CASO PRACTICO nº1 - Aula Virtual

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UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
PRÁCTICAS DE DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO
CURSO 2007-2008
(Grupo ADE-Derecho)
CASO PRACTICO nº1
COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL (I)
1.- D. José G., de nacionalidad española y residencia habitual en
Valencia, es propietario de una casa en París (Francia). En enero del año 2004,
suscribe un contrato de compraventa sobre dicha vivienda con D. Manuel L.,
de nacionalidad española, y con domicilio en Barcelona, en el que se
especificaba el precio total a pagar, el modo de pago y el resto de condiciones
habituales. En el contrato se pactó expresamente que el 50% del precio se
satisfaría en junio del 2004, momento en el que se otorgaría la oportuna
Escritura Pública en Barcelona, y que en el caso de disputa las partes se
sometían expresamente a los Tribunales de la ciudad de Valencia; llegado
dicho momento, el comprador ni satisface el precio ni acude a la notaría fijada.
El vendedor desea instar una acción de resolución del contrato de
compraventa, y de reclamación de los daños y perjuicios ocasionados por la
que pretender retener las cantidades entregadas.
a) ¿Dónde podría el demandante interponer la demanda?. Razone la
respuesta
2.- D. Manuel Klaus, mayor de edad, de nacionalidad española, y con
domicilio en Valencia, decide presentar una demanda reclamando alimentos a
su padre D. Frederick Klaus, de nacionalidad alemana y con domicilio en Berlín
ya que durante los últimos ocho años no ha contribuido en cantidad alguna a su
manutención.
a) ¿Ante que Tribunal o Tribunales podría el hijo reclamar los alimentos
a su padre?
3.- D. Pietro, de nacionalidad italiana y con domicilio en Turín (Italia),
inscribe una patente en la Oficina Española de Patentes y Marcas, invención
consistente en una nueva clase de mando a distancia para TVs. Una empresa
con domicilio en Manchester (Reino Unido), desea interponer una acción de
nulidad de la concesión de la patente, ya que es idéntica a otra inscrita a su
favor en una fecha anterior.
a) ¿Cuál es el órgano jurisdiccional competente para conocer del litigio?
4.- Una empresa sueca, con sede social en Estocolmo ostenta la
concesión para la explotación de una mina de carbón situada en Ávila
(España). A su vez, esta anterior sociedad está participada mayoritariamente
por una sociedad canadiense con domicilio en Quebec. Durante la explotación
del negocio, y en fecha 23 de septiembre de 2003, se produce una fuga de los
depósitos en los que la empresa almacenaba material contaminante,
produciéndose un vertido a los campos agrícolas más cercanos, contaminando
los mismos y arruinando la cosecha de dicho año, e impidiendo la labranza
durante dos años más. Los perjudicados se organizan en torno a una
Asociación, y tras estudiar la situación deciden el inicio de actuaciones por vía
civil.
a) ¿Cuál sería el Juzgado competente para conocer de la demanda
contra la empresa canadiense?
b) Si por el contrario se decidiera demandar a la filial (empresa sueca),
señalar el Tribunal competente, caso de ser esto posible.
5.- Una empresa domiciliada en Valencia, y de nacionalidad española,
suscribe un contrato de compraventa de embarcaciones con SACUMSU,
empresa de nacionalidad rumana y domiciliada en Bucarest. Cuando recibe la
mercancía en el puerto de Barcelona, lugar de entrega de la misma pactado en
el contrato, se da cuenta de la ausencia de determinados materiales náuticos
que debieran haberse entregado, por lo que decide demanda a SACUMSU.
a) Determinar la jurisdicción competente, señalando las normas de
aplicación.
CASO PRACTICO nº2 (II)
COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL
Severino Leguleyo, joven letrado que se encontraba realizando prácticas
en un prestigioso despacho de abogados, gozaba de una carrera prometedora
ya que en poco tiempo se había ganado la confianza de sus superiores debido
a sus conocimientos jurídicos y su astucia procesal. Así pues, decidieron en el
despacho que era el momento adecuado para que se iniciara ante los
Tribunales, escogiendo para su debut judicial, un expediente facilón.
Los hechos sobre los que versaba el litigio eran los siguientes:
D. Arturo Velas (el cliente), empresario de éxito, de nacionalidad
española y con domicilio en la ciudad de Valencia interpuso ante los Juzgados
de Primera instancia de Valencia, demanda de juicio ordinario en reclamación
de cantidad por la falta parcial de pago del precio estipulado en un contrato de
compraventa de lámparas, contra la empresa italiana BOMBILLANI GROSSI
domiciliada en Siena (Italia), habiéndose pactado que el lugar del pago y el de
entrega de la mercancía sería la Feria de electrónica celebrada en Montpellier
(Francia). El letrado de la empresa demandada presentó el oportuno escrito de
contestación de la demandada en el que únicamente alegaba que no debía
satisfacerse el precio debido a la existencia de ciertos defectos en la mercancía
entregada.
Así, y tras un ligero estudio del tema ante su aparente simplicidad,
nuestro amigo Severino Leguleyo –amparado en la tranquilidad que otorga la
más absoluta de las ignorancias- entró en la Sala de Vistas del Juzgado,
dispuesto a celebrar el acto de la Audiencia Previa.
Según el Magistrado le concede la palabra, el letrado de la parte
contraria “se la roba”, y con carácter previo realiza una alegación en la que
defiende la falta de competencia judicial internacional del Juzgado de Valencia,
al amparo de lo establecido en el artículo 5.1.a), y en los artículos 2 y 3 del
Reglamento 44/2001, entendiendo que la competencia judicial internacional
corresponde a los Tribunales franceses y/o a los italianos pero nunca a los
españoles.
Tras dicha fundada exposición, el Magistrado concede la palabra a
Severino Leguleyo para que argumente lo que considere oportuno contra las
tesis mantenidas de adverso.
Redactar íntegramente las alegaciones que podrían realizarse por parte
del Sr. Leguleyo.
CASO PRACTICO nº3
COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL (III)
D. Michael Zork, de nacionalidad alemana y residente en Bonn, y Dª
Josefa García, de nacionalidad española y residente en Albacete, contrajeron
matrimonio en el año 1.994 en esta última ciudad, celebrando la misma en el
conocido restaurante albaceteño del “Cortijo el Aguila”. En el mes de enero de
1.995, y debido a motivos laborales, el matrimonio fijó su residencia conyugal
en la ciudad de Bonn, donde en 1.998 nació el único hijo del matrimonio.
A principios del año 2006, el 2 de enero, y por una serie de
desavenencias conyugales, Dª Josefa abandona, con el conocimiento de su
marido, el hogar familiar, junto con su hijo menor de edad, y se traslada al
domicilio de sus padres en Albacete. Tras algún tiempo, el día 22 de octubre de
2.006, D. Michael interpone en el Juzgado de Primera Instancia de Bonn una
demanda de divorcio contra su mujer, demanda que fue admitida a trámite el
día 2 de noviembre y notificada a la demandada el día 13 de febrero de 2.007.
A pesar de recibir la notificación, Dª Josefa decide no comparecer en dicho
litigio. El litigio seguido ante el Tribunal alemán se encuentra en estos
momentos en la fase probatoria, previa a dictar sentencia.
Tras recibir la notificación, Dª Josefa el día 18 de marzo de 2.007, decide
acudir a un prestigioso despacho de abogados de Valencia, encontrándose que
ese día cuasifestivo, solo puede atenderla un joven, Severino Leguleyo, quien
tras oír el relato de los hechos le aconseja inmediatamente que debe interponer
una demanda de separación contra su marido ante los Juzgados de familia de
Albacete ya que no son competentes los tribunales alemanes.
No estando tranquilo con el consejo que ha regalado a Dª Josefa, el
incauto letrado decide consultar a un amigo el asunto, planteándole en plena nit
del foc las siguientes dudas.
Cuestiones
1.- Determinar la competencia de los Juzgados de Bonn señalando la
norma jurídica aplicable.
