el acto cuya nulidad reclama, es contrario al artículo 3 del Código de
Normas y Procedimientos Tributarios, por cuanto constituye, en su criterio, una
orden o instrucción interna que por tanto, no es obligatoria para el administrado.Que el acto carece de motivo, contenido y fin y que por carecer el requisito
impuesto de base legal, viola el numeral 5 de la Ley de Protección al Ciudadano
del Exceso de Requisitos y Trámites Administrativos, Nº8220, y que "... el artículo
13 de la Ley de Impuestos Municipales de Santa Ana señala que lo que el
contribuyente debe suministrar al municipio es la proporción del volumen de sus
negocios que se genera en el Cantón de Santa Ana. No debo probarle al Municipio
cuando pago a otras municipalidades, actuar como lo hace la administración
vulnera el principio de legalidad pues éste señala que el límite de acción del
funcionario es lo establecido en la ley (...). La única potestad que la ley vigente
confiere a la administración municipal es la de verificación ante la Tributación
Directa y de allí proceder a la recalificación y no como en mi caso de manera
arbitraria, está haciendo la administración". En cuanto a la resolución MSA-PLM01-417-07 del veintiocho de noviembre del 2007, que a su vez transcribe el oficio
MSA-AT-01-88-2007 del diecinueve del mismo mes y año, arguye que en ella se le
"recuerda" su obligación de presentar la certificación de las municipalidades donde
presenta declaración jurada y el pago correspondiente al impuesto de patentes
con relación a la declaración de renta anual.- Sobre el contenido de ese acto,
expresa que no es cierto que exista inexactitud entre la declaración efectuada ante
la Municipalidad y su declaración de renta y que la entidad local nunca probó
fehacientemente esa afirmación.- Que con base en lo anterior, la Municipalidad de
Santa Ana recalificó su declaración y aplicó una nueva base imponible, sin tomar
en cuenta el volumen de negocios generado por su representada en ese cantón, a
partir de la presunción de que de no aportarse la certificación de otros municipios,
la totalidad de la deuda se genera en el Cantón; todo, sin respetar el debido
proceso.IV).-SOBRE EL FONDO: Consta en el expediente, que para los efectos de la
determinación del impuesto de patentes del año dos mil ocho, el apoderado de
Comercial Pozos de Santa Ana S.A. presentó ante la Municipalidad de Santa Ana,
una certificación del contador público autorizado, licenciado Tarsicio Salas Bonilla,
que literalmente dice: "El suscrito (...) fue contratado por la empresa Comercial
Pozos de Santa Ana S.A., cédula de persona jurídica tres - ciento uno - ciento
cincuenta y nueve mil novecientos once para certificar que durante el período
fiscal comprendido del 01 de octubre del 2006 al 30 de setiembre del 2007 dicha
empresa obtuvo ingresos por concepto de ventas por un monto de
¢5.064.384.645.00 (cinco mil sesenta y cuatro millones trescientos ochenta y
cuatro mil seiscientos cuarenta y cinco colones), de este monto le corresponde a
la Municipalidad de Santa Ana ¢759.658.687.00 ( setecientos cincuenta y nueve
millones seiscientos cincuenta y ocho mil seiscientos ochenta y siete colones), el
cual le corresponde pagar el 1x1000 ¢759.659.00 (setecientos cincuenta y nueve
mil seiscientos cincuenta y nueve colones) y en renta gravable un 8 x 1000
¢94.212.00 (noventa y cuatro mil doscientos doce colones), para un monto total a
pagar a la Municipalidad de Santa Ana de ¢853.871.00 (ochocientos cincuenta y
tres mil ochocientos setenta y un colones)" (folio11). Asimismo, aportó su
declaración del impuesto sobre la renta del período dos mil siete, presentada a la
Dirección de Tributación el catorce de diciembre de ese año, en la que se
determinó como renta neta, la suma de once millones setecientos setenta y seis
mil quinientos sesenta y siete colones -¢11.776.567,00- (folio 8).- La
Municipalidad, por su parte, mediante oficio MSA-PLM-01-277-07, de las ocho
horas treinta y cinco minutos del veintiocho de setiembre del dos mil siete, del
Departamento de Patentes y Licencias de la Municipalidad de Santa Ana, le indicó
al apoderado de la empresa Comercial Pozos de Santa Ana S.A..A. que "... en la
presentación de declaración jurada del impuesto de licencia Municipal de los años
siguientes, para efecto de aplicar lo indicado en certificación de contador público
autorizado debe adjuntar constancia de impuestos de pago a otras
municipalidades", y luego, por oficio MSP-PLM-01-417-007 de 28 de noviembre
de 2007 , se le remitió un recordatorio a la sociedad , para que a los efectos del
cálculo del i mpuesto de p atente m unicipal, debía presentar lo siguiente:
certificación de las Municipalidades, donde presenta declaración jurada y el pago
correspondiente al impuesto de patentes . La empresa, sin embargo, no cumplió
con esos requerimientos, en virtud de lo cual el Departamento de Patentes Nº
MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 hrs del 7 de febrero de 2008, dispuso: "Con
fundamento en el artículo 169 y 170 de la Constitución Política, los artículos 11 y
13 de la Ley General de Administración Pública, Ley 7245 de Impuesto de Patente
de la Municipalidad de Santa Ana mediante el presente acto se procede resolver y
notificar EL FORMULARIO DE DECLARACIÓN DE IMPUESTO MUNICIPALES N. 1047
presentado por señor MARIN SÁNCHEZ en calidad de representante legal de la
Sociedad COMERCIAL POZOS DE SANTA ANA S.A., dueño de Licencia Municipal de
DISTRIBUCIÓN DE ABARROTES y mediante el presente acto se solicita al
Departamento de Catastro que proceda a modificar la Base Imponible del
PERIODO 2008, de la siguiente forma: Información Tributaria. Impuesto de
Licencia Municipal ¢1.289.649.3 a partir del I Trimestre 2008, 2% Timbre de
Biodiversidad ¢25.792.98 a partir del I Trimestre 2008. Información Registral:
Propietario: Olivier Marín Sánchez, cédula N. 1-0402-0329, Plano: SJ 616131-86,
Matrícula. 227356-0002" . Para resolver de esa forma, en lo que interesa, el acto
indicó en su parte considerativa que: "El cálculo correspondiente se tasó con base
a la Declaración de Renta presentada ante Tributación Directa, se adjuntó
certificación de contador público autorizado indicando los ingresos y renta líquida
gravable generados en Santa Ana pero no se cumplió lo solicitado en OFICIO MSAPLM-01-277-07 Y Oficio MSA-PLM-01-417-007 de la Unidad de Patentes y
Licencias Municipales" .V).-Resulta imperativo definir en primer término, si como se reclama, existe
alguna nulidad en los actos del Departamento de Patentes y Licencias de la
corporación local de Santa Ana, mediante los cuales se le solicitó a "Comercial
Pozos de Santa Ana S.A.", aportar certificación de otras Municipalidades donde la
empresa presenta declaración jurada y el pago correspondiente, a fin de
determinar el volumen de ventas realizado en el Cantón.- Al efecto, debe
señalarse que es un hecho incontrovertido, que esa compañía realiza actividades
lucrativas en varios municipios y no sólo en Santa Ana, y que en todos ellos paga
impuesto de patente. Así lo ha indicado la Municipalidad y lo ha reconocido el
apoderado de aquélla en sus diversos alegatos. La cuestión es, si de conformidad
con la Ley de Impuestos Municipales de Santa Ana Nº 7245 del diecinueve de
agosto de mil novecientos noventa y uno, la entidad local está facultada para
requerir ese tipo de documentación, a lo que debe responderse afirmativamente.Ese cuerpo legal, establece como factor determinante de la imposición, la renta
líquida gravable y las ventas o los ingresos brutos que perciban las personas
físicas o jurídicas afectas al impuesto, durante el período fiscal anterior al año en
que se da la imposición; y en lo que interesa entiende por ventas, "el volumen de
éstas, hecha la deducción del impuesto que establece la Ley del Impuesto sobre
las Ventas". El numeral 4, dispone que la renta líquida gravable y las ventas o los
ingresos brutos anuales, determinarán el monto del impuesto de patente que le
corresponde pagar a cada contribuyente, para lo cual aplicará el uno por mil
(1/1000) sobre las ventas o los ingresos brutos, más un ocho por mil (8/1000)
sobre la renta líquida gravable. Esa suma, dividida entre cuatro, determinará el
impuesto trimestral por pagar. El procedimiento normal para la determinación es
el siguiente: los patentados deben presentar a la Municipalidad, una declaración
jurada de las ventas brutas y de su renta líquida gravable (artículo 5), igualmente,
quienes sean declarantes del impuesto sobre la renta, deberán presentar copia de
esa declaración, sellada y firmada por el funcionario de la Dirección de Tributación
Directa que la haya recibido (artículo 6), en este sentido, la entidad local cuenta
con plenas potestades para verificar ante este último órgano, la exactitud de los
datos suministrados por los patentados y para hacer en su caso la recalificación
correspondiente, si comprueba que existe alteración de ellos o circunstancias que
determinen que el monto asignado es incorrecto, así como para revisar en general
la declaración, por los medios establecidos en el Código de Normas y
Procedimientos Tributarios (artículos 9 y 11).El numeral 13 de ese cuerpo legal, señala asimismo, que: "Aquellas personas
físicas o jurídicas que ejerzan actividades distribuidas en uno o más cantones,
aparte del Cantón de Santa Ana y que por tal motivo estén sujetas al pago de
patentes en ellos, deberán determinar y demostrar con la documentación
pertinente, la proporción del volumen de sus negocios que se genera en el cantón
de Santa Ana, para efecto del pago del impuesto".En el caso concreto, la empresa aportó una certificación de contador público
autorizado según la cual, durante el período fiscal comprendido del 01 de octubre
del 2006 al 30 de setiembre del 2007 obtuvo ingresos por concepto de ventas en
Santa Ana de setecientos cincuenta y nueve millones seiscientos cincuenta y ocho
mil seiscientos ochenta y siete colones -¢759.658.687.00-, el cual le corresponde
pagar el 1x1000, setecientos cincuenta y nueve mil seiscientos cincuenta y nueve
colones -¢759.659.00- y en renta gravable un 8 x 1000, noventa y cuatro mil
doscientos doce colones -¢94.212.00-, para un monto total a pagar por patente de
ochocientos cincuenta y tres mil ochocientos setenta y un colones -¢853.871.00-.
El Departamento de Patentes y Licencias, sin embargo, estimó que requería más
información para determinar la base imponible del tributo, por lo que le requirió en
dos ocasiones a la compañía, presentar certificación de las declaraciones
presentadas en las otras municipalidades, así como del pago efectuado, sin
resultados positivos. Se trata de los actos MSA-PLM-01-277-07 y PSA-PLM-01417-007.- Esa circunstancia, es decir, la solicitud de información adicional a la
contribuyente, no resulta ilegal; antes bien, encuentra fundamento expreso en el
numeral 13 de la Ley 7245, que como se dijo, obliga a todas las personas -físicas
o jurídicas-, que ejerzan actividades distribuidas en uno o más cantones, aparte
del Cantón de Santa Ana y que por tal motivo estén sujetas al pago de patentes
en ellos, a determinar y demostrar con la documentación pertinente, la proporción
del volumen de sus negocios que se genera en este último cantón, para efectos
del pago del impuesto; lo que significa que fue la misma ley la que instituyó una
obligación específica y concreta de los contribuyentes, sin que pueda alegarse
entonces, la supuesta violación al principio de jerarquía de las normas o de
reserva legal en materia tributaria, el que no se ve comprometido en modo alguno
por el dictado de los actos cuya nulidad se reclama por la vía del recurso
extraordinario de revisión.- El Tribunal advierte en todo caso, que lo actuado
forma parte de las potestades de comprobación e investigación que tiene la
corporación local, en su condición de administración tributaria, pues de
conformidad con el artículo 103 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios (de aplicación al caso, de conformidad con la remisión que hacen los
artículos 9 y 11 de la Ley 7245), toda Administración Tributaria está facultada
para verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias por todos los
medios y procedimientos legales, con el objeto de cerciorarse de la veracidad del
contenido de las declaraciones juradas por los medios y procedimientos de análisis
e investigación legales que estime convenientes, al efecto de determinar la
verdadera magnitud del hecho imponible y el tributo correspondiente. Así las
cosas, esas facultades se practican para verificar cual es la situación real del
obligado tributario, quedando este último compelido por ley no solo a soportar
esas labores, sino a colaborar con ellas, suministrando la información que le sea
requerida que resulte de relevancia para determinar la carga impositiva que
corresponde.- En tales condiciones, no encuentra este órgano colegiado que se
hayan producido las nulidades reclamadas, lo que obliga a confirmar este extremo
del acuerdo cuestionado.VI).-Situación distinta es la que ocurre con las actuaciones municipales que se
produjeron con posterioridad a esos requerimientos de información y su
incumplimiento por parte de la empresa obligada.- De acuerdo con la resolución
determinativa MSA-PLM-02-0097-08, de las dieciséis horas con veinte minutos del
siete de febrero del dos mil ocho y dado que la contribuyente no presentó las
certificaciones sobre las ventas efectuadas en otros cantones, el Departamento de
Patentes y Licencias, en lugar de realizar las actividades de comprobación e
investigación antes indicadas, ya fuera solicitando ella misma a terceros la
información que le interesaba, realizando cruces con otras administraciones
tributarias, o incluso iniciando formalmente actuaciones de fiscalización en la
compañía, en los términos en que se lo autoriza el ordenamiento, simplemente
optó por establecer de forma automática, como base imponible de la patente, la
misma suma que la empresa indicó en la declaración del impuesto sobre la renta,
estableciendo de esa forma el impuesto a pagar, pero sin acreditar aunque fuera
por la vía presuntiva, el volumen de ventas en el cantón, lo que resulta totalmente
arbitrario.- La Municipalidad estaba enterada de que la empresa realizaba
actividades lucrativas en varios cantones y no sólo en su territorio, por lo que era
claro que la declaración del impuesto sobre la renta presentada ante la Dirección
de Tributación, no sólo incluía los ingresos por ventas en Santa Ana; a pesar de lo
cual, utilizó este último documento para imponer una carga tributaria sobre una
base que no se ajusta a la que establece la ley 7245- Es cierto, que el
incumplimiento de los deberes de información a que está obligado el
contribuyente, permite activar los mecanismos de comprobación con que cuenta la
Municipalidad, no obstante, ello no autoriza en modo alguno a la Administración
para actuar de forma arbitraria, sin hacer un esfuerzo por determinar la base
imponible por los medios previstos al efecto, y es por esa razón que se concluye
que, en el sub examine, el acuerdo impugnado en este extremo es ilegal, en
cuanto desconoció esa nulidad, la que además es absoluta y así se declara, en
virtud de la gravedad de las omisiones que se han indicado.VII).-Lo aquí decidido carece de ulterior recurso, en mérito de lo cual debe
darse por agotada la vía administrativa.-
POR TANTO:
S e anula el acuerdo apelado -sesión ordinaria Nº119 del dos de setiembre del dos
mil ocho, artículo III, punto 4-, únicamente en cuanto denegó el Recurso Extraordinario de
Revisión interpuesto contra la resolución del Departamento de Patentes MSA-PLM-020097-08 de las dieciséis horas veinte minutos del siete de febrero de l dos mil ocho, y en
consecuencia, se anula también este último acto.- En lo demás, se confirma el acuerdo
recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas
Hubert Fernández Argüello
I. Rocío Rojas Morales
Exp 08-1441-1027-ca Municipal
Comercial Pozos de Santa Ana S.A contra Municipalidad de Santa Ana
lrocha
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 11:44:29 AM
Sentencia: 01635 Expediente: 08-000703-0127-CA
Fecha:
13/08/2009 Hora: 9:30:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección III
N° 1635 - 2009
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. II
CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las nueve horas treinta
minutos del trece de agosto del dos mil nueve.
Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, del recurso de apelación
interpuesto por Coca Cola FeMsa de Costa Rica representada por su apoderado
generalísimo William Molina Soto, mayor, casado, licenciado en administración, con
cédula 2-0347-0393; contra el acuerdo adoptado por el Concejo Municipal
de Vásquez de Coronado, número 2008-111-04 que dispuso confirmar lo
dispuesto por el Departamento de Patentes en la resolución número PA-440-0402008, con base en las consideraciones del Departamento Legal del cual se
acompañó copìa.
Redacta la Juez Rojas Morales, y:
CONSIDERANDO:
I).-Para una correcta resolución del presente asunto, se tiene por probado lo
siguiente: 1) Que en oficio fechado 02 de abril de 2008 la empresa Coca Cola
Femsa de Costa Rica S.A. informó al jefe de patentes de la municipalidad de
Coronado lo siguiente: a.- que se inscribió en el Registro Público la fusión por
absorción entre las sociedades C.L.B. Compañía Latinoamericana de bebidas y
Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A., prevalenciendo la última con su respectiva
cédula jurídica; b.- Que desapareció la compañía C:L:B. Compañía
Latinoamericana de bebidas S.A. cerrándose los libros respectivos ante el
Departamento de Grandes Contribuyentes del Ministerio de Hacienda, asumiendo
las cargas la empresa prevaleciente (oficio de folio 275), 2) Que en el mismo oficio
se solicitó que se tuviera para efectos tributarios a la empresa Coca Cola Femsa
S.A. como único titular de las cargas tributarias y municipales (mismo folio); 3)
Que mediante oficio PA-440-040-2008 de 17 de abril de 2008 el Oficial de
Patentes acusó recibo de la nota anterior y le informó a la empresa Coca Cola
Femsa de Costa Rica S.A. que ha procedido a unificar las patentes N. 02467
(ventas en el cantón) y la N. 00205 (producción de jugos), quedando únicamente
la N. 00205, a la que le trasladó el saldo pendiente por concepto de impuesto de Ë
5.376.90. En igual sentido se le informó que la declaración presentada para el año
2008 indica detalle de ventas en la jurisdicción de Coronado, mas no costos de
producción y comercialización de la planta ubicada en esa misma jurisdicción, por
lo que la municipalidad carece de bases para cobrar el impuesto correspondiente
por la actividad de producción (folio 280) ; 4) La empresa gestionante planteó
recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el oficio citado
anteriormente (folio 284,287); 5) El Departamento de Patentes y Espectáculos
Públicos mediante oficio PA-440-052-2008 de 28 de abril de 2008 rechazó la
revocatoria y admitió la alzada (folio 288); 5) El Concejo Municipal en el acuerdo
2008-111-04, adoptado en la sesión ordinaria 111 del lunes 09 de junio de 2008,
dispuso rechazar el recurso interpuesto (folio 305); 6) La apoderada especial
administrativa de la empresa Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. interpuso contra
el anterior acuerdo recurso de apelación ante este Tribunal (folio 306); 7) El 29
de agosto de 2008 la apoderada administrativa planteó "apelación administrativa
per saltum" y "apelación de hecho en contra de la decisión del Concejo Municipal
por omisión de darle curso a la apelación y se solicita se requiera el envío del
expediente administrativo" y el despacho dio trámite de ley a la citada articulación
que tramita como per salum, recurso en virtud del cual conoce este Tribunal
(folio 319).
II.-HECHO NO PROBADO:1) Que la actividad industrial de producción de
jugos deba pagar impuesto de patentes de manera independiente (no hay prueba
sobre este extremo en el expediente).
III).-OBJETO DEL RECURSO: Indica la articulante que la compañía C.L.B.
COMPAÑÍA LATINOAMERICANA DE BEBIDAS S.A. era una empresa industrial que
producía jugos "Hi-C" que operaba en el cantón de Vásquez de Coronado con la
patente municpal N. 205 (planta de producción de jugos), mientras que COCA
COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A operaba en el cantón de Vásquez de Coronado
con la patente municipal N. 2427 (ventas en el mismo cantón. Que ambas
compañías se fusionaron y subsiste únicamente la primera). De acuerdo con el
artículo 222 del Código de Comercio, la fusión es eficaz frente a terceros un mes
después de la publicación del edicto y su inscripción en la sección mercantil del
Registro Público. La municipalidad tomó nota de la información que le suministró la
empresa y procedió a unificar la patentes N. 2427 -ventas al cantón- con la N. 205
-planta de producción de jugos-, sobreviviendo únicamente la última patente, es
decir, la de planta de producción de jugos., lo que resulta ilegal ya que en virtud
de la fusión, desde el punto de vista tributario la única actividad que debe
prevalecer es la de venta de productos en ese territorio, sea la N. 2427. La
compañía prevalenciente sea COCA COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A. asumió
todos los derechos y obligaciones de la absorbida, consecuentemente, el único
contribuyente es esta última empresa. Que en el caso en examen la única
actividad lucrativa que realiza la empresa en el cantón de Vàsquez de Coronado
consiste en la distribución de bebidas, por lo que ésta deberá cancelar el impuesto
en relación con dicha actividad. Señala que la municipalidad solo está autorizada
para cobrar tributos de comformidad con la Ley de Impuestos Municipales de
Coronado, N. 7777 de 29 de abril de 1998. Esa ley en el artículo 3 establece
claramente que los patentados de la municipalidad de Vásquez de Coronado están
gravados sobre la base imponible de ingresos brutos que obtienen de las
actividades lucrativas que realicen en ese cantón. La actividad lucrativa de la
empresa COCA COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A. es la distribución de bebidas. Si
bien es cierto que la empresa cuenta con una planta de producción de
jugos en Váquez de Coronado, la producción industrial en sí misma NO
constituye una actividad lucrativa de la empresa, limitándose la actividad
lucrativa a la venta de productos que en su mayoría industrializa y luego vende. El
hecho generador del impuesto de patentes es la venta de productos y no
la generación de aquellos. Ahora la única empresa que debe estar patentada en
Coronado es la Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. y el hecho generador
son las ventas que hace en el cantón. El punto fundamental es que la
producción de bebidas como tal, no está gravada por la ley de impuestos local y
por ello es improcedente que esa municipalidad, tal y como lo pretende mantenga
vigente la patente N. 205. La empresa puede producir y producir sin vender y en la
tesis municipal la sola producción estaría gravada, aunque no derivara renta
alguna. La producción industrial no es en sí misma- de acuerdo con la ley del
cantón- una actividad lucrativa gravable. La única actividad gravada es la venta de
productos, la distribución y comercialización. Por ello la municipalidad al unificar
las patentes debió conservar la de "venta de bebidas al cantón" y no la de
"producción de bebidas" como lo hizo. En todo caso el proceso de industrialización
-producción de jugos- es realizado a escala nacional, y ello implicaría gravar una
actividad que trasciende la del cantón. El pretender gravar las rentas con lo
obtenido fuera del cantón va más allá del principio de territorialidad municipal del
tributo. El impuesto de patentes grava los ingresos brutos de los contribuyentes.
La ley N. 7777 no hace alusión a las rentas netas para determinar el impuesto de
patentes, por lo que la información sobre costos de producción y comercialización
son irrelevantes para la municipalidad local. Según lo dispone el artículo 4 de la ley
n. 7777 el impuesto de patente municipal es del dos por cien (2 x 100) sobre los
ingresos brutos de la compañía, por lo que no le incumbre conocer sus costos de
producción, información que en todo caso está protegida por el 24 cosntitucional y
103 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. La única información que
le interesa es la relativa a los ingresos brutos generados en ese cantón. La
municipalidad entiende -indebidamente- que el impuesto de patentes se calcula
sobre los ingresos brutos generados por las ventas realizadas en todo el país. Pide
se anule el acuerdo impugnado.
IV).-SOBRE EL FONDO: En materia impositiva rige el principio de reserva
legal, según el cual la ley formal debe señalar los elementos básicos del tributo.
Así lo establece, la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5
del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los
numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior
implica que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin
que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que se trata
de imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede provenir
de la ley. En consecuencia, le está vedado a la Administración Tributaria
Municipal, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio
de potestades administrativas. Para que la obligación tributaria exista debe estar
expresamente desarrollada por ley, esto es prevista en la ley N° 7777 (Ley de
Impuestos Municipales de Coronado). Valga señalar que, la citada ley no grava la
producción industrial de manera independiente de la comercial dentro del cantón,
como sí lo hacen otros cuerpos legales en materia de impuestos, como es el caso,
por ejemplo, de la Ley de Impuestos de la Municipalidad de Santa Ana, para citar
solo una, en que expresamente se grava una actividad industrial.
Para mejor ilustración de lo dicho, valga citar como ejemplo el artículo 14 de
la ley de Impuestos Municipales de Santa Ana que establece:
"b) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la
extracción, transformación o manufactura de uno o varios productos. Incluye la
transformación mecánica o química de sustancias inorgánicas en productos
nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Asimismo,
comprende la creación de productos y los talleres de reparación y
acondicionamiento. También la construcción, la reparación o la demolición de todo
tipo de edificios, las instalaciones, las compañías de transporte, las impretnas,
editoriales y los establecimientos similares. En general, se refeire a mercaderías,
construcciones, bienes inmuebles y actividades de agroindustria."
El cantón de Coronado carece de una disposición legal que grave la producción
industrial de manera independiente de la comercial dentro del cantón, resultando
inadmisible la aplicación extensiva que se viene haciendo para incluir en la
actividad comercial local, la industrial de producción de jugos, puesto que para que
ello sea posible requiere el gobierno local de una expresa disposición legal que así
lo establezca, la que como se indicó no existe en este caso. La tesis del Concejo
Municipal -siguiendo el criterio del asesor legal- en el sentido de que toda actividad
productiva por el hecho de serlo debe pagar tributo implica una clara violación al
principio de reserva de Ley. El artículo 1 de la ley N. 7777 no hace más que
señalar que las actividades lucrativas en el Cantón de Vásquez de Coronado deben
pagar impuesto de patentes, sin embargo, ello es conforme a la ley y en el
presente caso esa misma ley no establece una lista concreta de actividades
gravadas que incluya la actividad industrial, por lo que el Tribunal estima que
lleva razón la recurrente al señalar que no debe tributar por una actividad no
gravada. En cuanto al cobro del impuesto, con toda claridad la ley 7777 señala en
el artículo 4 que se pagará por concepto de impuesto el 2 x 100 sobre los ingresos
brutos, porcentaje aplicable a los "ingresos brutos", consiguientemente la
administración tributaria municipal excede sus competencias legales cuando para
el cálculo de una actividad no gravada expresamente por su ley de impuestos,
requiere a la recurrente información relacionada con los costos de producción y
comercialización de la planta ubicada en esa misma jurisdicción, puesto que la ley,
en caso de que la actividad esté gravada, establece que el cálculo se hará con base
en los ingresos brutos y no por la vía que lo pretende el gobierno local.
V- Como consecuencia de lo expuesto, se anula el acuerdo impugnado y se da
por agotada la vía administrativa.
POR TANTO:
Se anula el acuerdo recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas
Hubert Fernández Argüello
I . Rocío Rojas
Morales Exp 08-703-127-ca Municipal Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A
c/Municipalidad de Vazquez de Coronadolrocha
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
11:56:09 AM
Sentencia: 01265
Expediente: 09-000698-1027-CA
Fecha: 26/06/2009 Hora: 11:30:00 AM Emitido por:
Tribunal Contencioso Administrativo Sección III
Tipo de Sentencia: De Fondo
Redactor: Fernández Argüello Hubert
Clase de Asunto: Apelación Municipal
ß&Ø¥ß%
N° 1265 -200 9
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA
. SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A.
Goicoechea, a las once horas treinta minutos del veintiséis de junio del dos mil
nueve . Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, de la apelación interpuesta
por Master Litho Sociedad Anónima, representada por su apoderado especial
Iván Darío Villegas Franco, mayor, soltero, abogado, vecino de Alajuela, cédula 8080-886 contra el acuerdo del Concejo Municipal de Tibás VI-1 de la sesión
ordinaria Nº148 del veinticuatro de febrero del dos mil nueve.Redacta el Juez Fernández Argüello , y:
CONSIDERANDO:
I).-Se tiene como debidamente acreditado lo siguiente: 1) Que mediante
notificación Nº 8505 del ocho de enero de este año, el Departamento de Patentes
de la Municipalidad de Tibás le indicó a la empresa Master Litho S.A. que su
negocio tipo bodega, ubicado 100 metros al Oeste de la Escuela de llorente,
carecía de licencia y patente municipal; le previno abstenerse de ejercer la
actividad realizada y presentarse a la Municipalidad (folio 1); 2) Que contra lo
anterior, la empresa interpuso revocatoria y apelación el día quince del mismo
mes (folios 2 a 5); 3) Que el Departamento de Patentes, en resolución de las
quince horas siete minutos del veintiuno de enero,denegó la revocatoria y elevó la
alzada (folios 7 a 10); 4) Que el Concejo Municipal de Tibás, por acuerdo VI-1 de
la sesión ordinaria Nº148 del veinticuatro de febrero , desestimó la apelación
(folios 14 a 17); 5) Que inconforme, el apoderado de la compañía planteó en
tiempo y forma los recursos ordinarios (folios 18 a 20); 6) Que el órgano
deliberativo, en el Acuerdo III-2 de la sesión ordinaria Nº151 del diecisiete de
marzo siguiente, rechazó la impugnación horizontal y remitió la vertical a este
Despacho (folios 21 a 23); 7) Que la empresa Master Litho cuenta con patente
municipal Nº22310 para la actividad de imprenta y litografía (folio 7); 8) Que el
local a que se refiere la notificación 8505 es utilizado por la empresa recurrente
como "ampliación del espacio físico requerido para nuestro crecimiento comercial
(...) el negocio requiere de mayor espacio físico para diferentes labores
empresariales, en este caso específico el almacenamiento de materias primas de
Master Litho" (manifestaciones del apoderado de la compañía, folio 3).II).-HECHOS NO PROBADOS: No se acreditó: 1) Que el local utilizado
sea el mismo que usa la litografía, es decir, que esté contiguo al originalmente
autorizado por la licencia Nº22310 para funcionar como litografía y que ambos
tengan comunicación interna.- No se procuró prueba al respecto.III).-Manifiesta el recurrente que su negocio tiene patente comercial para
la actividad de litografía, que se encuentra al día en el pago de todas sus
obligaciones y que a la fecha siempre le ha sido renovada y se encuentra en
perfecto orden.- Que no existe ningún fundamento legal para no permitir el uso de
un local que se encuentra "de forma prácticamente contiguo a nuestro local
principal", ya que éste se encuentra dentro del mismo complejo urbanístico y tiene
la misma entrada, tipo de construcción, mismo acceso vehicular y pertenece al
mismo propietario.- Que su representada nunca ha tenido la intención de solicitar
una nueva patente, pero que se ha visto en la necesidad de realizar trámite ante
la Municipalidad, dada la negativa de esa entidad de reconocer que se trata de la
misma empresa, actividad y patente,
es decir, de una simple ampliación del
espacio físico requerido por su crecimiento comercial, lo cual ha comprobado la
propia corporación local que ha visto incrementados los pagos trimestrales de
impuestos locales.- Que su representada no pretende iniciar actividades nuevas o
diferentes, sino continuar creciendo en el mismo curso normal del desarrollo de su
negocio.- Que no están en el supuesto que prevé el artículo 11 del Reglamento a
la Ley de Patentes de Tibás, pues son una misma persona jurídica y no dos
empresas en un mismo complejo urbanístico; y que ese local es una parte
necesaria y esencial para su operación; que no produce por si mismo ninguna
facturación, y que más bien complementa su operación tradicional de litografía.
Ello significa, según su criterio, que el uso que se le da a ese local es una actividad
interna de una empresa ya regulada y patentada. Alega asimismo, que lo actuado
carece de fundamentación.IV).-SOBRE EL FONDO: El Tribunal advierte, en primer término, que las
actuaciones municipales se encuentran debidamente fundamentadas. La
notificación 8505, deja claro que Master Litho S.A. está utilizando una bodega
como parte de su giro comercial, y que no tiene patente ni licencia municipal
aprobada al efecto. Allí se le indicó que en virtud de lo anterior, debía abstenerse
de realizar la actividad y que debía presentarse a la Municipalidad negocio, con lo
que está claro cuáles son las motivaciones del acto y los pasos a seguir para
ponerse a derecho.- Lo mismo puede decirse del acto del Departamento de
Patentes de las quince horas siete minutos del veintiuno de enero del dos mil
nueve, que rechazó la revocatoria interpuesta contra la anterior notificación, pues
ella explica con amplitud los razonamientos para que se diera ese rechazo (folios 7
a 10). El Concejo Municipal, por su parte, ha expuesto con claridad las razones
para confirmar lo actuado por el inferior, tal y como se desprende de folios 14 a 16
y 21 a 23.- En esas circunstancias, no se estima que la entidad local haya
incurrido en el vicio de falta de fundamentación; antes bien, lo actuado a lo largo
de la escalerilla recursiva que ha seguido a este asunto, se ha ajustado desde el
punto de vista formal, a las exigencias de motivación que establece el artículo 136
de la Ley General de la Administración Pública, lo que obliga a rechazar este
alegato.-
V).-Por otra parte, luego de revisar la información que consta en el
expediente, se advierte que no lleva razón la empresa en sus reclamos.- Es un
hecho incontrovertido que ésta, al solicitar la patente original -Nº22310-, sólo
tenía en funcionamiento un único local, de forma que la licencia lo era para operar
un negocio de litografía en ese establecimiento concreto.- Ahora, en virtud del
ejercicio de la función de inspección que en esta materia compete a las
municipalidades, se ha constatado que Master Litho S.A., por necesidades propias
de su giro comercial, procedió a arrendar un nuevo lugar en el cantón, que utiliza
como una bodega y respecto del cual no cuenta con licencia del ayuntamiento.Este último espacio, si bien se encuentra en el mismo complejo arquitectónico que
el primero, funciona en forma totalmente separada e independiente, ya que no
cuentan con comunicación interna, de manera que no es posible afirmar -como lo
hace la recurrente- que constituyan una unidad y sin que interese en modo
alguno, que el propietario de esta nueva bodega sea el mismo que el del primer
local o que para ingresar a ellos se utilice la misma entrada principal del
complejo.- En realidad, la empresa solamente tiene licencia para operar un local
específico y ahora, bajo el argumento de que la entidad es la misma, alquiló otro
diferente, el que usa para almacenar materias primas y productos propios de su
compañía y lo mantiene funcionando sin autorización municipal, a pesar de
requerirla. En este sentido, resulta inaceptable que se argumente, que a partir de
una licencia concreta, un negocio puede extenderse dentro del mismo cantón a
otros locales de manera ilimitada , ya sea que se encuentren cerca o lejos del
establecimiento inicial, siempre que se refieran a la misma actividad, lo que
resulta contrario a los principios que regulan las competencias municipales en lo
que se refiere al ejercicio de actividades lucrativas dentro de su territorio.- Por esa
vía, podría arribarse al contrasentido de afirmar que dentro de un mismo complejo
de bodegas o en un mismo centro comercial, si una empresa alquila un local para
su negocio y obtiene la licencia municipal, ello le permitiría luego, alquilar la
totalidad de esas instalaciones, sin necesidad de autorización, lo que carece de
todo fundamento.- La ampliación de las actividades, cuando ésta implique la
adquisición o el arrendamiento de otros bienes inmuebles, requiere sin duda
licencia, pues la autorización municipal debe ajustarse a la realidad del negocio, lo
que obliga a confirmar lo decidido por el Concejo de Tibás.- El almacenaje de
productos, por lo demás, es una actividad prevista en el artículo 15 de la Ley de
de Patentes de Tibás, Nº8523, por lo que la decisión de esa corporación de
requerir licencia a la bodega no aparece tampoco como discriminatoria o
irrazonable, antes bien, se conforma con el ordenamiento jurídico, lo que obliga a
confirmarla.VI).-Asimismo, por carecer de ulterior recurso lo aquí dispuesto, debe darse por
agotada la vía administrativa.POR TANTO:
Se confirma el acuerdo apelado y se da por agotada la vía administrativa.
Hubert Fernández Argüello
I. Rocío Rojas Morales
Exp: 09-000698-1027-CA
Grace Loaiza Sánchez
Municipal
Master Litho S. A. c/ Municipalidad de Tibás
sramírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 12:08:43 PM
Sentencia: 01063 Expediente: 08-001299-1027-CA
Fecha:
05/06/2009 Hora: 11:20:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección III
N° 1063-2009
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA .
SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A.
Goicoechea, a las once horas veinte minutos del cinco de junio del dos mil nueve. Por apelación de la empresa " Ming Lin Limitada", representada por su
gerente Mei Ing Chan Chuang, cédula 8-063-938, conoce este Tribunal de lo
dispuesto por el Concejo Municipal de San José, en la sesión ordinaria Nº99,
Artículo IV, Acuerdo 6, del once de marzo del dos mil ocho.Redacta el Juez Fernández Argüello , y:
CONSIDERANDO:
I).-HECHOS PROBADOS: Para resolver, se tiene por acreditado lo siguiente:
1) Que el Departamento de Patentes de la Municipalidad de San José, en resolución
25-MAQ-2005 del veintisiete de junio del dos mil cinco, dispuso: "Autorizar el
permiso de funcionamiento de 18 máquinas de juegos (Ping Ball) otorgado a favor
de Ming Lin LTDA cédula Nº 3102138495 sujeto a las condiciones establecidas en la
presente resolución. Es menester indicar al patentado que en caso de
incumplimiento de alguna de las disposiciones de ley y reglamentarias para la
materia, se procederá de inmediato a la clausura de las respectivas máquinas de
juegos y a la suspensión temporal de la patente comercial en donde se encuentren
autorizadas las mismas". El local se ubica en calle 2-4, avenida 5, San José (folios
1 a 4); 2) Que para el otorgamiento de la licencia, se solicitó de previo el dictamen
de la Jefa de la Sección de Ambiente de la Municipalidad, quien indicó que "el local
cumple con todos los requisitos ambientales requeridos" (oficio SDA-688-05 de folio
120 del expediente administrativo, que se ha tenido a la vista); 3) Que dentro del
mismo trámite de autorización, se realizó una inspección a cargo del funcionario
Manuel Solís, quien en fecha catorce de junio de dos mil cinco manifestó lo
siguiente: "Referente a la inspección realizada al negocio denominado 18 máquinas
Tipo Pin Ball, el mismo cuenta con 18 máquinas de ping ball, ubicada en una sala de
juegos, no cuentan con número de serie, están a más de 50 metros de centros
educativos religiosos y salud, las máquinas tiran tiquetes las cuales son cambiados
por premios o regalos a la hora de la inspección" (folio 121 del expediente
administrativo, que se ha tenido a la vista); 4) Que junto a la solicitud de licencia,
se aportó un estudio técnico de las máquinas, elaborado por un ingeniero eléctrico,
así como fotografías y diagramas de funcionamiento de éstas, que no fueron
objetados por la entidad local (estudio de folios 135 y 136, folios 143 a 166 del
expediente administrativo); 5) Que mediante notificación 058 de la Sección de
Permisos y Patentes, del dieciocho de enero del dos mil ocho, se procedió a la
clausura, en el local de Ming Lin Limitada, d e " 20 máquinas de juego ilegales
denominadas fonéticamente Pin Ball sin serlo por tratarse en realidad de máquinas
traganíqueles de azar detectadas en funcionamiento en el negocio arriba indicado".
