Yo Soy Tierra de Acogida: una iniciativa para exigir a Europa que

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NOTA PRENSA Día Mundial de las Personas Refugiadas
#YosoyTierradeAcogida
Yo Soy Tierra de Acogida: una iniciativa para exigir
a Europa que respete la dignidad y los derechos de
las personas refugiadas

El lanzamiento de la iniciativa Yo Soy Tierra de Acogida ha contado con la
participación de cuatro personas refugiadas; Ana María y Natalia,
centroamericanas, Juan, guineano, Mohannad, sirio palestino y Amena,
siria. Han podido contar de primera mano su experiencia como migrantes
forzosos.

Frente al rechazo de Europa a las personas refugiadas, las obras sociales
de los jesuitas quieren recabar firmas en apoyo a un manifiesto que exige
una Europa que respete los derechos humanos y la dignidad de estas
personas.
Madrid, 15 de junio de 2016-. Esta mañana, las obras sociales de la Compañía de Jesús
(Servicio Jesuita a Migrantes, ALBOAN, Entreculturas y Fundación San José) han presentado
con la colaboración de Casa Árabe la iniciativa #YoSoyTierraDeAcogida. Frente al rechazo de
Europa a las personas refugiadas, se quiere sumar apoyos al manifiesto “Las personas
refugiadas deben ser bienvenidas” (a través de firmas) para exigir a los representantes
políticos que emprendan políticas de acogida y de respeto de los derechos humanos. La
iniciativa se enmarca dentro de la campaña HOSPITALIDAD con motivo del 20 de junio, Día
Mundial de las personas refugiadas y desplazadas. La campaña también quiere apoyar
proyectos concretos de cooperación internacional que simbolizan “tierras de acogida” y
reforzar una educación que prevenga el racismo y la xenofobia.
En el transcurso de la presentación se han esbozado algunas razones para acoger a la
población refugiada: Por justicia y por derecho (por el derecho de asilo, ya que el acuerdo con
Turquía “se desliza peligrosamente hacia la ilegalidad”); por fidelidad a los valores europeos;
por memoria a nuestra historia y porque nos ayuda, ya que economistas y demógrafos señalan
que la acogida aportará beneficios a la envejecida población europea, contribuyendo además
al crecimiento económico y al pago de las pensiones.
También se ha puesto énfasis en que frenar los movimientos migratorios implica trabajar en
las causas. Debemos mirar más allá de nuestras fronteras y ser conscientes de que hoy existen
más de 60 millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, es decir, casi 1 de
cada 100 habitantes en el planeta es refugiado o desplazado. Se ha recordado cómo algunas
situaciones coyunturales como la guerra o la inestabilidad provocan el desplazamiento masivo
de personas como en países como Siria, Sudán del Sur, o República Democrática del Congo y
cómo hay otras causas más globales y estructurales que las generan: el cambio climático, la
pobreza y la desigualdad. La mayoría de los refugiados, el 85% permanecen en países
fronterizos a países en guerras.
De los 60 millones obligadas a huir en el mundo, 19,5 son refugiados, 38,2 desplazados
internos y 1,8 solicitantes de asilo. Las regiones en desarrollo o los países cercanos a otros en
conflicto acogen al 86% de los refugiados del mundo: 12,4 millones de personas, siendo
países mucho más pobres que Europa. Durante el acto, Cristina Manzanedo, coordinadora de
Incidencia del Servicio Jesuita a Migrantes ha pedido “aumentar el apoyo a los países
próximos que acogen cifras elevadas de refugiados” ya que “a estos países no llega la ayuda
humanitaria en las cantidades prometidas y las condiciones de vida de las personas refugiadas
allí son frecuentemente desesperadas”.
También se ha puesto de manifiesto la debilidad del sistema de asilo. Así, Manzanedo ha
explicado las últimas cifras: “En 2015 se resolvieron 3000 solicitudes de asilo y de ellas sólo se
concedió asilo a 1000 personas”. Aquellas personas a las que se les deniega el asilo pueden ser
deportadas en cualquier momento aunque tengan motivos para no volver a su país. Este es el
caso de Ana María y Natalia (nombres falsos para proteger su identidad), madre e hija
centroamericanas que viven en España y a las que se les ha denegado el asilo quedando así en
situación de inmigrantes irregulares.
Ana María formaba parte del Concejo Municipal, llevando el área de equidad de género. Como
