CONSULTANTE: LICDA. SILVIA PACHECO ALFARO (MASTER LEX) Resolución N° 01195-2008 DIRECCION NACIONAL DE NOTARIADO.- San José, a las catorce horas cincuenta minutos del veinticinco de julio de dos mil ocho.Mediante correo electrónico, la licenciada Silvia Pacheco Alfaro, Jefe Departamento Legal de Master Lex, formula consulta en los siguientes términos: “En días pasados, una usuaria de Master Lex nos hizo llegar copia de la CIRCULAR REGISTRAL DRP-003-2007, una copia de la cual adjunto al presente correo electrónico. En dicha circular se establece que cuando se tramitan ADJUDICACION DE BIENES EN PROCESOS SUCESORIOS, TANTO EN SEDE NOTARIAL COMO JURISDICCIONAL, se permitirá tener como valor de los bienes a adjudicar, el valor que consta en la Municipalidad respectiva o el que aparece en la Tributación Directa (Ministerio de Hacienda), en sustitución del valor pericial, siempre que las partes acepten dicho valor como avalúo de los bienes. Sin embargo, en nuestra opinión el artículo 922 del Código Procesal Civil, en su último párrafo dispone que: “El avalúo de los bienes sucesorios se hará mediante el dictamen de un perito que nombrará el tribunal. Los peritos deberán reunir los requisitos que establezcan las leyes respectivas. Es prohibido nombrar en esos cargos a los empleados y funcionarios judiciales.” En virtud de que los procesos sucesorios en sede Notarial deben seguir las mismas normas relativas al proceso sucesorio en sede judicial, nos cuestionamos si la DNN se ha manifestado sobre esta “autorización” (en nuestra opinión … “ilegal”) que el Registro de Bienes Inmuebles ha emitido en su Circular DRP-003-2007. Mucho le agradeceremos indicarnos si la DNN está al tanto de esta situación y en caso de que así sea, el número de directriz o resolución que pueda servirnos de base para comunicar a nuestros usuarios sobre esta nueva posibilidad de “evitar” el nombramiento de peritos que realicen avalúos dentro de los procesos sucesorios en sede notarial, lo cual, encarece mucho la tramitación de estos procesos. De antemano agradecemos toda la colaboración que nos puedan brindar sobre este tema de tanta relevancia para nuestros notarios suscriptores.” La comentada circular, en lo que interesa, indica: “Considerando: Que la interpretación normativa de los avalúos en procesos sucesorios notariales y judiciales, hasta el día de hoy se han basado en aspectos de índole doctrinal, tributario y legal, tales como: cobro de honorarios profesionales, parámetro para del la cancelación de tributos y determinación del valor proporcional para cada heredero. Sin embargo, tales razones deben adaptarse a la actualidad, ya que en reiteradas resoluciones judiciales, los jueces han admitido como sustitutos del valor pericial, los avalúos que constan en las Municipalidades o el que tiene asignado la Tributación Directa al inmueble, lo cual ha sido propuesto por los herederos y el abogado director del proceso y se ha aceptado por dichas autoridades. POR TANTO: En virtud de lo expuesto, en adjudicación de bienes en procesos sucesorios que se tramiten en este Registro, ya sean de sede jurisdiccional o notarial, en el cual las partes acepten como avalúo de los bienes, el valor que consta en la Municipalidad respectiva o el que aparece en la Tributación Directa (Ministerio de Hacienda), es válido aceptar el mismo en sustitución del avalúo pericial; debiendo cobrarse los derechos de Registro, los timbres e impuesto de transferencia respectivos de acuerdo con esos valores indicados en el testimonio, de los cuales debe dar fe el notario autorizante, en el respectivo instrumento notarial, salvo que de la información registral conste un mayor valor, en cuyo caso este será el que se utilice para el cobro respectivo.—San José, 6 de marzo del 2008.— Registro Público de Bienes Inmuebles.—MSc. Óscar Rodríguez Sánchez” El Código Notarial, autoriza a los notarios públicos a tramitar sucesiones en sede notarial, bajo la denominada “Actividad judicial no contenciosa” (artículos 129 y siguientes). Para poder acceder a ésta, es requisito que no medie interés de menores o incapaces, ni que exista contención. En su tramitación, el notario deberá ajustarse a los procedimientos y disposiciones previstas en la legislación (artículo 130 ibidem). Las normas procesales, son de orden público, y en consecuencia, de acatamiento obligatorio y éstas no se derogan sino por otras posteriores (artículos 5 del Código Procesal Civil y 8 del Código Civil). De lo dicho, resulta claro entonces que ningún pronunciamiento administrativo, puede tener el efecto o virtud de tornar inaplicable una norma legal de orden público, ni dispensar su aplicación, por lo que la existencia de éstos no podrán ser invocados por los notarios públicos como causal eximente de sujeción al ordenamiento jurídico. En búsqueda de pronunciamientos sobre la materia, emanados de autoridad competente, se encuentra la resolución número 0163-2003, del Tribunal Registral Administrativo, dictada a las nueve horas del veintisiete de noviembre de dos mil tres, entre otras, indicó: “II.