2.- Determinar la competencia de los Juzgados de Albacete señalando la
norma jurídica aplicable.
3.- Si la otra parte compareciera ante los Juzgado de Albacete y alegara
que existe litispendencia internacional, ¿podría prosperar dicha alegación?¿Por
qué?
4.- ¿Cómo deberá notificarse la demanda al marido residente en
Bonn?¿Qué normativa resulta aplicable en esa materia?.
CASO PRACTICO nº4
EL PROCESO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERÍA (I)
D. Yassif Ahmed, empresario de nacionalidad argelina y de 20 años de
edad, domiciliado en Madrid, celebra, en la citada ciudad, un contrato de
compraventa en virtud del cual adquiere una serie de equipos informáticos,
pactandose como lugar de entrega de la mercancia el puerto de Valencia. El
importe total de la transmisión asciende a 12.000 euros, de los cuales abona
3.000 en el momento de la firma, difiriéndose el pago del resto en tres plazos a
30, 60 y 90 días a contar desde la efectiva entrega de la mercancia.
Llegado el vencimiento del primer pago aplazado, éste resulta impagado,
por lo que el vendedor, D. Klaus Riijs de nacionalidad holandesa y domiciliado
en Bélgica, decide ejercitar acciones judiciales en reclamación de la cantidad
pendiente.
A tal fin decide acudir a un despacho especializado, encargando los
socios del despacho la dirección letrada de este asunto a Severino Leguleyo;
antes de entrar en el fondo del asunto nuestro amigo debe resolver
adecuadamente las siguientes cuestiones, partiendo del supuesto que la
legislación argelina estableciera la mayoría de edad a los 21 años.
1.- ¿Podría interponerse dicha demanda ante los Tribunales españoles?
¿Qué normativa sería aplicable?.
2.- ¿Cúal sería la ley que regiría el desarrollo del proceso?
3.- ¿Tendría D. Yassif Ahmed capacidad para ser parte y capacidad
procesal?
4.- ¿Y legitimación?¿Qué ley regularía esta cuestión?
5.- ¿Necesitarían los litigantes comparecer por medio de abogado y
procurador?
6.- ¿Tendría el demandado derecho a asistencia jurídica gratuita?
CASO PRACTICO nº 5
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE SENTENCIAS
EXTRANJERAS (I)
Un viernes, aproximadamente a las 20’30 horas, y cuando Severino
Leguleyo se encontraba recogiendo sus trastos para iniciar el fin de semana,
uno de los socios del despacho de abogados, entra en su despacho y con la
cara ciertamente desencajada le comenta que hace escasos minutos ha
recibido la sentencia que parcialmente se transcribe a continuación,
realizándole las siguientes preguntas para que “se las piense” durante el fin de
semana, ya que el lunes deben mantener una reunión con el cliente, el
ejecutado en dichos autos.
1.- ¿Por qué es competente para conocer de la solicitud de ejecución de
la sentencia extranjera el Juzgado de Primera Instancia de Majadahonda?
2.- ¿Por qué ha sido competente la Audiencia Provincial de Madrid para
conocer de este Recurso de Apelación?.
3.- ¿Son correctos los motivos por lo que la Sala entiende como
aplicable el Reglamento 44 y no la LEC ni el Convenio bilateral hispano
aleman?
4.- Señalar los argumentos de la parte ejecutada para oponerse a la
ejecución.
5.- ¿Cabe recurso contra la decisión de la Audiencia Provincial?¿Tiene
ese recurso visos de prosperar?.
Auto de la Audiencia Provincial de Madrid, sec. 21ª, de 28-4-2006.
ANTECEDENTES DE HECHO
La Sala acepta y da por reproducidos los antecedentes de hecho de la resolución recurrida.
PRIMERO.- Por el Juzgado de 1ª Instancia núm. 3 de Majadahonda, en fecha 23 de enero de 2004, se
dictó auto , cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: "Se ESTIMA la solicitud formulada por el
Procurador D. Alberto Cardeña Fernández, en la representación que acredita de D. ATMOS
MEDIZINTECHNIK GMBH COKG, y por tanto se acuerda reconocer, y por tanto proceder a la ejecución
de la Sentencia firme dictada con fecha 27 de marzo de 2003 por la Audiencia Provincial de Friburgo ,
Sala Primera para asuntos mercantiles, condenando al demandado ATMOS MEDIMATEC, S.A. al pago
de cantidad líquida más intereses y costas, así como reconocer y ejecutar la resolución del mismo órgano
judicial de fecha 24 de marzo de 2003, aprobatoria de las costas procesales."
SEGUNDO.- Notificado el mencionado auto, contra el mismo se interpuso recurso de apelación por la
parte demandada, que fue admitido en ambos efectos, y en su virtud, previos los oportunos
emplazamientos, se remitieron las actuaciones a esta Sección, ante la que han comparecido las partes,
substanciándose el recurso por sus trámites legales, no habiéndose acordado el recibimiento del pleito a
prueba en esta alzada.
TERCERO.- Por providencia de esta Sección, de 17 de febrero de 2006, se acordó que no era necesaria
la celebración de vista pública, señalándose para deliberación, votación y fallo el día 25 de abril de 2006.
CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento han sido observadas en ambas instancias las
prescripciones legales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- (…) Habiéndose acordado por Diligencia de Ordenación de fecha 25 de junio de 2003 oir a la
entidad Atmos Medimatec S.A. y al Ministerio Fiscal antes de acordar lo procedente en cuanto al
despacho de ejecución interesado, tanto el Ministerio Fiscal como la entidad Atmos Medimatec S.A. se
opusieron a que se despachara la ejecución interesada, por considerar el primero que ello no era posible
conforme a las previsiones contenidas en el art. 954.2 de la LEcv de 1881 , al haberse dictado la
sentencia cuya ejecución se solicitaba en rebeldía de la parte demandada, y por entender la segunda que
siendo el procedimiento a seguir para la ejecución de las sentencias extranjeras diferente al elegido por la
parte que instó el despacho de ejecución no debía accederse a las pretensiones por tal parte deducidas.
La juzgadora de instancia dictó resolución accediendo al despacho de ejecución interesado por la
representación de Atmos Medizintechnik Gmbh & Cokg (…)
SEGUNDO.- Para dar respuesta a las concretas pretensiones ante esta instancia discutidas, hemos de
partir de que se interesó por la representación de Atmos Medizintechnik GMBH & Cokg la ejecución en
España de una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Friburgo, Sala Primera para asuntos
mercantiles, que condenaba a la mercantil Atmos Medimatec S.A., con domicilio en España, al pago de
determinada cantidad a la primera, habiéndose dictado esta sentencia en el estado de rebeldía de la
entidad Atmos Medimatec S.A..
Teniendo en cuenta que entre las partes en litigio se vino discrepando en instancia, reiterándose en esta
alzada su diferencia, en cuanto a la normativa a tener en cuenta para la ejecución de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil dictadas por un tribunal de Alemania, no estando conforme la parte
apelante con la normativa tenida en cuenta por la Juzgadora de instancia al dictar la resolución por la
misma recurrida, lo primero que debemos resolver, y ello al no plantearse ya discusión alguna en cuanto a
la no aplicación de las previsiones contenidas en el art. 952 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 en
esta alzada, es cual sea la normativa aplicable en la ejecución de una resolución judicial dictada por un
Tribunal de Alemania.
El 27 de septiembre de 1968 se firmó el Convenio de Bruselas relativo a la competencia judicial y a la
ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, extendiéndose las normas de este
Convenio a los Estados miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio mediante el Convenio de
Lugano de 16 de septiembre de 1988 , y sucesivamente a los nuevos Estados miembros de la Unión
Europea. El Consejo de la Unión Europea, ante la nueva situación política existente, encomendó a un
grupo de representantes de Estados Miembros de la Unión Europea y de los Estados de la Asociación
Europea de Libre Comercio la revisión de estos Convenios de Bruselas y de Lugano, consiguiendo llegar
a un acuerdo para la redacción de un reglamento sobre la materia a que se referían, naciendo así el
Reglamento 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000 , relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, cuya aplicación se
extiende a todos los Estados Miembros de la Unión Europea, con excepción de Dinamarca que no
participó en la aprobación de este nuevo Reglamento, por lo que tal Reglamento no vincula a este Estado.
