Laboratorio de Neurofisiología sensorial

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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
INSTITUTO DE FISIOLOGÍA
LABORATORIO DE
NEUROFISIOLOGÍA
SENSORIAL
Modulación de la
aferencia coclear por
péptidos opioides
Tesis que para obtener el grado de
Maestro en Ciencias Fisiológicas
Presenta De la Rosa Jiménez Víctor
Director de Tesis
Dr. Soto Eguibar Enrique
Mayo 2009
Contenido
I. Resumen…………………………………………………………………………………………………
i
1. Introducción...............................................................................................................................................
1
1.1. Sistema auditivo...................................................................................................................................
1
1.1.1. Oído............................................................................................................................................
1
1.1.2. Inervación de las células ciliadas...............................................................................................
2
1.1.2.1. La vía eferente...............................................................................................................
3
1.1.2.2. Complejo sináptico de la célula ciliada interna.............................................................
5
1.1.2.3. Complejo sináptico de la célula ciliada externa............................................................
6
1.1.3. Conductancias iónicas de las células del ganglio espiral de mamífero......................................
8
1.2. Péptidos opioides..................................................................................................................................
9
1.2.1. Opioides en el sistema auditivo..................................................................................................
11
2. Planteamiento del problema.....................................................................................................................
14
3. Hipótesis.....................................................................................................................................................
14
4. Objetivo general.........................................................................................................................................
14
4.1. Objetivos específicos............................................................................................................................
15
5. Metodología................................................................................................................................................
15
5.1. Cultivo neuronal...................................................................................................................................
15
5.2. Soluciones.............................................................................................................................................
16
5.3. Registro electrofisiológico....................................................................................................................
16
5.4. Análisis de datos...................................................................................................................................
18
6. Resultados..................................................................................................................................................
20
6.1. Registro de neuronas del ganglio espiral..............................................................................................
20
6.2. Efecto de DAMGO sobre las corrientes totales de las neuronas del ganglio espiral...........................
20
6.3. Efecto de DPDPE en las corrientes totales de las neuronas del ganglio espiral...................................
26
6.4. Efecto de U-50488 en las corrientes totales de las neuronas del ganglio espiral.................................
30
6.5. Efecto de nociceptina / orfanina FQ en las corrientes totales de las neuronas del ganglio espiral......
33
7. Discusión.....................................................................................................................................................
35
8. Conclusiones...............................................................................................................................................
42
9. Bibliografía.................................................................................................................................................
43
1. INTRODUCCIÓN
1. 1. Sistema auditivo
1. 1. 1. Oído
El oído está compuesto por tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído
externo está formado por el pabellón auricular que actúa como un reflector para el sonido