En la misma comunicación se le concedieron veinticuatro horas para proceder al
retiro de las máquinas, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento, se
procedería a la clausura temporal inmediata del local (folio 5); 6) Que contra lo
anterior, la apoderada de la compañía, planteó revocatoria y apelación (folios 6 y 7);
7) Que la Sección de Permisos y Patentes, en resolución de las siete horas y treinta
minutos del veintiocho de enero del dos mil siete (Oficio ALDP-2-037-2006), rechazó
la revocatoria y elevó la alzada ante el Concejo (folios 9 a 15); 8) Que el Concejo
Municipal de San José, en el Acuerdo 8, Artículo II, de la sesión extraordinaria 45,
del once de febrero de dos mil ocho, denegó el recurso de apelación (folios 23 y 24);
9) Que contra lo anterior, el apoderado de la empresa planteó los recursos
ordinarios (folios 45 a 47); 10) Que el órgano deliberativo, en el acuerdo 47,
artículo III, de la sesión ordinaria 125 del dieciocho de setiembre de dos mil ocho,
rechazó la revocatoria y admitió la apelación (folio 52).II).- HECHOS NO PROBADOS: No se acreditó: 1) Que las máquinas
clausuradas sean distintas de las autorizadas inicialmente por la Municipalidad, en la
resolución 25-MAQ-2005; 2) Que la empresa Ming Ling Ltda, haya cambiado las
máquinas que autorizó la entidad o que haya puesto a funcionar otras distintas. No
se procuró prueba al respecto.III).- ALEGATOS DEL RECURSO: En sus agravios, manifiesta el recurrente
que la Municipalidad de San José le clausuró veinte máquinas de juego, a pesar de
que ni la Ley de Juegos ni su Reglamento contienen una descripción taxativa sobre
nombres, fotografías o diagramas de las máquinas para juegos que están
prohibidas. Afirma que los dictámenes jurídicos de la Procuraduría General de la
República, no pueden sustituir esa normativa y mucho menos, dice, cuando se
entrometen a calificar de legal o no unas máquinas para juegos como ocurre con la
pin ball. Agrega, que la Municipalidad, al calificar discrecionalmente como ilegales
máquinas como las suyas, incursionó en materia prohibitiva, dado que esos
artefactos al haber cancelado el impuesto de aduanas correspondiente, constituyen
bienes muebles legítimos.- Que hay estudios serios de ingenieros eléctricos que
indican que su mecanismo de funcionamiento coincide con los autorizados por la Ley
de Juegos y su Reglamento, dado que funcionan mediante la intervención, la
habilidad o destreza del jugador para interferir en la ganancia o pérdida del juego.Además, aduce que cuenta con licencia comercial para la instalación de 18
máquinas de juego (pin ball), y que previo a ello, los inspectores municipales
verificaron en el local y con las fotografías aportadas que se trataba del tipo
indicado.- Que esas autorizaciones administrativas constituyen actos válidos y
eficaces que crean derechos subjetivos, los que no puede ahora desconocer la
Municipalidad argumentando mera conveniencia, como ocurre en la práctica. Estima
que lo actuado lesiona el principio de intangibilidad de los actos propios y así pide
que se declare.IV).-ALEGATOS DE LA MUNICIPALIDAD: El apoderado de la corporación
local de San José, realiza una extensa y profusa defensa de las actuaciones de su
representada.- Expresa, en primer término, que efectivamente, se autorizó a la
empresa Ming Lin Limitada el negocio denominado "Sala de Juegos Ming Lin Nº9,
ubicado en calles 2-4, Avenida 5, para desarrollar la actividad 395, que es Sala de
Juegos, y para explotar 18 máquinas de juego pin ball, que son mecanismos de
juego en los que interviene la habilidad y destreza del juzgador para la obtención de
un resultado favorable.- Que desde la misma resolución 25-MAQ-2005 se estableció
que únicamente se autorizaban máquinas que simulen juegos deportivos o de
destreza en la que el jugador participe con su habilidad, y en donde incluso no es
permitido el otorgamiento de premios en dinero efectivo.- Que el comerciante
suministró información y describió, mediante un informe técnico, que se trataba de
máquinas de habilidad en la que existe interacción del jugador, que también se
aportó un certificado de uso de suelo y que fue por esa razón que Municipalidad
autorizó el funcionamiento de "máquinas de habilidad y destreza".- Agrega que
durante el proceso de autorización, se solicitaron fotografías, y que se aportaron 18
fotos de una misma máquina, condición que se tolera por cuanto a la Corporación
Municipal no le es relevante la apariencia de la misma sino su funcionamiento, ya
que va a ser éste el que determina la diferencia entre una máquina legal y una ilegal
cuya instalación incluso tipifica en la falta contravencional contenida en el numeral 5
de la Ley de Juegos. Asimismo, continúa, se procedió a "... verificar el
cumplimiento de los requisitos formales , y sobre esta base se otorgó la
patente comercial según corresponde, sin que se cuestionara el informe técnico
aportado por la parte, siendo que es elaborado por un "profesional". Ello por cuanto
el trámite de una patente comercial y su funcionamiento comprende dos situaciones,
la primera una fase de pre-autorización, revisándose el cumplimiento de requisitos
formales -tanto los solicitados al contribuyente a través de la Plataforma de
Servicios como los gestionados internamente como lo es la viabilidad ambiental y
condiciones del local- verificándose si está o no aportado al trámite administrativo
el requisito formal emitiéndose en caso positivo la correspondiente autorización. La
segunda fase es post- autorización, en la cual se verifica que lo autorizado
fue lo que se colocó en el comercio. Ejemplo: Se autoriza un Restaurante ante el
cumplimiento de requisitos formales, y en el proceso de fiscalización se corrobora
que la actividad que se desarrolle en el campo sea esta y no de bar, igual sucede
con las máquinas de juego. Para el caso en concreto en el trámite de autorización se
dijo por parte de un ingeniero aportado por el gestionante que las máquinas que
constan en fotografías son de habilidad y destreza, brindando incluso la información
necesaria al jugador para no ser engañado, las máquinas solicitadas se indica por
parte del interesado que son de pin ball, y ante el cumplimiento de todos los
requisitos formales se autorizó una patente comercial para máquinas de pin ball de
habilidad y destreza cuyo funcionamiento sea conteste a la Ley de Juegos y así se
dispuso bajo la resolución 25-MAQ-2005 incorporada al expediente judicial; por otra
parte, como parte del proceso de fiscalización; se detectó que las máquinas que
se explotaban en el local comercial no son de habilidad y destreza, sino que
por contrario son máquinas de azar, las cuales no se ajustan a la patente concedida
por la administración según sus condiciones de funcionamiento y marco de legalidad
fue claramente detallado bajo resolución municipal 25-MAQ-2005" (el énfasis
corresponde al original). Del mismo modo sostiene, vehementemente, que las
máquinas explotadas por el interesado no son máquinas de pin ball, sino más bien
tragamonedas y que fue por eso que se clausuraron; e incluso, dice, ya la
apoderada de la empresa fue condenada penalmente por la contravención de
explotación de juegos ilegales en es mismo negocio.- Aduce que la ilegalidad no crea
derecho, ante lo cual esa entidad, al detectar el funcionamiento de máquinas con
mecanismos de azar ajenos al autorizado, procedió a su clausura.- Expresa, que la
notificación 0058 aquí cuestionada, es una prevención que busca que se retiren las
máquinas tragamonedas ilegales, para que el comerciante coloque las que sí se
ajusten a la normativa vigente; lo que no se ha cumplido pues incluso con
posterioridad se clausuró una cantidad mayor de artefactos prohibidos, lo que pone
de manifiesto la ilegalidad de las actuaciones de la recurrente.- Reitera que la
Municipalidad no discute sobre la existencia de una patente que permita el
funcionamiento de máquinas de pin ball legales, pero que lo que se detectó en el
campo fue el funcionamiento indebido de otros mecanismos sólo llamados
fonéticamente como pin ball, sin serlo, por lo que en protección del orden público, el
interés colectivo y sobre todo de la niñez y la adolescencia del Cantón, es que
procedió a su clausura.- Adicionalmente, señala que aparte de los reparos de orden
legal, debe tomarse en consideración la problemática social que a su juicio, se ha
generado en torno a las máquinas de pin ball ilegales como las decomisadas, pues el
Patronato Nacional de la Infancia ha instado reiteradamente a los gobiernos locales
a aplicar la normativa existente en la materia, solicitando "revocar patentes y
decomisar máquinas tragamonedas con el objetivo de proteger el desarrollo integral
de los niños, niñas y adolescentes amparados en los artículos 73, 75, y 137 del
Código de la Niñez y Adolescencia, Ley de Juegos y el Reglamento de Máquinas de
Juegos, así como a regular el uso que los niños y niñas hagan de los juegos y
protegerlos de los riesgos propios de los sitios públicos en que funcionan estas
máquinas" .Por eso, aduce que en el caso de esa Municipalidad, no resulta necesario el revocar
patentes comerciales ya sea mediante el proceso de lesividad, o bien, mediante el
procedimiento contenido en el artículo 173 de la Ley General de la Administración
Pública, ya que las mismas fueron otorgadas para juegos de habilidad y destreza,
resultando totalmente legítimo entrar a regular las que sean ilegales por no
obedecer a la descripción de funcionamiento indicado, y que ello se encuentran en la
órbita de fiscalización y el poder de policía con que cuenta ese Gobierno local.- Por
último, arguye que su actuación no sólo se encuentra fundada en la normativa que
señaló, sino también en una serie de pronunciamientos de la Procuraduría General
de la República, sentencias de la Sala Constitucional y del Juzgado Contravencional
del I Circuito Judicial de San José, por lo que solicita que se rechace la apelación
formulada y se confirme lo actuado por la Municipalidad.V).- SOBRE EL FONDO: En el mes de junio del dos mil cinco, la aquí
recurrente "Ming Lin Limitada" solicitó a la Municipalidad de San José, una licencia
comercial para explotar dieciocho máquinas de juegos de Ping Ball, en un negocio
denominado "Sala de Juegos Ming Lin Nº 9, que se ubica en la Ciudad Capital, calle
2-4, avenida 5 .- La solicitud cumplió, en criterio del Departamento de Patentes,
con todas las exigencias legales y reglamentarias, por lo que se emitió la resolución
25-MAQ-2005, otorgando la respectiva autorización.- Para resolver en esa dirección,
se valoró la documentación aportada por la compañía, que incluía un informe técnico
sobre las máquinas y su funcionamiento, así como fotografías de éstas, y además,
se realizaron sendas inspecciones por parte de funcionarios municipales,
particularmente de la Sección de Ambiente y del propio Departamento de Patentes,
quienes acudieron al lugar y determinaron, primero, que el local reunía las
condiciones ambientales y luego, que se trataba de máquinas de pin ball, que se
respetaban las distancias mínimas entre centros educativos, religiosos y de salud, y
que no se concedían premios en efectivo.- Posteriormente, el dieciocho de enero del
dos mil ocho, funcionarios de la Sección de Permisos y Patentes se apersonaron al
local indicado y emitieron la notificación 0058, que ordenó la clausura de veinte
máquinas de juego ilegales por estimar que se llamaban fonéticamente pin ball pero
que en realidad eran máquinas traganíqueles de azar.- Esta última decisión, es la
que se impugnó y que ha seguido la escalerilla recursiva que culmina en esta vía.VI).- Luego de analizar detenidamente la documentación que consta en
autos, así como las alegaciones formuladas por la recurrente y el apoderado de la
Municipalidad, estima este órgano que la decisión administrativa que se cuestiona
adolece en efecto, de una serie de vicios graves que afectan por entero su validez.Como primer aspecto relevante, se advierte que el Departamento de Patentes
analizó el cumplimiento de todos los requisitos presentados y determinó que sí
procedía el otorgamiento de la licencia solicitada. Particularmente, en lo que se
refiere a las máquinas cuya instalación se pretendía, se recibió un informe elaborado
por un ingeniero eléctrico que indicaba que aquéllas eran de destreza y habilidad. El
contenido de ese informe -si bien realizado por cuenta de la empresa interesada-,
nunca fue desvirtuado por la Municipalidad. También se adjuntaron a esa gestión,
varias fotografías de los artefactos de pin ball , así como unos diagramas que
mostraban el funcionamiento del mecanismo y tampoco se hizo al respecto
observación alguna , por parte de los funcionarios competentes.Además, como se dijo, se realizó una inspección en el local, y su resultado arrojó
claramente que se trataba de máquinas de pin ball, es decir, de las permitidas por el
ordenamiento jurídico, pues nada dijo el inspector en contrario.La Sección de Permisos y Patentes tuvo a su alcance, toda esa documentación a la
hora de resolver y con base en ella se pronunció de manera afirmativa y concedió lo
solicitado .Se infiere de lo anterior -pues no existe un sólo indicio que sugiera otra cosa
diversa-, que las máquinas instaladas en la Sala de Juegos Ming Lin Nº 9, son las
mismas que aparecen en las fotografías presentadas ante el municipio y las que
observó el inspector como parte del procedimiento de obtención de la licencia.- Nada
indica tampoco -porque no lo aduce siquiera el apoderado de la entidad-, que la
compañía haya cambiado esas máquinas por otras, de forma que para este órgano
es claro que las que estaban funcionando en el local -y que fueron clausuradas-, son
las mismas que sirvieron de base para la autorización concedida.- Lo anterior
significa que, en virtud de la licencia, se le otorgó derecho a la empresa para
mantener en funcionamiento esas máquinas en la sala de juegos, y si la
Municipalidad ahora considera, con base en una nueva valoración, que en realidad
se trataba de artefactos no permitidos, para volver sobre sus actos debe observar el
procedimiento administrativo que establece el artículo 173 de la Ley General de la
Administración Pública, o en su caso, acudir al proceso de lesividad previsto en el
numeral 10 inciso 5), del Código Procesal Contencioso Administrativo, ya que no le
es posible desconocer, en garantía del principio de intangibilidad de los actos propios
y mediante un simple acto de clausura de las máquinas, la existencia de la licencia y
los derechos que a ella se ligan, en beneficio de quien la obtuvo.- En este sentido,
deben rechazarse las alegaciones del apoderado de la Municipalidad de San José,
quien justifica la conducta impugnada diciendo que durante la tramitación de la
licencia, únicamente se debe verificar el cumplimiento de los requisitos formales, y
que no es necesario constatar en la realidad, si lo indicado por el solicitante es cierto
o no, dado que eso es un asunto que según afirma, queda para la fase de "postautorización", en donde se verifica si lo que se instaló en el comercio es lo
autorizado.- En criterio de este Tribunal, el procedimiento que debe utilizarse es
justamente el inverso, dado que cuando se solicita una autorización para una sala
de juegos como la que aquí interesa, la Municipalidad debe verificar primero y ante
todo, cuáles son las máquinas que se pretenden instalar, realizar las inspecciones
del caso y analizar técnicamente el funcionamiento de éstas, pues sólo de esa forma
es posible determinar si se trata de máquinas de destreza y habilidad -y por lo tanto
permitidas-, o si por el contrario, son tragamonedas que dependen simplemente del
azar y en consecuencia ilegales.- De hecho, el principal presupuesto normativo para
el otorgamiento de una autorización como la contenida en la resolución 25-MAQ2005, es que se trate de máquinas de destreza y habilidad y de eso debe ocuparse
el Departamento de Patentes, antes de otorgarla y no después, como se alega.Recuérdese que este tipo de procedimientos, forma parte también del ejercicio
preventivo del poder de policía de la Administración, en la medida en que mediante
él se resguarda de forma primaria el orden público y sobre todo -por la materia
tratada-, los intereses superiores de los menores y adolescentes, normalmente
atraídos por este tipo de locales de juego.- Y justamente por eso, resulta inaudito
que se afirme que basta un simple estudio de escritorio, de orden meramente formal
al efecto, pues bajo esa argumentación no sólo se estaría cohonestando una
renuncia tácita al ejercicio de las potestades de control previo con que cuenta la
Municipalidad, sino también un claro incumplimiento de las obligaciones de los
funcionarios municipales y más concretamente del Departamento de Patentes, ya
que conforme al criterio del apoderado de la Municipalidad -inaceptable por
supuesto-, no necesita imponerse de la realidad de los hechos para otorgar una
licencia, pues cualquier error puede subsanarse con una inspección posterior si las
máquinas autorizadas resultan ser de las prohibidas.- El hecho es que como ya se
adelantó, la licencia otorga derechos al comerciante, que no pueden ser luego
desconocidos mediante una simple notificación, como se hizo en el presente
asunto.- En todo caso, esas aseveraciones no son de recibo, porque tampoco
responden a lo ocurrido dentro de este procedimiento, en donde la Municipalidad sí
contaba con elementos de orden técnico para decidir sobre la solicitud, a saber,
contaba con un dictamen de un ingeniero sobre el funcionamiento de las máquinas,
con los diagramas respectivos y además, con el resultado de una inspección,
efectuada por un funcionario que se apersonó al local de la empresa y verificó que
se trataba de máquinas de pin ball, sin hacer comentario alguno acerca de su
eventual ilegalidad.- Ello no implica, que si la empresa instala más máquinas de las
autorizadas o bien, si decide poner en explotación otras de azar o que otorguen
premios en efectivo, no pueda la entidad ejercer sus potestades de control y ordenar
válidamente su clausura y consecuente retiro de la sala de juegos; empero, eso no
es lo que se da en el presente caso, en el que las máquinas originalmente
autorizadas son las mismas que ahora se consideran lesivas del interés público, a
pesar de existir un acto autorizatorio municipal al respecto.- La entidad local puede,
en estas circunstancias, iniciar los procedimientos tendientes a anular ese acto -25MAQ-2005-, ya sea en sede administrativa (artículo de la Ley General de la
Administración Pública), o jurisdiccional (proceso de lesividad), según lo explicado, y
eventualmente tomar -o solicitar en su caso-, medidas cautelares en protección de
los intereses públicos que puedan estar involucrados, no obstante, intentar hacerlo
mediante una simple orden de clausura por no ejercicio del poder de policía,
constituye sin duda una vía de hecho, cuya validez es imposible defender y sostener
razonablemente en esta sede.- A mayor abundamiento, se estima oportuno señalar,
que ya existen pronunciamientos de este mismo órgano -en función jurisdiccional-,
sobre casos similares al presente, indicándose lo siguiente:
"... este Tribunal ha tenido por demostrado que (...) el Concejo Municipal de Mora,
le otorgó a la empresa actora la patente municipal número MPC00001, para la
explotación de ocho máquinas de pin ball en el local ubicado en Ciudad Colón, frente
a las Oficinas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, dado que cumplió todos
los requisitos previstos al efecto en el Reglamento para el Funcionamiento e
Instalación de Máquinas Electrónicas o Mecánicas, Pin Ball, Saca Peluches,
Tragamonedas y Similares, en Locales Permanentes u Ocasionales en el Cantón de
Mora (ver folios 16, 17, 28 y 35 del expediente administrativo y declaración
testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de
Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la
audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de
dicha audiencia), también lo es, que la Municipalidad de Mora incurrió en un ejercicio
arbitrario del poder de policía, ya que procedió a clausurar las ocho máquinas de pin
ball que ella misma le había autorizado a la parte demandante, bajo el argumento
de que ".. las máquinas de juego son máquinas que no se permiten en el Cantón de
Mora" y por ende, de que eran ilegales (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de
la medida cautelar), ello a pesar de que eran las mismas máquinas que la
Municipalidad de Mora había inspeccionado de previo a otorgar la patente a la
empresa actora (ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez
Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en
el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen
Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta
formulada por el Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para
resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que
consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); e) Que resulta paradójico que
si la Municipalidad de Mora tenía dudas sobre la legalidad o no de las máquinas de
pin ball, haya procedido a autorizar su explotación por medio del otorgamiento de la
patente número MPC00001, pues tal y como se desprende de la declaración
testimonial rendida por el Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora, durante la audiencia de medida cautelar anticipada, no se
procedió a colocar a las ocho máquinas de pin ball que explota la empresa actora,
las placas o calcomanías que acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si
eran o no legales (ver declaración testimonial que consta en el respaldo audiovisual
de dicha audiencia); f) Que en consecuencia, aún y cuando la Municipalidad tiene el
deber de ejercer las potestades de fiscalización que le otorga el Ordenamiento
Jurídico, a fin de controlar que el ejercicio de las actividades lucrativas que autorizó
a la empresa actora por medio del otorgamiento de la patente MPC00001, se
adecuen a la normativa aplicable, también lo es, que si detectó una anomalía que
pudiera implicar la revocatoria o la nulidad de un acto declarativo de derechos, no
debió haber ejercido actuaciones materiales que implicaban dejar sin efecto un acto
declarativo de derechos subjetivos (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de
medida cautelar), sin observar de previo el procedimiento establecido en los
artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, para declarar la
nulidad absoluta de un acto de esa naturaleza, pues dichas actuaciones resultan
contrarias a la garantía del debido proceso, al principio de intangibilidad de los actos
propios y a los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública,
más si se toma en consideración, que fue la propia Municipalidad de Mora la que
autorizó el ejercicio de una actividad lucrativa, que con posterioridad estimó ilegal
(..." (Sección Sexta, Nº 290-2009 de las trece horas treinta minutos del veintitrés
de febrero de dos mil nueve ) .VII).- Adicionalmente, se estima oportuno expresar que este Tribunal no
desconoce en modo alguno, las potestades de control y fiscalización con que cuenta
la Municipalidad en esta materia, como parte del poder de policía con que
constitucional y legalmente cuentan los gobiernos locales; y tampoco desatiende el
hecho de que están de por medio intereses públicos superiores, como lo son la
protección a la población menor y adolescente del país, que exigen una actitud
vigilante de todos los órganos y entes públicos.Sin embargo, entiende que esas funciones deben ejercerse desde el momento
mismo en que se solicita licencia para instalar una sala de juegos , pues de
ser concedido, este tipo de actos, que en esencia no hacen sino levantar un
obstáculo para el ejercicio de una actividad comercial también protegida
constitucionalmente, generan -aún si se dictaron en virtud de error o de una
indebida valoración municipal-, derechos en favor del comerciante, que luego sólo
pueden eliminarse mediante el seguimiento de un cauce procesal agravado, pues así
lo exige el Estado de Derecho.- Las entidades locales deben ser en ésta, como en
cualquier otra materia sobre la que tengan competencia, cuidadosos y meticulosos,
a fin de que sus propias conductas u omisiones no propicien la proliferación de salas
de juego en las que funcionen máquinas prohibidas, en perjuicio de nuestra niñez y
de la sociedad en general, pues ello hace parte de la correcta y efectiva defensa de
los "intereses locales" que les ha encomendado el orden constitucional.- Para ello,
tienen a su alcance una serie de herramientas que van mucho más allá del simple
control posterior, y que deben ejercerse sin vacilación, si es que verdaderamente se
desean satisfacer los fines públicos que ahora -y en forma tardía-, se invocan para
pretender dar visos de legalidad a una conducta que resulta sustancialmente
disconforme con el ordenamiento jurídico.- Por último, cabe agregar que ninguna de
las citas jurisprudenciales o de pronunciamientos administrativos que se hacen en el
recurso, tiene la virtud de enervar la ilegalidad de la conducta concreta que aquí se
ha revisado, dado que en este caso específico -se reitera una vez más-, la
Municipalidad lo que hizo fue autorizar primero por licencia, el funcionamiento de
unas máquinas, para luego desconocer ilegalmente y mediante una mera
prevención, lo autorizado, actuación que no resulta compatible con nuestro
ordenamiento jurídico.VIII).- En virtud de todo lo expuesto, no queda más alternativa que acoger la
impugnación interpuesta, anular el acto cuestionado y dar por agotada la vía
administrativa, pues lo aquí decidido carece de ulterior recurso.POR TANTO:
Se anula el acuerdo apelado y se da por agotada la vía administrativa.
Hubert Fernández Argüello
I. Rocío Rojas Morales
Grace Loaiza Sánchez
Exp: 08-001299-1027-CA
Municipal
Ming Lin Chan Chuang c/ Municipalidad de San José
sramírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
12:12:05 PM
Sentencia: 00475 Expediente: 08-000690-1027-CA
Fecha: 12/03/2009 Hora: 3:00:00 PM Emitido por:
Tribunal Contencioso Administrativo Sección III
N° 475-2009
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA
. SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A.
Goicoechea, a las quince horas del doce de marzo del dos mil nueve. Por apelación de María Lorena Cordero Ávila, mayor, casada, economista,
vecina de San José, cédula 2-393-924, en representación de la " Unión Nacional
de Porteadores UNAPORTE SOCIEDAD ANÓNIMA" , conoce este Tribunal como jerarca impropio-, de lo dispuesto por el Concejo Municipal de San
Ramón, en el Artículo V, Acuerdo Nº04 de la sesión ordinaria Nº121 del veintitrés
de octubre del dos mil siete.Redacta el Juez Fernández Argüello , y:
CONSIDERANDO:
I).-Para resolver, se tiene por probado lo siguiente: 1) Que en la sesión
extraordinaria Nº360 del 26 de abril del dos mil seis, Artículo III, Acuerdo Nº02, el
Concejo Municipal de San Ramón, dispuso lo siguiente: "a) Se concede a las
Empresas "UNAPORTE S.A." , Tico Viajes S.A. y Transportes Privados Carolina" y a
la Oficina de Patentes y Rentas, el improrrogable plazo de un mes calendario,
contado a partir de la notificación de esta resolución, para que procedan a realizar
las gestiones y coordinaciones pertinentes, a fin de adecuar las solicitudes de sus
patentes comerciales con la naturaleza de la actividad comercial que sus empresas
desarrollan en este Cantón. Además, en el mismo plazo, los patentados deberán
cumplir con los requisitos indicados en el Considerando quinto de este dictamen.
b) Se instruye a la Oficina de Patentes y Rentas de esta Municipalidad para que no
apruebe más patentes comerciales para desarrollar la actividad de porteo. Así
mismo, para que no se autorice la ampliación de la flota vehicular actual -ni en
una unidad más- a las citadas empresas. Lo anterior se ordena, hasta tanto no se
cuente con estudios de factibilidad sobre la actividad de porteo en San Ramón, lo
anterior con la finalidad de no propiciar la sobre oferta del servicio de porteo. Todo
de conformidad con los principios derivados de la autonomía municipal aplicables a
la regulación racional de todas las actividades comerciales y empresariales en
nuestro cantón" (folios 3 a 6); 2) Que contra lo anterior, la empresa Tico Viajes
S.A. interpuso revocatoria, que fue resuelto en la sesión ordinaria Nº11 del 13 de
junio del 2006, Artículo IV, acuerdo 02, que resolvió: "1- Declarar parcialmente
con lugar el recurso de revocatoria presentado por la empresa Tico Viajes S.A.,
únicamente en cuanto a eliminar el punto a) del por tanto del acuerdo Nº02,
tomado por el Concejo Municipal en el acta Nº360 del 26 de abril del 2006. 2Eliminar únicamente el punto Nº1 del por tanto del acta Nº360 del 26 de abril del
2006, dejando vigente todo lo demás, y se aclara que con base en el principio de
autonomía municipal si bien no le compete a este municipio crear tributos sí puede
establecer las condiciones y requisitos para el otorgamiento de las patentes. En
consecuencia se debe comunicar los interesados que se van a establecer las
condiciones y los requisitos de operación con fundamento en el artículo 17 del
reglamento de la ley de construcciones y de los requisitos que se estipularon en el
dictamen Nº1 de la Comisión de Jurídicos del acta Nº 360 del26 de abril del 2006
y los que se establezcan vía reglamento en cuanto a este tipo de patentes. 3Excluir de los requisitos solicitados a las empresas Tico Viajes S.A. y Carolina S.A.
en razón de que dichas empresas ya tenían otorgadas la patente previamente a la
aprobación del dictamen Nº1 de la Comisión de Jurídicos, del acta Nº360 del 26 de
abril del 2006, y en acatamiento al principio de retroactividad de la ley, dejando
claro que la patente debe ser renovada ante la municipalidad anualmente y este
acuerdo no excluye la potestad que tiene esta municipalidad con fundamento en el
artículo 170 de la Constitución Política y por el principio de autonomía municipal;
de establecer los requisitos para el otorgamiento de patentes" (folios folios 26 y
27); 3) Que en la sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos mil
siete, acuerdo Nº04, incisos A) y B), notificada a la Unión Nacional de Porteadores
el siete de noviembre siguiente mediante oficio MSR-AC-121-04, se decidió: "A)
(...) crear una patente comercial para la actividad del Parqueo o Estacionamientos
en el Cantón de San Ramón, y establecer los requisitos para otorgar patentes
comerciales para Estacionamientos y Parqueos dedicados a la actividad de porteo
o no en el cantón de San Ramón. B) Enviar nota a las siguientes empresas Unión
Nacional de Porteadores, VILLAFRAN, Transportes Privados Carolina, Transportes
Privados de Occidente, MOLICAR, TICO VIAJES, TICOWELCOME, PALÍ,
previniéndolas de un plazo máximo de 1 semana para que se presenten en las
oficinas del Departamento de Ingeniería de la Municipalidad de San Ramón, a
efecto de conocer sobre las condiciones que cada uno de los establecimientos
dedicados a la actividad de parqueo debe tener, para que se realicen las
modificaciones correspondientes, ajustándose a lo que establece la Ley de
Construcciones en el artículo 17 de su Reglamento, para lo cual, según cada caso,
el Ingeniero Municipal establecerá un plazo no mayor de 2 meses para el
cumplimiento de las modificaciones solicitadas. Transcurrido el plazo se hará una
inspección, a fin de determinar el cumplimiento de las mismas. Este informe será
remitido al Concejo, para que se autorice la generación de los trámites pertinentes
ante la Oficina de Patentes en lo que respecta a permisos de funcionamiento y la
patente comercial. De no cumplirse con las modificaciones solicitadas se procederá
al cierre del estacionamiento. Se aclara que no se otorgará ninguna patente
comercial para parqueos o estacionamientos que no cumpla con estos requisitos"
(folios 45 a 50, 91 a 96); 4) Que UNAPORTE S.A. presentó contra el anterior
acuerdo, revocatoria con apelación en subsidio (folios 98 a 111); 5) Que en la
sesión ordinaria Nº 127 del veinte de noviembre del mismo año, Artículo IV,
Acuerdo Nº03, se aprobó el Proyecto de "Reglamento para la obtención de
patentes y permisos de funcionamiento de las instalaciones dedicadas a servir
como terminales de la actividad denominada porteo" (folios 127 a 130); 6) Que en
la sesión ordinaria Nº129 del veintisiete de noviembre, Artículo V, acuerdo Nº01,
se denegó la revocatoria y se admitió la apelación (folios 168 a 171).II).-En su recurso, manifiesta la recurrente que UNAPORTE cuenta con un
permiso sanitario de funcionamiento, expedido por el Área Rectora de Salud de
San Ramón, para el tipo de actividad denominado "servicios relacionados con el
transporte", que tiene vigencia hasta el año 2001, y con base en el cual, la
Municipalidad de ese Cantón le concedió, en junio del dos mil seis, la patente
comercial Nº25 para parqueo privado. Aduce que no hay ninguna disposición legal
o resolución de la Sala Constitucional que obligue a las empresas de porteo a
tener "terminales -parqueos privados- por lo que no puede por un simple acuerdo
municipal imponérseles ningún requisito para el funcionamiento de esos locales,
pues ello, estiman, es un asunto reservado a la ley formal. A su juicio, las oficinas
o locales acondicionados por las empresas de porteo para desarrollar su actividad
son parte de los elementos esenciales atribuidos por la Sala indicada, de acuerdo
con su naturaleza jurídica o constitución, por lo menos para diferenciarlo del
servicio público formal o informal. Que en realidad, no se trata de un parqueo o
estacionamiento, en los términos del Reglamento de Construcciones, sino de
oficinas administrativas y de instalaciones para desarrollar la actividad de porteo,
y que no es posible confundir los términos "estacionamiento" con las "instalaciones
destinadas a la actividad de porteo" . Por eso, expresa que pretender otorgarle un
permiso sanitario de funcionamiento y su correspondiente licencia comercial a una
empresa de porteo para que su predio funcione como terminal, serían violatorios
de la ley, pues para ello sería necesario que el Estado le indique al porteador los
puntos en que sólo puede realizar sus servicios y contrataciones, lo cual no sólo
desnaturalizaría la figura del porteo -que se regula a través de un contrato
consensual-, sino que habría que imponerle al porteador también una tarifa, como
si se tratara de un servicio público.- Aduce que, "... en referencia a la actividad de
porteo, una patente para parqueo privado es absurda, no sólo porque la ley no
discierne su necesidad de tenerlo, sino porque el Reglamento del Ministerio
tampoco lo contempla; la actividad económica susceptible de incomodar al medio
ambiente o causar problemas a la salud pública estriba no en el parqueo privado,
el cual legalmente no es necesario que la empresa de porteo lo tenga, sino en la
actividad de porteo propiamente dicha, la cual en su esencia está representada
por una oficina administrativa que recepta y traslada servicios de transporte
privado a sus clientes, generando una utilidad económica a la empresa; es
precisamente el funcionamiento de la oficina o de central de radio el que sirve de
presupuesto a esta actividad y no otro; los vehículos de porteo pueden estar
estacionados en cualquier parte, incluso en la propia calle, o sencillamente en
garajes comunes y corrientes como los mismos de las viviendas, pero la ley
común no exige su necesidad para el porteo (Lo que la ley no contempla, no
prohíbe ni regula art. 28 de la C.P.) Una empresa de porteo es una empresa de
garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente cuando son
requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada telefónica
perentoria, lo cual no representa tampoco una 'terminal' para valorar si existen o
no violaciones a las leyes de salud" . Estima asimismo, que el dictamen de la
Comisión de porteo aprobado por la Municipalidad, carece de motivación, pues se
aparta y desconoce la existencia del permiso sanitario de funcionamiento antes
aludido.- En esta sede, ratifica y amplía esos alegatos. Explica que con el objeto
de ejercer conforme a derecho la actividad de porteo, UNAPORTE hace uso de un
inmueble ubicado en Alajuela, San Ramón centro, 75 metros Este del
Supermercado Molina. Ese bien, agrega, sirve para que funcione adecuadamente
una central telefónica mediante la cual se atienden las llamadas tanto de los
clientes regulares como de los agentes de porteo de la empresa. Además, afirma,
sirve como puerta (lugar de salida y/o lugar de llegada) para el ejercicio de la
actividad de transporte de personas, noticias y/o cosas. También sirve de oficinas
administrativas para la empresa, siendo un hecho que -aunque muy poco-,
también se usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la
empresa para ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar
que los automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar
en movimiento, no estacionados. De modo que el establecimiento comercial se
utiliza como central de operaciones, no como estacionamiento de ninguna
naturaleza, ni público ni privado. Dice que es evidente que para que se trate de un
estacionamiento habría que ejercer otro tipo de actividad económica distinta al
porteo, que podría ser el alquiler de espacio para un estacionamiento o el
contrato de vigilancia del vehículo estacionado, siendo que en este caso no se
verifica ninguna de las circunstancias descritas.- Señala que la actividad de porteo
que realiza su representada, está garantizada y protegida constitucionalmente, a
partir de lo dispuesto en los artículos 11, 20, 22, 25, 26, 28, 33, 34, 39, 45, 46,
50, 56 de la Carta Fundamental, así como a nivel legal, artículos 323 y siguientes
del Código de Comercio, normas cuyo contenido general cita y comenta
profusamente, y que en su criterio no pueden ser desconocidas por la
Municipalidad.Y en concreto, reclama:
a) Que el acto impugnado lesiona la libertad de comercio, porque desconoce la
naturaleza jurídica del porteo, que exige que los vehículos estén en constante
movimiento, de modo que el establecimiento comercial de porteo no es un
estacionamiento, sino el lugar de destino o el lugar de partida propios del contrato
de porteo, que es de puerta a puerta;
b) Que también se lesiona el sistema de libertad y el principio de reserva de ley,
por cuanto "... para la Administración rige el principio de que 'lo que no está
permitido está prohibido' (...) para los administrados rige el principio de que 'lo
que no está prohibido está permitido'"
c) Que ordenar el cierre de la empresa UNAPORTE, con fundamento en que la
Municipalidad ha omitido otorgar la licencia municipal solicitada para el ejercicio de
la actividad de porteo, constituiría una grave violación en contra de la empresa de
la garantía del debido proceso, por falta de fundamentación, derecho de defensa y
tipicidad;
d) Finalmente, hace un extenso análisis del Proyecto de Reglamento para la
obtención de patentes y permisos de funcionamiento de instalaciones dedicadas a
servir como terminales de la actividad denominada porteo", explicando cuáles son
los principios que en su criterio debe respetar la Municipalidad a la hora de revisar
y eventualmente aprobar ese texto.III).-SOBRE EL FONDO: El Tribunal limita su pronunciamiento al
contenido del acuerdo tomado por el Concejo Municipal de San Ramón, en la
sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos mil siete, Artículo V,
Acuerdo Nº 04, pues éste es el acto que es objeto de recurso de apelación en este
asunto.- Por lo anterior, omite toda referencia a otros acuerdos o actuaciones
municipales, aunque estén relacionadas con la actividad de porteo en ese cantón,
dado que emitir criterio acerca del contenido de otros actos no impugnados,
excede la competencia de este Despacho.- Igualmente, se omite todo análisis
acerca del contenido del Proyecto de Reglamento elaborado por la Municipalidad
para regular la actividad de porteo.- Dentro de sus múltiples y variados alegatos,
la interesada cuestiona algunos aspectos de ese instrumento, tanto por razones de
forma como de fondo , sin embargo, y aunque no consta que éste haya sido
aprobado en forma definitiva, es del caso que el artículo 154, inciso d) del Código
Municipal vigente, dispone expresamente que están excluidos del recurso de
apelación, los acuerdos reglamentarios.- El único aspecto del acto que hace
referencia al Reglamento, es el inciso C) del acuerdo, que lo que dispone es tomar
nota de la existencia de ese Proyecto , para que sea estudiado por los concejales;
se trata como se ve de un acto de trámite, que tampoco tiene apelación (artículo
154, inciso b), ídem), por lo que en este extremo, debe declararse mal admitida la
alzada.V).-En cuanto a las alegaciones sustanciales del recurso, cabe expresar que
el acuerdo impugnado tiene dos partes, que serán analizadas por separado: en la
primera de ellas (inciso a), se dispuso "crear una patente comercial para la
actividad de parqueo o estacionamientos en el cantón de San Ramón, y establecer
los requisitos para otorgar patentes comerciales para estacionamientos y parqueos
dedicados a la actividad del porteo o no en el Cantón de San Ramón" .La justificación de esa decisión, se encuentra en la parte considerativa del acto,
particularmente en los puntos 7), 8) y 30), los que se transcriben de seguido, a
fin de entender a cabalidad los alcances de lo acordado. Indicó la Municipalidad:
" 7) Es importante señalar que estas empresas funcionan como sociedades
anónimas que tienen o alquilan un parqueo y establecen una relación comercial
con una serie de personas que en forma privada e independiente, realizan la
actividad del porteo de personas en el cantón de San Ramón. La empresa suscribe
un contrato con cada uno de los porteadores en donde se negocia la posibilidad de
poder contar con un lugar para abordar a sus posibles clientes, por ello se
establece un reglamento, y unas tarifas básicas que deben cumplir de acuerdo a lo
pactado con la empresa (franquisiante) y poder tener así la posibilidad de hacer
uso de su nombre y parqueo. Por otra parte las personas que se dedican a la
actividad de porteo aceptan esta relación por la imposibilidad material de tener
individualmente un lugar donde abordar a sus clientes. 8) Se desprende de lo
anterior que estamos ante dos actividades comerciales totalmente independientes
una de la otra, por lo que la relación con tributos municipales con este municipio,
se realizará de acuerdo a la patente comercial que ostentará cada una de estas
empresas en cuanto al parqueo y a los ingresos que se perciban por esta
actividad. La actividad del porteo si bien es cierto tiene una relación con la
sociedad o empresa de la cual ellos hacen uso del espacio físico y tienen un
contrato que les permite utilizar su nombre, dentro de la misma se genera una
relación comercial independientemente de la actividad del parqueo que se
desarrolla de manera individual"(...)
30) De conformidad con lo anterior y tratándose de una actividad comercial
relacionada con el transporte de personas y cuya cede (sic) estará asentada
dentro de la jurisdicción de un cantón, resulta total y absolutamente prudente que
la Municipalidad, en cumplimiento de sus obligaciones establezca, vía reglamento,
los requisitos, las condiciones y regulaciones que deben cumplir los patentados de
los parqueos, para obtener la respectiva patente y el permiso de funcionamiento
de las terminales donde se origina el porteo" (folios 62 y 64) ;
Adviértase entonces, que la actividad comercial que la Municipalidad
pretende regular, a través de este acto concreto, no es propiamente el transporte
privado de personas que se realiza con cada vehículo bajo la modalidad
contractual del porteo, en los términos de los numerales 323 y siguientes del
Código de Comercio, sino únicamente la que despliegan diversas empresas en los
parqueos y estacionamientos, ya sea que se dediquen o no al porteo, pues es eso
lo que se desprende del texto expreso del inciso a) ya mencionado.- La entidad
local entiende, que una cosa es la actividad que desarrollan las empresas que
alquilan o son propietarias de es a s instalaciones que les sirven de base de
operaciones , y que reciben dinero por ofrecer a los "porteadores" un lugar donde
poder abordar a sus posibles clientes y otra muy distinta la labor individual de
cada una de ellas.- Y con base en lo anterior, dispuso crear una "patente
comercial", con el objeto de percibir tributos partiendo de los ingresos que se
perciba por tener funcionando el estacionamiento.- En relación con esa decisión
concreta, es menester señalar en primer término, que la patente es el impuesto
que se cobra por el ejercicio de una actividad lucrativa, por lo que, al tratarse de
materia tributaria, se rige el principio de reserva legal, según el cual es la ley formal y material-, la que debe señalar los elementos básicos del tributo. La
Municipalidad no puede crear de manera directa una patente mediante simple
acuerdo del Concejo, pues a tenor de lo que establece la Constitución Política
(Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de
la Administración Pública , en este tema debe estarse al mandato expreso de la
Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que
se trata de imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede
provenir de una decisión del legislador. En consecuencia, le está vedado a la
Administración Municipal, la creación de los presupuestos del tributo a través del
simple ejercicio de potestades administrativas (en similar sentido, resolución de
este Despacho Nº680-2008 de las 10:10 horas del 12 de agosto de 2008).- Para
que la obligación tributaria exista, debe estar expresamente desarrollada por ley,
que para el caso concreto de San Ramón, es la Nº 7951 del 17 de diciembre de
mil novecientos noventa y nueve, cuyo artículo 1 º reconoce que las actividades
lucrativas requieren patente municipal .Ahora bien , el cobro correspondiente se hará conforme lo ha previsto el legislador
en las normas específicas (artículo 14), entendiéndose que no existe obligación
tributaria cuando la misma no esté clara y expresamente prevista. De manera
pues, que las actividades lucrativas a que se refiere esa norma , son las que en
detalle se enumeran en el artículo 14, que a la letra dispone:
" ARTÍCULO 14.-Actividades afectas al impuesto.
Todas las actividades lucrativas que seguidamente se señalan, comprendidas en la
clasificación internacional de actividades económicas y cualesquiera otras que en
el futuro sean reconocidas como tales, pagarán conforme a lo dispuesto en los
artículos 3 y 4 de esta ley.
a) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para
extraer, transformar o manufacturar uno o varios productos o elementos; incluye
el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química
de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos
mecanizados o no en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos
como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la
explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o
gaseoso; la construcción, reparación o demolición de todo tipo de edificios,
instalaciones y vías de transporte; las imprentas, editoriales y los establecimientos
similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e
inmuebles.
b) Comercio: Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes,
mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros; además, los actos de
valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tales como
casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa,
instituciones bancarias y de seguros, salvo las estatales, instituciones de crédito y,
en general, todo lo que involucre transacciones de mercado de cualquier tipo.
c) Servicios: Comprende los servicios prestados al sector privado, el sector público
o ambos, por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte , el
almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de
enseñanza privada, excepto los semioficiales."