- La resolución que conoce este Tribunal en alzada, fue recurrida por considerar la notaria otorgante que el documento presentado a las ocho horas cincuenta minutos y catorce segundos del quince de enero del año en curso, en la oficina del Diario del Registro Público de la Propiedad de Bienes Inmuebles, bajo el tomo quinientos catorce asiento seis mil veinticuatro, ha sido objeto de una errónea calificación, toda vez que, según su criterio, no es necesario nombrar un perito para la valoración de los bienes del sucesorio ya que en las sucesiones notariales, los notarios se atribuyen las potestades de un juez, ostentando por lo mismo total autonomía para direccionar el proceso hasta su finalización, valorando con ello lo que las partes le solicitan. Que los juzgados civiles han adoptado el criterio de que es posible prescindir del peritaje cuando todas las partes sean mayores de edad, capaces y no hayan inhábiles, y que el Registro no puede objetar las decisiones tomadas por un Juez de la República, por lo que solicita se revoque el defecto apuntado. Atendiendo los agravios formulados por la notaria apelante, resulta necesario analizar el sentido y alcance de la norma que contempla el artículo 947 del Código Procesal Civil, y si esta permite la posibilidad de sustituir, en un proceso sucesorio notarial, el avalúo pericial por otro procedimiento alternativo. Comenzamos por transcribir, en lo que interesa, el artículo 947 del Código Procesal Civil que dice: “(…) El avalúo lo hará un perito que designará el notario, de acuerdo con los requisitos y prohibiciones del párrafo final del artículo 922. (…)”. Para el sucesorio judicial, el artículo 922 dispone en igual sentido al expresar: “(…) El avalúo de los bienes sucesorios se hará mediante el dictamen de un perito que nombrará el tribunal. (…)”. Vemos como, prima facie, dichos artículos son claros y no se prestan a otra interpretación. Sin embargo la jurisprudencia, tanto de los juzgados como de los tribunales civiles, se ha pronunciado a favor de permitir excepciones a dicho mandato legal. Citamos una de las resoluciones más recientes, indicada por la notaria Mena Abarca en sus alegatos, sea el voto número 233-M dictado por el Tribunal Primero Civil de San José, a las siete horas y treinta y cinco minutos del dieciséis de febrero de dos mil uno, que indica: “El albacea ha pedido que al ser sólo un inmueble el bien inventariado, y al no haber menores se omita el nombramiento de perito para su valoración, lo que ha sido rechazado por el a-quo.Si bien el numeral 922 del Código Procesal Civil, establece que el avalúo de los bienes sucesorios se hará mediante el dictamen de un perito que nombrará el Tribunal, ya éste Despacho ha resuelto que si todos los herederos son mayores y están de acuerdo, así como el albacea y abogado, y los bienes son inmuebles la valoración por perito no es necesaria, pues se tomará el valor que tienen esos bienes ante la Municipalidad respectiva, por lo que no hay evasión fiscal, porque el pago de impuestos de traspaso se hará ante el Registro Nacional…”. Este Tribunal respeta, mas no comparte, la tesis esgrimida en la jurisprudencia civil aplicada por la notaria en este caso, por los motivos que pasamos a analizar. III.