Consumo de gas natural: ¿fallará el suministro? Aunque siguen

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Consumo de gas natural: ¿fallará el suministro?
Aunque siguen apareciendo nuevos yacimientos, la
especulación del mercado o la falta de infraestructuras
podrían producir problemas de abastecimiento
La demanda de gas natural crece año tras año de forma espectacular: si la
producción mundial total de energía ha aumentado en un 87% desde 1973, la
de gas natural lo ha hecho en un 240%. Sin embargo, la reciente crisis
causada por Rusia al cortar el suministro a Europa ha puesto de manifiesto la
vulnerabilidad del sistema. Mientras sus defensores recuerdan las ventajas de
consumir gas natural y sostienen que todavía quedan reservas para décadas,
algunos expertos señalan diversos problemas que podrían poner en peligro el
abastecimiento para los próximos años.
Por Alex Fernández Muerza
Por qué aumenta el uso del gas natural
- Imagen: Jayesh Nair -
Las previsiones para los próximos años indican que la demanda de gas natural
continuará en ascenso, para generar calor y electricidad tanto a nivel
doméstico como industrial, o incluso como combustible para vehículos. La
Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA en sus siglas
en inglés) prevé que podría incrementarse en un 50% de 2005 a 2030,
mientras que en Europa podría crecer un 43%, según Eurogas. Se estima que
los mayores incrementos se darán en las economías emergentes de los países
asiáticos y del este de Europa, que triplicarán su uso del gas durante el periodo
2002-2025. En España, el Ministerio de Economía cree que dicha demanda se
multiplicará por 2,2 en 2011, hasta alcanzar los 44 bcm (miles de millones de
metros cúbicos).
Sólo con los yacimientos conocidos, las reservas contabilizadas de gas natural
a finales de 2008 aseguran una disponibilidad en el mundo durante unos 62
años
Varias razones explican este favorable escenario. El incremento del consumo
energético mundial, los problemas de contaminación y el cambio climático, o la
necesidad de diversificar las fuentes de energía para no depender sólo del
petróleo juegan a favor del gas natural.
En este sentido, según datos de la empresa Gas Natural, en su combustión se
produce de un 40 a un 45% menos dióxido de carbono (CO2) que en la del
carbón, y entre un 20 y un 30% menos que en la de los productos derivados
del petróleo. Además, no emite partículas sólidas ni cenizas, las emisiones de
dióxido de azufre son prácticamente nulas y las de óxidos de nitrógeno son
inferiores a las del carbón y los productos petrolíferos.
Marta Margarit, secretaria general de la Asociación Española del Gas (Sedigas),
afirma que sólo con los yacimientos conocidos, las reservas contabilizadas a
finales de 2008 aseguran una disponibilidad en el mundo durante unos 62
años. Pero esta cifra podría ser incluso mayor: las reservas en los últimos 40
años han aumentado gracias a nuevas prospecciones, de manera que se han
multiplicado por 4,6. Por ejemplo, una información publicada en Oil and Gas
Journal a finales de 2008 señalaba que las reservas mundiales "probadas" de
gas natural crecieron un 1,2%.
Situación de las reservas mundiales de gas natural
Según datos aportados por Sedigas, la Federación Rusa alberga la cuarta parte
de las reservas mundiales; Irán y Qatar se sitúan después, respectivamente;
Arabia Saudita, EE.UU., Abu Dhabi y Venezuela ocupan, en ese orden, las
siguientes posiciones. En estos siete países se ubican el 68,7% de las reservas
mundiales de gas natural.
Por otra parte, una de las regiones con un crecimiento más notable en reservas
fue América, donde aumentaron en conjunto el 9,8%. En Kuwait, Indonesia y
Pakistán también se produjo una nueva evaluación de sus reservas con
resultados positivos superiores al 10%.
¿Habrá dificultades de suministro?
Algunos expertos señalan diversas razones que podrían producir en los
próximos años dificultades e incluso parones en el suministro. René Snijder,
consultor en temas de energía y miembro del Comité de Estrategia y
Regulación de la Unión Internacional del Gas, sostiene que desarrollar nuevas
reservas cuesta mucho dinero y que, a menudo, éstas no pueden empezar a
explotarse hasta transcurrido un largo plazo de transición.
Snijder recuerda también que la mayor parte de los recursos de gas natural se
localizan
en
unos
pocos
países
y
fuera
de
las
principales
regiones
consumidoras, de manera que pueden elegir qué mercado les resulta más
conveniente para sus intereses económicos y geopolíticos. Por ello, este
experto sostiene que está empezando a haber problemas comparables a los
planteados por el petróleo.
La mayor parte de los recursos de gas natural se localizan en unos pocos
países y fuera de las principales regiones consumidoras
Asimismo, el sistema de abastecimiento también podría poner en serias
dificultades a sus consumidores. Hoy día se utilizan dos métodos: mediante
gasoductos, desde los yacimientos de gas hasta las propias plantas, o
mediante buques gaseros que lo transportan licuado, en estado líquido, a
temperaturas criogénicas (-162º C), lo que se denomina gas natural licuado
(GNL).
Según la asociación Ferrolterra-Ciudadanos Aliados para Proteger su Entorno
(F-CAPE), el GNL tiene la ventaja de no depender de un suministrador
determinado, ya que se puede comprar a otros de cualquier parte del mundo,
y permite la entrada en el mercado mundial de nuevos productores. En caso de
una emergencia, como la reciente crisis rusa, son una buena solución. Por ello,
en la última década, el comercio de GNL prácticamente se ha duplicado.