(énfasis agregado)
En el caso bajo examen, luego de analizar cuidadosamente esa norma, se
advierte que en efecto, la actividad que pretende gravar el municipio ramonense estacionamientos y parqueos que se dediquen o no al porteo-, está relacionada
con servicios relacionados con el transporte, por lo que el cobro de la patente en
esta materia sí tiene asidero legal.- La propia empresa ha señalado, en sus
múltiples alegatos, que cuenta con un permiso sanitario de funcionamiento,
expedido por el Ministerio de Salud para la realización de "servicios relacionados
con el transporte", de manera que las compañías que explotan instalaciones
dedicadas al porteo -que es el caso que aquí interesa- , sí son indudablemente,
sujetos pasivos del impuesto de patente.Es necesario agregar, que si el pago de esa carga ya está previsto en la ley,
resulta entonces innecesario, que el municipio disponga crearla, pues lo único que
debe hacer, en estas circunstancias, es realizar el trámite del otorgamiento de la
licencia y proceder al cobro del tributo que corresponde, a tenor de lo dispuesto en
la propia ley 7951.- Por otra parte, es evidente que la Municipalidad sí puede
exigir requisitos mínimos para el funcionamiento del local, en atención al interés
público, lo cual se hará -según se desprende de los autos-, a través del
reglamento, en el que se regulará lo relativo al "permiso", que en su correcto
sentido debe entenderse que se trata de la licencia a que se refieren los artículos
79 y 80 del Código Municipal, y que no debe confundirse con el "permiso sanitario
de funcionamiento" que expide el Ministerio de Salud, pues se trata de cuestiones
distintas y del ejercicio de competencias que también tienen una finalidad
diversa.- El hecho de que una empresa cuente con el permiso del Ministerio, por
otra parte, no la enerva de su obligación de obtener también la licencia municipal
respectiva, en los términos del artículo 79 del Código Municipal, pues la actividad
lucrativa se realizará dentro de su territorio.- De suerte que el acto que aquí se
impugna, no estableció los requisitos de esa licencia, pues para ello se pretende
aprobar un reglamento, que aún está en proceso de aprobación.- En consecuencia,
este extremo del acto debe confirmarse, como en efecto se dispone.VI).-En la segunda parte del acuerdo -inciso b)-, la Municipalidad de San
Ramón dispuso enviar una nota a varias empresas -entre ellas UNAPORTE S.A. -,
para que en el plazo de una semana se apersonen al Departamento de Ingeniería,
y que allí se les indiquen los requisitos que deben cumplir los parqueos a su cargo,
y para que se ajustaran a ellos según lo dispuesto en la Ley y el Reglamento de
Construcciones.- Asimismo, se estableció un plazo máximo de dos meses, para
cumplir con las modificaciones necesarias, al cabo del cual se realizaría una
inspección para verificar el cumplimiento, ello, bajo apercibimiento de que de no
acatarse con esas exigencias, se procedería al cierre del estacionamiento y se
rechazaría cualquier patente comercial para esa actividad de parqueo o
estacionamiento (folios 61 a 70).El Tribunal no encuentra que lo decidido sobre el particular lesione el
ordenamiento jurídico, pues tal y como se observa con facilidad, lo que la entidad
busca con esa decisión, es ajustar los espacios que las empresas usan para
parquear, a los lineamientos mínimos establecidos en la normativa vigente, en
particular, al Capítulo XVII del Reglamento de Construcciones, sobre "Edificios y
Lotes para Estacionamientos" -aplicable a falta de normas locales sobre el mismo
extremo-, cuerpo normativo que define como estacionamiento aquellos lugares,
públicos o privados -sean edificios o lotes-, destinados a guardar vehículos, y que
a la vez, establece reglas generales sobre su ubicación (el que permita el plan
regulador o indique la Municipalidad), construcción, medidas de las entradas y
salidas de los automotores y también las de las personas, alturas mínimas,
ventilación e iluminación, retiros, rampas, dimensiones, protecciones, pendiente
de pisos, materiales, servicios sanitarios, casetas de control, etc. La corporación
local, al velar por el cumplimiento de esas reglas técnicas, no hace sino ejercitar,
en su más puro sentido, el poder de policía municipal, que obliga a esas entidades
a proteger la seguridad y el orden público, dado que esas exigencias procuran
dotar a los estacionamientos de una infraestructura mínima, en protección de
quienes trabajan y dirigen el lugar, de los vehículos y sus conductores, y
fundamentalmente de las personas particulares que hagan uso del mismo.También están de por medio, razones de orden, en la medida en que si los
accesos al parqueo son peligrosos o inadecuados, podría afectarse la seguridad
vial de peatones y otros vehículos y ocasionar desorden y hasta caos vial,
tomando en cuenta que esos inmuebles normalmente están en los cascos urbanos
de las ciudades, lo que justifica plenamente la intervención municipal.Por otra parte, está involucrado el deber del gobierno local de garantizar la
aplicación de las normas urbanísticas, es decir, todas esas instalaciones deben
estar ubicadas en áreas de uso conforme a las normas de zonificación existentes.A lo cual debe agregarse que, velar por la vigencia de esos valores, es sin duda,
uno de los cometidos esenciales de toda municipalidad, pues se está en presencia
de intereses locales, en los términos del artículo 169 de la Constitución Política y
1º del Código Municipal.La empresa UNAPORTE S.A. ha sido reiterativa en esta sede al afirmar que su local
no es un parqueo o estacionamiento, que tampoco se trata de una terminal de
transporte y que por lo tanto, no se le pueden aplicar las exigencias del
Reglamento de Construcciones .- Insiste en que se trata de simplemente de
oficinas administrativas y de instalaciones para desarrollar la actividad de porteo,
a las que autodenomina "instalaciones destinadas a la actividad de porteo" . Al
respecto, cabe indicar que la Municipalidad de San Ramón no está asimilando esos
lugares a una terminal, como si se tratara de un servicio público de transporte
remunerado de personas, en su modalidad de autobuses o busetas, pues eso no
se desprende ni por asomo del acuerdo cuestionado; y por otro lado, la propia
compañía, tanto en sede municipal, como en esta jerárquica impropia, ha
reconocido en sus amplísimos memoriales, que " Una empresa de porteo es una
empresa de garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente
cuando son requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada
telefónica perentoria ..." , y que es " un hecho que -aunque muy poco-, también
se usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la empresa
para ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar que los
automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar en
movimiento, no estacionados ". Lo cierto del caso es que, en mayor o en menor
medida, esas instalaciones sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de
vehículos, en labores propias de su actividad comercial, y que también acuden a
ellas personas en busca de los servicios privados de porteo, de forma que no es
posible desconocer la realidad imperante, como para entender que se trata
simplemente de oficinas administrativas, y de allí que resulte legítimo el control
que en estos aspectos busca imponer la Municipalidad.Las empresas que tienen en funcionamiento esos estacionamientos, no pueden
pretender que la actividad de parqueo que ciertamente realizan, se lleve a cabo
sin sujeción a ninguna regla, valga decir, con absoluta libertad, desconociendo las
potestades municipales en esta materia.- Tampoco se estima que imponer el
cumplimiento de esos requisitos para esos locales, en los términos de esa
normativa, resulte irrazonable, pues se trata de exigencias mínimas y para nada
desproporcionadas, que se fundan en la aplicación de conceptos integrantes del
orden público, y que no aparecen tampoco como discriminatorias, pues la orden
de ponerse a derecho se giró a todas las entidades que de acuerdo con los
registros municipales, administran instalaciones de esa naturaleza en San Ramón,
sin que se advierta la existencia de criterios de distinción odiosos o dicho de otro
modo, que carezcan de un fundamento objetivo y razonable.- De acuerdo con el
texto literal del acto, la empresa deberá apersonarse ante el Departamento de
Ingeniería, donde se le indicará en forma individual, cuáles son los cambios
necesarios y el tiempo para cumplirlos, en lo que no se encuentra ilegalidad
alguna.- Del acuerdo no se desprende que el Concejo ramonense pretenda ir más
allá de las normas establecidas en el Reglamento de Construcciones, y menos aún
que con ello se pretenda impedir ilegítimamente el ejercicio de actividades
comerciales protegidas constitucionalmente. El plazo máximo de dos meses
otorgado para que las empresas se ajusten a ese ordenamiento, aparece también
como suficiente, sin perjuicio que, de acuerdo con las circunstancias particulares
de cada caso, los interesados planteen individualmente -merced a sus especiales
circunstancias-, una extensión del mismo , en caso de que por la magnitud de las
obras a realizar se requiera una ampliación, ello a criterio de la Municipalidad,
según sus potestades constitucionales y legales de control .- inalmente, el cierre
del establecimiento, si no se realizan las modificaciones requeridas, de darse
eventualmente lo sería no como consecuencia del capricho municipal o por una
intención persecutoria de aquélla, sino más bien en virtud de la desatención, por
parte de las empresas, de normas de orden público cuya observancia resulta
obligatoria para todos, en garantía de los intereses de la comunidad, según se
expuso.- El artículo 21 de la Ley 7951, autoriza a la Municipalidad para clausurar
cualquier actividad que no esté a derecho, lo que constituiría el fundamento
normativo de un eventual cierre del establecimiento.Adicionalmente, cabe
mencionar que la obligación de readecuar las instalaciones indicadas al
Reglamento de Construcciones, no atenta contra ningún derecho adquirido , dado
que si el local de UNAPORTE no cumple con las exigencias de esa reglamentación,
no puede esa compañía afirmar que el artículo 34 de la Constitución le otorga un
derecho a mantenerse funcionando al margen del ordenamiento jurídico; antes
bien, su obligación es ajustarse a él y eso es lo que se prevé en el acuerdo que se
cuestiona- . No es posible tampoco sostener, que esas competencias atenten
contra el ejercicio de la libertad empresarial, en cualquiera de sus
manifestaciones, pues como toda libertad fundamental, ésta también está
condicionada por las reglas y principios que imponen los conceptos de moral,
orden público y derechos de terceros, que derivan del artículo 28 constitucional, y
por cuya protección intenta velar el municipio, al exigir condiciones mínimas de
infraestructura.-
VII).-Se reitera, que la regulación de las condiciones mínimas de
infraestructura de los parqueos, no constituye una traba injustificada al comercio,
sino una simple regulación fundada en razones de interés público.- La recurrente
no indica cuáles son los pronunciamientos de la Procuraduría General de la
República o de la Sala Constitucional, que le impiden a la Municipalidad exigir la
aplicación del Reglamento de Construcciones , lo que sí es posible, tomando en
cuenta que el Cantón de San Ramón no cuenta a la fecha con un plan regulador; y
finalmente, no se encuentra que el acto tenga defectos en su fundamentación,
pues expresa en forma clara y precisa cuáles son las normas en que se
fundamenta y las razones de su adopción , de forma que no hay defectos formales
que afecten su validez.POR TANTO:
S e declara mal admitida la apelación, en cuanto al inciso c) del Acuerdo
Nº 04, Artículo V, de la sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos
mil siete .Se confirma el referido acto en cuanto a los incisos a) y b) y se da por agotada la
vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas
Hubert Fernández Argüello
I. Rocío Rojas Morales
Exp: 08-000690-1027-CA
Municipal
Unión Nacional de Porteadores UNAPORTE S.A c/ Municipalidad de San Ramón
sramírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 12:22:25 PM
Sentencia: 00477 Expediente: 08-000692-1027-CA
Fecha: 12/03/2009 Hora: 3:20:00 PM Emitido por:
Tribunal Contencioso Administrativo Sección III
N°477-2009
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA.
SECCIÓN TERCERA. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, ANEXO
A. Goicoechea, a las quince horas veinte minutos del doce de marzo del dos mil
nueve.Por apelación de Asdrúbal Guillermo Villalobos Guerrero, mayor, casado,
empresario, cédula 2-0449-0691, vecino de San Ramón, en su condición de
Presidente, con facultades de apoderado generalísimo sin límite de suma de
ASIVENAN SOCIEDAD ANÓNIMA, CONOCE EL TRIBUNAL , del acuerdo N° 4
tomado por el Concejo Municipal de San Ramón, en la Sesión Extraordinaria de
25 de abril de 2008.
Redacta la Juez Chambers Rivas; y
CONSIDERANDO
I. Por medio del acuerdo que aquí se conoce el gobierno local del cantón de
San Ramón, dispuso lo siguiente:
1) Siendo que ya transcurrió el tiempo suficiente en donde esta municipalidad le
comunicó a las diferentes empresas que desarrollan la actividad de porteo para
que se pongan a derecho y con fundamento en lo que establece la Constitución
Política en su artículo 170, la Ley General de la Administración Pública, el Código
Municipal, artículo 79; la Ley de Construcciones capítulo XVII y XVIII de su
reglamento, la Ley reguladora de los estacionamientos públicos y su reglamento.
Ley 7717 del 4 de noviembre de 1977., el Acuerdo N° 02 del Consejo Municipal en
la sesión N° 360 del 26 de abril del 2006, el acuerdo del Concejo municipal en la
sesión N° 11 en su acuerdo N° 2, del 13 de junio del 2006, el acuerdo N°4 deles
comerciales 7951, tarifas de impuestos Municipales del cantón de San Ramón, el
Decreto Ejecutivo N° 27-789 M.O.P.T., Gaceta N° 76 del 21 de abril de 1999, la
Ley 7600., la legislación vinculante al respecto, y el informe del Departamento de
Ingeniería Municipal. Ordenar el cierre inmediato de ca d a uno de los parqueos o
estacionamientos que al día de hoy funcionen y que no cumplan con lo que
establece el capítulo XVII Y XVIII del reglamento de la ley de Construcciones, la
ley 7600, ni con el acuerdo N° 04 del Acta 121 del 02 de noviembre del 2007.
2 ) Encomendar a la Secretaría Municipal hacer las gestiones pertinentes ante la
Alcaldía, para que se realice el desembolso correspondiente a la cotización
realizada para la primera publicación den la Gaceta del proyecto de reglamento
para la obtención de patentes y permisos de funcionamiento de las instalaciones
dedicadas a parqueos o estacionamientos para desarrollo la actividad denominada
porteo, aprobado en la sesión ordinaria N° 127 del 23 de octubre del 2007 y se
haga la primera publicación en los próximos ocho días a partir de la firmeza de
este acuerdo y se prevea por parte de la Alcaldía lo pertinente para que se prevea
el presupuesto de la segunda publicación.
3 ) En la Sesión Ordinaria inmediatamente después de hecha la primera
publicación del proyecto de reglamento antes indicado y habiendo transcurrido el
plazo de ley para recibir observaciones por parte de los ciudadano, el concejo
conocerá, para su discusión y aprobación del Reglamento para su segunda
publicación y entrada en vigencia.
4) Instruir al Departamento de Patentes para que no dé trámite a ninguna
patente municipal para parqueo o estacionamiento para el desarrollo de la
actividad de porteo; hasta tanto no se publique por segunda vez el Reglamento
respectivo y entre en vigencia el mismo, como parte de los requisitos que deben
cumplir además de los ya establecidos por parte de ese mismo Departamento.
II. Conviene en primer término señalar, que el pronunciamiento de este
Tribunal, se circunscribe al examen del acuerdo transcrito anteriormente, el cual
es objeto de recurso, por lo que respecto a otros actos, aunque relacionados con
la actividad de porteo, no pueden ser revisados a través de esta impugnación, por
exceder esa competencia. De igual manera, se analizaran propiamente los
agravios relativos a ese acuerdo, descartándose aquéllos que no se refieran al
mismo.
III. Aclarado lo anterior, tenemos que el acuerdo que se impugna, contiene
varios aspectos, unos de trámite y otros de fondo . Respecto de los primeros,
que se enmarcan en los incisos 2 y 3), y que se refieren propiamente a trámites
del Proyecto de Reglamento para la obtención de patentes y permisos de
funcionamiento de las instalaciones dedicadas a parqueos estacionamientos para
desarrollar la actividad denominada porteo, constituyen actos de mero trámite, sin
efectos jurídicos propios, los que son irrecurribles, según disposición expresa del
artículo 154 inciso b) del Código Municipal, de manera, que bajo esa tesitura, no
es posible revisar la legalidad de tales medidas, debiendo por lo tanto declararse
mal admitido, el recurso de apelación en cuanto a esos extremos sin mayores
consideraciones.
IV. En cuanto a los pronunciamientos por el fondo, contenidos en los incisos
1 ) y 4) del acto que se recurre, procede su análisis en forma separada. Este
último, dispuso que el Departamento de Patentes no diera trámite a ninguna
patente municipal para parqueo o estacionamiento para el desarrollo de la
actividad de porteo hasta tanto, no se publique por segunda vez el Reglamento
respectivo y entre en vigencia el mismo como parte de los requisitos que deben
cumplir además de los ya establecidos por parte de ese mismo Departamento.
Sobre este punto en particular, estima este órgano colegiado, que lo dispuesto en
tal inciso 4) debe ser anulado, tal y como ahora se dispone, por resultar
manifiesta y evidentemente ilegal.
V. En efecto, según Voto N°2006-05803 dictado por la Sala Constitucional,
de las 12:45hrs de 28 de abril de 2006, no es posible que los gobiernos locales,
puedan suspender el otorgamiento de las patente en forma general, para ejercitar
las actividades de porteo, si ello no encuentra justificación alguna en una norma
jurídica, o s i no responde a razones de interés público, Dicho fallo señaló al
respecto lo siguiente:
" IV ...estima la Sala que resulta arbitraria la actuación del Concejo Municipal
recurrido al suspender la entrega de las patentes comerciales para realizar dichas
actividades, por cuanto ello es violatorio de la libertad de comercio. Tal como lo ha
reconocido esta Sala en anteriores oportunidades, la libertad de comercio que
existe como garantía constitucional, es el derecho que cualquier persona tiene de
escoger, sin más restricciones, la actividad comercial legalmente permitida que
más convenga a sus intereses. Si bien en ejercicio de esa actividad la persona
debe someterse a las regulaciones que la ley establece, para que la licencia pueda
ser denegada la actividad que se pretende realizar debe ser contraria a la ley, la
moral o las buenas costumbres, a la luz de lo dispuesto en el artículo 28 de la
Constitución Política. En consecuencia, si bien las corporaciones municipales se
encuentran facultadas para impedir la apertura de establecimientos dedicados a
actividades lucrativas que no cuenten con la respectiva licencia municipal o
patente, lo cierto es que no puede negar el otorgamiento de dichas autorizaciones
en forma general, si ello no encuentra justificación alguna en una norma jurídica o
si no responde a razones de interés público.
V.-En el caso concreto, la Municipalidad recurrida no argumenta motivo válido
alguno que respalde su actuación, ni alega norma alguna en el ordenamiento que
la autorice a suspender en forma general el otorgamiento de patentes sin la
existencia de un criterio técnico que lo fundamente, pues ni el Concejo ni el
Departamento de Patentes rindieron el informe requerido por la Sala. En este
caso, el único motivo de la suspensión según informa el Alcalde, obedece al
acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Atenas, el cual no tiene ningún
asidero jurídico pues no se ampara en motivos de interés público. En
consecuencia, estima la Sala que la Municipalidad recurrida únicamente podía
negar el otorgamiento de la patente si no se cumplía con lo dispuesto en la ley
para ese efecto, pues no puede de hecho imponer una limitación a la libertad de
comercio. Así las cosas, estima esta Sala que en el caso concreto se ha producido
una violación evidente a los derechos fundamentales del amparado, motivo por el
cual el recurso debe acogerse con las consecuencias que se dirán en la parte
dispositiva de la sentencia..."
Y si como se vio, en el presente asunto, la razón que privó para suspender el
otorgamiento de las patentes de manera general, no encuentra pleno ajuste en
ninguna normativa, como tampoco descansa en razones de interés publico, lo
procedente es resolver en la forma que se dispuso, sin mayores argumentaciones.
Debe advertirse sin embargo, que la anulación de presente acto, no implica que la
Municipalidad de San Ramón, debe automáticamente otorgar la licencia respectiva,
sin el cumplimiento de requisito alguno, como más adelante se verá, al resolverse
los agravios de la parte disconforme.
VI. Por otro lado, en lo que toca al inciso 1), del acto apelado, por el que
se ordenó el cierre inmediato de cada uno de los parqueos o estacionamientos
que no cumplieron con lo establecido en el Capítulo XVII y XVIII del Reglamento a
la Ley de Construcciones, Ley 76000 y acuerdo N° 4 del acta 121 de 23 de
octubre de 2007, comunicado el 2 de noviembre de ese mismo año, h a de decirse
, que tal disposición, no resulta ilegal, por lo que siendo acorde y consecuente con
lo dispuesto por esta misma Sección mediante Voto N° 475 -2009 de 15:10 hrs
de 12 de marzo de 2009, lo resuelto en ese sentido por el gobierno local del
citado cantón, en el indicado inciso 1 ) debe confirmarse, con fundamento en las
mismas consideraciones expuestas en la citada resolución, las que de seguido, se
transcriben en lo de interés así:
"VI En la segunda parte del acuerdo -inciso b)-, la Municipalidad de San Ramón
dispuso enviar una nota a varias empresas -entre ellas "..............", para que en
el plazo de una semana se apersonen al Departamento de Ingeniería, y que allí se
les indiquen los requisitos que deben cumplir los parqueos a su cargo, y para que
se ajustaran a ellos según lo dispuesto en la Ley y el Reglamento de
Construcciones.Asimismo, se estableció un plazo máximo de dos meses, para cumplir con
las modificaciones necesarias, al cabo del cual se realizaría una
inspección para verificar el cumplimiento, ello, bajo apercibimiento de que
de no acatarse con esas exigencias, se procedería al cierre del
estacionamiento y se rechazaría cualquier patente comercial para esa
actividad de parqueo o estacionamiento (folios 61 a 70).-....el Tribunal no
encuentra que lo decidido en este extremo lesione el ordenamiento jurídico, pues
tal y como se observa con facilidad, lo que la entidad busca con esa decisión, es
ajustar los espacios que las empresas usan para parquear, a los lineamientos
mínimos establecidos en la normativa vigente, en particular, al Capítulo XVII del
Reglamento de Construcciones, sobre “Edificios y Lotes para Estacionamientos”,
cuerpo normativo que define como estacionamiento aquellos lugares, públicos o
privados -sean edificios o lotes-, destinados a guardar vehículos, y que a la vez,
establece reglas generales sobre su ubicación (el que permita el plan regulador o
indique la Municipalidad), construcción, medidas de las entradas y salidas de los
automotores y también las de las personas, alturas mínimas, ventilación e
iluminación, retiros, rampas, dimensiones, protecciones, pendientes de pisos,
materiales, servicios sanitarios, casetas de control, etc. La corporación local, al
velar por el cumplimiento de esas reglas técnicas, no hace sino ejercitar, en su
más puro sentido, el poder de policía municipal, que obliga a esas entidades a
proteger la seguridad y el orden público, dado que esas exigencias procuran dotar
a los estacionamientos de una infraestructura mínima, en protección de quienes
trabajan y dirigen el lugar, de los vehículos y sus conductores, y
fundamentalmente de las personas particulares que hagan uso del mismo.También
están de por medio, razones de orden, en la medida en que si los accesos al
parqueo son peligrosos o inadecuados, podría afectarse la seguridad vial peatones
y otros vehículos y ocasionar desorden y hasta caos vial, tomando en cuenta que
esos inmueb1es norma1mente están en los cascos urbanos de las ciudades, lo que
justifica plenamente la intervención municipaL- A lo cual debe agregarse que,
velar por la vigencia de esos valores, es sin duda, uno de los cometidos esenciales
de toda municipalidad, pues se está en presencia de intereses locales, en los
términos del artículo 169 de la Constitución Política y 1° del Código Municipal...
..Las empresas que tienen en funcionamiento esos estacionamientos, no pueden
pretender que la actividad de parqueo que ciertamente realizan, se lleve a cabo
sin sujeción a ninguna regla, valga decir, con absoluta libertad, desconociendo las
potestades municipales en esta materia.- Tampoco se estima que imponer el
cumplimiento de esos requisitos para esos locales, en los términos de esa
normativa, resulte irrazonable, pues se trata de exigencias mínimas y para nada
desproporcionadas, que se fundan en la aplicación de conceptos integrantes del
orden público, y que no aparecen tampoco como discriminatorias, pues la orden
de ponerse a derecho se giró a todas las entidades que de acuerdo con los
registros municipales, administran instalaciones de esa naturaleza en San Ramón,
sin que se advierta la existencia de criterios de distinción odiosos o dicho de otro
modo, que carezcan de un fundamento objetivo y razonable.De acuerdo con el texto literal del acto, la empresa deberá apersonarse
ante el Departamento de Ingeniería, donde se le indicará en forma
individual, cuáles son los cambios necesarios y el tiempo para cumplirlos,
en lo que no se encuentra ilegalidad alguna. - ... El plazo máximo de dos
meses otorgado para que las empresas se ajusten a ese ordenamiento,
aparece también como suficiente, sin perjuicio que, de acuerdo con las
circunstancias particulares de cada caso, los interesados planteen
individualmente -merced a sus especiales circunstancias-, una extensión
del mismo, en caso de que por la magnitud de las obras a realizar se
requiera una ampliación, ello a criterio de la Municipalidad, según sus
potestades constitucionales y legales de control .FINALMENTE, EL CIERRE DEL ESTABLECIMIENTO, SI NO SE REALIZAN LAS
MODIFICACIONES REQUERIDAS, DE DARSE EVENTUALMENTE LO SERÍA
NO COMO CONSECUENCIA DEL CAPRICHO MUNICIPAL O POR UNA
INTENCIÓN PERSECUTORIA DE AQUÉLLA, SINO MÁS BIEN EN VIRTUD DE
LA DESATENCIÓN, POR PARTE DE LAS EMPRESAS, DE NORMAS DE ORDEN
PÚBLICO CUYA OBSERVANCIA RESULTA OBLIGATORIA PARA TODOS, EN
GARANTÍA DE LOS INTERESES DE LA COMUNIDAD, SEGÚN SE EXPUSO.- EL
ARTÍCULO 21 DE LA LEY 7951, AUTORIZA A LA MUNICIPALIDAD PARA
CLAUSURAR CUALQUIER ACTIVIDAD QUE NO ESTÉ A DERECHO, LO QUE
CONSTITUIRÍA EL FUNDAMENTO NORMATIVO DE UN EVENTUAL CIERRE
DEL ESTABLECIMIENTO. - Adicionalmente, cabe mencionar que la obligación
de readecuar las instalaciones indicadas al Reglamento de Construcciones, no
atenta contra ningún derecho adquirido, dado que si el local de "................." no
cumple con las exigencias de esa reglamentación, no puede esa compañía afirmar
que el artículo 34 de la Constitución le otorga un derecho a mantenerse
funcionando al margen del ordenamiento jurídico; antes bien, su obligación es
ajustarse a él y eso es lo que se prevé en el acuerdo que se cuestiona-. No es
posible tampoco sostener, que esas competencias atenten contra el ejercicio de la
libertad empresarial, en cualquiera de sus manifestaciones, pues como toda
libertad fundamental, ésta también está condicionada por las reglas y principios
que imponen los conceptos de moral, orden público y derechos de terceros, que
derivan del artículo 28 constitucional, y por cuya protección intenta velar el
municipio, al exigir condiciones mínimas de infraestructura." (Destaca el Tribunal).
Las anteriores consideraciones, permiten concluir, que la orden de cierre dispuesta
por el gobierno vecinal de San Ramón, y que fue comunicada a la empresa
recurrente el día 6 de mayo de 2008 (fl 98) no resulta arbitraria, en tanto no
consta que su representante se haya apersonado ante las Oficinas Municipales
(Departamento de Ingeniería), a efecto de que se le indicara n los requisitos que
debía cumplir el parqueo a su cargo, y así ajustarse a ellos según lo dispuesto en
el Ley y el Reglamento de Construcciones, haciéndose por lo tanto acreedor de la
sanción de cierre dispuesta en el acto recurrido, cuyo sustento jurídico, se
encuentra regulado en el citado artículo 21 de la Ley 7951.
VII. Finalmente , cabe referirse a los alegatos presentados en esta instancia
por la parte disconforme. Luego de una extensa exposición de principios
constitucionales (legalidad, sistema de libertad, reserva de ley, irretroactividad de
la ley, igualdad, debido proceso etc, etc) , transcripciones de jurisprudencia de la
Sala Constitucional, Dictámenes de la Procuraduría General de la República,
reseña de la legislación que rige la actividad de porteo, los agravios principales en
torno al acuerdo que aquí se examina, los resume el Tribunal así :
a) Que el acto administrativo lesiona la libertad de comercio, porque en el caso
presente se está ante la hipótesis de la Sala Constitucional, en su Voto N° 20065803 de las 12:45 hrs de 28 de abril de 2006, estando por ello obligada la
Municipalidad a otorgar la patente que corresponda para el ejercicio de la actividad
de porteo, que debe reconocer también como legítima.
b) Que la actividad de porteo implica el ejercicio de derechos fundamentales, por
lo que cualquier ley que venga a limitar la libertad de empresa, requiere
necesariamente al aprobación de los dos tercios del total de los miembros de la
Asamblea Legislativa, restricción que en todo caso, no puede ser arbitraria,
debiendo respetarse los principios constitucionales de la proporcionabilidad y
razonabilidad.
c) Que el acto impugnado incurre en una violación al deber de debida
fundamentación de los actos administrativos y también en una lesión al principio
de legalidad del debido proceso, dado que los argumentos esgrimidos para
suspender el otorgamiento de licencias municipales (falta de un pronunciamiento
legal sobre la materia, de un estudio de factibilidad sobre la actividad del porteo
en San Ramón la publicación del Reglamento de Porteo respectivo), no están
regulados en el ordenamiento jurídico, lo que hace que ese fundamento sea
ilegítimo.
d) Que el acto administrativo lesiona el sistema de libertad y el principio de
reserva de ley. Lo primero porque los patentados pueden realizar todas aquellas
conductas que no son contrarias al ordenamiento jurídico, en términos tales como
lo que no está prohibido está permitido, y lo segundo, porque el régimen de los
derechos y libertades
fundamentales solo pueden
ser regulados por ley en
sentido formal y material, no por Reglamento u otros actos normativos de rango
inferior, de ahí que a través de normas reglamentarias no se puede restringir la
libertad de comercio.
e) La municipalidad confunde, "las instalaciones dedicadas a la actividad de
Porteo", con "las instalaciones destinadas para estacionamiento privado", siendo
actividades de naturaleza jurídica distinta, por lo que no puede aplicárseles la
normativa vigente para edificios y lotes para estacionamientos.
f) Que el acuerdo impugnado contradice lo expuesto por la Sala Constitucional, en
citado voto N°2006-05803, motivo por el cual deviene en ilegal.
VIII. Tales alegaciones no son de recibo. En primer término debe
señalarse, que el mencionado Voto N°2006-5803 de 12:45 hrs de 28 de abril de
2006, no contiene los alcances pretendidos por el personero de la empresa
recurrente. Tal y como se expuso en el Considerando V de esta sentencia, la
hipótesis allí planteada refiere a una suspensión del otorgamiento de patentes en
forma general, para ejercitar la actividad comercial de porteo, lo que en modo
alguno implica que la patente deba concederse sin el cumplimiento de requisito
alguno. Aquélla suspensión, estimó la Sala que no procede, ante la inexistencia de
un argumento válido que respaldara esa actuación. La propia ley es clara en
establecer los supuestos en los cuales cabe denegar una licencia (articulo 81del
Código Municipal) y si la parte interesada decide someterse a determinada
actividad comercial, debe necesariamente cumplir con las regulaciones que la
propia ley establece, sin que ello suponga quebranto alguno a la libertad de
comercio, ni se contradiga el acuerdo apelado con el voto en cuestión. En
segundo lugar, las razones que motivaron al gobierno local del cantón de San
Ramón, para suspender el otorgamiento de licencias, se relacionan en este caso
con el trámite del Proyecto del Reglamento de Porteo , aprobado por ese
municipio, en Sesión Ordinaria N° 127 de 23 de octubre de 2007 y no con lo
acordado en el inciso "a" de la Sesión Extraordinaria N° 360 de 26 de abril de
2006, Artículo III, Acuerdo N° 2, en donde para la suspensión de la patentes, se
tomó en cuenta otros aspectos, que no corresponde a esta impugnación. En todo
caso, la disposición contenida en el inciso 4) del acuerdo que aquí se conoce fue
anulado, tal y como se dispuso en el Considerando IV, de la presente decisión.
Tampoco es cierto que el gobierno vecinal de San Ramón, confunda la actividad
de parqueo o estacionamiento con la de porteo y por ende no sea posible
aplicarles normativa vigente para aquéllas instalaciones. Tal y como se explicó en
el Voto de esta Sección N°475-2009 de 15:00 hrs de 12 de marzo en curso, esa
confusión no la mantiene la municipalidad, siendo que en la realidad en mayor o
menor medida, las instalaciones donde operan las empresas dedicadas al porteo,
sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de vehículos, lo que permite
aplicar la normativa que establece el Reglamento de Construcciones a falta de
normas locales. Sobre este particular, dicho Voto expresó:
"... Al respecto, cabe indicar que la Municipalidad de San Ramón no está
asimilando esos lugares a una terminal, como si se tratara de un servicio público
de transporte remunerado de personas, en su modalidad de autobuses o busetas,
pues eso no se desprende ni por asomo del acuerdo cuestionado; y por otro lado,
la propia compañía, tanto en sede municipal, como en esta jerárquica impropia, ha
reconocido en sus amplísimos memoriales, que "Una empresa de porteo es una
empresa de garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente
cuando son requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada
telefónica perentoria ...", y que es "un hecho que -aunque muy poco-, también se
usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la empresa para
ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar que los
automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar en
movimiento, no estacionados". Lo cierto del caso es que, en mayor o en menor
medida, esas instalaciones sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de
vehículos, en labores propias de su actividad comercial, y que también acuden a
ellas personas en busca de los servicios privados de porteo, de forma que no es
posible desconocer la realidad imperante, como para entender que se trata
simplemente de oficinas administrativas, y de allí que resulte legítimo el control
que en estos aspectos busca imponer la Municipalidad....Del acuerdo no se
desprende que el Concejo ramonense pretenda ir más allá
de las normas
establecidas en el Reglamento de Construcciones y menos aún que con ello se
pretenda impedir ilegítimamente el ejercicio de actividades comerciales
protegidas constitucionalmente...."
IX. En relación con la libertad de empresa que la gestionante estima
lesionada, debe indicar el Tribunal que ningún derecho fundamental es absoluto y
que pueden ser limitados por el legislador en tanto se resguarde su contenido
esencial -por ley ordinaria y no por mayoría calificada como lo sostiene la parte
gestionante, requisito que solo exige el orden constitucional, párrafo segundo del
numeral 46, para establecer monopolios a favor del Estado o de las
municipalidades-. Ahora bien, tratándose de los gobiernos locales, la automonía
que les otorga la Constitución Política lleva implícita la potestad normativa,
claramente prevista por el artículo 4 inciso a) del Código Municipal y los numerales
15 y siguientes de la Ley de Planificación Urbana en relación con la regulación del
territorio local (cuerpo normativo marco aprobado por mayoría calificada), ello por
cuanto puede introducir limitaciones específicas a la propiedad del suelo. En tanto
esta competencia no sea ejercida por los gobiernos locales, como bien lo señaló el
Tribunal Constitucional en la resolución N° 4205-96 de las catorce horas treinta y
tres minutos del veinte de agosto de mil novecientos noventa y seis puede el
Instituto Nacional de Urbanismo ejercer, de manera residual, esa competencia
regulatoria. En esa resolución, en lo de interés, se indicó:
" IV).-Los artículos 15 y 19 de la Ley de Planificación Urbana por tanto no son
inconstitucionales, ya que únicamente se limitan a reconocer la competencia de las
municipalidades para planificar el desarrollo urbano dentro de los límites de su
territorio mediante los reglamentos correspondientes, lo que no violenta los
principios constitucionales invocados por el accionante: el de reserva de ley, pues
siendo -como se dijo- la planificación urbana local una función inherente a las
municipalidades en virtud de texto expreso de la Constitución , y estando fijados
los límites del ejercicio de esa atribución en la Ley de Planificación Urbana, los
Reglamentos o Planes Reguladores son desarrollo de esos principios; y los de
propiedad y libre empresa, por cuanto no imponen en forma alguna restricciones
a
esos derechos, sino que simplemente otorgan la potestad de controlar la
correcta utilización de los suelos y garantizar así
un desarrollo racional y
armónico tanto de los centros urbanos como de los comerciales, industriales,
deportivos, etc. (ver además en el mismo sentido, las sentencias número 215393, de las nueve horas veintiún minutos del veintiuno de mayo y número 530593, de las diez horas seis minutos del veintidós de octubre, ambas de este año)."Con fundamento en lo anterior, y en consonancia con la jurisprudencia citada, es
que se reitera la tesis de que sigue siendo atribución exclusiva de los gobiernos
municipales la competencia de la ordenación urbanística, y sólo de manera
excepcional y residual, en ausencia de regulación dictada al efecto por las
municipalidades, es que el INVU tiene asignada la tarea de proponer planes
reguladores, pero a reserva de que sean previamente aprobados por el ente local;
de manera que las disposiciones que al efecto dicte esta institución autónoma en
lo que se refiere a planificación urbana, deben siempre considerarse transitorias, y
en defecto del uso de las competencias municipales."
En el subjúdice -a falta de norma expresa emitida por el gobierno local- resulta de
plena aplicación a los gestionantes, las disposiciones del Reglamento de
Construcciones dictadas por el INVU que se vienen aplicando a su actividad.
Téngase en cuenta que, el ordenamiento jurídico ha dispuesto de una serie de
requisitos para otorgar una patente comercial para la actividad que interesa a la
parte gestionante y que, el gobierno local -en el ejercicio del poder de policía
otorgado para la tutela y defensa de los intereses locales (que incluye no solo los
de los porteadores, sino también de los usuarios del servicio, entre otros)- debe
velar porque, en cada caso concreto, se cumplan con todos ellos, sin que pueda
estimarse lesiva a la libertad de comercio la denegatoria de una patente que no se
ajusta a lo establecido por el ordenamiento jurídico, pues ello implicaría otorgarle
a la libertad de empresa un contenido absoluto que, desde luego, no tiene.
X. Se da por agotada la vía administrativa, por no existir ulterior recurso.
POR TANTO
Se declara mal admitido el recurso de apelación, en cuanto a los incisos 2 y
3 del acuerdo N° 4 tomado en la Sesión Extraordinaria N° 159 de 25 de abril de
2008. Se confirma el inciso 1) del citado acuerdo N° 4. Se anula el inciso 4) de ese
mismo acto. Se da por agotada la vía administrativa.
Rose Mary Chambers Rivas
Hubert Fernández Argüello
I. Rocío Rojas Morales
Exp: 08-00692-1027-CA
Municipal
ASIVENAN c/ Municipalidad de San Ramón
sramírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 12:30:24 PM
Sentencia: 00679 Expediente: 08-000181-1027-CA
Fecha:
12/09/2008 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección III
N° 679-2008
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE
HACIENDA. SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ.
ANEXO A. Goicoechea, a las diez horas cinco minutos del doce de setiembre del
dos mil ocho.Veto interpuesto por Marco Antonio Segura Seco, Alcalde de la
Municipalidad de Escazú, contra el acuerdo del Concejo Municipal de ese
Cantón, adoptado en la sesión ordinaria 94, acta 130 del 11 de febrero del
2008. Redacta la Juez Rojas Morales, y:
CONSIDERANDO:
I).-Mediante el acuerdo objetado, el Concejo Municipal de Escazú dispuso:
" SE ACUERDA: Con fundamento en las disposiciones de los artículos 11 y 169 de
la Constitución Política, 2,3,4, inciso e) 13 inciso i), 72 del Código Municipal y 1,12
y 13 de la Ley N° 7340, publicada en el diario oficial La Gaceta N° 90 del 12 de
mayo de 1993 y siguiendo las recomendaciones contenidas en el dictamen N° CAJ-06-08 de la Comisión de Asuntos Jurídicos, los cuales le sirven de fundamento
a esta decisión, PRIMERO: SE ACOGE LA SOLICITUD DE NULIDAD Y POR TANTO
SE DECLARA INVALIDA LA LICENCIA COMERCIAL N° 03-4827, otorgada a la
entidad denominada: "INVERSIONES INMOBILIARIAS EN DOLARES DOS", cédula
jurídica número 3-101-372961, para la actividad de arrendamiento de locales,
gestión que fuera formulada por el señor CARLOS LUIS MELENDEZ MONGE en su
condición de Vicepresidente Ejecutivo de la sociedad denominada: "INTERBOLSA,
SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.A.F:) SOCIEDAD
ANÓNIMA", toda vez que tal actividad lucrativa no está sujeta a licencia municipal,
ni al pago del impuesto de patente que establece la ley. Notifíquese este acuerdo a
la sociedad interesada al fax N° 296-0613, asimismo al señor Alcalde en su
despacho para lo de su cargo". ACUERDO FIRME. (folio 39).
II) Argumenta el Alcalde de Escazú que no es legalmente posible acoger la
solicitud de nulidad de una licencia comercial, sea la N° 03-4827, cuando no se
está en presencia de un recurso administrativo deducido por el representante de la
firma, sino ante un simple reclamo administrativo, sobre la legalidad del cobro.
Argumenta que el Concejo debe, de previo, establecer cuál es el procedimiento a
seguir -la nulidad absoluta en sede administrativa o la lesividad-, el que debe
respetar según sea el caso. Sostiene que al resolver el fondo de este asunto, el
Concejo no se ha limitado a las gestiones de la parte, sino que, de oficio, ha
dispuesto la nulidad de la licencia comer ci al 03-4827, estableciendo que la
actividad de arrendamiento de bienes inmuebles, no se encuentra incluida
expresamente en la lista del ordinal 12 de la Ley 7340, denominada: Tarifa de
Impuestos Municipales del Cantón de Escazú. Estima que la nulidad de la patente
en los términos que lo ha dispuesto el Concejo, conlleva una clara violación a la
doctrina de los actos propios. Además, - afirma el vetante-, conforme lo establece
el artículo 12 b) de ese cuerpo normativo "Comercio comprende la compra y la
venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda
y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta
y la demanda, tal como, casas de representación, comisionistas, agencias,
corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo los estatales,
instituciones de crédito y en general todo lo que involucra transacciones de
mercado de cualquier tipo."
Para la Alcaldía, dentro del concepto de transacciones de mercado deben incluirse
el arrendamiento de derechos, razón por la cual no estima que se vulnere el
principio de reserva de ley en esta materia, como lo viene afirmando el Concejo
local. No es cierto que, tal y como lo sostuvo la Comisión de Asuntos Jurídicos del
Concejo Municipal, la actividad de la citada empresa no se encuentra incluida
dentro de la lista de aquellas sujetas al citado impuesto, por ello -insiste- el
arrendamiento de locales comerciales o de edificios se encuentra gravado. La
resolución N° 347 de las 10:45 horas del 04 de octubre del 2002 dictada por la
Sección Segunda del Tribunal Contencioso Administrativo, no resulta de aplicación
a este caso puesto que, se trata de actividad comercial y no de una industria
agrícola como en aquella oportunidad, en que no se analizó el artículo 12 de la Ley
de Impuesto de Patentes de esa Municipalidad, en el que sí cabe la actividad de
arrendamiento de inmuebles y así solicita se disponga.
III).-El Concejo Municipal (ver folios 86-87) mediante acuerdo AC-10301-08 adoptado en la sesión ordinaria N° 99, Acta 137 del 17 de marzo del
2008 dispuso: ACUERDO AC-103-01-08 : "SE ACUERDA: (.. .PRIMERO : SE
ACOGE PARCIALMENTE EL VETO
formulado por el señor Alcalde Municipal,
contra el ACUERDO del CONCEJO MUNICIPAL número AC-42-08, tomado en la
sesión ordinaria N° 94, Acta N° 130 del 11 de febrero de 2008, por cuanto
efectivamente la NULIDAD DE LA LICENCIA COMERCIAL N° 03-4827 formulada
por el señor CARLOS LUIS MELÉNDEZ MONGE en su condición de Vicepresidente
Ejecutivo
de
la
sociedad
denominada:
"INTERBOLSA
SOCIEDAD
ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.AF.) SOCIEDAD ANÓNIMA", no
venía incluida como alegato dentro del recurso planteado (de revocatoria,
apelación o extraordinario), sino como simple solicitud, estándole vedado a la
Administración revocar sus propios actos que declaran derechos subjetivos a favor
de los Administrados, debiendo para ello iniciar un procedimiento en sede
administrativa para declarar la nulidad, cuando se trata de nulidades absolutas,
evidentes y manifiestas o un proceso de lesividad en los demás casos, ante los
órganos judiciales".ACUERDO FIRME . ACUERDO AC-103-02-08: " SE
ACUERDA: SEGUNDO : Se rechaza el VETO planteado en cuanto alega el señor
Alcalde que, la actividad de arrendamiento de locales y/ o edificios se encuentra
comprendida en el inciso b) del artículo 12 de la ley N° 7340, denominada: "Tarifa
de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú" (Publicada en el diario oficial La
Gaceta N° 90 del 12 de mayo de 1993), toda vez que en materia tributaria resulta
prohibida la interpretación analógica o extensiva de las normas que rigen la
materia."