concentrándolo hacia el conducto auditivo externo, además juega un papel e la discriminación los
rangos de frecuencias audibles. El conducto auditivo externo termina en la membrana timpánica que
a la vez hace contacto con los huesecillos (martillo, yunque y estribo) del oído medio para la
transmisión mecánica del sonido. Finalmente el estribo comunica con el oído interno por medio de
la ventana oval en la cubierta ósea de la cóclea.
La cóclea tiene tres compartimentos fluidos dispuestos alrededor de un hueso central, el
modiolo. En un corte transversal, el compartimiento superior es la escala vestibular en cuya base se
encuentra la ventana oval, el compartimiento inferior es la escala timpánica en cuya base se
encuentra la ventana redonda que sirve para liberar la presión producida por las ondas del sonido.
La escala media o conducto coclear separa los otros dos compartimientos. La escala vestibular y la
escala timpánica se comunican a través del helicotrema, ubicado en el ápice de la cóclea. La cóclea
funciona como un analizador de frecuencias y esto se debe principalmente a sus características
físicas, existe un eje tonotópico en su extensión, en el que las frecuencias altas activan
preferentemente las regiones básales y las frecuencias bajas a las regiones apicales (Soto y cols.,
2003). El órgano sensorial del oído interno, el órgano de Corti, consiste de una tira epitelial ubicada
sobre la membrana basilar, posee células ciliadas arregladas en cuatro filas: una de células ciliadas
internas consideradas las células sensoriales verdaderas, que envían impulsos por medio del nervio
auditivo y, tres filas de células ciliadas externas que incrementan el mecánicamente el desempeño
de la cóclea, cualitativamente (incrementando selectividad) y cuantitativamente (incrementando
sensibilidad). Los haces de cilios de las células ciliadas protruyen hacia la endolinfa de la escala
media pero los cilios de las células externas están físicamente unidos a la cara inferior de la
membrana tectoria, que se extiende en toda la longitud de la membrana basilar (Lenoir y Pujol,
1984).
1. 1. 2. Inervación de las células ciliadas
El nervio auditivo es parte del VIII par craneal que consiste de fibras Tipo I y Tipo II. El nervio
auditivo está compuesto por los axones de células bipolares que tienen sus cuerpos celulares en el
ganglio espiral, localizado en la región modiolar de la cóclea. Las fibras Tipo I terminan en las
células ciliadas internas mientras que su porción proximal conecta con el núcleo coclear; la
variación del diámetro de estas fibras en cualquier sección es mínimo con lo que se asegura que la
velocidad de conducción sea casi constante (Spoendlin y Schrott, 1989). Las fibras Tipo II conectan
con las células ciliadas externas y también proyectan al núcleo coclear, constituyen entre el 1 al 5%
del total de las fibras del nervio auditivo (Moller, 2000).
El núcleo coclear (NC) es el primer núcleo de relevo de la vía aferente (Figura 1.1), se
encuentra localizado en la unión pontomedular del tallo cerebral. Tiene tres divisiones: el núcleo
coclear dorsal, núcleo ventral posterior y núcleo ventral anterior; cada división recibe entrada del
nervio auditivo, las aferentes también envían proyecciones al NC contralateral, además de entradas
del sistema somatosensorial (Mast, 1973). Las fibras del NC proyectan al colículo inferior
ipsilateral y contralateral formando el lemnisco lateral a través de la estría dorsal, estría intermedia
y la estría ventral. Algunas fibras de estas estrías, hacen contacto en el complejo olivar superior y el
núcleo del lemnisco medio antes de alcanzar el colículo inferior.
El complejo olivar superior consiste de tres núcleos, medial, lateral y cuerpo trapezoide. Los
núcleos del complejo olivar superior reciben entradas del NC de ambos lados, por tanto, es el
primer grupo de núcleos que integran la información de ambos oídos. El colículo inferior está
localizado en el cerebro medio y es el núcleo de relevo donde se canaliza toda la información
auditiva, también conecta con el colículo superior. El cuerpo geniculado medial es el núcleo de
relevo talámico de la vía auditiva, este núcleo proyecta finalmente a las áreas corticales,
primordialmente a la corteza auditiva primaria en las áreas 41 y 42 de Brodmann en la
circunvolución temporal superior (Moller, 2000).
Se ha descrito un sistema aferente no clásico, el cual se empalma con la vía clásica en
diferentes niveles, el más prominente es el núcleo central del colículo inferior. Esta vía se divide en
dos sistemas, el difuso y el polisensorial. El sistema difuso, proyecta por la vía de la porción dorsal
del cuerpo geniculado medial a áreas corticales diferentes de la corteza auditiva primaria. El sistema
polisensorial recibe entrada de otros sistemas sensoriales (visual y somatosensorial) y proyecta vía
