biología comparada de los sonidos comunicativos

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ORIGINALES
Rev. Logop. Fon., Audiol., vol. XVI, nº 2 (86-97), 1996
BIOLOGÍA COMPARADA DE LOS SONIDOS COMUNICATIVOS
Por N. García Atarés, P. Gómez Bosque e I. San José Crespo
Departamento de Anatomía Humana. Facultad de Medicina. 47005-Valladolid.
CONCEPTO DE SONIDOS COMUNICATIVOS
L
os sonidos comunicativos son un importante componente del lenguaje en sentido general. Son muchas las especies animales, a partir de los invertebrados superiores, capaces de emitir sonidos con un fin
comunicativo.
Teniendo en cuenta las ideas de Popper, podemos afirmar que en el lenguaje existen cuatro niveles y tres tipos de
sonidos comunicativos.
- Así, en el nivel expresivo existen los sonidos expresivos.
El grito de dolor es un sonido característico de este nivel.
Cuando se juzga la importancia del lenguaje expresivo se
puede caracterizar diciendo de él que es manifestativo o
no manifestativo.
- En el nivel señalativo hay un componente de gestos y
sobre todo también de ciertos sonidos indicativos; por
ejemplo, en los chimpacés que viven en sociedad cuando
el grupo reposa o descansa, el vigilante puede emitir
sonidos que indican o señalan la presencia de un posible
enemigo o presa. El lenguaje señalativo, teniendo en
cuenta sus intenciones, puede ser eficaz o ineficaz.
- Finalmente en los niveles descriptivos y argumentativos,
típicos del lenguaje humano, existen los sonidos significativos que constituyen el componente fundamental de
la voz humana. Se llaman sonidos significativos porque
trasmiten a otros individuos significados o conceptos
sobre el mundo exterior y sus combinaciones. En el nivel
descriptivo el lenguaje puede ser verdadero o falso,
mientras que en el nivel argumentativo el lenguaje puede
ser válido o no válido.
La evolución animal comienza por formas muy elementales de tipo unicelular cuyos representantes más antiguos
son seres semejantes a las bacterias actuales.
Desde el nivel de las bacterias se produce una creciente
complicación de las formas vivientes que van trasformándose sucesivamente para originar los mesozoos, las esponjas
(espongiarios), los celentéreos, la inmensa variedad de
invertebrados superiores y finalmente los cordados o vertebrados.
Pues bien, muchas especies de invertebrados, por ejemplo
los insectos, son capaces de emitir sonidos comunicativos.
Lo mismo sucede en el gran grupo de los cordados y
especialmente en aves y mamíferos.
A continuación consideraremos especialmente los sonidos comunicativos producidos por los grillos dentro del
grupo de los insectos, por las aves canoras y terminaremos
haciendo referencia a los mamíferos, especialmente a los
seres humanos.
En lo que respecta a insectos y aves consideraremos las
estructuras periféricas que producen, modulan y articulan
los sonidos comunicativos, los tipos de mensajes, el mando
nervioso que controla los movimientos de las estructuras
periféricas y los factores que influyen sobre el funcionamiento del mando nervioso.
En el caso de la especie humana haremos una somera
indicación de las estructuras que intervienen en la producción, articulación y modulación de la voz humana considerando de manera especial la filogénesis del lenguaje
humano.
LOS SONIDOS COMUNICATIVOS
DE LOS INSECTOS
ESPECIES CONSIDERADAS
Desde el punto de vista de la filogénesis en general, a lo largo
de la evolución se han producido varios tipos de seres vivientes.
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Es conocido que los insectos son invertebrados ’cantores”. Ejemplos concretos son el grillo, el saltamontes y
la cigarra. En las líneas que siguen estudiaremos particu-
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Figura 1. Mecanismo de producción de sonido en el grillo. A.
Movimiento de la cresta (élitro) sobre la lima (pectro). B. Movimiento rápido produciendo un sonido resonante. C. Movimiento
lento produciendo un sonido no resonante.
Figura 2. Estimulación eléctrica en diferentes centros superiores
del cerebro o ganglio cefálico del grillo, para desencadenar los
diferentes patrones de canto: de llamada (+, O, o), de rivalidad (O)
y/o cortejo (+). Cuerpos pedunculados (MB), puente (P) y cuerpo
central (CB) incluidos en el protocerebro; deutocerebro (DC),
tritocerebro (TC) y conexiones al ganglio subesofágico (Sco).
larmente la producción de sonidos comunicativos del
grillo.