ACUERDO FIRME; ACUERDO AC-103-03-08 : " SE ACUERDA: TERCERO : Se cita
y emplaza al señor Alcalde Municipal para que comparezca ante el Tribunal
Procesal Contencioso Administrativo, a hacer valer sus derechos, debiendo
señalar casa, oficina o medio permitido por ley, para atender notificaciones ante
ale superior impropio, so pena de quedar notificado con el solo transcurso de
veinticuatro horas en caso de omisión. ACUERDO FIRME ; ACUERDO AC-103-0408 : " SE ACUERDA: CUARTO : Una vez que sea resuelto el Concejo Municipal a
conocer la solicitud de nulidad planteada por la sociedad antes mencionada, de
acuerdo con los procedimientos ordinarios administrativos que prescribe la ley.
Notifíquese este acuerdo, a la sociedad "INTERBOLSA, SOCIEDAD
ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.A.F) SOCIEDAD
ANÓNIMA" .
IV) Dado que el Concejo Municipal de Escazú, según lo indicado en el
considerando anterior, acogió parcialmente el veto del Alcalde, el Tribunal se
limitará a examinar lo relativo a la procedencia del cobro de patente municipal
por el arrendamiento de bienes inmuebles. El tema ya fue abordado y resuelto por
esta misma sección del Tribunal, en el voto N. 515-2008 de las diez horas treinta
m inu tos del ocho de agosto de dos mil ocho y, resultando idéntico el asunto
planteado en este proceso, las partes deberán estarse a lo ya dispuesto por este
órgano colegiado que indicó al respecto:
“III. El presente veto debe rechazarse.La Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú, número 7340 del
veinte de abril de mil novecientos noventa y tres, establece en su artículo 1°, que:
"Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de cualquier tipo de
actividades lucrativas, en el Cantón de Escazú, estarán obligadas a pagar a la
Municipalidad un impuesto de patentes, de conformidad con esta Ley". Esa
disposición, abierta y general, se concreta en artículo 12, que es la norma que
especifica cuáles actividades deben pagar el tributo. Señala ésta que:
ARTICULO 12.Todas las actividades lucrativas, que seguidamente se señalan, comprendidas
en la clasificación internacional de actividades económicas, pagarán de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley; con excepción de
las señaladas en el artículo 13.
a) Industria
Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción,
transformación o manufactura de uno o varios productos. Incluye el
procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de
sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos
mecanizados o no mecanizados, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación
de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la
extracción y explotación de minerales, metálicos y no metálicos, que se
encuentran en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción, reparación o
demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte; las
imprentas, editoriales y establecimientos similares. En general, se refiere a
mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles.
b) Comercio
Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías,
propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de
los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tal como, casas de
representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones
bancarias y de seguros, salvo los estatales, instituciones de crédito y en general
todo lo que involucra transacciones de mercado de cualquier tipo.
c) Servicio
Comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos,
que sean atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte,
almacenaje, comunicaciones, establecimientos de esparcimiento y de enseñanza
privada (con excepción de los semioficiales)".
Revisada con detenimiento esa normativa, se advierte que ninguna de las
actividades gravadas incluye expresamente la de arrendamiento de bienes
inmuebles, siendo que, para efectos tributarios, debió estar clara y expresamente
prevista o en su caso, como mínimo, desprenderse sin ningún género de duda de
la norma aprobada por el legislador, lo que no ocurre en el caso concreto.- Ésta no
puede incluirse allí por vía analógica, y menos aún entenderla como comprendida
entre los casos que sí están sujetos, mediante una interpretación ampliativa del
texto; ello, en virtud de las reglas que impone el principio de reserva legal que
prima en materia tributaria.- Si bien es cierto, la Ley de Impuestos Municipales del
Cantón de Escazú, inicia con la indicación de que toda persona física y jurídica que
se dedique a cualquier actividad lucrativa es contribuyente del impuesto de
patente, es su artículo 12 el que especifica, determina y enumera taxativamente
las actividades lucrativas gravadas, donde no se señala ni menciona la actividad
que lleva adelante "Consultora Rala de San José S.A.".- Por eso, no es posible
afirmar tampoco, que a tenor del inciso b), de este último precepto, se trate de
actos de valoración de bienes económicos, ni interpretarse que cualesquier
transacción que se realice con inmuebles está incluida en los parámetros legales, a
fin de gravarla con este impuesto específico, sobre todo porque de conformidad
con el párrafo segundo del numeral 6, del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios, mediante analogía no pueden crearse tributos o exenciones.Evidentemente, la Ley debe indicar con absoluta claridad los supuestos de
sujeción, lo que no hace la N°7340 en este caso concreto, y por allí, no resultan
entendibles las objeciones que, a lo resuelto por el Concejo, formula el Alcalde
Municipal en el veto que aquí se conoce.- Ciertamente, la Ley tiene una omisión al
respecto, empero, y por la naturaleza de las cuestiones involucradas -imposición y
cobro de tributos-, no es posible subsanar tal deficiencia por vía interpretativa, en
mérito de lo cual, no queda más alternativa que rechazar la oposición, y así se
dispone en la parte resolutiva de este pronunciamiento.V) Corolario de expuesto, el veto interpuesto debe ser denegado, en tanto las
mismas razones dadas en aquella oportunidad, son de aplicación al caso bajo
examen.
POR TANTO:
Se deniega el veto interpuesto.Rose Mary Chambers Rivas
Hubert
Morales
Fernández
Argüello
I.
Rocío
Rojas
Exp. 08-000181-1027-CA
Veto
Marco Antonio Segura Seco c/ Municipalidad de Escazú
SRamírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 12:34:33 PM
Sentencia: 00680 Expediente: 08000216-1027-CA
Fecha:
12/09/2008 Hora: 10:10:00 AM Emitido
por: Tribunal Contencioso Administrativo
Sección III
N°680-2008
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. II
CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las diez horas diez minutos
del doce de setiembre del dos mil ocho.
Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, del recurso de apelación interpuesto
por Luis González Mora, en su condición de representante de la emp r esa
Estacionamiento Ticos S.A.; contra el acuerdo adoptado por el Concejo
Municipal de Santa Ana en la sesión N°98 del ocho de abril, artículo III que
dispuso: "(...) SE APRUEBA POR U NANIMIDAD. POR LO ANTERIOR SE ACUERDA
: 1.- ACOGER EL DICTAMEN MSA-AL-02-106-08 DEL LIC. JEFFRY GARCÍA SOTO,
ABOGADO MUNICIPAL. 2. SE RECHAZA EL RECURSO DE APELACIÓN
INTERPUESTO POR ESTACIONAMIENTOS TICOS GM S.A., 3. SE HACE SABER A LA
PARTE RECURRENTE QUE CONTRA ESTE ACTO CABE EL RECURSO DE
REVOCATORIA CON APELACIÓN EN SUBSIDIO, EN UN PLAZO DE CINCO DÍAS, DE
CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 156 DEL CÓDIGO MUNICIPAL" .Redacta la Juez Rojas Morales , y:
CONSIDERANDO:
I).-Para una correcta resolución del presente asunto, se tiene por probado lo
siguiente: 1) Que por oficio del 23 de octubre de 2007 , el Departamento de
Patentes de la Municipalidad de Santa Ana previno a la empresa Estacionamientos
Ticos S.A. obtener el respectivo permiso municipal de patente y el permiso
sanitario de funcionamiento, en el plazo de tres días concedido al efecto (folio 06);
2) La parte afectada presentó contra la anterior prevención recurso de revocatoria
con apelación en subsidio (folio 7); 3) La encargada del Departamento de
Patentes y Licencias Municipales mediante resolución MSA-PLM-01-351-07 del 06
de noviembre de 2007 rechazó el recurso de revocatoria y admitió el de apelación
interpuesto en subsidio (folios 8,9); 4) El Concejo Municipal acogiendo el dictamen
del abogado municipal dispuso rechazar el recurso de apelación interpuesto (folio
31 a 34); 5) La empresa Estacionamiento Ticos S.A. presentó contra el anterior
acuerdo recurso de revocatoria y apelación en subsidio y ese órgano colegiado
por acuerdo adoptado en sesión ordinaria N° 104 de 20 de mayo de 2008, artículo
III, dispuso rechazar el recurso de revocatoria y admitir la alzada, recurso en
virtud del cual conoce este Tribunal (folios 51 a 55)
II.-HECHOS NO PROBADOS: ÚNICO: las condiciones
bajo las cuales la
empresa Estacionamiento Ticos S.A. y Hewlett Packard Costa Rica han pactado el
arriendo del terreno propiedad de la primera (no hay prueba sobre este extremo)
III.- OBJETO DEL RECURSO: Indica el recurrente que no debe pagar patente
municipal en tanto no realiza ninguna actividad lucrativa en el cantón de Santa
Ana. Señala que el inmueble es arrendado a una empresa privada que lo utiliza
para que sus empleados puedan estacionar sus vehículos en tanto laboran para la
misma. En consecuencia, lo que existe es un contrato de alquiler entre
Estacionamientos Ticos S.A. y la referida empresa, lo que de manera alguna puede
asimilarse a un parqueo público, aún cuando efectivamente dentro de los objetivos
de la empresa, según el Registro Público, se encuentre "la instalación y
administración de parqueos públicos..." . El hecho de que el giro ordinario de la
empresa esté relacionado con parqueos públicos no implica que en este caso esté
operando en esa actividad. El simple alquiler del terreno para parqueo de
vehículos no convierte un simple arrendamiento en una actividad por la cual deba
pagar patente. El hecho generador del tributo de conformidad con lo establecido
en la ley N. 7245 es la realización de una actividad lucrativa, que en este caso es
inexistente. Aún cuando se estimara que el arrendamiento que han concretado las
partes es una actividad lucrativa, es lo cierto que tal actividad no está gravada y
por ello, el citado cuerpo normativo no establece ninguna tarifa. La Procuraduría
General de la República sostuvo en el dictamen 136-2007 que el alquiler de
inmuebles no está contemplado dentro de las actividades sujetas al impuesto. No
obstante lo anterior, el gobierno local insiste en gravar una actividad que la ley no
incluyó. Pide la nulidad del acuerdo impugnado.
IV).-POSICIÓN DEL GOBIERNO LOCAL: En la audiencia conferida al efecto, el
Alcalde de Santa Ana señala que la empresa apelante es una sociedad anónima,
consiguientemente, por su naturaleza comercial realiza actos de comercio. En este
caso la actividad lucrativa consiste en alquilar un inmueble a la empresa Hewlett
Packard Costa Rica para que sea utilizado por sus empleados como parqueo
privado. El artículo 1° de la Ley de Impuestos Municipales del Cantón de Santa
Ana establece que están obligadas a pagar impuestos de patentes las personas
físicas o jurídicas que realicen actividades lucrativas dentro del cantón. En el caso
concreto, la empresa apelante brinda un servicio de naturaleza privada a otra
empresa localizada en zona franca y por ello debe entenderse un servicio suj e to
al impuesto.Específicamente el artículo 14 inciso ch) grava: “ servicios :
comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos,
que sean brindados por organizaciones o personas privadas; también el
transporte, almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos privados de
cualquier tipo.” Adicionalmen t e, la actividad se encuentra comprendida en el
artículo 14 que aclara “(…)en general, se refiere a mercaderías, construcciones,
bienes muebles o inmuebles y actividades de agroindustria.” Como en este caso se
trata del uso comercial de un bien inmueble que la empresa posee en el cantón de
Santa Ana, la actividad está sujeta al tributo cuyo pago se ha prevenido. V).SOBRE EL FONDO: En materia impositiva rige el principio de reserva legal, según
el cual la ley formal debe señalar los elementos básicos del tributo. Así lo
establece, la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5 del
Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales
11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica
que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que
sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que se trata de
imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede provenir de
la Ley. En consecuencia, le está
vedado a la Administración
Municipal, la
creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades
administrativas. Para que la obligación tributaria exista , debe estar expresamente
desarrollada por Ley, esto es, la ley N° 7245, sin que sea admisible la tesis del
gobierno local el sentido de que por ser lucrativa, toda actividad que genere una
ganancia debe pagar tributo aún cuando no esté expresamente gravada, pues ello
implicaría una clara violación al principio de reserva de Ley. El artículo 1 de la ley
N. 7245 no hace más que reconocer que las actividades lucrativas requieren
patente municipal, sin embargo, el cobro correspondiente se hará conforme lo ha
previsto el legislador en las normas específicas (artículos 14 y 15), entendiéndose
que no existe obligación tributaria cuando la misma no esté clara y expresamente
prevista. Si se analiza el primer artículo en forma independiente, se llegaría al
absurdo de cobrar el impuesto por toda fuente productora de riqueza (salarios,
arrendamiento de casas, etc.) aún cuando no fue gravado por el legislador.
VI- Las actividades lucrativas a que se refiere el artículo primero, son aquellas que
en detalle se enumeran los artículos 14 y 15. De manera que para poder
determinar el sujeto pasivo del tributo, hay que examinar si su actividad se
encuentra enmarcada dentro de los supuestos de los artículos citados y, en el caso
bajo examen, la respuesta debe ser negativa. La simple alusión a que los
“servicios privados…” están grabados no otorga al gobierno local de Santa Ana el
marco jurídico adecuado para pretender gra v ar –por interpretación- la actividad
de la apelante, que no se encuentra expresamente indicada como afecta al tributo
en cuestión. Por otra parte, el arrendamiento de un terreno para utilizarlo como
parqueo no equivale a “almacenaje” de mercancías que tienen una connotación
diversa al arrendamiento de un terreno, una casa, etc. En el subjudice, el Tribunal
entiende que se trata del arrendamiento de un terreno para que sea utilizado
como parqueo. Se ignora si el servicio de vigilancia corresponde a la arrendataria
o arrendante, lo que cambiaría la naturaleza de la actividad; sin embargo, se
desprende de la información del expediente que lo que pretende gravarse es el
arrendamiento de bienes inmuebles y, al no encontrarse éste gravado
expresamente, no podría cobrarse el tributo que se pretende, pues ello implicaría
una clara lesión al principio de legalidad citado.
VII- Como consecuencia de lo expuesto, se anula el acuerdo impugnado y se da
por agotada la vía administrativa.
POR TANTO:
Se anula el acuerdo recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas
Morales Exp: 08-000216-1027-CA Municipal
Estacionamientos Ticos G M S.A. c/ Municipalidad de
Santa Ana SRamírez
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 12:36:26 PM
Sentencia: 00430 Expediente: 07-000181-0161-CA
Fecha:
26/10/2007 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección III
Nº 430-2007
TRRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. SEGUNDO
CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las diez horas con cinco minutos
del veintiséis de octubre de dos mil siete.
En virtud del recurso de apelación que interponen MARVIN CÉSPEDES MÉNDEZ y
HERNAN PACHECO ORFILA, ambos mayores, casados, abogados, vecinos de San
José, con cédulas números 1-531-965 y 1-585-980 por su orden, y en su condición de
representantes legales de la empresa B.P.C. SOCIEDAD ANÓNIMA; conoce ésta
Sección del Tribunal, del acuerdo tomado por el Concejo Municipal de San José, en el
Acuerdo 16, Artículo V, de la sesión ordinaria 23, celebrada el 03 de octubre de 2006,
el cual en lo de interés dispuso: "...POR TANTO SE ACUERDA: Se rechace el recurso de
apelación por carecer de asidero jurídico y se confirme lo resuelto por la Alcaldía, por
estar conforme con el ordenamiento jurídico Tributario Municipal."
Redacta el juez Gutiérrez Freer,y;
CONSIDERANDO:
I.-Agravios: La resolución recurrida hace una diferencia entre profesionales liberales
independientes, que están exentos del requisito de patente comercial; y las actividades
lucrativas de una sociedad anónima, que por su naturaleza de persona jurídica no
ejercen actividad liberal independiente ni están colegiadas, y se rigen por el Código de
Comercio, y que por lo tanto su representada ejerce una actividad lucrativa que debe
contar con patente.
II.-Al respecto, resulta de trascendental relevancia transcribir un extracto en lo de
exclusivo interés del voto de la Sala Constitucional Nº 8728 dictado a las quince horas
con veintidós minutos del once de agosto de dos mil cuatro, mediante el cual se hace
una interesante distinción entre el ejercicio de una profesión liberal y una actividad
lucrativa y el ejercicio individual o grupal de una profesión liberal o por medio de un
sujeto de derecho mercantil. Así la Sala expresó:
"V.-DIFERENCIA ENTRE EL EJERCICIO DE UNA PROFESIÓN LIBERAL Y UNA
ACTIVIDAD LUCRATIVA. Tradicionalmente, dentro de las profesiones liberales se
aglutinan aquellas que suponen el ejercicio de una actividad de orden intelectual o
técnico, mediante la aplicación de ciertas reglas científicas y técnicas que deben ser
manejadas con suma propiedad por su titular, previa habilitación para ejercerla a
través de la obtención de un título idóneo y adecuado y, eventualmente, la
incorporación al colegio profesional respectivo. La singularidad de las profesiones
liberales surge de la inexistencia de una relación de dependencia con su clientela, de
modo que el profesional liberal tiene autonomía e independencia plena en la forma de
prestar los servicios profesionales –horario, lugar, etc.- dado que lo hace por cuenta
propia, razón por la cual sus servicios son remunerados mediante honorarios. El
profesional liberal aplica, para un caso concreto, sus conocimientos científicos o
técnicos sin someterse a ninguna dirección y bajo su exclusiva responsabilidad, esto
es, de acuerdo a su leal saber y entender. Es menester señalar que el ejercicio de una
profesión liberal, está íntimamente ligado a la libertad profesional, la cual incluye la de
elegir libremente la profesión que se pretende ejercer y, una vez obtenida ésta a
través de una titulación adecuada y la correspondiente colegiatura, la de ejercerla
libremente sin otros límites que los necesarios para garantizar la corrección,
supervisión y fiscalización en su ejercicio y la protección del interés público y, en
particular, de los consumidores de los servicios profesionales. El ejercicio de una
profesión liberal tiene por objeto proveerle a quien la despliega una remuneración que
le asegure una calidad de vida digna, tanto en lo personal como en lo familiar. Es el
ejercicio de actividades de orden comercial, empresarial e industrial las que tienen por
objeto la obtención de un lucro o de réditos adicionales a los que pueden asegurar una
existencia y calidad de vida digna. Debe tomarse en consideración, que el propio
ordinal 79 del Código Municipal define con meridiana claridad el hecho generador del
impuesto municipal de patente al indicar que gravará las actividades lucrativas,
entendiendo por tales las de carácter mercantil, empresarial e industrial y no así el
ejercicio de las profesiones liberales, puesto que, como se indicó, en éstas lo que
pretende su titular es obtener una remuneración justa y digna a cambio de una
prestación de orden profesional.
VI.-EJERCICIO INDIVIDUAL O GRUPAL DE UNA PROFESIÓN LIBERAL O POR
MEDIO DE UN SUJETO DE DERECHO MERCANTIL. Resulta evidente que el ejercicio
de una profesión liberal puede realizarse de forma individual cuando un profesionista
decide ofrecer sus servicios especializados a la colectividad de forma enteramente
personal o bien de modo grupal, cuando varios profesionales optan por hacerlo
conjuntamente para mejorar los servicios prestados o bien para compartir gastos
comunes en el despliegue de su giro profesional. Es evidente que, en sendos
supuestos, los profesionales lo que pretenden es obtener una remuneración para
asegurarse su subsistencia y una vida digna. Distinto resulta cuando un grupo de
profesionales deciden crear una organización colectiva del derecho mercantil para
prestar sus servicios profesionales, puesto que, en tal caso, además del ánimo de
subsistencia, existe un fin lucrativo o de obtener un margen considerable de rentas y
utilidades, con lo cual deja de existir el ejercicio liberal de una profesión, en sentido
estricto, y se está ante el despliegue de un giro o tráfico empresarial o mercantil que sí
debe estar sujeto al impuesto de patente municipal.
VII.-INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA IMPUGNADA. En criterio de este
Tribunal Constitucional, la norma recurrida, resulta inconstitucional, concretamente, en
cuanto a la frase “(…) particulares o (…)” , en el tanto grava con el impuesto de
patentes a quienes ejercen una profesión liberal en una oficina particular, sea de modo
individual o grupal, en este último caso sin una organización colectiva del Derecho
Mercantil, de hecho o de derecho, que les brinde respaldo, en la medida que quebranta
el derecho al libre ejercicio de la profesión y les impone una carga adicional,
desproporcionada e irrazonable a quienes, ejerciendo una profesión liberal, pretenden
obtener una remuneración que les garantice un nivel de vida digno y de calidad."
En atención a lo transcrito, en la especie los inconformes decidieron crear una sociedad
anónima que indiscutiblemente se rige por el Código de Comercio dado su fin de lucro,
las cuales ordinariamente plantean en su acta de constitución, un amplísimo listado de
objetivos, todos orientados a su fin de lucro y por el ello la legislación mercantil ubica a
las sociedades anónimas como comerciantes ( ver artículo 5 inciso c); más aun,
advirtiendo la aplicación del Código respectivo, cualquiera que sea el objeto o actividad
que desarrollen. De manera que ha sido por voluntad propia de los aquí recurrentes, el
constituir una sociedad mercantil y por tal razón deben atenerse a lo dispuesto por el
numeral 79 del Código Municipal, el cual señala que para ejercer cualquier actividad
lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal respectiva, la cual se
obtendrá mediante el pago de un impuesto. Sin mayores consideraciones, se impone el
rechazo del recurso conocido en grado.
POR TANTO:
Se confirma el acuerdo apelado. Se da por agotada la vía administrativa.
Roberto J. Gutiérrez Freer
Rose Mary Chambers Rivas Rocío Rojas Morales
Exp. Nº 07-000181-161-CA
Apelación Municipal
Marvin Céspedes y otro c/ Municipalidad de San José
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
12:41:36 PM
Sentencia: 00257 Expediente: 04-000264-0161-CA
Fecha:
19/08/2005 Hora: 9:50:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo
Sección III
257-2005
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA . Segundo Circuito
Judicial de San José. Goicoechea, a las nueve horas cincuenta minutos del diecinueve
de agosto del dos mil cinco.Proceso especial tributario, establecido por Oscar Alvarado Bogantes, casado, Master
en Administración de Negocios, vecino de Alajuela, cédula número 2-333-115, en su
condición de apoderado general sin límite de suma de la Mutual Alajuela de Ahorro y
Préstamo, contra la Municipalidad de Grecia, representada por su Alcalde Freddy
Barrantes Benavides, casado, contador privado, vecino de Los Angeles de Grecia,
cédula 2-377-686. RESULTANDO
1º. Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, este proceso
especial de impugnación de impuestos, cuya cuantía se fijó como inestimable, tiene
por objeto que en sentencia se declare: “1- La nulidad absoluta de los siguientes actos,
dictados contra legem por la Municipalidad de Grecia: Oficio número ALC.598-2003,
del 7 de noviembre del 2003, dictada por el señor Alcalde de la Municipalidad de
Grecia. Oficio número ALC.694-2003 dictado por el señor Alcalde Municipal el 11 de
diciembre de 2003. Resolución del Concejo la Municipal de Grecia de las 9 horas del
27 de abril de 2004, en la que se declara sin lugar la apelación interpuesta por mi
representado en contra de los anteriores actos. Todos los actos anteriores se anularán
por ser específicamente violatorios de las normas legales que rigen la materia de las
Asociaciones Mutualistas y la exención tributaria de que gozan, concretamente la
Constitución Política, la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, el Código
Municipal y las normas en materia de patentes municipales del Cantón de Grecia. 2Que Mutual Alajuela no es sujeto pasivo del tributo municipal de Patente en el Cantón
de Grecia y que, en caso de haberse pagado o pagarse en el futuro por mi
representada, la Municipalidad de Grecia deberá devolver a Mutual Alajuela, toda suma
recibida por concepto de tributo, así como sus intereses al tipo legal, desde la fecha de
pago y hasta la efectiva devolución de las sumas recibidas. 3- Que como consecuencia
de lo anterior, la Municipalidad de Grecia deberá abstenerse en el futuro de cobrar el
impuesto de patente a Mutual Alajuela, por estar las Mutuales exentas del citado
tributo y además, sin perjuicio de dicha exención, no ser sujetos pasivos de
conformidad con la Constitución Política, la normativa sobre patentes del cantón de
Grecia, el Código Municipal, la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y
la jurisprudencia de ese Honorable Tribunal. 4-) Que se condene a la Municipalidad de
Grecia al pago de ambas costas de este proceso”.
2º. El apoderado de la demandada contestó negativamente la acción.
3º. En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan
causales capaces de invalidar lo actuado, por lo que se resuelve dentro del término de
ley, previa deliberación.Redacta la juez Quesada Corella, y
CONSIDERANDO
I. HECHOS PROBADOS: Para decidir este asunto, se tiene como acreditada la
siguiente lista de hechos: 1-) Que por oficio ALC.598-2003, de fecha 7 de noviembre
del 2003, suscrito por el Alcalde Municipal de la Municipalidad demandada, se le
comunicó al ente actor que interpusiera sus buenos oficios a fin de que se le cancelara
el impuesto de patente municipal de los últimos cinco años. (folio 1 del expediente
administrativo). 2-) Que la actora interpuso recurso de revocatoria con apelación en
subsidio de dicho oficio (folio 5 a 7). 3-) Que el recurso de revocatoria fue rechazado
por el Alcalde Municipal el 11 de diciembre del 2003 y se admitió la apelación ante el
Concejo Municipal ( folio 9). 4-) Que en Sesión del 18 de diciembre de 2003, celebrada
por el Concejo Municipal de la accionada, artículo IV, inciso 12, acta número 76, se
trasladó el recurso interpuesto por Mutual Alajuela, a la oficina del Abogado Municipal (
folios 5 a 7 del expediente administrativo). 5-) Que el Concejo Municipal de la
accionada, a las nueve horas del 27 de abril del 2004, acordó rechazar el recurso de
apelación (folios 22 a 26 del expediente administrativo).
II. No está demostrado el afán de lucro de la demandante.
III. El representante del actor indica que de conformidad con lo establecido en el
artículo 69 de la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, número 7052 y
sus reformas, las Mutuales gozan de exención de toda clase de tributos, sin importar
si éstos son de carácter nacional o regional, como sucede en los impuestos
municipales, pues el ámbito de aplicación y cobertura de la norma es amplio y no es
posible distinguir donde la ley no lo hace, máxime en esta materia de interpretación
restringida. Continúa diciendo que el propósito de la norma y el fin último del
legislador, es que las mutuales no paguen ninguna carga y se trata de una ley
especial, a cuyo contenido está sujeta la demandada y no es oponible el contenido del
dictamen de la Procuraduría General de la República 349-2001, el cual es erróneo al
concluir que las mutuales sí deben pagar el tributo en comentario. Agrega que el
artículo primero de la Ley número 7977 del 16 de diciembre de mil novecientos
noventa y nueve, “Tarifas de Impuestos Municipales del Cantón de Grecia”, dispone
que están obligadas al pago del impuesto de patente, las personas físicas o jurídicas de
las áreas de comercio, industria o servicio que se dediquen al ejercicio de actividades
lucrativas en el cantón de Grecia. La ley 7052, continúa diciendo, es clara cuando
señala que las mutuales no tienen fin de lucro, sino que cumplen una función social,
que es la de procurar para los habitantes el mayor bienestar y la vivienda digna, y que
la Ley del Sistema Financiero para la Vivienda lo que hace es cumplir con un mandato
constitucional, lo que a todas luces contraviene los actos dictados por el ente municipal
accionado y que es reiterada la doctrina al señalar que realizar actividades que
produzcan ganancias no le da a aquéllas ese carácter. Comenta que los fines
mutualistas son exclusivamente la satisfacción del bienestar general de sus asociados,
no solamente en el área de vivienda sino en todos los campos, a través de los
principios de mutualismo, solidaridad y fraternidad de sus miembros, pero en modo
alguno puede interpretarse que ninguna de las actividades de la Mutual sean
lucrativas, pues ninguno de sus asociados percibe utilidad directa, sino que por el
contrario, estas utilidades son redistribuidas y se asumen en el patrimonio de Mutual
Alajuela para continuar cumplimiento con los fines sociales y no lucrativos que le
ordena la ley. Por esas razones, finaliza, estima que los razonamientos en que se
funda el municipio, según los cuales sí existe fin de lucro son erróneos.IV. La demandada por su parte, indica que ellos han actuado en todo momento
amparados a la jurisprudencia administrativa y al principio de legalidad y que con base
en ello es que solicitaron a la entidad mutualista que se sirviera cancelar le impuesto
de marras y que la resolución ALC.598-2003, no ha sido ejecutada, hasta tanto esta
autoridad no decida lo contrario, por lo que tomando en cuenta todo lo anterior, pide,
en caso de sobrevenir un fallo contrario, se le exima de cualquier tipo de
responsabilidad.
V. Este Tribunal, en sentencia dictada por la Sección Segunda número 358-2004,
de las trece horas cincuenta y cinco minutos del veintiocho de agosto del 2004, y en
caso idéntico al que se conoce en el sub lite señaló:
V. Las Asociaciones Mutualistas de Ahorro y Préstamo, conocidas comúnmente con el
nombre de "Mutuales", son entidades autorizadas para operar dentro del Sistema
Financiero Nacional para la Vivienda, según lo disponen los numerales 2, 3 incisos c) y
ch), 66 inciso a) y 68 a 98, todos de la Ley número 7052 del trece de noviembre de
mil novecientos ochenta y seis y sus reformas.- El Sistema tiene como objetivo
principal , "fomentar el ahorro y la inversión nacional y extranjera, con el fin de
recaudar recursos financieros para procurar la solución del problema habitacional
existente en el país, incluido el aspecto de los servicios" (artículo 1 idem), y es en ese
marco que se inscriben aquéllas, incluida por supuesto la accionante, cuya formación
se autoriza, como "…asociaciones mutualistas de derecho privado, de duración
indefinida, sin fines de lucro y con autonomía administrativa, en los lugares en que, a
su juicio, determine el Banco bajo su control y fiscalización" (artículo 68).- Se les dotó
igualmente, de personalidad jurídica propia, como tales, pueden adquirir derechos,
contraer obligaciones e intervenir en juicios y diligencias de cualquier índole, judicial y
administrativa (numeral 74).- Para la realización de sus fines, dispone el numeral 69,
gozarán de exención de tributos de toda clase, presentes y futuros, y tienen las
siguientes funciones (artículo 75):
a) Recibir depósitos en cuentas de ahorro a la vista.
b) Conceder préstamos para el financiamiento de lotes destinados a
proporcionar soluciones habitacionales, para la adquisición, construcción, reposición y
ampliación de viviendas y para obras de urbanización en beneficio de quienes no
posean casa propia, así como para la liberación de gravámenes. Los préstamos para la
liberación de gravámenes deberán sujetarse a las normas que se establecen en el
Reglamento del Banco. Los créditos que otorguen las mutuales a personas físicas o
jurídicas que ya tengan vivienda propia, se regirán por las normas que dicte el Banco
Hipotecario de la Vivienda.
c) Comprar y vender créditos hipotecarios otorgados por ellas mismas y por las
otras entidades autorizadas incluidas en esta ley, y administrarlos por cuenta propia y
de terceros.
ch) Emitir los títulos valores a que se refiere el título sexto de la presente
ley.
d) Realizar operaciones de fideicomiso en cuanto fueren necesarias para el
cumplimiento de sus fines y objetivos.
e)Llevar a cabo las actividades que les correspondan como entidades autorizadas
del Sistema.
f) En general, realizar todas las operaciones previstas en la presente ley en sus
reglamentos o que, de conformidad con ellos, les estén autorizadas por el Banco .
También pueden, emitir títulos valores, denominados 'certificados de inversión
inmobiliaria', lo mismo que 'letras inmobiliarias de vivienda', bonos de vivienda,
certificados de depósito a plazo, y otros, según lo autorice el Banco Hipotecario de la
Vivienda.VI).Es con vista de lo anterior, que debe analizarse el fondo del asunto, dado que la
Municipalidad reclama a la Mutual Alajuela, el pago del impuesto de patente, por
estimar que desarrolla actividades de intermediación financiera de las que obtiene
lucro, de conformidad con lo establecido en el artículo 1 de la Ley número 7682 del
veintiuno de julio de mil novecientos noventa y siete, que dispone: "Las personas ( sic)
o jurídicas, que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas en el Cantón de
Goicoechea, deberán obtener la licencia respectiva y pagarán, a la Municipalidad, el
impuesto de patentes que las faculte para desarrollar estas actividades. La
Municipalidad fijará el impuesto de patentes, de acuerdo con la presente ley y su
reglamento".El Tribunal no concuerda con ese alegato, y por el contrario, luego de analizar la
normativa ya citada, concluye que jurídicamente, las mutuales no generan lucro, y que
por ende, no se produce el hecho generador previsto en la ley 7682.- Lo anterior, en
virtud de que todas sus actividades tienen como finalidad última, dar solución al
problema habitacional existente en el país, mediante el fomento del ahorro y la
inversión nacional y extranjera.Se trata de una cuestión que tiene una profunda raigambre constitucional, en la
medida en que, por su medio, se pretende cumplir el postulado del numeral 65 de la
Carta Fundamental, que obliga al Estado a promover la construcción de viviendas
populares, y por esa vía del 50 ídem, que lo conmina a procurar el mayor bienestar de
los habitantes del país.Si la razón de ser de la Mutual, es la satisfacción de una necesidad pública -que este
órgano califica además, de imperiosa-, es lo cierto que el hecho de que preste servicios
como los que cita la corporación accionada, a saber, cuentas comerciales, deducción
automática de servicios, cuentas de ahorro en dólares, pago de colegiaturas, venta de
seguros, tarjetas 'superdescuentos', tarjetas de crédito y de débito, pago de servicios
públicos, cajitas de seguridad, cuentas de ahorro infantiles y juveniles o préstamos de
bienestar familiar, no hace variar su naturaleza de entidad social no lucrativa, sobre
todo si el resultado económico de tales operaciones -ganancias, si se quiere usar el
término-, debe utilizarse siempre para el cumplimiento de aquel importante objetivo ,
del que no debe separarse ninguna de sus acciones, y por esa razón, no tienen porqué
gestionar, ni obtener, licencia municipal.- Sin duda, los beneficios que producen esas
inversiones o ganancias no supone un enriquecimiento de los asociados, sino que se
constituyen en un instrumento legítimo para la consecución de sus fines sociales.-
VII).-La demandada afirma que se funda en un pronunciamiento de la
Procuraduría General de la República, particularmente en el dictamen C-349-2001 del
diecisiete de diciembre de dos mil uno, suscrito por el Procurador Tributario, quien
llegó a las siguientes conclusiones, según consta de folios 62 a 67 del principal:
1. Las asociaciones mutualistas son personas de derecho privado, creadas con el
objeto de cumplir con un interés público: el financiamiento de vivienda.
2. De conformidad con el artículo 75 de la Ley Nº7052, las mutuales en tanto
asociaciones privadas de ahorro y préstamo no lucrativas, destinadas a proporcionar
soluciones de vivienda a quienes carecen de casa propia, realizan otras operaciones
financieras de carácter lucrativo, sin que ello desvirtúe el fin para el cual fueron
creadas.3. Para efectos del pago del impuesto de patente municipal previsto en la Ley Nº7682
de 21 de julio de 1997, debe considerarse tal dualidad a fin de restringir los alcances
de la excención contenida en el artículo 69 de la Ley Nº7052 a las operaciones no
lucrativas que realicen las mutuales.
4. Corresponde a las mutuales pagar el impuesto de patente municipal por las
operaciones de intermediación financiera que le generen lucro. En tal caso, debe la
Municipalidad del Cantón determinar la proporción de tales operaciones, a fin de
establecer la cuantía del impuesto a pagar."
Tales apreciaciones, como se ve, desconocen lo dicho, y fundadas como lo están en
una visión incompleta de la razón de ser de la existencia de las asociaciones
mutualistas de ahorro y préstamo y de su funcionamiento legal, señalan que las
operaciones indicadas sí están afectas al impuesto.- No obstante, es claro que aunque
tengan actividades de tipo comercial o 'bancario', con producción de alguna ganancia o
rédito, ello no supone, como ha quedado dicho, un enriquecimiento, o el ejercicio de
operaciones dirigidas al lucro por el lucro mismo, y no se ha aportado a los autos
prueba alguna de que la situación sea distinta a la indicada.- El Tribunal estima que
ese dictamen, que por lo demás es de suyo respetable, no se ajusta a la normativa
que regula a la actora, como entidad autorizada del Sistema Financiero Nacional para
la Vivienda, y por ello lo descarta como fundamento preciso para las actuaciones
municipales, las que resultan contrarias a derecho, con las consecuencias que se dirán
luego.- ” (el subrayado no es del original)
VI.- Igual línea jurisprudencial ha seguido este Tribunal en demandas
interpuestas por el Banco Popular y de Desarrollo Comunal en contra de distintas
municipalidades del país, en donde igualmente éstas pretendían cobrarle la patente
comercial. Al respecto la Sección Primera, en resolución número 280-2003 de las once
horas diez minutos del dieciocho de julio del dos mil tres, señaló:
"II.-La Ley de Impuestos Municipales del Cantón de Cañas, número 7179, cuyo
numeral 15 ha originado la discusión, establece según su artículo 1°, un impuesto de
patentes que faculte a las personas física o jurídicas que se dediquen al ejercicio de
actividades lucrativas en ese cantón, ejercer esas actividades. De los antecedentes
citados por las partes, sobre todo de la Sala Constitucional, queda claro que el Banco
actor no requiere licencia puesto que está conferida por la ley de su creación y que no
realiza actividades lucrativas, por lo que no se estaría dentro de las previsiones de ese
artículo. En efecto, La Sala Constitucional en voto 320-92 en su considerando VII
expresa: “…Pero el aspecto medular aquí es que los bancos cooperativos,
técnicamente, no generan utilidades y entonces sería jurídicamente imposible que se
produzca el hecho generador previsto por la ley N° 6319. Respecto de los que se
afirma del Banco Popular, ciertamente la norma impugnada no hace referencia expresa
a él, pero podría partirse de la premisa de que tampoco este Banco produce utilidades.
Esto no es algo decidido expreso, valga decir, con el ánimo deliberado de colocar en
situación de desventaja a los banco comerciales (estatales y privados), sino que desde
muy atrás se ha definido que la naturaleza de ese banco no es la de generar utilidades
y en la práctica no las genera…”
III.-El problema de no incidencia planteado, por no darse el hecho generador,
presupuesto de naturaleza jurídica impuesto por el ordenamiento, para configurar el
tributo y cuya no realización impide el nacimiento de la obligación, hace que la
discusión sobre si el actor se encuentra entre la exención de algunos sujetos pasivos
carezca de interés, así, como la procedencia del devengo o tarifa; que en caso de
proceder el tributo y ser sujeto pasivo habría de examinar su constitucionalidad a la luz
de los precedentes o efectuar la consulta respectiva a la Sala Constitucional. No hay
duda, por otra parte, que no se está ante un caso de exención, puesto que la propia
Ley Orgánica del actor, indica que es propiedad de los trabajadores por partes iguales
y expresamente señala que es una institución de Derecho Público no estatal. Artículos
1 y 2 de la ley 4351 del once de julio de mil novecientos noventa y nueve Ley Orgánica
del Banco Popular y de Desarrollo Popular."
V.
Así las cosas, y a la luz de los hechos tenidos por demostrados y los
razonamientos esbozados en la abundante y reiterada jurisprudencia que existe con
respecto a este punto, lo procedente es acoger la demanda en lo que se dirá. Se debe
aclarar que el oficio ALC 694-2003, no existe en los autos con tal número, pero
corresponde por su contenido y fecha al visible a folio 9 de este expediente, por lo que
al tratarse de un error material de la actora y estar debidamente identificado y
descrito, se procede a conocer el que consta en el sub júdice. Por ello, se declara la
nulidad del oficio número ALC.598-2003, del 7 de noviembre del 2003, dictada por el
señor Alcalde de la Municipalidad de Grecia; del oficio dictado por el señor Alcalde
Municipal el 11 de diciembre de 2003 y la resolución del Concejo la Municipal de
Grecia de las 9 horas del 27 de abril de 2004. Se debe disponer que la Mutual Alajuela
no es sujeto pasivo del tributo municipal de Patente en el Cantón de Grecia y que, en
caso de haberse pagado o pagarse al citado ente municipal el mencionado impuesto,
éste deberá devolver a la accionante, toda suma recibida por ese concepto, así como
sus intereses al tipo legal, desde la fecha de pago y hasta la efectiva devolución de las
sumas recibidas. En cuanto a la solicitud de establecer que la Municipalidad de Grecia
deberá abstenerse en el futuro de cobrar el impuesto de patente a Mutual Alajuela, por
estar las Mutuales exentas del citado tributo se rechaza por improcedente, al no
poderse decretar exenciones a futuro de un impuesto, existiendo en cuanto a este
punto de la petitoria una falta de derecho.
VII. Finalmente, se estima que la demandada, en la medida en que actuó con
fundamento en un dictamen de la Procuraduría General de la República, que confería
razón a sus reclamos, tuvo motivo bastante para litigar, amén de que no se opuso a la
demanda, sino que indicó desde el principio que ella actuó apegada a dicho dictamen y
por ello, el caso encuadra en el supuesto del artículo 98 inciso c) de la Ley Reguladora
de esta Jurisdicción.- Dado lo anterior, cabe resolver este asunto sin especial
condenatoria en costas.POR TANTO
Se declara parcialmente con lugar la demanda, entendiéndose denegada en lo que
no se diga expresamente y en consecuencia se anulan los siguientes actos emanados
de la Municipalidad de Grecia: oficio ALC.598-2003, del siete de noviembre del dos mil
tres, dictada por el señor Alcalde del ente municipal; oficio sin número dictado por el
señor Alcalde Municipal el once de diciembre de dos mil tres y la resolución
del
Concejo la Municipal de Grecia de las nueve horas del veintisiete de abril de dos mil
cuatro. Se dispone que la Mutual Alajuela no es sujeto pasivo del tributo municipal de
Patente en el Cantón de Grecia y que, en caso de haberse pagado o pagarse el mismo
por parte de la actora, la referida Municipalidad deberá devolverle, toda suma recibida
por concepto de dicho tributo, así como sus intereses al tipo legal, desde la fecha de
pago y hasta la efectiva devolución de las sumas recibidas. Se rechaza el punto tres de
la petitoria, sea el disponer que la Municipalidad de Grecia deberá abstenerse en el
futuro de cobrar el impuesto de patente a Mutual Alajuela. Se resuelve este asunto sin
especial condenatoria en costas.
