He de reconocer que me ha costado mucho hilar las ideas que a

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PREMIO TRECE ROSAS
He de reconocer que he pensado mucho las ideas que a continuación voy a exponer. Desde que nos comunicaron
esta distinción, suponía que me tocaría esta tarea porque soy “la más vieja” del Colectivo o, tal vez, quedaría mejor
decir la que tiene más solera.
Desde entonces muchas ideas han rondado mi cabeza y muchos sentimientos mi corazón. Es decir que, una vez
más, Harimaguada me ha hecho vibrar. Y es que yo creo que, tal vez, esa sea la característica más determinante de
esta experiencia, de este Colectivo: la carga de vitalidad que le ha acompañado a lo largo de sus 34 años de
existencia.
Hacer un breve recorrido histórico de Harimaguada es contar un trocito de vida de muchas personas, desvelar
algunas de las andanzas, aventuras y desventuras de un colectivo que desde la ilusión, la constancia y la firmeza ha
pretendido hacer realidad una utopía.
Harimaguada no es el colectivo de las pocas personas que lo crearon, sino que con los años ha pasado a pertenecer
a muchas que se identificaron con él; es un proyecto vivo que continúa en permanente construcción; un proyecto
humano, donde implicamos la mente y el cuerpo, la reflexión, la acción y la emoción.
Sabemos en Harimaguada que tal vez no hayamos sido capaces de alcanzar todas nuestras aspiraciones, pero
sabemos también que, a lo largo de nuestra historia, hemos disfrutado trabajando por ellas y hemos crecido en ellas,
que pertenecen a nuestra memoria y a nuestras vivencias.
El origen del Colectivo Harimaguada se remonta al año 1978 y a un grupo de estudiantes que coincidimos en el
movimiento feminista y formamos el Colectivo Mujer y Educación. Nuestras primeras actividades estuvieron
vinculadas al análisis del sexismo en la educación en la Universidad, hasta convertirnos en monitoras de educación
sexual y planificación familiar en Madrid.
Félix López, catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca, nos embelesó desde el
principio y nuestro encuentro fue determinante para la historia y el devenir de Harimaguada. Su ejemplo nos
animó a pasar de la crítica a la propuesta y la acción. Y en el año 1984 presentamos un proyecto de innovación
educativa a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, al frente de la cual estaba don Luis Balbuena,
con el objetivo de integrar la educación sexual en dos centros educativos.
Ese fue el momento en que conformamos un equipo con profesionales de magisterio, psicología, pedagogía y
medicina interesados por lograr una verdadera educación integral, con el objetivo de alcanzar la mejora de la
calidad de vida de la población. La inexistencia de una propuesta seria en el terreno de la educación sexual nos
llevó a profundizar en él.
En estos comienzos hubo muchísimo valor, temeridad y audacia. También muchos miedos.
La experiencia fue valorada muy positivamente por las comunidades educativas y esto hizo que en 1986 el equipo
del PSOE que estaba al frente de la Consejería tomara una decisión política, hemos de reconocer que valiente y
arriesgada. Apostaron por la educación sexual y nos propusieron que aquel proyecto pasara a ser un programa
institucional, un programa de la Consejería de Educación.
En aquel momento muchos fueron los debates: ¿qué ganamos?, ¿qué perdemos?, ¿y nuestra autonomía?, ¿y
nuestros principios dónde quedan?...
Finalmente, ganó la cordura: decidimos utilizar los recursos de la administración como plataforma de trabajo,
mientras nos dejaran trabajar sin renunciar a nuestros principios, sin hacer concesiones ideológicas.
La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tuvo un Programa de educación sexual denominado
Harimaguada, donde algunos miembros del Colectivo desarrollamos nuestra labor profesional, y el Colectivo
Harimaguada continuó su vida independiente, vinculado a Tamonante y los M.R.P.
De esta forma, las vidas del Colectivo y el Programa se entrelazaron haciendo un camino paralelo durante mucho
tiempo, siendo el primero un apoyo, un referente, un nido al que acudir en momentos de dudas, de incertidumbres,
a buscar claridad, dignidad y cobijo para las personas que trabajábamos en el Programa.
Relatar y concretar la infinidad de actividades realizadas resulta muy difícil, pero es importante recordar que han
estado siempre relacionadas con la promoción de la calidad de vida, con el logro de la igualdad de oportunidades
para mujeres y hombres, con los derechos humanos, con la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y
feliz.