- Imagen: Gas Natural Sin embargo, el uso del GNL presenta también diversos inconvenientes que
podrían frenar su comercio. Los responsables de F-CAPE explican que la
importante demanda de GNL por parte de Japón, Corea del Norte e India, junto
con la escasa disponibilidad de plantas de licuefacción, las cuestiones
geopolíticas y la falta de dinero en los mercados están provocando una fuerte
especulación que continuará a medio plazo, lo que provocará que los
consumidores sigan pagando caro el gas y la electricidad. La gestora de
inversiones Sanford C. Bernstein & Co aseguraba en el último Congreso
Mundial del Petróleo, celebrado en Madrid, que el GNL podría volverse incluso
más caro que el crudo, porque la demanda de Asia y Europa sube más deprisa
que la oferta.
Por otra parte, algunos expertos recuerdan que las materias primas y los
materiales de construcción y de equipamiento de las plantas de gas han
crecido a gran ritmo en los últimos años, y que hay una escasez mundial de
capacidad de ingeniería y mano de obra cualificada. Por todo ello, la creación y
puesta en marcha de la mayor parte de las plantas de licuefacción planeadas
se encuentra en el aíre.
Asimismo, los expertos recuerdan que el GNL es la opción más cara por los
costes adicionales de los procesos de licuefacción, transporte en barco y
regasificación, y que sólo es más rentable que el gasoducto a distancias
superiores a 3.000 kilómetros. Sin embargo, Snijder afirma que en la
actualidad no se dispone de capacidad sobrante para la producción de GNL y
que incluso se está volviendo más competitiva la utilización de gasoductos por
encima de los 3.000 kilómetros de distancia.
España, un caso especial
- Imagen: NSF El consumo de gas natural también se ha incrementado en los últimos años en
España. En concreto, los responsables de la asociación F-CAPE señalan el peso
cada vez mayor de las centrales térmicas de ciclo combinado que utilizan dicho
combustible.
En cuanto al suministro, Marta Margarit, de Sedigas, recuerda que España, al
igual que la mayoría de los países europeos es un país energéticamente
dependiente. En relación con el gas natural, la principal diferencia entre
España y el resto de países de la Europa Continental es la diversidad de
fuentes. Margarit señala que mientras cerca del 70% de los países de Europa
depende de un único suministrador, España recibe gas natural de diez países:
en 2008, Argelia, con una cuota del 35%, fue el principal proveedor; después
le siguieron Nigeria (18,9%); los Países del Golfo (13,4%); Egipto (12,4%); y
Trinidad y Tobago (10,9%).
Mientras cerca del 70% de los países de Europa depende de un único
suministrador, España recibe gas natural de diez países
A la hora de transportarlo, cerca del 70% llegó en forma de gas natural licuado
(GNL), según la responsable de Sedigas. Por ello, España cuenta con seis de
las catorce plantas de regasificación de Europa. El gas natural restante, según
la asociación F-CAPE, llega por gasoducto desde Argelia a través del estrecho
de Gibraltar y desde Noruega a través de la conexión Lacq-Calahorra. No
obstante, la responsable de Sedigas recuerda que la próxima entrada en
funcionamiento del Medgaz, el gasoducto que ya une Argelia con la Península
(Beni Saf-Almería), incrementará desde finales de 2009 la capacidad anual de
suministro por gasoducto en 8 bcm (miles de millones de metros cúbicos), ampliables a 16 bcm- el equivalente a un 20% del actual consumo español.
Sin embargo, los responsables de F-CAPE aseguran que el nuevo gasoducto
servirá también para proveer de gas a Francia y probablemente al resto de
Europa. Por tanto, razonan, España verá reducida su capacidad para
suministrarse a través de este gasoducto y continuará dependiendo en gran
medida del GNL, con los inconvenientes anteriormente señalados. Por ejemplo,
Tan Sri Dato Sri Mohd Hassan Marican, presidente y consejero delegado de
Petronas, la compañía de gas y petróleo de Malasia, auguraba en 2007 que el
suministro de GNL en España vivirá una crisis en 2010.
Medidas para evitar una posible crisis
Tras la reciente crisis europea con el gas ruso, los ministros de Energía de la
Unión Europea (UE) han solicitado el reforzamiento de las interconexiones y la
diversificación de los suministradores, las fuentes y las rutas de abastecimiento
energético, de manera que se reduzca su dependencia del exterior, en especial
de Rusia.
En concreto, los ministros de Energía han respaldado el desarrollo de técnicas
de GNL para facilitar la acumulación de reservas, la interconexión eficaz de la
región del Báltico y las de gas y electricidad en la Europa central y sudoriental.
Y coincidiendo con una propuesta de la Comisión Europea del pasado
noviembre, consideran prioritaria la creación de un "corredor sur" del gas, para
agrupar varios gasoductos, como el de Nabucco, que permita llevar el gas del
Caspio a Europa a través de Turquía.
Por su parte, los responsables de Sedigas aseguran que una vía para conseguir
dicha diversificación pasa por resaltar a la Península Ibérica como puerta de
entrada de gas natural al continente desde el sur. En opinión de F-CAPE,
España no debería depender tanto del GNL, puesto que la mejor opción es el
gasoducto.
Asimismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sostiene que, si no se
quiere experimentar una crisis energética para 2015, harán falta nuevas
inversiones importantes. En este sentido, René Snijder apela a los gobiernos
para que ayuden a crear las condiciones adecuadas, mediante un régimen
regulatorio que busque aumentar la competencia "orientado al consumidor" y
"favorable para el inversor".
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