(…) Conforme a lo expresamente previsto en el art. 68 del Reglamento 44/2001 él mismo sustituye, entre
los Estados Miembros de la Unión Europea, a las disposiciones contenidas en el Convenio de Bruselas de
1968 , salvo en lo que respecta a los territorios de los Estados miembros comprendidos en el ámbito de
aplicación territorial de dicho Convenio excluidos del Reglamento en virtud de las previsiones contenidas
en el art. 299 del Tratado Constitutivo de la Unión Europea , no encontrándose el Reino de España
incluido en tal excepción, sustituyendo expresamente este Reglamento, conforme a lo previsto en el art.
69 del mismo , y a los efectos que ahora nos interesan, al Convenio entre España y Alemania sobre
reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales, transacciones judiciales y documentos públicos con
fuerza ejecutiva en materia civil y mercantil firmado en Bonn el 14 de noviembre de 1983.
TERCERO.- En el Capítulo III del Reglamento 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, y en
concreto en los arts 32 y siguientes del mismo se recogen las normas y criterios a seguir en cuanto al
reconocimiento y la ejecución de las resoluciones adoptadas por un Tribunal de un Estado miembro de la
Unión Europea, y así en la Sección Primera de este Capítulo aparece la normativa referida al
reconocimiento de las resoluciones dictadas en un Estado miembro, conteniendo la Sección Segunda, en
los arts 38 a 52 las normas referidas a la ejecución de las resoluciones dictadas en un Estado miembro
cuando fueren ejecutorias allí, y la posibilidad de ejecución en este caso en otro Estado miembro.
En el art. 38.1 del Reglamento 44/2001 se dice que "Las resoluciones dictadas en un Estado miembro que
allí fueren ejecutorias se ejecutarán en otro Estado miembro cuando, a instancia de cualquier parte
interesada, se hubiere otorgado su ejecución en este último", señalándose en el art. 41 que "se otorgará
inmediatamente la ejecución de la resolución una vez cumplidas las formalidades previstas en el art. 53 ,
sin proceder a ningún examen de acuerdo con los arts 34 y 35 , y sin que en esta fase del procedimiento
pueda la parte contra quien se pide la ejecución formular observaciones, como se dice en el inciso final
del art. 41 ya citado.
Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el art. 43 del Reglamento 44/2001 a que nos venimos refiriendo, la
resolución que resuelva sobre la solicitud de ejecución puede ser recurrida por cualquiera de las partes, y
en este caso el tribunal que resuelva de la apelación "sólo podrá desestimar o revocar el otorgamiento de
la ejecución por uno de los motivos previstos en los arts 34 y 35 , refiriéndose precisamente el art. 34.2 ),
que ahora es el que nos interesa, a las resoluciones de un Tribunal "cuando se dictaren en rebeldía del
demandado, si no se hubiere entregado al mismo la cédula de emplazamiento o documento equivalente
de forma regular y con tiempo suficiente para que pudiera defenderse, a menos que no hubiere recurrido
contra dicha resolución cuando hubiere podido hacerlo".
En el supuesto que nos ocupa, y antes de entrar a examinar el fondo de la cuestión entre las partes en
litigio planteada, lo cierto es que se han cumplido por la parte que instó la ejecución de la sentencia
dictada por la Audiencia Provincial de Friburgo con los requisitos formales exigidos en los arts 54 y 58 del
Reglamento 44/2001 , acompañando al efecto las certificaciones necesarias emitidas por tal órgano
judicial al efecto, de forma que habiéndose recurrido la resolución adoptada por el Juzgador de instancia
accediendo a la ejecución de una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Friburgo, lo que hemos
de examinar, teniendo en cuenta los motivos de impugnación alegados contra la misma y concretada la
normativa aplicable al supuesto que nos ocupa, es si cabe la posibilidad de ejecutar esta resolución.
CUARTO.- (…) Del documento que figura al folio 107 bis de las actuaciones consta que esta
comunicación llegó a conocimiento de Atmos Medimatec S.A. en el mes de marzo de 2003, constando en
todo caso, por lo certificado por la oficial fedataria de la Secretaría de la Audiencia Provincial de Friburgo
que la sentencia cuya ejecución se interesó por Atmos Medozintechnick Gmbh & Cokg fue notificada a
esta entidad con fecha 17 de enero de 2003, habiendo sido notificada la misma a Atmos Medimatec S.A.
con fecha 22 de enero de 2003.
Pues bien, lo cierto es que habiendo tenido conocimiento la entidad Atmos Medimatec S.A. de la
sentencia dictada en procedimiento contra ella seguido a instancia de Atmos Medizintechnik Gmbh &
Cokg, y de que había sido condenada en dicha resolución al pago de una determinada cantidad, sin
embargo no nos consta que recurriera dicha resolución o efectuara cuando se le notificó cualquier tipo de
impugnación o manifestación contra la misma, ni que instara en su caso la nulidad del procedimiento por
posibles vicios o defectos procesales que hubieran podido cometerse en él mismo, etc...
QUINTO.- Así resulta que si bien es cierto que conforme a lo previsto en los arts 45 y 34.2) del
Reglamento 41/2001 del Consejo de 22 de diciembre de 2000 , cabe revocar el otorgamiento de ejecución
de una resolución judicial dictada en un Estado Miembro de la Unión Europea a los que vincula tal
Reglamento, cuando la sentencia cuya ejecución se pretende hubiere sido dictada en rebeldía, si no
constara entregada la cédula de emplazamiento o documento equivalente de forma regular y con tiempo
suficiente al condenado en rebeldía, siendo dudoso que en el supuesto que nos ocupa podamos dar
validez a la notificación del documento de iniciación del procedimiento realizada con fecha 7 de noviembre
de 2002, como ya referimos en el fundamento jurídico anterior, sin embargo no podemos olvidar que
conforme al inciso final del art. 34.2 citado no se reconocerán estas resoluciones dictadas en rebeldía si
no consta la cédula de emplazamiento al demandado rebelde, "a menos que no hubiera recurrido contra
dicha resolución cuando hubiere podido hacerlo", siendo evidente que en el supuesto que nos ocupa
Atmos Medimatec S.A. pudo haber recurrido contra la sentencia contra ella dictada en rebeldía en el
mismo momento en que se le notificó la misma, sin que sin embargo nada hiciera al respecto.
FALLO
LA SALA ACUERDA: Que desestimando el recurso de apelación formulado por Atmos Medimatec S.A.
contra el Auto dictado por la Ilma. Sra. Magistrado Juez del Juzgado de 1ª Instancia número 3 de los de
Majadahonda, con fecha veintitrés de enero de dos mil cuatro , debemos confirmar y confirmamos la
mencionada resolución, sin que proceda efectuar pronunciamiento alguno en cuanto a las costas
procesales devengadas ene esta instancia.
Así por este nuestro Auto, del que se unirá certificación literal al Rollo de Sala, lo acordamos, mandamos
y firmamos.
CASO PRACTICO nº6
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE SENTENCIAS
EXTRANJERAS (II)
Tribunal Supremo, Sala 1ª, Auto de 19-4-2005.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Procuradora de los Tribunales Sra. Maldonado Félix, en representación de D.
Ismael, formuló demanda de exequátur de la sentencia de fecha 13 de mayo de 1997, dictada
por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo (Valencia), República de Venezuela, por la que
se pronunció el divorcio común acuerdo entre su representado y Dª María Consuelo.
El matrimonio disuelto había sido celebrado en la Prefectura del Distrito de Sucre, Estado
Aragua, República de Venezuela, el 16 de diciembre de 1970.