Horacio González Quiroga
Roberto J. Gutiérrez Freer
Lilliana Quesada Corella
Exp. 04-000264-0161- CA
Tributario
Mutual Alajuela de Ahorro y Préstamo
ILoáiciga
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:49:31 PM
Sentencia: 00050 Expediente: 05-000203-0161-CA
Fecha:
30/06/2009 Hora: 3:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección IX
Expediente No. 05-000203-161-CA.
No. 0050-2009
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN NOVENA. Segundo
Circuito Judicial. Goicoechea, a las quince horas con cinco minutos del
treinta de junio del dos mil nueve.Proceso contencioso administrativo especial tributario de Corporación
Agrícola del Monte Sociedad Anónima, en la persona de su apoderado especial
judicial Juan José Sobrado Cháves, mayor, abogado, vecino de San José, con cédula
de identidad número uno–doscientos ochenta– ochocientos sesenta y tres, contra la
Municipalidad de Buenos Aires, representada por el Alcalde Municipal Geovanni
Fallas Campos, de calidades ignoradas.
RESULTANDO
1°.- Estimada la cuantía de este proceso en la suma de noventa y siete millones
ciento veintinueve mil cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos, con
fundamento en los hechos y citas legales que invoca, la presente demanda es para
que en sentencia: "(…) 1. Que se declare CON LUGAR la demanda interpuesta. 2.
Que se anule por ilegítimo y antijurídico lo actuado en las resoluciones impugnadas,
así como sus antecedentes, de tal suerte que quede sin ningún valor ni efecto la
pretensión tanto de gravar con el impuesto de patente municipal la actividad
desempeñada en otros cantones, como la puramente agraria que desarrolla esta
compañía en Buenos Aires, y por lo tanto que se reduzca el monto de la obligación
para que se ajuste únicamente a la actividad industrial que, interpretando de una
manera amplia el texto de la ley, se realiza en las plantas de mi representado, tal y
como se declaró oportunamente. En efecto, que se declare que sólo corresponde
gravar con el impuesto de patente municipal las actividades industriales realizadas
en el cantón de Buenos Aires. 3. Que se restituya a mi representada en forma
plena a la situación jurídica individualizada de la que se le privó al negarle el
derecho a un pago leal, y por lo tanto se ordene la devolución de las sumas
indebidamente cobradas más los intereses, indexación y demás sumas que
correspondan en derecho. 4. Que se condene a la demandada al pago de ambas
costas del presente proceso.” Dicha pretensiones se plantean en relación con la
resolución No. AMBA-PDOI-01-05 dictada por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires a
las 10:00 horas del 25 de abril del 2005 y el acuerdo tomado por el Concejo
Municipal de dicho cantón en la sesión ordinaria No. 19-2005 celebrada el día 10 de
mayo del 2005, según expresa en su escrito de interposición de la demanda, visible
a folio 12 de los autos.
2. Conferido el traslado de rigor, la demandada no contestó en tiempo la acción,
declarándosele rebelde y teniendo los hechos por aceptados.
3. En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley, sin
que se noten causales de nulidad capaces de invalidar lo actuado, por lo que este
pronunciamiento se emite, dentro de las posibilidades del Despacho y previa
deliberación de rigor.Redacta la Juez Quesada Vargas; y
CONSIDERANDO
I. De importancia, para la solución de este asunto, se tienen por demostrados los
siguientes extremos de importancia: 1. Que la empresa Corporación de Desarrollo
Agrícola del Monte S.A. tiene como giro comercial la actividad de cultivo y empaque
de piña fresca en el cantón de Buenos Aires (hecho quinto de la deducción de la
demanda tenido como cierto en virtud de la declaratoria de rebeldía de la parte
demandada). 2. Que en fecha 21 de marzo del 2005 la actora presentó ante la
Municipalidad de Buenos Aires la declaración jurada de Impuesto de Patente para el
período que abarca del 01 de enero al 31 de diciembre del 2004 (ver folios 31 a 36
del tomo I del expediente administrativo). 3. Que mediante resolución No. AMBAPDOI-01-05 emitida por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires a las 10:00 horas del
25 de abril del 2005, notificada a la accionante en fecha 28 de abril del 2005, de
oficio se determinó como suma a pagar por concepto de impuesto de patente para el
ejercicio fiscal 2005 la suma de Noventa y siete millones ciento veintinueve mil
cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos (ver folios 36 a 42 del tomo
I del expediente administrativo). 4. Que mediante escrito recibido en la Alcaldía
Municipal en fecha 05 de mayo del 2005, la empresa actora interpuso recurso de
apelación en contra de la resolución No. AMBA-PDOI-01-05. (ver folios 43 a 67 del
tomo I del expediente administrativo). 5. Que mediante acuerdo tomado por el
Concejo Municipal de Buenos Aires en la sesión ordinaria No. 19-2005 del 10 de
mayo del 2005, notificado a la actora en fecha 11 de mayo del mismo año, se
declaró sin lugar la apelación interpuesta contra la resolución No. AMBA-PDOI-01-05
(ver folios 69 a 70 del tomo I del expediente administrativo). 6. Que mediante
libelo fechado del 12 de mayo del 2005, la actora interpuso gestión de adición y
aclaración así como nulidad absoluta, en contra del acuerdo tomado por el Concejo
Municipal tomado en la sesión ordinaria No. 19-2005 (ver folios 1 a 11 del tomo II
del expediente administrativo). 7. Mediante acuerdo del Concejo Municipal tomado
en la sesión ordinaria No. 20-2005 del 17 de mayo del 2005 y notificada a la
accionante en fecha 18 de mayo del mismo año, se declaró sin lugar la gestión
indicada (ver 12 a 14 del tomo II del expediente administrativo).
II. Expone la actora, en sustento de su acción y a manera de síntesis, que tal y
como se refleja en los hechos de su demanda, la Municipalidad de Buenos Aires
incrementó el monto del impuesto de patentes tomando como base los ingresos
brutos de la compañía en todo el territorio nacional y no sólo en el cantón de Buenos
Aires, aduciendo además que la actividad industrial es la gravada, no la agrícola.
Estima que ello se opone a la legalidad y a los principios del derecho tributario,
contraviniendo la base imponible autorizada en la ley No. 7424, razones en las
cuales sustenta su supuesta ilegalidad, pues en su criterio la demandada extendió e
incrementó un impuesto a actividades que no están afectas al tributo de patente,
tomando como base actividades que no se despliegan dentro del cantón, ignorando
la certificación de CPA que presentó su representada y que documentaba cuánto del
ingreso total correspondía a actividad generada en el cantón -muy inferior a lo
producido en el territorio nacional- y por ello sujeta al gravamen. Aduce que los
actos impugnados debieron ser anulados para ajustarlos a la realidad y a los
principios constitucionales, así como también el dictado por el Concejo Municipal.
Considera que los actos municipales son nulos ya que las actividades gravadas son
exclusivamente aquellas industriales desplegadas dentro del cantón. Señala que el
grueso de la actividad de su representada lo constituye el cultivo de banano, que se
lleva a cabo en otros cantones, siendo que en Buenos Aires sólo se siembra y
empaca piña. Estima que con evidente mala fe se tasa el impuesto tomando como
base el ingreso bruto declarado para todas las actividades del país ante la Dirección
de Tributación. Afirma que PINDECO -división de su representada- sí realiza
actividad industrial en Buenos Aires –empaque de piña-, la cual está afecta al
impuesto de patente y producto de ella obtuvo en el 2004 ingresos brutos por diez
mil seiscientos noventa y cinco millones setenta y tres mil ochocientos cincuenta y
dos colones, suma sobre la que estima debió calcularse el impuesto. Explica que las
otras divisiones de la empresa se suman a la anterior para presentar una sola
declaración de renta ante Tributación Directa, pero dichas sumas no deben ser
tomadas como base para calcular el impuesto de patente. Continúa señalando que
el 21 de marzo del 2005 presentó la declaración del impuesto de patente ante la
Municipalidad de Buenos Aires, determinándose el impuesto indicado sobre la base
de dieciséis millones cuarenta y dos mil seiscientos diez colones con setenta y ocho
céntimos y se aportó una certificación indicando que los ingresos brutos de la
compañía en el cantón de Buenos Aires, lo cual fue tomado en cuenta al resolver,
pero el Alcalde Municipal de manera oficiosa procedió a determinar el impuesto con
base en los ingresos brutos declarados ante Tributación Directa para efecto del
impuesto sobre la renta los cuales corresponden a la suma de setenta y cuatro mil
setecientos cincuenta y dos millones setecientos cinco mil seiscientos treinta y dos
colones netos, y tasa el impuesto en la suma de noventa y siete millones ciento
veintinueve mil cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos,
calculándolo sobre todas las actividades desplegadas por su representada en el país,
lo cual –afirma- vicia de nulidad todo lo actuado. Por ello interpuso recurso de
apelación ante el Concejo Municipal, quien lo rechazó mediante acuerdo No. 192005 del 10 de mayo del 2005 sin contestar la impugnación, sin dar razones ni
fundamentos, y dando por agotada la vía administrativa. Aduce que el acto del
Concejo carece de motivación, no se analizaron los elementos de su impugnación,
violentando sus derechos de petición y respuesta (art. 27 constitucional) limitando
su derecho de defensa (art. 39 constitucional) e implica una denegatoria de justicia
(art. 41 de la Constitución Política). Además aduce una violación al principio de
interdicción de la arbitrariedad derivado del artículo 11 constitucional. Señala que se
solicitó a la Municipalidad que adicionara lo resuelto, pero no lo hizo. Acusa que los
actos son absolutamente nulos al no darse los motivos que sustentaron la decisión
del Concejo como lo establece el numeral 136 párrafo 1 de la Ley General de la
Administración Pública y por los cuales no lleva razón; así como por violación al
debido proceso, al derecho de petición y al derecho de recibir una resolución
motivada. Señala que la actividad de cultivo de piña fresca no está enmarcada
dentro de los supuestos taxativos de la ley No. 7424, tratando el municipio de
extender el tributo a actividades no afectas por el mismo, y tomando como base
ingresos que no guardan relación con las actividades de su representada en el
cantón. Considera que no se indicaron cuáles eran los elementos probatorios del
expediente que se tomaron como base y su relación con lo resuelto por el Concejo,
no se indicó cuál era la norma de la Ley de Patentes que sirvió de base para
resolver, no se indicó cuáles normas del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios sirvieron de sustento para lo resuelto y no se dio respuesta a los
argumentos esgrimidos por su representada. Invoca varias resoluciones en sustento
de su dicho, tanto del Tribunal Contencioso Administrativo como de la Sala
Constitucional.
Estima que el procedimiento es un elemento formal del acto y
cualquiera violación a sus formalidades esenciales acarrea la nulidad absoluta de lo
actuado pues se le coloca en indefensión. Cita los artículos 31 y 32 del Código de
Normas y Procedimientos Tributarios, y señala que el hecho generador del impuesto
de patente nace de la misma ley por ser materia reservada a ésta, en el caso
concreto la ley No. 7424 regula el impuesto de patente para el cantón de Buenos
Aires, siendo el hecho generador una actividad lucrativa desarrollada dentro de la
circunscripción territorial del cantón. Considera que los actos del alcalde y de la
municipalidad son absolutamente nulos por extender un tributo a actividades que no
están afectas por éste tomando como base ingresos que no guardan relación con
sus actividades dentro del cantón. Cita los numerales 1 y 5 de la ley No. 7424 y los
artículos 1 y 79 del Código Municipal en el tanto se limitan al cantón, sin que el
municipio pueda alegar ignorancia de la ley, pudiendo gravar solo aquéllas
actividades establecidas en ella. Alega además que la ley 7092 Ley de Impuesto
sobre la Renta, indica que para el cálculo de la renta se tomarán en cuenta todas las
rentas de fuente costarricense y en todos los cantones, no sólo las generadas en
Buenos Aires. Señala que la certificación de Contador Público por ellos aportada
ante el municipio –documento público que en su criterio tiene valor de plena
prueba-, indicaba cual era el ingreso que correspondía por la actividad industrial
generada en ese cantón, cifra muy inferior al total de ingresos nacionales declarados
ante la Tributación Directa. El vicio apuntado, en su opinión, se agrava porque se
está extendiendo el impuesto a actividades de cultivo de piña fresca, no
contempladas en la Ley de Patentes como objeto del impuesto. Señala que su
representada realiza actividades en otros lugares del país, por ejemplo Limón, y que
dicha actividad de cultivo de banano en nada se beneficia con los servicios
municipales de Buenos Aires. Estima que se está violentando el texto de la ley, pues
los elementos esenciales de la obligación tributaria (porcentaje del gravamen, base
imponible, sujeto pasivo, hecho generador de la obligación) están establecidos en
los textos de los artículos 1, 3, 4 y 15 de de la ley. La actividad de la división
PINDECO es el cultivo de piña fresca para exportación que constituye una típica
actividad agrícola, definición no contenida en el artículo 15 de la Ley de Patentes y
por ende no afecta al impuesto. Considera que el empaque de fruta fresca realizada
en la respectiva planta aunque no sufra proceso de transformación sí podría ser
incluida como actividad industrial, y como tal sujeta al impuesto. El hecho generador
establecido en la ley no comprende la actividad agrícola. Señala que las actividades
lucrativas afectas al impuesto que nos ocupa, aparecen en el numeral 15 de la ley, y
estima que obviarlo implica violentar el principio de legalidad constitucional y su
derivado de interdicción de la arbitrariedad, ambos a su vez derivados del artículo
11 constitucional, así como la intangibilidad patrimonial, la buena fe y la confianza
legítima de la actora. Considera que la ley No. 7424 grava las actividades realizadas
en el cantón, sin incluir la agricultura, sino sólo la industria, comercio y los servicios,
taxativamente. Sobre los actos impugnados señala que carecen de motivo, que su
contenido es ilícito pues pretende imponer obligaciones sin sustento y opuesta a
principios constitucionales de la tributación, por lo que están viciados de nulidad
absoluta, invocando los numerales 1,11,132,133,165,166,169,170 y 175 de la
LGAP. Procede a hacer una diferenciación entre el impuesto (que define como la
obligación tributaria derivada de la autorización), y la licencia o patente (que define
como la autorización de funcionamiento propiamente tal, derivada del ejercicio de la
potestad de control para lo local derivada de los artículo 169 y 170 de la
Constitución, por razones de naturaleza social para sufragar los servicios públicos
que brindan los gobiernos locales), citando precedentes de la Sala Constitucional.
Indica algunos pronunciamientos de la Procuraduría General de la República, y
además señala que el carácter local de los gobiernos municipales se limita a su
circunscripción territorial, por lo que, si éstos pueden cobrar con base en los
ingresos de su compañía en todo el país, el municipio estaría trascendiendo el
ámbito local conculcando lo dispuesto por el constituyente y violentando además la
autonomía de los otros municipios, lo que evidencia, en su opinión, la ilegalidad de
los actos impugnados. Estima que pretenden incluir los ingresos de su empresa en
todo el país violenta los principios de razonabilidad y proporcionalidad
constitucionales, pues sosteniendo tal tesis, hasta los agricultores y funcionarios
municipales deberían pagar patente. Considera que la Municipalidad ha realizado
una interpretación amplia y sesgada del texto legal para incluir actividades no
comprendidas en el articulado legal por actividades no realizadas en su cantón.
III. Como primera cuestión y a efecto de abordar el tema sometido a debate, debe
definirse antes que nada, cuáles son las potestades tributarias que ostentan los
municipios para el cobro del denominado impuesto de patente municipal. El
impuesto de patentes municipales, regulado en los artículos 96 y siguientes del
Código Municipal, grava las actividades lucrativas desplegadas por los diversos
sujetos de derecho dentro de la circunscripción territorial de un determinado cantón
sin poder ir más allá de dicha limitación espacial; actividades lucrativas que, valga
recordar, no pueden desarrollarse mientras no se cuente con la licencia respectiva.
Dicho impuesto se encuentra regulado expresamente por vía legal, para cada una de
las Municipalidad del país. Así, la relativa al Cantón de Buenos Aires de la Provincia
de Puntarenas – ley número 7424, publicada en el diario oficial La Gaceta No. 157
del 19 de agosto de 1994 -, en su artículo 1º, en concordancia con el citado Código
Municipal, grava con este impuesto, toda actividad lucrativa de cualquier tipo
realizada por sujetos de derecho, tanto personas físicas como jurídicas, en el cantón
indicado. El término “actividad” resulta de sobra conocido y por “lucrativa” se
entiende “(...)Todo aquello que produce utilidad, ganancia o provecho (...)”
(Cabanellas, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”. Tomo V.
Editorial Heliasta. Buenos Aires, Argentina. 1989. pág. 233). Por su parte, el
doctrinario Giulianni Fonrouge califica el impuesto de patentes definiéndolo como
sinónimo de impuesto a las actividades lucrativas y determina como elemento
constitutivo del hecho generador o presupuesto fáctico del tributo, “(...) el ejercicio
de cualquier comercio, industria, profesión, oficio, negocio o actividad lucrativa
habitual (...)”. (Derecho Financiero, Volumen II. Ediciones Depalma, Buenos Aires,
1978. Pág. 975.). La jurisprudencia patria no ha sido ajena al tema en cuestión, y
específicamente en lo atinente al impuesto de patente, éste fue abordado por la Sala
Constitucional –entre otros- en el voto número 2197-92 de 14:30 horas del 11 de
agosto de 1992, en el cual se expresó: “(...) "Distingue nuestra legislación entre la
licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular
para ejercer la respectiva actividad y el pago de impuesto propiamente dicho, que
se denomina con el nombre de patente. La principal justificación teórica para
imponer este tipo de tributo, es la ya tradicional en el ámbito del Derecho Municipal,
que lo define como la imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios
públicos que el particular recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios
comerciales o las actividades lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro
Código Municipal, se ven altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo
y la actividad municipal en general, por lo que deben de contribuir con el sufragar
tales actividades del gobierno local. En doctrina se llama patente o impuesto a la
actividad lucrativa, a los que gravan a los negocios sobre la base de caracteres
externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al
respecto. Por el contrario, los sistemas de imposición de este tributo, son de los
más variados pero sí tienen ciertas características que les son comunes. Por esto es
que difieren las leyes del impuesto de patente de un municipio a otro y las bases
impositivas pueden ser igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades
brutas, las ventas brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente
mínima y otra máxima (...)". Relativo a los principios tributarios, en ese mismo fallo
se determinó: "(...) Desde el punto de vista de la Doctrina del Derecho Tributario,
los principios jurídicos más importantes son: a) el de legalidad de la tributación,
conocido también, como reserva de ley; o lo que es lo mismo la exclusiva regulación
de la actividad tributaria por ley formal; b) el principio de igualdad ante el impuesto
y las cargas públicas, que alude a la necesidad de asegurar el mismo tratamiento a
quienes se encuentren en análogas circunstancias (concepto relacionado más con la
materialidad, que con la formalidad); este principio permite la formación de distintas
categorías, en la medida de que éstas sean razonables, lo que a su vez exige que
sea con total exclusión de discriminaciones arbitrarias; c) el de generalidad, que
implica que no deben resultar afectadas con el tributo, personas o bienes
determinados singularmente, pues en tal supuesto los tributos adquieren carácter
persecutorio o de discriminación odiosa o ilegítima. Dicho en otra forma, el tributo
debe estar concebido de tal forma, que cualquier persona, cuya situación coincida
con la señalada como hecho generador, será sujeto del impuesto (...)”. Como se
obtiene con meridiana claridad de lo anteriormente expuesto, las corporaciones
municipales cuentan con amplias facultades a la hora de imponer el impuesto de
patente, pero no obstante ello, cada caso debe analizarse en particular, a fin de
determinar si la actividad que es desarrollada por una persona física o jurídica del
territorio del cantón, enmarca dentro del supuesto fáctico que la norma legal
establece por definición como hecho generador del tributo.
IV. En el caso que nos ocupa, la empresa actora aduce que se procedió a tasar el
impuesto de patente respectivo con base en los ingresos totales por ella percibidos a
partir de sus actividades en todo el territorio nacional y según su declaración de
impuesto sobre la renta, lo cual estima incorrecto. Al respecto, debe indicarse que
de conformidad con el numeral 15 de la ley No. 7424, el empaque de piña realizado
por la actora dentro del cantón de Buenos Aires, debe incluirse como una actividad
industrial, tal y como acertadamente lo admite de manera expresa en su libelo de
demanda la accionante, y en ese tanto, la misma resulta susceptible de cubrir el
importe por impuesto de patente que la legislación especial vigente contempla,
particularmente en su artículo 15, bajo la condición de sujeto pasivo del tributo de
marras. Una vez definido tal aspecto, resta por dilucidar si la base imponible para el
cálculo del mismo resulta ser el ingreso global reportado ante la Dirección General
de Tributación Directa por parte del contribuyente como renta para el período fiscal
respectivo, o si deberá serlo con base en los ingresos producidos exclusivamente en
el cantón de Buenos Aires de Puntarenas. Al respecto, establece la ley No. 7424, en
lo que interesa:
“ARTICULO 3.Factores determinantes de la imposición.Salvo los casos en que esta Ley determine un procedimiento diferente para fijar el
monto del impuesto de patentes, se establecen como factores determinantes de la
imposición, los ingresos brutos anuales que perciban las personas físicas o jurídicas
afectas al impuesto, durante el período fiscal anterior al año que se grava. Los
ingresos brutos no incluyen lo recaudado por concepto del impuesto establecido en
la Ley del impuesto sobre las ventas. En el caso de los establecimientos financieros
y de correduría de bienes muebles e inmuebles, se consideran ingresos brutos los
percibidos por concepto de comisiones e intereses.”
“ARTICULO 4.-Porcentaje aplicable a los ingresos brutos.Los ingresos brutos anuales, producto de la actividad realizada, determinarán el
monto del impuesto de patentes que le corresponde pagar a cada contribuyente. Se
aplicará el uno coma cinco (1,5) por mil sobre los ingresos brutos. Esta suma
dividida entre cuatro determinará el impuesto trimestral por pagar.” (el subrayado y
la itálica no corresponden al original).
De los textos legales transcritos se deriva que el monto a cancelar por concepto de
impuesto de patente municipal, será determinado sobre la totalidad de los
ingresos brutos anuales del contribuyente, resultando ésta su base imponible. Ante
la claridad de las normas transcritas, resta entonces por determinar si tales tributos
deben ser calculados sobre el ingreso total a percibido a nivel nacional por el
contribuyente, o bien, tomando en consideración sólo los ingresos producidos a nivel
cantonal, como aduce la accionante. El numeral 169 de la Constitución Política
establece, en lo que interesa:
“ARTÍCULO 169.- La administración de los intereses y servicios locales en cada
cantón, estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo deliberante,
integrado por regidores municipales de elección popular, y de un funcionario
ejecutivo que designará la ley.”
Dicho numeral del texto fundamental delimita el ámbito de las competencias propias
de las corporaciones municipales a una circunscripción territorial, al señalar
expresamente que la administración de los intereses y servicios locales se hará
siguiendo la división político-administrativa cantonal establecida en el artículo 170
de la Constitución. En ese tanto, las potestades auto-organizativas y de gobierno
que la autonomía constitucional confiere a los municipios, únicamente pueden ser
ejercidas -de manera conforme a derecho-, dentro de dicho territorio. Por ello, el
extender sus actuaciones fuera de los linderos limítrofes cantonales, implicaría una
extralimitación de sus potestades de imperio y competencias, lo cual sin duda
alguna vulneraría a su vez la autonomía que la propia Constitución, en condiciones
de paridad, ha conferido a los demás gobiernos locales, circundantes con aquél que
se extralimitó. Por ello, es criterio de este Tribunal que al ser la competencia
municipal estrictamente territorial, no puede válidamente concluirse que para la
determinación del impuesto de patente municipal, deba recurrirse a la suma global
de los ingresos a nivel nacional generados por la contribuyente, sino que por el
contrario, debe cada municipio proceder al cálculo de ése tributo, utilizando como
base imponible del mismo, los ingresos brutos, pero exclusivamente los generados
en la circunscripción territorial de su competencia, de conformidad con la autonomía
municipal de repetida cita, y en aplicación de los principios de razonabilidad y
proporcionalidad constitucionales. Así las cosas, en el caso que nos ocupa estima
esta Cámara que mal hizo la Municipalidad de Buenos Aires al tasar el impuesto de
patentes que corresponde cubrir a la empresa actora, tomando como base imponible
para ello los ingresos declarados por concepto de impuesto sobre la renta para todo
el país, cuando era lo correcto basarse únicamente en los generados por el
desarrollo de actividades lucrativas desplegadas sólo en el cantón de Buenos Aires
de Puntarenas. Bajo esta misma tesitura, y en aplicación de lo dispuesto por los
artículos 6, 7, 8 y 9 de la ley No. 7424 deberá el contribuyente presentar la
declaración jurada respectiva, pero englobando en ella únicamente los ingresos
percibidos en el ámbito territorial del cantón del cual se trate. Ahora bien, si es
cierto que la ley de repetida cita habla de la declaración de impuesto sobre la renta
presentada por el obligado del tributo ante la Dirección General de Tributación
Directa, ello tiene una lógica razón de ser y es que resulta usual, que las empresas y
personas físicas quienes ejercen actividades lucrativas deben incluir en tales
declaraciones los ingresos que perciban en un cantón determinado, de manera
global con el resto de sus ingresos gravables; pero ésto no resulta ser una
autorización para que los municipios pretendan, de manera desproporcionada e
irrazonable, tasar sus tributos locales con base en ingresos ajenos a los generados
dentro de su jurisdicción político administrativa, como erradamente lo han concluido
la mayor parte de los gobiernos municipales. En el caso bajo estudio, la empresa
actora presentó ante la entidad demandada una declaración de contador público
autorizado en la cual detalló los ingresos por ella percibidos a raíz de su actividad en
Buenos Aires, y a pesar de ello, tasó el impuesto de patente haciendo caso omiso de
dicha información. Consecuentemente, estima este Tribunal que lleva razón en sus
argumentaciones la actora, debiendo acogerse en todos sus extremos la demanda
planteada y proceder a la anulación de los actos administrativos impugnados, por
resultar abiertamente contrarios a derecho al no existir motivo legal suficiente para
estimar que el impuesto de patente debe calcularse sobre el total de ingresos
generados a nivel nacional por el contribuyente -como erróneamente lo ha dispuesto
la demandada-, lo cual a su vez implica que el contenido de los actos impugnados
resulta contrario no sólo al bloque de legalidad vigente, sino también a los principios
de razonabilidad y proporcionalidad que integran el derecho de la Constitución,
mismos que resultan de obligatoria observancia para el operador jurídico.
V. A pesar de que a la demandada se le tuvo por rebelde, es deber del Juzgador
analizar los presupuestos procesales de la litis, cuales son el derecho, la legitimación
en sus dos acepciones y el interés, determinándose que todos se cumplen en el sub
exámine para dar cabida a la acción que se pretende. Por un lado la actora, a quien
se le imputa la obligación legal de realizar un pago por concepto de impuesto de
patente municipal, y la demandada, entidad corporativa municipal quien figura como
sujeto activo de dicha obligación tributaria. Se encuentra la primera legitimada
acorde a derecho, según se indicó en los considerandos precedentes, para buscar el
amparo de la ley y ostenta el interés suficiente para obtener un fallo jurisdiccional
que defina el diferendo planteado entre ambas.
VI. Como corolario de lo expuesto, debe declararse con lugar la demanda
interpuesta, y consecuentemente se anula las resoluciones No. AMBA-PDOI-01-05
de las 10:00 horas del 25 de abril del 2005 dictada por la Alcaldía Municipal de
Buenos Aires y el acuerdo del Concejo Municipal de Buenos Aires tomado en la
sesión ordinaria No. 19-2005 del 10 de mayo del 2005. Se indica a dicho municipio
que en lo sucesivo el monto por concepto de impuesto de patentes municipales para
la actora deberá calcularse teniendo como base imponible los ingresos brutos
generados por las actividades desplegadas en la circunscripción territorial del cantón
de Buenos Aires. Siendo que en el presente caso, al haberse evidenciado en los
considerandos precedentes el error en la aplicación de la base imponible para el
cálculo del monto a pagar por concepto de impuesto de patente por parte de la
accionante para el período fiscal 2005, debe indicarse que en criterio de este
Tribunal, tales errores de cálculo bien pudieron generar algún pago de más en
perjuicio de la actora y a favor de la Municipalidad de Buenos Aires, mismo cuya
indemnización reclama. Sin embargo, de una lectura detallada de los autos se deriva
que no hay dentro de la documentación traída al proceso, prueba que permita
fehacientemente determinar la existencia de dichas diferencias, cuya devolución
efectivamente puede exigir la accionante. Así las cosas, es lo procedente condenar
a la Municipalidad de Buenos Aires a la devolución de las sumas pagadas de más por
la Corporación Agrícola del Monte S.A. por concepto de impuesto de patente para el
período fiscal indicado líneas atrás, en caso de que realmente hubiere la accionante
cancelado ese adeudo tributario. Dichas sumas serán liquidadas y determinadas en
etapa de ejecución de sentencia, dentro de este proceso. Se concede a la actora la
indexación de las mismas, mediante la aplicación del Índice de Precios al
Consumidor para traer a valor presente adquisitivo, el excedente del dinero por ella
cubierto en su oportunidad. Una vez cuantificadas certeramente estas cantidades,
las mismas devengarán réditos al tipo legal vigente que correrán a partir de la fecha
en que la Corporación Agrícola del Monte realizó el pago respectivo y hasta la fecha
de su efectiva devolución por parte de la accionada (artículo 79 y 83 inciso 11) de la
Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa).
VII. Por la forma en que se resuelve este asunto, resulta de rigor imponer a la
vencida el pago de ambas costas de esta acción. (Artículos 59.2 y 103 de la Ley
Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y 221 del Código Procesal
Civil).POR TANTO:
Se declara con lugar en todos sus extremos la demanda intentada.
Consecuentemente se anula la resolución No. AMBA-PDOI-01-05 emitida por la
Alcaldía Municipal de Buenos Aires a las 10:00 horas del 25 de abril del 2005, así
como también el acuerdo tomado por el Concejo Municipal de Buenos Aires de
Puntarenas en la sesión ordinaria No. 19-2005 celebrada el 10 de mayo del 2005.
Se condena a la Municipalidad de Buenos Aires a devolverle a la actora las sumas
por ella pagadas de más, por concepto de impuesto de patente municipal para el
período fiscal 2005, de haberse realizado en su oportunidad el pago respectivo por
parte de la accionante. Se concede a la actora la indexación de las mismas,
mediante la aplicación del Índice de Precios al Consumidor para traer a valor
presente adquisitivo, el excedente del dinero por ella cubierto en su oportunidad.
Dichas sumas serán liquidadas y determinadas en etapa de ejecución de sentencia
dentro del presente asunto. Una vez fijadas, las mismas devengarán intereses al
tipo legal vigente, que correrán a partir de la fecha en que se realizó el pago y hasta
su efectiva devolución. Son ambas costas de esta acción a cargo de la vencida.
Notifíquese.Sandra M. Quesada Vargas.
Eduardo González Segura.
Francisco Jiménez Villegas.
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
2:26:05 PM
Sentencia: 00003 Expediente: 04-000280-0161-CA
Fecha:
14/08/2008 Hora: 2:20:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso
Administrativo Sección VII
ß&Ø¥ß%
Expediente: 04-000280-0161-CA.
Proceso Especial Tributario.
Actor: CORPORACIÓN DE DESARROLLO AGRÍCOLA DEL MONTE S.A.
Demandado: MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES.
No. 03-2008.
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN SÉPTIMA, Segundo
Circuito Judicial de San José, a las catorce horas veinte minutos del catorce de agosto
de dos mil ocho.
Proceso Especial Tributario interpuesto por CORPORACIÓN AGRÍCOLA DEL MONTE
S.A. , representada por su apoderado especial judicial Juan José Sobrado Chaves,
mayor, divorciado, abogado, vecino de San José y portador de la cédula uno
doscientos ochenta ochocientos setenta y tres, contra la Municipalidad de Buenos
Aires , representada por su apoderado especial judicial Fernando Alberto Gamboa
Calvo, mayor, soltero, abogado, vecino de San Isidro del General, portador de la
cédula de identidad uno ochocientos ochenta novecientos cincuenta y nueve.
RESULTANDO
1- Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, este proceso
especial tributario, cuya cuantía fue fijada en cien millones seiscientos cuarenta y
nueve mil cuatrocientos noventa y dos colones, tiene por objeto que en sentencia se
declare, “Con lugar la demanda interpuesta. Se anule por ilegítimo y antijurídico lo
actuado en las resoluciones impugnadas, así como sus antecedentes, de tal suerte
que quede sin ningún valor ni efecto la pretensión tanto de gravar con el impuesto de
patente municipal la actividad desempeñada en otros cantones, como la agraria
que desarrolla esta compañía en Buenos Aires, y por lo tanto que se reduzca el monto
de la obligación para que se ajuste únicamente a la actividad industrial que,
interpretando de una manera amplia el texto de la ley, se realiza en las plantas de mi
representada, tal y como se declaró oportunamente. En efecto, que se declare que
sólo corresponde gravar con el impuesto de patente municipal las actividades
industriales realizadas en el cantón de Buenos Aires. Que se restituya a mi
representada en forma plena a la situación jurídica individualizada de la que se le
privó al negarle el derecho a un pago legal, y por lo tanto se ordene la devolución de
las sumas indebidamente cobradas más los intereses que correspondan. Que se
condene a la demandada al pago de las costas del presente proceso.”
2- Que el representante de la Municipalidad de Buenos Aires contestó negativamente
la demanda y opuso las excepciones previas de falta de legitimación Ad Causam
Pasiva y Activa, falta de pago y la de defectuosa representación, todas las cuales
fueron resueltas interlocutoriamente.
3- Que en los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor y esta
sentencia se dicta previa la deliberación correspondiente.
Redacta el Juez Leiva Poveda; y,
CONSIDERANDO:
I- Peticiona el accionante a folio 249 del expediente principal se le otorgue plazo a las
partes a fin de presentar su alegato de conclusiones. En razón de lo anterior y
atendiendo a los Principios de Celeridad y Economía Procesal conoce este Tribunal la
solicitud dicha. Sobre este particular se debe indicar que, estando el proceso especial
tributario regulado en los artículos 81 y 82 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, y siendo que estas normas no mencionan dicha fase
procedimental, la presentación del denominado “alegato de conclusiones”, regulado
en el artículo 418 del Código Procesal Civil, mismo que es imprescindible
entratándose del proceso ordinario o, de los procesos especiales en los que el
legislador lo ordena expresamente, en el sublite deviene en inaplicable en razón de la
especialidad del proceso tributario. El anterior ha sido el criterio establecido por la
Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, la cual analizando este tema ha
considerado: "V. La materia tributaria o impositiva está regulada por la LRJCA como
un procedimiento especial, consecuentemente, regido por normas específicas. De
conformidad con el artículo 82 ibídem, debe ceñirse a lo dispuesto en la Sección I del
Capítulo IV del Título IV de ese cuerpo normativo. Este canon preceptúa lo siguiente:
“ El procedimiento se ajustará a lo dispuesto en esta Sección , cuando la impugnación
tuviere por objeto cualquier acto o disposición sobre fijación o liquidación de
impuestos, contribuciones, tasas, multas y demás rentas o créditos públicos
definitivamente establecidos en vía administrativa, y no fuere la Administración la que
demanda con su propio acto. ”(Lo subrayado no es del original). Por su parte, el
numeral 83 ejúsdem, amén de indicar el órgano jurisdiccional competente para
conocer este tipo de litigio, dispone las diferentes etapas que conforman este
procedimiento especial. No estatuye -distinto a lo regulado en los ordinales 86 inciso
1, en materia municipal y 88 inciso 5, para la Separación de Directores de Entidades
Descentralizadas- como estadio procesal previo al dictado de la sentencia, el deber de
los juzgadores de otorgar a las partes un plazo para formular conclusiones. Por
consiguiente, contrario a lo afirmado por los recurrentes, debe concluirse que en el
Proceso Especial Tributario, al igual que sucede con la impugnación de los actos
emanados de las Comisiones de Promoción de la Competencia y Nacional del
Consumidor (artículo 83 bis) y la impugnación de los contratos de la Administración
Pública y las licitaciones (numerales 89 y 90), no resulta procedente otorgar un plazo
para que las partes formulen conclusiones, se repite, al no estar expresamente
prevista esta etapa. Ergo, lo dispuesto en el artículo 58 del mismo cuerpo normativo
sólo le resulta aplicable al proceso ordinario o general. Nótese que conforma la
Sección Sétima del Capítulo I –Procedimiento Ordinario o General- del Título IV. En
conclusión, no cometieron ningún yerro los juzgadores de instancia al no otorgar
plazo alguno para la formalización de conclusiones sucintas. Por tanto, se impone el
rechazo del presente motivo de disconformidad."
(Sentencia 554-2005 de las 14 horas 25 minutos del 4 de agosto de 2005). Así las
cosas, en aplicación de las normas referidas, se rechaza la solicitud planteada y se
procede a dictar la presente sentencia.
II- Se tienen por demostrados los siguientes hechos de importancia: 1) Que como
hecho no controvertido se tiene que Corporación Agrícola del Monte S.A., es una
empresa dedicada a la explotación agrícola (principalmente de banano y piñas),
contando para ello con plantaciones de piña y plantas de procesamiento industrial en
el Cantón de Buenos Aires (hecho segundo de la demanda, folio 109, y hecho primero
de la contestación visible a folios 176 y 178); 2) Que el 26 de marzo de 2004 la
actora presentó en la Municipalidad de Buenos Aires, su Declaración Jurada de
Impuesto de Patentes, en la que se indicó un total de ingresos brutos de treinta y dos
mil setecientos sesenta y nueve millones seiscientos sesenta y un mil novecientos
cuarenta y cuatro colones, monto al cual se le dedujo la suma de veintitrés mil
trescientos sesenta y cuatro millones cuatrocientos dieciséis mil doscientos nueve
colones, reportándose como actividad industrial afecta al impuesto la cantidad de
nueve mil cuatrocientos cinco millones doscientos cuarenta y cinco mil setecientos
treinta y cinco (folios 1 y 2 del tomo I del expediente administrativo y hecho
primero, letra b) de la contestación de demanda, folios 175 y 176 del expediente
principal); 3) Que el día 21 de mayo de 2005, el Departamento de Patentes de la
Municipalidad de Buenos Aires, resolvió mediante oficio DP-01-04, de las 13 horas del
25 de mayo de 2004, imponer una sanción de multa a la empresa actora
correspondiente al diez por ciento del impuesto pagado el año anterior, la cual
ascendió a cuatro millones trescientos sesenta y tres mil quinientos sesenta y nueve
colones con cuarenta y seis céntimos. Dicha multa obedeció al retraso en la
presentación de la declaración indicada, misma que debió ser presentada el día 15 de
marzo de 2004 (folios 4 y 5, tomo I del expediente administrativo, y hecho octavo de
la demanda folio 112); 4) Que el día 25 de mayo de 2005, el Departamento de
Patentes de la Municipalidad de Buenos Aires, mediante resolución PDOI-01-04,
resolvió que, no habiendo la empresa actora demostrado una justificación legal para
modificar o recalificar el hecho generador de la obligación tributaria prevista en la Ley
7424, se determinó de oficio el monto a pagar por concepto de impuesto de patentes
correspondientes al ejercicio fiscal 2003, en la suma de noventa y seis millones
doscientos ochenta y cinco mil novecientos veintitrés colones (folios 6 a 10, tomo I
del expediente administrativo, hecho séptimo de la demanda, visible a folio 111 del
expediente principal); 5) Que el día 1º de junio de 2004 la actora presentó ante el
Consejo Municipal de la Municipalidad de Buenos Aires “Recurso de Nulidad y
Apelación” contra la resolución del Departamento de Patentes DP-01-04 (folios 11 a
15 del expediente administrativo); 6) Que mediante nota de fecha 2 de junio de
2004, dirigida al entonces Alcalde Municipal de Buenos Aires, la empresa actora
solicitó entre otros aspectos que se declarara que sus actividades agrícolas estaban
exentas del pago del impuesto de patente (folios 29 a 31 del tomo I); 7) Que
mediante resolución de las 10 horas del 8 de junio de 2004, el entonces Alcalde
Municipal de Buenos Aires rechazó la solicitud presentada por la empres a actora (Ver
folios 46 a 50 del expediente administrativo y hecho primero de la demanda folio 108
del expediente principal); 8) Que como hecho no controvertido se tiene que la parte
actora mediante escrito de fecha 9 de junio de 2004 , presentó ante el Consejo
Municipal de Buenos Aires, Recurso de Apelación contra la resolución de las 10 horas
del 8 de junio de 2004 dicta da por el Alcalde Municipal de dicha Corporación (folios
54 a 56 del expediente administrativo y hecho noveno de la demanda folio 112 y
hecho noveno de la contestación folio 180 de la contestación ambos del expediente
principal); 9) Que mediante escrito de fecha 15 de junio de 2004, la empresa actora
ofreció como prueba para mejor resolver certificación emitida por su contralor interno
en la que se indican: los ingresos totales de dicha empresa para el período 2003, el
porcentaje que corresponde a la actividad piñera realizada en el Cantón de Buenos
Aires, y la indicación expresa de que el resto de los recursos corresponde a
actividades realizadas en otros cantones (Folios 63 a 65 del expediente
administrativo); 10) Que el Consejo Municipal de Buenos Aires mediante acuerdo
24/2004 de fecha 15 de junio de 2004, acordó “En tiempo y forma. Declarar sin lugar
los recursos interpuestos por la Corporación de Desarrollo Agrícola del Monte S.A.,
respecto a imposición de multa por no presentación oportuna de la declaración de
impuestos de patente, dándose por agotada la vía administrativa, así mismo y de
acuerdo al artículo 126 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, se
declara la resolución recurrida como liquidación definitiva de la obligación tributaria.
Se adjunta resoluciones completas. Acuerdo unánime y firme.” (Folio 67 del
expediente administrativo); y 1 1 ) Que el Consejo Municipal de Buenos Aires
mediante acuerdo 25/2004 de fecha 22 de junio de 2004, acordó “En tiempo y
forma. Declarar sin lugar el recurso interpuesto por la Corporación de Desarrollo
Agrícola del Monte S.A. respecto a pago de impuesto de patentes.” (Folio 85 del
expediente administrativo) .
