Oración del Fundador para pedir vocaciones

Anuncio
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
ORAR POR LAS VOCACIONES
EN COMUNIDAD
Guía de oración No. 2
MARCELINO Y LAS VOCACIONES
Motivación
Así dice su biógrafo:
“Esta escasez de vocaciones fue una dura prueba para el Fundador, porque afectaba a la
existencia misma de la institución; pero en lugar de desanimarle sólo sirvió para darle mayor
pábulo a su celo y para acrecentar su confianza en Dios.
Es obra tuya, decía a María; tú nos has juntado, a pesar de los obstáculos que nos ha puesto
el mundo, para que procuremos la gloria de tu divino Hijo. Pero si esta obra perece, no es
nuestra obra la que muere, sino la tuya, porque tú eres la que le ha dado vida y sostenido
hasta ahora; así pues, contamos con tu ayuda en este momento crítico y con ella contaremos
siempre”.
Salve. Invocaciones
Ofrecimiento
Un día más, Señor, estamos ante ti
como pobres, como ciegos a la vera del camino,
tal como somos y como tú nos ves
dispuestos a iniciar un nuevo día
Nuestras alma está llena de tu deseo;
todo lo que somos,
lo que podemos,
lo que sabemos,
todo lo que languidece y desfallece en nuestro interior,
te lo ofrecemos en este día, Señor,
junto con nuestros buenos deseos
y las ganas de luchar. Amén.
1
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
Himno
Que detalle, Señor, has tenido conmigo,
cuando me llamaste, cuando me elegiste,
cuando me dijiste que tú eras mi amigo.
Qué detalle, Señor, has tenido conmigo.
Te acercaste a mi puerta, pronunciaste mi nombre;
Yo, temblando, te dije: “Aquí estoy, Señor”.
Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido,
de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.
Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura;
codo a codo contigo comencé a caminar.
Han pasado los años y, aunque aprieta el cansancio,
paso a paso te sigo, sin mirar hacia atrás.
Qué alegría yo siento, cuando digo tu nombre,
qué sosiego me inunda cuando oigo tu voz.
Qué emoción me estremece, cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva mi silencio interior.
Salmodia.
Tú me sondeas y me conoces. Salmo 138
Ant. 1: Tú me sondeas y me conoces, Uh, uh.... (cantado)
“No me habéis elegido vosotros a mí, sino que
yo os he elegido a vosotros” Jn 15,16
Señor, tú me llegas hasta el fondo y me conoces por dentro.
Lo sé: me conoces cuando me paro o no sé que hacer.
Mis ilusiones y deseos los entiendes como si fueran tuyos.
Todos mis proyectos los conoces palmo a palmo.
Tú conoces el corazón del hombre antes de que se abra.
Es admirable: me tienes agarrado totalmente,
me cubres con tu mano y me siento tuyo.
Como grano de arena en el desierto
como gota de agua perdida en el mar,
así me encuentro ante ti;
quiero abrazarte y mis brazos no llegan.
Me digo y no sé responderme:
¿A dónde iré que no sienta el calor de tu aliento?
2
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
Me digo: ¿A dónde escaparé
que no me encuentre con tu mirada?
Cuando escalo mi vida y me supero, allí estás tú.
Cuando me canso en el camino y me siento barro;
cuando surco los mares de mis sueños,
allí está tu mano; allí, como amigo fiel, estás tú.
Si digo cansado: que la tiniebla me cubra;
si digo desanimado: que el día se haga noche sobre mí,
ni la tiniebla, Señor, es oscura para ti,
y la noche, Señor, es clara como el día.
Tú eres como manantial de donde brota el río .
Tu vida se ha hecho vida en mis entrañas,
me has dado el origen y quieres que camine
hacia la meta que no es otra sino tú.
Soy tuyo: sólo tu amor da respuesta a mis preguntas.
Señor, me conoces hasta el fondo de mi alma,
nada se te esconde de cuanto soy en lo más profundo.
Yo me pregunto si el sentido de mi vida
puede darse si me faltas tú.
Dios mío, sondéame para conocer mi corazón,
Ponme a prueba para conocer mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía.
Guíame por el camino nuevo que has abierto ante mí.
Que haga de mi vida un vivir para ti.
2.- Háblame, Señor (Canto)
Yo siento, Señor, que tú me amas.