SEGUNDO.- Al tiempo de promover el juicio de divorcio ante la jurisdicción venezolana, los
cónyuges eran venezolanos y residentes en la República de Venezuela; cuando pidió justicia a
esta Sala, el solicitante era español y residente en España.
TERCERO.- Se han aportado, entre otros documentos, copia autenticada y apostillada de la
ejecutoria cuyo reconocimiento se pretende, con expresión de su firmeza.
CUARTO.- El Ministerio Fiscal dijo que no se oponía al exequátur.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- No habiendo tratado con la República de Venezuela ni norma internacional en
materia de reconocimiento y ejecución de sentencias que resulte aplicable, debe estarse al
régimen general del artículo 954 L.E.C. (de 3 de febrero de 1.881) -que mantiene su vigencia
conforme establece la Disposición Derogatoria Única, apartado primero, excepción tercera, de
la LEC 1/2000, de 7 de enero-, al no estar acreditada la reciprocidad negativa (art. 953 de la
citada Ley de 1881), y toda vez que el solicitante promueve la solicitud de homologación de los
efectos de la sentencia no obstante lo dispuesto en el art. 84.1 del Reglamento del Registro
Civil.
SEGUNDO.- Resulta probada la firmeza de la sentencia, según la ley del Estado de origen; la
firmeza de la sentencia, cuyo exequátur se pretende, viene exigida, cualquiera que sea el
régimen de reconocimiento, por el artículo 951 (de la citada Ley de 1881) -que sobre este
extremo, no es únicamente atinente al régimen convencional, si se lee junto con los preceptos
siguientes- y reiterada doctrina de esta Sala.
TERCERO.- El requisito 1º del art. 954 (de la citada LEC 1881) ha de entenderse cumplido
habida cuenta de la naturaleza personal de la acción de divorcio.
CUARTO.- En cuanto al requisito 2º del mismo artículo 954, está acreditado que el divorcio se
promovió de común acuerdo por los cónyuges que intervinieron en el proceso.
QUINTO.- Por lo que interesa al requisito 3º del precitado artículo 954, la conformidad con el
orden público español -en sentido internacional- es plena: el artículo 85 del Código Civil
establece la posibilidad del divorcio cualesquiera que sean la forma y tiempo de celebración del
matrimonio.
SEXTO.- La autenticidad de la resolución, según exige el artículo 954.4º, está garantizada por
la apostilla con la que se ha diligenciado y tal y como obra en autos.
SEPTIMO.- No hay razón para considerar que la competencia judicial internacional de los
Tribunales de la República de Venezuela haya nacido de las partes en busca fraudulenta de un
foro de conveniencia (artículos 6º.4 Código Civil y 11.2 L.O.P.J.); el artículo 22.2 y 3 L.O.P.J. no
establece foros de competencia exclusiva, lo que sí hace el artículo 22.1 de la misma Ley
Orgánica, pero sin que en el presente caso concurran ninguno de los foros determinantes de
ella en favor de los tribunales españoles; por el contrario, hay conexiones que no pueden
desconocerse, como es la nacionalidad venezolana de la esposa, el domicilio de los cónyuges
en la República de Venezuela al tiempo de promoverse el juicio de divorcio ante la jurisdicción
venezolana y el lugar de celebración del matrimonio, razones éstas que permiten considerar
fundada la competencia de los Tribunales de origen, y, por ende, excluir el fraude en cuanto a
la ley aplicada al fondo del asunto, cuestión vinculada a la anterior.
OCTAVO.- No consta contradicción o incompatibilidad material con decisión judicial recaída o
proceso pendiente en España.
FALLO
La Sala Acuerda: Otorgamos exequátur a la sentencia dictada por el Juzgado Cuarto de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo (Valencia), República de Venezuela, de fecha 13 de mayo de 1997, por la que se
acordaba el divorcio de D. Ismael y Dª María Consuelo, quienes habían contraído matrimonio
en la Prefectura del Distrito de Sucre, Estado Aragua, República de Venezuela, el día 16 de
diciembre de 1970.
Contestar las siguientes
CUESTIONES
1.- Exponer las razones por las que resultó en su momento competente el
Tribunal Supremo para conocer de la solicitud de exequatur. ¿Qué órgano
jurisdiccional sería competente en estos momentos?
2.- ¿Hubiera sido competente un juez español para conocer del procedimiento
de divorcio interpuesto en su día en Venezuela?
3.- ¿Cuál hubiera sido el Tribunal competente para conocer de la solicitud de
exequátur si la sentencia la hubiera dictado un Tribunal italiano? Señalar la
normativa de aplicación
4.- ¿Cabe la interposición de algún recurso contra la presente decisión del
Tribunal Supremo?
CASO PRACTICO nº7
RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE LAUDO
ARBITRAL EXTRANJERO
TS Sala 1ª, A 2-10-2001, rec. 4687/2000
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Procuradora de los Tribunales Sra. Ortiz Cornago, en representación de la Compañía "F.",
formuló solicitud de exequatur del laudo de 21 de noviembre de 1.997, dictado por el Tribunal Arbitral
designado por el Consejo de Arbitraje de la Cámara de Comercio Central de Finlandia, por el que se
condenó a la mercantil española "G., S.A." a abonar a aquélla las cantidades que en la resolución por
reconocer se detallan.
SEGUNDO.- La parte solicitante de exequatur estaba domiciliada en Finlandia, en tanto que la parte
contra la que se dirige lo estaba en España.
TERCERO.- Se han aportado, entre otros, los documentos siguientes:
a) Original del laudo cuyo reconocimiento se pretende, debidamente apostillado y traducido, y con
certificación de su firmeza (…)
CUARTO.- Citada la parte contra la que se pide el reconocimiento y emplazada en forma, ésta, una vez
personada, se opuso al reconocimiento solicitado en base a los motivos que a continuación se sintetizan:
1) Inexistencia del convenio arbitral (art. IV, 1. b. en relación al art. II del Convenio multilateral).
2) Vulneración del orden público español (art. V.2.b).
3) Incapacidad de las partes según la ley española (art. V.1.a).
4) El laudo arbitral se refiere a una diferencia no prevista en el compromiso entre las partes (art. V.1.c)
FUNDAMENTOS DE DERECHO
(…) CUARTO.- Tal y como se expone en el Auto de fecha 31 de julio de 2000 (exequatur núm. 332/2000)
, que cita la parte solicitante, y que recoge el criterio interpretativo sentado, entre otros, en los anteriores
de fecha 17 de abril y 29 de febrero y 21 de marzo de 1999, y 29 de febrero y 21 de marzo de 2000, esta
Sala, a la hora de abordar el examen del cumplimiento del presupuesto del reconocimiento establecido en
el repetido art. IV, 1º b) de la norma uniforme , y con el fin de verificar la efectiva aportación, junto con la
demanda, del original o copia auténtica del acuerdo a que se refiere el art. II , ha atendido al sentido
finalista y teológico del precepto, que busca facilitar al Tribunal requerido la constancia escrita -en alguno
de los modos a los que se refiere el art. II del Convenio de la efectiva voluntad de las partes de incluir en
el contenido de un contrato o, en sentido más amplio, de un negocio jurídico, una cláusula de
compromiso, y, en general, de someter las controversias surgidas en la ejecución del negocio o en el
desarrollo de la relación jurídica al juicio y decisión de uno y más árbitros, integrados o no en una
institución arbitral; voluntad ésta que, a falta de su exteriorización y plasmación en un documento suscrito
por las partes, cabe encontrar en el conjunto de las comunicaciones mantenidas y en las actuaciones
llevadas a cabo entre una y otra parte de la relación negocial .