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Las líneas de actuación que hemos desarrollado han estado vinculadas a la crítica y reivindicación, la
sensibilización y el desarrollo de propuestas en los campos educativo y asistencial, siempre desde nuestro personal
estilo de trabajo, a partir de una concepción de la educación y atención afectiva y sexual integral frente a una
visión meramente preventiva, entendiendo siempre las actuaciones como procesos.
- Durante todos estos años una línea clara, fundamental, fue el apoyo crítico al desarrollo del Programa
Harimaguada. Es de reseñar que creemos que la participación de miembros del Colectivo en esta tarea
impregnó a la misma de un especial estilo de trabajo: entender que los procesos se deben desarrollar desde el
propio centro educativo, por el profesorado, por la comunidad educativa, frente a procesos ajenos a sus
protagonistas, intervenciones puntuales, y puramente preventivas…
- Así mismo apostamos en 1997 por el Plan Canario de Educación y Atención a la sexualidad juvenil y todas las
actividades que en su creación contemplaba, con la convicción de que constituía una conquista social pionera,
un plan que se lograba gracias al esfuerzo y la dedicación sostenida durante muchos años por profesionales de
la educación, la sanidad y los servicios sociales, los colectivos y ONGs, un proyecto conquistado
colectivamente.
Pero no ha estado restringida nuestra actividad a la vida del Programa. También:
-
Hemos participado en charlas, campañas, jornadas, cursos, congresos…en Canarias, otros territorios del Estado
(sobre todo vinculadas a jornadas feministas y Escuelas de Verano) y en otros países.
Hemos organizado concursos de cuentos, editado materiales específicos para el tratamiento de la educación
sexual y la coeducación.
Hemos participado en programas de radio y TV.
Hemos realizado múltiples proyectos de intervención para ayuntamientos, cabildos…
Hemos organizado cursos, jornadas, tertulias…
Hemos atendido el TIS (Teléfono de información sexual) en el momento de su creación y atendido servicios de
orientación y terapia sexual.
Hemos colaborado con múltiples asociaciones y Organizaciones no gubernamentales de jóvenes, personas
ancianas, con minusvalías, de madres y padres, de vecinos/as, de mujeres, migrantes, hogares…
Hemos formado parte activa del movimiento de renovación pedagógica de Canarias.
Hemos establecido algunas líneas de colaboración con organizaciones de otros países: Portugal, Nicaragua,
Méjico, El Salvador, Colombia, Brasil, Cuba…
Hemos manifestado públicamente nuestra opinión en torno a muy diversos temas: aborto, reforma educativa,
embarazos en la adolescencia, teléfono de información sexual, plan de educación y atención a la sexualidad
juvenil…
La verdad es que al volver la vista atrás, nos quedamos realmente sorprendidas de la cantidad de cosas realizadas.
Tal vez lo más importante es que a lo largo de todos estos años el Colectivo Harimaguada se ha ido constituyendo
en Canarias en un referente claro en el campo de la Educación Afectiva y Sexual y que hemos desarrollado una
ingente labor en los campos de la educación y la atención en el ámbito afectivo sexual de los distintos sectores de la
población, aspecto que sigue siendo una asignatura pendiente para las diferentes administraciones.
No podemos dejar de reconocer algunos hechos que han sido muy reconfortantes a lo largo de nuestra historia: el
reconocimiento que nuestro trabajo ha alcanzado a lo largo de los años en Canarias, en el estado español e
internacionalmente. Nos gratifica que el Ministerio de Educación editara nuestros materiales, Andalucía hiciera lo
propio con algunos de ellos, Euskadi los tomara como referencia… pero también nos llena de orgullo saber que
servían en la Nicaragua sandinista, en Chiapas, en el Salvador, o que viniese gente de Cuba a aprender con
nosotras. O simplemente que nos trajeran noticias de que a compañeros/as de escuelas remotas de muy diversos
lugares, les estábamos ayudando con nuestro trabajo. Nunca pensamos que ese nombre, Harimaguada, fuera algún
día a atravesar nuestras fronteras.