la porción medial del cuerpo geniculado medial a diferentes áreas corticales así como a otras
regiones cerebrales, incluyendo el sistema límbico (Moller, 2000).
Corteza
Corteza
CGM
CI
NLL
Lemnisco
lateral
Cóclea
NCD
NMOS
NCVP
NCVA
NLOS
NMCT
Figura 1.1. Vía aferente auditiva clásica. Es evidente que la información de cada oído llega a ambos
lados del sistema. NCD = Núcleo coclear dorsal; NCVP = Núcleo coclear ventral posterior; NCVA =
Núcleo coclear ventral anterior; NMCT = Núcleo medial del cuerpo trapezoide; NMOS = Núcleo medial
de la oliva superior; NLOS = Núcleo lateral de la oliva superior; NLL = Núcleo del lemnisco lateral; CI =
Colículo inferior; CGM = Cuerpo geniculado medial
1. 1. 2. 1. La vía eferente
Las vías descendentes se pueden dividir en dos sistemas: corticofugo y olivococlear. El sistema
corticofugo se origina en la corteza auditiva, las conexiones descienden como sistemas paralelos al
cuerpo geniculado medial, colículo inferior, núcleo coclear, complejo olivar superior medial e
indirectamente a través de este último a la cóclea, además existen proyecciones a amígdala, cuerpo
estriado y núcleo pontino. Las proyecciones corticofugales son iguales o mayores en tamaño que las
vías ascendentes e involucran diferentes capas corticales, poblaciones neuronales independientes y
consta de proyecciones específicas y únicas en ciertas estructuras blanco. Lo anterior implica que el
sistema corticofugo juega un papel más complicado a un sistema de retroalimentación, el cual
parece se integra a la reorganización y plasticidad (Moller, 2000; Suga y cols., 2000; Winer, 2005).
Este sistema consta tanto de proyecciones ipsilaterales como contralaterales. El sistema olivococlear
(Figura 1.2) proyecta desde el complejo olivar superior a la cóclea; consta de dos partes, una que
proyecta principalmente a la cóclea ipsilateral y otra parte que proyecta a la cóclea contralateral
(Guinan y cols.,1984). Las fibras ipsilaterales tienen su origen en la parte lateral de la oliva superior
y hacen contacto sináptico con las fibras aferentes de las células ciliadas internas, formando el
sistema olivococlear lateral (OCL). Las fibras contralaterales se originan en la oliva superior medial
y hacen contacto sináptico con las células ciliadas externas, formando el sistema olivococlear
medial (OCM) (Lenoir y Pujol, 1984; Moller, 2000).
Desde el punto de vista funcional, el principal efecto de la estimulación de la vía eferente
olivococlear medial es el de desplazar hacia la derecha la curva de frecuencia contra intensidad de
las fibras del nervio auditivo, tal cambio es equivalente a una reducción en el sonido de hasta 20 dB,
siendo mayor para las frecuencias cercanas a la frecuencia característica. Cambios similares se han
visto en las repuestas de la membrana basilar al sonido. Presuntamente, la vía eferente medial
reduce el movimiento de la membrana basilar al reducir la ganancia del amplificador coclear,
posiblemente por la entrada eferente sobre las células ciliadas externas. Por tanto, para entender el
sistema eferente olivococlear medial, es necesario hacer una discrepancia entre el movimiento de la
membrana basilar y los cambios en las curvas de sensibilidad del nervio auditivo por estimulación
de la vía eferente. Poco se sabe del papel fisiológico del sistema eferente olivococlear lateral,
debido al poco éxito para estimular estas fibras se ha estudiado este sistema de manera
farmacológica pero tales trabajos no mimetizan la activación de las fibras eferentes laterales en la
combinación de los transmisores liberados así como en la especificidad espacial. El papel funcional
del sistema eferente es mucho más complejo del que tradicionalmente se le atribuyó como un
simple filtro de protección ante estímulos intensos. Su función probablemente se relaciona con la
atención y con la discriminación auditiva más fina (Guinan, 1996; Soto y cols., 2003).
1. 1. 2. 2. Complejo sináptico de la célula ciliada interna
Las células ciliadas internas (CCI) hacen sinapsis con cerca de diez neuronas aferentes
estableciendo una vía altamente divergente. Las neuronas eferentes provenientes del núcleo olivar
lateral hacen contactos sobre las terminales aferentes a nivel postsináptico (Figura 1.3). En algunos
casos, como en la “fóvea” de los murciélagos (región de la cóclea en que las células están
sintonizadas alrededor de la frecuencia del sonar), se encuentran hasta cincuenta botones haciendo
contacto con una sola célula ciliada. La rica inervación aferente de las CCI produce una gran
divergencia de la información, indicando que las aferentes provenientes de las CCI tienen un papel
fundamental en la codificación de la información auditiva.
Se ha demostrado que el neurotransmisor que liberan las células ciliadas es el glutamato, sin