QUINTO.- Proyectando el criterio expuesto a las circunstancias que concurren en el caso objeto de
examen, se aprecia que, a falta de acuerdo arbitral firmado por ambas partes, la solicitante ha
aportado las diversas y recíprocas comunicaciones -cursadas por telefax, inicialmente- realizadas
entre ellas con motivo de la celebración de un contrato que tenía por objeto el suministro de determinados
componentes y material eléctrico (…) En autos obra copia compulsada del telefax mediante el que se
cursó el pedido en el que figura manuscrita la confirmación requerida.(…) Pero en este caso ha de
compartirse la conclusión a la que éste llega, vista la documentación aportada, pues del intercambio de
comunicaciones entre las partes cabe inferir que la relación contractual quedaba sometida a una
determinada ley material, y que las controversias surgidas habían de ventilarse a través del arbitraje
institucional referido en las modificaciones introducidas a las Condiciones Generales que constituían la lex
contratus. (…) Se debe, por tanto, considerar satisfecho el requisito que establece el art. IV, 1-b) del
Convenio en la medida en que se han aportado con la demanda de exequatur documentos de los que
razonadamente cabe inferir la voluntad concordé de las partes de someter las controversias surgidas en
la ejecución del contrato a la decisión arbitral(…)
OCTAVO.- (…) Desde el punto de vista del reconocimiento, la cuestión debe analizarse a partir de la
norma de conflicto que incorpora el art. V.1-a) del Convenio de Nueva YorK: la capacidad de las partes en
el acuerdo de arbitraje -y por extensión la representación- se regirá por la ley que les es aplicable según
la norma de conflicto interna del Estado receptor. Tratándose de la representación, si es la orgánica
inherente a la persona jurídica, se regirá por la lex societatis, conforme a lo dispuesto en el art. 9,11 del
CC. Pero se acaba de decir que no es ésta la cuestión que verdaderamente se suscita, pues no se
discute si la persona física que intervino en la celebración del contrato formaba parte o no del órgano de
representación de la sociedad, ni el contenido o extensión de sus facultades como tal órgano. Se parte de
reconocer que la intervención de aquél lo fue como dependiente o factor de la empresa, y, por tanto,
ostentando la representación voluntaria de la sociedad. En sus relaciones externas, esta representación
se regirá por la ley del país donde se ejerciten las facultades conferidas -no donde surtan efecto-, de
acuerdo con lo dispuesto en el art. 10,11 del CC, ley que en este caso es la española. Con arreglo a ella,
pues, debería examinarse si el factor puede obligar al principal, bajo qué condiciones, y si el
representante queda también obligado frente al tercero, así como todas las cuestiones relativas al poder
de representación -su existencia, alcance, duración, renovación...-, si ha habido abuso o extralimitación
del poder, sus efectos, y si cabe hablar de representación sin poder y la confirmación por parte del
principal de los actos del representante.
En apariencia, la excepción opuesta por la parte frente a la que se pretende el exequatur parece dirigida
en ese sentido: el factor no podía, conforme a la legislación española, obligar al principal a someterse a
un arbitraje sin contar con un poder especial, pues no quedaba dentro del giro o tráfico de la empresa.
Pero con independencia de que tal cosa sea o no como se afirma, la cuestión debe reconducirse a sus
justos términos, pues no se trata en puridad de la representación de la sociedad, de su alcance, y, en
general, de las relaciones externas que deben regirse por la ley del país en donde se ejerciten las
facultades de representación, sino de cuestión diversa, atinente a la capacidad contractual, cuando de lo
que se trata, como aquí ocurre, es de dilucidar si el contrato en cuestión -de arbitraje- puede o debe
celebrarse válidamente a través de representante, y si es necesario para ello un poder especial o basta el
general. En este caso, según la más autorizada doctrina, la ley rectora ha de ser la del contrato, o
tratándose del control de los requisitos del reconocimiento, la que señala el art. V.1-a) del Convenio de
Nueva York, en la medida en que se cuestiona la eficacia de un contrato celebrado por quien conforme a
esa ley carece de capacidad contractual o poder de representación bastante. Siendo así, el motivo de
oposición esgrimido ha de decaer (…).
FALLO
Otorgamos el exequatur al laudo arbitral de 21 de noviembre de 1.997, dictado por el Tribunal Arbitral
designado por el Consejo de Arbitraje de la Cámara de Comercio Central de Finlandia, con Sede en
Suecia, en el procedimiento arbitral promovido por la Compañía "F.-" contra la sociedad "G., S.A.".
1.- Valorar la resolución a la vista de los mandatos de la nueva Ley de Arbitraje.
2.- ¿Cabría reconocer el laudo vía Reglamento 44/2001?
3.- ¿Es aplicable algún convenio bilateral de reconocimiento y ejecución?
CASO PRACTICO nº8
PROBLEMAS DE APLICACIÓN
DE LA NORMA DE CONFLICTO
Severino Leguleyo era el único letrado disponible esa semana en el
despacho ya que sus superiores habían quedado atrapados en Baqueira por
una nevada inesperada. Esta idílica situación se rompió cuando una de las
secretarias le anunció para su desconsuelo que Dª Betty Flu, una acaudalada
viuda y valiosa cliente del despacho, requería su presencia en la sala de juntas
para comentarle algunas circunstancias personales que quería resolver a la
mayor brevedad.
Dª Betty Flu tenía nacionalidad británica, aunque desde hace muchos
años había fijado su residencia en una preciosa villa en la localidad de Tossa
de Mar (Girona). Su importante patrimonio se componía de múltiples inmuebles
sitos todos ellos en la citada provincia, el importe de varias cuentas corrientes
depositado en entidades de crédito de diversos paraísos fiscales, y una
inestimable colección de joyas que guardaba en su propio domicilio.
Hacía muchos años que su marido había fallecido, y tenía dos hijos,
ambos de nacionalidad española y residentes en Valencia, pero por
innumerables problemas personales no tenía trato alguno con ninguno, siendo
las relaciones familiares inexistentes. Recientemente se le había diagnosticado
una grave enfermedad por la que debía ser operada, y ante este repentino
acontecimiento, necesitaba obtener respuesta a algunas dudas.
Como la mujer era licenciada en derecho por la Universidad de Oxford,
ya conocía que la Civil Law británica disponía de un sistema de plena libertad
de testar pero entre sus normas de derecho internacional privado existía una
que señalaba que la ley aplicable a la sucesión por causa de muerte de los
ciudadanos británicos era, en lo referente a su patrimonio inmobiliario, la ley del
lugar de situación de los bienes inmuebles.
Dª Betty no quería bajo ninguna circunstancia que ninguno de sus
bienes pudieran caer en manos de sus hijos.
En conclusión, el asunto se limitaba a contestarle adecuadamente las
siguientes cuestiones.
1.- ¿Qué ley resulta aplicable para juzgar la capacidad o no de Dª Betty
para otorgar testamento?.
2.- ¿Puede en su testamento, tal y como es su deseo, nombrar única
heredera a Dª Antonia, íntima amiga de toda la vida, sin respetar las legítimas
de sus hijos?.
3.- ¿La privación de las legítimas hereditarias a sus hijos españoles
resultaría contraria al orden público?.
4.- ¿Sería aplicable el reenvío contenido en las normas de derecho
internacional privado británico?; en caso afirmativo, ¿hasta que extremo?.
5.- Debido a sus antecedentes familiares, Dª Betty tiene la posibilidad de
renunciar de inmediato a la nacionalidad británica, obteniendo ipso facto la
irlandesa (que nunca ha ostentado, ni ha querido ostentar), en cuya legislación
no existe la aludida norma de derecho internacional privado, y regula
igualmente un sistema de plena libertad de testar. ¿Cómo afectaría a su
herencia este cambio de nacionalidad?
6.- ¿Podría calificarse como fraude de ley dicho cambio de
nacionalidad?; en caso afirmativo ¿qué efectos tendría dicha calificación?.
7.- ¿Existe algún otro problema de aplicación de la norma de conflicto en
el presente caso?.