El aparato periférico productor de sonidos (Fig. 1) está
constituido por un par de alas modificadas a cada lado. Cada
una de ellas lleva en la cara inferior un saliente o cresta
llamada ’élitro”, y en la cara superior varias rugosidades
dispuestas paralelamente formando lo que en conjunto
llamamos ’lima” o ’pectro”.
El sonido se produce aproximando y separando las alas,
lo que implica que la cresta roza sobre la lima. Según las
características de las alas y la velocidad de frotamiento se
pueden producir dos variantes de sonidos: sonido resonante
o rápido y sonido no resonante o lento.
Los principales tipos de mensajes sonoros producidos por
el mecanismo descrito son: el canto de llamada, el canto de
rivalidad y el canto de cortejo (Fig. 2). Estos tipos de canto
se diferencian entre sí por la alternancia de los periodos de
producción de sonido y los intervalos de silencio.
Respecto a las estructuras nerviosas que intervienen en
la producción y regulación del sonido conviene tener en
cuenta que el sistema nervioso de los insectos en general y
del grillo en particular, está constituido por cadenas ganglionares que corren a lo largo del cuerpo del insecto
ventralmente al aparato digestivo. En la parte anterior de
cada cadena, en la zona de la cabeza, se observa un ganglio
muy desarrollado, el ganglio subesofágico. Dorsalmente
respecto al esófago, las cadenas de ambos lados se unen en
la línea media formando una masa voluminosa, el ganglio
cefálico o cerebro de los insectos.
En este ganglio cefálico es posible diferenciar varias
partes (Fig. 2): el protocerebro que recibe fundamentalmente aferencias viscerales, el deuterocerebro que recibe
información procedente de las antenas, y el tritocerebro que
inerva el tubo digestivo anterior y la región cefálica y se
continúa con el ganglio subesofágico.
El análisis histológico de un corte transversal del
protocerebro muestra una estructura muy compleja formada
por neuronas y sus prolongaciones. Las estructuras más
importantes son las llamadas lóbulos antenales que reciben
estímulos olfatorios y los cuerpos pedunculados que son
áreas de asociación muy complejas.
En la figura 3 puede observarse el funcionamiento de
todas estas estructuras. Los músculos que cierran y abren las
alas reciben fibras motoras de neuronas ubicadas en los
ganglios torácicos correspondientes. Cada ganglio es un
pequeño cerebro segmentario capaz de producir por sí
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Figura 4. Influencia de los genes en los patrones de canto del
grillo. Los diferentes patrones de canto entre dos especies de
grillos salvajes y su modificación en la descendencia híbrida
indica que el canto no se aprende por la experiencia, sino que
viene determinada por los genes.
Figura 3. Control jerárquico entre todas las estructuras que
participan en la producción del canto del grillo: músculos de las
alas, neuronas de los ganglios torácicos (generador), neuronas
del ganglio subesofágico (de comando) y ganglio cefálico (coordinador) que recibe influencias moderadoras, desde el centro
generador, de factores sensoriales (tactiles, visuales y acústicos),
hormonales (masculinas) y genéticos (cromosoma X).
mismo el ritmo básico de los movimientos de las alas, y por
lo tanto se le puede considerar como un generador de patrones básicos. Este ritmo básico está sometido al control de
neuronas de comando ubicadas en niveles superiores, a su
vez sometidas al influjo superior del ganglio cefálico que se
encarga de la coordinación central de los mecanismos
innatos de liberación.
Finalmente hay que añadir que desde los ganglios generadores de patrones motores básicos salen fibras que
terminan sobre el cerebro y contribuyen a modular el ritmo
por un proceso de feed-back.
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El funcionamiento de todas estas estructuras nerviosas
está sometido además al influjo de diferentes factores que
actúan sobre el ganglio cefálico. En efecto, en muchos
insectos el canto es estimulado por estímulos sensoriales
específicos, táctiles como una determinada temperatura del
aire, visuales como la duración de la luz/oscuridad o acústicos
como la percepción del cántico de otro miembro de la
misma especie.
Otro factor importante es el hormonal. Es sabido que en
muchas especies de insectos, y en concreto el grillo, sólo
cantan los machos por lo que las influencias hormonales
parecen depender fundamentalmente de las hormonas masculinas.
Finalmente, son importantes los factores genéticos que
residen en los genes del cromosoma X. La influencia de los
genes se pone de manifiesto por el hecho de que cada
especie de grillo tiene sus propios cánticos difícilmente
modificables y porque el cruzamiento de diferentes especies sí modifica el patrón de cántico.