ha contado, “las represalias vinieron porque apoyé que fuera una mujer quien representara la
próxima candidatura a las elecciones”, entonces “el alcalde hizo fuerza con las maras y
empezaron amenazas concretas contra mí y mi familia en general”. Y lamenta que al llegar a
España “No solicité asilo porque desconocía que había esa posibilidad. Nadie me informó ni
me orientó.” Sus problemas continuaron en su país cuando su hija pequeña empezó a ser
también amenazada por las maras al conocerse de quién era hija. Natalia, de 14 años, que
huyó también a España, nos ha dado su testimonio: “El hombre que amenazó a mi madre era
maestro donde yo estudiaba (…) Cuando averiguaron quién era mi madre me acosaba con las
pandillas (…) Un día al terminar un partido me rodearon y me pidieran que fuera novio de uno
de los integrantes de la pandilla o atentarían contra mi familia”. Por eso “Tuve que salir de mi
país sin finalizar mis estudios” y “cuando llegué a España tuve que volver a nacer.”
Otras personas pueden llevar más de 7 años esperando la resolución de su denegación de asilo
como Juan María (nombre falso para proteger su identidad), profesor guineano residente en
España. Era político en su país, Guinea Ecuatorial y fue encarcelado por oposición al régimen,
que le consideraba traidor. La presión internacional, especialmente la de España, hizo que le
dejaran en libertad. Tuvo que huir del país ante las amenazas a él y su familia pero a día de hoy
“No he recibido ninguna respuesta al recurso que interpuse cuando se me denegó la petición de
asilo”. Como ha narrado: “Vine a España por los vínculos que hay entre Guinea y España” y “mi
reto aquí en España era terminar mis estudios. Pero no he podido acabarlo por las
persecuciones.”
Mohannad Doughem, ingeniero y músico sirio-palestino se ha visto obligado a separarse de su
familia y quedarse en España. Ahora tiene su solicitud de asilo en trámite y reside en Sevilla.
Natural de Aleppo (Siria), donde daba clase en la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la
Universidad a la vez que trabajaba en una empresa francesa. “Yo tenía una vida normal en un
país precioso y tranquilo. Pero empezó la guerra y vi que no había soluciones cercanas en el
tiempo” nos ha contado. Por ello decidió huir: “Solo podía ir a Argelia o Malasia porque tengo
nacionalidad palestina. Eso hace muy difícil que algún país me acoja o me de un visado.” En
Argelia trabajó para poder sacar a toda su familia de Siria. “Tuve que organizar dos viajes
peligrosos a través del mar para mi familia: mi hermano de Argelia a Italia por mar y mi familia
de Turquía a Grecia también por mar.” Una vez que toda su familia estaba a salvo en Suecia, él
salió rumbo a Europa, entrando en España por Melilla. Quiso viajar a Suecia pero allí me
dijeron
“que
tenía
que
volver
a
España
por
el
convenio
de
Dublín.”
Por último, Amina Al Zein, refugiada siria, debido a la guerra se vio obligada a desplazarse a
Líbano. En Siria tenía una escuela, que había construido en su propia casa y que atendía a 500
alumnos y alumnas. Tuvo que huir cuando la escuela fue bombardeada. Ahora en Líbano ha
continuado su trabajo educativo. Dirige la escuela Telyany del Servicio Jesuita a Refugiados en
Líbano. Amina vivió cómo se murieron varios de sus alumnos niños de su escuela de Homs:
“Cada vez que hablo de la escuela me pongo triste. Es un lugar en que he intentado dar
educación a los niños y ahora mismo está totalmente destruido.” Para ella “reconstruir un país
es algo material, pero reconstruir el futuro es algo más complejo.” Por eso continúa
dedicándose a la educación en Líbano porque “para que los niños puedan volver a Siria y
reconstruir su futuro, habrá que trabajar con la cultura y educarles.”
Cristina Manzanedo cerraba el acto haciendo referencia a que frente al rechazo a las personas
refugiadas, frente al miedo, el racismo y la xenofobía hay que decir “¡No! En mi nombre no. Yo
soy tierra de acogida”,
Se pueden consultar las peticiones que se hacen a los representantes políticos aquí
Materiales para prensa:
 Manifiesto
 Video
 #YoSoyTierraDeAcogida
 www.hospitalidad.es
Para
más
información
o
Entreculturas: Vega Castrillo 630746797 [email protected]
Oficina Comunicación Jesuitas: Elena Rodríguez-Avial 653862810 [email protected]
entrevistas:
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