CASO PRACTICO nº9
MATRIMONIO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERÍA (I)
Toda vez que las últimas actuaciones profesionales de Severino
Leguleyo no han resultado muy del agrado de los socios del despacho de
abogados, y antes de tomar una drástica –y previsible- decisión sobre su futuro
profesional, sus superiores deciden otorgarle una última oportunidad, dejando
imprudentemente, o no, en sus manos el caso que se resume a continuación.
Un famoso y víaláctico jugador de voley-playa brasileño, Romualdo,
contrajo matrimonio con una conocida cantante de su misma nacionalidad, en
la ciudad Río de Janeiro en el año 2.000. El matrimonio se celebró según lo
establecido en la legislación civil de dicho país. Tras dicha celebración, y por
motivos laborales, fijaron su residencia conyugal en Madrid. Tras cinco años de
matrimonio, en enero del año 2.005, y debido a múltiples desavenencias
conyugales, decidieron abandonar la convivencia común, separándose de
hecho, permaneciendo él en su domicilio madrileño, enclavado en una
urbanización de lujo, mientras que ella se estableció en Niza (Francia).
A mediados del año 2.006, Romualdo inicia una relación sentimental con
una reputadísima actriz teatral, Rosa Telón, de nacionalidad española, pero
con residencia habitual en Londres.
Ante esta complicada situación personal, solicita un estudio de la misma,
especialmente centrado en averiguar las siguientes cuestiones:
1.- ¿Fue correcta la forma por la que se celebró el matrimonio al amparo
de lo establecido en la legislación española?
2.- ¿Puede presentar en España la demanda de separación o divorcio?
3.- ¿Qué ordenamiento jurídico resulta aplicable al anterior litigio?
4.- ¿Qué norma es aplicable en el supuesto de que decida otorgar
capitulaciones matrimoniales en su previsible nuevo matrimonio?
5.- ¿Podrá contraer matrimonio en España con su futura esposa por el
rito budista?
CASO PRACTICO nº10
MATRIMONIO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERÍA (II)
D. James Taylor, de nacionalidad británica, con residencia previa al
matrimonio en Liverpool, y empresario musical de reconocido prestigio, contrajo
matrimonio civil en el Consulado Español de Liverpool con Dª Lucía García, de
nacionalidad española y con residencia habitual previa al matrimonio en
Castellón, en el año 1.988. En el mes anterior a la celebración del matrimonio,
los contrayentes acudieron a una Notaria de Madrid y otorgaron en Escritura
Pública, las oportunas capitulaciones matrimoniales en las que se pactó que el
régimen económico matrimonial sería el de absoluta separación de bienes.
A principios de 1.990, por motivos empresariales y familiares, fijaron su
residencia conyugal en París (Francia). El matrimonio ha tenido dos hijos,
Leopoldo y Luis de 10 y 6 años de edad en la actualidad.
En enero de 2.003, y debido a múltiples desavenencias conyugales,
decidieron abandonar la convivencia común, separándose de hecho,
permaneciendo él en su residencia parisina, y de otro lado ella, en compañía
de sus hijos, fijaron su residencia en Castellón.
El matrimonio no inició actuación ni judicial ni extrajudicial alguna
tendente a regularizar su separación, ya que ellos mismos se entendían de
modo razonable, y esperaban una reconciliación que nunca llegó.
La semana pasada, con nocturnidad y cierto nerviosismo, ante la
aparición de algunos problemas de entendimiento, Dª Lucía se acercó al
domicilio particular de Severino Leguleyo (a quien conocía desde su más
tierna infancia por razones de parentesco) planteándole las siguientes
cuestiones:
1.- ¿Fue correcta la forma por la que se otorgaron las capitulaciones
matrimoniales de separación de bienes?.
2.- ¿Fue correcta la forma de celebración del matrimonio?.
3.- ¿Puede presentar en España la demanda de separación? Razone la
respuesta.
4.- ¿Qué ordenamiento jurídico resultaría aplicable en dicho litigio ?
5.- Si en un futuro, D. James sustrajera indebidamente a los hijos del
matrimonio del territorio español en ilícito uso del régimen de visitas
¿Qué normas internacionales resultarían aplicables para intentar
solventar dicha situación?.
CASO PRACTICO nº11
MATRIMONIO CON ELEMENTOS DE EXTRANJERÍA (III)
Parecía que los hados supieran que a Severino Leguleyo se le
atragantaban los casos de matrimonio internacional y confabularan para
amargarle su vida ya que a la mañana siguiente le esperaba en el despacho su
amigo Evaristo con el siguiente problema personal.
Evaristo tenía nacionalidad española y residencia en Valencia, y desde
hace muchos años estaba sentimentalmente unido a Jacinto, de nacionalidad
argentina, con quién convivía desde hace más de diez años. Con la reciente
modificación del Código Civil español y la posibilidad de contraer matrimonio
entre sí personas del mismo sexo (Ley 13/2005 de 1 de julio), y tras meditar
sopesadamente la conveniencia o no de institucionalizar su relación amorosa,
ambos decidieron dar el paso de casarse.
Ahora bien, la citada Ley 13/2005 no ha introducido ninguna
modificación en las normas del Derecho Internacional Privado español, por lo
que se plantean dudas en los casos de matrimonios mixtos (español/a y
extranjero/a) en materia de capacidad matrimonial, sobretodo en supuestos
como el presente, ya que el ordenamiento jurídico argentino impide esta clase
de matrimonio y es esa ley la aplicable a la capacidad de Jacinto según el
artículo 9.1 del Código Civil.
Luego, ¿pueden o no contraer matrimonio en España Evaristo y
Jacinto?; esa es la cuestión que debe ayudar a resolver, razonando
adecuadamente la respuesta.
CASO PRACTICO nº 12
RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OBLIGACIONES
CONTRACTUALES
D. Sebastián Gurb, con nacionalidad rusa y residencia habitual en
Munich (Alemania), concluye un contrato de compraventa en Valencia con D.
Horacio Alegre, de nacionalidad española y con residencia en Valencia, por el
cual el primero vende al segundo dos toneladas de aceitunas negras de
Aragón, ya envasadas en unos paquetes plásticos de forma laberíntica pero
muy del gusto del consumidor, por un importe global de diez mil euros.
En el referido contrato se determina que el 60% del importe del precio se
paga en dicho acto y el resto, esto es, el 40% restante, se satisfará en el
momento de la entrega de la mercancía, estableciéndose como lugar y fecha
de entrega de las aceitunas, el decadente local de negocio que el Sr. Alegre
tiene en Valencia el día 5 de enero de 2007 a las 6’00h. En el rudimentario
documento suscrito por las partes, debido, entre otras cuestiones que no
vienen al caso, a su agudo desconocimiento del derecho, no se determina el
derecho aplicable ni se estipula sumisión expresa alguna para caso de litigio.
Llegado el plazo y la hora fijada para la entrega, D. Horacio se queda
esperando la mercancía durante horas, es más, durante días, sin tener noticia
alguna del Sr. Gurb. Además, todas las gestiones telefónicas y telegráficas
para averiguar que ha sucedido son infructuosas, ya que no consigue hablar
personalmente con el vendedor, atendiéndole siempre con exquisita educación
la misma secretaria, quien siempre dice no saber nada ni de su jefe ni de la
mercancía.
Dándose cuenta de que nunca va a recuperar su dinero ni mucho menos
las aceitunas, vitales a la hora de preparar adecuadamente sus mundialmente
famosos aperitivos, decide contactar con algún prestigioso despacho de
abogados. Tras solicitar algunas recomendaciones a los habituales clientes de
su taberna, decide acudir al despacho profesional de Severino Leguleyo, quién
para entonces ya había sido invitado a instalarse por su cuenta debido a la
imaginativa –que no deficiente- resolución de los casos anteriores,
planteándole a bocajarro, y sin ninguna presentación previa, las preguntas que
le impiden conciliar el sueño.
1.- ¿Cuál sería el Tribunal competente para conocer del litigio?
2.- ¿Cuál es la ley aplicable al contrato suscrito entre las partes?
3.-¿Quién está obligado a acreditar el derecho extranjero y por qué
medios puede hacerlo?