En la figura 4 se observa en la línea superior el registro
del cántico del Teleogryllus oceanicus. Su canto se inicia
con un chirrido seguido de varios trinos, formando juntos la
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Figura 5. Producción de sonidos por la siringe de los pájaros. A. En reposo o durante la emisión de sonidos de baja frecuencia: los
músculos traqueolaterales están contraídos, los esternotraqueales relajados, la membrana timpaniforme tensa y el conducto traqueobronquial abierto al máximo. B. Durante el cántico, los músculos traqueolaterales se relajan y los esternotraqueales se contraen, las
membranas de la siringe se distienden y abomban hacia dentro. El paso de aire durante la espiración hará vibrar estas membranas
produciendo el sonido audible.
llamada frase del cántico. A continuación conecta una
segunda frase y así sucesivamente. Pues bien, el cruce entre
el Teleogrillus oceanicus y el commodus modifica el patrón
de canto a medida que se producen cambios genéticos en las
sucesivas generaciones. Lo más llamativo es que las frases
se hacen cada vez más cortas y que el chirrido se continúa
sin interrupción con el primer trino de la frase.
El rígido control del cántico por el sistema genético
indica que la modalidad de cántico no se aprende por la
experiencia. Ello se debe a que entre las sucesivas generaciones no hay solapamiento y por lo tanto las generaciones
jóvenes no pueden aprender de las viejas el modo adecuado
de cantar. La falta de experiencia es sustituida por la
sabiduría congénita moderada por los genes.
Un último comentario importante a tener en cuenta es
que el desarrollo filogenético de sonidos comunicativos
está estrechamente asociado al desarrollo del aparato
auditivo, de tal modo que existe una ley evolutiva según la
cual todos los animales que cantan tienen desarrollado el
oído.
En este sentido conviene saber que los insectos han
desarrollado receptores especiales para el sonido de baja
frecuencia. Un receptor de este tipo es el pelo en cinta
situado en pequeños apéndices llamados “cercos”. Otro
tipo de receptor es el órgano de Johnston situado en la base
de la antena constituido por una cavidad atravesada por una
o más células sensoriales alargadas llamadas sensocilios
cordotonales.
Los pelos en cinta y el órgano de Johnston son sensibles
a sonidos de hasta 2 Khz, lo que equivale a un rumor de
1/2 tono.
Algunos insectos también han desarrollado órganos para la
detección de tonos de alta frecuencia, los órganos timpánicos,
situados en diferentes partes del cuerpo: en las antenas como
las moscas, en el tórax como las polillas, en el abdomen como
los escarabajos o en las patas como los saltamontes.
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Figura 6. Esquema del cerebro de un canario macho con los
centros y vías de control vocal. Los puntos negros de los núcleos
cerebrales son los lugares de unión de la 3-H-testosterona y el
sombreado indica las áreas más desarrolladas en machos que en
hembras. Núcleo hiperestriado ventral (Hvc), núcleo magnocelular
anterior (MA), núcleo robusto (RA), área X (X), núcleo
intercolicular (INT), núcleo del hipogloso (XII).
LOS SONIDOS COMUNICATIVOS EN LAS AVES
Las aves son vertebrados que emiten una extensa gama
de sonidos comunicativos, tanto expresivos como
señalativos, considerando las aves canoras.
Al igual que con los insectos describiremos sucesivamente los órganos periféricos que producen y articulan los
sonidos, los tipos de mensajes, el control nervioso y la
influencia de factores genéticos y hormonales en las diferentes modalidades de canto.
En la figura 5 se observa la estructura del órgano vocal
de los pájaros, la siringe, situada en el punto de la bifurcación de la tráquea y en el segmento inicial de los bronquios.
En esta zona, tanto la pared traqueal como bronquial está
adelgazada y forma las membranas timpaniformes capaces
de vibrar. Alrededor existe un saco aéreo bien desarrollado.
Además hay músculos traqueolaterales e importantes
músculos esternotraqueales.
En el momento del cántico, los músculos traqueolaterales
se relajan y la tráquea se dilata. A diferencia de ello se
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contraen los esternotraqueales relajándose las membranas
timpaniformes. El paso de aire durante la espiración hace
vibrar estas membranas relajadas lo que causa el sonido
audible.
Las aves canoras emiten una gran multiplicidad de
mensajes que se clasifican en llamadas y cantos. Las llamadas son emitidas por machos y hembras y pueden ser de
alarma, de aviso o de temor. Los cantos son emitidos fundamentalmente por el macho y con ellos se identifica como
perteneciente a una especie determinada, avisa de estar
dispuesto a la defensa de un territorio y preparado para el
apareamiento. Los cantos de las hembras son más monótonos
y se reducen a señalar la disposición al apareamiento y la
nidificación.
Las estructuras telencefálicas que ponen en marcha y
regulan el funcionamiento de la siringe son muy complejas
y casi todas ellas son parte del cuerpo estriado considerablemente desarrollado en las aves.