- Estudiado cuidadosamente el expediente, este Tribunal ha considerado que la disposición del artículo 947 del Código Procesal Civil es muy clara y no se presta a la interpretación hecha por la notaria. La citada norma no da posibilidad a otra interpretación que no sea la de que el avalúo de los bienes de la sucesión debe darse mediante el dictamen de un perito. Esta interpretación literal o exegética de la norma, atacada por la notaria, es válida, pues la norma no permite otra interpretación, y no es dable distinguir en donde la ley no lo hace. IV- Realizado un estudio jurisprudencial sobre el punto, o sea aquella que emana de las Salas de Casación de la Corte Suprema de Justicia, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 9 del Código Civil, tenemos que el punto jurídico a dilucidar no ha sido mayormente tratado por la Sala Segunda de Casación, y ello por razones lógicas, pues si el presupuesto para que se dé la sustitución del peritaje ha sido que todas las partes estén de acuerdo, difícilmente un caso de este tipo habría de llegar hasta casación, para que el punto sea estudiado y resuelto por los magistrados. Sin embargo, nos encontramos que en el voto número 18 de las diez horas cuarenta minutos del veintitrés de enero de mil novecientos noventa y ocho, la Sala Segunda se pronunció sobre la necesidad o no del peritaje para establecer el valor de los bienes de una sucesión, y sobre el punto y en lo que interesa manifiesta: “Ahora bien, el numeral 899, último párrafo, del mismo cuerpo normativo (hoy 922) se desprende, claramente, que el encargado de establecer el valor de los bienes de la Sucesión es, necesariamente, el perito que, con ese fin, sea nombrado por el juzgador. En tal sentido, ese numeral establece: “El avalúo de los bienes sucesorios se hará mediante el dictamen de un perito que nombrará el tribunal…” (…) De este último texto queda claro que, el valor de los bienes sucesorios, tiene que determinarse por medio de un peritaje.”. Dicha jurisprudencia, ya citada en la resolución apelada, aunque solitaria, es tan clara como el mismo artículo 947 del Código Procesal Civil, en indicar que el avalúo debe darse mediante peritaje, pues la letra de la norma no permite otra interpretación como se ha mencionado supra. (...) VI.- La notaria autorizante del documento objeto del presente ocurso, cita la directriz Nº 99-010 de las diez horas del veintitrés de junio de mil novecientos noventa y nueve, emitida por la Dirección Nacional de Notariado, que regula el ejercicio de los notarios cuando ejercen competencia en actividad judicial no contenciosa, la cual es clara en dar la razón a los argumentos por los cuales no se puede aceptar su tesitura: “El notario público, al hacer uso de su competencia en actividad judicial no contenciosa, por ministerio de ley pasa a desempeñar funciones propias de los tribunales de la República,…”, hasta aquí la cita de la notaria, pero continúa inmediatamente “… de allí su obligación de ajustarse a las formas y procedimientos legalmente establecidos.”. Más que otorgar una potestad a los notarios, el sentido de éste párrafo es delimitar el ámbito de actuación del notario en estos casos, pues reitera la obligación de ajustarse a la normativa vigente. VII.- Por ser la norma del artículo 947 del Código Procesal Civil clara en su contenido y fin que contiene una obligación de hacer de índole fiscal, se impone confirmar la resolución de la Dirección del Registro Público de la Propiedad de Bienes Inmuebles aquí apelada, de las doce horas cuarenta minutos del ocho de julio de dos mil tres, por estar ajustada a derecho. ” Esta Dirección comparte en un todo el criterio del Tribunal Registral Administrativo, anteriormente transcrito, por lo que está haciendo llegar copia de este pronunciamiento a la Dirección de Bienes Inmuebles del Registro Nacional, para su conocimiento y lo que a bien estime disponer. Finalmente, cabe agregar, en cuanto a la jurisprudencia, ya sea ésta judicial o administrativa, que su función es la de integrar el ordenamiento con ocasión de la omisión legal, o en desarrollo del vigente, y no puede ser un mecanismo de abrogación o derogación de la ley, por lo que, en tanto exista norma que expresamente regule un determinado procedimiento, deberá el notario estarse estrictamente a la letra de la ley, no pudiendo invocar la existencia de jurisprudencia con orientación contraria a la norma (que puede variar en cualquier momento o región y sin necesidad de trámite legislativo), para apartarse de o dispensar la aplicación de la norma legal; salvedad hecha, claro está, de la jurisprudencia que emita la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que sí es vinculante, a tenor del artículo 13 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.- Licdo. Roy Arnoldo Jiménez Oreamuno Director a.i. Res 01195-2008 Consultante: Licda. Silvia Pacheco Alfaro (Master Lex) (Proceso sucesorio en sede notarial. Tramitación. Sujeción del notario al ordenamiento jurídico. Efectos de las actuaciones. Jerarquía y derogatoria de las normas. Imposibilidad de dispensar el avalúo en procesos sucesorios notariales.) 3