4.- ¿Se puede plantear la demanda ante un Tribunal extranjero? ¿Podría
reconocerse y ejecutarse en España esa sentencia extranjera?¿Cómo?
CASO PRACTICO nº 13
RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OBLIGACIONES
EXTRACONTRACTUALES
Tras el largo y penoso invierno que por culpa del derecho en general, y
del internacional privado en particular, le ha tocado vivir, aprovechando el
puente del uno de mayo, Severino Leguleyo decide relajarse en Casablanca
(Marruecos).
Alojado en un lujoso hotel, alquila un vehículo todoterreno, matriculado
en Marruecos, para adentrarse en el desierto y recorrer libremente ese
impresionante entorno natural. Nada más iniciada la excursión, y debido a su
negligente y temeraria conducción, colisiona con el automóvil marca Mercedes,
matriculado igualmente en Marruecos, propiedad y conducido por D. Ahmed
Mustaf, de nacionalidad española y vecino de Melilla. Por fortuna en el
accidente no se produjeron daños personales, pero sí cuantiosos daños
materiales en el Mercedes.
Severino Leguleyo prometió verbalmente a D. Ahmed Mustaf que él
personalmente se haría cargo de la factura de la reparación de su vehículo, a
fin de evitar la participación de las aseguradoras en la tramitación del siniestro,
ya que su historial como conductor era inmejorable y no quería perder las
bonificaciones que le aplicaban.
Habiendo reparado su vehículo en junio, D. Ahmed Mustaf remitió
múltiples requerimientos a Severino, quién no tuvo a bien contestar ninguno de
ellos y mucho menos abonarle la factura de la reparación; cansado de esperar,
D. Ahmed decide iniciar las acciones legales pertinentes, debiendo resolver con
antelación las siguientes cuestiones:
1.- ¿Puede demandar a D. Severino Leguleyo en España?¿Cuál es la
normativa de aplicación?.
2.- ¿Resulta aplicable en este caso el Convenio de La Haya de 1971
sobre ley aplicable en materia de accidentes de circulación?.
3.- ¿Qué ordenamiento jurídico debe regular el fondo del asunto?.
4.- Si dicho ordenamiento fuere extranjero; ¿debería ser objeto de
prueba?¿Por qué?
5.- ¿Qué medios probatorios serían adecuados a tal fin?.
CASO PRACTICO nº 14
DESVENTURAS
Como han podido ustedes comprobar, Severino Leguleyo no había tenido un
buen año, más bien todo lo contrario; para olvidar todas sus penas y tensiones,
y mientras compraba dos litros de zumo de piña en el supermercado, decidió
participar en un sorteo que se estaba celebrando en dicho establecimiento
obteniendo como sorprendente resultado un premio extraordinario: “un viaje de
quince días por Finlandia con todos los gastos pagados”. A la semana siguiente
partió de Valencia destino Helsinki por vía marítima en un buque de carga, lo
que le llevo a sospechar ligeramente de la calidad del premio recibido, llegando
a dicha ciudad días después. Severino no tardó en darse cuenta de la belleza
del paraje y de la simpatía de las mujeres escandinavas, entablando una
relación con la cocinera del hotelucho donde se alojaba. A pesar del más que
limitado español de Erica –nombre de la mencionada cocinera- uno y otro se
hicieron inseparables. El flechazo fue tan grande, que Severino optó por
renunciar a proseguir su viaje dedicando todo su tiempo a su nuevo amor. Todo
lo bueno, sin embargo, -incluso los casos prácticos de Derecho internacional
privado-, llega a su fin. Ante su inminente vuelta, y presos ambos de una locura
apasionada, decidieron contraer matrimonio civil en el Ayuntamiento de
Helsinki. Su llegada a España, más en concreto a Valencia, lugar donde fijaron
su domicilio conyugal, sin embargo, les supuso el primer sinsabor. Habiendo
adquirido Severino en Helsinki cien novedosas cabinas de sauna (totalmente
desmontables) que le tenían que haber sido remitida a España desde aquél
país, comprobó que los días pasaban sin llegar las cabinas previstas,
habiéndose gastado en dicha inversión un importante capital pues creía que su
comercialización en España era un pelotazo seguro. El contrato se suscribió en
Helsinki dos días antes de su salida, siendo la parte vendedora un tío carnal de
su mujer conocido por sus amigos fineses como Otto Eljetta. Esta difícil
situación económica provocó las primeras dificultades en la convivencia marital,
que finalizó con el amor existente tan solo cuarenta días después de la boda,
regresando Erika a Helsinki, y quedándose Severino compuesto, sin cabinas de
sauna y sin su queridísima Erica. Reconociendo su completa ignorancia
jurídica, y ante un nuevo caso de derecho internacional privado –disciplina que
parecía perseguirle sin remedio-, Severino Leguleyo se acerca a su despacho
profesional. Ayudele en lo posible.
1) ¿Serían competentes los tribunales españoles para conocer del
incumplimiento del contrato de compraventa de las cabinas de sauna?
2) ¿Cabría que las partes se sometieran en dicho litigio a los tribunales de
España?
3) ¿Qué ley aplicarían los tribunales españoles caso de ser competentes para
conocer del litigio?
4) Si decidieran divorciarse: ¿Serían competentes los tribunales españoles? ¿
5) ¿Cuál sería el derecho aplicable a dicho divorcio?
CASO PRACTICO nº 15
Y OTRA MÁS
Llegado el verano del 2006 y el Mundial de Fútbol, de un lado para
celebrar sus éxitos profesionales, y de otro para acrecentar su importante
fortuna personal, Severino Leguleyo viajó a Berlín para promocionar su propia
marca de ropa deportiva, SPORTLEX, siendo España el lugar de fabricación de
dichos productos. Dicha marca estaba registrada en la Oficina Española de
Patentes y Marcas siendo su titular Severino Leguleyo como persona física. La
promoción iba francamente bien ya que a esos efectos había contratado a la
estrella de la selección nacional de futbol de Corea, Shin Gol, un joven de
veinte años con gran presencia y prestancia en los medios de comunicación, y
casado con una hermosa modelo española. Ambos residían en Zaragoza ya
que el deportista formaba parte del equipo de élite de la ciudad del Ebro.
Fulminantemente, antes de que comenzaran los partidos de octavos de
final, Severino suscribió en Berlín su primer gran contrato de compraventa,
contrato por el que vendía diez mil sudaderas a una empresa denominada
MILLARDOS, mercantil con domicilio social en Milán (Italia), por un precio de
90.000 euros; el pago del precio se realizó al contado en el momento de la
suscripción del referido contrato de compraventa que tuvo lugar en el estadio
olímpico de Berlín, pactando las partes que el lugar de entrega sería cuarenta y
ocho horas después en el Puerto de Valencia. Nada se pactó en materia de ley
aplicable al contrato ni en sobre sumisión a unos determinados Tribunales.
Si bien hasta dicho momento le acompañaba la buena suerte, todo
cambió tras los partidos de octavos de final; una empresa alemana había
presentado ante los Tribunales españoles una demanda solicitando la nulidad
de la marca SPORTLEX, la empresa italiana le comunicó la presentación
inmediata de una demanda ya que no había recibido las sudaderas pactadas, y
su amigo Shin Gol había decidido separarse debido a la crisis personal sufrida
tras fallar doce ocasiones manifiestas de gol en su último partido, para lo que
imploraba la ayuda de Severino; en fin, a pesar del Mundial, todo seguía igual.
Responder con
siguientes preguntas:
su
correspondiente
fundamentación
jurídica
las
1.-¿Puede la empresa alemana interponer la demanda sobre nulidad de
la marca SPORTLEX ante los tribunales españoles?¿Y ante los tribunales
alemanes?.
2.-¿Puede la empresa italiana MILLARDOS interponer una demanda por
incumplimiento contractual contra Severino ante los Tribunales españoles?