En la figura 6 se ve el perfil del cerebro de un canario en
el que se han dibujado los centros que intervienen en el
canto y sus interrelaciones mutuas. El núcleo mayor forma
parte del hiperestriado ventral caudal (HVc). Este núcleo
recibe conexiones del núcleo magnocelular anterior (MA)
perteneciente al neoestriado. Ambos se proyectan sobre el
núcleo robusto (RA) del arquiestriado. Finalmente, en el
extremo anterior está el área X que solamente está presente
en el macho y que recibe conexiones del hiperestriado
ventral caudal. Histológicamente, las neuronas de este
último núcleo son más voluminosas en el macho que en la
hembra pudiéndose hablar de un dimorfismo sexual que
afecta a los centros cerebrales del canto.
Desde el núcleo robusto del arquiestriado sale una importante vía descendente que termina sobre el núcleo
intercolicular (INT) y sobre el núcleo del hipogloso (XII).
De éste salen fibras colaterales para los músculos que
intervienen en la actividad de la siringe.
Aunque la siringe recibe información bilateral de ambos
XII, existe cierta asimetría funcional ya que la rama procedente del XII izquierdo tiene más importancia que la del
lado derecho. Nottebohm ha seccionado ambas ramas separadamente, notando que sólo la sección del nervio izquierdo
afecta el canto, mientras la sección de la rama derecha
produce un efecto distorsionador muy pequeño.
El canto de las aves tiene un control genético de fondo
pero, a diferencia de lo que ocurre con los insectos, las aves
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Figura 7. Modificaciones del canto en tres miembros de la familia de los gorriones. A. En condiciones normales. B. En condiciones de
aislamiento. C. Despues de haber sido ensordecidos. El canto de las aves tiene un control genético de fondo, si bien, como muestran las
alteraciones sufridas en las situaciones B y C, parece más importante el aprendizaje por imitación de sus progenitores.
aprenden a cantar su canto específico escuchando e imitando el canto de sus progenitores. Para poder aprender el
cántico existe un periodo sensitivo entre 10 y 50 días,
después del cual el ave empieza a cantar perfectamente por
lo que se puede decir que canta de memoria.
El ave corrige su canto utilizando el feed-back auditivo
de su propia voz y el canto de otras aves. En efecto, el
estudio del aprendizaje del cántico se comprueba por experiencias de ensordecimiento de las crías o por crianza en
aislamiento.
En la figura 7 se recogen esquemáticamente las modificaciones del canto de diferentes aves canoras en condiciones
normales, después de haber crecido aisladamente y después
de haber sido ensordecidas. En la línea superior se recogen
fonogramas del gorrión cantor en estas tres circunstancias.
En la línea media se observan las modificaciones del canto
en el gorrión de corona blanca. En la línea inferior se ve el
fonograma del junco de Oregón.
En los diagramas correspondientes al ensordecimiento
precoz se aprecia una alteración considerable del patrón de
cántico. El aislamiento precoz también produce modificaciones si bien no tan graves como el ensordecimiento.
Las hormonas masculinas ejercen una gran influencia
sobre el tipo de canto de las aves como se recoge gráficamente
en la figura 8. Normalmente los pinzones machos cantan
mientras que no lo hacen las hembras. Sin embargo, las
hembras tratadas tras el nacimiento con estradiol y posteriormente, cuando son adultas, con andrógenos sí son
capaces de cantar.
Los círculos situados debajo de cada figura representan
el tamaño relativo del núcleo hiperestriado ventral caudal.
Se puede ver cómo en la hembra normal este núcleo es muy
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Figura 8. Influencia hormonal en el canto de las aves. Esquema
de un experimento con hormonas en el pinzón. Aunque en
condiciciones normales sólo canta el macho, la hembra tratada
con estradiol tras el nacimiento y con andrógenos en su edad
adulta, sí es capaz de cantar. El tamaño relativo del núcleo
hiperestriado ventral se representa por círculos sombreados.
Figura 9. Desarrollo temporal de la canción en canarios machos
en relación con el volumen de los núcleos cerebrales implicados
en el canto. En color rosa se representa el volumen del núcleo
hiperestriado ventral, y en azul el correspondiente al núcleo
robusto, ambos con máximo desarrollo durante la edad de canto
estable. El incremento del volumen de los núcleos se produce
gracias a la formación de nuevas neuronas a partir de neuroblastos
acantonados bajo el epitelio ependimario del ventrículo
telencefálico. Al terminar el periodo estable las células viejas se
necrosan y disminuye el volumen del núcleo que las contiene.
pequeño, mientras que en la hembra tratada adquiere un
tamaño similar al del macho.