También debemos señalar momentos de flaqueza y la creciente falta de apoyo institucional: en estos momentos
sólo interesa contar con personas que no cuestionen lo que ordena el poder y las empresas, que realicen los
servicios al mínimo coste posible. Así, en la última década hemos sufrido la no renovación del Teléfono de
Información Sexual, la desaparición del Plan Canario de Educación y Atención a la Sexualidad Juvenil, la no
renovación del Proyecto Sex Ser, la liquidación del Programa institucional Harimaguada…
Pero sobre todas las cosas, agradecemos el apoyo que siempre hemos sentido de todas los colectivos y personas
que a lo largo de estos 34 años han estado vinculadas a Harimaguada. Sus aportaciones, sus críticas, sus
felicitaciones, sus dudas, sus compromisos, sus abrazos… han sido el alimento que nos han permitido estar VIVAS
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durante este tiempo. Sin hablar de lo que nos anima saber que contamos con relevo generacional y que tenemos
jóvenes harimaguadas.
Nuestra labor, en estos momentos, es básicamente altruista. Denunciamos aquello que nos parece que se hace mal,
ofrecemos, desde nuestra sede en el Centro Municipal de San Agustín, nuestros servicios de información,
orientación y terapia, trabajamos con colectivos juveniles, de docentes, familias, migrantes…, luchamos, junto a
otros colectivos sociales, por un mundo más justo y solidario… y, estamos montando la Red Sexpresan que,
pretende ser una comunidad virtual en torno a la educación afectiva y sexual y los derechos sexuales, que nos sirva
para encontrarnos, denunciar, formarnos, intercambiar experiencias, asesorar…
Aquí estamos. Hemos resistido y queremos seguir trabajando por la misma utopía por la que empezamos hace más
de 30 años.
Vivimos tiempos duros. Sabíamos que el gobierno del Partido Popular iba a legislar en beneficio de los intereses
del capital especulativo y financiero, sabíamos que iba a priorizar el pago de la deuda a la creación de empleo, y
que iba a hacer recaer las consecuencias de la crisis sobre la clase trabajadora, y en especial sobre las mujeres.
Sabíamos que iba a avanzar en el desmantelamiento de los servicios públicos, y concretamente de la enseñanza
pública. Sabíamos que muchos de los derechos civiles alcanzados, al menos en las leyes, tras muchos años de lucha
de los movimientos sociales, y particularmente del feminista, estaban en peligro si llegaban al poder. Sabíamos
que este gobierno iba a apoyar a las ideas conservadoras, a la Iglesia católica y a las sectas católicas
ultrarreaccionarias. Sin embargo, no esperábamos la rapidez desencadenada en esta supresión de derechos,
atendiendo a de los sectores más reaccionarios de la derecha y, en especial, de la Conferencia Episcopal.
El ministro Wert quiere eliminar Educación para la Ciudadanía porque “adoctrina” y trata “temas controvertidos”.
Esta asignatura, obligatoria desde 2007 en Primaria y Secundaria, fue boicoteada por la jerarquía católica y el
Partido Popular a pesar de haber sido enmendada, rebajada y consensuada con los representantes de los colegios
católicos. La patronal de los centros religiosos concertados exigió, para no sumarse a la beligerante campaña
orquestada contra el Gobierno, que se permitieran textos elaborados a gusto de cada corriente de pensamiento, que
"la vida de los santos", como dijeron los responsables de la FERE (Federación Española de Religiosos de la
Enseñanza), pudiera inspirar la asignatura. Y el PSOE, aunque ello significó desvirtuar la asignatura, lo
permitió. Un error de bulto, porque la derecha es insaciable.
Suprimirán la Educación para la Ciudadanía porque tienen mayoría absoluta en el Congreso, pero lo harán desde la
imposición, sin fundamento alguno. Mientras se eliminan estos contenidos que califican de adoctrinadores, en
nuestras aulas, en la asignatura de religión se adoctrina durante dos horas a la semana, transmitiendo que la
homosexualidad es una enfermedad, el aborto un asesinato, explicando las carencias de la familia que no disponga
de un padre y una madre, o el papel subordinado de las mujeres en la sociedad, contradiciendo todos los
preámbulos de las leyes educativas, que se pronuncian por desarrollar un espíritu crítico y valores democráticos en
nuestro alumnado. La derecha política y social entiende que educar para la democracia es un riesgo inútil.
En marzo de 2010 se promulgó en el Estado Español la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo. La aplicación de esta Ley debería haber supuesto mejoras a la hora de
garantizar los derechos sexuales y reproductivos, tanto en el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo,
como en el derecho a la educación afectivo-sexual y asistencia en materia de salud sexual y reproductiva. Sin
embargo, los decretos que desarrollaron esta ley vulneraron el espíritu con el que, teóricamente, se elaboró: el
respeto al derecho a decidir de las mujeres. Así, la Ley básica perdió su sentido.