3.- ¿Cual sería la ley aplicable a la compraventa realizada Severino y la
empresa italiana Millardos?
4.- ¿Podría Shin Gol presentar la demanda de separación en España?
5.- ¿Cuál sería la ley aplicable a dicha separación matrimonial?
CASO PRACTICO nº 16
EL EXITO
Aunque parezca mentira, y después de un año extremadamente duro
aprendiendo a navegar en las procelosas aguas del derecho internacional
privado, nuestro amigo, Severino Leguleyo, alcanzó el éxito profesional y la
felicidad personal. Lo primero lo obtuvo mediante la resolución del complejo
asunto que se narra a continuación, y cuya favorable solución le supuso la
inmediata readmisión en el despacho de abogados que había prescindido de
sus servicios.
Este fue “su caso”:
En el año 2.003, D. Arturo Rodando, joven y prometedor empresario español
residente en Logroño, propietario de la empresa española VEHICULOS
ESPAÑOLES S.A., e igualmente con domicilio en Logroño, entró en tratos
comerciales con la compañía ASIAN CARS & TRUCKS, INC., empresa de
nacionalidad australiana y con sede social en Sidney. Estando muy interesado
en el éxito de las negociaciones, se trasladó a Australia para una primera toma
de contacto entre los responsables de ambas empresas; cuando llegó a la
reunión el Sr. Rodando inmediata y perdidamente se enamoró de Dª Violeta
Rumrum, hermosa ejecutiva de nacionalidad ucraniana, pero con residencia
habitual en París.
Como el amor todo lo puede, ambas empresas concluyeron en dicha hermosa
ciudad asiática, y a la mayor brevedad, un contrato en virtud del cual la
empresa española suministraría a la australiana una partida de vehículos,
pactándose que el lugar de entrega de la mercancía sería la ciudad de Sidney;
En cuanto a la forma de pago, ambas partes acuerdan que ASIAN CARS &
TRUCKS. INC. debería abonar el total del precio tras la correcta recepción de
la mercancía. En dicho documento contractual ni se escogió un derecho como
aplicable ni las partes se sometieron a ningunos Tribunales en concreto.
Puesto que la primera operación dio buenos frutos, las entidades en cuestión
prosiguieron su relación comercial durante todo el año 2003 y parte del 2004.
A su vez, a principios de 2004, D. Arturo y Dª Violeta celebraron su amor
contrayendo matrimonio civil en la Embajada de España en Sidney,
estableciendo su residencia conyugal en París, en una hermosa villa a las
orillas del Sena. De dicha unión, el dia 14 de septiembre de 2004, nació un
pequeño retoño, Leoncio Rodando Rumrum, que por “curiosidades” de los
ordenamientos jurídicos de sus progenitores gozaba de una doble nacionalidad
hispano ucraniana no reconocida en el ordenamiento jurídico español.
De repente, el día 2 mayo de 2007, y como si de un sueño se tratara, D. Arturo
descubrió que toda su vida era un engaño; su mujer tenía una relación
sentimental con su primo Igor; su hijo era fruto de dicha relación; su empresa
no había cobrado cantidad alguna de la empresa asiatica desde mediados de
2.004, con lo que le adeudaban al menos 370.000 euros; era su total ruina
personal y patrimonial. Asustado y tembloroso huyó inmediatamente del
domicilio conyugal y se instaló en la residencia de familia en La Rioja.
Mientras vagaba sin rumbo por las viñas, quiso el azar que se encontrara en
una senda rural a nuestro amigo Severino, quien tras escuchar atentamente su
penas le contestó sin error y razonadamente las dudas que asaltaban al joven
empresario español.
1.- ¿Podría la empresa española demandar a la empresa australiana en
España para solicitar el pago de las cantidades adeudadas por los contratos de
compraventa?.
2.- ¿Cuál sería el derecho aplicable en el anterior procedimiento judicial?
3.- ¿Podría D. Arturo presentar inmediatamente la demanda de divorcio en
España? Razone la respuesta.
4.- ¿Podría presentar ante los Tribunales españoles una acción de
impugnación de la filiación de su “hijo”, demanda que dirigiría contra su hijo y
su mujer?
5.- ¿Cual sería la ley aplicable a dicha filiación?.
CASO PRACTICO nº 17
EPILOGO: UN FINAL FELIZ
Alcanzado el éxito profesional mediante la resolución del complejo asunto
anterior, en este caso Severino Leguleyo obtuvo como recompensa su
completa felicidad sentimental ya que, como se narra a continuación, conoció a
la mujer que se convertiría en su amor eterno.
Así fueron los hechos:
Dª Roberta Dutyfree, de nacionalidad norteamericana, hermosa aristócrata de
la alta sociedad de Los Angeles (USA), con cuantiosa fortuna y avanzada edad,
contrajo, en el mes de diciembre del año 1.995, matrimonio en segundas
nupcias con D. Alvaro Avaro, “rompecorazones y cazafortunas profesional” de
nacionalidad española y con residencia en Vigo. Dicho matrimonio se contrajo
bajo la forma “celta” -siguiendo los ritos antiguos de dicho pueblo ancestral- en
las hermosas playas gallegas, ya que el Sr. Ävaro era un fervoroso creyente de
la superioridad cultural e intelectual de dicha “pseudoreligión”. La fortuna de la
Sra. Dutyfree provenía del fallecimiento de su primer marido, D. John Palmer,
con quien había contraído matrimonio en 1.970, y del que habían nacido sus
dos únicos hijos, Laura Palmer y Jacinto Palmer, ambos ya mayores de edad,
de nacionalidad norteamericana y con residencia habitual en la localidad de
TwinPeaks (Canada).
Los últimos acontecimientos en la vida de su madre les preocupaban;
recientemente se habían enterado de que ésta había modificado su primer
testamento, otorgado en Los Angeles en 1.980 en el que los había nombrado
únicos herederos, por otro nuevo, otorgado en Vigo en el año 2.000 en el que
haciendo uso de la libertad de testar que le reconocía su ley personal (la
norteamericana), había nombrado único y universal heredero al Sr. Avaro. Para
colmo de disparates, en el año 2.003 su madre les había comentado que había
renunciado a su nacionalidad norteamericana para adquirir la española y que
gran parte de su fortuna la había invertido en la adquisición de una finca rústica
de enormes proporciones sita en la Toscana (Italia), siendo el vendedor D.
Amico Molto Avaro, primo hermano de D. Alvaro.
A finales del mes de octubre 2006, y en extrañas circunstancias, Dª Roberta
Dutyfree fallece mientras dormía en su villa gallega. Laura Palmer, su hija,
comienza a sospechar que algo oscuro ha sucedido cuando se entera de que
D. Amico Molto Alvaro quiere presentar una acción declarativa de dominio para
que se declare que la finca rústica italiana sigue siendo de su propiedad, todo
ello en común acuerdo con D. Alvaro, quién por su lado está intentando
adueñarse de los cuantiosos fondos que la fallecida poseía en varios bancos
americanos.
Mientras Laura Palmer se preocupaba por la situación, quiso el destino que le
sirviera los donuts del desayuno Severino Leguleyo, quién estaba en Twin
Peaks para perfeccionar su inglés. Ante la evidente tristeza de la joven, él se
interesó por sus problemas, dándole a los pocos minutos las respuestas que
necesitaba saber.
1.- ¿Fue válido el matrimonio celebrado en el año 1.995 bajo el rito celta?¿Por
qué?.
2.- ¿Son competentes los Tribunales españoles para conocer de la demanda
que Laura Palmer quiere interponer contra D. Alvaro Avaro por la sucesión de
su madre?
3.- ¿Qué derecho serían aplicable en dicho litigio para concretar los derechos
hereditarios del viudo y de los hijos?.
4.- ¿Qué Tribunales son competentes para conocer de la demanda declarativa
de dominio que quiere interponer D. Amico Avaro?.
5.- ¿Observa usted algún problema de aplicación de la norma de conflicto en
todo este asunto? Explíquelos razonadamente.
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