Yo siento, Señor, que te puedo amar.
Háblame, Señor, que tu siervo escucha.
Háblame, ¿qué quieres de mí?
En el desierto de mi vida ¡háblame!
Yo quiero estar dispuesto a todo,
toma mi ser, mi corazón es para ti.
Por eso canto tus maravillas,
por eso canto tu amor .... (2)
Te alabo, Jesús, por tu grandeza,
mil gracias te doy por tu gran amor.
Heme aquí, Señor, para acompañarte.
Heme aquí, ¿qué quieres de mi?
3
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
Señor, tú has sido grande para mí,
en el desierto de mi vida ¡háblame!
3.- Me sedujiste, Señor. Jeremías 18,7-18
Ant.3: No me elegisteis vosotros a mí, fui yo quien os eligió a vosotros.
Venid y lo veréis. Fueron, pues, vieron donde
vivía ¡y se quedaron con él aquel día!” Jn 1,39
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir.
Al fin, después de tanta lucha y forcejeo,
tú has vencido la resistencia de mi corazón
como la luz vence la oscuridad de la noche.
Me forzaste. ¡Siempre eres Dios!
soy el hazmerreír todo el día.
Nadie entiende lo que es el amor en tu Amor.
Se burlan de mí,
como si me hubieras quitado la libertad de vivir.
Soy escarnio y burla constante; soy como hueso dislocado.
He dicho a mi corazón: no volveré a hablar más de ti,
no me acordare más de tu amor desbordante.
Pero es imposible, ya no sé vivir sin tu presencia,
porque eres como fuego ardiente que me consume.
Más, Señor: se ríen de mí.
Me siento solo y perdido.
Pero yo sé que tú estas conmigo.
Tú que conoces las entrañas y el corazón del hombre,
sé como un soldado fuerte dentro de mí.
A veces me he dicho: Maldito el día en que nací.
He deseado huir, perderme en el mar, en el desierto infinito.
Pero siempre, Señor, vuelves a despertarme, a seducirme,
y la lucha y la tensión van dejando lugar a tu amor.
Señor, yo sé que mi corazón necesita
de la medida de tu amor para ser feliz;
Señor, aunque me quede solo,
aunque todos pasen de mí,
aunque no entiendan mi decisión de ser tuyo,
yo seguiré siempre siendo tuyo
porque tú me has amado con amor primero.
Tú, me sedujiste, Señor, mi vida te pertenece.
Tú me sedujiste, Señor, mi oración se siente libre.
4
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
Lectura breve: Jeremías 1,4-10
“Llegóme la palabra de Yahvé, que decía: antes de formarte en el vientre te escogí, antes de
salir del seno materno te consagré y te nombré para ser profeta de los pueblos.
Yo repuse: ¡Ay Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho.
El Señor me contestó: No digas que eres un muchacho: Que a donde yo te envíe, irás; lo que
yo te mande, lo dirás . No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte – oráculo del
Señor.
El Señor extendió la mano, me tocó la boca y me dijo: Mira, yo pongo mis palabras en tu
boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler,
edificar y plantar.”
Canto – reflexión (Escuchado)
Necesitamos hermanos
Nuestra historia comenzó
En los ojos de un muchacho abandonado,
que, enfrentándose a la muerte conmovió su corazón.
En el lecho del dolor
fuiste su último consuelo y dijiste:
¡Cuántos niños morirán sin saber que Dios les ama!
¡Cuántos niños morirán sin sentir una mirada!
Necesitamos hermanos, hermanos.
Junto al joven, junto al niño,
compartiendo su amistad
Necesitamos hermanos, hermanos.
Los más pobres no esperan
Hoy también es realidad.
Nuestra historia sigue hoy
en los ojos de otros niños marginados
que reclaman un amigo que les ame de verdad.
El milagro de escuchar
Estas voces apagadas.
Y servirles con un amplio corazón
Siendo hermano entre los pobres.
Con un amplio corazón
Respondiendo a sus llamadas.
Reflexión. Silencio. Oración personal.
Oración Comunitaria.
5
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
- Jesús, tu elección nos llegó por caminos insospechados y nos sigues llamado a través de
otros hombres, de los pobres, los indefensos, los que no tienen pan, los que carecen de luz,
* envía tu lluvia y tu sol sobre el desierto de nuestra tierra para que produzca flores y frutos
de vida.