Volviendo a la figura 6, las manchas negras situadas en
los centros cerebrales del cántico indican los lugares de
unión de la 3-H-testosterona inyectada intravenosamente.
El sombreado periférico indica las áreas especialmente
desarrolladas en machos respecto a hembras.
Según Nottebohm el estudio de los centros cerebrales de
control en el canto de los canarios revela que en el adulto
nacen células nerviosas que sustituyen a las lesionadas.
En la figura 9 se ve claramente la relación que existe
entre modalidades de canto y volumen de los núcleos
implicados en el canto. En el eje de abscisas está indicada
la edad de un canario macho en meses en relación con las
diferentes etapas en el desarrollo del cántico. Hasta el final
del primer mes el canario se limita a emitir sonidos para
solicitar comida. Entre el primer y segundo mes varían los
tipos de cántico, produciéndose sonidos de bajo volumen y
variables; es lo que se llama la subcanción. Desde el final
del segundo mes hasta casi el octavo se inicia la canción
plástica. Desde los 7,5 meses hasta los 13,5 meses, en
relación con la madurez sexual y la fase de cría, el canario
emite la canción estable. Finalmente, a partir de los 13,5
meses se inicia un nuevo periodo de canción plástica y así
sucesivamente.
En el eje de coordenadas se expresa el volumen de los
núcleos. Nottebohm llama centro vocal superior al que
conocemos como estriado ventral caudal. La línea inferior
representa el volumen del núcleo robusto del arquiestriado.
En ambos casos se observa el máximo desarrollo de estos
núcleos coincidiendo con la edad de canto estable y su
disminución progresiva durante el periodo de canción
plástica subsiguiente.
En la figura 10 se indican las correlaciones entre el
enriquecimiento silábico de la canción y la curva de testosterona en sangre.
Durante el periodo de canción plástica, el canario no
tiene todavía una canción fija y estereotipada y puede
incorporar nuevas sílabas a su vocabulario. Durante este
periodo la concentración de testosterona en sangre va
disminuyendo entre los meses de mayo a noviembre. Durante la fase de canto estable el canario añade pocas sílabas
nuevas y el nivel de testosterona sube progresivamente
entre enero y mayo.
Las variaciones de volumen de los núcleos cerebrales del
cántico son producidas gracias a la formación de nuevas
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Figura 10. Variabilidad anual del canto en canarios machos adultos en relación con el nivel de testosterona en sangre (línea naranja).
Durante el periodo de canción plástica el canario incorpora nuevas sílabas o sonidos a su vocabulario a medida que sus niveles de
testosterona descienden. Durante la fase de canto estable el canario apenas añade nuevas sílabas y el nivel de testosterona asciende
progresivamente, entre enero y mayo.
neuronas a partir de los neuroblastos acantonados bajo el
epitelio ependimario del ventrículo telencefálico. Estudios
con timidina radioactiva muestran que los neuroblastos
emigran y se trasforman en neuronas al llegar al centro del
cántico lo que hace aumentar el volumen en relación con el
tipo de cántico.
Al terminar el periodo de canción estable se producen
necrosis de células viejas y disminuye el volumen del
núcleo que las contiene.
LOS SONIDOS COMUNICATIVOS
DE LOS MAMÍFEROS
Casi todos los grupos de mamíferos emiten sonidos
comunicativos. Para la emisión de estos sonidos aparece un
órgano nuevo, la laringe, y unas cámaras supralaríngeas
donde el sonido se modula y en algunas ocasiones se
articula.
El tema es muy amplio y limitaremos nuestro estudio a
la emisión de sonidos por parte del ser humano. Además
dejaremos de lado el estudio anatómico y fisiológico que
intervienen en la emisión de la voz y centraremos la atención en el problema filogenético.
Es sabido que la evolución de los homínidos comienza
con el Astralopitecus Aforensis (4-2,5 millones de años)
que origina dos líneas diferentes:
- Australopitecus posteriores a Aforensis
- La línea Homo en la cual aparecen sucesivamente:
- Homo Habilis (2-1,5 millones de años)
- Homo Erectus (1,6- 200 mil años)
- Homo Presapiens
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- Homo Sapiens con dos variantes fundamentales:
• Sapiens Neanderthalis (100-30 mil años)
• Sapiens Sapiens (40-10 mil años)
El Homo Sapiens fósil es seguido del Homo Sapiens
Sapiens reciente que somos nosotros.
El problema filogenético del lenguaje se puede expresar
con la cuestión, ¿en qué momento de la evolución de los
homínidos se produce un lenguaje no meramente expresivo-indicativo-señalativo, sino también significativo?