I I I- SOBRE LA ACCIÓN: El representante de la empresa actora señala que los
acuerdos tomados por el Consejo Municipal de Buenos Aires están viciados de
nulidad, debido a que ese órgano confirmó actos dictados por el Departamento de
Patentes, sin convertir el acto del inferior, pues estima que lo que correspondía en
este caso, de conformidad con la Ley General de la Administración Pública ( artículos
129, 166 y 189), era la conversión dado que el referido departamento es
incompetente ab initio por falta de competencia externa, pues de acuerdo al artículo
59 de la misma Ley las competencias externas frente a los administrados, y sobre
todo las de imperio - que son el caso - sólo pueden ser otorgadas por ley. Argumenta
que el Código Municipal no menciona siquiera entre los órganos municipales para
estos efectos a esta oficina, por lo que en su caso sólo el Alcalde, como órgano
ejecutivo general de la Municipalidad, contemplado en el Código Municipal ( artículos
14 y 17) podría emitir el indispensable acto previo necesario para justificar la
imposición de una multa o el incremento forzoso del monto de un impuesto. Como
agravios relativos a los elementos objetivos de los actos impugnados, indica que la
Ley 7424, Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, no incluye dentro del
hecho generador a la agricultura, sino que, de las actividades lucrativas realizadas en
el cantón, el legislador únicamente incluyó a la industria, el comercio y los servicios, y
los definió así taxativamente, por lo que no cabe hacer una ampliación de los
supuestos contemplados . E n razón de lo anterior considera que no hay razón para el
cobro hecho por la municipalidad porque no existe un motivo. Agrega que pese a que
en el artículo 1º de la Ley se hace referencia a “ las actividades lucrativ a s ” ,
considera que este mismo texto legal condicionó dicho ordinal a los artículos 3, 4, 5,
y 15 de es e mismo cuerpo normativo . Señala que la c orporación municipal
accionada confunde en sus acuerdo s, al “ sujeto pasivo ” con el “ hecho generador ” ,
lo anterior porque de conformidad con la ley de patentes de este cantón, las
“actividades lucrativas afectas al impuesto” son las que aparecen reguladas en el
artículo 15, de esta forma entre los sujetos pasivos (aquellos que realizan actividad
lucrativa en el cantón) únicamente pagan impuesto los que se dediquen a esas
actividades, dentro de las cuales no se enmarca el cultivo. Argumenta que en los
acuerdos impugnados se le obliga a la empresa actor a a tributar por lo que produce
en todo el territorio nacional , y no sólo por las actividades industriales que se
realizan en el c antón de Buenos Aires, esto dado que en el procedimiento de
determinación oficio sa del Impuesto de Patente, se utilizó como base de cálculo la
Declaración de Renta que presentó la empresa actora al Ministerio de Hacienda , sin
descontarse lo producido en otros cantones, porcentajes sobre los cuales ya se
tributó en otras municipalidades. Finalmente , s e apunta que el contenido de los
acuerdos también es ilícito , porque vulnera el P rincipio de A utonomía M unicipal, el
P rincipio de I nterdicción de la Arbitrariedad derivado del P rincipio de Legalidad y el
Principio de Razonabilidad y Proporcionalidad. El representante de la parte actora cita
a favor de sus argumentos las sentencias de la Sala Primera de la Corte Suprema de
Justicia no. 9 de las 14 horas 45 minutos del 16 de enero de 1991 y la no. 68 de las
16:10 horas del 8 de mayo de 1991, cita también la sentencia no. 2-2000 de las 11
horas 15 minutos del 7 de enero del 2000, dictada por la S ección P rimera de este
Tribunal, todas las cuales estima, han declarado , ante casos y textos legales
idénticos , que la actividad agrícola no puede ser incluida dentro de los supuestos
sujetos al pago del impuesto de patente porque eso contraviene el propio texto del
articulado. Por su parte, el representante de la Municipalidad d e Buenos Aires se
opuso a l os argumentos presentados por la actora , indic a que en los acuerdos
adoptados por el Consejo Municipal no era necesario realizar una conversión, pues
ésta resultaba innecesaria ya que el Departamento de Patentes si tenía competencia
para emitir actos administrativos externos. Señala que si bien ese Departamento no
aparece citado en el Código Municipal, no debe perderse el norte de que las
Corporaciones Municipales gozan de autonomía administrativa, sea, tienen la
potestad de crear los departamentos que se consideren necesarios para el buen
servicio público , conforme al artículo 4 de la Ley General de la Administración
Pública. Al respecto destaca el artículo 2 de la Ley 7794 , denominado Código
Municipal: “La municipalidad es una persona jurídica estatal, con patrimonio propio y
personalidad, y capacidad jurídicas plenas para ejecutar todo tipo de actos y
contratos necesarios para cumplir sus fines.” Ello se refuerza con lo dispuesto en el
artículo 4 inciso a) al indicar “La municipalidad posee autonomía política,
administrativa y financiera que le confiere la Constitución Política. Dentro de sus
atribuciones se incluyen: a) Dictar los reglamentos autónomos de organización y de
servicio, así como cualquier otra disposición que autorice el ordenamiento jurídico.”
Por lo anterior, considera que los funcionarios del Departamento de Patentes de la
Municipalidad del Cantón de Buenos Aires, en virtud del nombramiento legal y eficaz
de l que son titulares, son competentes para emitir el acto o los actos del
procedimiento administrativo , de acuerdo con el artículo 11 de la Ley General de la
Administración Pública. Señala que la ley no. 7424 establece que toda persona que se
dedique al ejercicio de actividades lucrativas en el cantón de B uenos A ires, debe
pagar a la municipalidad el impuesto de patentes, por lo anterior, más que
determinar qué actividades están o no afectas al impuesto, el hecho generador de la
obligación tributaria , se da por el despliegue, por parte del sujeto pasivo, de una
actividad lucrativa . Actividad cuyo parámetro, más que cómo se desarrolla, se ve
representado por el factor de lucro . Si la actividad desplegada se lleva a cabo en la
prosecución de un lucro, la misma por ley está afecta al impuesto de patentes. Estima
que es completamente errado entender que la actividad agrícola desplegada por la
actora no esté afecta al impuesto por no encontrarse expresamente establecida en el
artículo 15 de la Ley 7424. Aclara que si el legislador omitió referirse en este artículo
a la actividad agrícola, lo hizo en función de aquella (actividad agrícola) de
subsistencia que no tenga como fin lucrar con el producto obtenido. Así las cosas,
considera que pretender que la actora despliega su actividad agrícola sin perseguir un
fin de lucro, es ilusorio y absurdo, máxime que han sido demostrados los altos
ingresos brutos que recibe anualmente. En relación con el supuesto cobro para
actividades realizadas por la actora en otros cantones, la representación de la
corporación municipal indica que durante el procedimiento de determinación oficio sa
, la empresa nunca presentó documentos que demostraran el pago de impuesto de
patentes en otras m unicipalidades, por lo cual, el cálculo se realizó sobre el total de
los ingresos brutos, toda vez que, el sujeto pasivo de la obligación tributaria no
aportó la prueba idónea para rebajar el cálculo del monto debido. Agrega que la
multa impuesta a la actora obedeció exclusivamente a su retra s o en la presentación
de la declaración de l impuesto de patente , y que su cálculo se hizo conforme lo
dispone la normativa vigente. Finalmente, se señala que con las conductas
administrativa recurridas no se violentó ninguno de los principios enunciados por la
representación de la actora , pues todas las actuaciones de la corporación municipal
de Buenos Aires son conformes con el ordenamiento jurídico. El representante de la
Municipalidad demandada cita en favor de sus argumentos el dictamen C-172-2003
de la Procuraduría General de la República y la sentencia 2631-1995 de la Sala
Constitucional.
I V - Existencia del vicio de incompetencia como presupuesto para la
exigibilidad de la aplicación de la conversión. La representación de la empresa
actora señala que las conductas administrativas impugnadas están viciadas de
nulidad absoluta, debido a que mediante ellas el Consejo Municipal del Cantón de
Buenos Aires, confirmó actos desplegados por otro órgano de esa corporación
municipal, a quienes considera incompetentes para la emisión de actos
administrativos externos, todo lo anterior sin que en los acuerdos municipales se
procediera previamente, a convertir dichas conductas en los términos regulados por
el artículo 189 de la Ley General de la Administración Pública, única vía que a su
criterio permitía corregir los vicios de nulidad absoluta por carencia de competencias.
Por lo anterior, está claro que para determinar si los acuerdos impugnados debieron
convertir los actos administrativos del Departamento de Patentes, previamente ha de
determinarse si las conductas confirmadas están viciadas o no de esta clase de
nulidad, ello estableciendo si dicho Departamento tiene competencia para emitir actos
administrativos externos. Tanto la legislación vigente como la jurisprudencia son
contestes en considerar a la competencia como un elemento que necesariamente
debe concurrir para que una determinada conducta administrativa sea válida. En esta
dirección lleva razón el representante de la empresa actora en cuanto a que de
acuerdo con el artículo 59 inciso 1) de la Ley General de la Administración Pública, la
competencia debe estar regulada por ley siempre que contenga la atribución de
potestades de imperio. El precepto referido, consagra la máxima que indica que “la
competencia es al órgano como la potestad es al ente”. Ergo, a partir de una correcta
inteligencia del canon referido, se colige que en el marco del Bloque de Legalidad, las
potestades de imperio se atribuyen a los entes por ley, y éstas (las potestades), se
desdoblan en diversas competencias que los órganos del ente deben ejercer en
aplicación de la vertiente positiva de dicho bloque. En cuanto al elemento de la
conducta administrativa denominado “competencia”, el cual es objeto del presente
análisis, ha de indicarse que los vicios relacionados a dicho elemento pueden ser de
dos tipos. Existe un vicio de incompetencia relativa cuando un órgano emite
actuaciones administrativas que están enmarcadas en la esfera competencial de otro
órgano del mismo ente, por otra parte, se configura un vicio de incompetencia
absoluta, cuando un órgano de un ente realiza una conducta administrativa que le
corresponde a un órgano de otro ente. Adicionalmente, ha de recordarse que las
administraciones públicas, como organizaciones modernas, procuran alcanzar los
fines a los cuales sirven, distribuyendo competencias en razón de la especialidad de
cada uno de sus órganos. Este Principio de Especialización de la Administración
Pública se encuentra recogido expresamente en el artículo 62 de la Ley General de la
Administración Pública, norma que textualmente establece: “ Cuando una norma
atribuya un poder o un fin a un ente u órgano compuesto por varias oficinas sin otra
especificación, será competente la oficina de función más similar y, si no la hay, la de
grado superior.”
En el presente caso, es menester indicar, como bien apunta el
representante de la Municipalidad de Buenos Aires, que el legislador otorgó mediante
ley, (Código Municipal) la Potestad Tributaria a las corporaciones municipales (entes
públicos menores), y con base en su autonomía de segundo nivel consagrada en la
propia Constitución Política, estos entes descentralizados territorialmente, pueden
distribuir válidamente, a través de los canales jurídicos apropiados, las competencias
entre sus órganos técnicos especializados. Así las cosas, en el sublite no sería posible
concluir que se presenta una nulidad absoluta no sólo porque se está ante relaciones
entre órganos pertenecientes a una misma corporación municipal (Departamento de
Patentes, Alcalde y Consejo Municipal), sino porque como lo señala la representación
de la Municipalidad, se está frente a un ente público menor con personalidad jurídica
competente para distribuir sus competencias entre sus órganos especializados. En el
caso concreto, las resoluciones DP-01-04, de las 9 horas del 21 de mayo de 2004, y
DPBA-PDOI-01-04, de las 13 horas del 25 de mayo de 2004, cuestionadas por la
parte actora, fueron suscritas por la señora Ana Esquivel Abarca, Encargada de
Patentes, y por el señor Bernardo Vargas Castañeda, Coordinador de la
Administración Tributaria de dicha corporación municipal. Estos órganos detentan sus
competencias en materia de patentes en razón de lo establecido expresamente en el
Manual Básico de Organización de la Municipalidad de Buenos Aires, texto que al
referirse a la Administración Tributaria municipal indica “Es la instancia responsable
en aplicar, percibir y fiscalizar los tributos mediante una serie de normas que regulan
las relaciones entre la Municipalidad y el contribuyente. ” . Por otra parte, al referirse
a las competencias del Departamento de Patentes, dicho texto establece: “ Mantener
actualizado el registro de patentados en relación con la cantidad y clasificación de
éstos, según su actividad lucrativa, distrito y monto. Velar porque los recibos para el
pago de impuestos por patente se emitan y se cobren oportunamente. (…). Facturar
el cobro municipal a partir de la información aportada por las diferente (sic) áreas de
trabajo de la institución, según los impuestos y tasas vigentes. Ejecutar
administrativamente el cobro de los impuestos y tasas municipales. Gestionar el
cobro judicial y extrajudicial de las cuentas atrasadas. Mantener informados a los
contribuyentes de las fechas de vencimiento de pago ”. Ergo, establecido que el
Departamento de Patentes no es incompetente para adoptar conductas
administrativas externas, enmarcadas dentro de la Potestad Tributaria Municipal, sus
actos no están viciados de incompetencia absoluta y, en consecuencia los acuerdos
adoptados por el Consejo Municipal no requerían de la aplicación del instituto de la
conversión para poder ser válidos.
V- Regularidad jurídica de la multa impuesta a la empresa actora. Los
artículos 5 y 13 de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424,
establece:
“Declaración jurada municipal.Cada año, a más tardar el 30 de noviembre, las personas a quienes se refiere el
artículo 1 de esta Ley presentarán a la Municipalidad una declaración jurada de sus
ingresos brutos. Con base en esta información, la Municipalidad calculará el impuesto
por pagar, en firme y sin previo procedimiento. Para tales efectos, la Municipalidad
deberá poner a disposición de los contribuyentes los respectivos formularios, a más
tardar un mes antes de la fecha señalada.
En casos especiales, cuando las empresas hayan sido autorizadas por la Dirección
General de la Tributación Directa para presentar la declaración en fecha posterior a la
establecida en la ley, estas empresas podrán presentarla a la Municipalidad dentro de
los cinco días hábiles siguientes a la fecha autorizada.”
“Sanción.Los contribuyentes que no presenten la declaración jurada municipal, dentro del
término establecido en el artículo 5, serán sancionados con una multa del diez por
ciento del impuesto de patentes correspondiente a todo el año anterior.”
Sobre este extremo debe indicarse que pese a que la actora cuestiona los actos
administrativos que imponen y confirman la sanción por el retraso en la presentación
de la Declaración Jurada del Impuesto de Patentes (dado que ésta la entregó varios
días después de fenecido el plazo para su presentación), y que no discute la
extemporaneidad propiamente dicha, ni los parámetros utilizados para la tasación de
la sanción, sino únicamente la competencia del Departamento de Patentes para emitir
actos externos, tema que fue analizado en el considerando anterior, este Tribunal
estima que lleva razón la representación de la Municipalidad de Buenos Aires, en
cuanto a que esa corporación únicamente realizó una típica actividad reglada, en la
que una vez determinada la existencia del motivo, que consistió en el retraso,
procedió a establecer una sanción legalmente determinada, la cual en este caso,
correspondió a un 10% del impuesto pagado el año anterior. Por lo anterior, se
concluye que la sanción impuesta se ajusta al Bloque de Legalidad y así debe
declararse.
V I - El elemento espacial del hecho generador en la Ley de Impuestos
Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424 . Este componente del presupuesto
de hecho del tributo, permite delimitar la dimensión espacial del impuesto de patente
en el cantón de Buenos Aires. En este caso concreto, la determinación del referido
elemento espacial se extrae de la relación entre los artículos 79 del Código Municipal
y 1 de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires. En este sentido el canon 79
del código citado indica:
“Para ejercer cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con la
licencia municipal respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto.
Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo que se haya ejercido la actividad
lucrativa o por el tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se
haya realizado.”
Por su parte el ordinal 1º de la Ley no. 7424 preceptúa:
“Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas
de cualquier tipo, en el cantón de Buenos Aires , estarán obligadas a pagar a la
Municipalidad un impuesto de patentes, de conformidad con esta Ley.” (El original no
está en negrita).
En este caso concreto, la empresa actora manifestó su desacuerdo con lo resuelto por
la corporación municipal de Buenos Aires, por cuanto en el procedimiento de
determinación de oficio de la que fue objeto, se tasó su impuesto de patente,
tomándose en cuenta las actividades que la empresa realiza no sólo en el dicho
cantón, sino la que desarrolla en todo el país. Por su parte, el representante de la
Municipalidad de Buenos Aires señala en su escrito de contestación “que la actora
nunca presentó documentos que demostraran el pago del impuesto de patentes en
otras Municipalidades” . No obstante lo anterior, este Tribunal tiene por probado
(hecho noveno) que mediante escrito de fecha 15 de junio de 2004, la empresa
actora ofreció como prueba para mejor resolver certificación emitida por su contralor
interno, en la que se indicaban los ingresos totales de dicha empresa para el período
2003, el porcentaje que correspondía a la actividad piñera realizada en el Cantón de
Buenos Aires, y la indicación expresa de que el resto de los recursos obedecen a otras
actividades realizadas en otros cantones, por lo anterior y en razón de la certificación
emitida por el Lic. Durán Rojas, Contador Público Autorizado, visible en el expediente
al folio 139, este Tribunal estima que en el subjudice la Municipalidad de Buenos
Aires, excedió sus potestades tributarias al grabar con el impuesto de patentes,
actividades realizadas en otros cantones del país. Ergo, debe ordenarse la devolución
a la empresa actora, de la diferencia entre lo pagado por concepto de patentes
calculado sobre su renta bruta y, lo que en derecho corresponde por las actividades
gravables realizadas en el cantón de Buenos Aires.
VI I - El elemento material del hecho imponible en la Ley de Impuestos
Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424. El objeto del tributo, viene
determinado por la manifestación de riqueza o capacidad económica intrínseca al
propio hecho generador. A efectos de decantar el referido elemento material, es
menester relacionar el artículo 1º de la Ley no. 7424 supra transcrito, el cual indica
que estarán obligadas a pagar impuesto de patentes quienes se dediquen a
actividades lucrativas de cualquier tipo, con el artículo 15 de ese mismo cuerpo
normativo, el cual textualmente indica:
“Actividades lucrativas afectas al impuesto.Todas las actividades lucrativas, que seguidamente se señalan, comprendidas en la
clasificación internacional de actividades económicas, pagarán conforme a lo
dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley, excepto las señaladas en el artículo 16.
a) Industria
Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la
transformación o la manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento
de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias
orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no,
en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos, como los talleres de
reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de
minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la
construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y
vías de transporte; las imprentas, las editoriales y los establecimientos similares. En
general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles.
b) Comercio
Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades,
títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes
económicos, según la "oferta y la demanda", tales como casas de representación,
comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros,
salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo lo que involucre
transacciones de mercado de cualquier tipo.
c) Servicio
Comprende los servicios prestados al sector privado, al público o a ambos, atendidos
por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el almacenaje, las
comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y de enseñanza privada, con
excepción de los semioficiales.”
En relación con este tema, el representante de la parte actora argumentó que el
elemento material debe determinarse a partir de una interpretación sistemática de los
artículos 1 y 15 de la Ley no. 7424, normas que delimitan el objeto del tributo. Por su
parte, la Municipalidad de Buenos Aires sostiene que el aspecto determinante es el
lucro, lo cual en el caso de la empresa actora engloba tanto sus actividades agrícolas
como industriales. En otras oportunidades ya este Tribunal se ha pronunciado, en
procesos en los que se discutió si la actividad agrícola puede ser grabada con un
impuesto de patentes, en aplicación de textos legales con redacciones similares a la
de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires. En el más reciente de esos
procesos, siguiendo la línea de dos sentencias anteriores, este Tribunal estimó:
“La cita interesa por varios motivos importantes, en primer lugar define cuales
actividades lucrativas están afectas al impuesto, de manera que si no están en la
clasificación debe interpretarse que no pueden ser afectadas al mismo, ello se
confirma cuando la misma norma dispone en forma directa que esas empresas
pagarán las tarifas establecidas en los numerales 3, 4 y 16 de la misma ley, que son
las que fijan el monto del tributo, de manera que si no hay otro tipo de gravamen
para alguna labor o actividad diferente se debe entender que están excluidas del
tributo. Finalmente, la norma citada da dos criterios importantes para resolver la
cuestión, el primero es que define tres actividades lucrativas, servicios, comercio e
industria, de las que, por lógica y por la fundamentación de los actos en cuestión
interesa sólo la industrial, la cual se define por los verbos extraer, transformar,
manufacturar y procesar, señalando que hay industria cuando se modifica y
transforma una materia prima en un producto distinto, lo que no ocurre en la
actividad lechera que se reduce a criar el ganado y extraer de él la leche cruda; el
segundo aspecto es que la propia norma refiere a la clasificación internacional de
actividades económicas, al efecto, una entidad oficial, que es una institución
autónoma, como lo es el Instituto Nacional de Estadística y Censos, ha certificado
según prueba que consta en autos, que la Clasificación Industrial Internacional
Uniforme de Todas Las Actividades Económicas , utilizada por él es la oficial para el
país y que, según la misma, la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría
de ganado lechero (clase 0121), lo cual involucra la producción de leche cruda, que
expresamente se refiere como labor excluida en lo que se trata de la elaboración de
leche fuera del establecimiento, que es la clase 1520, de elaboración de productos
lácteos, que corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras; esto es,
cuando hay filtración, inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y
líquida, separación de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera
(folios 77-79 ibídem). Este análisis permite concluir que, de conformidad con la letra
de la ley citada y las referencias jurídicas que la misma impone, la actividad de
lechería pura y simple, o sea de cría de ganado para extracción de leche cruda no
está gravada en la ley y los impuestos impugnados devienen ilegales.V.-En uno de los votos que cita el actor, el 347-2002 de la Sección Segunda de éste
Tribunal, del diez horas cuarenta y cinco minutos del cuatro de octubre de dos mil
dos, se conoció un caso muy similar, respecto de una ley con regulación análoga a la
que se considera respecto del cobro de patente por la Municipalidad de Guácimo, en
la que se discutía el mismo punto jurídico y se llegó a la misma conclusión, en aquel
caso se indicó:
" II- La Municipalidad de Guácimo acordó cobrarle a la sociedad actora, los impuestos
municipales de conformidad con la Ley de 7545 de 21 de setiembre de 1995,
denominada Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Guácimo, que en
sus artículos 1 y 14 dispone: (…)
III.- Como es sabido, en materia impositiva rige el principio de reserva legal, la que si
bien es de carácter relativo, exige la definición de los elementos básicos del tributo a
través de una ley formal. Esto así por virtud de lo dispuesto en la Constitución Política
(Artículo 121 inciso 13), y en el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la
Administración Pública. Lo anterior implica que en materia impositiva debe estarse al
mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y
extensivas, allí donde puede haber gravamen para el patrimonio del particular. Por
esto mismo, le está vedado a la Administración -en este caso la Municipal-, la
creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades
administrativas. Esta conclusión se reafirma con la misma ley de referencia (N°
7545), cuando en su artículo primero obliga al pago de un impuesto de patente: "
conforme a esta Ley ". La interpretación no puede ser otra: para establecer la
obligación Tributaria debe atenderse a lo dispuesto expresamente por el cuerpo
normativo en mención, pues tampoco podría afirmarse que por ser lucrativa, toda
actividad está afecta al tributo que establezca el municipio por simple acuerdo. Esta
última, sería una interpretación violatoria, en forma flagrante, al supra-citado
principio de reserva de Ley.
IV- De acuerdo con lo anteriormente dicho, las actividades lucrativas a que se refiere
el artículo primero, son aquellas que con detalle enumera el artículo 14, porque si se
toma el primero de ellos en forma independiente, se llegaría al absurdo de que las
personas físicas que devengan un salario, como gestión honerosa, tendrían que pagar
impuestos municipales. De manera que para poder determinar los sujetos que han de
cubrir este impuesto a la Municipalidad de Guácimo según su ley, debe analizarse si
su accionar se encuentra enmarcado dentro de los supuestos del artículo 14, tal como
lo señaló con acierto la sentencia de la Sección Primera de este Tribunal, N° 2-2000,
de las 11:15 hrs. del 7 de enero del 2000.
V- De lo anterior se deduce que aquellas personas o empresas que se dedican al giro
agrícola no están obligadas a pagar impuestos municipales a la accionada, puesto que
la transformación y tratamiento con productos químicos a que alude el informe del
asesor legal, en el caso de la actora no está dirigido obtener productos nuevos, ni se
trata tampoco de un intermediario, sino que el proceso normal que sufren los
productos agrícolas, por lo que la accionante se enmarca dentro de lo que se conoce
como empresa agrícola , no equiparable a una industria o comercio, como lo ha
entendido el ente corporativo. Al respecto ha resuelto la Sala Primera de la Corte
Suprema de Justicia, entre otras en la resolución No. 68 de 16:10 horas del 8 de
mayo de 1991, ... “
Razonamientos que son de recibo en este caso.VI.-En consecuencia, al basarse el criterio municipal para determinar la existencia del
tributo en una interpretación contraria al espíritu de la norma a aplicar, su contenido
resulta ilegal y por ende los actos de cobro también, por lo que procede acoger la
demanda y declarar la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso
B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del municipio demandado y la del que lo confirmó,
en la que se denegó la petición de devolución de lo pagado y ordenó mantener el
cobro del impuesto de patente sobre la actividad de lechería desplegada por la actora,
la cual no se encuentra sujeta al pago de ese tributo, según lo dispuesto por la Ley
7463, por ende debe dicha corporación devolver el monto cancelado por ese concepto
por la accionante hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados
sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la fecha de la presente demanda,
todo a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios.“ (Sentencia no.301-2007 dictada por la Sección Primera, de este Tribunal a las 11
horas 15 minutos del 3 de agosto de 2007. En igual sentido ver sentencias no. 22000 de la Sección Primera, de las 11 horas 15 minutos. del 7 de enero del 2000, y
no. 347-2002 de la Sección Segunda, de las 10 horas 45minutos del 4 de octubre de
2002.)
De la cita anterior, resulta claro que este Tribunal ha mantenido una línea uniforme,
en cuanto a que en materia de patentes, el elemento material del hecho generador,
debe construirse a partir de una interpretación armónica y sistemática, leyéndose el
artículo primero en función de aquel otro canon que enumera taxativamente las
actividades lucrativas en cada ley de patentes.
La representación municipal señala en respaldo de su tesis, que la Sala Constitucional
en voto no. 2631-95 de las 16 horas 3 minutos del 23 de mayo de 1995, estimó, al
analizar un supuesto de hecho con las mismas características a las del presente caso,
que la actividad agrícola si debe ser objeto del impuesto de patente. En dicha
resolución el tribunal constitucional consideró: “
“X).-Por otra parte, el alegato de que el artículo 13 de la Ley 7285 no incluye la
agricultura dentro de las actividades gravadas, es igualmente improcedente, pues
según se desprende del artículo 1 de la Ley, la obligación de tributar es para "Las
personas físicas o jurídicas, que se dediquen al ejercicio de cualquier actividad
lucrativa dentro del Cantón de Poás...", y la actividad desarrollada por los accionantes
-producción de helechos para la exportación- evidentemente lo es.- En este sentido
cabe agregar, que la potestad de imposición de tributos no constituye por sí misma,
un desincentivo a la producción; su legítimo ejercicio es más bien manifestación
concreta de la obligación constitucional de contribuir a los gastos públicos, y en todo
caso, si para los accionantes esa actividad debe ser incentivada a través de
exenciones como la que pretende, u otros beneficios fiscales, tal pretensión excede
evidentemente la competencia de la Sala, por ser ajena al control de
constitucionalidad que le ha sido encomendado.-“
En razón de la existencia tanto de una línea jurisprudencial establecida por este
Tribunal, como la de un precedente en una dirección distinta de la Sala
Constitucional, este Tribunal estima que en razón de la naturaleza jurídica, el objeto y
el fin del proceso en el que se sustancia la Acción de Inconstitucionalidad, y dado que
el artículo 87 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional establece que: “ Las
resoluciones que denieguen la acción deberán examinar todos los motivos de
inconstitucionalidad que se hubieren alegado para fundamentarla. Únicamente
surtirán efecto entre las partes en el caso concreto y no producirán cosa juzgada. La
acción de inconstitucionalidad podrá ejercerse contra normas o actos previamente
declarados constitucionales y en casos o procesos distintos.” situación que es
justamente la que se presenta en la sentencia de la Sala Constitucional citada, a
saber, el precedente referido corresponde a una Acción de Inconstitucionalidad
denegada, por tanto éste no resulta vinculante. Así las cosas, este Tribunal estima
que a la luz de los hechos tenidos por probados, de las citas legales y
jurisprudenciales ya indicados, debe concluirse que la tesis jurídica sostenida por la
Municipalidad de Buenos Aires, es contraria al texto de la Ley no. 7424, interpretada
sistemáticamente como en derecho corresponde. Así las cosas, el contenido de los
acuerdos dictados por el Consejo Municipal 24/2004 de las 14 horas del 15 de junio
de 2004, y 25/2004 de las 19 horas 30 minutos del 22 de junio de 2004, resultan
ilegales en el tanto gravan la actividad agraria de la empresa actora, y por ende el
cobro del impuesto de patente en los términos pretendidos por la Municipalidad de
Buenos Aires también lo es. Por todo lo anterior, procede acoger la demanda en este
extremo y declarar la nulidad de los acuerdos dictados, esto por cuanto la actividad
agrícola desarrollada por la empresa actora, no es objeto del impuesto de patentes en
el Cantón de Buenos Aires, esto en razón de la regulación actual de la Ley de
Impuestos Municipales de este Cantón, por lo anterior debe dicha corporación
municipal devolver el monto que la actora hubiere cancelado en exceso, por ese
concepto, hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados sobre
las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la fecha de la presente demanda, todo
a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos
Tributarios.VII I - Violación de los Principios de Legalidad, Interdicción de la
Arbitrariedad, Razonabilidad y Proporcionalidad y Autonomía de otras
corporaciones municipales. En lo relativo a la multa impuesta por la Municipalidad
de Buenos Aires a la empresa actora, en razón del retraso en la presentación de su
Declaración de Impuesto de Patentes, según se indicó supra, dicha conducta
administrativa está plenamente reglada en el Bloque de Legalidad, motivo por el cual,
al no existir ninguna extralimitación en las actuaciones administrativas de la
corporación municipal en esta materia, tampoco hubo quebranto alguno de los
principios arriba enunciados. Caso distinto sucede con lo acontecido respecto al cobro
excesivo por impuesto de patente en el que incurrió la corporación demandada, pues
con las conductas desplegadas fue más allá de lo que el ordenamiento jurídico le
permite, situación que implicó una lesión al Principio de Interdicción de la
Arbitrariedad derivación lógica del Principio de Legalidad. Adicionalmente, al ser la
tasación realizada, “excesiva” gravando actividades no indicadas en la Ley no. 7424
(las agrarias) y otras realizadas en otros cantones del país, se debe concluir que con
ello también se lesionaron el Principio de Autonomía de otras municipalidades y el
Principio de Razonabilidad y Proporcionalidad.
I X - Costas.
En cuanto a las costas del presente proceso especial tributario, se resuelve sin
especial condenatoria, acorde al numeral 222 del Código Procesal Civil y el artículo 98
inciso c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, por
existir vencimiento recíproco, pues pese a que resulta admisible la acción respecto del
cobro excesivo realizado por concepto de impuesto de patentes, la multa impuesta si
está ajustada a derecho.
Por Tanto.
Se declara parcialmente con lugar la demanda contencioso administrativa -especial
tributaria- de CORPORACIÓN DE DESARROLLO AGRÍCOLA DEL MONTE SOCIEDAD
ANÓNIMA, contra la MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES, en consecuencia se declara
la nulidad de los acuerdos 24/2004 y 25/2004 emitidos por el Consejo Municipal del
Cantón de Buenos Aires, y de las demás conductas administrativas conexas en el
tanto gravan con el impuesto de patentes las actividades agrícolas realizadas en
dicho cantón y las efectuadas por la actora en otros cantones del país, por ende debe
dicha corporación devolver las diferencias de los montos cancelados en exceso, así
como los intereses correspondientes, entendiéndose denegada en lo no expresamente
concedido. Se resuelve sin especial condena al pago de costas personales y
procesales.Laura Araya Rojas
Judith Reyes Castillo
Jorge Leiva Poveda
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010
2:49:54 PM
Sentencia: 00053 Expediente: 07-0000040161-CA
Fecha: 09/12/2008 Hora: 3:53:00 PM
Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo
Sección X
NUE 07-000004-0161-CA
No. 53 - 2008-SX
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA.
SECCION DÉCIMA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, GOICOECHEA,
Anexo A; a las quince horas cincuenta y tres minutos del nueve de
diciembre del dos mil ocho.
Proceso especial tributario establecido por CORICAFE S.A. representada por Eric
Thormaehlen Hanke, mayor, casado una vez, empresario, vecino de San José,
cédula de identidad 1-644-646, en su condición de Secretario, con facultades de
apoderado generalísimo sin límite de suma, contra MUNICIPALIDAD DE
ALAJUELA, representada por Joyce Zürcher Blen, mayor, doctora en Filosofía,
casada, vecina de Alajuela, cédula de identidad 1- 286-801, en su condición de
Alcaldesa. Intervienen como coadyuvantes activos: Unión Nacional de Pequeños y
Medianos Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), Asociación
Cámara Nacional de Exportadores de Cafe e Instituto del Cafe de Costa Rica.
RESULTANDO
1) Fijada la cuantía de este asunto en ¢15.829.915,84 (f.107), la demanda se
deduce con la siguiente pretensión: "1. Que se declare con lugar la demanda. 2.
Que se declare y reconozca que la actividad lucrativa principal de Coricafé S.A. es
de exportación de café. 3. Que se declare que por imposición de la ley 2762,
Coricafé S.A. debe cumplir con las obligaciones impuestas por dicha ley,
recaudando el porcentaje que corresponde a los productores. 4. Que el monto que
responde a esta recaudación fijada por ley, no corresponde a la actividad lucrativa
de Coricafé S.A. y por lo tanto no debe ser gravada por el impuesto de patente,
cuyo hecho generador es precisamente el ejercicio de la actividad lucrativa. 5. Que
se ordene a la Municipalidad de Alajuela el reajuste del impuesto de patente
comercial cargado a Coricafé S.A. para el período 2006, a fin de que se calcule
sobre los ingresos por ventas brutas de la empresa tomando en cuenta los
ingresos reales generados por dicha empresa - por ser su actividad lucrativa
principal de exportación de café, y las otras actividades lucrativas que ejerce - y
en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y
de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió mi representada
como utilidad máxima fijada por ley. 6. Que como resultado de este ajuste, se
declare que la fijación del impuesto de patente comercial para el período 2006,
corresponde a la suma de ¢2.806.373,12 y no como de forma confiscatoria lo fijó
la Municipalidad de Alajuela. 7. Que se ordene a la Municipalidad de Alajuela, el
reintegro a mi representada del monto cancelado de más, más los intereses
legales que se generen desde el pago que efectuó mi representada, hasta el
efectivo pago que haga la Municipalidad a favor de mi representada. 8. Que se le
ordene a la Municipalidad de Alajuela, que utilice el mismo criterio para la fijación
del impuesto de patentes para el año 2007, así como los años subsiguientes, es
decir tomando en cuenta para la fijación del impuesto de Patentes los ingresos
reales generados por dicha empresa y en especial sobre el ingreso real percibido
en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre
el 2.5 % que percibió mi representada como utilidad máxima fijada por ley. 9. Que
se condene a la Municipalidad de Alajuela al pago de costas procesales y
personales del presente proceso (fs 83-84 ).
2) La Municipalidad de Alajuela contestó negativamente la acción, opuso la
excepción de falta de derecho y solicitó declarar sin lugar en todos sus extremos la
demanda. Asimismo, que la recalificación del impuesto de patentes realizada se
ajusta a lo que en derecho corresponde; y se ordene a la actora al pago del
impuesto según lo establecido por dicho gobierno local (fs. 94-106).
3) Se tuvo como coadyuvantes activos a la Unión Nacional de Pequeños y
Medianos Productores Agropecuarios costarricenses, Asociación Cámara Nacional
de Exportadores de Cafe y el Instituto del Cafe de Costa Rica (fs. 47, 53, 58 y 65).
4) No se encuentran errores ni omisiones que impliquen nulidad ni indefensión
para las partes, y:
Redacta el juez Rodríguez Villalobos; y,
CONSIDERANDO
I. HECHOS PROBADOS: De importancia para la solución de este asunto, se
tienen los siguientes: 1) La empresa CORICAFE S.A. reportó para el período fiscal
2005 la cantidad de ¢12.423.687.975,60 (doce mil cuatrocientos veintitres
millones, seiscientos ochenta y siete mil novecientos setenta y cinco colones con
sesenta céntimos) por concepto de "ingresos por ventas", suma compuesta de:
ventas de café de exportación, por ¢11.183.105.102,90 (once mil ciento ochenta y
tres millones, ciento cinco mil ciento dos colones con noventa céntimos), y ventas
café consumo nacional, por ¢1.240.582.872,70 (mil doscientos cuarenta millones,
quinientos ochenta y dos mil, ochocientos setenta y dos colones con setenta
céntimos); y por utilidad neta - antes del impuesto sobre la renta -la suma de
¢9.295.516,57 (nueve millones doscientos noventa y cinco mil quinientos
diecieseis colones con cincuenta y siete céntimos). (ver Estado de Resultados,
período del 1 de octubre 2004 al 30 de setiembre del 2005, visible a folio 3 del
expediente administrativo, en parte; y hecho cuarto de demanda y su respectiva
contestación, también en parte). ---2) En la Declaración Jurada para el Pago del
Impuesto de Patente para el año 2006 según la Ley 8236, la empresa actora
manifestó: estar ubicada en Río Segundo de Alajuela, 500 metros al Este del
EBAIS y dedicada a la actividad de exportación de café en grano oro (folio 9 del
expediente administrativo). --- 3) En el formulario "Determinación del Impuesto
de Patente según Ley 8236", el 13 de enero del 2006, la empresa actora declaró,
bajo juramento, "Ventas o ingresos brutos del último año fiscal", por
¢467,340,040 (cuatrocientos sesenta y siete millones, trescientos cuarenta mil,
cuarenta colones). Al cual anexó, entre otros, una carta, de igual fecha - 13 de
enero del 2006 -, dirigida al Departamento de Patentes, de la Municipalidad,
referente a la presentación de declaración de patente comercial, mediante la cual
su representante legal señala, textualmente, que: "De acuerdo con lo que
establece el Artículo 95 del Capítulo V de la Ley No., 2762 LEY SOBRE EL REGIMEN
DE RELACIONES ENTRE PRODUCTORES, BENEFICIADORES Y EXPORTADORES DE
CAFE del Instituto del Café de Costa Rica y que indica textualmente " La utilidad
neta para el exportador por su intervención en el negocio no podrá ser
mayor de un dos y medio por ciento del valor de la transacción, cuando
compre asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener
confirmación de la venta en el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre
la misma base, cuando actúe como simple intermediario", el resaltado es
nuestro. Además siendo que el monto total de las ventas de café para el periodo
fiscal 2005 ascendieron a un monto de ¢12,423.687.975 y que al aplicar un
margen de utilidad del 2.5 %; esto de acuerdo con la Ley 2762; genera una
utilidad bruta de ¢310,592.199; pero al ser la utilidad bruta real de ¢467.340.040;
este es el monto que se asume para efectos de declarar el impuesto de patente
para el año 2006." (folios 7 y 8 del expediente administrativo, en parte; y
demanda y contestación, en parte). --- 4) Mediante Oficio No. 027-ROP- 06 del 13
de marzo de 2006, la Administración Tributaria de la Municipalidad de Alajuela
(Patentes), le comunicó a la empresa CORICAFE S.A., en lo de interés, lo siguiente
"De conformidad con lo dispuesto en los artículos 5, 7, 12, 13, 16 y 17 de la Ley
8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela y luego de haber
recibido la información de los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal,
por este medio le comunico que, de acuerdo con dichos ingresos, se ha
recalificado de oficio el impuesto de patente municipal, por lo que el nuevo
monto a pagar trimestralmente para este año 2006 asciende a la suma de
¢4.658.882,99, la cual responde al cálculo del 0.15 % de dichos ingresos,
dividido entre los 4 trimestres del año. ..." (folio 10 del expediente administrativo,
en parte, y demanda y contestación, en parte). --- 5) Mediante Oficio No. 150-P06 del 14 de marzo de 2006, la Administración Tributaria de la Municipalidad de
Alajuela (Patentes), le comunicó a la empresa CORICAFE S.A., lo siguiente:"1Debido a que para el cobro del impuesto del año 2005 la Municipalidad no pudo
obtener información de los ingresos brutos de la actividad del año fiscal 2004 para
recalificar de oficio el impuesto según los parámetros, plazos y formalidades de la
Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela, por carecer de
fundamento el monto actual cargado en el sistema se hará la modificación de las
cargas tributarias para corregir el mismo a la suma trimestral pagada durante el
período anterior, que es de ¢112,000,oo. Por lo tanto, para los 4 trimestres del
año 2005, el monto a pagar será de ¢112,000,oo por cada uno. 2- En cuanto al
pago del impuesto para el presente año 2006, le comunico que, según los
términos del oficio 027-ROP-06 de Patentes adjunto y cumpliendo los términos,
procedimientos y plazos de la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón
Central de Alajuela, se ha recalificado de oficio el monto trimestral del
impuesto según los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal,
por lo que el nuevo monto del impuesto de patente para el año 2006 es de
¢4.658.882,99, (cuatro millones seiscientos cincuenta y ocho mil
ochocientos ochenta y dos colones con noventa y nueve céntimos)...."
(folio 20 del expediente administrativo, en parte, y demanda y contestación, en
parte). --- 6) Mediante escrito presentado el 22 de marzo de 2006 CORICAFE S.A.
interpuso recurso de objeción o impugnación contra el acta de recalificación
emitido por el Departamento de Patentes, resolución 027- ROP- 06 del 13 de
marzo de 2006, así como contra el oficio 150-P-06 del 14 de marzo de 2006
(hecho no controvertido, ver demanda y contestación). --- 7) Mediante resolución
del 9 de noviembre del 2006 No. DR-1797-SM-06, la empresa actora fue
informada del acuerdo alcanzado por el Concejo Municipal, en sesión ordinaria No.