Tras las elecciones del 20 de noviembre de 2011, la derecha política, como era de esperar, da la espalda al derecho
de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, derecho que la Resolución 1607 del Consejo de
Europa de 2008 reconoció. La derecha cavernícola nos quiere devolver a una situación de tuteladas, en la que otros
decidirán por nosotras si continuamos adelante con un embarazo o no; y lo harán desde los presupuestos
ideológicos de aquellos “censores” acreditados al “efecto”.
Nos pretenden retrotraer a la situación vivida en el Estado español hace ya más de tres décadas. Quieren endurecer
la ley de supuestos de 1985, ahondando en la inseguridad jurídica que mujeres y profesionales ya sufrimos durante
25 años en nuestro país; abocando a todas aquellas mujeres que no puedan costearse un aborto, a abortos
clandestinos con consecuencias muy graves de mortalidad y posible pena de cárcel. Evidentemente, no para
aquellas que puedan pagarse un aborto seguro fuera de nuestro país.
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Corremos el grave peligro de que los derechos humanos de las mujeres en el Estado español, vuelvan a situaciones
superadas hace años. Nuestras libertades vuelven a ser cuestionadas y nuestros derechos sexuales y reproductivos,
entre otros, pisoteados, mientras los poderes públicos miran hacia otro lado cuando nos maltratan y nos matan.
Los cambios anunciados por el Partido Popular suponen un grave retroceso, por lo que tenemos que llamar a la
ciudadanía, y especialmente a las mujeres, a pararlos.
El premio que hoy se nos concede, se hace en el marco del 8 de marzo, un 8 de marzo en que todas y todos
debemos estar en la calle, calle que en los próximos meses tendremos que tomar, las veces que haga falta, para
afirmar que las mujeres somos seres dignos, capaces de decidir, ciudadanas de pleno derecho, para reclamar una
sexualidad placentera, el aborto libre, la maternidad elegida, el derecho a una vida deseada, digna y saludable, para
reivindicar nuestra autonomía y nuestra libertad. Para exigir que, en derechos sexuales y reproductivos, NI UN
PASO ATRÁS.
Sólo me queda agradecer a la Agrupación de La Laguna del Partido Socialista Obrero Español el premio que hoy
nos concede. Nos satisface saber que hay un reconocimiento a la labor de la sociedad civil, organizada a partir de
un proyecto de cambio social y con programas concretos para desarrollar día a día. Creemos que en estos tiempos
los partidos y sindicatos, como organizaciones estables, deben abrirse a las nuevas realidades y escuchar más la
ciudadanía, a la juventud y a las mujeres, deben avanzar con la gente, favoreciendo la participación social, para
lograr una democracia real y renovar los deseos de transformación social. Es muy importante ser legales y éticos
para que nadie sienta engaño, frustración, desorientación o abandono. En Canarias muchas personas tenemos
grandes deseos de cambio y no podemos aplazar la realización de ese sueño.
El delito más grave de las trece rosas, siete de ellas menores de edad, fue tener ideas propias, algo que el régimen
franquista, el régimen vencedor y vengativo, en la Guerra Civil española y en la postguerra, no permitía – y menos
a las mujeres-. Por ello fueron denostadas, perseguidas, odiadas y asesinadas.
“Que la historia nunca olvide mi nombre” dijo Julia Conesa antes de morir. Muchas somos las personas que no
sólo no olvidamos, sino que reivindicamos las Trece Rosas como ejemplo de lucha y dignidad. Tuvieron el valor de
dar la cara cuando sabían que el riesgo conllevaba la muerte.
Nos enorgullece recoger un premio que lleve el nombre de Trece Rosas y lo hacemos como símbolo a los valores
de la constancia, la dignidad y la colectividad que hemos intentado impregnen el trabajo y la lucha del Colectivo
Harimaguada, nuestro Colectivo. Otro mundo es posible y la vía para construirlo la tenemos en nuestras manos, en
las buscadoras y los buscadores de sueños, que dice Gioconda Belli. En nuestras calles, en nuestra sociedad, hay
muchos y muchas. Sólo tenemos que creer en nuestra capacidad, y poner manos a la obra para multiplicarnos. ¡La
esperanza sigue viva! ¡La utopía nos sigue guiando!
Muchísimas gracias.
Colectivo Harimaguada
La Laguna, 7 de marzo de 2012
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