Este tema ha sido abordado desde diferentes perspectivas según que los autores que lo han estudiado lo enfoquen
teniendo en cuenta la situación de la laringe, el desarrollo de
zonas verbales en el cerebro o la relación del lenguaje con
otras capacidades psicointelectuales del ser humano. Ortega y Gasset planteó el origen del lenguaje humano no desde
el punto de vista temporal sino entendiendo el término
“origen” como aquella capacidad humana de la que brota el
lenguaje, con independencia del momento en el que esto
sucedió.
La hipótesis de Laitman sobre el origen del lenguaje
articulado
Los mamíferos respiran y tragan simultáneamente, el
hombre adulto no. Dentro de los mamíferos hay dos modelos:
1) En casi todos los mamíferos, en cualquier momento
de su desarrollo, la laringe se sitúa en la parte alta del
cuello a la altura de C1-3. Esta posición elevada permite
que se relacione con la nasofaringe, a través de las
coanas, cuando la epiglotis recubre el velo del paladar.
La laringe es una vía directa al aire entre la nariz y los
pulmones. Al tiempo que el animal respira, los líquidos
y alimentos descienden por detrás de la laringe hacia el
estómago.
Este modelo básico limita drásticamente a su vez la gama
de sonidos que puede producir el individuo. La laringe
apenas permite subsistir una pequeña zona supralaríngea
llamada faringe, de ahí que apenas pueda participar en la
modulación de los sonidos vocales. Por ello, la mayoría de
los mamíferos deben actuar sobre la boca y los labios para
modular los sonidos que emiten.
El neonato tiene un tracto respiratorio muy parecido al
modelo básico explicado, con la laringe en posición elevada
en el cuello. La cinematografía con rayos X permite visua94
lizar que el niño es capaz de respirar, tragar y vocalizar
simultáneamente de forma muy parecida a los monos, no así
los adultos.
2) Hacia los dos años, la laringe empieza a descender,
y el niño modifica la forma de respirar, deglutir y emitir
sonidos. Al descender la laringe va a producirse un
llamativo desarrollo vertical de la faringe lo que permite
modificar los sonidos laríngeos mucho más, clave de la
articulación que aporta toda su riqueza al lenguaje humano.
Según Laitman existe una correlación entre la configuración de la base del cráneo y la posición de la laringe. Un
cráneo fósil que presenta un perfil de la base sin curvatura,
casi plano, comparable al de los monos, indica que la
posición de la laringe era elevada en el cuello, con la
epiglotis tocando el velo palatino y con la faringe muy corta
y poco desarrollada tal como sucede en el chimpancé.
Inversamente, los fósiles con base curvada proceden de un
individuo semejante a nosotros.
¿Podrían hablar los Australopitecus? Sus cráneos se
presentan sin curvatura alguna, parecidos a los de los
monos actuales, por lo que su laringe se encontraría en
posición elevada favoreciendo la respiración y la deglución al tiempo, pero con un tracto vocal muy limitado que sólo permitiría un repertorio vocal escaso. La
posición alta de la laringe impediría por ejemplo producir las vocales universales similares a las del lenguaje
humano.
El Homo Erectus (hombre de Pekín), el descubridor del
fuego, presentaba un cerebro más grande y un cráneo
parecido al de los grandes monos actuales y al nuestro. En
él se observa un inicio de flexión de la base debido al
desarrollo del cuerpo del esfenoides, lo que permite presuponer el inicio del descenso laríngeo y el desarrollo de la
faringe, lo que dificulta la respiración y la deglución simultáneas, aunque favorece la modulación de los sonidos
laríngeos.
Restos fósiles de presapiens (Pre-Cromagnon) muestran
que el hombre de Broken-Hill (110 mil años) pronunciaba
las vocales “a” y “u” pero no estabilizadas ni bien diferenciadas entre sí, que el hombre de Skuhs V (50 mil años) no
tenía ninguna limitación a pronunciar sonidos vocálicos y
que el hombre de Neanderthal (50 mil años) no pronuncia
las vocales “a”, “y”, “u” ni las consonantes “g”, “k”, pero sí
“b”.“t”, “s”, “z”, “d”.
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Los primeros hombres con flexión total del cráneo,
similar a la del hombre actual, aparecen con los Homo
Sapiens hace 30-40 mil años. En este momento crítico de
nuestra historia aparece un tracto vocal moderno que permite el lenguaje articulado, la más humana de las capacidades
del hombre.
Nosotros creemos que en este trabajo existe una confusión terminológica entre modulación y articulación de los
sonidos.