44-06 del 31 de octubre del 2006, por la que dicho órgano conoció el recurso de
oposición interpuesto por CORICAFE contra la resolución 027-ROP- 06 del 13 de
marzo de 2006, así como contra el oficio 150-P-06 del 14 de marzo de 2006.
Dicha resolución declaró sin lugar el recurso de oposición, con base en el oficio
2098-SJ-06 emitido por el Proceso de Servicios Jurídicos de la Municipalidad. Esta
resolución agotó la vía administrativa; y fue notificada a la recurrente el 9 de
noviembre de 2006 (Afirmaciones de hechos no controvertidas, ver demanda y
contestación).
II.- DE LOS ARGUMENTOS DE LA PARTE ACTORA: La actora discute
principalmente la recalificación de oficio del monto por impuesto de patente
municipal para el período 2006, fijado en ¢4.658.882,99 por trimestre, calculado
sobre el monto reportado por concepto de ventas brutas. Los siguiente son sus
razonamientos básicos: A.- Alega que la Municipalidad se basó en el monto
reportado por concepto de ventas lo cual - dice - no procede. Dada la actividad
que ejerce, para la cual la ley 2762 le impone un margen de utilidad máxima, el
impuesto debe gravar esta utilidad y no simplemente lo reportado por ventas de
café de exportación, como si se tratase de actividades comerciales comunes. B.El hecho generador es imponer un impuesto a aquellas personas que se dediquen
al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole. Por lo
tanto, lo es el ejercicio de la actividad lucrativa y no las rentas que se hayan
generado (según sentencia de la Sala Constitucional, Voto 6991-99 de las 16:33
horasdel 8 de setiembre de 1999). C) La actora tiene como principal actividad
lucrativa la exportación de café. Sin embargo, por ley 2762 solo puede percibir
utilidades sobre un margen legalmente restringido. Esto implica que en la
actividad especial que ejerce cuando exporta café el margen sobre el cual puede
lucrar o percibir ganancias está previamente limitado (art. 95de dicha ley). D) Por
ley 2762, el exportador está obligado a cancelarle al beneficiador los contratos de
compra-venta en un plazo máximo de 20 días hábiles posteriores a la entrega que
el beneficiador hizo. Por tanto, sobre la actividad que la actora ejerce de
exportación, solo puede disponer de un máximo de 2.5 % sobre las exportaciones
totales, mientras que el resto de ingresos que percibió corresponden a otros
sujetos de la relación cafetalera. O sea, no podría percibir utilidades - lucrar sobre el restante 97. 5 % de lo que generó por sus ventas de exportación. Es
decir, sobre las ventas por exportación que generó en un periodo, la ley solo
permite utilidades por el 2.5 %, mientras que el resto de las utilidades
corresponden a los productores (88.5 %) y beneficios (9 %) que aportaron el café
de exportación. E) De mantenerse la fijación en cuestión la actora vería gravada
una utilidad total - de lo exportado - de la cual no puede disfrutar sino tan solo el
2.5 %, desviándose así dicha imposición del hecho generador que lo motiva. F)
Por lo que pagar a la Municipalidad la cantidad de ¢18.635.531,96 para el año
2006 - y si el cálculo se mantiene bajo el mismo criterio errado - resultaría
totalmente confiscatorio, poniéndola en desventaja con respecto a otros
contribuyentes, quienes, pudiendo disponer de una utilidad irrestricta, deben
pagar en esa proporción, en virtud del principio de solidaridad y proporcionalidad
del aporte que deben de hacer por los servicios que brinda la municipalidad,
mientras que la actora debe asumir grandes gastos de forma excesiva, sobre
dinero del cual no puede disfrutar y que en última instancia, no debería aportar
más que lo que es justo y equitativo con respecto a otros contribuyentes. También
se causa un grave perjuicio pues la Municipalidad califica el impuesto sobre
actividades que por ley la actora debe ejercer y no sobre la actividad lucrativa
propia que como exportador de café ejerce. G) La Municipalidad eventualmente
estaría realizando un cobro desmedido y duplicado si grava por un lado lo que la
actora percibe por ley, sea el 2.5 %, pero además le grava el impuesto sobre el
restante 97.5 % de utilidades brutas, y probablemente grava sobre ese mismo
dinero que se percibió, y luego se distribuyó a otro contribuyente, llámese
beneficio o productor, que se ubique en la misma territorialidad que le compete a
la Municipalidad. H) Para la imposición del impuesto en cuestión de forma acorde
con la ley, sobre la actividad lucrativa que ejerce la actora y tomando en cuenta
las obligaciones que le impone la ley 2762, la base imponible resulta fácilmente
determinable pues se puede establecer el monto que la actividad propiamente de
exportación de cafe representa para la actora y por otra parte, el monto que por
ley debe retener en beneficio de los productores de cafe (folios 85 a 88).
III.- DE LOS ARGUMENTOS DE LA MUNICIPALIDAD: La Municipalidad arguye
lo siguiente: Señala que la empresa actora sustenta el presente proceso
básicamente en el hecho de que a su criterio, la Municipalidad de Alajuela debe
tomar en consideración para el cálculo del impuesto de patentes que debe
cancelar, el monto establecido como utilidades por el artículo 95 de la Ley N°
2762, Ley sobre Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y
Exportadores de Café, el cual —según señalan- les establece un margen de
ganancia que no puede ser superior al 2,5 % del valor de las transacciones que
realicen, debiendo —a su juicio- calcularse dicho impuesto sobre la utilidad real
que percibió la empresa sobre la actividad lucrativa que efectivamente ejerció, y
no sobre sus ingresos brutos que corresponden a los ingresos de los productores
que por ley le fue impuesta en su condición de recaudador. Que la actora señala
que esa fijación deberá hacerse especialmente sobre la utilidad que por ley percibe
de ese 2.5 % del total de las ventas generadas por concepto de exportación de
café, y no sobre la totalidad de los ingresos por ventas reportadas por esa
actividad, ya que por disposición legal, puede percibir un margen legalmente
restringido de utilidades. Que la actora continúa manifestando que la base para
reajustar este tributo debe calcularse sobre los ingresos reales, o sea el ingreso
que realmente percibió CORICAFÉ. La representante Municipal señala,
seguidamente, que conforme lo ha indicado en los recursos que se han atendido
con respecto al tema, el impuesto de patente municipal tiene su fundamento
normativo en los articulos 79 y siguientes del Código Municipal.“Para ejercer
cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal
respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Dicho impuesto
se pagará durante todo el tiempo que se haya ejercido la actividad lucrativa o por
el tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se haya
realizado’... y en el caso de la Municipalidad de Alajuela, mediante la Ley de
Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela No. 8236 se estableció la
obligatoriedad del impuesto municipal, así como otras disposiciones referentes a la
base imponible, tarifa del tributo, término del tributo, etc., disposiciones que se
encuentran vigentes y deben ser aplicables sin que ninguna persona (física o
jurídica) pretenda un trato especial (principio de inderogabilidad singular de los
reglamentos). Dice que tal y como lo ha manifestado la Procuraduria General de la
República, “la razón de gravar con el impuesto de patente municipal las
actividades comerciales realizadas en un determinado cantón -como parte del
sistema de financiamiento de las municipalidades-, deriva no solamente de lo
dispuesto en el numeral 170 de nuestra Constitución, sino que -en armonía con tal
disposición- también tiene una justificación de naturaleza social, la cual supone la
necesidad de sufragar todos aquellos servicios públicos que brindan los gobiernos
locales en beneficio de la comunidad, que se traducen en mejores garantías de
seguridad, higiene, orden y ornato local, las cuales sin duda facilitan y permiten el
ejercicio de la actividad comercial lucrativa; y tal deber de contribuir con los
gastos públicos de las entidades municipales. También tiene su arraigo en los
artículos 18 y 33 de nuestra Carta Magna, en el tanto que el impuesto de patente
debe ajustarse a los principios de igualdad, proporcionalidad, racionalidad y
generalidad, que configuran los llamados principios constitucionales de justicia
tributaria material" (Dictamen No. C- 388- 2005 del 14 de noviembre del 2005).
Por su parte - dice -, en reiterada jurisprudencia, la Sala Constitucional ha
delimitado en sus características tributarias, la noción de patente municipal como
“la principal figura impositiva que tienen las Municipalidades para generar
ingresos, definiendo dicho tributo como aquel "que paga toda persona que se
dedica al ejercicio de cualquier actividad lucrativa (...) Distingue nuestra
legislación entre la licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que
habilita al particular para ejercer la respectiva actividad y el pago del impuesto,
propiamente dicho, que se denomina con el nombre de patente (...) En doctrina se
llama patente o impuesto a la actividad lucrativa, la que gravan los negocios sobre
la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista
un sistema único al respecto. (...) "Por esto es que difieren las leyes del impuesto
de patente de un municipio a otro y las bases impositivas pueden ser igualmente
variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas, a base
de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra máxima (....)” (Votos
no. 2197-92 de las 14:30 horas del 11 de agosto de 1992 y 5749-93 de las 14:33
horas del 9 de noviembre de 1993). Agrega que el impuesto de patente a favor de
la Municipalidad de Alajuela, se encuentra establecido en el artículo 1 de la Ley
No. 8236, el cual literalmente expresa: “Las personas físicas o jurídicas, que se
dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole
en el Cantón Central de Alajuela, deberán obtener licencia municipal y estarán
obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto conforme a esta Ley”. Por su
parte - dice -, los artículos 5 y 7 de la misma Ley disponen lo siguiente: “Factores
determinantes de la imposición. Establécense como factores determinantes de la
imposición, los ingresos brutos que perciban las personas físicas o jurídicas,
afectadas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa
autorizada por la licencia municipal que se produce en el cantón, durante el
ejercicio económico anterior al periodo que se grava. Además, señala que los
ingresos brutos no incluyen lo recaudado por concepto de impuesto sobre las
ventas ni otro impuesto indirecto recaudado por el patentado”. “Tarifa del tributo.
Se pagará (sic) una tarifa del cero como quince por ciento (0.15%) sobre los
ingresos brutos. Esta suma dividida entre cuatro, determinará el impuesto
trimestral por pagar. ...” Añade que es claro, por consiguiente, que el factor
determinante para el cálculo del impuesto de patentes en el Cantón Central de
Alajuela, lo son los ingresos brutos que perciban las empresas, sin que con ello se
quiera decir que el impuesto se impone sobre ese factor, pues como quedó
plenamente establecido, el impuesto de patente lo que grava es el ejercicio de una
actividad lucrativa en la localidad. La representante municipal considera
procedente, además, que se tome en cuenta lo manifestado por la Sala
Constitucional, en el sentido de que: "el ejercicio de una actividad lícita puede ser
objeto de regulaciones por parte de la Administración (así por ejemplo en
sentencias número 0143- 94, 3054-96, 6066-98, 7973-99 y 6565-99), como -por
ejemplo- lo sería la imposición de determinados requisitos o de tributos, caso del
impuesto de ventas y la obligación de la factura timbrada. A este respecto, debe
tenerse claro que la facultad impositiva del Estado está otorgada en exclusiva a la
Asamblea Legislativa de conformidad con lo dispuesto en el artículo 121 inciso 13)
de nuestra Constitución Política, de manera que se le confiere la facultad general
de imponer los impuestos y demás cargas tributarias, y de aprobar el de las
Municipalidades; de manera que se reconoce a las municipalidades su iniciativa en
la formulación, creación, modificación y extinción de los tributos municipales;
potestad de la que deriva la procedencia para gravar actividades lucrativas en su
jurisdicción territorial. Así, en la sentencia número 2197-92, de las catorce horas
treinta minutos del once de agosto de mil novecientos noventa y dos, por primera
vez este Tribunal define la patente municipal, como un impuesto por el ejercicio de
una actividad lucrativa en una jurisdicción territorial determinada, esto es, un
cantón específico; y determina sus elementos distintivos que derivan de su
especial naturaleza jurídica: 1.- la justificación de este impuesto, que deriva de la
necesidad de sufragar los costos de los servicios públicos que el particular recibe
de la municipalidad, y que implican un beneficio para los negocios y comercios,
tales como la seguridad, aseo, servicios de agua potable y luz, etc.; 2.- la
variedad en los sistemas de este tributo, que deriva de la potestad de iniciativa de
los gobiernos locales, de donde las bases imponibles serán las más variadas
dependiendo de cada cantón, en unos serán las utilidades brutas, en otros las
ventas brutas, en otros se establecerá una patente mínima, y en otros habrá una
máxima, etc., por cuanto depende de la decisión de las autoridades locales. En esa
ocasión (sentencia número 2197-92) se consideró: “Como en la acción se
cuestiona la aplicación del llamado impuesto de patente -con el que se grava a
toda actividad lucrativa que se ejerza en el cantón de Buenos Aires (artículos 96 y
98 del Código Municipal)- , concretamente al que se cobra a la producción de piña,
resulta imprescindible señalar algunas notas de importancia acerca de esa
materia. Distingue nuestra legislación entre la licencia propiamente dicha, que es
el acto administrativo que habilita al particular para ejercer la respectiva actividad
y el pago del impuesto, propiamente dicho que se denomina con el nombre de
patente. La principal justificación teórica para imponer este tipo de tributo, es la
ya tradicionalmente en el ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la
imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular
recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades
lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se ven
altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la actividad municipal
en general, por lo que deben contribuir con el Gobierno local. En doctrina se llama
patente al impuesto o a la actividad lucrativa, a los que gravan a los negocios
sobre la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que
exista un sistema único al respecto. Por el contrario, los sistemas de imposición de
este tributo, son los más variados, pero sí tienen ciertas caracteristicas que les
son comunes. Por esto es que difieren de las leyes del impuesto de
patentes (sic) a otro y las bases impositivas, pueden ser igualmente
variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas,
a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra
máxima.” (énfasis suplido) Resolución no. 2003-15391. También considera
importante que se tome en cuenta lo establecido por la Sala Constitucional en el
voto No. 1999- 06991 de las 16:33 horas del 08 de setiembre de 1999, en donde
ese órgano constitucional conoció una acción de inconstitucionalidad planteada en
contra de la Ley de Patentes de la Municipalidad de San José al cual se
apersonaron como parte interesada la Asociación Costarricense de Expendedores
de Combustible, quienes - según afirma -, se encuentran en una situación similar
a las empresas exportadoras de caté, en donde existe una actividad declarada
como un servicio público, y establece además un margen de utilidades legalmente
establecidas (Decreto ejecutivo 24861-MINAE, Reglamento para la Regulación del
Sistema Nacional de Combustibles). Agrega que en este caso, la Sala
Constitucional llegó a la siguiente conclusión:
"VI.-Situación de los expendedores de gasolina.- Tal y como ha quedado analizado
en los considerandos anteriores, la Sala no advierte que los artículos 5 y 7 de la
Ley del Impuesto de Patentes, con el que se gravan el ejercicio de las actividades
lucrativas en el Cantón Central de San José, número 5694 y sus reformas, en
cuanto establecen como factor determinante de la imposición las ventas o ingresos
brutos, sea contraria al orden constitucional. Ahora bien, en lo que atañe a la
aplicación de la normativa cuestionada a los expendedores de combustibles, se
debe examinar su caso particular a la luz de los alegatos. En el expediente hay
información valedera que define el sistema: el expendio de gasolina es un servicio
público, el expendedor percibe una suma fija por cada litro vendido (margen de
utilidad), que lo fija la ARESEP (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos).
Se afirma que los factores de determinación del impuesto no pueden ser las
ventas o ingresos brutos que se perciban en el período a gravar, porque en el
volumen de esos factores, en el caso de los vendedores de combustibles, solo una
ínfima cantidad, comparada con el precio final que paga el consumidor, es
actividad del expendedor; el resto, es parte del precio que pertenece al Estado. Es
de lo anterior que resulta que a falta de una norma expresa de excepción —no
alegada en este caso-, la aplicación de los principios generales de los artículos 5 y
7, resultarían desproporcionados para los expendedores de combustibles, por los
efectos de la aplicación de las normas a la actividad específica (artículo 3 de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional). Ante este supuesto, se tendría que concluir.
excepcionalmente, puesto que no es una constante que se presente en acciones
de inconstitucionalidad, en que las normas del impuesto no son en sí mismas
inconstitucionales, pues no son ellas las que impactan directamente sobre esa
actividad comercial, sino que los efectos neqativos se derivarían del régimen de
regulación que administra ARESEP, porque es el que define el sistema especial de
funcionamiento, definiendo los márgenes de utilidad; pero en su justo contenido,
éste tampoco resulta inconstitucional, si se le mira desde la perspectiva que se
está examinando en esta acción. En efecto, en relación con la Ley 7593 (Ley de la
Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, ARESEP), según la cual el
expendio de combustibles es un servicio público y el margen de utilidad que
perciben los expendedores de combustible es fijado por esa entidad, no es en sí
misma inconstitucional. Y tampoco lo es el Decreto Ejecutivo 24861-MINAE,
Reglamento para la Regulación del Sistema Nacional de Combustibles, que en su
artículo 3 declara que el expendio de combustibles es un servicio público. En
efecto, la Sala no advierte que esas regulaciones de una actividad y el
establecimiento por parte del legislador de la misma como un servicio público,
sean contrarias al Derecho de la Constitución; por el contrario, el legislador en el
uso de sus facultades puede establecer este tipo de regulaciones. Ahora bien, en
el caso concreto, resulta evidente que una actividad como el expendio de
combustibles, que por el régimen especial de operación de monopolio estatal, se
establece una suma fija de utilidad, se encuentra en una situación jurídica diversa
de aquellas actividades lucrativas en que esa intervención estatal es inexistente,
de manera que si se le aplican a ellos los mismos principios generales que
determinan el impuesto que deban pagar, eventualmente se violarla el principio de
igualdad. De lo dicho hasta ahora, en el plano puramente hipotético, existiría una
desigualdad de trato frente a un régimen unitario de imposición. Pero en realidad,
el reproche de constitucionalidad lo estructura la “Asociación Costarricense de
Expendedores de Combustible”, a partir de ciertas premisas, como se han
resumido en el resultando 7 de esta sentencia, alegando “que al estipular el
artículo 5 de la Lev impugnada que el impuesto se calculará con base en los
ingresos brutos y que únicamente se permite deducir el impuesto de ventas se
obliga al contribuyente a pagar impuesto sobre impuestos, contraviniéndose así
todo principio de razonabilidad y proporcionalidad”. Desde esta perspectiva y como
reiteradamente se alegó en la audiencia oral celebrada el veintiuno de mayo de
mil novecientos noventa y ocho (folio 105), la situación de los expendedores de
combustible sería distinta, si el pago de los impuestos municipales de patente,
pudieran incorporarse en el costo de operación, lo que les había sido negado
consistentemente por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, Sin
embargo, en el expediente se incorporó con un escrito presentado por la
Municipalidad de San José, un dictamen de la ARESEP en el que varía su criterio y
declara que el pago de los impuestos municipales serán deducibles como costo de
operación o lo que es lo mismo, que podrá integrar el costo para determinar el
precio de venta del combustible al consumidor. Así las cosas, a juicio de la Sala
desaparece la causa del desajuste en la aplicación del impuesto a los agremiados
de la Asociación coadyuvante y en consecuencia, hace que la acción, en este otro
extremo, sea también improcedente. Esto implica, por los efectos erróneos en la
aplicación individual de una norma, que pueda eventualmente existir
responsabilidad del Estado frente a los expendedores de combustible, lo que
deberá ser reclamado, si se estima procedente, en la vía jurisdiccional
correspondiente. VII.- Conclusión.- En razón de todo lo dicho, a juicio de la Sala
los razonamientos esgrimidos en la acción no son de recibo a favor de la
inconstitucionalidad alegada y el tema de la capacidad contributiva resulta
inaplicable al caso, puesto que tratándose de un impuesto al que se le da el
carácter de indirecto y como tal, transferible al consumidor, el mismo no incide
sobre los sujetos que ejercen actividades lucrativas, por lo que resulta innecesario
ahondar en el tema y con fundamento en lo expresado, la acción resulta
improcedente y debe ser declarada sin lugar, como en efecto se dispone.”
(subrayado suplido).
Seguidamente, la representante municipal señala que en el caso de los
productores de café, tal y como ya advirtió al contestar el HECHO SEXTO, el inciso
d) del punto 1 del artículo 57 de la Ley No. 2762 “Ley sobre Régimen de
Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café”, establece
que dentro de la forma en que la Junta Directiva del Instituto del Café calcula el
precio que el beneficiador paga a sus clientes por el café recibido, se toma en
consideración el "Detalle de las tasas e impuestos pagados” por la empresa,
dentro de los cuales se incluye el impuesto de patente, y en caso de que no sea
así, se trata de una situación totalmente ajena a la Municipalidad de Alajuela, e
imputable únicamente a la Junta Directiva del Instituto Nacional de Café y/o a las
propias empresas exportadoras de café que no han utilizado el beneficio que la
norma les otorga. Finalmente señala que en términos penales, podríamos afirmar
que existe un “atenuante” que opaca la supuesta gravedad de utilizar como factor
determinante del tributo los ingresos brutos, pues como bien lo indicó la Sala
Constitucional, el impuesto de patente, puede ser deducible -en este caso- como
un costo de operación de la empresa CORICAFÉ S.A. (según el inciso d) del punto
1 del articulo 57 supra citado), por ser además este, un impuesto de carácter
indirecto, sea transferible - en este caso al productor de café -. Consecuentemente
- dice -, no incide sobre las actividades lucrativas que ejerce la actora (fs. 100105).
IV.-PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA: Conviene transcribir de previo lo
que la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia ha señalado - en lo
conducente - sobre el principio de legalidad tributaria, de cara a lo que más
adelante se dirá, sobre los elementos del tributo, particularmente sobre el hecho
generador de la relación tributaria y su base de cálculo. Así, sobre dicho principio,
dicha Sala ha considerado: "III.- Principio de legalidad tributaria. (...) Los
tributos y sus excepciones están cubiertos por el principio de reserva de ley, según
el cual, corresponde al legislador, su creación, modificación y extinción. Este
principio es denominado como “legalidad tributaria”. A nivel constitucional,
encuentra su fundamento en la letra del numeral 121 inciso 13 de la Carta Magna
que asigna a la Asamblea Legislativa la atribución exclusiva de “establecer los
impuestos y contribuciones nacionales, y autorizar las municipales.” Dicha norma
ha sido objeto de desarrollo legal, para establecer con claridad y precisión los
alcances y cobertura del citado postulado. Así, en el artículo 5 del Código de
Normas y Procedimientos Tributarios se dispone con claridad: “En cuestiones
tributarias solo la ley puede : a) Crear, modificar o suprimir tributos; definir el
hecho generador de la relación tributaria ; establecer las tarifas de los
tributos y sus bases de cálculo ; e indicar el sujeto pasivo; b) Otorgar
exenciones, reducciones o beneficios; (...) ” Precepto que encuentra plena
armonía con el canon 124 de la Ley General de la Administración Pública, en tanto
dispone: “Los reglamentos, circulares, instrucciones y demás disposiciones
administrativas de carácter general no podrán establecer penas ni imponer
exacciones, tasas, multas ni otras cargas similares.” Por su parte, el numeral 4
ibidem define el tributo como las prestaciones en dinero, sean impuestos, tasas o
contribuciones especiales, que el Estado, en ejercicio de su poder de imperio,
exige con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de sus fines. Las
características de cada uno de esos tipos, son desarrollados por ese mismo
precepto. Esta Sala, por lo demás, en diversos pronunciamientos, con apoyo en
las disposiciones 5 y 6 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, ha sido
enfática en respetar el principio de legalidad tributaria. Por tal motivo se ha
destacado la imposibilidad de crear tributos o exenciones por vía distinta a la de la
ley expresa (entre otras, no. 5 de las 15 horas 30 minutos del 5 de enero del
2000). Este postulado implica por ende no solo la unidad del sistema tributario en
general, sino a la vez, la seguridad y certeza jurídica en materia impositiva, en
tanto el contribuyente puede advertir y conocer con la debida antelación y con la
precisión suficiente, el alcance y contenido de las obligaciones fiscales, lo que le
resulta relevante para conocer el régimen de sujeción, hecho imponible, base de
cálculo, tarifa, entre otros elementos del gravamen. Cabe precisar que además
infiere un ámbito material, dentro del cual, se establecen los
componentes del tributo que necesariamente, deben ser creados por ley
expresa. Se trata de los componentes esenciales y determinantes del
tributo, los que forzosamente, deben ser establecidos por el legislador.
Entre estos elementos, se encuentran, de manera indefectible, el hecho
generador, el sujeto pasivo, la base imponible, la tarifa del tributo, así
como período de cobro, según sea progresivo o instantáneo. La
intervención de la ley por ende, es imperiosa en todos aquellos puntos que afectan
los derechos y garantías del particular frente a la Administración Tributaria.
Escapan de su rigurosidad los componentes meramente procedimentales, tales
como mecanismos de recaudación, tramitación, entre otros. No obstante, en
cuanto a la tarifa, el Tribunal Constitucional ha establecido la posibilidad de una
delegación legislativa, claro está, mediante una ley que establezca de antemano
los límites en que este ejercicio puede realizarse. Es el caso del impuesto selectivo
de consumo. De allí que la reserva de ley referida pueda calificarse como
“relativa”, según lo ha ratificado en varios de sus pronunciamientos dicha Sala,
entre otros en las resoluciones nos. 8271-2001, 8580-2001 y 5504-2002. Dentro
de esta concepción, las exenciones y en general los beneficios tributarios, deben
ser igualmente creados mediante ley, en la que corresponde incorporar, para
claridad aplicativa, el supuesto de hecho o el hecho generador del beneficio fiscal.
En esta dirección, el párrafo inicial del ordinal 62 del Código de Normas y
Procedimientos Tributarios dispone: “La ley que contemple exenciones debe
especificar las condiciones y los requisitos fijados para otorgarlas, los
beneficiarios, las mercancías, los tributos que comprende, si es total o parcial, el
plazo de su duración, y si al final o en el transcurso de dicho período se pueden
liberar las mercancías o si deben liquidar los impuestos, o bien si se puede
autorizar el traspaso a terceros y bajo qué condiciones.” (énfasis suplido,
sentencia No. 000399-F-2006, de las 10:40 horas del 28 de junio del 2006).
V.-SOBRE EL FONDO: En autos tenemos que la empresa CORICAFE S.A. reportó
para el período fiscal 2005 la cantidad de ¢12.423.687.975,60 (doce mil
cuatrocientos veintitres millones, seiscientos ochenta y siete mil novecientos
setenta y cinco colones con sesenta céntimos) por concepto de "ingresos por
ventas", suma compuesta de: ventas de café de exportación, por
¢11.183.105.102,90 (once mil ciento ochenta y tres millones, ciento cinco mil
ciento dos colones con noventa céntimos), y ventas café consumo nacional, por
¢1.240.582.872,70 (mil doscientos cuarenta millones, quinientos ochenta y dos
mil, ochocientos setenta y dos colones con setenta céntimos); y por utilidad neta antes del impuesto sobre la renta -la suma de ¢9.295.516,57 (nueve millones
doscients noventa y cinco mil quinientos diecieseis colones con cincuenta y siete
céntimos). Ahora bien, en relación con la determinación del Impuesto de Patente
según Ley 8236, para el período 2006, dicha empresa declaró "Ventas o
ingresos brutos del último año fiscal", por ¢467,340,040 (cuatrocientos
sesenta y siete millones, trescientos cuarenta mil, cuarenta colones), para lo cual
anexó una carta, en la cual, tras citar el texto del artículo 95 de la 2762, expresó,
básicamente, que el monto total de las ventas de café para el periodo fiscal 2005
ascendieron a un monto de ¢12,423.687.975, que al aplicar el margen de utilidad
del 2.5 %; establecido en dicho artículo 95, genera una utilidad bruta de
¢310,592.199; pero al ser la utilidad bruta real de ¢467.340.040; este era el
monto que asumía para efectos de declarar el impuesto de patente para el año
2006. No obstante, mediante Oficio No. 027- ROP- 06 del 13 de marzo de 2006, la
Administración Tributaria de la Municipalidad de Alajuela le comunicó, en lo de
interés, que de conformidad con la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón
Central de Alajuela y luego de recibir la informaciòn de los ingresos brutos de la
actividad del último año fiscal, y de acuerdo con los mismos, le había
recalificado de oficio el impuesto de patente municipal, por lo que el nuevo
monto a pagar trimestralmente para el 2006 ascendía a ¢4.658.882,99, y que
dicha suma respondía al cálculo del 0.15 % de dichos ingresos, dividido entre los 4
trimestres del año. Asimismo, mediante Oficio No. 150-P-06 del 14 de marzo de
2006, dicha Administración le comunicó, en lo de interés, que en cuanto al pago
del impuesto para el año 2006, y según los términos del oficio 027-ROP- 06 antes
citado y cumpliendo los términos, procedimientos y plazos de la citada Ley 8236,
le había recalificado de oficio el monto trimestral del impuesto según los
ingresos brutos de la actividad del último año fiscal, por lo que el nuevo
monto del impuesto de patente para el año 2006 era de ¢4.658.882,99, (cuatro
millones seiscientos cincuenta y ocho mil ochocientos ochenta y dos colones con
noventa y nueve céntimos). Mediante el presente proceso se impugna la fijación
de impuesto de patente efectuada mediante dichos actos y la resolución del
Concejo Municipal de dicho gobierno local, número DR-1797-SM-06 de 9 de
noviembre de 2006, de la sesión ordinaria 44-06 del 31 de octubre de 2006., que
declaró sin lugar el recurso de oposición, y agotó la vía administrativa. Si bien se
mira, la principal pretensión de fondo es para que se ordene a la Municipalidad el
reajuste del impuesto de patente comercial cargado a Coricafé S.A. para el período
2006, a fin de que lo calcule sobre los ingresos por ventas brutas de la
empresa, pero tomando en cuenta los ingresos reales generados por la
empresa - por ser su actividad lucrativa principal de exportación de café,
y las otras actividades lucrativas que ejerce - y en especial sobre el ingreso
real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con
la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió como utilidad máxima fijada
por ley . Para lo cual alega, en resumen, que la Municipalidad calculó el impuesto,
improcedentemente, sobre el monto reportado por concepto de ventas. Que en
virtud de la actividad que ejerce, para la cual la ley 2762 le impone un margen
de utilidad máxima , el impuesto debe gravar esta utilidad y no lo reportado
por ventas de cafe de exportación, como si se tratase de actividades comerciales
comunes. Que el hecho generador es imponer un impuesto a aquellas personas
que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier
índole; y por lo tanto, el ejercicio de la actividad lucrativa y no las rentas que se
hayan generado. Que la empresa tiene como principal actividad lucrativa la
exportación de café; pero por ley 2762, solo puede percibir utilidades sobre
un margen legalmente restringido ; lo cual implica que en esa actividad
especial - que ejerce cuando exporta café -, el margen sobre el cual puede
lucrar o percibir ganancias está previamente limitado (art. 95de dicha ley); que
solo puede disponer de un máximo de 2.5 % sobre las exportaciones
totales, mientras que el resto de ingresos percibidos corresponden a otros sujetos
de la relación cafetalera. Que no podría percibir utilidades - lucrar - sobre el
restante 97. 5 % de lo que generó por sus ventas de exportación O sea, que sobre
las ventas por exportación generadas en un período la ley solo le permite
utilidades por el 2.5 %, mientras que el resto de las utilidades corresponden a
los productores (88.5 %) y beneficios (9 %). Que de mantenerse la fijación se
vería gravada una utilidad total - de lo exportado - de la cual solo puede
disfrutar el 2.5 %, desviándose así dicha imposición del hecho generador que lo
motiva. Que de mantenerse el cálculo, bajo el mismo criterio errado, resultaría
totalmente confiscatorio, poniéndola en desventaja con respecto a otros
contribuyentes, quienes, pudiendo disponer de una utilidad irrestricta, deben
pagar en esa proporción, mientras que la actora debe asumir grandes gastos
de forma excesiva, sobre dinero del cual no puede disfrutar. Que se le
causa un grave perjuicio pues la Municipalidad califica el impuesto sobre
actividades que por ley la empresa debe ejercer y no sobre la actividad
lucrativa propia que como exportador ejerce. Que la Municipalidad estaría
realizando eventualmente un cobro duplicado si grava por un lado lo que la
actora percibe por ley, sea el 2.5 %, pero además le grava el impuesto sobre
el restante 97.5 % de utilidades brutas , y probablemente grava sobre ese
mismo dinero que se percibió, y luego se distribuyó a otro contribuyente, llámese
beneficio o productor, que se ubique en el mismo cantón. Finalmente, que la base
imponible resulta fácilmente determinable pues se puede establecer el monto
que la actividad propiamente de exportación de cafe representa para la
actora y por otra parte, el monto que por ley debe retener en beneficio de
los productores de cafe (énfasis suplidos por el Tribunal). Como se verá, tales
reparos no son de recibo . En cuanto a la Ley 2762, sobre el Régimen de
Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café, ciertamente
los artículos 95, 96, 97, 98, 99 y 100, del TITULO SEGUNDO,"De las relaciones
entre beneficiador y exportador", del CAPÍTULO V, "De la utilidad para el
exportador", establecen lo siguiente:
"Artículo 95.- La utilidad neta para el exportador por su intervención en el negocio
no podrá ser mayor de un dos y medio por ciento del valor de la transacción,
cuando compre asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener
confirmación de la venta en el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre la
misma base, cuando actúe como simple intermediario."
"Artículo 96.-La oficina del Café llevará un control que le permita confronta los
precios consignados en los contratos registrados entre beneficiador y exportador,
con sus correspondientes contratos definitivos de venta en el exterior a que este
Titulo se refiere, y hará de oficio las rectificaciones pertinentes, cuando la
diferencia entre ambos precios sobrepase los porcentajes de utilidad máxima aquí
establecidos."
"Artículo 97.- La certificación de la Oficina del Café, pro la que resulte que el
exportador ha obtenido mayores utilidades de las que esta ley autoriza, y hasta
por el monto percibido de más por el exportador, tendrá carácter de título
ejecutivo en favor del beneficiador."
"Artículo 98.- La Oficina del Café queda facultada para reglamentar y establecer
un límite máximo a los gastos reconocidos al exportador."
"Artículo 99.-Es deber de la Oficina del Café investigar por todos los medios a su
alcance, la veracidad de los precios pactados entre las casas exportadoras y sus
compradores o corresponsales en el exterior.
"Artículo 100.- Los traspasos o cesiones de contratos entre exportadores están
sujetos a las mismas disposiciones contenidas en el presente Título, y en ningún
caso, la suma de las utilidades para las casas exportadoras que participen en una
transacción de este tipo, podrá sobrepasar la ganancia neta que aquí se
establece."
De esas disposiciones se deriva la existencia, en lo de interés, de un porcentaje
máximo de utilidad neta para el exportador de café, por su intervención en el
negocio, del 2.5 % del valor de la transacción, cuando compra asumiendo el
riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en el
exterior. Vale decir, cuando actúa por su propia cuenta y riesgo y no como simple
intermediario. Que el denominado valor de la transacción no es sino la
diferencia entre el precio de compra del café a los beneficiadores, en el interior y
el precio de venta a los compradores, en el exterior. Que esa diferencia - o
ganancia - entre el precio de compra y venta puede eventualmente ser mayor al
2.5 %, pero la utilidad neta para el exportador no puede ser mayor de un 2.5 %.
Ahora bien, la actora pretende, básicamente, y en lo de interés, que la tarifa del
impuesto de patente municipal se le aplique, para el período 2006 - y a futuro -,
sobre la utilidad bruta real generada, o sea, sobre el monto resultante al aplicar
ese porcentaje de 2.5 % de utilidad o ganancia, por su intervención como
exportadora, de acuerdo con la Ley 2762, sobre el Régimen de Relaciones entre
Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café. Sin embargo, tal y como se
verá, tal pretensión resulta improcedente, en virtud del principio de legalidad y/o
de reserva legal en materia tributaria, por resultar contrario a los elementos
esenciales del tributo establecidos en la Ley 8236 - Ley de Impuesto Municipales
del Cantón de Alajuela -, en tanto establece, expresamente, que la tarifa debe
aplicarse sobre los ingresos brutos que perciban los patentados, generados en el
ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, con la sola
exclusión de lo recaudado, en su caso, por el impuesto sobre las ventas u otro
impuesto indirecto; ingresos brutos que, en este caso, no son sino los
correspondientes al monto total de las ventas de cafe, para el período fiscal 2005,
y que según lo reportado por la propia empresa actora, ascendieron a
¢12.423.687.975; y en modo alguno al monto representado por la ganancia o
utilidad del 2.5 %, que establece la Ley 2762, por su intervención como
exportadora. Máxime que se trata de leyes sobre materias distintas. En efecto,
luego de analizar los expedientes -administrativo y judicial, los hechos probados,
los alegatos de las partes y la normativa vigente, el Tribunal estima que la parte
actora no lleva razón en sus apreciaciones, por subyacer, en ellas, un criterio
erróneo sobre el sistema de cálculo del impuesto municipal, que no lo es,
evidentemente, sobre utilidades o ganancias, así sean brutas, sino sobre el ingreso
bruto, puro y simple, que desde luego no tiene relación directa con las utilidades
de la actividad. Y por ende, por subyacer también, un criterio igualmente erróneo
sobre la naturaleza del hecho generador del impuesto, que lo es sencillamente por
dedicarse al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole
en el cantón; y en modo alguno por las rentas y/o sobre las rentas - en el sentido
de lucro o ganancias - obtenidas en el ejercicio de esas actividades. El artículo 79
del Código Municipal establece en lo conducente - y en congruencia con lo
señalado-, que "Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo que se haya
ejercido la actividad lucrativa o por el tiempo que se haya poseido la licencia,
aunque no se haya realizado..." . Es claro, por consiguiente, que el factor
determinante para el cálculo del impuesto de patentes en el Cantón Central de
Alajuela, lo son los ingresos brutos que perciban las empresas, sin que con ello se
quiera decir que el impuesto se impone sobre ese factor, pues el impuesto de
patente lo que grava es el ejercicio de una actividad comercial y/o lucrativa en la
localidad. Al tal efecto podemos tener, como marco general, de entrada, lo
considerado por la Sala Constitucional al evacuar la consulta legislativa facultativa
de constitucionalidad, precisamente respecto del proyecto de "Ley de Impuestos
Municipales del Cantón Central de Alajuela". Los motivos de esta consulta fueron,
básicamente, que mediante el citado proyecto la Asamblea Legislativa "...autoriza
la creación de un impuesto municipal que grava las actividades lucrativas que se
ejerzan en el cantón. El artículo 5 del proyecto establece como base para calcular
el tributo los ingresos brutos que perciban las personas afectas al impuesto. El
artículo 7 fija el monto del impuesto en un 0,5 % sobre los ingresos brutos. Los
diputados consultantes dudan de la constitucionalidad de fijar esa base de cálculo
por dos razones. Por un lado, consideran que podría violar el principio de igualdad
tributaria, pues el ingreso bruto no tiene relación directa con las utilidades de la
actividad. Así, por ejemplo, dicen, dos actividades con igual ingreso bruto pero
tasas de rentabilidad neta distintas, una con un 50% y otra con 10%, pagarán
igual, aunque el peso del impuesto sea mucho mayor para la de menor
rentabilidad. Igualmente se puede dar el caso de que en igualdad de ganancias
netas, una empresa pague más (por ser mayor su ingreso bruto) que otra. Por
otra parte, consideran los diputados que el cálculo de impuestos sobre el ingreso
bruto podría resultar confiscatorio. Que haya ingreso bruto, razonan, no implica
que haya ganancias; podría darse el caso inclusive de que haya pérdidas. En estos
casos, el impuesto podría privar a los administrados de una porción importante de
las ganancias." ; pero la Sala Constitucional consideró, básicamente, lo siguiente:
"... que la fijación del impuesto municipal sobre la base de los ingresos brutos no
es inconstitucional. (...) existe la posibilidad de establecer distintos sistemas de
cálculo a criterio de la municipalidad. El cálculo con base en los ingresos brutos en
sí mismo no genera desigualdad porque a todos los munícipes se les calcula el
monto del impuesto con base en el mismo criterio. Podría no ser éste el mejor
criterio, pero la decisión es un asunto que depende de la política municipal. Si en
relación con todos los impuestos se examinan las circunstancias particulares de
cada persona, se podría topar con situaciones en que un impuesto puede de hecho
resultar proporcionalmente más gravoso a unas personas que a otras, lo cual no
hace inconstitucional el tributo. Será la situación contable con base en la cual se
determine el monto a pagar la que origine las diferencias, pero no la ley en sí
misma. Igualmente, no es de recibo la tesis de que se debe calcular el impuesto
sobre la renta líquida, pues no se trata del impuesto sobre la renta. En este último
caso lo que efectivamente se gravan son las utilidades, pero en el impuesto
municipal no es así: lo que se grava es el ejercicio de una actividad lucrativa en un
cantón, independientemente de si esa actividad genera o no utilidades. Por otra
parte, el impuesto tampoco resulta confiscatorio, puesto que se trata de un
impuesto del 0,15 % por ciento. Ese porcentaje equivale a 1,5 colones por cada
1.000,00 de ingreso, lo cual no considera esta Sala que sea ni desproporcionado ni
confiscatorio. ..."(resolución 2001-12993, de las 14:36 horas del 19 de diciembre
de 2001). Ahora bien, en cuanto al hecho imponible, base de cálculo y tarifa del
impuesto, los artículos 1, 5 y 7 de la Ley No. 8236 Ley de Impuesto Municipales
del Cantón de Alajuela, establecen, en efecto, lo siguiente:
"Artículo 1º—Obligatoriedad del impuesto y hecho generador. Las personas
físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales
y/o lucrativas de cualquier índole en el cantón Central de Alajuela, deberán
obtener licencia municipal y estarán obligadas a pagar a la Municipalidad un
impuesto, conforme a esta Ley."
"Artículo 5º—Factores determinantes de la imposición. Establécense como
factores determinantes de la imposición, los ingresos brutos que perciban
las personas, físicas o jurídicas, afectas al impuesto, generados en el
ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, que
se producen en el cantón Central de la provincia de Alajuela durante el
ejercicio económico anterior al período que se grava. Los ingresos brutos
no incluyen lo recaudado por concepto de impuesto sobre las ventas ni
otro impuesto indirecto recaudado por el patentado, salvo los casos en que
esta Ley determine un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto de
patentes.
En el caso de los establecimientos financieros y de correduría de bienes muebles e
inmuebles, se consideran como ingresos brutos los percibidos por concepto de
comisiones e intereses."