- Conviértenos primero para que podamos anunciar a otros la Buena Noticia,
* Danos la audacia y valentía para vencer el miedo y la vergüenza
- Jesús, que sigues contando con los hombres y continuas llamado a los jóvenes a que
colaboren contigo.
* que la vivencia de nuestra consagración religiosa sea estímulo para los jóvenes que nos ven
y se sienten llamados por ti.
- ....
Padre Nuestro
Oración del Fundador para pedir vocaciones
María, que eres nuestra Madre Buena y nuestra Primera Superiora, escucha las súplicas que te
dirigimos con las mismas palabras de tu siervo Marcelino:
“Esta obra es tuya: tú nos has consagrado,
a pesar de las contradicciones del mundo
para procurar la gloria de tu divino Hijo;
si no nos ayudas, pereceremos;
nos vamos a extinguir cual lámpara sin aceite.
Pero si perece esta obra,
la que perece no es nuestra obra, es la tuya.
Tú lo has hecho todo entre nosotros;
contamos, pues, contigo,
con tu ayuda poderosa,
y contaremos siempre con ella.” AMEN
6
Año Vocacional Marista 2004 - 2005
Ideas para la oración personal
“La certeza de que es Dios quien trabaja el corazón humano con la vocación nos anima a
llamar a otros. Descubrimos el bien ya existente en el joven y le sugerimos, con mucha
delicadeza y tacto, la posibilidad de que el Señor le haya preparado y le llame a la vida
sacerdotal o religiosa. En esto consiste ser para alguien mediador de la llamada de Dios,
como lo fue Marcelino para sus primeros discípulos. El trabajo pastoral de las vocaciones
reposa sobre este principio: ejercer una mediación oportuna y auténtica en un momento
determinado”.
“Las imágenes que motivan a los jóvenes en la elección de vida se forman generalmente a
partir de experiencias personales, reforzadas o influidas por sus contactos con adultos que
estén disponibles y demuestren además entusiasmo al hablar al joven del género de vida que
le es propio y que empieza a interesarles.” (Circular “Las Vocaciones”)
Que nuestra comunidad sea..
...vibrante: Si nuestra comunidad es algo vivo y está animada por una confianza mutua, por
un dinamismo compartido, si las relaciones entre los hermanos son cordiales y activas, los
jóvenes que convivan con nosotros sentirán el pulso de la vida, de la vitalidad.
...orante: La fuerza de nuestro amor recíproco y nuestra autenticidad como comunidad
marista están íntimamente ligadas a la calidad de nuestra vida de oración: “Reunida en nombre
de Jesús, la comunidad se construye cada día, especialmente por la oración” (Const.57)
...invitante: La promoción de vocaciones no puede limitarse a invitar a los jóvenes a
compartir una comida o una plegaria, o a vivir con nosotros algunos días. Hay que ir más
lejos, hay que compartir con el joven nuestra experiencia de hermano marista. Y si
encontramos una respuesta positiva, entonces, sin vacilar, hay que invitarles a reflexionar
sobre la posibilidad de unirse a nosotros.
...misionera: Somos apóstoles, enviados por la Iglesia para llevar la Buena Nueva a los
jóvenes. Hemos sido enviados para continuar la misión de Jesús, y este espíritu apostólico
debe transparentarse en toda nuestra vida. Los jóvenes que tienen un ideal esperan, desde
luego, encontrar en nosotros una gran preocupación por los pobres y demás abandonados. De
no ser así, lo buscarán en otro sitio y nadie podrá reprochárselo.
...marista: La verdadera comunidad marista está marcada por la sencillez del estilo de vida, la
apertura y la autenticidad. La comunidad marista es fraternidad, una fraternidad abierta a los
demás. Esto significa ser hermano de todos. Es necesario que, cuando acuden a nosotros,
perciba todo esto en las preocupaciones, esfuerzos e interés que nos tomamos por ellos y sus
cosas. La comunidad marista es unidad en torno a Jesús, María y Marcelino de quienes se
sienten enamorados.
...acogedora: Hablando de jóvenes que buscan su vocación, las Constituciones nos dicen que
“las comunidades los animan invitándolos y brindándoles una acogida fraterna” (94.2).
7
Descargar