En la modulación es posible que influya una mesofaringe
bien desarrollada, no obstante hay que considerar que la
laringe posee su propio sistema modulante pues la tensión de
las cuerdas vocales y su grosor, ambos debidos a la musculatura laríngea, actúan como moduladores del sonido básico
que se produce en las cuerdas vocales inferiores. Por lo tanto,
aún sin mesofaringe bien desarrollada no significa que
Australopitecus, Homo Habilis y Erectus no pudieran modular de alguna manera los sonidos producidos en su laringe.
En lo que respecta a la articulación del sonido laríngeo se
produce fundamentalmente por los movimientos de la lengua y la posición de ésta respecto a los dientes, encías y
paladar, y por los movimientos labiales. Por lo tanto, lo
decisivo para saber si existe un lenguaje articulado sería
conocer el desarrollo de la musculatura de los labios y la
lengua, así como su inervación periférica y sobre todo el
desarrollo del mando cerebral, fundamental para articular
los sonidos.
Teniendo en cuenta la importancia del cerebro en la
articulación de los sonidos laríngeos vamos a considerar
ahora algunos datos sobre este tema.
Desarrollo de los centros cerebrales del lenguaje
Tobias ha estudiado con detalle y usando técnicas de
moldes endocraneales el desarrollo de áreas cerebrales que
están relacionadas con el lenguaje
Según este autor en el nivel de los Australopitecus hay un
escaso desarrollo de las áreas verbales. En todo caso, se
observa una pequeña elevación a nivel de la futura área de
Broca (3ª circunvolución frontal izquierda).
En Homo Habilis la situación se ha modificado puesto
que se observan elevaciones claras en lo que serán las áreas
de Broca y en los girus supramarginal y angular (girus que
rodean la terminación de los surdos lateral y temporal
superior respectivamente).
En Homo Erectus ya no se puede dudar que hay un gran
desarrollo de las áreas verbales, anterior (de Broca) y
posterior (de Wernicke y Dejerine).
Finalmente en el hombre de Neanderthal y Sapiens
Sapiens hay un desarrollo cerebral completo en lo que
respecta a las áreas verbales.
Basándose en estos datos, Tobias sostiene que Homo
Habilis tenía ya capacidad para emitir un cierto número de
sonidos verbales, superior a la de Australopitecus pero
menor que Homo Erectus y Sapiens, pues tiene ya la base
craneal y la capacidad anatómica periférica necesarias para
el lenguaje.
Relación entre la vivencia de temporalidad y lenguaje
Todavía sigue siendo válido de una manera general el
principio que dice que el desarrollo ontogenético de un ser
recapitula el desarrollo filogenético. Naturalmente que la
inversa también es cierta, es decir, se pueden sacar conclusiones sobre el desarrollo filogenético teniendo en cuenta
datos observacionales recogidos en la ontogénesis. Por
ejemplo, parece demostrado que el logro de una vivencia
temporal completa por parte del niño en el desarrollo está
vinculada a la aparición del lenguaje.
Para ilustrar este dato citaremos a continuación a Ken
Wilber en su libro sobre la visión traspersonal del desarrollo
humano. Para este autor en la etapa más temprana del
desarrollo (pleorática-urobórica) no existe propiamente
conciencia de tiempo por parte del recién nacido, por lo
tanto, tiene una conciencia intemporal.
Con la formación de imágenes espaciales, la conciencia
primitiva y pretemporal se trasforma en una aprehensión del
presente vaga y nebulosa. De este modo la pretemporalidad
da lugar a la primera forma del tiempo: el simple presente
que fluye sin horizontes pasado y futuro.
Cuando sigue la evolución normal y aparecen imágenes
concretas el presente simple se trasforma en presente prolongado ya que la imagen puede representar objetos o
personas ausentes y de este modo el niño toma conciencia
de momentos presentes de forma inmediatamente accesibles.
No obstante, el desarrollo posterior del lenguaje y sobre
todo la aparición de palabras y nombres, trae consigo la
capacidad de reconocer series de sucesos y secuencias de
acciones y por consiguiente la capacidad de obtener el
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ORIGINALES
mundo no presente; es la etapa del yo social verbal que
aparece hacia los cuatro años. Dicho de otro modo, las
estructuras simbólicas del lenguaje trasforman el momento
presente en un momento temporal rodeado de un pasado y
un futuro. Así pues, por medio de la palabra y el nombre se
trasforma el presente en la duración temporal verbal social.
Permite que la conciencia trascienda el momento presente.
Finalmente, la aparición del pensamiento sintáctico crea
una estructura mental clara de los tiempos presente, pasado
y futuro.
En resumen, en la ontogénesis la aparición del lenguaje
es fundamental para la aparición temporal de una vivencia
claramente definitiva y articulada.