"Artículo 7º—Tarifa del tributo. Se aplicará una tarifa del cero coma quince
por ciento (0,15%) sobre los ingresos brutos . Esta suma dividida entre
cuatro, determinará el impuesto trimestral por pagar. El impuesto anual así
determinado se pagará en cuatro tractos trimestrales. A los contribuyentes que
realicen el pago total del impuesto dentro de los primeros tres meses de cada año,
se les aplicará un descuento igual al diez por ciento (10%)."
Lo desarrollado sobre el principio de legalidad tributaria es aplicable para la
globalidad de los elementos del tributo, incluido, claro está, la base imponible, la
que, definida por el legislador, constituye el parámetro sobre el cual se aplicará la
tarifa para obtener el aporte real a la Hacienda Municipal. Desde este plano, la
fórmula de consignación de esta fuente de cálculo debe ser lo más diáfana posible,
para evitar imprecisiones en su aplicación. En todo caso, sobre los extremos que
cubre este elemento, es de total aplicación la regla interpretativa de que
solamente estarán excluidos en su ámbito de cobertura (base de cálculo), los
aspectos que de forma expresa hayan sido excluidos por norma jurídica aplicable.
Pues bien, de las precitadas disposiciones legales se desprende, como ya
señalamos, que la base para calcular el tributo municipal son los ingresos
brutos, puros y simples, vale decir, sin costos, gastos ni deducciones, con la sola
exclusion de lo recaudado por el impuesto sobre las ventas u otro impuesto
indirecto. Es decir, sin relación directa con las utilidades de la actividad. Y
también, que el hecho generador del tributo - se da por el simple hecho de
dedicarse al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole
en el cantón; y en modo alguno por las rentas y/o sobre las rentas - en el sentido
de lucro o ganancias - obtenidas en el ejercicio de esas actividades. En otras
palabras, se da por una situación de hecho, consistente en dedicarse al ejercicio
de una actividad comercial y/o lucrativa, mas no por la actividad comercial y/o
lucrativa, en sí misma, ni tampoco por la utilidad o ganancia producidas en el
ejercicio de esas actividades. De ahí que el hecho de que en la Ley 8236 se hable
de los ingresos brutos que perciban las personas, afectas al impuesto,
generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia
municipal, no significa, como parece entenderlo la actora, que tales ingresos sean,
o deban ser, los obtenidos - a título de lucro o ganancia, así sea bruta -, o los
ingresos que efectivamente entran como ganancias, en el ejercicio de la actividad
lucrativa. Es más, los artículos 8 y 13 de la Ley 8236 establecen, respectivamente,
que en caso de duda sobre la información suministrada en el formulario del
impuesto, los inspectores o recaudadores del impuesto pueden solicitar al
contribuyente la presentación de la declaración de la renta; asimismo, que la
Municipalidad puede verificar, ante la Dirección General de Tributación, la
exactitud de los datos suministrados y si comprueba que existe alteración, hará la
recalificación correspondiente; y que, cuando sea dicha Dirección la que recalifique
algún monto de los ingresos brutos , debe comunicarlo, de oficio, a la
Municipalidad para lo que corresponda. Lo cual confirma que no se trata de un
tributo sobre los beneficios, rentas o utilidades - así sean brutas-, ni sobre el lucro
o las ganancias, resultado de la actividad lucrativa; sino simplemente sobre los
ingresos y/o entradas brutas, puras y simples, sin mención alguna a costos,
gastos ni deducciones -, con la sola exclusión de lo recaudado por el impuesto
sobre las ventas u otro impuesto indirecto. Dicho en otros términos, si bien la Ley
2762 establece o impone a la actividad lucrativa - de exportación de café- un tope
máximo de utilidad neta; el caso es que el hecho generador de la ley 8236 no
establece el tributo de patente municipal por y/o sobre la actividad lucrativa
ejercida, en sí, sino por la sola circunstancia de dedicarse al ejercicio de
actividades comerciales y/o lucrativas, y su base de cálculo y tarifa se impone y
aplica sobre el ingreso bruto, puro y simple, sin relación directa con las utilidades
de la actividad; sin más exclusión que lo recaudado por el impuesto sobre las
ventas u otro impuesto indirecto. De ahí que la frase "... ingresos brutos que
perciban las personas, físicas o jurídicas, afectas al impuesto, generados
en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia
municipal, ..." puede y debe ser entendida, simplemente, en el sentido de
ingresos brutos generados con ocasión del ejercicio de la actividad lucrativa; y no
como la ganancia o lucro resultantes de la actividad lucrativa, máxime que la ley
8236 no habla de "beneficios " o "rentas" brutas sino simplemente de "ingresos"
brutos; ni tampoco, de un porcentaje de utilidad sobre el total de entradas. Y,
tampoco determina, en lo que ahora interesa, un procedimiento diferente para
fijar el monto del impuesto. Es decir, no establece que en el caso de los
establecimientos de exportación de cafe, se considerarán como ingresos brutos los
percibidos por concepto "De la utilidad para el exportador", cual es el concepto
establecido en la ley 2762. Ni tampoco, que los ingresos brutos no incluyen (y/o
excluyen) lo recaudado por los exportadores de café "como agentes recaudadores
de ingresos (por utilidades) de los beneficios y los productores". Es más, dentro de
las actividades gravadas genéricamente, ni en los casos en que la Ley 8236
determina un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto, se
establece - expresa ni tácitamente -, específicamente, como caso aparte, la
actividad lucrativa de exportación de cafe, y mucho menos, que el monto del
impuesto deba fijarse, en ese caso, tomando en cuenta las obligaciones que
impone la ley 2762, o bien, que la base imponible deba determinarse, por un lado,
sobre el monto que la actividad propiamente de exportación de cafe representa
para las casas exportadores y por el otro, sobre el monto que por ley deben
retener en beneficio de los beneficios y/o productores de cafe. De modo que en
virtud del principio de legalidad y/o de reserva legal, en materia tributaria, en
especial por lo establecido en el artículo 5 inciso a) del Código de Normas y
Procedimientos Tributarios, no es posible acceder a lo pretendido. Si bien se mira
se trata de circunstancias particulares diametralmente distintas. Correspondientes
a dos leyes sobre materias igualmente distintas. Insistimos, el artículo 95 de la
Ley 2762 habla de la utilidad -o ganancia - neta para el exportador por su
intervención en el negocio. Mientras que los artículos 5 y 7 de la Ley 8236 hablan,
el primero, de los ingresos brutos que perciban las personas , afectas al impuesto,
generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia
municipal; y el segundo, que la tarifa del tributo se aplicará sobre los ingresos
brutos; y en modo alguno de la utilidad neta que perciban las personas, afectas al
impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la
licencia municipal; y mucho menos, que la tarifa del tributo se aplicará sobre la
utilidad neta. De modo que el citado criterio - de fijación de la utilidad o ganancia
neta para el exportador por su intervención en el negocio - no puede ni debe
considerarse, mucho menos por simple interpretación, para la fijación o imposición
del impuesto de patente, por tratarse de planos, conceptos y bases diferentes. Por
lo que resulta improcedente ampliar, por intepretación, los efectos de la norma a
extremos que ella no contempla, ni que deriven de su contenido. Es más, si bien
se mira, los propios artículos citados de la ley 2762 presuponen unos ingresos
brutos del exportador - por sus operaciones de compra y venta de cafe para la
exportación - representados, en este caso, por ingresos por ventas de cafe de
exportación, distintos, como ya explicamos, a la base de cálculo de los porcentajes
del 2.5 % y/o 1.5 % - de utilidad neta para el exportador de café, del artículo 95.
De donde se deduce, al menos a los efectos de la ley 8236, que los ingresos
brutos - por las exportaciones de cafe - están constituidos por el monto total de
ventas de cafe de exportación. Al igual que los ingresos brutos - por el café para
consumo nacional - están constituidos por el monto total de las ventas de café
para el mercado nacional. Cierto que la utilidad (neta) no equivale, en el primer
caso, a la totalidad de ingresos (brutos) por el criterio de reparto y/o de utilidad o
ganancia neta, de la ley 2762, pero la ley 8236 no distingue, entre una y otra
cosas - es decir, no alude a dichos criterios de utilidad -, y no cabe distinguir
donde la ley no lo hace. En síntesis, es un impuesto cuya base de cálculo y tarifa
se aplican, simplemente, sobre los ingresos brutos, puros y simples, con la sola
excepción - exclusión - del impuesto de ventas u otro impuesto indirecto. De ahí
que la ley 8236 no resulta incongruente con el art. 95 de la Ley 2762.
Simplemente aluden a circunstancias particulares distintas, pues el concepto de
"ingresos brutos" no es sinónimo de rendimientos netos o "utilidad neta". Es más,
cabe señalar, pero tan solo a mayor abundamiento, que en caso de aceptarse la
tesis de la actora se daría eventualmente un contrasentido porque, si bien se mira,
pagaría menos impuesto de patente por su intervención en la venta de café para
la exportación, que según se afirma, constituye la actividad lucrativa principal y/o
la que le genera su mayor porcentaje de ingresos, que por la venta de café para
consumo nacional y sus otras actividades. En resumen, la normativa de la Ley
2762, en particular su artículo 95, que establece el criterio de que: " La utilidad
neta para el exportador por su intervención en el negocio no podrá ser mayor de
un dos y medio por ciento del valor de la transacción, cuando compre asumiendo
el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en
el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre la misma base, cuando actúe como
simple intermediario." , es de aplicación exclusiva para las relaciones entre
productores, beneficiadores y exportadores de Café, en especial, entre estos dos
últimos, no así para los efectos del impuesto Municipal del Cantón de Alajuela,
cuyos aspectos propios, según ya señalamos, se encuentran regulados en forma
clara por ley especial, en este caso por la No. 8236, lo que hace que la aplicación
del citado artículo 95 del conjunto legal referido, sea inviable, aunado al hecho de
la inexistencia de una norma legal expresamente habilitante que permita aplicar el
criterio que aquella Ley contiene como la base imponible del impuesto de patente
municipal. De ahí entonces que por las causas señaladas, exista la imposibilidad
legal de aplicar la tarifa del impuesto de patente sobre el monto correspondiente
al 2.5 % que la actora percibió como utilidad máxima fijada por la susodicha ley,
como exportador de cafe. Tampoco procede el agravio sobre cobro duplicado toda
vez que para que se de la doble imposición o concurrencia de impuestos debe ser
el mismo hecho generador, el mismo sujeto pasivo, y el mismo período fiscal, "sea
por
la
misma
autoridad
o
por
autoridades
diferentes,
actuando
concurrentemente". Pero en el caso en estudio no se da la situación alegada, pues
con respecto a la actora, por las razones ya señaladas, no se produce un doble
cobro y con respecto a otros sujetos, no se trata del mismo hecho generador ni
desde luego el mismo sujeto pasivo. En consecuencia, por las razones dichas, se
debe declarar improcedente la demanda en cuanto pretende que: Se ordene a la
Municipalidad demandada el reajuste del impuesto de patente comercial cargado a
Coricafé S.A. para el período 2006, a fin de que lo calcule sobre los ingresos por
ventas brutas de la empresa pero tomando en cuenta los ingresos reales
generados por la misma- por ser su actividad lucrativa principal de exportación de
café, y las otras actividades lucrativas que ejerce - y en especial sobre el ingreso
real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley
2762, sea sobre el 2.5 % que percibió como utilidad máxima fijada por ley.
Asimismo, en cuanto pretende que como resultado de este ajuste, se declare que
la fijación del impuesto de patente comercial para el período 2006, corresponde a
la suma de ¢2.806.373,12 y no como de forma confiscatoria lo fijó la
Municipalidad. Siendo inútiles, por inconducentes, y por ende improcedentes, el
resto de sus pretensiones, sobre todo por falta de interés, en cuanto pretende se
declare y reconozca: Que la actividad lucrativa principal de Coricafé S.A. es de
exportación de café; que por imposición de la ley 2762 debe cumplir con las
obligaciones impuestas por dicha ley, recaudando el porcentaje que corresponde a
los productores; que el monto que responde a esta recaudación fijada por ley, no
corresponde a la actividad lucrativa de Coricafé S.A. y por lo tanto no debe ser
gravada por el impuesto de patente, cuyo hecho generador es precisamente el
ejercicio de la actividad lucrativa; que se ordene a la Municipalidad el reintegro a
la actora del monto cancelado de más, más los intereses legales; y que también se
le ordene que utilice el mismo criterio para la fijación del impuesto de patentes
para el año 2007, así como los años subsiguientes, es decir tomando en cuenta
para la fijación del impuesto de Patentes los ingresos reales generados por dicha
empresa y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de
exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que
percibió como utilidad máxima fijada por ley.
VI.-COROLARIO: En virtud de todo lo razonado, se debe acoger la excepción de
falta de derecho, y declarar improcedente la demanda interpuesta por CORICAFE
S.A. contra MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA, en todos sus extremos.
VII.-COSTAS: No encontrando este Tribunal causa suficiente para desaplicar el
principio de condena en costas al vencido, las costas personales y procesales
deben correr a cargo de la parte perdidosa (artículo 98 de la Ley Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, a contrario sensu, y 221 del Código
Procesal Civil).
POR TANTO
Se acoge la excepción de falta de derecho. Se declara improcedente la demanda
interpuesta por CORICAFE S.A. contra la MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA, en todos
sus extremos. Se impone a la actora el pago de ambas costas.
Alinne Solano Ramírez
Jonatán Canales Hernández Bernardo Rodríguez Villalobos
Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el:
22/3/2010 3:01:56 PM
EXPEDIENTE: 08-000395-1027-CA
ASUNTO:
PROCESO DE PURO DERECHO
ACTORA:
ARM JUGUETON SOCIEDAD ANÓNIMA
DEMANDADO: MUNICIPALIDAD DE MORA
Nº
290-2009
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEXTA. SEGUNDO
CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las trece horas treinta
minutos del veintitrés de febrero de dos mil nueve.Proceso de conocimiento declarado de puro derecho, interpuesto por EMILIO ARANA
PUENTE, mayor, abogado, carné de abogado número 9686, en su condición de especial
judicial de la empresa A.R.M. JUGUETÓN SOCIEDAD ANÓNIMA, cédula jurídica 3-014004254, contra LA MUNICIPALIDAD DE MORA, representado por el Alcalde Municipal
GILBERTO MONGE PIZARRO, mayor, soltero, abogado, vecino de Mora, cédula de
identidad número 1-734-346 .
RESULTANDO:
1.- Las pretensiones de la parte actora –una vez aclaradas y ajustadas durante la audiencia
preliminar que se realizó a las trece horas del dos de febrero del dos mil nueve-, son para
que en sentencia se declare: “1. Se ordene a la Municipalidad de Mora, abstenerse de
incurrir en conductas que perturben el ejercicio del derecho subjetivo que les fue otorgado
por medio de la patente número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de pin
ball. 2. Se condene a la Municipalidad de Mora, al pago de las costas personales y
procesales. 3. Se condene a la Municipalidad de Mora al pago de daños y perjuicios” .
2.El representante de la MUNICIPALIDAD DE MORA, contestó negativamente la
demanda e interpuso la excepción de falta interés. Solicitó que en sentencia se declare sin
lugar la demanda en todos sus extremos y se libere a la Municipalidad de Mora del pago
de las costas personales y procesales.
3.Que por resolución de las catorce horas ocho minutos del dos de diciembre
del
dos mil ocho (folio 139 del expediente judicial), se tuvo por contestada en tiempo y en
forma la demanda por parte de la Municipalidad de Mora; se confirió audiencia de
contraprueba a la parte actora respecto de las oposiciones formuladas; y se convocó a las
partes a la audiencia de conciliación señalada para las nueve horas del cinco de enero del
dos mil nueve. Que por auto de las nueve horas del cinco de enero del dos
mil nueve,
se da por fracasada la audiencia de conciliación, ya que únicamente se presentó la parte
demandada.
4.Que la audiencia preliminar se celebró a las trece horas del dos de febrero del dos
mil nueve, la cual, fue grabada en el sistema electrónico correspondiente y corre agregada
al expediente en un legajo especial. Que durante esta audiencia el Juez Tramitador declaró
este asunto de puro derecho y la Sección Sexta del Tribunal Contencioso Administrativo se
constituyó en la sala de audiencias, a efecto de escuchar las conclusiones de las partes
(folios 146 a 148 del expediente judicial). Que este asunto
fue remitido a la Jueza
Ponente de la Sección Sexta del Tribunal Contencioso Administrativo, el seis de febrero del
dos mil nueve (folio 148 vuelto del expediente judicial).
5.En los procedimientos ante este Tribunal no se han observado nulidades
que
deban ser subsanadas o que generen indefensión y la sentencia se dicta dentro del
término establecido en los artículos 98 y 111 del citado Código Procesal y el inciso 4) del
artículo 82 del Reglamento Autónomo de Organización y Servicio de esta jurisdicción.Redacta la Jueza Alvarez Molina, con el voto afirmativo de los jueces González Vílchez y
Garita Navarro; y,
C O N S I DE R A N D O:
I).HECHOS PROBADOS: Se tienen como debidamente acreditados los siguientes: a)
Que el catorce de enero del dos mil ocho, la empresa actora presentó una
solicitud de
patente municipal, para explotar ocho máquinas de pin ball, en el local ubicado en Ciudad
Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados
(ver copia de la solicitud de patente municipal número 0104B presentada por ARM
Juguetón el catorce de enero del dos mil ocho, a folio 36 del expediente administrativo);
b)
Que por oficio del veintidós de enero del dos mil ocho, el Coordinador de la Unidad
de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, informa al Concejo
Municipal, que se
realizó inspección en el establecimiento en que la empresa actora pretende explotar las
ocho máquinas de pin-ball, ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto de
Acueductos y Alcantarillados, y que dicha diligencia dio como resultado "...que
efectivamente, cumple con las condiciones sanitarias de funcionamiento; que el uso de
suelo otorgado hace constar que dicha actividad es permitida en la zona y que cumple con
los demás requisitos para dicho trámite..." (hecho no controvertido, ver copia del oficio del
veintidós de enero del dos mil ocho suscrito por el Coordinador de la Unidad de
Inspecciones de la Municipalidad de Mora a folio 35 del expediente administrativo;
declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de
Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia
de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y
respaldo audiovisual de la audiencia preliminar) ; c) Que el once de febrero del dos mil
ocho, la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora, rindió un informe al Concejo
Municipal, respecto a la solicitud de patente presentada por la empresa actora, en el
sentido de que "...confrontada la solicitud y sus atestados, así como la inspección del sitio
realizada por la administración, y vistos los requisitos previstos en el reglamento
respectivo, esta asesoría estima que la solicitud se encuentra conforme a derecho. En
consecuencia no
encuentra motivo legal atendible para denegar la gestión, por lo que
se recomienda su aprobación..." (ver copia del Informe rendido por la Asesoría Legal de la
Municipalidad de Mora, el once de febrero del dos mil ocho, a folio 28 del expediente
administrativo) ; d) Que por acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Mora, en
sesión ordinaria número 94-2006-2008 celebrada el once de febrero del dos mil ocho, se
dispuso aprobar la solicitud de patente presentada por la empresa actora, para explotar
ocho máquinas de pin ball, en un local ubicado en Ciudad Colón, frente a las instalaciones
del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, patente que se identifica por el número
MPC00001 y que tiene validez hasta el veintiocho de febrero del dos mil
nueve (hecho
no controvertido, ver copias del certificado de patente municipal número MPC00001; del
oficio número ACM-94-2006-2008 del trece de febrero del dos mil ocho suscrito por la
Secretaria Municipal de Mora dirigido al Administrador Tributario de esa misma
Municipalidad; del oficio número AT-109 del diecinueve de febrero del dos mil siete
suscrito por el Administrador Tributario de la Municipalidad de Mora y dirigido a A.R.M.
Juguetón Sociedad Anónima, a folios 3, 16 y 17 del expediente administrativo y respaldos
audiovisuales de las audiencias de medida cautelar anticipada y preliminar); e) Que a las
ocho máquinas de pin-ball, cuya explotación por parte de la empresa actora fue autorizada
por el Concejo Municipal de Mora, no se les colocaron las placas o calcomanías que
acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si eran o no legales (ver declaración
testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de
la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida
cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); f) Que el
primero de julio del dos mil ocho, funcionarios de la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora, realizaron una inspección en el negocio en que funcionan las ocho
máquinas de pin ball autorizadas a la empresa actora y Juan Carlos Mena Campos, en su
condición de funcionario municipal, procedió a comunicar a dicha empresa, una
"Notificación de Cierre de Local" , ya que "...las máquinas de juego son máquinas que no
se permiten
en el Cantón de Mora..." (ver copias de la "Notificación de Cierre de Local"
a folio 28 del expediente judicial de medida cautelar; de la resolución número R-002-2008AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de folios 40 a 43 del
expediente judicial principal; declaración testimonial rendida por Marta Eugenia Cortés
Benavides, en su condición de funcionaria de la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el
respaldo audiovisual de dicha audiencia, y sentencias orales número 474-98 dictada el
veintidós de julio del dos mil ocho por el Tribunal Contencioso y Civil y de Hacienda, y
115-TC-2008 dictada el veinticuatro de setiembre del dos mil ocho por el Tribunal de
Casación de lo Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, que constan en los
respaldos audiovisuales de las audiencias de medida cautelar anticipada y para conocer el
recurso de apelación interpuesto por la demandada); g) Que el dos de julio del dos mil
ocho, la empresa actora interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra
la "Notificación de Cierre de Local" que les fue comunicada el primero de julio del dos mil
ocho, escrito en el que también solicitó, que se suspendieran los efectos del acto
impugnado (ver copia del recurso de revocatoria con apelación en subsidio interpuesto
por la actora, a folios 29 a 31 del expediente judicial de la medida cautelar; de la resolución
número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de
folios 40 a 43 del expediente judicial principal) ; h) Que el catorce de julio del dos mil ocho,
la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora procedió a clausurar las ocho
máquinas de pin ball que funcionaban en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las
Oficinas del Instituto
Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, pues se alegó que
se trataba de una actividad no permitida, ya que conforme a la inspección realizada el
primero de julio del dos mil ocho, las máquinas que operaban en ese negocio eran ilegales
(ver copias de la "Notificación de Clausura Actividad No Permitida" a folio 32 del
expediente judicial de medida cautelar; de la resolución número R-002-2008-AT de las
catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de folios 40 a 43 del expediente
judicial principal; declaraciones testimoniales rendidas por Luis Enrique Jiménez Mora, en
su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora,
y por Marta Eugenia Cortés Benavides, en su carácter de funcionaria de esa misma
Unidad, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que constan en el respaldo
audiovisual de dicha audiencia; las imágenes fotográficas de las máquinas de pin ball que
fueron selladas por la Municipalidad de Mora, que constan en el respaldo audiovisual de
la audiencia de medida cautelar anticipada); i) Que el
dieciséis de julio del dos mil
ocho, la actora interpuso ante el Concejo Municipal de Mora, un recurso de revocatoria
con apelación en subsidio contra la "Notificación de Cierre de Local" del primero de julio
del dos mil ocho y la "Notificación de Clausura Actividad No Permitida" del catorce de
julio del dos mil ocho (hecho no controvertido, ver copia del recurso de revocatoria con
apelación en subsidio interpuesto por la actora
ante el Concejo Municipal el dieciséis
de julio del dos mil ocho, de folio 61 a 63 del expediente judicial de medida cautelar y
respaldo audiovisual de la medida cautelar); j) Que el dieciséis de julio del dos mil ocho, la
empresa actora planteó ante el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda,
una solicitud de medida cautelar anticipada (ver escrito de interposición de folio 44 a 48
del expediente judicial de medida cautelar); k) Que por sentencia número 452-2008 de las
once horas cuarenta
y cinco minutos del dieciséis de julio del dos mil ocho, la Jueza
Tramitadora adoptó provisionalmente una medida cautelar, que consistió en ordenar a la
Municipalidad de Mora "...la apertura inmediata del local comercial que ocupa dicha
sociedad destinado a la explotación de máquinas tragamonedas, estrictamente de pin ball
o de destreza, dentro de los horarios y lugares reglamentariamente autorizados, siendo
obligación de la Municipalidad de Mora Fiscalizar dichas actividades, a fin de dar
protección de los menores de edad del cantón..." (ver sentencia número 452-2008 de las
once horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de julio del dos mil ocho, de folio 49 a 54
del expediente judicial de medida cautelar); l) Que por sentencia oral número 474-08
dictada el veintidós de julio del dos mil ocho, la Jueza Tramitadora declaró con lugar la
medida cautelar y revocó "...parcialmente la sentencia 452-2008 únicamente en cuanto a los
considerandos de fondo expuestos. Se modifica parcialmente la sentencia 452-2008 en el
sentido de que se acoge la medida cautelar y se condena a la Municipalidad de Mora a
mantener abierto el local comercial y eliminar los sellos de clausura de las máquinas de
"pin ball", para lo cual se le concede un plazo máximo de 24 horas. Se condena en costas a
la Municipalidad de Mora." (ver minuta de audiencia de medida cautelar anticipada a
folio 82 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa
audiencia); m) Que a las quince horas quince
minutos del veintitrés de julio del dos mil
ocho, el Coordinador de la Unidad de Inspecciones, la Asesora Legal y la funcionaria de la
Unidad de Inspecciones Marta Cortés Benavides, se presentaron al local comercial que
ocupa la empresa actora, a fin de proceder a la remoción de los sellos que se habían
colocado desde el catorce de julio del dos mil ocho, a las ocho máquinas de pin ball
ubicadas en ese lugar, conforme a lo ordenado por la Jueza Tramitadora en sentencia oral
número 478-08 del veintidós de julio el dos mil ocho (ver escrito presentado por el Alcalde
Municipal de Mora y recibido por este Tribunal a las diez horas cuarenta y cinco minutos
del veintinueve de julio del dos mil ocho; copia certificada del acta de levantamiento de los
sellos colocados a las 8 máquinas de pin ball ubicadas en el negocio de la empresa actora; e
impresión de seis fotografías, de folio83 a 91 del expediente judicial de medida cautelar);
n) Que por sentencia oral número 115-TC-2008 dictada por el Tribunal de Casación de lo
Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, el veinticuatro de setiembre del dos mil
ocho, se declaró "...sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de
Mora y se confirma la resolución recurrida en tanto dispuso mantener abierto el local
comercial y eliminar los sellos de clausura de las máquinas de pin ball..." (ver minuta de la
audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación a folio 127 del expediente
judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa audiencia); ñ) Que las máquinas
de pin ball que fueron selladas por la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de
Mora el catorce de julio del dos mil ocho, son las mismas que la Municipalidad
inspeccionó antes de otorgar la patente a favor de la empresa actora (ver declaración
testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de
la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida
cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la
contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la
Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís
Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la
Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia).
IIIo.-LA DISFUNCIÓN ADMINISTRATIVA Y EL EJERCICIO ARBITRARIO DEL PODER
DE POLICÍA COMO MEDIOS DE VIOLACIÓN DEL PRINCIPIO DE INTANGIBILIDAD
DE LOS ACTOS PROPIOS. La parte actora, pretende que se ordene a la Municipalidad de
Mora abstenerse de incurrir en conductas que perturben el ejercicio del derecho subjetivo
que le fue otorgado por medio de la patente número MPC00001, para la explotación de
ocho máquinas de pin ball, tal y como las que acontecieron en fechas primero y catorce de
julio del dos mil ocho, en que se clausuraron las ocho máquina de pin ball que funcionan
en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de
Acueductos y Alcantarillados, bajo el argumento de que eran ilegales, a pesar de que la
Municipalidad de Mora -previa inspección de dichas máquinas- le otorgó una licencia
municipal para el ejercicio de dicha actividad. En ese sentido, este Tribunal considera que:
a) De conformidad con lo dispuesto en los artículos 79 y 81 del Código Municipal, para el
ejercicio de cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con una licencia
municipal y sólo podrá ser denegada cuando la actividad sea contraria a la ley, la moral o
las buenas costumbres; cuando el establecimiento no cumpla los requisitos previstos en el
Ordenamiento Jurídico o cuando la actividad, en razón de su ubicación física, no esté
permitida por la leyes o los reglamentos municipales vigentes; b) El hecho de que la
Municipalidad haya otorgado una patente para el ejercicio de una determinada actividad
lucrativa, no implica que ésta no deba ejercer un poder de policía, a efecto de fiscalizar si el
ejercicio de la actividad autorizada se adecua o no a los requisitos previstos por el
Ordenamiento Jurídico o si por el contrario, en el local o establecimiento respectivo, se está
realizando una actividad diversa a la que fue autorizada al momento de otorgar la patente,
potestad que encuentra sustento en lo dispuesto en los párrafos 1 y 3 del artículo 81 bis del
Código Municipal; c) Ahora bien, en el supuesto de que las autoridades municipales
competentes, encontraran anomalías que pudieran provocar la imposición de las sanciones
que prevea el Ordenamiento Jurídico -por ejemplo la suspensión de la patente-, o bien, la
anulación o la revocatoria de la licencia, deberá iniciar el procedimiento respectivo, a
efecto de garantizar la garantía del debido proceso al titular del derecho subjetivo, pues en
caso contrario incurrirá en una disfunción administrativa de carácter material (vía de
hecho), que resultaría contraria al Ordenamiento Jurídico y por ende, a los derechos
subjetivos de las personas a quienes se les haya otorgado la patente municipal para el
ejercicio de una actividad lucrativa; d) En el caso concreto, este Tribunal ha tenido por
demostrado que no obstante, el Concejo Municipal de
Mora, le otorgó a la empresa
actora la patente municipal número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de
pin ball en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto de
Acueductos y Alcantarillados, dado que cumplió todos los requisitos previstos al efecto en
el Reglamento para el Funcionamiento e Instalación de Máquinas
Electrónicas o
Mecánicas, Pin Ball, Saca Peluches, Tragamonedas y Similares, en Locales Permanentes u
Ocasionales en el Cantón de Mora (ver
folios 16, 17, 28 y 35 del expediente
administrativo y declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su
condición de
Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora,
en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo
audiovisual
de dicha audiencia) , también lo es, que la Municipalidad de Mora incurrió en un ejercicio
arbitrario del poder de policía, ya que procedió a clausurar las ocho máquinas de pin ball
que ella misma le había
autorizado a la parte demandante, bajo el argumento de que "..
las máquinas de juego son máquinas que no se permiten en el Cantón de Mora" y
por
ende, de que eran ilegales (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de la medida cautelar),
ello a pesar de que eran las mismas máquinas que la Municipalidad de Mora había
inspeccionado de previo a otorgar la patente a la empresa actora (ver declaración
testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de
la Unidad de
Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida
cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la
contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la
Asesoría Legal de la
Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís
Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la
Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); e) Que
resulta paradójico que si la Municipalidad de Mora tenía dudas sobre la legalidad o no de
las máquinas de pin ball, haya procedido a autorizar su explotación por medio del
otorgamiento de la patente número MPC00001, pues tal y como se desprende de la
declaración testimonial rendida por el
Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la
Municipalidad de Mora,
durante la audiencia de medida cautelar anticipada, no se
procedió a colocar a las ocho máquinas de pin ball que explota la empresa actora, las
placas o calcomanías que acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si eran o no
legales (ver declaración testimonial que consta en el respaldo audiovisual de dicha
audiencia); f) Que en consecuencia, aún y cuando la Municipalidad tiene el deber de
ejercer las potestades de fiscalización que le otorga el Ordenamiento Jurídico, a fin de
controlar que el ejercicio de las actividades lucrativas que autorizó a la empresa actora por
medio del otorgamiento de la patente MPC00001, se adecuen a la normativa aplicable,
también lo es, que si detectó una anomalía que pudiera implicar la revocatoria o la nulidad
de un acto declarativo de derechos, no debió haber ejercido actuaciones materiales que
implicaban dejar sin efecto un acto declarativo de derechos subjetivos (ver folios 28 y 32
del expediente judicial de medida cautelar) , sin observar de previo el procedimiento
establecido en los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, para
declarar la nulidad absoluta de un acto de esa naturaleza, pues dichas actuaciones resultan
contrarias a la garantía del debido proceso, al principio de intangibilidad de los actos
propios y a los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración
Pública, más
si se toma en consideración, que fue la propia Municipalidad de Mora la que autorizó el
ejercicio de una actividad lucrativa, que con
posterioridad estimó ilegal; g) Que tan es
así, que por resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio
del dos mil ocho, el Administrador Tributario de la Municipalidad de Mora, procedió a
"...revocar las notificaciones emitidas por la Unidad de Inspecciones en fecha 01 y 14 de
julio del 2008, a la empresa ARM Juguetón S.A., indicándose la necesidad de determinar
por los medios legales establecidos la legalidad o ilegalidad de las máquinas existentes en
el local comercial..." (folios 40 a 43 del expediente judicial principal); h) Que en virtud de
todo lo expuesto y tomando en cuenta que la patente municipal número MPC00001
otorgada a la empresa actora se encuentra vigente hasta el veintiocho de febrero del dos
mil nueve (folio 3 del expediente administrativo), se ordena a la Municipalidad de Mora
abstenerse de incurrir en actuaciones materiales que resulten contrarias al Ordenamiento
Jurídico, y que provoquen una perturbación en el ejercicio del derecho subjetivo de la
empresa actora, que se deriva de la patente número MPC00001, que le fue concedida por
esa Municipalidad para la explotación de ocho máquinas de pin ball, en el local ubicado en
Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y
Alcantarillados.
IVo.- CONDENATORIA EN ABSTRACTO EN DAÑOS Y PERJUICIOS. La empresa actora
estima que tiene derecho a que le indemnicen los daños y perjuicios causados, a
consecuencia de que la Municipalidad de Mora clausuró desde el catorce de
julio hasta
el veintitrés de julio del dos mil ocho (folios 32 y 87 del expediente judicial de la medida
cautelar) , las ocho máquinas de pin ball cuya explotación fue autorizada por el Concejo
Municipal de Mora, al otorgarle la patente número MPC00001 vigente hasta el veintiocho
de febrero del dos mil ocho. En ese sentido, este Tribunal considera que: a) De
conformidad con lo dispuesto en el artículo 122 inciso m del Código Procesal Contencioso
Administrativo, siempre que el Tribunal estime que como consecuencia lógica o natural de
la conducta administrativa o de la
relación jurídico administrativa objeto del proceso,
se pueden o pudieron darse daños y perjuicios, debe pronunciarse oficiosamente sobre
aquellos, aún y cuando no conste ni su existencia ni su cuantía; b) Ahora bien, este
Tribunal ha tenido por demostrado que la Municipalidad de Mora incurrió en una vía de
hecho, al clausurar las ocho máquinas de pin ball cuya explotación y funcionamiento le
había autorizado a la empresa actora (folios 28 y 32 del expediente judicial de la medida
cautelar, 40 a 43 del
expediente judicial principal y sentencias orales número 474-08 del
veintidós de julio del dos mil ocho y 115-TC-2008 del veinticuatro de setiembre del dos mil
ocho, dictadas por el Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda, y el Tribunal de Casación
de lo Contencioso Administrativo y
Civil de Hacienda, que constan en los respaldos
audiovisuales de las audiencias de medida cautelar y para resolver el recurso de apelación
interpuesto por la Municipalidad demandada) , razón por la cual, estima que el giro
normal de la empresa actora, resultó afectado porque durante el período comprendido
entre el catorce y el veintitrés de julio del dos mil ocho (folios 32 y 87 del expediente
judicial de la medida cautelar) , las ocho máquinas de pin ball que se ubican en su negocio,
fueron clausuradas por la Municipalidad de Mora con el argumento de que eran
ilegales, a pesar de que eran las mismas que habían sido objeto de inspección de previo a
que el Concejo Municipal de Mora le otorgara a la actora la licencia para la explotación de
las mismas ( ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su
condición de
Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora,
en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo
audiovisual
de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la
Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el
Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de
apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo
audiovisual de dicha
audiencia); c) En consecuencia, al habérsele impedido a la
empresa actora, a través de una conducta administrativa material ilegítima, el objeto de la
actividad autorizada por medio de la patente otorgada por la propia
Municipalidad
demandada, este Tribunal considera que se pudieron haber causado daños a la empresa
actora, al habérsele mantenido la clausura de las máquinas de pin ball autorizadas por la
Municipalidad, desde el catorce hasta el veintitrés de julio del dos mil ocho, plazo que se
extendió hasta ese último día, dado que no obstante, la Jueza Tramitadora en sentencia
número 452-2008 de las once horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de julio del dos
mil ocho, dispuso una medida cautelar
provisionalísima, que fue notificada al Alcalde
Municipal de Mora desde el
diecisiete de julio del dos mil ocho (folio 55 del expediente
judicial de medida cautelar), la Municipalidad no la cumplió, bajo el argumento de que la
parte dispositiva de ese pronunciamiento, no era clara, ya que el Tribunal ordenó la
apertura inmediata del local comercial que ocupa la empresa actora, orden que no podían
cumplir, puesto que lo que clausuraron no fue el establecimiento, sino sólo las ocho
máquinas de pin ball (ver lo
manifestado por la Licenciada Karen Calderón Chacón de
la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora, durante la audiencia de medida cautelar,
que
consta en el respaldo audiovisual de esa audiencia) , renuencia que provocó que la
Jueza Tramitadora al dictar la sentencia oral número 452-2008 del veintidós de julio del
dos mil ocho (folio 82 del expediente judicial de medida cautelar) , ordenara a la
Municipalidad demandada que en el plazo máximo de veinticuatro horas, eliminara los
sellos de clausura de las máquinas de pin ball que funcionan en el local ubicado en
Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y
Alcantarillados, lo cual, se ejecutó el veintitrés de julio del dos mil ocho ( folios 87 y 88 del
expediente judicial de medida cautelar); d) Si bien es cierto, que el Administrador
Tributario de la
Municipalidad de Mora, revocó por resolución número R-002-2008-AT
de las
catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho (folios 40 a 43 del
expediente judicial principal), las notificaciones de "cierre de local" y de "clausura
actividad no permitida" emitidas por la Unidad de
Inspecciones de la Municipalidad
de Mora del primero y catorce de julio del dos mil ocho, por ser contrarias al
Ordenamiento Jurídico, ese hecho no tiene la virtud -tal y como afirmó la Representante
de la Municipalidad de Mora durante el período de conclusiones de la audiencia
preliminar-, que no existió un daño para la empresa actora, a consecuencia de las
conductas administrativas materiales ilegítimas empleadas por la demandada para dejar
sin efecto la patente otorgada por el Concejo Municipal y por ende, para violar el derecho
subjetivo que surgió a favor de la actora del
otorgamiento de esa patente; e) Aunque
no consta en el expediente que la
actora haya presentado la certificación emitida por un
contador autorizado, con la descripción detallada de los daños y perjuicios, tal y como
indicó en el memorial que consta a folio 88 del expediente judicial principal (ver respaldo
audiovisual de la audiencia preliminar, en que se discute este extremo al revisar la
pretensión número 7 del escrito de demanda), también lo es, que la actora hizo una
estimación prudencial de esos extremos en ese mismo memorial y que la Jueza
Tramitadora en auto de las once horas cuarenta y dos minutos del siete de octubre del dos
mil ocho (folios 88 y 89 del expediente judicial) tuvo por cumplida la prevención hecha a la
parte actora por auto de las diez horas veintiún minutos del siete de octubre del dos mil
ocho (folios 84 y 85 del expediente judicial principal) , razón por la cual, este Tribunal
considera que por todo lo expuesto con anterioridad y de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 190 de la Ley General de la Administración Pública, aunado al apoderamiento
oficioso que para tales efectos otorga al Juzgador el artículo 122, inciso m) aparte iii) del
Código Procesal Contencioso Administrativo, procede imponer a la Municipalidad de
Mora la condena en abstracto sobre esos aspectos, para que sea en fase de ejecución de
sentencia de este Tribunal, donde se discuta acerca de su existencia y cuantificación.
Vo.- SOBRE LAS EXCEPCIÓN DE FALTA DE INTERÉS ACTUAL INTERPUESTA POR
LA MUNICIPALIDAD DE MORA . Este Tribunal llega a la conclusión de que el
interés, se mantiene actual, en el tanto la conducta impugnada sigue surtiendo efectos en
la esfera jurídica de la demandante, aún y cuando este Tribunal ordenó cautelarmente a la
Municipalidad de Mora a abierto el local comercial y eliminar los sellos de clausura de las
máquinas de pin ball y que Administrador Tributario de la Municipalidad
demandada
ordenó revocar por resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve
de julio del dos mil ocho , las notificaciones de "cierre de local" y de "clausura actividad no
permitida"
emitidas por la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora del
primero y catorce de julio del dos mil ocho, por ser contrarias al Ordenamiento Jurídico
(ver documentos a folios 40 a 43 del expediente judicial principal; minuta de audiencia de
medida cautelar anticipada a folio 82 del expediente judicial de medida cautelar y
respaldo audiovisual de esa audiencia, y minuta de la audiencia celebrada para resolver el
recurso de apelación a folio 127 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo
audiovisual de esa audiencia) -, no sólo porque la patente se encuentra vigente hasta el
veintiocho de febrero del dos mil nueve, sino también por los daños y perjuicios que
pudieron darse como
consecuencia de las conducta administrativa objeto del proceso,
aspectos que requiere de una resolución jurisdiccional que la resuelva.
VIo.SOBRE COSTAS. Conforme a lo estipulado en el numeral 193 del Código
Procesal Contencioso Administrativo, se condena a la Municipalidad de Mora, como parte
vencida, al pago de las costas personales y procesales
causadas, las cuales se liquidarán
en la etapa de ejecución de sentencia, ya que a juicio de este Tribunal, la Municipalidad
demandada no se encuentra en los dos supuestos de excepción previstos en los incisos a) y
b) del artículo 193 del Código Procesal Contencioso Administrativo.
POR TANTO.
Se rechaza la defensa de falta de interés actual. Se declara con lugar la demanda, en los
siguientes términos, entendiéndose por denegada en lo que no se indique expresamente:
a) Se ordena a la Municipalidad de Mora abstenerse de incurrir en actuaciones materiales
que
resulten contrarias al Ordenamiento Jurídico, y que provoquen perturbación en el
ejercicio del derecho subjetivo de la empresa actora, se deriva de la patente número
MPC00001 -vigente hasta el veintiocho de febrero del dos mil nueve-, que le fue concedida
por esa Municipalidad para la explotación de ocho máquinas de pin ball, en el local
ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y
Alcantarillados; b) Se impone a la Municipalidad de Mora la condena en abstracto sobre
daños y perjuicios, para que sea en fase de ejecución de sentencia de este Tribunal, donde
se discuta acerca de su existencia y cuantificación; c) S e condena a la Municipalidad de
Mora, parte vencida, al pago de las costas personales y procesales causadas, las cuales se
liquidarán en la etapa de ejecución de sentencia de este Tribunal.
Marianella Alvarez Molina Otto González Vílchez
Roberto Garita Navarro
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