embargo no se ha podido discernir el tipo de receptor a glutamato funcional en la terminal aferente
de las neuronas Tipo I del ganglio espiral, se ha encontrado que están presentes subunidades para el
receptor tipo NMDA, AMPA y Kainato, no obstante con el descubrimiento de nuevos antagonistas
específicos para cada uno de los receptores ionotrópicos a glutamato, se ha sugerido que el receptor
funcional para la neurotransmisión en esta sinapsis es el tipo AMPA (Ruel y cols., 1999; Ruel y
cols., 2007).
Como ya mencionamos, el haz OCL está dirigido a las terminales aferentes, algunos de los
estudios sobre la modulación eferente del complejo sináptico se han basado en lesiones del
complejo eferente, que ocasionan cambios en el umbral auditivo y disminución de la actividad
espontánea de las neuronas aferentes (Liberman, 1990; Zheng y cols., 1999). Debido a la dificultad
para interpretar los resultados anteriores, se ha estudiado el sistema eferente de manera
farmacológica.
El
sistema
olivococlear
lateral
utiliza
diversos
neurotransmisores
y
neuromoduladores: la acetilcolina, el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), el
ácido gama amino butírico (GABA), la dopamina, sustancia P, ATP, y péptidos opioides (Eybalin y
cols., 1993; Le Prell y cols., 2003).
Figura 1.2. Inervación de las células ciliadas de la coclea. CCE = Célula ciliada externa; CCI = Célula
ciliada interna; COS = Complejo olivar superior; LOS = Oliva superior lateral; MOS = Oliva superior
medial; CN= Núcleo coclear; IV = Cuarto ventrículo (Modificado de Eybalin, 1993)
1. 1. 2. 3. Complejo sináptico de la célula ciliada externa
Las células cocleares externas (CCE) reciben una escasa inervación aferente, por lo general
formando un único botón sináptico. Las neuronas aferentes que inervan a las CCE representan entre
el 1 y el 5% del total de neuronas del ganglio espiral y son del tipo II; esto es, neuronas pequeñas y
no mielinizadas, con numerosas dendritas que hacen contacto sináptico con 10 a 30 CCE
(Spoendlin, 1972; Moller 2000). Las CCE reciben un número significativo de contactos sinápticos
provenientes de neuronas eferentes. En contraste con las CCI, las eferentes en este caso provienen
del núcleo olivar medial y hacen contacto directamente sobre la célula ciliada, no sobre las
terminales aferentes como en las CCI (Figura 1.3) Con base en el tipo de inervación que reciben
estas células es que inicialmente se sugirió la posibilidad de que, más que actuar como células
receptoras sensoriales, las CCE pudieran tener una función como efectores, modificando la entrada
sensorial en función de la influencia que, por las vías eferentes, reciben del sistema nervioso central
(Guinan, 1996; García, 2007).
Las terminales sinápticas del sistema olivococlear medial contienen acetilcolina y, también
GABA y CGRP (Raphael y cols., 2003). Se ha reportado que en todas las filas de CCE a lo largo de
toda la cóclea, pero con mayor abundancia en la tercera fila y en la parte apical de la cóclea, se
encuentran sinapsis reciprocas (CCE-neurona aferente), en estas últimas regiones alcanzan hasta el
86% de las sinapsis aferentes. La frecuencia relativa con que se observan este tipo de sinapsis
reciprocas no cambia con la sección del haz olivococlear corroborando el que son sinapsis neurona
aferente-CCE y no debidas a sinapsis eferentes (Thiers y cols., 2008). Estos resultados indican que
la sinaptología en las células ciliadas es más compleja de lo que tradicionalmente se ha pensado y
que hay aun diversos aspectos que no están claros tal como lo es el papel funcional de estas sinapsis
reciprocas.
Entre las principales funciones de este sistema eferente en las CCE está la relacionada con el
mecanismo de retroalimentación eferente (reflejo olivococlear) que controlaría la contractilidad de
las CCE y con ello la función del amplificador coclear. Por otra parte la red de interconexiones vía
sinapsis reciprocas mediaría un sistema de regulación local (Thiers y cols., 2008).
Figura 1.3 Células cocleares internas (CCI) y
externas (CCE). El esquema muestra
las
conexiones eferentes y aferentes de las CCI y de
las CCE. Las CCI reciben conexiones aferentes
múltiples, de neuronas Tipo I. La conexión
eferente es sobre las aferentes. En las CCE la
aferencia de la célula ciliada externa es
convergente, es decir, varias células ciliadas
conectan con una sola neurona aferente Tipo II.
La conexión eferente es sobre la célula ciliada.
1. 1. 3. Conductancias iónicas de las células del ganglio espiral de mamífero
Las células del ganglio espiral presentan diferentes conductancias iónicas que tienen importancia en
la transmisión sináptica, aunque algunas de estas conductancias no han sido estudiadas a detalle, se
ha corroborado su presencia.