Pasemos ahora a la filogénesis y hagamos la pregunta,
¿en qué nivel del desarrollo de los homínidos podemos
afirmar que existe una vivencia temporal claramente definida y articulada en presente, pasado y futuro? Parece que
esta cuestión se puede responder afirmando que Homo
Habilis tenía ya una experiencia definida y por lo tanto
poseía ya un lenguaje. La idea de que Homo Habilis poseía
ya una vivencia del tiempo se deduce de su capacidad
instrumental. Homo Habilis fabricaba instrumentos de piedra que más tarde se trasformarían en las típicas hachas del
Paleolítico Inferior.
Un ser que se dedica a fabricar un instrumento está
pensando en un futuro, próximo o lejano, en el que ese
instrumento ha de tener sentido, por ejemplo, para atacar a
un enemigo, ahora no presente pero que puede aparecer
posteriormente. Homo Habilis tenía desarrollada la capacidad de futurización, de proyección hacia el futuro, de hacer
planes.
Además, hoy sabemos que estos instrumentos aunque
muy primitivos, eran fabricados de acuerdo a un modelo
mental o imagen sacada de la memoria en la que se concentran sus experiencias propias del pasado. En resumen,
Homo Habilis, además de capacidad de futurizar tenía
memoria imaginativa y era consciente de la dimensión
pasada del tiempo.
Ideas de Ortega y Gasset acerca del origen del lenguaje
En primer lugar hay que decir que cuando Ortega y
Gasset habla del origen del lenguaje no se refiere al origen
temporal histórico sino que más bien al origen ontológico o,
dicho de otro modo, en qué cualidad específica del ser
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humano tiene sus raíces el lenguaje. A este respecto es
preciso saber que Ortega distingue entre hablar y decir.
Hablar es hacer uso de una lengua impuesta desde fuera por
la sociedad en la que vivimos. Decir es un anhelo de expresar, manifestar o declarar algo que llevamos en nuestra
intimidad.
No existirían las lenguas y el habla si el hombre no fuera
ontogenéticamente un ser dicente, un ser que tiene cosas
que decir. Siguiendo esta temática, Ortega se pregunta
porqué el hombre es decidor y no silente, o a lo sumo,
porqué no se limita, como los demás seres, a señalar a sus
semejantes con gritos, aullidos y cantos un repertorio de
situaciones prácticas.
Para Ortega es evidente que en el hombre tuvo que existir
desde sus comienzos una necesidad de comunicación incomparablemente superior a la de todos los animales. Esta
necesidad tan vehemente se debe a que ese animal, futuro
hombre, tenía mucho que decir. Había en él algo que en
ningún otro se daba, un mundo interior rebosante que
reclamaba ser dicho. Tal mundo interior está constituido
fundamentalmente por las imágenes de la fantasía. La
fantasía es la cualidad primigenia característica del ser
humano y de la que brota el deseo de decir y la cristalización
del decir en un habla determinada.
En este sentido se puede decir metafóricamente que el ser
humano es un animal anormal y que su anormalidad consiste en la superabundancia de imágenes y fantasmagorias que
en él empezó a manar y crea en él un mundo interior.
Globalmente considerado el hombre es esencialmente un
“animal fantástico”.
Pues bien, para manifestar este mundo de imágenes no
basta con la señal asociada con algo que hay o pasa fuera,
sino que es preciso suponer en cada uno de aquellos seres,
la incoercible necesidad de hacer patente al otro lo que en
su propio interior había oculto, el íntimo mundo fantástico.
Se trata de una necesidad lírica de confesión. Más como las
cosas del mundo interior no se pueden percibir no basta con
señalarlas. La simple señal tuvo que convertirse en expresión, en una señal que porta en sí misma un sentido y una
significación. Esa señal es precisamente la palabra articulada.
Nosotros creemos que los instrumentos fabricados por
Homo Habilis indican que en este nivel del desarrollo ya
había aparecido ese mundo rico en imágenes que impulsaba
a decir y hablar.
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No olvidemos que los primitivos guijarros tallados de
Homo Habilis se construían de acuerdo a un modelo inscrito
en la mente del constructor de útiles, esto es, de una imagen,
y por lo tanto podemos decir que un ser que fabrica es un ser
provisto de imaginación.
Teniendo en cuenta los datos presentados, especialmente los datos del desarrollo de áreas cerebrales del lenguaje,
la aparición de una conciencia temporal articulada en presente, pasado y futuro y la existencia de un mundo de
imágenes, creemos que podemos afirmar que es en el nivel
evolutivo del Homo Habilis donde aparece el lenguaje por
lo menos del 3º nivel.
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