Corriente dependiente de voltaje para sodio (INa), sensible a tetrodotoxina (Santos-Sacchi,
1993; Lin y cols., 1997; 1998).

Corriente de potasio voltaje dependiente (IK). Estudios electrofisiológicos han indicado que
las neuronas del ganglio espiral presentan tres tipos de corrientes de potasio dependientes de
voltaje: una corriente rectificadora retardada, una corriente activada a bajos umbrales
sensible a dendrotoxina, una corriente transitoria del tipo de la IA (Santos-Sacchi, 1993;
Szabo y cols, 2002; Jagger y cols., 2002; Lin y cols., 1997, 1998; Adamson y cols., 2002;
Mo y cols., 2002).

Corriente de potasio dependiente de calcio (IK,Ca) que repolariza a las células del ganglio
espiral dependiendo de la concentración de calcio intracelular (Santos-Sacchi, 1993)

Corriente catiónica activada por hiperpolarización (Ih). Estos canales son permeables a sodio
y potasio y son modulados por AMPc (Chen C, 1997; Mo y cols., 1997; Szabo y cols,
2002).

Corriente de potasio rectificadora de entrada de tipo IK1 (Rozengurt y cols., 2003).

Corriente de calcio (ICa) activada a altos voltajes; se activa a -60mV, alcanza su máxima
activación a -10mV e inactiva lentamente; esta corriente junto con la INa, contribuyen a la
morfología del potencial de acción de las células del ganglio espiral. Debido a que el ganglio
espiral es el primer relevo de la vía aferente auditiva, el aumento en la concentración de
calcio intracelular puede asociarse a la liberación de neurotransmisor (Hisashi y cols, 1995;
Lopez y cols., 2003).
Se han descrito además conductancias iónicas que son activadas por ligandos las cuales incluyen:

Una corriente sensible a acetilcolina, presuntamente mediada por la activación de
receptores muscarínicos (Ito y cols., 2002).

Una corriente activada por ATP, mediada por receptores P2X y que es permeable
principalmente a calcio (Ito y cols., 2002).

Receptores a taquiquininas NKR1, NKR2 y NKR3 activados por sustancia P que produce
una corriente catiónica no selectiva acoplada a la activación de proteína G, así como
movilización de Ca2+ de almacenes intracelulares (Ito y cols, 2002).

Corrientes iónicas sensibles a protones que incluyen la expresión funcional subunidades
ASIC1a, ASIC2a, 2b y ASIC3 (Peng y cols., 2004; González, 2009; Soto y Mercado –
comunicación personal).

Corriente iónica activada por glutamato, AMPA y kainato. Se ha identificado que la
transmisión sináptica entre la célula ciliada y la aferente coclear es mediada por receptores
AMPA (Nakagawa y cols., 1991; Ruel y cols., 1999; Ruel y cols., 2007).
1. 2. Péptidos opioides
Los péptidos opioides son una familia de más de 20 neuromoduladores endógenos derivados de tres
proteínas precursoras, proopiomelacortina, proencefalina A y prodinorfina. La propiomelacortina
genera al péptido beta-endorfina. La metencefalina, leuencefalina, metencefalina-RGL y
metencefalina-RF son péptidos derivados de la proencefalina A. La prodinorfina produce varias
dinorfinas y neoendorfinas.
Se han identificado tres tipos de receptores opioides: delta (δ), mu (μ), y kappa (κ).
Basándose en la homología con los receptores a opioides, se ha clonado un receptor adicional:
receptor parecido a los de opioides o ORL-1, por sus siglas en ingles o receptor a
nociceptina/orfanina FQ. Los receptores a opioides pertenecen a la familia clase A (rodopsina) de
los receptores acoplados a proteínas G, tienen un dominio extracelular N-terminal, siete dominios
transmembranales conectados por tres asas extracelulares y tres intracelulares y un dominio Cterminal intracelular. Basándose en la estructura de la rodopsina, se asume que las siete hélices
transmembranales de los receptores forman un arreglo secuencial de manera inversa a las
manecillas del reloj, visto
del lado extracelular. Los receptores opioides presentan
aproximadamente 60 % de homología entre ellos, siendo más parecidos en las hélices
trasmembranales que en los dominios terminales y extracelulares (Bunzow y cols., 1994; Meunier,
1997; Waldhoer y cols., 2004).
Cada uno de los receptores tiene un perfil farmacológico específico, una distribución única
en el sistema nervioso y, a cada uno se le puede asociar una función específica. Brevemente.

Receptor μ: receptor para compuestos similares a la morfina, su función se asocia a la
analgesia, aumento de tono muscular, depresión respiratoria y dependencia física. Sus
ligandos principales son las endorfinas y encefalinas. Se han identificado tres subtipos de
este receptor, μ1, μ2 y μ3, al primero se le conoce como de alta afinidad a la morfina y en
general a los péptidos opioides y es el tipo de receptor que se encuentra principalmente en el
sistema nervioso central; el segundo subtipo del receptor μ, es de baja afinidad a la morfina,
no así a otros péptidos opioides, su ubicación ha sido descrita en el sistema nervioso
periférico; el tercer subtipo es de alta afinidad a la morfina endógena (Vega, 2005).

Receptor κ: participa en funciones como la diuresis, la nocicepción, la alimentación y las
secreciones endocrinas, la dinorfina y la neoendorfina son agonistas para este receptor y se
han descrito tres subtipos, κ1, κ2, κ3 (Vega, 2005). Los agonistas de este receptor como la
salvinorina-A son alucinógenos potentes, por lo que se propuesto que estos receptores
participan e neuronas integrativas a nivel superior y que su modulación podría estar
relacionada con procesos cognitivos sobre la percepción (Wasson, 1962; Roth y cols., 2002;
Chavkin y cols., 2004).

Receptor δ: presenta afinidad por péptidos derivados de la proencefalina, se han descrito dos
subtipos de este receptor, δ1, δ2. La activación de receptores δ produce analgesia, aunque en
menor grado que la relacionada con el receptor μ. La función del receptor δ se asocia a la
depresión respiratoria aunque la información sobre si agonistas de este receptor producen
depresión respiratoria no es consistente ya que hay agonistas que estimulan la función
respiratoria e incluso impiden la depresión respiratoria producida por algunos agonistas del
receptor opioide μ (Su y cols., 1998; Vega, 2005).

Receptor ORL-1: los reportes acerca de los efectos de este receptor son contradictorios, ya
que se ha descrito que su activación produce analgesia y en algunas preparaciones,
hiperalgesia, también se ha encontrado que influye en las respuestas neuroendocrinas,
apetito, temperatura corporal, locomoción y aprendizaje (Meunier, 1997). En registros
intracelulares en neuronas del molusco Helix aspersa se ha encontrado que al igual que en
los vertebrados la aplicación de nociceptina / orfanina FQ produce efectos excitadores en
unos grupos de neuronas e inhibidores en otras (León Olea y cols., 2001).
La acción de los receptores opioides esta mediada por la activación de las proteínas
heterotriméricas G. Los receptores ,  y  son capaces de interactuar con la familia de proteínas
sensibles a toxina pertussis Gi/ Go y con las proteínas insensibles a toxina pertussis Gs, Gz y Gq. Una
vez que el receptor ha sido activado, las dos subunidades de las proteína G,  y  interaccionan
con múltiples sistemas efectores celulares, modificando la actividad de adenil ciclasas y canales de
calcio dependientes de voltaje y, estimulando los canales de potasio rectificadores de entrada
activados por proteína G y fosfolipasa C (Connor y cols., 1999; Waldhoer y cols., 2004).
1. 2. 1. Opioides en el sistema auditivo
La primera evidencia de la presencia de péptidos opioides en la cóclea fue aportada por Fex y
Altschuler en 1981, quienes identificaron inmunoreactividad a metencefalina y leuencefalina en la
cóclea del gato y del cobayo. Posteriormente la presencia de varios opioides derivados de la
proencefalina en la cóclea fue confirmada mediante radioinmunoensayo (Fex y cols., 1981).
Los tres tipos de receptores clásicos se han identificado en la cóclea por inmunocitoquimica,
con diferentes patrones de distribución. Los receptores tipo δ y κ, se han detectado en el complejo
de las células ciliadas internas, en las células bipolares del ganglio espiral y en las células
interdentales del limbo. Por su parte, el receptor tipo μ se ha localizado en el complejo sináptico de
las células ciliadas internas, en las células ciliadas externas y en las fibras del ganglio espiral. En
cuanto a péptidos opioides identificados por inmunoreactividad, se localiza la encefalina en la parte
basal del complejo de las células ciliadas internas y externas, β-endorfina y dinorfina en las fibras
internas y externas del ganglio espiral (Jongkamonwiwat y cols., 2003). Además se ha identificado
en la vía eferente olivococlear de la rata a la nococeptina (Kho y cols., 2006).
Mediante inyección intracerebroventricular de metencefalina y naloxona en conejos, se
encontró que la encefalina disminuye la latencia interpico de los potenciales evocados auditivos del
tallo cerebral, mientras que la naloxona la aumenta (Gregorowicz y cols., 1990). Se ha descrito
también que, en el cobayo, la aplicación microiontoforética de encefalina hiperpolariza a las
neuronas aferentes y disminuye la respuesta excitatoria producida por N-metil-D-aspartato
(NMDA), quisqualato y kainato, efecto que fue bloqueado por naloxona (Burki y cols, 1993).
La aplicación intravenosa de pentazocina, un ligando especifico del receptor tipo κ, en la
chinchilla, incrementa la amplitud del potencial de acción compuesto (PAC) sin afectar los
microfónicos cocleares (Sahley y cols., 1991), lo que sugiere un efecto principalmente sobre las
vías aferentes. En homogenados cocleares, mediante un ensayo de adenilato ciclasa midiendo
niveles de [32P] AMPc, se encontró que agonistas de los receptores μ y δ inhiben la actividad de la
adenilato ciclasa y consecuentemente disminuyen los niveles de AMPc (Eybalin y cols., 1987), sin
embargo, la administración de agonistas para el receptor tipo μ no afectan el PAC.
En babuinos se ha encontrado que la administración de morfina altera la discriminación
auditiva y retarda el tiempo de reacción ante un estimulo auditivo (Hienz y cols., 2001); en
humanos, la administración de fentanil (agonista del receptor μ), incrementa el componente tardío
P150 de potenciales evocados auditivos, sin modificar la latencia o amplitud de los potenciales
evocados auditivos del tallo cerebral (Velasco y cols., 1984).
Figura 1.4. Modulación de la corriente de calcio en las células cocleares externas por la activación de
receptores opioides tipo κ. En A, microfotografía de una célula aislada de la cóclea de la rata. En B
registro de la corriente de calcio en condición control y luego de la aplicación de U-50488 en
concentración 0.1 µM.
La hidrocodona es un opioide indicado terapéuticamente como analgésico por vía oral, con
un amplio consumo a nivel mundial, tiene relativamente baja afinidad al receptor opioide tipo μ,
pero su metabolito, la hidromorfina, tiene mayor afinidad al receptor. Se han publicado tres reportes
en los que se relaciona el consumo de hidrocodona con la perdida de la audición (Oh y cols., 2000;
Friedman y cols., 2000; Ho y cols., 2007) aunque este efecto indeseable no ha sido correlacionado
con la dosis o el tiempo de consumo de este opioide, permaneciendo como una verdadera incógnita
el mecanismo por el cual se produce dicha pérdida auditiva. Se ha demostrado que el sistema de
nociceptina, receptor ORL-1, es esencial para la regulación de la capacidad auditiva, ya que
mutantes del receptor ORL-1 presentan incremento del umbral auditivo ante estímulos intensos
(Nishi y cols., 1997). Usando inmunohistoquímica en ratas Sprague-Dawley, se ha demostrado que
la nociceptina / orfanina FQ se localiza en la cóclea específicamente en el túnel de Corti y en
botones terminales grandes que hacen contacto sináptico con las CCE y en fibras que terminan en
las CCI. Estos resultados son consistentes con la expresión de la orfanina en el sistema olivococlear
medial y en el lateral (Kho y cols., 2006).
En nuestro laboratorio se ha encontrado que los agonistas opiodes del receptor  (U50488)
en una concentración micromolar disminuyen en un 40% la amplitud de la corriente de calcio de
alto umbral en las CCE aisladas de la rata (Figura 1.4). La coaplicación de U50488 con el
antagonista específico del receptor  nor-binaltorfimina (1 M) elimina el efecto del agonista del
receptor corroborando la especificidad de dicha acción (Soto y cols., 2005; García, 2007). En
contraste agonistas de los receptores  y  no producen un efecto significativo sobre las corrientes
iónicas en las CCE. Estos resultados junto con trabajos previos de nuestro grupo estudiando el
efecto de opioides en el vestíbulo (Vega y cols., 2003), en donde se demostró un efecto dual pre y
postsináptico de los opioides, indican la relevancia funcional de estos receptores en el
procesamiento postransduccional de la información aferente en sistemas de células ciliadas.
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